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“UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL

SUR”

FACULTAD: Medicina Humana


DOCENTES:
CURSO: Morfofisiología del Sistema Nervioso

MONOGRAFÍA

INTEGRANTES:

TEMA:
Sistema Nervioso Vegetativo – Neurotransmisores
CICLO:
2019-0
HORARIO DE PRÁCTICA:
DIA: Jueves
HORA: 12:00 pm - 3:00 pm

LIMA – PERÚ

ÍNDICE
1. Introducción…………………………………………………………………………….3
2. Estructura y anatomía del SNS y SNP..……………………..…..………….……4-6
3. Neurotransmisores del SNA…………………………...…..………………………7-8
4. Regulación autonómica del Sistema Cardiovascular…………….……...………..
5. Regulación autonómica vesical…………………………………………………20-24
6. Regulación autonómica sexual…………………………………………...………….
7. Conclusiones…………………………………………………………………………...

INTRODUCCIÓN

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El sistema nervioso autónomo (SNA) o vegetativo es la parte del sistema
nervioso central y periférico que se encarga de la regulación de las funciones
involuntarias del organismo, del mantenimiento de la homeostasis interna y de
las respuestas de adaptación ante las variaciones del medio externo e interno.
Así pues, ayuda a controlar, entre otras funciones, la presión arterial, la motilidad
y secreciones digestivas, la emisión urinaria, la sudoración y la temperatura
corporal. Algunas de estas funciones están controladas totalmente por el sistema
nervioso autónomo, mientras que otras lo están parcialmente. Es un sistema
tónicamente activo que mantiene a los tejidos y órganos efectores en un estado
de función intermedia. Una de sus principales características es la rapidez y la
intensidad con la que puede cambiar las funciones viscerales. Así por ejemplo,
en cuestión de 3-5 segundos puede duplicar la frecuencia cardiaca y en 10-15
segundos la presión arterial. Para el anestesiólogo es fundamental un buen
conocimiento de este sistema, puesto que el éxito de un acto anestésico
depende en gran medida del mantenimiento de la homeostasis corporal y esta
refleja el estado y función del sistema nervioso autónomo. Un aspecto muy
importante de la formación de un anestesiólogo, consiste en adquirir
conocimientos y habilidades para manejar y utilizar los efectos que tienen sobre
el sistema nervioso autónomo tanto los fármacos anestésicos como muchos
otros fármacos, en diversas condiciones patofisiológicas; por todo esto podemos
afirmar que la anestesiología es la medicina práctica del sistema nervioso
autónomo.
El sistema nervioso autónomo es la parte del sistema nervioso que inerva los
órganos internos, incluidos los vasos sanguíneos, el estómago, el intestino, el
hígado, los riñones, la vejiga, los genitales, los pulmones, las pupilas, el corazón
y las glándulas sudoríparas, salivales y digestivas.

El sistema nervioso autónomo tiene dos divisiones principales:

 Simpática
 Parasimpática

Después de recibir información sobre el organismo y el medio externo, el sistema


nervioso autónomo responde estimulando los procesos del organismo,
habitualmente a través del sistema simpático, o inhibiéndolos, en general a
través del sistema parasimpático. Una vía nerviosa del sistema nervioso
autónomo comprende dos neuronas. Una se encuentra localizada en el tronco
del encéfalo o en la médula espinal. Está conectada mediante fibras nerviosas a
la otra neurona, que se localiza en un agrupamiento de neuronas (denominado
ganglio autónomo). Las fibras nerviosas de estos ganglios conectan con los
órganos internos.

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

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Sistema nervioso central (SNC) está constituido por el encéfalo y la médula
espinal. Están protegidos por tres membranas: duramadre (membrana externa),
aracnoides (membrana intermedia), piamadre (membrana interna) denominadas
genéricamente meninges. Además, el encéfalo y la médula espinal están
protegidos por envolturas óseas, que son el cráneo y la columna vertebral
respectivamente.
Las cavidades de estos órganos (ventrículos en el caso del encéfalo y conducto
ependimal en el caso de la médula espinal) están llenos de un líquido incoloro y
transparente, que recibe el nombre de líquido cefalorraquídeo. Sus funciones
son muy variadas: sirve como medio de intercambio de determinadas sustancias,
como sistema de eliminación de productos residuales, para mantener el equilibrio
iónico adecuado y como sistema amortiguador mecánico.

Las células que forman el sistema nervioso central se disponen de tal manera
que dan lugar a dos formaciones muy características: la sustancia gris,
constituida por los cuerpos neuronales, y la sustancia blanca, formada
principalmente por las prolongaciones nerviosas (dendritas y axones), cuya
función es conducir la información. En resumen, el sistema nervioso central es
el encargado de recibir y procesar las sensaciones recogidas por los diferentes
sentidos y de transmitir las órdenes de respuesta de forma precisa a los distintos
efectores. Y se puede decir que el sistema nervioso central es uno de los más
importantes de todos los sistemas que se encuentra en nuestro cuerpo.

