La psicología clínica es una estrategia de abordaje de la psicología que se encarga
de la investigación de todos los factores, evaluación, diagnóstico, tratamiento y prevención que afecten a la salud mental y a la conducta adaptativa, en condiciones que puedan generar malestar subjetivo y sufrimiento al individuo humano. La psicología clínica tiene algunas orientaciones teóricas primarias: Terapia de la conducta, Terapia cognitiva, Psicoanalítica o Psicodinámica, Terapia humanista, Terapia Existencial y Terapia Familiar Sistémica. Prácticas centrales de esta disciplina son el diagnóstico de los trastornos psicológicos y la psicoterapia, así como también la investigación, enseñanza, consulta, testimonio forense y desarrollo de programas y administración. Se considera en Norteamérica que esta área de la psicología tuvo su inicio en el año 1896, cuando Lightner Witmer dio inicio a la primera clínica psicológica en la Universidad de Pensilvania. También se reconoce en Europa como iniciador de la psicología clínica a Sigmund Freud y su teoría del psicoanálisis, que ya en 1895 enfrentaba oposición por sus prácticas de intervención psicoterapéutica y planteamientos teóricos clínicos estructurados en tres niveles: investigación, intervención psicoterapéutica y formulación de teorías psicológicas y psicopatológicas, anticipándose a Witmer y estableciendo los criterios fundamentales de la psicología clínica aplicada; a pesar de que ambos fundadores de la psicología clínica (Freud y Witmer) incluían el tratamiento como una de sus principales funciones, lo cierto es que el psicodiagnóstico, así como la investigación, fueron los mayores indicadores de identidad del psicólogo clínico. En la primera mitad del siglo XX, la psicología clínica estuvo enfocada en la evaluación psicológica, con poca atención hacia el tratamiento. El apogeo de este enfoque comienza después de la década de 1940, cuando la Segunda Guerra Mundial produjo un incremento en la necesidad de clínicos capacitados. La psicología clínica puede ser confundida con la psiquiatría, ya que generalmente tienen metas similares (por ejemplo, el alivio de trastornos mentales), pero la diferencia principal es que la formación de base de los psicólogos clínicos es la psicología (los procesos mentales, el sistema nervioso y la conducta humana) y la de los psiquiatras es la medicina (el cuerpo humano). Por otra parte, los psiquiatras, al ser médicos, están legalmente autorizados para prescribir medicamentos. En la práctica los psicólogos y psiquiatras trabajan juntos en equipos multidisciplinarios junto a otros profesionales, como terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales, para dar un enfoque multidisciplinar a problemas complejos que afectan a los pacientes. Hay diversas maneras de entender el contacto con el objeto de estudio clínico. Para algunos es difícilmente observable y medible, por lo que se recurre de hecho a métodos cualitativos que no necesariamente cumplen con los criterios demarcadores de lo que se considera científico. Para otros, en cambio, el foco de acción debe estar dirigido siempre a la observación y el diagnóstico de la conducta, definiendo este ámbito como lo verdaderamente observable para la construcción de teoría y al tratamiento de los "trastornos" conductuales. ¿Qué hace un psicólogo clínico? Los psicólogos clínicos son los profesionales de la salud mental que se encargan de atender a esas personas que sienten algún tipo de malestar psicológico. En este sentido, los psicólogos clínicos se encargan de diagnosticar ciertos trastornos psicológicos, para posteriormente ofrecer una intervención personalizada mediante la psicoterapia. Aunque este es el principal aspecto en el que intervienen, los psicólogos también participan en el ámbito de la investigación (por ejemplo, aportando sus conocimientos en distintos estudios científicos), en la docencia (ejerciendo como profesores en instituciones públicas o privadas), e incluso en otros ámbitos minoritarios como la psicología deportiva, la psicología escolar o como expertos en psicología clínica y forense. El inicio de la psicología clínica: Witmer y Freud
Si recurrimos a los manuales de Historia de la Psicología, se suele señalar que
