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cognitiva
Creativity and cognitive neuroscience
Centro UCM-ISCIII
de Evolución
y Comportamiento
Humanos
© Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara
INSTITUTO TOMÁS PASCUAL SANZ
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Coordinación editorial:
Coordinadores
D. Alfonso Perote Alejandre
Director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual Sanz.
Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara.
Dr. Manuel Martín-Loeches Garrido
Responsable del Área de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII
de Evolución y Comportamiento Humanos.
Autores
Dra. Anna Abraham
Department of Clinical Psychology, Justus Liebig University Giessen, Germany.
American University of the Middle East, Kuwait.
Dra. Ingegerd Carlsson
Department of Psychology, Lund University, Sweden.
Dr. Hipólito Collado Giraldo
Sección de Arqueología. Consejería de Cultura.
Junta de Extremadura. España.
Dr. Roberto Colom Marañón
Departamento de Psicología Biológica y de la Salud.
Universidad Autónoma de Madrid. España.
Dr. Andreas Fink
Department of Biological Psychology,
Karl-Franzens-Universität-Graz, Österreich.
D. Albert Flexas Oliver
Departamento de Psicología y Grupo de Investigación.
Evolución y Cognición Humana (IFISC-CSIC).
Universidad de las Islas Baleares, España.
Dr. Ivar Hagendoorn
www.ivarhagendoorn.com
Dra. Marina Lozano Ruiz
Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES).
Área de Prehistoria, Universitat Rovira i Virgili. Tarragona, España.
Centro UCM-ISCIII
de Evolución
y Comportamiento
Humanos
Dr. Ignacio Martínez Mendizábal
Profesor Titular, Departamento de Geología (Área de Paleontología).
Universidad de Alcalá. Madrid, España.
Dr. Luis Miguel Martínez Otero
Laboratorio de Neurociencias Visuales. Instituto de Neurociencias de Alicante.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Universidad Miguel Hernández. San Juan de Alicante, España.
Dr. Vicente Molina Rodríguez
Departamento de Psiquiatría. Hospital Clínico de Valladolid.
Universidad de Valladolid, España.
Dra. Marina Mosquera Martínez
Área de Prehistoria, Universitat Rovira i Virgili (URV).
Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Tarragona, España.
Dr. Marcos Nadal Roberts
Departamento de Psicología y Grupo de Investigación,
Evolución y Cognición Humana (IFISC-CSIC).
Universidad de las Islas Baleares, España.
Dr. Julio Romero Rodríguez
Sección Departamental de Didáctica de la Expresión Plástica.
Facultad de Educación. Universidad Complutense de Madrid, España.
Dra. Manuela Romo Santos
Departamento de Psicología Básica, Facultad de Psicología.
Universidad Autónoma de Madrid, España.
Índice
9 Prólogo
Ricardo Martí Fluxá
11 Presentación
Dr. Manuel Martín-Loeches Garrido, Dra. Pilar Casado Martínez,
D.ª Anabel Fernández Hernández, D.ª Sabela Fondevila Estévez,
D. David Hernández Gutiérrez, Dra. Laura Jiménez Ortega y
Dr. Francisco Muñoz Muñoz
37 Inteligencia y creatividad
Dr. Roberto Colom Marañón
Querido lector:
El ser humano se distingue del resto de seres vivos por su capacidad para ra-
zonar, resolver problemas, inventar o crear cosas y adaptarse a los cambios,
pero sobre todo por su comportamiento creativo. El cerebro creativo del ser
humano es capaz de alcanzar soluciones novedosas e innovadoras en la toma
de decisiones, o percibir las características del entorno de manera particular.
Esta capacidad ha revertido en favor de un desarrollo progresivo de sus capa-
cidades cognitivas y conductuales, capaces incluso de expresar un pensamiento
abstracto profundo y elaborado, como se manifiesta en la mitología, el arte,
el pensamiento místico o la espiritualidad.
El estudio de la actividad creativa del cerebro se convierte, por tanto, en una
necesidad para la completa realización del ser humano. Comprender cómo el
cerebro humano es capaz de generar ideas nuevas y relacionarlas con otras ya
existentes beneficiará la expansión de la mente humana.
Atraídos por tan fascinante campo de conocimiento, el Instituto Tomás
Pascual Sanz organizó, junto con el Centro UCM-ISCIII de Evolución y
Comportamiento Humanos, un seminario de 4 días de duración en el que
se abordó la creatividad desde niveles fundamentales o conceptuales hasta
el nivel social y cultural. Fueron 15 expertos nacionales e internacionales
que expusieron brillantemente la situación y la perspectiva que sobre la
creatividad existen hoy día.
La neurociencia cognitiva se ocupa de estudiar los procesos biológicos que
están detrás de la conducta creativa. Las cada vez más desarrolladas técnicas
de neuroimagen han posibilitado importantes descubrimientos en la cogni-
ción creativa. Evidencias de que la generación de ideas creativas produce va-
riaciones en la actividad cerebral animan a los científicos a continuar en el fu-
turo investigando en esta línea. La neurociencia se ha convertido, por tanto,
en un área de interés para todo aquello relacionado con la conducta y la cog-
nición, y se considera una base útil para comprender disciplinas tan diversas
como la educación y la psicología, la economía, la antropología, la sociología,
etc. Por eso, nuestro Instituto ha apostado fuertemente por este campo de co-
nocimiento, clave para, entre otras cosas, poder predecir el comportamiento
humano frente, por ejemplo, al consumo de productos alimentarios.
Desde el Instituto Tomás Pascual Sanz queremos agradecer a la Sección de
Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Compor-
Creatividad y neurociencia cognitiva
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Para hablarnos de todo lo anterior con detalle hemos contado con profesio-
nales que han vivido y estudiado de primera mano la creatividad y algunas de
sus expresiones, a saber, la científica, la artística, la sociocultural y la evolutiva.
Director:
Dr. Manuel Martín-Loeches Garrido
face when seeking to adapt common cre- not optimal for either event-related or
ativity tasks for implementation using cu- epoch-related analyses of the fMRI data.
rrent neuroscientific methods (Abraham The alternate uses task has therefore com-
& Windmann, 2007; Arden, Chavez, monly been adapted in fMRI setups with
Grazioplene & Jung, 2010; Dietrich, trial lengths of 20-30 seconds. But such
2007b; Dietrich & Kanso, 2010). To illus- trials lengths are still extremely long when
trate this point the example of adapting compared to typical trial lengths in para-
the alternate uses task in an fMRI setting digms of normative cognition, such as at-
will be described, but the same setbacks tention and memory. fMRI testing dura-
would be applicable to almost all creati- tions are usually not more than 30-40
vity tasks and neuroscientific methods. minutes. So, depending on the number of
The alternate uses task is perhaps the most conditions within a paradigm, a lengthy
widely employed creativity task and, in line trial length is like to result in a low total
with its original instructions (Wallach & number of trials (e.g., 8 trials in Fink,
Kogan, 1965), participants are asked to Grabner et al., 2009). And, just as in the
verbally generate as many novel uses as case of behavioral measures like RT, low
they can imagine for five common house- trial numbers can compromise the stability
hold objects (e.g., brick, shoe). The partici- of the average BOLD signal.
pants’ responses are assessed in terms of In addition, the type of response, regard-
the number of uses generated per object less of whether it is written or spoken, can
(fluency) and the degree of unusualness as- lead to severe movement-related artefacts
sociated with each generated use (origina- in the brain data. Most neuroimaging stu-
lity). The latter is assessed either in terms dies on creativity have not openly dealt with
of how often the same use is generated by this issue in the publications (e.g., Chrysikou
anyone else in the sample under study & Thompson-Schill, 2011) and only a
(e.g., Abraham, Windmann, McKenna & handful appear to have taken this factor
Gunturkun, 2007), or by having the uni- into consideration when devising trial
queness of the uses rated by judges (e.g., events (e.g., Fink, Grabner et al., 2009). An
Fink, Grabner et al., 2009). A high degree alternative approach to get around this
of originality is considered to be indicative issue would be to have participants gene-
of greater creative ability. rate the uses in the MRI scanner silently and
Directly adapting this task for an fMRI set- verbally report the uses after the experi-
ting is challenging for several reasons. The ment in the feedback session (e.g.,
total number of trials (five) is very low and Abraham et al., in review; Howard-Jones,
is likely to compromise the quality of the Blakemore, Samuel, Summers & Claxton,
average BOLD response. While an increase 2005). However, this option also comes
in the number of trials could potentially re- with its own set of problems. It is difficult
solve this issue, how many trials can be to claim with any magnitude of certainty
added is limited by the trial duration. In the that participants are consistently following
original alternate uses task, the trial dura- task instructions in the scanner when they
tion is usually open-ended or very long (2- do not have to make any behavioral res-
4 minutes). Such lengthy trial lengths are ponses in association with that task. It is
The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise?
17
also not possible to rule out that the post- dissociated from one other, the results
experiment report of the responses is unaf- from such analyses are necessarily con-
fected by elaboration or forgetting. founded and not clearly informative.
Another major shortcoming in neuroscien- Other factors such as the phenomenon of
tific studies on creativity is that the control the “path-of-least-resistance” could also
task used for comparison to the creative play a significant role in complicating ex-
task is usually far less cognitively deman- pectations related to subjects’ behavior.
ding and qualitatively very different from This well-documented phenomenon in cre-
the creative task. For instance, a control task ativity research refers to the tendency to
where one is to generate a story using se- approach a situation from the least cogni-
mantically related words is considerably ea- tively demanding standpoint as possible
sier than the creative task where a story is (Finke, Ward & Smith, 1992; Ward, 1994).
to be generated using semantically unre- For example, studies have shown that
lated words (Howard-Jones et al., 2005). A when instructed to make an object within
means to get around this issue is to instruct a prescribed category (e.g., furniture) using
subjects to be creative on some trials and 3 geometrical figures that were chosen
uncreative on other trials (Chrysikou & from a collection of 15 figures (e.g.,
Thompson-Schill, 2011; Howard-Jones et sphere, cube, rectangular solid, tube), par-
al., 2005). But this is a suboptimal solution ticipants generated more creative res-
as it is difficult to account for how well par- ponses when the 3 figures were randomly
ticipants can follow task instructions. It is assigned to them by the experimenter
possible, for instance, that the participants compared to when they had the option of
generate uncreative responses when trying selecting any 3 figures themselves (Finke,
to be creative, and vice versa. 1990). When given the category of
A related point is that block or epoch-re- “Transportation”, for instance, participants
lated fMRI analyses of the brain activity re- who could select the figures were more li-
lated to generating creative responses kely to pick figures with round edges (such
usually involves contrasting creative trials as a sphere or wheels) that they could re-
with control trials by comparing the ave- adily use as tires or wheels in the generated
rage brain activity that takes place for each object. The participants who were assigned
condition over a 20-30 second trial period. figures, however, had no choice but to
The problem here is that when carrying out make do with the figures they had been
such analyses, the resulting brain activity is provided with and were therefore compe-
not only that which accompanies the ge- lled to think in more original ways when
neration of a creative response, but also using their figures to construct an object.
that which results when trying to generate The path-of-least-resistance phenomenon
a creative response. The essential point to has a considerable impact on our propen-
note is that trying to be creative is not the sity to generate creative responses in any
same as actually being creative. So unless given situation. Evidence shows that we
a means is found by which these factors cannot assume that instructing people to
(trying to generate creative ideas versus ac- be creative will guarantee that they can in-
tual generation of creative ideas) can be deed be creative. Tasks have to be cons-
Creatividad y neurociencia cognitiva
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tructed such that participants are compe- rationalize creativity in terms of its compo-
lled to think in creative ways. nent processes. Following this, it is impera-
Perhaps the most critical problem though tive that we not only adapt established cre-
in being able to assess what happens in ativity tasks to neuroscientific settings but
the brain during creative thinking is that also devise entirely novel paradigms that
unlike most aspects of cognition and be- either directly or indirectly target these pro-
havior, creativity cannot be prompted cesses.
upon cueing in a predictable or reliable Such directions have already been taken
manner (Dietrich, 2007b). Participants in the study of the process of “insight” in
may certainly be trying their best to think creative thinking which refers to the
creatively while carrying out a creativity sudden dawning of a solution to the pro-
task but these attempts at being creative blem that occurs as a result of a perspec-
may not necessarily translate to actual tive or set shift (Bowden & Jung-Beeman,
success in creative idea generation, espe- 2007; Bowden, Jung-Beeman, Fleck &
cially in the time frame that is necessary Kounios, 2005; Jung-Beeman et al.,
for useful data to be derived for an fMRI 2004). To study the process of insight in
analysis. Creativity cannot be prompted creative thinking, new paradigms have
in a manner that is predictable, reliable or been devised and existing paradigms have
valid with any degree of certainty. This is been systematically and effectively
the reason why it has proved to be extre- adapted for use in neuroscientific settings.
mely difficult to time-lock brain activity to This has led to the favorable situation
the precise moment when the creative where most of the methodological and
responses are generated. conceptual limitations that plague most
All of the aforementioned issues are severe neuroscientific research on creativity have
hindrances in our ability to investigate cre- been overcome. And this in turn has ren-
ativity from a neuroscientific perspective. dered it possible for significant advances
What is obvious from this admittedly dreary to be made in understanding the neur-
picture is that if the neuroscience of creati- cognitive mechanisms underyling this se-
vity is to progress beyond making merely lect aspect of creative thinking.
general statements about the link between Similar efforts are currently underway in ex-
creativity and different parts of the brain, it ploration of the operation of creative “con-
is imperative that a fundamental shakeup ceptual expansion” (Ward, 1994) or our
takes place in our minds about how we ability to broaden our conceptual struc-
conceptualize creativity as well as how to tures in the generation of new ideas
optimally employ neuroscientific methods (Abraham et al., in review; Kroger et al.,
to inform us about creativity. Such a call to 2012; Rutter et al., 2012).
arms was made a few years ago in a rou-
sing editorial piece by Arne Dietrich where
he stated that “It is high time that resear-
The uniqueness of creative
chers became more creative about creati- cognition
vity” (Dietrich, 2007a). A necessary first step At the crux of our conceptualizations and
in doing so would be to methodically ope- investigations of creativity is the assump-
The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise?
19
tion that the kind of mental operations place for creative cognition. The informa-
that bring about creative thinking are so- tion processing toolboxes would be ex-
mehow distinct from those that underlie pected to be one and the same for both
normative cognition. It is no wonder that creative and normative cognition. The es-
this supposition is customarily taken to be sential difference between creative and
fact given that the end products of crea- normative cognition though lies in the kind
tive thinking (e.g., creating a poem) are of the situations in which our information
often unusual or extraordinary compared processing toolboxes need to be applied.
to the end products of normative cogni- The situational factors during creative cog-
tion (e.g., reciting a poem from memory). nition are open-ended or unclear whereas
But are we correct in assuming that be- the situational factors during normative
cause the end products are so dissimilar, cognition are concrete or predictable. A si-
the cognitive processes involved in nor- tuation that is open-ended and involves
mative versus creative cognition are not the generation of novel responses to reach
comparable with one another? That a solution to the problem would give rise
would mean taking on the assumption to creative cognition. Although the crea-
that there is a separate toolbox in the tive cognition framework has received
brain that specializes in creative cognition some attention in the domain of cognitive
that is distinct from or only partially over- science, it has only been limitedly explored
laps with the normative cognition to- from a neuroscientific point of view
olbox. What are the mental operations (Abraham & Windmann, 2007; Abraham,
that are unique to creativity? How do they Windmann, McKenna & Gunturkun, 2007;
interact with those of normative cogni- Abraham, Windmann, Siefen, Daum &
tion? Is such a modularity based premise Gunturkun, 2006; Kroger et al., 2012;
of creative cognition viable from an evo- Rutter et al., 2012).
lutionary perspective? (Cosmides & Tooby, In fact, most theoretical frameworks that
1994; Uttal, 2003). And what evidence have related the brain with mental ope-
would be needed to empirically validate rations relevant to creativity have largely
such ideas? adopted what can be referred to as an
Such polemic questions have seldom been “individual differences approach” where
posed in the literature and the issues they the aim has been to uncover the informa-
expose are rarely, if ever, the subject of the tion processing or brain biases that diffe-
focus in mainstream cognitive or neuros- rentiate highly creative individuals from
cientific research on creativity. An excep- average or low creative individuals. Highly
tion to this is “creative cognition ap- creative individuals have been primarily
proach” where this issue has been characterized as having flat associative
broached from an information processing hierarchies in the organization of se-
perspective (Finke et al., 1992; Smith, mantic networks (Mednick, 1962), defo-
Ward & Finke, 1995; Ward, Finke & Smith, cused or diffuse attentional processing
1995). According to this theoretical frame- (Mendelsohn, 1976), and cognitive disin-
work, it is highly unlikely that there are hibition or the enhanced ability to over-
mental operations that are exclusively in come contextual constraints or mental
Creatividad y neurociencia cognitiva
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sets that hinder creative thinking pending on how this question is answered,
(Martindale, 1999). More recent findings the choice of which control group (low
have linked higher creativity with a host of performance group or average perfor-
individual factors such as reduced white mance group) would be a better compa-
matter integrity in inferior frontal brain re- rison group to the high creative perfor-
gions (Jung, Grazioplene, Caprihan, mance group is a critical one that is likely
Chavez & Haier, 2010), greater right he- to impact how one interprets the asso-
misphere contributions (Kounios et al., ciated findings.
2008), increased frontal activity (Carlsson,
Another approach to investigating high
Wendt & Risberg, 2000; Chavez-Eakle,
versus low creative groups is to contrast in-
Graff-Guerrero, Garcia-Reyna, Vaugier &
dividuals who are highly proficient in osten-
Cruz-Fuentes, 2007), and stronger alpha
sibly creative pursuits (e.g., art, music)
synchronization (Fink, Grabner et al., 2009;
versus those who are not. Notwithstanding
Fink, Graif & Neubauer, 2009).
the significant impediments faced when
One of the more obvious issues that need ensuring homogeneity of the samples in
to be addressed when adopting such an such studies, the assumption that insights
individual differences based approach in concerning creative thinking can more re-
creative neurocognition is to determine adily be gained by investigating people who
how consistent the reported findings are pursue the fine arts compared to other pro-
both across creativity domains and within fessions is highly debatable. Original thin-
creativity domains. So, for instance, would king is both highly valued and associated
the finding of a positive correlation bet- with greater success in several professions
ween cortical connectivity and originality in the world including the domains of mar-
on verbal creativity measure X also be ex- keting, law, engineering, advertising, re-
pected when using another verbal creati- search, teaching and even accounting. It is
vity measure Y? And how generalizable are also shortsighted to indiscriminately assume
these effects expected to be across do- that anyone who pursues the fine arts is,
mains (verbal versus non-verbal creativity)? per definition, highly creative. Such overge-
Another issue of import is the choice of the neralizations not only significantly hamper
control group to the highly creative group. our ability to uncover the neurocognitive
In studies where high versus low creative mechanisms underlying creative thinking,
groups are classified according to their per- but also contribute to a great deal of incon-
formance on one or more creativity mea- sistency and confusion in our basic concep-
sures, it is important to determine what tualizations of what creativity entails.
“low performance” actually means in the
context of the creativity tasks in question.
Does low performance on the alternate Delimiting creativity
uses task, for instance, indicate below ave- In much empirical work, creativity is cus-
rage or average creative ability? This is a tomarily investigated at the product level.
difficult question to answer as most crea- A response or product is judged to be cre-
tivity tasks are not standardized and have ative to the extent that it is both original
no associated norm data available. But de- (or unique or unusual or statistically rare)
The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise?
21
and relevant (or fitting or appropriate or episodic memory (such as one’s memory of
functional) to a particular end (Abraham graduation day). Such an undertaking
& Windmann, 2007; Boden, 2004; would at best enable only a vague unders-
Hennessey & Amabile, 2010; Runco, tanding of memory function alongside a
2004). This general definition of creativity complete inability to develop any know-
is applicable in most situations that call ledge of the specific mechanisms underl-
for some kind of creative problem solving. ying different types of memory. The field
Ironically, the usefulness of this standard of memory research greatly profits from
definition of creativity is most debatable having systematic and detailed theoretical
in the context of the fine arts where is frameworks that guide interdisciplinary
considerably more difficult to obtain a empirical investigations. The same is neces-
consensus on both the presence and the sary for the domain of creativity research if
degree of originality associated with a truly significant advances are to be made.
work of art as well as to ascertain to what The first step in such an endeavor would
extent the factor of relevance plays a role. be to delineate what creativity entails.
The situation is further aggravated by the For instance, it may be necessary to disso-
fact that it is unclear how creativity in one ciate the domain of creative thinking as it
domain (e.g., mathematical creativity) re- applies to problem solving from the domain
lates to creativity in other domains (e.g., of creative thinking as it applies to profi-
artistic creativity). ciency or skill. In the case of the former, the
Despite these glaring problems, we con- capacity for problem solving is assessed
tinue to carry out neurocognitive investi- based on performance on one or more cre-
gations on creativity across domains and ativity tasks (Grabner, Fink & Neubauer,
make generalizations about how this is in- 2007; Jung, Segall et al., 2010) whereas in
dicative of creative thinking in general. But the latter situation, the level of proficiency
are we really justified in grouping the in- is determined either by the degree of exis-
sights gained from assessing the brain res- ting skills (e.g., artistic) which are above ave-
ponse of high versus low performers on rage (Fink, Graif et al.,2009; Gibson, Folley
the alternate uses task with those of pro- & Park, 2009) or exceptional (Hou et al.,
ficient versus novice dancers when we still 2000; A. Snyder, 2009), or develop in a star-
lack a common comprehensive framework tling and unanticipated manner (Miller &
that brings all these different facets of cre- Hou, 2004; Miller, Ponton, Benson,
ative thinking together? Imagine if the Cummings & Mena, 1996). Making disso-
neurocognitive domain of memory rese- ciations between creative problem solving
arch was in the same position as the field versus proficiency when understanding cre-
of creativity is in today. This would trans- ativity would mean that insights obtained
late to, for instance, lumping together all by, for instance, investigating the brain con-
the findings associated with learning pro- nectivity in absolute pitch musicians (Loui,
cedural skills (such as learning to ride a Li, Hohmann & Schlaug, 2011) or patients
unicycle) with those associated with spa- with frontotemporal dementia who develop
tial memory (such as the organization of astounding artistic skills post-stroke (Seeley
the London Underground network) and et al., 2008), cannot be automatically ge-
Creatividad y neurociencia cognitiva
22
neralized to, for instance, findings asso- ching objective of neuroscientific studies of
ciated with studying brain activations that creativity is to glean the underlying neural
result while performing the alternate uses and information processing mechanisms of
task (Chrysikou & Thompson-Schill, 2011). this most extraordinary of human abilities.
This is not to say that selective findings are
to be ignored. In fact the opposite needs References
to be the case. Any study that claims its in- Abraham A, Windmann S. Creative cognition:
sights are relevant to the domain of crea- the diverse operations and the prospect of
tivity needs to be assessed in terms of how applying a cognitive neuroscience perspective.
it fits into the larger framework of creati- Methods 2007; 42(1):38-48.
vity. Our problem is that such a framework Abraham A, Windmann S, McKenna P,
is currently lacking, so it is the responsibi- Gunturkun O. Creative thinking in schizoph-
renia: the role of executive dysfunction and
lity of the researchers to carry out their in- symptom severity. Cogn Neuropsychiatry
vestigations with these larger objectives in 2007; 12(3):235-58.
mind. So, for instance, when drawing allu- Abraham A, Windmann S, Siefen R, Daum I,
sions between the proficiency and problem Gunturkun O. Creative thinking in adoles-
solving subdomains in creativity, it would cents with attention deficit hyperactivity di-
be valuable to indicate how proficiency- sorder (ADHD). Child Neuropsychol 2006;
based findings, such as purportedly en- 12(2):111-23.
hanced proficiency in drawing skills follo- Arden R, Chavez RS, Grazioplene R, Jung RE.
wing transcranial magnetic stimulation Neuroimaging creativity: a psychometric view.
Behav Brain Res 2010; 214(2):143-56.
(TMS) (A. W. Snyder et al., 2003), can be
explicitly linked to problem-solving-based Boden MA. The creative mind: Myths and me-
chanisms. London: Routledge, 2004.
findings, such as enhanced originality and
brain activity as a function of cognitive sti- Bowden EM, Jung-Beeman M. Methods for in-
vestigating the neural components of insight.
mulation (Fink et al., 2010). The link bet-
Methods 2007; 42(1):87-99.
ween the creative problem solving and
Bowden EM, Jung-Beeman M, Fleck J, Kounios
proficiency subdomains needs to be tac-
J. New approaches to demystifying insight.
kled and research efforts which bring both Trends Cogn Sci 2005; 9(7):322-8.
these subdivisions together, such as eva-
Carlsson I, Wendt PE, Risberg J. On the neu-
luating the brain response during jazz im- robiology of creativity. Differences in frontal
provisation in musicians (Limb & Braun, activity between high and low creative sub-
2008), will aid us in reaching this aim. jects. Neuropsychologia 2000; 38(6):873-85.
Similar attempts at circumscribing creati- Chavez-Eakle RA, Graff-Guerrero A, García-
vity would help us broach further impor- Reyna JC, Vaugier V, Cruz-Fuentes C. Cerebral
blood flow associated with creative perfor-
tant issues such as formalizing the diffe- mance: a comparative study. Neuroimage
rences and similarities between different 2007; 38(3):519-28.
types of creativity as well as operationali- Chrysikou EG, Thompson-Schill SL. Dissociable
zing the different creativity tasks in terms brain states linked to common and creative ob-
of what proportion of cognitive operations ject use. Hum Brain Mapp 2011; 32(4):665-75.
are shared between them. All of these are Cosmides L, Tooby J. Origins of domain-speci-
necessary initial steps to take if the overar- ficity: The evolution of functional organization.
The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise?
23
In L. Hirschfeld & S. Gelman (Eds.). Mapping Howard-Jones PA, Blakemore SJ, Samuel EA,
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2007a; 42:1-2. Jung-Beeman M, Bowden EM, Haberman J,
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The creative personality in the light of
neuropsychology
Dra. Ingegerd Carlsson
This can be termed that they have high like passion, playfulness and imagination
internal motivation or, in other words an and the persistance and logic of the adult.
interest in the chosen subject, rather than There is both high energy and sometimes
getting external benefits such as course the opposite, introversion and extraver-
credits or high status. sion, sometimes the person is assertive,
The basis for creativity is an original, unu- sometimes humble; and shows both con-
sual idea which eventually leads to a servative and risk taking traits.
useful product, thus during the process Efficiency and productivity is seldom more
leading from the problem to the product than moderate when you go on a very
new ideas are formed. The new idea was creative journey, since it takes a lot of time
described long ago by Vygotskij (1930) as to gather knowledge and lots of errors to
an imaginative new combination of exis- elaborate an idea. Exceptions to this are
ting memory building blocks. The point rare, since it takes a lot of good coinci-
here is that even though the new idea dences for Big Creativity to come into
feels like it has sprung from out of no- being. High talent is rare; fruitful circums-
where, or as sent by the gods, it is the tances are rare; high intrinsic creative mo-
non-conscious brain combination work tivation is rare – so it understandably is ex-
that gets noticed by the conscious mind. tremely rare to find a combination of all
of these in one person. One such gigantic
When drawing the outlines of what cre-
man, where many seldom occurring
ativity is, I think it is useful to talk about
things coincided, very high talent, very
what creativity is not. It is not the same
high passion and very fruitful circums-
thing as intelligence, talents, efficiency, or
tances, was Picasso. His now iconic paint-
productivity… but knowledge and abili-
ing Guernica was exhibited in the Spanish
ties are of course necessary and indispen-
Pavilion of the 1937 World's Fair in Paris.
sable tools for the person who wants to
Although Picasso was seldom outwardly
be creative. So a fair share of IQ, up to a
political this work expresses the suffering
certain point, is of course obligatory to be
under oppression and dictatorship. When
able to learn the necessary knowledge.
Picasso agreed to make a mural to the
General intelligence is one of different ta-
World Fair, he had not yet found a parti-
lents, but the various talents are only the
cular motive in his mind. But after a few
raw material, the inborn gifts. These must
months he saw the newspapers’ black
be much practiced to be able to use them
and white photos from the bombings in
creatively.
the small village of Guernica, he got ig-
Complexity, as was said, is one of the key nited and could start making sketch after
words regarding creative people. Research sketch in an outburst of the creativity pro-
on the personality traits associated with cess. Sketches were transferred to the
creativity shows that they are characte- canvas, which he also reworked several
rized by high complexity. Mihalyi times. “A painting is not thought out and
Csikszentmihalyi found when studying settled in advance”, said Picasso. “While
highly successful creative (Big C) people, it is being done, it changes as one's
that the creative individual has both child- thoughts change”.
