Realizado por:

Alberto Rincón
Stefany Acosta
Miguel Ayala

¿Es justa la pena de muerte para violadores?

La pena de muerte para cualquier tipo de delito capital, ha sido cuestionada alrededor
del mundo, siendo un tema de controversia no sólo con la política, las leyes, los
derechos humanos, sino también con la religión. Esto no solo genera problemas
internos en un país, sino también internacionalmente. En primer lugar, este tipo de
sanción consiste en ​la ejecución de un delincuente que ha sido condenado en juicio. A
esta pena se le conoce comúnmente como la pena capital y se aplica como sanción
penal ante delitos muy graves.

Sabemos bien que este método de “justicia” tiene un punto de vista desde el país en
que lo veamos. En la actualidad, cincuenta y ocho países aún siguen aplicando esta ley
y cada año se han restado más los países a esta lista, pues quitarle la vida a un ser
humano independientemente de los delitos que haya cometido, le quita
automáticamente el derecho a vivir.

A decir verdad, la muerte termina con todo, es decir con lo único que tiene el ser
humano, que es su vida. Después de la “ceremonia” en que un hombre es ejecutado,
queda el silencio, el vacío, la nada. También las celebraciones de los quisieron esta
ejecución. Pero los familiares de la víctima se sentirán insatisfechos. Ya no estará vivo
el criminal, pero la supresión física de éste no les proporcionará alivio. Distinta será la
situación si el delincuente purga una pena exenta de la brutalidad de una ejecución
pero que se prolongue en el tiempo, que muestre a los ojos de todos que se está
haciendo justicia durante un período considerable. La pena extensa, también llamada
cadena perpetua. ​ será más ejemplar que la pena “espectacular”,
Pero ahora, hablamos de un caso más en particular: La pena de muerte para
violadores. De hecho, son pocos los países que contemplan esta forma de castigo para
este delito en específico: India, Egipto, Uganda, Bangladesh, China, Corea del Norte,
Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Pakistán, Palestina, Siria, Sri Lanka, Tailandia,
Tayikistán y Vietnam.

Un caso en especial fue el país de India, quien instauró esta ley específicamente para
quienes violaran a niños menores de doce años. Obviamente, se vieron venir las
diferentes críticas hacia esta decisión tomada por el gobierno.

Aquella atrocidad generó una ola de protestas y provocó que la violencia

sexual contra la mujer se colocase en la agenda política y mediática de la
India.No obstante los propios expertos que elaboraron las reformas
después de la violación de 2012 advirtieron que la pena de muerte "puede
no tener un efecto disuasorio" y que el foco principal debe situarse en la
escasez de casos que acaban con una condena. (Olazábal, 2018. P.1)

En otras palabras, si imponen esta ley para este tipo de delitos, ¿por qué no para otros
que tienen igual importancia y gravedad?

Ahora, sabemos que muchos medios se han visto involucrados en fomentar este tipo
de debates y opiniones respecto a este tema. El cine es uno de los que ha tenido un
poco enfoque en este tipo de delitos. Si ha tratado temas como la violación pero sin
hacer énfasis en tener que hacer el uso de la pena de muerte para castigar a una
persona por ello. En otras palabras, hay poco registro filmográfico sobre este tema en
específico.

En cambio, sí abundan películas que traten sobre la pena de muerte como castigo, ya
sea por un asesinato como en el caso de la película: Dead Man Walking (1995). Narra
la historia de ​una monja que asiste a condenados a la pena de muerte en EE UU y, en
ese entorno, experimenta el dolor y la rabia de todos los involucrados en esta forma de
castigo del sistema de justicia. Su elección por acompañar al victimario hasta sus
últimos minutos de vida mostrará la paradoja de castigar el asesinato quitando otra
vida. Una de las frases más conmovedoras y ciertas en la película es cuando la monja
intenta abolir dicha decisión:

“Con lo que estaba involucrado era con el mal. No lo apruebo. Simplemente no le veo
el sentido a matar gente para decir que matar gente está mal”.