ESTRUCTURA:
 Médula Espinal

 Encéfalo:

Prosencéfalo (Cerebro anterior)


-Telencéfalo
-Diencéfalo

Mesencéfalo (cerebro medio)

Rombencéfalo (cerebro posterior)


Mielencéfalo
Metencéfalo

 Tallo Cerebral:
-Mesencéfalo
-Protuberancia
-Bulbo Raquídeo
 Cerebelo

SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO

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El sistema nervioso periférico (SNP) es la parte del sistema nervioso formado
por todos los nervios que se encuentran fuera del sistema nervioso central
(SNC). Los nervios son haces de fibras neuronales (axones) que se agrupan
para transportar información desde y hacia el SNC.

El cerebro es el órgano que codifica las señales externas y decide cómo


responder ante lo que sucede a nuestro alrededor. El sistema nervioso periférico
es quien le envía la información y, tras evaluarla, el cerebro manda las
respuestas apropiadas a las partes del cuerpo necesarias, como pueden ser los
músculos o los órganos.
Así pues, la función principal del SNP es conectar el SNC con los órganos, las
extremidades y la piel. Sus nervios se extienden desde el sistema nervioso
central hasta las áreas más externas del cuerpo. El sistema periférico permite
que el cerebro y la médula espinal puedan enviar y recibir información a otras
áreas del cuerpo, lo que nos permite reaccionar a los estímulos en nuestro
entorno.
Las neuronas del sistema nervioso periférico no toman decisiones complejas
sobre la información que llevan. Las decisiones apropiadas se toman en el
cerebro y la médula espinal. Sin embargo, sin la capacidad del sistema nervioso
periférico para llevar la información sensorial y motora, sería imposible para una
persona caminar, hablar, ir en bicicleta o incluso mirar televisión. Sin la
capacidad de captar información y enviar respuestas, el cerebro sería inútil.

El sistema nervioso periférico está formado por todos los nervios periféricos que
recorren el cuerpo, y se divide en:

 El Sistema Nervioso Somático (SNS)


El sistema somático es la parte del sistema nervioso periférico responsable de
llevar la información sensorial y motora hacia y desde el sistema nervioso central.
El nombre del sistema nervioso somático viene de la palabra griega soma, que
significa “cuerpo” y es el responsable de transmitir tanto la información sensorial,
como el movimiento voluntario que se deriva de esta información tras ser
evaluada por el cerebro. El sistema está formado por los nervios de los
receptores sensoriales del cuerpo, con unas ramas de nervios aferentes que
llevan información de los receptores somáticos al SNC y unas fibras eferentes
que llevan los impulsos nerviosos del SNC al resto del cuerpo.

Los dos tipos principales de neuronas que encontramos en el SNS se llaman:


Neuronas sensoriales (o neuronas aferentes): llevan información de los
nervios al sistema nervioso central. Son estas neuronas sensoriales las que nos

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permiten recoger la información sensorial y enviarla al cerebro y a la médula
espinal.
Neuronas motoras (o neuronas eferentes): que transportan información del
cerebro y la médula espinal a las fibras musculares de todo el cuerpo. Estas
neuronas motoras nos permiten tomar medidas físicas en respuesta a estímulos
en el medio ambiente.

 El Sistema Nervioso Autónomo (SNA): Del cual hablaremos


posteriormente.

SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO

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El sistema nervioso autónomo (SNA), sistema nervioso neurovegetativo o
sistema nervioso visceral es la parte del sistema nervioso periférico que controla
las funciones involuntarias de las vísceras, tales como la frecuencia cardíaca, la
digestión, la frecuencia respiratoria, la salivación, la sudoración, la dilatación de
las pupilas, la micción y la excitación sexual. Se subdivide clásicamente en dos
subsistemas: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.
El sistema nervioso autónomo cumple un rol fundamental en el mantenimiento
de la homeostasis fisiológica.
El sistema nervioso vegetativo se divide funcionalmente en: 3 partes
Sistema simpático

De disposición toracolumbar y con sus ganglios alejados del órgano efector. Usa
noradrenalina y acetilcolina como neurotransmisor, y lo constituyen una cadena
de ganglios paravertebrales situados a ambos lados de la columna vertebral que
forman el llamado tronco simpático, así como unos ganglios prevertebrales o
preaórticos, adosados a la cara anterior de la aorta (ganglios celíacos, aórtico-
renales, mesentérico superior y mesentérico inferior). Está implicado en
actividades que requieren gasto de energía. También es llamado sistema
adrenérgico o noradrenérgico; ya que es el que prepara al cuerpo para
reaccionar ante una situación de estrés.

