Você está na página 1de 7

¿Como se propaga el sonido?

El diapasón es un instrumento muy utilizado en los laboratorios de música. Consiste en una varilla
cilíndrica de acero doblado en forma de U, con un soporte en su parte media, que se caracteriza por
e un sonido definido y prolongado cuando se lo golpea. Si se hace vibrar un diapasón, observa lo
que ocurre
Un cuerpo que vibra transmite sus oscilaciones a las moléculas de los gases que constituyen el aire
y que están en contacto con ese cuerpo. A su vez, ese movimiento oscilatorio es transmitido a las
moléculas vecinas y de ese modo, la onda sonora se propaga, llegan do a puntos lejanos. (En su
avance, la onda va amortiguando gradualmente hasta desaparecer.)
Cuando una onda sonora se propaga en el aire, éste va experimentando aumentos y disminuciones
de presión en la dirección en que se desplaza la onda. Estas variaciones de presión hacen que las
moléculas de las zonas por donde se propaga la onda experimenten movimientos oscilatorios, hacia
delante y hacia atrás, en la misma dirección del desplazamiento del sonido. Esto indica que las
ondas sonoras son ondas longitudinales, ya que las partículas del medio vibran en la misma
dirección del movimiento de avance del sonido En síntesis, se puede afirmar que:
El sonido es una vibración que se propaga en forma de ondas longitudinales.
Si dentro de una campana de vidrio, en la que se puede hacer el va cío, se hace funcionar un timbre:
El sonido del timbre se propaga por el aire encerrado en la campana; luego, se transmite por el
vidrio y continúa desplazándose por el aire exterior hasta llegar a nuestros oídos.
Si después se procede a realizar el vacío, se observa que, a medida que se extrae el aire, el sonido se
va apagando hasta dejar de percibirse. Este experimento demuestra que las ondas sonoras no se
propagan en el vacío.
También, de acuerdo con estas experiencias se puede afirmar que el sonido se propaga en el aire y,
en general, en todos los gases, pero, ¿qué sucede en los líquidos y en los sólidos?
Un nadador que se encuentra sumergido puede oír claramente el ruido del motor de una lancha, o la
conversación de dos personas, o el golpe entre dos piedras. Entonces, los líquidos transmiten los
sonidos.
Se puede construir un teléfono casero con dos vasos
de papel o de plástico y un hilo:
Cuando el hilo está tenso, hablando cerca de uno de
los vasos, se oye poniendo el oído en las
proximidades del otro vaso. El hilo tenso
(sólido) transmite el sonido mejor que el aire.
En el campo, si se aplica el oído al suelo, se puede
escuchar el galope de un caballo que aún no se alcanza
a divisar.
Estos casos demuestran que el sonido se propaga en medios sólidos.
En consecuencia se puede establecer:
Las ondas sonoras necesitan de un medio material elástico (sólido, liquido o gaseoso) para
propagarse, por lo cual son ondas mecánicas.
CARACTERÍSTICAS DE LOS SONIDOS
Las diferencias que se observan en los sonidos se deben a tres de sus características: la intensidad,
la altura y el timbre.
Para reconocer estas características resulta útil el uso del diapasón. Si en el extremo de una de sus
ramas se dispone una pequeña aguja, se puede inscribir el movimiento de esa rama sobre una
plancha de vidrio enharinada, cuando se desliza la plancha de vidrio con movimiento uniforme de
izquierda a derecha. Así, si el diapasón no vibra se obtiene la siguiente inscripción:
En cambio, cuando el diapasón suena se observa el siguiente gráfico:

La forma de la onda que emite un diapasón se denomina sinusoide.


En base a estos gráficos es posible diferenciar la intensidad, la altura y el timbre de los sonidos.
La intensidad de un sonido
La intensidad del sonido que se percibe, también denominada volumen, permite clasificarlos en
débiles y fuertes.
Cuando se le da un golpe suave al diapasón, éste emite un sonido débil que puede inscribir la
siguiente sinusoide

En cambio, si se golpea el diapasón con mayor fuerza se obtiene un sonido más fuerte, capaz de
producir este gráfica

La comparación de las ondas representadas permite reconocer que tienen la misma frecuencia, pero
la amplitud es mayor en el sonido más fuerte.
Entonces, se puede deducir que la intensidad del sonido depende de la amplitud de la onda.
De modo tal que cuanto mayor es la amplitud, el sonido es más intenso.

