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(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim.

2010; 57: 297-306) FORMACIÓN CONTINUADA


Formación
acreditada

Aspectos perioperatorios de la implantación de un estimulador


vagal
F. Iturri Clavero1, A. González Uriarte1, G. Tamayo Medel1,2, I. C. Pomposo Gaztelu3, M. Cano Dorronsoro1,2,
A. Martínez Ruiz1
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital de Cruces. Baracaldo. Bizkaia. 2Departamento de Farmacología. Universidad del País Vasco.
1

EHU-UPV. 3Servicio de Neurocirugía. Hospital de Cruces. Departamento Cirugía. Universidad del País Vasco. EHV-UPV. Baracaldo. Bizkaia.

Resumen Perioperative considerations in vagal nerve


stimulator implantation
La estimulación vagal se ha convertido en una moda-
lidad importante en el tratamiento de la epilepsia refrac-
taria, que sigue siendo su indicación principal. Sus indi- Summary
caciones terapéuticas se han visto ampliadas, siendo
aprobado para el tratamiento de la depresión mayor. En Vagal nerve stimulation has become an a important tool
la actualidad siguen en estudio otras posibles indicacio- in the treatment of refractory epilepsy, which continues to
nes como la obesidad mórbida, la enfermedad de Alzhei- be the main indication for this technique. Other
mer, síndromes de dolor crónico y algunos trastornos therapeutic indications are emerging, however, and vagal
neuropsiquiátricos. En este artículo se revisan los aspec- nerve stimulation has now been approved for major
tos perioperatorios de este procedimiento terapéutico, lo depression. Additional possible uses under study include
cual permitirá un mejor y más integral manejo del mis- morbid obesity, Alzheimer disease, chronic pain
mo. syndromes, and certain neuropsychologic disorders. This
review considers perioperative aspects relevant to using
Palabras clave: this therapeutic procedure with a view to facilitating better
Epilepsia. Tratamiento. Estimulación del nervio vago. and more integrated management of its application.

Key words:
Epilepsy. Therapeutics. Vagal nerve stimulation.

1. Introducción 1. Introducción
2. Estimulación del nervio vago
3. Efectos secundarios de la estimulación vagal La estimulación vagal es una modalidad de trata-
4. Consideraciones anestésicas miento, no farmacológica y no destructiva de la epilep-
5. Visita preanestésica sia farmacorresistente, que fue aprobada por la FDA en
6. Intraoperatorio 1997. La estimulación del nervio vago mediante un sis-
7. Mantenimiento de la anestesia tema programable implantado se ha convertido en una
8. Postoperatorio inmediato modalidad importante en el tratamiento de la epilepsia
9. Consideraciones clínicas en el paciente porta- refractaria, que sigue siendo su indicación principal.
dor del dispositivo Posteriormente sus indicaciones terapéuticas se amplia-
ron en 2005 y fue aprobado para el tratamiento de la
depresión mayor. En la actualidad siguen en estudio
otras posibles indicaciones como la obesidad mórbida,
la enfermedad de Alzheimer, síndromes de dolor cróni-
co y algunos trastornos neuropsiquiátricos.
Debido al creciente número de pacientes a los que
Correspondencia:
Dr. Fernando Iturri Clavero se implanta o que son portadores de un estimulador
C/ Iparbide, 17, 3ºC. vagal, el anestesiólogo puede encontrarlos en su ámbi-
48991 Algorta. Bizkaia to de trabajo y debe conocer su manejo. El objetivo de
E-mail: fib96@euskalnet.net
este artículo es revisar los aspectos perioperatorios de
Aceptado para su publicación en mayo de 2010. este procedimiento terapéutico.
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Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 57, Núm. 7, 2010

