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CLAUDE LEVI-STRAUSS
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PROLOGO
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l. .1 .
' La coccqx:ión de' este sc:minario ' es m6ito de :Jem-MArie
Benoi.st, quien también lo organi%6 y más tarde, e1 colaboración
con Marie-Hélene Ponroy, a la que expresamos aquí nuestro re-
con~ cato, transcribió las cintas magnetofónicas y llenó· las la-
Jlllnas, excepto en unas pocas palabras r;k introducción,. Unic:as que
·el grabador regisuó' ima sola va, y que c:a.redan de importa.ncill.
Dejando de lado este detalle insignificante, ·Jos participantes y:los·
oyaues encontrarán d seminario tal . cual se desarroll6:." Las po- .
nencias propiamente dichas fueron esCritas o reescritas por sw
nutores, pero nos hemos abstenido de'·corrcgir, suprimir o agrc--:
gar_ n!lda__~las.. d,iscusion.es,_a_ fin de conservar intacta ·. una. cxpe-.....
riencia en cierto modo aventurada y, qul!i duda oabe, no siempre
exitosa, de intercambios interdisciplinari03. · · . ·
Eri efecto, d tema de la identidad no se sitúa s6lo en tina--
encrudjad::t, sino en vari:.ts. Prácticamente afecta : a todas las dis-
. ciplinas, y tambi~n a todas las socieC:iades que estudian los etn6- ·
lagos. P~r último, afecta de modo muy pa.rticul~. a la anu:opol~gf~,j_
pues hay quiénes ponen esta última en discusión bajo"·la impu-
tación. de u::~a obsesión por lo idl!intico. Por d:eom:mrio, nosotros ..
no lo hemos elegido porque, de un tianpo a esta parte, sea oh- ·
~to de explotación de una mOda pretensiosa. Si hanos de aeer
:, 11 o.lgunos, Ja crisis de identidad seria el nuevo mal dd siglo.
.·
S LA IDENTIDAD
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JEAN-MARIE BENOIST (
FACETAS DE LA IDENTIDAD
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FACETAS DE LA IDENTIDAD 13
·-
es estar solo .. , escribe Uvi-Strauss, incitando .as.( a. toda .idryridad
cultural a salir de 10$-)jmites de_ su etnoc~trlsmo~ pero al mismo
tiempo, la colaboración entre los bomhrM implia1 el _.rici¡o- de
"produCir una homogs:oeiiaci6o deJas ~¡lmras Cl el horizonte deJa
_, Jdenudad: «(!n el curso de··= -~a Colaboración v-=n idmtifiause
')ra un meñtc os a~rtes cuya diy!;rsidad inia aa pra;wnmr~
-iO(j'ü'ehiidaJecun a y nec~ana su colaboracióo.J,.C- · .
J ': La act!!!!S! homogenma n re ilQi!:_l!lrrtme las diferencias -y la :
di~etsidad culturnl y !as re:~bsot~ en e ~seno de un:1 ideñtidad áe
tipo trascen-dental kantiano, ~ matc=rialista o c=spiriñl.ilíSra, tiene
Cómo corolario Uf!~ obstácu!O._!!I.~fOOOJpg.i(:o que mee csttigos- en
el ejercicio mismo de la investigación y que consisEe-~
wbsistir las difc:rc:ncias_cad.~ _tm_a por -~L sino ~ _d ' .
a patt~r de lo_ que.J.e e~:¡_ mkl-.ti~~liat :aLI:Uluop6logo; _por gempl?
