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Resumen
El pensamiento sobre la técnica recorre escenarios diversos que componen
las formas de aprehensión de lo humano y su integración en el devenir
cultural. La técnica se imbrica tanto en el uso de objetos y aparatos, como
en la codificación de sistemas de articulación social que permiten un
zeitgeist de lo contemporáneo, sea en el ámbito discursivo o en las prácticas
socioeconómicas y culturales. El presente artículo busca presentar un panorama
de las acepciones contemporáneas sobre el concepto de técnica, partiendo
de precisiones etimológicas y contextualizaciones históricas, para encontrar
una transversalidad funcional que lo relacione con ejes estéticos en sentido
ampliado, y que definan una apropiación cultural del fenómeno.
Palabras clave
Técnica, estética, mnemotecnia, Martin Heidegger, Gilbert Simondon, Bernard
Stiegler.
Abstract
This paper, thinking about technique, runs several scenarios that integrate forms
of apprehension of the human and its integration into the cultural evolution. The
technique overlaps the use of objects and devices, as well as coding systems
that allow a social articulation of a zitgeist of the the contemporary, whether at
a discursive level or in the socio-economic and cultural practices. This paper
aims to present an overview about contemporary meanings of the concept *
Texto derivado del proyecto de in-
of technique, based on etymological details and historical contextualization vestigación “Devenires estéticos:
in order to find a functional transversality linking it to aesthetic axes in an transversalidades entre arte, ciencia,
cultura y técnica en el mundo con-
expanded sense, defining a cultural appropriation of the phenomenon . temporáneo” que se llevó a cabo en la
Facultad de Artes y Humanidades del
Keywords Instituto Tecnológico Metropolitano,
Technique, aesthetics, mnemonics, Martin Heidegger, Gilbert Simondon, Ber- Medellín, Colombia.
**
Ph.D. en Filosofía, docente en la
nard Stiegler. Facultad de Artes y Humanidades del
Instituto Tecnológico Metropolitano,
Medellín, Colombia.
Correo electrónico:
juanparra@itm.edu.co
214 Juan Diego Parra Valencia
Todas estas realidades tecnológicas pa- Por si fuera poco, hay un flujo constante
recen dar la idea del remplazo gradual y con- de información que economiza movimientos
trolado de un tipo de humanidad, que cada vez y tramita al instante negocios a gran escala;
más está sometido a los procesos de cálculo y el transporte de mercancías contrarreloj se
planificación dirigidos por la telefecundación perfecciona al tiempo que aumenta los riesgos
o fecundación diferida, que alteran estructuras de accidentes o caotiza las vías; las formas de
culturales férreas del parentesco (que se ligan a reconocimiento digital; el desplazamiento de
la idea de “lo natural”), destruyen los conceptos huellas y marcajes de un escenario físico a uno
tradicionales de familia, impactan sobre las es- computarizado; los trazos, líneas y colores no
tructuras psicológicas y dan rienda suelta a todo coordinados con fuerza de trazos, delicadeza
según sus causas de existencia es lo que se pone Artista y técnico no son diferenciados en
en juego. Está lo que es por sí (autónomo) y Grecia y los objetivos de uno y otro no apuntan
lo que es por otro (causa externa); en otras a algo más o menos espiritual. En este sentido,
palabras, siempre referido: el arte no es más espiritual que la técnica, como
se entenderá desde el discurso renacentista y la
De los entes, unos son por naturaleza, otros por estética filosófica. Esta idea de “lo espiritual en
otras causas; por naturaleza, los animales y sus el arte”, por tanto, no se hereda de Grecia. Es
partes, las plantas y los cuerpos simples, como un equívoco asumirlo así. El sentido moderno
la tierra, el fuego, el aire y el agua (pues de es- del arte ya no tiene que ver con la techné griega
tas cosas y de otras semejantes decimos que
o con el ars romano, hay una nueva forma
son por naturaleza), y todos ellos parecen di-
ferenciarse de los que no están constituidos por de reconocer la representación y de pensar a
naturaleza; ya que cada uno tiene en sí mismo través de las imágenes. Para que haya estética
un principio de movimiento y de reposo, unos se necesita un discurso sobre ella y los griegos
en cuanto al lugar, otros en cuanto al aumento y no lo tuvieron. De tal suerte, la denostación del
la disminución, otros en cuanto a la alteración. technités y de los artefactos no proviene tanto
Por el contrario, una cama, una prenda de vestir de Grecia como se cree, o por lo menos no
y cualquier otra cosa de este género, en tanto nos llega de la manera que peregrinamente se
que en cada caso las predicamos así, es decir,
asume.