The creative personality in the light of neuropsychology
27
The creative process to the imaginative mind set and to the lo-
gical objective mind. These are equally im-
It is a huge jump from Guernica to the
portant but occur in different phases of
very “dry” figure 1, where I have illus-
the process.
trated the different thinking processes in
creativity, and how they alternate during I also want to present another complex
the process starting with the igniting personality, namely Pipi Calzaslargas (fi-
spark, to the final exhibited work. gure 2). She is obviously a successful and
very useful creative product. And her
“gestalt” can be regarded as an ideal or
Cognition
archetype of the creative person. Her
Convergent
author Astrid Lindgren managed to inte-
Logical
analysis
grate several opposites, i.e. Pipi lives just
like an adult independently on her own in
a big house. But at the same time she ob-
Divergent
viously has the physical body of a child;
Flow of
ideas she is both hugely rich but also enor-
An open
problem
Collect
knowledge
A new idea Try the
preliminary
Improved
ideas
Product mously generous with her treasure; she is
Illumination
product
Incubation Verification
unconventional and travels to the South
Seas, but when she comes home for
Figure 1. The creative process. Xmas she bakes traditional Swedish
Christmas cakes. But of course in her own
personal way, because she uses the floor
The product is the end point of the x-axis as a baking table! Pipi is also intuitive and
in the figure. The start is an open-ended sensitive to small details that are overseen
problem, i.e. you have a complex task or discarded by most people. Like in this
which does not have one correct solution, picture where we see her in a relaxing en-
but instead there are different more or vironment when she invents new uses for
less creative ways to solve it. an empty cotton spool. (Now I pray that
In the figure on the y-axis you see the Astrid Lindgren in her heaven forgives me
well-known cognitive concepts of diver- for wanting to peep into Pipi’s brain and
gent, imaginative, associative cognition, investigate how it works creatively!).
and convergent, logical-rational, thought.
These alternate during the creative pro-
cess. Imaginative, metaphorical ideations
in the phase when new ideas are formed
are succeeded by verification and evalua-
tion phases. The evaluation is made by
the portion of the mind that is rational
and reality oriented.
Thus, the figure illustrates that to make a
journey through a truly creative process, Figure 2. An integration of opposites. Pipi Calzaslargas
the person must have good access both (Ill. Ingrid Vang-Nyman).
Creatividad y neurociencia cognitiva
28
verbal tasks, in random order. These were in the Brick task was subtracted from the
always preceded by a measurement du- blood flow in the Resting condition. The
ring rest when the participant was ins- brain is seen from above, with the frontal
tructed to just lay and rest with closed lobes upwards in the picture. The red
eyes. areas indicate significantly more blood
One simple verbal task was counting flow. As you can see by the distribution
aloud (1, 2, 3, upwards). Another task of the red spots, the frontal areas in the
was saying words starting on a certain creative group are activated bilaterally,
letter, a new letter every minute (F, A, S…) compared to the resting measurement,
The third task was a verbal creativity test; while in the low creative group, the left
telling as many as possible different usual hemisphere is more activated than the
and unusual uses of Bricks that one could right.
think of. By using only verbal tasks it
would be possible to see if there was dif-
ferent brain activity when more and more Highly creative Low creative
complex verbal functions were per- (n = 12) (n = 12)
High Low
creatives creatives
1.5
1.0
FCBF distribution; % of total mean; ISI
0.5
0.0
-0.5
-1.0
-1.5
p < .05 (ANOVA)
In the project we also wanted to get hold group. The high creative group was more
of the cognitive profile, and our expecta- centered on the mean. And the same re-
tion was that the low and the high crea- sult was found on the perceptual speed
tive groups would be very similar, since task, which did not involve analytic thin-
the group was so homogenous. On the king, but the ability to rapidly put the
third day I tested each participant with a right number for the right symbol on a
cognitive battery of time-limited tests. The sheet during 90 seconds.
participant took three verbal and two spa-
tial tests, and here we found no diffe-
rences between high and low creative
groups. However, a large difference was One of the
found on a Matrices test of logical-induc- items in the
tive ability. The groups differed very much logical-inductive
test
also on a test of perceptual speed.
In figure 6 you can see one of the items
in the matrices test of logical reasoning.
Which group then did the best?
It was actually the low creative group that
performed best (p < .0001). They all had
a result above the mean for the age Figure 6. An item in the matrices test.
Creatividad y neurociencia cognitiva
32
We were surprised by these result and the personality trait psychoticism in his tri-
wanted to understand them. One expla- partite model of the personality. Eysenck’s
nation was given by the result on the tests personality theory consisted of the dimen-
of anxiety. We first of all found that the sions psychoticism, neuroticism and extra-
highly creative group scored higher on version. High psychoticism is signified by:
tests of worry and anxiousness. We also a person being creative, unempathic,
found a negative correlation (– .51) be- aggressive, cold, egocentric, impersonal
tween anxiety and the (time limited) lo- and impulsive. This trait was found by
gical test. We reasoned that the creative Eysenck to be more prevalent in highly
group did worse partly because their creative persons. High psychoticism is cha-
stress level might have got higher than racterized of over-inclusive thinking or, in
optimal on this task; when you get too other words, a wide associative horizon,
stressed, you perform worse. But the low which in turn is due to decreased cogni-
creative persons may have a lower level tive inhibition. He regarded extreme psy-
of basic default arousal, so their stress choticism as a trait involved in functional
level, even though it possibly increased, psychoses like in mania or schizophrenia.
did not get above an optimal level.
New trait models containing five factors
Some main conclusions made were that have nowadays mostly taken over the
highly creative people have a higher inte- scene and Eysenck’s Psychoticism has in
raction between the hemispheres and the five factor model been shown to be
that they can balance and shift between divided up into Agreeableness and on
the functions in both the cortical hemisp- Conscientiousness. Yet another of the five
heres. But we also concluded that highly factors is Openness to experience, also re-
creative people sometimes are at a disad- levant for creativity.
vantage and that the creative “golden
coin” has a dark reverse side. A lower de-
gree of inhibition and control in the ner- A three-factor-neuro-
vous system (disinhibition) results in a anatomical model of creativity
higher degree of incoming information In later years research on creativity with a
that is not filtered away. This can result in biological or neuropsychological perspec-
overload and a breakthrough of negative tive has amplified, using new methodolo-
emotional and impulsive behavior when gies. Different scientists have presented
stressed. It is well established that highly models for functions of the creative brain.
creative people are at greater risk for cer- One of these is a neuropsychological
tain types of psychopathology, including model which draws from research on
mood disorders, schizophrenia-spectrum brain imaging studies, from drug studies
disorders and alcoholism. and also from brain lesion studies
Eysenck’s (1995) creativity model is infor- (Flaherty, 2005). In this model the emp-
mative here. In Eysenck’s model, degree hasis is not on interactions between the
of inhibition in the brain is regulated by hemispheres but instead emphasis is on
the transmittor substances dopamine and the interactions between the temporal
serotonin, and these are also involved in lobes, the frontal lobes, and the limbic
The creative personality in the light of neuropsychology
33
system. In this model, motivational drive and brain hyperconnectivity. We have al-
is regarded more relevant, given an IQ of ready discussed disinhibition in connec-
about 115 or above, than networks that tion with the alpha state.
sub serve a person’s skill in the domain.
In addition to the disinhibition tendency,
The temporal lobes generate idea fluency creative people like to seek out complex
(this is exhibited as a phenomenon called and novel stimuli. This may be internally
hyper-grafia in lesion studies, when the rewarded by the dopamine system or, in
temporal lobe has become disinhibited by other words, intrinsically motivated that
the lesion). A rigid frontal lobe on the way. But high scores on novelty seeking
other hand may cause too much inhibi-
have been found in people with both ad-
tion of the temporal lobe. It is important
dictive disorders and with bipolar disease.
with an appropriate balance between
Thus novelty seeking may both constitute
frontal and temporal activity, mediated by
an incentive for creative work and, simul-
mutually inhibitory cortico-cortical inte-
taneously, constitute a risk factor for psy-
raction circuits.
chopathology.
In the model, neocortical skills and know-
ledge are not enough, but mesolimbic do- The third shared factor in Carson’s model
pamine influences must generate the cre- is neural hyperconnectivity. This means
ative motivational drive and novelty unusual linking between brain areas that
seeking. Important, as Flaherty empha- are not normally linked. It is considered
sizes, motivational drive has been found due to irregularities in synaptic pruning
to correlate better than expertise, with during development. This has been
creativity. Alice Flaherty finally points out shown in schizophrenics and in their first
that her model is too simple, and that degree relatives. It has also been noted
much needs to be clarified about the im- in people having synesthesia, which
portance of other regions. means that the individual makes cross-
modal associations. For example in sy-
A model of shared nesthesia, when you think of a specific
vulnerability person or a certain name of month there
is always a specific color connected to
The last model presented here was pu-
this particular person or month. Synes-
blished very recently. It treats the rela-
thesia is much more prevalent in high
tionship between creativity and pathology
(Carson, 2011). In it Carson proposed dif- creative persons versus the general po-
ferent shared vulnerability factors for cre- pulation.
ativity and psychopathology, as well as Furthermore, as related by Carson, studies
certain important factors that can act as have reported more alpha synchronization
either protective or risk factors. both within and across the hemispheres
Three shared functions for both creativity in highly creative compared to low crea-
and psychopathology were discussed: tive during creativity tasks, suggesting
These are disinhibition (here termed atte- unusual patterns of connectivity. Thus hy-
nuated latent inhibition), novelty seeking, perconnectivity may be a neural wiring
Creatividad y neurociencia cognitiva
34
basis for the ability to come up with new Memento 1: find your golden edge! To try
associations between very remote stimuli. and find something positive however small
Three factors were discussed by Carson even in a lousy situation, i.e. to balance up
that could act as either protective when the negativity, will enhance your positive
positive or be a risk when low: IQ, wor- emotions, and they in their turn will lower
your cortical arousal and increase alpha ac-
king memory, and flexibility. In a study of
tivity, and therefore increase creativity in
eminent creative achievers, the combina-
order to solve the situation.
tion of reduced inhibition and high IQ
predicted 30 % of the variance in the cre- Memento 2: find your true environment!
ative achievement score. The same as in memento 1 can be said
about the importance of finding your own
Working memory is also considered im-
best environment, where you can feel as a
portant in this model: “The ability to hold
“fish in the water” (as we say in Sweden).
and process a large number of constructs
in mind simultaneously without becoming Memento 3: always stay a child at heart!
confused or over-whelmed should predis- Most importantly, practice regularly to si-
pose the individual to creative rather than lence your inner verbal critic, in order to
disordered cognition” (p. 148). keep your curious childish mind, to live in
the here and now, and to take in the life
Cognitive flexibility, i. e. the ability to shift
in its complexity.
one’s attention, can allow one to move in
and out of altered states of consciousness
and allowing one to interpret anomalous References
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of creativity, illustrated by the fact that on nisms related to creative functioning.
the one hand creative people are often Scandinavian Journal of Psychology 1990;
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sily stressed. On the other hand, to get Carlsson I, Wendt PE, Risberg J. On the neu-
new ideas they need plenty of access to robiology of creativity. Differences in frontal
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et al., (2005)– contributed to demystify in- models in this field, creativity is known as
sightful (i.e., the “AHA” experience; cf. being closely related to intrinsic motiva-
Bowden et al., 2005; Jung-Beeman et al., tion (Collins & Amabile, 1999). Intrinsic
2004) or creative problem solving that has motivation is conceptualized as the moti-
long been grounded solely on anecdotal vation of a person to engage in a certain
reports. activity for its own sake, because he or
she perceives the activity as interesting,
satisfying or challenging (Collins &
Definitions and key
Amabile, 1999, p. 299). Creativity is also
characteristics of creativity
believed to be a function of relevant do-
As briefly mentioned above, Guilford’s main-specific knowledge or the level of
(1950) characterization of creative people expertise in a certain area (Simonton,
in his presidential address at the American 2000; Ward, 2007). Relevant research
Psychological Association has been very moreover suggests that creativity is asso-
influential in this field and has stimulated ciated with intelligence and with certain
various research activities in this nascent personality traits. Research on personality
field. Guilford characterized creative pe- correlates of creativity has been carried
ople amongst other things as exhibiting a out in many different domains. For ins-
high sensitivity to problems. While some tance, in one of the first studies in this
people see that problems exist or see that field, MacKinnon (1965) focused on per-
a situation must be improved or made sonality characteristics in architects of var-
more effective, others do not. Also, idea- ying levels of creativity. MacKinnon’s work
tional fluency or the ability to produce a has stimulated much research in this area
large number of ideas within a certain pe- and in the meanwhile relevant studies in
riod of time could be considered as an im- this field have provided evidence of a re-
portant characteristic of creative people. latively stable set of core dimensions as
Creative people are also more likely to re- being characteristic for highly creative in-
organize or to redefine an existing pro- dividuals. Among the most important
blem. In addition, originality and the abi- ones are “high valuation of aesthetic qua-
lity to produce a wide range of different lities in experience, broad interests, attrac-
types of ideas (i.e., flexibility of thinking) tion to complexity, high energy, indepen-
are important ingredients of creativity. dence of judgment, autonomy, intuition,
Finally, Guilford also refers to processes self-confidence, ability to resolve antino-
such as evaluation or the judgment of the mies or to accommodate apparently op-
usefulness/appropriateness of the creative posite or conflicting traits in one’s self
product/ creative idea as being essential concept, and finally, a firm sense of self
components of creativity. as ‘creative’” (Barron & Harrington, 1981,
Meanwhile, relevant empirical studies in p. 453).
the field of creativity have reliably identi- Within the artistic creativity domain,
fied a stable set of core characteristics as highly creative individuals such as artists
What we know about creativity from the neuroscience perspective
45
psychopathology (Fink et al., 2011b). For low number of studies which focused on
this purpose, a creative sample of actors creativity, and in particular on neuronal
(n = 17), two clinical samples of partici- correlates of creativity. This might be due
pants (13 alcohol and 18 poly drug depen- to at least two important problems.
dents), and a group of university students Perhaps the most important one could be
(control group, n = 21) were compared presumed in the fact that creativity is not
with respect to psychometrically deter- easy to measure (as compared with other
mined creativity, personality and LI. The re- mental ability constructs such as intelli-
sults suggest that the group of actors and gence). Also, participants need to be cre-
the clinical sample of poly drug depen- ative in an EEG cabin or lying supine in
dents can be characterized a) by high the noisy fMRI scanner. This is the reason
scores in the personality dimension psycho- why studies in this field are needed to de-
ticism, b) high originality during creative compose the complex construct of crea-
idea generation (Alternative Uses task), and tivity into comparatively simple type of
c) decreased latent inhibition as compared tasks or processes that resemble “real-
with the other groups. On the basis of life” creative achievements to the best
these findings, we may conclude that possible extent.
some personality and cognitive traits may In our EEG studies on creativity we mea-
be quite similar between creative people sure brain activity while participants work
and people suffering from (mild forms of) on different, comparatively simple crea-
mental disorders, among the most impor- tive idea generation tasks (for overview
tant ones are the personality dimension see Fink et al., 2007). Specifically, partici-
psychoticisim and the cognitive inhibitory pants are presented verbal problems such
mechanism latent inhibition. Accordingly, as “A light in the darkness” and they are
highly creative individuals and people suf- instructed to produce as many and as ori-
fering from mental illness “appear to be ginal solutions to this situation as pos-
characterized in part by the ability to per- sible. In the utopian situations task parti-
ceive and describe what remains hidden cipants are instructed to put themselves
from the view of others” (Carson et al., in a given situation such as “Imagine there
2003, p. 499). Though the reported fin- were a creeping plant rising up to the sky.
dings certainly await replication in more What would await you at the end of the
powerful samples of participants they may plant?” They are required to produce as
nevertheless be helpful in stimulating the original ideas to this task as possible. And
generation of new hypotheses in this field. in the classic Alternative Uses (AU) task,
participants have to name original uses of
conventional, everyday objects. In all of
Potential brain mechanisms
these tasks, participants are instructed to
underlying creativity generate as creative and as original res-
In evaluating scientific literature in the ponses as possible and task performance
field of creativity, it is striking that com- is quantified by means of ideational
pared with other scientific topics such as fluency, flexibility and originality. Fluency
intelligence there is only a comparatively refers to the ability to produce a large
What we know about creativity from the neuroscience perspective
47
number of ideas within a certain period pect to alpha activity were found (cf. Fink
of time. Flexibility is the ability to produce et al., 2009a).
a broad range of ideas or different types The findings reported so far may reveal
of ideas. And originality refers to the de- some important insights into potential
gree of novelty of ideas which we mea- brain correlates of creativity but one
sure by means of external ratings. might also criticize that the observed fin-
How is creative idea generation reflected dings are of limited relevance, especially
at the level of EEG brain activity? Or in in view of the fact that we have analyzed
other words, which EEG brain correlates brain states of creativity only during per-
are associated with the generation of ori- formance of comparatively simple tasks;
ginal ideas? Two findings appear to be es- in addition, in most studies university stu-
pecially worthy to note in this context: dents were tested. In another study of our
First, creative idea generation has been lab (Fink et al., 2009b) we investigated
observed to be generally associated with brain activity in a more creativity-related
a comparatively strong level of alpha ac- domain or during the performance of
tivity in frontal regions of the brain (Fink more complex, creativity-related tasks.
Specifically, we investigated EEG alpha ac-
& Neubauer, 2006). And second, higher
tivity in professional dancers who had a
original (as opposed to less original) ideas
high level of expertise in ballet or modern
were associated with stronger alpha acti-
dance. This group was compared with a
vity in centroparietal and (to some minor
group of beginners who had only basic
extent also in anteriofrontal) regions of
experience in dancing and completed no
the brain (Fink & Neubauer, 2006).
comprehensive training in this domain.
The prominent role of posterior parietal
The EEG was recorded during the perfor-
brain regions in creative idea generation
mance of two different dance imagina-
becomes most apparent when people of
tion tasks which considerably differed
varying creativity level are compared with with respect to their creativity-related de-
each other (see Fink et al., 2009a). Based mands. In the dance improvisation task,
on the originality of ideas participants participants were instructed to imagine a
gave during performance of the classic al- dance which should be as unique, original
ternative uses test, which is known as a or creative as possible. Participants were
fairly good measure of creativity, the total instructed to let their minds free wander
sample of participants was divided into a and to think of possible dances no one
lower originality and into a higher origi- else would think of. Unlike this, in the
nality group. As can be seen in this Figure, task with lower creativity-related demands
in those participants, who produced participants were asked to imagine dan-
higher original ideas a comparatively cing the waltz, a common standard dance
strong hemispheric asymmetry with more which involves a sequence of monoto-
alpha activity in the right than in the left nous steps or movements. Participants
hemisphere was observed, while in those were required to do only the basic steps
participants who produced less original of the waltz, they were not allowed to
ideas no hemispheric differences with res- perform any other variations. In addition,
Creatividad y neurociencia cognitiva
48
brain activity was also measured during prising in view of the fact that frontal
performance of the classic Alternative brain regions are involved in a variety of
Uses test. processes such as attention or working
The Fink et al. (2009b) study revealed no memory that might also play an impor-
significant group differences in brain ac- tant role in creative cognition (Arden et
tivity during performance of the waltz al., 2010; Dietrich, 2004; Dietrich &
task, but both groups showed signifi- Kanso, 2010). But the findings of the re-
cantly different patterns of alpha activity viewed studies appear to be very difficult
during performance of the dance impro- to interpret, because the studies used
visation task. As shown in this Figure, the quite different experimental tasks which
group of beginners can be characterized were associated with activations in quite
by a comparatively weak and topograp- different regions of the prefrontal cortex.
hically less clear pattern of alpha activity. In a recent fMRI study of our lab (Fink et
The group of professional dancers, in con- al., 2010), we –as we did in our EEG stu-
trast, exhibited a topographically much dies– employed the classic Alternative
more distinct pattern of alpha activity Uses task in which participants were ins-
with a comparatively strong level of alpha tructed to name original uses of conven-
activity in parietal and occipital regions of tional everyday objects such as “tin”,
the brain. In addition, we also observed “pen” or an “umbrella”. In another con-
significant group differences in brain ac- dition they had to name typical attributes
tivity during performance of the classic of conventional objects (such as “shoes”
Alternative Uses task. Specifically, profes- or a “coat hook”). Perhaps the most im-
sional dancers showed stronger alpha ac- portant finding of this study was that the
tivity in posterior (i.e. centroparietal, pa- generation of alternative uses was asso-
rietotemporal and parietooccipital) brain ciated with comparatively strong deacti-
regions than the group of novices did. vations of right parietal brain regions, es-
Professional dancers generally showed a pecially in the right angular gyrus (Fink et
diffuse and topographically widespread al., 2010).
pattern of alpha synchronization, while in Taken together, existing fMRI findings in
the group of novices alpha synchroniza- this field indicate that creative cognition
tion is considerably higher in frontal than is associated with activation in a wides-
in posterior brain areas (Fink et al., pread neural network of frontal and pa-
2009b). rietal brain regions which are known as
Now we are also interested to see how important components of processes such
the observed EEG findings are related to as attention, working memory and se-
creative brain states observed with func- mantic information processing (for review
tional magnetic resonance imaging see Arden et al., 2010; Dietrich & Kanso,
(fMRI). As shown in a recent review by 2010). Most of the studies in this field re-
Arden and co-workers (2010), relevant port activation in prefrontal brain regions.
studies in this field reveal evidence that As already mentioned, this finding does
prefrontal regions seem to have a special not seem surprising in view of the fact
role in creativity. This does not seem sur- that frontal brain regions are involved in
What we know about creativity from the neuroscience perspective
49
brain regions that are associated with the empirical evidence that when people are
dopaminergic reward centers of the brain confronted with ideas of others, individual
(such as the ventral tegmental area or the creative achievement increases. In this con-
nucleus accumbens; cf. Mobbs et al., text, Dugosh and Paulus (2005; cf. also
2003). The effects of humor (typically in- Dugosh et al., 2000) report exciting empi-
duced by funny movies, pictures or car- rical findings whereupon the number of
toons) and the comprehension of puns or generated unique ideas may be enhanced
jokes are also seen in close relation to brain through the exposure of ideas (provided
activity in the right hemisphere (Coulson & that the individuals actively attend to the
Williams, 2005) which likewise plays a cru- presented ideas; cf. also Paulus & Yang,
cial role in creative thinking (Bowden et al., 2000).
2005; Jung-Beeman, 2005).
In recent studies of our laboratory (Fink et
The findings briefly reported so far provide al., 2010, 2011a) we addressed the rese-
some evidence that creativity (or in a bro- arch question as to how creative idea ge-
ader sense cognition, respectively) can be neration can be improved effectively by
improved by positive affect or techniques means of short-term creativity interven-
such as transcendental meditation or rela- tions and whether any training effects are
xation exercises. However, the vast majo- also reflected at the level of the brain.
rity of training procedures that are re- Participants were instructed to generate
ported in relevant literature were designed creative ideas to given verbal problems
to improve the ability to think divergently and they were cognitively stimulated via
(i.e., the ability to produce a broad range the exposure to ideas produced by other
of different ideas to a given stimulus). people. As it is the case in classic group-
Scott et al. (2004a) recently report a meta- based brainstorming techniques (Osborn,
analysis (including 70 studies) on the effi- 1957), each single idea or solution a
cacy of such trainings and observed an person generates to a specific problem
overall effect size of Cohen’s ∆ = 0.64 (cf. may stimulate new ideas or solutions in
also Hany, 2001; Lipsey & Wilson, 1993; others. As mentioned above, relevant li-
Rose & Lin, 1984). Additional analyses terature from the behavioral or cognitive
(Scott et al., 2004b) revealed that more creativity research tradition suggests that
cognitive oriented training procedures creative performance increases as a result
proved to be particularly effective, whe- of such idea sharing or idea exchange
reas other commonly applied techniques processes (Dugosh et al., 2000; Dugosh
such as imagery training turned out to be & Paulus, 2005; Paulus & Brown, 2007;
less effective. Relevant literature in this Paulus & Nijstad, 2003). The Fink et al.
field of research also suggests that crea- (2011a) study was specifically designed to
tive cognition might be improved by investigate the neurophysiological effects
means of cognitive stimulation (e.g., of cognitive stimulation on creative idea
Dugosh et al., 2000). This could be rea- generation by stimulating participants
lized, for instance, by means of divergent with ideas of varying originality.
thinking exercises (Coskun, 2005). In ad- Participants were requested to generate
dition to this, there is also highly relevant alternative uses of conventional everyday
What we know about creativity from the neuroscience perspective
51
objects (AU task) subsequent to a short milar vein, Paulus and Brown (2007) refer
cognitive stimulation intervention in to behavioral findings whereupon the ex-
which they were confronted with ideas of posure to other people’s ideas may also
other people, as they were obtained in a have distracting or inhibiting effects on
pre-experimental pilot study. Similarly to the generation of ideas (cf. also Nijstad &
Dugosh and Paulus (2005) we stimulated Stroebe, 2006). For instance, when a
our participants by common or modera- person is exposed to an idea to which she
tely creative (STIM common) and highly or he knows little about, or to an idea
original ideas (STIM original). In a control that has no relation to the semantic net-
condition meaningless pseudowords were work of this person (as it was possibly the
shown. In each experimental condition, case in the STIM original condition), idea
participants had to respond as creatively generation would be less effective.
and as originally as possible to the pre-
And more importantly, effects of cogni-
sented stimulus words. On the basis of
tive stimulation were also apparent at the
existing behavioral research (e.g., Dugosh
level of the brain. As the findings of the
& Paulus, 2005) we expect better perfor-
Fink et al. (2011a) study suggest, tem-
mance when participants are cognitively
poro-parietal brain regions (primarily
stimulated via the exposure to other pe-
right-hemispheric) appear to be particu-
ople’s ideas (as opposed to the exposure
larly sensitive to cognitive stimulation.
to pseudowords). And more importantly,
Specifically, when STIM Common and the
these performance increases should be
control condition are contrasted to each
also reflected in changes of functional
other, we observed activation in the left
patterns of brain activity. Based on the fin-
superior frontal gyrus and in the left
dings reported in Fink et al. (2009a,
middle temporal gyrus. The picture was
2010), we might assume temporo-pa-
completely different in the right hemisp-
rietal brain regions (primarily in the right
here. Here the STIM common condition
hemisphere) as being particularly sensitive
was associated with less activation in su-
to cognitive stimulation.
perior parietal brain regions and in the in-
The results of this study suggest that only ferior temporal lobe. The findings may in-
cognitive stimulation via common or mo- dicate that cognitive stimulation via
derately creative ideas (and not via highly relevant memory cues results in a state of
original ideas) was effective in improving heightened focused attention to memory
creativity. Dugosh and Paulus (2005) also that facilitates efficient retrieval and re-
report evidence that shared or common combination of existing knowledge.
information may have a greater associa-
tive strength. According to the authors,
common ideas are often accompanied by Concluding remarks
positive affective reactions and are (as op- Neuroscientific studies on creative cogni-
posed to unique information) more likely tion have revealed valuable insights into
to be discussed and remembered, thereby potential brain mechanisms underlying dif-
increasing their associative strength (cf. ferent facets of creative cognition. For ins-
Dugosh & Paulus, 2005, p. 319). In a si- tance, research has shown that brain ac-
Creatividad y neurociencia cognitiva
52
lation and, thus, a form of top-down ac- pens, respectively (for a recent EEG study
tivity (cf. von Stein & Sarnthein, 2000) or on dance improvisation see Fink et al.,
a state of heightened internal attention fa- 2009b). On the other hand, however, it
cilitating the (re-)combination of semantic has also been argued that the employed
information that is normally distantly re- tasks might be too complex, and thus do
lated. not allow to link the evidence with single
definable neurocognitive processes (e.g.,
Though the findings summarized in this Dietrich & Kanso, 2010). That is, the neu-
chapter may uncover some brain correlates roscientific research on creativity might also
underlying creative cognition, some impor- benefit from the employment of simpler
tant issues are still unresolved. First and fo- tasks and paradigms, which can more ea-
remost, the employed creativity tasks used sily be related to well-established concepts
in neuroscientific studies on creative cog- of cognitive neuroscience such as atten-
nition are essentially basic types of tasks, tion, memory, or cognitive control. This ap-
which had to be modified in order to be proach would thus not make the attempt
reasonably applicable in EEG or fMRI me- to study creativity as a unitary construct,
asurements. In this particular context it can but to study relevant aspects of it, thereby
be argued that the employed tasks are too trying to promote neurocognitive theories
simple in order to be generalizable to “real- of creativity.
life” creative achievements. The difficulty
of operationalizing creativity in neuroscien- Perhaps the most important benefit of the
tific studies of creative cognition is additio- summarized research on creative cogni-
nally complicated by the fact that partici- tion is that it may also entail some rele-
pants (unlike to their natural environment) vant practical implications. The work pre-
are required to be creative while they are sented in this chapter does not only reveal
mounted with an electrode cap sitting in a some valuable brain correlates underlying
shielded EEG cabin or lying supine in the creative cognition, it moreover suggests
fMRI scanner. Thus, future neuroscientific that at least some facets of creative cog-
research on creativity may not only be cha- nition can be trained or stimulated effec-
llenged by the investigation of brain acti- tively und that the effects of such inter-
vity in tasks with valid psychometric pro- ventions are also observable at the level
perties (Arden et al., 2010), but also in of the brain. This could be viewed as a
more complex, ecologically valid “real-life” highly promising objective in the field of
creativity tasks. Promising examples for this cognition inasmuch as relevant research
exciting new research line are, just to illus- does not only focus on describing the
trate the possible range of thinkable future status quo of an individual in a particular
directions, the studies of Berkowitz and variable of interest (such as intelligence or
Ansari (2010), Bhattacharya and Petsche creativity) but also adopts a dynamic view
(2005) or Kowatari et al., (2009), who ex- of cognition that incorporates the crucial
tended neuroscientific research to the do- importance of learning or training in the
main of artistic creativity including the course of expertise acquisition in a parti-
study of brain activity during musical im- cular cognitive domain. Meanwhile, neu-
provisation, visual art or designing new roscientific studies have accumulated a
Creatividad y neurociencia cognitiva
54
large body of empirical evidence substan- Ashby FG, Isen AM, Turken AU. A neuropsy-
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The dual relation between art
and the brain
Dr. Ivar Hagendoorn
Implicit and explicit rules trees and poles sprouting from the sub-
ject’s head and you should move in close
In his Lectures on Aesthetics Wittgenstein
and fill the frame with the subject, thus
remarks that art and aesthetic judgement,
eliminating any background distractions.
like language, are governed by implicit
The compositional guidelines that you can
and explicit rules. He gives the example of
find in photography manuals and that
a tailor, who “learns how long a coat is
you learn about in a photography course
to be, how wide the sleeves must be, etc.
are all explicit rules that you may choose
He learns rules –he is drilled– as in music
to apply when making a photo.
you are drilled in harmony and counter-
point” (Wittgenstein, 1966: 5)1. The cus- Some of these explicit rules aim to ove-
tomer who judges the coat when it is fi- rride a natural tendency, that is, an implicit
nished is also guided by rules in his or her rule, which people automatically adopt
aesthetic judgement. When trying on a when taking a photo. Many people tend
new coat he or she might comment that to place the subject in the middle of the
the sleeves are of unequal length or that frame, which can make a picture static
the buttons are positioned unevenly. and less interesting. Photography manuals
therefore recommend the rule of thirds, a
Wittgenstein’s example may seem a bit
centuries old rule of thumb, which states
stale, but if you were to browse your
that you should imagine breaking up the
photo album you might notice various
picture area into three parts, both horizon-
patterns in the photos you take. You
tally and vertically, and position the main
might notice that you always keep the
subject along the lines or at the intersec-
horizon straight or that, when taking a
tions. Today, most digital cameras come
portrait, you always make sure never to
with a tic-tac-toe grid in the viewfinder or
cut off part of the person’s head. And so,
on the LCD display, making it even easier
without knowing it, your photos are
to compose pictures using the rule of
guided by various implicit rules. Some of
thirds, as long as you know what that grid
these rules you may have learnt when you
is for, of course.
got your first camera and showed off your
photos to your parents. They may have Contrary to Wittgenstein, who was ada-
taught you to hold the camera straight mant that “aesthetic questions have not-
and to keep it still while you take a photo hing to do with psychological experi-
as they were once taught themselves. ments” (Wittgenstein, 1966: 17), I believe
that some of the rules people use when
In the early days of mass photography
exercising aesthetic judgement, whether
consumer cameras used to come with a
consciously or unconsciously and whether
manual explaining how to make a good
photo. When making a portrait you in making or appreciating art, have their
should check the surrounding area for roots in human psychology. There is a re-
ason that a cluttered background tends
to be distracting while a plain background
1
It is should be pointed out that these lectures come emphasizes the subject. There is a reason
to us in the form of notes taken by some of the
students who attended the lectures at Cambridge
that balance and unity are pleasing to the
University in the summer of 1938. eye and that natural lines can strengthen
The dual relation between art and the brain
61
the composition. As a matter of fact, For a long time the thesis put forth by Lévi-
Wittgenstein admits so much when he re- Strauss remained a theoretical possibility,
marks that, “if you haven’t learnt but in recent years significant advances
Harmony and haven’t a good ear, you have been made in our understanding of
may nevertheless detect any disharmony human brain function and so we are now
in a sequence of chords” (idem: 5). In his in a position to examine how properties of
lectures he did not, however, expand the brain translate into the implicit rules
upon this observation, which today is one that govern cultural production.
of the principal research paradigms in the
Accordingly, in principle all of cognitive
cognitive neuroscience of music (e.g.
neuroscience is relevant to aesthetics
Koelsch and Siebel, 2005).
