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ENTREVISTA A JOAQUÍN GARRIGÓS

Traductor de Mircea Eliade
Nació en Orihuela, en 1942. Estudió el
bachillerato en el colegio de Santo Domingo y en
la Academia Mercantil. Licenciado en Derecho y
en Filología Hispánica, por la Universidad de
Murcia. Intérprete jurado de lengua rumana. En
1971 ingresó en la función pública y ha prestado
servicios en Valencia y Santa Cruz de Tenerife,
siempre en el área de Trabajo. En la actualidad
reside en Alicante, donde es jefe de sección de
Relaciones Colectivas en la Dirección Territorial
de Trabajo.
Se inició en la traducción literaria en
1994 y lleva publicados diecisiete libros, princi-
palmente de Emil Cioran y, sobre todo, Mircea
Eliade. Colabora en diversas revistas y publicacio-
nes literarias de España y Rumanía en torno a la
figura de Eliade. En 1999 se le concedió el Premio
de Traducción de la Unión de Escritores de
Rumania a la mejor traducción de una obra ruma-
na en lengua extranjera, por la novela La noche de
San Juan, de M. Eliade, publicada por la editorial Joaquín Garrigós con la poeta rumana Elena-Liliana Popescu en el Instituto
Herder, de Barcelona. Cervantes de Bucarest.
Vinculado a Empireuma por sus colabo-
raciones en la preparación de números especiales
dedicados a la literatura rumana, en el mes de agosto pasado, el como la labor del traductor, ¿qué ha supuesto este reconoci-
diario "El País" eligió como libro de la temporada su traducción miento?
de los diarios de Eliade, los escritos entre 1945 y 1969, que Aunque suene a tópico, es una satisfacción pues eso
publicaba la editorial Kairós. significa que lo que uno está haciendo interesa y lo hace bien,
con lo que es un estímulo para seguir por el mismo camino,
sobre todo cuando los premios de la U.E.R. son los más impor-
La primera pregunta es de cajón. ¿Cómo se gestó tu interés tantes de Rumania. Para mí fue un honor que los hispanistas
por una lengua y una cultura minoritarias como la rumana? rumanos de la Sección de Traductores de la Unión propusieran
Se contesta fácilmente: yo estudié Filología. Quise mi nombre al jurado.
especializarme en Lingüística románica y el rumano era la
única lengua de la que no sabía nada. Me interesó mucho desde Eliade expresaba su asombro y su disgusto ante la difusión
el punto de vista filológico pues es la más singular de la fami- y el éxito de una literatura como la de Tolkien, literatura
lia románica, de manera que la aprendí. fantástica banal y sin contenido, meramente reproductora
de ambientes y personajes. Conociendo el tipo de literatura
Gracias a ti y a la labor de difusión de la editorial Kairós, fantástica que cultivaba Eliade, ¿crees que el autor rumano
estamos conociendo la obra literaria de Eliade. Tu especiali- está alcanzando el puesto que merece como novelista y cuen-
zación en este autor ¿se debió a un azar, a un descubrimien- tista?
to personal? Sinceramente creo que no. Y eso porque su gigantesca
Se debió a descubrir la literatura eliadiana. En el año personalidad en el campo de la antropología y la filosofía de la
91 cayó en mis manos una edición reciente de la literatura fan- cultura ha oscurecido su faceta literaria. Eso ya lo preveía él
tástica completa. La leí y me fascinó desde el primer relato, La mismo; temía que sus escritos literarios fueran considerados por
señorita Cristina, del que este año se estrenó en el Teatro Real muchos como meras aficiones de sabio. También juega en con-
una ópera que compuso Luis de Pablo. Entonces forjé el pro- tra, y como consecuencia de lo anterior, que su obra se ha tra-
yecto de traducirla al español partiendo del original pues aquí ducido tarde, especialmente en España. Piénsese en que libros
solo se habían publicado dos o tres relatos y por intermedio del escritos en los años 30 se han publicado décadas más tarde. A
francés. un autor hay que leerlo coetáneamente a cuando escribe y en el
mundo hispánico los libros de Eliade se están publicando ahora,
Recientemente recibiste el premio de la Unión de Escritores empezaron en los años noventa. Soy de la opinión de que Eliade
de Rumanía por tu trabajo en la traducción de la novela de es un escritor cuya auténtica dimensión literaria se descubrirá
Eliade “La noche de San Juan”. Teniendo en cuenta la algún día. En mi criterio, en el género fantástico puede compa-
obviedad con que generalmente se observan tanto la figura rarse con Borges.
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No obstante, en paises como Francia e Italia sí ha teni-
do su obra un eco mucho mayor, claro que también las traduc-
ciones empezaron mucho antes. Concretamente, su novela Boda
en el cielo fue galardonada con el premio a la mejor novela
extranjera del año 1984 publicada en Italia. Su producción lite-
raria se ha traducido a quince idiomas e incluso en el año 80 fue
uno de los candidatos al Nobel de Literatura.
Borges decía que traducir es recrear, algo en lo que coinci-
día con Octavio paz (“Versiones y Diversiones”) ¿Cuánto
hay de interpretación en la traducción?