,l In no<;:ión d~r )y ..5_ubordmaaq~ tal como se coOCibC en Oc:ci-
~ dente.lJñ'l'ibro de Pierrc Clasrres, La Socihé contr~ I'EW, acab:l
. l
·-de llamar !:1 arc=nción ·acerca de este peligro episremol6gia:t en
que ingenuamente han caído los emólogos mejor inte:oc::iorildos que
coml:ttn ex~rapol3dones., sin sab4=:tlo, desde su propia ribera ideo-
\ lógica y toman como constataciOf1:es de campo la impoaaJ6o
' solapada e involuntaria de categorías ligadas a su propio· C6digo
ideológico. ·>-· · ; ,
Ya vemos perfilarse los dos l!mites de una probleuiitii:a' de. ·
In .idt:~~i!hd oscilnnd_c .~nue _e\ po~o de. unn singul_u:idad, ._desCo- )\
nectada y d de una umd:Jd glo!>~hza.nte-_poco ..respetuoSll ron Iii ·
[ diferencias. · . ~ ·
. Si es cierro que convic=ne preservar la div~idad de: lu rul- ·
mras en un mundo amenazado por la monoronfa y ls unifoniú-
d:~d y ·que e_s_, el hecl)_q_de_la dive¡~dad.lo,..quc-~-lalvmse__y..JlQ,.
el coracnida. hisi6rú:o que cad~w a le ha da99' y que n.ingun.a
"pocirfa perpetu:JI más aU:Ca-éeD:1 -misñt:J-;fÁ- poqemos plantear
!11 siguiente n1cs1 ión epis_t emológica:· ¿b:~ jo qué condiciones tma
Ll ni mpoJogÍ R Jc~fr Ím:JmCntc= CU id:JJosa de ·- dedica'rse-n mdJVffit-""""
iJ3¡J Je" las ruh mas y de bi.:rS:cnÍ ""los.- eveni ua le$- iñViinan~
irucrur:~lcs que permiten leerlo, podrá escapar al -riesgo-etiXXiS}:'
rrico Je 1:-. rcinscriprión ·en la inmutabilidad rautológiái._d_e.. UñÁ~
2. lbiJ., p.mim.
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16 LA IDENTiDAD vEN
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vini:ul:1do al tipo de escisión que el signi6cwtc= opcn sobre la Aúi 1
ilusoria idenddad de la persona consigo IIÜsma : nombre de gru- r-.fj
pe, nombn=: de individuo, la demarcación cobra aqu[ una insis· \.
renci.a de una urgenci3. ranro mayor cuanto que pone en juego ,
parámetros tan diversos corno la relación de la madre con d l.--11\.
hijo,6 la cuestión de un sistema de denominaciones y de un sis-
tema . de :mitudes .en su rdación con la función de d~dor de
mujeres y b prohibición dd incesto; 7 la relación de la topologia .
con ]a C:tptación especular y con el funcionamiento de cierro tipo .'
de disimetrÍ3, que prcc:b:t. a menudo la pertinencia, en d campo
antropológico, de ciert35 inlllicia.oes fundamentales de Frc:ud, quien
precisamente no pretende utilizar la. nntropologra, sino abrir paso
al aruilisis de un terreno absolutamente distinto, el texto .de los
sueños¡_• la cuestión de lo simbólico en ;:¡nro. que pone .en .crisis
al sujeto y recbma la constitución de una topolog{a d«; ·la _diferen-
cia.' Tod:ls estas ÍtiCCI:J.S de la cuestión del nombre propio en
tanto que moviliza lo impropia y la cueslión del otro, ofrecen un
terreno privilegiado al cuestionamienro Je la identidaJ y dcscu-
br~ _la_uampa_del macen trismo a nivel del grupa y del n:Hci·
sismo primario a niv e SUJeto mdividuill. Vemos ·quc:d crno- /
cmtrismo primario se relativiza gracias a la función del ñ0in5re
_p~p~C?_5lE_eradOr-de·. est:l Jeslot4lhaci6n, _C:S!~:tt~gin Ínaispf!_!l· . ·:.
saolc_p_ara_et pj~nteamie.ato de la cuestión de la identidad. ~
--Esta rda ti va labilidad del. grupo, coñSiññteme nte-des Fii:cho y
reconstruido, y. la ·posibilidad ·.de la recurrencia fuera d~l grupo de
factores internos de su identificación, abren b dobÍe v(a de unn
; -· - -Iccrura- que~ comc. en -cuenta la refracción a los.ojos dc.l sujeto.. ~y_.. __
a los dd informador- de los factores de su pertcnenci:t al'grupo
y, por ona pan e, la .rebción de los ·rasgos 'distintili'Os con otrós
Conjuntos en que aparecen los mismos dementas.
