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IVIEDELLIN

manuales técnicos, 111

método cuantitativo para


establecer cronologías culturales

JAMES A. FORO
American Museum of Natural History
1$-

V~rsión revisada de los trabajos preparados para el Seminario


d~ Estudios de Nuevos Método·s para Establecer Secuencias
Cronológicas de 1as Culturas Precolombinas en América, Ba-
rran quilla, Colombia, 25 de Junio· 6 de Julio de 1961

UNION PANAMERICANA
Secretaría General, Organización de los Estados 'Americanos
Washington, D.~., 1962
IN DICE

Prefacio V

l. LOS ANTECEDENTES HISTORICOS DE


LA ARQUEOLOGIA 1

II. LA CULTURA COMO FENOMENO Y EL


ESTUDIO DE LA ARQUEOLOGIA 6

III. CLASIFICACION Y TIPOLOGIA 11


Construcción de la Tipología 14
Métodos Optativos de Clasificación 16
Publicaciones y Documentos Técnicos
Departamento de Asuntos Sociales IV. TIPOS DE CERAMICA 18
Unión Panamericana Preparaciones 18
Rasgos Guías para Tipificar Cerámica 20
Definición del Tipo de Cerámica . 27
Registro de Clasificación y
Cálculo de Porcentajes 38

V. COMO PRECISAR CRONOLOGIAS 40


Patrones Cronológicos de los Tipos 40
Gráfico Cronológico de los Rasgos
Cerámicos 50
Gráfico CronolÓgico e Interpretación
de la Prehistoria 50
Alineación Temporal de la Cronología;
Intercambio y Difusión 53
Períodos Cronológicos 56

111
."""--

ALGUNAS TECNICAS DE CAMPO PARA 58


VI.
ESTUDIOS ARQUEOLOGICOS
62
UN PROGRAMA ARQUEOLOGICO METODICO
VII. PREFACIO
65
Ilustraciones

Bibliografía Del 25 de junio al 6 de julio de 1961 se realizó en la Urii-


versidad del Atlántico, de Barranquilla, Colombia, un seminario de
estudios de los nuevos métodos para . establecer. secuencias cronológi-
cas de las culturas precolombinas, organizado por el Departamento
de Asuntos Sociales de la Unión Panamericana gracias a un fondo
especial de ayuda de los Estados Unidos de América. y con la cola-
boración del Instituto de Investigación Etnológica de esa Universidad.
En este volumen se publica el trabajo preparado especialmente para
esta reunión por el Dr. James A. Ford, del American Museum of
Natural History que fue revisado durante el curso del seminario.

La Unión Panamericana, continuando su programa de reunio-


nes en ciencias sociales, llevó a efecto este seminario dándole-esen-
cialmente el carácter de un comité de estudio. Para este fin se invitó a
tres arqueólogos calificados que sirvieron de instructores y a un gru-
po de profesionales jóvenes de América latina con la capacidad ne-
cesaria para participar activamente y que al volver a sus respecti-
~s países pudieran hacer uso de esta nueva experiencia. Co_mo sede
se escogió el Instituto de Investigación Etnológica de la Universidad
d~~l Atlántico que combina, entre otros elementos, salas de estudio
apropiadas, una colección de cerámica precolombina y sitios cerca-
nos en cuyas excavaciones los participant_es pudieron ejercitar y
examinar lo discutido en las diversas sesiones. Para este último
propósito pudo contarse con los sitios de Tasajeras y Palmira a las
orillas de la Ciénaga Grande en la Isla de Salamanca.

IV V
El seminario estuvo integrado por las siguientes personas:
Panamá: Olga Linares
Instructores Museo Nacional de Panamá
Panamá
Dr. Clifford Evans, Associate Curator, y
Dr. Betty Meggers, Research Associate, Division Perú: Luis Guillermo Lumbreras
Archeplogy, U. S. National Museum, Srrtithsonian Instituto de Antropología
Institution, Washington, D. C. Universidad de Huamanga
Dr. James A. Ford, Associate Curator of North American Ayacucho
Archaeology, American Museum of Natural History,
New York. . Uruguay: José Joaquín Figueira
Museo de Ciencias Naturales
Arqueólogos invitados Montevideo

Argentina: Victor Núñez Regueiro Venezuela: Mario Sanoja Obediente


Instituto de Antropología Universidad Central de Venezuela
Rosario Caracas

Brasil: Fernando Altenfender Silva Observadores


Faculdade de Filosofía, Ciencias e Letras
de R io Claro Colombia: Eliécer Silva Celis
R io Claro, Estado de Sao Paulo Universidad Pedagógica
Tunja
Chile: Gonzalo Figueroa
Departamento de Asuntos Sociales Graciliano Arcila Vélez
Universidad de Chile Instituto de Antropología
Santiago Universidad de Antioquia
Medellín
Guatemala: Carlos N avarrete
Instituto de Antropología e Historia e oordinadores
Ciudad de Guatemala
Carlos Angula Valdés, Director, Instituto de Investigación
México: Roberto Gallegos Etnológica, Universidad del Atlántico, Barranquilla.
Instituto Nacional de Antropología e Historia
México, D.F. Luis Olivos, representante del Departamento de Asuntos
Sociales de la Unión Panamericana en la reunión.

VI VIl
9:00 a 10:30 P.M.
Para ejemplo de la forma de trab;jo en el seminario, seña- Se continuó tratando el concepto de tipo; seria-
lamos a continuación el programa de tres d1as: ción, cómo se deriva y su significado.

Lunes 26 de junio
Los participantes no se limitaron a cumplir con las horas
9:00 a 10:00 A. M. Estudio de la historia del establecimiento de indicadas más arriba sino que también aprovecharon el resto del
cronología en diversas regiones. tiempo explicando y discutiendo diversos aspectos de su profesión
en los países. Así, ·se ·compararon experiencias y aun, en ciertos
casos, se coordinaron trabajos futuros.
10:00 A. M. a 12:30 P. M. Explicación por: Carla~ Angula de la forma en
y que clasifico los tiestos del Corte 2 de
2:30 a 5:00P.M. Malambo. El Departamento de Asuntos Sociales de la Unión Panamerica-
na agradece la ayuda prestada por la National Sciences Foundation de
Cada participante se familiarizó con diferen- los Estados Unidos, la eficaz colaboración de la Universidad del Atlán-
tes -tipos; las muestras de cada nivel fuer?n . tico, a los arqueólogos Meggers, Evans y Ford su cooperación y ase-
ordenadas para mostrar los cambios del prlncl- soramiento, y la dedicación con que los arqueólogos invitados se con-
centraron en este seminario de Barranquilla.
pio al fin del corte estratigráfico.

5:00 a 6:00P.M. Resumen del trabajo del día.

9:00 a 10:30 P. M. Métodos de trabajo de campo - exploración o


excavaciones de acuerdo a los niveles estra-
tigráficos y a los niveles artificiales, exca-
vación intensa, etc.

Martes 27 de junio

9:00 a 10:00 A. M. Discusión del concepto de cultura y su aplicación


en la investigación arqueológica.

10:00 A. M. a 12:30 P. M. Clasificación de cerámica de diferente~ ~artes


y del sitio Malambo en la que los parhc1~antes
2:30 a 5:00P.M. trabajaron en grupos de dos o tres. E~ame­
nes de tiestos como se discutiera el d1a an-
terior.

5:00 a 6:00P.M. Resumen del trabajo del día.

VIII IX
I. LOS ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ARQUEOLOGIA

La arqueología científica de hoy, como todo fenómeno cul-


tural, es un producto de su pasado histórico. Muchas de las tradi-
ciones que contribuyeron a darle origen influyen en nuestro trabajo
y forma de pensar. Por esta razón, sería embarazoso que, como
profesionales, aceptáramos las actuales formas de estudio con la
misma conformidad con que los guerreros Zulúes aceptan su papel
en la vida.

Una de las más antiguas e ilustres de estas fuentes his-


tóricas es la "tradición de coleccionar". Desde los tiempos más
primitivos, ciertos individuos, con sus necesidades básicas resuel-
tas, dedicaron sus energías a recopilar diferentes objetos de interés.
Una parte de la colección de Tutankhamen se encontró en su tumba;
coleccionar estuvo de moda entre los griegos del período clásico;
Julio César y su círculo de amigos atesoraron avidamente antigueda-
des griegas; los príncipes de la Iglesia y de los Estados del Rena-
cimiento Europeo acumularon grandes cantidades de la estatuaria
romana, afán que estimularon muy especialmente los príncipes co-
merciantes. Como resultado de toda esta inmensa actividad colec-
cionista tenemos actualmente bien nutridas las bodegas de los mo-
dernos museos de arqueología, arte e historia.

En la actualidad, las exposiciones sobre arte precolombi-


no que deleitan al público y los libros bellamente ilustrados sobre
este tema, son el producto contemporáneo de esta tradición. Aunque
esta valoración del arte antiguo es importante para el enrequecimien-
to de nuestra cultura, en ningún caso es el tema principal de la
arqueología científica. Desde el punto de vista arqueológico, estas
obras de arte tienen que ocupar el lugar que les corresponde en una
visión integral de· las antiguas culturas que las produjeron.

