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CAPÍTULO III

LA PRIMERA RECEPCIÓN DE TRENTO EN AMÉRICA (1565-1582)*


 Felipe II, por pragmática de 12 de julio de 1564, confirmaba para la monarquía española todos sus decretos
y los elevaba a categoría de leyes del reíno.
 El Concilio de Granada fue convocado el 12 de agosto de 1565. Tuvo su primera congregación el 19 de
septiembre.
 Este concilio influyó sobre todo en Nueva España a través de personas relacionadas con el Reino de
Granada, conocedoras de los planes pastorales del arzobispo Don Pedro Guerrero.
 En el IIJ Concilio Mexicano intervinieron dos figuras estrechamente conectadas con la iglesia granadina:
Bartolomé de Ledesma (1525-1604), que había sido provisor del arzobispo granadino Pedro Guerrero,
antes de viajar a México donde sería catedrático de su Universidad y que, como obispo de Oaxaca, asistiría
al concilio mexicano de 1585, y el jesuita Juan de la Plaza, autor de los instrumentos de pastoral del III
Mexicano, como veremos en su momento.
 Se señalan normas sobre estipendios que deben cobrar los curas cuando los atienden.
 se determina que los conversos sólo sean atendidos en las iglesias si visten a la castellana.
 se prohíbe la cohabitación de los futuros contrayentes neoconversos, antes de la celebración del
matrimonio, so pena de excomunión.
 Además se manda que los cristianos nuevos sepan las cuatro oraciones, los diez mandamientos y los cinco
de la Iglesia, para que puedan ser admitidos a la celebración del matrimonio, y que las mujeres sean
examinadas de estos extremos en el lugar en que se oyen las confesiones de mujeres.
 señalan algunas normas restrictivas para él acceso de los neófitos a la comunión, aunque hayan confesado
recientemente; se dispone que todos, tanto los cristianos viejos como los nuevos, sean enterrados en
cementerios benditos, cercados y cerrados, con una cruz en medio.
 se prohíbe poner nombres moros en el bautismo y en la confirmación.
 se prohíbe la circuncisión de los recién nacidos de cristianos nuevos.
 se ordena que el cura haga pláticas frecuentes al pueblo, explicando la fe cristiana; etc.
 Entre la culminación de la obra sahaguntiana, hacia 15697, y la publicación del manual de Juan Focher,
en 15748, tuvieron lugar importantes acontecimientos, de los que merece la pena dar noticia.
 terminado el Concilio de Trento (1545-1563), cuyos decretos fueron acogidos por Felipe II como ley de
la corona española.
 En 1568 confluyeron un cúmulo de circunstancias de gran trascendencia, y que nos permitirán valorar
todavía mejor el esfuerzo que llevó a cabo la Junta Magna.
 Por otra parte, y con relación al Perú, se consideró conveniente una inspección del territorio a fin de
penetrar en los problemas que aquejaban al país. Finalmente, la Junta inspiró una importante recopilación
legislativa, que recibe el nombre de Código Ovandino, llevada a cabo en 1569-157011 •
 La Santa Sede, presidida por San Pío V, deseaba, en efecto, una mayor intervención pontificia en la
evangelización americana.
 Por ello erigió, ya entonces, una Congregación permanente para los negocios de la conversión de los
infieles, preludio de la posterior Congregación de Propaganda Fide.
 Madrid, no aceptó un nuncio para América, propuso, en cambio, la creación de un patriarcado de Indias:
el patriarca sería el legado nato para todas aquellas provincias, con la autoridad que le compitiese según
derecho.
 Muchas instrucciones se referían a los indios. Se evitaba tratar acerca de los catecismos de indios y la
administración de los sacramentos a éstos «por ser materia muy larga y porque se presupone que esto
(como cosa que tanto importa) estará proveydo sufficientemente».
 En cuanto a los templos y a la liturgia, se recomendaba evitar la excesiva suntuosidad y, en cambio,
proveer para que hubiera templos en todos los lugares.
 La Junta también aconsejó «reducir» a los indios a poblados, para que viviesen «políticamente».
 la Junta determinó implantar el tribunal de la Inquisición en México, Lima, Santafé de Bogotá y Santo
Domingo.
 A partir de 1570 se establecerá una jurisdicción especial, que abocará a sí una serie de causas. Sólo los
indios quedarán sustraídos a la Inquisición, puesto que los pecados y delitos que la Inquisición juzgaba
cuando habían sido cometidos por españoles, eran vistos por la jurisdicción ordinaria, propia del obispo,
en el caso de los indígenas.