en cuanto que son productos de la técnica, no
tienen en sí mismas ninguna tendencia natural
al cambio, sino solamente en cuanto tienen el La confusión entre ontología y estética se
accidente de ser de piedra o de tierra o de una deriva de un tipo de filosofía del arte que no
mezcla de ambas y bajo este respecto; pues la considera para nada las características propias
naturaleza es un principio y una causa de mo- de la techné (saber-hacer) y la forma de plas-
vimiento y de reposo para la cosa en la que se mación e instrumentalización de lo expresivo.
da primariamente por sí y no por accidente Y sabemos hoy, desde premisas transdiscipli-
(Aristóteles, 192b, pp. 8-23).
nares (como la paleontología, la antropología,
la biología y la mediología) que evadir estas
Según Aristóteles, pues, lo artificial (el variables es eludir el propio hecho estético. De
artefacto), es distinto al organismo. Lo natural esta confusión proviene también la maledicen-
es por naturaleza, lo artificial requiere de una cia tecnófoba dirigida a los artefactos y meca-
fuerza exterior que le permita ser. La técnica
nismos industriales que, según una lógica sim-
no puede, de todas formas, separarse de la
ple de la mala comprensión de Heidegger (cuyo
naturaleza: la sigue, la completa o la imita. Es
pensamiento sobre la técnica revisaremos más
claro que la base natural incuestionable tiene el
adelante), presentan el mundo técnico como
estatuto divino de inalterabilidad y lo artificial es
enemigo de lo humano. Es precisamente aquí
solo agregado que depende de una voluntad. Es
que se apoya, como dice Simondon (2008), el
precisamente aquí donde tiene apoyo la lógica
humanismo fácil que acusa a la técnica de con-
de la forma/función en la fabricación objetual
taminar la cultura.
y en general toda la dinámica binaria que
explica el mundo dividido entre lo inteligible y
lo sensible (que sustentará, incluso, el análisis La técnica como sistema
saussuriano del signo). Se tratará siempre de un
tema ontológico y no estético, el hacer no está Remarcamos aquí que la deriva de una
separado del saber-hacer, en esencia porque mala comprensión del étimos ha conseguido,
se tiende a un fin, una forma, la idea, y en esa en términos generales, enfrentar la técnica a la
medida es evidente que todo confluye en el cultura. Tal como lo denuncia Gilbert Simondon
obrar que, a su vez, se determina por el saber y (2009), los hechos técnicos, ajustados forzo-
el conocimiento. samente a la comprensión del ser en términos
se que no hay “partes” dentro de un “todo” sino –combustible o eléctrica, y según esto, depósitos
patrones dentro de una red de conexiones, rela- o generadores…–, estaciones, usuarios –que a su
ciones e interferencias. vez modifican sus atuendos, ritmos, objetivos,
deseos, expectativas…– que cambian tanto el
Lo que importa son las relaciones, más paisaje como la temporización vital).
que las cosas, dentro de una diagramática con-
creta que define los procesos de adopción y Los objetos técnicos tampoco son ex-
transferencia. Así, la técnica no sería una colec- tensiones o prolongaciones individuales del
ción de objetos o instrumentos de uso, que de- cuerpo, comprensibles solamente desde la
penderían de actos volitivos de una razón supe- dimensión protética, sino exteriorizaciones
rior, sino un campo de relaciones en el que los funcionales de un sistema colectivo, por lo
objetos e instrumentos son, como tales, redes que a su través la acción humana concreta –es
de interacción dentro de redes más amplias. En decir, actual– se virtualiza: un martillo es una
esta perspectiva tiene que desaparecer la idea reserva de golpes, un cuchillo es una reserva
dual de naturaleza/artificio, pues la base de lo de cortes; uno y otro actúan cualitativamente
artificial ya no tendrá connotaciones esenciales en un entorno específico –un carnicero y un
sino simplemente articulación de acciones den- carpintero pueden tener el mismo cuchillo,
tro de una red de vínculos diversos, donde cada pero el tipo de relación hace del cuchillo algo
eje de conexión estimula extensos campos de potencialmente distinto–. El sistema técnico,
desarrollo. pues, unifica el tiempo de comprensión de lo
real y estabiliza un vector evolutivo en torno a
La técnica, en tanto sistema, se combina, un eje de equilibrio (parcial) que fija una tec-
interfiere y enlaza con otros sistemas: nología particular.