Sistema parasimpático

De disposición craneo-sacra, lo forman los ganglios aislados, ya que estos están


cercanos al órgano efector. Usa la acetilcolina. Está encargado de almacenar y
conservar la energía. Es llamado también sistema colinérgico; ya que es el que
mantiene al cuerpo en situaciones normales y luego de haber pasado la situación
de estrés. Es antagónico al simpático.

Sistema nervioso entérico

Se encarga de controlar directamente el sistema gastrointestinal. El SNE


consiste en cien millones de neuronas (una milésima parte del número de
neuronas en el cerebro, y bastante más que el número de neuronas en la médula
espinal) las cuales revisten el sistema gastrointestinal.

El sistema nervioso autónomo lo componen raíces, plexos y troncos nerviosos:

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 Raíces
 Raíces cervicales
 Raíces torácicas
 Raíces lumbares
 Raíces sacras
 Plexos
 Plexo carotídeo
 Plexo faríngeo
 Plexo pulmonar
 Plexo cardiaco
 Plexo esplénico
 Plexo epigástrico
 Plexo lumbosacro
 Nervios
 Pares craneales (12)

El sistema nervioso autónomo o neurovegetativo, al contrario del sistema


nervioso somático y central, es involuntario y responde principalmente por
impulsos nerviosos en la médula espinal, tallo cerebral e hipotálamo. También,
algunas porciones de la corteza cerebral como la corteza límbica, pueden
transmitir impulsos a los centros inferiores y así, influir en el control autónomo.
Los nervios autónomos están formados por todas las fibras eferentes que
abandonan el sistema nervioso central, excepto aquellas que inervan el músculo
esquelético. Existen fibras autonómicas aferentes, que transmiten información
desde la periferia al sistema nervioso central, encargándose de transmitir la
sensación visceral y la regulación de reflejos vasomotores y respiratorios, por
ejemplo los barorreceptores y quimiorreceptores del seno carotídeo y arco
aórtico que son muy importantes en el control del ritmo cardíaco, presión
sanguínea y movimientos respiratorios. Estas fibras aferentes son transportadas
al sistema nervioso central por nervios autonómicos principales como el
neumogástrico, nervios esplénicos o nervios pélvicos.
También el sistema nervioso autónomo funciona a través de reflejos viscerales,
es decir, las señales sensoriales que entran en los ganglios autónomos, la
médula espinal, el tallo cerebral o el hipotálamo pueden originar respuestas
reflejas adecuadas que son devueltas a los órganos para controlar su actividad.

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REGULACIÓN DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR POR EL SISTEMA
NERVIOSO AUTÓNOMO

I. EL SNA EN LA REGULACIÓN DE LA FUNCION CARDIOVASCULAR

El control del SNA, afecta funciones globales del Aparato Circulatorio, como son:

• El bombeo cardiaco, modificando la frecuencia y fuerza de las contracciones


cardiacas.
• La redistribución del flujo sanguin ́ eo hacia los tejidos más necesarios en un
momento determinado.
• El control rápido de la presión arterial.

Estas acciones las logra el SNA a través de complejos reflejos, donde la diversa
información aferente (sensitiva) es integrada a diferentes niveles del neuroeje y
mediante las viá s eferentes (motoras) viscerales, simpáticas y parasimpáticas,
se modifica la función cardiovascular. Tanto el Parasimpático como el Simpático
inervan al corazón y los vasos sanguin ́ eos, aunque estos últimos son inervados
fundamentalmente por via ́ s simpáticas, excepto los capilares, que no poseen
inervación.

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Gran parte del control Cardiovascular por el SNA se lleva a cabo por medio de
una red de áreas neuronales especif́ icas ubicadas en el tallo cerebral,
denominada centro vasomotor, donde existe un alto grado de integración de la
información:

• Sensitiva visceral, proveniente de los baroreptores de baja y alta presión de


cavidades cardiacas y grandes vasos sanguin ́ eos, además de los
quimiorreceptores.
• Del centro respiratorio bulbar.
• De estructuras supra-segmentarias tales como: zonas de la corteza
cerebral, los complejos amigdalinos, el hipotálamo y la sustancia reticular del
diencéfalo, mesencéfalo y protuberancia en distintos estados emocionales y
conductuales.

Toda esa compleja integración, determina un flujo de salida de ese centro por
las viá s eferentes parasimpáticas y simpáticas, hacia todo el aparato
cardiovascular. Este control es tónico y oscilante, sincronizado con el ritmo
respiratorio y los latidos cardiacos, lo que determina el tono vasomotor y las
ondas de Mayer de la presión sanguin ́ ea arterial. Además, tiene una distribución
viscerotópica, tanto aferente como eferente. Esto desencadena una acción
vasomotora diferente, de acuerdo al lugar especifico de las áreas del centro que
se estimulan, lo que se corresponde con incrementos o disminuciones del tono
en determinados lechos vasculares, en dependencia de situaciones fisiológicas
especificas, ante conductas como: el ejercicio, el sueño, el despertar, el sexo o
de situaciones para mantener la homeostasis, como son: la termorregulación, el
balance energético y la hidratación.

