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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍCAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO
MATERIA: DERECHO MERCANTIL II

EL SINIESTRO Y LA INDEMNIZACIÓN EN LA ACTIVIDAD


ASEGURADORA

Profesora: Abg. Keivy Tamayo


Año: 5to - Sección: 82

Integrantes:
Belisario Zoimar C.I.V: 15.123.759
López Melis C.I.V: 12.523.355
Oviedo Glennis C.I.V: 24.396.623
Pérez Alicelys C.I.V: 24.327.877
Sanjuanelo Maryori C.I.V: 15.655.357
Salas Danny C.I.V: 9.536.847

Bárbula, abril 2019


1.- El Siniestro
Según la Ley de la Actividad Aseguradora (L.A.A) (2016), en su artículo
4, numeral 21, define el siniestro como “el acontecimiento futuro e incierto
del cual depende la obligación de indemnizar por parte del sujeto regulado
que corresponda conforme al contrato suscrito”.
Así mismo, el Código de Comercio en su artículo 560, indica que “el
siniestro se trata de las pérdidas o de los perjuicios que pueden sobrevenir al
beneficiario en casos determinados fortuitos o de fuerza mayor, o bien,
eventualidades.”
Quiere decir esto, que el Siniestro es la materialización del riesgo, la
ocurrencia de un acontecimiento que no depende exclusivamente de la
voluntad del tomador, beneficiario o asegurado, lo cual ocasiona una
necesidad económica, dicha situación es la que se garantiza en la póliza de
seguro, pues aunque tal situación es la que se pretende evitar al contratar,
es en realidad la causa misma del contrato y que se constituye al
presentarse.
Si el siniestro ocurre antes de la vigencia del contrato y continúa después
de que los riesgos hayan empezado a correr por cuenta de la aseguradora,
la misma queda relevada de su obligación, es otras palabras la empresa
aseguradora se libera de su obligación; y en el caso de que el siniestro
acontezca luego del vencimiento del contrato, la aseguradora responde del
valor de la indemnización en los términos establecidos en el contrato.

Clasificación del Siniestro:


El Siniestro se clasifica en:
Siniestro total: Cuando la ocurrencia produce la destrucción o desaparición
completa del bien asegurado.

Siniestro parcial: Es aquel en el que se destruye o pierde una parte del bien
asegurado.
Siniestro declarado: Aquel que ha sido comunicado por el asegurado a su
entidad aseguradora.

Siniestro pagado: Aquel cuyas consecuencias económicas han sido


completamente indemnizadas al asegurado.

Siniestro pendiente: Aquel que no ha sido totalmente indemnizado.

