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MOTIVACIÓN. Querer aprender - Huertas.

CAPÍTULO 2
2. HACIA UNA DEFINICIÓN DE TRABAJO DE MOTIVACIÓN.

Es un ensayo mental preparatorio de una acción para animarse a ejecutarla con interés y
diligencia. Se entiende como un proceso psicológico que determina la planificación y la actuación
del sujeto. Al hablar de motivación, hacemos referencia al comportamiento humano que tiene algún
grado de voluntariedad, el que se dirige hacia un propósito personal más o menos internalizado.

Se incluyen todos aquellos factores cognitivos y afectivos que influyen en la elección, iniciación,
dirección, magnitud y calidad de una acción que persigue alcanzar un fin determinado.

Este dinamismo motivacional dentro del sujeto está regulado y graduado por tres dimensiones o
coordenadas:

 Aproximación – evitación: La meta es algo más o menos querido, o más o menos evitado. Por
ejemplo, el miedo al fracaso y la búsqueda del éxito.
 Autorregulación (intrínseca) – Regulada externamente (extrínseca): Una acción puede surgir de
intereses o necesidades personales de cada individuo o puede estar más o menos graduada
por los dictados de la situación en la que nos encontramos.
 Profundo (implícito) – Superficial (autoatribuido): Puede tratarse de un proceso muy amplio (no
consciente) o puede que se trate de un planeamiento consciente de intereses concretos.

Problemas para el análisis y conceptualización de la motivación: ¿Cuántos motivos actúan en una


persona? ¿Cómo se combinan los motivos cuando actuamos? ¿Lo hacemos por una sola razón o
por varios intereses? ¿Se trata de un proceso jerarquizado en diferentes niveles? ¿Qué
procedimiento de evaluación utilizamos para conocer auténticamente lo que se supone que desea e
impulsa a una persona?

Los principales rasgos distintivos de fenómenos motivacionales son:


 Es de carácter activo y voluntario: la acción motivada impulsa y energiza.
 Persiste en el tiempo, adaptándose a cada circunstancia.
 Se vincula con necesidades adaptativas, persiguiendo un estado de mayor adaptación y
equilibrio.
 Participan componentes afectivo-emocionales: la activación emocional suele estar cargada
emocionalmente.
 Es una acción motivada porque se dirige a una meta, cuando se realiza para elegir, dirigir y
persistir en la consecución de un objetivo, finalidad o propósito.

3. LA ACCIÓN VOLUNTARIA, LA AGENCIALIDAD HUMANA Y LA CAUSALIDAD PERSONAL.

Cuando hablamos de acción motivada hacemos referencia a algo que surge de una cierta decisión
interna. Cualquier acción voluntaria tendrá un determinado octanaje; cuanto mayor sea, más
moverá al individuo, más satisfecho estará. Este concepto se lo ha definido de diversas formas:
causalidad personal, autodeterminación, creencias de control, etc.

Autores como Bandura, Seligman, White, han adjetivado a la motivación con un contenido común:
la tendencia humana a preferir ser agente de sus actos. DeCharms (1968) introdujo una variación
en ello, diciendo que su concento de causalidad personal es el énfasis que marca en la importancia
de la experiencia personal real de sentirse uno mismo agente de la acción que, es algo más que
simplemente creer que se tiene control sobre esa acción. Se entiende por causalidad personal a un
principio general básico para estudiar la motivación, por el cual cada persona prefiere escoger sus
medios para obtener un objetivo, fin o meta.

Hay dos polos extremos:


 El origen: Se encuentran las acciones más autodeterminadas, con mayor carga afectiva
satisfactoria en la que el sujeto es más optimista y confiado, aceptando mejor el riesgo, etc.
 El peón: Se encuentran las acciones sujetas a fuerzas externas, acciones que comportan
afectos negativos, por las cuales el sujeto está a la defensiva, indeciso, se evita el riesgo y
está desmotivado.
La acción está bajo el dominio de estados intencionales, basada en determinantes personales como
creencias, deseos o compromisos morales. Refiriéndonos a algo tan bajo, establecemos que el
sentimiento de autodeterminación es fundamental para la vida psíquica. La misión fundamental es
la de impulsar al ser humano a dominar su entorno, de manera que cuando se alcanza esa
sensación de control, ésta viene acompañada por emociones positivas relacionadas con el interés y
el placer.