II. CENTRO VASOMOTOR Y CONTROL DEL SISTEMA


VASOCONSTRICTOR

El centro vasomotor se encuentra localizado en un área bilateral, en la sustancia


reticular del bulbo y en el tercio inferior de la protuberancia. Este centro transmite
impulsos parasimpáticos a partir de neuronas del núcleo ambiguo, que dan
origen a fibras eferentes del nervio vago el cual inerva al corazón así como
impulsos simpáticos a través de las neuronas preganglionares simpáticas del
asta intermedio-lateral de la médula espinal y de allí a los nervios simpáticos
periféricos, llegando este control virtualmente a todas las arterias, arteriolas,
venas y al corazón. Aunque la organización total del centro vasomotor es todavia ́
poco clara, los experimentos han hecho posible identificar ciertas áreas
importantes. Ellas son:

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• Área sensorial (aferente parasimpática).
• Área vasodilatadora (área moduladora, recibe de la sensorial e inhibe la
vasoconstrictora).
• Área vasoconstrictora (área rostro-ventro-lateral (ARVL) y área rostro- ventro-
medial (ARVM), neuronas presimpáticas que proyectan a neuronas
preganglionares simpáticas en la medula espinal.

III. INERVACIÓN DEL CORAZÓN

Al corazón llegan fibras nerviosas parasimpáticas y simpáticas; existiendo una


interacción muy estrecha entre ambas vías, tanto a nivel del Tallo Cerebral, como
́ seco como intrin
en la periferia, y a nivel del plexo cardiaco, tanto extrin ́ seco.

Inervación y control parasimpático cardiaco :

La innervación parasimpática cardiaca es a partir de ramas del nervio vago y


contiene tanto aferencia autonómica (sensitiva), como eferencia autonómica (via ́
motora). El nervio vago se forma a partir de varias raíces separadas, seis u ocho
filetes, que se unifican para formar un tronco único intracraneal que sale por el
surco lateral posterior del bulbo, por fuera de la oliva, en forma de pequeñas
raić es. El nervio, fuera del bulbo, sale del cráneo junto con los pares craneales
IX y XI por el agujero yugular o rasgado posterior. Dentro del agujero yugular el
nervio se engruesa para formar el ganglio yugular o superior.

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Desde su salida por el agujero rasgado posterior, su trayecto es descendente,
vertical, mostrando junto a la base del cráneo otro engrosamiento que es el
ganglio plexiforme, El nervio está profundamente situado en la vaina carotid ́ ea ,
entre la vena yugular interna y la arteria carótida. A nivel de la parte inferior del
cuello, en el lado derecho, el nervio discurre anterior a la arteria subclavia y
penetra en el tórax. En el tórax forma el plexo esofágico, en donde se une con el
nervio del otro lado para formar los troncos vagales anterior y posterior. En el
lado izquierdo, al entrar en el tórax, discurre entre las arterias carótida común y
subclavia .

Ya desde su porción cervical, el vago emite diferentes ramos, destacándose para


la inervación cardiaca el nervio depresor, constituyente del ramo cardiaco vagal
cervical superior. Algo más adelante, surgen dos o tres ramitos del nervio vago,
que corriendo a lo largo de la arteria carótida contribuyen al engrosamiento de
los ramos cardiaco cervical superior. Una rama del vago da origen a los nervios
́ geos y de este nervio se independizan fibras que van a constituir los ramos
larin
cardiacos medios del vago. Existe un ramo anastomótico procedente del nervio
lariń geo inferior , que establece vínculo con el ganglio cervical inferior simpático.
Desde los nervios vagos se desprenden ramas llamadas cardiacas, que se unen
con los nervios cardiacos superior, medio e inferior y conforman una
aglomeración de fibras del sistema nervioso autónomo, denominada plexo
cardiaco. El mismo se divide en porción superficial y porción profunda. La porción
superficial se ubica por debajo del cayado aórtico y por delante de la arteria
pulmonar derecha.

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Ésta se relaciona principalmente con la inervación vegetativa de la arteria
coronaria derecha, envía ramos hacia el plexo cardiaco profundo y al plexo
pulmonar. La porción profunda posee dos partes, una derecha y otra izquierda.
Todas las fibras preganglionares parasimpáticas cardiacas van a terminar en el
plexo cardiaco.

IV. INERVACIÓN SIMPÁTICA

Al igual que el resto del Sistema Nervioso, el simpático, tiene una organización
con via ́ s aferentes, centros de integración y relevo y vías eferentes. Tanto las
aferentes como las eferentes transcurren por los nervios simpáticos cardiacos
superior, medio e inferior. Fibras posganglionares simpáticas de los tres ganglios
simpáticos cervicales, superior, medio y estrellado, se dirigen al corazón por los
tres nervios cardiacos, los que terminan en diferentes zonas del plexo cardiaco,
ya mencionado. Además, las fibras nerviosas de los ganglios simpáticos
torácicos de T1 a T5 se dirigen también al plexo cardiaco; muchas de estas fibras
se adosan y anastomosan entre ellas e incluso a las de los nervios cardiacos
medio e inferior y algunas llegan directamente al plexo cardiaco.