1
El otro grupo de tradiciones, "el científico", no tiene una geológicos habían sido graduales y para comprenderlos no era necesa-
historia tan destacada. Se inicia en el siglo XVII cuando los hombr.e~ rio recurrir a ningún otro proceso sino a aquellos vigentes hasta hoy.
de la Europa Occidental comienzan a dudar de las religiosas Y tr~d1c1?-
La teoría de que los seres vivos han alcanzado su forma actual
nal es exp ll· caciones dogmáticas sobre
. los fenómenos
, naturales
. . e lnsahs-
.
f hos con las rae ionalizac iones de la Filosofla, admlten su 1gnoranc1a a través de un proceso de evolución, estuvo latente en el pensamiento
e~mpiezan a hacer experimentos con el fin d.e pr~bar sus conceptos de la Europa Occidental desde la época griega. En el siglo XIX, el
~obre la naturaleza. Por razones largas de d18cuh;, la c,ultura .fue ,el conocimiento científico se desarrolló lo suficiente como para producir
Último de los fenómenos naturales al cual se aplico el metodo Clentl- la explicación clave de Darwin; el principio de la selección natural.
fico. Que Alfred Russel Wallace desarrollara la misma tesis simultánea-
mente es una ilustración del fenómeno que más nos concierne; la
evolución cultural.
A comienzos del sigl; XIX la geología experimen~a un vigoroso
desarrollo. Las fechas cuidadosamente razonadas que el obispo ~ames
u sher daba para la creación de la tierra ( 4004 A. C. ) ya no tuv1eron Como resultado de todo esto, el estudio de las costumbres
vigen'cia y se comenzó a comprender que los estratos de las .r~cas humanas progresó en forma inmediata y considerable. Spencer, Taylor,
representaban millones de años du~ante los c~ales las formas v1v1entes Margan y Frazer, publicaron libros señalando el curso de la evolución
habían experimentado cambios de 1mportanc1a. de la cultura y se encontraron con una considerable resistencia e
incredulidad, no sólo de parte de los teólogos y otros que concienzuda-
La exploración del mundo, el comercio y la piratería de los mente tratan de proteger la singularidad del hombre entre los animales
sino también de parte de los antropÓlogos de las generaciones siguien-
· 1
S 1g OS XVII y XVIII , aportaron a la Europa Occidental• considerables
• •
conocimientos sobre las culturas de los pueblos 11 pr1m1hvos 11 Y los tes. En América, Franz Boas y la mayoría de sus discípulos, se con-
pensadores se convencieron de que los objetos de piedra,_ que los ?am- centraron en los errores de hecho cometidos por los evolucionistas, y
pesinos encontraban al labrar sus tierr~s, no era_n ~e.rolltos .. P_?slble- rechazaron tanto a la teoría como a sus seguidores. Quedó para los an-
mente, se trataba de herramientas de hempos p~1m1t1vos, qu1za. de sus tropÓlogos modernos, especialmente Leslie White, la tarea de rescatar
propios antepasados. En 1836, el anticuario danes Tho_mpson, h1zo ~u este he.cho central de la historia humana.
clásica postulación de tres edades: piedra, bronce Y h1erro. La vM
racidad de esta secuencia fue rápidamente demostrada por.~ors e En la teoría de la evolución cultural está implícito el concep-
y otros, utilizando la nueva técnica geoló~ica de las superpo~1c1ones to de que la cultura no es el producto de la "mente humana", "las
estratigráficas. En 1847, el mundo cienhfico cono~e por pr1mera v~z necesidades sociales", "el genio racial" o cualquiera otra idea similar
las herramientas del hombre del paleolítico a traves de los descubrl,- reminiscente de un escolasticismo de tipo medioeval. La generación
mientos de Boucher de Perthe y hacia mediados del siglo, y~ se habla de las formas vivas sólo puede derivarse en forma análoga de una
acumulado suficientes datos sobre el hombre de la eda_d gla~1al, c?rr:o cultura precedente, aunque de ninguna manera puede hacerlo en fortna
para hacer posible el libro de Sir Charl_es Lyell La ev1de~c1a geolog1~ idéntica. Una clara exposición sobre este tema fue hecha por primera
ca de la antiguedad del hombre, aparec1do en 1863. Estud1os~s de es vez por A. L. Kroeber en 1917, en un artículo publicado en la revista
ta materia trabajaron intensamente para conciliar el pensam1.ento teo- American Anthropologist (Kroeber, 1917: 163-213); artículo que fue
lógico de la época con los nuevos datos que aportaban los rec1entes cáusticamente criticado por los antropólogos más sobres.alientes de
ese entonces.
descubrimientos y argumentaban que las edades geológicas correspon-
dían a creaciones destruídas, una tras otra, por cataclismos suces1v?s.
2 Sin embargo, el pensamiento de los naturalistas se impuso;los camb1os
3
Entretanto, los arqueólogos se mantenían alejados de esta En la figura 1 encontramos una versión de la historia de las
tormenta teórica y se dedicaban a acumular hechos y a perfeccionar metodologías arqueológicas utilizadas en el descubrimiento de histo-
sistemas. Los europeos aplicaban la técnica de la estratificación rias culturales. Las fechas se anotan hacia abajo en el centro de la
geológica con éxito notable e individualizaban cierto número de secuen- figura y ai lado derecho, algunos de los artículos que han tenido ma-
cias culturales. A menudo, como en el trabajo de Schliemann sobre la yor repercusión sobre estas materias. Estos métodos están divididos
sucesión de ciudades en Troya, esto se asemeja a los períodos de la en dos clases principales, estratigrafía a la izquierda y seriación a
geología cataclísmica. Excepcionalmente pueden reconocerse los me- la derecha. Las curvas de frecuencia que tratan de mostrar la popula-
canismos de la evolución cultural, como los inplícitos en la sucesión ridad relativa de cada método son simples estimaciones, pero el largo
de Petrie para el Antiguo Egipto. de la curva es bastante preciso. Sobrepuesto a ella encontramos un se-
leccionado número de referencias de libros y artículos que ilustran los
Los arqueólogos del continente americano estaban considera- métodos. Los títulos completos se encuentran en la bibliografía.
blemente retrasados en relación a los europeos, tanto en las técnicas
como en los resultados obt-enidos. Hacia fines del siglo XIX, el estudio La técnica que permite establecer frecuencias a base del des-
se encontraba todavía en una etapa exploratoria y se descubrieron las cubrimiento de estratificaciones se heredó directamente de la Geolo-
11
c1u
• d a d es per d"d , y ucatan
1 as 11 en p eru, , y el suroeste de los Estados gía. En sus comienzos ésta consistió solamente en encontrar una cul-
Unidos. La Smithsonian Institution emprende un programa en gran tura o fase cultural sobrepuesta a otra y con clara diferenciación entre
escala para determinar si los 11 mound builders 11 del valle del Missis- ambas.
sippi eran indios o una raza misteriosa desaparecida. Las primeras
excavaciones estratigráficas se hicieron en México en 1911 por Manuel En la segunda década de esta centuria se hizo popular la idea
Gamio, y en el estado de Nuevo México en 1916, por N. C. Nelson. de que las cantidades de los diversos materiales colectados podían ser
anotadas o registradas y la Estratigrafía Porcentual estuvo a punto de
Aunque A. L. Kroeber realizÓ pocos trabajos de campo en convertirse en moda. Se hicieron gráficos de proporciones que luego
arqueología, es el antropólogo que ha jugado el papel más importante se tabularon, pero aún no había una conciencia de que estas frecuen-
en establecer la forma actual de estos estudios en América. En 1916, cias podrían ser un reflejo de fenómenos culturales. La Estratigra-
publicó un breve trabajo describiendo cómo y por qué se puede obtener fía Porcentual se consideraba algo inferior a los cortes nítidamente
una cronología sobre la base de la recolección de los fragmentos cerá- sobrepuestos.
micos hallados en las aldeas abandonadas de la vecindad de Zuni, Nue-
vo México (Kroeber, 1916). En el año siguiente, Leslie Spier realizó El uso de curvas de popularidad de los tipos y la construcción
el trabajo sugerido por Kroeber y obtuvo secuencias. En 1920, estu- de cronologías basadas en el descubrimiento de los factores de fre-
diantes que trabajaban supervisados por Kroeber desarrollaron crono- cuencia formados por ellos, se inicia en 1930 y actualmente ha alcan-
logías para áreas de la costa peruana mediante un proceso de seriación zado notable popularidad, especialmente en los trabajos de los
de las colecciones de cerámica funeraria; cuidadosamente recolectadas arqueólogos americanos.
por Max Uhle. Las técnicas usadas se basaban en las de Petrie y se
derivaban de un claro concepto de los mecanismos de la evolución
cultural. Que estos ejemplos de arqueología científica no hayan sido
continuados sino hasta mediados de la tercera década del siglo es un
desafortunado ejemplo de rezago cultural de parte de los presuntos
4 estudiosos de la cultura sobre el tema que deberían conocer mejor.
5
colectivo de ciertas razas privilegiadas, . de donde proceden? En otros
términos, si Edison no hubiera existido, ~tendríamos luz eléctrica?
Sin la raza nórdica ¿sería Europa una zon~ retrasada? Las respuestas
son " SI.JI Y " no " . La mayoria
, de los historiadores tienen la tendencia a
dar respuestas erróneas a estas preguntas y aun los textos de historia
II. LA CULTURA COMO FENOMENO Y EL ESTUDIO que se utilizan en muchas universidades explican la historia de la civi-
DE LA ARQUEOLOGIA lización como función de reyes, generales, líderes revolucionarios y
otros reformadores.
11 11 "1 f"' .
El arqueólogo no estudia al hqmbre . El antropo ogo 1s1co
. , . Un mí.ni.mum de experiencia en el campo de la arqueología
estudia al hombre como animal y el arqueólogo estudia la cultura de
cientlfica es suficiente para mostrar la validez del punto de vista con-
esta especie animal. trario. Las nuevas formas culturales, ya se trate de herramientas
elementos políticos o religiosos, costumbres sociales construcción de
edificios, puntas de flecha o alfarería, sólo pueden de~ivar de formas
Con frecuencia se ha enunciado como verdad incontrovertible
que la cultura no existe sin el hombre y que por. lo tanto tien..e que
prec.e~entes. Las secuencias de elementos relacionados constituyen las
considerarse en conjunto; planteamiento que cons1deramos erroneo.
tradiciones; .como la tradición de la jurisprudencia inglesa heredada por
Los numerosos intentos que se han hecho para reducir la cultura a
las ex-colonias. No puede haber más interrupciones en estas tradicio-
términos estrictamente humanos han resultado infructuosos. La cul-
nes que las que pueden existir en el linaje de las especies zoológicas.
tura no puede ser explicada en función del hombre como ser bioló-
gico, como tampoco éste puede explicarse a través del ambiente fí-
. , Las capacidades humanas juegan un papel permisivo en la
sico en que vive. evolucion cultural, y no un papel rector. Las potencialidades físicas
Y_ psicológicas del hombre, es_tablecen los límites dentro de los cuales
El etnólogo a su vez es un estudioso de la cultura, más bien
tiene que desarrollarse la cultura. El tercer factor restrictivo es el
que del hombre y estas dos formas de enfocar el tema son complemen-
medi.o ambiente físico; los hotentotes no viven en casas de nieve y los
tarias. La etnología, en tanto concierne a las culturas actuales, e en-
esquimales no cultivan el maíz.
tra su estudio en la forma y la función; el arqueólogo no opera con
las culturas contemporáneas sino con el esqueleto de antiguas culturas,
Al arqueólogo le interesan directamente los mecanismos por
pero tiene la responsabilidad única - y el privilegio - de observár tanto
los c~ales
cambia la cultura. Afortunadamente, los mecanismos del
los fenómenos como su evolución en el tiempo. Es po-r es-t-e qtte el
c~mbio.cu~tural son simples, por lo menos en principio. Tres son las
arqueólogo se encuentra incapacitado sin una cronología; con ésta pue-
VI~s principales que conducen al cambio: invención, descubrimiento y
de proceder a recrear, más o menos acuciosamente, las formas Y
prestamo.
funciones del flujo cultural hasta donde lo permite la evidencia.
Invención: El concepto tradicional de la invención como una
Es oportuno hacer una revisión breve de e iertos aspectos de
creación misteriosa de algo completamente nuevo no es
los fenómenos culturales y de la forma en que éstos se utilizan en el
útil para nuestros propósitos. Una invención es la com-
estudio de la arqueología. binación de ideas, objetos o técnicas existentes en el
transfondo cultural para servir a una nueva función.
