como ideal de belleza Mg. Juan Carlos Castro Hernández Universidad Nacional sede Medellín Medellín, Colombia jccastroh@unalmed.edu.co
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LA REPRESENTACIÓN ARTÍSTICA DEL CUERPO COMO IDEAL DE BELLEZA
Juan Carlos Castro Hernández
RESUMEN PALABRAS CLAVES
La representación artística del cuerpo, Representación, estética, ideal de
más que algo de suyo evidente y belleza, figura corporal. natural, constituye toda una conquista dentro del arte y el pensamiento ABSTRACT occidental. De hecho, la tesis de la estética kantiana plantea que The artistic representation of the body, únicamente puede establecerse un ideal more than something of his evident and de belleza, a partir de la figura corporal natural one, constitutes all a conquest humana, en tanto ésta, resulta idónea within the art and the western thought. para la expresión de lo moral, In fact, the aesthetic thesis of the Kantian constituye una prueba concluyente de la one raises that solely a beauty ideal can primera afirmación. Los trabajos del settle down, from human the corporal historiador del arte prehistórico y figure, in as much this one, is suitable for antiguo, Sigfried Geidion, y los the expression of the moral, constitutes realizados por Keneth Clark, dotan a a conclusive test of the first affirmation. dicha tesis de testimonios artísticos y The works of the historian of the culturales, que le permiten superar su Prehistoric Art and old, Sigfried Geidion, aparente carácter especulativo. Esta and made by Keneth the Clark, equip aproximación a la representación this thesis with artistic and cultural artística del cuerpo desde la estética testimonies, that allow him to surpass filosófica, y desde la historiografía del their apparent speculative character. arte, resulta pertinente para el debate This approach to the artistic en torno a las representaciones del representation of the aesthetic body cuerpo. La tesis kantiana sobre la figura from the philosophical one, and the corporal humana como ideal de belleza, historiography of the art, is pertinent for hace posible una mirada distinta en the deba- torno a dicha problemática.
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te around the representations of the car que el exorbitante desarrollo tec- body. The Kantian thesis on human the nológico de los últimos decenios, corporal figure like beauty ideal makes también ha afectado nuestra experiencia a different glance around problematic del cuerpo de manera radical: la happiness possible. creciente proliferación de artefactos de diferente índole, mediante los cuales la técnica desde siempre ha pretendido dominar la naturaleza, ha hecho que las KEY WORDS relaciones entre el cuerpo y su entorno resulten excesivamente distantes. Ya sea Representaron, aesthetic, beauty para prolongar su alcance, ya para ideal, corporal figure. transformarlo directamente, los avances tecnológicos permiten hablar actualmente de un desplazamiento del INTRODUCCIÓN cuerpo, ya que esos mismos artefactos vienen convirtiéndose cada vez más en A la pregunta del por qué el del cuerpo prótesis de éste. ocupa un lugar protagónico en la cultura de nuestros días, podría responderse Así, entre su exaltación mercantilista que en éste se juegan muchas de las y su disolución técnica, cabe pre- angustias y plenitudes fundamentales guntarse cómo ha respondido el arte a de la existencia, que van desde la muerte semejante situación. Tal pregunta cobra y la enfermedad, hasta la sexualidad y el validez, ya que si bien la actividad erotismo. Y sin embargo, debe recono- artística constituye un asunto cerse que tales preocupaciones no fundamental de la existencia humana, constituyen un patrimonio exclusivo de no es menos cierto que el cuerpo en nuestra contemporaneidad: todas ellas cuanto tal ha sido y sigue siendo un han acompañado al ser humano asunto de primer orden dentro de sus durante distintas épocas históricas, preocupaciones. Y de hecho, si se echa como también, dentro de las más di- una mirada a las exploraciones estéticas versas y extrañas formas