2. Estimulación del nervio vago por la estimulación vagal son semejantes en ambos
hemicórtex.
El estimulador vagal es un dispositivo que consta de En general3, el dispositivo se coloca preferentemen-
un generador de pulsos, semejante a un marcapasos te en el nervio vago izquierdo. Esta elección del ner-
cardiaco, y de un cable que posee en su extremo pro- vio vago izquierdo se basa en la asimetría de ambos
ximal de tres formaciones helicoidales (un electrodo nervios vagos con respecto a la inervación cardiaca. El
positivo, uno negativo y uno de anclaje) (Fig. 1) que nervio vago izquierdo conduce la mayoría de las fibras
se colocan abrazando al nervio vago para su estimula- parasimpáticas que inervan, con escasa densidad, los
ción. En el otro extremo el cable finaliza en dos conec- ventrículos, y el nervio vago derecho conduce la
tores (positivo y negativo) para el generador. mayoría de las fibras parasimpáticas que inervan más
Quirúrgicamente, el nervio vago izquierdo es aisla- densamente las aurículas4.
do dentro de la vaina carotídea entre la vena yugular y No se conoce con precisión el mecanismo por el
la arteria carótida. La exposición de aproximadamente cual la estimulación del nervio vago izquierdo presen-
3 cm del vago es suficiente para la colocación de los ta efecto antiepiléptico. Se ha postulado que los estí-
electrodos. Una vez aislado el nervio, se crea un bolsi- mulos eléctricos podrían inhibir la sincronización en
llo subcutáneo por encima de la fascia pectoralis distintos núcleos que deben descargar al unísono para
mediante una incisión en la parte anterior del tórax. que la actividad eléctrica cerebral normal se convierta
Algunos autores sugieren la implantación submuscular en una crisis epiléptica. Aunque varios mecanismos
debajo del pectoral en pacientes pediátricos, en espe- podrían explicar no sólo su efecto antiepiléptico, sino
cial en aquellos con retraso mental o hiperactivos, para el resto de sus efectos beneficiosos. El estudio del
evitar que la manipulación del estimulador pueda mecanismo de acción ha sido objeto de extensa revi-
dañarlo2. Mediante un dispositivo, antes del cierre, se sión por algunos autores5.
comprueba el generador, así como la impedancia de
todas las conexiones, realizándose en este momento un
test de prueba. 3. Efectos secundarios de la estimulación vagal
Se ha comprobado que en modelos animales la esti-
mulación del nervio vago derecho e izquierdo tiene Cardiacos
igual efecto en el control de las crisis epilépticas. La
estimulación bilateral no parece aportar mayores bene- La afirmación de que la estimulación del ner-
ficios. Por otra parte, los cambios en el EEG inducidos vio vago izquierdo no produce efecto cronotrópico6-8
parece contradecir el principio probado de que la acti-
vación vagal produce bradicardia9, y ha sido explica-
da por la asimetría de la inervación cardiaca vagal10.
Sin embargo, Frei et al11 publicaron un estudio en el
cual observaron que, separando los periodos de acti-
vación del estimulador de aquellos en los que el siste-
ma no funcionaba, la estimulación del nervio vago
izquierdo producía bradicardia y disminución de la
variabilidad del ritmo cardiaco. Posteriormente en
otro artículo12 ampliando esta serie, los mismos auto-
res concluyeron que la estimulación del nervio vago
izquierdo a alta intensidad tiene efectos complejos
sobre el ritmo cardiaco espontáneo y sobre la variabi-
lidad del mismo, mostrando además una gran diversi-
dad interindividual.
Se ha publicado una serie de cuatro casos de asisto-
lia durante la estimulación intraoperatoria del nervio
vago izquierdo 13, cifrando los autores el riesgo de
padecer una asistolia en un 0,1%, en base a la exposi-
ción de más de 3.000 pacientes a esta técnica. Ascona-
pé et al14 analizaron las posibles causas de dos episo-
dios de bradicardia y de una asistolia en el periodo
Fig. 1. Estimulador del nervio vago en el momento de su implante quirúr- intraoperatorio de la colocación de un estimulador de
gico. nervio vago. Uno de los posibles mecanismos podría
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F. ITURRI CLAVERO ET AL– Aspectos perioperatorios de la implantación de un estimulador vagal

