Alimentos permitidos o recomendables que deberías incluir a menudo (también sirve
para la epigastralgia): Ciertas frutas como la manzana al horno, plátano, pera cocida, compotas de manzana, etc… Patatas: Al horno o hervidas, su textura es fácil digestión y se pueden cocinar de mil maneras. Son sin duda uno de los ingredientes estrella. Pollo: Una carne bastante ligera de digerir y muy sana. Pan: Un elemento muy bueno para acompañar las comidas y que nos ayuda muchísimo a la hora de hacer la digestión. Arroz: Otro de los alimentos estrella. Se puede preparar de mil y una maneras, no es nada agresivo para el estómago y nos aporta gran cantidad de energía. Pescados: Preferiblemente al horno o hervidos, el pescado no suele ser un alimento agresivo para el estómago. Ciertas verduras: Algunas verduras sin mucha fibra como la zanahoria por ejemplo. Líquidos: Agua y zumos. Gelatina, yogurt y similares: Este tipo de alimentos no son ácidos y tienen una textura óptima. Puedes incluir más alimentos, por supuesto, pero estos son los que más deberían abundar. Lo importante es que la textura final del plato no sea difícil de masticar, y por supuesto, fácil de digerir. Alimentos que no deberías tomar: Alcohol. Refrescos o bebidas con gas. Chocolate, café y té negro. Especias. Fritos, alimentos enlatados y salsas (mostaza, ketchup, vinagre…). Embutidos. Mantequilla. Zumos ácidos, como por ejemplo de naranja, limón o piña.