culturales de que los artistas, principalmente desde los pueblos. Lo que si resulta en extremo las vanguardias de principios del siglo novedoso en nuestra actualidad, es la XX, han realizado en torno a tales inquie- manera como el cuerpo se ha venido tudes, el panorama no es menos des- convertido en objeto de consumo, en concertante. una sociedad de mercado excesivamente hambrienta y cada vez De sobra son sabidas y perceptibles menos insaciable, de tal manera que el las grandes rupturas que con la denominado culto al cuerpo adquiere tradición figurativa y conceptual sos- así plena justificación. Pero por lo tuvieron los movimientos van- demás, cabe desta-
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guardistas. Sus inauditos descubri- al creador genial, como favorito de la mientos artísticos, al igual que los naturaleza. Por otra parte, también enigmáticos significados que allí in- tuvieron el valor de aceptar como au- trodujeron, siguen siendo después de ténticos valores estéticos, aquellas casi 100 años de tales desarrollos, formas del arte de otras culturas no fuente de permanente extrañe-za y europeas, y que antes apenas eran discusión. Pero por sobretodo, y ante consideradas como exóticas y pinto- semejantes configuraciones, se rescas. Esto los llevo efectivamente a experimenta un aire de incomodidad, nuevas y diferentes búsquedas formales, pues parece que no correspondiesen al y, por supuesto, ello afectó la imaginario corporal que poseemos de representación plástica de la nosotros mismos. De dónde procede tal corporalidad. Para mencionar solo un tendencia a la desfiguración, se ejemplo, en los fundamentos mismos del preguntan unos; porqué se ha hecho de cubismo de Picasso, y por supuesto, de la fealdad un valor artístico, inquieren los desnudos que desde tal plataforma otros; o a dónde ha ido a parar la realizó, es notoria la influencia de un agradable belleza y armonía con que conjunto de mascaras africanas que tuvo antaño solía ser representada a través oportunidad de observar en aquella del cuerpo, piensan los más nostálgicos. época, y que le sugirieron un reto Para hacerlo comprensible, quisiera estético bien diferente (Hofmann, distinguir dos búsquedas 1995,100). La propuesta, entonces, fundamentales que orientaron el trabajo consistía en obligar al receptor a romper de estos movimientos y creadores: la con los hábitos perceptivos que se primera podría denominarse habían solidificado en lo profundo de la propiamente hablando estético- conciencia colectiva, durante cientos de artística, y la segunda, digamos, años de prácticas y conductas frente a la político-moral (Bacola, 1999, 290). imagen del cuerpo. Como se intentará mostrar más Y sin embargo, puede afirmarse que adelante, en ambas el cuerpo se destaca tal afán no obedecía exclusivamente a como objeto privilegiado, tanto de un intento por introducir nuevas experimentación como de recusación. configuraciones que, por exóticas y En términos estético-artísticos, las extrañas que parecieran, pusieran en vanguardistas pretendieron rechazar el cuestión los cánones ya establecidos excesivo academicismo dieciochesco, desde siglos atrás. Tales que había hecho del arte una institución desfiguraciones, que dirigidas hacía el totalmente alejada del mundo de la vida. cuerpo generaron, cuando no repudio, si Mediante esta fórmula querían señalar un efecto escandaloso, también que tal actividad no podía seguir obedecían a aquello que ya Freud había estando marginada, ni al museo como denominado como un profundo centro de culto, ni malestar en la cultura
