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Matrimonio

El matrimonio se presenta como un acto jurídico familiar, bilateral y solemne que crea un vínculo
conyugal entre sus miembros al cual estos acceden por libre voluntad. El matrimonio tiene por
finalidad el establecimiento de un proyecto de vida en común, basado en la cooperación, el deber
moral de fidelidad y la asistencia recíproca (art. 431 CCyCN), permitiéndole a los conyugues optar
entre dos regímenes patrimoniales que son la separación de bienes y la comunidad de ganancias
(art. 446 CCyCN). Los dos principios que campean el régimen jurídico matrimonial y su ruptura son
el principio de igualdad y el principio de libertad.

Por "esponsales de futuro" se entiende la promesa que mutuamente se hacen dos personas de
contraer matrimonio entre sí en el futuro. En este sentido, el art. 401 no reconoce esponsales a
futuro, no habiendo acción para exigir el cumplimiento de la promesa de matrimonio ni para
reclamar los daños y perjuicios causados por la ruptura, sin perjuicio de la aplicación de las reglas
del enriquecimiento sin causa, o de la restitución de las donaciones, si así correspondiera.

Requisitos del matrimonio:

Requisitos: los requisitos indispensables y fundamentales para la existencia de un matrimonio son


el consentimiento pleno y libre de ambos contrayentes y la intervención de autoridad
competente. La ausencia de uno de estos requisitos acarrea la inexistencia del vínculo (art. 406)

 Consentimiento: es la declaración verbal, escrita o por cualquier otro medio inequívoco,


mediante la cual los contrayentes expresan su voluntad de constituirse recíprocamente en
conyugues. Se trata del ejercicio de un derecho intuito personae, pero se prevé
expresamente como situación excepcional, la posibilidad de que aquellos presten su
consentimiento de manera personal, pero no conjuntamente, situación que se contempla
para el matrimonio a distancia en el que el contrayente ausente manifiesta su
consentimiento ante el funcionario autorizado del lugar en que se encuentre.
Para ser válido, el consentimiento debe contener dos elementos esenciales, uno de ellos
es el elemento externo que es la declaración de voluntad, y el otro elemento es interno y
refleja cómo debe ser manifestada esa voluntad (con discernimiento, intención y libertad)
El elemento interno, que es la manifestación de la voluntad, puede encontrarse viciado
por violencia, siendo esta injustas amenazas de sufrir un mal inminente y grave; dolo; o
error (acerca de la persona del otro contrayente, pudiendo ser sobre las cualidades
personales)

 Intervención de autoridad competente: quien tiene competencia funcional para celebrar


el acto es el oficial publico encargado del Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas.

Impedimentos matrimoniales: se los considera a los hechos o situaciones que importan un


obstáculo para celebrar el matrimonio. Los impedimentos tienen una operatividad preventiva
como causa de oposición a la celebración del matrimonio y sancionatoria como causa para
plantear la nulidad matrimonial.

Los impedimentos se clasifican en impedimentos dirimentes a los que no permiten matrimonio


valido provocando su nulidad, e impedimentos impedientes siendo aquellos en los que la violación
de la prohibición legal no está sancionada con la nulidad del acto si no con otra pena.
Otra clasificación distingue los impedimentos en absolutos cuando se impide el matrimonio con
cualquier persona, y relativos cuando se refieren tan solo a determinadas personas.

El art. 403 establece los impedimentos dirimentes los cuales son:

 el parentesco en línea recta en todos los grados, cualquiera que sea el origen del vinculo

 el parentesco entre hermanos bilaterales y unilaterales, cualquiera que sea el origen del
vinculo

 la afinidad en línea recta en todos los gratos

 el matrimonio anterior, mientras subsista

 haber sido condenado como autor, cómplice o instigador del homicidio doloso de uno de
los conyugues

 tener menos de dieciocho años

 la falta permanente o transitoria de salud mental que le impide tener discernimiento para
el acto matrimonial

En el supuesto de menores de dieciocho años, el menor de edad que no haya cumplido la edad de
16 años puede contraer matrimonio previa dispensa judicial. El menor que haya cumplido la edad
de 16 años puede contraer matrimonio con autorización de sus representantes legales, o bien a
falta de esa puede hacerlo previa dispensa judicial.
La decisión judicial tendrá en cuenta la edad y grado de madurez alcanzado por la persona.

