Você está na página 1de 9

Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 p.

223-231 (2007)
Medellín-Colombia. Jul-Dic de 2007 - ISSN: 1794-8347

La Aspiración Científica Disciplinar.


Un Mensaje de la Economía a la
Administración.*

MAURICIO ANDRÉS RAMÍREZ GÓMEZ Eje temático: Disciplina Científica


Sociólogo, Universidad de Antioquia; Economista, Subtema: Economía y Administración
Universidad Nacional de Colombia Medellín; Ma-
gíster en Estudios Políticos, Universidad Pontificia RESUMEN
Bolivariana; Estudiante Ph.D. en Administración, Este artículo recoge algunas reflexiones en lo referente
al carácter científico de la economía y sus efectos sobre
Universidad EAFIT; Editor de la revista Ecos de
la administración como disciplina afín. El ejercicio se
Economía y Docente e Investigador del Departa- hace desde una perspectiva crítica en el que se pon-
mento de Economía, Universidad EAFIT deran los aspectos epistemológicos con respecto al
llamado método de investigación científica. En la parte
final se destaca la importancia de la postura autocrí-
tica en la administración al adoptar dos corrientes, el
Artículo recibido el 24 de Septiembre de 2007 y constructivismo y el humanismo, como punto de parti-
aprobado para su publicación el 29 de Octubre da en la deconstrucción del discurso tradicional en la
de 2007 administración y del cual la economía podría recoger
algunas enseñanzas.

Palabras Claves: Método Científico, Administración


Científica, Constructivismo, Humanismo.

ABSTRACT
This paper collects some reflections about the scien-
tific character of economics and about its effects on
management as a related discipline. These reflections
are done from a critical perspective in which the ety-
mological aspects of what it is called the method of


Conferencia presentada en la Universidad Pontificia Bolivariana el 31 de Agosto de 2007

Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007) • 223


MAURICIO ANDRÉS RAMÍREZ GÓMEZ
Ciencias
Estratégicas

scientific investigation are pondered. In the final part Por último, termino con una reflexión que llamo
of the paper, the importance of the management’s auto- Constructivismo y humanismo. Un mensaje de la
critical attitude is remarked, for it adopts two streams,
constructivism and humanism, as a point of departure administración a la economía. En este apartado
of the deconstruction of its traditional discourse, from me interesa colocar, en aras de la discusión aca-
which economics could collect some lessons. démica, dos enfoques metodológicos que la teoría
administrativa actual ha desarrollado y que a mi
Keys Words: Scientific Method, Scientific Management,
Constructivism, Humanism. modo de ver, se presenta como un mensaje de
autocrítica que se hace la administración y de que
la economía quizá podría aprender.

Introducción
La tradición analítica de la
En este trabajo presentaré algunas reflexiones en economía
torno a la discusión tradicional, y no acabada, de
las aspiraciones cientifistas de la economía y la La tradición analítica en la economía estuvo in-
administración en los procesos de construcción fluenciada por las transformaciones económicas en
de sus objetos de estudio. Para estos efectos me el siglo XVII, XVIII y su consolidación en el siglo XIX
apoyaré en cuatro aspectos: en el primero, al que en lo que se denominó la Revolución Industrial. La
denomino La tradición analítica de la economía, evidencia del cambio, en la lógica interpretativa
se hace un recorrido del paso que se presenta en de la economía, se verifica en la formulación de
la identificación de un objeto de estudio en la la pregunta por lo económico, la cual siempre ha
economía que se formula a partir de la pregunta estado presente pero matizada por los momentos
por lo económico desde dos ópticas, una desde históricos particulares.
sus efectos y otra desde sus causas; en el que se
destaca la participación de un humanismo filosófi- En una primera etapa el cuestionamiento se
co y religioso como determinador de sus variantes formulaba desde los efectos económicos, los que
metodológicas. se hacían evidentes en medio de las sociedades
que identificaban situaciones de desigualdad y de
Un segundo aspecto, que denomino tintes cienti- sometimiento económico que hacían manifiesto
fistas. Un debate en los marcos del positivismo, procesos de diferenciación social y de ordena-
toca con una reflexión de orden epistemológico en mientos jurídicos y políticos que establecían
el que la discusión se centra en la validación de los funciones sociales y económicas de los roles de
procedimientos científicos a partir de la estanda- los individuos dentro de la dinámica social.
rización metodológica que permite los consensos
en las llamadas comunidades científicas. Lo anterior presentaba un panorama en el que se
reconocía y aceptaba la existencia de gobernan-
La economía y su colonización técnico-económica, tes y gobernados, esclavos y esclavistas, siervos
se constituye en el tercer aspecto a tratar. En éste y amos; donde la tradición y la autoridad de los
se formula, en gracia de discusión, las influencias hombres era lo predominante en la perpetuación
metodológicas que la administración (La adminis- del ordenamiento social.
tración científica) ha recibido de la economía con
respecto a lo que se ha denominado los procesos
de “racionalización empírica”.