Si los rasgos culturales no han sido creados por un geriio
individual y las culturas superiores no son el producto del genio 7
6
El invento de Edison de la bombilla eléctrica se basaba
firmemente en las informaciones disponibles sobre vi-
drio, bombas de vacío, electricidad, etc. La invención destinadas a cocinar, a almacenar, a la preparación de alimentos., a
consistió en combinar, de una manera nueva, estos ele- contener líquidos y sólidos, y para servir las comidas. Agregados a
mentos culturales ya conocidos. estos grupos funcionales hay complejos foráneos que tienden a conser-
var su identidad, como es el caso de la porcelana china fabricada y
Descubrimi~nto: Es el proceso de encontrar en el medio am- usada en Europa.
biente natural algún elemento que pueda ser destinado a
un uso cultural. Por ejemplo, se descubrió el caucho Y Hay otro aspecto de la clasificación interna que es importan-
más tarde se produjeron neumáticos para automóviles. te para el arqueólogo; se trata del margen de variación permitida y, a
veces, estimulada para cada clase de actividades. En nuestra cultura
Préstamo: Este es el medio más común para aumentar el se permite escasa diversidad para la vestimenta masculina formal, en
acervo cultural. La difusión geográfica de los rasgos tanto que existe un amplio margen de variabilidad para la ropa depor-
es uno de los fenómenos más comunes que debe manejar tiva. Las vasijas construídas con un propósito específico son casi
el arqueólogo. siempre idénticas, en tanto que las destinadas a otros usos difieren en-
tre sí tanto como es posible. Pero ni aun el artista ni el artesano es-
.A:unque la continuidad es uno de los aspecto~ i~evitables en capan jamás a los límites impuestos por sus experiencias. Esto puede
cada historia cultural, generalmente, por razones practlcas, el ar9ue- explicar las semejanzas que a veces se producen entre las obras de ar-
ólogo tiene que concentrar su investigación y construir su. cronolog1a tistas modernos y el arte de los pueblos primitivos; es indudable que
en zonas geográficas bien limitadas. Dentro de estas r~g1ones pued_e estos innovadores han visitado los mus e os de historia natural.
descubrir reemplazos de cultura aparentemente produc1dos por cata-
clismos geológicos y no por el proceso evolutivo continuo q':e hemos Una cultura puede tener una clasificación interna muy rígida
descrito. Sin embargo, informaciones adicionales mostrar~n que esta y su gente ser muy conservadora pero, a pesar de ello, todas las cate-
"no-conformidad" local se debe al reemplazo de una poblacion por otra, gorías estarán cambiando constantemente en todos sus aspectos. Este
con la consiguiente substitución del patrimonio c~:tural. Jamás un .po- cambio puede producirse a través de pequeñas mutaciones, y de recom-
der militar ha sido capaz de obligar a una poblac1on estable a camb1ar binaciones de elementos pre-existentes en la cultura o importados de
su cultura de la noche a la mañana. La velocidad del proceso de cam- culturas vecinas. Normalmente estos cambios son tan pequeños que
bio puede ser aumentada, pero aun bajo grandes p_;es iones este mec;- el observador percibirá el efecto resultante como un flujo gradual, a
nismo sigue funcionando de la misma manera. Mas adel.ante ~e vera veces en forma lenta, otras~ más rápido.
la utilidad de este fenómeno para trazar la ruta de las m1grac1ones.
Entre los pueblos primitivos el proceso cultural es cas1 ¡n-
Una de las principales funciones del cerebro es la clasifica- consciente y pasa inadvertido. Sus hombres participan de la idea que
ción de experiencias y su asociación. Sin esta capacidad, cada aconte- su modo de vida es el único humanamente posible. El "progreso" fue
cimiento sería una situación única para la cual el animal no tendría pre- inventado por la civilización occidental recién en el siglo XIX; el cam-
parada una respuesta. Las culturas siempre tienen una clasific&.ción bio es constante, muy difícil de retardar y aun más difícil de acelerar,
interna; respuestas establecidas para los problemas comunes Y su or- como ya lo han descubierto monarcas, dictadores, conservadores y
den consiguiente. Hay reglas para vestirse y adornarse para ir al. tra- revolucionarios.
bajo, a los oficios religiosos y a jugar. Para el arqueólogo hay vasijas
8 Un aspecto interesante del cambio cultural es que constituye
el único ejemplo perfecto de proceso democrático. Si los individuos no
9
"votan" por una manera especial de cambio que altere sus objetos o
costumbres, la corriente cultural no fluye en esa precisa dirección.
Por esta razón, el que estudia la cultura se enfrenta con la necesidad
de "valorar". Aprenderá poco sobre las opiniones políticas si conver-
sa cQn un solo individuo y también muy poco acerca de un complejo de III. CLASIFICACION Y TIPOLOGIA
alfarería si sólo exam~na una vasija; por lo tanto, debe tomar una mues-
tra lo suficientemente amplia como para que sea representativa tanto
de las variedades existentes como de su posible popularidad. En efec- ~?' el capítulo anterior examinamos algunas de las facetas de
to, el arqueólogo debe realizar una especie de encuesta de opinión pre- la evol~c1on de la cultura, de esta especie de flujo de ideas que se
histórica. transmite. de uno, a otro cerebro humano. Estas ideas se r ef er1an '
al mecan1smo mas adecuado con q1,1e los hombres se adaptan a
d' b' su
Dentro de un grupo social el cambio cultural no es simultá- me 10 am 1ente o lo modifican de acuerdo a sus deseos y necesida-
neo; en un momento dado coexistirán formas pasadas de moda que. es- des. Los constructores de edificios, tumbas, cerámicas, herramien-
tán en vías de desaparecer, con formas en la cúspide de la popularidad tas y ar~as, que son. el ,tema de estudio de la arqueología, han
y formas nuevas, algunas de las cuales constituirán un modelo corrien- desapar~c1do, per?, Sl aun vivieran, no podrían decir al arqueólogo
te en el futuro. lo que este necesita saber. Estos pueblos vivieron en sus culturas
con tanta seguridad e inconsciencia como viven los peces en el a
'bl m r
En un modelo ideal de la historia de la cultura, también se y, .pos1 .emente, nunca soñaron que su cultura era un fenómeno evo-
podría observar en determinado momento, un cambio gradual de los lutivo ub1cado en la historia.
rasgos culturales a través de una zona geográfica. En la mayoría de
los casos esto sucede así, sin embargo, pueden aparecer ciertos fac- , Nos referi~os anteriormente a la necesidad de coordinar
tores distorsionantes, como barreras naturales, culturales, políticas los fenomenos experimentales y dijimos que la ordenación de los
o lingliísticas. Además, las rutas comerciales, los ríos y otras vías restos de ant.iguas culturas es la primera tarea del arqueólogo. En
de comunicación pueden entorpecer la distribución geográfica de estos m~chas ocas1ones, esta tarea se inicia colocando los ejemplares 0 las
rasgos. un1dades culturales en un sistema dentrítico, más o menos similar al
sistema zoológico de Linneo. Hay dos modalidades para construir
estos sistemas; una de ellas, consiste en considerar el total de las
vasijas e ir las dividiendo en subgrupos de acuerdo a sus rasgos comu-
nes, 1~ ot:r:a.' consiste en iniciar la clasificación a partir de las unida-
des mas n1t1damente diferenciadas e irlas colocando dentro de familias
de a:Uplitud creciente; como en el famoso sistema taxonómico del
m~d1o oeste de los EE. UU. de McKern (1939: 301-313). Con ambos
metodos se obtien~ un orden· similar. En la figura 2, a continuación,
se muestran dos eJemplos de aplicación de este sistema.

10 11
ESQUEMA DEL SISTEMA TAXONOMICO DEL MEDIO OESTE PARA LA
Con estos sistemas es posible obtener un determinado orden,
CLASIFICACION DE MANIFESTACIONES CULTURALES pero, desgraciadamente, es un orden que no da ninguna información
(McKern, 1939) respecto a las consecuencias en el tiempo o a sus relaciones en el
BASE (Base): El grupo más amplio, por ejemplo: "base formada espacio. Con los mismos materiales es posible hacer un gran
por cerámica y horticultura, o base formada por número de e las ific ac iones dendríticas, todas diferentes y todas igual-
nomadismo y caza". mente inÚtiles como herramientas de1 investigación. Un sistema den-
PATRON (Pattern): Un grupo menos amplio y más específico: drítico sirve para ubicar las cosas en un museo y es por esto que la
"el patrón cultural andino" o "patrón de mayoría de los grandes almacenes y depósitos militares usan este
selva tropical".
sistema. En algunas ocasiones, los sistemas dendríticos se han uti-
FASE (Phase): Más específico: "la fase peruana del patrón lizado como bosquejos para describir materiales que no tienen da-
cultural andino". tos precisos sobre su procedencia. El estudio de Lothrop (1926)
ASPECTO (Aspect): "el aspecto Chavinoide de la fase sobre la cerámica de Costa Rica y Nicaragua es un buen ejemplo.
peruana del patrón cultural andino",

FOCO (Focus): Un grupo de sitios que son muy similares:


Es evidente, la razón por la cual el sistema dendrítico no
"el foco 'Ancón-Supé' del aspecto Chavín". es Útil como herramienta de trabajo. La evolución biológica es
unilineal y la clasificación linneana de los animales fue una reflexión
COMPONENTE (Component): una sola ocupación, ej.
"el componente Ancón". exacta y cabal de la evolución de las especies. Pero la evolución
cultural es multilinear y los rasgos pueden ser, facilmente, trans-
feridos de una tradición a otra. Si los miembros de una familia
PARTE DE LA CLASIFICACION DE RICKETSON PARA LA CERAMICA canina, ocasionalmente, presentaran cuernos, pezuñas, o plumas,
DE UAXACTUN, GUATEMALA (Ricketson, 1937)
la e la si ficac ión zoológica habría sido mucho más difícil.

l. Cerámica gris A. Ollas l. Grandes Hay una segunda razón por la cual una copia del sistema
2. Pequeñas linneano no sirve para la investigación arqueológica. Linneo estu-
II. Cerámica roja A. Ollas l. Grandes dió las especies zoolÓgicas vivientes en un determinado momento;
2. Pequeñas todas las formas que aparecieron durante la evolución del caballo
por ejemplo, eran desconocidas y por lo tanto no lo perturbaron.
B. Tazones l. Borde ensanchado a. Plano
2. Lados rectos b. Inciso Aún si un sistema dendrítico pudiera automáticamente establecer
3. Reborde basal verdaderas interrelaciones en la historia, nos faltaría saber si
III. Cerámica negra A. Ollas
estas relaciones eran de naturaleza temporal o espacial.
B. Tazones,
reborde basal Una vez aclaradas las desventajas del sistema dendrítico
IV. Polícroma A. Ollas l. Silueta simple como herramienta de investigación hay que establecer también
B. Tazones 2. Reborde basal que tiene una función muy Útil, cuando sirve como marco en. la
3. Volteados a. Decoración presentación de las historias de la cultura, después que han sido
interior
b. Decoración desentrañadas sus principales lÍneas de desarrollo. Gladwin y sus
exterior colaboradores aplicaron este sistema al suroeste de los EE.UU.,

12
FIGURA No. 2. Dos ejemplos de clasificación dendrítica que
se utilizan para clasificar los fenómenos culturales.
Y, recientemente, Willey y Phillips (1958 )_ lo utilizaron como
13
el tipo A, está perdido. Gradualmente las formas que intervienen
armazón para trazar la prehistoria de Norte y Sud de América. proba.rán que todo este material pertenece al tipo A.
Esta es su función propia.
Es preciso esperar una evidencia normal de este flujo
cultural a través del tiempo y el espacio; y para medirlo con
Construcción de la Tipología exactitud los tipos ya deben estar diseñados. El tipo "B" debería
estar definido sobre la base de un material tan diferente de "A"
La tipología es un método de clasificación útil en arque~lo- que pudiera ser reconocido claramente y con confianza. Suponga-
,1 Sobre esta materia se suscita gran discusión y controvers1a mos que A y B resultan ser tipos secuenciales en un cambio de
gbasada
a· principalmente en " la realidad " de 1os t·1pos cu1tur ales . . tradición como el representado en la figura 3 (ver ilustraciones) .
. Existen tipos de cerámica que puedan ser descubiertos por el trabaJa- Los ejemplos típicos de A y B son claramente diferentes; sin em-
~or competente que usa técnicas correctas? Desgra~iadamente la bargo, a medio camino en el período que separa a ambos tipos se
respuesta es que los tipos de cerámica y todos los hpos culturales encuentran especímenes relacionados tanto con A como con B y 1