el inicio de lo que hoy conocemos como psicología clínica se produjo en Estados Unidos durante los últimos años del siglo XIX. En esa época, un psicólogo llamado Lightner Witmer (discípulo de Wilhelm Wundt) abre la primera clínica psicológica para atender a personas aquejadas de problemas de índole psicológica, en la Universidad de Pensilvania. En Europa, el honor de ser considerado el precursor de la psicología clínica suele recaer en el ínclito Sigmund Freud. Aunque muchos académicos suelen poner en duda la conveniencia de declarar a Freud como uno de los artífices de la psicología clínica (puesto que el psicoanálisis despierta una larga controversia), lo cierto es que el austríaco fue uno de los primeros neurólogos que se acercaron al estudio y a la intervención terapéutica de las personas con afectaciones psicológicas. Freud, ya en 1895, lidiaba con defensores y detractores. Su visión de la intervención terapéutica y sus bases teóricas se centraron en tres niveles: estudio, intervención terapéutica directa y formulación de teorías. Esta metodología fundó los criterios básicos de la psicología clínica aplicada. Siglo XX Durante los primeros decenios del siglo XX, el ámbito de la psicología clínica se centró en la evaluación psicológica, pero puso poco énfasis en las metodologías de intervención. Es después de la II Guerra Mundial cuando hay un auge de la revisión de los tratamientos, debido al alto número de personas que quedaron perjudicadas psicológicamente tras el conflicto bélico. A raíz de esta etapa histórica, el interés y la necesidad de dotar de medios al ámbito de la psicología clínica se hace evidente. Surgen facultades de psicología y se abren consultas y gabinetes dedicados a tratar los problemas mentales. Desde el mundo académico hasta las instituciones públicas coinciden en la necesidad de promover el estudio y la intervención clínica, por sus positivos efectos en la calidad de vida de las personas. Confusión entre la psicología clínica y la psiquiatría En nuestro artículo “¿Cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra?”explicamos las semejanzas y diferencias entre estas dos disciplinas. Desde luego, sigue siendo motivo de confusión conocer las funciones de estos dos ámbitos profesionales. La semejanza principal entre la psicología clínica y la psiquiatría es que ambas persiguen los mismos fines: tratar y mitigar el sufrimiento psicológico. Pero ambos profesionales se diferencian en su formación previa: los psicólogos estudiaron psicología y los psiquiatras, medicina. Otra diferencia importante es que los psiquiatras están facultados para recetar psicofármacos, mientras que los psicólogos no. En la práctica clínica, es común que psiquiatras y psicólogos trabajen conjuntamente para tratar a pacientes que requieren de enfoques multidisciplinares. Ámbitos y aplicaciones de la psicología clínica La psicología clínica ha ido estudiándose y perfeccionándose a lo largo del siglo XX y en los últimos años, y ha sido objeto de estudio de muchos profesionales y académicos de la conducta humana. Desde los primeros años con Wilhelm Wundt en su laboratorio de Leipzig, en que trató de hallar todas las variables observables y medibles de la conducta, la psicología clínica ha ido propagándose hasta ser la rama “por excelencia” entre los licenciados o graduados en psicología. De hecho, y aunque la psicología se desarrolle en ramas claramente diferenciadas (empresarial, educativa, forense, social…), la psicología clínica siempre ha sido la rama más popularmente reconocida. Con todo, existen múltiples enfoques y herramientas que usan los profesionales de la psicología clínica, que trabajan enfocándose en distintos campos de estudio según distintos criterios, como pueden ser los siguientes: Intervención en familias Terapia de personas adultas Psicología clínica infantil Neuropsicología clínica Rehabilitación neuropsicológica Atención e intervención en determinados trastornos Evaluación Psicooncología En suma, cada profesional de la psicología clínica puede especializarse en aquel (o aquellos) campos donde quiera enfocar su ejercicio profesional. Las personas que pueden precisar de atención terapéutica son variadas: desde niños hasta ancianos, desde personas con enfermedades de base hasta personas sanas, desde personas que tienen un problema estrictamente psicológico, hasta otras cuya afectación esté relacionada con una mala dinámica familiar o social. Con el fin de lograr una mayor comprensión de cada afectación psicológica, los psicólogos clínicos pueden especializarse en distintos campos. A través de los conocimientos y herramientas adquiridos, serán capaces de ofrecer diagnósticos y tratamientos más precisos a sus pacientes. Personalidades destacadas Muchos psicólogos clínicos nos han dejado impagables teorías y enseñanzas que han servido de inspiración académica para edificar el conocimiento de esta disciplina. Se podrá decir, acertadamente, que muchos de ellos no eran psicólogos de formación, sino psiquiatras. Sin embargo, es posible considerarlos psicólogos en la medida en que fueron personajes que contribuyeron enormemente a la base teórica y práctica de la psicología clínica. Sigmund Freud Lightner Witmer Carl Gustav Jung Fritz Perls Albert Ellis Aaron Beck