En los supuestos de falta de salud mental, se puede contraer matrimonio previa dispensa judicial.
La decisión judicial requerirá dictamen previo del equipo interdisciplinario sobre la comprensión
de las consecuencias jurídicas del acto matrimonial y de la aptitud para la vida de relación por
parte de la persona afectada.

Oposición a la celebración del matrimonio

Solo pueden alegarse como motivos de oposición los impedimentos establecidos por ley, la
oposición que no se funda en la existencia de alguno de esos impedimentos (del art. 403) debe ser
rechazada sin más trámite.
El derecho de deducir oposición a la celebración del matrimonio por razón de impedimento
compete al conyugue de la persona que quiere contraer otro matrimonio; a los ascendientes,
descendientes y hermanos de alguno de los futuros esposos, cualquiera sea el origen del vínculo; y
al Ministerio Publico que debe deducir oposición cuando tenga conocimiento de esos
impedimentos. Por otra parte, cualquier persona puede denunciar la existencia de alguno de los
impedimentos establecidos en el art. 403 desde el inicio de las diligencias previas y hasta la
celebración del matrimonio.
La oposición se presenta ante el oficial público del Registro que ha de celebrar el matrimonio
verbalmente (el oficial público debe levantar acta circunstanciada) o por escrito (se debe
transcribir en el libro de actas con las mismas formalidades) con expresión de nombre y apellido,
edad, estado de familia, profesión y domicilio del oponente; vinculo que une al oponente con
alguno de los futuros conyugues; impedimento en que se funda la oposición; documentación que
prueba la existencia del impedimento y sus referencias en caso de tenerla, si no la tiene, el lugar
donde esta y cualquier otra información útil.
Deducida la oposición el oficial publico la hace conocer a los contrayentes, si alguno admite la
existencia del impedimento legal, el oficial público lo hace constar en acta y no celebra el
matrimonio, mientras que si los contrayentes no lo reconocen, deben expresarlo ante el oficial
publico dentro de los tres días siguientes al de la notificación; éste levanta un acta que es remitida
al juez competente y suspende la celebración del matrimonio.
El juez competente debe sustanciar y decidir la oposición por el procedimiento más breve que
prevea la ley local. Si se desestima la oposición, el oficial publico procede a celebrar el matrimonio,
mientras que, si la sentencia declara la existencia del impedimento, el matrimonio no puede
celebrarse.

Celebración del matrimonio

Celebración ordinaria

Quienes pretenden contraer matrimonio deben presentar ante el oficial publico encargado del
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas correspondiente al domicilio de cualquiera de
ellos, una solicitud que debe contener el nombre y apellido, numero de documento (si lo tiene);
edad; nacionalidad, domicilio y el lugar de nacimiento; profesión; nombre y apellidos de los
padres, nacionalidad, números de documentos de identidad si los conoces, profesión y domicilio;
una declaración si ha contraído matrimonio con anterioridad que en caso de ser afirmativo debe
presentar el nombre y apellido del conyugue anterior, lugar de celebración del matrimonio y causa
de su disolución, acompañando certificado de defunción o copia debidamente legalizada de la
sentencia, ejecutoriada que hubiera anulado o disuelto el matrimonio anterior, o declarado la
muerte presunta del conyugue anterior, según el caso. (art. 416)

Si de las diligencias previas no resulta probada la habilidad de los contrayentes, o se deduce


oposición, el oficial público debe suspender la celebración del matrimonio hasta que se pruebe la
habilidad o se rechace la oposición, haciéndolo constar en acta, de la que debe dar copia
certificada a los interesados, si la piden. (art. 417)