El asesino serial, el secuestrador, el violador que, aun sin matar, arruina la vida del
victimario; el terrorista que destruye los mundos reales de inocentes, y otros
delincuentes desalmados sin duda ameritan la más radical de las penas.

Este tipo de consideraciones no justifica la pena de muerte. Y no porque

algunos delincuentes no la merezcan, sino porque nosotros, las mujeres y
los hombres que nos tenemos por civilizados, no podemos ponernos al
nivel de los delincuentes. La objeción a la pena de muerte no se basa, no
se puede basar, en la decencia de los criminales, que no son decentes,
pues si lo fueran no serían criminales, sino en la decencia de quienes no
lo somos. El Estado, que representa a los ciudadanos, no puede echar
mano de un castigo bárbaro que resulta inaceptable para nuestro nunca
agotado proceso civilizatorio. (Solórzano, 2013. P.3)

La sociedad y el Estado que la representa están legitimados para privar de la libertad a

un delincuente, no para eliminarlo. La vida, como la dignidad, es de respetarse
siempre, aun tratándose del peor de los criminales. Albert Camus dijo: Este derecho de
vivir, que coincide con la posibilidad de reparación, es el derecho natural de todo
hombre. La pena capital es inútil, irreversible e indecente. Es inútil porque no logra
disminuir la criminalidad. Es irreversible porque su irrevocabilidad no permite corregir
los no infrecuentes errores judiciales. Y es indecente porque las penas que
legítimamente puede imponer un Estado democrático y civilizado excluyen la
destrucción de la vida, lo más sagrado del ser humano.
Si nos trasladamos a nuestro contexto más cercano, ​Colombia se ha caracterizado,
lamentablemente, por ser un país muy violento. Durante décadas el conflicto armado
ha golpeado fuertemente a todo el territorio nacional, afectando a muchas personas,
niños, mujeres, adultos sin dejar cabo suelto, dejando miles de víctimas. SIn embargo,
hay algo en especial que es muy preocupante, y es la violencia sexual, siendo algo que
ha sobresalido durante muchos años en el país y que siempre ha tenido alerta a la
sociedad colombiana.

Pero no es para menos, ya que se reflejan datos preocupantes. En el 2018, medicina

legal arrojó los siguientes informes: entre enero y agosto se registraron 17.574 casos
de presuntos abusos sexuales, entre ellos 15.408 a víctimas menores de edad, donde
la edad más afectada es entre 10 y 13 años de edad, mayormente en mujeres. Esto es
algo que ha marcado al país donde se evidencia que algo no se está haciendo bien,
pues no es normal que se presenten estas cifras, donde cada día que pasa se están
cometiendo mínimo hasta dos delitos de esta gravedad.

Pero pensar en pena de muerte en este país es imposible cuando no se ha aprobado ni

siquiera la cadena perpetua, que en la mayoría de ocasiones los victimarios han salido
impunes frente a los delitos cometidos. Esto da mucho qué pensar sobre las leyes de
este país, algo que es muy injusto a la hora de condenar algunos hechos, porque han
sucedido muchos casos donde el abusador ha quedado libre expuesto a seguir
cometiendo estos abusos. Entonces, esta falla en el sistema legal hace que muchos
criminales no les importe salirse con las suyas, permitiendo que estos delitos nunca se
detengan y que cada año vayan aumentando. Todo eso es gracias a que el gobierno
no ha tenido el suficiente carácter para aprobar dichas leyes.

Ahora bien, varias han sido las propuestas que han intentado exigir cadena perpetua,
ofertas que lamentablemente han nacido a partir de casos que conmocionaron al país.
El más reciente es el de la niña Yuliana Sambolí, maltratada, violada y asesinada por
Rafael Uribe Noguera en un barrio de Bogotá, un hecho que generó el repudio de todo
el país, pidiendo que todo el peso de la ley cayera sobre este hombre y no se quedara
en la impunidad como en cientos de casos. Por tal motivo Yohana, hija de Gilma
Jiménez, exconcejal de Bogotá que en 2008, avanzó en el proyecto de legalizar la
cadena perpetua, pero luego dos debates aprobados por el senado, en el tercero se
cayó porque tenía “vicio de trámite”, entonces Yohana, al conocer el caso de la niña
Yohana y siguiendo los pasos de su madre intentó crear el proyecto a favor de la
cadena perpetua, pero nuevamente el trámite se derrumbó y no se pudo lograr
legalizar dicha ley, sin embargo en el caso de la niña Yuliana Sambolí, Rafael Uribe fue
condenado a 58 años de prisión sin derecho a rebajas.