económico, social, político, etc., que en sentido
general nos hablarían de un “sistema humano”, Es por esto que una historia de la técnica
que regula y estabiliza los desarrollos técnicos debe contar con un proceso de sucesión funcio-
comprendidos desde la inventiva, la innovación nal que se rige por vectores de desterritorializa-
y el emprendimiento. Es por esto que un análisis ción, donde la liberación de actividades com-
de la cuestión (de la) técnica se entendería plejiza los estadios de asimilación y virtualiza
como una reflexión sobre los giros y rupturas los campos de comprensión. Stiegler (2002,
que permiten, sistémicamente, entender nuevos 2004a, 2004b) defiende que la técnica no solo
estadios de realidad de acuerdo con la relación está en el tiempo, sino que ella misma es tiem-
con dispositivos (instrumentales) y soportes que po. No hay una época de la técnica, sino que
delimiten procesos de adopción, transferencia y lo técnico define la época. La diferencia entre
transmisión de conocimientos y saberes, en los una época y otra está en la forma de relación
cuales todo debe ser solidario entre sí. (o de integración) con el sistema que, en tér-
minos de Duque (1986), varía según vectores
En el sistema técnico tanto los organismos de desplazamiento tecnonatural, en los que el
vivos como los objetos inorgánicos organizados, desplazamiento o desaparición de las fronteras
tienen un modo de existencia interactiva. En comportamentales, dependen de quiebres parti-
consecuencia, los objetos técnicos no son culares en las prácticas. Por lo tanto, tal como
instrumentos ni utensilios simplemente, pues comprende Saussure (1945) la lengua, no hay
su existencia se integra en los mecanismos de sustancia si no forma, es decir, hay estructura-
adaptación a un medio asociado coproducido ción de comportamientos que naturaliza modu-
(cada objeto técnico exige, fomenta, produce y laciones técnicas aprendidas y que permite el
trata de conservar un entorno específico: un tren reconocimiento individual. Volvemos: se es por
requiere de rieles, vías, relojes, formas de energía sistema, y no por naturaleza.
movimiento de doble articulación donde en tan- objetos un alma y una existencia separada, au-
to comportamientos también son generados por tónoma que el confiere el uso de sentimientos e
exteriorizaciones funcionales). intenciones contra el hombre (p. 32).
Un sistema técnico está antes que una La hostilidad por la técnica desde la cul-
mnemotecnia, pero es imprescindible que un tura proviene de una distinción gratuita de lo
colectivo se cohesione en torno a un origen me- natural y lo artificial que, por otro lado, sostie-
morable, por lo que se requiere de dispositivos ne las reflexiones filosófico-antropológicas de
de transmisión y soportes de plasmación, en los Rousseau y consecuentes, para quien el hecho
que conste dicho “origen”. Los relatos de ori- técnico nos separa artificiosamente de una cons-
gen y sus derivados en “textos sagrados” son ar- titución estable y completa de autosatisfacción
tificios comunitarios diseñados para que un gru- natural. Pero, como hemos dicho, el proceso de
po social pueda constituirse alrededor de ellos. fabricación transmisible de la cultura, soporta-
En este caso el origen tendrá que ser un invento da en estrategias y logísticas determinadas, se
sobre el cual pueden reconocerse lo constante e constituye por una amnesia programada del sis-
imperecedero y la táctica consiste en gestar un tema técnico donde nace dicha cultura.
olvido programado de tal invención, por lo que
la relación con el pasado se da en términos de La otra cara del “humanismo fácil”
“naturalidad”. culturológico está en la tecnofilia, que veremos
desde dos puntos de vista: la humanización de
La técnica, desde esta perspectiva, luce la técnica y la hipervaloración objetual de los
siempre como el distanciamiento del origen, en artefactos como satisfacción de necesidades
tanto fabrica artefactos de desnaturalización, en vías de un progreso. La ingenuidad de la
de acuerdo con un origen esencial. Es aquí primera perspectiva tecnofílica, es decir, la
donde nace la tecnofobia, y se convierte en humanización de la técnica, radica en conceder
lo que Simondon denomina un “humanismo –como la tecnofobia– un precedente humano al
fácil”, desde el que los actos e instrumentos hecho técnico –cosa que la paleontología se ha
técnicos se presentan como distanciamiento del encargado de desmontar6 y trazar una dinámica
“ser verdadero” y por lo cual son peligrosos de medios y fines, según los cuales hay un valor
para el (auto) reconocimiento de lo humano. de realidad en el uso del artefacto conforme a
unos valores (trascendentales) de acción. Esto
La cultura, desde esta óptica, estaría siendo
es, los objetos pueden usarse para bien o para
atacada permanentemente por la técnica, al
mal, según la voluntad individual del sujeto
atribuirle existencia propia a los artefactos cuya
portador.