2.- La Indemnización
A los efectos de L.A.A (2016) mencionada en el aparte anterior en su
artículo 4, numeral 13, se entiende por indemnización “la prestación del
servicio o la suma que deben pagar las empresas de medicina prepagada,
empresa de seguros, las asociaciones cooperativas que realizan actividad
aseguradora y las administradoras de riesgos, en caso que ocurra el
siniestro, así como la prestación a la que está obligada en los casos que
correspondan”.
Por su parte las Normas que Regulan la Relación Contractual en la
Actividad Aseguradora (NRRCAS) en el artículo 42, estable que “la
indemnización es la suma que debe pagar la empresa de seguros o la
asociación cooperativa que realiza actividad aseguradora en caso de que
ocurra un siniestro, así como la prestación a la que está obligada en los
seguros de vida”.
En este sentido, el pago de la prima por parte del tomador, garantiza el
recibir una compensación o contraprestación que corresponde al asegurador
frente a la obligación de pago de la misma, en el momento en el que se
produzca el hecho; por lo cual la empresa aseguradora está obligada
contractualmente en caso de producirse un siniestro a pagar la debida
indemnización, es decir, una suma de dinero justa, que va a colocar al
asegurado en la misma situación en la que se encontraba antes del siniestro.
Luego de constituirse el siniestro, la empresa aseguradora puede llevar a
término el pago de la indemnización de diferentes formas; la primera es la
indemnización mediante pago efectivo a través de una cantidad de dinero, la
segunda es la indemnización por reparación de daños, que se da en el caso
de que la naturaleza del contrato lo permita, de sustituir el pago a cambio de
reparar el daño o la reposición a nuevo del objeto siniestrado, y por último se
encuentra la indemnización brindando determinados servicios, en este tipo la
empresa presta por sí misma o a través de un tercero, un determinado
servicio.
Por otro lado, es importante acotar que el derecho del asegurado a la
indemnización está sujeto a varias condiciones:
·Que la causa del daño este previsto en las condiciones de la póliza.
·Que exista la presencia de la pérdida o daño de la cosa asegurada.
·Que se hayan cumplido las condiciones establecidas en el contrato
· Ausencia de hecho dolosa o culpa intencional del asegurado.
En los seguros de personas, la indemnización tiene las siguientes
características:
·Las fijan libremente las partes.
.Generalmente, la cantidad a pagar se fija previamente.
La contraprestación consiste en el pago de un capital o de una pensión
vitalicia.
En los seguros de bienes, la indemnización se caracteriza:
·Porque debe ser igual al daño asegurado.
·Porque no puede ser fuente de enriquecimiento.
.La cantidad a indemnizar no se conoce previamente.
El pago de la prima garantiza recibir una compensación (la
indemnización) en el momento en que se produzca el hecho contra el cual
se protege mediante el contrato de seguro y conforme a las características
de dicho contrato. Por lo tanto, el seguro es una actividad indemnizatoria.
La finalidad de la indemnización es devolver al asegurado a la situación
inicial. En otras palabras, al comprar un seguro se adquiere una promesa,
una prestación futura.
En definitiva, esto significa que el seguro no es un producto material, sólo
se materializa cuando ocurre el siniestro pero la garantía de indemnización
siempre existe, está ahí desde el primer día de entrada en vigor del seguro.
Según la L.A.A, el asegurador está obligado a satisfacer la indemnización
al término de las investigaciones y peritaciones necesarias para establecer la
existencia del siniestro, y en su caso, el importe de daños que resulten del
mismo. Esta frase nos viene a decir que la Aseguradora debe comprobar y
verificar la existencia del siniestro, sus causas, el daño sobre el objeto
asegurado, y a partir de aquí, determinar si debe indemnizar al asegurado y
cuál será el importe que percibirá en base a la indemnización y el estricto
cumplimiento de la condiciones de la póliza.

3.- Aviso y suministro de información


El tomador, el asegurado o el beneficiario debe notificar a la empresa de
seguros o a la asociación cooperativa que realiza actividad aseguradora la
ocurrencia del siniestro dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes de
haber tenido conocimiento del hecho, salvo que se haya fijado en la póliza un
plazo mayor. La empresa de seguros o la asociación cooperativa que realiza
actividad aseguradora quedará exonerada de toda responsabilidad si el
obligado hubiese dejado de hacer la notificación del siniestro en el plazo
fijado, a menos que éste compruebe que no la realizó por una causa extraña
que no le sea imputable (NRRCAS ART.43)
El tomador, el asegurado o el beneficiario dará a la empresa de seguros o
la asociación cooperativa que realiza actividad aseguradora toda la
información le requieran sobre las circunstancias y consecuencias del
siniestro. En este escrito desglosaremos el Artículo 43 de la (NRRCAS) con
el objeto de esclarecer los deberes en cuanto a avisos y notificaciones del
tomador, asegurado o beneficiario y el resultado del no cumplimiento de esos
deberes.
Para su estudio dividiremos dicho artículo en tres partes.

Primera parte:

El tomador, el asegurado o el beneficiario debe notificar a la empresa de


seguros la ocurrencia del siniestro dentro del plazo máximo de cinco (5) días
hábiles de haberlo conocido, salvo que se haya fijado en la póliza un plazo
mayor.

Segunda parte:

El tomador, el asegurado o el beneficiario debe, además, dar a la empresa


de seguros toda clase de informaciones sobre las circunstancias y
consecuencias del siniestro.

Tercera parte:

La empresa de seguros quedará exonerada de toda responsabilidad si el


obligado hubiese dejado de hacer la declaración del siniestro en el plazo
fijado, a menos que compruebe que la misma dejó de realizarse por un
hecho ajeno a su voluntad.

Primera parte:

Deber de notificar la ocurrencia del siniestro.