Asimismo, se puede señalar que la intensidad acústica está relacionada con la cantidad de energía
que está fluyendo por el medio como consecuencia de la propagación de la onda.
¿Qué es la altura de un sonido?
La altura o tono es la característica que permite clasificar los sonidos en graves y agudos.
Si se dispone de dos diapasones, uno que da un sonido grave y otro que produce un sonido agudo, al
hacerlos vibrar con la misma intensidad se puede observar que inscriben las siguientes sinusoides:

El análisis comparativo de estas sinusoides muestra que las dos tienen la misma amplitud, pero la
longitud de onda del sonido más agudo menor que la del sonido grave, por lo cual si la frecuencia
es mayor. En consecuencia, se puede afirmar que la altura o tono de un do depende de la frecuencia
de la onda.
De manera tal que cuanto mayor es la frecuencia de la vibración el sonido es más agudo.
Esta característica se puede verificar con una bicicleta realizando lo siguiente;
Se apoya la bicicleta en el suelo con las ruedas hacia arriba. Luego, se hace girar la rueda trasera
con los pedales acerca un trozo de cartulina de modo tal que roce la cubierta se puede observar que
si la rueda gira despacio (poca frecuencia) el sonido es más grave, mientras que al aumentar la
velocidad giro (mayor frecuencia) el sonido se torna más agudo.
Junto con la frecuencia, en la percepción sonora del tono intervienen otros factores de carácter
psicológico. Así, suele suceder que, elevar la intensidad, el tono percibido se eleva en las
frecuencias altas y desciende en las frecuencias bajas. El tono es relativamente independiente de la
intensidad en las frecuencias comprendidas en 1000 y 3000 Hz.

El timbre de un sonido
El diapasón emite un sonido puro, por lo cual cuando se inscribe una vibración la sinusoide
perfecta.

En cambio, los instrumentos musicales no


producen sonidos puros, sino que cada nota es un
conjunto de sonidos emitidos simultáneamente.
Así, si se ejecuta la misma nota musical, con
igual intensidad y altura, en dos instrumentos distintos (por ejemplo, un piano y una guitarra), el
oído los distingue claramente. Esta diferencia se debe a que el tono fundamental es el mismo en los
dos casos, pero está acompañado por vibraciones secundarias diferentes en cada instrumento. Esas
vibraciones secundarias se denominan armónicos.
La característica que permite al oído reconocer un mismo sonido producido por instrumentos
distintos, se llama timbre.
El timbre no sólo permite diferenciar entre los diferentes instrumentos musicales, sino también
identificar a las personas por su voz o a un perro por su ladrido. En otras palabras, permite descubrir
la procedencia de un sonido
Entonces, se puede establecer que el timbre es una mezcla de las vibraciones correspondientes al
tono fundamental y a los diferentes armónicos que con distinta amplitud producen las fuentes de
emisión o generadores de sonido.
En los siguientes esquemas se observa el perfil de onda correspondiente a un sonido emitido por
dos personas distintas de las vocales

Los sonidos del piano y de la guitarra producen ondas de distinta forma, debido a los armónicos que
acompañan al tono fundamental en dichos instrumentos.
Por lo tanto se puede deducir que el timbre de los sonidos se manifiesta en la forma de la onda
sonora que los produce.
El timbre hace que cada sonido sea único.
EL EFECTO DOPPLER
La frecuencia de un sonido está determinada por la frecuencia de la vibración que lo origina cuando
el emisor y el receptor de la onda sonora están en reposo. En cambio, si el emisor o el receptor están
en movimiento, el sonido percibido presenta una frecuencia que aparentemente varía con la
velocidad. Así, por ejemplo, un receptor parado en el borde del camino aprecia que el sonido
emitido por una ambulancia que se desplaza a gran velocidad es más agudo cuando se acerca
(mayor frecuencia) y más grave cuando se aleja (menor frecuencia). Este efecto, según el cual la
frecuencia percibida de un sonido depende del estado de movimiento del receptor, del emisor o de
ambos, fue explicado por primera vez en 1842 por el físico austriaco Christian Doppler (1803-
1853).
Cuando el emisor y el receptor están en reposo, el sonido que oye la persona es tal cual lo emite la
ambulancia. (dar clic aquí)
Si el receptor está en reposo y el emisor en movimiento, cuando el sonido se va acercando, al
receptor llegan más ondas por segundo y, por lo tanto, la frecuencia aumenta (el sonido es más
agudo). Lo contrario sucede si el sonido se aleja del receptor, las ondas se separan y arriban menos
al receptor, la frecuencia disminuye y por eso el tono que se percibe es más grave.

El efecto Doppler también se hace patente cuando un auto pasa junto a nosotros haciendo sonar la
bocina. Cuando se acerca, cito no del sonido es más alto que lo normal (es decir, más alto en la es
cala musical). Esto se debe a que las crestas de las ondas sonoras lle gan hasta nosotros con mayor
frecuencia. Y cuando el auto se aleja, el sonido se hace más grave porque las crestas de las ondas
llegan con menor frecuencia.
El efecto Doppler se aplica en los emisores de microondas (radares) usados por la policía de tránsito
para determinar la rapidez de un auto y así poder establecer si exceden la velocidad máxima
permitida.

