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Alma Velasco | Ilustraciones: Irma Bastida Herrera

Leer para lograr en grande

A L M A V E L A S C O | Ilustraciones: Irma Bastida H

ión Lectores Niños y Jóvenes | Literatura infantil


ña n
pa

lo ac o m
Raymundo E. Martínez
s, Carolina Alanís Moreno,

ue
che, Félix Suárez, Marco Aurelio

ló y n i ñ o s q
go

ón del Gobierno del Estado de México. 2013

AE

te l
nr

as
ue C

iq
xico.
Fernández
ón Pública Estatal.

ditorial de la Administración

nes

o parcial de esta obra,


in la autorización previa
ravés del Consejo Editorial
ño, los gemelos Alejandro y Alejandrina se
u nueva casa acomodados muy rico en un sillón
ispuestos a leer un libro de aventuras.
unto de comenzar la lectura
e escucharon una voz chillona:
m osos, p h enm e! –
he r o c ú c
os r s
it o re
, niñ fav
lpen —¿Oíst
–preguntó
levantando
abriendo m
también los o
—Sí, alguie
Pero no veo a nad
hermana volteando h
como trompo desatado.
—¡Ay, ay! –gritó la voz
alegría– ¡Me oyeron!
—Pues claro que te oímos, si e
como guacamaya ahogándose.
ien me escu
a l g u che
!
que

–e
an do

xc
usc

lam
os b
a ñ

ó
e da, llevo

voz, sólo que ahora, extrañamente, grave y ronca.


n eres? Ahora hablas como guacamaya… afónica,
gemelos, que no salían de su sorpresa.

menzó
a ll
ora !
r la oy
voz é ns
acon q ui
gojad
a–. ¡No

Alejandro y Alejandrina buscaban alrededor, no


NADIE.
no sabes quién eres! ¿Dónde estás?
raste?
siempre he vivido aquí, desde hace más de tres
–contestó, sin más, la voz, que ahora sonaba como
onido de una flauta.
Alejandrina calculando–, ¡más de trescientos años!
la voz fue explicándoles que en realidad era
o el pobre no sabía de qué era fantasma, si
al o de cosa, porque nunca había visto qué

a, según aclaró de inmediato, es que a todos


correspondía una “sábana identificadora”
Jefe de Jefes del Gran Almacén de Sábanas
y!, pero la desgracia fue que a este fantasma
ños que el Jefe de Jefes le arrojó su sábana
uando ¡estaba encendida!, así que se le
. Y claro, el Jefe de Jefes, con su prisa por
sábanas a tantos fantasmas nuevos que hubo
eró del chamuscón de la suya.
e males, los fantasmas saben que su
n cuando se les
un castillo
ntenerse
con gran
do a la
ta o los visita,

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