Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
223-231 (2007)
Medellín-Colombia. Jul-Dic de 2007 - ISSN: 1794-8347
ABSTRACT
This paper collects some reflections about the scien-
tific character of economics and about its effects on
management as a related discipline. These reflections
are done from a critical perspective in which the ety-
mological aspects of what it is called the method of
∗
Conferencia presentada en la Universidad Pontificia Bolivariana el 31 de Agosto de 2007
scientific investigation are pondered. In the final part Por último, termino con una reflexión que llamo
of the paper, the importance of the management’s auto- Constructivismo y humanismo. Un mensaje de la
critical attitude is remarked, for it adopts two streams,
constructivism and humanism, as a point of departure administración a la economía. En este apartado
of the deconstruction of its traditional discourse, from me interesa colocar, en aras de la discusión aca-
which economics could collect some lessons. démica, dos enfoques metodológicos que la teoría
administrativa actual ha desarrollado y que a mi
Keys Words: Scientific Method, Scientific Management,
Constructivism, Humanism. modo de ver, se presenta como un mensaje de
autocrítica que se hace la administración y de que
la economía quizá podría aprender.
Introducción
La tradición analítica de la
En este trabajo presentaré algunas reflexiones en economía
torno a la discusión tradicional, y no acabada, de
las aspiraciones cientifistas de la economía y la La tradición analítica en la economía estuvo in-
administración en los procesos de construcción fluenciada por las transformaciones económicas en
de sus objetos de estudio. Para estos efectos me el siglo XVII, XVIII y su consolidación en el siglo XIX
apoyaré en cuatro aspectos: en el primero, al que en lo que se denominó la Revolución Industrial. La
denomino La tradición analítica de la economía, evidencia del cambio, en la lógica interpretativa
se hace un recorrido del paso que se presenta en de la economía, se verifica en la formulación de
la identificación de un objeto de estudio en la la pregunta por lo económico, la cual siempre ha
economía que se formula a partir de la pregunta estado presente pero matizada por los momentos
por lo económico desde dos ópticas, una desde históricos particulares.
sus efectos y otra desde sus causas; en el que se
destaca la participación de un humanismo filosófi- En una primera etapa el cuestionamiento se
co y religioso como determinador de sus variantes formulaba desde los efectos económicos, los que
metodológicas. se hacían evidentes en medio de las sociedades
que identificaban situaciones de desigualdad y de
Un segundo aspecto, que denomino tintes cienti- sometimiento económico que hacían manifiesto
fistas. Un debate en los marcos del positivismo, procesos de diferenciación social y de ordena-
toca con una reflexión de orden epistemológico en mientos jurídicos y políticos que establecían
el que la discusión se centra en la validación de los funciones sociales y económicas de los roles de
procedimientos científicos a partir de la estanda- los individuos dentro de la dinámica social.
rización metodológica que permite los consensos
en las llamadas comunidades científicas. Lo anterior presentaba un panorama en el que se
reconocía y aceptaba la existencia de gobernan-
La economía y su colonización técnico-económica, tes y gobernados, esclavos y esclavistas, siervos
se constituye en el tercer aspecto a tratar. En éste y amos; donde la tradición y la autoridad de los
se formula, en gracia de discusión, las influencias hombres era lo predominante en la perpetuación
metodológicas que la administración (La adminis- del ordenamiento social.
tración científica) ha recibido de la economía con
respecto a lo que se ha denominado los procesos
de “racionalización empírica”.
En esta etapa el papel de los discursos filosóficos bajo y el capital del plano del prestigio social, de
y teológicos1, fueron determinantes para encon- los acuerdos mutuos, de la tradición, al plano de la
trarle un sentido a la existencia y al papel de los producción de rentas, de las relaciones asalariadas
individuos en la dinámica social y económica de y de la competencia capitalista.
la época. Podríamos afirmar que estos cumplieron
una función muy importante en la regularización Igualmente surgen preguntas en torno a la causa
de gran parte de la actividad económica susten- y a la naturaleza de la riqueza de las naciones
tada en procesos de intercambio en los que se (Smith, 1995), a la fuente de generación de rentas
privilegiaban los valores de uso, o donde el afán de la tierra (Ricardo, 1973), y al desarrollo amplio
de lucro no era un asunto generalizado, sino que de una teoría del valor (Marx, 1975), indagando
la preocupación fundamental era la búsqueda del por sus fuentes y mecanismos de obtención, ge-
bienestar social y moral. nerándose con esto una transformación teórica
que permitió replantear la manera de entender
En otras palabras, la idea de acumular riqueza los procesos de producción, circulación y consumo
como proceso generalizado en la sociedad y que de las mercaderías.