La primera parte del artículo en desglose refiere que el tomador, el


asegurado o el beneficiario debe notificar a la empresa de seguros la
ocurrencia del siniestro, estableciendo el legislador el plazo máximo de cinco
(5) días hábiles de haberlo conocido.
Notemos lo siguiente:

1. Los cinco días son Hábiles, no continuos, y


2. El tomador, el asegurado, o el beneficiario está obligado a notificar la
ocurrencia del siniestro en ese lapso después de haberlo conocido, No
de haber ocurrido.
Pero el legislador, de seguidas hace una salvedad muy importante que la
empresa de seguros tiene que tomar en cuenta al tomar una decisión:
Salvo que se haya fijado en la póliza un plazo mayor.
No todas las pólizas de seguros tienen el plazo máximo de los cinco días
para notificar el siniestro, por lo tanto el analista del siniestro tiene que
buscar en el condicionado de la póliza respectiva el plazo máximo que la
empresa de seguros estableció para que el tomador, el asegurado o el
beneficiario notifique la ocurrencia del siniestro después de haberlo conocido.

Segunda parte:

Deber de informar
En esta segunda parte, el legislador insta al tomador, al asegurado o al
beneficiario a:
Dar a la empresa de seguros toda clase de informaciones sobre las
circunstancias y consecuencias del siniestro.

Sobre este deber el artículo no establece plazo máximo para dar esas
informaciones. Es el asegurador quien determina en las condiciones
particulares de cada póliza, según los riesgos que asume y la ocurrencia del
siniestro los plazos en que el tomador, el asegurado o el beneficiario está
obligado a entregar la información y demás recaudos necesarios para
responder.

Tercera parte:

Exoneración de la empresa

El legislador, aplicando el principio del equilibrio, le confiere el derecho a la


empresa de seguros de quedar exonerada de toda responsabilidad, con
respecto al siniestro, cuando el tomador, el asegurado o el beneficiario, como
obligados, no hubiesen declaro el siniestro en el plazo fijado en el contrato de
seguro.
Sin embargo, en esta tercera parte del artículo en desglose, también se
aplica el principio de equilibrio al tomador, asegurado o beneficiario, si al
dejar de realizar la notificación de la ocurrencia del siniestro comprueba
que la misma dejó de realizarse por un hecho ajeno a su voluntad.
En esos casos la empresa de seguros no queda exonerada de su
responsabilidad.

Advertencia

Hasta la fecha en que la Ley de la Actividad Aseguradora entró en


vigencia era muy evidente que las aseguradoras rechazaban siniestros
cuando el tomador, el asegurado o el beneficiario notificaban el siniestro
después de haber transcurrido el cierre contable del ejercicio de la
ocurrencia, aduciendo no haber hecho la reserva correspondiente.
Esta práctica, hoy día, no es válida por cuanto el Artículo 49 de la Ley de la
Actividad Aseguradora expresa:

Reserva para siniestros ocurridos y no notificados

Las empresas de seguros y las de reaseguros deben


constituir y mantener una reserva para siniestros ocurridos
y no notificados, la cual se determinará de acuerdo con la
experiencia de cada empresa, y en ningún caso, podrá ser
inferior a tres por ciento (3%) de las reservas para
prestaciones y siniestros pendientes de pago del respectivo
período. La Superintendencia de la Actividad Aseguradora
puede modificar el porcentaje señalado, según la
experiencia del sector asegurador venezolano, mediante
normas prudenciales.
Recomendación

Antes de notificar por escrito (no verbal) dentro del lapso señalado en el
Artículo 130 de la Ley de la Actividad Aseguradora, de las causas de hecho y
de derecho que justifiquen el rechazo, total o parcial, de la indemnización
exigida, es deber de la empresa aseguradora conocer a ciencia cierta si
el beneficiario puede demostrar que dejó de notificar el siniestro por un
hecho ajeno a su voluntad.