(Hagendoorn, 2011, 2012). In fact, I
The French anthropologist Claude Lévi- would go so far as to claim that neuroi-
Strauss was one of the first to claim that maging studies that seek to establish the
social institutions and cultural artefacts neural correlates of aesthetic judgement
are a concrete manifestation of the in- are the least relevant, as they offer little,
trinsic capacities of the human mind and if any, insight into the structure of art.
their substrate in the brain. They make Neuroimaging studies won’t tell us anyt-
that only some and not all possible struc- hing about the compositional principles
tures emerge. Throughout his work one that define a fugue. To this end one
can find assertions to this effect. As he would have to study the music, not the
writes in Structural Anthropology: listener’s response to it.
“Even if social phenomena must be An example of how one might relate a fun-
provisionally isolated and treated as if damental aspect of the nervous system to
they belonged to a specific level, we artistic creation is the aforementioned ten-
know very well that –de facto and dency to centre a subject in one’s field of
even de jure– the emergence of cul- view. The fovea is the part of the retina with
ture remains a mystery to man. It will the highest acuity. When looking at an
so remain as long as he does not suc- image the eyes will move across the image
ceed in determining, on the biological to bring the fovea to bear on regions of in-
level, the modifications in the struc- terest. Looking ahead is the most comfor-
ture and functioning of the brain, of table position for the head to be in. It is also
which culture was at once the natural the best starting position for shifting one’s
result and the social mode of appre- gaze since the average distance to either
hension. At the same time, culture side is the smallest. And so, when looking
created the intersubjective milieu in- at something people tend to position them-
dispensable for the occurrence of selves such that the object is in the middle
transformations, both anatomical and of their field of view. In a museum people
physiological, but which can be will stop in front of a painting, not two or
neither defined nor studied with sole three and a half meters to the left or the
reference to the individual” right and if it is crowded they will wait until
(Lévi-Strauss, 1983: 14). they can shuffle right in front of the pain-
Creatividad y neurociencia cognitiva
62
ting. In a theatre the seats in the middle background of a circular metal structure.
tend to offer the best sight lines. The circular structure frames his head,
Just as people will hold an object in front which is also almost in the middle of the
of their eyes in order to examine it, they photo. Another photo by Anton Corbijn
will frame the object so that it is in the shows the German singer/songwriter
centre of the frame when taking a photo- Herbert Grönemeyer against the back-
graph of it. When addressing an audience ground of a landscape, his head at the
most speakers will implicitly assume the au- crossing of two roads. Of course, each of
dience’s perspective and take centre stage these photos can also be read at a metap-
(unless they are giving a PowerPoint pre- horical level. The composition of both
sentation and don’t want to block the view photos is simple, but it works and it works
of the screen, which is usually and not because it emphasizes a natural tendency
coincidentally positioned on the middle of of the perceptual system.
the wall). It is therefore no accident that in
a theatre much of the action on stage Conclusion
takes place around the centre. I don’t believe there is anything contro-
Since people automatically move their versial about the claim that a work of art,
eyes to a region of interest the present ac- or indeed any object or event, can pro-
count also explains why placing the sub- duce a variety of effects. Music, when
ject off-centre makes an image interes- played too loud, may cause hearing da-
ting. It invites the viewer to scan the mage and as a form of physical exercise
image for the main subject. A photo by dancing has various health benefits. The
Dutch photographer Anton Corbijn enti- effects that I am interested in are related
tled Nicolas Cage, Santa Monica (1990) to the object’s aesthetic properties and to
shows the backs of two middle-aged the aesthetic experience that results from
men, one of whom is squatting and the observing the object. If we were to put
wooden columns of a pier. Somewhere to this into a diagram it would look like this:
the right one can detect Nicolas Cage. His X à Y, with X the work of art and Y the
figure only occupies about 5% of the effects it produces. Since we are inte-
photo surface. The viewer who reads the rested in the effects that occur when X is
title will scan the photo to look for Nicolas observed we need to add an intermediate
Cage and thus spend much more time stage between X and Y to represent the
with the photo than he would if it were fact that the transformation from cause
just a portrait. to effect is mediated: X à ¢ àY. In this
Many photography manuals will tell you diagram the black box stands for the
that placing the subject in the middle of mind and brain.
the frame will make the photo look ordi- There are now two arrows in our schema,
nary. However, by emphasizing the centre two arrows that connect the artwork and
it becomes a vortex that attracts the gaze the effects it produces. This raises an im-
of the viewer. Another photo by Anton portant question. If we take Y as the effect,
Corbijn shows Nicolas Cage against the within the language of cause and effect,
The dual relation between art and the brain
63
are we to take X as the cause and the pro- creation of a work of art using the same
cesses in the black box as the function that formula as before: Z à ¢ à X.
transforms the causes into an effect or are If we combine the two diagrams the chain
these processes the cause that the X pro- from raw material to aesthetic experience
duces the effect it does? This question looks like this: Z à ¢ à X à ¢ à Y. As
goes to the heart of neuroaesthetics. you can see the mind/brain occurs twice in
We commonly attribute the reason why this schema: as the mediation between the
we like or dislike something to the ob- raw material and the work of art and as the
ject and not to a brain process. We mediation between the work of art and the
enjoy a piece of chocolate because of its aesthetic experience of the observer.
flavour, not because of something hap- Artists are, of course, observers of their own
pening in our brain. However, occasio- work. An artist will continue adjusting a
nally you may not be in the mood for work until it has the properties he or she
Tom Waits or György Ligeti and instead wants it to have and until it produces the
prefer something undemanding and so- effects he or she wants it to produce. An
othing. In fact, you may not be in the author will reread his novel and delete a
mood for any music or indeed anything passage here and rewrite a passage there
at all and just wish to go to bed early. until it says what he wants to say. A painter
You may have a headache; you may be will step back from his painting and add a
slightly irritable because of a cold or be- touch of yellow here and a swirl of black
cause a project did not go as planned. there until it pleases him. A dancer and a
You may also be tired after a long day violin player will continue rehearsing until
at the office and fail to understand the they are confident that whatever they are
complex visual metaphors in the theatre performing is right. This process of adjust-
performance you attend at night. All of ment is set against the backdrop of the
this can be traced back to the workings brain processes involved in perception, at-
of the brain. So in this sense the black tention, emotion and cognition. What I am
box that mediates X and Y does bias the therefore proposing is that there is an equi-
outcome regardless of the input. valence relation, or rather a feedback pro-
A work of art is itself a product of the raw cess, between the aesthetic properties an
material that serves as input. An artist artist seeks to realize in his or her work and
might build an installation out of drift- the resulting aesthetic experience.
wood, scrap metal and rubber tyres. A In my research I try to explicate the pro-
conceptual artist might denote an cesses in the black box and to explain
everyday object a readymade. A com- how these processes feed back into the
poser will choose whether to create a structure of a work of art (Hagendoorn,
string quartet, a piano solo or a symp- 2011, 2012). This still leaves a lot to be
hony and so on. If we were to represent explained. But perhaps what cannot be
this in a diagram it would look something explained and what resists explanation is
like this: Z à X. In fact, since art is a pro- what makes a work of art into a great
duct of the mind, we could represent the work of art.
Creatividad y neurociencia cognitiva
64
Ilusión de la Efecto neón Extensión todos los elementos necesarios para ex-
acuarela del color plicar cómo el cerebro reconstruye una
imagen interna del mundo que nos rodea,
en definitiva, cómo ve.
primeros artistas, aquellos que pintaron es- nancia, la cantidad de luz que emiten los
cenas de caza y cuerpos de animales en objetos, cambia localmente de forma sú-
las paredes de cuevas como las de bita. Esto se produce fundamentalmente
Altamira, ya se dieron cuenta de que basta en los contornos, o bordes, de los objetos.
con dibujar los “bordes” de un objeto Así, en un primer paso, podemos decir
para generar una percepción muy vívida que la retina transforma toda imagen en
de él. Esto es posible porque la estructura
un dibujo de líneas simples (figura 2).
centro-periferia antagónica de los campos
receptores de las células de la retina les A lo largo de los siglos, los artistas han des-
permite detectar fundamentalmente las cubierto también que estos dibujos o bo-
zonas de una imagen en las que la lumi- cetos básicos pueden ser, y de hecho suelen
Figura 2. Los campos receptores centro-periferia de la retina transforman toda imagen, como la de la izquierda,
en un dibujo de contornos, como el de la derecha. (Foto original de LMM).
ser, más poderosos perceptualmente que más redundantes y, por lo tanto, menos in-
una reproducción fiel de la imagen original. formativas.
Pero, ¿por qué?, ¿por qué una imagen que
Nosotros hemos plan-
proporciona menos información visual
teado una explicación
puede ser más sugerente que otra más rica
alternativa, aunque no
en detalle? Patrick Cavanagh, Vilayanur
mutuamente exclu-
Ramachandran y otros autores sugieren
yente, por lo que
que esto es así porque los recursos cere- ambas podrían fácil-
brales son limitados y, por lo tanto, no po- mente coexistir. Como
demos prestar atención a todos los detalles expuse más arriba, lo
visuales disponibles en una imagen com- Figura 3. Dibujo del que hacemos habi-
pleja. Un dibujo como el de la figura 3 hace contorno de una
mujer. (LMM inspi-
tualmente al ver, al ex-
que toda la atención se dirija a las partes rado en el dibujo plorar una imagen, es
más relevantes de la imagen sin tener que Femme de Pablo procesar sólo una
Picasso. http://www.
competir con el procesamiento de otras globalgaller y.com/ fracción muy pequeña
zonas menos sugerentes o, simplemente, enlarge/43265/). de toda la informa-
Las bases neurobiológicas de la percepción artística
69
1) 2) 3)
4) 5)
Figura 4. Dibujo de contornos, serie. (LMM, el número 5 está inspirado en el dibujo Femme de Pablo Picasso.
http://www.globalgallery.com/enlarge/43265/).
flejan una gran cantidad de fotones, como Impresión, amanecer, que daría nombre al
el color amarillo, al lado de otros de baja lu- movimiento impresionista (figura 5).
minancia, como el azul, se generan zonas
En este cuadro, el sol es muy brillante y pa-
de alto contraste que transmiten la sensa-
rece centellear de una forma muy peculiar
ción de que las zonas de baja luminancia se
en el cielo del amanecer. En el mundo real,
encuentran más lejos en la escena visual. En
el sol es mucho más brillante que el cielo
ese mismo libro, la doctora Livingstone nos
explica cómo los artistas también han des- que lo rodea, es decir, tiene una luminancia
cubierto que pueden tratar color y lumi- mucho mayor. En la obra de Monet, el sol,
nancia de forma independiente en sus a pesar de ser de un color distinto al del
lienzos. Es posible, por lo tanto, plasmar en cielo, desprende la misma cantidad de luz,
un cuadro una escena en la que exista con- por lo tanto es equiluminante y no se ve si
traste entre los distintos colores, pero no di- se transforma el cuadro en una escala de
ferencias en luminancia. Eso es exacta- grises, como ha demostrado reciente-
mente lo que hizo Monet en su cuadro mente la doctora Livingstone (figura 5).
Figura 5. Impresión, amanecer. Obra de Claude Monet. A la derecha aparece la versión del cuadro en escala
de grises. (Modificado de Livingstone. Vision and Art: the biology of seeing. New York, New York: Harry N.
Abrams, 2002).
La parte más moderna en términos evo- Por lo tanto, el procesamiento visual en las
lutivos, que compartimos tan sólo con los dos vías es muy diferente. Y muchos ar-
otros primates, tiene su origen en las neu- tistas, sobre todo a partir del siglo XIX, lo
ronas ganglionares parvocelulares de la han explotado de forma muy espectacular
retina y discurre a lo largo de la zona ven- en su obra. Los impresionistas, por
tral del cerebro en los lóbulos occipital y ejemplo, se dieron cuenta de que no im-
temporal. Se le ha denominado la vía porta qué color se use para plasmar la di-
Qué, porque la actividad en esta zona es ferencia en luminancia que, como ya
la responsable de nuestro reconoci- hemos mencionado, transmite la informa-
miento consciente de los objetos que ción básica de una escena. Estos artistas
componen una escena visual. utilizaban en sus cuadros colores y cambios
La otra vía principal del sistema visual en luminancia completamente irreales para
tiene su origen en las células ganglio- generar sensaciones ilusorias de brillo, pro-
nares magnocelulares de la retina y con- fundidad, movimiento, etc. Volviendo al
tinúa dorsalmente en la corteza cerebral ejemplo del cuadro Impresión, amanecer,
a través de los lóbulos occipital y parietal. de Monet (figura 5), el sol es equilumi-
La profundidad, tres dimensiones, el mo- nante con el fondo; es decir, sólo lo “ve”
vimiento global y relativo de la escena y la vía ventral sensible al color. La vía dorsal,
también su organización son analizados responsable de la percepción de la locali-
en esta vía, denominada por muchos au- zación espacial de los objetos, no lo ve
tores la vía Dónde. Esta parte de nuestro (parte derecha de la figura 5) y, por lo
sistema visual es la más antigua, la com- tanto, nuestro sistema visual comete
partimos con todos los mamíferos y sólo errores al intentar establecer de forma pre-
es sensible a los cambios en luminancia; cisa su posición, y eso hace que parezca
sus componentes celulares son “ciegos” centellear en el cielo.
al color. La vía dorsal es, además, más rá- La doctora Margaret Livingstone pone en
pida, pero tiene una resolución espacial su libro otro ejemplo sobre el dominio que
más pobre; el detalle fino de una imagen alcanzaron los impresionistas del color y la
se analiza fundamentalmente en la vía luminancia. En sus series de cuadros sobre
ventral. La Grenouillere (figura 7), Monet y Renoir
Figura 7. La Grenouillere. Renoir, cuadro de la izquierda. Monet, cuadro de la derecha. (Imágenes tomadas de
http://www.metmuseum.org/toah/works-of-art/29.100.112 y http://0.tqn.com/d/arthistory/1/0/k/_/186583_02.jpg).
Creatividad y neurociencia cognitiva
72
La perspectiva
La intención de los impresionistas era
captar la esencia misma de la imagen y Tal vez la propiedad de una escena visual
descubrieron, además, que para lograrlo más difícil de transmitir en un lienzo es la
debían difuminar los bordes, las formas sensación de tres dimensiones. Cualquier
de los objetos, utilizando sus gruesas pin- amante del arte habrá notado que antes
celadas, para quedarse sólo con la infor- del Renacimiento (al menos en el arte oc-
mación de más baja frecuencia espacial, cidental) todos los cuadros parecen
de menor resolución. Si no lo hubieran planos, sin fondo. Esto es evidente en
Las bases neurobiológicas de la percepción artística
73
Figura 12. Ejemplos de la serie la catedral de Rouen pintados a distintas horas del día y en distintas condiciones
de iluminación. Obra de Claude Monet. [http://en.wikipedia.org/wiki/Rouen_Cathedral_(Monet)].
Figura 13. Muchacha con mandolina. Obra de Pablo Figura 14. Silla jardín de Luxemburgo. Obra de
Picasso. (http://www.moma.org/explore/collection/ Hockney. (http://art-documents.tumblr.com/post/
index). 259290655/david-hockney-chair).
Creatividad y neurociencia cognitiva
76
deberían activarse de forma más poderosa ciones de iluminación. En una de sus se-
ante la visión “picassiana” de una Mu- ries más famosas plasma los pajares que
chacha con mandolina (figura 13); o la más había detrás de su casa. Como la luz del
reciente, y más drástica, representación de día cambiaba más rápido de lo que él
múltiples perspectivas de forma simultánea podía pintar, trabajaba simultáneamente
en el collage La silla jardín de Luxemburgo, en varios lienzos hasta completar un total
de Hockney (figura 14). De nuevo, los ar- de 25 (figura 15). Su obsesión era tal que
tistas van décadas por delante de los cien- en una ocasión escribió: “Quiero lo inal-
tíficos y esta y otras predicciones que po- canzable. Otros artistas pintan un
demos extraer de sus obras están todavía puente, una casa, un barco, y eso es el
sin evaluar en experimentos en laboratorio. fin. Están acabados. Yo quiero pintar el
aire que rodea el puente, la casa, el
La estructura de la escena barco, la belleza del aire en el que estos
Velázquez era un maestro definiendo el objetos están inmersos, y eso es prácti-
espacio de una escena visual en sus cua- camente imposible.”
dros. Pocos como él han sabido utilizar Esta obsesión por capturar la estructura de
de forma tan eficaz la perspectiva aérea, la escena por representar lo intangible, el
que combina la perspectiva lineal con la aire, el espacio entre los objetos más que
perspectiva de color y la difuminación de los objetos en sí, no es exclusivo de
los bordes de los objetos con la distancia, Monet, ni de los impresionistas, ni siquiera
o perspectiva menguante, introducidas del arte occidental. En japonés existe in-
ambas por Da Vinci. Las Meninas es un cluso una palabra, kagay, para representar
claro ejemplo de este tipo de perspectiva, ese espacio, ese ente etéreo que da con-
que, sin embargo, no abandona los pos- sistencia a una escena visual. En el año
tulados más ortodoxos de ordenación es- 2002, Gert Van Tonder y sus colegas de la
pacial. La heterodoxia en la composición Universidad de Kyoto publicaron un artí-
comienza, nuevamente, con los trabajos culo en el que describían la estructura vi-
de los primeros impresionistas. Monet, sual de un jardín japonés que se encuentra
por ejemplo, quería capturar la influencia en el templo Ryoanji en Kyoto, y que fue
de la luz en nuestra percepción de una creado alrededor del siglo XV (figura 16).
escena. Solía pintar sistemáticamente los Este jardín, como muchos otros similares,
mismos objetos bajo diferentes condi- sorprende por su apariencia abstracta, y la
sistema visual del cerebro. Yo creo que la El mensaje de la obra de Pollock es que
clave que explica por qué los cuadros de para representar de verdad una escena vi-
Rothko, Pollock, Teixidor, y muchos otros, sual, su estructura, para cumplir por fin el
resultan tan poderosos visualmente es la viejo anhelo de Monet, se debe renunciar
misma que está presente en el jardín ja- a plasmar los objetos que se encuentran
ponés. El ejemplo de la obra de Pollock es en ella, de forma análoga a como los im-
muy ilustrativo. Muchos críticos consi- presionistas se deshicieron de los bordes
deran sus composiciones como marañas de alta frecuencia y disociaron la in-
de líneas entrelazadas, como una “mera fluencia del color y la luminancia. Pollock
explosión desorganizada de energía alea- se aprovecha de su conocimiento, implí-
toria” (figura 17). Sin embargo, nada más cito e intuitivo, de cómo el cerebro pro-
lejos de la realidad. Los cuadros de Pollock cesa en vías separadas los objetos y la es-
tienen una estructura fractal. Una estruc- tructura de la escena para capturar la
tura que es simétrica a distintas escalas es- esencia misma de esta última, su simetría.
paciales, como han mostrado reciente-
mente Taylor y colaboradores. Entonces, ¿qué es arte?
Comenzaba diciendo que ver no consiste
simplemente en transmitir imágenes. Que
ver se parece más a un proceso de resolu-
ción de problemas; y que nuestro cerebro
ha evolucionado para utilizar una serie de
estrategias que le permiten entender la rea-
lidad. Los artistas en general, y los pintores
en particular, tras años de ensayo y error,
han descubierto de forma intuitiva esas es-
trategias, esa lógica interna del cerebro, y
las utilizan para potenciar el impacto visual
generado por su obra. Por ejemplo, como
explica Ramachandran en su libro A brief
tour of human consciousness, cuando un
artista pinta el retrato de una persona trata
de capturar lo que en su rostro es único y
lo diferencia de otra gente; lo exagera en
el cuadro y produce una imagen que puede
llegar a transmitir la percepción de esa per-
sona de forma mucho más poderosa que
el propio original. Es el principio de la cari-
catura (figura 18).
Ramachandran llama a este fenómeno
peak shift o efecto pico, y cree que es un
Figura 17. Número 5. Obra de Jackson Pollock.
componente universal del arte, que está
[http://en.wikipedia.org/wiki/Number_5_(painting)]. presente en todas las épocas y culturas.
Las bases neurobiológicas de la percepción artística
79
cinado durante milenios. ¿Podemos en- Una forma de conseguirlo podría ser aso-
contrar un significado biológico al arte, ciar al acto último de reconocimiento vi-
más allá de sus implicaciones simbólicas? sual con una recompensa en forma de
¿Puede cualquier imagen llegar a consi- placer. En las últimas décadas hemos des-
derarse arte? ¿Por qué el arte nos pro- cubierto que el cerebro está, de hecho,
duce placer? ¿Sentimos realmente una perfectamente diseñado para ello. La sen-
necesidad física de producir arte?, ¿de ver sación de placer depende de la actividad
arte? ver es en el fondo una actividad in- de unos mensajeros químicos, unos neu-
telectual compleja y, como tal, tiene un rotransmisores denominados genérica-
fin. Ver, nuestra visión consciente de una mente endorfinas, que son análogos de
escena, culmina cuando la información los derivados del opio, como la morfina,
que extrae nuestro sistema visual llega a cuyo principio activo se extrae de las ama-
las zonas de asociación de la corteza tem- polas. Si representamos en un esquema
poral y genera vínculos íntimos y precisos del cerebro dónde se localiza un tipo muy
con la información que está almacenada particular de receptores específicos para
en nuestra memoria. Al depender nuestra estos neurotransmisores, los receptores
comprensión visual del mundo de nuestra mu, veremos que se distribuyen en un
capacidad de generar asociaciones, ver se gradiente que incrementa su densidad a
convierte en un proceso altamente crea- lo largo de la vía visual ventral, que es la
tivo, muy costoso, y que, por lo tanto, ha responsable del reconocimiento de un ob-
de primar sobre otros procesos cerebrales. jeto o una escena (figura 20).
Figura 20. Representación de las distintas áreas de la vía visual ventral. Los puntos representan la densidad de
receptores mu-opioides. Adaptado de Biederman y Vessel. (Biederman I & Vessel. Perceptual pleasure and the
brain. American Scientist 2006; 94:248-55).
Las bases neurobiológicas de la percepción artística
81
Esta distribución es muy difusa en las tido del funcionamiento de nuestro sis-
áreas visuales primarias, donde se rea- tema visual. Si los movimientos más re-
liza un análisis primitivo y local de la es- levantes en la historia de la pintura,
cena en función de la orientación, tex- como el impresionismo, el cubismo o la
tura y color de los contornos de los abstracción, todos se basan en alguna
objetos. Las áreas intermedias de la vía propiedad funcional de nuestro sistema
que integran información local para re- visual, en alguna de las estrategias que
construir objetos individuales tienen un este utiliza para comprender el mundo,
mayor número de receptores. Pero sólo ¿sería entonces posible predecir la pró-
se alcanza su pico máximo de densidad xima tendencia?, ¿estará esta tendencia
al final de la vía, en las zonas asociativas basada en otra propiedad del sistema vi-
de la corteza temporal, donde esta in- sual todavía por descubrir?, ¿estará ba-
formación visual sobre los objetos pre- sada en una propiedad ya descubierta
sentes en la escena se relaciona con por los científicos pero todavía no explo-
nuestra memoria. El arte, al utilizar es- tada plenamente por los artistas? Es di-
trategias como las mencionadas ante- fícil predecir lo que nos depara el futuro
riormente, maximiza la eficacia del pro- en cuestión de tendencias artísticas. Yo,
ceso de generación de asociaciones en por si acaso, seguiré su evolución con la
la corteza temporal. Y lo hace porque máxima atención.
presenta sólo la información relevante
de una escena, desprendiéndose de la
superflua. Por ello, si ver produce placer,
Bibliografía recomendada
Biederman I, Vessel. Perceptual pleasure and the
ver arte maximiza ese placer. Stendhal
brain. American Scientist 2006; 94:248-55.
lo experimentó en primera persona. En
Cavanagh P. The artist as neuroscientist.
su viaje a Florencia, y tras visitar la ga-
Nature 2005; 434:301-7.
lería de los Uffizi, que alberga una de las
Livingstone MS. Vision and Art: The Biology of
más importantes colecciones de arte del
Seeing. New York, New York: Harry N.
mundo, sufrió una fuerte conmoción, Abrams, 2002.
con incremento de la frecuencia car-
Pinna B. The neon color spreading and the
diaca, mareos y alucinaciones. Muchos watercolor illusion: phenomenal links and
de estos síntomas son comunes a una neural mechanisms. In Minati G. and Pessa
sobredosis de opiáceos. Son los sín- E. (Eds.), Variety of complex systems beha-
tomas que sufren cientos de visitantes viors, Proceedings of the third national
de los Uffizi. Es el síndrome de Stendhal, Conference on systems science. New York:
Kluwer Academic/Plenum Publishers, 2005;
descrito a finales del siglo pasado por la 235-54.
psiquiatra florentina Graziella Magherini
Ramachandran VS. A Brief Tour of Human
y que afecta también a personas que Consciousness: From Impostor Poodles to
observan paisajes naturales de una be- Purple Numbers. New York: Pi Press, 2004.
lleza abrumadora. Taylor RP, Micolich AP, Jonas D. Fractal analysis
of Pollock’s drip paintings. Nature 1999;
Arte, arte visual al menos, es, desde un 399:422. Van Tonder GJ, Lyons MJ, Ejima Y.
punto de vista puramente biológico, (2002) Visual structure of a Japanese Zen
todo aquello que saque el máximo par- garden. Nature 2002; 419:359-60.