traía como consecuencia la búsqueda de la ganan-
cia sustentada en la competencia individualizada Se presenta así un proceso de ruptura, de ex-
y sobre la prevalencia de los valores de cambio en trañamiento, de “abstracción de la cotidianidad
los procesos de intercambio, era algo ajena a los social de los individuos” (Aktouf, 2001: 558),
modelos de las primeras sociedades orientales, creándose las bases para una sociedad que no se
cunas de la civilización y de los discursos sociales, sustenta mas en la tradición ni en la autoridad
políticos y religiosos. (Heilbroner, 1970) sino que se asume en su naturaleza y en su razón
de ser en torno al mercado, como nuevo “dios”
En una segunda etapa la pregunta por lo econó- regulador de las relaciones sociales y políticas.
mico se transfiere a las causas, es decir, los fenó- (Heilbroner, 1970)
menos de la desigualdad, las jerarquías sociales
y la riqueza, tienen origen y no se consideran El mercado transforma el sentido original huma-
solamente como un efecto de un “orden natural” nizado del accionar económico en términos de
pre-establecido o de un papel de los individuos que que las decisiones antes dependían de los códigos
se asume predestinado y que se validaba desde las políticos, sociales y religiosos que creaban los
concepciones divinas del origen del mundo. hombres y ahora pasaban a depender de las “le-
yes del mercado”. Esta condición anuló cualquier
Por ejemplo, la pregunta por el “precio justo”, posibilidad transformadora de la sociedad desde
formulada por la teología tomista2, se transforma los individuos, y la delegó en un ente in-material,
en la búsqueda de los componentes del precio, la in-humano (léase no humano), in-visible, deno-
que se centra en la identificación de los llamados minado “mano invisible del mercado”. (Aktouf,
factores productivos trasladando la tierra, el tra- 2001)
1 Es el caso de Aristóteles en: Aristóteles. (1974). La política. Madrid, Espasa-Calpe, y Tomás de Aquino en De
Aquino, Tomás. (1973). La Suma Teológica. Madrid, Espasa-Calpe.
2 Tomás de Aquino hacía referencia a esta discusión al colocar en el plano moral lo lícito o ilícito de vender una
cosa en más de lo que vale.
Este invento teórico, acuñado por A. Smith, “ob- (1995), quien formuló que el método exigía la
jetiva” las relaciones sociales en el intercambio, subordinación de los conceptos a los hechos y
la producción y el consumo, es decir, aleja la admitió la idea de que los fenómenos sociales
condición humana del sujeto de estas relaciones estarían sujetos a las leyes generales, dado que
y le otorga el estatus de objeto, de instrumento de suceder lo contrario, no podría constituirse
pasivo “llevando al ser humano a ser extraño a sí ninguna ciencia teórica. Esta alusión, que hace
mismo” (Aktouf, 2001: 558) y a someterse a las el autor, fundamenta la esencia del debate en
leyes infalibles del mercado. torno a las posturas positivistas a las cuales la
administración no fue ajena.
Esta transformación teórica que experimenta la
pregunta por lo económico, formaliza el análisis La corriente positivista deja un gran interrogan-
económico “creándole” la necesidad de poseer te al determinar la fenomenología social bajo
un método, el cual traslada las reflexiones hacia la aspiración de asimilarla a leyes indefectibles
la idea de medir, cuantificar y “racionalizar” el (comportamientos naturales), dejando a un lado
accionar de los llamados agentes económicos. la posibilidad de identificar en los fenómenos
Esto implicó transferir el método de las ciencias construcciones sociales, las que dependen en sus
naturales hacia la interpretación de los fenómenos transformaciones de los sujetos como actores so-
económicos, y es cuando la economía se empieza a ciales, reflejando sus aprendizajes, asunto clave
“teñir de cientifismo”. (Schumpeter, 1971: 53) en los enfoques constructivistas de la administra-
ción. (Muñoz, 2006)
Tintes cientifistas. Un
En esta misma línea analítica se encuentra Tho-
debate en los marcos del mas Kuhn (s.f.: 79-102), quien “enfatiza que el
positivismo enfoque paradigmático de la ciencia es el que ha
garantizado el control del accionar del científico,
La preocupación permanente por determinar la y que le permite ver la idiosincrasia de éste no
eficiencia técnico-económica de la empresa, se como una aberración en el proceso de investi-
ha constituido en el lastre que no permite avan- gación, sino por el contrario, como el resultado
zar en las reflexiones epistemológicas, ya que el del desarrollo del “dogmatismo de la ciencia
afán de las demostraciones “cientifistas”, que madura””. Para este la legitimidad del método
en gran parte ha sido el legado de la disciplina y la pertinencia de los problemas a investigar
económica, han teñido, por ejemplo a otras áreas estarán determinados por el establecimiento del
del conocimiento como es la administración de paradigma, en otras palabras, todo proceso de
“ciencia dura”, lo que ha degenerado en enfo- investigación comienza y termina en la adopción
ques reduccionistas cargado de apriorismos cuya de un paradigma.