4.-Obligación de Aminorar las Consecuencias del Siniestro

Al respecto las (NRRCAS) en su artículo 44 señala: El tomador, el


asegurado o el beneficiario debe emplear los medios a su alcance para
aminorar las consecuencias del siniestro. El incumplimiento de este deber
dará derecho a la empresa de seguros o a la asociación cooperativa que
realiza actividad aseguradora de reducir la indemnización en la proporción
correspondiente, teniendo en cuenta la importancia de los daños derivados
del mismo y el grado de culpa del tomador, del asegurado o del beneficiario.
Si el incumplimiento se produjera con la manifiesta intención de perjudicar o
engañar a la empresa de seguros o a la asociación cooperativa que realiza
actividad aseguradora, ésta quedará liberada de toda obligación derivada del
siniestro.
Los gastos que se originen por el cumplimiento de la citada obligación,
siempre que no sean inoportunos o desproporcionados a los bienes
salvados, serán por cuenta de la empresa de seguros o de la asociación
cooperativa que realiza actividad aseguradora hasta el límite fijado en el
contrato, incluso si tales gastos no han tenido resultados efectivos o
positivos. En ausencia de pacto, se indemnizarán los gastos efectivamente
originados sin que esta indemnización, aunada a la del siniestro, pueda
exceder de la suma asegurada.
La empresa de seguros o la asociación cooperativa que realiza actividad
aseguradora, que en virtud del contrato sólo deba indemnizar una parte del
daño causado por el siniestro, deberá reembolsar la parte proporcional de los
gastos de salvamento a menos que el tomador, el asegurado o el beneficiario
haya actuado siguiendo las Instrucciones de la empresa de seguros o la
asociación cooperativa que realiza actividad aseguradora, y haya
demostrado que esos gastos no eran razonables, en cuyo caso, los gastos
serán a costa de ésta.

5.-Exoneración de Responsabilidades. Pago de la Indemnización por


Culpa o Dolo.

Parte esencial del Contrato de Seguro lo constituye el que efectivamente


la aseguradora cumpla con su obligación de pagar la indemnización. Dicho
cumplimiento es que pueda considerarse liberada de la misma. Ahora bien;
la obligación de pagar surge en la aseguradora una vez que ha sido
demostrada la existencia del siniestro, siendo que en caso de que esta
considere que no debe pagar, debe demostrar la causa que la exonera de
responsabilidad.
El tomador, el asegurado o el beneficiario debe probar la ocurrencia del
siniestro, el cual se presume cubierto por la póliza; sin embargo, la empresa
de seguros o la asociación cooperativa que realiza actividad aseguradora
puede probar que existen circunstancias que, según el contrato de seguro, la
ley o las presentes Normas, la exoneran de responsabilidad.
Entre las cláusulas que vamos encontrar en las pólizas de seguros
tenemos la de Exoneración de Responsabilidad, como bien lo determina las
Normas que Regulan la Relación Contractual en la Actividad
Aseguradora, (2016), en sus artículos 47 y 48 respectivamente, en donde
nos establece que la empresa de seguros o la asociación cooperativa que
realiza actividad aseguradora no está obligada al pago de la indemnización
por dolo o culpa grave en los siguientes casos:
1. Si el tomador, El asegurado, beneficiario o cualquier persona que obre por
cuenta de éstos, presenta una reclamación fraudulenta o engañosa, o si en
cualquier tiempo emplea medios o documentos engañosos o dolosos para
sustentar una reclamación o para derivar otros beneficios.
2. Si el Tomador o el Asegurado actúa con dolo o si el siniestro ha sido
ocasionado por dolo del Tomador, del Asegurado o del Beneficiario.
3. Si el Tomador, el Asegurado o el beneficiario actúa con culpa grave o si el
siniestro ha sido ocasionado por culpa grave del Tomador, del Asegurado o
del Beneficiario. No obstante, la Empresa de Seguros estará obligada al
pago de la indemnización si el siniestro ha sido ocasionado en cumplimiento
de deberes legales de socorro o en tutela de intereses comunes con la
Empresa de Seguros en lo que respecta a la Póliza.
4. Si el Tomador, el Asegurado o el Beneficiario no empleare los medios a su
alcance para aminorar las consecuencias del siniestro, siempre que este
incumplimiento se produjera con la manifiesta intención de perjudicar o
engañar a la Empresa de Seguros.
5. Si el tomador, o el asegurado por sí o por intermedio de otra persona
suministrare información falsa o disimulare cualquier dato o incurriere en
reticencias por error o de propósito deliberado, bien sea en la solicitud de
seguro o en cualquier otro documento que haga creer la disminución de
riesgo o cambiar su objeto.
6. Si el tomador, asegurado o beneficiario omitiere dar aviso a la Empresa de
Seguros sobre la contratación de pólizas que cubran los mismos riesgos o si
hubiese celebrado el segundo o los posteriores contratos de seguro con el
fin de procurarse un provecho ilícito; tal notificación cinco (5) días hábiles
siguientes a la fecha que tuvo conocimiento de la ocurrencia de un siniestro.
7. El asegurado no puede realizar ninguna modificación al bien que ha sido
afectado por el siniestro hasta tanto la aseguradora no haya evaluado el
daño.
8. Si el Tomador, el Asegurado o el Beneficiario no notificare el siniestro
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes de haber conocido la
ocurrencia del mismo, salvo por causa extraña no imputable al Tomador, al
Asegurado o al Beneficiario.
9. Otras exoneraciones de responsabilidad que se establezcan en la póliza.

