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Autos: QUARANTA JOSE CARLOS s/INF. LEY 23.

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Fecha: 31/08/2010
Tema: REGLA DE EXCLUSION - PRUEBA - INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO - DEBIDO PROCESO - NULIDAD
Hechos: contra la resolución de la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal que resolvió no hacer lugar al
recurso de la especialidad que la defensa de Carlos José Quaranta había interpuesto contra la sentencia dictada por
el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de esta ciudad, en la que se rechazó un planteo de nulidad y se condenó
al imputado a las penas de cinco años de prisión y multa de diez mil pesos por resultar autor del delito de
confabulación (art. 29 bis de la ley 23.737), dicha parte presentó el recurso extraordinario cuya denegación motivó
esta presentación directa. Que las presentes actuaciones se iniciaron a partir de un llamado telefónico anónimo
dirigido a la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. Allí se indicaba, en lo que interesa, que "...la
moradora de la finca emplazada en la calle Venezuela n° 2452, Planta Baja, depto. B)...que respondería al nombre de
Susana Rodríguez de aproximadamente 30 años de edad, teléfono 942-0347, se dedicaría al tráfico de
estupefacientes, más precisamente a la comercialización de troqueles de L.S.D. y anfetaminas. La denunciante,
manifestó además, que la mencionada...habría comercializado TRES MIL (3.000) dosis de L.S.D., durante el mes de
junio ppdo., y que registra antecedentes por ese motivo en la Provincia de Córdoba", razón por la cual la prevención
solicitaba autorización para llevar a cabo "tareas de inteligencia" Que una vez que dicha comunicación fue puesta en
conocimiento del juzgado federal competente, y notificado el Ministerio Público Fiscal, esta parte requirió al
magistrado que se lleven a cabo "tareas de inteligencia" sobre el domicilio en cuestión, a los "efectos de comprobar
los hechos denunciados", así como también que se disponga la intervención del abonado telefónico oportunamente
identificado.
Holding: Si el juez no expresó las razones por las cuales consideró procedente la intervención telefónica dispuesta, y
tampoco remitió a ningún elemento objetivo de la causa que pudiera fundar una mínima sospecha razonable y ni
siquiera obra información de esas características como antecedente inmediato de la decisión judicial ya que lo único
con que se contaba a ese momento consistía, simplemente en datos aislados y afirmaciones infundadas aportadas
por un llamado telefónico anónimo, corresponde declarar la nulidad de todo lo actuado en el procedimiento, en
tanto no hubo varios cauces de investigación sino uno solo, cuya vertiente original estuvo viciada y contaminó todo
su curso. En definitiva, si la mera expresión de la sospecha de un funcionario público no constituye per se la base
objetiva a la que se viene haciendo referencia (causa "Yemal", disidencia del juez Petracchi, considerando 5° y sus
citas, Fallos: 321:510), tampoco puede entenderse que lo sean las vagas afirmaciones formuladas en un llamado
telefónico anónimo. Que si el Estado pudiera entrometerse en el secreto de las comunicaciones telefónicas a partir
de "sospechas" de la entidad de las descriptas más arriba, el derecho reconocido constitucionalmente resultaría
CciertamenteC de poca o ninguna relevancia. Que, a partir del caso "Rayford" (ver considerandos 51 y 61, Fallos:
308:733), esta Corte ha establecido que si en el proceso existe un solo cauce de investigación y éste estuvo viciado
de ilegalidad, tal circunstancia contamina de nulidad todas las pruebas que se hubieran originado a partir de aquél, y
la regla es la exclusión de cualquier medio probatorio obtenido por vías ilegítimas, porque de lo contrario se
desconocería el derecho al debido proceso que tiene todo habitante de acuerdo con las garantías otorgadas por
nuestra Constitución Nacional (doctrina reiterada en los casos "Ruiz", Fallos: 310:1847, "Francomano", Fallos:
310:2384, "Daray", Fallos: 317:1985 y, más recientemente, en la causa P.1666.XLI "Peralta Cano, Mauricio Esteban s/
infracción ley 23.737 Ccausa 50.176C", sentencia del 3 de mayo de 2007). Por lo que puede afirmarse que no hubo
varios cauces de investigación sino uno solo, cuya vertiente original estuvo viciada y contaminó todo su curso

- La Dra. Carmen M. Argibay, en disidencia, consideró que el recurso extraordinario cuya denegación originaba la
queja era inadmisible (art. 280 CPCCN)-.

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