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(Freud, 1982). Y es que, gracias a la remedio al arte que, para mantener su creciente industrialización, no solo de la autonomía y libertad, sustraerse a la producción de bienes materiales sino tentación de lo reiterativo? O, fi- también de los valores culturales, la nalmente, y siguiendo la tesis hegeliana, sociedad burguesa de la abundancia ¿es que el arte ha muerto (Hegel, 1991, había generado una imagen del hombre, 16), y por tanto ya no se encuentra en franca contradicción con la miseria y llamado a proporcionar un auténtico y explotación de la que se nutría y que verdadero encuentro de la existencia pretendía a toda costa ocultar. Y tal fue consigo misma, y para el asunto del precisamente uno de los objetivos de los actual simposio, del cuerpo consigo artistas de aquél entonces: mostrar esa mismo? fealdad moral que la cultura establecida Para responder a estos inte- no quería reconocer. Precisamente en rrogantes, quisiera realizar un rodeo por ello radica la segunda de las búsquedas, ciertas reflexiones filosóficas, que arriba denominé político-moral, y particularmente la kantiana, pues ade- que no solo se concreta en una crítica de más de haber pensado lo estético de una los usos y costumbres, sino también en manera bastante radical e influyente, la imagen corporal que ésta sociedad ofrece una interesante teoría sobre el tenía de sí misma. valor del cuerpo humano en las artes, que bien podría despejar muchas de las Y sin embargo, por patéticas y alu- anteriores inquietudes. Por otro lado, la sivas que puedan parecer las imágenes historia del arte, representada en la artísticas del cuerpo generadas por las reflexiones de catedráticos tan vanguardias, donde, como se ha importantes como lo son, Sigfried señalado, la experimentación estética Giedion y Keneth Clark sobre el cuerpo y viene acompañada de una suerte de el desnudo, permitirá ganar una denuncia político-moral, cabe perspectiva histórica que haga viable preguntarse porqué nos cuesta aún una integración del problema de la reconocernos en éstas. O, en otras representación artística del cuerpo, con palabras, porque ese anhelo de belleza y los problemas que acosan nuestra armonía corporal sigue siendo una receptividad estética frente a los obsesión tan insistente. ¿Es que acaso el dilemas arriba presentados. arte renuncio a la noción de la belleza por considerarla, quizás demasiado Pues bien, a la filosofía kantiana le frívola, quizás demasiado superficial? corresponde el honor de haber ¿O por el contrario, al encontrarse esa conquistado, gracias a los elementos misma belleza demasiado banalizada conceptuales que ofrece, la autonomía por la publicidad, el diseño y los medios disciplinar de la estética filosófica. De de comunicación, no le ha quedado más dicho trabajo resulta importante destacar, en principio, solamente lo siguiente: gracias a la crítica
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kantiana se logra fundamentar de una observarse, aquí se está circunscri- vez por todas, la autonomía del com- biendo el fenómeno de lo estético bajo portamiento estético. Esto quiere decir una noción bastante problemática como que allí el conjunto de las facultades lo es la de la belleza. Problemática pues, sensibles, junto al sentimiento y la como ya se indicó, bajo el influjo de las imaginación, se convierten en enigmáticas e inauditas creaciones del orientadoras del comportamiento del arte de vanguardia y posvanguardia, en sujeto en su totalidad (Kant, 1995, 215). las cuales la representación corporal Para resumirlo, quisiera utilizar una resulta modélica, la belleza se ha conver- fórmula mediante la cual Kant sintetiza tido en algo más bien sospechoso e la experiencia estética: en ésta, la inadecuado: sospechoso, pues ésta se ha imaginación juega de manera libre e hecho sinónimo de simple contento indeterminada con la totalidad de las burgués frente a lo establecido, e capacidades mentales del hombre. inadecuada, ya que la fragmentación a que se ha visto sometida la imagen del También aquí resulta definitivo in- mundo y del hombre, ya no reclama su dicar que esta misma relación permite presencia. descubrir una disposición especial de las facultades, que ningún otro tipo de Pues bien, gracias a estas consi- acción humana puede arrogarse para sí. deraciones ya se encuentran preparados Pues el que la imaginación juegue de los elementos para abordar el asunto manera no deliberada con las demás fundamental de la presente ponencia. Y facultades al interior de la experiencia es que, cuando Kant en el parágrafo 