6.- Sustitución de indemnización

Artículo 45 de las Normas que Regulan la Relación Contractual en la


Actividad Aseguradora.
El presente artículo señala que cuando a si este establecido en el
contrato de seguro ,o la naturaleza del bien lo permita y el asegurado
beneficiario lo consientan puede producirse el pago de la indemnización de
esta manera la empresa aseguradora está obligada al resarcimiento
económico en caso de producirse un siniestro , el fin de la indemnización es
conseguir una reposición económica en el patrimonio asegurado afectado
por un siniestro, bien sea a través de una sustitución de los objetos
dañados o mediante la entrega de una cantidad equivalentes a los bienes
lesionados .
Ahora bien parte fundamental del contrato de seguro, constituye el que
efectivamente la aseguradora cumpla con su obligación de pagar
indemnización, dicho cumplimiento es la única forma en que pueda
considerarse liberada de la misma o absuelta. La obligación de pagar surge
en la aseguradora una vez que ha sido demostrada la existencia de un
siniestro y que en el contrato del seguro se especifique la sustitución del
bien lesionado se procederá al pago de la indemnización a menos que la
aseguradora considere que no debe pagar y en este caso debe de
demostrar la causas que la exonera de responsabilidad Art 47 de la norma
antes mencionada.
Es fundamental también tomar en cuenta el Art 130 de la Ley de la
Actividad Aseguradora donde nos especifica claramente que el pago de
la indemnización no puede exceder los 30 días continuos siguiente se va
a contar partir de la fecha en que se haya entregado el ultimo recaudo.
En esta materia debe indicarse con lo que respecta al pago de la
indemnización, nos encontramos en primer término con una obligación
condicional, porque la misma nace solo en tanto y en cuanto pueda
determinarse que ocurrió el siniestro. Debe señalarse que en Venezuela las
empresas de seguro gozan a tenor de lo establecido en la ley

7.- Valor de reposición a nuevo

Artículo 46 de las Normas que Regulan la Relación Contractual de la


Actividad Aseguradora.
El valor a reposición a nuevo según el artículo mencionado , nos
especifica que una vez ya demostrada la existencia de un siniestro las
empresa que realizan actividad aseguradoras o empresas de seguro
quedan obligadas a indemnizar el valor a reposición a nuevo , cuando se
habla de valor a reposición en la parte de seguro nos referimos a una
cláusula que debe existir en un contrato de seguro , de la cual el
asegurador se compromete, en el caso de que se demuestre la
existencia de un siniestro a indemnizar al asegurado por la pérdida del
objeto asegurado teniendo en cuanta su valor de reposición
Esta cláusula constituye una excepción en materia de seguro, ya que por
norma general, en el contrato de seguro y a los efectos de calcular las
indemnizaciones sufridas por el asegurado en caso de siniestro, se tiene en
cuenta el valor real o valor de cambio de la cosa asegurada, es decir, el valor
que tendrá la cosa u objeto siendo nuevo, menos el desgaste o depreciación
causado por el uso y el tiempo
Naturalmente, la cláusula de valor a reposición a nuevo aumenta
consideradamente la responsabilidad del asegurador, al actualizar el valor
del bien asegurado en el momento del siniestro,
A su valor a nuevo, sin embargo, ello no altera el principio universalmente
aceptado de que, por medio del seguro, no se producirá un lucro o beneficio,
sino que más bien se trata de reponer la situación al status anterior al
siniestro.
Al igual que en la sustitución de la indemnización y fundamentado en el
Art 4, numeral 18 de la (L.A.A), cabe resaltar que la reposición a nuevo
como la sustitución de indemnización o el pago de la indemnización es la
principal obligación de las empresas de seguro , conforme a la suma
asegurada o servicios para los cuales fueron contratados, ambas juegan un
valor importante dentro de la póliza o contrato de seguro porque para que
ambas puedan surgir deben de estar especificado o aclarados en el
contrato de seguro ; el tomador, beneficiario, asegurado debe de estar al
tanto de al momento de ocurrir un siniestro como va a realizarse el pago o
va hacer la sustitución o reposición o la cobertura del daño causado.
De manera que es significativo dejar en claro que pueden existir dos
formas de cobertura la reposición a nuevo que no es más que el
remplazo, que provee los fondos necesario para sustituir su propiedad con el
mismo tipo de calidad y valor de los objetos perdidos, y la sustitución de
indemnización que también provee cobertura pero descuenta la
depreciación de los objetos a reemplazar , por lo que el dinero de la
indemnización será relativamente menor a que si se utilizara la cobertura de
reposición .