evolución implica un desplazamiento constante
de lo humano y una delegación irreversible
de funciones que harán poco a poco que el Es así que los artefactos deberían tener
hombre sea innecesario. Un tema ampliamente un “destino humano” y ellos mismos deberían
abordado por la ciencia ficción, pero que se ser consecuencia de lo humano volitivo. En
funda en la estrategia cultural de borramiento general, este enfoque solo tiene en cuenta las
del origen técnico. Es por esto que la tecnofobia O.M en detrimento de las M.O, por lo cual
es ingenua, como lo dice Simondon (2008): priman las instituciones y los saberes frente a
las constituciones objetuales (entes inorgánicos
organizados). Hay una interioridad superior que
Un hombre cultivado no se permitiría hablar de
objetos o de personajes pintados sobre una tela determina una exterioridad inferior y delegada.
como verdaderas realidades que tienen interio- Así el mundo de las cosas debe obedecer a
ridad, una voluntad buena o mala. Este mismo una libertad del espíritu, por lo que invertir la
hombre habla sin embargo de máquinas que delegación, a saber, dejar que lo delegado, la
amenazan al hombre como si atribuyera a estos técnica, se haga delegador obliga al hombre,
Son “tecnólogos” o “culturólogos” que ha- Todo sistema técnico, como hemos
blan de una aceptación del mundo técnico siem- dicho, tiende a la organización (parcial) y dicha
pre y cuando conservemos nuestro “ser” humano tendencia marca ritmos y dinámicas propias.
y la libertad volitiva. Son tecnófilos con fondo La escritura alfabética, por ejemplo, encontró
tecnófobo, que se basan en un argumento débil estabilidad cuando definió los intereses del poder
y gratuito del origen, que no asumen la técnica teológico-político, así como los sistemas de
como sistema de exteriorizaciones funcionales información hallaron un eje (inestable, más que
sino como colección objetual de instrumentos el alfabético, claro está) en la conformación de
útiles, y perpetúan la batalla ancestral del sujeto la industrialización y la economía. La tecnofilia
contra el objeto, del espíritu contra la materia, de atada al mecanismo festivo del artefacto olvida
lo superfluo contra lo primordial, de lo fáctico y que este está inserto en un campo de relaciones
ficticio contra lo verdadero. y que no surge por generación espontánea. El
tecnófilo de este tipo se entrega por completo
La otra tecnofilia consiste en la hiperva- a la velocidad tecnológica persiguiendo los
loración objetual de los artefactos como satis- artefactos de manera frenética y nerviosa, como
facción de necesidades en vías de un progreso. el perro al que se le lanza la pelota, sin tener
El tecnófilo de este tipo se convierte en un acu- otro objetivo que traerla para que se la lancen de
mulador de artefactos (datos y hechos) técnicos nuevo. Es una suerte de Sísifo de la frivolidad,
justificado en la idea de “actualidad”. En él hay que se permite hablar de “cultura técnica”,
una celebración permanente de la técnica como como si la característica de la cultura fuera
motor del progreso humano, sin considerar la homologable a la característica de la tecnología,
idea sistémica: un objeto sin mano que lo use en tanto pueda fundirse la criteriología de la
es solo un campo virtual de acciones, una cu- comunicación con la de la transmisión, como si
riosidad de exhibición, que da cuenta de formas se necesitaran de los mismos mecanismos o no
de hacer, pero sin un real “modo de existencia”. hubiera distinción alguna, por lo que habría que
Al determinarse por lo “actual” este tecnófilo dejar de hablar de una de ellas.
