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interactivas de lectura
Dr. Octavio F. Bada Quispe
Director de la I.E. Nº 88388 San Luis de la Paz
Nuevo Chimbote, Ancahs, Perú
En la actualidad saber leer, es una necesidad acuciante para estar a tono con los nuevos
conocimientos. Pero no basta saber leer en términos de decodificación de la información textual, sino en el
procesamiento de la misma y en los niveles cada vez más superiores, teniendo en cuenta que la habilidad
de leer está en permanente desarrollo y en la medida que avanzamos más en ella, tenemos nuevos retos
que enfrentar, de tal manera que estamos en constante aprendizaje de la lectura.
Sin embargo el tema de lectura no ha sido bien concebido por la institución escolar y los maestros
durante el transcurso de la historia.
Por los años 60 y 70, algunos especialistas de la lectura consideraban que la comprensión era el
resultado de la decodificación. Y se pensaba que si los alumnos eran capaces de dominar las palabras
léxicamente, la comprensión tendría lugar en forma casi automática y sin mayor esfuerzo, sin embargo el
tiempo y las experiencias se han encargado de desmentir tales argumentos teóricos.
En las décadas de los 70 y 80, las investigaciones adscritas a las áreas de la enseñanza, la
psicología y la lingüística, se plantearon otras posibilidades en su afán de resolver las preocupaciones que
entre ellos suscitaba el tema de la comprensión lectora y comenzaron a teorizar acerca de cómo comprende
el sujeto lector, intentando luego verificar sus postulados a través de la investigación.
A mitad del mismo siglo Alfred Adler en EE.UU. de América hizo alusión a “la negligencia casi total
en que se ha tenido a la lectura inteligente a lo largo del sistema escolar”. Pero Sería Pierre Gamarra
(1989:89) quien de manera contundente afirmara que:”la escuela tiene grandes deficiencias en cuanto a
la lectura profunda, desde los cursos elementales hasta los superiores”.
Más adelante en 1986, Rojas Moreno planteaba que: “la incapacidad para leer
comprensivamente no es exclusiva de los primeros grados de primaria; ya se ha visto incluso que
tanto maestros como alumnos de niveles superiores no saben leer en el sentido amplio de la
expresión”
Precisamente las consecuencias de que la escuela promueva principalmente un tipo de lectura cuyo
propósito es el perfeccionamiento de la dicción, la velocidad y la entonación, ha llamado la atención de
pedagogos e investigadores. Es así que ha inicios del siglo XX Torres Quintero, citado por Ramos
Maldonado (2003:16) refiriéndose a la lectura mecánica, decía: “no tiene en cuenta, más que la voz, la
pronunciación, la articulación y deja al pensamiento inerte”.
En 1992, Ángel Díaz Barriga, citado por Ramos Maldonado, refiriéndose a los alumnos de
Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México señalaba:”si se les da un texto y luego se les
pide la idea central de éste, lo que hacen es repetir alguna frase, o de plano dicen que no
entendieron nada. Si supieran leer, tendrían acceso a otros conocimientos”.
Actualmente, en pleno siglo XXI, la invasión de los íconos y las imágenes ha desplazado a un
segundo lugar la adquisición de las capacidades lectoras. Nunca antes en la historia se produjo tanto
conocimiento como en el presente, y paradójicamente nunca se leyó tan poco como ahora. Durante los
últimos años la lectura ha llegado a considerarse la habilidad más importante que los alumnos deben
desarrollar para aprender en la escuela.
La practica docente está demostrando que los niños no leen bien porque no tienen hábitos ni
disponen de estrategias de lectura y en consecuencia sucede que los niños leen muy pobremente, se les
cierran las puertas del conocimiento, lo mismo que las posibilidades, la escuela y el aprendizaje se vuelven
más bien una carga o algo peor. Como resultado, los niños que no saben leer bien, cuando sean adultos,
van a sufrir.