El matrimonio debe celebrarse públicamente, con la comparecencia de los futuros conyugues, por
el oficial público encargado del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas que
corresponde al domicilio. Se requiere la presencia de dos testigos, si se realiza en el Registro Civil
y, cuatro testigos si se realiza fuera del Registro Civil. (art. 418)

Celebración extraordinaria

Dos son las modalidades extraordinarias de celebración del matrimonio, una es el matrimonio en
artículo de muerte y, el matrimonio a distancia.
El oficial público puede celebrar matrimonio con prescindencia de todas o de alguna de las
formalidades previstas, cuando se justifica que alguno de los contrayentes se encuentra en peligro
de muerte, con el certificado médico y, donde no lo hay, con declaración de dos personas (art.
421).
El matrimonio a distancia es aquel en el cual el contrayente ausente expresa su consentimiento
personalmente, en el lugar en que se encuentra, ante la autoridad competente para celebrar
matrimonios, según lo previsto en el Código en las normas de derecho internacional privado (art.
422).

Prueba del matrimonio

El principio es que el matrimonio se prueba con el acta de su celebración, el testimonio, copia o


certificado, o con la libreta de familia expedidos por el Registro de Estado Civil y Capacidad de las
Personas (art. 423).
Las excepciones a este principio general en materia probatoria son dos, uno en caso de existir
imposibilidad de presentar la documentación exigida se podrá recurrir a otros medios de prueba
siempre que se justifique la imposibilidad de las vías ordinarias, la otra excepción es en caso de
existir posesión de estado y acta que no cumpla con la formalidades debidas, el matrimonio se
tendrá por existente, no pudiendo alegarse lo contrario por las inobservancias de las formalidades
prescriptas para la celebración.

Nulidad del matrimonio

La nulidad matrimonial reconoce en nuestro ordenamiento una doble vía de presupuestos de


validez: la existencia de impedimentos (art. 403) y la existencia de vicios del consentimiento (art.
409). La nulidad matrimonial está sujeta a declaración judicial, ya que no existe nulidad per se, si
no actos anulables.
Se diferencia la nulidad absoluta de la relativa, conforme la posibilidad de que el acto sea
confirmado o no y el objeto a tutelar.

Nulidad absoluta: es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado que configure algunos de los
impedimentos matrimoniales previstos en el art. 403 como, el parentesco en línea recta en todos
los gratos, cualquiera que sea el origen del vínculo; el parentesco entre hermanos bilaterales y
unilaterales, cualquiera que sea el origen del vínculo; la afinidad en línea recta en todos los grados;
el matrimonio anterior mientras subsista; haber sido condenado como autor, cómplice o
instigador del homicidio doloso de unos de los conyugues.
La nulidad puede ser demandada por cualquiera de los conyugues y por los que podían oponerse a
la celebración del matrimonio.

Nulidades relativas: puede ser declarada a raíz de la ocurrencia de tres supuestos diferenciados
como son, la falta de edad núbil (art. 403 inc. F); la falta permanente o transitoria de salud mental
(at. 403 inc. G); y la existencia de vicios del consentimiento (art. 409).

En el caso de la falta de edad núbil, la posibilidad de declarar anulable el acto celebrado en estas
condiciones requiere que el acto no haya sido celebrado con la correspondiente autorización de
los representantes legales, o bien la dispensa judicial. Están legitimados para interponer la acción
de nulidad los conyugues que padecen el impedimento y las personas que en su representación
podrían haberse opuesto a la celebración del matrimonio.
Se podrá plantear la acción de nulidad durante la minoría de edad del o los conyugues, llegado a la
mayoría de edad el matrimonio se encuentra confirmado.
El juez podrá declarar la nulidad del matrimonio, o bien rechazar la acción de nulidad, en este caso
el matrimonio tendrá los efectos de uno celebrado con dispensa judicial.