En la clínica psicológica, uno de los factores que facilitan el ajuste y la estabilidad mental es la
ilusión o creencia de control, por la cual se tiene la sensación de que se controla y se determina
una acción. No es un sesgo de pensamiento más, sino que es una tendencia muy básica y de
carácter adaptativo que permite al sujeto ejecutar de una manera satisfactoria la mayoría de las
acciones humanas. La pérdida de control inclina la balanza a favor del desajuste, la desorganización
y hasta parece que se predispone a la enfermedad y la muerte.

4. ELEMENTOS Y FASES DEL PROCESO MOTIVACIONAL.

El proceso de motivación humana es un proceso de activación y orientación de la acción, la cual


debe contener una serie de estados o fases que intervienen en la actuación. Todo proceso
intencional, solo tiene sentido en el acto, y todos estos elementos implícitos en una situación tienen
una participación determinante en el proceso motivacional del sujeto.

Se debe hablar siempre de una situación interpretada por el sujeto. Cada persona interpreta,
percibe cada contexto en virtud de las características de ese entorno y también del conocimiento,
creencias y estilos del sujeto que interpreta, conforme los ha aprehendido de su mundo social. En
definitiva, el entorno no se reconoce, sino que se construye interpretándolo.

En la fase motivacional ocurren los procesos relacionados con la anticipación de deseos, el


surgimiento de un motivo y el planteamiento de metas. Esto significa enfatizar lo que se desea y su
viabilidad; realizar un análisis explícito de los pros y contras de cada meta y de las expectativas de
alcanzarla.
 Motivo: Refiere a un conjunto de pautas para la acción, emocionalmente cargadas, que
implican la anticipación de una meta u objetivo preferido. El término de deseo, como aquel
movimiento enérgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesión o disfrute de una cosa,
podría ser su mejor sinónimo. Las agrupaciones de motivos relacionados generarían las
grandes tendencias de acción o motivos sociales, como aquella tendencia a intentar ser
eficaz en las acciones que emprendamos, la tendencia a dirigir de alguna manera el
comportamiento de los otros o la tendencia a buscar en los demás algún grado de
reconocimiento afectivo.
 Meta: El establecimiento de una meta dependerá del significado social que se atribuya a esa
situación, del valor que se le dé, de la dificultad que se perciba, de la complejidad de las
acciones que conlleva satisfacerla, etc. Asimismo, no se puede concebir la existencia de
metas puras o aisladas, por lo que es correcto hablar de metas como si fuesen estados
entrelazados en perpetuo flujo (Ortony, Clore, Collins, 1988).

El control cognitivo de la acción se encarga principalmente de la planificación del comportamiento,


de establecer las acciones relevantes para conseguir lo deseado. Significa centrarse en el análisis
de la información referida a la meta elegida y en procurarse los medios para su consecución (Kuhl,
1994). Los procesos involucrados en esta fase son los procesos volitivos, que son aquellos que
intervienen en la regulación y planificación de la acción. Aquí se incluyen factores como creencias,
expectativas, estilos atributivos, patrones de regulación, etc.