ser la posición inadecuada de los electrodos por su 5. Visita preanestésica


colocación invertida (el electrodo negativo debe ser
craneal). Dicha colocación, en estudios animales, Dentro de la valoración de estos pacientes para la
aumenta de forma significativa la afectación cardia- implantación de estimuladores del nervio vago es
ca15. Otras posibilidades son su colocación proximal a importante conocer y revisar la patología médica aso-
la salida de los nervios cardiacos superior e inferior, o ciada a la epilepsia, así como la posible presencia de
la estimulación colateral de estas ramas, que estaría síndromes que incluyen la epilepsia como una de sus
favorecida por la presencia de sangre o suero salino manifestaciones, por ejemplo, la esclerosis tuberosa,
que actuarían como conductores. que supone en una serie de casos infantiles de losbau-
Un aspecto relevante es la posibilidad de que la tores una proporción muy importante. Debemos cono-
técnica anestésica fuera un fenómeno coadyuvante. cer asimismo, el tipo de crisis, su frecuencia, y la pre-
Morris 16 presentó un caso de asistolia entre 28 esti- sencia o ausencia de aura o de factores desenca-
muladores colocados, lo cual supone una inciden- denantes. Es necesario conocer el tratamiento al que el
cia del 3,6%, 6 veces superior a la media publica- paciente esta sometido, y dentro de éste, es de impor-
da. tancia fundamental conocer el tratamiento anticomi-
Aunque una posibilidad que explicaría los casos cial. Una gran proporción de los pacientes sometidos a
descritos por Tatum13 sería la sensibilidad a la estimu- la colocación de un estimulador vagal presentan epi-
lación vagal, una hipótesis alternativa enunciada por lepsia refractaria, por lo cual suelen estar en trata-
Lesser17 sería que los pacientes tienen una sensibilidad miento con múltiples fármacos antiepilépticos. Se sabe
incrementada al estar con anestesia general, con la que algunos anticomiciales como la fenitoína, la car-
consecuente inhibición de las respuestas del tronco de bamazepina y el fenobarbital, son potentes inductores
encéfalo, incluidas las respuestas a la estimulación de las enzimas microsomales hepáticas, como el cito-
vagal. cromo p450, y pueden alterar el metabolismo de los
fármacos utilizados durante el procedimiento anestési-
Respiratorios co. De hecho, se ha constatado un incremento en la
necesidad de opioides y la posibilidad de presentar
Se ha evidenciado durante los periodos de estimula- resistencia a los bloqueantes neuromusculares24,25. Los
ción que la estimulación vagal crónica empeora los anticomiciales pueden afectar también a los estos fár-
síntomas del síndrome de apnea obstructiva del sueño macos causando una sobre expresión (“up-regulation”)
(SAOS). La primera comunicación sobre las alteracio- de los receptores de la acetilcolina en la unión neuro-
nes de la respiración durante el sueño fue publicada muscular26,27. Esta variabilidad en la respuesta hace
por Malow18 en una serie de 4 pacientes. Posterior- más necesaria una estrecha monitorización de la res-
mente otros autores han confirmado esta impresión puesta neuromuscular en estos pacientes.
inicial. Marzec19 comunica que hasta en un tercio de Otros posibles efectos secundarios de los fármacos
los pacientes de su serie existen cambios significativos anticomiciales deben tenerse en cuenta (Tabla 1).
en el índice apnea-hipopnea, este efecto era moderado Entre ellos cabe destacar la presencia de acidosis
en la mayoría de los casos. Sin embargo, los dos metabólica asintomática sin anión Gap producida por
pacientes que presentaban historia de SAOS desarro- el topiramato, como consecuencia de la inhibición de
llaron índices de apnea-hipopnea mayores de 10. la anhidrasa carbónica28 y la disfunción plaquetaria
En el postoperatorio inmediato se han descrito casos asociada al ácido valproico con el riesgo de trastornos
de parálisis de cuerda vocal izquierda con una fre- hemorrágicos29.
cuencia estimada en el 1%1. También se ha descrito El tratamiento anticomicial debe mantenerse hasta
ronquera con una incidencia en torno al 0,5%. La dis- el momento de la cirugía30.
función de la musculatura laríngea y de las cuerdas
vocales aumenta el riego de aspiración. Premedicación