se descontextualiza y pretende, como Marshall
McLuhan (1996), que “el medio es el mensa- Este tecnófilo pretende unir lo que antes
je”, como si el artefacto pudiera vivir sin toda la estaba separado, pero de manera superficial
estrategia y logística que fija su difusión, adop- y ciertamente forzosa, prolongando el eterno
ción y transmisión. malentendido de lo volitivo y lo instrumental,
Esto quiere decir que el festejo de la Hay un contexto claro para las reflexio-
técnica sigue partiendo del principio elemental nes de ambos: la segunda posguerra y la esce-
del hombre como centro de la tecnicidad, en tanto nificación de la catástrofe, merced al desarrollo
esta soluciona problemas prácticos humanos y tecnológico. Dos posturas intelectuales dirigirán
lo dota de corazas instrumentales en pos de una el debate: o el hombre, desde el “olvido de sí”
cualificación vital. El punto de partida, como en ha perdido su condición de existencia debido a
la tecnofobia, es la esencialidad, solo que ubican la tecnicidad y se ha encargado de ofender a (y
al instrumento separado de la red de relaciones y disponer de) la tierra, por lo que su relación con
obvian las condiciones propias de la solidaridad ella estaría totalmente viciada; o, la realidad tec-
interna de los elementos análogos. Las razones nomaquínica delimita un tipo de hombre ya no
para celebrar no sobran después de todo, como concordante con las realidades precedentes a la
lo presentaría de manera lúcida Paul Virilio en industrialización y la fabricación ampliada de in-
sus análisis sobre el accidente, entendido como dividuos técnicos en los cuales el sujeto deja de
un milagro al revés: ser simple portador y activador de instrumentos.
La hostilidad frente al hecho técnico que mismo del espaciamiento. En este caso, técnica
puede leerse en Heidegger (1994) no se sujeta, sería el proceso de aperturidades, la sucesión de
en principio, a la consideración de un origen actos de desocultamiento, una historia especial
humano incuestionable (como ocurre con la de “abrir espacios”, como dice Duque (2001).
filosofía en general y la antropología filosófica
desde su traducción de la antitética clásica), sino Así, lo que entendemos por “espacio” es
a un tipo de vínculo que se tiene con la tierra y el un producto técnico y quien se encarga es un
cielo que se altera cuando no puede reconocerse technités (un espaciador), aquel que da lugar,
la función de articulador (espaciamiento) del permite el encuentro entre Tierra y Hombre.
hombre. Heidegger plantea que el acto humano Esta idea anula la diferencia naturaleza/artifi-
de herausforderung, provocación, se aplica cio y presenta una condición de existencia rela-
sobre la tierra para obligarla a mostrarse según cional a través de la cual se accede a la verdad
condiciones de constatación y cálculo, y con esto (aletheia). Heidegger (1994) señala que esta
se la violenta y constriñe sin “dejar que sea”, por relación ha ocurrido muy pocas veces y de ahí
lo tanto, la provocación lleva necesariamente al su hostilidad frente a las formas de entender lo
disponer o encargar (bestellen) de la tierra. Así técnico en la realidad industrial, donde no se
el hombre controla, calcula y determina la tierra, cuenta con la Tierra y se abusa de ella como
convirtiéndola en fondo disponible. El ejemplo fondo disponible.
clásico, que Heidegger (1994) refiere, es el del
puente y la hidroeléctrica: el puente deja que La técnica industrial impide la existencia
el río sea, y se articula con él desde su fluir, del technités (de hecho su principal rasgo es la
respetándolo y co-laborando desde las orillas, estandarización maquínica del saber-hacer y
la hidroeléctrica, por su parte, hace del río un por ende, el remplazo de capital humano tra-
fondo de disposición y regula, canaliza y dirige bajador permanente) y no posibilita la aletheia,
el torrente hacia un fin artificial, impidiéndole siendo amenaza permanente y llevando al ries-
ser lo que es. Al disponer de la tierra de esta go de perder por completo el acceso al desvela-
manera la técnica interviene de forma agresiva miento de lo originario. Heidegger afirma que
y abusa hasta el agotamiento de ese fondo la época industrial es una época oscura en la
disponible, dado lo cual habrá una necesidad cual la naturaleza (se) esconde (en) su esencia.
cada vez mayor de técnica. La alternativa que el pensador alemán propone
es el “desasimiento de las cosas”: dejar que los
La técnica es autorreferencial: el hombre objetos técnicos recuperen su función instru-
esclaviza la tierra al hacerla un fondo disponible, mental, para que el hombre pueda recuperar su
desafiándola, y a la vez se esclaviza a sí mismo centro existencial.