 El segundo Concilio provincial mexicano, que forma unidad con el primer Concilio, ratificó los decretos
de 1555, con ciertas matizaciones. Además, incorporó a Nueva España la legislación tridentina citada
repetidas veces y los breves de Pío IV.
 Bajo la presidencia del arzobispo Alonso de Montúfar, se congregaron los obispos Tomás de, (Chiapas),
Fernando de Villagómez (Tlaxcala), Francisco Toral (Yucatán), Pedro de Ayala (Nueva Galicia) y
Bernardo de Alburquerque (Oaxaca).
 En cuanto a la ejemplaridad de los clérigos, el II Mexicano insistió en la honestidad de vida y decencia
del hábito eclesiástico, y recomendó su abstención de tratos comerciales.
 Las sinodales condenaron la simonía con ocasión de la administración de los sacramentos. Pidieron que
la celebración de la Misa entre semana no perjudicase el horario laboral, y criticaron que los indios
tuvieran que cubrir largas distancias para asistir a la Misa, habiendo lugares más cercanos.
 Los obispos se mostraron preocupados por las dilatadas ausencias de los indios de sus casas: a causa de
razones tributarias o de trabajos en obras públicas, dejaban abandonados mujer e hijos.
 En 1566 el dominico Jerónimo de Loaysa, arzobispo de Lima, convoc6 el II Limense para aplicar al
virreinato los decretos tridentinos, como había ordenado Felipe 11.
 Este concilio, que forma también una unidad con el I Limense, se abri6 el 2 de marzo de 1567 y dur6 hasta
el 21 de enero de 1568.
 El número de diócesis sufragáneas de Lima había aumentado desde 1551: a las ya existentes se habían
agregado las de La Plata, Paraguay, Santiago de Chile y La Imperial.
 El segundo Limense promulgó y ordenó la aplicación de los decretos tridentinos a Sudamérica. Durante
once meses, los conciliares discutieron y redactaron las 132 constituciones para españoles y las 122 para
indios y para encargados de la enseñanza de los indígenas.
 También insistió el II Limense en la residencia de los curas, de modo que a ninguno se le encomendaría
una parroquia por menos de seis años, y el que sin licencia de su prelado abandonase antes de ese tiempo
el beneficio, incurriría en la grave pena de suspensión por un año.
 Los decretos del II Limense fueron, en el momento, bien acogidos por todos y conocidos suficientemente.
Los jesuitas, llegados al Perú a los pocos meses de su conclusión, los tomaron como guía pastoral.
 La corona insistió al menos dos veces en que se aplicara. Sin embargo, por una de esas paradojas de la
historia, pronto cayó en un olvido práctico, de modo que la verdadera recepción de Trento tuvo que esperar
todavía quince años, hasta la celebración del III Limense.
 El primer Sínodo de Quito (1570) 25 fue convocado por su segundo obispo don fray Pedro de la Peña,
dominico, que había sido catedrático de prima en la Universidad de México entre 1553 y 1562.
 el primer Sínodo quiteño, que se inauguró el 17 de mayo de 1570.
 Los decretos se dividen en cuatro capítulos: sobre la Iglesia catedral y prebendados (42 constituciones),
sobre los curas de la catedral de Quito (quince constituciones), sobre los curas que atendían a los españoles
(33 constituciones, alguna de las cuales se refiere también a los curas de indios),
 finalmente sobre las doctrinas de indios (65 constituciones), con largos apartados sobre la administración
de los sacramentos a los indios.
 las constituciones más interesantes, desde el punto de vista de la evangelización americana, son las del
cuarto capítulo, sobre la catequesis.
 Se toman medidas para evitar el abuso, cometido por algunos indios, de reiterar el bautismo.
 Se anima a que los indios sean confirmados, pues «el sancto sacramento de la confirmación tiene
maravillosos efectos, y todo cristiano lo debe recebir» (cap. IV, const. 34).
 Se promueve la confesión al menos anual de los indios, y se requiere a los sacerdotes que ellos mismos se
confiesen con mucha frecuencia. Advierte a los sacerdotes que no nieguen la Eucaristía a los indios que
estén debidamente dispuestos.
 En cuanto al matrimonio, se recuerda el privilegio petrino: «Les concede Su Santidad que indio que tuviere
muchas mancebas en su infidelidad, cuando se las quitaren puedan escoger la que quisieren para casarse,
y si con alguna hubiere contraído matrimonio grato, el cual se ratifique en la iglesia» (IV, const. 49).
 Se ordena, por último, que se dé la extremaunción a los indios.

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