La premedicación es ventajosa dadas las alteracio-


4. Consideraciones anestésicas nes del comportamiento que padecen muchos de estos
pacientes31-34. Las benzodiacepinas son útiles por ser
La implantación del estimulador vagal puede reali- capaces de disminuir la actividad convulsiva. Además
zarse con anestesia regional20, sin embargo, suele rea- poseen un antagonista específico si se presenta depre-
lizarse con anestesia general por la posibilidad de que sión respiratoria. Una excepción la constituyen los
una crisis epiléptica durante el periodo intraoperatorio, pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut, en los que
pudiera comprometer la cirugía21-23. las benzodiacepinas pueden inducir crisis25,35.
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Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 57, Núm. 7, 2010

TABLA 1
Posibles efectos secundarios de los fármacos ancicomiciales
Nombre comercial Fármaco Efectos secundarios
Epanutin Fenitoína Rubio Fenitoína Hiperplasia gingival, hirsutismo, anemia megaloblástica, rash cutáneo, ataxia,
Neosidantoína Sinergina mareo, diplopía, nistagmo.
Tegretol Carbamazepina Carbamazepina Ataxia, mareo, diplopía, anemia, aplásica, rash, Síndrome Steven Johnson, leucopenia.
(Alter, Normon)
Depakine Ácido Valproico Náuseas, vómitos, hepatotoxicidad, trombopenia, pancreatitis, encefalopatía, temblor.
Depamide Valproamida Derivado del ácido valproico, mismos efectos secundarios.
Luminal, Gardenal, Fenobarbital Sedación, depresión SNC, anemia megaloblástica.
Gatrusminal Luminaletas
Crisomet, Labileno, Lamictal Lamotrigina Rash cutáneo. Anomalías hepáticas alteraciones hemáticas. Edema facial,
Precaución en asociación con ácido valproico, el cual duplica la concentración sanguí-
nea de lamotrigina.
Topamax Topiramato Acidosis metabólica somnolencia, ataxia y confusión.
Sabrilex Vigabatrina Neutropenia, disminución de hemoglobina en sangre, reducción del campo visual.
Somnolencia, psicosis.
Etoxusimida Faes Etoxusimida Náuseas, vómitos, cefalea, parkinsonismo.
Zarontin
Mysoline Primidona Similar a Fenobarbital.
Taloxa Felbamato Insomnio, cefalea, anorexia, somnolencia, emesis, pérdida de peso y mareos incidencia
relativamente alta de anemia aplásica algunas veces fatal y alteración hepática.
Neurontin, Gabatur Gabapentina Somnolencia, ataxia y mareos. A altas dosis puede producir,
Gabapentina (Alter. Bexal, flatulencia, diarrea y mioclonias.
géminis, Kern, Ratiopharm, Rubio)
Zonegran Zonisamida Nefrolitiasis, anorexia, náuseas y ataxia.
Rivotril Clonazepan Somnolencia, fatiga, mareo, hipotonía muscular, trastornos de la coordinación.
Raros trastornos sanguíneos. Alteración de las pruebas hepáticas.
Ospolot Sultiamo Hiperventilación, inquietud, ataxia, parestesias.
Gabitril Tiagabina Mareos, náuseas, astenia, intranquilidad, alteración en la concentración, letargia y
depresión.
Trileptal Oxcarbazepina Mareos, cefalea, diplopía, náuseas, emesis, ataxia e hiponatremia, rash.
Keppra Levetiracetam Astenia, incoordinación, labilidad emocional y ansiedad.
SNC: sistema nervioso central.