Sin duda uno de los problemas que más preocupa a los profesores de cualquier nivel es el tema de
lectura y de la comprensión lectora; frecuentemente se preguntan cómo enseñar a los alumnos a
comprender lo que leen.
De acuerdo con María Eugenia Dubois, (1991) si se observan los estudios sobre lectura que se han
publicado en los últimos cincuenta años, podemos darnos cuenta de que existen tres concepciones teóricas
en torno al proceso de la lectura. La primera, que predominó hasta los años sesenta aproximadamente,
concibe la lectura como un conjunto de habilidades o como una mera transferencia de información. La
segunda, considera que la lectura es el producto de la interacción entre el pensamiento y el lenguaje.
Mientras que la tercera concibe la lectura como un proceso de transacción entre el lector y el texto.
Según Rosenblat (1978) leer constituye un acto de razonamiento que conduce a construir la
interpretación de un mensaje escrito. Indudablemente en la lectura intervienen procesos lógicos y formas
lógicas del pensamiento que solo son posibles a un alto nivel de razonamiento. Por tanto, si el lector tiene la
característica de poner en movimiento la información del texto, de darle dimensiones a esa unidad entre
contenido y forma, lo cual logra cuando pone en función del mismo toda su voluntad e intelecto, no se debe
desperdiciar esa posibilidad de formar lectores críticos, creativos, independientes y transformadores.
La comprensión tal, y como se concibe actualmente, es un proceso a través del cual el lector
elabora un significado en su interacción con el texto ( Anderson y Pearson, 1984).
La comprensión a la que el lector llega durante la lectura se deriva de sus experiencias acumuladas,
experiencias que entran en juego a medida que decodifica las palabras, frases, párrafos e ideas del autor.
La interacción entre el lector y el texto es el fundamento de la comprensión. En este proceso de
comprender, el lector relaciona la información que el autor le presenta con la información almacenada en su
mente; este proceso de relacionar la información nueva con la antigua es, el proceso de la comprensión.
En definitiva, leer, más que un simple acto mecánico de descifrado de signos gráficos, es por
encima de todo un acto de razonamiento, ya que de lo que se trata es de saber guiar una serie de
razonamientos hacia la construcción de una interpretación del mensaje escrito a partir de la información que
proporcionen el texto y los conocimientos del lector, y, a la vez, iniciar otra serie de razonamientos para
controlar el progreso de esa interpretación de tal forma que se puedan detectar las posibles
incomprensiones producidas durante la lectura.
En Los trabajos más recientes sobre comprensión lectora se han tenido en cuenta determinados
componentes de la comprensión y se han clasificado en cuatro niveles, según Gloria Catalá y colaboradoras
(2001) señalan a los siguientes: Comprensión literal, organizativa, inferencial y crítica.
a. Comprensión Literal:
En este nivel se explora la posibilidad de efectuar una lectura de la superficie del texto,
entendida como la realización de una comprensión local de sus componentes: el significado de un
párrafo, de una oración, el significado de un termino dentro de una oración, la identificación de
sujetos, eventos u objetos, mencionados en el texto, el reconocimiento del significado de un
gesto(en el caso del significado de la imagen) o el reconocimiento y significado de algunos signos
de interrogación o admiración en un texto no verbal.
Esta implica una formación de juicios propios, con respuestas de carácter subjetivo, una
identificación con los personajes del libro, con el lenguaje del autor, una interpretación personal a
partir de las reacciones creadas basándose en las imágenes literarias. De esta manera, un buen
lector hade poder deducir, expresar opiniones y emitir juicios.
Este tipo de lectura pretende explorar la posibilidad del lector de tomar distancia del
contenido del texto y de asumir una posición al respecto. Se trata de la elaboración de un punto de
vista con respecto al contenido del texto. Para esto es necesario identificar las intenciones de los
textos y de los autores.