1. Meta  Es el corazón de la motivación o conducta motivada. Define la dirección de la


motivación, siendo una representación mental de lo que gustaría explicar o que gustaría que
pasara. Influye en dirigir la atención a ese objetivo, en movilizar esfuerzos para la tarea, en
persistir en la tarea y en facilitar la estrategia a desarrollar. Se puede evaluar (a) en función
del contenido, (b) por globales o especiales (mientras más global es, más difícil es llegar a la meta),
(c) en implícitas o explícitas y (d) según el grado de dificultad (depende de la relación entre mis
capacidades y las características de las metas).
2. PLAN  Es un procedimiento consciente. Arma un conjunto de conductas para achicar la
distancia entre el estado actual y el estado ideal. Es el control cognitivo de la acción, es
decir, es la descripción de procedimientos necesarios para alcanzar la meta.
3. EXPECTATIVAS  Son las creencias (percepción subjetiva) que uno se arma en relación a las
oportunidades que se tiene para alcanzar la meta. La probabilidad de éxito depende de (i) la
dificultad de la meta, (ii) plan de acción y (iii) autoconfianza y autoeficiencia. Según Bandera
hay dos tipos, de eficacia (creencia en reunir las condiciones necesarias para alcanzar la meta) y de
resultado (creencia de que una conducta conducirá a consecuencias determinadas) .
4. ATRIBUCIÓN  Una vez determinada la acción, se buscan explicaciones sobre las causas
de los resultados obtenidos (atribución causal). El tipo de atribución va a ser un factor
principal de explicación de dedicación y rendimiento posterior en tareas similares. Según
Weiner (1972) puede ser controlable/incontrolable, interno/externo, estable/inestable.

5. LA ORGANIZACIÓN JERÁRQUICA DE LOS MOTIVOS.

Desde el principio de la investigación se hizo patente la ausencia de correlación entre los


resultados obtenidos con los dos principales procedimientos de medidas de los motivos: el análisis
de los relatos a través del TAT evaluaba algo que funcionaba como un impulso, como la plasmación
subjetiva de una necesidad (logro, afiliación y poder); mientras que las medidas de autoinforme tenían
más que ver con el valor, con la descripción de creencias acerca de metas deseables
conscientemente y con modelos pautados de acción.

Los esquemas motivacionales profundos, muy establecidos e internalizados en el sujeto,


predisponen hacia metas e interpretaciones muy generales y básicas; son conocidos como motivos
directrices, implícitos o sociales.

Por ser tan básicos, estos patrones motivacionales pueden tener un funcionamiento poco
consciente, poco predeterminado o automático. Se considera que surgen de dos orígenes distintos,
pero que acaban en el desarrollo individual siendo complementarios: la predisposiciones o
tendencias básicas propias de la especia, o la cultura.

En un nivel más superficial, se encuentran los esquemas de acción, que refieren a metas más
concretas, acciones sociales típicas. Suelen proceder de un planteamiento más consciente de todo
el proceso motivacional. En la mayoría de las ocasiones, los motivos superficiales se activan por
demandas explícitas de situaciones sociales. Están, por lo tanto, más influenciadas por las
demandas externas que intervienen en la acción, por el rango de condiciones de posibilidad que
permite un entorno concreto. Por ejemplo: podemos organizar una tarea concreta en el trabajo,
porque nos lo planteamos como un reto personal (motivo profundo) o porque nos interesa hacer lo
que creemos que es lo que la situación demanda (implica un análisis y determinación de metas más
complejo y concreto).

CAPÍTULO 6

“CULTURA, SOCIEDAD Y MOTIVACIÓN. LOS PRINCIPALES MOTIVOS SOCIALES”

INTRODUCCIÓN. ESTO DE LOS MOTIVOS SOCIALES, ¿QUÉ ES LO QUE ES?

Los motivos sociales son grandes agrupaciones teóricas de metas, de deseos, propios de un rango
amplio de actividades sociales. Leontiev decía que el ser humano tenía que enfrentarse a lo largo de
su vida a pocas actividades sociales distintas: el juego y el trabajo (las más características del niño
y del adulto). Los individuos establecían acciones dentro de esa actividad, cada una de ellas con su
meta consciente apropiada. Bartlett hablaba del papel trascendental para la vida psíquica de las
tendencias de acción: indicadores internos que guían y orientan la actuación y son como
marcadores que determinan el sentido que damos a nuestros actos en el mundo. Estas tendencias
se agrupan en grandes categorías de forma particular en cada grupo cultural; son disposiciones
afectivas de las que surge el sentimiento, fundamental para la búsqueda de significado de todas ls
cosas y fenómenos que nos acontecen.