El midazolam es uno de los fármacos más frecuente- pediátricos se comunicó una tasa del 3%42. El germen
mente utilizados, especialmente en niños y por vía intra- más frecuentemente identificado fue el Staphylococcus
nasal, aprovechando su menor latencia, la ausencia de aureus 43. El tratamiento antibiótico profiláctico
metabolismo de primer paso y los efectos clínicos más comienza en el preoperatorio y se mantiene durante las
predecibles que por vía oral o rectal36-38. La vía intrana- 24 horas postoperatorias68.
sal ofrece una forma de premedicación más cómoda en
la habitación y facilita el traslado posterior al área qui-
rúrgica, evitando el llanto de la separación y por tanto la 6. Intraoperatorio
hiperventilación asociada, en este tipo de pacientes.
La canalización de una vía intravenosa puede retra- La elección del agente inductor en estos pacientes
sarse hasta que ha producido su efecto la premedica- viene condicionada por dos aspectos fundamentales,
ción31,33,40. Se debe disponer de una vía IV antes de la por una parte el estado funcional del paciente, y por
inducción debido al elevado riesgo de complicaciones otro los efectos pro o anticonvulsivantes de los distin-
como arritmias y crisis convulsivas40,41. Debido a que la tos fármacos.
cirugía para la colocación de los electrodos en el nervio Propofol. El uso de propofol en pacientes epilépti-
vago se desarrolla en íntima proximidad a la arteria cos es controvertido, con varios casos publicados en
carótida y a la vena yugular, se debe disponer de una vía los que se comunica un efecto proconvulsivante45-48.
que nos permita una administración rápida de volumen. Por el contrario, reduce la duración de las convulsio-
En cuanto a la profilaxis antibiótica, la tasa de nes durante la terapia electroconvulsiva49. Además, ha
infección en el estudio clínico previo a la aprobación sido usado como tratamiento en pacientes con estatus
fue de 1,1%, posteriormente en una serie de 100 casos epiléptico50-52. La preocupación sobre su seguridad en
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F. ITURRI CLAVERO ET AL– Aspectos perioperatorios de la implantación de un estimulador vagal

