Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
cuántica
editorial reverté, s. a.
Barcelona - Bogotó - Buenos Aires - Caracas - México
física
cu 'ntica
berkeley physlcs course - volumen 4
La preparación de este curso fue apoyada con una do-
nación de la National Science Foundation al Educational
Development Center
Eyvind H. Wichmann
Profesor de Física
Universidad de California, Berkeley
Titulo de la oe>ra original:
QUANTUM PHYSICS
Propiedad de:
EDITORIAL REVERTÉ, S. A.
Encarnación 86
08024 Barcelona
Reservados todos los derechos. Ninguna parte del material cubierto por este título de pro-
piedad literaria puede ser· reproducida, almacenada en un sistema de informática o trans-
mitida de cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación
u otros métodos sin el previo y expreso permiso por escrito del editor.
Edición en español
© EDITORIAL REVERT~, S. A., 1986
Impreso en España - Printed in Spain
V
VI Prólogo al Berkeley Physics Course
nuestros que han ensayado este curso en las clases y que, ba-
sándose en su experiencia, han realizado· una labor crítica y
ofrecido sugerencias para mejorarlo.
Las correciones y sugerencias del lector serán siempre bien
recibidas.
Frank S. Crawford, Jr.
Charles Kittel
Walter D. Knight
Alan M. Portis
Frederick Reif
Malvin A. Ruderman
Eyvind H. Wichmann
A. Carl Helmholz 1 Presidentes
Edward M. Purcell
Prólogo al volumen IV
IX
X Prólogo al volumen IV
XI
Notas didácticas
XIII
XIV Notas didácticas
Prólogo al volumen 1 V IX
Expresiones de agradecimiento XI
Capitulo 1 Introducción 1
XIX
XX indice analítico
Apéndice 459
Introducción
clásica 15
El efecto fotoeléctrico 31
de los átomos 36
Problemas 44
Capítulo 1
Objeto de la física cuántica
7 Si el lector nos pregunta, ¿contamos hoy con una teoría Muy bien se le pudo haber ocurrido a algún
general de la materia 7, la respuesta es no. No tenemos una filósofo de la Naturaleza primitivo que las for-
mas sorprendentemente regulares y bellas de
teoría detallada para todo lo que ocurre en nuestro mundo. los cristales reflejan la manera cómo se cons-
Sin embargo, nuestro conocimiento de la naturaleza se ha am- truyen a partir de pequeñas partículas o áto-
pliado enormemente en todas direcciones durante los últimos mos. Hoy resulta esto una idea muy natural.
Sin embargo, parece ser que esta idea no se
sesenta .años. Hemos descubierto aspectos de la misma en los presentó pronto. Hasta donde· se le alcanza al
que. antes no cabía ni soñar y se ha conseguido resolver mu- · autor, no existe indicación ninguna en la his-
chos viejos problemas. Es justo decir, por ejemplo, que ahora toria de que los atomistas griegos hubiesen es-
comprendemos bastante bien los hechos de la química y las peculado en este sentido acerca de los cristales.
La cristalografía como ciencia empezó a des-
propiedades de la materia macroscópica: en estos dominios de arrollarse a fines del .siglo xvm. Entre los
la física podemos responder a cuestiones que no pudieron ser primeros que trabajaron en este campo po-
discutidas dentro de la teoría clásica. demos mencionar a Romé de Lisie y Haüy,
quienes llevaron a cabo mediciones precisas de
los ángulos formados por los planos de exfolia-
Átomos y partículas elementales ción. Antes de ellos, Robert Hooke y Christian
Huygens habían considerado detenidamente el
8 Hablemos un poco de la noción de partículas elementales. problema de cómo los cristales podrían. cons-
Se atribuye a algunos antiguos filósofos griegos el haber sido truirse a partir de partes pequeñas (invisibles).
6 Introducción Sec. 1.9
~-
mente construida con "átomos", y es de presumir que, para
@ ellos, todos los extremadamente variados aspectos de la mate-
/ molécula
de cloro
ria son algo explicable como configuraciones (¿y movimien-
tos?) diferentes de "átomos". Algo vagamente parecido cree-
~
mos hoy, pero es bien cierto que existe una enorme. diferencia
entre nuestras teorías cuantitativas y las nebulosas especulao-
ciones de los antiguos.
molécula de cloruro
de hidrógeno
9 No vamos a discutir en este libro la historia primera de la
teoría atómica de la materia, pero instamos al lector a que con-
Fig. 9A Representación muy esquemática de sidere con atención el notable grado de entendimiento de los
la reacción química H2 + C12 ~· 2HC1 en la que fenómenos naturales que se consiguió durante el siglo XIX
una molécula de hidrógeno reacciona con una
de cloro para formar dos moléculas de cloruro apoyándose sobre la hipótesis de que la materia está cons-
de hidrógeno. La figura simboliza la idea de tituida por átomos. Mediante este supuesto, podemos en-
que una reacción química consiste en la redis- tender el hecho básico de la química, a saber, que un com-
tribución de los constituyentes "elementales".
Los detalles de los procesos que realmente
puesto químico dado está siempre formado por ciertos ele-
tienen lugar cuando el gas hidrógeno arde en mentos químicos básicos en proporciones fijas, definidas, ca-
una atmósfera de cloro son muy complejos. racterísticas de este compuesto. Consideremos, en particular,
En el proceso se libera energía en forma de el sorprendente hecho de que podemos representar los com-
luz y de energía cinética de los productos de
la reacción. El calentamiento de los gases re-
puestos químicos por fórmulas tan simples como H 20, H2S0 41
sultante conduce a una disociación parcial de Na2S0 4 y NaOH. Lo notable en estas fórmulas es la aparición
las moléculas de hidrógeno y de cloro en áto- en ellas· de números enteros pequeños que nos dicen que dos
mos, que pueden luego combinarse formando unidades de hidrógeno se combinan con una unidad de oxí-
moléculas de cloruro de hidrógeno. Otros pro-
cesos, en los que los átomos y moléculas son
geno para formar una unidad de agua, etc. Si suponemos que
excitados internamente por colisiones o por la la materia está integrada por átomos, podemos comprender in-
luz, representan también un importante papel. mediatamente estos hechos empíricos. Los compuestos quími-
Sec. 1.10 Introducción 7
. .
ducibles, y éstas son nuestras partículas elementales.
/protón • ll ¿Cómo podemos afirmar que el electrón es realmente ele-
mental? ¿Acaso lo que hoy se considera como elemental no
___. ....--
protón protón puede resultar mañana ser algo compuesto? A fin de cuentas,
los átomos de hoy fueron las partículas elementales del si-
glo XIX ; ¿no se podría repetir la historia?
•
protón
el electrón, el protón y ei neutrón jamás resultarán ser siste-
mas compuestos en el mismo sentido en que se halló que lo
era el átomo de hidrógeno. Tratemos de describir la natura-
leza de estas pruebas.
Fig. 12A Representación esquemática de la
creación de dos mesones pi en una colisión de
Si dos bolitas entran en colisión con velocidad relativa su-
dos protones a alta energía. Un pión lleva la ficientemente grande, se romperán en fragmentos más peque-
carga + e y el otro la carga - e, donde e es ños. De la misma manera, dos moléculas de hidrógeno que
el valor absoluto de la carga del electrón. Por chocan con elevada velocidad relativa se fragmentarán. A me-
lo tanto, la carga total se conserva en este su-
nos que la velocidad sea muy grande, entre los fragmentos en-
ceso.
Dado que los dos protones subsisten después contraremos cosas como átomos de hidrógeno, o protones o
de la colisión y aparecen dos nuevas partículas, electrones; en otras palabras, las componentes a partir de las
salta a la vista de modo evidente que los mo- cuales se construye la molécula de hidrógeno. En ambos casos
delos ingenuos del tipo representado en las
figs. 9A y l lA no pueden aplicarse aquí: no
es justo describir lo que ha ocurrido como sigue : la vioJencia
es posible concebir el suceso como una "rea- de la colisión superó las fuerzas de cohesión que mantenían
grupación de constituyentes elementales (?) de juntas las partes en una bolita, o en una molécula de hidróge-
los dos protones". no, y, por lo tanto, los objetos se desintegraron. Una interpre-
tación similar puede darse de muchas reacciones nucleares. Los
núcleos están formados por protones y neutrones, y si un pro-
tón de alta energía choca con un núcleo, puede ocurrir que
unos pocos protones y neutrones sean expulsados del mismo.
w--3 (-e2-)
- 5 4'1Teor •
Sec. 1.20 l ntroducción 15
(22a)
En ella fl.q es el error cuadrático medio de q y Ap el error
cuadrático medio de p, y la desigualdad nos dice, por lo tanto,
que la máxima precisión con que se pueden conocer las dos
variables q y p es tal que el producto de las "indeterminacio-
nes" de las dos variables es del orden de magnitud de la cons-
tante de Planck.
Se advierte inmediatamente que, debido a la pequeñez de
la constante de Planck, h, la relación de indeterminación no
tiene importancia ninguna en la macrofísica; otras fuentes de
error en q y en p enmascaran siempre la indeterminación fun-
damental expresada por la desigualdad (22a). Esta relación,
por consiguiente, no contradice en sentido alguno nuestro co-
nocimiento empírico de la macrofísica, aunque sí contradice
nuestras teorías clásicas relativas a los sistemas macroscópicos.
(28a)
y, si conocemos el número de Avogadro, podemos hallar así MH.
iv) La carga elemental, e= 1,6 X 10- 19 C = 4,8 X l0- 1° Fr.
La carga del electrón es - e, y la carga del protón, + e. La
carga que transporta un mol de iones simplemente cargados
(es decir, tales que cada ion lleva consigo la carga e) se conoce
con el nombre de constante de Faraday, F. Tenemos así
PV = jNoEcin (33a)
Amax X kT
e
= ·Xi = Cok
e
(37a)
El efecto fotoeléctrico
"''
rriente de fotoelectrones. Si suponemos ahora que todos los
electrones se emiten con la misma energía cinética Eoiu la dada ''''
por la ecuación (42a), es claro que ninguno de ellos puede al- ',\.
' ' ''''
canzar el electrodo colector si e Y > Ecín· En consecuencia, po-
demos observar la corriente en función del potencial de frenado
V y si Y0 es el menor valor del potencial para el que la corrien-
te se anula, tenemos
~ '1
i
t 1
11.¡1 t
! i1 1 1 ¡!tHJX:HllH·!Hl!'-1! '.l ¡ l·
...
-
\,1)
•¡• '1 , .,
~t ~ !l '{ .r t
~ . ;t J.
.
,; m r:
1~
.1
. :_
.
~
~ niml:#ttm~.1,:111 m: ¡ t'
i .:
: '
1 l ¡ :t H t ~:
2·
. 1 ± ~ ~r l •rr
;FP ;mi
{.~
.¡
M~Ji . .:..: r
¡;
t· ! li :L 1 '
r
¿~
n'
n ¡ t
I t 1i;tnr ! ~ ...
;
1
q r:ti l1 l ¡.¡ ¡.¡
~l i 1
J :l 1ig l.·~
1
!~
Fig. 448 Gráfico tomado del trabajo de Mil- 45 Consideremos la relación (44a) desde el punto de vista nu-
likan (R. A. Millikan, Physical Review 7, 355 mérico. Con h = 6,63 X 10- 27 erg · s = 6,63 X 10- 34 J. s y e =
(1916)) que representa la relación lineal entre
el potencial crítico de frenado Vo y la frecuen-
= 1,60 X 10- 19 C, obtenemos h/e = 4,14 X 10-15 V. s. Para la luz
cia de la luz para una supedicie fotosensible visible la longitud de onda varía en el intervalo de 4000 A a
de sodio. Como se ve, Millikan presentó su 7000 A, donde 1 A(ngstrom) = 10-s cm •. Esto corresponde al
cálculo de la constante de Planck basándose intervalo de frecuencias (4,3 a 7,5) X 10u s-1, y para este caso
en la curva de la figura. (Proporcionado por
The Physical Review.)
obtenemos (h/e)v 2,8 volts. Para la luz en la región visible o
"J
(46a)
48 Después del famoso análisis que, allá por 1910, llevó a cabo
Rutherford * de los experimentos de dispersión de partículas
alfa efectuados por H. Geiger y E. Marsden, había cobrado
Ernest Rutherford. Nació cerca de Nelson,
Nueva Zelanda, en 1871; falleció en 1937. Des- forma una cierta imagen del átomo según la cual éste consiste
pués de ocupar un puesto de profesor en la de un núcleo central, muy pequeño, rodeado por uno o más
Universidad McGill de Montreal, Canadá, electrones. Había buenas razones para creer que tanto el nú-
Rutherford aceptó un cargo en la Universidad cleo como el electrón eran muy pequeños CQmparados con el
de Manchester en 1907. En 1919 sucedió a
J. J. Thomson en la Cátedra Cavendish de la tamaño del átomo, por lo menos menores que, digamos, 10- 11
Universidad de Cambridge. Recibió el Premio ·centímetros. Además, la mayor parte de la masa del átomo pa-
Nobel (de química) en 1908. recía encontrarse concentrada en el núcleo.
Rutherford llevó a cabo un trabajo de pio- En estas circunstancias, era muy natural intentar crear algo
nero y de importancia sobresaliente en radiac-
tividad y en física nuclear. Su trabajo experi-
así como un modelo de sistema solar del átomo, en el que el
mental se caracteriza por un ingenio y una ha-
bilidad excepcionales, y su análisis de los he- • E. Rutherford, "The Scattering of a y f3 Particles by Matter and the
chos experimentales revela una profunda visión Structure of the Atom", Philosophical Magazine 21, 669 (1911). Véase tam-
física. (Fotografía proporcionada por el profesor bien Berkeley Physics Course, Vol. l, Mecánica, Cap. 15, y PSSC, Física,
L. B. Loeb, Berkeley.) Cap. 32.
Sec. 1.49 Introducción 37
(49a)
también satisfacen a las ecuaciones del movimiento. En otras
palabras: la función r/(t) describe la trayectoria de la k-ésima
partícula en el nuevo estado de movimiento del sistema. Po-
demos ver esto muy fácilmente. En efecto. la fuerza F;j que la
j-ésima partícula ejerce sobre la i-ésim::i partícula viene dada
por
(5la)
l) Se supondrá en este libro que el lector está hasta cierto punto familia-
rizado con los hechos más fundamentales de la física cuántica al nivel a
que se estudian estos temas en un texto de física de grado medio, tal como
la Física, por el Physical Science Study Committee (D. C. Heath and Com-
pany, Boston, 1960). (Editorial Reverté, S. A.). (En particular, la parte IV.)
En el caso en que este supuesto no corresponda a los hechos, convendrá
un cierto grado de lectura suplementaria. Cualquier biblioteca cuenta con
varias exposiciones semipopulares de la "física atómica", de las cuales algunas
son malas y algunas son buenas. Tomado con su grano de' sal, un libro
así puede servir para este fin. Artículos en revistas tales como el Scientific
American pueden ser muy útiles y son altamente recomendables. La lectura
de tales artículos puede estimular el apetito del lector y conducirlo. a ampliar
sus lecturas y a estudiar por su cuenta. En la medida en que lo permitan
sus conocimientos, debe intentar leer artículos originales, pero es preferible
evitar en este estadio las exposiciones. muy técnicas o matemáticamente
complicadas.
2) El lector puede estar interesado en leer fragmentos seleccionados de
algún texto de física cuántica eQ el que se dé una exposición más completa
que en este libro. Entre las muchas obras de este tipo, citaremos las si-
guientes:
a) E. Grimsehl y R. Tomaschek: A Textbook of Physics, vol. V, Plzycisc
of the Atom <Blackie and Son Limited, Londres, 1945).
b) G. P. Harnwell y J. J. Livingood: Experimental Atomic Physics
(McGraw-Hill Book Company, Nueva York, 1933).
3) Los siguientes libros son bosquejos históricos del desarrollo de la física
moderna:
a) M. fammer: The Conceptual Development of Quantum Mechanics
CMcGraw-Hill Book Company, Nueva York, 1966). Una magnífica obra
maestra, que, sin embargo, requiere un conocimiento sustancial de mecánica
cuántica para poder ser apreciada en lo que merece. La primera parte del
libro, que trata de los primeros estadios históricos, puede leerse contando
con una modesta base. La extensa bibliografía, cuidadosamente recopilada.
relativa a artículos originales, es de gran valor.
b) E. Whittaker: A History of the Theories of Aether and Electricity.
vols. 1 y 11 (Harper Torchbooks, Harper and Brothers, Nueva York, 1960).
En el segundo volumen se describe el desarrollo de la mecánica cuántica.
Estos libros (al igual que el de Jammer) tratan también de los falsos ca-
44 Capt. 1 Problemas
minos interesantes, esto es, de las teorías que se tomaron en serio en algún
momento, pero que ahora se han olvidado.
4) a) Un análisis~ sumamente interesante y a fondo del desarrollo de la
mecánica cuántica, como también de Ja relatividad, Jo ofrece Albert Einstein
(en alemán, con una traducción al inglés) en forma de autobiografía publicada
en: Albert Einstein, Philosopher-Scientist, vol. 1, preparado por P. A. Schilpp
(Harper Torchbooks, Harper and Brothers, Nueva York, 1959).
b) La propia exposición de Planck acerca del desarrollo de sus ideas
se presenta en: M. Planck, A Survey of Physical Theory (Dover Publications.
Nueva York, 1960).
5) En el texto de este capítulo se ha hecho referencia a varios importantes
artículos originales. Se insta con ahínco al lector a por lo menos dedicarles
una mirada: varios de Jos artículos se pueden leer sin extremada dificultad.
Posteriormente se han publicado colecciones de éstos y otros trabajos. Cita-
remos dos fuentes de este tipo:
a) Great Experiments in Physics, preparada por M. H. Shamos (Holt.
Rinehart and Winston, Nueva York, 1962). (Versiones traducidas y abreviadas.
con comentarios del director de la publicación.)
b) The World of the Atom, preparada por H. A. Boorse y L. Motz.
vol s. 1 y 11 (Basic Books, 1ne., Nueva York, 1966). Es ésta una colección
muy completa con comentarios de Jos compiladores que proporcionan una
base histórica e información bibliográfica. Se recomienda mucho una lectura
selectiva de estos libros.
6) Un número considerable de Jos descubrimientos experimentales y de
las ideas teóricas discutidos en este volumen merecieron en su día el Premio
Nobel. La persona a quien se otorga este premio ha de dar, en EstocoJmo.
una conferencia semipopular acerca de su trabajo. Extractos de estas con-
ferencias, con breves descripciones del trabajo por el que se concedió el
premio al galardonado, se pueden encontrar en N. H. de V. Heathcote:
Nobel Pri::.e Winners in Physics 1901-1950 (Henry Schmun, Nueva York. 1953).
Problemas
nuclear 75
fundamentales de la naturaleza 88
BPC - IV. 4
Capítulo 2
50
Sec. 2.2 órdenes de magnitud 51
2 Comenzaremos por hacer una lista, en forma de tabla, de TABLA 2A Algunas constantes físicas
algunas constantes físicas. Al referirse a estas constantes, se
Constante de Planck
suele hablar de "las constantes fundamentales de la microfísi-
h = 2w 11, = (6,62559 ± 0,00015)
caº, pero realmente nada hay de fundamental en lo que concier- X 10- 27 ergs
ne a los números individuales de la tabla 2A, porque los pa- 11, = h/2w = (1,05449 ± 0,00003)
trones macroscópicos son arbitrarios y "accidentales". Pero esto X 10- 27 ergs
no significa que la lista carezca de importancia. Una vez hemos Velocidad de la luz
elegido nuestros patrones macroscópicos, es ,natural que que- e = (2,997925 ± 0,000001) X 1010 cm 5-1
ramos vincular los parámetros básicos de la física cuántica a Carga del electrón
e= (4,80298 ± 0,00006) X 10-10 Fr
dichos patrones, y esto es lo que se persigue con la lista. = (1,60210 ± 0,00002) X 10-19 C
Hemos indicado también los errores estimados de las cons-
Masa del electrón
tantes para dar al lector un sentido de con qué precisión se m = (9,10908 ± 0,00013) X 10-2s g
conocen actualmente. Al nivel de este libro, casi nunca tendrá Masa del protón
ocasión de efectuar un cálculo con precisión mayor que la que Mp = (1,67252 ± 0,00003) X 10-24 g
se puede obtener con una regla de cálculo, precisión que es de,
Número de Avogadro
aproximadamente, el 9,2 por ciento por cada multiplicación o No = (6,02252 ± 0,00009) X 1023 (mol)- 1
división. El lector debiera también aprender a efectuar simples Constante de Boltzmann
estimaciones, que pueden variar en precisión desde un diez por k = (1,38054 ± 0,00006) X 10-16 erg (ºK)-1
ciento a una mera estimación del orden de magnitud. En la
parte interior de la tapa de delante de este libro, encontrará
una tabla de valores aproximados de las constantes más impor-
tantes y esta tabla convendría aprenderla de memoria. Otras
tablas, más detalladas, de datos físicos pueden encontrarse en TABLA 3A Pesos atómicos (masas atómicas)
el Apéndice. de los elementos más ligeros •
TABLA 4A Isótopos naturales* de algunos alguno. El número resultante, dividido por dos, es el peso ató-
elementos ligeros mico del hidrógeno.
lsó- Los pesos atómicos determinados de esta manera por los
Ele- Abundancia
z topo Masa
natural
químicos se llaman pesos atómicos en la escala química. Mu-
mento atómica chos elementos tienen pesos atómicos que casi son enteros, pero
A en%
también hay notables excepciones, por ejemplo, el peso atómico
H 1 1 1,007825 99,985 del cloro es 35,5.
2 2,01410 0,015
He 2 3 3,01603 0,00013 4 Como sabe el lector, la masa de un átomo está concentrada
4 4,00260 100 sobre todo en el núcleo. Los núcleos se construyen con proto-
Li 3 6 6,01513 7,42 nes y neutrones. El número de protones más el número de neu-
7 7,01601 92,58 trones se conoce con el nombre de número másico del núcleo.
Be 4 9 9,01219 100 Este entero se suele designar por A. El número de protones se
B 5 10 10,01294 19,6 llama número atómico del núcleo. Se designa por Z y la carga
11 11,00931 80,4 nuclear es así eZ, donde e es la carga elemental. Las propieda-
e 6 12 12,000000 98,89 des químicas de un átomo están determinadas, por lo .tanto,
13 13,00335 1,11 casi exclusivamente por la carga nuclear y, en consecuencia, Z
N 7 14 14,00307 99,63 es una característica del elemento químico. Se ha encontrado
15 15,00011 0,37 que existen muchos casos de familias de núcleos con la misma
o 8 16 15,99491 99,759 carga, pero con diferentes números másicos, y los núcleos de
17 16,99914 0,037 una misma familia se denominan isótopos, diferentes, del ele-
18 17,99916 0,204 mento en cuestión. Los isótopos de un elemento difieren en el
F 9 19 18,99840 100 número de neutrones. La masa del protón es casi igual a la
... ... . .. . .. . .. masa del neutrón y las masas de todos los núcleos son muy
s 16 32 31,97207 95,0 aproximadamente proporcionales al número másico entero A.
33 32,97146 0,76 La explicación de la existencia de pesos atómicos marcadamente
34 33,96786 4,22 no enteros consiste en que muchos elementos químicos que se
36 35,96709 0,014 presentan en la naturaleza son mezclas de dos o más isótopos
CI 17 35 34,96885 75,53 diferentes, en cuyo caso el "peso atómico" del elemento, tal
37 36,96590 24,47 como lo miden los químicos, es un promedio de los pesos ató-
... . .. . .. . .. . .. micos, más fundamentales, de los diferentes isótopos• .
Es un hecho experimental que las abundancias relativas de
los diferentes isótopos que en-contramo~ en una mezcla isotó-
pica de un elemento, son muy aproximadamente las mismas en
toda la superficie de la Tierra. Además, los diferentes isótopos
tienen, para todos los fines prácticos, idénticas propiedades quí-
micas y es, por consiguiente, casi imposible separarlos entre sí
por medios "químicos". Si así no fuera, las tablas de pesos
atómicos de los químicos carecerían de valor.
W = 2'1TP (8a)
De aquí se sigue que
líw = hv (8b)
(8c)
(9a)
Energía
me = [impulso] -/í
-
me 2
= [tiempo
. ] (13a)
1 kcal = 1000 cal, 1 cal = 4,186 joule = 4,186 X 101 erg (15a)
3
Etr = 2kT (17a)
s
<U
....
......
106
lo-s -- R 00 (potencial de ionización del hidrógeno)
7 __.,-- Raya ultravioleta en el mercurio
5 ~ - Energía de Fermi en la plata
Luz 3 ~ Energía de enlace de la molécula H2
2 5
visible 7 ~ Raya azul emitida por el mercurio
105 10- 4 Raya D (amarilla) del sodio
Raya roja emitida por el cadmio
Energías características de los fenómenos físi-
cos. Los datos seleccionados en esta página y
en la que sigue se presentan para dar al lector
una idea general de las energías típicas de dife-
rentes fenómenos. Las energías se expresan en
términos de algunas unidades de uso común;
véanse las Secs. 14-16 para una explicación de
las mismas.