Otros fueron los proyectos que también se quedaron archivados como la sugerencia de
castración química a violadores, propuesto por la senadora Maritza Martínez, que
también se quedó en veremos, y así sigue pasando en este país: se preocupan más
por impulsar leyes que vayan en contra de los pequeños empresarios o personas que
intentan salir adelante, pero en contra de este tipo de delitos si no hay nadie que los
apruebe. Aunque haya casos específicos donde cae todo el peso de la ley, existen
otros donde se queda en impunidad abriendo camino a que se sigan presentando estos
casos en todo el país.

En el cine, la televisión y los medios de comunicación como importantes fuentes de

información en este país deben ser muy conscientes a la hora de tratar estos temas tan
delicados. Estos temas deben tratarlos bajo la ética y la moral, donde se debe tener
presente que cualquier tipo de persona está expuesta a consumir estos contenidos,
sobre todo la televisión, un medio donde personas de cualquier edad o clase social
puede acceder a ello.

De hecho, es bueno revisar qué contenido televisivo han realizado a la hora de tratar
temas como violencia intrafamiliar y sexual. casos como Pandillas guerra y paz, Las
muñecas de la mafia, a mano limpia, sin tetas no hay paraíso, hace cuestionar mucho
acerca de si se está manejando correctamente estos temas, conscientes de que el
mensaje que se transmite sea el correcto, pero lo que evidencia, es que en vez de
mostrar un mensaje adecuado hace que las personas lo tomen como ejemplo, sobre
todo los que están expuestos a caer en estos delitos. Por tal motivo se cuestiona
mucho a los creadores de estos temas en específico, donde realmente la forma en la
que lo exponen no es la adecuada y están cayendo en crear contenidos que exponen
la violencia como forma de salida a muchos de los problemas y no como una acción
que no se debe cometer, algo que deja mucho que pensar para los creadores de estos
productos.

Frente al cine son pocos los contenidos que se han creado frente a estos temas, una
de las películas más recientes es la de La mujer del animal, dirigida por Víctor Gaviria,
un largometraje que causó gran polémica en el país por el contenido y la forma
explícita en la que se muestra la violencia, aunque ciertamente es la correcta por lo
cruda que se vuelve al hablar del tema. Entonces, las sensaciones que llega a generar
son de repudio y malestar frente al delito. A demás de evidencia y muestra de lo que
pasa en el país y que realmente no se evidencia a simple vista, claramente la película
no incita a cometer estas agresiones, solo las expone.

El delito de abuso sexual o violación no se puede permitir de ninguna manera, y se

debe castigar con todo el peso de la ley, sin embargo, la pena de muerte debería estar
excluida porque como primer derecho de todo ciudadano es el derecho a la vida, y
nadie puede quitarle ni debe hacerlo, a pesar de todo lo que haya hecho. Así de simple.

Aparte de crear todas las leyes que condenen estos delitos, también se debe por
empezar a educar a un país, donde el respeto, la tolerancia y el respeto por la vida sea
los principales valores que se inculquen en la sociedad. Además de guiar a las
personas para que tomen conciencia sobre los valores que se debe tener una persona
a otra, sin atentar contra su integridad, esto debe empezar por cada uno de nosotros
dando el primer paso. De esta manera puede que en total no se eliminen 100% los
casos de violencia pero si se reduzcan consideradamente, donde se brinde un futuro
más tranquilo a las futuras generaciones.
Referentes:

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El Tiempo. Recuperado de:
https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/cadena-perpetua-para-violadores-de-ninos-
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https://www.elmundo.es/internacional/2018/04/21/5adb4ce9468aebd4578b4677.html

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https://www.ambitojuridico.com/noticias/educacion-y-cultura/cinco-peliculas-recomenda
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