En el caso de nulidades relativas por la salud mental, son legitimados para solicitar la nulidad del
acto el conyugue que padece el impedimento, por el conyugue sano y por los parientes que se
podrían haber opuesto a la celebración del matrimonio.
El conyugue que padece el impedimento tiene un plazo de un año (desde que recupero su salud
mental) para interponer la acción de nulidad, o bien confirmar el acto.
Si la acción de nulidad es interpuesta por el conyugue sano que desconocía la existencia del
impedimento al momento de celebrar el matrimonio el plazo de prescripción también es de un
año, que se computa desde el momento en que el conyugue toma conocimiento del impedimento.
En el caso de que la nulidad sea intentada por lo parientes que se podrían haber opuesto a la
celebración del matrimonio, el plazo de prescripción es de tres meses de celebradas las nupcias.

En el supuesto de nulidad relativa por vicios del consentimiento, el único legitimado para
interponer la acción de nulidad es el conyugue que sufrió el error, dolo o violencia al momento de
la celebración del matrimonio. La prescripción de la acción se produce al año de cesada la
cohabitación, se produce confirmación al continuar la cohabitación por más de 30 días contados
desde que se ha conocido el error o cesado la violencia.

Efectos de la nulidad matrimonial:

 Buena fe de ambos conyugues: produce los efectos de un matrimonio válido hasta antes
de su declaración de nulidad, la misma solo genera efectos hacia el futuro.
Se procede a la disolución del régimen convivencial o legal supletorio y la posibilidad de
solicitar una compensación económica en caso de desequilibrio económico del conyugue
que lo solicita y tiene como causa adecuada la celebración del matrimonio y su disolución
por nulidad.

 Buena fe de uno de los conyugues: produce todos los efectos del matrimonio valido, pero
solo respecto del conyugue de buena fe y hasta el día de la sentencia que declare la
nulidad. El conyugue de buena fe está autorizado a solicitar una compensación económica
(teniendo plazo de 6 meses a partir de la declaración de nulidad para poder hacerlo),
podrá revocar las donaciones que en vistas al matrimonio haya realizado al conyugue de
mala fe o aquellas que haya realizado durante el matrimonio siempre que el régimen
patrimonial convencional lo permita, y podrá demandar por indemnización de daños y
perjuicios al conyugue de mala fe y a los terceros que hayan provocado el error, incurrido
en dolo, o ejercido la violencia con el fin de que el matrimonio se celebre.
Por otra parte, en lo que respecta a efectos patrimoniales, el conyugue de buena fe podrá
optar entre varias opciones respecto de regímenes patrimoniales del matrimonio. Así
podrá optar por considerar que el matrimonio ha estado regido por el régimen de
separación de bienes, liquidar los bienes mediante las reglas del régimen de comunidad de
bienes, y exigir la demostración de los aportes de cada conyugue a efectos de dividir en
proporción a ellos, como si se tratara de una sociedad no constituida regularmente.

 Mala fe de ambos conyugues: no produce efecto alguno. Los bienes adquiridos hasta la
nulidad se distribuyen, si se acreditan los aportes, como si fuese una sociedad no
constituida regularmente.

Efectos personales del matrimonio

El art. 431 regula los derechos y deberes personales de los conyugues, al establecer que los
esposos se comprometen a desarrollar un proyecto de vida en común basado en la cooperación, la
convivencia y el deber moral de fidelidad.

Es así que los derechos y deberes de los conyugues son la fidelidad (derecho-deber moral
expreso), convivencia (derecho, deber moral tácito carente de sanción jurídica), asistencia moral
(derecho-deber moral tácito carente de sanción jurídica), asistencia material (derecho-deber
jurídico) y, apellido de los conyugues (derecho, deber jurídico optativo).

Estos derechos-deberes morales quedan reservados a ese ámbito, el moral, y por ende integran
también el campo de las acciones privadas que no perjudican a terceros y que quedan reservadas
a los conyugues y por fuera de la autoridad de los magistrados (art. 19 CN)
El código actualmente recepta un régimen de divorcio encausado y por lo tanto, la supuesta
violación a un deber moral no traería aparejada sanción civil alguna, a diferencia con el código
anterior, donde se trataría de un divorcio culpable.
El único derecho-deber personal jurídico de conformidad con la región legal vigente es el derecho
alimentario.

