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Semana 4
Pastor Marlon Corona
Ascender iglesia
2 Corintios 6:10
Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
Introducción.
La gente suele pensar que los cristianos son pobres y débiles, y la verdad es que tiene
razón.
Ante los ojos de los demás no tenemos mucho de qué jactarnos.
Incluso, la Biblia afirma:
1 Corintios 1:27
Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que es.
Aunque los cristianos pueden parecer a simple vista pobres y desamparados, en realidad
son las personas más acaudaladas y prosperas del universo.
Y el rico, que pone su seguridad en lo material y en lo terrenal, aferrándose al dinero y al
humanismo, en realidad es la persona más desdichada y pobre que puede existir.
Por lo tanto, los cristianos son los pobres que son ricos.
Y no hay persona más bendecida que un creyente que tiene su fe en Jesucristo.
Apocalipsis 3:17
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo
necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y
desnudo.
Mientras la riqueza del mundo se centra en lo material, la riqueza de los hijos de Dios se
centra en lo espiritual.
Isaías 57:21
No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
Salmo 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Por eso, cuando los cristianos se arrepienten, encuentran a Dios y él llena sus vidas.
Ni el dinero, ni la fama ni el poder peuden saciar el alma del hombre.
Pero al llevar una vida de arrepentimiento y confianza en Dios, el hombre encuentra paz,
reposo y descanso para su alma.
Isaías 32:17
Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para
siempre.
Segundo, el pobre que es rico cuenta con la
ayuda de Dios.
Esta clase de personas que se reconocen a sí mismas como pobres en espíritu y que han
abandonado su seguridad en las cosas materiales, al orar y clamar, reciben la respuesta
de Dios.
Sin embargo, aquel que confía en lo material y temporal, tendrá que vivir por su cuenta
dependiendo de sus propios recursos.
Salmo 25:15
Mis ojos están siempre hacia Jehová,
Porque él sacará mis pies de la red.
De la misma manera, aquellos que confían en Dios por encima de las cosas materiales,
llegan a experimentar el amor y la misericordia de Dios.
Salmo 50:15
E invócame en el día de la angustia;
Te libraré, y tú me honrarás.
Por lo tanto, cuando usted atraviese dificultades y penas, declárese un pobre en espíritu.
Abandone cualquier pensamiento centrado en el humanismo y vuélvase a Dios.
Salmo 34:17-18
Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.
Si usted está atravesando alguna dificultad, es preciso que se arrepienta de sus faltas y
ponga toda su confianza en Dios.
Romanos 15:13
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis
en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
El pobre que es rico sabe que sus riquezas están en Dios y que él suplirá cualquier
necesidad.
Por lo tanto, no tiene un fundamento para desesperarse a causa del futuro o el mañana.
En otras palabras, no le teme al porvenir.
Dios, quien ha prometido su ayuda, viene en respuesta a aquellos que claman y esperan
en él.
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús.
Por lo tanto, al declararnos pobres y abandonar el amor al mundo, sabemos que Dios
suplirá nuestras necesidades.
Los pobres que son ricos no sonp ersonas arruinadas o miserables como resultado de la
maldición.
Sino que ellos tienen las riquezas de Dios, son prosperos en todo y gozan de buena
salud, porque su alma ha prosperado.
Conclusión.
La riqueza de este mundo es pasajera.
Por eso, debemos hacernos tesoros espirituales, tales como la fe, la esperanza y el amor.
La Biblia dice:
2 Corintios 6:10
Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.