En este tipo de comprensión de lectura se requiere que el lector emita un juicio valorativo,
comparando las ideas presentadas con criterios externos dados por los maestros, por otras
autoridades o por otros medios escritos, o bien con un criterio dado por la experiencia del lector, sus
conocimientos o valores.
Consideraciones generales:
Pocos temas del ámbito de la educación han recibido tanta atención como el de la lectura. Son
muchos los artículos, trabajos monográficos, libros e investigaciones que se han ocupado de ella, de lo que
es, de cómo se aprende y cómo se enseña. Sin embargo, no puede afirmarse que sobre los aspectos
mencionados haya en la actualidad un consenso generalizado.
Leer constituye en la actualidad uno de los objetivos esenciales de la educación básica a la vez que
se configura como un determinante del éxito escolar en los ciclos de educación básica y superior. Los
alumnos pasan de aprender a leer, a leer para aprender, en la medida en que buena parte de los contenidos
que se trabajan en la escuela cuentan con el texto escrito como soporte básico o auxiliar. No debe extrañar
pues que aprender a leer constituya una condición, si no suficiente, si necesaria para el éxito escolar. Y sin
embargo, no puede decirse que dicha condición sea alcanzada por todos los alumnos. La interpretación
para dicho estado de cosas gira en torno al concepto de «comprensión lectora». Se considera que buena
parte de los problemas que algunos alumnos experimentan con la lectura se deben a que carecen de
estrategias adecuadas que les ayuden a comprender lo que están leyendo; estas dificultades se agravarán,
por supuesto, cuando la lectura ya no sea un fin en sí misma, sino un instrumento para aprender, para
asimilar conocimientos a partir de un texto.
Aprender a leer significa aprender a comprender, y esto último requiere tener en cuenta el
conocimiento previo, seleccionarlo y aplicarlo adecuadamente. En realidad, comprender un texto consiste
en poder relacionar lo que ya sabíamos con la información que dicho texto nos aporta, de tal manera que
podemos atribuir significación a ésta. Es un aprendizaje que se realiza cuando la persona que aprende
puede establecer lazos significativos entre el nuevo material de aprendizaje y sus conocimientos previos. En
la actividad docente cotidiana se ha detectado la dificultad que tienen los estudiantes para comprender un
texto. Esto los hace apáticos a la revisión bibliográfica de exigencia académica o de cualquier otro material
útil para la formación y el desarrollo intelectual necesarios para acceder a aspectos más profundos y
avanzados de la cultura y de la ciencia.
Estrategias de lectura
Las estrategias son métodos empleados por los lectores para hacer uso de la información
proporcionada por el texto. Las estrategias se aprenden y se ponen en práctica para mejorar la capacidad
de comprensión del lector ante cualquier material impreso y al enseñarlas se persigue desarrollar el
pensamiento y el razonamiento consciente acerca de los problemas encontrados en el texto, donde cada
situación demanda respuestas diferentes Resulta pertinente destacar, entonces, que la comprensión
de un texto hace intervenir no una, sino diversas estrategias combinadas. Esto no es incompatible con el
trabajo específico dirigido a una u otra estrategia, lo que no debe perderse de vista es que "éstas son un
medio para la comprensión, y no una finalidad en sí mismas"
Son diversas las estrategias utilizadas por el lector para obtener, evaluar y emplear la información,
sin embargo, resulta posible inducir su uso para incrementarlas, perfeccionarlas y adaptarlas al propósito de
la lectura, al tipo de texto y a la complejidad de éste.
Entendemos por estrategias Interactivas de lectura al conjunto de aquellos procesos que permiten la
interacción entre la información que provee el texto y las experiencias y/o conocimientos previos que posee
el lector, con la finalidad de construir nuevos significados y emitir juicios de manera libre y autónoma.