al depender totalmente de su labor técnica
para mantener el estado de cosas. Así pues, el Este technités heideggeriano es bastante
problema latente de la cuestión técnica es que se similar al poietés aristotélico, con lo cual po-
pierde de vista la verdadera relación del hombre demos entender cómo algunas décadas antes,
con la tierra, según Heidegger (1994), pues no la imagen del “instaurador de discursos” de-
ha existido alguna vez un Hombre (en cuanto terminó su exaltación de la tierra originaria y
tal), ni una Tierra como materia prima de uso el pueblo primigenio, en la ruta del bosque na-
y usurpación, sino una relación entre ambos, cionalista que trajo sus muy lamentables rela-
que es anterior y los codefine. Tal relación se da ciones políticas. Hay un comentario preciso y
en el acto de espaciar, es decir, sacar a la luz, lúcido de Félix Duque al respecto de la relación
hacer visible. Es aquí que se explica la aletheia técnica con el origen que podemos aplicar a la
griega, el desocultamiento, la aperturidad, justo reflexión sobre la imprudencia heideggeriana
donde debería ubicarse la técnica, como el acto en mención. Duque (2001) dice que la técnica
se establece a partir de estrategias colectivas y cia tanto como los hombres, y de hecho copro-
comunitarias, por un lado y que la técnica, en ducen la existencia. Acudimos aquí de nuevo a
tanto acto espaciador trae consigo, necesaria- la idea de sistema técnico. Para Simondon hay
mente, violencia y exclusión: que precisar los roles dentro de la dramaturgia
técnica según tres entidades: la de los elemen-
La Técnica, como hemos visto, es la colabora- tos técnicos (instrumentos, herramientas, útiles
ción –siempre discorde y en desequilibrio– en- usados por el cuerpo humano), la de los indivi-
tre el hombre (no solo viator, sino instaurador duos técnicos (máquinas activas que relevan la
de vías, de vanos y vacíos) y la tierra (en cuanto fuerza humana) y la de los conjuntos técnicos
cierre profundo y retráctil de todo camino). Se-
(campos interactivos donde se relacionan los
gún esto, la Técnica no es ni ha sido nunca un
mero “habérselas” con la Naturaleza (más bien
elementos técnicos con los individuos técnicos,
es ella, la Técnica, la que engendra eso que lla- es decir, las fábricas, los talleres, etc.).
mamos “Naturaleza”: a parte ante, fondo de
provisión –lo determinable, en relación con las De acuerdo con esto, el panorama que en-
necesidades abiertas por el hombre–; a parte contramos en la sociedad industrial es la dele-
post, cúmulo de desechos –lo indisponible, en gación de los esfuerzos a los conjuntos técnicos
relación con la cerrazón de la tierra–). Desde su y la concentración en el perfeccionamiento de
inicio, la Técnica se ha configurado como un
los elementos técnicos. El hombre no es más
ejercicio de poder y dominación sobre un terri-
centro de la tecnicidad y este proceso ha de re-
torio por parte de un grupo que, solo por tener
conciencia de esa actividad y reflexionar sobre conocerse como irreversible, tratar de reivindi-
ella, merece ser considerado como humano. car lo humano del origen frente a la perversión
Ahora bien, esta jurisdicción que abre lugares técnica es lo que Simondon (2008) denomina el
y coloca las cosas en su sitio implica necesaria- “humanismo fácil”. Se trata, para él, de enten-
mente la concentración y la distribución regla- der un campo de relaciones abiertas en las que
da de la violencia, no sobre la tierra, sino sobre la propia constitución de lo humano se justifica
los habitantes del territorio (ad intra) y sobre no solo por su relación con los instrumentos,
pueblos extranjeros (ad extra), poseedores de sino por la interactividad constante con indivi-
las materias primas necesarias para el avance
duos técnicos maquínicos en contextos regula-
técnico del grupo o que, a la inversa, codician
las materias –y las técnicas– de que este dispo- dos y programáticos de tecnicidad.
ne (pp. 18-19).
El pensador francés propone pensar el
No hay pues aperturidad sin la concepto de individuación por encima de una
inauguración de la violencia: el ojo que ve el base u origen “individual” en la relación con
claro es antecedido por la mano que abrió el el mundo. Lo singular se produce como una
espacio visto, por lo que el origen se funda concretización de un proceso de articulaciones
en la violencia y recuperarlo es también un en el que las tendencias de individuación se
acto violento de exclusiones, usurpaciones y coordinan con metaestabilidades de lo intensivo
afrentas. La técnica no se debe analizar in situ, energético y los procesos de interacción se logran
por supuesto, y tampoco como acto desprovisto por transducciones, o sea encadenamientos
de intereses políticos, y este lapsus histórico operacionales de la individuación.
insertó a Heidegger en el contexto nazi.