principal preocupación es describir situaciones
(predominancia de un paradigma explicativo), Lo anterior tiene validez en la medida que permite
mas no comprenderlas. establecer parámetros de estandarización meto-
dológicas que unifican lo que denominaríamos el
Los antecedentes teóricos que se cuestionan se lenguaje científico y facilitaría los consensos en
inscriben, inicialmente, en las corrientes positi- el seno de las llamadas comunidades científicas;
vistas que se retoman del texto de Auguste Comte pero los riesgos académicos de tal acepción se-
Con respecto a las influencias recibidas de los Con los anteriores elementos se diría que, la ad-
trabajos de Adam Smith, es evidente la apropia- ministración al igual que la economía, al asumir
ción conceptual que hace en lo referente a dos un método bajo los estándares de las “ciencias
de sus cuatro principios de “dirección científica”. duras”, se está construyendo un sentido universa-
Específicamente en el primero y segundo donde lista del conocimiento en el que se neutralizan las
alude a la determinación científica de la jornada posturas valorativas en lo referente a los juicios
de trabajo, en la que pretende hacer un estudio emitidos por los individuos, anulando las posibili-
minucioso de los gestos y tareas realizadas por dades de un conocimiento comprensivo.
el obrero con la finalidad de establecer leyes
y reglas de conducta que inclusive podrían ser Constructivismo y
demostradas matemáticamente (Aktouf, 2001).
Igualmente, en el segundo principio, establece la humanismo. Un mensaje
selección científica del obrero bajo el criterio de de la administración a la
“el hombre correcto en el lugar correcto”.
economía:
Ambos principios están directamente vinculados
Pero la administración no ha permanecido impá-
con el concepto de división del trabajo, al que
vida ante esta arremetida técnico-económica del
Smith dedicó parte de su reflexión al considerarla
método. Ha generado alternativas desde posturas
como un mecanismo de ganar tiempo en los pro-
comprensivas en el conocimiento. Es así como se
cesos productivos como consecuencia del mejo-
presentan diversas corrientes que tienen rasgos
ramiento de las habilidades de los trabajadores.
comunes como “[…] la escuela francesa de la
Quizá éste es uno de los grandes aportes que hace
epistemología constructivista de las ciencias de la
el análisis económico, “bajo su nueva condición
gestión […]” o la “[…] escuela Humanista o Radical
de cientificidad”, al colocar el trabajo humano
humanista de Montreal […] además la corriente
como medio para el logro de procesos eficientes,
crítica de los estudios organizacionales y otros
paradójicamente deshumanizándolo y negando
grupos en Francia, Inglaterra y países escandina-
su condición original como un fin en sí mismo,
vos […]”. (Muñoz, 2006:32)
lo que posteriormente el discurso administrativo
retomaría y aplicaría.
Los constructivistas, como su nombre lo dice, “[…] dimientos más científicos con respecto a las otras.
quieren mostrar que las realidades administra- En este sentido, se parte de la tesis que el hombre
tivas constituyen constructos humanos muy dis- es el objeto de estudio de las ciencias humanas y
tantes del hecho real, objetivo e incontaminado es un objeto que posee múltiples imágenes (Du-
como objeto de estudio que define a la ciencia four, 2006), todas susceptibles de ser estudiadas,
positiva desde Comte. […] es decir, el conocimien- estas pueden diferir en muchos aspectos entre sí.
to administrativo resultaría de la aprehensión La imagen fisiológica es distinta a la imagen bioló-
de una realidad compleja en la que el sujeto, al gica y química; de éstas se infiere una definición
mismo tiempo que busca conocerla, la construye, de humanidad, pero que es incompleta; por esto
la interpreta, la crea y se recrea a sí mismo en el se requiere de la idea de complementariedad ya
proceso”. (Muñoz 2006:14) que la imagen sicológica, social, política y lingüís-
tica son también importantes. Esto puede atentar
Por su parte, la escuela humanista de Montreal contra la arrogancia o el egocentrismo de algunas
trasciende el ámbito exclusivo de la reflexión áreas del conocimiento, porque lo asumirían como
epistemológica y se inserta en una concepción una renuncia a la particularidad del objeto de es-
filosófica integral en el que el objeto de estudio tudio, o en el mejor de los casos, considerar que
trasciende lo técnico-económico y se complemen- asisten a una desvirtuación del mismo.