En base a estas concepciones teóricas y los enfoques acerca de la construcción del significado que ocurre
en la lectura se puede clasificar en tres tipos:
Modelo arriba-abajo o descendente: Para este enfoque la lectura está dirigida por los condicionamientos
semánticos y sintácticos del sujeto, estando los aspectos perceptivo-visuales subordinados a aquellos
conocimientos (Smith, 1973; Goodman, 1976). Aquí se parte de los textos, para ir a las oraciones y frases,
luego la palabra, las silabas y las letras.
Modelos interactivos: Son los más recientes (Adams, 1980; Rumelhart, 1980; Miller, 1985). Postulan que
el proceso de comprensión está dirigido en forma interactiva tanto por el texto como por el conocimiento del
sujeto lector.
Existen diferentes modelos de lectura, pero en esta propuesta he tomado los fundamentos del
modelo interactivo de Rosemblat y los aportes de la Teoría psicolingüística de Kennet Goodman y La Teoría
de los Esquemas de Carrell y Rumelhart, cuyas características son las siguientes:
El proceso lector no se puede entender como una destreza global unitaria construida por el ensamblamiento
de subdestrezas. La lectura es un proceso profundamente interactivo, donde las unidades lingüísticas en el
texto desde el nivel semántico, sintáctico, morfémico lexical, y morfo-fonético son empleadas por el lector de
acuerdo con su competencia lingüística y según sus necesidades en la construcción del significado durante
el procesamiento acumulativo de palabras y de oraciones del texto.
Consiste en que la información nueva se aprende y se recuerda mejor cuando se integra con el
conocimiento relevante previamente adquirido o con los esquemas existentes. En este nivel se
explora la posibilidad de efectuar una lectura de la superficie del texto, entendida como la
realización de una comprensión local de sus componentes: el significado de un párrafo, de una
oración, el significado de un termino dentro de una oración, la identificación de sujetos, eventos u
objetos, mencionados en el texto, el reconocimiento del significado de un gesto(en el caso del
significado de la imagen) o el reconocimiento y significado de algunos signos de interrogación o
admiración en un texto no verbal.
Solé (1994) postula que las predicciones consisten en establecer hipótesis ajustadas y razonables
sobre lo que va a encontrarse en el texto, apoyándose en la interpretación que se va construyendo
del texto, los conocimientos previos y la experiencia del lector. (p.121). Smith (1990) nos dice al
respecto: La predicción consiste en formular preguntas; la comprensión en responder a esas
preguntas"(p.109). Al leer, al atender a un hablante, al vivir cada día, estamos constantemente
formulándonos preguntas. En la medida en que respondemos a esas interrogantes, en la medida en
que no nos quedamos con ninguna incertidumbre, estamos comprendiendo. Cuando nos
proponemos leer un texto, los elementos textuales (del texto) y los contextuales (del lector) activan
nuestros esquemas de conocimiento y sin proponérnoslo anticipamos aspectos de su contenido.
Formulamos hipótesis y hacemos predicciones sobre el texto (¿Cómo será?; ¿Cómo continuará?;
¿Cuál será el final?) Las respuestas a estas preguntas las encontramos a medida que vamos
leyendo.
En la lectura inferencial se explora la posibilidad de realizar deducciones o establecer conclusiones
que no están dichas de una manera explicita en el texto. Aquí se requiere realizar distintos tipos de
relaciones entre los significados de las palabras, oraciones o párrafos.
Consiste en que los alumnos durante la lectura, van respondiendo a la preguntas formuladas antes
del inicio de la lectura; así mismo va contrastando sus hipótesis y predicciones respecto a los
hechos y acontecimientos que se producen en el texto, lo cual va consolidando su comprensión.
Consiste en que el lector emita su propio juicio con respuestas de carácter subjetivo, su
identificación con los personajes del texto, con el lenguaje del autor, una interpretación personal a
partir de las reacciones creadas basándose en las imágenes literarias, para lo cual se requiere
aplicar ciertas estrategias tales como: Juzgar el contenido de un texto bajo de un punto de vista
personal, distinguir un hecho de una opinión, emitir un juicio frente a un comportamiento, manifestar
las reacciones que les provoca un determinado texto, comenzar a analizar la intención del autor,
etc.