no son semejantes a bombones colocados primoros~mente en una que lógicamente podrían clasificarse dentro de cualquiera de los dos
caja y aislados por sus envolturas de papel. De como Y por qué es tipos. Hay tantos ejemplos intermediarios como ejemplares típicos
as 11' requerirá una revisión de los argumentos precedentes. de cada tipo. La persona que clasifica debe trazar una línea y
distribuir los ejemplos divergentes de la manera más precisa posi-
Cada cultura tiene su orden interno del cual están conscientes ble. Aquellos que se desvían ligeramente hacia el grupo "A"~ se
sus habitantes. La cerámica negra y pulida tiene grabados apropia- clasifican en éste~ y los que se desvían hacia el grupo "B" se cla-
dos y se utiliza para servir alimentos~ los jarros para. alma~enar sifican en B. La estricta regularidad de este trabajo es la parte
son grises~ toscos~ y tienen superficies cepilladas. La tlpolog1a debe más difícil de la clasificación.
reflejar este orden y reconocer las diferentes tradiciones. Sin em-
bargo cada una de estas tradiciones cambia con el transcurso del Para mayor conocimiento de la naturaleza de este trabajo,
tiemp~ y con el paso de una aldea a otra. Este flujo temporal Y supongamos que en lugar de comenzar por el enjambre de rasgos
espacial tiende a ser un proceso gradual y es la historia de estos del tipo "A 11 1 tuviéramos que empezar en el punto de esta evo-
cambios la que nos interesaría descubrir. lución marcado con la letra X en la figura 3. Para diferen-
ciar claramente los tipos habría que retroceder hasta el punto mar-
Esta situación exige que se realice cierta cirugía en la cado con "y". Estos dos nuevos tipos son tan Útiles como los ti-
historia de la antigua cultura. Si se hace con ac~siosidad se ten.- pos A y B citados anteriormente. El objeto de esta ilustración es
drá éxito pero si se hace ingenuamente~ resultara un embrollo s1n mostrar que los ejemplos típicos del tipo A del primer sistema se
esperanzas de desenredar. El arqueól~go establece un tipo. A, han convertido en los ejemplares intermediarios difíciles de clasi-
que representa un grupo de rasgos ceramicos claramente asoc1ados. ficar que deben ser divididos entre X e Y. Esta. ilustraci~n es
Cree y espera que estos rasgos se deban a costumbres que marcan de tipos secuenciales; desafortunadamente, dificultades similares
claramente un corto período de tiempo en la historia de la cultura~ se presentan entre los tipos que resultan de separaciones geográ-
en un área geográfica razonablemente limitada. Una vez que el tipo A ficas (para una discusión más completa~ ver Ford, 1954).
está claramente delimitado en el pensamiento, el estudio posterior re-
velará que otra cerámica muy parecida varía en diversas direcciones
.
a partir del tipo establecido. El tlpo ha comenzado a " es f umarse " · s·1 15
el estudiante espera, que aparezcan barreras naturales para delimitar
14
En resumen, el arqueólogo fabrica un tipo, lo saca de la generalmente están incluidos en la descripción del tipo. Estos ras-
tradición cultural y lo define tan finamente como sea posible, separán- gas, como formas, engobe rojo, motivos en espiral (volutas), des-
dolo de los tipos conexos; busca el curso de la evolución de la cultura grasante de espículas de esponjas, etc., se usan como unidades de
a través del tiempo y del espacio. Cada vez que aisla un tipo, lo análisis. Es exacto que a cada una de estas técnicas se le puede
hace creyendo que la entidad servirá para marcar un pequeño segmen- trazar una historia, y que si se manejan bien pueden conducir a una
to de esta historia. La prueba de validez, o mejor dicho de su utilidad, cronología.
se encuentra al usar el tipo. Si sirve para su propósito es un buen tipo;
si no sirve, se invalida- y debe devolverse a sus parientes más cerca- Algunos de los investigadores que siguen este método esti-
nos, o dividirse en segmentos más claramente definidos. man que en su trabajo operan con elementos culturales más sÓlidos
y "reales" que los que utiliza el tipologista que obviamente trabaja con
En arqueología no existe una máquina mágica que, al ser ali- un sistema complejo; lo que por supuesto es un error. El fenómeno ha
mentada por un lado con fragmentos de cerámica, dé salida, al hacer sido, simplemente, reducido a un nivel inferior de abstracción y cada
girar la manivela, a tipos valederos y nítidamente dispuestos en orden uno de estos· elementos es también complejo ya que, asimismo, podría
cronológico. ser dividido en otros elementos. Cualquiera que haya observado a un
alfarero moderno aplicar un engobe, puede ver que ésta es una ope-
Algunos trabajadores han creído obtener esto con las clasifi- ración compleja que puede variar considerablemente y producir
caciones dendríticas; otros, han esperado encontrar tipos con métodos siempre el mismo resultado. En aras de esta ilusoria exactitud se
estadísticos. En realidad, no hay sustituto para el estudio completo ha perdido el valor de la asociación de técnicas reconocidas en el
del material y para el método del mono; aprender lo que se quiere tipo.
saber por medio de ensayos y errores.
Esto no significa que los rasgos y modos deben ser deja-
dos de lado; ellos son factores determinantes para definir el tipo y
Métodos Optativos de Clasificación deben ser descritos cuidadosamente. Después de descubrir la crono-
logía, los rasgos pueden trazarse a través de la historia con provee ho
En la actualidad, algunos arqueólogos proponen y aplican a la considerable, como se verá más adelante.
cerámica de la región Maya (Smith, Willey y Gifford, 1960: 330-340),
lo que se ha llamado "El método de tipo-variedad para el análisis de
la cerámica". En este procedimiento cada posible variación de la
cerámica en estudio recibe el nombre de "variedad". Al concluir el
análisis y ya aclaradas las relaciones cronológicas se agrupan las
variaciones relacionadas dentro de tipos a los que también se les da
un nombre. En realidad, Smith y sus asociados simplemente han
cambiado la terminología. Su "variedad" es la unidad de trabajo ana-
lítico que antes se llamaba "tipo"; su tipo se ha convertido en el pri-
mer paso para la síntesis de la historia de la cerámica o para la cons-
trucción de un árbol genealógico de cerámica. Otros trabajadores
han creído alcanzar mayor precisión al trabajar, no con tipos,
16 sino con varios elementos, atributos o modelos (Rouse, 1939 ), que 17
porque su análisis no produce los resultad<?s esperados por él.

Tipifi;a~ coleccio~es de más de 1 O. 000, 50. 000 o 300. 000 frag-


mentos de c.era~tca es. un 1mportante problema de anotación y registro.
Es necesarto ststematlzar lo que se discutirá más adelante. Para ob-
IV. TIPOS DE CERAMICA tener los totales de ~as colecciones y los porcentajes, la máquina suma-
dora y la regla de calculo son herramientas muy útiles.
Hasta ahora es evidente que nuestro enfoque ha discurrido
desde una consideración teórica de los fenómenos culturales hasta el l'v1étodos de Ordenación
postergado e inÚtil fragmento de cerámica que los antiguos indios de-
sechaban como basura y que actualmente, sólo tiene interés para el El tipologista necesita primariamente disponer de grandes me-
arqueólogo. sas donde poder extender y examinar con holgura el material de traba-
jo. Generalmente, cuando el investigador ha terminado su trabajo de
Consideremos que el trabajo de campo ha terminado y que el campo ~n una nueva regi~n, ya tiene algunas ideas acerca de la probable
arqueólogo dispone de un número representativo de colecciones de t~ndencta ~e la cronologta. Estas ideas pueden ser excelentes hipóte-
fragmentos de cerámica, recogidas sin seleccionar y que cada una de SlS pero dtstan mucho de ser conclusiones. Un buen procedimiento
ellas es suficientemente grande como para representar, en forma p~ra comenzar una tipología es apilar sobre una mesa fragmentos de
más o menos verdadera, las variedades existentes en el depósito. dtversos lugares representativos de distintas etapas en el tiempo, lue-
Estas colecciones también deberían ser representativas en otros g~ mezclarlos y fo~mar grupos con los trozos similares. Pero otro
sentidos. Recolectadas en la superficie o en depósitos estratificados, s1stema, tal ve,z mas prudente, es comenzar por dividir el material
cada una debe reproducir cortos períodos de manufactura de cerámica en grupos lo mas pequeño posibles y así obtener grupos potenciales
de varios puntos de la antigua zona habitada de la región. que deben ser sometidos a prueba. Para las colecciones de superficie
esto se h~ce preparando un &'ráfico de seriaciones, como lo describi-
remos mas adelante. Los grupos se mezclan y separan con el objeto
Preparaciones de obtener los recursos más finos posibles para determinar la medida
del tiempo. La tipología empezará a tomar forma una vez que estos
Limpieza y Clasificación arreglos se hayan experimentado una o más docena de veces.

Cada fragmento de la colección debe ser cuidadosamente . Si el material ~rocede de excavaciones estratigráficas que
lavado, secado y marcado con el número correspondiente del catálo- cubren Importantes per1odos de tiempo, puede usarse otro método.
go de campo a fin de evitar fáciles confusiones, susceptibles de Los fragmentos de varios niveles se colocan sobre la mesa en el mis-
producirse en esta etapa del trabajo. Además, es útil tener un ayu- mo orden en que se les encontró al excavar, los diferentes niveles se
dante para el lavado y clasificación. A veces, este trabajo se realiza separan trazando. líneas con tiza, luego, se dibujan lín~as perpendicu-
al mismo tiempo que el de campo, pero es más frecuente hacerlo en lares ~ las antertores para separar las diferentes tradiciones o tipos.
el laboratorio del Museo. Su vigilancia es muy importante ya que, una Al ~evtsar estas tradiciones desde las más antiguas hasta las más
etiqueta perdida, o una numeración equivocada o colecciones mezcla- rec1entes, generalmente se pueden ver los cambios experimentados.
das durante el secado, significan una enorme pérdida en el trabajo de
18 campo y pueden -lo ,que es todavía más grave - confundir al arqueólogo 19
La selección de los tipos llega a ser entonces materia de juicio y de A causa de la limitada referencia proporcionada por los frag-
habilidad para diferenciar claramente. mentos de cerámica, en América se utilizan como "rasgos guías" las
variedádes de acabado de la superficie y la decoración. Los términos
Si tenemos una extensa zona geográfica, puede ser útil que describen las clases principales de estos tratamientos forman la
elegir materiales que representen cada tradición y separarlos en me- segunda parte del nombre del tipo, como "Fulano inciso". Los siguien-
sas dispuestas aproximadamente en el orden geográfico correspondien- tes son términos típicos:
te (ver la discusión del t_ipo "Barton Incised", Phillips, Ford y Griffin,
1951). De esta manera puede estudiarse el cambio geográfico y, en
consecuencia, decid ir sobre los tipos. Ordinario Moldeado Inciso Estampado Engobado
(Plain) (Moulded) (Incised) (Stamped) (Slipped)

Rasgos Guías para Tipificar Cerámica Pulido Punteado Estampado Rojo sobre blanco
(Polished) (Punctated) ondulado (Red on White)
La tipología de la cerámica debe construirse de una manera (Rocker
sistemática. Algunos individuos parecen incapaces de hacerlo y la Stamped)
dificultad reside en que confían demasiado en su propio juicio. Es- Brochado Grabado Estampado Pintura negativa
tán convencidos de poder seleccionar los rasgos importantes del ma- (Brushed) (Engraved) complicado (N egative Painted)
terial sólo a través de la inspección. Una cerámica desusadamente (Complicated
gruesa puede ser lo primero que llame su atención y la eleve al rango Stamped)
de tipo. Un engobe rojo puede ser la base de un segundo tipo y una Negro sobre naranja
forma peculiar puede formar el tercero. En este caso, los rasgos (Black on Orange)
guías divergentes provocarán confusión. Para una tipología sistemá-
tica es necesario tener un juego de "rasgos guías" que se excluyan Policromía
mutuamente. (Polychrome)

En cerámica todos los rasgos observables son Útiles para Aunque una selección de rasgos guías es necesaria para obte-
determinar tipos, pero para el arqueólogo algunos aspectos son más ner un orden, debe insistirse. que para distinguir dos tipos es posib:e
valiosos que otros; estos son los que están menos limitados por los basarse en cualquiera diferencia. Supongamos que una clase de cera-
requerimientos técnicos o por la función que tiene la vasija terminada. mica es similar en cuanto a decoración, cocción (cocimiento o cochu-
Para obtener una relativa flexibilidad en el registro de las variaciones ra) formas, tamaño y grosor y que su única diferencia es el material
culturales deben tomarse en cuenta ciertos aspectos de la cerámica des.grasante. En este caso sería perfectamente justificado diferenciar
como: decoración, forma, acabado de la superficie, método de cons- dos tipos, siempre que esta distinción se aplique también al tiempo o
trucción, desgrasante, cocción (cocimientos o cochura) y material a la distribución geográfica. Aun detalles tan insignificantes como el
básico (siempre en forma de arcilla). Naturalmente, si se posee in- espesor de la pared han demostrado ser útiles como elementos para
formación sobre la forma, el método de construcción no se utiÜzará difer_enciar vasijas.
como "rasgo guía".
La persona que clasifica debe tener algunos conocimientos

20 acerca de la manufactura aborigen de la cerámica y ser así capaz de 21


. Gene_;al.mente, tanto en la manufactura moderna como primi-
de interpretar sus observaciones. A continuación desarrollaremos una
tiva de .la ceramtca, a la arcilla se le agrega un material desgrasante
simple introducción a un tema complejo basado en parte, en el exce-
o mordtent; que cumple con la siguiente función: impide la ordenación
lente manual de Anna O. Shepard C eramics for the Archaeologist
de las partlculas de arcilla y de esta manera reduce el acortamiento.
(1956). Al. mismo tie~po, per~ite el secado a través de la pared del objeto dis-
mtnuyendo as1 las prestones que se originan por las diferentes tasas de
acortamiento de las superficies y el núcleo.
Material
Los ceramistas nativos de América han usado una gran varie-
La arcilla, material básico para la fabricación de la cerámica,
dad
, de elementos. desgrasantes; entre ellos , pasto , fibras de musgo, es-
está formada por la desintegración de rocas cristalinas ígneas, como
p1Culas de es.ponJaS, fragmentos de cerámica molidos, arena fina, are-
el granito y el feldespato. Generalmente, las arcillas a disposició~ de
na gruesa, ptedras de cal machacadas y conchas molidas.
los pueblos primitivos fueron varias veces transportadas y deposita-
das por el agua y en este proceso, separadas de los suelos de grano
grueso. Las partículas de arcilla, colocadas en el extremo más fino Modelado
del espectro de los granos de tierra, sedimenta en las zonas de aguas
encharcadas. Siempre contienen impurezas como hierro, cal, magne- Ningu~a cerámica fabricada en América fue torneada, aunque,
sio y sílice, pero el principal de estos ingredientes es un compuesto en algunas regtones se practica?a el sistema de colocar las vasijas so-
químico de óxido de aluminio~ ácido silícito y agua ( A1203, 2Si 02, bre un plato plano y se las hacía girar hasta que tomaban fo rma. s e usa-
. ,
2H20). Las partículas formadas son diminutos cristales en forma de ban var1os metodos de construcción; separados o combinados El '
hojas que generalmente se vuelven aun más pequeños en la molienda .f d.d . mas
dt un.: o y, probablemente, el más antiguo en América era el de cons-
que reciben al ser transportados por el agua. La plasticidad tan carac-
truccton por rollos. Este sistema consistía en usar rodetes de arcilla
terística de la arcilla o greda se debe a la lisura y pequeñez de las par~ dar forma, t.~ abajar y emparejar la vasija. En la mayoría de las
partículas. Al secarse, las partículas de arcilla o greda se adosan Y regtones, las vastJas construidas por acordelado eran modeladas con
el material queda duro; el agua sirve como lubricante que permite el los dedos y raspadas con fragmentos de calabazas o herramientas si-
deslizamiento de estas partículas de arcilla. milares. En ciertos lugares de Norte América, para nivelar la super-
ficie de las vasijas construídas por acordelado se usaban los martillos
Después que se da forma a un objeto de arcilla, éste debe se-
de madera (paddles) golpeando contra piedras yunques contenidas den-
carse lentamente antes de proceder a su cocción (cochura). Así se per- tro. de las vasijas. Este sistema parece derivar de una técnica bastante
mite la evaporación del agua que se añadió para dar mayor plasticidad antigua de la región septentrional de Norte América que consistía en el
y facilitar el modelado. Si el agua no se evapora previamente hierve uso de yunque Y pala para modelar vasijas; estos objetos generalmente
durante la cocción y la superficie del objeto se resquebraja o rompe. estaban cubiertos con cuerdas. ,. '
Durante el curso del secado, los objetos de cerámica disminuyen de ta-
maño más o menos de un ocho a un diez por ciento debido a que una gran , ~n Mesoamérica y en la región Andina de Sud América, duran-
proporción de partículas que estaban dispuestas paralelamente, al eva- te las utllmas fases de la historia precolombina, las vasijas se forma-
porarse el agua se juntan hasta hacer contacto directo. Sin embargo, ban en ,moldes. Algunas, como la cerámica Chimú del norte del Perú
una porción de las partículas hace ángulo con las otras y al evaporar- se hacta e~ dos partes, cada una de las cuales se prensaba en un mol-
se el agua, estas zonas no se encogen, sino que forman pequeños agu-
jeros que dan porosidad al material.
de de la mitad de la vasija que, al mismo tiempo, imprimía un dibujo
23
22
con el cuerpo de la vasiJa y se distinguen fácilmente; en los tiestos
sobre la superficie; luego se juntaban las dos o más partes. Otro mé-
reducidos, es necesario examinar al microscopio para distinguir el
todo consistía en construir la vasija sobre un molde que generalmente
engobe de la superficie bruñida. La mayoría de las veces el engobe
era otra vasija. Frecue_ntemente, se empleaban palas o martillos ra-
está pulido.
nurados para modelar y estos dejaban marcas características en el
exterior.
Decoración
El método de manufactura, a menudo, puede determinarse por
los fragmentos. Las junturas entre los cordeles de arcilla son zonas Las técnicas de decoración utilizadas por los ceramistas na-
débiles y los trozos quebrados presentan bordes rectos y casi para- tivos de América fueron muy diversas. Este es el aspecto de las ce-
lelos. La marca dejada por el martillo o pala generalmente no se bo- rámicas que estaba menos limitado por las necesidades de la manu-
rra y puede verse con facilidad. Las vasijas moldeadas son fáciles de
factura o del empleo posterior de la vasija. La decoración era más
identificar, tanto por las impresiones de la superficie del lado del mol-
libre y variada para registrar los efectos de los estilos cambiantes y
de, como por las huellas digitales marcadas en la arcilla durante su
por esto es de gran utilidad para el arqueólogo.
trabajo en el molde.
Algunas de las formas generales de decoración son las si-
guientes: (a) inciso y otras técnicas similares como grabado y exciso
Acabado de la Superficie
para hendir la superficie de la vasija; (b) aplicaciones sobrepuestas;
(e) moldeado; (d) estampado y (e) pintado.
La superficie de las vasijas se terminaba de varias maneras
La más simple consistía en alisarla con la mano mientras estaba hú~e­
Una gran variedad de herramientas y técnicas se emplearon
da,lo que producía una superficie característica llena de protuberancias
P~ra hacer los i~s: las líneas se marcaban cuando la pasta estaba
Y depresiones. También se usaba una herramienta para raspar las su-
aun blanda, quedando una típica "línea labrada", o cuando la mezcla
perfici~s ext~rior e interior en el momento en que la mezcla adquiría
tenía la consistencia del cuero y la arcilla podía ser removida limpia-
la consistencia del cuero. Este sistema originaba una superficie lisa
mente de la incisión, o finalmente, cuando la vasija estaba fraguada
marcada por las estrías producidas por los granos de dicha mezc-la a
{dura), tanto antes como después de la cocción (cocimiento o cochura).
medida que eran desplazados por la herramienta.
~sta Última técnica, generalmente llamada "grabado", produce una
hnea rascada de bordes ásperos. Los dibujos en bajo relieve, hechos
. Para obtener una superficie pulida se la frotaba con una piedra
cuando la cerámica tenía la consistencia del cuero, son una variación
llsa o una herramienta similar cuando ésta adquiría la consistencia del
especial de esta técnica llamada "e~cisión".
cuero. Este sistema empuja los granos más grandes hacia el interior
de la vasija y atrae los granos más finos hacia la superficie donde se
Los diseños del moldeado, que comentamos anteriormente, a
tor~an compa~tos y forman una bruñida superficie. Existe una gran
menudo pueden reconocerse con facilidad. Sin embargo a veces puede
vartedad de sistemas para pulir superficies.
haber confusión entre la decoración de paleta (paddle) o la estampada.
La dec oracion
·' d e paleta resulta de la tecnica
, de yunque y paleta; en
Los engobes son delgadas capas de arcilla agregadas a la
cuyo caso la paleta estaba tallada o envuelta en textiles o cordeles La
superficie del tiesto antes de la cocción (cocimiento o cochura), gene- decoración estampada se aplicaba ya fuera con sellos cilindrícos ~ pla-
ralmente en forma de una mezcla cremosa de arcilla de finas partículas nos previamente tallados. El estampado ondulado ("rocker stamping"; 25
24 --
y agua. En los tiestos oxidados estos su e len .tener un color constrastante
burilado en Perú) era una técnica especial a menudo empleada con A pes~r de estas temperaturas relativam~nte bajas y de lo
incisiones; se aplicaba con un sello plano que se hacía oscilar de ade- tosco de los metodos.. de cocción, los ceramistas tenían cierto grado de
lante hacia atrás sobre la zona destinada a la decoración. con:ro~ sobre la atmosfera de cochura; si el combustible se aplica a la
ceram1ca de manera que haya buena ventilación, el carbón contenido en
La cerámica pintada varía desde un color de cocido naranja o la arcilla _Y el proporcionado por el combusÜble se queman completa-
rojo natural, a un polícromo de seis u ocho colores. Los colores más mente. ~1 la greda contiene hierro o hematita- la mayoría de las arci-
usadúS son los minerales y Se aplicaban con brochas antes de la COCCiÓn llas contiene estos elementos -y se cuece en una atmósfera oxidante
o cocimiento. El color, la técnica de aplicación y los dibujos son ras- la cer~mica adquirirá tonalidades rojas, amarillo claro 0 amarillo.'
gos notables de las cerámicas pintadas. En algunos casos, el color El cafe y los tonos tostados se producen por oxidación parcial.
era colocado después de la cocción o cocimiento, por lo que no queda-
ba firme y se borraba fácilmente. Un caso especial es el de los colo- En la cocción o cocimiento a horno abierto la cerámica se cu-
res de carbón, generalmente negros o grises, que se usaron en la bre con
1
combustible con el objeto de que hasta que éste se consuma 1
parte sudeste de Norte América, Mesoamérica y en la región andina permanezca rodeada de gases calientes que excluyen el oxígeno y
de América del Sur. Después .de cocer la vasija se pintaban los dibujos mantienen las condiciones del cocimiento a fuego lento. El carbón no
sobre la superficie con sustancias minerales o vegetales y, en muchos se quema separado de la arcilla e incluso se le puede agregar el del hu-
casos, se usaba un material para cubrir la superficie de fondo que mo del combustible ardiendo. Si se ~completa la cocción y la cerámica
debía quedar sin color; esta técnica se denomina generalmente !'pintu- se retira cuando predominan las condiciones de reducción, los tiestos
ra negativa". Al calentarla de nuevo el carbón de la pintura se tornaba emergen con varios tonos de gris. La oxidación parcial puede producir
negro y penetraba a través de la superficie; si la penetración era poco vasijas con capas exteriores de color gris e interior negro. Según
profunda se obtenía un color gris oscuro. Shepard ( 1956 ), los tiestos negros fueron tiznados intencionalmente, es
decir, se les añadió carbón exponiéndolos al humo.