17 estética, tiene como consecuencia el que de su Crítica del Juicio, y al discutir la este jugar no puede manifestarse más posibilidad de un ideal de belleza para la que como sentimiento de placer. Y este experiencia estética, manifieste que este aspecto de la vida del espíritu no es para solo puede esperarse de la figura huma- Kant en ningún momento desdeñable, na, está poniendo en entredicho toda ya que la complacencia así generada una tradición disciplinar en las artes, y al vincula al individuo con los más altos mismo tiempo, está planteando nuevos intereses del espíritu. Para intentar retos para presente. Aún más, dicho precisarlo, Kant nos habla de una suerte asunto se hace más problemático, toda animación o vivificación del estado de vez que, a renglón seguido, Kant ánimo, que se experimenta al modo de sanciona que un ideal de belleza de esta una intensificación del sentimiento vital, índole solo puede consistir en la de tal manera. expresión de lo moral (Kant, 1998,231). Finalmente, la reflexión kantiana Para un desapercibido observador precisa que los objetos que generan de la historia del arte, la afirmación semejante reacción estética han de denominarse bellos. Como puede
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kantiana puede parecer bastante in- Las razones de Giedion son las si- genua, pues nos parece natural y es- guientes: al principio se veía en el ani- pontáneo el que el arte de todos los mal un ser superior al propio hombre: tiempos y todos los pueblos haya el animal sagrado, el objeto de exaltado estéticamente la corporalidad, máxima veneración. Durante la era dada la inmediatez de su presencia, los paleolítica -que fue, sobre todo, imperativos que nos impone, y las zoomórfica-, el animal fue el ídolo gratificaciones que proporciona. Sin indiscutible. (Giedion, 1998, 62) Ante embargo, si se echa una ojeada a las las capacidades físicas del animal, su realizaciones del arte, particularmente fuerza, velocidad, resistencia; al igual el prehistórico, tal evidencia no resulta que frente a las posibilidades materiales tan clara. Aquí quiero remitirme a los que ofrecía, su carne, su grasa, sus impresionantes y al mismo tiempo huesos, el hombre prehistórico se hermosos trabajos realizados por el percibe a sí mismo minimizado. Así, si investigador Sigfried Giedion, en torno a algo podía representar el poder y, por los orígenes del arte y de la arquitectura. tanto, si algo merecía ser exaltado Como lo demuestra con lujo de detalles estéticamente, solo podían ser estas y con una rigurosa documentación, no criaturas de la naturaleza, de las cuales fue el cuerpo humano, sino el cuerpo dependíamos dramáticamente. De allí, animal, quien inspiro los primeros pues la progresiva divinización a la que esfuerzos artísticos del hombre prehistórico. Incluso, para demostrar fueron sometidos. que tal elección de lo animal, o si se Salta a la vista entonces la quiere, tal exclusión de la corporalidad problematicidad de la proposición no fue un asunto casual, nos indica que kantiana, ya que la idealización de la fueron muchos los milenios que figura humana no es algo de suyo na- tuvieron que pasar, junto a los cambios tural y evidente. Pero entonces, qué espirituales y materiales consiguientes, acontecimiento tuvo que ocurrir para para que el cuerpo humano fuese que ésta se convirtiese en un fenómeno atendido como fuente de inspiración merecedor de un ideal estético-artístico. estética. Esto no quiere decir que la Para explicar tal asunto, los diferentes figura humana no aparezca estudios antropológicos en torno a la representada en el fondo de las más estructura mental de la cultura del antiguas cavernas, ni esculpida en paleolítico resultan esclarecedores. piedras, huesos o rocas. Pero frente al Muchas de las teorías antropológicas lujo de detalles pictóricos y formales que intentan explicarla. Coinciden en mediante los cuales se enfrento que la dinámica de mental mediante la estéticamente la corporalidad animal, el cual la sociedad primitiva planeaba y cuerpo humano palidece por su orientaba sus relaciones existenciales simpleza y falta de protagonismo. con el entorno natural, poseía características mágico-rituales. Es decir, se es-