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V. VIAS AFERENTEES SIMPATICAS CARDIACAS

En circunstancias normales, la actividad cardiaca queda por debajo del umbral


de la percepción consciente, pero en ciertos estados patológicos cardiacos,
principalmente del tipo isquémico, el enfermo siente vivamente el dolor,
propiamente visceral o referido, que se origina en su corazón. Como para las
demás vísceras, las vías aferentes de la sensibilidad dolorosa del corazón
pertenecen a la división simpática del sistema autónomo. Los nervios simpáticos
cardiacos, al igual que el vago, poseen fibras cardiacas aferentes. Ellas
ascienden en su mayor parte, por sus ramas cardiacas y parecen faltar en el
nervio cardiaco superior. Las fibras simpáticas de la sensibilidad dolorosa del
propio miocardio, ascienden por los nervios cardiacos inferior y medio izquierdo
hasta los ganglios simpáticos estrellado y cervical medio.

Junto con otras fibras aferentes, que van directamente desde el plexo cardiaco
hasta los cinco a siete primeros segmentos torácicos, penetran en la médula
espinal, en su mitad izquierda, por sus raić es dorsales. Como las demás fibras,
hacen sinapsis en el asta dorsal de los primeros segmentos torácicos y
ascienden, junto con el haz espinotalámico, hasta el tálamo y la corteza cerebral.

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VI. CENTRO DE INTEGRACIÓN SIMPÁTICO

Tiene agrupaciones neuronales en el bulbo llamadas neuronas presimpáticas y


en el asta intermediolateral de la médula espinal llamadas neuronas
preganglionares.

Neuronas presimpáticas

A nivel del bulbo raquídeo, existen dos áreas que controlan la actividad de las
neuronas preganglionares simpáticas, ellas son el área vasodilatadora y el área
vasoconstrictora.

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Área vasodilatadora

Llamada también área caudal ventro-lateral (ACVL) y localizada bilateralmente


́ eo. Es un
en las porciones anterolaterales de la mitad inferior del bulbo raquid
área vasodepresora, pero los conocimientos actuales que la identifican como
centro cardiomodulador. Las neuronas gabaérgicas de esta área son activadas
por neuronas glutaminérgicas provenientes del núcleo del tracto solitario, así
como por fibras con neurotransmisores como la angiotensina II e inhibida en
forma tónica por el GABA y los opioides.

Área vasoconstrictora

También llamada área rostral ventro-lateral (ARVL), localizada bilateralmente en


las porciones anterior y lateral de la parte superior del bulbo raquídeo. Se sabe
que juega un papel esencial en el control estimulante y reflejo del tono simpático
vasomotor. Estas neuronas son glutaminérgicas, pero al igual que en otras
áreas, su actividad está modulada por diferentes neurotrasmisores.

Las neuronas de esta área distribuyen sus fibras a todos los niveles de la médula
espinal, donde excitan a las neuronas preganglionares del SNS, que a su vez
inervan al corazón, vasos sanguíneos y glándulas adrenales. El ritmo cardiaco
esta dado por la inhibición fásica de la estimulación de los barorreceptores; de
modo contrario, cuando está inhibida o dañada, disminuye la actividad tónica de
las neuronas preganglionares y por tanto provoca disminución de la FC y de la
TA.

MECANISMO DE LOS EFECTOS SIMPATICOS

Una fuerte estimulación simpática puede aumentar el ritmo cardia


́ co en humanos
adultos jóvenes desde el ritmo normal de 70 pulsaciones por minuto a 180 - 200
y más raramente, 250 pulsaciones por minuto. También la estimulación simpática
aumenta la fuerza de contracción del corazón tanto como al doble de la
normalidad. Esto lo logra por el aumento del volumen de sangre bombeada y el
aumento de la presión de expulsión, por lo que puede aumentar el gasto cardiaco
hasta un máximo como el doble o triple.

Por el contrario, la inhibición de los nervios simpáticos del corazón puede


disminuir el bombeo cardiaco moderadamente. En condiciones normales, los
nervios simpáticos que llegan al corazón, descargan continuamente. Esto
mantiene el bombeo cardiaco, alrededor de un 30 por ciento por encima del que
hay sin estimulación simpática. Por tanto, cuando la actividad simpática
disminuye por debajo de la normal, esto reduce, tanto el ritmo cardíaco, como a
la fuerza de contracción ventricular del músculo, y por consiguiente disminuye el
nivel de bombeo cardiaco en un 30 por ciento por debajo del normal.