este tipo de pacientes no ha sido completamente acla- me en el EEG, en dosis moderadas o grandes, en
rada53, y dicha controversia se ve reflejada en las reco- pacientes no epilépticos70. El alfentanilo es también
mendaciones contradictorias sobre su uso en pacientes capaz de inducir actividad epileptiforme en pacientes
epilépticos54-56. Una revisión sistemática de los fenó- epilépticos71. El remifentanilo a dosis altas activa el
menos similares a convulsiones (“seizure-like”), es sistema límbico, sin inducir crisis clínicas72.
decir convulsiones, mioclonias y opistótonos, durante Halogenados. Todos los agentes inhalatorios
la anestesia con propofol muestra que suelen ocurrir modernos son capaces de inducir complejos de onda-
principalmente durante la inducción y la educción, supresión a dosis hemodinámicamente aceptables. El
esto es, cuando hay cambios rápidos en la concentra- isoflurano, aunque usado como terapia en los casos de
ción del fármaco57. Existen casos descritos de este estatus epiléptico también ha sido asociado a actividad
fenómeno que se presentaron varios días después de la epileptiforme en pacientes epilépticos73. Es conocida la
administración de propofol en individuos suscepti- actividad epileptiforme en el EEG, tanto en niños
bles58. La relevancia clínica de estos movimientos y de como en adultos, durante la inducción con sevoflura-
los cambios en el patrón de EEG no están claros. En no74,75. Asimismo, se ha comunicado con este agente la
pacientes epilépticos sometidos a resección del lóbulo inducción de actividad epileptógena durante los nive-
temporal no se encontraron diferencias en la actividad les quirúrgicos de anestesia tanto en pacientes epilép-
epileptiforme entre tiopental y propofol en el electro- ticos como no epilépticos76,77. Sin embargo, los fenó-
corticograma59. Esto sugiere que el propofol no tiene menos “seizure-like” con sevoflurano se producen
mayor efecto proconvulsivante que el tiopental. especialmente en individuos sensibles, por ejemplo en
Habiéndose sugerido su uso en pacientes sometidos a niños con tratamiento anticomicial o bien con antece-
cirugía de la epilepsia60. El primer estudio prospectivo dentes de convulsiones febriles 78. Los cambios se
sobre el uso del propofol en niños con epilepsia y difi- observan también con altas concentraciones de anesté-
cultad de aprendizaje, ofrece nuevas perspectivas sico durante la inducción inhalatoria, pero a pesar de
sobre el efecto del propofol en el EEG. Sus resultados ello, la morbilidad del EEG epileptógeno no ha sido
parecen demostrar que el propofol es un agente hipnó- probada78. Las recomendaciones sugieren que la anes-
tico-sedante con propiedades anticonvulsivantes61. tesia con sevoflurano parece ser segura incluso en
Etomidato. El etomidato presenta efecto tanto pro, pacientes epilépticos, si se evita la hiperventilación
como anticonvulsivante. A dosis altas suprime, mien- que rebaja el umbral convulsivo y se administran con-
tras que a dosis bajas induce actividad motora invo- centraciones inferiores a 1,5 CAM79.
luntaria. Tanto la dosis, como la velocidad de adminis-
tración determinan su efecto sobre el umbral Bloqueantes neuromusculares. No se ha comunicado
convulsivo62. Ha sido usado para activar el registro crisis clínicas o electroencefalográficas con ninguno
electroencefalográfico de focos epileptógenos63. Por el de ellos usado a dosis clínicas. Se considera que el
contrario existen publicaciones de su uso para el trata- atracurio en infusión continua reduce el umbral de
miento con éxito del estatus epiléptico64. convulsión mediante la acumulación de su metabolito
Barbitúricos. En dosis terapéuticas anestésicas, los laudanosina. Esto no parece representar un problema
barbitúricos muestran un potente efecto anticonvulsi- relevante en su uso en quirófano desde el punto de vis-
vante. Además no se han publicado crisis clínicas, ni a ta clínico.
nivel de EEG tras la administración de barbitúricos en
pacientes no epilépticos65. Muchos estudios clínicos
aportan evidencias sobre la eficacia anticonvulsivante 7. Mantenimiento de la anestesia
de los barbitúricos a dosis anestésicas66. Sin embargo,
cuando se administra a dosis bajas (subanestésicas), El mantenimiento de la anestesia puede llevarse a
incluso el tiopental puede desencadenar actividad cabo mediante el uso de sevoflurano, desflurano o iso-
comicial clínicamente evidente67. flurano asociado a oxígeno y óxido nitroso o bien a
Ketamina. La ketamina activa focos epilépticos en oxígeno y aire. Si la función cardiaca no está compro-
pacientes epilépticos. Se han documentado crisis clíni- metida, podemos usar propofol para mantener la hip-
cas tras la administración parenteral de ketamina tanto nosis.
en pacientes epilépticos, como en no epilépticos62. La Se debe evitar la hiperventilación y la hipoventila-
ketamina, por tanto, debería ser evitada en estos ción en estos pacientes, dado que tanto los niveles
pacientes68,69. bajos como altos de carbónico pueden favorecer la
Opiáceos. Los opiáceos son capaces de producir aparición de crisis comiciales.
actividad epileptiforme. Tanto el fentanilo, como el Los casos de asistolia se han relacionado con la
sufentanilo han mostrado causar actividad epileptifor- dosis test. La dosis test supone una estimulación
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Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 57, Núm. 7, 2010