Un ejemplo clásico que toman Deleuze y
El caso de Simondon presenta otro mun- Parnet (2004) de Spinoza nos permite acceder un
do, totalmente distante a la restitución del hom- poco más a este universo simondoniano: un ca-
bre como centro de la tecnicidad que propon- ballo de labor tiene mayor relación con un buey
dría Heidegger. Simondon (2008) plantea que que con un caballo de carreras. De lo que se tra-
los objetos técnicos tienen un modo de existen- ta es de reconocer campos intensivos de vínculo
que determinan procesos funcionales, de acuer- Gourhan y Bernard Stiegler. La técnica es una
do con constantes afectivas y perceptivas. El ser continuación de la vida por medios no biológicos
individuado se caracteriza por cargas de potencia y los procesos de adopción dependen de
desde las que se distribuyen las adecuaciones de logísticas delimitadas en las que se identifican
concretización (tensiones orientadas) en un cam- empatías o antipatías (entendiéndolas desde el
po preindividual de metaestabilidad. Por esto la pathos), según grados de memoria compartida
estirpe del caballo de labor, según sus prácticas, (localizada en soportes de retención terciaria).
dinámicas y procesos, lo cargan de afectos y po- Un animal y un hombre también guardan
tencias más propias del buey que del caballo que un vínculo mnemónico que permite que sus
corre. Así mismo, las relaciones de un hombre relaciones sean más o menos cercanas, así
con un animal no se miden por una distribución mismo, las características de conformación en
esencial previa, sino por las diferencias de inten- tanto “especie” se deben a grados de intensidad
sidad y devenires específicos. en tensiones que obligan a resolver problemas
de una u otra manera. No habría una distancia
No hay un ser individuado de antemano, él de origen (ontogenética) entre los animales y
es el resultado de sus relaciones, composiciones los hombres, se trata todo de cruzar umbrales en
y hábitos, y su concreción depende de los grados la tendencia hacia cierto tipo de organizaciones.
de estabilidad que se consigan en los procesos
de liberación funcional. El individuo entendido Lo que se define como individuación sería
clásicamente es una categoría abstracta que la resolución procesal de problemas concretos
define unos rasgos de representación, pero para en un campo de relaciones dispares, donde el
Simondon eso nunca puede ser un punto de individuo es a la vez resultado y entorno de
partida para comprender su estatuto ontológico. individuación. Lo que se comprende como
Lo que se entiende como “humano” debe metaestabilidad es el proceso de lentificación o
asumirse según las formas de relación con otros retardo del movimiento constante para dar una
modos de existencia. Así, el objeto técnico está estabilidad parcial. Así funcionaría la cultura,
integrado en el campo de relaciones y no es en tanto mnemotecnia de rasgos distintivos,
solamente un útil o herramienta y el hombre apoyada en estrategias y logísticas particulares.
no es un centro de tecnicidad sino un elemento
de integración especial en el sistema técnico, La vida funciona así mismo, según len-
donde toda estabilidad se debe tomar como tificaciones (lo que entenderíamos como géne-
parcial. Es cierto, por demás, que los procesos ros y especies) que garantizan acoplamientos.
tienden a la estabilidad, es decir, a un tipo de Se trata de discernir las relaciones y los grados
organización concreta que regula las relaciones, de intensidad de ellas: alianzas, cruces, pactos,
y es por esto que Simondon (2008) dice que devenires. Lo natural y lo artificial no son ejes
de clasificación, no hay linajes o filiaciones bio-
[…] la máquina, obra de organización, de in- lógicas que constituyan el ser del mundo. Y esto
formación es, como la vida y con la vida, lo mismo se aplica a la realidad maquínica e in-
que se opone al desorden, al nivelamiento de dustrial, tal como lo explica Simondon (2008):
toda cosa que tienda a privar al universo de
los poderes de cambio. La máquina es aquello La presencia del hombre en las máquinas es
por medio de lo cual el hombre se opone a la una invención perpetuada. Lo que reside en
muerte del universo; hace más lenta, como la las máquinas es la realidad humana, el ges-
vida, la degradación de la energía, y se con- to humano fijado y cristalizado en estructu-
vierte en estabilizadora del mundo (p. 38). ras que funcionan. Estas estructuras tienen la
necesidad de ser sostenidas en el transcurso
Reconocemos aquí las resonancias entre de su funcionamiento, y la mayor perfección
el pensamiento de Simondon y el de Leroi- coincide con la mayor apertura, con la mayor
libertad de funcionamiento. Las calculadoras técnicas en tanto que estas hacen sistema: la
modernas no son puros autómatas, son seres tecnología es entonces el discurso sobre la
técnicos que, por sobre sus automatismos de evolución de ese sistema (p. 146).