Los motivos sociales han sido tratados como rasgos de personalidad. Los rasgos intentan describir
analíticamente la personalidad, es decir que hacen referencia a una variable o faceta de dicha
personalidad. Se enmarcar dentro de dos coordenadas: (i) dar respuesta a la diversidad de
comportamiento de un sujeto, a la variabilidad de un grupo de sujetos, y (ii) busca la constancia,
la regularidad, lo común de un tipo de necesidades, demandas, metas, deseos, etc. Los rasgos
quieren ser uno de los constituyentes de la personalidad y hasta tienen que poseer un determinado
substrato biológico. Hoy en día, el concepto de rasgo ha pedido fuerza y sólo se usa en una versión
más blanda, siendo más común utilizar el término como una etiqueta del lenguaje.

En fin, los motivos sociales serán en el individuo grandes tendencias de acción, guiones
motivacionales profundos que hacen referencia a modos de comportarse y de desear, que se activan
en contextos sociales determinados, como la eficacia personal, afecto interpersonal y la influencia
social. Tres clásicas tendencias son: logro, afiliación y poder.

1. LA MOTIVACIÓN POR EL LOGRO

A) Desarrollo histórico de la teoría de la motivación de logro:


Es la propensión a ser eficaz y a conseguir un resultado con un cierto nivel de excelencia. Esa
tendencia básica se conseguía detectar y medir a través del uso de un test proyectivo desarrollado
por Murray, el TAT (test de apercepción temática), el cual revelaba los aspectos encubiertos y profundos
de la personalidad como puede ser el gusto por el logro.
Atkinson y McClelland realizaron investigaciones, recién finalizada la 2° Guerra Mundial, sobre la
motivación humana, usando como procedimiento evaluador el T.A.T. Uno de sus principales
objetivos era establecer la validez de dicho test proyectivo para detectar las necesidades humanas.
El procedimiento fue sencillo: un grupo de abnegados marinos fueron sometidos a diferentes
condiciones de deprivación alimentaria en la base de submarinos. Previo a ello se les había leído
una serie de narraciones; luego de la deprivación alimentaria, le pidieron que la repitiera. Estas
últimas narraciones estaban cargadas de referencias directas e implícitas a la comida, al hambre,
la cocina, etc. En definitiva, encontraron que el TAT era un instrumento sensible a los cambios, por
lo menos, en las necesidades fisiológicas de déficit.
De esta manera, Atkinson y McClelland formularon en 1957 la teoría de la expectativa-valor de la
motivación de logro, construida por los factores determinados por Hull (impulso, incentivo y hábito)
y por la teoría de la expectativa. En general, el potencial de acción de ambos modelos es función de
tres factores: (a) un estado temporal {Hull-drive; Atkinson-tendencia de aproximación al éxito}, (b)
de las propiedades de la meta {Hull y Atkinson-incentivo} y (c) de un factor de aprendizaje {Hull-
fuerza del hábito; Atkinson-probabilidad de éxito}.

B) Teoría clásica de la motivación de logro:


La motivación de logro se constituye en un motivo doble que incluye dos tendencias. En primer
lugar, la tendencia de aproximación al éxito, que es una disposición afectiva que nos llega a
experimentar orgullo con éxito, con la consecución de un buen resultado. El resultado es que la
tendencia hacia el éxito depende del producto de estos tres factores: factor de motivación por el
éxito (Me), que es el resultado del TAT x la probabilidad de éxito (Pe), es decir, la percepción que el
sujeto tiene del futuro de acuerdo a su experiencia x el incentivo del éxito (Ie), es decir, el beneficio
que produce realizar bien la tarea. [Te = Me x Pe x Ie]
La otra tendencia es la tendencia de evitación del fracaso, la cual lleva consigo cierto grado de
vergüenza cuando no se consigue el éxito y el sujeto entonces evita las comparaciones. Lo que se
pretende no es un resultado positivo, sino evitar caer en uno negativo. Los valores que intervienen
son: el valor de la motivación por evitar el fracaso (Mef) el cual se evalúa con el TAQ x la probabilidad
de fracaso (Pf) x el incentivo de fracaso (If). [Tf = Mef x Ie x Pe]
La motivación de logro resultante será la combinación de las dos tendencias, y el valor de la
tendencia de evitación se restará al valor de la tendencia de aproximación [ML= Te – Tef]

C) Objeciones
El problema se ha encontrado en que también los individuos motivados por la evitación del fracaso
buscan tareas de dificultad intermedia, que no siempre quieren tareas muy fáciles o muy difíciles.