62 órdenes de magnitud Sec. 2.18
-
1-4
1-4
cu -
1-4
- - "Temperatura normal" (20ºC)
=
1--4 3 - - Frecuencia de vibración de la molécula
o 2
=
cu 10-14 - - Temperatura de Debye en el plomo
§ 7
5
·oo
1-4 3 - - Punto de ebullición del hidrógeno
1-4
cu 2
- - Calor de vaporización del helio
el::
=
1--4 - - Temperatura a la cual· el plomo pasa a ser supercon-
3 - - Punto de ebullición del helio (He 4) ductor
ti) 2
cu - - Punto lambda del helio
"!j
=
o
o 10-16
101
7
J Energía de interacción de dos magnetones de Bohr
separados por lA
1-4
o 5
7 ~ Temperatura de transición del cadmio al estado, super-
~ 5 3
2
~ Transición hiperfina en el cesio conductor
Frecuencia de rotación observada en la molécula IO
10º
...cu
ti)
10-17 7 - - Raya del hidrógeno de 21 cm (transición hiperfina)
1-4
7 5
o
o 3 5 3
o 2 3 2
:.acu 10-6 2 10-1 3
1-4 2
cu 7 10-18 7 - - Magnetón de Bohr en 100 gauss
"!j 5 7 5 10s
ti)
cu 3 5 3 7
"!j 2 3 2 5
o= 10-7 2 10-2 3
2
~
7
5 7
10-19 7
5 107 J Energía de interacción de un magnetón de Bohr y
:¡ 3 5 3 7 un magnetón nuclear separados por 1 A
e 2 3 2 5
3
- - Frecuencia de precesión del protón en 1000 gauss
o 10-B 2 10-3
:.acu 7 10-20 7 2
1-4 5 5
cu 7 10ª
"!j 3 5 3 7 - - Magnetón nuclear en 1000 gauss
tll
2 3 2 5
cu 3
"!j 10-9 2 10-4
o= 7
.5
10-21 7
5
2
7 105
3 5 3 7
2 3 2 5
Sec. 2.19 órdenes de magnitud 63
o: = e2/{l'í/mc) = ~
(mc2) líe
= (7,29720 + 0,00003) X 10-3 ~ 1/137 (2la)"'
p2 e2 1 e2
E=---=-mv 2 -- (23a)
2m r 2 r
a.o =
lí,2
me2 = a-1 -Xe E-2
_ 1 (eªº
2
) e
2
-ao- -2ao
_ e
2
= (23c)
v = 'fe2
V;;:;¡; = ac (24a)
-Ke lí2
ao=-=- (25a)
y
ª me2
(25b)
5 Lf
~
Na
~
I
)
,.1
'
J
( •
desnudo y añadiendo luego los electrones uno a uno. ¿Cuán
fuertemente estará ligado el primer electrón?
La expresión de la energía del sistema toma ahora la forma
:re Rb •u E= E__ e2Z
c. (27a)
2m r
y basta reflexionar un momento para ver que la discusión rela-
ro oo ~ ~ ~ • ro ~ oo tiva al caso del átomo de hidrógeno sigue siendo válida, con
Número atómico Z tal que substituyamos la constante de estructura fina a por
aZ. En otras palabras, el primer electrón estará ligado para
un valor de la energía
Fig. 27A Gráfico que muestra los potenciales
de ionización de los átomos en función del nú- e 1 = _z2R 00 = -Z2 (13,6 eV) (27b)
mero atómico. El potencial de ionización es la
energía necesaria para separar un electrón del y a una "distancia" del núcleo igual a
átomo neutro. Vemos que esta energía es en
primera aproximación del mismo orden de mag-
nitud para todos los átomos, es decir, del orden
r1 = ao
z (27c)
de 10 eV.
El lector que esté algo familiarizado con la Cuando Z es grande, esta distancia es pequeña comparada
química notará inmediatamente que existe una con el radio de Bohr del hidrógeno ao. El electrón que se añade
marcada correlación entre el valor del potencial luego estará también ligado a una distancia pequeña y la ener-
de ionización y las propiedades químicas del
elemento. El potencial de ionización es parti-
gía de enlace será grande comparada con la energía de ioni-
cularmente grande para los gases nobles y parti- zación del hidrógeno; la fuerza de repulsión electrostática en-
cularmente pequeño para los metales alcalinos. tre los dos electrones es, evidentemente, Z veces más pequeña
Sec. 2.28 órdenes de magnitud 7 J
BPC - IV. 5
74 órdenes de magnitud Sec. 2.31
TABLA 30A Características de algunas molé- 3 l Estas estimaciones nos permite explicarnos ahora el orden
culas diatómicas elegidas relativamente al asar de magnitud de la energía liberada o absorbida en una reac-
ción química. El proceso elemental en una reacción química
Distancia Energía de
consiste en que dos o más moléculas diferentes chocan y for-
entre man una o más moléculas nuevas. La energía asociada con
Molécula disociación
núcleos esta redistribución de los átomos en nuevas moléculas debe
eV
A ser del orden de las energías de enlace molecular típicas y, por
consiguiente, del orden de 1-10 electrón-volts por cada proceso
AgH 1,62 2,5 elemental. En consecuencia, las energías de reacción macros-
Bao 1,94 4,7
1,97 cópicas son del orden de (1-10) X N 0 electrón-volts/mol, es
Br2 2,28
CaO 1,82 5,9 decir, de unas 20000-200000 cal/mol. Como ejemplo, podemos
H2 0,75 4,5 considerar la combustión de gas hidrógeno en una atmósfera .
HCI 1,27 4,4 de cloro, de acuerdo con la reacción
HF 0,92 6,4
HgH 1,74 0,38 H2 + Cl2 = 2HC1 + (44 000 calorías) (31a)
KCI 2,79 4,42
N2 1,09 9,76
El orden de magnitud concuerda con la estimación a que lle-
02 1,20 5,08
gamos.
33 Los sillares con que se construyen los núcleos son los pro-
tones y los neutrones. Protones y neutrones poseen en común
importantes propiedades físicas .y, con frecuencia, se conside-
ran como dos estados de carga diferentes de una "única" par-
tícula llamada nucleón. El nucleón se presenta así en dos ver-
. siones: la versión cargada, que es el protón, y la versión neu-
tra, que es el neutrón *.
El número A de nucleones en un núcleo es el número má-
sico o número de nucleones. El número Z de protones se co-
noce con el nombre de número de carga o, cuando hablamos
del correspondiente átomo, como número atómico.
Las masas del protón y del neutrón son
9
MeV ... -- -
r--..
oia.,, V""" r--- ,......__
8 ...............
e:
•O
~11' r--- r----
7
Fig. 33A Representación gráfica de la energía
de enlace por nucleón, ~(A,Z)c2 / A, en función
del número másico A. Los puntos se refieren a
Q)
C3
:::1
e:
6
JHe 4
~
determinados núcleos, algunos de los cuales se o.
identifican por su símbolo. Las irregularidades Q)
u •
correspondientes a los núcleos más ligeros no <O
-¡: 5
quedan bien representadas por la curva lisa ·del Q)
x1---I mente estos núcleos en el plano (Z,A), los puntos que repre-
sentan a los núcleos individuales tienden a acumularse a lo
largo de una curva lisa, de acuerdo con lo dicho antes. (Véase
Fig. 34C Espectro de masas registrado con el fig. 35a). Cuanto más alejados se encuentra un núcleo de la
aparato que presentan las figs. 34A-B, para xe-
nón extraído de un aerolito. El gráfico se ha to-
"curva central", tanto más tiende a ser inestable.
mado de J. H. Reynolds, "Determination of the 36 Se ha encontrado experimentalmente que un núcleo posee
age of the elements", Physical Review Letters 4,
8 (1960). Las cortas barras horizontales indican
un tamaño bastante bien definido, y que se puede considerar
las abundancias isotópicas para muestras de xe- como una esfera de materia nuclear de radio
nón terrestres. Como podemos ver, la muestra
del meteorito es más rica en el isótopo Xe 129 • r ,_ roAl/3 donde ro= 1,2 X 10-13 cm= 1,2 fermi (36a)
Obsérvese que el gráfico se ha trazado según
dos escalas verticales diferentes. (Proporcionado (El nombre de la unidad fermi = 10- 13 cm, se ha adoptado en
por Physical Review Letters.) honor de Enrico Fermi y se emplea a menudo como unidad
de longitud en la física de las partículas elementales.)
Dado que el volumen del núcleo es proporcional a r3 y, por
consiguiente, en virtud de la fórmula (36a), al número de nu-
cleones A, llegamos a la conclusión de que la densidad de la
materia nuclear en los diferentes núcleos es aproximadamente
constante.
Los tamaños de los núcleos, como resume la fórmula (36a),
han sido determinados a partir de varios experimentos •. El mé-
todo más directo consiste en la medición del área de la sec-
1
1
125 1
120 85
1 (/)
Q)
e; 115
g
:::i
Q)
Ñ e; 110
1 Q)
"O 80
-
~
o
q;
E
105
·:::i
z
100 -,
w
1
75
95
1
1 1
1
90
70
85 .......... ......... Fig. 35A Los núcleos estables y cuasiestables.
60 Se representan todos los núcleos conocidos cu-
80 yos períodos son mayores que 5 x 101º años.
65 Este límite inferior, un tanto arbitrario, para Jos
55 períodos, se ha elegido porque es unas diez ve-
1
75 1
1 1 ces la edad estimada del sistema solar, y, por
50 .l.
_... ........ consiguiente, los núcleos que se incluyen son
70 60
45
.-n
-1-
E 1
L....~
65 l
1
trones (A - Z), y en abscisas, el número ató-
40 mico Z. Se advierte desde luego que los nú-
55 40 cleos se acumulan en las cercanías de una curva
60 lisa. Para los núcleos ligeros, el número de pro-
35 tones es aproximadamente igual al número de
55 35 neutrones, pero a medida que aumenta el nú-
50 mero atómico, aumenta más rápidamente el nú-
30
mero de neutrones.
50 - ' - 1-f-o'- El aspecto de escalera que presenta el grá-
_,_ 1-f-o 30
_.__,_
45 25 . 1 fico de distribución de los núcleos resulta del
_..._,_
,..+-l-1 hecho de que la estabilidad de un núcleo de-
40 pende de la paridad del número de protones y
25 neutrones como sigue : los núcleos par-par son
los más estables, los par-impar (e impar-par) son
menos estables y los núcleos impar-impar son Jos
20 más inestables. Convendría que el lector estu-
10
z diara cuidadosamente el gráfico para ver cómo
se manifiestan estas reglas. Hay en él muy po-
15 Número atómico
cos núcleos impar-impar. Para ciertos números
5 de neutrones, y ciertos números de protones,
10 aparecen "huecos" correspondientes a ~1a ausen-
cia de núcleos estables. Nótese que estos huecos
o se presentan siempre cuando el número de neu-
trones o de protones es impar.
o
80 órdenes de magnitud Sec. 2.37
con tal que la separación r sea mayor que l0- 1ª cm•. La cons-
tante b es una medida del alcance de la fuerza; su valor es
=
b 1,4 x 10- 13 cm. La constante C expresa la intensidad de
la fuerza. La naturaleza de la misma a distancias menores que
10-13 cm es mucho más complicada y en la actualidad se la
conoce muy poco.
Hay que subrayar que la función potencial U(r) no des-
cribe de manera precisa la interacción entre dos nucleones,
pero sí representa el rasgo más importante de esta interac-
ción, que consiste en que el potencial decrece exponencial-
mente al aumentar la distancia.
Veamos qué significa esto realmente. A la distancia r = b
tenemos U(b) = C/e. (Esta constante es, más o menos, del or-
den de 10 MeV.) A la distancia r = IOb = 1,4 X 10-12 cm, el
potencial es igual a U(IOb) = (0,lC) exp (-10)"' 5 x I0- 6C.
A la distancia r = lOOb = 1,4 x 10- 11 cm, el potencial es igual
a U(lOOb) = (0,0lC) x exp (- 100) "'I0- 15C. De este ejercicio
numérico cabe concluir que cuando la separación entre los dos
nucleones es mayor que 10-11 cm, la fuerza nuclear es total-
mente despreciable. Para todos los fines prácticos no hay fuer-
za nuclear ninguna más allá de aquella distancia.
Conviene que el lector reflexione cuidadosamente acerca
de todo eso. A primera vista, la expresión (38a) pudiera re-
8
E -e-m - (44a)
t - 32ñ 4 c 2
(44b)
1
Roo= -a2mc2 (45a)
2
(45b)
_!_
To
= v = 9 192 631 770 -+- 10 Hz
0 (53a)
(53b)
(54a)
t
nuestro patrón arbitrario de longitud en términos de nuestro
patrón arbitrario de tiempo.
Mujer
56 Consideremos las igualdades (Sla), (52b), (53c) y (54a). Nos
proporcionan expresiones teóricas de los patrones macroscópi-
cos en función de (i) los números nlt n2, na y n4, determinados
10 Animalito
"
por acuerdo internacional, (ii) de los patrones básicos m, ñ/mc
y ñ/mc2 de la electrodinámica cuántica, y (iii) de las cantidades
c11 ca, c3 y c4 que creemos estar en condiciones de calcular en
cm
1
~ Mariquita principio.
Incluso si no podemos calcular en la práctica las cantidades
c11 c 2, c3 y c 4 de manera precisa, sabemos que son, en primera
aproximación, únicamente puros parámetros numéricos indepen-
~
U> Nuestras expresiones teóricas de los patrones macroscópicos
~ 10-2 Ameba nos permiten afrontar la siguiente cuestión: ¿qué aspecto ten-
(.)
~J)
::s
C>
(ij el universo si las dos constantes empíricas a y fJ fuesen ligera-
Q) 10- 3 Heritrocito
"'C mente diferentes? Es ésta una cuestión interesante porque so-
(ij mete a prueba hasta qué punto comprendemos el papel de a
~
Q)
•
Virus en mosaico átomo es del orden de 10- 10 metros? ; ¿por qué los átomos son
del tabaco tan pequeños? Esto parece una cuestión metafísica, pero real-
mente no lo es. Supongamos que planteamos la cuestión de otra
forma, a saber: ¿por qué el tamaño lineal de un ser humano es de
Molécula gigante
unos 1010 a0 ? A esto equivale precisamente la cuestión, porque
el metro se definió de tal manera que el tamaño lineal de un
hombre es de aproximadamente un metro. Podemos contesta't
a esta pregunta de manera asimismo aproximada si somos ca-
Molécula grande paces de explicar el porqué del número de átomos en un ser
humano, y este problema no se encuentra en principio ºmás allá
del alcance de la física. Sería absurdo intentar calcular este nú-
mero con precisión, pero debiéramos ser capaces de estimarlo
A tomo dentro de un factor de, digamos; 106• (Esto es, si supiésemos
más acerca de la biología y temas con ello relacionados.) Deja-
mos estas vanas especulaciones para el lector. Hemos mencio-
nado este resultado tan sólo para ilustrar cómo todas las pro·
Sec. 2.57 órdenes tle magnitud 97
Problemas
BPC - IV. 6
98 Capt. 2 Problemas
2
U, ""A•t• ~) X (0.7 MeV) (i)
Niveles de energía
energéticos 115
Problemas 152
Capítulo 3
Niveles de energía
Esquemas de términos
4742,5-4728,6 A.
Wave- Ele- Intensities Wave- Ele· l El hecho de que cada elemento qmm1co está asociado con
length ment Are Spk., [Oís.] R length ment
un único espectro óptico constituye uno de los aspectos sor-
4742,589 Mo 10 4737,642 Se I
4742,549 Er 3w 4737,626 u prendentes de la naturaleza. Además, este rasgo es muy gene-
47425 bh Se 5 Me 4737,561 Pt I
4742:481 Sm 3 4737,350 Cr ral : no solamente los átomos poseen espectros característicos,
4742~92 Nd 4 4737,282 Ce
4742,333 u 10 3 4737,1 bh e sino que también los presentan las moléculas y los núcleos.
4742,325 Pr 7 4737,05 TI II Estos objetos emiten y absorben radiación electromagnética a
4742,266 Th 41 2 4736,965 Zr
4742,?5 Se I [500] Rd 4736,958 Sm ciertas frecuencias definidas que van desde la región de las
47427-27 Sm 2 4736,945 Er
4742,110 Ti I 15 1 4736,9 bh z frecuencias de radio (para las moléculas) hasta la región de
4742,04 Ho 10 3 Ex 4736,79 Oy
4741,997 Er 3w 4736,782 Ca los rayos X de longitud de onda muy corta o los rayos gam-
4741,937 Ge II 50 4736,780 Fe
4741,922 Sr 1 30 ISn 4736,688 Pr ma (para los núcleos). Históricamente, los espectros ópticos de'
4741,78 Cd n 3 Vs 4736,637
4736po8
Mt
Eu
los elementos fueron ~escubiertos por G. R. Kirchhoff y
4741,n5 Eu 10W
4741,726 Smll
4741,71 o .u
80 -
[20] FI
4736,6
4736,491
Rt
Ct
R. Bunsen a mediados del siglo XIX, mientras que los es-
4741,539 Oy 3 2 4736,490 S• pectros de radiofrecuencia de las moléculas y los espectros
4741,533 Fe l 12 1 s 4736,30 T
de rayos gamma de los núcleos fueron descubiertos mucho más
4741,520 w 12 2 4736,203 l
:~:~'~
Pr 30 :~~6,m tarde, ya en este sigl2.
473~089
Yt I 2 3
4741~8 Er 20 Los espectros se interpretan en términos de niveles de ener-
4741,282 u 1 2 4736,Q62
4741,269 Ru 4 4735,94 gía de los átomos, moléculas y núcleos. El estudio de los es-
4741,10 Tm 3 Me 4735,93
4741,018 Se I 100 60h 4735,848 pectros nos lleva a conocer una propiedad sumamente impor-
4741t005 Pr 6 4735,&47
4740,97 Se ll (600] 81 4735,n
tante de los sistemas compuestos, que es la siguiente : asociado
4740,928 Oy
CI I
3 2
[10) Ks
4735,76
4735,66
con cada uno de tales sist~mas hay un conjunto de niveles
4740,68
4740,614 Cb 3 3
2
4735,4f
4735,4:
energéticos, o estados estacionarios, característicos del sistema.
4740,524 Eu 500
Encontramos estos niveles en sistemas "pequeños" tales como
átomos, moléculas y núcleos, en cuyo caso los niveles se mani-
Fig. lA Una parte muy pequeña de una tabla fiestan de manera muy directa en los espectros que observa-
de longitudes de onda: Massachusetts Institute mos. También se encuentran dichos niveles en "sistemas gran-
of Technology Wavelength Tables, compiladas
bajo la dirección de G. R. Harrison (MIT Press, des", como, por ejemplo, sólidos, líquidos y gases. Al principio
Cambridge, Mass., 1939). Esta tabla, que cons- puede no ocurrírsenos que existe una relación entre la emisión
ta de 429 páginas, contiene más de 100000 ra- y la absorción de los rayos gamma por un núcleo y las vibracio-
yas espectrales entre 10000 A y 2000 A. Cada nes de un cristal de cuarzo en un instrumento electrónico, pero
página tiene tres columnas y las rayas apare-
cen ordenadas en el sentido de longitudes de la hay.
onda decrecientes. Se da el símbolo del ele-
mento químico correspondiente a cada raya, 2 En este capítulo estudiaremos niveles de energía en sistemas·
como también ciertos datos acerca del método
de excitación y las intensidades. "pequeños". Se discutirán algunos de los hechos experimentales
·Es costumbre dar las longitudes de onda en importantes e intentaremos comprender el porqué de ciertos
la región visible tal como se miden en el aire, aspectos de lo que se observa, tomando como base ideas teóri-
mientras que las longitudes de onda en la re- cas muy simples. En este capítulo no intentaremos explicar por
gión ultravioleta se refieren al vacío. En la
región visible tenemos aproximadamente: Avac= qué hay niveles energéticos, sino que aceptaremos más bien
= 1,0003 Áair· (Proporcionada por MIA Press.) esta peculiaridad de la naturaleza como un hecho empírico
104
Sec. 3.3 Niveles de energía J05
Tenemos entonces
ii23 = (T1 - T3) - (T1 - T2) = iirn - ii12 (3b)
que es un ejemplo del principio de combinación.
(5a)
' a
~~
~
f ~ l
estado fundamental
Fig. 6A Esquema de términos que presenta
cuatro niveles de energía y las transiciones
entre ellos. Las frecuencias de transición posi-
bles son:
(Ea - Eo)
"'ªº = Ji
(E2 - Eo)
W20 = Ji
(E1 - Eo)
W¡o = Ji
Nn (
No= exp -
En -
kT
Eo) (7a)
para llevar al átomo a uno de los estados excitados. Si la ener- 4916 (9,2)
gía del electrón es menor que (E1 Eo), su colisión con el áto-
mo sólo puede ser elástica. Si la energía es mayor, pasan a ser
posibles las colisiones inelástkas, que conducen a la emisión 'ª58 (7,7) 43t8 (9,ll)
de luz.
Existe una prueba experimental obvia para contrastar este 4018 (7,•11
404!1 (7,7;
4109 (9,7)
i qué energías del electrón aparece por primera vez una raya (si
empleamos el método de excitación por bombardeo electrónico),
obtenemos información acerca de los niveles que intervienen
en las transiciones. Por otra parte, el estudio del espectro de
absorción proporciona información adicional : en este caso sa-
bemos que el estado fundamental debe ser el nivel más bajo.
É~.tos y muchos otros métodos han sido empleados en el
pasado, y se emplean todavía, para acopiar una enorme canti-
dad de datos acerca de espectros y niveles atómicos.
c10n y dado que estas rayas tienen siempre una anchura que
no es cero, hay que concluir que la energía de un estado exci-
tado no puede ser una cantidad definida con precisión. Si
creemos en la bondad del modelo del fotón y en el principio
de conservación de la energía, nos vemos forzados a llegar a
esta conclusión. Nuestro primer postulado en la Sec. 5 no es,
por lo tanto, literalmente verdadero. Los niveles de energía
por encima del estado fundamental tienen una anchura no nula.