Bases biológicas de la creatividad.
El enfoque desde la neuroestética
Dr. Marcos Nadal Roberts y D. Albert Flexas Oliver
nuevas cosas. Además, los poetas no se No fue hasta el Renacimiento, con las exi-
veían sujetos al mismo tipo de normas es- gencias de algunos pintores y escultores
trictas que restringían la actividad de los en favor de la independencia, la libertad
pintores y de escultores. Sin embargo, a y la creatividad, que se inició una trans-
diferencia de lo que se suele considerar formación de esta perspectiva, aunque
en la actualidad, los griegos no concebían harto lenta. De sus escritos podemos ver
la poesía como un arte1. lo mucho que les costó incluso encontrar
un término adecuado para su nueva ac-
En la Roma antigua se modificó este es- titud (Tatarkiewicz, 1971), pues algunos
quema de la Grecia clásica en dos sen- hablaban de invención, otros de con-
tidos importantes. En primer lugar, se formar la obra a las ideas de los artistas,
otorgó a los pintores, además de a los po- de expresar su visión o de configurar un
etas, el privilegio de libertad de elección, mundo nuevo. Ya en el siglo XVII, los pen-
además de la inspiración y la imaginación. sadores se atreverían a volver a afirmar
En segundo lugar, el latín introdujo un que la poesía, que no el resto de las artes,
verbo para referirse a la acción de crea- implica la creación de algo nuevo, en el
ción (creatio, del que deriva nuestra pa- mismo sentido en que Dios creó el uni-
labra creatividad), al mismo tiempo que verso a partir de la nada, pero se trataba
se mantenía la palabra para hacer o fa- de una opinión muy poco extendida y re-
bricar (facere), aunque el significado de cibida con gran resistencia (Tatarkiewicz,
1980). En la época se creía que la mente
ambas palabras era en gran medida equi-
humana era inherentemente incapaz de
valente. Sin embargo, en la transición del
la creación verdadera, que estaba limitada
Imperio Romano a la Alta Edad Media, la
por sus propios mecanismos funcionales
palabra creatio empezó a usarse exclusi-
y que, como mucho, sólo podía combinar
vamente para hacer referencia a la acción elementos tomados de la naturaleza. Es
de Dios de crear de la nada, diferencián- más, los académicos franceses estaban to-
dose fundamentalmente de facere, y de- davía sujetos a una estricta reglamenta-
jándose de aplicar a las acciones hu- ción, lo que era incompatible con la no-
manas. Esta distinción, basada en el ción de la falta de límites que parece
pensamiento teológico, significó la per- intrínseca a nuestra noción de creatividad.
petuación de la idea de que el arte no era De forma muy elocuente, Tatarkiewicz
una actividad creativa. Incluso se llegó a (1980) escribió que durante el siglo XIX las
considerar que la poesía también consistía artes se vengaron de la resistencia ofre-
en hacer o producir artefactos que obe- cida por los pensadores durante los siglos
decen a una serie de normas y reglas. anteriores. Por fin, la creatividad se asoció
con las artes, y la influencia de los artistas
estaba ahora ligada a su creatividad.
1
No fue hasta el siglo XVIII que los pensadores em- Creador se convirtió en sinónimo de
pezaron a considerar que la poesía formaba, junto pintor, escultor, compositor, cineasta, co-
con la escultura, la arquitectura, la danza y la pin-
tura, parte del concepto de las artes que hemos he- reógrafo, poeta, etc., y lo ha sido desde
redado hoy en día (Tatarkiewicz, 1963). entonces. El hecho de que a lo largo del
Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética
85
siglo XX muchos autores sintieran que ha- Dissanayake (1988, 1992, 2000) argu-
blar de creatividad en la naturaleza, la menta que lo que tienen en común estas
ciencia y otras actividades humanas su- producciones es la intención de hacer de
ponía aplicar un concepto inherente- un objeto o un evento algo especial, a
mente artístico a otros dominios, de- través de un proceso que denomina “ar-
muestra la fortaleza de la unión entre tificación”. Todos los seres humanos te-
creatividad y arte que se fraguó. Sin em- nemos la capacidad para transformar ob-
bargo, como hemos resumido en los pá- jetos o eventos cotidianos en algo
rrafos anteriores, la relación entre el arte especial, como cuando nos arreglamos
y la creatividad no es necesaria. Todo lo para acudir a una cita (haciendo que
contrario, ha sido una relación tan difícil nuestra apariencia sea especial), como
de forjar, como señala Tatarkiewicz cuando ponemos la mesa con la vajilla y
(1980), que se han tardado siglos en con- cuberterías buenas (nos esforzamos por
seguirlo. crear una situación especial), etc.
Aceptar esta visión del arte, admitiendo
Vinculando estética, arte y
que está al alcance del más común de los
creatividad, en sus sentidos
mortales, supone romper con la visión más
más amplios
extendida en nuestra cultura. Nuestras
Pero entonces, si la relación entre arte y concepciones occidentales de arte y esté-
estética, por un lado, y creatividad, por tica son herederas de los escritos de los fi-
otro, es tan frágil y reciente, ¿tiene sen- lósofos europeos del siglo XVIII. Fue en ese
tido tratar de aproximarse a las bases bio- momento en el que la separación entre la
lógicas de la creatividad desde el estudio artesanía y el arte, que había ido hacién-
de la estética? Creemos que hay tres mo- dose cada vez más patente desde el
tivos que efectivamente permiten esta- Renacimiento, terminó de forjarse por
blecer una fértil relación entre la investi- completo. Se sentaron las bases de la idea,
gación acerca de las bases biológicas de todavía hoy muy extendida, de que las
la creatividad y la investigación acerca de obras de arte han constituido siempre ob-
las bases biológicas del arte y la estética, jetos autónomos, libres de todo propósito
disciplina que se ha convenido en llamar funcional y contexto, y que fueron conce-
neuroestética (Zeki, 1999). bidas sólo para el deleite de quien los per-
En primer lugar, en un sentido amplio, cibiera. Esta separación del arte de otras
todos los seres humanos son artistas. El esferas de la experiencia humana es una
estudio antropológico del arte en dis- concepción fundamentalmente occidental
tintas sociedades del mundo revela que y poco frecuente en otras culturas del
no hay grupo humano alguno que no mundo, y vino acompañada de la libera-
produzca alguna forma de arte (Silver, ción por parte del ámbito estético de cual-
1979). Es más, a pesar de que esas ma- quier relación con utilidad o placer coti-
nifestaciones puedan variar enorme- diano (Carroll, 2008). Mientras que el arte
mente en cuanto a su apariencia, signi- tradicionalmente había despertado los in-
ficado y su relación con otros aspectos tereses sociales, morales, religiosos o re-
culturales (Anderson, 1989, 2004), Ellen creativos, a partir del siglo XVIII el mundo
Creatividad y neurociencia cognitiva
86
occidental considera que la respuesta ade- experiencia se observan en las culturas hu-
cuada al arte es la contemplación desinte- manas. Sin embargo, para ser aplicable a
resada: “el cambio del ‘gusto’ a la ‘esté- otras culturas, la noción de estética no
tica’ se produjo en parte como resultado debe entenderse como el estudio de la per-
de otorgar un carácter más intelectual a cepción de la belleza de un objeto mate-
los placeres de los sentidos más ‘elevados’ rial (Van Damme, 1996). Debemos poder
de la vista y el oído para distanciarlos más dar cuenta de experiencias visuales y audi-
de los placeres sensuales ordinarios” tivas, así como de experiencias olfativas,
(Shiner, 2001:141). gustativas, táctiles, cinestésicas, y múltiples
La noción de una experiencia estética de- y dinámicas combinaciones de ellas.
sinteresada se ideó para encajar con Debemos poder dar cuenta de experien-
ciertos paradigmas sociales y filosóficos cias perceptivas que no están relacionadas
que emergían en ese momento, no como con la belleza, como aquellas que emergen
un medio para el estudio de cierto tipo de del encuentro de los seres humanos con lo
experiencia que es inherente a la natura- feo, lo cómico, lo religioso, el simbolismo,
leza humana. Sin embargo, especial- los signos de identidad, etc. (Van Damme,
mente entre los académicos, se considera 1996). Y deberíamos poder dar cuenta de
con frecuencia que la experiencia estética los concomitantes fisiológicos de experien-
surge de la contemplación desinteresada cias en las que las personas muestran gran
de un objeto en sí y para sí. Esta perspec- interés, como gustar o disgustar, querer y
tiva sigue siendo influyente por el papel rechazar, así como las respuestas afectivas
que juega en la comprensión y perpetua- y emocionales que las acompañan.
ción de la concepción y clasificación mo-
derna de las artes (Carroll, 2008). En este sentido más amplio, pues, todos
somos artistas, porque todos pintamos,
Sin embargo, a menudo, el arte no occi-
escribimos, cantamos, nos ocupamos de
dental se lleva a cabo y se disfruta como
decorar nuestra casa u oficina, o como
un constituyente intrínseco de rituales, ce-
mínimo nos ocupamos de elegir una
remonias, celebraciones y otros eventos, y
imagen para nosotros mismos que co-
las experiencias relacionadas cumplen va-
munique a los demás nuestra identidad.
rias funciones por las que la gente siente
gran interés: económicas, sociales, políticas La actividad Artística, con A mayúscula,
o simbólicas. De esta manera, en las cul- emergió en un determinado momento
turas no occidentales, el arte y la estética histórico en una determinada cultura. Se
permean un abanico más amplio de acti- trata de una variante cultural más, no de
vidades y objetos que en nuestra propia la norma, aunque sea la que nos resulta
cultura, y están relacionadas con la comu- más cercana a nosotros. Puede que no
nicación de la identidad y de significados seamos Artistas con A mayúscula, pero
espirituales, éticos y filosóficos (Anderson, somos artistas, con a minúscula. Y es
1989). Si aspiramos a comprender un tipo este tipo de actividad artística, con a mi-
de experiencia que nos viene dada por núscula, la que forma parte de nuestra
nuestra naturaleza humana, deberíamos constitución biológica. Y es este tipo de
tratar de explicar las variedades que de tal arte el que está relacionado íntimamente
Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética
87
cimientos del Paleolítico Superior europeo 300.000 años. Además, el hallazgo de las
demuestran la existencia de un cambio piezas de ornamento personal procedentes
sustancial en la cognición humana y sus de la cueva de Blombos (Sudáfrica), con
sustratos neuronales (Klein, 1995; Mellars, 75.000 años, confirma la existencia de una
1991), pues conforman un registro arqueo- mente creativa, artística y, por supuesto,
lógico extremadamente rico comparándolo simbólica, mucho antes de la ocupación
con los pobres restos del Paleolítico Medio. del sur de Europa por parte de los seres hu-
Parece que, a partir de una tecnología lí- manos de aspecto moderno.
tica más simple y menos variada, una
En todo caso, lo importante es que los
menor eficacia en la explotación de re-
proponentes de ambos modelos están
cursos y una total ausencia de comporta-
completamente de acuerdo en que el
miento simbólico, de repente se da una ex-
origen de los comportamientos que po-
plosión de creatividad.
dríamos llamar artísticos o estéticos no se
La “hipótesis gradualista”, por el contrario, produjo de manera aislada o indepen-
defiende la idea de que los comporta- diente. Las primeras manifestaciones ar-
mientos que se suelen tomar como indica- tísticas, como el uso del ocre, la realiza-
ción de cognición humana moderna apa-
ción de grabados o la elaboración de
recieron en distintos lugares y diferentes
collares con conchas, fueron apareciendo
momentos (Henshilwood y Marean, 2003;
a la par que otros comportamientos que
McBrearty y Brooks, 2000). Esta perspec-
definen, de acuerdo con la inmensa ma-
tiva se basa en evidencias que sugieren que
yoría de los arqueólogos y paleoantropó-
los ricos restos del Paleolítico Superior eu-
logos, la modernidad cognitiva de nuestra
ropeo son el resultado de una acumulación
especie. Estos comportamientos incluyen,
gradual y continua de comportamientos
entre otros: i) enterramientos intencio-
novedosos que se iba produciendo en
nales, acompañados de ofrendas, útiles
otros lugares y durante un largo periodo
de piedra, asta y marfil, y de objetos de-
de tiempo. A medida que progresa el tra-
bajo en los yacimientos africanos se hace corativos, como flores y pigmentos; ii) el
más claro que comportamientos creativos desarrollo de nuevas y más sofisticadas
(como los grabados) y estéticos (como el técnicas líticas a las que, además, se
uso del ocre) aparecieron mucho antes de añade la decoración de herramientas; iii)
lo que postula la “hipótesis de la revolu- la elaboración de puntas de flecha y otros
ción”. Por ejemplo, en algunos yacimientos instrumentos a partir de la talla del hueso
africanos, cuya edad se ha estimado en o del marfil; iv) la aparición de nuevas
100.000 años, se han hallado conchas, formas de procurar alimentos, como la
cáscaras de huevo y huesos perforados pesca; v) la aparición de complejas rela-
cuya única función parece que fuera orna- ciones de intercambio a larga distancia
mental. En yacimientos incluso más anti- entre grupos de humanos. Y si algo ca-
guos, de unos 130.000 años, se han recu- racteriza a este conjunto de comporta-
perado piedras decorativas, mientras que mientos es, sin duda, que se trata de ma-
el uso del ocre se ha documentado en va- nifestaciones de esa creatividad cotidiana
rios yacimientos que cubren los últimos de la que hablamos, que tiene que ver
Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética
89
con la manera en la que abordamos nues- propuesta razonada acerca de los meca-
tras actividades habituales. nismos neuronales que sustentan los fe-
La capacidad para producir y apreciar el nómenos estéticos.
arte, por tanto, forma parte de una colec-
Orígenes filosóficos
ción de comportamientos creativos que
permitieron a nuestra especie superar sus Nos podemos remontar hasta el siglo XVIII
problemas de supervivencia de forma no- para encontrar las primeras hipótesis
vedosa y progresivamente cada vez más acerca de la fisiología de las experiencias
eficaz. Por otra parte, esta capacidad ar- estéticas relacionadas con la belleza y lo
tística, con a minúscula, se hace patente sublime. Burke (1757), por ejemplo, se
en muchos de estos comportamientos, basó en la visión cartesiana del cuerpo hu-
como cuando se decora un enterra- mano como una máquina que suponía
miento, una herramienta o el propio que los espíritus animales actuaban a
cuerpo. Creatividad y arte, en sentido co- través de los nervios para producir movi-
tidiano, forman parte de nuestra biología, mientos y para conducir la información
y sus orígenes filogenéticos parecen estar sensorial desde los receptores hasta el ce-
estrechamente ligados. rebro. Burke (1757) propuso que el origen
de las experiencias estéticas, como las re-
lacionadas con lo bello o lo sublime, está
La neuroestética en los mismos mecanismos físicos que
Como ya hemos apuntado, el término dan lugar a las emociones no estéticas.
“neuroestética” se usó por primera vez Así, pensaba que percibimos objetos, pai-
en 1999 cuando Semir Zeki proponía la sajes y otras personas como bellas porque
posibilidad de desarrollar un campo de debían producir la misma relajación en
conocimiento referido a las bases bioló- nuestro sistema nervioso que las emo-
gicas de la experiencia estética (Zeki, ciones de amor y ternura. Por otro lado,
1999). Se trata, pues, de una disciplina re- los estímulos y eventos que tienen los
lativamente joven. La propuesta de Zeki efectos característicos del dolor, el miedo
consistía en partir del conocimiento de la y el terror sobre el sistema nervioso se ex-
estructura y funcionamiento del cerebro perimentarían como sublimes.
y deducir cómo deben participar las di- Esta aproximación fisiológica a la expe-
versas regiones del cerebro en diversas ta- riencia estética se continuó desarrollando
reas relacionadas con la creación y la a lo largo del siglo XVIII. Webb (1769), por
apreciación de objetos artísticos y esté- ejemplo, exploró los mecanismos neuro-
ticos, como la pintura surrealista o el arte nales comunes a la música y las emo-
cinético (Zeki, 2001, 2004; Zeki y Lamb, ciones. Argumentó que tanto la música
1994). Sin embargo, no precisó los mé- como las emociones excitan vibraciones
todos, las cuestiones fundamentales ni el en los nervios y producen movimientos di-
enfoque que debían caracterizar a este versos de los espíritus animales, desde la
nuevo ámbito del conocimiento. Por otra agitación violenta característica de la ira
parte, lo cierto es que Semir Zeki no fue o la indignación, a las suaves y calmadas
ni de lejos el primer autor que hacía una vibraciones del amor y el bienestar. Price
Creatividad y neurociencia cognitiva
90
(1810) creía que había una relación íntima desperdicio en procesos que no están re-
entre los sentimientos de curiosidad y las lacionados directamente con funciones vi-
experiencias estéticas pintorescas, cuya tales. Lo estéticamente feo es aquello que
función era retornar las fibras nerviosas a no consigue ese efecto, aquello que
su tono normal. Cuando se combina la aporta una estimulación insuficiente o su-
calidad de lo pintoresco con las experien- pone demandas excesivas o derrocha-
cias estéticas exploradas por Burke se co- doras sobre los órganos. En ambos casos,
rrige, decía Price (1810), la languidez de sin embargo, el componente emocional
la belleza o la tensión de lo sublime. es débil, se percibe sólo como una discri-
minación intelectual. Sin embargo, esta
Relaciones entre experiencia estética, nueva aproximación fisiológica a la expe-
el placer y el dolor riencia estética careció de una adecuada
Esta primera aproximación fisiológica a las complementación psicológica en el marco
experiencias estéticas se vio truncada por del conductismo norteamericano, predo-
la extraordinaria influencia de la filosofía minante a principios del siglo XX.
kantiana y su perspectiva trascendente
Estudio del impacto de las lesiones
acerca del ser humano. No fue hasta fi-
cerebrales
nales del siglo XIX que se recuperó, de la
mano del emergente campo de la neuro- El avance del conocimiento de la estruc-
ciencia, el interés por dar una explicación tura y función del cerebro posibilitó que
biológica a la capacidad humana para ex- los neurólogos investigaran las rela-
perimentar la belleza y la fealdad. Marshall ciones entre las lesiones cerebrales y las
(1893, 1894) se acercó a la relación entre experiencias estéticas y artísticas. Un
las experiencias estéticas y las experiencias tema que fue objeto de gran interés fue
hedónicas desde una perspectiva psicoló- la relación entre afasia y las actividades
gica. Decía que lo bello es aquello que pro- musicales y pictóricas. Uno de los pri-
duce en nosotros efectos que son (en un meros trabajos que examinaron esta re-
sentido relativo) permanentemente placen- lación fue el de Dupré y Nathan (1911),
teros cuando se recuerdan. Lo feo, por el en el que examinaban el impacto que
contrario, es aquello que produce efectos tenía la afasia y diversas formas de psi-
que son permanentemente dolorosos copatología sobre la producción y apre-
cuando se recuerdan. La importancia del ciación de la música. Dos décadas más
placer y del dolor en su caracterización de tarde, Souques y Baruk (1930) descri-
la experiencia estética era tal, que desde su bieron el caso de un profesor de piano
punto de vista la estética debía conside- que sufría de un caso grave de afasia de
rarse una rama del estudio del hedonismo. Wernicke. Su ejecución musical espon-
Quien sí aventuró una explicación fisioló- tánea era correcta, aunque limitada a
gica de la relación entre las experiencias unas cuantas melodías, y su ejecución
de placer y dolor y las estéticas fue Allen de ejercicios musicales básicos que cons-
(1877). Para él, lo estéticamente bello es tituyen la base del automatismo profe-
aquello que aporta el máximo de estimu- sional parecía, por lo general, estar bien
lación sensorial con el mínimo de fatiga o conservada. Su reconocimiento auditivo
Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética
91
modelo también incluye una retroalimen- probablemente debido a los factores aten-
tación de información, pues a través de cionales propuestos por el modelo teórico.
procesos relacionados con la atención, el Así, la conclusión que cabe extraer del
sistema no es unidireccional, sino que la conjunto de estos primeros estudios es
información también viaja desde niveles que solamente integrando los resultados
de procesamiento visual tardíos y desde de los diversos estudios podemos vislum-
los sistemas afectivos hacia etapas de pro- brar la imagen global de los mecanismos
cesamiento más tempranas. neuronales que subyacen a la apreciación
De esta forma, a partir del conocimiento estética. Dichos estudios, junto con los
actual sobre los correlatos neurales de pro- modelos psicológicos basados en un am-
cesos cognitivos y afectivos, podemos usar plio abanico de hallazgos experimentales,
el modelo elaborado por Chatterjee apuntan a la idea de que la apreciación es-
tética no es un único proceso cognitivo ni
(2004b) para ofrecer una interpretación
descansa sobre un mecanismo neuronal
funcional global de los resultados de los
único e indivisible. Más bien indican que
cuatro estudios comentados arriba e in-
se trata del resultado de varios procesos
tentar dilucidar el sustrato neuronal de la
cognitivos y afectivos relacionados con di-
apreciación estética. Así pues, parece que
versos aspectos de la imagen. Más to-
los procesos afectivos implicados en la
davía, ni los experimentos psicológicos ni
apreciación estética están mediados por
los estudios de neuroimagen han hallado
ciertas regiones del córtex orbitofrontal, evidencia de mecanismos cognitivos o
como sugieren los resultados de Kawabata neuronales que se dediquen especial o ex-
y Zeki (2004), y el núcleo caudado y el clusivamente a la apreciación de la belleza.
córtex cingulado anterior, como apunta el
Desde el año 2006 se han publicado nu-
estudio de Vartanian y Goel (2004). Por
merosos estudios de neuroimagen que
otra parte, de acuerdo con el trabajo de
tratan de esclarecer los mecanismos neu-
Jacobsen et al. (2006), el reconocimiento
robiológicos implicados en la apreciación
del estímulo visual y la atribución de un sig-
del arte y de las experiencias estéticas. Tal
nificado durante el proceso de apreciación
y como habían anticipado Burke (1757),
estética se relacionan con actividad en el
Marshall (1893) y Allen (1877), estos re-
giro frontal inferior y el polo temporal. En cientes estudios de neuroimagen revelan
cuanto al proceso de toma de decisión que la valoración estética descansa en
acerca de la belleza, podríamos apuntar parte en redes neuronales que consti-
que está relacionado con actividad en el tuyen el circuito de refuerzo, implicado en
córtex prefrontal dorsolateral y frontome- muchos otros placeres. Sin embargo, más
dial, a juzgar por los estudios de los grupos que con un mecanismo hedónico simple,
de Cela-Conde et al. (2004) y Jacobsen et las experiencias estéticas positivas parecen
al. (2006). Finalmente, hay evidencia de estar relacionadas con regiones corticales
que el procesamiento visual temprano se (cingulado anterior, orbitofrontal y ven-
incrementa con la decisión, como de- tromedial) y subcorticales (núcleo cau-
muestra la activación del córtex occipital dado, substantia nigra y núcleo accum-
en el estudio de Vartanian y Goel (2004), bens) que participan en diversos aspectos
Creatividad y neurociencia cognitiva
98
del refuerzo, así como algunos de los ele- Vislumbrando las bases
mentos reguladores de este circuito biológicas de la creatividad
(amígdala, tálamo e hipocampo) (Blood y
Todos los organismos vivos son creativos,
Zatorre, 2001; Blood, Zatorre, Bermúdez
y Evans, 1999), (Cupchik, Vartanian, desde las cianobacterias, que contribu-
Crawley y Mikulis, 2009; Kawabata y yeron a crear una atmósfera compuesta en
Zeki, 2004; Kirk, Harvey y Montague, su quinta parte por O2, hasta los castores,
2011; Kirk, Skov, Christensen y Nygaard, que crean presas con el fin de protegerse
2009; Kirk, Skov, Hulme, Christensen y de sus depredadores y para facilitarse la
Zeki, 2009; Kranz y Ishai, 2006; Vartanian obtención de alimento. Los organismos no
y Goel, 2004). Estos estudios han demos- se encuentran pasivamente a merced de
trado que en la apreciación del arte y en su entorno, más bien son activos creadores
las experiencias estéticas entra en juego de su nicho ecológico, y pueden llegar a
una compleja interacción de procesos tener un profundo efecto sobre su entorno
neuronales relacionados con la represen- y el de otros organismos (Odling-Smee,
tación del valor reforzador, la predicción Laland y Feldman, 2003). La creatividad de
y anticipación del refuerzo, la monitoriza- la mayoría de plantas y animales deriva, sin
ción del propio estado afectivo, las emo- embargo, de su actividad fisiológica y bio-
ciones y la generación de sensaciones pla- química o de comportamientos estereoti-
centeras. Sabemos, además, que el placer pados rígidamente elicitados por estímulos
no es el fin de la historia. La apreciación desencadenantes, y suele manifestarse en
estética implica también otros dos tipos un dominio muy específico. La comunica-
de actividad cerebral (Nadal y Pearce, ción de las abejas es sin duda creativa, en
2011): i) un incremento de la actividad el sentido que pueden crear nuevos men-
cortical relacionada con el procesamiento
sajes, pero estos se limitan exclusivamente
sensorial de medio y alto nivel en las mo-
a ubicar fuentes de néctar y polen. Lo que
dalidades visuales, auditivas y somatosen-
caracteriza a la creatividad humana es la
soriales frente a obras de pintura, de mú-
extraordinaria flexibilidad con la que se ma-
sica y de danza, respectivamente
nifiesta, la potencial infinidad de dominios
(Calvo-Merino, Ehrenberg, Leung y
en la que se puede expresar y la intencio-
Haggard, 2010; Calvo-Merino, Jola,
nalidad de la actividad creadora. Uno de
Glaser y Haggard, 2008; Cela-Conde et
al., 2009; Cupchik et al., 2009; Vartanian los dominios en los que se hace más pa-
y Goel, 2004); ii) un incremento de la ac- tente este tipo de creatividad es el lenguaje
tividad cortical de alto nivel relacionada humano, cuyo “aspecto creativo” viene
con el procesamiento descendente y el definido, como enfatizó Noam Chomsky
juicio evaluativo, incluyendo el córtex pre- (1966), precisamente por su alcance inde-
frontal medial anterior, así como los as- finido y su libertad frente a la influencia de
pectos ventrales y dorsales del córtex pre- los estímulos. Esta clase de creatividad –fle-
frontal lateral (Cela-Conde et al., 2004; xible, intencional y no sujeta al entorno in-
Cupchik et al., 2009; Jacobsen et al., mediato– es, pues, inherente a la constitu-
2006). ción biológica del ser humano.
Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética
99
El registro arqueológico sugiere que nuestra estos estudios parecen apuntar que la
especie fue creativa desde sus inicios: creó creatividad es un ingrediente tan esencial
nuevos sistemas de intercambio econó- del ser humano que puede seguir mani-
mico, de fabricar herramientas, de cazar, de festándose a pesar de graves lesiones o
pescar, y creó todo un universo de símbolos una considerable degeneración.
que llevó a nuestros antepasados a decorar Los recientes trabajos con técnicas de neu-
sus cuerpos con pigmentos y ornamentos, roimagen no sólo han confirmado la impli-
a decorar sus instrumentos con grabados, cación de regiones distribuidas del cerebro
y a decorar las tumbas de sus muertos. Uno en tareas artísticas y creativas, sino que han
de los episodios más fascinantes de la his- permitido afinar más en la caracterización
toria de nuestro linaje fue el que dio lugar estructural y funcional de estas regiones.
a la posibilidad de transformar meros ob- Como hemos mencionado más arriba, las
jetos, hallados o creados, en símbolos car- actividades artísticas y creativas implican re-
gados de significado. Sin embargo, lo que giones del cerebro relacionadas con la
hoy llamaríamos creatividad artística toma de decisiones, la percepción, la me-
emergió como uno más entre otros mu- moria, la atención, las emociones, etc.
chos dominios a través de los cuales nues- Curiosamente, ninguna de estas regiones
tros primeros antepasados humanos expre- participa de manera exclusiva en este tipo
saron, de manera flexible e intencional, su de tareas, y ninguna de estas regiones apa-
creatividad. rece de manera exclusiva en el ser hu-
¿Qué aspectos de nuestra neurobiología mano. La creatividad en el arte y en otros
dan lugar a esta flexible, ubicua e inten- dominios de expresión humana es el resul-
cional creatividad de la que es capaz el ser tado de la acción integrada de procesos
humano? En este capítulo hemos tratado cognitivos y afectivos que participan en nu-
de mostrar cómo se ha construido el co- merosas actividades no creativas, y que
nocimiento actual sobre las bases neuro- nuestra especie ha heredado de sus ante-
biológicas de las actividades artísticas y es- pasados primates.
téticas, y aportar una visión actualizada Habiendo constatado cuáles son las
sobre las mismas. Si algo merece subra- piezas básicas del rompecabezas, y ha-
yarse es que la creatividad artística, y pre- biendo comprendido sus funciones bá-
sumiblemente la creatividad en cualquier sicas, la incógnita de la creatividad hu-
otro dominio, no está relacionada estric- mana que queda todavía por disipar,
tamente con ninguna región concreta del pues, se refiere a la manera en la que se
cerebro. No conocemos ninguna evidencia produce su interacción. Resolver ese mis-
que sugiera la existencia de un centro ce- terio pasa por seguir estudiando la ma-
rebral del arte, de la estética o de la crea- nera en la que los cambios en la conecti-
tividad. Más bien, el estudio de los efectos vidad neuronal, especialmente en las
de diversos tipos de lesiones cerebrales y áreas de asociación y entre estas y otras
enfermedades neurodegenerativas sugiere regiones del cerebro, ocurridos a lo largo
que la creatividad emerge a raíz de la in- de la evolución de nuestro linaje, están re-
teracción de sistemas neuronales amplia- lacionados con nuestras capacidades para
mente distribuidos en el cerebro. Es más, integrar, recombinar, transformar y abs-
Creatividad y neurociencia cognitiva
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Los límites de la cordura
Dr. Vicente Molina Rodríguez
conjunto de síntomas, de los que para re- Otro aspecto muy importante de la con-
cibir el diagnóstico de esquizofrenia se han tinuidad de los síndromes psicóticos (SP)
de reunir un cierto número durante al es que de modo atenuado aparecen en
menos un tiempo. Sin embargo, un pa- una proporción importante de la pobla-
ciente en función de tales síntomas puede ción general. Estos síntomas, sin consti-
ser radicalmente distinto a otros, sem- tuir un diagnóstico en sí mismos ni justi-
brando dudas sobre el primer criterio de ficarlo, tienen validez en función de
los diagnósticos (el que reflejen un feno- criterios externos, como la predicción del
tipo realmente existente y mensurable). ajuste en quienes lo padecen o el com-
Pero además, en la esquizofrenia aparecen partir similares factores de riesgo con las
muchos síntomas característicos de otros psicosis clínicas (Van Os et al., 2001;
procesos, indicando que la especificidad fe- Spauwen et al., 2006; Domínguez et al.,
nomenológica no es alta entre las catego- 2009). Esto ha sido profusamente inves-
rías en que hoy clasificamos la enfermedad tigado por el grupo de Jim Van Os en la
mental grave. Otros diagnósticos dentro de Universidad de Maastrich, mediante ins-
este tipo de enfermedad comparten sín- trumentos psicométricos en la población
tomas característicos de la esquizofrenia general. La validez de tales encuestas se
(delirios, alucinaciones, síntomas negativos, ha comprobado mediante el estudio de
deterioro cognitivo...), apuntando todo ello los correlatos de tales síntomas, que se ha
a la continuidad fenomenológica entre los visto que además se corresponden bien
pacientes mentales. con exploraciones realizadas por especia-
En cuanto a la validez para el pronóstico listas. Tener más síntomas psicóticos de
y la respuesta al tratamiento, la adecua- este tipo predice un peor ajuste global del
ción de la visión categórica también es sujeto, y además estos síntomas tienen
cuestionable. Se suele asumir que la es- factores contribuyentes similares a los de
quizofrenia es un problema con mal pro- la psicosis clínica.
nóstico en general, pero los datos de los Por ejemplo, en un trabajo sobre la re-
estudios de seguimiento a escala mundial percusión de estos síntomas, se halló
y a largo plazo realizados por la OMS que las personas de la población general
(Harrison et al., 2001) revelan que una que presentaban síntomas de psicosis te-
apreciable proporción de sujetos mues- nían 4 veces más probabilidades de ser
tran una remisión sintomática mantenida despedidas de sus trabajos, 15,2 veces
y un ajuste sociolaboral aceptable. Hay más de ir a la cárcel en algún momento,
que mencionar igualmente que no pocos 3,2 veces más de estar desempleados,
pacientes con trastorno bipolar o depre- 3,6 veces más de tener problemas serios
sión, entre otros, muestran peor ajuste y con la policía, y más del doble de tener
síntomas más sostenidos de lo que suele problemas serios de pareja, de separarse
asumirse en esos diagnósticos. o ser abandonadas, de conflictos en el
En el otro extremo, una apreciable can- trabajo o de problemas legales (Spauwen
tidad de pacientes con esquizofrenia (y et al., 2006). Los sujetos con psicosis clí-
también dentro de otras categorías) pre- nicas tienen dificultades similares, pero
sentan síntomas resistentes y persistentes. más intensas.
Creatividad y neurociencia cognitiva
106
Hay otros argumentos para relacionar sarse que tales creencias cualifican para
tales SP con la psicosis clínica de modo di- un diagnóstico de psicosis completo en
mensional. Entre ellos, que las personas quienes sostienen con tal convicción tales
que los muestran tienen más posibilidades creencias (incluyendo a los seguidores de
de transitar posteriormente a esa psicosis esos líderes). Esto ha sido defendido con
(hasta un 8% en 2 años, sobre todo en frecuencia, pero la falta de un examen de
jóvenes). Partiendo de 845 adolescentes los sujetos en cuestión hace peligroso
de 14 a 17 años en Munich, Domínguez sacar conclusiones de este tipo, por lo que
et al., (2009) fueron utilizando baterías prefiero dejarlos en “síntomas” más que
autoadministradas a lo largo de 8 años en “trastornos”. En todo caso, estos
para identificar a los que tenían tales sín- ejemplos ilustran bien la gran variedad
tomas en cada momento (aproximada- posible entre los pacientes psicóticos. Y
mente al inicio, 18 meses, 40 meses y 8 desde luego, la vulnerabilidad de sus se-
años). La persistencia en tres mediciones guidores a asumir ideas muy similares a
de esos síntomas multiplicaba por 9,9 el las psicóticas.
riesgo de desarrollar una psicosis a lo
largo del seguimiento. Entre los que pre-
Normalidad de los factores de
sentaron tal psicosis en el momento final,
riesgo biológicos
38,3% la tuvieron precedida de experien-
cias psicóticas subclínicas en al menos una La continuidad entre salud y enfermedad
evaluación. Este conjunto de hallazgos mental no sólo se manifiesta en el plano
siembra más dudas sobre la posibilidad de fenomenológico. Los factores de riesgo
hacer separaciones categóricas entre los que elevan la posibilidad de padecer una
sujetos con y sin un diagnóstico de psi- esquizofrenia están presentes en la pobla-
cosis, sin que esto, sin embargo, suponga ción normal. El mayor riesgo para ese pro-
una negación de la existencia del pro- blema cuantitativamente hablando lo
blema que padecen estas personas. aporta la variación genética del sujeto.
A otro nivel, pero en la misma dirección, En un reciente número de la prestigiosa re-
pueden considerarse las extrañas e imper- vista The Lancet, se mostró el resultado de
meables ideas que con frecuencia consti- valorar el riesgo genético para la esquizo-
tuyen el núcleo de las creencias sectarias. frenia y para el trastorno bipolar en
En el caso de la secta del Templo su líder, 9.009.042 individuos suecos procedentes
el reverendo Jones, estaba convencido de de más de dos millones de núcleos fami-
ser reencarnación de varios profetas y fa- liares (Lichstenstein et al., 2009). Como en
raones, en la de los Davidianos (Branch trabajos previos, los resultados de este
Davidians), David Koresh creía ser la reen- mostraban que la genética de cada sujeto,
carnación de Jesucristo y de Ciro de lo que se hereda a través del genoma (un
Persia, y en el de la secta de la Puerta 64% de aportación causal), tenía un mayor
Celestial, Marshall Applewhite, lo estaba peso relativo para explicar la ocurrencia de
de ser un extraterrestre. Todas esas sectas estas enfermedades que lo sucedido en el
acabaron con el suicidio o la muerte de entorno del mismo sujeto (bien fuera el
sus seguidores. Ciertamente puede pen- compartido, un 4,6%, bien el no compar-
Los límites de la cordura
107
tido con otros familiares, con un 31,4% de parte de la población tendrá una variable
aportación causal). cantidad de alelos de riesgo, que sólo em-
Muchas variaciones genéticas se han aso- piezan a elevar la tasa de incidencia a
ciado a un riesgo significativo de esquizo- partir de cierta cantidad (un nivel que sólo
frenia o trastorno bipolar, generalmente está presente en una minoría de sujetos).
bajo la forma de polimorfismos genéticos. A la importancia de la herencia poligénica,
De las descritas, la amplia mayoría están hay que sumar las ideas sobre la relevancia
presentes igualmente en una cantidad del contexto genético en la herencia de la
apreciable de la población general. No hay esquizofrenia. Un conjunto de investiga-
perspectivas de encontrar cambios gené- dores (Straub et al., 2007) del grupo del
ticos que expliquen la patología mental NIMH que hace unos 10 años reportó la
grave en base a uno o pocos genes alte- relación entre el alelo Val del gen de la
rados (como sucede, por ejemplo, en la en- COMT y la ineficiencia de la función pre-
fermedad de Huntington). frontal en esquizofrenia, estudiaron tres
muestras familiares, incluyendo en cada
En función de ello, en la actualidad se ad-
una datos de al menos un hijo afecto y los
mite un modelo poligénico de herencia
dos padres. En el trabajo de que estamos
del riesgo para la psicosis. Parece claro
hablando reportan los resultados obte-
que no hay uno ni pocos factores gené-
nidos de dos de esas muestras, y en otra
ticos que aumenten el riesgo para la es-
publicación los resultados de la tercera
quizofrenia u otras psicosis, sino más bien
(una muestra infantil). Partiendo de su
muchos de ellos, todos o su mayor parte
plausibilidad biológica, estudiaron la aso-
variaciones presentes en la población
ciación con la esquizofrenia de 19 va-
normal y no patológicos por sí mismos.
riantes para el gen GAD1, que codifica la
Esta multiplicidad de factores de riesgo es isoforma GAD67, de gran importancia
compatible con la distribución continua según los datos post mórtem en esquizo-
de rasgos como los síntomas de psicosis. frenia. Además, obtuvieron una amplia
Así, si un rasgo está codificado por un batería de datos neuropsicológicos. Por úl-
gen, habrá una clara categorización de los timo, valoraron la influencia de la variación
fenotipos, pero esta categorización se irá genética en el GAD1 sobre la función ce-
haciendo dimensional (habrá más estados rebral en una muestra de sujetos sanos no
intermedios y menos separación entre incluida en las anteriores, midiendo con
ellos) a medida que aumenten los genes resonancia magnética funcional (RMf) la
que codifican el rasgo. Y como parece activación durante un test N-back (de me-
obvio que los productos mentales tendrán moria de trabajo), dependiendo del geno-
muchos condicionantes genéticos (por no tipo que se poseyera. Los resultados son
hablar de los no genéticos), la realidad del complicados, pero de gran interés.
riesgo en la psicosis se adapta mejor a un En primer lugar, no apareció una asocia-
modelo dimensional. ción global entre la variación en los poli-
La asociación de riesgo poligénico y pato- morfismos del GAD1 y el estar afecto de
logía emergente puede ilustrarse con este esquizofrenia. Sin embargo, en las dos
modelo, en que vemos cómo la mayor muestras, algunos polimorfismos de ese
Creatividad y neurociencia cognitiva
108
En conjunto, parece lógico pensar que mí- Psychotic Experiences: An 8-Year Cohort
nimas diferencias a este nivel, depen- Study. Schizophr Bull 2009.
dientes o no primariamente del sistema Harrison et al. Recovery from psychotic ill-
GABA puedan dar lugar a respuestas poco ness: a 15- and 25-year international follow-
predecibles en el conjunto del organismo. up study. Br J Psychiatry 2001; 178:506-17.
A esta alteración se puede llegar vía múl- Lichtenstein et al. Common genetic determi-
tiples sistemas (dopaminérgico, NMDA, ga- nants of schizophrenia and bipolar disorder
in Swedish families: a population based
baérgico primario…), lo que resulta com- study. Lancet 2009; 373:234-9.
patible con la visión multifactorial del
Spauwen et al. Impact of psychological
origen de las psicosis. Además, es muy co-
trauma on the development of psychotic
herente con una visión dimensional en fun- symptoms: relationship with psychosis pro-
ción de una variable intensidad o localiza- neness. Br J Psychiatry 2006; 188:527-33.
ción de la disfunción, da un amplio margen Straub RE, Lipska BK, Egan MF, Goldberg TE,
a la interacción con el entorno y puede re- Callicott JH, Mayhew MB, Vakkalanka RK,
percutir ampliamente en muchos sistemas Kolachana BS, Kleinman JE, Weinberger DR.
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Estudio y aplicaciones de la creatividad en
educación. Arte y educación creadora
Dr. Julio Romero Rodríguez
Creatividad y educación
Intentando revisar y problematizar a un
creatividad
tiempo las relaciones entre creatividad y
educación, destaco que la articulación
entre ambas ha venido tomando la forma
arte educación de una educación sobre la creatividad,
una educación para los creativos, una
educación para la creatividad, una educa-
ción en la creatividad o con la creati-
vidad…, pero no tanto una educación
Creatividad y educación son conceptos creadora, educar creando.
muy próximos, los dos tienen relación di-
recta con la novedad valiosa, con la me- En torno a la mitad del siglo pasado, una
jora, el avance, el descubrimiento, la cons- vez concretado y asentado el estudio cien-
trucción de significados, la diversidad, las tífico de la creatividad, el ámbito de la
posibilidades, el cambio, la transforma- educación se convierte inmediatamente
ción. En cuanto al arte, trabaja con as- en un campo de interés fundamental para
pectos frecuentemente olvidados en la esa parcela científica. Las primeras aplica-
educación, y que tienen que ver con el ciones a partir de la investigación sobre la
mundo sensible, con lo no racional, con creatividad están dirigidas al campo edu-
la multiplicidad, con despertar otras mi- cativo, intentando detectar aquellos indi-
radas sobre las cosas y otros modos de viduos con mayor potencialidad creativa.
pensar y hacer, con la emoción y la ima- En ese marco, se entiende la creatividad
ginación, con la reflexión crítica, con la como una cualidad personal, distribuida
evocación de sentidos, con la compren- irregularmente en la población, entre-
Creatividad y neurociencia cognitiva
112
ción con la creatividad, y referirnos con cadores o no, el tema son las clases
ello a aquellas parcelas del espacio edu- de arte que tuvieron en la infancia; las
cativo que la costumbre general, las cre- decoraciones de fiestas especiales y
encias más extendidas y naturalizadas, en- los collages de algodón son algunos
tienden que son territorios creativos en sí de los pocos recuerdos comunes, que
mismos. Esto viene ocurriendo, y aún de resisten fuertemente, a las diferentes
manera bastante incuestionada o norma- reformas curriculares a lo largo de los
lizada en la práctica, con las áreas artís- años. […] expresan la levedad, la au-
ticas y con las actividades relacionadas sencia de peso, una metáfora casi
con esas áreas que tienen lugar en el es- perfecta de la presencia del arte en el
pacio educativo. Se tiende a pensar que currículum.”
en el tiempo y en el espacio educativo
(A. Albano, 2010: 9).
que consideramos artístico o cercano al
arte se está poniendo en práctica la crea- Es frecuente que lo que se denomina arte
tividad y se la está desarrollando como en el espacio educativo acabe siendo un
cualidad personal. De hecho, quizás sea arte escolarizado: un entrenamiento en
esa la cualidad más reconocida al ámbito actividades manuales, un aprendizaje de
del arte en educación. los elementos básicos de un lenguaje vi-
sual prefijado y descontextualizado, una
producción de objetos más o menos de-
Arte y creatividad
corativos, un área casi olvidada o no va-
escolarizados lorizada excepto para embellecer los es-
Todos estos modos de articular educación pacios en fechas conmemorativas, un
y creatividad, o incluso educación, creati- tiempo para el ocio consentido, con poca
vidad y arte, desde mi punto de vista o ninguna relación con el arte y con la
constituyen movimientos alrededor de la creatividad. La escolarización frecuente-
creatividad y de la educación, pero no mente transforma al arte al traducirlo al
consiguen interpenetrarse mutuamente, contexto educativo, alejándolo de su na-
no generan cambios de calado. Pienso turaleza poética, constructora de sen-
que son movimientos periféricos que bor- tidos, creadora y transformadora, y dismi-
dean lo fundamental sin alterarlo. nuyendo su vitalidad. Y es habitual y
Si observamos con un mínimo deteni- fácilmente observable que, además, dis-
miento, resulta llamativo y aparentemente minuya progresivamente su presencia en
contradictorio cómo en muchas ocasiones la educación según se asciende en el re-
la creatividad no está presente en el pe- corrido por las etapas educativas, hasta
queño tiempo y espacio reservados para desaparecer prácticamente en los esca-
el arte. Como advierte A. Albano: lones más altos.
“La presencia del área de arte en mu- Es posible que algo parecido ocurra con la
chas escuelas es asociada, frecuente- presencia de la creatividad en la educación,
mente, a la guinda que adorna el y que podamos hablar también de una
pastel: atrayente pero fácilmente des- creatividad escolarizada. Ese término po-
cartada. Cuando entre adultos, edu- dría utilizarse quizás para denominar gran
Creatividad y neurociencia cognitiva
114
Educación creadora
Educación creadora y arte
En ese sentido, por fin, podemos hablar contemporáneo
de una educación creadora, como aquella
que en su planteamiento, metodología, Lo que podemos denominar como educa-
actividades, contenidos, enfoque de los ción creadora parece un concepto más
procesos de enseñanza-aprendizaje, cul- complejo que esa educación para, sobre,
tura escolar, relación con el entorno…, in- en, con la creatividad, y su relación con el
tenta renovar, cuestionar lo establecido o arte permite otro enfoque mucho más en-
lo habitual, explorar posibilidades, desau- riquecedor. El arte, especialmente el arte
tomatizar, descubrir, transformar, generar contemporáneo, con sus características de
procesos creativos, construir sentidos, multiplicidad, experimentación, búsqueda,
despertar la creatividad de las personas, observación, comunicación, experiencia es-
construir contextos potencialmente crea- tética, construcción de sentido, creación
tivos y favorecer otros muchos aspectos poética…, tiene muchos puntos de cone-
que tienen que ver directamente con la xión con lo educativo y, como aquí pen-
creatividad y con la educación. Una edu- samos, puede tejer un papel fundamental
cación creadora porque está atravesada y especial en una educación creadora, que
Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora
115
estaría atravesada en todos sus aspectos territorio creativo marcado, sobre todo, por
por lo artístico. la complejidad y la horizontalidad. Por
El arte reciente proporciona facilidades y todas esas razones se considera aquí que
claves para ello. Trabaja con la multipli- el arte contemporáneo, que además es
cidad y la diferencia, frente a los modelos producto de nuestro tiempo histórico y de
de perfección establecidos por un arte co- nuestras referencias socioculturales, tiene
rrespondiente a épocas ya pasadas; frente gran sintonía con una educación creadora
a la figura del genio excepcional y super- y con un concepto de creatividad reno-
capacitado de un arte tradicional, el arte vado, no centrado ya en la capacidad na-
reciente se vuelve democrático y se ex- tural, especial y distinta de unos pocos o
tiende; en lugar del carácter especial, en procesos enigmáticos y especiales.
noble, exclusivo de los materiales que uti-
liza ese arte tradicional, ahora cualquier Educación creadora a través
tipo de elemento próximo y cotidiano es del arte
potencialmente útil; lejos de ser sólo un
Es el momento de señalar brevemente al-
arte encerrado en los museos u otros lu-
gunas de las claves que caracterizan, y
gares elitistas y distantes, ahora el arte
pueden ayudar a visualizar, una educación
tiende también a infiltrarse por todos los
creadora en el sentido aquí expuesto; se
espacios; ahora es importante el proceso,
proponen varias: acción, participación, vi-
a veces ese es precisamente el contenido
sibilidad, integración, diversidad, sentido,
de un trabajo artístico; el ideal de belleza
en una educación creadora atravesada por
única ha sido sustituido por la multipli-
el arte. El resultado generará una especie
cidad de versiones posibles y provisionales
de mapa, una red de líneas a recorrer y co-
con capacidad comunicativa o de creación
de sentido… Interacción, pluralidad, inter- nocer que, consideradas en conjunto y con
subjetividad, relativismo, multidimensio- el arte como clave fundamental y central,
nalidad, transdisciplinariedad, relectura, dibujarían la complejidad y riqueza del es-
provisionalidad, emergen como cualidades pacio ocupado por esa educación creadora
de lo que hoy día define a buena parte de focalizada en el arte.
las prácticas artísticas, poniendo en cues- Una educación creadora ha de contem-
tión los anteriores modelos basados en el plar, como componente fundamental de
poder creador del genio y en la grandeza, su modo de hacer, de sus objetivos, de
unicidad, permanencia y especialidad de la los contenidos que trabaja, de sus pro-
obra, para iniciar la andadura por un nuevo tagonistas, de las capacidades que fo-
Diversidad
Abertura Multiplicidad
Vida-Escuela
Modos de Diferencia
ver-pensar-sentir-actuar Complejidad Flexibilidad
Creatividad y neurociencia cognitiva
116
Sentido
Mente-Cuerpo
Ideas-Afectos
Centro en el
aprendiz
Acontecimiento
Vida-Escuela Motivación
Acción
Participación Exposición
Mente-Cuerpo
Actitud crítica
Ideas-Afectos
Confianza Memoria
Vida-Escuela Vida-Escuela
Cooperación Valorización
Implicación Comprensión
Escucha-Voz Reencuentro
Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora
119
Arte
Mente-Cuerpo
Ideas-Afectos
Multiplicidad
Transformación
Juego
Comprensión
Acontecimiento
Experiencia
Creatividad y neurociencia cognitiva
120
cesos mentales ordinarios con resultados pensar es lo que hizo Einstein para llegar
extraordinarios. Y, a partir de ahora, voy a su teoría de la relatividad, o lo que hizo
a mostrar lo que Beethoven, Cervantes, Beethoven al componer la 5.ª sinfonía,
Miguel Ángel, Leonardo, Einstein y todos pero también lo que hace un creativo pu-
nosotros tenemos en común. No significa blicitario al crear un eslogan o lo que hace
esto que debamos trivializar el trabajo de una joven para hacer caer rendido a sus
estas mentes: desmitificar el genio no sig- pies al chico de sus sueños.
nifica quitarle grandeza. Sencillamente, lo
que se plantea es que entre la H-creati- Pero veamos cómo es esa forma de
vidad y la P-creatividad no existen diferen- pensar y también la forma de ser asociada
cias cuantitativas, según los conceptos re- a esos procesos cognitivos, porque no
conocidos por diversos autores (Boden, basta con tener 15 minutos de brillantez
1994; Kaufman, 2009), entre la creati- y crear algo especial, sino que la gente
vidad de genios como los mencionados, creativa se comporta así de forma estable,
que han pasado a la historia, y la creati- es creativa, sencillamente, y eso requiere
vidad personal de la vida diaria, esto es, otra serie de rasgos que no son de natu-
la que ponemos en juego al improvisar en raleza cognitiva.
la cocina combinando de forma novedosa
los ingredientes, o en las relaciones hu-
manas para animar una reunión con su-
El pensamiento creador
gerentes ocurrencias humorísticas, o en el Esa forma de pensar no es sino un pro-
aula para organizar actividades innova- ceso de solución de problemas. Pero una
doras que puedan hacer accesible para clase especial de problemas, una forma
nuestros alumnos un tema complejo. especial de tratar con ellos y, por último,
Las consecuencias que este enfoque tiene unas soluciones muy especiales para los
para el estudio científico de la creatividad mismos. El mismo Einstein supo vislum-
son de gran trascendencia porque im- brar la naturaleza de este proceso psico-
plican la posibilidad de un análisis siste- lógico en la física:
mático. En otras palabras, suponen la po- “Galileo formuló el problema de la
sibilidad de un estudio científico. Si
medición de la velocidad de la luz,
desmitificamos el genio y hablamos de
pero no lo resolvió. La formulación de
procesos mentales ordinarios en lugar de
un problema es frecuentemente más
considerar la visión inspiracionista de la
esencial que su solución, que puede
musa o de una inteligencia sobrenatural
o de oscuros procesos inconscientes, en- ser tan sólo un asunto de destreza ma-
tonces entender la creatividad de la gente temática o experimental. Plantearse
corriente nos ayudará a entender la crea- nuevas cuestiones, nuevas posibili-
tividad de Einstein. dades, mirar viejos problemas desde
un nuevo ángulo, requiere una imagi-
Como defino en mi libro Psicología de la
nación creadora y marca un avance
Creatividad: creatividad es una forma de
pensar cuyo resultado son cosas que real en la ciencia.”
tienen a la vez novedad y valor. Porque (Einstein e Infeld, 1938: 92).
Creatividad y neurociencia cognitiva
126
Lo propio de la solución creativa de pro- “con las antenas puestas”, receptivo para
blemas es saber encontrarlos, definirlos encontrar algo indefinido pero valioso para
–es decir, formularlos de manera que su trabajo. A veces, es el azar lo que desen-
tengan sentido y sean resolubles– y plan- cadena el afortunado descubrimiento. Es
tear una estrategia para su resolución. el fenómeno bautizado en inglés con el
En la creación artística hablamos de pro- nombre de serendipity, donde la historia de
blemas que son de naturaleza estética y la ciencia nos muestra innumerables ejem-
personal. Dice Gombrich (1961) que en el plos; el libro de Roberts, Serendipia, recoge
arte es un problema objetivo el deseo decenas de ellos (Roberts, 1992): Fleming
subjetivo de expresar alguna idea, emo- y la penicilina, Pavlov y el reflejo condicio-
ción o experiencia. Durante el proceso, el nado, Beckerel y la radiactividad natural...
artista va definiendo el problema y solu- Pero, ¡la suerte es para el que la busca! “En
cionándolo con los medios a su alcance el terreno de la invención, la suerte favo-
mediante nuevas formas de expresión. rece a la mente preparada”, dijo Pasteur.
Ya desde Guilford –el gran impulsor de los Fleming podía haber tirado aquel cultivo
estudios sobre creatividad en EE.UU.– se enmohecido de estafilococos, pero no lo
habla de sensibilidad a los problemas: hizo porque estaba preparado para inter-
saber encontrar dificultades, limitaciones, pretar aquel fenómeno que se presentó
inconsistencias, de la necesidad de ante sus ojos: cómo las bacterias habían
cambio (Guilford, 1959). Es ese “divino sido atacadas en la zona afectada por el
descontento” del creador. Una disposición hongo penicilium. Supo adivinar la tras-
abierta y receptiva al entorno, pero crítica cendencia de aquel descubrimiento casual
a la vez. Actitud crítica también con su y trabajo duro, a posteriori, en la investi-
trabajo, que dura hasta el final del pro- gación de aquel fenómeno que provo-
ceso, hasta que se completa la obra. caba la destrucción de las colonias de bac-
terias atacadas por aquel extraño moho.
Esta sensibilidad planteará obviamente al
Toda su investigación previa con sustan-
creador muchos problemas para resolver.
cias antimicrobianas le había preparado el
Problemas que deberán ser formulados,
camino para llegar a la penicilina. El
“problemas mal definidos”. Cuanto más
mismo Fleming lo expresaba así:
se demore el proceso de formulación, de
definición de su estructura definitiva, más “Si no fuera por la experiencia anterior,
creativa será la solución. Porque ello im- yo habría tirado la placa, como muchos
plica el esfuerzo de mantener tolerancia a bacteriólogos debieron haberlo hecho
la ambigüedad, resistencia al cierre; así se antes... También es probable que mu-
favorecen nuevos enfoques, nuevas apro- chos bacteriólogos hayan apreciado
ximaciones, la posibilidad de utilizar infor- cambios similares a los detectados por
mación adicional que sirva para nuevas y mí, pero en ausencia de algún interés
originales soluciones (Romo, 2008b). por la aparición natural de unas sustan-
La información añadida que facilita las so- cias antibacterianas, los cultivos simple-
luciones originales puede venir de dentro mente se descartaron.”
o de fuera del sujeto. El creador va siempre (Fleming, en Roberts, 1989: 252).
Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio
127
Una vez formulados, el científico atacará y, a la vez, el fundamento mismo del pen-
los problemas con una actitud de flexibi- samiento humano (Romo, 2003).
lidad mental; esto significa despreciar la Buenos ejemplos de analogías afortu-
inercia, romper con el set, romper con la nadas y famosas son: el modelo del
tendencia a utilizar procedimientos estan- átomo de Bohr como un sistema solar, la
darizados en la solución de problemas, conciencia como la corriente de un río de
significa también buscar dimensiones William James, el anillo del benceno y la
ocultas en el problema, convertir lo ex- serpiente que se muerde la cola, la ana-
traño en familiar y lo familiar en extraño logía de Hartley comparando el corazón
–como en la técnica “synectica” de con una máquina o la de Franklin compa-
Gordon para la solución creativa de pro- rando la electricidad con el relámpago.
blemas en grupo–. Según parece, Einstein En la ciencia se presentan muchas veces
dijo: “Todo el que aspire a ser un autén- como formas compuestas, resultantes de
tico científico debe dedicar al menos procesos de integración y transformación
media hora al día a pensar al contrario que organizan la experiencia cognitiva
que los colegas” (en Di Troccio, 1997: 9). como instrumentos a través de los cuales
Sólo un pensamiento flexible puede al- observar la realidad (Preta, 1992). Gruber,
canzar esas reestructuraciones repentinas, en su libro programático Darwin sobre el
esa reorganización de los elementos en hombre, habla de una clase de analogías
una nueva gestalt que son los procesos de especialmente productivas que denomina:
insight. Tal sucede en muchos de los casos imágenes de amplio alcance, capaces de
ya mencionados de descubrimientos re- integrar otras distintas y, por tanto, de
pentinos. gran valor heurístico en la explicación
Pero la estrategia más genuina del pensa- científica.
miento creador es la analogía, mediante Al respecto, resulta muy interesante el tra-
ella se conectan realidades muy distintas bajo de Osowski, un discípulo de Gruber,
en formas originales y valiosas. A este sobre las metáforas de Willian James: la
proceso se han referido los autores de “corriente”, el “pastor”, el “sendero”
muy diversa forma: Koestler en su obra para la conciencia, el “posarse y volar
clásica The act of creation lo llamó “biso- como un pájaro” de la imaginación…, y
ciación” y consideraba que el verdadero otras que le sirvieron como una herra-
logro en muchos descubrimientos cientí- mienta representacional para organizar el
ficos es ver una analogía donde nadie la conocimiento, relacionar la información
había visto antes; Mednick definió la cre- con nuevos conceptos y expandir el al-
atividad en términos de asociaciones re- cance de su teoría (Osowski, 1992).
motas (Mednick, 1962). Es muy intere- Pero, si en la ciencia es importante la ana-
sante desde la psicología cognitiva, a este logía, en las artes es su propia esencia: ex-
respecto, la obra de Holyoak y Thagard presión del problema mediante símbolos.
(1995), Mental leaps: analogy in creative La poesía es metáfora. La literatura y
thought, quienes consideran la analogía hasta el periodismo hacen constante re-
como la esencia del pensamiento creador curso de ella. En el lenguaje coloquial de
Creatividad y neurociencia cognitiva
128
túan con las habilidades pertinentes para ción. Un periodo mínimo de 10 años es
el área de dedicación del creador, y sin necesario para consolidar los tres ele-
un óptimo nivel de desarrollo de estas no mentos psicológicos previos. La regla de
se alcanzará una obra maestra. Efecti- los 10 años, definida originalmente por
vamente, sin una gran inteligencia mu- Hayes en su estudio con músicos (Hayes,
sical no hay Mozart, sin una gran inteli- 1981) y ratificada por Gardner en su tra-
gencia matemática no hay Einstein, ni bajo con los siete grandes creadores de
Ghandi sin una gran inteligencia inter- la era moderna (Gardner, 1995), postula
personal. En su libro Mentes Creativas, que para hacer una obra maestra es ne-
Gardner considera siete grandes áreas de cesario este periodo previo de inmersión
la creatividad, diversificadas de acuerdo profunda en una disciplina. Yo lo he de-
a su modelo de las inteligencias múltiples finido como “20.000 horas de trabajo
(Gardner, 1995). Pero, también es cierto mantenido”. Es el tiempo aproximado
que no es suficiente con poseer una des- de trabajo en un área para estar en con-
comunal inteligencia de dominio para diciones de hacer un avance radical.
crear. La presencia añadida de las des- 5. Características personales de perseve-
trezas propias de la creatividad marca la rancia, capacidad de asumir riesgos,
diferencia entre el creador y el repro- apertura, tolerancia a la ambigüedad,
ductor. Por eso he llamado a este ingre- autoconfianza e independencia. La cre-
diente: habilidades de infraestructura. atividad comporta una forma de
2. Conocimiento. Dominio de toda la infor- pensar, pero también una forma de ser,
mación relevante del ámbito mediante el la presencia de una serie de rasgos de
conocimiento personal y el acceso por personalidad favorables para soportar
memorias externas. Para hacer un el trabajo creador durante una vida de-
avance en una disciplina hay que domi- dicada a una disciplina y que he pre-
narla; crear un nuevo paradigma re- sentado previamente. Los seis mencio-
quiere romper con el anterior, cono- nados son los que concitan más
ciendo todos sus entresijos y limitaciones. acuerdo entre los investigadores de la
3. Destrezas. Es el dominio de los heurís- personalidad creativa.
ticos propios del pensamiento creador, 6. Motivación intrínseca. Interés intrínseco
para tratar con la información en en un campo determinado, amor al
formas divergentes permitiendo la de- trabajo estable y mantenido a lo largo
finición de nuevos problemas y favore- de muchos años que justifica todo lo
ciendo el hallazgo de soluciones origi- anterior, tiñendo de un afecto positivo
nales para los ya planteados mediante el esfuerzo, materializado en mo-
nuevos enfoques o aproximaciones a mentos de experiencias cumbre, que
los problemas y las estrategias del pen- Csikszentmihalyi ha definido muy bien
samiento analógico. con su concepto de “fluir”.
4. Diez años o más de intensivo trabajo ini- 7. Y, finalmente..., un poco de suerte. ¿Por
cial. El tiempo es elemento básico para qué no? En la versión romántica sería la
llegar a las más altas cotas de la crea- visita de la musa. No desdeñamos el
Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio
133
papel que el azar juega aquí..., y en casi Gombrich. Art and illusion. Princenton. New
todo en la vida, por cierto. La suerte de Yok: Princenton University Press, 1961.
encontrarse con un fenómeno que es Gruber HE. Darwin sobre el hombre. Un es-
clave para un gran descubrimiento por tudio psicológico de la creatividad científica.
Madrid: Alianza, 1974.
serendipia, el azar de estar en un lugar y
en una época determinada donde hay Guilford JP. Three faces of intellect. American
Psychologist 1959; 14:469-79.
un buen caldo de cultivo para la innova-
ción, como en la Florencia del Rena- Hayes JR. The complete problem solver.
Philadelphia: Franklin Institute Press, 1981.
cimiento o el París de comienzos del siglo
XX, y hasta el azar de haber nacido en el Holyoak K, Thagard P. Mental leaps: analogy
in creative thought. Cambridge: The MIT Press,
seno de una familia librepensadora que
1995.
estimule el interés en una disciplina, la
Kaufman J. Creativity 101. Nueva York:
independencia de juicio y un ambiente
Springer Publishing Company, 2009.
favorecedor para desarrollar desde la in-
Mednick SA. The associative basis of the cre-
fancia el placer intrínseco de una acti-
ative process. En Rothemberg y Hausman, The
vidad intelectual. Claro, que la suerte Creativity Question, 1962.
tendrá un papel sólo si existen los seis in-
Preta L. Imágenes y metáforas en la ciencia.
gredientes previos. Madrid: Alianza, 1992.
Quizás algún día, algún matemático de la Roberts RM. Serendipity. Nueva York: Wiley
teoría del caos nos ayude a ponderar la and Sons, 1989.
contribución de estos ingredientes para Romo M. Independencia de campo y pensa-
explicar cómo se hizo el Guernica (Romo, miento divergente. Revista de Psicología
1997: 232). Por ahora, lo que sí sabemos General y Aplicada 1986; (41):921-32.
de estos siete ingredientes es que son Romo M. Psicología de la Creatividad.
todos los que están. Barcelona: Paidós, 1997.
Romo M. Bases psicológicas de la creatividad.
En Gervilla, A. Creatividad Aplicada. Madrid:
Bibliografía recomendada Ed. Dikinson, 2003.
Amabile TM. The social psychology of creati- Romo M. La creatividad como propuesta
vity. New York: Springer-Verlag, 1983. para la calidad en la educación superior. En
Amabile TM. Growing up creative. Buffalo. M. Valadez Huizar y S. Ayala Rubio (Eds.). La
Nueva York: The Creative Education Foundation, calidad de la educación superior y la investi-
1989. gación científica. Guadalajara, México:
Amabile T. Creativity in context. Colorado: Editorial Cucsh-Universidad de Guadalajara,
Westview Press, 1996. 2008a.
Boden M. La mente creativa. Mitos y meca- Romo M. Epistemología y Psicología. Madrid:
nismos. Barcelona: Gedisa, 1994. Ed. Pirámide, 2008b.
Einstein A, Infeld L. The evolution of physics. Romo M. Los fundamentos psicológicos de la
Nueva York: Simon y Schuster, 1938. creatividad. En Ferreiro R, Mitjans A, Montesino
Csikszentmihalyi M. Creatividad. El fluir y la l, Rodríguez A, Romo M y Waisburd G. La
psicología del descubrimiento y la invención. Creatividad: un bien cultural de la humanidad.
Barcelona: Paidós, 1998. México: Ed. Trillas, 2008c.
Gardner H. La nueva ciencia de la mente. Sternberg RJ, Lubart T. La creatividad en una
Barcelona: Paidós, 1995. cultura conformista. Barcelona: Paidós, 1997.
Primeras manifestaciones de arte rupestre
paleolítico: el final de las certidumbres
Dr. Hipólito Collado Giraldo
que dan cabida a una de las mayores con- En esta cavidad, el arqueólogo V.S.
centraciones de arte rupestre prehistórico Wakankar (1983) localizó una roca con dos
de este continente, conociéndose actual- figuras grabadas, una cazoleta y a su de-
mente más de medio millar de estaciones recha una línea ondulada (figura 2), depo-
pintadas o grabadas. Entre ellas se en- sitadas en un nivel cubierto por una sólida
cuentra la denominada Auditorium Cave, capa calcítica que garantizaba su inaltera-
una gran formación rocosa atravesada por bilidad (figura 3), con presencia de instru-
dos galerías que conforman un recorrido mentos líticos que contextualizaban los gra-
en cruz (figuras 1a y 1b), donde fueron lo- bados en el periodo Achelense, con una
calizadas las que hoy por hoy son conside- antigüedad en torno a los 290.000 años.
radas las manifestaciones de arte rupestre
más antiguas del mundo (Bednarik, Kumar
y Watchman, 2005).
Figura 6. Fotos y calcos de las piezas M3-10, M2-1 y M1-6 de la Cueva de Blombos. Tomado de Henshilwood
et al., 2009.
Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres
139
2
El Parque Nacional Serra da Capivara cuenta con más No obstante, aun siendo ya muy antiguas
de 1.000 abrigos con arte rupestre, en su mayor parte estas dataciones, destacan por su especial
pintado, aunque no faltan las representaciones gra- relevancia los datos provenientes del abrigo
badas. Pertenecen fundamentalmente a las dos tradi-
ciones pictóricas mayoritarias en Brasil: la tradición de Toca do Bastiana. Este yacimiento, uno
Nordeste y la tradición Agreste (figura 9). de los múltiples encla ves del parque en el
La primera y más antigua de estas tradiciones pictó-
que han sido documentadas manifesta-
ricas engloba una serie de estilos (Serra Capivara, Serra
Talhada, Serra Branca, Seridó, etc.) subsidiarios del ciones pintadas y grabadas, se caracterizó
tronco original (la tradición Nordeste), que se caracte- inicialmente porque una buena parte de
rizan de modo general por la presencia sistemática de
figuras antropomorfas de pequeño tamaño, muy di-
sus representaciones pintadas estaban cu-
námicas, con gran riqueza de detalles (adornos, indi- biertas por una delgada capa de costra cal-
cación de género, instrumentos, etc.) en escenas de cítica que se había depositado sobre las
temática lúdica (danzas), cazadora, guerrera o sexual.
Junto a los antropomorfos aparecen un gran número mismas y que fue sucesivamente datada
de figuras de animales (ciervos, capivaras, felinos, aves) por diversas metodologías (figura 10a). La
representadas igualmente en pleno movimiento. Todo primera datación fue obtenida por el
ello pintado preferentemente con pigmentos de color
rojo, seguido del amarillo y, en menor medida, el equipo de Oswaldo Baffa, del Instituto de
blanco, el gris y el negro, además de la constatación Física de la Universidad de Sao Paulo
muy esporádica de verdes y azules (Azevedo y otros, (Guidon y Arnaud, 1991), a partir de una
2010: 47).
La tradición Agreste es posterior cronológicamente a costra que cubría dos figuras antropo-
la Nordeste, apareciendo sus motivos como auténticas morfas (figura 10b) y que se fecharon por
intrusiones en los abrigos ya ocupados por las grafías
EPR en 17.000 años BP. Posteriormente, en
precedentes de la tradición Nordeste. Técnica y estilís-
ticamente más descuidadas, en la tradición Agreste 2001, un nuevo equipo de la Universidad
predominan figuras antropomorfas aisladas de ta- de Sao Paulo, dirigido por el profesor
maño notablemente mayor y son muy escasas las re-
presentaciones de animales. A diferencia de la tradi-
Watanabe, obtuvo nuevas dataciones de
ción anterior, no se trata de un arte narrativo, sino de estas mismas costras utilizando TL y nue-
un arte estático, yuxtapuesto y carente de sentido es- vamente EPR. En ambos casos las fechas
cénico, en el que el pigmento, predominantemente
rojo, aparece sistemáticamente como relleno plano de obtenidas fueron notablemente enveje-
estos grandes motivos (Pessis, 2003: 86). cidas, abarcando un rango cronológico
Creatividad y neurociencia cognitiva
142
entre los 33.000 y los 35.900 años BP. Un Evidentemente estas fechas han generado
año después, en 2002, una nueva figura un amplio debate científico, cuyo más di-
fue descubierta bajo la costra calcítica en recto detractor ha sido M. Rowe, que ob-
otra zona del abrigo. Tan sólo fue limpiada tuvo una datación directa por radiocarbono
su mitad izquierda, dejando la derecha cu- sobre los componentes orgánicos (carbón)
bierta por la costra, que fue sometida nue- del pigmento de una de las figuras tapadas
vamente a un proceso de análisis para ob- por la costra de calcita. La muestra dio
tener su cronología, utilizando, como se como resultado la fecha de 2.490 +/– 30
hizo en el 2001, las técnicas de la TL y de BP (M. Rowe y otros, 2002: 22-33), aunque
la resonancia paramagnética electrónica sus conclusiones han sido recientemente re-
(EPR). En este caso se obtuvieron fechas batidas por F. Bousta y S. Touron, al consi-
aún más antiguas, que oscilaron entre derar las más que posibles contaminaciones
39.442 y 48.286 años BP (Watanabe y microbiológicas en las muestras analizadas
otros, 2003: 351-4). (Pessis y Guidon, 2009: 55).
Figuras 10a y 10b. Figuras datadas en Toca do Bastiana. P.N. Serra de Capivara. Fotos: Hipólito Collado.
Relativo al tema sobre el que centramos que todas estas piezas son fragmentos de
nuestra exposición, señalar que en este ya- la pared de la cueva que se desprendieron
cimiento fueron localizados cinco frag- de manera natural y cayeron a lo largo de
mentos decorados con motivos diversos un amplio periodo de tiempo (sobre los ni-
(humanos, animales e indeterminados), veles de ocupación auriñaciense y grave-
todos ellos pintados en rojo (figura 11). tiense), hemos de considerar que su reali-
Aunque alguno de ellos fue localizado des- zación sería siempre ante quem al contexto
contextualizado en la terrera (fragmento II, cronocultural que marca el fragmento I,
que ha sido denominado “El Chamán”) y que de todos ellos es el que se localizó de-
otros en niveles más avanzados del positado sobre el estrato más antiguo
Auriñaciense y el Gravetiense, es necesario (base del nivel A2 inicio de la ocupación
destacar que el fragmento I, que tiene re- auriñaciense de Fumane), dando pie a nu-
presentado una suerte de zoomorfo muy merosos debates sobre la atribución de la
esquemático, se encontró depositado autoría de estas representaciones de arte
sobre la base del depósito auriñaciense, en rupestre a neandertales o a humanos ana-
el nivel A2 (Broglio y Dalmieri, 2005). Dado tómicamente modernos (HAM).
Figura 11. Fragmentos de pared con representaciones pintadas en rojo localizados sobre los niveles arqueo-
lógicos de la Gruta Fumane. Tomado de Broglio et al., 2009: 756, lámina 2.
Creatividad y neurociencia cognitiva
144
en una fosa trapezoidal con las piernas 1978: 281-325). Técnicamente, respecto
flexionadas y la cabeza separada. Sobre a la pintura, se trata de pigmentos ro-
la superficie que estaba en contacto con jizos y negros con trazos de perfiles
el cadáver había 18 cazoletas grabadas poco definidos o extendido a modo de
(Peyrony, 1934: 34), la mayor parte –16– manchas irregulares en tinta plana,
asociadas de manera pareada (figuras mientras que para el grabado nos en-
12a y 12b), lo que sugiere que el autor frentamos en todos los casos con mo-
de la misma tenía desarrollada una evi- tivos ejecutados a base de trazos
dente capacidad simbólica. gruesos y profundos. En cualquier caso,
la dificultad estriba en definir si los blo-
El resto de las representaciones de arte ques con estos grafemas se habían des-
rupestre se encuentran realizadas sobre prendido de la pared y caído sobre los
bloques calizos, 29 de ellos localizados niveles auriñacienses, lo que nos indi-
en las capas auriñacienses y otros dos caría, por tanto, una fecha ante quem
más en la gravetiense. Se trata de mo- en su momento de ejecución al estadio
tivos pintados o grabados, de trazos auriñaciense, o si los motivos pintados y
fragmentarios irregulares, trazos lineales grabados se realizaron con posterioridad
en vertical u horizontal, cazoletas, vulvas en estos bloques una vez caídos sobre
(la mayor parte de tendencia triangular) los niveles arqueológicos y, por tanto,
(figura 13) y representaciones fragmen- claramente asociados a la cronología es-
tarias de animales (Delluc y Delluc, tablecida para los mismos.
Figura 13. Vulvas grabadas sobre un bloque calizo del nivel auriñaciense de La Ferrassie. Tomada de Lorblanchet,
1999: 226.
Creatividad y neurociencia cognitiva
146
Figura 14b. Foto y calco del bloque 2 del Abrigo Cellier. Tomado de www.claytoneshleman.com/matrix.pdf.
Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres
147
cubierta para la ciencia por D. Peyrony en una más antigua musteriense y otra auri-
1927 y 2 años después excava en la zona ñaciense (Peyrony, 1929). Los grabados
de entrada un pequeño nivel de arcilla so- fueron dados a conocer por este mismo
terrado por un espeso nivel de clastos que investigador en una breve nota en 1932 y
el mismo define como “d’une pauvreté posteriormente estudiados por Breuil
desesperante”, en el que localiza un pe- (H. Breuil, 1952: 315), que identifica las fi-
queño hogar y algunos útiles líticos que guras de un oso, un mamut y un rinoce-
atribuye a dos etapas culturales diferentes, ronte (figura 20).
Figura 20. Calco del mamut y del rinoceronte de la Cueva de Bernous. Tomado de Delluc y Delluc, 179: 41-2.
Las figuras aparecen todas sobre la pared la cueva de la Croze a Gontran (en este
izquierda y próximas a la entrada de la mismo artículo), o en los restos pintados
cueva, recibiendo, por tanto, la luz natural del abrigo Blanchard, y sin embargo, en-
del día, que ayuda a su identificación, cuentran mejor acomodo con los docu-
aunque el panel está muy afectado por la mentados en la cueva de La Cavaille, en
gelifracción. Todas ellas están realizadas donde únicamente hay constancia de un
con un trazo muy profundo, bien mar- nivel chatelperroniense y otro magdale-
cado, de sección en U, en un estilo que a niense. De hecho, algunos autores poste-
grandes rasgos repite las características riores, como Laming Emperaire (1962:
que hemos venido observando hasta el 193), Leroi Gourham (1976: 743) o los
momento en yacimientos anteriormente
propios Delluc (1979: 44), muestran al-
citados y que el propio Peyrony paraleliza
gunas reservas sobre la atribución auriña-
con los grabados arcaicos de La Ferrasie
ciense de estos grabados.
(Peyrony, 1932: 9). No obstante, el tipo de
trazo, más vigoroso y ancho, y el aspecto Nos enfrentamos en Bernous con un arte
y estilo de los grabados zoomorfos de esta de incierta atribución cultural, asociado a
cueva son bastante más “rudimentarios” contextos materiales muy pobres defi-
que los observados, por ejemplo, en los nidos como musterienses y auriñacienses,
animales auriñacienses de Pair-non-Pair, de parco en detalles, con figuras de tamaño
Creatividad y neurociencia cognitiva
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Figura 21. Calco del panel 8 de Croze a Gontran. Tomado de Delluc y Delluc, 1983: 34, fig. 16.
Creatividad y neurociencia cognitiva
154
Estilísticamente continúan las siluetas en zona inicial estaban muy alterados por
perfil absoluto, estáticas y con pocas con- ocupaciones troglodíticas medievales
cesiones a los detalles anatómicos (espe- (Delluc y Delluc, 1988). Los objetos pro-
cialmente acusado en las extremidades), porcionados por la excavación pusieron
siendo igualmente extrañas en esta cueva de manifiesto dos momentos de ocupa-
las utilizaciones del soporte para comple- ción. Uno inicial, más antiguo, chatelpe-
mentar las representaciones grabadas. rroniense, y otro posterior, magdale-
Convenciones que también se reconocen niense, al que se atribuye, además de la
en la ya citada cueva de Pair-non-Pair. industria lítica característica, un frag-
mento de hueso decorado con la figura
No obstante, la complejidad compositiva
de un reno.
entre figuras simbólicas y naturalistas in-
dica posiblemente un momento algo más Los grabados aparecen en la zona inicial
avanzado en el Auriñaciense. De hecho, de la cueva y de hecho reciben la luz ex-
las series de trazos paralelos son recono- terior. Esta situación y la degradación del
cibles en un bloque de La Ferrassie atri- propio soporte rocoso, además de la cu-
buido al Auriñaciense III (Delluc y Delluc, brición por musgos y líquenes, dificulta en
1978: 300-1), al igual que algunos as- gran medida su observación. Se trata en
pectos estilísticos del caballo del panel 8, todos los casos de motivos grabados con
que, como apuntábamos con anterio- un trazo ancho y vigoroso de sección en
ridad, los Delluc llegan a paralelizar con U, en donde aparecen tanto motivos fi-
otros de cronología gravetiense. gurados como simbólicos. Entre los pri-
meros se han identificado seis mamuts,
Cueva de La Cavaille (Couze-Saint- un caballo, un auroch y un herbívoro acé-
falo indeterminado, mientras que entre
Front, Dordoña, Francia)
los segundos se han documentado signos
Nos encontramos nuevamente con una vulvares, grupos de trazos en paralelo y
pequeña cueva, con un desarrollo aproxi- un gran signo circular sobre la bóveda.
mado de 21 metros, conformada por un
Estilísticamente, los animales se presentan
primer corredor lineal de unos 2,5 a 3 me-
resueltos de manera muy sumaria, en
tros de ancho por 2 metros de alto,
perfil absoluto, sin perspectiva ni anima-
abierto hacia el suroeste, dominando una
ción, con tan sólo una pata por par, sin
plataforma sobre el pequeño arroyo de La
detalles anatómicos destacados y con un
Cavaille, próxima a su confluencia con el
acusado arco para definir la línea ventral
río Couze. Esta galería inicial de una quin-
(figuras 22a y 22b). Convencionalismos
cena de metros, cuya primera mitad llega
identificados en las cuevas ya citadas con
a recibir la luz natural, se inflexiona final-
anterioridad aunque con especial vincu-
mente hacia el este, terminando en una
lación respecto a los identificados en la
pequeña sala en fondo de saco.
Gruta Bernous, que, como ya hemos se-
La cueva fue descubierta en 1934 por ñalado, difieren en cierta medida por el
Fernand Lacorre que fue también el que tipo de técnica de ejecución y su estilo
llevó a cabo las excavaciones en su zona más tosco y descuidado en relación con
más profunda, ya que el vestíbulo y la los posiblemente más avanzados de Pair-
Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres
155
Figura 26. Grabados lineales profundos del primer horizonte gráfico de La Viña. Tomado de Juan Luis Méndez
en http://www.asturnatura.com/turismo/abrigo-de-la-vina/1513.html.
cuenta los paralelos de este tipo de gra- razonablemente4 ese horizonte se re-
bados en otros yacimientos, que las repre- monta a los tiempos auriñacienses”
sentaciones gráficas de la Cueva del (Fortea, 2000-2001: 187). Todo ello
Conde se realizarían en un momento post siendo consciente este mismo investi-
quem de 29.000 BP (Fernández y otros, gador de la más que prolija colección de
2005: 85). objetos mobiliares auriñacienses y preau-
riñacienses con series y haces de líneas
grabadas factibles de paralelizar con este
horizonte parietal (Marshack, 1976;
Cremades y otros, 1995).
Guerra Civil, lo que conllevó una ingente (figura 28). Esta fecha suponía que al-
cantidad de grafitis y destrozos, que afec- gunas de las representaciones de
taron fundamentalmente al “Muro de los Candamo se articulaban como de las
Grabados”, y las posteriores actuaciones más antiguas del occidente europeo. Por
de limpieza y restauración (Menéndez ello se realizaron nuevas comproba-
Pidal, 1954), que llegaron a provocar la ciones tomando nuevas muestras, que
desaparición de algunas figuras en el fueron enviadas a otro laboratorio que
“Camarín” (un contorno acéfalo de bi- proporcionó fechas muy diferentes:
sonte y la cabeza de un caballo pintada 15.160 +/– 90 BP (CAN 3) y 15.870 +/–
en negro). 90 BP (CAN 4). La polémica estaba ser-
Su arte rupestre, tras el monográfico de vida, tanto más por cuanto que los aná-
Hernández Pacheco, ha sido escasa- lisis por microscopía electrónica de ba-
mente estudiado hasta que a partir de rrido efectuados por M. Hoyos con
2006 se ha procedido a la realización de muestras tomadas de los mismos puntos
un proyecto integral de prospección y determinaron una diferente composición
documentación de la cavidad con aplica- del carbón (vegetal y hueso) en los
ción de novedosos sistemas de registro puntos y contaminación bacteriana
3D, coordinado por Soledad Corchón, (Fortea, 2000-2001: 191-6). El propio
con importantes resultados que amplían Fortea en este mismo trabajo ofrece
la serie figurativa ya conocida (Corchón tres posibles hipótesis para interpretar
y Gárate, 2010). Con anterioridad, salvo tan fuertes discrepancias, sin llegar a
estudios específicos que han tratado de descartar la viabilidad arqueológica de
establecer la secuencia evolutiva de las ninguna de ellas (Fortea 2000-2001:
representaciones acumuladas en el 197-201). Sin embargo, debemos pun-
“Muro de los Grabados” (Jordá, 1976; tualizar que los nuevos datos obtenidos
Moure, 1981), nuevos estudios compa- por los trabajos de Soledad Corchón han
rativos (López Mora, 1988) o nuevos proporcionado una amplia serie de mo-
calcos de los conjuntos conocidos tivos simbólicos (manchas, trazos pare-
(Berenguer, 1994), la Cueva de la Peña ados, discos rojos) con una distribución
nunca había sido objeto de estudios mo- topográfica organizada que encajan cla-
nográficos. ramente con las manifestaciones gráficas
A comienzos de este siglo, Fortea ob- más antiguas del arte rupestre paleolí-
tiene algunas dataciones directas de sus tico, proponiendo a partir de estas evi-
pinturas (Fortea, 2007). En concreto se dencias una apropiación gráfica de toda
muestrearon unas series de puntos ne- la cavidad desde tiempos antiguos, con
gros que se superponían a los toros 15 y una continuidad posterior constreñida
16 del “Muro de los Grabados” y que tan sólo a algunos sectores determi-
proporcionaron en primera instancia una nados (Corchón y Garate, 2010: 99), lo
datación de 32310 +/– 690 BP y poste- que de algún modo vendría a avalar la
riormente otra de 33.910 +/– 840 BP validez de las dataciones antiguas obte-
sobre los restos de la muestra inicial nidas por Fortea en el “Muro de los
(CAN 12) (Fortea, 2000-2001: 191-6) Grabados”.
Creatividad y neurociencia cognitiva
162
Figura 28. Indicación de las muestras datadas en el Muro de los Grabados de la Cueva de la Peña. Tomado de
Fortea, 2000-2001: 189, fig. 5.
Figura 29. Calco del “Friso de los Caballos” de la Cueva de Pondra. Tomado de González y San Miguel, 2001:
117, fig. 34.