D) La socialización de la motivación de logro


McClelland mantiene que el ser humano viene predeterminado a reaccionar y a activarse
diferencialmente ante ciertos indicadores-estímulos o incentivos naturales. A partir de esto
primeros momentos de la vida, el proceso de complica. Estos incentivos naturales se combinan,
forman una compleja red de situaciones, emociones, metas y cogniciones o expectativas. Todo este
proceso se produce en la experiencia, en el aprendizaje social, en donde intervienen los valores
culturales y sociales. En el caso de la motivación del logro, el autor defiende que su desarrollo
comienza en lo que hemos llamado proto-motivo de variedad o curiosidad. Según McClelland, este
desarrollo tiene que mucho que ver con la insistencia de los padres en niveles elevados de
rendimiento y en su evaluación explicita, es decir, que estos hagan que el niño empiece a ver lo que
queda bien hecho y mal hecho. Para desarrollar el logro, no se trata tanto de que los niños realicen
sus obligaciones, sino de que las hagan solos y puedan obtener una evaluación realista. No sirve el
autoritarismo por parte de los padres, eso suele derivar en un bajo desarrollo en los niños de
motivación de logro.

E) ¿Qué ocurre cuando tendemos hacia el logro? Enumeraremos sus principales


características…
 Se persiste cuando se fracasa en una tarea fácil, pero no en una difícil.
 No solo se prefieren las tareas moderadamente difíciles, sino que el rendimiento también
es mejor cuando el reto es moderado.
 Es la motivación de logro la búsqueda de la eficacia y por ello de la innovación.

2. LOS MOTIVOS DE AFILIACIÓN.

Se entiende la afiliación como motivo porque es el interés en establecer, mantener o restaurar una
relación afectiva positiva con una o varias personas (Atkinson, Heyns y Veroff, 1954). Hay buena
disposición para experimentar un intercambio cálido, cercano y comunicativo con otra persona. Es
de origen innato, típico de nuestra especie. La vida en grupo favorece la identidad personal, la
definición de los propios intereses, permite obtener cierta reputación personal, favoreciendo el
intercambio de valores, ideas y formas de actuar entre sus individuos. El grupo es el medio en el
que se construyen y forman todos los procesos psíquicos típicamente humanos. ¿Qué nos ocurre
cuando nos movemos por la afiliación? Nos preocupamos más por lo que piensan los demás de
nosotros, buscamos más intensamente la evaluación de los demás.

El miedo, la incertidumbre o la falta de una habilidad conduce a la afiliación como un medio para
saber lo que sienten y piensan personas en la misma situación, que es lo mismo que el modo más
adecuado para conseguir una mejor autoevaluación. No siempre se busca a los iguales; hay datos
contradictorios a esos que acabamos de mencionar; se dice que, en situaciones de estrés o
incertidumbre, la afiliación aparece con sujetos que sufran menos ese estrés o incertidumbre, que
se encuentran en mejor posición. La explicación es sencilla y probablemente compatible con la
búsqueda de iguales; los que se encuentran en situaciones mejores pueden aportar modelos a imitar
o ser un motivo para la distracción o el relajo. En cualquier caso, queda claro que cuando el otro
no cumple el papel de modelo, de fuente de distracción o de autoevaluación, la persona con miedo
o ansiedad prefiere estar sola que mal acompañada.

La afiliación está más relacionada con la calidad de cada una de las relaciones sociales que con
las características específicas a esas relaciones con los demás el motivo al rechazo social.

Se puede considerar que el sexo es reúne todas las características funcionales de un motivo. El
sexo implica unas formas de actuación social que forzosamente se tienen que aprehender, probar
y comprobar, y desde luego, cuesta más que saber beber o comer. El sexo es uno de los
comportamientos motivados más sociales, más dependientes de la cultura, en sus modos y en sus
modas.