A manera de ejemplo:
Cierto día un niño le preguntó a su padre: Papá, ¿Cuánto ganas por hora? A lo que el padre dirigiéndose con un gesto muy severo le
contestó al niño:
- No me molestes que estoy cansado.
Pero papá – insistía el niño – dime por favor, ¿cuánto ganas por hora?
El padre con una reacción menos severa solo le contestó:
- Veinte soles por hora, ¿Ahora estas contento?
- Papi, ¿me podrías prestar cinco soles? – preguntó el niño.
- El padre nuevamente de mal genio le dijo:
- Muchacho, ya no molestes, vete a dormir, ¿no ves que estoy ocupado leyendo mi periódico?
El niño muy entristecido y con lágrimas en los ojos se retiró a su cuarto.
Más tarde y cuando la noche ya había caído, el padre, después de meditar un poco sobre lo sucedido, se sintió culpable, con un
remordimiento que no le dejaba tranquilo y queriendo descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto de su hijo y con voz baja
preguntó al pequeño:
-¿Duermes ya hijo?
- Aún no, dime papi – contesto el niño entre sueños.
- Aquí tienes el dinero que me pediste – respondió el padre.
Al instante el niño saltó de la cama, abrazó fuertemente al padre, le dio las gracias y metiendo su mano debajo de la almohada
saco otras monedas, los contó delante del padre y le dijo:
- Papi, ahora ya complete el dinero; tengo veinte soles….
¿Papito, me podrías vender una hora de tu tiempo?
INSTRUCCIONES: Después de haber leído el texto “Una hora de tiempo”, lee atentamente las preguntas y marca con
una (x) la alternativa correcta donde corresponda o escribe tus respuestas en los espacios en blanco.
7. ¿Por qué crees que el niño quería comprar una hora de tiempo a su
padre?_______________________________________________________________________________
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8. ¿Por qué crees que al inició el padre le contestó mal a su hijo?
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9. ¿Qué le habrá llevado al padre a cambiar luego de actitud?
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10. Del texto que acabas de leer, ¿Cuál es la idea principal?
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11. ¿Qué mensaje nos quiere transmitir el autor a través del texto?
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12. Del texto que acabas de leer, ¿A que conclusión puedes llegar?
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C. Ítems para el Nivel Crítico:
15. Cuando llegue el día en que debes ser padre, ¿Cómo deberías ser con tus hijos?
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16. ¿Crees que el autor ha logrado transmitir su propósito o mensaje a través del texto?¿Por qué?
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LECTURA SILENCIOSA
Permite al lector:
Leer a su propio ritmo e interés.
Releer y detenerse cuando lo estime conveniente.
Disminuye la inseguridad y ansiedad de la competencia
Se desarrolla la tendencia a comunicar la información adquirida a través del lenguaje oral y escrito.
Cumple con su objetivo si el lector asimila la información del texto.
LECTURA ORAL
El proceso de lectura está orientado hacia la lectura comprensiva; por esta razón debemos buscar el
equilibrio entre la oral y la silenciosa.
La lectura comprensiva capta todo el significado del texto, por ello, la importancia de la lectura en voz
alta debe ser equilibrada y no debe centrarse sólo en la correcta expresión oral sino en el sentido de lo
leído.
Se sugiere trabajar la lectura silenciosa en forma simultánea a la oral. Mientras el profesor lee en voz
alta, para ser un buen modelo, los alumnos siguen la lectura en forma silenciosa.
LA SÍNTESIS
Consiste en reducir un texto en términos breves y precisos, considerando las ideas principales pero
redactándolo con un vocabulario y estilo personal.