Alimentos: los conyugues se deben alimentos entre si durante la vida en común y la separación de
hecho.
Para la cuantificación se debe tener en consideración, el trabajo dentro del hogar, crianza y
educación de hijos y sus edades; la edad y el estado de salud de ambos conyugues; la capacidad
laboral y posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita alimentos; la colaboración de un
conyugue en las actividades del otro; si los conyugues conviven, el tiempo de la unión
matrimonial; si los conyugues están separados de hecho, el tiempo de la unión matrimonial y de la
separación; la situación patrimonial de ambos conyugues durante la convivencia y durante la
separación de hecho.
El derecho alimentario cesa si desaparece la causa que lo motivo, el conyugue alimentado inicia
una unión convivencial, o incurre en alguna de las causales de indignidad.

Con posterioridad al divorcio, la prestación alimentaria solo se debe en los supuestos que prevé el
Código, siendo estos, a favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al divorcio que
impide auto sustentarse (si fallece la obligación se transmite a sus herederos); a favor de quien no
tiene recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de procurárselos (la obligación no
puede tener duración superior al número de años que duro el matrimonio y no procede a favor del
que recibe la compensación económica al momento del divorcio)
En los dos supuestos previstos en este artículo, la obligación cesa si desaparece la causa que la
motivo, o si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en unión convivencial, o cuando el
alimentado incurre en alguna de las causales de indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas convenidas.

Apellido de los conyugues: previa modificación del código, era obligatorio que la mujer llevase el
apellido del marido, si no se consideraba causal culposa de divorcio. Actualmente, con la
modificación, cualquiera de los conyugues puede optar por usar el apellido del otro, con la
preposición "de" o sin ella (art. 67 CCyC).

Régimen patrimonial del matrimonio

Divorcio
Se pasa de un divorcio causado (culpable y objetivo) a uno encausado, es decir, en el que los
conyugues no tienen que esgrimir las razones (subjetivas u objetivas) por las cuales no pretenden
continuar unidos en matrimonio. Las causas o razones pertenecen al ámbito íntimo y propio de los
conyugues y por tanto ajena o fuera de la esfera judicial.
En cualquier momento a petición de uno o de ambos conyugues se puede solicitar el divorcio, no
se establece un plazo mínimo luego de celebrarse las nupcias para poder solicitarlo, como ocurría
con el código anterior.

El matrimonio se disuelve por muerte de uno de los conyugues; sentencia firme de ausencia con
presunción de fallecimiento; o divorcio declarado judicialmente (art. 435).

Se establece una doble vía para peticionar el divorcio: unilateral (peticionado por uno de los
conyugues) o bilateral (peticionado por ambos conyugues) (art. 437).
La regla general para ambos casos es que, toda petición de divorcio debe ser acompañada de una
propuesta que regule los efectos derivados de éste; la omisión de la propuesta impide dar trámite
a la petición. Si el divorcio lo peticiona un solo conyugue, el otro puede ofrecer una propuesta
reguladora distinta (art. 438).
El convenio regulador debe contener las cuestiones relativas a la atribución de la vivienda, la
distribución de los bienes y las eventuales compensaciones económicas entre los conyugues;
prestaciones alimentarias (art. 439).
Las partes deben acompañar los elementos en que se funda la propuesta, las cuales serán
evaluadas por el juez, debiendo convocar a los conyugues a una audiencia. (art. 438)
El desacuerdo en el convenio no suspende el dictado de sentencia de divorcio, las cuestiones
pendientes a resolverse del convenio deben ser resueltas por el juez de conformidad con el
procedimiento que prevea la ley local (art. 438).