8.- Extensión de los riesgos


Hay que tener en consideración que el riesgo para el asegurador significa
el grado de probabilidad; Para el asegurado el siniestro temido, el
acontecimiento incierto, el peligro que amenaza a las personas y las cosas.
Cabe destacar que para los dos es el motivo o la razón determinante del
contrato.
Es preciso entender el riesgo y el siniestro en su estrecha vinculación,
debido que no hay riesgo sin siniestro ni siniestro sin riesgo. Además es
necesario despojarlos de todo sentido nefasto o maligno; ahora bien, riesgo
no tiene nada que ver con su sinónimo peligro. En la práctica según
Sutherland (1998), “se habla de riesgo como equivalente de cosa expuesta
al daño (riesgo tarado), de causa de desaparición o deterioro de la cosa o
persona asegurada que no da origen al pago del asegurador (riesgo
excluido), de valor del daño temido”. Pero todos esos usos del vocablo son
inapropiados y es preferible evitarlos para innecesarias confusiones. Por
ende, el riesgo se va definir simplemente como el grado de probabilidad de
que el siniestro ocurra.

Una vez aclarada la diferencia entre riesgo y siniestro, procedemos a


explicar la extensión de los riesgos de acuerdo a la posición del Código de
Comercio en materia de riesgos, donde el alcance de éstos o la cantidad de
riesgos asumidos según el artículo 557 del ya mencionado código “faculta al
asegurador para tomar sobre si todos o sólo algunos de los riesgos a que
está expuesta la cosa asegurada…”

En caso de no expresarse limitación alguna, se debe entender que el


asegurador asume todos los riesgos, salvo las excepciones legales. Es
menester mencionar que los tribunales al establecer la duración y el alcance
de los riesgos, deberán hacerlo según las cláusulas de la póliza y las demás
circunstancias del caso.

De igual forma, según las Normas que Regulan la Relación Contractual


de la Actividad Aseguradora (2016), establece específicamente en su
artículo 49 que la empresa de seguros o la asociación cooperativa que
realiza actividad aseguradora puede asumir todos, algunos o parte de los
riesgos a que esté expuesta la persona, el bien o el interés asegurado, según
el tipo de contrato.

Si las condiciones generales o particulares de la póliza no limitan al seguro


a determinado riesgo, la empresa de seguros o la asociación cooperativa que
realiza actividad aseguradora responderá de todos ellos, salvo disposición
contraria.

En términos sencillos, el asegurador puede hacerse responsable de todos


los riesgos presentes, salvo disposición en contrario; por ejemplo, cuando
entre las cláusulas del contrato de seguro estipule que la póliza cubrirá sólo
el 70% de los daños percibidos.

9.-Reducción de la Suma Asegurada.