El amor no es solo un esquema motivacional; es más, son muchas cosas las que están implicadas
en ese conjunto de relaciones psicosociales que configuran cada uno de los diferentes amores. Se
dice que una persona ama realmente a otra cuando la necesita, cuando la comprende, confía en
ella, la cuida (Kelley, 1983). Dice Lazarus (1991) que en la relación genuina de amor hay al mismo
tiempo esperanza, pasión, furia, indiferencia, aburrimiento, culpabilidad, angustia, incluso hasta
amor.

Son muchos los amores, pero la mayoría de los investigadores realizan una distinción entre amor
de compañeros (amistad, conocimiento, reciprocidad) y amor apasionado (querer, deseo irrefrenable). Lo
fundamental que los diferencia es el grado de estabilidad y de intensidad emocional que conllevan.
El primero es más estable y menos intensos, mientras que la pasión es todo lo contrario.

Sternberg organiza los diferentes tipos de amor en torno a un triángulo en cuyos vértices están
los componentes básicos en el amor:
 La intimidad: En donde se agolpan los sentimientos de cercanía, de afecto, de proximidad
emocional, un cierto sentimiento de unión, de apoyo y de comprensión mutua. Su expresión
más corriente es la confidencialidad, la compañía y la ayuda.
 La pasión: que significa excitación mental y física, un alto nivel de agitación corporal y
sexual. Su expresión siempre busca de una manera o algún otro contacto carnal.
 El compromiso: que implica una decisión, una voluntad de que permanezca la relación
afectiva. Su expresión más típica es el mantenimiento del noviazgo y/o el matrimonio.

Amor apasionado: Es un complejo funcional que incluye valoraciones o apreciaciones,


sentimientos subjetivos, expresiones. La pasión amorosa es un estado de intenso deseo por la unión
con otra persona, un estado emocional salvaje. Fantasías e idealización.

El amor es un deseo, y como tal conlleva un número determinado de metas:


 Explicación evolutiva  el amor es propio de organismos evolucionados que tienen una
fuerte estructura social.
 Explicación motivacional  motivo de intimidad, se entiende como la búsqueda de la calidad
de las interacciones más que de la cantidad, una comunicación íntima con otra persona.
 Explicación fisiológica  hormona oxitocina, según varios autores, el aumento de esta
hormona en ciertos animales se ha visto relacionada con aumentos de conductas afectuosas,
relacionadas con el cuidado y con el deseo sexual.
 Explicación emocional  el amor es una emoción que surge de ciertas condiciones sociales
que generan excitabilidad, es un proceso momentáneo que aparece y desaparece, muy
relacionado con el placer, emoción muy centrada en el yo.
 Explicación sociocultural  el amor es otro de los guiones de actuación que hemos
internalizado en nuestro desarrollo. Es un conjunto de acciones y metas que hemos
aprendido y sintetizado como la respuesta adecuada a una situación vital.

3. LOS MOTIVOS DE PODER.

Es la tendencia estable para influir, persuadir y controlar a otras personas, y para obtener
reconocimiento y aclamación por sus conductas (Winter, 1973). Muchas veces que confunde con el
concepto de liderazgo, pero no es sinónimo siquiera. Cuando se canaliza de un modo socialmente
aceptado, se consigue la cohesión del grupo y la orientación firme hacia metas exitosas.

Se requiere a cualquier meta que pretende cierto grado de control sobre lo que le rodea. Tiene un
polo de aproximación y otro de evitación. Se distingue entre esperanza de poder y temor de poder.
Parece que a los niños que se les tolera, que se les permite asociar actividades relacionadas con el
sexo y la agresión, desarrollan más el motivo de poder.

 Poder y agresividad: A mayor tendencia hacia al poder mayor tendencia a comportamientos


agresivos.
 Poder y liderazgo: Lo que se entiende por motivo de poder reúne solo algunas de las
características de liderazgo, pero no todas.

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