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peraba que gracias a ciertas prácticas y El paso posterior para la liberación acciones, denominadas comúnmente progresiva de la corporalidad requirió ritos, se pudiese producir un efecto de una revolución técnico-espiritual, que mágico o de poder, sobre el fenómeno o suele denominarse revolución neolítica. problema a resolver. Así, ante la Y efectivamente, con la domesticación necesidad de alimento o de cobijo, el definitiva de los animales y la planeación ritual (y así pueden denominarse las agrícola de las cosechas, la especie representaciones artísticas de aquel humana arrebata definitivamente el entonces) debía cumplir unas funciones poder que un poco antes había mágicas, toda vez que se esperaba que permitido idealizar religiosamente a los por mediación de éste, la cacería del animales. Desde entonces el cuerpo animal fuese propicia. Esto significo que comienza a ser representado con mayor por primera vez la especie humana plenitud de atributos propiamente adquirió conciencia de ser poseedora de humanos, aunque aún sigan presentes un poder, que le permitía cierto algunos elementos alegóricos que lo dominio, por lo menos mental, sobre la siguen vinculando a los poderes naturaleza. Así las cosas, en la posibili- naturales. Piénsese por ejemplo en la dad de representar artísticamente el estatuaria egipcia, cuando inscribe en las animal, tuvo como consecuencia el que figuras de sus dioses y sus faraones, la especie humana descubrió dentro de cuernos de toro, alas de pájaros o ojos de sí unas capacidades que le equiparaban ibis. en fuerza y poder. Por ello, y siguiendo Sin embargo, la integración de todos las investigaciones de Giedion, el estos elementos con la corporalidad en hombre prehistórico comenzó a cuanto tal, es cada vez más distante, vale representarse a sí mismo, con la decir, funcionan más como símbolos de peculiaridad de que hibridó su cuerpo prestigio y autoridad. No obstante, en el con el de aquellos animales que ya hieratismo, la solemnidad y habían sido divinizados (Giedion, 1998, majestuosidad de tales figuras, hay algo 75). De este modo, dentro de la historia todavía que no permite todavía pensar de la conquista del cuerpo humano en un auténtico descubrimiento del como objeto de configuración estética, la cuerpo como objeto de la cultura humana tuvo robarle atributos representación estético-artística. ¿No de poder a los diferentes fenómenos de poseen acaso un aspecto demasiado la naturaleza. Así, encontramos sobrehumano? Y en tal caso, ¿no es más frecuentemente dentro del arte bien el cuerpo humano casi un pretexto posterior, figuras de hombres con para vaciar el él nuestras ideas de poder cabezas de toro o de león, o torsos sobrenatural o de glorificación religiosa? femeninos con ubres de terneras o ramilletes de frutas.
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Aquí de nuevo quisiera recuperar la se conquistas artísticas frente a la tesis kantiana, con el fin de señalar, no corporalidad, pues si bien en estas solo su pertinencia histórica, sino pueden manifestarse un señorío sobre también de recuperar el problema la naturaleza, todavía no puede fundamental al que apunta. En principio encontrase en éstas, una autonomía debe quedar claro que si solo la especie Ubre, tal como lo asegura la tesis de humana sea susceptible de ideal, esto Kant. Pues bien, para asegúrale un únicamente puede ser posible una vez sustento historiográfico a semejante que el entorno natural ha sido consecuencia, las propuestas sobre el dominado, y el hombre ha tomado desnudo que ha realizado el teórico posesión de esta misma naturaleza. Keneth Clark resultan de sumo valor. Pero además, y esto lo demuestra las Para Clark el desnudo humano no es consideraciones sobre la estatuaria apenas un tema del arte entre otros, sino egipcia, no es en el conjunto de fundamentalmente, una forma de arte mediadas o proporciones que éste debe (Clark, 