RETRATO DEL ESCRITOR COMO MARTINFIERRISTA MUERTO Marta Teresa Gramuglio Pero él, inmévil como un dios que se ha cnuzado de piemas y se hace espejo de sf mismo, habia dado siempre fn Ta locura postien de adjudicarse, desarrollar y sufrie cal intra> sus destinos posibles, mediante cien Adanes fantasmagéricos que su imaginacién haefa vivir, padecer, Asiunfar y mori (p. 19). .ctos menos explorados, ~ Jo largo de la novela, en formas miltiples que apelan a las mds variadas estrategi: textuales y pactos Seiadn Annee en eg om erat nya del q pote et ‘esta imagen se despliega en modalidades diversas de ficcién Yografica y autobiogréfica, cuyos sujetos de enunciacién recorren la gama de las tres personas gramaticales; incluye escenas de iniciacién, viajes urbanos, fantésticos y espirituales, agonfas, muertes y renacimientos, hasta componer una autoimagen ideal: el retrato del yo como eseritor. Retrato que es, en una de sus aras, melaneélico y doloreso, pues comporta la muerte," pero que resulta, en Sefinitiva, euférico, porque a partir de esa muerte instala una vor narrativa que, ‘como figura de autor, subtiende la metamorfosis y el renacimiento del escritor. "Adin Buenosayres, el héroe que da nombre a la novela, es un poeta, y sus compafieros de aventuras pertenecen también al mundo de la literatura y el arte © estén vinculados a él. Esta eleccién brinda un dato inicial y suficiente para incorporar el Addn... ala namerosa familia de textos litararios en que las imagenes de eseritor bajo figuras diversas: poctas, artistas, inventores, profetas, reformadores, detectives, pensadores, legisladores...y la serie podrfa continuarse— funcionan como un espacio de condensacién que permite leer, en la dimension T Ein ona importante tesis doctoral titulada «Rhétorique du roman. Leuvre de Marechal», Terese Orecchia subraya la melancolia implicita en las representaciones referidas a la eseritura y a la sociedad, con especial énfasis en el cardeter melancélico del rerato. ™mm7 MARIA TERESA GRAMUGLIO imaginaria, no s6lo Ia constitucién y los avatares de la subjetividad del escritor en tanto eseritor, sino también, y a veces de modo privilegiado, la representacién que se hace el escritor del espacio literario y el lugar que concibe para sf tanto en ese espacio como en la sociedad.? El escritor, podrfamos decir, se suefia a sf mismo en esos otros que inventa; tal ver sea ésa una de las razones por las cuales se suele afirmar que toda literatura es autobiogréfiea. Y cuando como en el caso de Addn... el sujeto del enunciado de la ficeién es un escritor, diremos més precisamente que el escritor se escribe en ese otro q Parentescos, filiaciones y modelos; escenas de wci6n y etapas de formacién; relaciones con los pares, con la tradicion y con, las. eserituras futures; disputas literarias y fantasmas a exorcizar; representaciones, del campo literario, con sus actores, lugares, jerarquias ¢ instancias de legitimacién; tensiones de la colocacién frente al pablico y frente al mercado; finalmente, abundantes reflexiones acerca de la naturaleza y funcién dela poesta y los poetas, de la literatura y los eseritores. Como, corolario, se puede afiadir que en estas que da a su imagen inyoluera, simulténeamente, su poética, su estética y ou ética de la escritura: en otras pababras, una verdadera «politica del espfritu»,’ EL proceso de construccién de la imagen del eseritor® no se limita exclusivamente a la fiecién, y ni siquiera a lo puramente discursivo o espectfico dela préctiea de la escritura, Suele ser un trabajo que, en primer lugar, desborda lo ficcional, manifestdndose en textos y discursos heterogéneos, el mas notorio de los cnales es la autobiografta del escritor, bajo cualquiera de las formas que adopte. Incluye también a las biograffas y escritos eriticos sobre otros escritorcs, ? La idea de trabajar sobre una categorfa tan Laxa y'pocd explorada domo la dé simigenes de ‘scritor» me fue sagetide, en primer lugar, por la frecuencia. con que ests vonstueciones aparccen los texto liters, y luego por un conjono heteogtnn de lecture ledeicas y erica, entre lot cuales creo necesari destacar. Paul Henichou, La eoronarién del seritor, FCE, México, 108); Piere Boudin, «Champ dv pouvoir champ intelectuel et habitus de classe>, Scoltt. 