Supongamos que se determina la energía de un estado ex-
citado particular en un átomo (o molécula, o núcleo) obser-
vando la raya de absorción que enlaza el estado excitado con
el estado fundamental.~ Si la respuesta del átomo presenta un
máximo para la frecuencia wo, podemos asignar al estado ex-
citado la energía media, E = Eo + ñ(I)º' donde Eo es la energía
del estado fundamental. Si la anchura de la raya espectral es
A(,, (definida de manera adecuada), decimos que la anchura del
nivel excitado es AE = ñA(JJ. Una vez se ha reconocido que los
niveles energéticos poseen una anchura diferente de cero no
tiene mucho interés utilizar el embarazoso término "energía
media": hablaremos simplemente de la "energía" del nivel, en
el bien entendido de que esta energía se refiere a una energía
media definida convenientemente.
dA(t) +
-¡¡¡- (·iwo + 1),. A(t) = O
2
(2la)
BPC ·IV. 7
122 Niveles de energía Sec. 3.24
~w = -1T (23b)
aE = -lí (23c)
7'
p 1/2,:J/2 t .5/2,7 2
o
5000
- 1 4s
10000
15000
-2
20000
25000 -3
v
eV
30000
cm-1
-4
35000
40000
-5
Fig. 28A. Esquema de términos del átomo de raya espectral se conoce con el nombre de anchura natural de
litio neutro. Las rayas inclinadas representan la raya: es una propiedad intrínseca del átomo (es decir, de
transiciones dipolares eléctricas observadas. Los
números sobre las mismas son las longitudes
los niveles que intervienen en la transición.)
de onda en ingstroms. Para otros detalles véa-
se la explicación en el texto. Basado en una fi- Más sobre niveles y esquemas de términos
gura que se encuentra en la obra de W. Gro-
trian, Graphische Darstellung der Spektren von
Atomen ... , vol. 11, pág. 15 (Verlag von Julius 27 Consideremos ahora un cierto número de esquemas de
Springer, Berlín, 1928). términos típicos. Se han construido tomando como base me·
·Sec. 3.28 Niveles de energía 125
3d'{a •P)4p
p, o de la columna f, al nivel 3d, y así sucesivamente. Muchas
'•n. '•n• 3 JttSl,8, 61 -281, 73
•n,
•n,
2
1
1tt6t8, SI,
1tt81,S1 OS -214,69 de estas transiciones han sido realmente observadas, pero no
11•D, 3d'{a •D)4p 11 •n• 4 1tt9H, 16
las hemos representado en el diagrama a fin de no recargar la
•n, 114, 60
•n,
3
2
1tt8t9, 55
1te898, 84
-69, 29 figura. Estas transiciones adicionales, que se encuentran en la
•n, 1 ltt9t1 1 S7 -22, 53
•D, o 1tS455, 91 -534, 55 región del infrarrojo, obedecen también la mencionada regla,
11•P1 3dl{a •D)4p z•p• 1 1tS55t, 95 144, 23
a saber, que las transiciones se producen entre niveles situa-
•P, 2 JtS697, 18
•P, 3 JtS7501 S9 53121 dos en columnas vecinas. Esta regla es un interesante ejemplo
11 •v, 3cfl{a•D)4p 11•n• 3 Itl,854,04 -49, 88 de regla de selección que nos dice que solamente ciertos pares
•n, 2 Itl,90S, 91 -501 96
•n, 1 ltl,954. 88 de niveles pueden intervenir en una transición. El apoyo em-
11•F, 3cfl(a •D)4p 11 'Fº 4 1t544S,58 pírico de esta regla es sorprendentemente manifiesto cuando
•Fa
•F,
3 125687, 98 -_!~!: ~g
2 lt5671,8S consideramos las rayas observadas que se presentan en la figu-
'•s, adl{a •P)4p '•s• 1
1 lt6S901 57
ra 28A. Obsérvese, en particular, la ausencia de transiciones
entre los niveles 3s y 2s; entre los niveles 3p. y 2p, y así suce-
sivamente. Debido a que esta regla de .selección rige el espec-
Fig. 288 Los esquemas de términos (diagra- tro del átomo de litio, parece natural disponer los niveles en
mas) son útiles para un visión de conjunto, columnas, tal como lo hemos hecho.
pero la mejor manera de presentar extensos
conjuntos de datos precisos es en forma de ta-
29 La regla de selección mencionada es un rasgo muy notable
blas. En esta figura se reproduce una parte de
una tabla de niveles de energía en hierro do- del espectro del átomo de litio. ¿Cabe explicarla teóricamente?
blemente ionizado. Las energías, medidas a par- La respuesta es afirmativa : podemos entender completamente
tir del estado fundamental, se expresan en nú- este fenómeno. La explicación se basa en dos cosas : la iso-
mero de onda, cm- 1 (quinta columna). La co-
tropía del espacio físico y la pequeñez de la constante de es-
lumna con la letra J da el momento cinético
de un estado. En las tres primeras columnas se tructura fina "- = e2/ñc,....., 1/137. No intentaremos presentar en
señalan varias característicás de los niveles que este libro la explicación completa, porque no podemos suponer
no es necesario explicar aquí. el conocimiento de las herramientas matemáticas apropiadas,
Esta porción de tabla se ha tomado de C. E.
Moore, Atomic Energy Levels, vol. 11, pág. 62.
pero trataremos de dar al lector por lo menos una ligera idea
(Circular of the National Bureau of Standards acerca de lo que se trata.
467, U.S. Government Printing Office, Washing- Debido a que la constante de estructura fina es pequeña,
ton, 1952.) un cierto tipo de transición electrom&gnéticamente representa
fec. 3.30 Niveles de energía 127
~i =ir - Íi = - 1, O, o +1 (30b)
128 Niveles de energía Sec. 3.30
l=O
5,141--~~-~~~~-=====-~---,=====-~~~~~~~~~~~~----.
5,0 ---
8P--
95- 7P--
85---
75-
6P- 6P--
4,0
15000
3,0
20000
11
2,0 25000
-1
cm
eV
30000
1,0
35 000
40000
45000
Ésta es una regla rigurosa que vale para todo sistema me-
cánico-cuántico aislado, se trate de un átomo, una molécula o
un núcleo, y se deduce del principio de conservación discu-
tido en la sección que precede. En este libro no estudiaremos
la teoría del momento cinético y, en consecuenCia, dejamos sin
satisfacer la curiosidad del lector por saber cómo se deducen
las relaciones (30a) y (30b).
Al = lt - li = -1 o +1 (3la)
7p 7p. 1Pº
~ 58540,40
El nivel 2p, por lo tanto, es en realidad doble, pero la separa-
0,74
lH 58541, 14 ción en energía entre los dos niveles del doblete es muy pe-
8a Sa •s }i 38968, 35
queña y, dentro de la precisión que proporciona la figura, los
7d 7d ID 2H 39200, 962
rn 39200, 963
-0,001 niveles coinciden.
11 7/ 1 Fº { 2~~
} 59$091 I
La figura 32A presenta el esquema de términos del átomo
3~~
Sp
de sodio. También el sodio es un átomo alcalino, y salta a la
Sp spo ~~ 59298, 54 0,47
l}i 39299, 01 vista que su esquema de términos es, en muchos aspectos, si-
9• 9, s
1
~ 3957-li 51 milar al esquema de términos del litio. En este caso hemos
Sd 8d 1D { 2H
lH } 39729, 00 duplicado la columna p, pero hemos dejado como simples las
2H columnas d y f para ahorrar espacio (y trabajo). Todas las
8f 8/ Fº 2
{ 3H } [S9754, OJ
transiciones representadas en la figura 32A son transiciones
9p 9p spo H 59794, 5S 0,47 dipolares eléctricas. Las transiciones responsables de la raya
l~ 39795, 00
101 lOs 18 H 39983¡ o amarilla característica de una lámpara de sodio son las transi-
9d 9d 1D { 2H
lH } 40090, 57 ciones de los niveles 3p1;2 y 3p312 al nivel fundamental 3s1;2· "La
raya amarilla del sodio" es, de hecho, un doblete.
9/ 9/ 1Fº
{ 2H
3~ } 400951 I
Conviene que el lector analice el esquema de términos de
lOp lOp 1po { H
IH } 401371 IS la fig. 32A y se convenza de que las transiciones representadas
en ella obedecen a las reglas de selección (30b) y (3 la) para
j y l, respectivamente.
Fig. 328 Parte de una tabla de niveles de
energía en el átomo de sodio neutro. Las ener- 33 Los niveles de energía del átomo de helio representado
gías (cuarta columna) se expresan en número de en la fig. 33A forman, por así decirlo, dos sistemas casi por
onda, cm - 1 , medidas a partir del estado fun-
damental. La columna con la letra J da el mo- completo independientes: el sistema singlete y el sistema tri-
mento cinético del estado. plete. Las rayas espectrales observadas son el resultado de
Esta porción de tabla se ha tomado de C. E. transiciones dentro de estos sistemas : de niveles singlete a
Moore, Atomic Enetgy Levels, vol. I, pág. 90 niveles singlete, y de niveles triplete a niveles triplete.
(Circular of the National Bureau of Standards
467, U. S. Government Printing Office, Was- El átomo de helio es un átomo con dos electrones. En los
hington, 1949). niveles singlete los spins de los dos electrones son opuestos
Sec. 3.34 Niveles de energía 131
singlete triplete
eV
25
24
23
22
21
20
11 1
f----19,77 eV-- --i!-
235
f/ 1
11 /
,,,111
tll
(antiparalelos), mientras que en los niveles triplete los spins FilC. 33A Esquema de términos del átomo neu-
de los dos electrones tienen el mismo sentido (son paralelos). tro de helio. Obsérvese Ja notable separación
entre los sistemas de niveles singlete y triplete.
Las letras S, P, D, F, ... designan el momento cinético or- En los estados triplete los spins de los electro-
bital de los electrones. El superíndice a la izquierda 1 ó 3 de- nes son paralelos, y en los estados singlete, an-
signa la multiplicidad (singlete o triplete). Para los niveles sin- tiparalelos. Hay una obvia correspondencia en-
glete, el momento cinético total es igual al momento cinético tre los niveles triplete y singlete, con la excep-
ción de que el estado fundamental singlete no
orbital. Para los niveles triplete, el momento cinético total ¡ tiene su análogo entre los estados triplete. Esta
puede tomar los valores j = l l, l, l + l, con la condición circunstancia es una consecuencia del principio
de que se tenga siempre j O. En el sistema triplete los ni- de exclusión de Pauli: dos electrones cuyos
veles S son simples, y los demás niveles, triples. Los niveles spins están orientados en el mismo sentido no
pueden ocupar ambos el nivel más bajo. No
singlete son, naturalmente, simples. existe ninguna restricción parecida si los spins
son opuestos.
34 Haremos notar un interesante detalle en el esquema de
términos para el átomo de talio, fig. 34A. Un átomo en el
estado rS1 12 puede decaer bien yendo al estado 62P3¡2 o al es-
tado fundamental 62 P 112• El átomo puede elegir cómo dar el
"salto". Hay otros ejemplos de esta característica en el esque-
ma de términos del talio, como también en alguno de los otros
132 Niveles de energía Sec. 3.34
s2s112 10000
eV
15000
-2
20000
72s1;2
-3
25000
30000
-4
35000
cm- 1
-5 v 40000
45000
50000
-5 ---------- ------- 2
--6 ----------- ------- ~g
1,8
------- 1,7
11000
-------------5 -------- 1,6
6
------------------------ - ------------------------ 1,S
5
---------------- 1,20
esquemas de términos presentados en este capítulo. (El lector Fig. 35A Esquemas de términos del cinc, cad-
debe ir a la caza de estos ejemplos.) Si un estado excitado mio y mercurio presentados juntos para ilus-
puede decaer siguiendo diferentes caminos, cada modo de tran- trar el hecho de que elementos químicamente
similares poseen esquemas de términos asimis-
sición· ocurre con una probabilidad determinada. Esta proba- mo similares. Esta figura se ha tomado de W.
bilidad se conoce con el nombre de razón de ramificación co- Grotrian, Graphische Darstellung der Spektren
rrespondiente al modo ae desintegración de que se trate. Que von Atomen und lonen ... , vol II, Struktur der
las razones de ramificación son propiedades intrínsecas del es- Materie, Band VIII, pág. 131 (Verlag von Julius
Springer, Berlín, 1928). (Cedida por Springer
tado excitado, es decir, son insensibles a cómo se ha alcanzado Verlag.)
¡el estado excitado, es un hecho experimental.
....---
1 2
H He
l,0080 4,003
3 4 5 6 7 8 9 10
Li Be B c N o F Ne
6,940 9,013 10,82 12,011 14,008 16,000 19,00 20,183
11 12 13 14 15 16 17 18
Na Mg Al Si p s Cl Ar
22,991 24,32 26,98 28.00 30,975 32,066 35,457 39.944
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36
K Ca Se Ti V Cr Mn Fe Co Ni Cu Zn Ga Ge As Se Br Kr
39,100 40,08 44,96 47,90 50,95 52,01 54,94 55,85 58,94 58,71 63,54 65,38 69,72 72.60 74JH 78,96 79,916 83,80
37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Rb Sr y Zr Nb Mo Te Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te 1 Xe
85,48 87,63 88,92 91,22 92,91 95,95 101.1 102,91 106,4 107,880 112.41 114,82 118.70 121.76 127,61 126.91 131.30
55 56 57-71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86
Cs Ba La Hf Ta w Re Os Ir Pt Au Hg TI Pb Bi Po At Rn
132,91 137,36 Series 178,50 180,95 183,86 186,22 190,2 192,2 195,09 197,0 200,61 204,39 207.21 208.99
87 88 89-103 (104) (105) (106) (107) (108)
Fr Ra Ac
226,03 Series
serie de 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71
los lantánidos La Ce Pr Nd Pm Sm Eu Gd Tb Dy Ho Er Tm Yb Lu
138,92 140,13 140,92 144,27 150,35 152,0 157,26 158,93 162,51 164,94 167,27 168,94 173,04 174,99
89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103
serie de
los actínidos
Ae Th Pa u Np Pu Am Cm Bk Cf Es Fm Md No Lw
227,04 232,05 231,05 238,04
Fig. 358 La tabla periódica de los elementos. el espectro óptico y las propiedades químicas de un elemento
El número atómico Z se indica encima del están determinados, ambos, por la configuración electrónica
símbolo químico, y el peso atómico (para ele-
mentos razonablemente estables), debajo.
del átomo y, en particular, por la configuración de los electro-
Obsérvese la serie de los lantánidos (serie de nes más exteriores.
las tierras raras), que consta de quince ele- La notable tabla periódica de los elementos químicos, que
mentos muy parecidos químicamente. Todos és- se presenta en la fig. 35B, puede explicarse acudiendo a la
tos tienen la misma configuración electrónica
en la capa más exterior. La serie es el resultado
idea de una estructura en capas de los átomos. En esta tabla
de que van siendo llenadas, a medida que avan- rectangular los elementos· están dispuestos de determinada ma-
zamos en la serie, ciertas capas internas que nera, en orden de números atómicos Z crecientes, y con los
se habían dejado a un lado inicialmente. To- elementos de propiedades químicas análogas colocados en una
mando como base este modelo, Bohr predijo
que el elemento de número atómico 72, el haf-
misma columna. El número de electrones en un átomo es igual
nio, entonces no descubierto aún, sería quími- a Z, y a medida que avanzamos en la tabla, en el sentido· de
camente análogo al circonio, en vez de serlo a valores de Z crecientes, las "capas" se llenan con electrones
las tierras raras. En efecto, el hafnio se en- de manera regular. Las propiedades químicas dependen de
contró luego en un mineral de circonio, lo que
significó un sorprendente triunfo para la teoría.
cómo se llenan las capas. Por ejemplo, los gases nobles se pre-
Los llamados elementos actínidos forman una sentarán en la tabla cuando ciertas capas han quedado ocu-
serie análoga. padas por completo. El número de electrones que caben en
Sec. 3.36 Niveles de energía 135
2s 2p 3s 3p 3d 4s 4p 4d
de energía atómicos, pero ello sería un tanto excesivo en un
curso de introducción. Para estimular el apetito del lector pre- H
sentamos, en la fig. 35C, una parte de una tabla de configu-
raciones electrónicas de los átomos.
36 Cuando la tabla periódica fue propuesta por D. l. Men-
deleev en 1869, no se conocían ni los electrones ni los núcleos.
·Por consiguiente, Mendeleev no dispuso los elementos de
·acuerdo con la carga Z, sino más bien en el orden de los pesos
atómicos crecientes. Afortunadamente, esto proporciona el or-
den correcto con muy pocas excepciones. Una de ellas, es la
Na 11
sucesión argón-potasio. El argón tiene un peso atómico mayor
Mg 12
que el potasio, aunque las propiedades químicas de estos ele- Al 13
mentos· (el argón es un gas noble y el potasio un metal alca- Si 14
lino) establecen sin lugar a dudas que el argón debe ir pri- p 15
mero. Desde el punto de vista químico, el orden de los ele- s 1.6
mentos en la tabla es bien claro y sobre esta base resulta, pues, Cl 17
posible asignar un número atómico Z a cada elemento. A 18
Debemos mencionar aquí que Mendeleev tuvo la cautela 1
de dejar ciertos espacios vacíos en su tabla para acomodar en 2
ella elementos todavía no descubiertos *. 1 2
2 2
37 La comprobación de que el número atómico mide efecti-
vamente la carga nuclear, y es, por consiguiente, igual al nú-
mero de electrones, fue un importante paso hacia adelante en Fig. 35C Estructura en capas de los átomos
la teoría atómica. El trabajo de H. G. J. Moseley, allá por ligeros. Las capas principales, designadas por
1913, fue particularmente valioso para poner en claro esta las letras K, L, M, N, ... , se dividen en subca-
cuestión. Este físico midió sistemáticamente las longitudes de pas conforme puede verse. Los diferentes perío-
dos se indican por rayas horizontales finas.
onda de rayos X. de un gran número de elementos y pudo pro- Las configuraciones completas de gases nobles
bar que las longitudes de onda de rayas anáIOgas (en diferentes se representan en gris. Para los tres primeros
elementos) depende del número atómico de manera muy sim- períodos las capas se llenan sucesivamente de
ple *~ Discutamos brevemente esta cuestión. una manera suavemente regular, pero a partir
del potasio se comienza a ocupar una capa ex-
terior .antes de que haya quedado completada
* Para una exposición del trabajo de Mendeleev y de la historia de la una capa interior. Este fenómeno ocurre tam-
tabla periódica, véase The World of the Atom, Vól. I, preparado por H. A. bién más adelante en la tabla periódica y se
Boorse y L. Motz (Basic Books, Inc., Nueva York, 1966). conoce bien su explicación teórica.
** H. G. J. Moseley, "The High-Frequency Spectra of the Elements", Una subcapa s ·puede alojar dos electrones,
Philosophical Magazine 26, 1024 (1913), y 27, 703 (1914). una capa p, seis, y una capa d, diez.
136 Niveles de energía Sec. 3.37
~
4
3
""...r/
Ca
rayos X.
En la sec. 27, cap. 2, dijimos que la energía de enlace del
"\ electrón más interno debía ser aproximadamente de la forma
/Fe
' 111 " (37a)
"', ~
/Se donde R 00 = (1/2) a.2 mc2 es la constante de Rydberg. No hemos
..!!
l presentado una teoría que nos diga cuánto vale la energía de
~ 1,0 1(
~ 0,8
"'I
/Rh- -- enlace en la capa siguiente, pero supongamos que es propor-
e "V cional a B K• pero más pequeña. Por lo tanto, si un electrón
o
CD 0,6 va a parar a la capa más interna partiendo de la capa siguiente,
"'O
"'O
.a 0,4
·a
e
0,5
' \
';/'
1/Nd cabe e·sperar que la longitud de onda ;, del fotón emitido sea
de la forma
....o 0,3
' \.
e
'A= Z2Roo
(37b)
0,2
Pb
u-:
-·,
==~~
donde C es una constante que depende de Z, pero muy poco.
0,1 1 Un gráfico de In (A.) en función de In (Z) ha de ser, por lo tanto,
10 20 30 40 50 70 90 una recta, si estas ideas son correctas. Un gráfico de este tipo
número atómico, Z se presenta en la fig. 37A y, conforme vemos, las longitudes
de onda determinadas experimentalmente caen, en efecto, so-
bre una recta con buena precisión. La constante C es aproxi-
Fi«· 37A Gráfico de ln (A) en función de ln(Z). madamente igual a 4/3, que es lo que predice la teoría de Bohr.
A es aquí la longitud de onda de la llamada
raya Kl%2 en el espectro de rayos X de un ele- Dado que el electrón que llena el hueco puede proceder de
mento cuyo número atómico es Z. Dentro de un cierto número de capas diferentes, y dado que el hueco
la precisión que permite el dibujo, los puntos puede haber sido creado en una de varias capas, es de esperar
experimentales caen todos sobre una recta. Se que se hallen varias rayas características. Esto es, en efecto, lo
dispone de datos para casi todos los elemen-
tos, aunque solamente algunos átomos selec- que se ha encontrado. En la fig. 37A hemos representado sola-
cionados aparecen en este gráfico. Véase el mente una de estas rayas debida a las mismas capas en todos
texto para una teoría simple del gráfico. los átomos.
Sec. 3.38 Niveles de energía 137
MeV MeV 39 Decimos que dos núcleos forman un par de núcleos espejo
si uno puede obtenerse a partir del otro cambiando todos los
protones en neutrones, y viceversa.
Como dijimos en la sec. 37, cap. 2, se cree que las inte-
,477 ,430 racciones fuertes, que son las interacciones que predominan
o---------- - o
3Li7 4Be7 en física nuclear, son invariantes respecto de este cambio. La
fuerza protón-protón es la misma que la fuerza neutrón-neu-
trón. Si esta creencia es correcta, y si no hubiese otras inte-
Fig. 39.4 Los isótopos del litio y del berilio racciones aparte las interacciones fuertes, los sistemas de ni-
con número de masa 7 forman un par de nú- veles en dos núcleos espejo deberían ser idénticos.
cleos espejo : si los neutrones en el núcleo de En la fig. 39A y en la fig. 39 B presentamos los niveles de
litio se cambian en protones, y viceversa, ob-
tenemos un núcleo de berilio. Los núcleos es- energía ha~lados experimentalmente de dos pares de núcleos
pejo tienen sistemas de niveles similares, pero espejo. Como se ve, es posible establecer en cada par una
no idénticos. La diferencia se debe a un efecto correspondencia entre los niveles.
electromagnético. Las energías de los niveles correspondientes, sin embargo,
no son idénticas, como muestran las figuras. La razón de ello
es que las fuerzas electromagnéticas están también presentes,
y estas fuerzas no son invariantes en el intercambio neutrón-
protón.
aw =-1 (43a)
.60
o T
28 N1
donde T es la vida media del estado más alto.
Fig. 42A Esquema de términos que muestra En la Sec. 26 citamos algunos valores típicos de T para los
la cascada beta-gamma emitida por el isótopo átomos y se estimó que la anchura relativa es /iw/w 10- 7• Cla-
'"'-J
del cobalto 21Co00• Este isótopo, en una transi-
ción beta, se transforma en un estado excitado ro está, esto representa solamente una estimación muy tosca del
del isótopo del níquel 2ANi 60 , que se encuentra orden de magnitud.
2,4 MeV por encima del estado fundamental. Las rayas espectrales de los átomos, tal como se observan en
La máxima energía cinética es 0,3 MeV. El
la naturaleza, son, en general, mucho más anchas que la esti·
estado excitado del isótopo del níquel decae
luego por emisión de dos rayos gamma en su- mación que precede. La teoría que presentamos en las seccio-
cesión rápida. nes 14-26 es aplicable a un átomo aislado, originalmente en
Sec. 3.44 Niveles de energía 141
(44b)
( Aw)
w n
-.- l"'
e VAM; fI (-T-)
~ = (0,52 X I0-5)"VA 293ºK
(44c)
(45a)
o bien (45b)
(48c)
~- wa (ª;)2 (48d)
WT-1
-
a
(ªw)-2
-
e (48e)
* Berkeley Physics Course, vol. III, Ondas y oscilaciones, Cap. 7. Ed. Re-
verté, Barcelona, 197.1.
BPC - IV. 8
144 Niveles de energía Sec. 3.47
(2 X 109 s- 1 ) X ( -P-) X
1 atm
VI - (273ºK)
A -- '
T
(45f)
E, ={c;oi exp [; (~ - t) w] } x
X [exp ( iaw 2c;s 8) _ exp ( - iaw2ccos (J)] (50b)
(5la)
1'M1 ,._,
(aw)-2
-;; 1'E1 (52a)
lonen mit Ein, Zwei und Drei Valenzelektronen, vol. 11 (Verlag von Julius
Springer, Berlín, 1928).
b) Para diagramas de niveles de energía de núcleos seleccionados, véase:
F. Ajzcnberg y T. Lauritsen: "Energy levels of light nuclei", Rev. Mod. Phys.,
27, 77 (1955).
3) Para tablas más cortas relativas a los espectros y niveles de energía.
remitimos al lector a:
a) Handbook of Chemistry and Physics (Chemical Rubber Publishing Co.).
b) American lnstitute of Physics Hcmdbook (McGraw-Hill Book Co ..
Nueva York, 1957).
Problemas
A
calienta de modo que la vasija contenga una cantidad pequeña de
vapor de sodio. Observemos la raya de absorción 5896 A en luz, pro-
cedente de un filamento de tungsteno, que atraviesa la vasija. (El fila-
mento de tungsteno calentado emite radiación con una distribución
espectral continua.) Estimar : w
(a) la anchura natural de la raya; frecuencia
(b) la magnitud del ensanchamiento de la raya por efecto Dop-
pler;
(e) la magnitud del ensanchamiento de la raya por colisión. Ex- Estas dos figuras se refieren al problema 4. La
prese sus resultados en números de onda (expresar también la frecuen- de arriba presenta el aspecto común de una
cia de la raya en cuestión en números de onda, cm- 1). Comparar estas raya espectral (en el caso de resolución suma-
anchuras con la separación de estructura fina de las rayas del sodio mente alta) procedente de un tubo de descarga
(amarillas) D1 y D~. de gas.
(d) En el esquema de términos de la fig. 32A se observa una En ciertas condiciones, la misma raya espec-
raya de longitud de onda 5688,22 A. ¿Veremos esta raya en el ex- tral emitida por un tubo de descarga de gas
perimento de absorción que acabamos de describir? similar puede, en cambio, tener el aspecto que
El gas argón en la vasija no tiene otro efecto sobre el proceso que se indica debajo.
el de establecer una presión y una temperatura media en la misma.
Su presencia debe tenerse en cuenta cuando se trata de considerar
el efecto de las colisiones sobre la raya de absorción; dado que el
1
número de átomos de sodio en la vasija es extraordinariamente pe., 1
barra horizontal con el número 15,6. Esta última aparece unida con
alguno de los niveles del B11 por rectas con puntas de flecha. Este
rasgo del diagrama se refiere también a ciertas mediciones. Discutir
éstas y explicar qué representan las flechas.