Cocción (Cocimiento o Cochura)


Definición del Tipo de Cerámica
La cerámica nativa americana se cocía al aire libre o, a
en hoyos en la tierra, pero nunca en hornos cerrados construidos espe- La_discusión sobre los tipos de cerámica ha llegado a un pun-
cialmente para el efecto. Las vasijas después que se apilaban se seca- to en que es necesario hacer una definición formal. Como el lector lo
ban lo suficiente para eliminar el agua que se agregaba para dar plas- habrá notado, es difícil hacerlo en pocas palabras.
ticidad a la arcilla. A su alrededor y por debajo se colocaba el com-
bustible y, algunas veces, se ponían encima grandes fragmentos de Un tipo de. cerámica es el producto de una combinación de
cerámica para conservar el calor. Generalmente. se preferían los ~odos de .. manufactura y de decoración utilizado durante un lapso de
combustibles que producen poco humo; pasto y madera. En una región he;n.po mas o menos corto por pueblos habitantes de una región geo-
de Norte América se usó el carbón de piedra. Actualmente, los cera- g.r~flca relativamente pequeña. Por esta razón, el tipo puede ser·de-
mistas indígenas emplean el estiércol como c.ombustible, pero no hay flnldo Y reconocido por el empleo de un número limitado de materiales
evidencia de que lo utili~aran pastores prehistóricos del Perú. 'En d~s~rasantes, métodos de construcción, acabado de la superficie, co-
estas condiciones era imposible obtener las altas temperaturas que se Clmlento, formas y decoración. Como no existen límites natura-
consumen en la actualidad para la cocción de la cerámica. les en cuanto a tiempo y espacio, estos deben ser fijados por la

26 persona que clasifica durante el proceso de definición del tipo.


27
La consideración práctica más importante es que el tipo debe Algunos arqueólogos han creído simplificar el estudio de su
ser fácilmente reconocible, no sólo por la persona que lo define, sino trabajo dando a los tipos nombres fáciles de recordar y asignándoles el
también por cualquiera que lo utilice. Esto puede comprobarse hacien- mismo nombre del sitio en que se descubrieron. Así, los tipos de la
do que otras personas examinen la misma colección; si ellas no pueden cerámica encontrada en el sitio Alexander, en el valle del Rio Tennes-
mantener los tipos propuestos, estos no son prácticos. see, se denominaron Alexander Inciso, Alexander Punteado, Alexander
Ordinario, etc. Hay dos objeciones que hacer a esta práctica.· Prime-
Una vez definidos los tipos deben mantenerse. Si un fragmen- ro, se infiere que estos tipos se encontraran siempre asociados, lo que
to tiene rasgos que se han definido como pertenecientes al tipo "Fu- no siempre sucede y además, es un paso hacia la clasificación dendríti-
lano inciso", por ejemplo, debe mantenerse en este tipo sin atender a ca; más importante todavía es la inoperancia de tener todos los amigos
su procedencia o al modo en que esta clasificación afecte a la cronolo- llamados "Juan". La simple memorización de nombres no es útil, a
gía,. Una manera de tener un juicio objetivo, como se describió ante- menos que el individuo conozca el material; si el material es bien cono-
riormente, es mezclar todos los fragmentos y clasificarlos en tipos cido$ es más práctico escribir y hablar usando los nombres.
sin tomar en cuen'ta el sitio de que proceden. Otro buen método consis-
te en clasificar los fragmentos, varios días después mezclarlos y más Descripción de los Tipos
tarde reclasificarlos. Si esta reclasificación produce los mismos re-
sultados, se mantiene su consistencia. Para efectuar estas operacio- Se ha convertido en una costumbre describir los tipos de acuer-
nes se necesita una precisión mecánica y no deben permitirse las con- do a una forma más o menos generalizada. Las descripciones deben
clusiones ligeras que pueden afectar al trabajo. ser acuciosas y completas, pero no es necesario usar frases muy lar-
gas. Debe declararse lo que se considera el rasgo clave del tipo y, si
Denominación de los Tipos es posible, el margen de variación. El margen completo de decoración,
formas y bordes, debe ser ilustrado convenientemente con fotos y dibu-
Después de establecer un tipo, generalmente se le da un nom- jos. Las mediciones se hacen generalmente en milímetros y en centí-
bre, por la misma razón que se denomina a las personas . General- metros; la dureza se da de acuerdo a la escala geológica de M oh; algu-
mente, los nombres de los tipos constan de dos partes y la última, el nos clasificadores dan el color de acuerdo a catálogos o claves o a la
apellido o grupo, está formado por uno de los elementos descriptivos fórmula rueda-color correspondiente, pero esta excesiva precisión no
constantes que detallamos anteriormente. Aunque estos términos se justifica por el valor de la observación y, así, la clase de color,
constantes serán los mismos para los diferentes tipos, no implican generalmente, se establece en términos corrientes.
relaciones necesarias. El tipo "Fulano inciso" no tiene ninguna rela-
. " con e 1 t 1po
c1on · "e o 1es e reek Inciso "; simplemente, ambos están de- Los datos para la descripción de tipos deben acumularse en
corados con incisiones. forma de notas a medida que el material va pasando por la mesa de cla-
sificación. Pero es mejor separar, a medida que se clasifica, todos los
El primer nombre es el rasgo distintivo. Generalmente es fragmentos de un tipo (por ej. Fulano inciso )que puedan informar sobre
un nombre geográfico que de algún modo está relacionado con la cerá- la forma de la vasija o del borde. Entonces, una vez terminada esta cla-
mica; por lo menos en la mente de la persona que le dió el nombre. sificación preliminar, se reclasifican de acuerdo con las categorías de
Ejemplos del trabajo de Evans y Meggers sobre la Cuenca del Amazo- formas de la vasija y del borde,aquellos trozos que puedan aportar ma-
nas y Guayana Inglesa son: Camutins Ordinario, Pacoval Inciso, yores datos. Frecuentemente, esto dará información cronológica den-
Acauan Exciso, Joanes Pintado, Aruka Inciso, Rapununi Ordinario, tro del tipo, la que también puede presentarse gráficamente (fig. 15 ).
28 etc. 29
solamente lo suficiente para borrar las junturas del
A continuación copiamos algunos ejemplos de descripción: acordelado y tienen superficies muy irregulares y de-
siguales, con agujeros y canales dejados por la movi-
ANJOS ORDINARIO lización de las partículas de desgrasante. En muchos
fragmentos se observan las impresiones dejadas por
TAMAÑO DE LA MUESTRA: 13.724 fragmentos de cerámica. los dedos y manos.
PASTA: Dureza: Se rayan fácilmente con las uñas; 2. 5.
Método de manufactura: Acordelado. FORMA:
Desgrasante: Fragmentos de cerámica molidos; en un Borde: Sencillo o engrosado exteriormente, con un labio
solo ejemplar las partículas varían de grano fino (O. 5 redondeado y en ocas iones, un labio aplanado y bis e-
mm.) a grueso (4-6 mm.). Generalmente, el desgra- lado. Ocasionalmente con un ligero engrosamiento in-
sante se observa fácilmente porque tiene un color ana- terior. \
ranjado o tostado más claro que la pasta. Espesor de las paredes: 5-lOmm.; la mayoría 7-8 mm.
Textura: Mezcla desigual que deja burbujas de aire en Diámetros del cuerpo: Varían de 26-60 cm. con la ma-
torno a las partículas más grandes de desgrasante; di- yoría de los jarros grandes alrededor de 50 cm.
fícil de quebrar, bordes irregulares, granulares, que Base: Redondeada y ligeramente engrosada, generalmen-
se desmigajan (desmoronan) fácilmente. Ruido sordo te entre 2 y 5 mm. más gruesa que la pared.
y arcilloso cuando se golpean una contra otra. Formas de las vasijas reconstruidas a partir de fragmen-
Color: Varía desde el tostado claro al naranja brillante tos:
(fuerte). Es característico un naranja bien definido l. Jarros globulares cuyas paredes se curvan hacia
sobre fondo (núcleo) tostado, pero alrededor de un 10% el interior terminando en un borde sencillo
presenta más del 75o/o de la pasta naranja sobre un fi- con labio redondeado. El diámetro de la bo-
no fondo gris. A menudo se ven las partículas de co- ca varía entre 12-30 cm.; la mayoría 14-30
lor más claro del material desgrasante. cm. El diámetro máximo del cuerpo 26-60
Cocción: Oxidación completa; sin manchas de cocción. cm.
SUPERFICIES: 2. Jarros con cuerpos globulares con boca angosta
Color: y borde prominente engrosado exteriormente
Exterior: Es típico el naranja con apariencia difusa con labio redondeado; grosor de la sección
y polvorienta. Un pequeño porcentaje es de color na- del borde l. 5 cm.; diámetro del borde de 16-
ranja tostado. 24 cm.
Interior: Es típico el gris oscuro y opaco con un ma- 3. Jarros con cuerpo redondeado y paredes incli-
tiz anaranjado; un 25% tiene los mismos colores del nadas hacia dentro terminando en un borde
exterior: naranja a naranja tostado. sencillo de labio redondeado o cuadrado. Diá-
Tratamiento: Exterior e interior: Generalmente los metro de la boca 14-36 cm.; la mayoría 18-28
fragmentos con superficies exteriores mejor alisadas cm.
y unidas son también los que tienen un mejor acabado 4. Jarros con cuerpo redondeado y paredes en de-
interior. Alrededor de un 30% fueron alisados con clive para terminar en un borde engrosado
alguna herramienta y pulidos a mano, lo que deja una exteriormente con labio redondeado. Diámetro 31
superficie compacta y regular. Otros fueron alisados
30
del borde 14-34 cm.; la mayoría de 18-26 cm. (5) Cocción: en atmósfera oxidante; raras veces se
5. Tazones de cuerpo redondeado cuyos lados se observa un núcleo grisoso o negruzco central.
curvan hacia afuera y tienen borde sencillo TRATAMIENTO DE LA SUPERFICIE:
con labio redondeado o biselado. Diámetro (1) Color: típico: 12, A-5 (Pearlblush, Rosetan - );
del borde 12 -34 cm. gama: 11, B-2; 13, A-5 (Nougat Burlwood +);
Accesorios: Asa de sección redonda cuyo diámetro varía (2)Dureza de 3 a 3.5;
de 1 a'"~2 cm. Unida a la vasija mediante aplicación y (3) Regularidad: deficiente; frecuentes depresiones y
reforzado con un poco de arcilla en los puntos de con- elevaciones, estrías irregulares y otras aspere-
tacto. Largo 5-8 cm. y se separa 5 cm. de la pared zas;
del jarro. Son raras y, aparentemente, están reser- ( 4) Textura: áspera; la cerámica con desgrasante de
vadas para los jarros más grandes. tiestos molidos es algo más suave al tacto;
DIFERENCIAS TEMPORALES DENTRO DEL TIPO: La for- (5)Brillo: ausente;
ma 4 de vasijas es la forma dominante en la parte más ( 6) Baño: ausente;
antigua de la fase Mangueiras y muestra una declinación (7) Defectos: irregularidades en la forma del borde y
de frecuencia a través del tiempo. Las formas 1, 2 y 3 de la base; figuras y abrasiones; algunos granos
no tienen importancia sino en la última parte de la fase. del desgrasante de arena penetran a la superfi-
POSICION CRONOLOGICA DEL TIPO: El tipo Anjos Ordina- cie.
rio no se encuentra en la parte más antigua de la secuen- ESTRUCTURA:
cia de la fase Mangueiras, pero después de su aparición (1) En técnica de espirales, al juzgar por el tacto y la
aumenta en frecuencia hasta el final de la fase. fragmentación.
(Meggers y Evans 1957, 203-205) FORMA:
(1) Bordes: { v. referencia ~~
(2) Labio: redondeado toscamente; muy pocas varia-
ciones;
TIERRA ALTA ROJA Y SENCILLA ( 3) Cuerpo: recipientes grandes y medianos semiesfé-
ricos, globulares y subglobulares,con corto cue-
PASTA: llo y amplia abertura. Hay probablemente tam-
(1) Color: 11, B-2 (Sundown, Yosemite + ); 12, C -3; bién otras formas, eventualmente en forma de
(2)Inclusiones: el 60o/o muestra partículas esparcidas pera, pero no se pueden definir con toda certeza;
multicolores de arena cuarzosa, de tamaño media- (4)Bases: generalmente redondeadas; algunas veces
no y grande y de forma angular; el 40o/o muestra ocurren bases anulares o coronarias;
desgrasante de cerámica molida, en partículas me- (5)EspesoE.: promedio d~ 7 mms.;
dianas y de un color parecido al de la pasta, o algo DECORACION: /_ v. referencia j
más obscuro que ésta; FRECUENCIA: f. 981 ejemplare~.
(3) Textura: bastante friable y granulosa, sobre todo la ILUSTRACION: [y_. referenciaj
cerámica que contiene desgrasante de arena;
(4) Fragmentación: irregular, con caras fracturadas gra-
32 nulosas y desmoronadas; 33
Base: Aplanada
SAN PABLO ORDINARIO Perfil
Formas principales:
TAMAÑO DE LA MUESTRA: 2.125 tiestos. Ollas de la Forma 12: 27o/o
PASTA: Ollas de la Forma 14: 55o/o
Método de manufactura: Acordelado. Tazones de la Forma 6: 9o/o
Desgrasante: Arena gruesa, redondeada; partículas hasta Formas secundarias:
de 5 mm. , generalmente 2-3 mm. Esta masa difiere Tazones de Formas 2, 4, 5 y 7
del Valdivia Brochado y Valdivia Tiras Sobrepuestas Ollas de Formas 8, 9, 11 y 15
en que ·no tiene las partículas blancas de feldespato,cuar- DIFERENCIAS TEMPORALES: Ninguna.
zo y concha que caracteriza estos tipos. El desgrasan- POSICION CRONOLOGICA: San Pablo Ordinario es el tipo
te de San Pablo Ordinario parece derivarse de roca gra- predominante de la cerámica ordinaria en el Período A.
nítica descompuesta más bien que de arena de playa ma- Continúa apareciendo en Períodos posteriores pero nor-
rina. , . malmente en frecuencia inferior al 10%.
Textura: Mezcla pobre que resulta en distribucion desl- ( Evans, Meggers y Estrada, 1959, pp. 34-35)
gual de los granos del desgrasante, apari~ncia laminar
y numerosas burbujas de aire. Fractura 1rregular, pe- V ALDIVIA INCISO
ro bordes no friables.
Color: Gama completa desde naranja-pardusco hasta gris, TAMAÑO DE LA MUESTRA: 3. 244 tiestos.
pasando por naranja-café y café-gris. Algunos tiestos PASTA:
cocidos al pardo o naranja hasta 2 ó 3 mm. de profun- Método de Manufactura: Acordelado. La mayoría de los
didad en ambos lados, dejando una alma gris delgada. especímenes tienen la unión de los rollos bien amasada
Cocimiento: Oxidación incompleta hasta completa. y completamente borrada, pero algunos muestran frac-
SUPERFICIE: tura en la unión.
Color: Varía de naranja-rojizo, a café pálido, naranja- Desgrasante: Arena fina a media en cantidad suficiente
café, naranja-gris, o café-gris. Manchas de cochura para ser visible en la pasta a simple vista. El tama-
más frecuentes en el exterior. El exterior tiznado con ño de los granos es usualmente inferior a O, 5 mm.,
carbón del cocinar en fuego abierto. pero algunos tiestos tienen pasta de San Pablo Ordina-
Tratamiento: Alisado a mano, a veces algo raspado o pu- rio con partículas de desgrasante de 4 a 9 mm.
lido a guijarro, ~ro usualmente muy desigual e irregu- Textura: Arenosa. El desgrasant~~ no siempre está bien
lar con hoyuelos sin arreglar. Ocasionalmente es- mezclado, resultando en apiñamiento de los granos de
trí~s del pulido al interior del cuello. Rajaduras de arena. Numerosas burbujas grandes y pequeñas se
los granos grandes y salientes. presentan en ciertos tiestos, indicando trabajo con la
Dureza: 3, 5 a 4 en la escala de Mohs. arcilla muy húmeda. Fractura extramadamente irre-
FORMA: gular.
Borde: Doblado, directo, combado o interiormente engro- Color: Naranja rojizo, naranja pardo, naranja o naran-
sado, con labio aplanado, biselado o redondéado., ja gris, con escasas áreas grises oscuras debidas a
Espesor:de las paredes: Entre 6 y 10 mm.; la mayor1a manchas de cochura. Algunos tiestos de ollas tienen 35
entre 7 y 8 mm.
34
engobe rojo en el interior del cuello, con el engobe empleada. La ejecución del diseño da una impresión
extendiéndose sobre el exterior del borde. de apuro, con las líneas espaciadas irregularmente,
Tratamiento: desigualmente paralelas, o con las intersecciones in-
Exterior: Alisado y bastante parejo, pero sin pulir; completas o sobrepasadas. Algunos ejemplares tie-
a veces se notan marcas de alisamiento a mano. Los nen un saliente decorado con picotazos o puntos al mar-
granos del desgrasante a menudo sobresalen. gen inferior de la zona incisa.
Interior: Mejor alisado en el cuello que en el exterior, Motivo: La decoración aparece en una banda alrededor
con 50% de los tiestos mostrando algún grado de puli- del cuello de la olla, dejando la panza llana. Los mo-
do. Un 5% de los interiores de los cuellos tienen un tivos siguientes son los más comunes:
engobe rojo delgado, que es n~ás delgado y menos bien A. Zigzag producido por movimientos paralelos y
aplicado que el engobe del Valdivia Rojo Pulido. oblicuos alternadamente a derecha e izquierda.
Dureza: 4 en la escala de Mohs. Los segmentos inclinados son producidos por mo-
FORMA: vimientos independientes y las líneas a menudo no
Borde: Normalmente engrosado exteriormente o directo, llegan a intersectarse 1 impiamente. Ejecución de
algunas veces expandido, doblado o evertido: labio buena a mala.
redondeado, biselado o aplanado. B. Cuadriculado variando de grande a fino.
Espesor de las paredes: Fluctúa entre 5 y 14 mm.; mayo- C. Rayado horizontal.
ría 7-9 mm., espesor varía 1-3 mm. en un tiesto dado. D. Hileras de rayado oblicuo, alternadamente a de-
Base: Por cuanto el área decorada estaba confinada al recha e izquierda. Defiere del Motivo A en que
cuello, ninguna base pudo ser atribuida con precisión tiene bien marcada la separación de las bandas de
a este tipo. Las formas son probablemente las de líneas incisas.
Valdivia Ordinario. E. Filete decorado con hilera de picotazos, usual-
Perfil: mente _al margen inferior del área decorada, pero
Formas principales: ocasionalmente incorporada a ella.
Ollas de Forma 10: 41% F. Rayado vertical
Ollas de Forma ll: 37% DIFERENCIAS TEMPORALES: Los motivos A, B y C, apare-
Ollas de Forma 13: 13% cen en todos los períodos y representan la mayoría de los
Formas secundarias: tiestos. Los demás motivos no aparecen sino al inicio
Ollas de Forma 12. del Período B.
DECORACION: POSICION CRONOLOGICA: Valdivia Inciso está presente en
Técnica: Líneas incisas fluctuantes entre O, 5 y 4, O mm. toda la Fase Valdivia, con frecuencia en aumento. Re-
de ancho: la mayoría de 1 a 3 mm. Siempre bien de- lativamente rara en el Período A, llega a ser el tipo de-
finidas, a menudo 2 mm. de profundidad. Una pesta- corado dominante en el Período D, en el cual alcanza
ña se levanta sobre los bordes de la incisión, aumen- una frecuencia de 21%.
tando la ~p_ariencia ~e profundi?ad y haciendo áspera (Evans, Meggers y Estrada, 1959, pp. 54-56)
la superflc1e. Las llneas term1nan en punta, y¡ tienen
sección en U. El ancho es relativamente uniforme en
36 cada tiesto, pero varía algo de acuerdo con la presión 37
Registro de la Clasificación y Cálculó de Porcentajes variedad de cerámica; pero, después de todo, este no es nuestro objeti-
vo. Lo que estamos tratando de hacer es construir una cronología que
El arqueólogo debe anotar los datos en forma simple y com- sirva como esquema para fechar. Los aspectos de la cerámica que con-
pleta~ Para anotar la tipificación de las colecciones es muy práctico ducen a dicho error son también el resultado ele influencias culturales
usar un formulario impreso o mimeografiado, de tamaño conveniente. y como tales sirven muy bien para nuestros propósitos. Si el aumento
En la figura 4 se ilustra un formulario de 5 x 8 pulgadas (12, 5 x aparente de popularidad del tipo ordinario se debe en realidad a un au-
20 cm. ). Para cada colección se usa una hoja separada, tanto para mento del tamaño de la olla, esto es tan Útil para los propósitos crono-
los niveles de excavaciones por estratos como para colecciones de lógicos como el aumento real de su popularidad. Debe reconocerse que
superficie en áreas limitadas. El nombre del tipo se escribe a la iz - hacer un estudio de fragmentos provenientes de un basural tiene éste y
quierda y se anota el número de fragmentos del cuerpo y del borde y la otros defectos, pero estos defectos están lejos de invalidar el sistema.
suma de ambos forma el total de fragmentos de cada tipo en las colee- Las vasijas enterjls, provenientes de tumbas, darán más informaciones
e iones. El número total de fragmentos se suma al final. acerca de la forma, de la decoración, etc. ,pero no darán una cronología
precisa como la que se persigue.
Podemos suponer, más o menos correctamente, que cada una
de estas colecciones es una muestra representativa de la cerámica he-
cha por un pueblo prehistórico en un punto determinado de su historia
cerámica. De este modo, el porcentaje que corresponde a cada tipo,
dentro del total de fragmentos de la colección, indicaría la popularidad
de que gozaba en ese momento determinado. Generalmente, estos por-
centajes se escriben como decimales de tres cifras que deben sumar
aproximadamente l. 000. Una regla de cálculo es lo más conveniente
para estas operaciones.