224 • Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007)


La Aspiración Científica Disciplinar. Un Mensaje de la Economía a la Administración

En esta etapa el papel de los discursos filosóficos bajo y el capital del plano del prestigio social, de
y teológicos1, fueron determinantes para encon- los acuerdos mutuos, de la tradición, al plano de la
trarle un sentido a la existencia y al papel de los producción de rentas, de las relaciones asalariadas
individuos en la dinámica social y económica de y de la competencia capitalista.
la época. Podríamos afirmar que estos cumplieron
una función muy importante en la regularización Igualmente surgen preguntas en torno a la causa
de gran parte de la actividad económica susten- y a la naturaleza de la riqueza de las naciones
tada en procesos de intercambio en los que se (Smith, 1995), a la fuente de generación de rentas
privilegiaban los valores de uso, o donde el afán de la tierra (Ricardo, 1973), y al desarrollo amplio
de lucro no era un asunto generalizado, sino que de una teoría del valor (Marx, 1975), indagando
la preocupación fundamental era la búsqueda del por sus fuentes y mecanismos de obtención, ge-
bienestar social y moral. nerándose con esto una transformación teórica
que permitió replantear la manera de entender
En otras palabras, la idea de acumular riqueza los procesos de producción, circulación y consumo
como proceso generalizado en la sociedad y que de las mercaderías.
traía como consecuencia la búsqueda de la ganan-
cia sustentada en la competencia individualizada Se presenta así un proceso de ruptura, de ex-
y sobre la prevalencia de los valores de cambio en trañamiento, de “abstracción de la cotidianidad
los procesos de intercambio, era algo ajena a los social de los individuos” (Aktouf, 2001: 558),
modelos de las primeras sociedades orientales, creándose las bases para una sociedad que no se
cunas de la civilización y de los discursos sociales, sustenta mas en la tradición ni en la autoridad
políticos y religiosos. (Heilbroner, 1970) sino que se asume en su naturaleza y en su razón
de ser en torno al mercado, como nuevo “dios”
En una segunda etapa la pregunta por lo econó- regulador de las relaciones sociales y políticas.
mico se transfiere a las causas, es decir, los fenó- (Heilbroner, 1970)
menos de la desigualdad, las jerarquías sociales
y la riqueza, tienen origen y no se consideran El mercado transforma el sentido original huma-
solamente como un efecto de un “orden natural” nizado del accionar económico en términos de
pre-establecido o de un papel de los individuos que que las decisiones antes dependían de los códigos
se asume predestinado y que se validaba desde las políticos, sociales y religiosos que creaban los
concepciones divinas del origen del mundo. hombres y ahora pasaban a depender de las “le-
yes del mercado”. Esta condición anuló cualquier
Por ejemplo, la pregunta por el “precio justo”, posibilidad transformadora de la sociedad desde
formulada por la teología tomista2, se transforma los individuos, y la delegó en un ente in-material,
en la búsqueda de los componentes del precio, la in-humano (léase no humano), in-visible, deno-
que se centra en la identificación de los llamados minado “mano invisible del mercado”. (Aktouf,
factores productivos trasladando la tierra, el tra- 2001)

1 Es el caso de Aristóteles en: Aristóteles. (1974). La política. Madrid, Espasa-Calpe, y Tomás de Aquino en De
Aquino, Tomás. (1973). La Suma Teológica. Madrid, Espasa-Calpe.
2 Tomás de Aquino hacía referencia a esta discusión al colocar en el plano moral lo lícito o ilícito de vender una
cosa en más de lo que vale.

Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007) • 225


MAURICIO ANDRÉS RAMÍREZ GÓMEZ
Ciencias
Estratégicas

Este invento teórico, acuñado por A. Smith, “ob- (1995), quien formuló que el método exigía la
jetiva” las relaciones sociales en el intercambio, subordinación de los conceptos a los hechos y
la producción y el consumo, es decir, aleja la admitió la idea de que los fenómenos sociales
condición humana del sujeto de estas relaciones estarían sujetos a las leyes generales, dado que
y le otorga el estatus de objeto, de instrumento de suceder lo contrario, no podría constituirse
pasivo “llevando al ser humano a ser extraño a sí ninguna ciencia teórica. Esta alusión, que hace
mismo” (Aktouf, 2001: 558) y a someterse a las el autor, fundamenta la esencia del debate en
leyes infalibles del mercado. torno a las posturas positivistas a las cuales la
administración no fue ajena.
Esta transformación teórica que experimenta la
pregunta por lo económico, formaliza el análisis La corriente positivista deja un gran interrogan-
económico “creándole” la necesidad de poseer te al determinar la fenomenología social bajo
un método, el cual traslada las reflexiones hacia la aspiración de asimilarla a leyes indefectibles
la idea de medir, cuantificar y “racionalizar” el (comportamientos naturales), dejando a un lado
accionar de los llamados agentes económicos. la posibilidad de identificar en los fenómenos
Esto implicó transferir el método de las ciencias construcciones sociales, las que dependen en sus
naturales hacia la interpretación de los fenómenos transformaciones de los sujetos como actores so-
económicos, y es cuando la economía se empieza a ciales, reflejando sus aprendizajes, asunto clave
“teñir de cientifismo”. (Schumpeter, 1971: 53) en los enfoques constructivistas de la administra-
ción. (Muñoz, 2006)
Tintes cientifistas. Un
En esta misma línea analítica se encuentra Tho-
debate en los marcos del mas Kuhn (s.f.: 79-102), quien “enfatiza que el
positivismo enfoque paradigmático de la ciencia es el que ha
garantizado el control del accionar del científico,
La preocupación permanente por determinar la y que le permite ver la idiosincrasia de éste no
eficiencia técnico-económica de la empresa, se como una aberración en el proceso de investi-
ha constituido en el lastre que no permite avan- gación, sino por el contrario, como el resultado
zar en las reflexiones epistemológicas, ya que el del desarrollo del “dogmatismo de la ciencia
afán de las demostraciones “cientifistas”, que madura””. Para este la legitimidad del método
en gran parte ha sido el legado de la disciplina y la pertinencia de los problemas a investigar
económica, han teñido, por ejemplo a otras áreas estarán determinados por el establecimiento del
del conocimiento como es la administración de paradigma, en otras palabras, todo proceso de
“ciencia dura”, lo que ha degenerado en enfo- investigación comienza y termina en la adopción
ques reduccionistas cargado de apriorismos cuya de un paradigma.
principal preocupación es describir situaciones
(predominancia de un paradigma explicativo), Lo anterior tiene validez en la medida que permite
mas no comprenderlas. establecer parámetros de estandarización meto-
dológicas que unifican lo que denominaríamos el
Los antecedentes teóricos que se cuestionan se lenguaje científico y facilitaría los consensos en
inscriben, inicialmente, en las corrientes positi- el seno de las llamadas comunidades científicas;
vistas que se retoman del texto de Auguste Comte pero los riesgos académicos de tal acepción se-

226 • Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007)