durante aproximadamente 15 seg a 1 mA, 500 μseg y rias han sido establecidas como las de mayor riesgo88.
20 Hz. En pacientes portadores de un estimulador Las recomendaciones para el manejo de estos pacien-
vagal que van a ser sometidos a una anestesia, Morris16 tes han sido recogidas en las guías de la Sociedad
plantea la administración de un fármaco antimuscarí- Americana de Anestesiólogos (ASA) para el manejo
nico profiláctico, así como la necesidad de disponer de de los pacientes con SAOS89.
un marcapasos temporal. En nuestra experiencia Vía aérea. La estimulación vagal crónica ha sido
hemos administrado atropina de forma profiláctica, asociada a varios tipos de disfunción laringofaríngea,
previa al test intraoperatorio, sin que apareciera bradi- siendo el más frecuente las alteraciones de la voz.
cardia significativa en ningún caso de nuestra serie. Varios estudios como el de Zalvan90 han examinado a
los pacientes con alteraciones de la voz durante la esti-
mulación del nervio vago. En dichos estudios se ha
8. Postoperatorio inmediato documentado un desplazamiento medial del cartílago
aritenoides y de la cuerda vocal izquierda durante el
El postoperatorio puede verse complicado por la periodo de estimulación. En el estudio citado, en 2
posibilidad de aparición de crisis comiciales. Es acon- pacientes adultos la cuerda vocal se desplazaba a la
sejable mantener al paciente cuidadosamente analge- línea media y permanecía allí inmóvil durante el perio-
siado y euvolémico, con el fin de evitar que se desa- do de la estimulación90. En un estudio posterior el gru-
rrolle taquipnea que a su vez podría desencadenar po de Lundy91 demostró que las cuerdas vocales se
crisis epilépticas40,80. Las crisis se deben sospechar en desplazan hacia la línea media con la estimulación
aquellos casos de despertar retrasado o de cambios vagal a frecuencias de 40 Hz. Estos investigadores se
inesperados en el nivel de conciencia. dieron cuenta de que la dirección del movimiento de
Otras complicaciones postoperatorias inmediatas las cuerdas vocales es dependiente de la frecuencia de
son los hematomas peritraqueales por lesión de la arte- estimulación. A frecuencias de 20 Hz la estimulación
ria carótida o de la vena yugular. La aparición de difi- del nervio vago produce abducción de la cuerda vocal.
cultad respiratoria y/o el incremento de circunferencia Estas diferencias de comportamiento posiblemente
cervical deben hacernos pensar en la existencia de un sean debidas a las diferencias en la respuesta de los
hematoma cervical. El tratamiento puede requerir una músculos faríngeos a cada frecuencia. Un caso impor-
intubación de secuencia rápida y una revisión quirúr- tante desde el punto de vista anestésico es el publica-
gica urgente de la herida. do por Bernards92, en el cual, un paciente portador de
La lesión unilateral del nervio vago puede causar un estimulador vagal como tratamiento de una epilep-
disnea y ronquera. Podemos diagnosticar esta inciden- sia refractaria, sin clínica de alteración de la vía aérea
cia mediante una laringoscopia directa o fibróptica1. superior secundaria al mismo, desarrollo una obstruc-
ción intermitente de la vía aérea objetivada mediante
visión fibróptica a través de la mascarilla laríngea,
9. Consideraciones clínicas en el paciente portador mientras era sometido a una anestesia general y a ven-
del dispositivo tilación con dicha mascarilla. Los periodos de obstruc-
ción coincidían con los de estimulación vagal, mien-
La mayoría de los efectos viscerales durante la tera- tras que la obstrucción cedía en los periodos de
pia con estimulación del nervio vago izquierdo, ocu- reposo.
rren durante estados inusuales, tales como la anestesia
general 80 o en pacientes con ciertas condiciones Otras consideraciones
comórbidas no relacionadas directamente con su epi-
lepsia de base. Si se precisa desfibrilación o cardioversión eléctrica
de un paciente portador de un estimulador vagal exis-
SAOS te la posibilidad de dañar el circuito. El fabricante
(Cyberonics, Houston, EEUU) recomienda usar la
La incidencia de SAOS en pacientes con epilepsia mínima cantidad de energía eficaz en cada caso y
refractaria ha sido establecida en un 33%82. Esta cifra colocar las palas del desfibrilador tan lejos del genera-
es muy alta, ya que en la población normal oscila entre dor y de los electrodos como sea posible. Además se
un 5 y un 9%. Además se ha evidenciado que la esti- deben colocar las palas de modo que el vector de des-
mulación vagal crónica empeora los síntomas de plazamiento de la corriente sea perpendicular al siste-
SAOS durante los periodos de estimulación. El SAOS ma de estimulación vagal.
es considerado un factor de riesgo de morbimortalidad El bisturí eléctrico o la ablación por radiofrecuencia
perioperatoria83-87. Las primeras 24 horas postoperato- pueden dañar el circuito. Aunque según el fabricante
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F. ITURRI CLAVERO ET AL– Aspectos perioperatorios de la implantación de un estimulador vagal