Supongamos que la primera tentativa de tipología ha sido


aplicada a las colecciones y que hemos calculado los porcentajes de po-
pularidad para cada tipo. Aquí nos encontramos con una posibilidad de
error que preocupa a algunos arqueólogos: consiste en que estos por-
centajes no reflejan exactamente el número de ollas utilizados en la
antigua aldea, tomada como muestra. Las ollas grandes producen más
fragmentos que las ollas pequeñas; cuando las vasijas están decoradas
con una banda alrededor del borde, los fragmentos de la parte superior
se incluirán en un tipo decorado, mientras que los fragmentos del res-
to del cuerpo se clasificarán en otro tipo. En algunos casos la situa-
ción es aun peor; una porción de la decoración cabe dentro de un tipo y
otra parte en otro tipo.

Todo esto que estremece al purista, no es tan malo como


38 parece. Sería muy ~gradable tener la proporción exacta de cada
39
en la posición temporal máxima del tipo, en la frecuencia y en la
longitud del tiempo de permanencia del tipo.

La figura 6 ilustra la historia cuantitativa de una tradición


V. COMO PRECISAR CRONOLOGIAS cultural, en este caso se trata de la historia de los diversos métodos
de iluminación artificial empleados en el estado de Pennsylvania desde
1850 a 1950. La cronología de cualquier lugar del mundo será similar,
Patrones Cronológicos de los Tipos pero la proporción de los diferentes aparatos de iluminación será
diferente. Incluso, al lector se le ocurrirán tipologías más detalladas·
Al diseñar el tipo cultural lo hemos dotado de algunas carac- para tener una medida más clara del tiempo. Así, la bombilla eléctri-
terísticas peculiares que vale la pena estudiar. Una de ellas es su e i- ca puede ser subdividida en varias formas: filamento de carbono, fi-
clo de popularidad. Un tipo claramente definido aparecerá primero lamento de tunsgteno sellado al vacío en el extremo superior de la
con poca frecuencia; con el paso del tiempo alcanzará una popularidad bombilla y sellado al vacío en la base de la bombilla.
máxima, mayor o menor, que luego se desvanecerá. La historia de un
estilo específico de vestido -el "new loo k" de algunos años atrás- es un En esta figura también se ilustra el proceso de fechar una
ejemplo de ésto. La popularidad de un tipo es el fenómeno más útil muestra de edad desconocida. El caso X -en el cual las líneas negras
porque sirve como una manera muy sensible para medir el paso del muestran los tipos de frecuencia que éste tiene - no puede ajustar en
tiempo. Sin embargo, debemos tener presente que esto resulta del ningún otro punto en el gráfico, tiene que ser fechado en 1865.
acto de definir el tipo. Si no se adhiere firmemente a la definición del
tipo y se permite cambios al clasificar, la curva de popularidad será Un ejemplo de cronología se da en la figura 7 que representa
inútil. la historia cerámica de una pequeña área geográfica en el valle del
. río Mississippi entre los años 300 A. C. y 1700 D. C. Como todas
Por supuesto, la combinación de influencias culturales que ha las cronologías similares, este patrón es único; las aéras vecinas pue-
sido definida como un tipo, generalmente no desaparece. Cambia gra- den tener los mismo tipos, dentro de una cronología sirp.ilar, pero
dualmente a una forma diferente pero reconocible, así el tipo A se es- las proporciones serán diferentes.
fuma para dar paso a su descendiente, el tipo B. Estos tipos secuen-
ciales se han formado de una tradición cerámica y a veces se deno- Ahora debe estar clara la forma en que difieren una cronología
" J ,
minan series". cuantitativa y una impresionante sucesión de los llamados "períodos
culturales". La sucesión de períodos de la cronología que se muestra
La mayoría de los pueblos que han llegado a poseer cerámica en la figura 7 están anotados en el lado derecho: Tchefuncte, Marksville,
tienen varias tradiciones que se desarrollan paralelamente pero a ve- Troyville, Coles Creek, Plaquemine y Natchez. El gráfico muestra
locidades diferentes. Se explicó anteriormente que estas tradiciones que en cada período hubo cambios y aporta una medida del paso del
provienen - y se mantienen - de las clasificaciones internas de la tiempo muy superior a la que da el simple uso de nombres.
cultura. En la figura 5~ la tipología está basada en la forma (más fá-
cil de mostrar) y hay tres tradiciones: cántaros, plb.tos para alimen- Para buscar el patrón cronológico de una región se pueden
tos Y jarros para almacenar. Cuando se establecen los tipos de es- usar, juntos o separados, dos métodos: seriación y estratificación.
tas tradiciones se forma un patrón cronológico. Este patrón consiste
40 41
Seriación muy importantes no representados, la seriación estará
interrumpida.
La seriación es un método muy útil para revisar los sitios
en que se han obtenido colecciones de superficie. También se utiliza P.a~a hacer una seriación, el primer paso es limpiar, catalo-
para ordenar colecciones logradas por excavaciones, pero que no están gar Y cla~tftcar las colecciones y calcular el porcentaje de popularidad
relacionadas estratigráficamente. de cada tlpo. En este momento los datos podrán ser trasladados a un
gráfico. Para este propósito, lo más conveniente es un papel mili me-
Para obtener éxito en una seriación hay que cumplir con varios trado de 50 cms. de ancho, que puede ser obtenido en rollos. Primero
requisitos adicionales a aquellos que se usan para conseguir una ti- se ha~ e .una clav:e que muestre las posiciones que tendrán los tipos en
pología sólida y correcta, como se señalara anteriormente. Estos son el graftco termtnado. Se selecciona una línea vertical para cada tipo
los siguientes: y se ~ar~a en. . dicha c~ave. Naturalmente, los tipos más populares
necesitaran mas espacio que los tipos menos populares.
l. El material debe ser recolectado en una región geográfi-
ca limitada para que las diferencias de calidad y cantidad El papel marcado se corta en amplias bandas de 5 cms de
de éste no se deban al factor espacial. ancho Y cada una llevará la frecuencia con que se presenta ~1 tip~ en
cada colección. Generalmente, las bandas se marcan con el nombre
2. Cada colección debe recogerse ,:sin seleccionar y debe ser del sitio Y el número del catálogo en el margen izquierdo y al lado de-
bastante grande como para poder obtener porcentajes recho s~ anota el número total de fragmentos de la colección (fig. 8 ).
útiles. Es conveniente un total de 100 o más fragmentos, En seguida, cada banda se sitúa a lo largo de la clave y el porcentaje
pero en determinadas ocasiones pueden utilizarse colec- que corresponde a cada tipo se anota en la columna vertical correspon-
d.1ent e o 11 eJe
• d e hpo
. " . Estas anotaciones se colocan un poco más aba-
ciones pequeñas de 50 fragmentos.
jo del. borde superior de la banda, más o menos 5 mm. , par-a dejar
3. Cada colección debe representar un corto período de tiem- espac1o para la barra horizontal que les dará forma visual. Las
po, mientras más corto mejor. Una muestra de cerámica barr~s ~e frecuencia se dibujan a continuación. El largo de las ba-
que represente un instante en el tiempo sería lo ideal, pe- rras 1nd1ca el porcentaje correspondiente á. cada tipo, de acuerdo a
ro, por supuesto, esto no puede conseguirse nunca. Co- una escala conveniente. Con el objeto de reducir el ancho de las
lecciones de fragmentos que representan largos períodos ilustraciones sin sacrificar el efecto visual deseado las barras se
de tiempo son útiles como indicadores de lugares en los t~abajan hacia ambos lados del eje del tipo. La ma;oría de las ilustra-
que se debe practicar estratigrafía, pero no pueden ser Clo~es presentadas en el texto se dibujaron en una escala en que 1 mm. ·
utilizadas para seriación. A menudo una parte de una equ1vale a 1 por ciento. Así, el largo total de la barra queda en una
aldea puede ser más antigua que otra; estas posibilidades escala en que 2 mm. equivalen a 1 por ciento.
deben ser estudiadas cuidadosamente y, ante la menor
sospecha, es conveniente hacer colecciones separadas. . De~pués que se preparan las bandas para las colecciones co-
mte~za la busqueda del patrón. Usando un papel de gráfico como fondo
4. La región en estudio debe ser explorada cuidadosamente se d~sponen las bandas como las hojas de una persiana veneciana, y se
para asegurar que las muestras obtenidas representan sosh~nen con un clip (fig. 8 ). Deben ser arregladas una y otra vez
todo el lapso de ocupación. Si todas las colecciones son r~laclonando unas con otras hasta que aparezca el patrón más claro.
de la misma fecha, no darán seriaciones.; si hay lapsos En el curso de este proceso se notará que algunas bandas presentan
42 43
estos se encuentran nueve niveles de un corte estratigráfico. Los
mezclados los tipos más antiguos con los más modernos, lo que obs- niveles están indicados por números romanos y las barras corres-
curece el aumento y disminución de las frecuencias de los tipos. Estos pendientes están sombreadas.
representan ya sea sitios de reocupación o localidades que han estado
deshabitadas por un largo período de tiempo. En ambos casos, estos Hay varias peculiaridades y limitaciones en la técnica de seria-
sitios son adecuados para hacer una estratigrafía, pero las bandas de- clan. Primero está el hecho de que en una seriación correcta no
ben retirarse del gráfico de seriación. hay manera de determinar cual de los extremos del patrón es el más
reciente o cual es el más antiguo. Sin embargo, es muy raro que un
Como ya se mencionó, este es el momento de hacer una revi- patrón histórico esté invertido; tanto la información estratigráfica como
sión de la tipología en un intento de hacerla más eficiente. Mientras la información sobre los contactos con culturas históricas servirá para
más corto sea el lapso cubierto por un tipo, éste servirá mejor como mostrar cual extremo es el más antiguo. Generalmente, el arqueólogo
medida cronológica. ¿Pueden diferenciarse los fragmentos que repre- lo determina a partir de las relaciones existentes con cronologías esta-
sentan la fase creciente del tipo "Fulano inciso" de los fragmentos que blecidas.
marcan la fase de declinación? ¿Son los tipos M y N, muy parecidos,
entidades realmente Útiles ? Si actúan de la misma manera a través Algunas de las limitaciones de la seriación son compartidas
del tiempo, podrían refundirse en un solo tipo para simplificar el cua- por la estratigrafía. Un gráfico de seriación es a menudo un cuadro
dro, pero antes de hacer ésto debe investigarse si estas variaciones deshilachado y fuera de foco de lo que realmente ocurrió en la historia
tienen significación geográfica. Lo normal es rehacer la tipología y de la cerámica. Esto se debe a tres razones principales: (1) el error
hacer dos o tres equipos de gráficos. de muestreo al recoger las colecciones; (2) el hecho de que aun los cla-
sificadores más experimentados permitirán cierto grado de elasticidad
Un ejemplo muy claro de seriación de colecciones de fragmen- al tipificar los fragmentos; (3) lo más serio, quizás, es que las colec-
tos se muestra en la figura 9. Estas son colecciones de superficie de ciones no representan una muestra instantánea como sería el ideal.
una pequeña región de Virginia en la parte oriental del estado (Evans, El período de tiempo durante el cual estuvo ocupado un sitio se trata,
1955, Fig. 19). Debe notarse que de la configuración del sitio más an- necesariamente, como si fuera el instante ideal y por esto resulta que
tiguo y el inmediatamente siguiente, Evans deduce que hay una ruptura algunos tipos aparecen en el gráfico antes de hacerlo de hecho y perdu-
de la línea de secuencia que no era llenada por ninguno de los sitios ran más de lo que fue en realidad. Por estas razones, la posición rela-
estudiados. Igualmente, en la cronología del valle de Virú en la costa tiva de la máxima frecuencia es un determinante más digno de confian-
del Perú (fig. 14) había una interrupción similar en las informaciones za que los puntos de aparición y desaparición del tipo.
obtenidas por estratificación. Esta interrupción se encuentra entre los
puntos J y L, y ha sido llenada casi completamente mediante seriación
de colecciones de superficie que representan un corto período de tiem- Estratigrafía
po.
Algunos de los arqueólogos europeos critican dur.amente la
Otro ejemplo de seriación se muestra en la figura 11. Estas son lamentable preocupación de 1 os americanos por la "estratigrafía mé-
colecciones de fragmentos excavadas en los pisos de las casas de la trica". Cavar basurales a niveles arbitrarios de 3 pulgadas o 10 cms.
cultura Mogollón en el estado de Nuevo México en los Estados Unidos. se estima una desconsideración para con el valioso informe que se pue-
de obtener si el desecho se separa a través de la estratificación "na-
Un tercer ejemplo de seriación presentado en la figura 1 O mues- tural" que es fácil de observar en los depósitos.
45
44 tra colecciones de una región limitada del Río Ohio. Intercalado con
Estos críticos parecen no considerar que en arqueología, al Todas las técnicas arqueológicas deben ser razonada y lógi-
igual que en geología, hay diferencias importantes entre estratificación camente utilizadas. Es tan absurdo excavar metódicamente a niveles
capas visibles en un depósito, y estratigrafía, historia que puede deri- de 10 cm.·, como simplemente separar colecciones basándose en la
varse del estudio de los depósitos y sus contenidos. estratificación visible. Si la basura fue arrojada por una ladera como
en algunos depósitos, entonces los niveles arbitrarios deberán e~ca­
Debemos insistir en que la separación vertical de los fragmen- varse con la misma pendiente. Si los niveles arbitrarios proyectados
tos y otros materiales culturales efectuada solamente a través de las incluyen el_material que se encuentra encima y debajo del piso de una
brechas observables en un depósito, equivaldría a una variedad arqueo- casa o un patio, sería un gran error mantener este sistema.
lógica de "geologíacataclísmica". Si las líneas de demarcación obser-
vables constituyen hechos signific_ativos en la historia de un sitio, las Es sólo una pequeña exageración decir que la estratigrafía
colecciones de los diversos estratos deberán procurarnos la informa- exi~te en ~ada sitio en el cual ha vivido un pueblo durante cualquier es-
ción para distinguir los períodos. Podríamos decir que el depósito in- pacio de tiempo. Aun en el curso de una breve ocupación la cultura
. '
ferior corresponde al período A y que los que siguen sucesivamente son del grupo .tiene que haber experimentado algún cambio y éste debe ha-
B, C, D. etc. berse registrado en los utensilios quebrados, desechados o perdidos
en el basural de la aldea. Si el arqueólogo no encuentra una evidencia
Este procedimiento nos ha permitido dividir la historia en pe- del.cambio, generalmente puede haber sucedido dos cosas: que el ma-
ríodos marcados por acontecimientos históricos tales como la construc- terial se ha revuelto y alterado tanto que no es posible detectar la se-
ción de un cobertizo o un gran incendio. Nos parece remota la posibi- cuencia del cambio o que las técnicas aplicadas no son suficientemen-
lidad de que un sitio vecino, ocupado por el mismo espacio de. tiempo, te sensibles.
estuviera sujeto a la misma secuencia de hechos.
Naturalmente, la interpretación completa de la historia de un
Por lo tanto, es sóÍo una posibilidad y no se justifica de nin- lugar no puede ser hecha sobre la base de una pequeña excavación,
guna manera, suponer que toda la línea de demarcación observable re- porque entonces habrá, indudablemente, vacíos en la historia. En el
presente un hecho importante. "test" estratigráfico preliminar, 'generalmente se realizan varios cor-
tes en diferentes partes de cada uno de los sitios profundos, con la
Es posible que la excavación se efectúe en un patio de tamaño esperanza de que la información obtenida pueda ser suplementaria. Lo
pequeño que puede haberse mantenido limpio por un año, pero también mismo se ;spera de los informes proporcionados por lugares vecinos
es posible que se haya conservado limpio durante 100 años y, en ese contemporaneos.
caso, represente un vacío histórico mayor que el que presenta el depó-
sito. En el mismo sentido, un metro de basura indiferenciada acumu- Como ya se han discutido algunas de las limitaciones inhe-
lada durante un año puede representar o un pequeño fragmento de la rentes a las técnicas de seriación, ahora debemos profundizar sobre
cronología o muchos años de depósito. El único camino para determi- los defectos de las informaciones proporcionadas por excavaciones
nar cual de estas condiciones prevalece es excavar en niveles arbitra- estratig_ráficas en lugares que cubren un gran intervalo de tiempo. Si
rios lo más delgados posibles. La estratificación debe anotarse cui- cada seis meses, los pueblos antiguos hubieran extendido sus basuras
dadosamente. Después de hace.r el gráfico de la cerámica de estos sobre un sitio uniformemente plano y las hubieran cubierto con un
niveles, éste debe ser cotejado con la estratificación visible; de esta depósito de ar;na bl~nca y limpia de 5 cms., el gráfico estratigráfico
manera obtendremos su claro significado. resultante seria casi perfecto; desgraciadamente esto es una utopía.
46 47
El crecimiento de la superficie de los depósitos era irregular. Cons- Terminado esto se construyen los gráficos de bandas que mues-
tantemente se producían superposiciones de las capas del suelo al cavar tran las frecuencias de los tipos para cada nivel en cada corte estrati-
agujeros u hoyos para postes y, además, había cierto grado de mezcla gráfico. Como ayuda visual es útil emplear colores diferentes para
debido· a los accidentes del tránsito humano. Los hoyos más evidentes cada excavación. En seguida estos gráficos pueden ser ensamblados
deberían asignarse a los niveles desde los cuales surgieron en el cur- de una manera similar a los gráficos de colecciones de superficie,
so de la excavación. Sin embargo, es imposible pretender que el ex- descritos anteriormente (fig. 8 ). La única diferencia consiste en
cavador pueda detectar toda esta actividad. En muchas ocasiones se que estamos obligados a mantener los niveles de los cortes estra-
ha demostrado que esta mezcla se ha producido en el oscuro seno de tificados en el orden correspondiente: el nivel superior debe estar
depósitos donde las líneas de separación no eran visibles. De estas siempre colocado so}?re el segundo, el segundo sobre el tercero,
alteraciones prehistóricas resulta un gráfico cronológico difuso y fuera etc. Se espera que las excavaciones estratigráficas hechas en diferen-
de foco. La máxima frecuencia de los diversos tipos estará en posi- tes lugares de un mismo sitio sean paralelas en el tiempo, por lo me-
ción correcta, pero algunos parecerán haber comenzado su ciclo de nos en parte. Sin embargo, debe esperarse que, en muchos casos,
popularidad demasiado temprano y terminado demasiado tarde. La mi- una parte de la antigua aldea haya sido construída antes que el res-
gración hacia arriba de los fragmentos más antiguos parece ser un to y otras, hayan sido habitadas en una fecha posterior. Esto puede
fenómeno muy común. demostrarse cotejando los patrones cronológicos. La comparación
directa puede hacerse por interpolación de las bandas que representan
Todos los gráficos cronológicos son algo difusos, tanto si se niveles de varios cortes, y así obten~r el mejor patrón (fig. 12, 14).
han basado en seriación de colecciones de superficie o en excavaciones Esto no sólo mostrará la duración relativa de parte de un sitio, sino
estratigráficas; esto es una falla típica de los depósitos que se han acu- que también revelará vacíos en ciertas partes de la aldea donde los
mulado muy lentamente y que por esto tienen una distancia vertical muy patios se mantuvieron limpios por períodos de años, o donde por azar
corta entre los materiales más antiguos y los más recientes. En algu- no se depositó basura durante cierto tiempo.
nos casos la distorsión es tan notable que estos gráficos no pueden
usarse para hacer una cronología. Esta distorsión se hace evidente Si se seleccionan correctamente los sitios para probar la es-
cuando el gráfico de la excavación se compara con otras excavaciones tratigrafía, los gráficos resultantes de las frecuencias de tipos cubri-
o seriaciones que no estaban afectadas en el mismo grado. rán varias partes de la cronología, y muy probablemente se superpon-
drán unas a otras. También aquí las bandas del gráfico que represen-
Supongamos que el arqueólogo ha hecho un estudio (reconoci- tan los niveles superiores de los sitios más antiguos, deben ser colo-
miento) coleccionando muestras representativas de fragmentos de cadas entre las bandas que representan los niveles más antiguos de
cerámica en un número importante de sitios que se encuentran ·en una los sitios más modernos, con el objeto de formar un patrón lo más
región geográfica limitada; que ha elaborado una tipología de prueba y claro y acucioso posible. La figura 14, rriuestrala cronología cerámica
ha seriado las colecciones de superficie. Entonces, sobre la base de de un pequeño valle de la costa del Perú; nótese la sobreposición de
estas informaciones, ha seleccionado lugares que abarcan largos in- los cortes A y B del sitio 51. También, nótese cómo el margen de
tervalos de tiempo (que probablemente fueron inútiles para los propó- tiempo representado por el sitio V -51 se superpone al que deriva de
sitos de seriación) y ha hecho varios cortes estratigráficos en cada las excavaciones en el sitio V-162. Por azar y por cuidadosa selec-
lugar. Por supuesto, el arqueólogo debe haber seleccionado lugares ción de los sitios a excavar, los otros cortes estratigráficos de varios
representativos de períodos de tiempo correspondientes a la cronolo- sitios diferentes cubren todas las partes de esta cronología excepto un
gía antigua media y moderna. espacio de tiempo entre los momentos I y K; este vacío se llenó par-
48 cialmente seriando colecciones de superficie.
49
los acontecimientos prehistóricos. No debe olvidarse, sin embargo,
Gráfico Cronológico de los Rasgos Cerámicos
que éste es un orden relativo. Sabemos que ciert~s coleccion.es son,
más antiguas que otras, pero no sabemos cuanto tlempo efectlvo esta
Establecer tipos de cerámica no es el único camino para
involucrado. La longitud del tiempo puede ser completamente distinta
estudiar alfarería. Cuando se manejan grandes colecciones de vasijas
para las diferentes secciones de un gráfico. Por esta razón, si otra
enteras, como las que se obtienen en las excavaciones de cementerios,
prueba lo requiere, tenemos perfecto derecho para alargar o acortar
algunos arqueólogos prefieren trabajar con qecoraciones; formas es..:..
varias secciones del gráfico como si estuviera dibujado en una lámina
pecíficas y otros rasgos, en lugar de hacerlo con el conjunto de rasgos
de caucho y no sobre papel.
cerámicos que llamamos tipo. Los estudios de esta naturaleza desta-
can la extensión temporal de los rasgos que indudablemente fueron La cantidad real de tiempo representada por cada parte de un
considerados por la persona que clasificó al determinar el tipo de la gráfico es un problema que tiene que ser resuelto por medio de un mé-
cerámica, pero que son susceptibles de no tomarse en cuenta porque todo para fechar, como el carbono 14. El gráfico de Estrada, Evans
están encubiertos en la descripción del tipo. Frecuentamente, un ras- y Meggers en el sitio Valdivia de Ecuador puede servir como ejemplo
go puede ser compartido por varios tipos contemporáneos. (fig. 16). Tres fechas de radiocarbono del corte A caen en la secuen-
cia adecuada; si las fechas deben tomarse literalmente, indican que el
Esta información no sólo debe ser verbal si se usa el método
basural de Valdivia se acumuló a una velocidad promedio de 1 cm. por
tipológico. De hecho, el informe sobre la forma de las vasijas, moti-
año durante los primeros 400 años de ocupación. Los tres niveles su-
vos de decoración, etc., puede ser presentado en un contexto más
periores de este mismo corte son un ejemplo de reocupación después
significativo que cuando se les presenta aislados y se les estudia se- de un lapso de años.
parados de sus asociaciones. El análisis cuantitativo de las formas,
rasgos del borde, decoraciones, etc., no sólo informa sino que tam-
La figura 17 muestra la interpolación de 14 cortes estratifica-
bién sirve para reforzar las seriaciones basadas en el análisis cuan-
dos ubicados cerca de los ríos Ventuari, Atabapo y Orinoco en Vene-
titativo de los tipos. Un ejemplo de esta variedad se ilustra en la fi-
zuela (de un manuscrito en preparación por Evans,Meggers y Cruxent).
gura 15que se refiere a las colecciones de cerámica de Kabah en Yu-
Este gráfico fue preparado 6 meses antes de recibir las ocho fechas
catán. Otro ejempio encontramos en el análisis de las formas de las
de radiocarbono que se anotan a la izquierda. Considerando la lenti-
vasijas de los tipos de cerámica de la fase Mazagao del territorio de
tud del cambio cuantitativo mostrada por el gráfico, la concordancia
Amapá, Brasil (Meggers y Evans, 1957, pp. 101-102 ).
de la seriación y el carbono 14 es notable.