Fotones
158
Sec. 4.4 Fotones 159
(Sa)
/'íw - t:p
y'l - (r/c) 2
/'íw
P=- (Sd)
c
o bien
E
P=- (Se)
c
(8a)
W = 2Nfíw (9c)
e
sobre un espejo perfecto que se aleja del foco con una velo-
cidad v pequeña. Supondremos que la masa M del espejo es
muy grande. (Admitimos que v es pequeña y M grande para Fig. 9.4 Reflexión de la luz por un espejo se-
poder discutir el problema sin tener en cuenta correcciones re- gún la imagen corpuscular. La presión de ra-
lativistas.) diación es el resultado de la colisión de los
Desde el punto de vista del modelo fotónico, veamos qué fotones con el espejo, los cuales, al chocar, in-
ocurre cuando un solo fotón choca con el espejo. Antes de la vierten sus impulsos (en el caso de incidencia
normal). La relación entre presión de radiación
c.oUsión, el fotón tiene una energía E y un impulso p =E/e, y y densidad de energía es la misma que en la
después de que aquélla ha ocurrido el fotón tiene una energía teoría ondulatoria. (Véase Fig. 8A.)
164 Fotones Sec. 4.11
(lOf)
W I =W
,....,_, (1 2v)
---;;- (lOg)
(lla)
(llb)
~', imagen
éste a su vez lo hace con una velocidad v respecto del ob-
' ' ', en movimiento
servador estacionario. Dado que v es pequeña, podemos em-
1 " .., - - - i~ plear la ley no relativista de adición de velocidades y llegamos
(1----::i="~: --- -¡-
1
l..
1
1
--~r
rw·,1
1
~
i a la conclusión de que la imagen del foco luminoso se aleja del
observador con la velocidad 2v. La frecuencia debe experimen-
', 1 2v tar, por lo tanto, el desplazamiento Doppler, y la frecuencia
al observador ', l reflejada w' vendrá dada (en la aproximación no-relativista)
en reposo '
'J1
~ por w' = w (1 - 2v/c), lo que concuerda con (lOg).
espejo en movimiento V
E'=E"' ~
V--;+7 (13a)
la luz reflejada.
Tomando como base un modelo corpuscular más bien in-
genuo, cabría razonar como sigue: si el fotón choca con el
espejo en un instante en el que la velocidad de éste es v, apar-
tándose del foco, el fotón reflejado tendrá una frecuencia
=<•)o (1
(f) 2v/c), de acuerdo con nuestra discusión anterior.
Los fotones llegan al espejo al azar y, por consiguiente, encon-
traremos un continuo de frecuencias que van de <o0(l - 2v0 /c)
a woO + 2vo/c) en la luz reflejada: la distribución espectral de
la luz, que inicialmente era casi monocromática, se ensanchará.
En la fórmula que precede v0 es la velocidad máxima del es-
pejo.
.,.
/lfO cabe esperar en la luz reflejada formarán un conjunto discreto
P' de la forma w = w 0 + nwm, donde n es un entero cualquiera
l,00
(positivo, negativo o cero). Las mayores intensidades asocia-
b. das con estas diferentes frecuencias serán, en un caso físico
,95
....... real en el que la velocidad del espejo es pequeña comparada
=
...
,90 con c, las correspondientes a pequeños valores de n .
~
o
,a Espera el autor que este resultado parezca plausible al lec-
u
~ ,ao tor. No estudiaremos el caso general aquí, pero podemos au-
5¡j ipo mentar la credibilidad de nuestra afirmación considerando un
c.
o: caso particular. Supongamos que w 0 es, en efecto, un múlti-
~5
plo entero de wm. En este caso, todo el proceso que da lugar
.. ~ al haz reflejado es estrictamente periódico, con período 2rr/wm .
Transcurrido el tiempo 2rr/wm, todo se repite de nuevo. Esto
•po d.~· ¡ ¡¡,J¡, m•l6V•l 5" 1
implica, evidentemente, que el campo eléctrico observado el)
. 1 •1
el haz reflejado debe ser también una función periódica del
1 1 !. " ¡I . :, '( '
l
,95 11 ' tiempo de período 2rr/wm. Las frecuencias observadas en dicho
190 ¡ haz deberán ser, por lo tanto, múltiples enteros de la frecuencia
lpO e.~¡llll
¡¡! , j
1 V•zp'
m•Z,2
(•>m, lo que concuerda con la afirmación de que las frecuencias
,., ¡¡I son de la forma (•I = Wo + nwm. Es ciertamente plausible que las
intensidades asociadas con las varias frecuencias son particu-
~ ·4 ·3 ·2 -1 o 1 2 3 4
VELOCITY, MM /SEC larmente grandes para frecuencias en la vecindad de la fre-
I040 !020 IO O 10 20 !O 40 eo cuencia wo. (Para verlo, considérese qué debe suceder en el
FREQUENCY, MC/SEC
límite cuando la amplitud tiende a cero.) En cualquier caso,
Fig. 16A Gráficos que representan el espec- es claro que no podemos esperar observar un continuo de fre-
tro de frecuencias de los rayos gamma emiti· cuencias, como predice el modelo corpuscular ingenuo.
dos por un foco en movimiento vibratorio cons- Las frecuencias predichas por la teoría ondulatoria clásica
tituido por núcleos Fe 57 excitados. Las diferen-
tes curvas corresponden a amplitudes de osci-
corresponden a lo que realmente se observa. Experimentos de
lación diferentes, para la misma frecuencia vi- este tipo se han llevado a cabo en condiciones en las que vibra
bratoria de 20 Hz. Las depresiones en las cur- el propio foco luminoso. En uno de ellos, realizado por Ruby
vas indican las rayas espectrales emitidas. Co- y Bolef, el "foco luminoso" consistía en núcleos Fe57 , que emi-
mo vemos, se tienen rayas en la frecuencia cen-
tral y a ± 20 Hz y ± 40 Hz de la frecuencia
ten radiación gamma, situados sobre la superficie de un cristal
central. de cuarzo oscilante. Varias de las frecuencias predichas se ob-
Las curvas muestran, en realidad, la veloci- servaron en este experimento, como muestra la fig 16A.
dad de transmisión de rayos gamma por un ab-
sorbente en movimiento uniforme, que contiene
núcleos Fe 57 en el estado fundamental, en fun- 17 La absoluta contradicción entre las predicciones de la teo-
ción de la velocidad del absorbente. Con el ría ondulatoria y de la teoría corpuscular puede solventarse
foco en reposo se tiene una fuerte absorción observando que nuestra teoría corpuscular era,· en este caso,
para velocidad cero. Cuando el foco oscila, se excesivamente simple. Supusimos que la reflexión tiene lugar
presenta una absorción fuerte para aquellas ve-
locidades tales que las rayas emitidas y afecta- súbitamente, como si el fotón fuese una partícula puntual, sin
das del corrimiento Doppler coinciden con la extensión espacial alguna. Esta hipótesis no está justificada :
raya de resonancia en el Fe 57 • el tren de ondas tiene una longitud no nula, inversamente pro-
Figura tomada de S. L. Ruby y D. l. Bolef, porcional a la precisión con que se define la frecuencia. Po-
"Acoustically modulated y rays from Fe 57",
Physical Review Letters 5, 5 (1960). (Cedida demos estimar fácilm,ente dicha longitud apoyándonos en nues-
por Physical Review Letters.) tra discusión de la Sec. 23, Cap. 3, acerca de la relación entre
Sec. 4.18 Fotones 169
L = CT _._e_ (17b)
espejo en ',,
vibración w , :
Liwo
y vemos que si la frecuencia está muy bien definida, es con Fi~. 17A No es correcto el describir la inte-
racción de un fotón con un espejo animado de
toda certeza incorrecto el considerar el fotón como una par- movimiento vibratorio como si el fotón cho-
tícula puntual. case con el espejo en un determinado instante :
Podemos describir también la situación como sigue.: supon- el fotón no es una partícula puntual. En este
gamos que wm ~ L\wo. El tiempo que el fotón "pasa" en el es- caso, el modelo ondulatorio es más apropiado.
La longitud del tren de ondas, y por consi-
pejo vibrante es entonces mayor que el período de oscilación guiente la duración del proceso de colisión,
del espejo, y es claro que no cabe imaginar que el fotón es es inversamente proporcional a la precisión con
reflejado por el mismo en un instante en que el espejo tiene que se define la frecuencia del fotón. Un fotón
una velocidad determinada v. La reflexión ocurre durante un estrictamente monocromático tiene una longitud
infinita. Si la frecuencia de vibración del es-
intervalo de tiempo en el que el espejo tiene tiempo de efec- pejo es "'m y la frecuencia de la luz incidente
tuar varias oscilaciones completas. es "'º• las frecuencias que se encuentran en la
luz reflejada son de la forma (<110 + n,.,,,,), don-
de n es un entero cualquiera.
Efecto Compton, radiación tle frenado;
creación y aniquilación de pares
BPC - IV. 9
170 Fotones Sec. 4.19
1 E 2
-(ñw + mc2 - ñw') 2 - (p - p') 2 =_e - Pe 2 = m2 c2 (18c)
c2 c2
Dado que
w1 = ----------W
1 + (ñw/mc2) (1 - cos O)
(18e)
so ñ(l)/c.
En experimentos de óptica con la célula fotoeléctrica (en
la región visible o ultravioleta) podemos comprobar la relación
E = ñ(I, únicamente en un intervalo de frecuencia muy limi-
tado. El estudio del efecto Compton extiende este intervalo
hasta la región de los rayos X duros. Naturalmente, si creemos
firmemente en la relatividad especial, como efectivamente
creemos, llegamos a la conclusión de que la relación es com-
pletamente general como hemos afirmado al principio de este
capítulo. Con todo, cualquier experimento que compruebe di-
Fi1:. 20.4 Gráfico tomado del artículo de
Compton (Phys. Rev. 22, 409 (1923)) que mues- rectamente esta relación en un nuevo dominio de frecuencias
tra el espectro de la radiación dispersada para es valioso: comprobamos así la coherencia de nuestras ideas
tres ángulos de dispersión diferentes. El grá- y, entre otras cosas, también la propia relatividad especial.
fico A presenta la raya de la radiación inci- Existen actualmente pruebas abrumadoras en favor de la
dente, de longitud de onda 0,71 A. Las abscisas
son proporcionales a la longitud de onda, y las generalidad de la relación E = ñ(I). Cabe decir que forma parte
ordenadas constituyen una medida de la in- integral de la física de hoy. Para seguir estudiando todo lo
tensidad. Los picos a la izquierda en los otros que implica esta relación, consideremos otros dos fenómenos:
tres gráficos muestran qué parte de la radiación la. emisión de rayos X en un tubo de rayos X y la aniquila-
dispersada tiene la misma longitud· de onda que ción de un par electrón-positón.
la incidente. Los /picos a la derecha correspon-
den a la radiación dispersada de Compton, con
una frecuencia desplazada. El desplazamiento de • A. H. Compton y A. W. Simon, "Directed quanta of scattered X-rays",
la frecuencia aumenta con el ángulo de disper- Physical Review 26, 289 (1925). Véase también C. T. R. Wilson "Investiga-
sión de acuerdo con la fórmula de Compton. tions on X-Rays and ~-rays by the Cloud Method", Proceedings of the
(Cedida por The Physical Review.) Royal Society (Londres) 104, l 0923).
Sec. 4.22 Fotones 173
t
j
I
r
1\
1
1
,,... ......
,1 . . .
l 1a L Al ,¡u
~
IVA
u•
LT• debida al electrón que pierde velocidad en el blanco. Esta ra-
diación se conoce con el nombre de radiación de frenado (en
111
alemán Bremsstrahlung). La forma alemana Bremsstrahlung,
1 • r\
~
t U! lfl'I
que literalmente significa "radiación de frenado", ha llegado
~ \
a incorporarse a varios idiomas, en particular al inglés.
7
I Se ha encontrado, además, experimentalmente, que para un
I potencial acelerador dado V0 no hay radiación alguna con lon-
I ~ \ gitud de onda menor que un cierto valor mínimo, ;•min. que de-
"'O
al
"'C
1 ·¡;; r ¡,.o) \ - \ 1
pende del potencial V 0 , pero no de la substancia del blanco:
e:
Q)
..... ~sto puede verse en la fig. 23A.
....... ~
\
·~
j
··= ~
4
I f
l '
L6 -~ 1\ "'~
~ ~" ...
. 24 Veamos cómo podemos explicarnos teóricamente esta úl-
• I
Ti
I
'~ "\ ' .. "'\.._
~
1\
J •
tima circunstancia.
En primer lugar, observemos que, de acuerdo con la teoría
1
'/
•
' ~
'-:
'""- t'"'~
~i'a.: -...
electromagnética clásica, un electrón en movimiento uniforme
no puede emitir radiación. A la misma conclusión podemos
• ••
Wiv 1L
•
..•,.. •·' .....•• , ...,.
l1 •l
:w llegar, como sigue, partiendo de la teoría fotónica. Considere-
mos el sistema de referencia en que el electrón se encuentra
en reposo antes de cualquier emisión posible: en este sistema,
la energía total es mc2• Si pudiera tener lugar la emisión de
uno o más fotones, éstos llevarían consigo una cierta cantidad
Fig. 23.4 Gráfico que representa la intensi-
dad de los rayos X emitidos en función de la de energía y la energía final total después de la emisión sería
longitud de onda para tres substancias dife- mayor que mc2 , lo que viola la conservación de la energía. Por
rentes, pero el mismo potencial acelerador lo tanto, no puede producirse emisión.
Vo = 3 5000 volts. Los picos pronunciados co- Sin embargo, la situación es diferente cuando el electrón
rresponden a la radiación característica de la
substancia. El fondo continuo se debe a la ra- atraviesa el intenso campo eléctrico de un núcleo en el blanco.
diación de frenado. Es entonces posible que el electrón transfiera una cierta canti-
La figura se ha tomado del trabajo de C. T. dad de energía y de impulso al núcleo y las ecuaciones de
Ulrey, "An Experimental Investigation of the conservación de una y otro pueden cumplirse. Veamos qué se
Energy in the Continuous X-Ray Spectra of
Certain Elements", Physical Review ll, 401 obtiene procediendo así. El núcleo, de masa M, se encuentra
(1918). (Cedida por The Physical Review.) inicialmente en reposo (en el sistema del laboratorio) y el elec-
trón, de masa m e impulso inicial p;, choca con él. Después de
la colisión el electrón tiene un impulso p1, y el núcleo, un im-
pulso Pu· Además, aparece un fotón de impulso p y frecuencia
••) = pc/ñ. Las ecuaciones de conservación nos dicen que
Pi= Pt + Pn + P (impulso) (24a)
E; + Mc 2 = Er + E + Jíw
11 (energía) (24b)
e++ e-= ny
Fo~-------=~---=:----0
das es la mitad de la energía del tren de ondas incidente. Por
lo tanto, ¡la célula fotoeléctrica 2 no dará ninguna señal!
luminoso 1 célula Esta predicción basada en la teoría clásica se encuentra en
l¡
1
fotoeléctrica 2 contradicción flagrante con la experiencia. La luz que pasa a
1
1 través sigue siendo azul, de frecuencia w, y el registro de la
1
célula 2 da efectivamente una señal en tanto que sea hw > EmilH
C::J lo que prueba que la energía de la luz transmitida llega for-
celula fotoeléctrica 1
mando paquetes de energía hw. Lo que sí ocurre cuando se
intercaia el espejo es que el número de cuentas por unidad de
Fig. 35A Figura esquemática para ilustrar lo tiempo es únicamente la mitad del valor que se halla en ausen-
discutido en la Sec. 35. El haz luminoso pro- cia del espejo.
cedente del foco se divide en dos partes por
el divisor de haz, que puede ser un espejo 36 ¿Hasta qué punto es convincente la prueba de que los
semiplateado. ¿Se dividen los fotones indivi-
duales? fotones no se pueden dividir con el dispositivo experimental
representado en la fig. 35A, o con cualquier otro dispositivo
similar? La prueba es sumamente buena y, de hecho, constan-
temente se están realizando experimentos de división de foto-
nes. Cualquier aparato óptico del que forma parte una célula
fotoeléctrica, o una placa fotográfica, puede considerarse como
un instrumento en el que intentamos dividir fotones, pero fa-
llamos en nuestro intento. La más simple observación de este
tipo es la del efecto fotoeléctrico a diferentes distancias r del
foco luminoso. Si un átomo es como una antena, debe emitir
luz en la forma de un tren de ondas esférico. La intensidad
de la luz emitida es proporcional a l/r2 y, según el modelo
clásico, la cantidad de energía transportada por un solo tren
de ondas a través de la unidad de área a una distancia r es
proporcional a l/r. Por lo tanto, dado que la célula fotoeléc-
trica posee una determinada sección transversal, podría pare-
cer que, con sólo colocar la célula a una distancia suficiente-
mente grande, ha de ser posible hacer tan pequeña cuanto se
quiera la fracción de la energía en el tren de ondas que puede
actuar sobre ella y que, para un potencial de frenado fijo, la
célula debiera cesar por completo de registrar no bien la dis-
tancia supere un cierto límite. Con toda seguridad: no es esto
lo que observamos. Lo único que ocurre es que el número de
cuentas por unidad de tiempo que registra la célula fotoeléc-
trica disminuye como l/r. Acaso el ejemplo más sorprendente
es la observación del efecto fotoeléctrico para luz que procede
de una estrella muy distante. El tren de ondas fue emitido
hace miles de años y debe haberse extendido por toda una gran
Sec. 4.37 Fotones 185
, ., ,,/ ~0o
0
pantalla
...,..<;:,e'< ,,.
,,. ,,.
/
48 Volvamos al experimento de difracción discutido en las
___ ,,1,,.,,."
,,." O"
+a s ~
/
/
/
Secs. 39-42. Supongamos que se observan los fotones en cierta
,,. dirección O con una célula fotoeléctrica. Determinando el nú-
,..,.,,,,..-,,,..,,,..'
,,. /
mero de cuentas por unidad de tiempo en función de O (man-
teniendo constante la emisión del foco) podemos observar la
figura de difracción. Imaginemos ahora que el contador acaba
de contar. Pregunta: ¿Por qué rendija ha pasado este fotón?
Sec. 4.48 Fotones 193
BPC ·IV. JO
194 Fotones Sec. 4.49
l) El American Institute of Physics, 335 East 45th Street, New York, N. Y.,
ha publicado una serie de reimpresiones bajo el título de: Quantum and
Statistical Aspects of Light. Como indica el título, estos trabajos tratan de
varias propiedades de los fotones y es posible que el lector encuentre inte-
resantes algunos de ellos. Se incluye una breve lista bibliográfica.
2) Referimos de nuevo al lector a los libros The World of the Atom, com-
pilados por H. A. Boorse y L. Motz, Vols. I y II (Basic Books, Inc., Nueva
York, 1966), para traducciones y reimpresiones (con comentarios de los com-
piladores) de un buen número de los primeros artículos relativos al tema
objeto de este capítulo.
3) Los siguientes artículos publicados en el Scientific American pueden leerse
con provecho en el presente estadio de nuestra discusión:
a) G. E. Henry: "Radiation Pressure", junio 1957, pág. 99.
b) W. H. Jordan: "Radiation From a Reactor", octubre 1951, pág. 54
(discute la radiación de Cerenkov).
c) G. Burbidge y F. Hoy le: "Anti-Matter", abril 1958, pág. 34.
d) G. B. Collins: "Scintillation Counters", noviembre 1953, pág. 36.
Problemas
(b) Calcular {< 10 - 11>}/w para la raya amarilla emitida por el so-
1
PF Ps P1 Po
Partículas materiales
periódica 212
superposición 229
Un tema avanzado: el espacio vectorial de
Problemas 243
Capítulo 5
200
Sec. 5.3 Partículas materiales 201
o bien v = dw dv (5a)
dv dk
(5c)
/ík = mv =P (5d)
yl - (v/c) 2
o, en forma vectorial,
lík =p (5e) ·
Louis Victor de Broglie. Nació en 1892 en Diep-
pe, Francia. De Broglie estudió primero histo-
Ésta fue la relación propuesta por De Broglie. ria, pero más tarde se dedicó a la física. Ob-
tuvo su grado de doctor por la Universidad de
6 Para llegar a la relación lik = p hicimos la hipótesis un París en 1924. Desde entonces ha ostentado
cargos en la Sorbona, en el Instituto Henri
tanto dudosa expresada por el primer miembro de la ecua- Poincaré y en la Universidad de París. Recibió
ción (5b). Cabría preguntarnos si no hubiéramos obtenido el el Premio Nobel en 1929.
mismo resultado partiendo de un supuesto menos drástico com:- El título de la tesis doctoral de De Broglie
plementado por la condición de invariancia relativista. Expló- fue "Recherches sur la Théorie des Quanta" y
contiene la esencia de sus ideas acerca de las
remos esta posibilidad y, al mismo tiempo, lleguemos al con- ondas materiales. (Fotografía proporcionada por
vencimiento de que nuestras ecuaciones (5b) y (5d) son com- Physics Today.)
patibles con la teoría de la relatividad especial.
Ante todo hemos de hallar cómo se transforma k y al apli- (d
t' = t - (x • v) / c2 (7b)
y'I - (v/c) 2
x • k - wt = _(mc_2/_lí~)::::::((=x=·=v)=/c::::;2~-~t) (7c)
y'I - (v/c) 2
(7d)
(mv/ñ)
k = --;:::==:::;:==:;::::;:::
yl - (v/c) 2
(7e)
(7t)
E= ñw, p = ñk (7g)
Con esto obtenemos de nuevo el resultado (Se) y vemos,
además, que la ecuación (5b), que se introdujo ad hoc en la
Sec. 5, debe, en efecto, ser válida en general si lo es en el sis-
tema de reposo. Este razonamiento nos prueba, pues, que las
relaciones (7g) son compatibles con la relatividad especial: he-
mos deducido efectivamente estas relaciones tomando como
base la invariancia relativista.
(8a)
he (he/E)
A. = --;:====::;:=:-
y E2 _ m2e4 yl - (me2/E) 2
(9a)
(9b)
E=T+me2 (9c)
A.= he h 1 (9d)
yT(T + 2me2 ) V2mf" yl + T/(2me2)
"A,__h_ _, h (9e)
V2fñT mv
'\
1\ = h = ~50,4
eV élngs
x t roms
.. (lla)
V2fñ1' T
La longitud de onda será así igual a un angstrom =
10-s cen-
tímetros si la energía cinética del electrón es de 150,4 eV. Esta
longitud de onda es del mismo orden de magnitud que la cons-
tante reticular de los cristales y, al igual que en el caso de los
rayos X, podríamos intentar emplear una red cristalina como
red de difracción.
Experimentos en esta dirección fueron realizados por vez
primera por C. J. Davisson en colaboración con L. H. Germer,
e independientemente por G. P. Thomson, en 1927 •. En el expe-
rimento de Davisson y Germer se estudió la reflexión de los
electrones por la cara de un cristal, mientras que en el ex-
perimento de Thomson fue estudiada la transmisión de elec-
trones a través de una fina película cristalina.
-1-
1
cedió a los primeros grandes progresos en mecánica ondulatoria. 1
1
Así, pues, el experimento de Nueva York no fue ai- sus comien- 1
1
13 En el experimento, el haz de electrones se producía me-
!
1
: .///
/
/
turalmente, estaba colocado en el vacío. Los electrones inci-
1 /// /// dían perpendicularmente en un plano particular del cristal, co-
./ .
1 1 ,_/' / /
•
demos imaginar un retículo de átomos regularmente espacia-
.dos sobre la superficie del cristal. Para comprender el principio
en cuestión, consideremos. primero un simple modelo unidi-
mensional, representado esquemáticamente en la fig. 13A.
Fig. 13A Para ilustrar lo discutido en la Sec- (Consideraremos la teoría general un poco más adelante.) La
ción 13. La figura representa una disposición
lineal de átomos igualmente espaciados. Pode-
onda incidente es difractada por cada átomo situado en la fila.
mos también interpretar un punto como una En ciertas direcciones (en el plano de la figura) las ondas di-
recta de átomos perpendicular al plano de la fractadas por todos los átomos se reforzarán entre sí, mien-
figura. Los máximos de difracción se presentan tras que en otras direcciones tenderán a compensarse. La con-
en direcciones tales que d sen () es un múltiplo
entero de la longitud de onda.
dición de interferencia constructiva (es decir, el reforzamiento
mutuo de las ondas difractadas) es la de que las diferencias
entre las distancias de los diferentes átomos al punto de ob-
servación sean múltiplos enteros de la longitud de onda. Si
imaginamos que el punto de observación se encuentra muy
lejos, vemos fácilmente, examinando la fig. 13A, que la con-
dición de interferencia constructiva es
(16a)
(16c)
17 Examinemos la situación ilustrada esquemáticamente en la Fig. 168 Red bidimensional. La celda unidad
fig. 17A. Una onda es emitida por un foco situado en el pun- se .define por los dos vectores ei y e 2• Sus lados
se han dibujado más gruesos en la figura. To-
to xí. Es difractada por una distribución ordenada de átomos da la red se construye a partir de copias de la
idénticos y la onda difractada, o dispersada, se observa en el celda unidad.
punto Xo· Supondremos que el centro de la distribución (ocu-
pado por uno de los átomos) se encuentra en el origen de
coordenadas y que las distancias X¡ = jxd y x 0 = !XnJ son muy
grandes comparadas con las dimensiones lineales del sistema.