EL ESQUEMA
Esta estrategia facilita la lectura oral y silenciosa. Permite alertar a los alumnos a la lectura
anticipatoria la cual se verán enfrentados. Consiste en predecir y relacionar estas lecturas, con experiencias
y conocimientos previos. Sirve para recuperar de la memoria informaciones, a partir de claves dadas por el
contenido o tema.
Los lectores interactúan con el texto sobre la base de su conocimiento previo acerca del mundo.
Se debe poner atención a los hechos importantes, sintetizar, secuenciar los momentos, observar las
relaciones entre otros.
El profesor previamente debe seleccionar palabras de vocabulario y oraciones que estime pueden presentar
un nivel de dificultad semántico, sintáctico o fonológico o que a nuestro juicio, son importantes para la
anticipación.
Con las palabras y oraciones seleccionadas se realizarán actividades de lenguaje oral en contextos
conocidos para su comprensión a través de diálogos y discusión.
Las predicciones pueden ser anotadas para luego ser confirmadas o modificadas durante la lectura.
Se puede dividir el texto en dos partes, de manera que después de leer la primera parte, puedan anticipar
la segunda.
¿Qué pasará?
Adivinemos que seguirá…, etc.
De esta manera se mantiene los alumnos atentos a la lectura y expectantes al desarrollo del contenido de
la lectura.
Esta actividad provee el marco para el nuevo conocimiento cuando los alumnos son estimulados a
verbalizar e interiorizar el tema. Está comprobado que el proceso de compresión del lector mejora cuando
los alumnos tienen información previa.
COMPRENSIÓN POSLECTURA
EL CLOZE
Esta técnica consiste en entregar al alumno un texto de lectura el que debe leer comprensivamente.
A continuación se retira el texto y se le entrega el mismo al cual se le ha borrado una palabra entre cuatro.
Se dejan completos el primer y último párrafo.
El alumno debe completar el texto insertando los artículos, verbos, sustantivos, adjetivos, etc., o sus
sinónimos faltantes en la lectura.
Se lee el texto reestructurado y se compara con el original para visualizar si no se ha cambiado el contexto
de la lectura para su comprensión.
Al hacer un Cloze es importante borrar una de cada cuatro palabras, no importa cuál sea.
EJEMPLO :
Esta técnica consiste en entregar al alumno un texto de lectura el que debe leer comprensivamente.
EL MAPA CONCEPTUAL
Es una técnica que permite visualizar si el alumno comprendió un texto por lo que el mapa
conceptual se usa una vez leído un escrito.
El Mapa Conceptual organiza conceptos, establece jerarquías y sus vínculos entre ellos. Para
confeccionarlo se escribe el concepto o idea principal al centro o arriba encerrado en un círculo o cuadrado.
Este concepto puede estar acompañado por algunos artículos y adjetivos.
A continuación hacia abajo o a los lados se escriben los siguientes conceptos por jerarquía y así
sucesivamente. Se unen los conceptos con una flecha en el que se escriben verbos adecuados para
comprender el escrito, los que pueden estar acompañados por adverbios y preposiciones. Se puede dibujar
imágenes como fondo del concepto.
Se usa mucha creatividad y originalidad en su confección.
CAUSA, EFECTO, EVIDENCIA
Muchas veces es difícil darse cuenta cuáles son las causas que motivan algunos acontecimientos.
Desde esta perspectiva es conveniente reflexionar, examinar, y evaluar las causas y consecuencias
buscando las evidencias que comprueban dichos efectos.
Para el trabajo propuesto, es necesario examinar y evaluar las posiciones, creencias y acciones a través de
un pensamiento crítico. Esta técnica se puede desarrollar a través del trabajo colaborativo.
Es importante en este trabajo la reflexión.
HECHO Y OPINIÓN
Una vez leído el texto se busca el significado en el diccionario de ambas palabras para mayor comprensión
de la lectura.
Se hacen ejercicios orales con situaciones vivenciales de manera que se establezca la diferencia entre un
hecho y una opinión.