Asf, en la dialéctic.:t de la diferencia entre d etnólogo y el
6. Ver m~ adclanre: Alldr!!: Green, •Atomo de parentesco y rclucio-
oc:s ~pia,s•. .
7. v~ m~ adelante: Fnn~i:st: H&itic:r, cl..a' idc:ntidlld 5lllllO• y
Fn.n¡;oisc Zon.abcnd, •Por qué nombrar». -
8. Ver m~ addance: Ouiscophcr Cracker, •W reflexiones del &1•
y Jesn Peri10t, •Identidad y csrúuofc; topologla de: la difcrenciu.
9. Ver mb 11ddantc:: Julia Kristeva, cE1 &ujc:ro en pi"QCejo: c:l len-
guaje ~ti~• y An1oinc: Danchin, cEstabilización funcional y epigcnesia.,
FACETAS DE LA IDENTIDAD 17
,
m. un:1 metafisica de la wúdad del hombre que int~tarla englobar
y proporcionar un sustrato a los invariantes de inv::u:iaotes. Es n~
ces3rio leer la !:ibula que' es(C Discours --en la rderencia al bos-
que y en d acontecimiento discriminatorio que constituye la
indinoción del eje de la Tierra respecto de la t=clfptica- nos
propone con vistas a una teorfa de los ecosistemas. Pero c:s sobre
todo en In exposición de la piedad y dd amor de sí do.nde, ad~
lantnndosc a su época, apartte ilustrada la noción de programa
y de virtualidades cuyas sctuali:udoncs prevé este p·rograms, en
su fluctuación misma. Esta piedad, tal como RoJsseau produce su
concepto, es también el paradigma de Ja ternura, respetuosa de
:t· lo diferencio, con que el etnólogo encara sociedades diferentes que
-~/ ha decidido estudiar. Hemos de cuidarnos de reducir amor de
~. ,-l Sl y piedad a simpJes factores psicológicos, pues c:n su paso al
· ,· ~Otro funcionan ya como ejemplos metodológicos: en d interior
¡}~.t."dc: un estado de pura natural~a exento de la.s facultades humo.nas
\ consideradas superior~s. son garantía de un desajuste:' inicial, de
1
Jt mscn6C
·
~n desc_;E_t.E_amj~!l~~-- d~_bas_e p~r el ~uCLs.6Jq~a_diferenc:ia_:se
en el seno de la.ldcnndad.....smCLquc_apa.ccce doblemente_
c9mo ..cÓnstit~ilva - del __s!__m~_mo.;_en_ primc:.J:.JugaL.poLd__abisalO
k . wscrito en el corazón de la relación scmá.ntica entre el amor de
~h~' c:sr -amor de la. especie en si- y su infinito malo, el amor propio;
.en . !!egúñO~por d-ín-¿y]iá@epa.s oaroiro ~1,1e imalféií la p1ci!ªd,
iíÍCiuso virtual en c:l estado de pura natur e:za, 9. descentrar · al
sujeto y mostrar contra todos los cogilo que cuando se habla dd
d~enir del Yo, se trata del Otro. En este sentido, no es dctiUl·
si:1do atrevido afirmar que: la tcoria de la piedad y del amor de sf
prefigura ese lchspaltung, esa escisión del Yo que encontramos
en el centro de la concepción ·lecánialiil dd~e~itad.io del espejo como
formador de la función de Yo.