adición (o de decisión por funcionamiento de
basculadores elementales), poseen vastísi- Técnica y estética
mas posibilidades de conmutación de circui-
tos, que permiten codificar el funcionamien-
to de la máquina restringiendo su margen de
Si hemos propuesto el problema de la
indeterminación. Gracias a este margen pri- técnica como una condición de la antropogénesis
mitivo de indeterminación, la máquina mis- y además como un sistema de exteriorizaciones
ma puede extraer raíces cúbicas o traducir funcionales que hace viable la prolongación
un texto simple, compuesto de un pequeño de la vida por medios no biológicos, en el
número de palabras y de giros, de una lengua sentido de que mantiene indefectiblemente un
a otra (p. 34). nexo activo con el programa de resistencia al
caos, no podemos obviar la circunstancia de la
Lo vivo, como dice el propio Simondon, estesia dentro de este campo relacional. Para
vive en su propio límite, procesalmente, y hacerlo debemos retomar algunos elementos
adquiere niveles de estabilización parcial. Lo tratados aquí sobre el concepto de técnica –
que nos desorienta actualmente es la velocidad remitido al saber-hacer– y su equivocidad
con la que cambian los ritmos y al tiempo la etimológica luego de las adaptaciones latinas al
imposibilidad de adecuarse o adoptar nuevas ars y después de la configuración de un campo
condiciones, pero es allí donde está la clave específico con destino al análisis de lo bello,
reflexiva de la acción. Si todo consiste en alianzas denominado estética.
y procesos de conformación conveniente,
la técnica dispone que esas alianzas puedan No es momento ahora de recorrer el
formalizarse, y es esto lo que ocurre con la devenir estético, su crisis en tanto institución
cultura en tanto técnica de la memoria colectiva arte, y su reconfiguración dentro de nuevos
que remite a pasados no vividos, en un campo campos de artisticidad que extienden lo estésico
amplio preindividual de metaestabilidad. a dimensiones antes insospechadas. Lo que
nos interesa es reconocer que las condiciones
El hombre, entonces, no es el núcleo de lo simbólico están atadas a la capacidad
instrumentalizador del mundo, sino un mediador virtualizante de las acciones prácticas, es decir,
o modulador de las relaciones entre elementos, que el principio de toda estética es funcional.
individuos y conjuntos técnicos. El campo
de relaciones tecnológico sería, entonces, un La culturología incluye la estética en su
centro momentáneo de diferencias articuladas campo de estudio y de forma bastante gratuita el
dentro de un sistema de autorregulaciones concepto se integra en la producción intelectual
parciales. La tecnología propiamente dicha sería humana y aún hoy algunos tecnólogos (o
el estudio de las relaciones entre elementos, tecnologistas) fijan como un “saber menor”
individuos y conjuntos técnicos en función de y desde todo punto de vista prescindible, el
un sistema abierto de ensamblaje, que se rige encuentro de lo estético con lo técnico: “es
por metaestabilidades. En esta misma línea importante que funcione y no que sea bello”,
Stiegler (2002) define la tecnología como dicen sin el mínimo asomo de vergüenza,
como si lo estético se planteara desde un
[…] el discurso que describe y explica las
sucedáneo decorativo de la artefactualidad.
evolución de los procedimientos y de las téc-
La funcionalidad es estésica, pues el campo
nicas especializadas, de las artes y de los ofi-
cios, sea sobre un cierto tipo de procedimien- de relaciones donde se resuelve lo humano
tos y de técnicas, sea sobre el conjunto de la consiste en exteriorizaciones funcionales que
producción alienante desde las formas de con- Duque, F. (2001). Arte público y espacio políti-
sumo, brinda un escenario perfecto para la sata- co. Madrid: Akal.
nización de lo técnico confundido con las adop-
ciones económicas del mercado y del capital. Heidegger, M. (1951). El ser y el tiempo. México:
Fondo de Cultura Económica.
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El tecnosistema es realmente un ecosis-
tema, si nos acogemos al rigor etimológico que Heidegger, M. (1993). Introducción a la metafí-
ayuda a ver en el oikos, no una remisión a lo sica. Barcelona: Gedisa.
“natural”, sino a la integración funcional de las
relaciones que permiten un hábitat y desde el Heidegger, M. (1994). Conferencias y artícu-
cual se derivan comportamientos (ethos) y vec- los. Barcelona: Serbal.
tores de sensibilidad (aisthesis).
Heidegger, M. (2003). Observaciones relativas
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