Esta es una cuestión muy debatida y que ha suscitado
ríos de tinta. En mi opinión, el traductor tiene que ser fiel ante
todo a lo que ha escrito el autor, sirviéndose de las herramien-
tas de su idioma para reproducir el pensamiento y el estilo del
autor. O sea, tiene que resultar la misma novela en lengua dife-
rente. Debe evitar las tentaciones de «embellecer» el texto, un
texto que no es suyo, y de querer convertirse en coautor. Decía
Milan Kundera (que tuvo que luchar mucho contra las malas
traducciones de sus novelas) que una traducción solo es bella
cuando es fiel. Mircea Eliade también se quejó varias veces de
las traducciones francesas; concretamente de su obra capital La
noche de San Juan decía que perdía el 100% en la traducción.
Por poneros un ejemplo, en un texto donde Eliade dice, hablan-
do de los cuadros de un museo: «¿Cuántos son? ¿Diez?
¿Veinte? ¿Más?», el traductor francés convierte el texto en una
frase afirmativa diciendo: Je ne les ai pas comptés, mais il doit
y avoir plus de vingt.
Esto es distinto en poesía, pues ahí desempeñan un
papel muy relevante elementos como la rima, musicalidad,
métrica, etc., que están ausentes en la prosa. Yo no traduzco poe-
sía más que de forma muy esporádica, prácticamente lo que he
hecho para EMPIREUMA.
Debido a las circunstancias históricas y políticas que ha vivi-
do recientemente y a la restringida circulación de su lengua
como instrumento de difusión, la cultura rumana resulta
poco conocida por aquí, si excluimos las grandes figuras del
exilio (Cioran, Ionesco, Eliade, etc…). En tu opinión ¿hay
algún autor rumano contemporáneo que debiéramos cono-
cer, o cualquier otro que resultara interesante descubrir?
Decía Emil Cioran que hay pueblos inteligentes pero
cuya lengua permanece en la sombra. Este es el caso de
Rumanía y de tantos otros pueblos cuya cultura, al no tener el
soporte de una lengua de gran circulación, está condenada a
permanecer en el anonimato. Fijaos que de las tres figuras que
citáis, Ionesco solo escribió en rumano su primer libro, un libro
de ensayos; Cioran se pasó al francés en 1950 y ya no escribió
ni una línea en rumano. Ambos son considerados escritores
franceses. Lo mismo podemos decir de Vintila Horia y de
muchos más. Solamente Eliade permaneció fiel a sus orígenes
al escribir literatura, y si logró romper la barrera lingüística fue
indudablemente por la dimensión universal de su nombre y esa
dimensión la tuvo porque su obra científica la escribió en fran-
cés.
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Este es un problema que se agudiza sobre todo hoy en
que la cultura es una mercancía más, sujeta a los valores del
mercado. Y hoy no interesan las culturas periféricas, es decir
todas las que no sean la propia y la anglosajona. No sabéis lo
que cuesta convencer a un editor para que siquiera acepte leer
un libro de un escritor desconocido, de nombre «raro» y de un
país de lengua «rara». Y eso en el caso de que ya esté traducido
a un idioma de cultura, porque si no se le niega el pan y la sal.
Volviendo a vuestra pregunta, sí claro que hay grandes
autores que merecen conocerse. Con cuentagotas, se publican
algunos. Por ejemplo Mircea Cartarescu, hace unos años, con su
libro de cuentos El sueño; Norman Manea el año pasado con
una novela política muy buena, El sobre negro inauguró una
nueva editorial, Metáfora. Este mismo mes de septiembre publi-
cará la editorial Celeste de Madrid una extraordinaria novela de
Camil Petrescu, El lecho de Procusto. Si este último libro hubie-
se estado en las librerías de París en los años 30, cuando se
escribió, hoy su autor estaría considerado a la altura de los gran-
des escritores europeos de la época, como Thomas Mann,
Hermann Hesse, etc., y El lecho de Procusto sería una obra de
referencia en la literatura europea. Yo no he encontrado un estu-
dio psicológico de unos personajes tan profundo, salvo en
Proust.
Un problema específico de la literatura rumana es que
sus mejores escritores son poetas y eso tropieza con un doble
escollo: falta de buenos traductores y el interés limitado que
despierta la poesía. Y tampoco han tenido un Kundera o un
Kadaré en el exilio durante los años de la guerra fría. El mejor
escritor del exilio, Eliade, no escribió novela política, aun cuan-
do en algunas obras haya alusiones, pero el núcleo de sus obras
es otro.
Y por último ¿qué proyectos tienes?
Yo tengo el proyecto de traducir toda la obra de Eliade,
cosa que ya da casi para toda una vida de trabajo. De momento
estoy haciendo un delicioso libro de cuentos de un gran escritor
llamado Vasile Voiculescu, para Espasa Calpe y con ellos tam-
bién vamos a traducir y publicar Isabel y las aguas del diablo,
la primera novela de Eliade, del ciclo indio. También estoy en
contacto con el Fondo de Cultura Económica de Méjico para
publicar algunas otras cosas de Eliade. Y también, de momento
en fase de intenciones, algunos otros autores, como Alexandru
Ecovoiu, del que habéis publicado un par de cuentos en EMPI-
REUMA, que es un excelente narrador de hoy.
José María Piñeiro
José Luis Zerón