_Entre el carácter virtual del paso al Otro, en cierto modo
gra hado o codificac.lo en la piedad y d amor de S! ( ==amor de la
especie), y la posibilidad de desviación, es decir la otra sepii.Cllción
diferencial perpetuamente dispuesta a resurgir entre d i.nfin.ito
bueno de. la piedad y el infinito malo del amor de sf, se_ consti-
! · ruye un:~ estructura que anuncia lo que dirá Freud: cl.a identificn-J
: ción es una identificaci~n parcial altamente rc:stringida que se
: limita a [Omar del objeto uno solo de sus• rasgos.•
L --
20 LA IDENTIDAD
1
nad:l a .cuatro niveles principales:
·1. El sujeto individual.
. 2. A nivel dd grupo y de las cleterminaciones que: lo cons-
- Htüyen ·taiito.. para"quien·te-··¡;~rtenece corno para quien lo malíza.
~Cu4les son los parámetros de la identidad étnica? ¿Son unifica-
bies en un' mismo espacio?
3. A nivel de lo invoriancia y de la función de i.dmridad:
¿qué quiere decir el antropólogo cuando afirma: «El uso prefe-
rencial de cierto modo de cocd6n de los alimentos me: parece que
. proporciona la razón profunda de esa id~ntidatl, a primas vista
incomprensible, entre los mitos dd noroeste de A.méri01. dd Nor-
te y los del centro de América del Sur.»
~ ' 4.' Por último, )a relación de estos dos primc;ros niveles am
~ el tercero plantean{ saber en qu~ medida el principio mcta&ico
y aristo!élico de la Identidad debe rel:nivi.urse.
MICHEL SERRES
DISCURSO Y RECORRIOO
[DISCOURS ET PARCOURS]
~)~~'
~~~- -b·.
DISCURSO Y RECORRIDO 27
DISCUSION
l. En Michd Serr~. Hmrrh 11, Ed. de Minuit, 1972, pp. 161 • 180.
DISCURSO Y RECORRIDO 45
•
y, por Ott:l parte, la energética que circula c:n el grafo en cuestión,
en cuyo caso ya no se úcn~ simplemente una representación
esdtica de la explitación, sino que también se \'e lo que cin:ula
y lo que sucede dinámíc:~mente en dicho estado de cosas; esta
es la razón pur la que al iniciar mi discurso he habbJo de ra:-
modinámica, (JOr ejemplo, diciendo que por d momento dejaba
de lado esta fucme expÜcativa porque no podía abarcar todo;
pero es algo que quería anunciar: en un buen organon · explicati-
vo, :~ctualmcnte, me parece que se requieren la topolog{a. y la
energética 11 la vez. Creo que de este modo escaparé a la cate-
sorra cst:ítica.
CLAUDE Livt-STRAUSS: Sí, muy bien. Pero esta energética ¿de
dónde se rom3rát ¿Es posib1é obcenerJa en ocra paree qu<: no
sea l;1 etnografía dd medio considerado?
M te H EL SERRE.S: Creo que quien formuló la pregunta, al
habl:u del desc:o, l11 formuló con toda precisión.
CLAUDE Lt!vt-STRAUSS: No estoy totalmente de acuerdo, pues
hablar del deseo es hablar del deseo en general; e igualmente, si
puedo permitirme: este esbozo de crítica, cuando habla usted de
cruce de caminos, se refiere al cruce de caminos en geoaal.
M1c H EL Sr::RRES: Es verdad.
CLAUDE Ltvi-STRwss; Entonces, cuando abordam~ un mito,
lo importante c:s saber qué es d cruce: de: camino:s en la sociedad
considerada para b gente: que cuema el mito. Esta enc:rgérica,
que da tal ~gión dd espacio por bu(;Í'Ia y tal otra por tn4ls, ul
recorrido por · favorable y to.t o~ ro por desfavorable, c::sra mergé-.
tica, creo que sólo la investigación etnográfica sobre la sociedad
en que se dan esos mitos puede proporcionárnosla.