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La estimulación de los nervios simpáticos libera noradrenalina en sus terminales.
El mecanismo preciso por el cual esta hormona actúa sobre fibras musculares
cardiacas es cuando aumenta la permeabilidad de la membrana de las fibras
para los iones sodio y calcio. En el nodo sinusal, un incremento de permeabilidad
de calcio y sodio causa un potencial más positivo en reposo y también causa un
incremento en el ritmo ascendente del potencial de membrana de reposo hacia
el nivel umbral para la auto-excitación; así se acelera ésta y por consiguiente
aumenta el ritmo cardia ́ co.

En el nodo A-V y los haces A-V, aumenta la permeabilidad al calcio y al sodio lo


que hace más fácil que el potencial de acción excite cada subsiguiente porción
de los haces de las fibras de conducción, por consiguiente disminuye el tiempo
de conducción de los atrios a los ventrículos. El incremento en la permeabilidad
para los iones de calcio es al menos parcialmente responsable por el incremento
en la fuerza contráctil del músculo cardiaco bajo la influencia de la estimulación
simpática, porque los iones de calcio juegan un papel poderoso en excitar el
proceso contráctil de las miofibrillas .

VII. PRINICIPALES REFLEJOS CARDIOVASCULARES

Reflejo Baroreceptor

La presión arterial es directamente proporcional al gasto cardiaco (GC) y a la


resistencia periférica total (RPT). El SNA logra controlarla modificando a ambas
variables. La estimulación del SNS incrementa tanto el GC, por incremento de la
frecuencia cardiaca y de la fuerza de contracción, así como por la RPT, al

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incrementar la contracción de las arteriolas y reducir así su diámetro. Por el
contrario, la estimulación del SNPS disminuye la frecuencia cardiaca y
ligeramente la fuerza de contracción del corazón y por tanto el GC; también
disminuye ligeramente la RPT por vasodilatación de algunas arteriolas. Un
incremento de la presión arterial provoca de forma refleja una disminución de la
misma y una disminución, el proceso contrario, lo que constituye el reflejo
baroreceptor.

Reflejo quimiorreceptor

Es un sistema de control que opera en forma muy parecida al reflejo


baroreceptor, excepto que los quimioreceptores son células sensibles a la falta
de oxiǵ eno y al exceso de dióxido de carbono y/o al del ión de hidrógeno. Estos
se encuentran y trasmiten sus señales de forma similar a los baroreceptores,
excitan o inhiben el centro vasomotor, y controlan la presión arterial
devolviéndola a la normalidad. Sin embargo, este reflejo no es un controlador
arterial poderoso de la presión arterial, pues es solo cuando ella cae por debajo
de 80 mm Hg., que este reflejo cobra gran importancia para impedir una caid ́ a
mayor en la presión arterial.

Reflejo auricular y de arterias

Tanto en las aurić ulas como en la arteria pulmonar hay en sus paredes
receptores sensibles a los cambios de tensión llamados receptores de bajas
presiones. Son similares a los baroreceptores. Ellos tienen un papel importante
en minimizar los cambios de presión arteriales en respuesta a los cambios en el
volumen de sangre. Asi,́ si bien los receptores de baja presión, no pueden
detectar la presión arterial sistémica, ellos detectan incrementos simultáneos en
la presión en las áreas de baja presión de la circulación causada por el

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incremento en el volumen, y producen una respuesta refleja similar a la del
baroreflejo, lo que hace al sistema reflejo total más potente para el control de la
presión arterial.

VIII. AREAS CORTICALES

Existen núcleos encefálicos que están relacionados directamente con el control


cardiovascular; ese es el caso de la corteza cerebral y del hipotálamo. Las
evidencias de estas conexiones son ejemplificadas en la respuesta
cardiovascular al inicio del ejercicio fiś ico, las respuestas a situaciones de miedo,
estrés, estado de alerta que ha sugerido la participación del hipotálamo
dorsomedial y de la amig ́ dala en el control cardiovascular.

La corteza insular envía información a los núcleos sensoriales y a los núcleos


motores viscerales hipotalámicos, constituyendo una región viscerosensorial -
motora. A la corteza insular llega información visceral del núcleo parvocelular
ventro póstero lateral del tálamo (NVPL), por medio del NTS y del núcleo
parabraquial del bulbo. La corteza prefrontal infralímbica se ha descrito como
una región motora visceral. La estimulación eléctrica del área prelímbica e
infralímbica producen respuestas autonómicas tales como bradicardia,
hipotensión e incrementos de la motilidad gástricañ

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REGULACIÓN AUTONÓMICA VESICAL POR EL SISTEMA
NERVIOSO AUTÓNOMO

I. Funcionamiento de la vejiga

La orina es el exceso de agua y de sales que extraen los riñones de la


corriente sanguínea. Desde los riñones, la orina se bombea a través de tubos
delgados llamados uréteres, que normalmente permiten que la orina fluya
sólo en un sentido. Los uréteres se conectan con la vejiga, que es,
básicamente, una bolsa de almacenamiento. Cuando la vejiga está llena, los
nervios envían un mensaje a través de la médula espinal al cerebro.