1, 1971, y Alain Viale, Naissance de l'erisain, Pars, Miu, 1983. Acetea dela relacion ea a taticn y I Yonguatia de illness, los trabajos de Harold Bloom. Pain lar esiraliea pripias el pact solohiog tice, los de Philippe Lejeune. En la erica argentina contempordnea, encuetiro valisas orentaciones eh easayos de Adolfo Priete, David Vitis, Heatric Sarl, Sylvia Malloy ) Walter Mignolo- Alain Vials, opel, pL * En cain inroduceiénacesea de la categorta de ieiagon de eneritoretomo algunos de Jos plantcos inicales que expuse en mi arfeulo «La coratrccién de Is imagen: Calves y Aris, en Revista de Lengua y Literatura de la Universidad Necional del Comahue, all, nt, noviembre de 1088.en ese sentido). Se extiende en cartas, reportajes, prélogos y, a meaudo, en lo que se suele llamar sus discursos metaliterarios, esto es, todo aquello que escribe sobre la creaci6n literaria y la funcién del escritor, Por otro lado, inciden en la construcciéa de la imagen actividades que desbordan las estrategias textuales y las practicas literarias en sentide estricto, para plantearse en Lérminos de lo que define su cerrera publica: los lugares que el escritor ocupa o aspira a ocupar por su fimcién, en las instituciones, o la red de relaciones, actividades ¢ intervenciones con que pretende asegurar su reconoeimiento por la sociedad y su retribucién material. Estos aspectos son de una indole diversa de los que proveen los textos de ficeién, pero no menos signifieativos en muchos casos. Convendré entonces hablar de estrategias textuales y de estralegias de escritor para diferenciar esos dos rdenes de realidad, aunque ambos remitan, en esta pempectiva, a Ia instancia unificadora del imaxinario del escritor, ya que no es su vida ni su autobiografia lo que se persigue, sino su deseo, o, para decirlo en términos alines a los de Jameson, el inconsciente politico de su politica de la escritura En este trabajo trataré de ir mostzando céma y con qué estrategias textuales es construida una imagen de escritor en Addn Buenosayres y en qué medida ella remite a una autoimagen ideel; cudles son, én la ficcién, sus tépicos més visibles, algunos de ellos recurrentes en la literatura argentina y ligados, por lo tanto, a particularidades especificas de este campo literario; qué estrategias de eseritor contribuyen a su construceién; por qué esta imagen, mis alli 0 mas aed~ de Jos simbolismos que con frecuencia se han indagado en ella, revela polémicas muy vivas de la formacién de la literatura nacional; finalmente, qué elecciones estéticas © ideoldgicas se ponen en juego para abrir una opcién que supere, incorporindelo, el momento vanguardista representado por el martinfierrismo, sin dejar de asegurar para el escritor un lugar privilegiado como figura de dominio tanto literario comp social.* 5 Fredric Jameson, The polsical toeonseéons, Comell University Press, 1981 © En Lenguaje © ideologia (Hachette, Buenos Aires, 1986}, Francine Masiello anoliza con brillo cl proyecto de In vanguardia argentina de los anos veinte en funcién de au «voluntad de dominios y control social, aunque pone ms énfasis en la constituticidn de los sujetos indivicuales. que en la Indole colective de todo proyecto venguardistn. Gabe senalar que a partir de 1980 el earécrer grupal que habia distingsido a Ins vanguardias muestra una fuerte tendencia a la fragmeniacién, con emergencia de posturas y recolocaciones que redefinen los anticuos frentes, y arin solitarias. Ya a fines de los afos 40, esta tendencia se confirmaria eon el caso de Marcchal y la publieacién del Adén....si se piensa en Ia conocida reaccién de su antiguo camaredla, Gonedler. Lnnuza, en Sur, y cen Ia yaloracién te Conézar, otro solitario por esos sfios, en Realidad.