La Aspiración Científica Disciplinar. Un Mensaje de la Economía a la Administración

rían grandes. En primera medida se identificaría como adecuado o inadecuado; lo problemático


que los consensos académicos se lograrían mas radica en la confrontación que se haga de los
fácilmente en aquellos investigadores que han enfoques particulares con respecto a un “enfoque
logrado consolidar una imagen dada su trayec- dominante”.
toria, es decir se crea credibilidades más hacia
el individuo que investiga que a lo investigado, En otras palabras, en los marcos mertonianos de
esto para el caso de garantizar la permanencia discusión, se podría afirmar que reclamar un prin-
del paradigma. cipio universalista en el accionar científico, sería
negar la dinámica de evolución en las ciencias
Ahora, si se tratara de cuestionar el paradigma, sociales; en cambio, adoptar el enfoque parti-
los consensos se lograrían más fácilmente con cularista sería dar cabida a posturas y enfoques
aquellos individuos que apenas comienzan sus analíticos diversos. Es importante enfatizar que
investigaciones: quizá son mentalidades más la existencia de “enfoques dominantes” en la
abiertas a la transformación de las teorías o ciencia, se construyen sobre el principio de uni-
a aceptar las nuevas. Podría pensarse que son versalidad mertoniana, excluyendo al resto bajo
territorios mentales en los que se facilitaría la el rótulo de la “impertinencia académica”.
“colonización” académica.
Ahora bien, lo “dominante” estará referido a las
En otro ámbito del debate, la postura de Robert sociedades académicas reconocidas, a la trayecto-
K. Merton (1965), plantea un aspecto mucho ria institucional de los individuos investigadores, a
más complejo que el asunto de los consensos sus publicaciones, a sus vínculos con redes, que les
académicos, y tiene relación con los criterios darán legitimidad ante una comunidad. Es decir,
de comportamiento del “buen científico”, que estaríamos reconociendo un criterio de “universa-
se hace manifiesto en la búsqueda del purismo lismo hegemónico”, que expresaría su dominación
científico regido por reglas de conducta que se en función del tiempo y el espacio.
enmarcan en imperativos como el universalismo,
el comunitarismo, el desinterés, y el escepticismo No podemos dejar de mencionar, el debate plan-
organizado, considerados base del ethos de la teado desde la economía en torno al desarrollo
ciencia moderna. de un método positivo para el análisis de la
fenomenología económica. Este quizá ha estado
En el terreno práctico son bastantes los interro- influenciado en gran medida por las posturas de
gantes que se generan en torno a esta postura. Kuhn y Popper, pero quizá el autor contemporáneo
Entre otros se podría decir que los juzgamientos que hizo explícito este debate fue el economista
metodológicos, que en el ejercicio investigativo y premio Nóbel Milton Friedman (2004) en su
hace un par evaluador estarán determinados por ensayo sobre la economía positiva, publicado por
sus afinidades de orden cuantitativa o cualitativa, la universidad de Chicago en 1953. En éste, se
por colocar un ejemplo extremo. En este sentido, subraya la preocupación del autor por los asuntos
los intereses particularistas en el ámbito teórico, metodológicos que acarrea la construcción de lo
paradigmático y en consecuencia metodológico, que el llama la “ciencia positiva clara”, aludiendo
existen y no pueden ser anulados sobre el principio a Keynes quien reclamaba la “sistematización de
de reconocer reglas de comportamiento científi- un conocimiento acerca de lo que es”.
co. Ahora bien, esto en sí mismo no se considera

Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007) • 227


MAURICIO ANDRÉS RAMÍREZ GÓMEZ
Ciencias
Estratégicas

Friedman es contundente con su reflexión al es-


cribir que la “economía positiva es en principio
La economía y su
independiente de toda posición ética o juicio nor- colonización técnico-
mativo particular […] es, o puede ser, una ciencia económica
“objetiva”, precisamente en el mismo sentido
que cualquiera de las ciencias físicas” (Friedman, Regresamos al problema inicialmente planteado:
2004: 43). En esta postura resultan problemáticos la economía convierte al instrumento en un fin
tanto las interrelaciones entre los seres humanos en sí mismo, cuando sólo es el medio para des-
y como el hecho que el investigador a su vez es cribir y explicar el fenómeno. Los supuestos y las
sujeto y objeto de investigación, asumiéndolo hipótesis, apoyados en la medición, han reducido
como una amenaza para la objetividad. la fenomenología social al dato, es una realidad
mensurable y por consecuencia predecible. En
Es allí donde radica la idealización, a mi modo este contexto, la comprensión de los fenómenos
de ver ingenua, de pretender darle a la econo- económicos queda anulada en el marco de la sim-
mía el rigor de las ciencias naturales, bajo la plificación generalizante de los supuestos.
formalización de supuestos simplificadores que
sostienen la construcción de hipótesis y de para- Bajo los anteriores parámetros la economía ha
digmas teóricos. Si bien es cierto que asumir la colonizado otras disciplinas y ha inducido ha
crítica a partir del cuestionamiento del realismo incorporar esta acepción técnico-económica del
de los supuestos acatados a lo largo de la Teoría mundo en diferentes campos académicos. Una de
económica resulta ser injustificado ya que estos, las involucradas, y esto en gracia de discusión, ha
en sí mismos, se consideran simplificaciones de sido la administración en su versión tradicional
la realidad, no resulta impertinente criticar el denominada “administración científica”. Y es que
desconocimiento que hace la Teoría Económica en esta corriente ha sido tradicional la discusión
ortodoxa del mercado como una construcción con respecto al método y a sus implicaciones en la
social que adquiere dimensión en los ámbitos aplicación y validación de nuevos procedimientos
históricos, sociales y políticos. en las estrategias administrativas. Igualmente la
“equiparación que se ha hecho de “método cien-
Ya la sociología del conocimiento lo ha planteado tífico” con “racionalización empírica””. (Aktouf,
al identificar que los procesos de “[..]variación en 2001: 44)
el conocimiento estarán asociados a las diferen-
cias en las clases sociales, la filiación religiosa, el Tradicionalmente se ha sobredimensionado el
ser social, el contexto social, los grupos sociales, hecho de hacer uso de ciertos instrumentos de
la sociedad, la cultura, la raza […]” (Woolgar, medición y cuantificación con el hecho de hacer
1988/1991: 34). una aplicación científica. Es aceptado que los ins-
trumentales de medición pueden brindar paráme-
Por esto no resulta gratuito el haber iniciado tros de objetividad “numérica” que pueden ser la
esta presentación con la reflexión en torno a la excusa adecuada para validar procesos al interior
pregunta por lo económico, como efecto y como de la empresa, pero habría que ser consciente que
causa, en la que dejo constancia que esta fue in- estos son solo una caja de herramientas que hacen
fluenciada por los contextos filosóficos y religiosos posible los ordenamientos productivos.
de la época.

228 • Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007)


La Aspiración Científica Disciplinar. Un Mensaje de la Economía a la Administración

Quizá Frederick W. Taylor es fiel representación En lo referente al tercer y cuarto principio


de esta equiparación que se hace entre lo cien- (Aktouf, 2001), se hace evidente la preocupación
tífico y la racionalización empírica, ya que “[…] de Taylor por romper el círculo vicioso que genera
sus aportes se centraron en la búsqueda de la la disyuntiva patrón-obrero en el ámbito de lo sub-
mayor rentabilidad del trabajo” (Aktouf, 2001: jetivo y lo humano, y colocarlo en el plano de lo
47). La pregunta sería: ¿por qué recurrir a esto? objetivo, lo científico, lo positivo como indicativo
La respuesta la encontraremos, de un lado, en las de lo sensato, lo razonable, a lo que nadie podrá
influencias que recibió de teóricos de la economía negarse. En esencia la pretensión de Taylor era
como A. Smith y, de otro lado, en su preocupación cambiar las mentalidades de patrones y obreros a
constante por resolver la disyuntiva (contradicción partir de la persuasión fundada en un método de
permanente) entre el patrón y el obrero en la administrar la empresa que cumpliera las veces
“lucha por el valor agregado”. de juez imparcial.