EL SONIDO Y LOS FENÓMENOS ONDULATORIOS


El sonido se propaga en forma de onda longitudinal y por ello manifiesta los fenómenos propios del
comportamiento ondulatorio. Así, las ondas sonoras rebotan ante una barrera (reflexión), cambian
de dirección cuando pasan de un medio a otro (refracción), suman sus efectos de una forma muy
especial (interferencia) y pueden salvar obstáculos o bordear las esquinas (difracción).
LA REFLEXIÓN DE UN SONIDO
Cuando una onda sonora que se propaga en el aire (onda incidente) choca contra una pared
(barrera), se refleja y vuelve a propagarse en el aire (onda reflejada), es decir, retorna al medio de
donde proviene. Este fenómeno se denomina reflexión del sonido.
Las ondas incidentes forman con la normal (línea recta perpendicular a la barrera en el punto de
incidencia) el ángulo de incidencia, el cual es igual al ángulo de reflexión formado por las ondas
reflejadas con la ya mencionada normal.
Entonces, se puede establecer que:
Las ondas sonoras se reflejan cuando encuentran en su camino una barrera, de modo que el ángulo
de incidencia es igual al ángulo de reflexión.
Las superficies rugosas reflejan el sonido en muchas direcciones, y en esos casos se habla de
reflexión difusa.
¿Por qué se produce el eco?
La reflexión de las ondas sonoras explica el fenómeno del eco. Así, cuando estamos en un local
amplio, sin muebles ni cortinas en sus paredes como, por ejemplo, un gimnasio, podemos escuchar
el eco de nuestra voz o de nuestros pasos si estamos a suficiente distancia de la pared.
El oído humano sólo puede distinguir dos sonidos cuando están se parados, como mínimo, por 1/10
de segundo.

Como la velocidad del sonido en el aire a 15°C es de 340 m/s la distancia mínima para oírlo es de
34 m. Pero, como esa distancia es recorrida por el sonido entre ida y vuelta, la distancia mínima a la
pared para que una persona escuche un eco es de 17 m.
En las habitaciones más pequeñas no se produce el eco porque las paredes están muy próximas a la
persona que habla y reflejan rápidamente el sonido, de modo que éste vuelve a nuestros oídos
cuando todavía se encuentra el sonido original.
La reflexión de las ondas sonoras se debe tener presente para la buena acústica de las salas
destinadas a conferencias, cines, teatros, etcétera. El sonido que llega a nuestros oídos en un salón
proviene: una parte, directamente de la persona que habla, de los instrumentos musicales, de los
altavoces, etcétera, y, otra parte, de las reflexiones en las paredes, techo y piso.
Las superficies duras y lisas reflejan casi todo el sonido, mientras que las rugosas y blandas lo
absorben en su mayor parte En los espacios cerrados, como las salas, el sonido una vez generado, se
re la sucesivas veces en las paredes, dando lugar a una prolongación
por algunos instantes del sonido original. Este fenómeno se denomina reverberación y empeora las
condiciones acústicas de una sala, puesto que hace que los sonidos anteriores se entremezclen con
los posteriores. Su eliminación se logra recubriendo las paredes de materiales que absorben las
ondas sonoras e impiden la reflexión. El corcho, la lana de vidrio, los cortinados, la madera, las
alfombras, etcétera, son buenos absorbentes del sonido y son utilizados por la arquitectura acústica
para crear las condiciones óptimas para la audición en locales y salas.
LA REFRACCIÓN DE UN SONIDO
Cuando una onda sonora pasa de un medio a otro (por ejemplo, del aire al agua), experimenta una
desviación, cambiando su dirección. Este fenómeno se denomina refracción y se debe a un cambio
en la velocidad de propagación de la onda. Este cambio de velocidad da lugar a un cambio en la
dirección del movimiento ondulatorio. Como consecuencia, el ángulo de incidencia es diferente al
ángulo de refracción.
La refracción se presenta en los medios que no son perfectamente homogéneos porque en ellos la
velocidad de propagación de las ondas cambia de un punto a otro. La propagación del sonido en el
aire sufre refracciones porque su temperatura no es uniforme. En un día soleado las capas de aire
próximas a la superficie terrestre están más calientes que las altas y como la velocidad del sonido
aumenta con la temperatura, dicha velocidad es mayor en las capas bajas que en las altas. Por ello,
el sonido se desvía hacia arriba. En esta situación se dificulta la comunicación entre dos personas
que están lo suficientemente separadas. Durante la noche ocurre lo contrario, porque la Tierra se
enfría con mayor rapidez que el aire.

Você também pode gostar