Gráfico Cronológico e Interpretación de la Prehistoria Varias fechas de radiocarbono indican que la cronología de la
boca del río Rojo dada en la figura 7, cubre un espacio de tiempo que se
La metodología tipológica que se ha discutido permite cons- extiende desde el año 300 A. C. hasta el año 1700 D. C. (2. 000 años) y
truir gráficos cronológicos que muestran tanto las cantidades como la la amplitud de la cronología del valle Virú (fig. 14) se extiende desde
naturaleza de los fenómenos culturales. Estos gráficos se pueden el año 800 A.C. hasta el año 1500 D. C. (aprox. 2. 300 años). Es pro-
construir a base de excavaciones estratigráficas o de seriación de co- bable que estas colecciones estén fechadas relativamente en esta es-
lecciones de superficie o de colecciones que representan cortos perío- cala con un error no mayor de lOO años.
dos de tiempo provenientes de unidades de excavación, como los sue-
los de las casas. Una vez que se han elaborado los gráficos para una
o más regiones, éstas se convierten en guías útiles para interpretar
50 51
Los Gráficos como Guías para Fechar Alineación Temporal de la Cronología: Intercambio y Difusión

La posición que corresponde a cada colección en el gráfico Para nuestros propósitos una cronología arqueológica debe
completo indica su edad relativa, lo que significa que todos los arte- representar una región geográfica relativamente pequeña en la que se
factos que se encuentran asociados a la colección también están fecha- puede suponer que las comunicaciones entre los grupos de población
dos relativamente. Esto se ha aplicado en forma efectiva al estudio de eran fáciles y rápidas. Esto se hace con el objeto de eliminar la va-
la evolución de la arquitectura, al patrón poÜtico y a las construccio- riación del material cultural debida a factores geográficos. A medida
nes ceremoniales y defensivas en el valle de Virú, costa norte del Pe- que el trabajo de campo se extiende a regiones vecinas se elaboran
rú, a través de 2. 300 años (Willey, 1953 ). Para llevar a cabo este cronologías separadas para cada una de ellas. Estas escalas de tiem-
estudio, se hicieron gráficos con colecciones de superficie de alrede- po cubren, a menudo, el mismo margen de historia y frecuentemente
dor de 300 estructuras y se les comparó con la cronología principal tienen tipos muy similares, en diferentes proporciones.
del valle (fig. 14 ), (Ford, 1949 ).
Tan pronto como se encuentran terminadas dos cronologías
Las colecciones obtenidas por excavación también permiten relacionadas, el arqueólogo se enfrenta con el problema de su alinea-
fechar los artefactos que están asociados a ellas. En la figura 12 se clan. La pregunta es, ¿qué partes de la cronología A co-existieron con
puede ver la seriación hecha por Tolstoy fundamentada en la informa- otras partes de la cronología B? La relación utilizada para llevar a
ción proporcionada por Vaillant en sus famosos estudios sobre el va- cabo estas alineaciones suele ser de dos clases. La primera es el inter-
lle de México. Esta reordenación da a las figuras asociadas a los cambio; si un tipo, fabricado en una región de la cronología A en un
tipos un patrón histórico lleno de significado, según se muestra en el tiempo específico, se encuentra asociado con materiales que marcan
lado derecho de la figura. un período en la cronología B, se piensa que ambos períodos fueron
contemporáneos. La segunda es la evidencia de la difusión; aunque
Para Medir Migraciones generalmente ésta se produce en forma lenta sobre todo si se trata de
extensas regiones geográficas.
En algunos casos ha sido posible deducir la existencia de
migraciones por el hecho de que los gráficos de varios antiguos sitios La mayoría de las cronologías resultantes de los trabajos
se ajustaban entre sí, en secuencia temporal y espacial. Un ejemplo anteriores están formadas por períodos a los que se ha dado un nombre.
de ésto es el trabajo de Evans y Meggers en el río Abary de la Gua- La alineación de las mismas se ha hecho, necesariamente, determinan-
yana Inglesa (fig. 18 ), (Evans y Meggers, 1960: 154-190). El segmen- do los períodos que son contemporáneos.
to de la cronología del sitio de Tiger Island, ubicado no muy lejos de
la desembocadura del río, se ajusta a continuación del sitio Dr. Ho's
Cronología A Cronología B
Landing; el último sitio, Taurakuli, está ubicado cerca de la cabece-
ra del río. Esto parece ser el movimiento de un solo grupo de pobla-
ción, una migración que según otras evidencias ocurrió entre los años Período A-1 Período B-1
13oo y 16oo D. e.
Período A-2 Período B-2

52 53
Se da por aceptado que estas alineaciones son sólo aproxima- de este a oeste. En la cronología Carrabelle de Florida, el tipo Wau-
ciones imperfectas. Los límites de los períodos están determinados ku,ll~ Checked Stam?ed (estamp,ado en líneas), alcanza una popularidad
por accidentes históricos y es muy remota la probabilidad de su coin- maxtma de 36 _por cte::to, en el area del Golfo Breeze, 7 por ciento, y
cidencia en las diferentes regiones .. en la cr_onologta del r1o Rojo de Louisiana, el tipo equivalente, Pont-
chartram Checked Stamped, alcanza una popularidad de sólo el uno
La correlación de los gráficos cronológicos cuantitativos, de ?or. ciento. En ~orma similar la influencia de la combinación de tipos
ninguna manera es un método mecánico, sin errores de construcción, mctsos, Marksvllle Inciso, Yokena Inciso y Basin Bayou Inciso, se des-
pero permite una mayor efeactitud. La dirección de la difusión es im- plaza desde el oeste hacia el oriente.
portante a causa del posible efecto del rezago en el tiempo. Esto pue-
de deducirse de dos maneras: Con un criterio incierto se puede demos- Al emparejar los patrones cronológicos es posible concluir
trar que los tipos se extienden desde las regiones en que eran más popu- con.~astante certeza,que un determinado punto en la cronología de una
lares hacia aquellas en que se les encuentra en menor cantidad. Cuando r,egton es contemporaneo al correspondiente en otra región. A los mon-
se dispone de informaciones de varios sitios que cubren una extensa re- hculos, casas, entierros y artefactos que pueden ser relacionados a
gión geográfica, es posible dibujar líneas, similares a las curvas de ni- las cronologías a través de colecciones de fragmentos, se les da una
vel de los mapas, que marquen los límites geográficos de los porcenta- fec~a .relativa. ¿~1 entierro en montículos, se construyó primero en
jes decrecientes de popularidad a medida que el tipo se difunde (fig. 19 ), Lou1s1ana Y despues en la costa de Florida? La respuesta es positiva.
(Phillips, Ford y Griffin, 1951). Sin embargo, los tipos no siempre de-
crecen, a veces, aumentan en popularidad. El segundo modo es que el Lafigura22 muestraparte de la evidencia para alinear tres
criterio más certero para determinar la dirección de la difusión es el cronol?gías de la prehistoria de los esquimales en el ártico americano.
tema de las formas ancestrales. En la figura 20, si el tipo A evoluciona Este dtagrama representa una de las muchas tradiciones paralelas de
a partir del tipo A 1 en el área 1, entonces la aparición de A en las áreas puntas de arpones. El tipo Tule 2 evoluciona con toda claridad· en el
2 y 3 ha resultado de la difusión y debe estar ligeramente retrasada en área 11de Point Barrow (columna central). Aquí, sus formas ancestra-
11 11
el tiempo con respecto a la aparición en el área l. La pregunta es siem- . ·· N a t e h u k Y , B 1rn1
l es · · k 11 a 1canzan su maxima
' popularidad del 32 por
pre ¿Cuánto más tarde? Los tipos dan algún control sobre esta pre- c1ento. Desde el area Barrow se difunde hacia occidente, hasta la isla
gunta, como el tipo B que se ha difundido en sentido inverso. S~. Lawrence, donde logra.:7 una popularidad máxima de un 5 por ciento
(hpo IV (a) X). Llevado hacia el este, al ártico canadiense obtuvo una
En la figura 21 se muestra la alineación de tres cronologías de frecuencia de más o menos un 50 por ciento; este último fu~ un movi-
regiones separadas entre sí por más o menos 100 millas (:t_ 160 km. ) a miento de migración.
lo largo de la costa del Golfo de México en los estados de Louisiana y
Florida. Una de estas cronologías es la del río Rojo dada en la figura Por supuesto, lo anterior es un claro ejemplo de razonamien-
7. Las curvas de frecuencia sombre da de la figura 21 son iguales a las to circular. Las cronologías se alínean de acuerdo a conclusiones so-
curvas suavizadas que se indican por líneas punteadas en la figura 7. bre las direcciones de difusión y, una vez hecho esto, pueden usarse
11 11
Las curvas redondeadas o suavizadas de la frecuencia de los tipos rela- Pa r a ~~o b ar 1a d treccton
· · ' en que se mueve el complejo. Esta sería
cionados se han mantenido en la posición relativa correspondiente y se u.na crthca muy acertada si se considerara la metodología de los grá-
han colocado en marcos, de manera que puedan ser comparadas direc- ftcos como una solución automática de todos los problemas históricos
tamente. Por ejemplo, el conjunto de tipos con estampado en listas, pero no se trata más que de una simple guía para enfocar los proble-'
colocados a la derecha del marco, alcanzan su máximo más o menos en ~as en forma visual que permita al arqueólogo, de un modo fácil, con-
54 la misma posición temporal y es evidente que esta influencia se moviliza stderar y sopesar las diferentes líneas de evidencia.
55
Períodos Cronológicos
experimentaran un cambio de amos; un golpe cultural más agudo que el
Para ciertos propósitos es conveniente considerar las crono- de la conquista incaica, pero a fin de cuentas, sin diferencias cualita-
logías en términos de períodos. En la mayoría de los trabajos arqueo- tivas.
lógicos los períodos han sido la mejor medida para controlar el cambio
en la cultura y, por consiguiente, su tiempo relativo. Estos períodos
muy a .menudo han sido definidos por el tiempo representativo de cier-
tos sitios excavados o por algunos hechos casuales, como ya discutimos
anteriormente; sin embargo, al seguir esta modalidad, el arqueólogo
no está expuesto, necesariamente, a ser víctima de accidentes históri-
cos.

A continuación debemos hacer una distinción entre la historia


de los pueblos, culturas y regiones geográficas. Como la presente dis-
cusión se refiere a la cronología de pequeñas regione·s geográficas, de-
bemos definir tres clases de períodos históricos. La primera división
es una elección arbitraria de algunos puntos de la historia de la cultura
de la localidad; la cronología del Valle Virú puede servir de ejemplo
( fig. 14). Evidentemente, esta cultura evolucionó~ con pequeñas inter-
ferencias, desde la primera aparición de cerámica en el punto de tiem-
po N (lado derecho del gráfico) hasta el punto F. La división en tres
períodos, Guañape, Gallinazo y Puerto Moorin corresponde exactamen-
te a los períodos de la costa norte del Perú, designados previamente
por Rafael Careo Hoyle con los nombres de Cupinsnique, Salinar y Cul-
tura Negativa. La segunda variedad de períodos parece representar
cambios culturales profundos en la historia de la región debido a impor-
tantes hechos históricos. Así, en el Valle de Virú el tiempo E a F co-
rresponde a la invasión de la cultura Mochica que se desarrolló hacia
el norte en el Valle de Chicama. Los tiempo D a E son el período de
la dominación de Coastal Tiahuanaco; C a D al Imperio Chimú y B a C
al período de la dominación inca.

El tercer tipo de cambio de período no aparece en este grá-


fico y no ocurrió en el Valle de Virú. En ciertos casos hubo can1bios
bruscos en la cultura debido a un repentino reemplazo de la población;
como sucedió con la llegada de los españoles a algunas partes de Co-
lombia y de Chile. En la costa del Perú en cambios la población indí-
56 gena se mantuvo después de la conquista hispánicaa como si soli:.<.mente
57
Mapas de los sitios: Para sitios simples es suficiente un ma-
pa delineado; para las ruinas más complejas puede ser
necesario un mapa hecho con instrumentos. Además de
los rasgos originales, estos mapas deben mostrar los
VI. ALGUNAS TECNICAS DE CAMPO PARA ESTUDIOS lugares en que se realizaron colecciones de superficie y
ARQUEOLOGICOS la localización de los cortes estratigráficos y de las ex-
cavaciones de prueba. Las áreas de colecciones y cor-
La mayoría de los manuales de arqueología destacan las téc- tes se designan, generalmente, por las letras A, B, C,
nicas del trabajo de campo y, en algunos casos, proponen reglas r.nuy etc.
estríctas para la notación de datos. Creemos que no hay métodos mejo-
;res que otros y que la necesidad de una adecuada, cuidadosa y sistemá- Archivo fotográfico: Debe mantenerse un archivo con las fo-
tica colección y anotación, no debe ser desestimada. El arqueólogo de- tografías tomadas en el campo. Algunos arqueólogos usan
be conocer y manejar todas las técnicas, de modo que pueda aplicar las cuadernos pequeños; para otros es más conveniente lle-
que correspondan en cada nueva región explorada, y así obtener la me- var tarjetas de 5" x 8". La información se escribe en la
jor información. Es evidente que los sitios, superficiales y breves tarjeta de manera que quede espacio suficiente para co-
en el tiempo, de la selva tropi.cal, constituyen un problema diferente al locar la fotografía, una vez revelada.
que presentan las viejas ciudades Mayas o las de la costa peruana o las
profundas cavernas argentinas. Los trabajadores de campo, en su ma- Catálogo de campo: Es imposible marcar cada especimen con
yoría, prefieren usar, si es posible, formularios impresos o a mimeó- una larga designación como "AM-26, Corte 1, Nivel 240-
grafo. 260 cm." Ni siquiera es práctico usar la abreviación
~ás corta. Es preferible utilizar un catálogo de campb,
Los siguientes requisitos esenciales son comunes a la mayo- s1mple secuencia de números que puede ser marcada con
ría de los sistemas de anotación de datos de trabajos de campo: tinta en los fragmentos o estampada con un sello de núme-
r?s. El catálogo de campo es un elemento de trabajo muy
Mapa de la región: Se necesitan los mejores y más detallados d1ferente en su propósito a un catálogo de museo, en el
mapas de la región en la que se va a realizar el trabajo; cual cada especimen tiene un número separado. El único
en muchas de ellas las fotografías aéreas son extremada- valor del número del catálogo de campo es indicar la pro-
mente útiles. Los sitios del)en ser localizados cuidado- cedencia; todo el material recogido en una colección de
samente para que futuros trabajadores - inevitables - superficie recibe el mismo número; si las colecciones de
puedan ubicarlos. superficie se hacen en varias regiones, cada una de ellas
recibe un número diferente y lo mismo, cada nivel de los
Sistema para designar los sitios: Se han usado muchos siste- cortes estratigráficos.
mas y el más simple es siempre el mejor. Frecuente-
mente, los sitios se numeran en series dentro de los lí- Diario: Un registro de las actividades diarias es muy útil
mites de pequeñas unidades políticas: Virú-1, V -2, V -3, como índice y ayuda para reunir los archivos de campo.
etc.; Manabí-1, M-2, M-3, etc. También se pueden anotar en este diario las conclusio-
nes tentativas y las teorías que se formulan a medida
58 que el trabajo progresa. Muchas de estas impresiones 59
subjetivas pueden ser olvidadas si no se anotan, y más de Cualquier sistema de anotación en el campo y en el labora-
alguna se confirmará en el curso del trabajo. torio debe tener dos aspectos:

Cuando en un proyecto trabaja más de una persona, existe el l. Que sea simple de manejar y esté lo menos posible suje-
peligro de la duplicación de los números. Para evitar este riesgo algu- to a error.
nos trabajadores de campo han adoptado el sistema de formularios nu-
merados previamente. Estos se arreglan en grupos de 25 juegos y ~1 2. Que en todo momento el sistema junte y ordene los datos
investigador automáticamente toma un grupo de formularios y los núme- en preparación para ser publicados.
ros correspondientes; de este modo, no hay posibilidad de duplicación.
e ada juego de formularios está formado por dos tarjetas de papel engra-
padas con etiqueta de lino; en el rincón superior derecho de las tarjetas
y de la etiqueta se marca el mismo número (fig. 23 ). Cuando se hace
una colección en el campo, la tarjeta de lino se marca con los datos de
procedencia y se ata al saco que contiene los especímenes; esta etique-
ta lleva el número de catálogo de campo que se colocará en los especí-
menes cuando éstos lleguen al laboratorio. Entre las dos tarjetas se
coloca una hoja de papel carbón y en el rincón superior izquierdo se
anota la procedencia; en el cuerpo de la hoja se anotan los datos des-
criptivos y al final el nombre del coleccionista y la fecha.

Archivo Acumulativo. Las tarjetas del catálogo de campo se


llenan por duplicado, lo que permite formar dos archivos. Las copias
de carbón se ordenan de acuerdo al número de catálogo anotado en el
rincón superior derecho y este es el catálogo que se consulta cuando se
toman fragmentos del piso en el laboratorio. La tarjeta original se ca-
taloga de acuerdo á la designación del rincón superior izquierdo; núme-
ro del sitio y su origen dentro de cada sitio. En las páginas anteriores
se sugirió la conveniencia de hacer los archivos, con los datos de cla-
sificación y fotografías, en tarjetas de 5 11 x 8 11 ; si se hizo de esta mane-
ra, es posible ordenar estas informaciones en el catálogo de proceden-
cia. Si el investigador desea referirse al nivel de 3. 20-40 mts. del
corte B, sitio AM -26, encontrará de inmediato el recuento de los tipos,
fotografías y otras informaciones pertinentes, en el reverso de la tarje-
ta llenada durante el trabajo de campo.

61
60
A continuaci.ón el ~rqueólogo se encuentra en condiciones
d~ emprender excavaciones intensivas que son la parte más dispen-
diobsa ~tel pr?gr.ama. No debe seleccionar un sitio sólo porque tiene
un oni o paiSaJe porque está e d
. ~ . . erca e un arroyo rico en pesca o
VII. UN PROGRAMA ARQUEOLOGICO METODICO porque el propietario hene una hija hermosa Habrá d · ,
cientos de sitios fechados entre los cuales el.egi· D bocenl as, quiza
d r. e e p anearse un
programa or enado para obtener informaciones sobre otros rasgos
La mayor dificultad para obtener una cronología arqueológi- culturales que son necesarios para completar la historia de la región.
ca consistía, anteriormente, en que los informes eran siempre un pro-
ducto del azar. Las ciudades debían ser destruídas y reconstruídas . A vece~ una parte de esta información se encuentra dis o-
unas sobre otras; los pueblos, por coincidencia, debían acampar en los nible en los trabaJos de investigadores a t · p
. , n eriores, y parte de la tarea
mismos lugares en que otros lo habían hecho en años anteriores; las consiste solo en colocar las informacio 1 ,
rres onde en la h' . . nes en e periodo que les co-
tumbas debían excavarse a través de sepulcros más antiguos. Los ar- P , .istoria. A medida que el esqueleto cronológico ba-
sad o en 1a ceramica se va com 1 t d
queólogos trabajaban más o menos a ciegas en cada nueva región, has- d b .d P e an° con los otros datos culturales
taque, acumulando suficientes hallazgos afortunados, podían formarse no e e 0 1Vi arse que las diférentes variedades de formas de entie- '
una idea acerca de las secuencias. Actualmente nos hemos independi- rros, ca~a~, ,he~ramientas Y ornamentos, tienen también ciclos de
zado del azar; el trabajo de reconstruir la prehistoria de la región pue- frecuencia idenhcos a los que tiene 1 , ·
S. n as e eramic as y las puntas de
de realizarse de manera ordenada y sistemática. La secuencia lógica arpones. . i no podemos descubrir estos ciclos es solamente por la
es:( 1) reconocimiento; f2) excavaciones estratigráficas limitadas; (3) ex- falta de eJemplares suf' · t
. ., , . , iCien es para formar una muestra aceptable de
cavaciones completas de sitios seleccionados. la Opinion publica mas antigua.