Con respecto a las influencias recibidas de los Con los anteriores elementos se diría que, la ad-
trabajos de Adam Smith, es evidente la apropia- ministración al igual que la economía, al asumir
ción conceptual que hace en lo referente a dos un método bajo los estándares de las “ciencias
de sus cuatro principios de “dirección científica”. duras”, se está construyendo un sentido universa-
Específicamente en el primero y segundo donde lista del conocimiento en el que se neutralizan las
alude a la determinación científica de la jornada posturas valorativas en lo referente a los juicios
de trabajo, en la que pretende hacer un estudio emitidos por los individuos, anulando las posibili-
minucioso de los gestos y tareas realizadas por dades de un conocimiento comprensivo.
el obrero con la finalidad de establecer leyes
y reglas de conducta que inclusive podrían ser Constructivismo y
demostradas matemáticamente (Aktouf, 2001).
Igualmente, en el segundo principio, establece la humanismo. Un mensaje
selección científica del obrero bajo el criterio de de la administración a la
“el hombre correcto en el lugar correcto”.
economía:
Ambos principios están directamente vinculados
Pero la administración no ha permanecido impá-
con el concepto de división del trabajo, al que
vida ante esta arremetida técnico-económica del
Smith dedicó parte de su reflexión al considerarla
método. Ha generado alternativas desde posturas
como un mecanismo de ganar tiempo en los pro-
comprensivas en el conocimiento. Es así como se
cesos productivos como consecuencia del mejo-
presentan diversas corrientes que tienen rasgos
ramiento de las habilidades de los trabajadores.
comunes como “[…] la escuela francesa de la
Quizá éste es uno de los grandes aportes que hace
epistemología constructivista de las ciencias de la
el análisis económico, “bajo su nueva condición
gestión […]” o la “[…] escuela Humanista o Radical
de cientificidad”, al colocar el trabajo humano
humanista de Montreal […] además la corriente
como medio para el logro de procesos eficientes,
crítica de los estudios organizacionales y otros
paradójicamente deshumanizándolo y negando
grupos en Francia, Inglaterra y países escandina-
su condición original como un fin en sí mismo,
vos […]”. (Muñoz, 2006:32)
lo que posteriormente el discurso administrativo
retomaría y aplicaría.

Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007) • 229


MAURICIO ANDRÉS RAMÍREZ GÓMEZ
Ciencias
Estratégicas

Los constructivistas, como su nombre lo dice, “[…] dimientos más científicos con respecto a las otras.
quieren mostrar que las realidades administra- En este sentido, se parte de la tesis que el hombre
tivas constituyen constructos humanos muy dis- es el objeto de estudio de las ciencias humanas y
tantes del hecho real, objetivo e incontaminado es un objeto que posee múltiples imágenes (Du-
como objeto de estudio que define a la ciencia four, 2006), todas susceptibles de ser estudiadas,
positiva desde Comte. […] es decir, el conocimien- estas pueden diferir en muchos aspectos entre sí.
to administrativo resultaría de la aprehensión La imagen fisiológica es distinta a la imagen bioló-
de una realidad compleja en la que el sujeto, al gica y química; de éstas se infiere una definición
mismo tiempo que busca conocerla, la construye, de humanidad, pero que es incompleta; por esto
la interpreta, la crea y se recrea a sí mismo en el se requiere de la idea de complementariedad ya
proceso”. (Muñoz 2006:14) que la imagen sicológica, social, política y lingüís-
tica son también importantes. Esto puede atentar
Por su parte, la escuela humanista de Montreal contra la arrogancia o el egocentrismo de algunas
trasciende el ámbito exclusivo de la reflexión áreas del conocimiento, porque lo asumirían como
epistemológica y se inserta en una concepción una renuncia a la particularidad del objeto de es-
filosófica integral en el que el objeto de estudio tudio, o en el mejor de los casos, considerar que
trasciende lo técnico-económico y se complemen- asisten a una desvirtuación del mismo.
ta desde la perspectiva que brindan las ciencias
humanas. Este grupo “propone reorientar la Se podría concluir que el mensaje esencial que
teorización de la administración en una perspec- deja la escuela humanista está en el reconoci-
tiva de hecho social total en la terminología de miento que hay que hacer en torno a la comple-
Marcel Mauss, en la cual las partes cobran sentido jidad de la especie humana, la que se evidencia
en relación con la totalidad social, buscando el en sus múltiples facetas ya sean éstas en el orden
compromiso de esta disciplina con el desarrollo biológico, síquico y social. Lo concreto, es que
integral del ser humano y de la sociedad”. (Muñoz para lograr comprenderlas, en toda su proporción,
2006:34) se requiere de un pensamiento multicomplemen-
tario entre las distintas disciplinas que abocan
La escuela humanista de Montreal rescata el es- los estudios sobre la condición de lo humano, en
tudio interdisciplinario (idea de complementarie- el que se reconozca que el punto de llegada de
dad) bajo el principio de estudiar los fenómenos algunas disciplinas será el punto de partida de
desde un sentido estructural deconstruyendo los otras y en el que los méritos y los logros se han
moldes pre-existentes e involucrándolos en siste- de reconocer en el escenario universal de las
mas explicativos diversos. “Todo fenómeno puede ciencias humanas.
ser explicado de varias maneras que no pueden
reducirse una a otra. No hay verdad absoluta; sólo La enseñanza que deja la administración, con
existen verdades parciales complementarias”. estas posturas, es la capacidad de re-crearse a
(Chanlat, 2006: 17) partir de la autocrítica en lo cual, a pesar de haber
recorrido en sus etapas iniciales las aspiraciones
Esta corriente parte de que la pregunta por el “cientifistas”, igual que lo hizo la economía, ha
hombre implica una complejidad en su respuesta posibilitado remover sus bases teóricas cuestio-
que no puede ser asumida por una sola disciplina, nando de paso sus posturas técnico-económicas re-
así se argumente que una es poseedora de proce- duccionistas, lo que le ha permitido explorar otros

230 • Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007)


La Aspiración Científica Disciplinar. Un Mensaje de la Economía a la Administración

escenarios de análisis en el ámbito de las ciencias Heilbroner, R. (1970). Vida y Doctrina de los grandes
humanas y sociales. En cambio, la economía optó economistas. Madrid, Editorial Aguilar.
Kuhn, T. (s.f.) Los paradigmas científicos # 261. Ma-
por instalarse en el discurso de las disyuntivas, en
drid: Alianza Universidad, Mimeo
el que las respuestas se determinan en función de
Marx, K. (1975). El Capital: Crítica de la Economía
la delimitación y separación purista de lo que se ha Política. México: Fondo de Cultura Económica.
llamado “Métodos de razonamiento sistemáticos Merton, R. (1965). Teoría y estructuras sociales.
y organizados”. (Friedman, 2004) México: F.C.E.
Muñoz, R. (2006). El debate positivismo-constructi-
vismo en Francia: una mirada desde las ciencias
Bibliografía de la gestión. Medellín: Universidad EAFIT,
Mimeo.
Aktouf, O. (2001). La Administración: entre Tradición Ricardo, D. (1973). Principios de economía política y
y Renovación. Cali: Univalle, 3ª edición. tributación. Madrid: Ayuso.
Comte, A. (1995). Discurso sobre el espíritu positivo. Shumpeter, J. (1971). Historia del análisis económi-
Barcelona: Ediciones Altaya S.A. co. Barcelona: Ediciones Ariel.
Chanlat, A. (2006). La multicomplementariedad en el Smith, A. (1995). La riqueza de las naciones. Madrid:
conocimiento y en la acción. Medellín: Universi- Alianza Editorial.
dad EAFIT. Mimeo. Woolgar, S. (1988/1991). Ciencia: abriendo la caja
Dufour, M. (2006). Prolegómenos. Medellín: Universi- negra. Barcelona: Anthropos.
dad EAFIT, Traducción. Mimeo.
Friedman, M. (2004). “La economía positiva”. Filoso-
fía y teoría económica. Hahn y Hollis, Compila-
dores: México, F.C.E.

Revista Ciencias Estratégicas. Vol 15 - No 18 (2007) • 231

Você também pode gostar