Cueva de El Sidrón (Borines, Piloña, brican (Pinto, 1975). Sin descartar que
Asturias, España) parte del conjunto grabado pueda de-
berse a la acción de zarpazos de osos, en
Este yacimiento, conocido fundamental-
la Galería de las Pinturas nos encontramos
mente por su magnífica colección de
con haces y trazos lineales de 2 a 4 mm
restos óseos de neandertales (Rasilla,
de grosor y sección en U que en la mayor
Rosas, Cañaveras y Lalueza, 2010), se en-
parte de los casos describen vagas com-
cuentra en un complejo kárstico de no-
posiciones reticulares que se infraponen
table desarrollo (próximo al kilómetro de
y superponen indistintamente a una serie
longitud), con tres niveles y al menos 13
de motivos simbólicos indeterminados,
entradas conocidas.
pintados en rojo, con formas ovaladas y
Hasta el momento, los datos proporcio- laciformes, que en algunos casos contor-
nados por la excavaciones arqueológicas nean resaltes y oquedades rocosas de la
solo señalan una clara presencia neandertal galería (figura 30). Las condiciones an-
en la cueva, con dataciones que se distri- gostas de esta galería han permitido la
buyen entre 38.000 y 50.000 BP, atribu- subsistencia de estos restos gráficos que
yendo con seguridad los restos arqueoló- hipotéticamente también podrían haber
gicos documentados en la Galería del estado presentes en otras zonas, pero
Osario (restos fósiles y humanos e indus- que, dadas las características poco favo-
tria lítica) al estadio isotópico 3, en la úl- rables de la roca soporte, además de la
tima fase del Paleolítico Medio, con refe- circulación de agua y las corrientes de
rentes en yacimientos como La Viña, aire, han hecho imposible su conservación
Mirón, El Castillo, Arrillor, Axlor o Kurtzia (Rasilla, Rosas, Cañaveras y Lalueza, 2010:
(Torres y otros, 2010: 163-4), y restos muy 189-91).
poco significativos de ocupaciones en mo-
mentos finales del Magdaleniense o del
Epipaleolítico en la “Galería de los
Huesos”, que se reiteran al exterior en el
abrigo de la Cabañina, donde además se
documentan materiales holocénicos
(Calcolítico a Edad del Hierro) (Rasilla y
otros, 2010: 167-81).
En este marco contextual es preciso se-
ñalar la existencia en el interior de la ca-
vidad de manifestaciones rupestres tanto
pintadas como grabadas en la denomi-
nada “Galería de las Pinturas”. Se trata
de un estrecho corredor ramificado de la
galería principal en el que en 1975 fue
descubierto un exiguo pero interesante
Figura 30. Imágenes de las representaciones de la
repertorio de arte rupestre a tenor del Galería de las Pinturas. Tomado de Rasilla, Rosas,
contexto arqueológico en el que se im- Cañaveras y Lalueza, 2010: 190, fig. 104.
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Creatividad y neurociencia cognitiva
170
Abstract Introducción
La lateralidad manual está muy bien esta- La lateralidad manual es consecuencia de
blecida en nuestra especie. Sin embargo, la lateralidad cerebral. El cerebro está di-
todavía no se ha podido determinar qué vidido en dos partes o hemisferios, de-
especie fue la primera en presentar late- recho e izquierdo, cada uno de ellos con
ralidad manual, a pesar de que se ha lle- funciones específicas. El hemisferio iz-
vado a cabo una gran diversidad de estu- quierdo rige la parte derecha del cuerpo
dios desde enfoques muy distintos y viceversa, con lo cual también existe una
(paleoneurología, talla de herramientas lí- lateralidad corporal que se manifiesta en
ticas, zooarqueología…). el uso preferente y con mayor eficacia de
Una de las mejores maneras para deter- una mitad del cuerpo frente a la otra. Los
minar la lateralidad manual es observar a humanos actuales poseemos el nivel más
los individuos manipulando objetos de ma- elevado de lateralidad manual, alcan-
nera espontánea. Obviamente este método zando el 90% de la población (McGrew
no puede emplearse en el caso de homí- y Marchant, 1997). El porcentaje de dies-
nidos fósiles. No obstante, cierto tipo de tros siempre es mucho más elevado que
desgaste dental puede ofrecernos una evi- el de zurdos, aproximadamente de nueve
dencia directa de qué mano fue empleada diestros por cada zurdo. No obstante, esta
de manera preferente por los homínidos. proporción varía en función de la pobla-
Concretamente, estamos refiriéndonos a ción estudiada. En general, las sociedades
las estrías culturales que aparecen en la su- occidentales tienen una gran mayoría de
perficie labial de la dentición anterior de in- diestros y un pequeño porcentaje de
dividuos pertenecientes a diversas especies zurdos. En cambio, en las sociedades
(Homo heidelbergensis, neandertales, preindustriales el número de zurdos au-
Homo sapiens…). Estas estrías son resul- menta (Faurie et al., 2005). Esto puede ser
tado del uso de la dentición como tercera consecuencia de presiones de tipo cultural
mano para procesar y manipular una gran en las sociedades occidentalizadas, en las
diversidad de materiales. La población de que se forzaba el uso de la mano derecha
Homo heidelbergensis de la Sima de los frente a la izquierda, por ejemplo al es-
Huesos (Sierra de Atapuerca, Burgos) pre- cribir, por considerarlo más adecuado.
senta este tipo de rasgo de desgaste, a El uso preferente de la mano derecha es
partir del cual hemos podido inferir un uso un rasgo típicamente humano que con-
preferente de la mano derecha, hace ya lleva importantes implicaciones sobre la-
500.000 años. teralidad corporal y cerebral. Por este mo-
Creatividad y neurociencia cognitiva
172
1984; Bromage et al., 1991; Shipman y mente dicha. La fase preparatoria del ali-
Rose, 1983). No obstante, recientemente mento se caracteriza por la interacción
algunos estudios han cuestionado la va- entre manos y dientes de manera simul-
lidez de este método, ya que hay ciertas tánea. A lo largo de nuestra evolución, el
variables que no pueden ser controladas uso de esta técnica se generalizó, am-
con seguridad, como la posición concreta pliándose la gama de materiales manipu-
de la mano con respecto al hueso lados con manos y dientes que ya no es-
(Pickering y Hensley-Marschand, 2008). taban exclusivamente destinados a la
Finalmente, el estarcido de manos de las alimentación. Los dientes se convirtieron
pinturas rupestres también ha proporcio- en una auténtica herramienta, siendo uti-
lizados como una “tercera mano”. Es en
nado información acerca de la lateralidad
este contexto donde se lleva a cabo una
manual. Groënon (1988) analizó los estar-
técnica conocida como “poner y cortar”,
cidos de cuevas francesas del Paleolítico
que consiste en sujetar un material entre
Superior llegando a la conclusión de que
los dientes anteriores y una de las manos.
el 77% de los mismos representaban la
La mano libre corta este material con
mano izquierda. La mano derecha había
ayuda de una herramienta lítica (Brace,
sido utilizada para sujetar el tubo con el
1967; Brace et al., 1987). En este proceso
pigmento y la mano apoyada, cuyo nega-
de corte, la herramienta puede golpear
tivo quedaba en la pared, era la izquierda.
accidentalmente el esmalte de incisivos y
Años más tarde, Faurie y Raymond (2004)
caninos ocasionando cortes o estrías con
realizaron un experimento en el que pi-
unas características y dimensiones bien
dieron a estudiantes universitarios que re-
determinadas.
alizaran la técnica del estarcido sobre una
hoja de papel obteniendo la misma pro- La primera investigadora en identificar este
porción entre zurdos y diestros que tipo de estrías y plantear una hipótesis
Groënon, con lo cual ratificaron sus con- sobre su origen fue Marie-Antoinette de
clusiones. Lumley, que, en 1973, identificó unas
marcas en la superficie labial de los dientes
anteriores de los individuos del yacimiento
Microdesgaste dental: estrías
de Hortus (Francia) (De Lumley, 1973).
en la dentición anterior Estrías similares han sido halladas en homí-
El microdesgaste dental se ha erigido nidos fósiles de diferentes yacimientos del
como otra disciplina capaz de aportar in- Pleistoceno Medio y Tardío, como Shanidar
formación sobre lateralidad manual. Tanto (Irak) (Trinkaus, 1983), Krapina (Croacia)
humanos como primates utilizamos nues- (Lalueza Fox y Frayer, 1997), Sima de los
tros dientes para procesar los alimentos Huesos y Cova Negra (España), La Quina V
que vamos a ingerir. Los dientes anteriores (Francia) (Bermúdez de Castro et al., 1988),
(incisivos y caninos) sirven para pelar Saint Bras, Angles-sur-L’Anglin (Francia),
frutos o para obtener pequeñas porciones Kabwe (Zambia), Mauer (Alemania)
de alimentos, mientras que los dientes (Lalueza Fox y Pérez-Pérez, 1994; Puech,
posteriores (premolares y molares) son los 1979, 1982), Tabun I (Israel) (Lalueza Fox,
encargados de la masticación propia- 1992) y Vindija (Croacia) (Frayer et al.,
Creatividad y neurociencia cognitiva
174
nico, se ha realizado una descripción de- anchura, longitud y orientación. Las di-
tallada de las mismas. Las estrías tienen mensiones de estas estrías son uno de los
unos bordes lineales, bien definidos y pa- rasgos más importantes para establecer
ralelos a lo largo de toda su longitud. El la etiología de las mismas y diferenciarlas
fondo de las estrías suele tener una sec- de otros desgastes causados durante la
ción transversal en forma de “V”. En el masticación de alimentos (Lozano et al.,
interior del surco discurren estrías mucho 2008) (tabla 2). La orientación también es
más finas en sentido longitudinal. En los muy importante, ya que es el rasgo que
bordes exteriores de las estrías pueden nos permite inferir la mano con la que se
observarse pequeños levantamientos de sujetaba la herramienta lítica causante de
esmalte de forma triangular denominados las marcas o estrías. Esta variable se ha to-
“conos hertzianos”. Estos conos son re- mado teniendo en cuenta el ángulo de
sultado de la interacción entre la presión cada estría con respecto al plano oclusal
ejercida por la acción del corte y la resis- del diente, que representa la línea 0º-180º
tencia ofrecida por la superficie cortada (figura 2). Se han considerado cuatro ca-
(Bromage y Boyde, 1984). La morfología tegorías de orientación: oblicuo derecho,
de las estrías coincide totalmente con las vertical, horizontal y oblicuo izquierdo
marcas de corte documentadas sobre los (Lozano et al., 2004, 2008).
huesos de animales que han sido proce- Los 20 individuos analizados en este tra-
sados por los homínidos (Lozano et al., bajo presentan estas estrías en todos o en
2004; Shipman y Rose, 1984) (figura 2). la mayor parte de sus dientes anteriores,
La única diferencia claramente discernible no habiendo ninguna diferencia en cuanto
es el aspecto desgastado y pulido de los a sexo o edad. El porcentaje de dientes con
bordes de las estrías halladas en los estrías asciende al 94,5% del total (Lozano
dientes. Esto es debido a que las marcas et al., 2008). La orientación predominante
se produjeron en vida de los individuos; el de las estrías en 15 de los 20 individuos es
uso habitual de la dentición, la acción de en oblicuo derecho. Otros cuatro indivi-
la saliva y la lengua han propiciado el as- duos tienen una mayoría de estrías en ver-
pecto desgastado de las estrías. tical, mientras que el individuo X es el
Además de la morfología de estas marcas, único que no tiene orientación preferente,
se han obtenido valores referentes a su ya que está representado por un único
Tabla 2. Dimensiones de las estrías labiales de la muestra de Sima de los Huesos, las
producidas experimentalmente y las ocasionadas por la dieta. Todas las medidas
están en micrómetros. Las cifras entre paréntesis representan la desviación.
diente con sólo tres estrías de diferentes resultados de este estudio experimental
orientaciones (tabla 1). permiten inferir que los 15 individuos de
En diversos trabajos experimentales se ha la población de Sima de los Huesos con
podido constatar que la orientación de las una orientación preferente en oblicuo de-
estrías está directamente relacionada con recho habrían utilizado la mano derecha
la mano que sujeta la herramienta para sujetar la herramienta lítica y, por
(Bermúdez de Castro et al., 1988; Lozano tanto, serían diestros.
et al., 2004, 2008). La intención de los tra- Lamentablemente estos experimentos no
bajos experimentales fue generar marcas permiten inferir la lateralidad de los cuatro
o estrías en las superficies labiales de individuos de SH con orientación predo-
dientes actuales y compararlas con las de minante en vertical, ya que tanto el indi-
la muestra fósil. Las marcas se hicieron con viduo diestro como el zurdo produjeron
herramientas líticas fabricadas con las ma- un pequeño porcentaje de estrías con
terias primas utilizadas por los homínidos esta orientación.
que poblaron la Sierra de Atapuerca: sílex,
arenisca, cuarcita y cuarzo. Se utilizaron
Implicaciones de la existencia
dientes procedentes de extracciones clí-
de lateralidad manual hace
nicas que se dividieron en cuatro grupos
en relación a las materias primas emple-
500.000 años
adas. Cada grupo de dientes se pegó a un Las estrías que hemos estudiado son con-
protector bucal (como el que utilizan los secuencia del uso de una herramienta por
deportistas) en el lugar que anatómica- parte de los homínidos de SH. Dado que,
mente les correspondería en una arcada según Faurie y colaboradores (2005), ob-
dental. Para realizar el experimento con- servar a una persona realizando alguna
tamos con la ayuda de dos personas, una tarea o manipulando herramientas es la
diestra y una zurda. Cada uno de ellos se mejor manera para establecer la presencia
puso un protector bucal y, simulando que de lateralidad manual, estas estrías nos
cortaban un material, marcaron la super- aportan la evidencia más directa del uso
ficie labial de los dientes con las herra- de herramientas por parte de homínidos
mientas líticas. El procedimiento se repitió fósiles. Además, el hecho de que 19 de
varias veces con grupos distintos de los 20 individuos analizados tengan una
dientes y con lascas de diferentes mate- orientación preferente de las estrías indica
riales. Los resultados indican que las homogeneidad en la manera de sujetar y
marcas experimentales tienen la misma utilizar la herramienta lítica. Es decir, el
morfología y dimensiones que las docu- modo en que utilizaban las herramientas
mentadas en las superficies labiales de los líticas no era fruto del azar, si no que es-
dientes fósiles. Además, el 89,1% de las taba establecido por un uso frecuente y
estrías realizadas por la persona diestra habitual que queda reflejado en la exis-
tienen una orientación en oblicuo de- tencia de un patrón concreto de orienta-
recho, mientras que el 78,4% de las rea- ción de las estrías. Las estrías se super-
lizadas por la persona zurda están orien- ponen en un mismo diente, lo que indica
tadas en oblicuo izquierdo (figura 2). Los diferentes momentos de formación. El
Lateralidad manual de Homo heidelbergensis: la Sima de los Huesos…
179
pensamiento simbólico y, en definitiva, la Bischoff JL, Fitzpatrick JA, León L, Arsuaga JL,
aparición de expresiones tan complejas Falgueres C, Bahain JJ, Bullen T. Geology and
preliminary dating of the hominid-bearing se-
como el arte.
dimentary fill of the Sima de los Huesos
Chamber, Cueva Mayor of the Sierra de
Agradecimientos Atapuerca, Burgos, Spain. Journal of Human
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Los trabajos realizados en la Sierra de
Bischoff JL, Shamp DD, Aramburu A, Arsuaga
Atapuerca cuentan con la financiación del JL, Carbonell E, Bermúdez de Castro JM. The
Ministerio de Ciencia e Innovación con el Sima de los Huesos Hominids Date to Beyond
proyecto CGL2009-12703-C03-02: Com- U/Th Equilibrium (>350 Kyr) and Perhaps to
portamiento ecosocial de los homínidos de 400-500 Kyr: New Radiometric Dates. Journal
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la Sierra de Atapuerca durante el Cuater-
nario II, de la Consejería de Cultura y Bischoff JL, Williams R, Rosenbauer R,
Aramburu A, Arsuaga JL, García N, Cuenca-
Turismo de la Junta de Castilla y León y de Bescós G. High-resolution U-series dates from
la Fundación Atapuerca. the Sima de los Huesos hominids yields
Finalmente, nos gustaría agradecer a 600+8kyrs: implications for the evolution of
the early Neanderthal lineage. Journal of
Eudald Carbonell, José M.ª Bermúdez de Archaeological Science 2007; 34:763-70.
Castro y Juan Luis Arsuaga, directores de
Brace CL. Environment, Tooth Form, and Size
los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, in the Pleistocene. Journal of Dental Research
su apoyo durante la realización de estos 1967; 46:809-16.
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Del cerebro a los primeros enterramientos:
la evolución de la cognición humana
Dra. Marina Mosquera Martínez
2005b). Kanzi adquirió un amplio vocabu- Una de ellas es el tracto vocal, encargado
lario: aprendió a relacionar la palabra in- de la articulación de los sonidos. Las otras
glesa con su referente en el mundo real y son estructuras del cerebro, particular-
después aprendió a relacionar la palabra mente del entorno frontal y temporal del
con un símbolo geométrico. hemisferio izquierdo: el área de Broca y el
Ello indujo a Savage-Rumbaugh a for- área de Wernicke (figura 1).
mular la hipótesis de que la presencia del El tracto vocal está formado por las cavi-
lenguaje en los humanos no puede ser dades oral y nasal, la laringe, la faringe,
atribuida a ningún circuito neurológico in- el hioides y la tráquea, entre otros ele-
nato y especializado, sino a un fenómeno mentos anatómicos. La emisión de so-
social, producto del aprendizaje y del am- nidos –en cuanto a variedad, cantidad y
biente social del que está rodeado un in- posibilidades de articulación– viene deter-
dividuo (Savage-Rumbaugh y Rumbaugh, minada por la morfología y posición rela-
1983; Savage-Rumbaugh et al., 1998). tivas de estos elementos.
Aun cuando el chimpancé es capaz de
Aparato fonador y áreas cerebrales
emitir alrededor de 15 vocalizaciones di-
del lenguaje ferentes, no cabe duda de que el ser hu-
El lenguaje y la comunicación vocal de- mano le aventaja con alrededor de 40 vo-
penden de varias estructuras anatómicas. calizaciones. Ello se debe a una serie de
Por su parte, aunque hay chimpancés más El hioides es un hueso situado en la la-
diestros que zurdos y viceversa, suelen ser ringe, cuya morfología y posición nos in-
ambidextros a nivel poblacional (Fletcher y forma sobre la posibilidad y variedad en
Weghorst, 2005; Marchant y McGrew, la vocalización. Por tanto, el estudio de
1996; McGrew y Marchant, 2001; los hioides de especies fósiles puede ayu-
McGrew et al., 2003; Mosquera et al., darnos a desentrañar si pertenecían a in-
2007). No obstante, nuestros últimos tra- dividuos con capacidad de vocalizar a
bajos señalan que lo determinante es el nuestro modo. Desgraciadamente, se
tipo de acción sobre la que se observa la trata de un hueso muy frágil, por lo que
lateralidad manual. Según nuestros resul- existen muy pocos hioides en el registro
tados, los chimpancés se lateralizan cuanto paleoantropológico mundial. De ellos, el
más compleja es la tarea a realizar (Llorente más antiguo corresponde a una niña
et al., 2009, 2010). Australopithecus afarensis de unos 3 años
de edad y 3,3 millones de años de anti-
En resumen, vemos que un aparato fo-
güedad, procedente del yacimiento de
nador atípico, así como unas áreas cere-
Dikika, en Etiopía (Alemseged et al.,
brales especializadas en el habla y en la
2006). Los investigadores concluyen que
comprensión del lenguaje, son los ele-
este hioides presenta una morfología tí-
mentos anatómicos que nos han permi- pica de los grandes antropomorfos afri-
tido físicamente a los humanos desarro- canos, alejándose del tipo humano. En
llar una herramienta de representación y este sentido, podemos descartar que la
de comunicación tan potente como es el especie de Australopithecus afarensis pu-
lenguaje. Pero, ¿desde cuándo los homí- diera articular sonidos en la forma que
nidos cuentan con estas ventajas vocales aun un lenguaje básico lo requiere.
y cerebrales?
Los siguientes hioides en antigüedad per-
tenecieron a dos individuos de Homo hei-
Evidencias anatómicas indirectas
delbergensis de la Sima de los Huesos
del uso del lenguaje en la evolución (Atapuerca, Burgos). Según los investiga-
humana dores, ambos fósiles presentan una mor-
De entrada, es necesario tener presente fología moderna, lo que nos indica una ca-
que ni el tracto vocal ni el cerebro fosi- pacidad lingüística totalmente desarrollada
lizan. Por tanto, los investigadores se en estos homínidos europeos de hace al-
han visto obligados a rastrear evidencias rededor de 500.000 años (Martínez et al.,
anatómicas indirectas que pudieran 2008). Estos trabajos han venido a combi-
arrojar algo de luz sobre el tema. Si bien narse con otra línea de investigación
es cierto que ningún órgano blando fo- abierta por los investigadores de este yaci-
siliza, sí lo hacen los huesos cercanos o miento, basada en el análisis de las capa-
en contacto con ellos. En concreto nos cidades auditivas de esta especie (Martínez
referimos al hueso hioides y a los crá- et al., 2004).
neos de homínidos fósiles que alguna Desde luego, si esto es así para esta es-
vez contuvieron los cerebros hoy no pecie, más aún para sus descendientes,
conservados. los neandertales europeos, como lo de-
Creatividad y neurociencia cognitiva
190
muestran los hioides de Kebara (Israel) (fi- muy fragmentario, pero hay una serie de
gura 2) (Arensburg et al., 1989) y de la caracteres que pueden analizarse. El más
Cueva de El Sidrón, en Asturias común de ellos es el volumen encefálico y
(Rodríguez et al., 2002). el cociente de encefalización que se deriva
de él (Falk, 1975, 1985; Falk y Kasinga,
1983; Falk et al., 2000; Holloway, 1970,
1980, 1983, 1996; Holloway et al., 2001;
Savage-Rumbaugh y Rumbaugh, 1983;
Savage-Rumbaugh et al., 1998; Tobias
1963, 1972, 1974, 1987, 1991, 2004).
Es interesante destacar el notable incre-
mento del volumen encefálico de los pri-
meros Homo, el Homo rudolfensis más
antiguo (KNM-ER 1470, 752 cm3), res-
pecto a los australopitecinos más antiguos
Figura 2. Hueso hioides de neandertal de la cueva (Australopithecus afarensis) (de 343 a 485
de Kebara (Israel) (Carbonell, coord., 2005).
cm3), los más modernos (Paranthropus
boisei, de 500 a 522 cm3) y respecto a los
chimpancés actuales (Pan paniscus-Pan
En los últimos años, una emergente dis- troglodytes, 366 cm3 de media) (Holloway,
ciplina ha venido a revolucionar aún más 1996). Obviamente, este incremento lleva
el panorama de las capacidades del nean- consigo el incremento en el número de
dertal: la genética. Según un estudio re- circunvoluciones cerebrales, el aumento
cientemente publicado, el gen FOXP2, di- del tamaño de los lóbulos cerebrales y la
rectamente implicado en la capacidad remodelación de la posición de los
lingüística, ha sido descubierto en restos mismos (Falk, 1985). En este proceso, la
de diferentes neandertales europeos lateralización cerebral se acentuó y las
(Krause et al., 2007). áreas de Broca y Wernicke se desarro-
Contamos también con las evidencias re- llaron, como parece demostrarlo el fósil
lativas a las áreas cerebrales implicadas en de Homo rudolfensis KNM-ER 1470.
el lenguaje, las cuales se derivan del es- No obstante, la interpretación a escala con-
tudio de los endocráneos fósiles. Estos ductual o cognitiva de este fenómeno es
suelen mostrar, aunque normalmente de compleja. Por una parte, podría ser reflejo
forma muy débil debido a la envoltura de exclusivamente de una recién adquirida la-
las meninges, las improntas de vasos san- teralización manual, necesaria para el sur-
guíneos y el desarrollo de las áreas más ex- gimiento de la habilidad tecnológica hace
ternas del córtex cerebral, incluyendo las alrededor de 2,5 millones de años (Fox,
de comprensión del lenguaje (Wernicke) y 1995). Por otra, podría estar relacionado
de emisión de sonidos (Broca). con un incipiente uso del lenguaje. Ello es-
Desde hace décadas, los paleontólogos taría favorecido por la ampliación del córtex
han desarrollado estudios neurocientíficos cerebral y del lóbulo frontal del cerebro, los
sobre los endocráneos fósiles. El registro es cuales están también directamente impli-
Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana
191
cados en el comportamiento social y emo- Todo ello permite que la cultura sea acu-
cional del individuo (Aiello y Dunbar, 1993; mulativa, interesantísimo y muy enrique-
Deacon, 1995; Tobias, 1987). cedor rasgo que no posee ni siquiera la
Aparte de KNM-ER 1470, los fósiles KNM- evolución biológica. Los rasgos hiperadap-
ER 3733 y KNM-ER 3883 (ambos Homo er- tativos de la cultura son, pues, la ilimitada
gaster) y SK 1585 (Paranthropus robustus) acumulación de información que soporta,
parecen presentar igualmente cierta asime- la socialización que favorece y el que haya
tría cerebral que ha de ser interpretada, permitido matizar e incluso cambiar el
bien en función de la manipulación de ob- rumbo de la selección natural.
jetos, bien en la de la comunicación lingüís- El aprendizaje implica la existencia de tres
tica, o bien en la combinación de ambas elementos: un maestro o demostrador, un
(Falk et al., 2000; Holloway, 1996), lo cual aprendiz y una información para trans-
puede ser aceptado para el caso de los mitir. Esta transmisión puede llevarse a
Homo ergaster de alrededor de 1,5 mi- cabo bajo diferentes fórmulas, de las que
llones de años. Para el otro caso, el del la exposición, la estimulación, la mímica,
Paranthropus robustus, es más dudoso, ya la instrucción y la colaboración son unas
que el reciente descubrimiento del hioides cuantas. Casi todos los tipos de aprendi-
de Dikika –con unas características morfo- zaje presentan un rasgo en común muy
lógicas muy cercanas a las del chimpancé– importante: su imbricación en un entorno
confirma la imposibilidad de un lenguaje social, porque en todos los casos el de-
articulado por parte del Australopithecus mostrador o maestro es pieza clave en el
afarensis al que perteneció, lo cual, a su aprendizaje, y en cualquier entorno social,
vez, puede cuestionar seriamente la posi- maestros o demostradores pueden serlo
bilidad de que cualquier especie de todos los individuos de la comunidad.
Australopithecus, e incluso Paranthropus,
hubiera desarrollado un lenguaje. El aprendizaje en otros primates
no humanos
El aprendizaje Muchos investigadores han trabajado ex-
La importancia del aprendizaje en el ser tensivamente sobre el tema del aprendi-
humano es incontestable. En realidad, es zaje y la transmisión cultural en primates
importante para cualquier ser vivo, ya que no humanos (Boesch y Tomasello, 1998,
el aprendizaje es el que nos permite mo- 1999; Byrne, 2000; Call y Tomasello,
dificar hábitos o impulsos de acuerdo a 1998; McGrew et al., 2003; Savage-
las circunstancias cambiantes. Y la cultura Rumbaugh et al., 1998).
humana descansa fundamentalmente en Para Tomasello, tres son los tipos básicos
esto, al tratarse de un cuerpo de conoci- de aprendizaje social humano: el imita-
mientos que se transmiten de individuo a tivo, el instructivo y el colaborador. Todos
individuo dentro de la comunidad, evi- ellos requieren de un factor común: la in-
tando que cada uno de ellos tenga que tencionalidad, según la cual el individuo
averiguar paso a paso lo que muchos puede entender las intenciones del otro,
otros ya aprendieron. y comprender hacia qué fin se dirigen,
Creatividad y neurociencia cognitiva
192
todo lo cual para muchos investigadores perimentador. Por el contrario, los niños
reside igualmente en la acción de las cé- solían tener mayor porcentaje de éxito
lulas espejo (Gallese et al., 1996). que los chimpancés cuando el experimen-
Para comprobar qué diferenciaba el tador ejercía correctamente los movi-
aprendizaje humano del de otros pri- mientos, ya que así soslayaban los errores
mates, Tomasello y colaboradores llevaron que pudieran darse por un uso acciden-
a cabo un experimento muy notable talmente incorrecto de la herramienta.
(Nagell et al., 1993; Tomasello et al., Los autores concluían que la emulación es
1987). Consistió en poner a prueba la ca- la base del aprendizaje en otros primates
pacidad de imitación de varios chim- y reivindican la importancia de la imitación
pancés en cautividad y de niños, cuando en el aprendizaje humano, dado su alto
un experimentador manejaba una especie potencial para la transmisión cultural de
de rastrillo con el fin de alcanzar un ju- información válida que la comunidad ya
guete (para niños) o una fruta (para chim- sabe y pretende que el aprendiz adquiera
pancés), a cierta distancia de los sujetos. sin necesidad de que pruebe una y otra
El experimentador realizaba adrede una vez, hasta alcanzar los mismos resultados
serie de pruebas manejando el rastrillo que sus predecesores. Así, podríamos decir
con las púas hacia arriba y hacia abajo, de que hay cierta dosis de creatividad que va
manera que a veces el objeto escapaba en detrimento del aprendizaje, y cierta
entre las púas del rastrillo, mientras que dosis de imitación en el aprendizaje que
otras el premio era arrastrado por estas. va en detrimento de la creatividad.