El reconocimiento no es un procedimiento nuevo, pero cree-


mos que lo considerado hasta ahora aumenta su efectividad. El traba-
jo de campo es simple. Regiones geográficas limitadas se exploran
cuidadosamente hasta poder asegurar que se han estudiado aldeas pre-
históricas que cubren toda la cronología. Se hacen mapas de los sitios,
se les describe y se hacen colecciones de superficie de la cerámica de
los basurales, que generalmente están dispersos. Se procura obtener
colecciones individuales que representen un espacio de tiempo lo más
corto posible; en sitios pequeños esta operación es fácil de realizar.

Las colecciones de superficie aportarán datos evidentes pa-


ra la cronología cuantitativa y, al mismo tiempo, para fechar los sitios
de esta cronología. Localidades que estuvieron ocupadas por espacios
de tiempo relativamente largos se hacen aparentes. Si hay suficiente
profundidad en los depósitos deben hacerse excavaciones para obtener
evidencias estratigráficas que apoyen cualquier parte dudosa de la cro-
nología.
62 63
ILUSTRACIONES

Nota: Aparecen todas las mencionadas en el texto,


salvo la No. 2 incluída en la página 12.
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1
Gladwinetal 1937 STRATIGRAPHY 1 1 PATTERNS
TO DISCOVER Ford.ll936
PATTERNS
1 1
Vail\loel 1930 tMj'9f~o'b"SS!mogl924
1920 1 1
Reisner 1918 Spier 1917 Kroeber 1917
Nelson 1916 \ ¡ ~ "The Superorganic"

Munro 1911
Breuil 1910
1
1910
Macahs\te/r 1912
PERCENTAGE
Pumpelly 1908 STRATIGRAPHY

~
Petne 1899
Evans 1901
Type A
1900 ~
LINKING SERIATION

~ Type 8
(12345)
(345678)
Evans 1890 1890 (6789)
"closed" finds, or
artifact trait linkage

1880
Morgan 1877
"Ancient Society"

Tylor 1871
1870 "Primitive Culture"
FIGURA l. Historia gráfica de los métodos empleados para Lartet 8 Christy 1864

establecer una cronología arqueológica. La estratigrafía a porcentaje


llegó a ser muy popular en América después de 1916, pero no hubo un 1860 Darwin 1859
concepto claro acerca del modo en que debía usarse. Sólo en los úl- "Origin of Species"

timos 20 años se ha utilizado ampliamente el sistema de porcentajes


para desarrollar modelos cronológicos cuantitativos. El uso común de
1850
la serie en cadena data de principios de este siglo. En algunos estudios
la seriación emplea cantidades, hace sólo 20 años que existe una com-
prensión precisa de lo que es seriación de acuerdo con la popularidad worsaV 1849
1840
de los tipos o artefactos.
Thomst>n 1836

Lyell 1830-33
1830 "Principies of Geology"
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u
1300AD.

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1

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1

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1200AD.
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o
o
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1

C7

o
1
1100 AD.
~
FIGURA 3. Diagrama que ilustra el cambio gradual de las 1

formas culturales a través del tiempo. Se muestran tres tradiciones. ~

o
Si el tipo A se establece en la tradición de cántaros a la altura que mues- 1 1

tra la figura, para diferenciar sólidamente el tipo siguiente éste debe


seleccionarse tan distante como B. Los especímenes que se encuentran

o
a medio camino entre estos dos ejemplares típicos de cada tipo son ca-
sos límites difíciles de clasificar. Por otra parte, si el primer tipo se
selecciona en X, el segundo tipo tendría que encontrarse tan distante
como Y. En esta segunda forma de ordenación, los ejemplares que eran
típicos para el tipo B, se transforman en los dudosos del segundo s iste-
ma. (Ford, 1957, Fig. 1 ).
IOOOAO. ó
AMERICAN MUSEUM ARCHAEOLOGICAL SURVEY
SITE INDEX CARO "8": SHERD COUNT

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FIGURA 4. Método para anotar la clasificación de la cerámi-


ca. Nótese el empleo del primer nombre de los tipos. Se destinan co-
lumnas para anotar el número de fragmentos del cuerpo, del borde, el
número total de fragmentos y el porcentaje de cada tipo.
TOTAL&
zzz_
Water
bottle Food dish Stora~e jar
tradition tradition tradit1on

FIGURA 5o Diagrama que demuestra como la ubicación en


la historia de aquellos tipos que comparten tradiciones paralelas, pro-
ducen patrones cronológicos cuantitativos.
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187(

186(

185(

CANOLE KEROSENE GAS INCANDESCENT FLUORESCENT


ANO OIL LAMP LAMP ELECTRIC ELECTRIC
LAMP LAMP LAMP

FIGURA 6. Historia cuantitativa de los métodos usados pa-


ra producir iluminación artificial en el Estado de Pennsylvania, EE.
UU. , entre los años 18 5O y 19 50. La popularidad de los distintos tipos
se marca cada 1 O años. El largo de las líneas horizontales indican el
porcentaje de popularidad de cada método. La técnica de fechar un
ejemplo de época desconocida~ se indica con X. Las frecuencias del
tipo en este ejemplo se pueden marcar solamente en un lugar del grá-
fico. (Mayer-Oakes, 1955, Fig. 15 ).
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FIGURA 7. Cronología cerámica de la región de la desem-


bocadura del río Rojo en Louisiana, EE.UU. En la vertical está repre-
sentado un período de tiempo que se extiende desde 300 A. C. a 1700 D. ~
C. Los diversos estratos de las excavaciones y las colecciones están é'"P'
Wil"-rs
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~Drk~~ill•
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Fabric Marlld Rimlf!._CiUd

representados a la izquierda por escalas de tonos diferentes. El largo


de las barras horizontales representa la frecuencia de los tipos (la es-
cala de porcentajes se encuentra en el extremo inferior izquierdo). A
la derecha se anotan los totales de las colecciones sobre los que se cal- ..
f!
i•\
culó el porcentaje. La línea de puntos muestra la tradición de la fre-
cuencia de los tipos sin irregularidades. Como se explica en el texto, f,td,
o ,¡,d.~•d

las malformaciones de la secuencia de los tipos Marksville (Estampa- ;;.....¡


Mandn/111
1
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.
Ol'lipn•
do), Troyville (Estampado) y Marksville inciso, con Yokena inciso, se o ~
Punc2,t,d R
deben a vaguedad de la clasificación. (Ford, .1952, Fig. 2 ).
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...
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Allztmdlr

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6

d Pín~lllfl 1 ~

o 1 2 54 56 7 8110
PfrclnlrJtiScoll
FIGURA 8. Método para construir un gráfico de seriac1on.
La frecuencia de los tipos de cada colección se dibuja en forma de ba-
rras en la parte superior de una tira de papel de gráfico. A continua-
ción, estas bandas de papel se ordenan para formar el patrón de fre-
cuencia de los tipos y se prenden a una hoja de papel mediante clips.
Cuando el arreglo está terminado se procede a hacer el dibujo definiti-
vo. (Ford, 1957, Fig. 4 ).
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41 Su tt

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1
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1 b tO 20%1 IUIOT-ROUGHENED
11 NET-I ... RESSEO
CORO-IIUKED PLAIN FABRICo- CORO-YARÚD PLAIN KNOT- ftOUQHENED FABRIC• UND-TEIIPEREO CLAY•YEIIPEREO
IIIPRESSEO 6 NET-IIIPRESSEO IIIPRESSED WARES WAftEI

Seriated pottery type sequence of the sites of the Allegheny Ceramic Area.

FIGURA 9. Gráfico que muestra la seriación de las colec-


ciones de superficie de sitios en una pequeña región de la parte orien-
tal del estado de Virginia, EE. UU. Nótese que el patrón sugiere que
entre la colección más antigua y la que sigue inmediatamente hay un
lapso qúe no está representado en las colecciones. En este espacio,
el autor coloca la siguiente leyenda "abertura no llenada por el reco-
nocimiento de 1950", (Evans, 1955, Fig. 19).
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121
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247
192
188
1106
207
1783
33
3270
1 331
304
416
538
211
199
166

o 170
222
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o 2414

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D 188
12
33
FIGURA 10. Esquema de seriacwn que indica la popularidad 12
3
de los tipos de cerámica en el Valle Alto de Ohio, E'E. UU. in each sample. To conserve space, types shown at extreme right and left margins are rep·
resented by only 50% of the total percentage since the axes have heen used as the margi~s.
~oman figures are the levels, increasing from top to bottom, fmm the stratacut excava· Scale: length of screened bar shown for level XI equals 50% o( total sherd sample per umt.
uon at the Georgetown site (36Bv29). Numbers at right indicate number of potsherds in
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HARRIS
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STARKWEATHER . {MEO

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HARRIS 11

STARKWEATHER

MOGDLLON VILLAGE 1

STARKWEATHER { ~
MOGOLLON VILLAGE { i
59
HARRIS

HARRIS

STARKWEATHER

HARRIS

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489
263
948
647
263
29
1588
44
568
466
469
355
FIGURA 11. Seriación de colecciones de los pisos de casas 82 .
su
de la cultura Mogollón~ de la parte occidental de Nuevo México~ EE. UU. 192
64
299
(Martin y Rinaldo, 1949, Fig. 71). 226
953
600
312
49
185
228
435
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S • -
ZIO • 180 BLOCK-LIKE AREAS ~
FIGURA 12. Reordenación de los datos del estudio de George IN FIGURINE ....

Vaillant en el Valle de México. Nótese cómo la seriación de las colec- oz- t:J 383 GRAPH INOICATE 02 1
SMALL 8UT UN-
ciones. de cerámica da un patrón cuantitativo lleno de significado a los CERTAIN PROPORliONS-

--
224 G:5 8
tipos señalados en el lado derecho de este gráfico. (Tolstoy, 1958, grá- g
..J
112

. --
84- ::;
fico 7). ~ 84-3 10

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11
Cl • • 348
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11:71
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FIGURA 13. Seriación de los sitios de Koriabo Phase basa-


dos en los cambios de frecuencia de los tipos de cerámica.
Seriación de los sitios de Koriabo Phase basa-
frecuencia de los tipos de cerámica.
FIGURA 14. Gráfico de la cronología cerámica del peque
valle de Virú en la costa norte del Perú. La vertical del gráfico ab:
ca un período que se extiende desde la aparición de la cerámica, alr
dedor del año 800 A.C. hasta la llegada de los españoles e:¡a 1532 D.
La mayoría de estos datos provienen de excavaciones estratigráfica~
anotadas en las barras de la derecha. Algunas de estas excavacione
tuvieron que ser ensanchadas para hacer concordar su patrón con el
patrón de otras excavaciones. Entre las fechas marcadas por I y l
existe una interrupción que fue llenada parcialmente mediante seria
ción de colecciones de superficie. (Ford, 1949, Fig. 4 ).
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FIGURA 15. Gráfico de la seriación de colecciones proce-
dentes del sitio de Kabah en la región maya. Las cerámicas no se tra-
tan como tipos y sólo se consideran los fragmentos de los bordes. La
escala del porcentaje de la parte superior se aplica solamente al pri-
mer gráfico y la escala inferior a las otras dos se ce iones. La parte
l" 1
.11'
82

00
41
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70

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superior del gráfico muestra la tendencia de los grupos más grandes; SCALE
por ejemplo, cerámica sin engobe, primera columna, va decreciendo en
popularidad. La segunda sección del gráfico muestra la tendencia de
la forma de los vasos dentro de ciertos grupos de cerámica. La ter-
cera parte del gráfico muestra la tendencia de la popularidad de las di-
ferentes formas de bordes en e iertas formas de vasijas. Este es un
ejemplo del estudio de la historia de rasgos específicos de cerámica.
Nótese que cada variación de forma y borde muestra una porción de una
curva normal de popularidad. (Brainard, 1951, F'ig. 92 ). ·
FIGURA 16. Gráfico cronológico de la cultura Valdivia, cer-
ca de Guayaquil, Ecuador. Las tres fechas determinadas por radiocar-
bono, anotadas a la derecha, cubren un espacio de tiempo de 400 años
y muestran la rapidez del cambio de las frecuencias. (Evans, Meggers
y Estrada, 1959, cuadro No. 2).
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IAII 'AILO VALDIYIA
OIIOINUIO PULIDO 10~0 PULIDO IIIC:IIO IIODELADO IIIOC:HADO INC:IIO UCISO TiliAS 'ULIDO IIIC:IIO PUIITUDO NO PIIIIODO 01 t:-14
OIIOIIIAIIO
Ell LIIIIAI LIIIU LINEA SOl U• C:OII CLASIFICADA
PillA AIICHA ~UUTAI IUI~AIIIIO

Ordenación cronológica de la cerámica del período Valdivia, basada en la posición estratigráfica de los tipos de cerámica en los cortes A, B, F y H de G-31: Valdivia. Los niveles
de los i cortes de estratos han sido intercalados sobre la base de frecuencias equivalentes en los tipos de cerámica. Los dos sitios con muestras únicas (G-25: y G-54) han sido acomodados en el
esquema para comple·tarla. La subdit:isión de los períodos está a la derecha, con las fechas de carbón 14 insertadas en los niveles de las conchas usadas para determinar fechas. Niveles con frag-
mentos de figurillas están marcados con ttna X en la columna a la derecha.
1 NERICAGUA PHASE

- oi

544 ± 113
585 ±93

l 619±103

At.l-6
CUT 1
6 54± 93 ....;

843±96

850±95
.
1189±93 ~~T-~
AM-11
CUT 1

r
[

1159±122

FIGURA 17. Gráfico cronológico de una región del río Ori-


noco en Venez·uela. Las informaciones provienen de catorce excavacio-
nes estratigráficas. Nótese que ciertas partes de las excavaciones tu-
vieron que ser ensanchadas para amoldarlas al patrón. Seis meses des-
pués de diseñar esta cronología se recibieron del laboratorio ocho fe-
chas determinadas por" radiocarbono; éstas están colocadas junto a los
niveles a que pertenecen, al lado derecho de la ilustración. Estas fe-
chas cubren un margen de más o menos 650 años. Todas se encuentran z z z
o 1/) 1/) 1/)
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de probabilidades. (Evans y Meggers, Manuscrito en preparación).


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11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 m c:::c
11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 , c::::c
11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 M t:C
11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 a
111 11 1 ' 1 f 11 1 1 1 1 1 11 1 1 e
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1
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1
D

1
Abary
Ptain Plain
1
Tiger lsland

FIGURA 18. Patrón de frecuencias de tres aldeas antiguas


de Abary R iver en la Guayana Inglesa, Sud América. Las tres poreio-
nes ajustan en secuencia y esto refuerza la tradición de que los indios
habían remontado el río entre los años 1300 y 1600 D. C. (Evans y
Meggers, 1960, Fig. 61, 77).
p Q

10
Explanation
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ea means ,088 or 8)
e means .ooa or ~a%
11

12

13
('

14 14

16

17

FIGURA 19. Mapa que muestra la distribución de la frecuen-


cia de la cerámica del tipo Muloerry Creek Marcado con Cuerdas · 18 18
(Mulberry Creek Cordmarked) en el valle del río Mississippi. Las fi-
guras de las líneas de puntos sobre el mapa indican la popularidad del
tipo en varios sitios antiguos. El tipo decrecía en popularidad a medi~
da que se difundía desde una dirección noreste. El guión marcado con 19
80% encierra todos los ejemplos de popularidad que exceden este valor.
Lo mismo para las líneas marcadas 50%, 30% y 1 Oo/~. (Phillips, Ford
y Griffin, 1951, Fig. 7).

L M N o
AREA ARE A 2 A

w
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~-------L------------------~L-----~~~---------~

FIGURA 20. Diagrama que ilustra la difusión de los tipos.


Tres áreas cronológicas están representadas. El tipo A que evolucio-
na a partir del primitivo tipo A en el área 1, se extiende a las otras
dos áreas. En forma similar, el tipo B se desarrolla en el área 3.
(Ford, 1952, Fig. 3 ).
FIGURA 21. Comparación de las frecuencias y de la posi-
ción relativa en el tiempo de tipos conexos en la cronología de tres
áreas. Ilustra el método para alinear cronologías e-n el tiempo. (Ford,
1952, Fig. 6).
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FIGURA 22. Alineación de la cronología de tres áreas en la
prehistoria esquimal del Artico americano. Esta cronología está ba-
sada en los tipos de puntas de arpones. En este gráfico se muestra so-
lamente una de las muchas tradiciones paralelas; las otras se dan de
manera similar en las referencias. Nótese que el tipo "Thule 2" se de·
sarrolla en la región de la Punta Barrow a partir de formas primitivas
y se difunde hacia el sur a la Isla de San Lorenzo; sin embargo, las mi·
graciones lo llevaron hasta el ártico canadiense. (Ford, 1959, Fig. 112
Old Gombell

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118
1
1
1
1
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1
1
Natchuk

1 10 20 30

PERCENl SCÁLE
40 50

1
1 1
1 1 1 1 1
li(a)y 1 1

Kugusugaruk 32
o
1 Birnirk Tuquok
1 Point Barrow Area 1

Miyo.StE.

~JJ,~ 1
1
1 1 1
76

1 1

-
1 1
1 1
1 1
1 1
Hillslde Slte 16
'Iy ST Lawrence ls/ond

Comparison of the chronologies of harpoon heads with stone side blades or barbs placed at right angles to the line holes.
Exc. Unlt Catalogue No.

210
'! ~¿)
úv{/3
1-~·l/tllt/J~ /:H:>
FIGURA 23. Preparación de las formas de campo. La eti-
queta y dos tarjetas de papel delgado llevan el mismo número que el ?. ro
catálogo de campo. Una de las tarjetas se usa para el archivo del ca-
tálogo de campo (número en el rincón superior derec.ho) y la otra para
el archivo de procedencia (rincón superior izquierdo). La etiqueta se
ata a la bolsa con los materiales colectados.
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