Cuando uno está listo para ir al baño, el cerebro envía un mensaje de regreso
por la médula espinal a la vejiga, indicándole al músculo detrusor (la pared
de la vejiga) que se contraiga y a los músculos del esfínter, una válvula que
rodea la parte superior de la uretra, que se relajen y abran. Después, la orina
atraviesa la uretra para salir del cuerpo. El simple hecho de orinar consiste
de un proceso de coordinación muscular bastante sofisticado.

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II. Sistema nervioso simpático

SNS Receptor Acción

Músculo
β2 Relajación
detrusor

Esfinter α1 Contracción

III. Sistema nervioso parasimpático

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SNP Receptor Acción

Músculo
M Contracción
detrusor

Esfinter M Relajación

IV. Inervación de la vejiga

 Simpática: Núcleo dorsolumbar (L1-L3), nervio presacro y nervio


hipogástrico.
 Parasimpática: Núcleo sacro (S2-S4),
 Nervios pélvicos.
 Somática: Nervios pudendos.

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V. Control autónomo del control vesical

Durante el llenado de la vejiga predomina el control simpático, que provoca


la relajación del músculo detrusor y la contracción del esfínter interno.
Durante la micción predomina el control parasimpático, que produce la
contracción del músculo detrusor y la relajación del esfínter interno.
VI. Neurofisiología de la micción

 Cuando la vejiga empieza a llenarse, se envían impulsos a través del


nervio hipogástrico a la región toraco-lumbar de la médula espinal.
 La médula a través de los mismos nervios envía impulsos inhibitorios
al músculo detrusor de la vejiga para bloquear su contracción.

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 El nervio pudendo asimismo envía impulsos desde la región sacra de
la médula hacia el esfínter uretral interno para mantenerlo contraído y
evitar el escape de orina.
 Cuando el grado de estiramiento vesical alcanza cierto nivel, las
neuronas sensitivas envían información sobre esta tensión por los
nervios pélvicos a la región sacra.
 A su vez, la médula envía estos impulsos de tensión al centro pontino
del tronco cerebral.
 El centro pontino recogerá los impulsos de la médula y los integrará
con la información de la corteza frontal sobre la oportunidad de
micción.
 Si la corteza da su aprobación, el centro pontino remitirá la información
de nuevo a la médula en su región sacra, que a través de los nervios
pélvicos enviará impulsos al músculo detrusor para provocar su
contracción.
 Asimismo, el centro pontino enviará impulsos a la región toraco-lumbar
para inhibir los nervios hipogástricos.
 Mientras que la médula desencadena la contracción del músculo
detrusor, a través del nervio pudendo se relajará el esfínter uretral para
favorecer la salida de orina.
VII. Centro autónomo de la micción

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La micción refleja es un proceso medular completamente automático. En las
paredes de la vejiga urinaria existen unos receptores sensoriales llamados
receptores de estiramiento de la pared vesical que captan la presión y el aumento
del volumen de la vejiga. Los más importantes son los localizados en el cuello
vesical. Estos receptores sensitivos provocan potenciales de acción que se
transmiten por los nervios pélvicos a los segmentos sacros S-2 y S-3. En estos
núcleos sacros se originan fibras motoras del sistema nervioso
parasimpático que terminan en células ganglionares nerviosas localizadas en la
pared de la vejiga encargadas de inervar al músculo detrusor de la vejiga. Este
arco reflejo se repite durante unos minutos cada vez más para aumentar la
presión de la vejiga y se inhibe conscientemente por el cerebro si no se produce
la micción.
A veces el cúmulo de reflejos miccionales es tan grande que el impulso nervioso
pasa al nervio pudendo hacia el esfínter externo urinario para inhibirlo. Si esta
inhibición es más intensa que las señales conscientes voluntarias del cerebro,
ocurrirá la micción involuntaria (incontinencia urinaria).

REGULACIÓN AUTONÓMICA SEXUAL POR EL SISTEMA NERVIOSO


AUTÓNOMO

I.Sistema Simpático, Parasimpático y el sexo

Los órganos de nuestro cuerpo están controladas por las dos ramas del sistema
nervioso autónomo, la rama simpática y la parasimpática. Sabemos que a la
mayor parte de las vísceras les llegan impulsos nerviosos tanto por las neuronas
simpáticas como por las parasimpáticas. Sin embargo, el funcionamiento de casi
todas ellas está regulado fundamentalmente por uno de los dos sistemas. En
cualquier caso, en casi todas ellas, la actividad de los dos componentes del
sistema nervioso autónomo es antagónica. Así, por ejemplo, la estimulación
simpática produce un aumento de la frecuencia cardiaca, dilatación pupilar y la
disminución de la actividad de los músculos intestinales; por el contrario, la
actividad parasimpática disminuye la frecuencia cardiaca, contrae la pupila y
aumenta el peristaltismo.