Estudiaremos primero el caso de una distribución unidimen-
sional. Consideraciones muy parecidas se aplican también a la
dispersión por sistemas bidimensionales o tridimensionales.
La longitud del camino desde el foco al observador pasando
por el origen es s0 = X¡ + x 0• Sea s(n1) la longitud del camino
desde el foco al observador pasando por el átomo cuya posi-
ción viene determinada por el entero n1 de acuerdo con la
fórmula (16a). Tenemos entonces
(17a)
(e)
Las ondas que llegan al observador procedentes de los di-
ferentes átomos interfieren entre sí y la amplitud de la onda Fig. l 6C Red de tres dimensiones. Las aristas
resultante es la suma de las amplitudes debidas a cada átomo. de la celda unidad se han dibujado también
Para que se presente un máximo de difracción todas las ondas aquí más gruesas. El vector posición de un
deben llegar en fase, puesto que de no ser así se compensarían punto cualquiera de la red es cierta combina-
ción lineal con coeficientes enteros de los vec-
las ondas procedentes de átomos diferentes. La condición para tores el, e3 y ea. (Estos vectores no son nece-
que esto ocurra es la de que para cada átomo, es decir, para sariamente perpendiculares entre sí.)
214 Partículas materiales Sec. 5.18
(17b)
sistema ordenado
de átomos
(centro en el origen) (17c)
Uo = XoXo (18a)
(18b)
(18e)
(18f)
(19a)
y
(19b)
(l9c)
(20d)
e1 • qi= h, e2 • qi = O, ea· qi =O
ei · q2 =O, e2 • q2 =h, ea· q2 = O (21c)
ei • qa =O, e2 • qa =O, ea· qa = h
BPC-IV. 11
21 ~ Partículas materiales Sec. 5.22
h = A.p (23a)
E= Cw, p = Ck (24c)
(24d)
E' 2, ••• , E'; sus energías. Cuando decimos que las partículas
se encuentran inicialmente "bien separadas" entre sí, queremos
decir que inicialmente las partículas se mueven en condiciones
tales que todas las interacciones entre ellas son prácticamente
nulas en aquel tiempo pasado. Esta idea tiene sentido si supo-
nemos que las fuerzas entre las partículas tienden rápidamente
a cero al aumentar la distancia entre ellas. Al principio, por lo
tanto, cada partícula se mueve como si no existieran las de-
más. A medida que el tiempo transcurre, las partículas pueden
converger en una "región de colisión" y entran en juego las
fuerzas que actúan entre ellas. Tiene lugar una interacción,
y en este proceso las partículas son desviadas. Además, algu-
nas de ellas pueden ser destruidas y es posible que se creen
nuevas partículas.
Si esperamos un tiempo suficientemente largo, las partícu-
las que han intervenido en el proceso de colisión se dispersarán
de nuevo y las interacciones entre las mismas dejarán efecti-
vamente de actuar, por la simple razón de que las partículas
no se encuentran ya juntas entre sí. A partir de cierto ins-
tante en el futuro, cada partícula se moverá como si no exis-
tieran las otras. Sean p"1t p" 2 , ••• , p"i los impulsos de las par-
tículas después de la colisión y E"1t E"2, ... , E"¡ sus energías.
Las leyes de conservación nos dicen que
~' = ¿P·'
~"
j
~E'r
/_¿ ~1""
/_¿ J,~, ¿Pr (26a)
r=l s=l r=l s=l
~' = ¿Ws,
¿Wr ~" (27a)
r=l s=l
'!- Esto pude no ser cierto en la práctica, pero con vistas al razonamiento
podemos suponer que cada electrón incidente pasa o por el contador C1 o por
el contador e,.
226 Partículas materiales Sec. 5.31
(12
ot2 i/;(x,t;p) = -w2i!;(x,t;p) (37c)
(12
~ i/;(x,t;p)
uX1
= -P1 2i/;(x,t;p) (37d)
(12
- i/;(x,t;p) - V2i!;(x,t;p) = - m2i/;(x,t;p) (37e)
at 2
donde V2 representa el operador laplaciano, definido por
(37f)
Sec. 5.38 Partículas materiales 231
~(x,t) = A' exp (ix · p' - iw't) + A" exp (ix • p" - iw"t) (39a)
()2
~(x,t) - V2~(x,t) = - m ~(x,t)
2
(39b)
f
~(x,t) = :~:l(p) A(p) exp (ix • p iwt) (3Hc)
,232 Partículas materiales Sec. 5.40
"'i(x,t) = J.
(oo)
d 3(p) A(p) exp (ix • p - iwt) (4la)
(47a)
¿
N
CntVn =O (51a)
n:l
= = ... = =
implica que C1 C2 cN O; cuando así no ocurre, se
dice de ellos que son linealmente dependientes. Un espacio vec-
torial complejo es de N dimensiones si es posible hallar en el
espacio un conjunto de N vectores linealmente independientes, Paul Adrien Maurice Dirac. Nació en Bristol;
pero es imposible hallar un sistema de más de N vectores li- Inglaterra, en 1902. Dirac estudió primero in-
nealmente independientes. El espacio vectorial es de infinitas geniería eléctrica, pero pasó más tarde al es-
tudio de la física teórica. En 1932 fue nom-
dimensiones si es posible encontrar un conjunto de N vectores brado "Lucasian Professor" de matemáticas en
linealmente independientes en el espacio vectorial, cualquiera Cambridge. Recibió el Premio Nobel en 1933.
que sea el entero N. Muchas han sido las contribuciones de Dirac
El espacio vectorial 3t de todas las funciones de onda de al desarrollo de la mecánica y de la· electrodi-
námica cuántica. Su célebre teoría relativista
De Broglie que poseen sentido físico es, evidentemente, de in- del átomo de hidrógeno le condujo a una teoría
finitas dimensiones; existe un número infinito de funciones de las antipartículas que recibió su confirma-
de onda linealmente independientes. ción espectacular al ser descubierto, por Ander-
son, el positón.
52 Hasta aquí nos hemos ocupado de las soluciones de la En los primeros días de la mecánica cuán-·
tica Dirac contribuyó notablemente •al desarro-,
ecuación de Klein-Gordon, pero podemos ahora llegar a la con- llo de la formulación algebraica de la teoría ..
clusión de que si consideramos la totalidad de las soluciones Sus ideas han sido presentadas en el libro The
de una ecuación diferencial lineal cualquiera, este conjunto es Principies of Quantum Mechanics, 4th ed. (Ox-·
siempre un espacio vectorial (complejo). Se han propuesto mu- ford University Press, 1958). (Fotografía pro-
porcionada por Physics Today.)
chos tipos diferentes de ecuaciones diferenciales para descri-
bir, dentro del marco de la mecánica cuántica, las partículas
que se presentan en la naturaleza. Los conjuntos de todas las
240 Partículas materiales Sec. 5.53
BPC IV. 12
242 Capt. 5 Bibliografía para ulterior estudio
Problemas
1 El poder de resolución de un microscopio expresa el límite de
nuestra capacidad de ver, con el microscopio, finos detalles del ob-
jeto en estudio. Podemos expresar el poder de resolución por la me-
nor distancia entre dos puntos del objeto a la que cabe observar cla-
ramente dichos dos puntos como dos puntos separados. En un micros-
copio óptico la máxima resolución posible viene limitada, evidente-
mente, por el valor finito de la longitud de onda de la luz utilizada
para iluminar el objeto: no podemos esperar ver en él detalles que
sean mucho menores que esta longitud de onda. Para vencer esta
limitación del microscopio óptico, se han construido microscopios elec-
trónicos. En vez de lentes de vidrio, un microscopio electrónico em-
plea campos eléctricos y magnéticos de forma adecuada. Consideremos
un microscopio electrónico típico en el que la iluminación la pro-
porciona una fuente de electrones cuya energía es de unos 50 keV.
Compárese el máximo poder de resolución posible de un microsco-
pio electrónico de estas características con el de un microscopio Óp·
tico.
Hay que decir que el poder de resolución real que se consigue con
un microscopio (sea óptico o electrónico) depende también de ciertas
características de diseño del aparato, características que están rela-
cionadas con el valor del ángulo dentro del cual se acepta en el
microscopio "luz" procedente del objeto. Por razones técnicas, este
ángulo es mucho menor en un microscopio electrónico que en un
microscopio óptico y, por consiguiente, en la práctica el poder de
resolución real del microscopio electrónico es considerablemente me-
nor que el valor máximo teórico posible. A pesar de esto, el poder de
resolución de un microscopio electrónico es muy superior al de un
microscopio óptico.
El principio de
indeterminación y
la teoría de mediciones
Relaciones de indeterminación
de Heisenberg 248
/\ [\ ~ {\ /\~ universal, es decir, válida para todas las partículas reales. He-
_/\
vv /\
v~vv"
mos de insistir en que no hay qu'e imaginar las propiedades de
la onda como si fuera una "onda guía", asociada en ci~rto
modo con un corpúsculo clásico. Una partícula física real es
/\ /\ un ente irreducible único, y sus propiedades ondulatorias, al
igual que sus propiedades corpusculares, son manifestaciones
de aspectos diferentes de su naturaleza intrínseca.
248
Sec. 6.3 El principio de indeterminación 249
Posición mal definida Heisenberg se dio cuenta de que mientras no hay límites
impulso bien definido para la precisión con la que o el impulso o la posición se pue-
den definir, hay un límite fundamental para la precisión con
(A)
AAAAAAAAAAAAA66An
--wV+fV++V++V++V~V1-+'VV~Vl-HVr+tV-++V++V++V++V'"'""V,_.._ la cual es posible definir la posición y el impulso en el mismo
instante (es decir, para la misma función de onda). Esta idea
encuentra su expresión en las célebres relaciones de indeter-
.minación, formuladas por Heisenberg en 1927 *. Deduciremos
Posición mejor definida
ahora estas relaciones mediante simples argumentos intuitivos.
impulso peor definido
5 Consideremos primero las ondas de De Broglie en un mun-
(B)
AflAAO
----"++o++v++-v. .+;vv..._ _ __ do unidimensional. Para simplificar, emplearemos unidades
tales que ñ = l. La longitud de onda y el impulso están en-
tonces ligados por ;, = 2rr/p y no tenemos que distinguir entre
Posición bien definida, vector de onda e impulso.
impulso muy mal definido Nuestro argumento se desarrollará en forma de representa-
ciones gráficas de ondas y con ·este objeto hemos dibujado
(C) _ _ _ _ A<-+r----- cuatro trenes de ondas particulares, de longitud finita, en las
V figs. 5A, B, C, D. (La coordenada x es la abscisa en estas figu-
ras.) Ahora bien, el lector no debe perder de vista que la fun-
Posición muy bien definida, ción de onda 1p(x,O) es, en general, una función compleja, hecho
impulso muy mal definido
que crea problemas cuando queremos representarla gráfica-
mente. Sin embargo, cabe dibujar por separado la parte real y
la parte imaginaria de la función y el lector puede interpretar
las figuras 5A, B, C, D como representación sea de la parte real,
sea de la parte imaginaria de 1p(x,O).
Los gráficos representan "ondas sinusoidales interrumpi-
Figs. 5A, B, C, D Para ilustrar nuestro análisis das"~ descritas por la función sen (px) en la región en la cual la
de la relación de indeterminación posición-impul-
so. Una posición bien definida requiere un tren función de onda no se anula. Sin embargo, la onda no es real-
de ondas. corto. Un impulso bien definido re- mente una onda sinusoidal pura, porque está "cortada" en am-
quiere muchos ciclos sinuosidales bien desarro- bos extremos. Por esta razón, la longitud de onda (y el impul-
llados. Las dos condiciones se encuentran en so) no están. definidos con precisión; estas cantidades pueden
conflicto entre sí.
definirse de manera precisa solamente si la onda es una onda
sinusoidal pura.
Mirando las figuras 5A, B, C, D, podemos ver claramente
que cuanto mejor definida está la posición, peor definido está
el impulso. Designemos la indeterminación en la posición x
por ,i\x. Como medida aproximada de la indeterminación en la
posición podemos tomar la longitud del tren de ondas: si el
tren de ondas consiste en n ondas completas, tenemos
2'1Tn
A
ux --- n>-. = --
·
(5a)
P
a= 1,2,3 (7a)
donde
dp ~ 1 (lOa)
L
Ax-d+LA.8-d+-- (lle)
pd
(lld)
(aE) _Po _ e 0 2 _
(14d)
op m
P=Po -Jí -
Despejando Po e introduciendo, por definición, r 0 = 1i/p
0, te-
nemos así
Fig. 158 Si queremos que la energía ·cinética
e2m Jí2
sea muy pequeña, el electrón debe disponer de
Po=~, ro=-- (14e)
espacio suficiente : la indeterminación en su e2m
posición ha de ser grande. Su distancia media y
al núcleo es entonces grande y el valor abso-
Po2 e2po e4m
luto de su energía potencial es pequeño.
El estado fundamental resulta de un compro-
E = 2m - ----W- = - - --
2Jí2 - -R oc (14f)
miso en el que la energía total toma el menor
valor posible compatible con el principio de Comparando estos resultados con los obtenidos en la sec-
indeterminación. ción 23, capítulo 2, encontramos que la energía E dada en la
Sec. 6.15 El principio de indeterminación 259
(ñ)
Ecin ,_, _1_ -
2Mp ro
2
,....,, 10 MeV (16a)
260 El principio de indeterminación Sec. 6.17
~~~~~..-L./\-'-~~~~~
18 Podemos formular una relación de indeterminación tiem-
(D) po-frecuencia que es completamente análoga a la relación de
indeterminación posición-impulso. Sea f(t) la amplitud (com--
pleja) de cierto proceso físico. Por ejemplo, f(t) puede ser la
Figs. 18.4, B, C, D Para ilustrar la relación de
amplitud, como función del tiempo t, de una onda electromag-
indeterminación tiempo-frecuencia. Excepto por nética en cierto punto fijo del espacio. Si la onda fue emitida
los rótulos, estas figuras son idénticas a las fi- por un átomo, será un tren de ondas de longitud finita y la
guras 5A, B, C, D. amplitud tenderá a cero cuando t. tiende a + oo o· a - oc. Una
onda de estas características puede considerarse como super-
posición de ondas monocromáticas y la resolución de la onda
en sus componentes monocromáticos se expresa por la integral
de Fourier
(18a)
(18c)
Ni
P1 =- (24a)
N
Ni2
P12 = --
N
(24b)
cual estas probabilidades son reproducibles : si llevamos a cabo 100 ~ ~ 111111 1111111111111
varias swies de experimentos repetidos en gran número, siem- 80
~ 111111 1111111111111
~ ~ sensib ilidad relati va
pre encontramos las mismas probabilidades p1 y p2 en cada , ~
60
serie. ~
En estas circunstancias, ¿estamos dispuestos a decir que los )
~
\ l
fotones han sido todos preparados en el foco "de la misma 40
. sensibilidad
manera"? No es inmediatamente obvio el que este modo de ha- . · :absolúta• · ll1
~
J
210 (O) ( 1 + cos (2ap 0 sen O) sen (2aq sen O)) (29ª)
2aq sen(}
270 El principio de indeterminación Sec. 6.30
f ¡l
del experimento consiste en observar la interferencia entre los
dos haces que vuelven reflejados por los espejos 1 y 2. Hemos 1
d < _!!_
Aw
= (~)(~)
Aw 2
(32a)
(32c)
M(p;p) =~ ¿
k
P•· (35a)
Sec. 6.36 El principio de indeterminación 275
,,,.,........
----- '
\
',
\
37 Examinemos algo más detenidamente la situación de que
se trató en la sección 26, en la que dos lámparas se encuentran
// I / \ \
1,,' / \ \ en un mismo foco luminoso: una lámpara de sodio y una lám-
11¡/ 1 1
-g I 6- para de mercurio. Consideremos primero un experimento en el
que sólo funciona la lámpara de sodio, con lo cual el haz esta-
Fuente Contador rá constituido por "fotones amarillos". El foco da lugar a un
conjunto estadístico p 1 de fotones y para este conjunto encon-
Fig. 36A Para ilustrar el principio del llama- tramos el valor medio d 1 de una cierta variable contador D:
do espectrógrafo beta semicircular. El aparato
se usa para medir la distribución del impulso M(D;p1) =di (37a)
(o de la energía) de los electrones emitidos en
la desintegración de los núcleos con actividad
beta. Los electrones son emitidos por la fuente Consideremos a continuación un experimento en el que sólo
radiactiva situada a la izquierda y se ven obli- está encendida la lámpara de mercurio. Este dispositivo define
gados a moverse ,en el plano de la figura o cerca un conjunto estadístico p 2 y se encuentra que el valor medio
del mismo. El sistema se coloca en un campo en el conjunto de la misma variable contador D es
magnético uniforme perpendicular a dicho pla-
no, con lo que las trayectorias son arcos de
circunferencia cuyos radios dependen de los (37b)
impulsos de los electrones. El aparato contiene
un cierto número de rendijas dispuestas .de ma- Finalmente, consideremos el caso en que ambas lámparas
nera que un electrón no puede alcanzar el con-
funcionan simultáneamente. Las dos lámparas juntas dan lu-
tador situado a la derecha a menos que el ra-
dio de su trayectoria se encuentre dentro de gar a un conjunto estadístico p y el valor medio de D en este
un estrecho intervalo. Contando el número de ::aso es
electrones que alcanzan el detector por unidad
de tiempo para diferentes valores del campo
magnético, podemos determinar la distribución
M(D;p) =d (37c)
de impulsos de los electrones emitidos, es de-
cir, el número relativo de electrones emitidos Supongamos ahora que la lámpara 1 determina un flujo de
dentro de diferentes intervalos de impulso. n1 fotones por unidad de tiempo en el haz y que la lámpara 2
origina un flujo de nz fotones por ·unidad de tiempo en el mis-
mo. El flujo total en el haz es, por lo tanto, de (n 1 + n 2) foto-
nes por unidad de tiempo. En un experimento único cualquiera,
el fotón o es "amarillo" o es "azul", según proceda de la lám-
para 1 o de la lámpara 2, con lo que llegamos a la conclusión
de que la probabilidad de encontrar un fotón "amarillo" en un
único experimento cualquiera vale
(37d)
(37e)
Sec. 6.38 El principio de indeterminación 277
U)
(37f) ~ 3f--~+-~+-~~--=~~-+-~-+-~-+-~-+
Q)
Q)
"'C
como consecuencia de las definiciones (37d) y (37e). Las condi- o 2
>
:;;
ciones (37f) son características para las probabilidades de dos <ll
~ l>--~----~-t--~·-t----;.
sucesos que se excluyen mutuamente y de los cuales uno tiene
o
que ocurrir necesariamente. Q)
,§ ºo 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000
z Impulso del electrón Bp, gauss-cm
38 Consideremos ahora un experimento único, esto es, un
suceso en que interviene un solo fotón. ¿Qué podemos decir
acerca de la probabilidad d = M(D;p) de que el contador des- Fig. 368 Espectro beta del P 32 • El gráfico
muestra el número relativo de electrones emi-
crito por la variable D detecte el fotón? El fotón en cuestión es tidos en función del impulso. Éste se expresa
o amarillo o azul. La probabilidad de que sea amarillo vale R1 : en términos de la cantidad Be (tomando como
si es amarillo, la probabilidad de que el contador D lo detecte unidad el gauss-centímetro) donde f' es el radio
es d 1• La probabilidad de que el fotón sea azul vale fl2, y, si es de curvatura en el campo B. El impulso máxi-
mo, a 7200 gauss-cm, corresponde a la energía
azul, la probabilidad de que el contador D lo detecte es d2. cinética máxima de 1,7 MeV.
Dado que los dos casos amarillo-azul se excluyen mutuamente, Los electrones pueden ser emitidos con una
llegamos a la conclusión de que la probabilidad d de que el energía que varía desde cero al límite superior,
contador D detecte un fotón debe ser porque la energía (cinética) total que se libera
en la desintegración se reparte (al azar) entre
el electrón, el núcleo hijo, y un antineutrino.
(38a)
o bien
(38b)
(38d)
¿r¡.
n
k=l
=I (39a)
(39b)
¿
n
- = (-1)
M[D(O);p] = I(O)
2q
!.Po+q dp M[D(O);p(p)]
Po-q
(40c)
(1)
p = 2q
1Po+q
Po-Q dp p(p) (40d)
Fig. 41.4 Para ilustrar nuestra discusión en 42 Sea Ai la amplitud de· la onda en la rendija l' cuando la
las secciones 41-43 de un experimento con dos
sistemas de doble rendija, hasta cierto punto
amplitud en la rendija situada en Pa es igual a la unidad. Aná-
idealizado. Las partículas (fotones) penetran por logamente, sea A2 la amplitud de la onda en la rendija 2' cuan-
la rendija en Pu. Nos interesan las probabili- do la amplitud en la rendija en Pa es igual a uno. Sea B11 la
dades de que las partículas pasen por las otras amplitud de la onda en la rendija l" cuando la amplitud en la
rendijas, en particular por la rendija situada en
D. En cada rendija debemos, naturalmente, su-
rendija l' es la unidad, pero la amplitud en la rendija 2' es
mar las amplitudes de las ondas que llegan de cero. Análogamente, sea B21 la amplitud de la onda en la ren-
las rendijas precedentes, no las intensidades. dija l" cuando la amplitud en la rendija l' es cero, pero la
Los números complejos Am, Brnn y Cm son las amplitud en la rendija 2' es igual a uno. Designemos por C1 la
amplitudes de transferencia entre las rendijas.
Todas las probabilidades se pueden expresar amplitud en la rendija que se encuentra en la pantalla D cuan-
en función de las amplitudes de transferencia. do la amplitud en la rendija l" es la unidad, pero la amplitud
Sec. 6.43 El principio de indeterminación 281
Pí = IA1l 2 P2 = IA2l 2
Pu= 1Bul 2 P12 = 1B12l2 (42a)
P21 = IB21l 2 P22 = IB22l 2
Pi'= 1C112 P?: = 1C2j2
~~_±~~!) (43a)
donde
dividuales que emergen del foco cuando funcionan las dos lám-
paras que cuando está en funcionamiento únicamente una de
ellas : en particular, sabemos menos acerca del color de los
fotones.
Para preparar un conjunto puro debemos tener un control
perfecto sobre el estadio de preparación: hemos de ser capa-
ces de suprimir todas las fuentes de fluctuaciones estadísticas
que pueden en principio ser suprimidas.
Debe resultar claro ahora que cuando llevamos a cabo me-
diciones es de desear que se intente disponer el estadio de
preparación de tal manera que el conjunto sea tan puro como
resulte técnicamente factible. Procediendo así minimizamos la
dispersión estadística de nuestros datos, lo que significa que
aumentamos la precisión de los resultados. Podemos decir, ade-
más, que la interpretación teórica de los resultados experimen-
tales es más simple y mucho mejor delimitada para un con-
junto puro que para un conjunto mezclado. Para un conjunto
puro podemos estudiar el comportamiento de un sistema en las
condiciones mejores posibles, sin que se encuentre perturbado
por "ruido" evitable.
51 Se plantea ahora una cuestión fundamental. ¿Se caracte-
rizan los estados puros por una ausencia completa de disper-
sión estadística en todas las variables físicas? Dicho de otro
modo: ¿la naturaleza de los estados puros es tal que el re-
sultado de cualquier medición se puede predecir exactamente?
Debemos comprender con toda claridad que esta cuestión
es una cuestión acerca de la naturaleza de nuestro universo que
sólo puede ser contestada sobre la base de estudios experimen-
tales. La lógica pura nada nos dice con relación a cuál debe
ser la respuesta.
Las teorías de la física clásica se basan en la proposición de
lUe la respuesta a aquella pregunta es sí. La mecánica cuán-
tica es una teoría basada en la proposición de que la respuesta
es no. (Para evitar malentendidos, debemos decir aquí que la
mecánica cuántica es meramente una teoría particular entre
todas las concebibles cuya respuesta a la pregunta es no.) Cuan-
do aceptamos la mecánica cuántica como teoría nuestra, intro-
ducimos con ello una indeterminación en la manera como des-
cribimos la naturaleza, y precisamente en el sentido de que,
no importa cómo preparemos un conjunto puro, habrá siem-
pre una medición el resultado de la cual no se puede predecir
en ningún caso particular. (La medición que no es posible prede-
cir depende del conjunto.) Esto no significa que la mecánica
cuántica sea "caótica y vaga". La teoría es una teoría muy bien
288 El principio de indeterminación Sec. 6.52
BPC - IV. 14
290 El principio de indeterminación Sec. 6.55
(60a)
M(Dx;Po) = M(Dy;po) = M(D45°;Po) =
M(D135o;po) = i (60b)
(60c)
M(Dx;PR) == M(Dy;PR) == M(D45o;pR) ==
M(D135°;pR) =t (60d)
Problemas
A.dn = -0,075
ndA.