1989, 25). Esto significa que solo poseer, o en su semejanza o cuando el cuerpo humano se convierte desemejanza con la estructura en objeto de preocupación estética, es fisiológica del cuerpo, donde ha de decir, desde el momento en que se lo perseguirse tal ideal. Desde aquí cobra asume en su configuración sensible y sin sentido entonces la tesis de Kant, ulterior intensión, ya sea mágico-ritual o particularmente desde aquello que mítico-religioso, cuando puede hablarse refiere la segunda parte de la propiamente de un descubrimiento de afirmación, vale decir, que un ideal la corporalidad artística. En términos semejante solo puede ser posible en su kantianos, lo anterior implica un acto de relación con lo moral. Aquí moral no libertad moral y de plena autonomía, debe entenderse como el conjunto de pues ante tales circunstancias la normas y deberes que la voluntad tiene imaginación bien podría jugar que cumplir, para que su libremente con su forma, comportamiento entre en armonía con desencadenando así una suerte de el de los demás y para que sea aceptado vivificación placentera del espíritu. socialmente. Por moralidad habría que Por tal razón, según el mismo Keneth entender, más bien, la capacidad Clark, la conquista definitiva del cuerpo humana de auto imponerse fines u en términos estéticos es una realización objetivos, o de atender con confianza a del pueblo griego. Para éste, en la sus propias facultades mentales como estatuaria, en la pintura y hasta en la fuente de saber y conocimiento, pero de poesía de aquella cultura, puede manera libre. reconocerse esa otra conquista helena Así las cosas, ni la estatuaria egipcia, como lo fue la de la razón, y con ella, sus ni las configuraciones zoomorfitas del más impor- cuerpo, pueden considerar-
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tantes realizaciones, tales como: la mundo donde la liberad y autonomía filosofía y la ciencia, la democracia y la han sido socavadas por la racionalidad individualidad, y por supuesto la científico-instrumental, por la in- belleza. Por ello, y sin mayor reparo, se geniería social o la industria cultural? Y, atreve Clark a afirmar que el desnudo finalmente, en la negativa de ofrecerle artístico, como apoteosis estética del belleza a la presente cultura, ¿no se cuerpo humano, constituye toda una expresará soterradamente cierto IDEA, mediante la cual ya no se anhelo de plenitud humana, tal cual lo pretende exaltar el dominio sobre la propone la fórmula kantiana? naturaleza, sino más bien per- feccionarla (Clark, 1989,22). Esto ex- plicaría el por qué los momentos cum- BIBLIOGRAFÍA bres de la exploración artística de la corporalidad humana, bajo la modali- BACOLA, S. El arte de la Moderni- dad del desnudo, coinciden con los dad. Barcelona, Serval, 1999. momentos de mayor esplendor es- CLARK, K. El Desnudo. Madrid, piritual: la Grecia Clásica, el Renaci- Alianza, 1989. miento, o la Ilustración se revelan también como épocas históricas donde FREUD, S. El Malestar en la Cultura. la auto confianza en el poder del Madrid, Alianza, 1982. hombre para trazar su destino de GIEDION, S. El presente Eterno: Ma- forma libre y autónoma, cobro cuerpo drid, Alianza, 1998. (y esto no es una simple metáfora) gracias a la representación artística. HEGEL, G.W.F. Estética. Barcelona, Península, 1991. A partir de aquí, creo que resulta HOFMANN, W. Los Fundamentos posible volver al primer problema que del Arte Moderno, Península, dio paso a las anteriores reflexiones, Barcelona, 1995. vale decir, la incomodidad y descon- cierto que nos embargan al contemplar KANT, E. Crítica del Juicio. México, la corporalidad configurada por el arte D.F., Porrúa, 1995. actual. ¿No será acaso que en ese afán desfiguración, ironización o de aire bufonezco mediante el las cuales los artistas representan hoy por hoy el cuerpo, y que nos cuesta a reconocer como propio, se esconde secretamente un ideal, tal como Kant lo tematizó? Es decir, en el recurso a la, digamos, fealdad, ¿no descubrirá simplemente el reflejo de un
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