M1c H EL. SERR.ES: Por ejemplo, ~n el relato de Edipo, que
sin duda algunn no es- un míto, se ve claramente quc: .eo. d cruce
de . caminos, que es una forma dada, se producen acontecimiouos
energéricos: el insulto del héroe a Layo, la embestida de los ctd-
tro caballos del cilrro, eu:. Hay toda WlB energética e:o juego,
además dd crimen, por cierto. En est3 bifurcación circulan ener-
glas considerables que no he tomado en cuenta porque qucrl.a
h:1blar de la forma, pero que obviamente c:st¡{n alH.
CLAUDE Llh't-STRAUSS: Pero esto no nos di((: si, pan r~
griegos quc: lo contaban o lo cscuch.nban en tiempos C1 que era
50 LA IDENTIDAD
~-
LA IDENTIDAD SAMO
. '
(Turu), c.ste mismo en .su forma de fuego (Tidrt~), los altares de
la lluvLl, l<.>s grMd~;s árbol~s sngrados, la forja, la cni..na de hie.rro
(en tantu que son objetos s:1grados, objetos de c:u.Jto), etc., ssf
como un:~. gran v:Hicdad de altares menores, cuya funci6n con-
sisee <;n cootr3trcscar la. scción ndasta de una p:me de-Ja sclva.
Así, el Ju11dudónlo Oitcr~lmi::me gusano de tierra), que se en-
cuentra en unll sola nldca de Jos samo, e.s el tórit.ti de donde:: pro-
\'icnen -tt:'ls haber conocido por sclivinaci6n ~as causas de }a
cstcriliJ:~d temporal de. su madre y los sscri6cios apropiados---
los niiios nacidos de muj~;res que han pisado ~ la sdva por des-
cuido cicrt:l varkdad de gusano de tierra (dundu) partieu.larm~
lc ~Jigros:~. El lema es, pues, un objeto cu.lcund, mediador enu_e
el mundo de Js _sclvn y d mundo de los hombres, canal abierto
cap:n. de ncutruiizat, por ls fuerza de los ss.cri.6cios que se le
ofrecen, b fucn:1 mil!igna que irnpid~: la concepción. Dura.Ilte tod3
su vida el ser humano ofr~c:d un sac:riñcia anual a su Jórna,
sin cuy¡¡ buen:t voluntad no existida y que continúa protegiéndolo.
El sacrifu.:ad~r ditc: .,No es posible entrar en d agua y salir su-
CÍO»r no es posible confiarse a su loma y ser rechazado. Todo
nocimícnto ts, desde ew: punto de vista, d resultado de twa tole:-
rnnda particular de h sdva o efe una vktoria sobre ésta. ·
El nyiJM:Jr~ (literalmente plato de roc:dícamc:oto) es una
esc:udllh hundid:1 en el suelo donde: $C. colocan líos · de raíces de
árboles indicados por el edivino, rafees arrancadas según cierto
ritual y puestas a macerar en agus. El agua se renueva QOOstan-
• temer:~~e .. Se e:<trac:n en particular.. ra!~~s de mitr.rgyn11 inurrrir
{que crece en !a orílla de las zonas pantanosas; especie de mim-
bre). ftmMa microcarpa, detarium s~n~gal~nsis, áioJpyros mupi-
li/ormis. Estrbamc:ntc:, los nyúld''' son transmisores f~~os
de fecund1dad transportados pot plantas. Cuando una joven -st:
casa y va a vivir con su familia politica, d. marido se vs a sacri-
ficnr al fl)•ÍSld~r:J de la maarc de su mujer; '/ estil úlcimll, dumntc
cu:mo dfas, bebe esta agua y se lava d cuapo con dla. Paralela-
· mente, sncrtfic:a al 11yisé.d,rJ de su p:opía madre, romo ctestimo--
oio,. de: su propio nacimiento, ¡x:to su mujer no bebe: cstll agua
ni $C lab con ella d cuerpo. Si el sacrificio oh~do .U ny~étÚr:J de
la m.adce de la mujer há sido die-a:, es decir, si la joven ha con-
cebido rápid:.meme, éslfl re~tir~ a p11rtir de: ~te motnc.nto rod~
Lt IDENTIDAD
DIOS ANTEPASADOS
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SELVA PADRES
re al
iO LA iDENTIDAD
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profundamente él mismo. No obstante, existe: un indicio que per-
mite n los samo decir que la vida de vivo es vc:rosúnilmc.ntc:: la
verd:~t.lc:ra vid:~. En efecto, en fa cadc:na que: va de la vida de
vivo a la vida de nrbol, pasando las vidas de muerto, la cu1mina-
ci6n c:s In vida de árbo[ Ahora bien, son los homb~s quienes
comen los frutos de los ~rboles y no 11 la inversa. De esto es
t>'JSiblc: inferír la superioridad de la vida de: vivo sobre la vida
de: árbol: cSi Dios hubicse considerado que set árbol ~ supe-
rior a ser hombre, nos habría hecho directamente:: árboles•, dicen
los sama. Pero que se trate de la vc::rdadera vida. no implic:.a que
SC:I!. ll.q_uc:lln en que cJ individuo C::S más intensalll.enU: él mismO.