El conyugue a quien el divorcio le produce un desequilibrio manifiesto que signifique un


empeoramiento de su situación y que tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial y su
ruptura, tiene derecho a una compensación. Esta compensación puede ser una prestación única,
en una renta por tiempo determinada o, por un plazo indeterminado. Puede pagarse con dinero,
con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro modo que acuerden las partes o
decida el juez (art. 441).
Si no hay acuerdo de los conyugues al respecto, entonces será el juez quien debe determinar la
procedencia y el monto de la compensación económica (art 442).

Uno de los conyugues puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de
cualquiera de los conyugues o ganancial. El juez determina la procedencia, el plazo de duración y
efectos del derecho (art. 443). El juez puede establecer una renta compensatoria por el uso del
inmueble a favor del conyugue a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble no sea
enajenado sin acuerdo expreso de ambas partes; que el inmueble ganancial o propio en
condominio de los conyugues no sea partido ni liquidado (art. 444).
La atribución del uso de la vivencia familiar cesa por el cumplimiento del plazo fijado por el juez;
por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación; por las mismas causas
de indignidad previstas en materia sucesoria (art. 445).

Unión Convivencial
Hay unión convivencial cuando dos personas, sean del mismo o diferente sexo, establecen una
relación afectiva de carácter singular, publica, notoria, estable y permanente, conviviendo y
compartiendo un proyecto de vida en común (art. 509).
Para que la unión convivencial tenga sus efectos jurídicos se requiere que los integrantes de la
misma sean mayores de edad; que no estén unidos por vinculo de parentesco en línea recta en
todos los gratos, ni colateral hasta el segundo grado; no estén unidos por vinculo de parentesco
por afinidad en línea recta; no tengan impedimento de ligamen ni estén registrada otra
convivencia de manera simultánea; mantengan la convivencia durante un periodo no inferior de
dos años (art. 510)

Se prevé la registración de las uniones con vivenciales solo a fines probatorios, no como requisito
para su configuración, ahora bien, aquellas uniones convivenciales registradas tienen un plus de
derecho respecto de la protección de la vivienda familiar y muebles indispensables de ella. Se
registrarán las uniones convivenciales y sus extinciones, los pactos que los integrantes de las
parejas celebren deben ser inscriptos en el registro correspondiente a la jurisdicción. La
registración de la unión convivencial debe ser solicitada por ambos integrantes (art. 511 y 512)

A diferencia de lo que acontece con el matrimonio, la unión convivencial otorga un margen a la


autonomía de la voluntad en la regulación de las uniones convivenciales. Son los convivientes los
que determinan, por acuerdo de partes exteriorizado en pacto por escrito, como regular sus
relaciones personales y/o patrimoniales durante y/o después de cesar la unión. Se pueden realizar
pactos en contrario a los efectos de la unión convivencial (art. 513).
Los pactos de convivencia tienen como limite el orden público, el principio de igualdad de los
convivientes, y los derechos fundamentales de los integrantes de la unión convivencial (art. 515)

Efectos durante la convivencia: las relaciones patrimoniales se registran por lo establecido en el


pacto de convivencia, de no ser contemplado, cada integrante de la unión ejerce libremente las
facultades de administración y disposición de bienes de su titularidad (art 518)
Los convivientes se deben asistencia durante la convivencia (art. 519), y tienen la obligación de
contribuir a los gastos domésticos (art. 520).
Serán solidariamente responsables por las deudas que uno de ellos hubiera contraído (art. 521).
Si la unión convivencial fue inscripta, ninguno puede, sin asentimiento del otro, disponer de los
derechos sobre la vivienda familiar, ni los muebles indispensables (art. 522)