La suma aseguradora no es más que aquel límite máximo de


la indemnización a pagar por el asegurador en cada siniestro en el seguro
contra daños y en los de accidentes y de enfermedad. La suma asegurada
debe adecuarse al valor del interés que se asegura en el momento
del contrato (valor inicial o valor asegurable). Pero para la determinación del
daño se tomará en cuenta el valor del interés en el momento inmediatamente
anterior a la realización del siniestro (valor final). Las partes pueden convenir
que la suma asegurada cubra plenamente el interés durante
la vigencia del contrato, en cuyo caso la póliza contendrá los criterios y
el procedimiento para efectuar la adecuación de la suma asegurada y de las
primas a las oscilaciones del valor del interés. También pueden
las partes fijar en la póliza o posteriormente el valor del interés asegurado,
que habrá de considerarse para el pago de la indemnización.
Esta estimación vincula al asegurador, salvo que prestare
su consentimiento por violencia, intimidación o dolo o cuando por error
la estimación sea notablemente superior al valor real final.
Si el valor del interés es superior a la suma asegurada en el momento de
producirse el siniestro (infra seguro), el asegurador indemnizará el daño en la
proporción que la suma cubra el interés, salvo que por pacto se hubiese
excluido la aplicación de esta regla proporcional. Si la suma asegurada
supera notablemente el valor del interés (sobreseguro), el asegurador
indemnizará el daño efectivamente causado, salvo que el sobreseguro se
deba a mala fe del asegurado, en cuyo caso el contrato es ineficaz y puede
el asegurador de buena fe retener las primas vencidas y las del periodo en
curso. Pero durante la vigencia del contrato ausente la mala fe puede
cualquiera de las partes exigir la reducción de la suma asegurada y de la
prima, restituyendo el asegurador el exceso de las primas recibidas.

En cuanto a la suma por daños parciales la empresa de seguros o la


asociación cooperativa que realiza actividad aseguradora queda obligada
durante el período que falte por transcurrir la póliza de seguros, siempre y
cuando ese encuentre vigente, hasta por el total de la suma aseguradora,
salvo disposición en contrario. Cabe destacar que dicha acción debe estar
indicada expresamente en el contrato de seguros.

10.- Efectos de las Notificaciones al Intermediario


De acuerdo al artículo 51 de la (NRRCAS), las comunicaciones
relacionadas con la tramitación de siniestros que sean entregadas al
intermediario de la actividad aseguradora producen el mismo efecto que si
hubiesen sido entregadas a la otra parte, salvo estipulación en contrario.
El intermediario de la actividad aseguradora será administrativa y
civilmente responsable en caso de que no haya entregado la
correspondencia a su destinatario en un lapso de cinco (5) días hábiles,
contados a partir de su recepción.
Ver artículos 113 en adelante de L.A.A (2016), Intermediarios de la
actividad aseguradora.
¿Cómo deben hacerse los avisos, comunicaciones o notificaciones de
las empresas de seguros?
La cláusula lo determina claramente: mediante comunicación
escrita, con acuse de recibo, dirigido a la dirección del tomador o del
asegurado que conste en la póliza.

¿Por qué la comunicación entre las partes debe ser escrita?


Debemos recordar que una de las características del contrato de seguro
es la consensualidad, por cuanto los derechos y obligaciones recíprocos de
asegurador y tomador, empiezan desde que se ha celebrado la convención
que siempre debe hacerse por escrito a través de la póliza que es el
documento por medio del cual se determinan y regulan las normas y
características del seguro como son las condiciones generales, particulares y
los anexos.
Entonces, es obvio que todo lo relacionado con dicho contrato debe y
tiene que ser por escrito como prueba circunstancial de lo tratado y que a la
vez contribuye al proceso de seguimiento administrativo correspondiente.

¿Por qué la comunicación entre las partes debe hacerse con acuse de
recibo?
Porque es indispensable en las disciplinas contractuales legales que el
mensaje enviado a una de las partes tenga una forma de comprobarse que la
comunicación ha llegado a destino efectivamente.
Bibliografía

Código de Comercio. Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 475 de fecha 26 de


julio de 1955.

Ley de la Actividad Aseguradora. Gaceta Oficial Nº 6.220 de fecha 15 de


marzo de 2016.

Normas que Regulan la Relación Contractual en la Actividad Aseguradora.


Gaceta Oficial Nº 40.973 de fecha 24 de agosto de 2016.

Recursos en línea: www.enciclopedia-juridica.biz.14.com

Sutherland J. (1998) temas de derecho mercantil II, primera parte, editorial


la solución.

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