~Qué es d hombre en sus otras vidas? Sabemos que $C: dc.line
por un nuevo ltptrE, pero no se tiene: la seguridad de: que: los
otros componentes, igualmente c:n t>Otencia en la vida de: vivo, sean
rc!'plica c:xscca de: los que se: actualizan en la vida de vivo. Se::
s::tbe tamb1én qu~ las vid3s de muerto no son un simple reco-
me.nzar amortiguado, 11.tenuado, de la vida de vivo. D=6.rudo por
ocros compor.::nrcs, actor de otros secos, portador d~ otro des-
tino, ¿se trata del mismo hombre que pasa: de una vida a 1a
ocra; dónde: se sitúa su identid;~d~
En conclusión, 1o ·único de que se está casi seguro es que la
vi<.la que estamos viviendo es sin duda la vida de: vivos y no una
vid:~ de muc:no; que es la primera, si no 1a esencial, pUC$ squl
abajo estamos scsur.ps de: haber noádo todoJ d~ una "muju. En _
efecto, no se posee indicación a!gun:2 sobre la transformación
·- ---·del escaJo frsico del mErt. cuando llega a la aldea de Jos muc:rtQs; ____ -::
no se habla de un nuevo nacimiento, srno de actualizaciones de
componenres virtuales. Pero en l.u aldeas de muer1os nsce.o indi-
viduos que no habrán u:nido d priviJegjo de vivir un.a o dos
vidus nnreriores, o para los cual!:$, lo que para nosotros C3 una
vid¡¡ de muerto, es una vida de vivo. ¿Son menos pe~oas que
, los otrosi' De: Jn inquie1ud resulu.me de la duda s~rca de si el
mtrs. pctmantcerá idéntico a él mismo en sus vidss su~i11as,
n:~ce la dud:1 acerca de: la identidad de la persona. Las im4gtt~cs se
confunden y d individuo -se pierde.
~El _principio de identidad debe buS<:arse en el sc::ntimiento de:
si? Pero ~c¡ui¿:n habla en d hombre? ¿El mismo? ¿Y qué ~ él? ~
¿Los pat.rro. que lo poseen? ¿El c:stilo de pensamiento del ame- _..
...)
72 Lt1 lDENTJDAD
pasado cuyo soporte c:s él? ¿Su fEpErt qm: lo conduce h:1cia la
muerte según vbs tr:Jzad:~.s de :mtem;:ll\o?
Si b. rcsponsabilid:Jd individual y el sentimiento de culpa
son un principio de indi\·idu:Jliz:~.ción, no existen en la moral
saino. El sentimic:nto de culpa no existe, :J.unyuc sí lus de d~.:s
gr:Jcia o error. He podido equivocarme, infringir reglas, cometer
crímenes soci:J.Imcnte de.6~idos, cosas todas que implican san-
ciones, tamo sociales como ritual cs. Los errores cometidos pueden
haberlo sido sin conocimiento. Todos pueden ser reparados me-
diante: ritua.Jcs apropiados si conozco a tiempo la n:llur.alcza de mi
error y 1:1. n:uuraleza de l:i sanción correspondic:nte. Pero sobre
mí no pesa_la dura carga del pecado ni la del remordimiento. Los
sama no saben lo que es ni hay p3labus para exprcs:Jrlo.