Ahora bien, los efectos antagónicos que se observan en muchos aspectos de la


fisiología de las dos ramas del sistema nervioso autónomo, requieren una
coordinación extraordinaria entre ellas. Veamos el caso del funcionamiento
sexual masculino.
Los estímulos sexuales aumentan el flujo sanguíneo al pene, a la vez que
bloquean la salida de sangre por las venas, lo que produce la erección del órgano

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copulador masculino. Y todo ello es generado por un incremento de la actividad
de las neuronas parasimpáticas del pene. Sin embargo, el funcionamiento sexual
genera unas manifestaciones fisiológicas como el aumento del ritmo cardíaco, la
ventilación pulmonar y muchas otras que son consecuencia de la actividad de la
rama simpática. Esto supone un aumento de la actividad simpática en todo el
organismo menos en el pene.
El resultado final es espectacular: la eyaculación es la consecuencia de la
actividad simpática del pene. Todo esto implica que ha de existir un grado de
coordinación tal en el sistema nervioso autónomo que, en el último momento del
acto sexual, la actividad simpática en el pene se incremente para que se
produzca la eyaculación.
Así se explica claramente que cuando una persona está sometida a una
importante influencia del simpático, es decir, a una situación de estrés, se
pueden generar problemas de impotencia porque es arduo mantener la actividad
parasimpática. Por otro lado, y en el caso de que la erección se produzca, es
posible que el cambio de la activación parasimpática a la simpática se genere a
más velocidad de la normal y el resultado sea un problema de eyaculación
precoz.

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II. Fisiología sexual masculina: Erección

Mientras el sistema nervioso simpático tiende a inhibir la erección, el sistema


parasimpático (la otra rama del sistema nervioso autónomo), tiene un rol activo en la
misma. Diversos estímulos sensoriales (vista, olor o tacto) despiertan la excitación, y
desde el cerebro parten señales que inducen la erección.

Estos mensajes del sistema parasimpático llegan al pene a través de los nervios
exitatorios, liberando allí "neurotransmisores", que son mensajeros químicos entre los
que se incluyen el óxido nitrito y la acetil colina. Ellos hacen que se relajen los músculos
que envuelven las paredes de las arterias del pene, lo que produce un incremento del
flujo de sangre dentro del órgano. Al expandirse las arterias, se comprimen las venas
que normalmente drenan la sangre que sale del pene, con lo cual la sangre queda
atrapada dentro de las cámaras del pene, siendo el resultado final una erección
Durante la erección, el pene no sólo recibe señales nerviosas, sino que también envía
señales nerviosas a la médula y el cerebro.
Ello porque tiene una alta densidad de receptores táctiles especializados; cuando ellos
son estimulados, la señal va a la médula espinal y el cerebro, donde influyen en el
comportamiento de estos altos centros nerviosos. De este modo, aun cuando el pene
no piensa por sí mismo, sí mantiene al cerebro y la médula espinal informados de sus
sentimientos. Cuando pasa la excitación, o cuando ha alcanzado el clímax, la erección
desaparece. Ello es debido a que el sistema nervioso simpático, de nuevo limita el flujo
de sangre hacia el pene, el cual vuelve a su estado de flacidez.

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II. Fisiología sexual femenina: Útero

El útero es un órgano único constituido de cuerpo, istmo y cuello, que posee


características histológicas y funcionales bastante peculiares. Está destinado a
abrigar la concepción y sus anexos desde su anidación hasta el nacimiento,
hecho este fundamental para la preservación de la especie humana.
Experimenta modificaciones importantes y está dotado de extrema sensibilidad
a los estímulos hormonales y nerviosos. La cavidad endometrial tiene formato
triangular y representa la superficie mucosa del cuerpo uterino. El epitelio
cilíndrico está formado de glándulas con estroma especializado. El endometrio
sufre alteraciones hormonales cíclicas con descamación de las capas
superficiales y regeneración posterior a partir de la capa basal, de localización
más profunda. En este capítulo abordaremos las modificaciones uterinas por las
cuales pasa el órgano desde la infancia hasta la senectud. Llamamos la atención
hacia el conocimiento de la fisiología uterina, que nos ayuda a atender mejor el
papel del útero como “órgano endocrino”.

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REFERENCIAS

1. McGee, S. (2017). Evidence-Based Physical Diagnosis (4th ed.). Seattle,


Washington: Elsevier.
2. Guyton, A.C. and Hall, J.E. “Medical Physiology” eleventh edition. . 2006 ;
Cap.10 (123-124).
3. Dampney RAL. Functional organization of central pathways regulating the
cardiovascular system. 1994; Physiol Rev 74: 323–364.
4. Linda S. Costanzo. Sistema nervioso autónomo. En Fisiología. Barcelona,
España. 2014. Pág 54.

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