Cese de la convivencia: la unión convivencial cesa por la muerte de uno de los convivientes, por
sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento de uno de los convivientes, por
matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus miembros, por el matrimonio de los
convivientes, por mutuo acuerdo, por voluntad unilateral de algunos de los convivientes notificada
fehacientemente al otro, por el cese de la convivencia mantenida sin voluntad de una vida en
común (art. 523); una vez que la convivencia cesa, si uno de los convivientes sufre un desequilibrio
manifiesto de empeoramiento de su situación económica por causa adecuada en la convivencia y
su ruptura tendrá derecho a una compensación (art. 524); será un juez quien determine la
procedencia y el monto de la compensación económica (art. 525).
A falta de pacto, los bienes que fueron adquiridos durante la convivencia se mantienen en el
patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de aplicarse el principio de enriquecimiento sin causa
(art. 528).
El uso del inmueble que fue sede de la unión convivencial puede ser atribuido a uno de los
convivientes, si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores, capacidad restringida o discapacidad;
o si acredita extrema necesidad de una vivienda y la imposibilidad de procurársela en forma
inmediata. El juez fijará el plazo de atribución el que no podrá exceder dos años desde el
momento del cese de la convivencia, pudiéndose establecer una renta compensatoria por el uso
del inmueble a favor del conviviente a quien no se atribuye la vivienda (art. 526).

Parentesco
El parentesco es el vínculo jurídico existente entre personas en razón de la naturaleza, las técnicas
de reproducción huma asistida, la adopción y la afinidad. (art. 529)
En la adopción plena, el adoptante adquiere el mismo parentesco que tendría un hijo del
adoptante con todos los parientes de este, mientras que la adopción simple crea vínculos de
parentesco entre el adoptado y el adoptante únicamente (art. 535)
El vínculo por afinidad es el existente entre persona casada y parientes de su conyugue, el
parentesco por afinidad no crea vinculo jurídico alguno entre los parientes de uno de los
conyugues y los parientes del otro (art. 536)

Deberes y derechos de los parientes

 Derecho de comunicación: los que tienen a su cargo cuidado de personas menores de


edad, con capacidad restringida, o enfermas o imposibilitadas, deben permitir la
comunicación de estos con sus ascendientes, descendientes, hermanos bilaterales o
unilaterales y parientes por afinidad en primer grado. Salvo oposición fundada, en cuyo
caso el juez resolverá.

 Alimentos: los parientes se deben alimentos, los ascendientes y descendientes y, los


hermanos bilaterales y unilaterales. En todos los casos son debidos por los que están en
mejor condición para proporcionarlos, si las condiciones son iguales entonces están
obligados por partes iguales (art. 537). Entre parientes por afinidad únicamente se deben
alimentos los que están vinculados en línea recto en primer grado (art. 538).
La obligación de prestar alimentos no puede ser compensada, ni el derecho ser objeto de
transacción, renuncia, cesión, gravamen o embargo. No es repetible lo pagado por
alimentos (art. 539).
La prestación alimentaria comprende lo necesario para la subsistencia, habitación,
vestuario y asistencia médica. Si el alimentante es una persona menor de edad,
comprende, además, lo necesario para la educación. (art. 541)
La prestación se cumple mediante el pago de una renta en dinero, los pagos deben ser de
forma mensual, anticipada y sucesiva. (art. 542)
La petición de alimentos tramite por el proceso más breve que establezca la ley local, y
desde el principio de la causa o en el transcurso de ella, el juez puede decretar la
prestación de alimentos provisionales, y también las expensas del pleito (art. 543 y 544).
Quien pide alimentos debe probar la falta de los medios económicos suficientes y la
imposibilidad de adquirirlos con su trabajo (art. 545)
El recurso contra la sentencia que decreta la prestación de alimentos no tiene efectos
suspensivos, por otra parte los alimentos se deben desde el día de la interposición de la
demanda o desde la interpelación al obligado por medio fehaciente, siempre que la
demanda se presente dentro de los seis meses de la interpelación (art. 547 y 548)
Es solidariamente responsable del pago de la deuda alimentario quien no cumple la orden
judicial de depositar la suma que debió descontar a su dependiente o cualquier otro
acreedor (art. 551), las sumas debidas por alimentos por el incumplimiento en el plazo
previsto devengan una tasa de interés (art. 552)
La obligación alimentaria cesara si el alimentado incurre en causal de indignidad; por
muerte del obligado o del alimentado; o cuando desaparecen los supuestos de la
obligación (art. 554).

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