Durante la experimentación, se observó
que los niños sólo imitaban los gestos del En entornos naturales han sido identifi-
experimentador, tuvieran o no éxito en los cados muy pocos casos de aprendizaje ins-
mismos, dado que este podía fallar tructivo por parte de chimpancés en li-
adrede dependiendo del uso que daba al bertad: en uno de ellos, la madre ralentizó
rastrillo. Por el contrario, los chimpancés y modificó ligeramente los movimientos
no imitaban propiamente dicho al expe- que hacía para partir nueces delante de su
rimentador, sino que lo emulaban, de ma- cría; en el otro, la madre recolocaba la
nera que, una vez visto el uso que este le nuez que la cría intentaba partir sobre un
daba al rastrillo, probaban cada uno de yunque (Boesch y Tomasello, 1998).
ellos varias formas de uso, con objeto de Finalmente, tenemos el aprendizaje cola-
alcanzar la fruta deseada. borador, tradicionalmente negado en
Los resultados de tales experimentos otras especies que no fueran la humana.
apuntaban en dos direcciones fundamen- No obstante, Alicia Melis y colaboradores
tales: en primer lugar, que los chimpancés (Melis et al., 2006) ofrecen el ejemplo de
tenían mayor porcentaje de éxito que los los chimpancés de la Isla de Ngamba, en
niños cuando el experimentador erraba Uganda, quienes se ayudaban mutua-
adrede. Eran mucho más creativos que los mente para alcanzar el premio. De modo
niños, ya que al emular, pero no imitar, interesante, los resultados del experi-
soslayaban a menudo las acciones erró- mento mostraron que ciertos chimpancés
neas ejercidas intencionalmente por el ex- estaban más dispuestos a ayudar a los
Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana
193
otros, y que estos individuos eran solici- mana o no humana, a aceptar cambios
tados con más frecuencia para labores de en su vida. Es importante recalcar que la
ayuda. Este comportamiento cooperativo velocidad de adquisición del nuevo com-
ya ha sido visto en chimpancés en li- portamiento no se aceleró con el incre-
bertad, frecuentemente entre madres y mento de individuos que lo realizaban.
crías y también entre machos adultos, Ello tendría un significado fundamental:
sean cuales sean sus relaciones consan- si el mecanismo de aprendizaje fuera la
guíneas (De Waal, 2005a). imitación, conforme un mayor número de
Que la transmisión cultural existe entre individuos lo realizara, mayores oportuni-
grandes antropomorfos y otros primates dades habría para los nóveles de observar
es una realidad; lo que está en debate es el evento, y, por tanto, más rápidamente
cómo se da, con qué intensidad y con qué se hubiera extendido la adquisición de tal
frecuencia. Veamos algunos ejemplos. comportamiento.
Tomemos el caso de Imo, una macaco ja- No obstante, hemos de recalcar otros re-
ponesa que se hizo famosa por su inteli- sultados: cuando se registró el primer la-
gencia y astucia. Cuando los investiga- vado de grano fue en 1953; en 1962 la
dores dejaron en la playa unas patatas, población de macacos ya mostró tres ma-
Imo destacó desde el principio, porque neras diferentes de realizar esta opera-
tras coger una y ver que estaba llena de ción. En 1972 había seis tipos de lavado
arena, se fue hacia el agua y la lavó. Imo y en 1983 se registraron ocho. Esto im-
superó todas las expectativas cuando los plica que, al margen de la lentitud en la
investigadores vieron que si le dejaban difusión social de las ventajas culturales
granos de cereal mezclados con la arena, entre estas poblaciones, se demuestra un
la macaco cogía un puñado y lo llevaba claro fenómeno de acumulación informa-
igualmente al agua, donde la arena se tiva y diversificación de opciones a través
hundía y el grano flotaba, de manera que de los años.
ya sólo tenía que recogerlos limpiamente Otro ejemplo de difusión cultural en pri-
con la mano para llevárselos directamente mates no humanos lo encontramos entre
a la boca. Indudablemente, la inteligencia ciertos orangutanes que viven en una re-
de Imo es sorprendente. gión pantanosa de Kluet, en Sumatra.
Aunque este comportamiento no era ex- Normalmente, los orangutanes son soli-
clusivo de Imo, sería de esperar que una tarios, pero los que viven en la región de
conducta tan sabia se extendiera rápida- los pantanos no solamente son sociables,
mente por toda la comunidad. De hecho, sino que además son los únicos de este
tras 2 años de ejecutar esas acciones, los género que parecen transmitir ciertas in-
macacos más allegados a Imo comen- formaciones relativas al acceso a la miel,
zaron a realizarlas, tardándose 3 años en la selección de las mejores ramitas para
total para que tan sólo un 40% del grupo hurgar en hormigueros hasta de emitir un
lo hiciera. En el 60% restante hay que in- ruido que, al parecer, sólo producen in-
cluir a la totalidad de los individuos más mediatamente antes de irse a dormir, algo
viejos de la comunidad, los más reti- así como un “buenas noches” (Van
centes, como en cualquier sociedad hu- Schaik, 2006). Según los investigadores,
Creatividad y neurociencia cognitiva
194
genético humano (Carbonell, coord., con cuáles se cuenta; que seleccione los
2005; Carbonell et al., 2008). cantos o bloques apropiados, y por úl-
timo, que visualice la secuencia gestual
necesaria para modificar tales soportes,
La tecnología
reduciendo su masa y volumen, hasta la
La evidencia arqueológica más perenne obtención de la pieza con la morfología y
que existe es la industria lítica: los restos simetría deseadas.
de la fabricación de los instrumentos de
piedra que utilizaron los homínidos
prehistóricos. Estas evidencias incluyen los
restos y los instrumentos, así como los
procesos de obtención y gestión de las
materias primas, de producción instru-
mental, de economía gestual, de trans-
porte de útiles entre ocupaciones, etc.
Todo ello se estudia a través de la investi-
gación tecnológica.
Son muchos los trabajos en los que puede
consultarse cómo son y evolucionaron las Figura 3. Bifaz de la Sima de los Huesos de
Atapuerca (Carbonell, coord., 2005).
industrias líticas de cada periodo del
Pleistoceno (para una síntesis, consultar
Carbonell, coord., 2005). Por tanto, aquí
Desde este punto de vista, el cerebro del
nos centraremos en todos aquellos as-
tallador debe de estar continuamente ac-
pectos tecnológicos que posean unas im-
tivo en las vías neurales y áreas corticales
plicaciones cognitivas.
implicadas en la secuenciación y en la eva-
luación y toma de decisiones. Como ya
Fabricar instrumentos
vimos en su momento, la capacidad de
Fabricar instrumentos supone una capa- secuenciación en series largas es una de
cidad de planificación y de organización las características asociadas al área de
contingente o secuencial de acciones, en- Broca, situada en el lóbulo frontal iz-
cadenadas de tal manera que finalmente quierdo del cerebro. Por su parte, la eva-
se obtenga el útil deseado. Sin embargo, luación, valoración y toma de decisiones
esta cadena puede ser de muy variada en- son aspectos esenciales de la cognición
tidad. No es lo mismo elaborar un bifaz compleja humana, cuyo fundamento ana-
como el hallado en la Sima de los Huesos tómico cerebral se localiza en el área pre-
de Atapuerca (figura 3), que fabricar una frontal del lóbulo frontal del cerebro, in-
única lasca con filos cortantes. La elabo- mediatamente detrás de nuestra frente.
ración de los instrumentos más complejos Según muchos autores, esta zona es la
requiere de un esquema mental que in- que ha sufrido un mayor desarrollo du-
cluya la representación, la abstracción, del rante la evolución humana, muy por en-
objeto final a obtener; que sopese qué cima de lo que cabría esperar para un cre-
materiales son aptos para tal objetivo y cimiento cerebral homogéneo.
Creatividad y neurociencia cognitiva
196
que, en general, durante el desarrollo del tales van adquiriendo mayor diversidad en
Pleistoceno Inferior (1.800.000-c. 800.000 tipos y mayor inversión de trabajo en la
años) y Pleistoceno Medio (c. 800.000- configuración de sus morfologías y poten-
120.000 años), los conjuntos instrumen- ciales (figura 4).
Figura 4. Industria lítica del: a) Modo 1 u Olduvaiense; b) Modo 2 o Achelense; c) Modo 3 o Musteriense
(Carbonell, coord., 2005).
de Berekhat Ram reposaba en un estrato 30.000 años. Pero sí se acumulan cada vez
cuya antigüedad está entre 230.000 y más evidencias de expresiones no figura-
470.000 años (Feraud et al., 1983), sin tivas, como líneas incisas en huesos, marfil
que por ahora pueda afinarse más en su y piedra, de yacimientos como Terra
cronología, en asociación con un con- Amata (Francia) y Bilzingsleben (Alemania)
junto de industria lítica de bifaces, hen- (figura 5), ambas con 400.000 y 350.000
dedores y otros instrumentos achelenses años, respectivamente; Oldisleben (Ale-
(Goren-Inbar, 1985). mania) y Prolom 2 (Crimea, Ucrania), entre
En 1999, el arqueólogo alemán Lutz 100.000 y 70.000 años, o los musterienses
Fiedler descubrió otra figura de unos 6 cm de La Quina, Abri Suard y La Ferrassie
de longitud en los depósitos de terrazas (Francia), Cueva Morín y Lezetxiki (España),
de un río marroquí cercano a la población Bacho Kiro (Bulgaria) y Tagliente (Italia).
de Tan Tan. Estos depósitos tienen una También en los yacimientos africanos de
antigüedad de entre 300.000 y 500.000 Klasies River Mouth y Border Cave
años, sin que, como en el caso de (Sudáfrica) y en Apollo 11 Cave (Namibia),
Berekhat Ram, pueda afinarse más en su todos ellos con cronologías correspon-
cronología. Como aquella, la Venus de dientes a la llamada Middle Stone Age afri-
Tan Tan representa igualmente a una cana, grosso modo entre 150.000 y 40.000
mujer, aunque en este caso la factura hu- años.
mana es más evidente, dada la profun- Naturalmente, es imposible descifrar si
didad y longitud de los trazos e incisiones, estas líneas grabadas sobre huesos y pie-
los cuales fueron realizados para resaltar dras tuvieron un significado simbólico o
las líneas internas de brazos, piernas, ab- fueron reflejo de las primeras inquietudes
domen y cuello (Bednarik, 2003). decorativas de la mente de unos homí-
El descubrimiento de ambas figuras, y es- nidos que, de cualquier forma y en ambos
pecialmente los análisis que permitieron casos, poseían una complejidad cognitiva
confirmar su factura humana, supusieron notable.
algo así como una “revolución” en el ám- Un interés por la decoración es total-
bito arqueológico, y el consecuente de- mente patente en unos pocos casos de
rribo del antiguo paradigma según el cual instrumentos líticos con ciertas peculiari-
no existió en especies humanas anteriores dades estéticas, más allá de la maestría en
a la nuestra la capacidad cognitiva com- la regularidad, simetría y forma de al-
pleja necesaria para la manifestación ar- gunas herramientas. Los casos más anti-
tística, lo cual, por otra parte, no sería ne- guos son los de dos bifaces de los yaci-
cesariamente cierto, dado que la ausencia mientos ingleses de Swanscombe
de expresión artística puede ser fruto de (c. 350.000 años) y West Tofts (c. 100.000
condicionantes sociales, culturales e his- años) y el francés de Cys-le-Commune
tóricos, no cognitivos. (c.120.000 años).
No volvemos a encontrar más muestras Las evidencias arqueológicas incluyen,
claras de representaciones figurativas en además, fragmentos de pigmentos natu-
ningún continente hasta hace menos de rales que, una vez demostrada su presencia
Creatividad y neurociencia cognitiva
200
intencional en los yacimientos, pudieron Contamos, además, con los casos de varios
servir para decorar cueros y pieles, incluida posibles colgantes, piezas con perfora-
la humana. Son los casos de los frag- ciones intencionales. Se trata de un diente
mentos de ocre de la cueva de de lobo y un fragmento de hueso en el ya-
Wonderwork (Sudáfrica) (entre 420.000 y cimiento austriaco de Repolusthöhle
260.000 años de antigüedad), las 70 (c. 300.000 años de edad) y los tres frag-
piezas de ocre del yacimiento GnJh-15 de mentos de huevos de avestruz perforados
la Formación Kapthurin (Kenia), con del yacimiento libio de Wadi el Adjal
285.000 años de antigüedad (McBrearty, (200.000 años) y Apollo 11 (Namibia)
2001), los más de 300 fragmentos de pig- (80.000 años). Pero indudablemente, el ya-
mentos variados de Twin Rivers (Zambia), cimiento que más objetos decorativos y ar-
con una edad entre 270.000 y 170.000 tísticos ha ofrecido es la cueva de Blombos
años (Barham, 2002) y los dos fragmentos (Sudáfrica) (Henshilwood et al., 2004), con
de ocre con grabados geométricos proce- más de 70.000 años, donde recientemente
dentes de la cueva de Blombos (Sudáfrica),
se hallaron 41 conchas de caracol perfo-
de más de 70.000 años de antigüedad
radas de indudable factura humana.
(D'Errico et al., 2001). En Eurasia, la pre-
sencia de pigmentos es mucho más tardía, Por último, queremos remarcar la existencia
correspondiendo a algunos ejemplares ha- de un elemento decorativo muy interesante
llados en los enterramientos neandertales procedente del yacimiento húngaro de
de La Chapelle-aux-Saints (c. 50.000 años) Tata. Se trata de un fósil de numulites con
y La Ferrassie (entre 70.000 y 40.000 años) una incisión natural, al que un neandertal
(Francia), y a los enterramientos de hu- le practicó otra incisión, formando con ello
manos anatómicamente modernos de un aspa, hace aproximadamente 100.000
Qafzeh (c.100.000 años) (Israel). años (Schwarcz y Skoflek, 1982). El objeto,
Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana
201
Sin embargo, el de la Sima de los Huesos Shanidar (Irak), entre los que se cuentan
no es un caso de enterramiento propia- siete adultos, un niño y un bebé.
mente dicho. El primer enterramiento del
En Europa, los enterramientos más antiguos
que se tiene constancia parece corres-
corresponden a los ocho neandertales de
ponder a una mujer neandertal de unos
30 años de edad, depositada probable- la cueva de La Ferrassie (c. 70.000 años). En
mente en una fosa a la entrada de la la franja entre 60.000 y 40.000 años pa-
cueva de Tabún, en Israel. Aunque no hay recen situarse todos los demás casos, todos
unanimidad, la mayor parte de las data- ellos neandertales, que incluyen los dos in-
ciones arrojan una edad cercana a los dividuos de Le Moustier, el de La Quina, La
100.000 años de antigüedad. El cadáver Chapelle-aux-Saints, Le Régourdou, Le Roc-
fue depositado boca arriba, con la cabeza de-Marsal y Le Roche-à-Pierrot, todos en
hacia el este y los pies hacia el oeste, y Francia, así como los dos belgas de Spy.
con cierta flexión del brazo izquierdo y de Finalmente, el llamado grupo del este eu-
las rodillas, posición y flexiones que se re- ropeo, formado por los dos enterramientos
piten en los enterramientos más tardíos y neandertales de Kiik-Koba y Staroselje
que nos indican la existencia de unas cre- (Crimea) y el de Techik Tach (Uzbekistán).
encias y rituales de los que desconocemos Todos ellos son niños, a excepción de un
el significado. adulto en Kiik-Koba.
Los siguientes enterramientos en el tiempo Como hemos visto, los ejemplos más anti-
datan de una antigüedad indefinida entre
guos comienzan a darse hace alrededor de
80.000 y 120.000 años. Corresponden a
100.000 años. Muchos de ellos corres-
10 humanos modernos de la cueva de
ponden a neandertales y otros a los pri-
Skhul y a 13 de la cueva de Qafzeh, ambas
meros humanos anatómicamente mo-
también en Israel. El conjunto de Skhul lo
dernos, pero lo que hoy por hoy parece
forman tres niños y siete adultos de ambos
sexos, mientras que en el de Qafzeh sólo claro es que se trata de una práctica que
fue posible determinar la presencia de parece tener su origen en la zona del
cinco niños, un adolescente y cinco Próximo Oriente. No obstante, por ahora
adultos. Todos ellos fueron depositados en no tenemos suficientes datos para decidir
fosas y muchos de ellos en posiciones más cuál de las dos poblaciones fue artífice de
o menos flexionadas. su “invención”. Todos estos enterramientos
ofrecen una información de un valor incal-
Más tardíos que estos son los enterra-
mientos neandertales de Dederiyeh (Siria), culable, quizá porque para un humano, sea
Amud y Kebara (Israel), con edades pos- cual sea su especie, no existe nada más in-
teriores a 75.000 años. En el caso de tenso en el plano emocional que la muerte.
Dederiyeh se trata de dos niños menores En todos ellos están representados los
de 6 años. En Amud hay enterrados cinco adultos, pero especialmente lo están los
neandertales, tres adultos y dos niños, y niños entre los neandertales, lo que parece
en Kebara, otros dos: un adulto y un indicar que este segmento de la población
bebé. También posteriores a 50.000 años era especialmente apreciado por estas co-
son los nueve neandertales enterrados en munidades.
Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana
203
Son muchas las evidencias que apuntan a Bednarik RG. A Figurine form the African
ritos, rituales o creencias asociadas a estos Acheulian. Current Anthroplogy 2003;
44(3):405-38.
enterramientos, como las posibles ofrendas
o las propias posiciones y flexiones de los Belfer-Cohen A, Goren-Inbar N. Cognition and
communication in Levantine Lower Palaeolithic.
cuerpos. De ello, podremos tener una
World Archaeology 1994; 26(2):144-57.
cierta certeza, pero jamás alcanzaremos a
conocer el significado. En palabras de Boesch C, Tomasello M. Chimpanzee and
Human Cultures. Current Anthropology 1998;
Reichel-Dolmanoff al describir el entierro 39:591-614.
de una joven india Kogi de Sierra Nevada:
Byrne RW. Evolution of Primate Cognition.
“Los ritos y, sobre todo, la ideología reli-
Cognitive Science 2000; 24(3):543-70.
giosa no serán recuperables cuando única-
mente queden los restos” (Reichel- Call J, Tomasello M. Distinguishing intentional
from accidental actions in orangutans (Pongo
Dolmanoff, 1966).
pygmaeus), chimpanzees (Pan troglodytes),
and human children (Homo sapiens). Journal
Agradecimientos of Comparative Psychology 1998; 112(2):
192-206.
La autora agradece a A. Marshack y A.
Ollé la cortesía por el permiso de uso de Carbonell E, Mosquera M, Ollé A, Rodríguez
XP, Sala R, Vergès JM, Arsuaga JL, Bermúdez
sus fotografías y a D. Mania por el per- de Castro JM. Les premieres practiques funé-
miso para fotografiar el hueso con inci- raires auraient-ils pris place à Atapuerca, il y a
siones de Bilzingsleben. Este trabajo ha 350.000 ans? L'Anthropologie 2003;
sido posible gracias a los proyectos del 107(1):1-14.
MICINN HAR2009-07223/HIST) y de la Carbonell E, Rodríguez XP, Sala R, Van der
Universitat Rovira i Virgili (2009AIRE-05). Made J, Lorenzo C, Mosquera M, Vaquero M,
Rosell J, Vallverdú J, Burjachs F, Hortolà P.
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Evolución y creatividad
Dr. Ignacio Martínez Mendizábal
Si existiese (tal vez exista) una civilización de la historia de la vida, registrando cui-
extraterrestre interesada en el conoci- dadosamente todo tipo de datos rele-
miento de los planetas con vida, es po- vantes y aprendiendo sobre el proceso
sible que hubiera decidido dedicar algún evolutivo que se viene desarrollando en
tiempo y recursos al estudio de nuestro nuestro mundo desde que la vida se ori-
mundo. Seguramente, dada la naturaleza ginó en la Tierra. Vinieron por última vez
histórica del fenómeno de la vida, los hace 5 millones de años exactamente y
científicos alienígenas habrían diseñado y ahora han vuelto de nuevo… para llevarse
establecido un plan de estudio basado en una sorpresa mayúscula. El planeta está
visitas periódicas a la Tierra. densamente poblado por una extraña
criatura capaz de iluminar la noche.
La frecuencia de dichas inspecciones es
una decisión de la mayor importancia, La extraña criatura somos nosotros, las per-
pues si las visitas se espaciasen mucho po- sonas. Nada hay en nuestra anatomía que
dría perderse información capital sobre los justifique ese título. Aunque bípedos, de
sucesos ocurridos en los intervalos sin ob- cuerpo lampiño, enorme cabeza y hocico
servación, mientras que si los viajes de es- muy reducido, los humanos somos clara-
tudio se realizaran demasiado a menudo, mente uno más entre el resto de los pri-
podría ocurrir que la mayoría de las veces mates. No, lo que nos hace únicos en un
se encontrasen con que no había pasado mundo repleto de criaturas fascinantes es
nada trascendente. Podemos imaginar nuestro comportamiento. Especialmente,
que nuestros hipotéticos extraterrestres aquella parte de nuestro comportamiento
son tan rigurosos en su trabajo, a la vez que nos ha permitido ser la única especie
que cuentan con los suficientes medios, del planeta capaz de volar, vivir tanto en la
como para repetir sus viajes de estudio superficie terrestre como bajo el agua y ha-
con una gran frecuencia. Digamos, cada bitar en todas las latitudes y medios.
5 millones de años. Aunque desde la Además, somos los únicos animales que
perspectiva temporal humana 5 millones formamos grupos integrados por miles de
de años es muchísimo tiempo, desde el individuos, dotados cada uno de ellos de
punto de vista de la historia de la vida 5 una elevada creatividad, de autocon-
millones de años son un pestañeo. ciencia y que, aunque no sean consanguí-
Habrían empezado a venir hace unos neos, cooperan intensamente entre sí
3.600 millones de años, cuando compro- hasta el punto de sacrificarse en aras del
bien colectivo.
baron que la vida ya había aparecido en
el planeta. En sus 720 visitas a la Tierra, Frenéticamente, nuestros hipotéticos ex-
nuestros curiosos y tenaces visitantes asis- traterrestres realizan numerosas observa-
tieron a los principales acontecimientos ciones sobre el insólito animal y las co-
Creatividad y neurociencia cognitiva
208
tejan con sus bases de datos. Y aunque anamensis (de hace entre 4,2 y 3,9 mi-
los resultados de los estudios de ana- llones de años).
tomía, fisiología y genética comparadas
El hallazgo, en el centro del continente afri-
no dejan lugar a dudas de que se trata de
cano (en la República del Chad), de los
un primate, pariente muy cercano de
restos fósiles más antiguos atribuidos a un
otros que todavía viven en los bosques del
homínido (Sahelanthropus tchadensis) ha
continente africano, es muy difícil ima-
puesto en duda el origen esteafricano de
ginar cómo ha podido originarse en tan
los homínidos, algo que parecía claro hasta
poco tiempo, apenas 5 millones de años,
ese momento. Entre otros rasgos, los au-
una especie tan distinta de las demás que
tores del hallazgo afirman que el foramen
habitan el planeta.
mágnum (el orificio por el que la médula
Terriblemente defraudados por no haber espinal entra en el cráneo) del único cráneo
asistido al origen de una criatura tan in- conocido de esta especie ya muestra el
sólita, y con la amarga sensación de ha- adelantamiento, relacionado con la loco-
berse perdido el episodio más interesante moción bípeda, que es característico de los
de la historia de la vida en el planeta, los homínidos. Sin embargo, otros especia-
extraterrestres de nuestro relato deciden listas no están de acuerdo con esta afirma-
abandonar para siempre nuestro mundo. ción y opinan que la morfología de la base
A diferencia de los entristecidos extrate- del cráneo de Sahelanthropus es más pa-
rrestres de nuestro cuento, las personas sí recida a la de los gorilas.
sabemos rastrear las huellas de la historia Otros fósiles asimismo problemáticos son
de nuestro mundo y de sus criaturas. los ardipitecos (A. kadabba y A. ramidus).
Sabemos que nuestro mundo atesora sus En este caso, la disputa se centra, funda-
recuerdos y conocemos dónde buscarlos. mentalmente, en su tipo de locomoción.
Los llamamos fósiles. Los científicos que los estudian han de-
Esta es la historia que nos cuenta la me- fendido que eran bípedos, a partir de la
moria del planeta sobre una criatura real- morfología de uno de los huesos de un
mente extraordinaria. Nuestra propia his- dedo del pie en A. kadabba. El estudio de
toria. un esqueleto parcial de A. ramidus, fami-
liarmente conocido como “Ardi”, ha
En la actualidad, disponemos de un con-
puesto de manifiesto la existencia de un
junto de fósiles de homínidos que llegan
patrón evolutivo intermedio entre un pri-
hasta los 7 millones de años. Estos nuevos
mate trepador y otro plenamente bípedo.
fósiles han sido atribuidos a cinco espe-
Parece bien establecido que los ardipi-
cies distintas, correspondientes a cuatro
tecos serían habitantes de los bosques llu-
géneros: Sahelanthropus tchadensis (de
viosos, donde llevarían una vida similar a
entre hace 6 y 7 millones de años),
la de los actuales chimpancés, aunque se
Orrorin tugenensis (de hace entre 6,2 y
desplazarían por el suelo mediante un
5,6 millones de años), Ardipithecus ka-
tipo primitivo de locomoción bípeda.
dabba (de hace entre 5,2 y 5,8 millones
de años), Ardipithecus ramidus (de hace Es muy interesante destacar que en los ar-
4,4 millones de años) y Australopithecus dipitecos ya había comenzado el proceso
Evolución y creatividad
209
Gracias a los descubrimientos e investiga- inventaron una nueva forma, más com-
ciones realizadas en la Sima de los Huesos pleja y eficaz, de tallar la piedra: el
sabemos, entre otras cosas, que H. hei- Musteriense (una variante del denomi-
delbergensis era preferentemente diestro, nado Modo 3). Con todo ello, fueron ca-
que su desarrollo era algo más rápido que paces de expandirse hasta las tierras de
el nuestro, que eran capaces de oír, y se- Oriente Próximo y del Asia Central.
guramente hablar, como nosotros, que su Mientras, en África, las poblaciones de
cerebro era notablemente mayor que el H. antecessor también habían evolucio-
de las especies anteriores, que sus nado para dar lugar a otra especie hu-
cuerpos eran mucho más anchos que los mana nueva, la nuestra: H. sapiens. Su ce-
nuestros, para una estatura similar y que rebro era notablemente mayor que el de
el parto era más sencillo. También hay só- sus antepasados (pero, algo menor que el
lidas evidencias de que aquellos humanos de los neandertales) y, sobre todo, presen-
cuidaban de sus ancianos y enfermos, y taba otra arquitectura del cráneo (una
también de que fueron los primeros en re- forma más esférica) y sus cuerpos se ha-
servar un tratamiento especial a los bían hecho más estrechos y gráciles.
muertos.
Nuestra especie salió de África al menos
Por otra parte, aunque su cerebro era no- en dos ocasiones. La primera, hace unos
tablemente mayor que el de H. ergaster, 100.000 años, fue fugaz y no llegó más
H. heidelbergensis aún empleaba la misma allá de las tierras de Oriente Próximo, se-
tecnología de la talla de la piedra: el Modo guramente no fueron capaces de com-
2. Es muy probable que el notable incre- petir con la otra especie humana que se
mento del volumen cerebral de H. heidel- encontraron allí: los neandertales. Pero
bergensis no se correspondiera con una 40.000 años después, H. sapiens volvió a
mejora de sus capacidades tecnológicas salir de África y esta vez la historia fue di-
sino que respondiera a la necesidad de pro- ferente: se expandió por Europa y Asia,
cesar unas relaciones sociales cada vez más sustituyendo a las humanidades autóc-
complejas, tal como demuestran las evi- tonas (neandertales y H. erectus). Cuál o
dencias de acentuación en las relaciones cuáles fueron las ventajas que presentaba
personales, cuidado de enfermos y an- H. sapiens y que le permitieron prevalecer
cianos y cultura de la muerte encontradas frente a las otras humanidades contem-
en la Sima de los Huesos. poráneas es objeto de intenso debate.
Como ya ha quedado dicho, los neander- En ese sentido, es interesante destacar
tales se originaron a partir de H. heidel- que nuestra especie es la única que ha
bergensis. La diferencia más notable con mostrado la capacidad de plasmar su
sus antepasados consiste en un cerebro mundo mental en soportes físicos, algo a
aún mayor, incluso más grande, en pro- lo que llamamos arte, sea parietal o
medio, que el de nuestra propia especie. mueble. Seguramente esa facultad per-
Los neandertales también cuidaban a sus mitió el desarrollo de una nueva tecno-
enfermos y mayores, y enterraban a sus logía social consistente en el uso de sím-
muertos. Además, dominaban el fuego e bolos e imágenes para representar valores
Creatividad y neurociencia cognitiva
212
e ideales que permitieron construir grupos Sima de los Huesos Middle Pleistocene site in
mucho más numerosos y cohesionados. Sierra de Atapuerca, Spain. Nature 1993;
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En cualquier caso, H. sapiens también de- Arsuaga JL, Villaverde V, Quam R, Martínez I,
sarrolló una nueva manera de tallar la Carretero JM, Lorenzo C, Gracia A. New
piedra, denominada Modo 4 (que incluye Neandertal remains from Cova Negra
las tradiciones culturales tradicionalmente (Valencia, Spain). Journal of Human Evolution
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Superior). Además, nuestra especie fue la Asfaw B, White T, Lovejoy O, Latimer BM,
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el poblamiento del planeta, llegando hasta minid from the lower Pleistocene of
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