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Según datos obtenidos de Asociación Nacional de Industriales (ANDI), la tarifa por servicio de
energía eléctrica podría aumentar entre 4 a 10 centavos de lempira por kilovatio hora del 1 de
Abril al 30 de Junio, esto no podría verse como un valor muy grande, pero en aproximación esto
resultaría entre 22 y 25 lempiras adicionales a lo que paga un consumidor que consume 230
kilovatios hora en el sector residencial. De acuerdo con la ley, los costos están indexados en la
moneda extranjera y el precio del bunker y el diésel han incrementado, por lo tanto, la tarifa
sube en medida que se registre depreciación del lempira en función del dólar.
Vemos que el aumento de las tarifas van en pleno incremento, ya que según datos obtenidos
entre el 2017 y el 2018 el costo por cada kilovatio hora consumido tuvo una variación promedio
entre tres lempiras con 93 centavos y cuatro lempiras con 20 centavos, una elevación entre seis
y nueve por ciento en esos años.
El sector residencial ha sido el más afectado en el alza de la tarifa, el análisis del expresidente
del CIMEQH indica que de 2009 a 2018 el precio del kilovatio por hora para el sector residencial
aumentó de 1.4037 a 4.8199 lempiras
Según lo dicho por la ENEE, en junio del presente año se dará a conocer otro análisis mostrando
si se necesitará otro aumento en la tarifa o una reducción en ella.
Es necesario llevar un control de consumo en cada uno de los hogares de la población hondureña
y así poder minimizar un poco el pago de este servicio.
Kevin Daniel Escober Torres – 20161005741 Ing. Económica – Joselino Rivera
Para 1994, el sector energético nacional no daba a basto. Comenzaron los razonamientos que
duraban más de 12 horas diarias. La ENEE simplemente no podía satisfacer la demanda de
energía. El Congreso Nacional, buscando dar respuesta a la problemática y siguiendo los
lineamientos de los organismos internacionales, aprobó la Ley Marco del Subsector Eléctrico
(LMSSE) que permitió el ingreso de inversores privados en la generación de energía eléctrica que
por 40 años había sido monopolio estatal. Se firman así los primeros contratos calificados como
leoninos con las generadoras térmicas de energía, dando inicio a la construcción de verdaderos
imperios económicos que son quienes mantienen secuestrado, hoy en día, la generación de la
energía eléctrica que consumimos los hondureños.
En total son 14 empresas térmicas las que le suministran a la ENEE, energía a base de búnker y
diesel, pero de ese total, ocho compañías son las que venden más del 80% que compra la ENEE.
Entre las empresas que venden la mayoría de la energía al Estado están ENERSA, EMCE y
Choloma, propiedad del Grupo Terra del magnate Freddy Nasser, que también cobran costos
por mantenimiento de sus plantas al estado, lo que encarece en 25 por ciento el precio del
kilowatio hora de energía; la empresa Luz y Fuerza de San Lorenzo, S.A de CV (LUFUSSA),
propiedad del grupo Kae y la empresa Eléctrica Cortés S.A. (ELCOSA) propiedad del actual
presidente del COHEP, Luis Larach.
Está también la empresa Nacional de Ingenieros que opera desde febrero de 2000 en la ciudad
de La Ceiba, facturando por concepto de cargos fijos unos 35 millones de dólares, con el
agregado que la ENEE le provee el combustible diesel.
Kevin Daniel Escober Torres – 20161005741 Ing. Económica – Joselino Rivera
Son estas las empresas que han mantenido el control casi total de la generación de energía
eléctrica en el país, por lo menos desde hace 20 años. Son el inicio de una larga y complicada
cadena, y el único eslabón que hasta el momento no ha sido supervisado, dando lugar a cobros
indebidos, como lo confirmó el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) en junio de 2015, cuando
obligó a la empresa de Nasser a devolver 31 millones de lempiras, que en su momento fueron
pagados de forma indebida a la Empresa de Energía Renovable S.A. de C.V (Enersa), por
concepto de compra de energía eléctrica.
«Estas empresas han sacado la energía del sistema, aduciendo que no hay combustible, que hay
problemas en las tuberías y otros argumentos», dijo Aguilar, pero «lo han hecho para chantajear
al gobierno», agregó. Para el mes de agosto de ese año, y luego que el Congreso Nacional
aprobara 250 millones de dólares para el pago a las térmicas, acabaron los apagones.
Kevin Daniel Escober Torres – 20161005741 Ing. Económica – Joselino Rivera
En 2013, las tres mayores empresas de generación de energía recibieron 15,433.3 millones de
lempiras por venta de electricidad (eso incluye energía renovable eólica y solar). El Grupo Kae,
que es propietario de las plantas Lufussa I Diésel (39.5 MW), Lufussa I Bunker (30.5), Lufussa
Valle (80 MW) y Lufussa III (237 MW), vendió 7,421.5 millones de lempiras.
Por su parte el Grupo Terra, que es propietario de Emce Choloma (60 MW), Enersa (246 MW) y
Enersa Excedente (30 MW) vendió 7,046.6 millones de lempiras en energía generada con bunker
a la estatal eléctrica.
En cuanto a la empresa Electricidad de Cortés S.A. (Elcosa), propiedad de Luis Larach (presidente
del Consejo Hondureño de la Empresa Privada) quien posee una planta con capacidad de 80
megavatios con bunker, vendió 965.5 millones de lempiras.
La ENEE además han erogado miles de millones de lempiras con empresas que les han pagado
contratos sin generar un tan solo kilovatio de energía, por la gura del «costo fijo de instalación»,
de empresas que aunque no generen energía debe pagárseles, para que operen en el momento
«que se les necesiten». Son estas las empresas que durante años impidieron que la ENEE
instalara medidores de frontera para controlar el flujo de energía que entra al sistema. Pero hay
un elemento más a considerar. Este año vencen dos contratos de generación térmica, Lufussa
de 33.5 megavatios y el contrato de 80 megavatios con la empresa Elcosa. El próximo año
venden además el contrato de 200 megavatios de Enersa. Según la nueva Ley de la Industria
Eléctrica, una vez que se venzan los contratos de compra de energía (PPA- Power Purchase
Agreement, en inglés) no se pueden renovar.