La mecánica ondulatoria
de Schrodinger
Schrodinger 302
Problemas 347
Capítulo 7
La mecánica ondulatoria
de Schrodinger
La ecuación de onda no-relativista de Schrodinger
302
Sec. 7.3 La mecánica ondulatoria de Schrodinger 303
(lOa)
E~mc2+E_
- 2m
(lOb)
ix ·-
t/IB(x t) = exp (- itp2)
p - - itmc2)
- exp ( - - - (lOc)
' ñ 2mñ ñ
y tenemos entonces
y, por consiguiente,
ilí -
a l/;(x,t) = - -
Jí2
~n tJ;(x,t) (lla)
ot 2m
' w p p2
Vf = k = 2m' donde w = 2 mñ (12a)
v,--- + -
mc2
p
p
2m
(12b)
1 dk m
-:;;-=dw=p (12c)
iñ J_ t/;(x,t)
at = Et/;(x,t) (16a)
p2
E=- (16b)
2m
Por consiguiente, cada una de estas ondas planas satisface
la ecuación diferencial
ñ,2
-
2
m v2 t/;(x,t) = Et/;(x,t) (16c)
li,2
- -2m v2 i/J(x,t) = (E - V11) i/J(x,t) (16f)
donde V(x) es la función potencial que toma los valores V1r V11
y Vm en las tres regiones. Hay que hacer notar, sin embargo,
que no hemos presentado argumento alguno acerca de cuál
debe ser la ecuación diferencial "correcta" en las regiones fron-
terizas, en las que el potencial cambia rápidamente, y, por lo
tanto, no es de suyo evidente que la ecuación (17a) deba ser
válida en todo el espacio. En realidad, el autor quiere confe-
sar ahora que dispuso los argumentos que conducen a nuestras
ecuaciones y dibujó la figura ISA de manera deliberadamente
encaminada a llevar al le.ctor a la creencia de que la ecuación
(16e), por ejemplo, debe ser verdadera. Hay de hecho algo que
invalida nuestro razonamiento. En tanto la región 11 sea muy
grande comparada con la longitud de onda de De Broglie en
esta región, podemos aceptar sin recelo nuestra conclusión (16e)
como sumamente plausible. El comportamiento local de la onda
en la región no debe depender del potencial en otros puntos y
la relación entre longitud de onda y energía cinética ha de con-
cordar entonces con nuestra hipótesis. Sin embargo, la situa-
BPC-IV. 15
314 La mecánica ondulatoria de Schrodinger Sec. 7.18
2
- Ji
2m
v2 t/; (x,t) + V(x) t/; (x,t) = iJi l_ t/;(x,t)
ot (18a)
Sec. 7.19 La mecánica ondulatoria de Schrodinger 315
li2 02
-
2
m ox2 i/l(x,t) = [E - V(x)] i/¡(x,t) (20a)
E)
exp (-xq), exp ( + xq), donde q = "'Vf2m(Voñ 2 - (2hb)
Jí2 d2
- - - cp(x)
2mdx2
= Ec:p(x) (24a)
cp(x) = ei:ck + [
l -iyVo/E - l
1 +iVVo/E - 1
l e-i:ck, para x <O (25a)
y
2e-:cq
<p(x) = ., para x >O (25b)
l+iyVo/E - 1
donde
k='~ q -
-V2m(Vo - E) (25c)
V~' Ji,2
1-iy V0 /E - 11 =l (25d)
1I+ivVo/E - 1
queremos analizar.
Para x >a la función de onda es, por consiguiente, de la
forma exp (ixk). Para a> x > O la función de onda es de la
forma [A exp (ixk') + B exp (- ixk')] y para hallar A y B im-
ponemos las condiciones de que la función de onda y su de-
rivada sean continuas en x =a. En la región O> x la fun-
ción de onda es de la forma [A' exp (ixk) + B' exp (-ixk)] y
se puede determinar A' y B' imponiendo las condiciones de
que la función de onda y su derivada primera han de ser con-
tinuas en x =O. De esta manera encontramos la solución glo-
bal de la ecuación de Schrodinger (20c) que corresponde al
problema físico que queremos estudiar y esta solución es úni-
V(x) ca (salvo un factor constante). Así, pues, podemos resolver este
problema, evidentemente, con unas pocas simples operaciones.
---~~~~~~~----------t1;~~------:
túnel. La parte superior de la figura representa
el potencial (con la energía total indicada por
la recta de trazos). La parte inferior representa
el cuadrado del valor absoluto de la función
1 1 de onda. Obsérvese la existencia de una onda
1
1
transmitida y también la disminución exponen-
l<P(x)\
2
\ i cial de la función de onda dentro de la barre-
1 1 ra. A la izquierda de ésta se tiene una onda
1
1 estacionaria imperfecta. La amplitud de la onda
1
1
reflejada es menor que la amplitud de la onda
incidente y, en consecuencia, la amplitud re-
sultante no se anula en ningún punto.
Ondas incidente y reflejada Onda transmitida
(35a)
o bien
In T. ""' -2
-
V 2m[V(r,.) - E] dx,,
li,2 (36a)
indica la energía total E. ¿Cómo podemos de-
ducir una expresión para el coeficiente de trans-
misión de esta barrera?
(36b)
r
para r >R (38a) "über den Aufbau des Atominnern", Die Na-
turwissenschaften 15: 1, 369 (1927).
U na partícula alfa de energía dada tiene un
Cuando alcanzamos la superficie del núcleo, entra en ac- alcance muy bien definido en la materia ma-
ción la fuerza nuclear, fuertemente atractiva, lo que significa croscópica. La partícula pierde energía ionizan-
do los átomos del material. Las trazas termi-
que el potencial debe caer de modo abrupto. En la fig. 38A se nan cuando ha perdido toda su energía cinética
ha esquematizado la situación suponiendo que tenemos real- inicial. El alcance R, en cm, en aire a la
mente un salto de potencial. No hemos trazado la curva poten- temperatura y presión normales viene dada en
primera aproximación por R = 0,32 x Eª/2, don-
cial dentro del núcleo, porque no es bien conocida: de hecho
de E es la energía en MeV.
no está bien definida, puesto que la partícula alfa puede perder La fuente radiactiva, situada en la parte in-
su individualidad como partícula en el intenso campo de las ferior de la figura, emitía partículas alfa de
fuerzas nucleares. dos energías diferentes. Podemos ver claramen-
La línea de trazos representa la energía total de la partí- te el alcance bien definido del grupo de mayor
energía. Las partículas más lentas alcanzan so-
cula alfa. Esta energía, E, es también la energía con la que la lamente una mitad de la distancia alcanzada por
partícula alfa aparece finalmente a grandes distancias del nú- las partículas más rápidas. (Cedida por Sprin-
cleo, donde la energía potencial electrostática se reduce efec- ~er V e'rlag.)
tivamente a cero.
~R
O
2e 2 Z'
Rc=--- (39a)
E
!n T :-::::: -
4e 2 Z''
/i
~ rr
VE 1
1
V~
dx'
X- .l
(40h)
11 V0 Ío) V0 Jir V0
e
dx --1=
X O
dx
X
--1-
_o
dx ~-1
X
Ío l V0 Íorr 0 Íol V0
::::: dx= - - 1- dx - dx - - 1- 2 /.t::
X O X O X
(40c)
334 La mecánica ondulatoria de Schrodinger Sec. 7.41
fax~= 2 f 12
d8cos•8 =~ (40d)
(40e)
T = -ToT (42a)
o bien
148
log T = log To + - 32,5 (42b)
yE/MeV
2R
To=-, (42c)
V
t-----+----+--
Po204___,,,rj5f-
210 -
'
'
Rn 1
.~
r----+----t---t---+-P-02-1~•~-+----+--~\-+--+-+--
,' '\
Q5
Rn~18 Jzf
o. -10-2
,___ _- - + - - - - - + - - - - + - - - - - + -
>-10-4 1
_ _ . . _ _ - - - - - - + - - - - ! - - - - + - - Po21s.
f
j z/...... .\ n '·
Po212 ~
1------+----+----+----+--+--+---+- 1
1 1 \
1 1 1 1 1 1 , 1 , , 1 1 1 1
1
1 11 , 11 11 I "1 1 ¡ 1 1 1 , ¡ 1111¡1111¡1111111111111
4.0 4.5 5,0 5,5 6 7 8 9
Energía E en MeV
BPC - IV. 16
338 La mecánica ondulatoria de Schrodinger Sec. 7.45
T~/2 = "X1 ln 2 = Tm ln 2
(44b)
e
Q)
136
.VI r-. ,¡I
/ /
~e: 134 Vr".VI
JI
al mismo tiempo, emitir un neutrino. Este proceso se conoce
como captura-K. Es un proceso íntimamente ligado con la des-
~ 132
, 1/ L/ 1/
/ ,/ 1/.. j
integración beta. La interacción básica responsable de la cap-
tura-K y de la desintegración beta es la interacción débil uni- ~ 130 """'\.VI
/ •.JI
1/
/
K
E
versal que hemos mencionado antes. El electrón, el positón y LI ~
el neutrino no participan en las interacciones fuertes, de las
;E 128
'""'\VIr-.... 1.1'
vr--
rr . .
que la "fuerza nuclear" es un ejemplo, mientras que sí parti- 126 V 1'.. a
~>--
r'-.l' V
cipan las partículas alfa. La razón de los grandes períodos que 124 ~ Vf1
1
138 d (47b)
Estable
y puesto que conocemos ;. se puede hallar T. En realidad, este
Fig. 468 La cadena radiactiva uranio-radio- método da únicamente un límite superior de T, porque algu-
plomo. Los períodos se indican a la derecha, y
los modos de desintegración, a la izquierda. nos de los átomos de Pb206 presentes hoy podían haberlo es-
Estos isótopos se encuentran en la naturaleza tado ya cuando se formó el mineral. Por lo tanto, es necesario
(en minerales de uranio), porque su origen es acudir a un método más refinado y hemos de comparar la com-
el isótopo de uranio de larga vida U 238• Ningún posición isotópica del plomo en minerales que no contienen
elemento transuránico correspondiente a esta
serie (números másicos de la forma 4n + 2) uranio con la composición en otros que sí lo contienen. N ues-
tienen períodos apreciables en una escala de tro ejemplo era, en consecuencia, supersimplificado, pero ilus-
tiempos geológica. tra efectivamente el principio en cuestión~
Sec. 7.47 La mecánica ondulatoria de Schrodinger 341
12
JI Fig. 48.4. Gráfico que muestra la abundancia
l relativa estimada de los elementos en el siste-
ma solar. Los datos se han tomado de una ta-
He
11 bla (páginas 192-193) en el libro de L. H. Aller:
The Abundance of the Elements (lnterscience
Publishers, lnc., Nueva York, 1961) y el gráfico
10 está inspirado en otro análogo que aparece en
la pág. 191 del mismo libro.
Cl:J o
~ En ordenadas se toman los logaritmos deci-
Cl:J
f
9
, e{ Ne males de la abundancia relativa, es decir, del
número relativo de átomos. Los puntos que re-
Cl:J 8
'ü N Si presentan elementos vecinos se han unido para
e:
Cl:J ,s facilitar la lectura. Un gráfico como éste se
-g::i 7 1
basa en un ,gran número de mediciones de tipos
~ IV
.o Fe
Cl:J muy diferentes, al igual que sobre ideas teóri-
..!'!! 6 cas específicas. Los datos para los elementos li-
~ ~
CI> F geros proceden, en su mayor parte, de estudios
"O
espectroscópicos del Sol, mientras que las es-
~ 5 timaciones correspondientes a los elementos más
'ü
CI>
"O 4
~ pesados tienen en cuenta estudios relativos a
la composición de meteoritos. El gráfico cons-
o
Se tituye un resumen razonable de nuestro cono-
É Li
·;::
tKt cimiento actual, pero hay que tener bien pre-
~ 3 -t B sente que algunos de los datos son muy incier-
~~ ~~
o
Be Se Zr
..J
AA
pa tos y de carácter provisional.
Se cree que las abundancias de los elemen-
2 Pt
V'1~ ~•
As tos en todo el universo (visible) es más o me-
1
... ~Pb nos análoga a las abundancias en el sistema
"'
•• 11•
~ VW\ {A~ ~~ Th
solar. Las que encontramos en nuestro entorno
inmediato difieren marcadamente de las abun-
o dancias "cósmicas" (véase tabla 48B).
lü
10 20 30 40 50 60 70 80 90
Número atómico Z
TABLA 488 Los ocho elementos más comu· Siguiendo métodos como ésos ha sido posible averiguar que
nes en la corteza terrestre las rocas más viejas en la corteza terrestre tienen una edad de
unos 3 X 109 años. Éste es, sin duda alguna, un límite inferior
Número de átomos,
de la edad de la Tierra, porque la corteza ha experimentado
Elemento en tanto por ciento
muchas transformaciones químicas en el pasado. También se
Oxígeno 62,6 han estudiado meteoritos, y se ha encontrado que su edad es
Silicio 21,2 de 4,6 X 109 años. Cómo se formaron los meteoritos no lo sa-
Aluminio 6,5 bemos con certeza, pero hay buenas pruebas de que se forma-
Sodio 2,64 ron (se cristalizaron) aproximadamente al mismo tiempo que
Calcio 1,94 los otros cuerpos sólidos del sistema solar. La edad de la Tie-
Hierro 1,92 rra, como cuerpo, sería así de unos 4,6 x 109 años. Además,
Magnesio 1,84 utilizando "relojes" radiactivos es posible estimar el tiempo
Potasio 1,42 transcurrido entre la última formación de los elementos quími-
cos en el meteorito y su cristalización. Según una de estas esti-
maciones* , parece ser que este tiempo es de unos 0,35 X 109
años. Esto implica que la construcción final de los elementos
Esta tabla presenta la composición estimada en químicos contenidos en los planetas y en los meteoritos tuvo
el estrato de la corteza terreste hasta 18 km de
profundidad junto con los océanos y la atmós- 1ugar hace unos cinco mil millones de años. Ésta es, pues, la
fera. Estos ocho elementos constituyen apro- edad estimada de nuestro sistema solar.
ximadamente el 99 por ciento de la masa en
esta región. El débil campo gravitatorio terres-
tre no puede retener los elementos ligeros hi-
48 Es natural seguir especulando. ¿Cuán vieJo es el Univer-
drógeno y helio, lo que explica su pequeña so? ¿Cómo se formaron los elementos químicos? No podemos
abundancia comparada con los datos "cósmi- discutir aquí las ideas que condujeron a estimaciones de la
cos". Es de esperar que las abundancias de los edad del Universo. Se cree que su edad podría ser algo a~í
elementos más pesados en la Tierra sea similar
a las abundancias cósmicas, pero los procesos
como de diez mil· millones de años, poco más o menos del mis-
geológicos sobre ella han conducido a una se- mo orden de magnitud que la edad del sistema solar.
gregación química de los elementos y los datos Se cree que los elementos químicos se formaron a partir de
relativos a la corteza no son representa¡ivos hidrógeno, en reacciones nucleares producidas en las estrellas.
para la Tierra en conjunto.
La fig. 48A muestra las abundancias estimadas de los elemen-
tos químicos en el sistema solar. Los puntos que representan
elementos químicos individuales nó son puntos experimenta-
les en el sentido de que todos se hayan obtenido a partir de
medidas en una única "muestra representativa". Los puntos co-
rresponden a estimaciones basadas en un gran número de dife-
rentes tipos de medidas, tales como determinaciones espectros-
cópicas de abundancias relativas en la atmósfera solar, medicio-
nes de abundancia relativa en los meteoritos y estimaciones de
la composición química de la corteza terrestre. Obsérvese que
el hidrógeno es, con mucho, el elemento más abundante. Ob-
Un tema avanzado:
(49a)
-d
dt
¡+
-oo
00
dx ll/J(x,t) j 2 =O (50b)
Sec. 7.50 La mecánica ondulatoria de Schrodinger 345
d
dt
1 +oc
-oc
dx 1o/(x,t)12 {+oc dx ! 11J¡(x,t) 12 =
= }-oc ut
(50f)
Problemas
sente una onda que se propaga en tal sentido. Hallar esta solución en
todo el espacio y deducir una expresión para el coeficiente de refle-
xión R, es decir, para la probabilidad R de que la partícula sea refle-
jada. El coeficiente de transmisión T, esto es, la probabilidad de que
la partícula sea transmitida, es entonces igual a (1 - R).
(b) Considérese luego el caso en que la partícula -incide por la
derecha. En este caso se trata de hallar una solución de la ecuación
de Schrodinger que, en la región situada a la izquierda, represente
una onda que se propague en dicho sentido. Hallar la solución en
todo el espacio y deducir una expresión para el coeficiente de reflexión
R' y para el detransmisión T' = (1 - R'). Obsérvese que una partícu-
la clásica no sería reflejada por el escalón.
_ · *( ) d<p(x) ( ) d<p*(x)
F( x ) -<p x - - - < p x - -
dx dx
propios 354
Problemas 399
Capítulo 8
354
Sec. 8.3 Teoría de los estados estacionarios 355
~"\'J(\\J[\\:t
n=6
que describe el movimiento de una partícula de masa m en el
campo de fuerzas que deriva de una función potencial V(x).
En nuestra "deducción" hemos reconocido que esta ecuación n=5
es claramente una aproximación: el movimiento de la partí- ,,-\ ¡'
cula se trata no-relativísticamente, a la vez que se ignoran to-
dos los fenómenos de creación y destrucción. Dimos razones
por las que esta ecuación debe ser muy útil en física atómica y
molecular y en ciertas situaciones de la física nuclear. En este
último dominio nos apuntamos un tanto al ser capaces de ex-
plicar la dependencia de la duración de la vida de un emisor (C)
alfa respecto de la energía de la partícula emitida acudiendo
para ello al efecto túnel de la mecánica cuántica.
Al igual que en nuestra discusión del ·capítulo 7 será aquí
instructivo considerar la versión simplificada de la teoría de
Schrodinger que describe problemas en una dimensión. La ecua-
ción de Schrodinger para tales problemas es de la forma Figs. 4A, B, C La situación, en cierto gradú
poco física, de una partícula confinada en una
= iñ oto'l/J(x,t)
ñ2 ()2 caja unidimensional nos proporciona un ejem-
-
2
m ox2 o/(x,t) + V(x)lfJ(x,t) (3b) plo muy simple de lo esencial en la teoría de
Schrodinger de los estados estacionarios. (A) re-
presenta el potencial, que se hace infinito en
La ecuac10n (3b) es mucho más simple para ser discutida los puntos x = O y x = a. La función de onda
matemáticamente que la ecuación tridimensional (Ja). Dado correspondiente a un estado estacionario debe
que los rasgos esenciales de los fenómenos en que ahora esta- anularse en estos puntos. Esto es posible sola-
mos interesados se manifiestan prácticamente de igual modo mente si la energía (total) tiene uno de los va-
lores representados en el esquema de términos
en ambas ecuaciones, podemos alcanzar un grado real de en- (B) (únicamente los seis primeros niveles apa-
tendimiento de cómo la teoría de Schrodinger conduce a re- recen en la figura). En (C) se representan las
correspondientes funciones de onda (funciones
propias) para los seis primeros estados estacio-
"' En este capítulo empleamos unidades CGS o MKS. 'larios.
356 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.4
/í2 d2
- - - d2 <p(x)
2m X
= [E - V(x)] <p(x) (4b)
donde
(4d)
n2'1T2(lf,/a)2
E= 2m (4g)
(Sa)
358 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.6
"'n(x,t) ª
= ,Vfiªsen (n'TTX) exp (- T"
itEn) (5b)
dentro del intervalo (0,a) y cero fuera del mismo. (Que esta
función de onda está normalizada correctamente a la unidad
resulta trivial integrando ¡lJ'n(x,t)j 2 = (2/a) sen2 (mrx/a) desde O a
a: el resultado es l.)
Hemos representado las energías En en la forma de un es-
quema de términos para nuestro 8istema en la fig. 4B, que pre-
senta los seis primeros niveles de energía. En la fig. 4C hemos
trazado las correspondientes funciones de onda '.fn(x). Natural-
mente, estas funciones son iguales a las funciones 1rn(x,t) en
+oo +oo el instante particular t = O.
V(x) Véase también la fig. SA para una figura compuesta.
/~ l"\
..J-_J.._..J_,.._,¡
, _
I \ I \ n=6
_, ' ....l \.l 6 Estudiemos ahora la diferencia entre soluciones estaciona-
rias y no estacionarias de la ecuación de Schrodinger (3b ).
Consideremos primero la n-ésima solución estacionaria,
n=5 dada por (Sb). Puesto que las soluciones se han normalizado
a la unidad, el cuadrado del valor absoluto de la función de
onda nos da la densidad de probabilidad Pn(x) de hallar la par-
tícula en un punto, cualquiera, del eje x. Se encuentra
n=4
n=3
P.(x) = j lf;.(x,t) j 2 = (~)sen2 ( n:) (6a)
donde suponemos que n' -::/=- n". Afirmamos que esta nueva so-
lución de la ecuación de Schrodinger está normalizada a la uni-
dad (cualquiera que sea el instante t). La densidad de probabi-
lidad P(x,t) que corresponde a la solución (6b) viene dada por
P(x,t) 1) len2
= l'4fl(x,t) ¡2 = (a Íc (an''TTx) + sen2 (n'-a-
' TTX)
n''TTX)
+ 2 sen ( - - sen (n"'TTX)
- - cos ¡t(En' -k En
11
)] } (6c)
a a n
(6d)
o/(x,t) = ¿n
Cno/n(x,t) (7a)
360 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.8
BPC - IV. 17
362 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.11
del problema las condiciones que hacen que una solución sea
aceptable desde el punto de vista físico, a saber, el que la fun-
cp(x) ción de onda sea de cuadrado integrable *. Si procedemos así
encontramos que E no puede ser cualquiera. Aquellos valores
(A) de E para los cuales la ecuación (lOa) tiene una solución física-
mente admisible se llaman valores propios del operador dife-
rencial H. Las correspondientes funciones de onda reciben el
nombre de funciones propias del operador**.
X
Podemos comprender ahora por qué Schrodinger tituló sus
artículos "Quantisierung als Eigenwertproblem".
d2 <p(x)
dx 2
=- (2m)
lí [E -
2 V(x)]<p(x) (Ha)
---------------E4------------ Vo
-
por el- segmento a la izquierda en la fig. 12C (salvo en lo que
concierne al signo de la función de onda, que carece aquí de
importancia). A menos que la función de onda se comporte de Para comodidad del lector presentamos una vez
esta manera, crecería cuando x tiende a - oc y una función de más la figura l lA. La función potencial tiende
onda que crece con monotonía no puede ser físicamente admi- a los valores constantes V+ y V - cuando x tien
de a + oo y - x. Las rectas horizontales de
sible. A la derecha de X2, la función de onda ha de comportarse trazos indican cuatro energías representativas de
como el segmento a la derecha en la fig. 12C. En la región los casos que pueden ocurrir.
366 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.18
1 1
18 Este fenómeno se puede comprender inmediatamente con
(B) ~
'I
l 1 Energía
~de enlace
~~~:~~
justamente
para un
ayuda de las figs. 18A, B, C. Supongamos que elegimos una ener-
gía arbitraria E tal que V_> E > 0 • Satisfacemos las condicio-
nes físicas a la izquierda eligiendo una solución que tiende
2
B= 49h
·se representa en la fig. 19A. En este caso tenemos V+ = V_ 128ma 2
0,2B
y la función potencial es constante a trozos. El esquema de V(x)
términos se representa a la derecha y en él vemos que hay o
cuatro estados ligados por debajo del continuo. Las funciones -0,2B
de onda correspondientes a estos estados ligados aparecen en -0,4B
la parte izquierda de la figura. Obsérvese que la primera fun-
ción de onda presenta un extremo (y ningún nodo), que la -0,6B
segunda función de onda tiene dos extremos (y un nodo) y que -0,BB
la cuarta función de onda, correspondiente al nivel de ener- -1,0B
gía discreto más alto, tiene cuatro ·extremos (y tres nodos). -a a
Para un pozo de potencial más profundo, se tendrían más es- Fig. 19A El caso de una partícula en un pozo
tad~s ligados, y en el caso límite de un pozo infinitamente pro-
de potencial de profundidad B. Esta figura se
basa en un ejemplo dado en el libro de R. B.
fundo, que es el problema discutido en la sección 4, se tiene Leigthon, Principies of Modern Physics, pági-
un número infinito de estados ligados. Conviene comparar los na 154 (MacGraw-Hill Book Co., Nueva York,
esquemas de términos en las figs. 4B y 19A: aunque las posi- 1959). El pozo de potencial se representa a la
ciones de los niveles de los cuatro primeros estados ligados no izquierda, y el esquema de términos, a la dere-
cha. Hay cuatro estados ligados (cuatro niveles
son idénticas en los dos casos, sí son semejantes. de energía discretos). Las correspondientes fun-
Acaso el lector quiera resolver el problema de hallar los ciones propias se representan a la izquierda,
estados ligados para la situación representada en la fig. 19A. superpuestas al gráfico de la función potencial.