La responsabilid:J.d individual no existe: 1.1 mujer no es res-
ponsable de su destino contrario a la tr:msmisión de la vidJ, el
brujo no es responsable de sus instintos de agresión. En los aten-
tados graves a la paz social, el lino.je es solidario con el individuo
(lo que se ha llamado responsabilidad colc:ctivil) y el crimen come-
tido por el individuo no es definido como tal c:n razón de reglas
morales, sino en raz6n de reglas sociales: el crimen es la pertur-
bación dd orden establecido, y agresor y -víctima participan por
igual en los rituales de reparación.
Uego.mos as[ al puma esencial. El único armazón verdadero,
aquel sobre el cual se construye la identidad, es dado por la de-
finición sociaL La regla social colectiva se encarna en el individuo
y le confiere su identidad . ni asignarle un lugar, un hombre y un
· - --papel· que debe ser suyo debido a su simación genc:a.lógic:r y- --·
cronológica en un linaje determinado: nace en un linaje de dueños
de la tic.rra o de dueños de la Uuvia, de sepultureros o de herre-
ros, es hombre o mujer, hermano mayor o segundón. La identidad
sama es el papel :~signado y consentido, interioriz::~do y querido,
.íntegramente conunido ~n ~l nombre del linaje e individuaL Aquf
radica d aporte esencial de la . línea agnaticia. Si r:1 sentimiento de:
culpa no existe, la vergüenza sL Vergüenza de h::~ber sucumbido
en unn lucha, de haber pérdida todos los hijos, de' haber sido
abandonado por la esposa sin haberlo pr~vísto, de h::~bcr sufrido,
de una u mra m:mcra, un:l humillación. Se llama: «echar a per-
der el nombre)lo, lJ ::.are, o «tener el nombre arruin:~da». Tener
LA IDENTIDAD SAA!O 73
DISCUSION
~·
1:1 muc:rtl! dd individuo de una ficsf.:~. que tiene lugar una vez
por 11ño, en enero, I:J fiesta de los muertos. El mr.n. s~ queda en
b aldc:~, :1nd;~ entre la genre; se deja todos los días en 01sa de
su Lunili:1, par:~ el mueno cle c::sc: año, su pane de alimentos '!
b..:biJ;¡s_ AJcmis, los mErE que se encuenm.t.n" en la aldea de los
mm: ti OS vuch•cn ob}igatoriameme U03 vez por .afio, en OCasió~. ··
de esta mism¡] ~esta: se c:ncicnde fuego paro. dios duramc toda J~
noche en la casa de los muenos, se les da de c:omc:r y beber. Sé
les oye hacer ruido por la noche en la cas~ d~: los muertos dd
linaje, don~le se les rcci~ as{ una vez por_ año. Esto no si~i~
que d mcrt. Je los vivos que sale: por la noche a pa~sc por la
selva pueda verlos en sueños; ve otras cosas, puc::s d m(J"(. de lOs
mucre os · sólo vueh·e una vez por año.
PREGUNTA: ¿Pero el mm de. los vivos nunca sueña con los
:m tcpas:~.dos?
FMNCOISE HÉRITJER: Sin duda, ~ro carezco de datO$ pw- ·
císos sobr~ ~src: punro.
CJ..Al/DE I.~vt·Sl"RAUSS: H:~ llc:g3do el momento de separamos.
As[ como hemos ido de lo abstracto a lo concreto, iremos la sc-
m:ma pr6xim3 de lo !."Olccdvo a lo individual. Agradezco a Fra.o-
r;ohc: l Iéritícr su muy hcrrnos._. exposición.
r
...