ta desde la perspectiva que brindan las ciencias
humanas. Este grupo “propone reorientar la Se podría concluir que el mensaje esencial que
teorización de la administración en una perspec- deja la escuela humanista está en el reconoci-
tiva de hecho social total en la terminología de miento que hay que hacer en torno a la comple-
Marcel Mauss, en la cual las partes cobran sentido jidad de la especie humana, la que se evidencia
en relación con la totalidad social, buscando el en sus múltiples facetas ya sean éstas en el orden
compromiso de esta disciplina con el desarrollo biológico, síquico y social. Lo concreto, es que
integral del ser humano y de la sociedad”. (Muñoz para lograr comprenderlas, en toda su proporción,
2006:34) se requiere de un pensamiento multicomplemen-
tario entre las distintas disciplinas que abocan
La escuela humanista de Montreal rescata el es- los estudios sobre la condición de lo humano, en
tudio interdisciplinario (idea de complementarie- el que se reconozca que el punto de llegada de
dad) bajo el principio de estudiar los fenómenos algunas disciplinas será el punto de partida de
desde un sentido estructural deconstruyendo los otras y en el que los méritos y los logros se han
moldes pre-existentes e involucrándolos en siste- de reconocer en el escenario universal de las
mas explicativos diversos. “Todo fenómeno puede ciencias humanas.
ser explicado de varias maneras que no pueden
reducirse una a otra. No hay verdad absoluta; sólo La enseñanza que deja la administración, con
existen verdades parciales complementarias”. estas posturas, es la capacidad de re-crearse a
(Chanlat, 2006: 17) partir de la autocrítica en lo cual, a pesar de haber
recorrido en sus etapas iniciales las aspiraciones
Esta corriente parte de que la pregunta por el “cientifistas”, igual que lo hizo la economía, ha
hombre implica una complejidad en su respuesta posibilitado remover sus bases teóricas cuestio-
que no puede ser asumida por una sola disciplina, nando de paso sus posturas técnico-económicas re-
así se argumente que una es poseedora de proce- duccionistas, lo que le ha permitido explorar otros
escenarios de análisis en el ámbito de las ciencias Heilbroner, R. (1970). Vida y Doctrina de los grandes
humanas y sociales. En cambio, la economía optó economistas. Madrid, Editorial Aguilar.
Kuhn, T. (s.f.) Los paradigmas científicos # 261. Ma-
por instalarse en el discurso de las disyuntivas, en
drid: Alianza Universidad, Mimeo
el que las respuestas se determinan en función de
Marx, K. (1975). El Capital: Crítica de la Economía
la delimitación y separación purista de lo que se ha Política. México: Fondo de Cultura Económica.
llamado “Métodos de razonamiento sistemáticos Merton, R. (1965). Teoría y estructuras sociales.
y organizados”. (Friedman, 2004) México: F.C.E.
Muñoz, R. (2006). El debate positivismo-constructi-
vismo en Francia: una mirada desde las ciencias
Bibliografía de la gestión. Medellín: Universidad EAFIT,
Mimeo.
Aktouf, O. (2001). La Administración: entre Tradición Ricardo, D. (1973). Principios de economía política y
y Renovación. Cali: Univalle, 3ª edición. tributación. Madrid: Ayuso.
Comte, A. (1995). Discurso sobre el espíritu positivo. Shumpeter, J. (1971). Historia del análisis económi-
Barcelona: Ediciones Altaya S.A. co. Barcelona: Ediciones Ariel.
Chanlat, A. (2006). La multicomplementariedad en el Smith, A. (1995). La riqueza de las naciones. Madrid:
conocimiento y en la acción. Medellín: Universi- Alianza Editorial.
dad EAFIT. Mimeo. Woolgar, S. (1988/1991). Ciencia: abriendo la caja
Dufour, M. (2006). Prolegómenos. Medellín: Universi- negra. Barcelona: Anthropos.
dad EAFIT, Traducción. Mimeo.
Friedman, M. (2004). “La economía positiva”. Filoso-
fía y teoría económica. Hahn y Hollis, Compila-
dores: México, F.C.E.