Ello no es particularmente difícil. El continuo comienza en el borde del pozo,
como se indica en gris en el esquema de tér~
Hemos aprendido así que, tomando como base la teoría de minos.
Schrodinger, estamos en condiciones de comprender por qué
un sistema que obedece a la mecánica tendrá estados ligados y
'por qué habrá, en general, un continuo de energías posibles por
encima de un cierto límite. El comienzo del continuo es sim- o
plemente aquella energía por encima de la cual el sistema pue-
de disociarse, lo que en los ejemplos sencillos presentados sig- -Bcxi
nifica que la partícula se puede comportar como un paquete V(x)
de ondas que se propaga' mucho¡más allá de la "región central".
1 ¡ E,-
20 Indiquemos ahora cómo es posible explicar el fenómeno -B-f---~,-,-~, ---+---~1--:=_B
que encontramos en la sección 28, capítulo 3, de la existencia -b -a O a b
de niveles de energía por encima de aquélla en que empieza
el continuo. (Véase el esquema de términos en la fig. 38A, ca- Fig. 20A Esta figura ilustra una modificación
de la situación representada en la fig. 19A. Las
pítulo 3.) funciones potencial son idénticas dentro del
Cosideremos el problema del potencial unidimensional re- intervalo (- b, + b ), pero fuera de él el po-
presentado en la fig. 20A. Éste difiere del problema de la figu- tencial que aquí se representa tiene el valor
ra 19A en que el potencial no se conserva constante fuera del constante - B 00 < O. El continuo, por consi-
guiente, comienza en el presente caso en - B
pozo, sino que decrece, tomando de manera discontinua el va- y hay solamente tres estados estrictamente e~
lor - B00 a cierta distancia del mismo. Supondremos que más tacionarios. Sin embargo, si b es muy grande,
allá de estos dos escalones el potencial toma el valor constan- lo que corresponde a una "barrera" muy grue-
te -Bro. sa, habrá todavía un cuarto estado cási esta-
cionario. Este nivel virtual se ha designado por
De acuerdo con la presente teoría, el continuo empezará fü y corresponde al cuarto nivel estacionario
ahora a la energía - B00, como se indica en el esquema de de la fig. 19A.
368 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.21
condición inicial dada por (2la). Dado que 9'4(x) es una función
propia del operador diferencial de Schrodinger tenemos, sim-
plemente,
(24b)
(25a)
p = y'2m(E - V) (25b)
Comparando (25a) con (24a), encontramos que
~f =
f. X2
1
df
-d dx --
X
Ji1 f.
X1
X2
dx y'2m [E - V(x)] (25e)
f.
X2
(26a)
Sec. 8.27 Teoría de los estados estacionarios 373
1
x2(E)
g(E) = dx y2m[E - V(x)] (26b)
i(E)
donde n = O, 1, 2, ...
El método aproximado que acabamos de encontrar para de-
terminar los niveles de energía de una partícula en un "valle
de potencial" como el que se presenta en la fig. 23A, se conoce
con el nombre de método WKB *. En muchos casos da resul-
tados bastante precisos, y es siempre útil cuando se trata de
formarnos una idea aproximada de dónde se encuentran los
niveles. Por su naturaleza, esta aproximación se parece mucho
a la que nos permitió deducir la fórmula (36b) en el Cap. 7
para el coeficiente de transmisión de una barrera de potencial:
integrales del mismo tipo aparecen, en efecto, en ambos casos.
Es interesante advertir que la ecuación (25f), que hemos
deducido dentro del marco de la mecánica ondulatoria, es idén-
tica a la llamada condición cuántica de Bohr-Sommerfeld de
la antigua teoría de Bohr. Comprendemos así hasta cierto punto
por qué la teoría de Bohr resulta a veces bastante eficaz y po-
demos también ver por qué dicha teoría puede a veces fallar
lastimosamente: la ecuación (25f) no es rigurosamente exacta,
sino tan sólo una relación aproximada.
V(x) K
= -x2
2 (27a)
wo="'
v~-
fK (27b)
"'(2E K
xo(E) =V K' E= -xo2
2
(27c)
g(E) = 2 yKm x0 2
/.
7r/2
d(} cos2 (} = 'TTE V/m
"\
K (27e)
Esquema de términos Potencial del oscilador
n=l0-- donde se ha eliminado x 0 utilizando (27c). Substituyendo esta
9-- expresión de g(E) en (26c}, obtenemos el resultado muy simple
8--
7--
6-- En = (n + ! )lí Wo (27f)
5--
4--
3--
para la energía En del (n + 1)-ésimo estado estacionario del
2-- oscilador armónico, donde n =O, l, 2, ... , es un entero cual-
1-- quiera no negativo.
O====. -- - _ _ __,_-=::.__ __
r==
4--
malmente equivalentes a las ecuaciones del movimiento de un 3--
1 ,...._____
sistema de osciladores armónicos que interactúan entre sí tan
sólo de manera muy débil. En una primera aproximación, en O-
--------O~"'T"T"T"T"'1~T'T""T"'T"T'"T"T"T..,.....,,......,....,...,........,...,...,...
la cual se prescinde de la interacción entre los osciladores, la o 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5
teoría cuántica de tales sistemas equivale matemáticamente a Separación internuclear r
la teoría de un sistema de osciladores armónicos completamente
independientes, teoría muy simple desde el punto de vista ana-
lítico. Es fácil estudiar este~ último tipo de sistemas, ya que Fig. 30A La parte derecha de la figura repre-
cada oscilador oscila entonces por sí mismo, como si los demás senta el potencial internuclear efectivo U(r) en
no existiesen, y es claro que si podemos describir uno de tales la molécula de hidrógeno, y la parte izquierda,
osciladores, podemos describir un número cualquiera de ellos. el correspondiente esquema de términos. Para
los estados excitados más bajos, la molécula se
Como ejemplos de sistemas de este tipo cabe mencionar comporta como un oscilador armónico. La cur-
el campo electromagnético, un sólido en vibración elástica y va de potencial cerca del mínimo es de forma
muchos campos cuánticos. Además, todas las moléculas poseen aproximadamente parabólica y los niveles bajos
modos vibracionales que pueden describirse con buena apro- se distribuyen más o menos como en el caso de
un oscilador armónico. (Véase fig. 28A.) A me-
ximación en términos de la teoría de los osciladores armóni- dida que aumenta la separación internuclear, el
cos. De manera muy general podemos decir que la teoría del potencial tiende a un valor constante. El con-
oscilador armónico se aplica a sistemas que satisfacen ecua- tinuo en el esquema de términos comienza en
ciones de movimiento lineales,· o aproximadamente lineales. este nivel, que corresponde a la disociación de
la molécula.
El potencial U(r) no representa un tipo "nue-
30 La figura 30A ilustra la naturaleza aproximadamente ar- vo" de fuerza : es la fuerza electromagnética
nónica de un oscilador lineal molecular real, a saber, la molé- disfrazada.
376 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.30
~ Ri
2
U
AE'pot = E'pot - E"pot = -e (y 2 - 2) ,_, - l.2R 00 (33c) +eQ--~~--+~-~~o
ªº Protón
donde R 00 es la constante de Rydberg, R 00 = e2/(2a0 ) " " 13,6 eV.
Hemos encontrado así una configuración especial para la
que 1'1Epot es negativa. Sin embargo, es claro que existen confi-
guraciones "vecinas" tales que 1'1Epot es también negativa : no -e
Electrón
es necesario que las partículas se encuentran en los vértices
de un cuadrado.
Fig. 33A Si en esta configuración se tiene
34 La energía total de la molécula de hidrógeno es la suma de a = ao, la energía potencial será menor que la
la energía potencial y de la energía cinética. Si recordamos ahora energía potencial total de dos átomos de hi-
nuestra discusió~ en la sección 14, capítulo 6, acerca de lo drógeno separados por una gran distancia. Las
distancias electrón-protón son entonces las mis-
que implica la relación de indeterminación para la estructura mas para esta "molécula" que en el átomo de
del átomo de hidrógeno, advertimos que a los electrones en la hidrógeno y podemos imaginar esta configura-
molécula de hidrógeno debe dárseles "espacio suficiente" den- ción como la que resulta cuando dos átomos de
tro de la molécula, porque de otro modo la relación de inde- hidrógeno se juntan. Este ejemplo muestra que
la fuerza entre dos átomos de hidrógeno pu-
terminación exige que sus impulsos, y con ellos sus energías diera ser atractiva, pero en modo alguno prue-
cinéticas, sean grandes. En nuestro estudio del átomo de hi- ba que pueda existir de hecho una molécula
drógeno se llegó a la conclusión de que si la indeterminación estable.
en la posición del electrón es del orden de a0 , lo que significa
que "ocupa" una región de tamaño lineal a0 , la energía cinética
será del orden de R 00 • Las mismas consideraciones son aplica-
bles a la molécula de hidrógeno : si la energía emética ha de
ser de este orden de magnitud, debemos permitir que los elec-
trones ocupen una región de tamaño a0•
Para poder proseguir debiéramos ensayar varias regiones de
confinamiento para los electrones, y para cada valor elegido
debiéramos calcular las energías potencial y cinética, teniendo
en cuenta lo que iinpone el principio de indeterminación. Esto
es un tanto complicado y no intentaremos hacerlo aquí. La me-
jor manera de atacar este problema es ver de idear funciones
de onda adecuadas que describan ambos electrones y calcular
luego la energía total para estas funciones de onda de acuerdo
con la teoría de Schrodinger. Dado que no hemos discutido
funciones de onda para los partículas, no estamos preparados
para intentar abordar el problema de esta manera*. Teniendo
. r - r0
U(r) - ( ao
)2 R!YJ + U(r
0) (35a)
(35b)
(35c)
En nuestra discusión en el Cap. 2 acerca de las magnitu- TABLA 35A. Frecuencias de vibración de
des características en física atómica, llegamos a la conclusión algunas moléculas diatómicas
de que la cantidad
número de
molécula frecuencia Hz onda cm-1
(35d)
C2 4,921 X 1013 1641,35
N2 7,074 X 1013 2359,61
puede considerarse como una frecuencia "típica" asociada con 02 4,374 X 1013 1580,36
las transiciones ópticas en un átomo o en una molécula, es NO 5,708 X 1013 1904,03
decir, con transiciones en las que cambia la configuración elec-
co 6,506 X 1013 2170,21
IBr 0,805 X 1013 268,4
trónica. Podemos entonces escribir (35c) en Ía forma S2 2,176 X 1013 725,68
(35e)
L~1=M~~'M,
lécula di·atómica en la que las masas de los núcleos son M 1 y M2.
Los dos núcleos oscilan uno respecto del otro de tal manera
que el centro de masa se encuentra sobre la recta que los une.
Sea r la separación internuclear y r1 y r2 las distancias de los
dos núcleos contadas a partir del centro de masa, conforme se
indica en· la fig. 36A. La energía cinética de este sistema viene
M2
entonces dada por
(36b)
382 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.37
Wf MfM2'(Mí + M2)
= MíM2(Mí' + M2')
(37a)
(38a)
(38c)
J2
Tr = 21 (38e)
(39a)
Tr lí
Wr=---- (39b)
Jí 21
i=1---..,...- 384 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.40
Be = B/h = h/(8TT21), en megahertz. La tercera "típica", úl1, la frecuencia de transición de vibración "tí pica" y
columna da la distancia r entre núcleos. úlr la frecuencia de transición rotacional "típica". Conforme ve-
Sec. 8.41 Teoría de los estados estacionarios 385
BPC - IV. 18
386 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.43
Escala
r---t
Spectrum IOmc
under low resolution
Theoreticol pottern
due to CI quodrupole olone 1
12-+3/z·"': :: L3!z-'l2
%.... %. .1 ':: L.3¡z .. slz
1 •1
"2 .. %. .J :'--%... s12and s1z .. 112
T
Escala
'1 me'
Spectrum under
hiqh resolution
Theoreticol pottern
includinq N
quodrupole effects
E = (az)2mc2A (43b)
al igual que la función de onda f(y) definida así:
n
1
HH+H
= 2 ~.;+1.++11-+.o..r..,.¡¡,,¡,,,¡,,¡o.w,¡i....----~.;.:... 3,39 e V
<p(x) = f(y) (43c) Serie de Primer estado
Balmer excitado
Escribiendo la ecuación diferencial (42a) en términos de
nuestras variables y parámetros nuevos, obtenemos
1 1
- -V1¡2 f(y) - -/(y)
2 y
= Af(y) (43d)
s p d f g
l=O l=l l=2 l=S
n= 0 0 - - - - - - - - - - - - - - - -
l=4 II. El continuo empieza en ¡, = O. De aquí se sigue, te-
n =6 - - - niendo en cuenta (43b), que el átomo está ionizado por encima
n=5-
n=4 4s de la energía E= O.
III. Para un valor de n dado cualquiera y con i.. = i..n, la ecua-
ción diferencial (43b) tiene n2 soluciones linealmente indepen-
dientes. Estas soluciones pueden clasificarse mediante un nú-
mero cuántico l que describe las propiedades de simetría es-
pacial de las funciones de onda. Por ejemplo, todas las solu-
n=2 ciones para las que l = O presentan simetría esférica. El nú-
mero cuántico l varía entre O y (n - 1), y para cada par (n, l)
la ecuación tiene (2l + 1) soluciones linealmente independien-
tes, que corresponden a diferentes orientaciones del átomo. Al
número cuántico l puede darse también la interpretación física
de medida del momento cinético del átomo y, por ello, se le
llama número cuántico del momento cinético orbital *.
µ= mM
m+M
=m ( l + - m)-1
M
(46a)
(46d)
(49c)
o bien
-ili 1- 1/;(x)
ox = p',P(x) (51a)
p' ::: [~
1-~
dx ,P*(x) (-Hí _E_)
ox
,P(x) (51b)
394 Teoría de los estados estacionarios Sec. 8.52
p
a
= -ilí- (51d)
ox
p2
a2
= -lí2- (52a)
ox2
llp = V ((p -
M fiJ 2 ) (52c)
donde p = M(p).
Obsérvese que el mismo argumento que nos condujo a de-
finir el valor medio del impulso, ec. (Slc), es aplicable a la de-
finición del valor medio de p2 como en la ec. (52b).
Sec. 8.53 Teoría de los estados estacionarios 395
E. - lí2 a2 (54a)
= 2m - - 2m ax2
p2 Jí2 02
H = 2m + V(x) = - 2
m ox2 + V(x) (54b)
d
-d M (x)
t
= -m1 M (p) (56a)
(58b)
Problemas
V(x)
------o para el cual una de las paredes es de altura infinita. En el caso de un
pozo como el representado en la fig. 19A, existirá por lo menos un
estado ligado cualquiera que sea la profundidad de aquél.
Guiado por este ejemplo, presente argumentos de por qué cada una
de las siguientes condiciones favorece la aparición de estados ligados:
(a) Una masa m grande. (b) Un pozo profundo. (e) Un pozo ancho.
1
-B Ilustre sus argumentos, que convendría se refirieran a un pozo de po-
o tencial más general que el que se representa en la fig. 19A, con grá-
a
ficos dibujados de manera adecuada.
Tomando este ejemplo como base, podemos comprender por qué
dos átomos no siempre forman una molécula estable, a pesar del hecho
·Esta figura se refiere a los problemas 4 y 5. En de que las fuerzas entre ellos pueden ser atractivas para ciertas distan-
el problema 5 la curva continua representa la cias interatómicas. (Si la fuerza es siempre repulsiva, como a veces
energía potencial del sistema neutrón-protón ocurre, no puede haber estados ligados, naturalmente.) Podemos con-
según un modelo muy simplificado que, sin em- siderar el potencial representado en la figura de este problema como
bargo, es útil para comprender ciertas propie- una idealización del potencial molecular, más ajustado a la realidad,
dades del deuterón y algunos rasgos de la dis- que se representa en la fig. 30A.
persión neutrón-protón a baja energía. En abs-
cisas se toma la distancia entre el neutrón y el S Como simple modelo unidimensional del deuterón (que es un
protón. estado de enlace de un neutrón y un protón) supongamos que el po-
Problemas Teoría de los estados estacionarios 40 /
= (MfM!l(Mí + M2))k
MíM2(Mf + Mil)
402 Capt. 8 Problemas
ondulatorio 406
de campos 433
Problemas 454
Capítulo 9
Las partículas elementales y
sus Interacciones
406
Sec. 9.2 Las partículas elementales y sus interacciones 407
••• • • •• •
Si aparecen otras partículas, hablamos de un proceso inelástico .
Los resultados de la observación se expresan, por lo común,
•• • •
en términos de varias secciones eficaces. Consideremos prime-
ro la más simple de éstas, a saber, la sección eficaz total. De-
signaremos esta cantidad por <rr. Para definir <rr de modo ope-
• • •• •
la densidad uniforme (en promedio) de partículas en la lámina
es de n partículas por unidad de área. La sección eficaz total se
•• <JT = -n (2a)
(4a)
Esta ecuac1on debe ser válida para todos los números rea-
les positivos ni y n2. Su solución general es
(4d)
BPC - IV. 19
410 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.5
e:
•o Yf l p-p
La sección eficaz de reacción a- AB4co para este proceso se
·¡:; ',.,.']'. ~ l define entonces por
~ 40
(J) . ., ... __ ---J-.... -1---------------;-;:;·
elés~ca
JI- P f
lotal
total
3
ximadamente el mismo tamaño. Tomando como base la fór-
mula
"'
(J
~
Q)
e:
10 2
2
9
'l
•o
·¡:; 7
(J ~
Q) 5
que da el radio r de un núcleo en función de su número má- (./) 4
~
3
sico A, estimamos que los radios son de r,......, 5,8 fermis (puesto
2
que A ,......, 110). La correspondiente sección transversal geomé-
trica 1rr2 es, según esto, de 1,0 b. Este valor es 7000 veces me- 10
1\
nor que el pico que presenta la sección eficaz en la figura 6A. 2 3 4 5 7 9 2 3 4 5 7 9 2
0,01 0,1 1,0
Convendría que el lector examinara también las figuras
24A y· 24B de este capítulo. La figura 24B representa las sec- Energía del neutrón {en eV)
ciones eficaces elásticas para la dispersión de piones positivos
y negativos por protones. En la figura 24A se presenta lo que
esencialmente es la sección eficaz de reacción correspondiente Fig. 6A Curva que representa la sección eficaz
total del cadmio respecto de los neutrones en
a la reacción Al27 + p-+ Si28 + I'· Obsérvese el gran número de función de. la energía del neutrón. Obsérvese
picos de resonancia muy pronunciados. que esta curva se refiere al cadmio tal como se
encuentra en la. naturaleza. Por consiguiente, la
7 Las secciones eficaces de que hemos hablado (medidas como sección eficaz es un promedio de las secciones
funciones de la energía) nos proporcionan una cierta informa- eficaces de los diferentes isótopos. Una tal sec-
ción acerca de las interacciones entre las partículas en un pro- ción eficaz tiene sólo un interés limitado desde
el punto de vista de una teoría básica cuyo ob-
ceso de colisión. Mucha más información obtenemos si medi- jetivo es la sección eficaz de los isótopos indi-
mos también la distribución angular de las partículas que salen viduales. La sección eficaz promedia, con todo,
de la región de colisión. Para simplificar, consideremos la dis- es un concepto útil en las aplicaciones a la in-
persión elástica de las partículas A en el haz por las partícu- geniería. Debido a su gran sección eficaz para
neutrones de baja energía, el cadmio es de uso
las B en el blanco. Medimos la intensidad de las partículas A común para controlar el número de reacciones
dispersadas en diferentes direcciones mediante un contador co- por unidad de tiempo en los reactores nucleares.
colocado en varias posiciones a una distancia fija del blanco. Esta :curva es una porción de un gráfico que·
La intensidad del haz incidente se mantiene constante durante se encuentra en la compilación realizada _por
H. H. Goldsmith, H. W. Ibser, y B. T. Feld,
esta serie de mediciones. Los resultados se expresan en térmi- "Neutron Cross Sections of the Elements", Re-
nos de una sección eficaz diferencial a-e (E; B,cp). Esta cantidad views of Modern Physics 19, 259 (1947).
es función de los ángulos polares B y cp que determinan la direc-
ción de observación. Es también función de la energía E como
hemos indicado explícitamente. La sección eficaz diferencial se
define de modo que <re(E; B,'f)dQ es igual a la probabilidad de
que una partícula A incidente sea dispersada en una dirección
412 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.7
o
resonancia. Una ojeada a esta figura, y la figura .E 3
análoga 6A, pone de manifiesto inmediatamente tV
..e J
2
que la sección eficaz no tiene relación parti-
cular alguna con el tamaño de un núcleo. Las
curvas para la plata y el cadmio son muy dife-
~
]
e
100 9 I
rentes y ambas muestran una rápida variación .s 7
con la energía. La teoría ondulatoria de las co- N
tV 5
lisiones puede explicar muy bien la naturaleza t.>
4 <Tt for En( e V)
1
' lJ\.
vadas. •o ~~ /
º(j 2
Esta curva es una porción de un gráfico que t.>
(1)
-~..__
- 1/ '
iS'l
aparece en la compilación realizada por H; H. en ~ ~
-.'
Goldsmith, H. W. lbser, y B. T. Feld, "Neutron 10 9
l\l4
Cross Sections of the Elements", Reviews of 7
Modern Physics 19, 259 (1947). Convendría con-
sultar este artículo para información acerca de 2 3 4 5 7 9 2 ,3 4 5 7 9 2 3 4 5 7 9
los primeros trabajos en este campo. 0,01 0,1 1,0 10
Energía de un neutrón (en eV)
9 Si tuviéramos que interpretar una dispersión clásicamente, Sección eficaz diferencial de dispersión elástica
diríamos que la partícula incidente es desviada por el campo de de neutrones por el isótOJ?O del bismuto Bi209•
fuerzas de la partícula blanco. Desde el punto de vista de la El gráfico presenta los puntos experimentales·
mecánica cuántica, consideramos la dispersión como una ma- junto con una curva teórica basada en un mo-
delo particular. En abscisas se toman los ángu-
nifestación de la difracción de ondas. Así es, en efecto, como los de dispersión, y en ordenadas, la sección efi-
discutimos la difracción de los electrones en el Capítulo 5. caz diferencial en milibarnios por unidad de án-
Nuestra explicación de los fenómenos observados fue .la de que gulo sólido. La energía cinética de los neutro-
la onda del electrón incidente es difractada por todos los áto- nes era de 7 MeV.
mos del cristal. En ciertas direcciones las ondas difractadas Este gráfico se ha tomado del trabajo por
C. D. Zafiratos, T. A. Oliphant, J. S. Levin y
pueden interferir constructivamente, y éstas son las direcciones L. Cranberg, "Large-Angle Neutron Scattering
en las que observamos máximos de intensidad. La dispersión es from Lead at 7 MeV", Physical Review Letters
así una manifestación de la difracción de las ondas de De Bro- 14 913 (1965). (Cedida por Physical Review
.glie por obstáculos, es decir, por los átomos en el cristal. Letters.)
El lector advertirá ahora que en nuestra descripción de la
difracción de electrones hay un aspecto "asimétrico" al que cabe
presentar reparos. Decimos que las ondas de electrón inciden-
tes son difractadas por "obstáculos". Pero los "obstáculos" son
también partículas físicas, y sabemos que todas las partículas
físicas son ondas. Es evidente la inconsecuencia que supone el
considerar arbitrariamente ciertas partículas como ondas y otras
partículas como "obstáculos" clásicos. Lo que vemos en los ex-
perimentos <le difracción de electrones es la interacción de las
ondas de electrón incidentes con los paquetes de ondas que re-
presentan los átomos en el cristal. Si queremos ser consecuen-
414 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.10
5
potencial que describe sus interacciones con todas las otras par- 10 - - - - - - - - - - - - -
tículas.
(12b)
(12c)
(12d)
Sec. 9.13 Las partículas elementales y sus interacciones 417
l/;(x,t) --- C exp (ix ·Pi - iwt) + Cf(O) ~ exp (ixp - iwt) (13a)
if s(x,t) = Cf
X
exp (ixp - iwt) (15a)
ifw(x,t) = ___!__
417"
1odílp C exp (ix · Pi - iwt) (15b)
Sec. 9.16 Las partículas elementales y sus interacciones 419
e
= 2ixp ([1 + 2ipf] exp (ixp) - exp (-ixp)) exp (-iwt) (16a)
11+2ipfl=1 (16b)
f = 4-
2ip
(e2i8 _ 1) (16c)
Oe = !!_
p2
1e2i8 - 112 (17a)
ñ (21a)
~m--
TC2
f
ISJ JS Jl
l l ~
1
!