no es preciso desconectar el sistema, las maniobras 8. Setty AB, Vaughn BV, Quint SR, Robertson KR, Messenhaimer JA.
Heart period variability during vagal nerve stimulation. Seizure. 1998;
para evitar dañar el circuito son similares a las que se 7(3):213-7.
toman con un marcapasos. 9. Levy MN, Martin P. Parasympathetic control of the heart. En: Randall
A la hora de canalizar una vía central, lógicamente WC, ed. Nervous control of cardiovascular function. New York:
Oxford University Press. 1984. pp. 69-94.
evitaremos la colocación en la vena yugular izquierda. 10. Armour JA, Hopkins DA. Anatomy of the extrinsic efferent autonomic
Podemos observar interferencias eléctricas en el nerves and ganglia innervating the mammalian heart. En: Randall WC,
electrocardiograma, en pacientes con el dispositivo ya ed. Nervous control of cardiovascular function. New York: Oxford
University Press. 1984. pp. 20-45.
colocado, durante los periodos de estimulación. 11. Han P, Frei MG, Osorio I. Probable mechanisms of action of vagus
nerve stimulation in humans with epilepsy: is the heart a window into
Apagar o no el generador durante la cirugía the brain? Epilepsia. 1996;37(5 suppl):83S.
12. Frei MG, Osorio I. Left vagus nerve stimulation with the neurocyber-
netic prosthesis has complex effects on heart rate and on its variability
El fabricante del sistema no lo recomienda, sin in humans. Epilepsia. 2001;42(8):1007-16.
embargo son varios los autores que sugieren esta posi- 13. Tatum WO, Moore DB, Stecker MM, Baltuch GH, French JA, Ferrei-
ra JA, et al. Ventricular asystole during vagus nerve stimulation for
bilidad 92-94. Si decidimos intubar a estos pacientes epilepsy in humans Neurology. 1999;52(6):1267-9.
debemos considerar la posible lesión de la cuerda 14. Asconape JJ, Moore DD, Zipes DP, Hartman LM, Duffell WH. Brady-
vocal por la aducción intermitente de la misma contra cardia and asystole with the use of vagus nerve stimulation for the tre-
atment of epilepsy: a rare complication of intraoperative device tes-
el tubo endotraqueal. Además debemos considerar que ting. Epilepsia. 1999;40(10):1452-4.
la mayoría de los efectos viscerales están descritos en 15. Smith CD, Bourland JD, Foster KS, Geddes LA, Schoenlein WE. The
chronaxie and propagation velocity of canine vagus nerve fibers in
pacientes con anestesia general14. Bernards92, afirmó vivo. Datos de los archivos de Cyberonics, Inc.
que sería prudente apagar el sistema, si se decide ven- 16. Morris C, Farling P. Remifentanil slows more than seizures. Br J Ana-
tilar a estos pacientes con una mascarilla laríngea. Para esth. 2003;91(2):301.
17. Lesser RP. Ventricular asystole during vagus nerve stimulation for epi-
desconectar el sistema sólo debemos mantener un lepsy in humans. Neurology. 2000;54(3):776.
imán durante unos 65 segundos. Independientemente 18. Malow BA, Edwards J, Marzec M, Sagher O, Fromes G. Effects of
de si lo desconectamos o no deberemos consultar con vagus nerve stimulation on respiration during sleep: a pilot study. Neu-
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un neurólogo para comprobar su funcionamiento y 19. Marzec M, Edwards J, Sagher O, Fromes G, Malow BA. Effects of
reprogramarlo una vez finalizada la cirugía. vagus nerve stimulation on sleep-related breathing in epilepsy patients.
Así pues podemos concluir que la colocación de los Epilepsia. 2003;44(7):930-5.
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