\ A n \ . "' t.i......- ..: L' ~·
:
L
...., A
--··· ~
~
'~ºº
$()0 600 700 800 900 1100 llOO
Energía cinética del protón (en keV)
dispersión en forma de resonancias. Un ejemplo de esto lo ofre- Fig. 24A Curva de rendimiento para la reac-
ce la dispersión resonante de la luz por un átomo. Si medimos ción Al27 + p -+ Si28 + y tomada de un trabajo
la eficacia de un átomo como dispersor de luz en función de la por K. J. Brostrom, T. Huus y R. Tangen, "Gam-
ma-Ray Yield Curve of Aluminum Bombarded
frecuencia de ésta, encontramos máximos pronunciados en las with Protons", Physical Review 71, 661 (1947).
frecuencias que corresponden a las diferencias de energía en- Las ordenadas son una medida de las secciones
tre los estados excitados y el estado fundamental. Este fenó- eficaces de reacción. En abscisas se representan
meno, sin embargo, no queda restringido a la dispersión de la las energías cinéticas de los protones inciden-
tes, en keV, en el sistema de referencia del la-
luz: también lo encontramos en la dispersión de partículas ma- boratorio. Los picos agudos son resonancias,
teriales. La figura 24 A ofrece un ejemplo. Las ordenadas repre- que revelan la existencia de estados excitados
sentan medidas de la sección eficaz y la curva muestra así la en el núcleo de silicio producido en la reacción.
sección eficaz experimentalmente medida como función de la (Cedida por The Physical Review.)
energía para la absorción de protones por aluminio. Los picos
agudos en la sección eficaz revelan las posiciones de los estados
excitados del núcleo de silicio producido en la reacción.
La anchura T de un pico de resonancia .mide la indetermina-
ción en la energía del correspondiente estado excitado. Mien-
tras las resonancias son muy pronunciadas, su interpretación
como manifestaciones de estados excitados es bien clara. He-
mos convenido en que tales estados excitados son "partículas".
Veamos ahora la figura 24B que presenta la sección eficaz de
dispersión de piones por protones en función de la energía. La
sección eficaz para piones positivos presenta un pico pronun-
ciado. como. también un ligera "prominencia" a una energía más
426 Las partículas elementales y sus i-nteracciones Sec. 9.25
N~2 alta. La sección eficaz para piones negativos presenta tres picos
200 moderadamente bien definidos. ¿Todos estos picos correspon-
Cii'
den a partículas? Muchos físicos se inclinan hoy a decir que
.Eo 175
Cll sí, que corresponden a partículas. Las masas de estas "partícu-
~ 150
"§
las" (?) son simplemente las abscisas de los máximos.
e: 125
~
N 100 25 El dilema con que nos enfrentamos es el de dónde trazar
Cll
C.)
;,¡;:
75
la frontera. Indiscutiblemente, no queremos decir que toda pe-
Q)
r
K- 'IT± 'IT+ .,,-
26 Entre todas nuestras partículas consideremos el subcon- ~ 0 sigma 1192,56 < 10-14 Ay
junto de las (¿verdaderamente?) partículas elementales. Nues-
~- 1197,44 1,65 X 10- 1º n'IT-
tro primer principio será el de que ningún objeto que es "ob-
viamente compuesto" se admitirá en este menor y más selecto zo partículas 1314,7 3,0 X 10-10 A?Tº
conjunto. En el capítulo 1 discutimos algunos criterios experimen- de
tales acerca de la naturaleza compuesta o elementales de una z- cascada 1321,2 1,7 X 10-10 A?T-
partícula. Tddos los átomos, todas las moléculas y todos los
núcleos más pesados que el protón son, evidentemente, siste- Estas partículas tienen todas spin 1/2 y número
mas compuestos y, por consiguiente, quedan excluidos de nues- bariónico + l. Existe un octeto antibariónico
tro nuevo conjunto. Con esto nos encontramos ante aproxima- formado por las antipartículas de estas partícu-
las. Las antipartículas tienen todas las mismas
damente un centenar de partículas que "no son obviamente masas, spins, y vidas medias que· las partículas,
compuestas~'. Admitimos el protón, el neutrón, el antiprotón, el pero cargas y número bariónico opuestos.
428 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.27
600
~
«I
200
remos la estabilidad absoluta como una condición de admisi-
bilidad.
100 Las partículas elementales se dividen en cuatro clases. El
fotón es el único miembro de la primera de ellas. Las otras
o clases son los leptones, los mesones y los bariones (incluyendo
- 1 o + 1 los antibariones). Las tablas 26A-C presentan una lista de algu-
Carga eléctrica nas de las propiedades de los leptones y de los mesones y ba-
riones más respetables *. (Véase también la Tabla B en el
Fig. 27A Espectro de masas del octeto mesó-
nico al que pertenecen los piones y los meso-
Apéndice).
nes-K. Estas partículas tienen todas número ba-
riónico cero y spin nulo. Los dos mesones-K 27 En las figuras 27 A-B se presentan los mesones y bariones
neutros, Kº y Ka,
indicados por la doble raya en que aparecen en las tablas 26:8.:C formando diagramas que se
el esquema de términos, tienen la misma masa parecen muchísimo a los esquemas de términos que se discu-
dentro de la precisión del dibujo. Los pares par-
tícula-antipartícula se encuentran situados simé-
tieron en el capítulo 3. Cada partícula se representa. por una corta
tricamente respecto de la vertical que corres- barra horizontal en un gráfico en el cual las ordenadas son las
ponde a carga cero. Las partículas rr0 y 11 son masas en reposo (en MeV) y las abscisas son la carga eléctrica.
sus propias antipartículas. K. 0 es la antipartícula (El centro de la barra indica la carga de la partícula.)
de Kº.
De acuerdo con las ideas corrientes, nuestros diagramas de
partículas debieran considerarse como enteramente análogos a
los esquemas de términos para átomos. Cada diagrama corres-
1,3 ponde a un "multiplete" de partículas íntimamente relaciona-
das que, en cierto sentido, se podrían considerar como estados
>(1)
1,2
l:- I:º ¡:+ diferentes de la partícula "general" del multiplete.
<!:> La figura 27C presenta el multiplete antibarión de ocho par-
e:
~ A
tículas que son las antipartículas de los ocho bariones de la
«I
11) 1,1 figura 27B. Las antipartículas de los mesones representadas en
«I
~ la figura 27 A están contenidas en los mismos diagramas: de-
cimos entonces que el octeto mesónico es autoconjugado. El
1,0 pión negativo es así la antipartícula del pión positivo, y el me-
n p són K negativo, la antipartícula del mesón K positivo. Las
0,9 partículas design~das por K0 y K.0 forman un par partícula-an-
- 1 o +1 tipartícula. El pión neutro y el mesón eta son sus propias anti-
Carga eléctrica partículas.
Fig. 278 Espectro de masas del octeto barió-
nico al que pertenecen el protón (p) y el neu- * La nomenclatura para las partículas elementales parece haber sido
trón (n). Estas partículas tienen todas el número inventada para dar un cierto aroma clásico griego al asunto. Aunque el
conocimiento que de las lenguas clásicas tiene el autor es sumamente limi-
bariónico + 1 y spin 1 /2. El diagrama se puede tado, sin embargo, tiene Ja impresión de que hay buenas razones para
interpretar como un esquema de términos que sospechar que los principios lingüísticos que se encuentran en la base de la
representa los ocho estados diferentes de la construcción de los términos que suenan "a griego" no son del todo co-
"partícula general" asociada con este multiplete. rrectos.
Sec. 9.28 Las partículas elementales y sus interacciones 429
1,3 - -
;;:;o ;;::;;+ riónico constituido por las antipartículas de las
partículas representadas en la figura 27B. Las
partículas en el multiplete a la derecha tienen
todas número bariónico - 1 y spin 1/2.
1,0
p n
0,9 ';:;'•- -•o
t:.112
~
- 1 o + 1
>
~ 1,5
Carga eléctrica
e
.!.
La fig. 27D presenta un multiplete de diez bariones que con-
•••
tiene la resonancia designada por N* 312 en la figura 24B. La po- ~ 1,4 y':- y•O
l
y•+
1
sición de estas partículas (resonancias) acaso no está del todo
clara, pero la mayoría de los físicos se sentiría hoy inclinada a
aceptarlas entre las partículas elementales. 1,3
C..11:
lJ¡¡
01
1
--*--- /\ ; \ o
&/d
ct,.,c¡¡
/ \/ \ / 'f...¡p ,.....¡
/ / \ /
---*-----'!+--- +
> \\ / /&\\
/
/\ \ / /\ \ ¡ 'f...p_ 01
-*--
/
\/
\ ./
/
*----
/ \
\/
---fr----f--
/ \
\' +-f-~....----''l----r~--'l-~~~-v--~~--+~--.---
-2 -1 o +1 +2
/ \ / \ / \ / \ Tercera componente del spin isotópico /3
,.....¡ / \/ \ / \ / \
-----x-----Y----~ ___ _i
+ \ /\ /\ 1\ /
\ / \ / \ / \ /
En la actualidad nuestra compresión de lo que "se encuen-
\/ \/ \/ \¡
tra detrás" de estas simetrías y regularidades que han sido
-1 o +1 +2 descubiertas experimentalmente y constituyen algo así·como un
Tercera componente del spin isotópico 13 suplicio de Tántalo, es muy limitada. Existe, sin embargo, una
teoría fenomenológica (conocida con el nombre de "the. Eighfold
Way", el Octuple Sendero) para explicar los diagramas de si-
Fig. 31A Si efectivamente existen los quarks, metría que aparecen -en las figuras 29A-D. Basándose en esta
su diagrama de simetría del Octuple Sendero
sería como el que aquí se presenta. Las partícu-
teoría se pueden hallar todos los diagramas de simetría posi-
las en este triplete tendrían todas número ba- bles, y cabe decir bastantes cosas acerca de las partículas aso-
riónico + 1/3 y probablemente spin 1/2. Ob- ciadas con los diagramas. El más sorprendente apoyo a ~sta
sérvese que dos de las partículas tienen carga teoría lo prestó la comprobación experimental de que existe la
eléctrica - 1/3, mientras que la tercera tiene
carga + 2/3. El correspondiente triplete de an-
partícula designada por Q- en las figuras 27D y 29D, como había
tiquarks tiene un diagrama de simetría que re- predicho Murray Gell-Mann *.
sulta del de la figura mediante una reflexión
respecto de la recta que corresponde a carga 31 Las partículas elementales que acabamos de citar (y unas
eléctrica cero. Los antiquarks tendrían número
cuantas más) son al parecer "igualmente elementales": ninguna
bariónico -1/3. Los mesones del octeto re-
presentado en la figura 29A se podrían consi- se manifiesta como "compuesta". Sin embargo, algunos cientí-
derar como estados de enlace de un quark y un ficos han pensado que acaso pudiera haber entidades todavía
antiquark. Los bariones en el octeto que apare- más elementales. Así, Gell-Mann ha sugerido que los mesones
ce en la figura 29B podrían considerarse como
y los bariones pudieran ser sistema·s compuestos constituidos
estados de enlace de tres quarks.
Si la teoría de los quarks tiene alguna rela- por partículas hasta ahora desconocidas, para las que ha pro-
ción, cualquiera que sea, con la realidad, debe puesto el nombre de quarks. No es ésta una sugerencia desca-
existir por lo menos una partícula estable con bellada e irresponsable: Gell-Mann ha hecho notar que cier-
carga fraccionaria. Nunca se ha detectado expe-
rimentalmente una tal partícula y bien pudiera
ocurrir que no existan partículas con carga frac- * V. E. Barnes y cols., "Observation of a Hyperon with Strangeness
cionaria. En la actualidad, la idea de los quarks Minus Three", Physical Review Letters 12, 204 (1964). (¡Cabe mencionar
es pura especulación. que este trabajo va firmado por treinta y tres autores!)
Sec. 9.32 Las partículas elementales y sus interacciones 433
\1
1
1
1
: p
1
1
1
Xl1
1
1
1
1
1
1
l :
r, '\ ''A
\u
(No H von1) l/
',~
i1,i5
Fotografía obtenida en una cámara de burbujas teracción fuerte es: p + rr- = A0 + Kº. Las in-
que presenta la producción y desintegración de teracciones de desintegración son todas débiles.
una partícula lambda (neutra) y un mesón-K neu- El muón negativo que se emite en la desinte-
tro. Las diferentes trazas se identifican en la fi- gración del K 0 se desintegra a su vez en un
gura inserta. únicamente las partículas cargadas electrón, un neutrino y un antineutrino. Las dos
dejan trazas visibles y éstas aparecen curvadas últimas partículas son neutras y no pueden ver-
debido a que la cámara se encuentra en un cam- se. (Fotografía cedida por el Lawrence Radia-
po magnético. La reacción de producción por in- tion Laboratory, Berkeley.)
Sec. 9.39 Las partículas elementales y sus interacciones 439
_, - I .,,+ -
1.,, I
I
/1 o
o~',, // K
A
\1r-
440 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.40
Fotografía obtenida en una cámara de burbujas y se aniquila dando lugar a piones, cuatro de
que presenta la producción y desintegración de los cuales poseen carga y producen trazas vi-
un par lambda-antilambda. El dibujo en la parte sibles.
superior derecha identifica las trazas de las di- Esta fotografía se presenta a la mitad de
ferentes partículas. Un antiprotón incidente cho- nuestra discusión de los campos cuánticos para
ca con un protón y produce ei par lambda-an- recordar al lector· que uno de los objetivos de
tilambda. Estas dos partículas no dejan trazas la teoría cuántica de los campos es el de pro-
visibles debido a que son neutras. El lambda se porcionarnos una explicación teórica de sucesos
desintegra en un pión negativo y un protón (en como los que se ven en la fotografía. (Cedida
un proceso de interacción débil) y el antilambda por el Lawrence Radiation Laboratory, Ber·
se desintegra en un pión positivo y un antipro- keley.)
tón. El antiprotón choca luego con un protón
Sec. 9.44 Las partículas elementales y sus interacciones 443
444 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.45
(50a)
(50b)
l!_ _ X1
(5la)
ox1 r
Aplicando las reglas de derivación, encontramos entonces
que
(5lb)
lo que nos da
V 2 V(r) = ~ dV(r)
r dr
+ r!!:_
dr r
(! dV(r))
dr
(51d)
(52b)
Consideraciones finales
Fotografía obtenida en una cámara de burbujas distinguir de la del pión, pero se puede ver cla-
que presenta la aniquilación de un protón y un ramente el punto donde empieza la traza del po-
antiprotón dando lugar a piones. El suceso más sitón.
importante tiene lugar en la parte media del La cámara se encuentra en un campo magné-
campo visual. El antiprotón incide desde abajo tico perpendicular al de la figura. Las trazas de
y su camino queda de manifiesto por la traza las partículas negativas giran en el sentido de
"de puntos" casi recta. En la aniquilación se las agujas de un reloj, y las trazas de las par-
producen ocho piones cargados. Uno de ellos, tículas positivas, en sentido opuesto. Las partí-
aquél cuya traza se dirige inicialmente en sen- culas que se mueven lentamente dejan trazas
tido opuesto a la dirección del antiprotón inci- densas, mientras que las partículas muy rápidas
dente, se desintegra en un muón y un neutrino. tienden a dejarlas en forma "punteada". (Foto-
El muón se desintegra a su vez en un positón y grafía cedida por el Lawrence Radiation Labo-
dos neutrinos. La traza del muón es difícil de ratoru. BerkelP.u \
Sec. 9.56 Las partículas elementales y sus interacciones 453
454 Las partículas elementales y sus interacciones Sec. 9.56
Problemas
(b) Probar que para una /(8) arbitraria la expres10n (a) es una so-
lución aproximada de la ecuación de Klein-Gordon. Lo que debe pro-
bar es que si esta función de onda se substituye en la ecuación de
Klein-Gordon, la ecuación queda satisfecha salvo un término que tiende
a cero como l/x2 cuando x tiende a infinito.
Apéndices
* La mayor parte de los datos de esta tabla se han tomado de un artículo por E. R. Cohen y J. W. M. DuMond, "Our
knowledge of the Fundamental Constants of Physics and Chemistry in 1965", Reviews of Modern Physics 37, 537 (1965).
Apéndice 461
fí,2
Primer radio de Bohr: ao = - = a-11\.e
me2
2
«Radio clásico» del electrón: _e_= a1í.e = (2,81777 ± 0,00004) X 10-13 cm
mc2
Desintegraciones importantes • •
Masa Vida media Modo Fracción de Q
Partícula Spin Me V s parcial ramificación Me V
n- omega-menos 3
- 1674 1,5 X 10- 10 Z'TT ---50% 221
2 AK --50% 66
Apéndice 463
Desintegraciones importantes • •
Masa Vida media Modo Fracción de Q
Partícula Spin Me V s parcial ramificación Me V
MESONES
w-+ oiones cargados o 139,58 2,608 X 10-8 µ.v 100% 34
ev 1,24 X 10- 4 139
µ.vy 1,24 X 10-4 34
w0ev 1,0 X 10- 8 4,08
* Los números entre paréntesis en la columna de masas atómicas son los números de masa de los isótopos más estables de
los elementos radiactivos.
Apéndice 465
* Los números entre paréntesis en la columna de masas atómicas son los números de masas de los isótopos más estables de
los elementos radiactivos.
Índice alfabético
467
468 índice alfabético
Grotrian, W., 124, 132, 133, 151 Interacciones, débil, 90, 140, 429
esquemas de términos, 124 (ver también Esquemas de electromagnética (ver Campo electromagnético)
términos) fuerte, 90
Gurney, R. W., 336 Interferencia de la luz, manantiales débiles, 188
visibilidad de franjas, 271
Hadrones, 429 Interferómetro de Michelson, 270
Hafnium, predicción de Bohr, 134 Interpretación estadística, de las mediciones, 265
Halliday. D., 151, 295, 347 de la función de onda, 306
Harnwell, G. P., 43 Interpretación probabilística de la mecánica cuántica, 306
Harrison, G. R., 104 Isótopos, 52, 79, 381, 401
Heathcote, N. H. de V., 44 abundancia relativa en el hidrógeno, 98
Heisenberg, W., 241, 250 abundancia relativa en el oxígeno, 53
biografía, 241 espectro de masas del xenón, 78
mecánica matricial, 241 gráfica, 78
principio de indeterminación, 18 tabla, 52
teoría de la matriz S, 445 Isotropía del espacio físico, 149
Heitler W., 379
Helio, espectro, 108 Jammer, M., 43
esquema de términos, 131 Johnson, F. T., 176
Henry, G. E., 195 Jordan, P., 241
Hertz, G., 111 Jordan, W. H., 195
Hertzberg, G., 151
Hidrógeno, átomo, teoría de Bohr, 39, 65, 154 Kilogramo, 93
constante de Rydberg, 66, 389, 461 King, J. G., 91
efecto del movimiento nuclear, 389 Kittel, C., 242
espectro, 105 Klemperer, O., 178
esquema de términos, 387, 388 Knight, W., 211. 219, 220
función de onda del· estado fundamental, 388 Knipping, P., 24, 173
teoría de Schrodinger, 386 Kramers, H. A., 373
Hidrógeno, molécula, estados vibracionales, 375 Kurlbaum, F., 31
Hidrógeno líquido, cámara de burbujas, 436
blanco, 407 Laborde, 97
Hilbert, D , 242 Lane, M., 24, 173
Hines, W., 211, 219, 220 Lattes, C. M. G., 446
Hipercarga, 430 Lauritsen, T., 137, 152, 154
Hiperón, 10, 427 Leighton, R. B., 242, 367
Hiperon lambda, 427 Lenard, P., 32
par lambda-antilambda, 443 Leptones, 427, 428, 462
producción y desintegración, 439 Levin, J. S., 413
Hiperón sigma, 427 Ley de Coulomb e intercambio de fotones. 451
Hipótesis de Prout, 44 Ley de Kepler (Tercera ley), 38
Hofstadter, R., 78 Ley de Kirchhoff, 28
Hohenberg, C. M., 342 Ley del desplazamiento de Wien, 27, 46
Holden, A. N., 386 Ley exponencial de desintegración del núcleo, 44, 337
Hooke, R., 5 Leyes de transformación «relativistas» (ver Transformación
Hoyle, F., 195, 347 de Lorentz)
Huus, T., 425 Límite cuántico, 176
Huygens, C., 5 Límite de disociación, 137
Límite de ionización, 113
Ibser, H. W., 411, 412 Livingood, J. J., 43
Impulso cedido en la difracción, 215 London, F., 379
Impulso y operador diferencial, 394 Longitud de onda, 55
I ntcgral de Fouricr y relación de indeterminación, 253 fragmento de una tabla de longitudes, 104
Interacciones, 436 Longitud de onda de Compton, 170
clasificación, 429 Loschmidt, 7
indice alfabético 4 73
Niveles de energía, representación gráfica, 110 (ver tam- Partículas de cascada, 427
bién Esquemas de términos) Partículas elementales, 5, 422
teoría de Schrodinger, 354 clasificación de interacciones, 429
Niveles de energía de un cuerpo rígido que gira, 384 multipletes, 428-433
Niveles de energía del núcleo de boro, 137 tablas, 427, 462, 463
Nodos de funciones de onda, 371 Partículas inestables, 423
Núcleo, composición masa, 75 Patrón atómico de medida, 94
estable, 79 Pauli, W., 71
estable, gráfica, 79 principio de exclusión, 71, 135
hijo, 138 Peuman, S., 454
padre, 138 Planck, M., 29, 44
Nucleón, 75 biografía, 17
Núcleos espejo, 100, 138 postulado de cuantificación, 29
Número atómico, 52, 75, 134, 135, 464 teoría del espectro del cuerpo negro, 29
Número bariónico, 430 Plano de fase del oscilador, 47
Número cuántico principal, 387 Plomo, radiactividad, 340
Número de Avogadro (ver Avogadro, número) Podesek, F. Q., 342
Número de onda, 55 Polarización de la luz, 291
Números cuánticos, 125 de partículas materiales, 235
de rayos X, 173
Occhialini, G. P. S., 446 Positones, aniquilación, 176
Octeto mesónico, 427, 428, 430 descubrimiento, 176
Oliphant, T. A., 413 en chaparrones, 10
Ondas de materia, 200 en desintegración beta, 140
Ondas estacionarias y cuantificación, 355 propiedades, 427
Ondas guía, 228 Potencial, en la teoría de Schrodinger, 310
Ondas piloto, 228 en escalón en la teoría de Schrodinger, 317
Ondas planas en teoría, 346 fondo de pozo, 356, 367, 376
O'Neill, G. K., 295 molecular, 377
Operador de energía, 395 Yukawa, 450
Operador laplaciano, 230, 448 Potenciales, críticos, 111
Operadores, energía, impulso, pos1c1on, 391 de excitación, 112
Operadores diferenciales, 230, 362, 394 de ionización de los átomos, 70
energía, 395 Powell, C. F., 446
momento, 394 Powers, P. N., 212
valores propios, 362 Predicción en mecánica cuántica, 286
Origen de los elementos Presión de radiación, 162
Orthmánn, W ., 3.50 Principio de. combinación de Ritz, 105
Oscilador, Planck, 29, 4tS J>rinc.ipi0 de c<mespom:lenda, .397
· en rnecánica. ondulatorfa) 3.'t3 · n
Principio de exclm;ióri,
Oscilador arnlónico·T 3 73 y. tabla periódica, 137
respuesta a la onda electromagnética, 120 Principio de int:!eterminación, 18, 248
Pake, G. E.; 152 intento de refutación, 296, 297
Par, creación y aniquilación, 8, 10, 176, 443, 453 transformación de Fourier, 253
Partícula, definición, 422 y difracción, 257
Partícula beta, rayos beta (ver Desintegración beta; Elec- y energía de enlace del hidrógeno, 257
trón) y estructura atómica, 258
Partícula omega-menos, 429, 432 y estructura nuclear, 259
Partículas alfa, alcance, 331 y masa en reposo de partículas inestables, 424
contaje, 45 Principio de superposición de la mecánica cuántica, 229
descubrimiento de la transmutación del núcleo, 7 Pringsheim, E., 17, 31
dispersión por el núcleo, 36 Probabilidad de un contador, 265
fotografía con cámara de niebla, 331 Proceso de colisión (ver también Dispersión)
recorrido en el aire, 331 y penetración en la barrera, 338
Partículas de carga fraccionaria, 432 leyes de conservación, 221
índice alfabético 47S
Actividad de una
muestra radiactiva: 1 curio (Ci) = 3,7 X 101º desintegraciones por segundo
Masa del 8,1868 4,9306 1-, 178 5,930 5,4859 1,2356 4, 1217 2,4262
electrón 511006
mc2 X 10- 7 X 1017 X 1-010 X 109 X 10--1 X 102º X 109 X 10- 2
9 788429 140248