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FACULTAD DE HISTORIA
MAESTRÍA EN HISTORIA
PRESENTADO A:
PRESENTADO POR:
1. Introducción
ayudarnos a interpretar procesos históricos del nivel regional, para lo cual se parte
de la consideración que la región bien sea como tema de estudio o como adjetivo de
de esa forma como lo plantean en términos generales los autores que han
Entrando en materia, la historia regional es una forma de conocer el pasado que tiene
fundadora que luego dio paso a otros cuestionamientos del tenor de ¿cómo se
se configura una región desde los elementos simbólicos y culturales? o más bien
¿hay regiones geográficas, políticas, culturales y económicas?, se trata de preguntas
Perú, 1911 en Chile, 1916 en México, entre otras, que se dedicaron a la historia de
etc.) que tuvieron como preocupación central la historia de sus regiones (pueblos,
América Latina, en algunos países como México y Argentina tiene un desarrollo más
acelerado y en otros como Colombia fue más tardía, hacía los años ochenta, lo que
se entiende porque el periplo de la historia regional está conectado con los procesos
con lo que las perspectivas micro, locales y de reducción de escala tomaron fuerza
(Batancourt, 2007).
participación, etc.
La historia regional adquirió rápida connotación, entre otras causas, porque muchas
personas oriundas de los lugares que investigan o cercanas a ellos, con lo que tiene
localidad, tal vez por eso la historia regional siempre aparece tan interesante ante los
sus clases universitarias, por ejemplo, que una vez se jubile hará la historia de San
llamó la descentralización de las fuentes, que no es más que investigar con los
archivos más próximos, las parroquias, los municipios (ayuntamientos),
capitales sino que además aporta nuevas miradas a procesos políticos, sociales y
de la diversidad.
económica, ambiental), pero el hecho mismo de que sea un tipo de historia muy
desarrollado no es razón para evadir las discusiones que se presentan con respecto
permite acotar la discusión, si es un buen punto de partida para reflexionar sobre las
Para González (1991) el terruño está conectado con la historia regional, lo definió
la patria, la nación, el país. Los terruños son pequeños y pueden convivir en una
región, tienen límites administrativos y políticos e históricamente han contado con el
estudiar las “matrias”, los terruños, al señalar que “el término microhistoria habrá que
reservarlo para el estudio histórico que se haga de terruños” (1991, p. 27), agregando
que es un método de historia que se apoya de la historia contada por los viejos,
las microhistorias del terruño “emanan del amor a las raíces, del amor a la madre” (p.
microhistoria, optó, más bien, por dotar de significados esas nociones pero con base
Por su parte, Sergio Ortega (1993) considera que el primer problema que enfrenta la
espacio físico donde dicho proceso se llevó acabo” (p. 9), lo que puede evitar las
regional aunque tiene relación directa con el espacio no es éste sino las sociedades
consecuencias:
Si bien entre González (1991) y Ortega (1993) hay cierta consonancia, una postura
mucho más compleja fue la planteada por Eric Van Young (1991) alrededor de la
México y América Latina hasta los años ochenta, a pesar que si se mantenían otros
debates teóricos. Este autor esgrimió tres razones por las que se debe definir la
La definición de Van Young (1991) –que tanto eco ha tenido en el continente– es que
las regiones son como el amor, difícil de describir pero se conoce cuando se ve, a lo
que sumó –una frase que se volvió un comodín historiográfico– “las regiones son
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En el plano operativo, Ortega (1993) definió su región de estudio como el Noroeste de México compuesto
por los estados de Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur, a los que sumó la parte meridional de
Arizona y parte California (EEUU) para los periodos que fueron parte de México; la temporalidad de estudio
fue de 1530 a 1880.
hipótesis por demostrar, cuando escribimos historia regional, estamos tratando de
hacer justamente eso, antes que describir entidades previas” (p. 101). Su propuesta
Van Young (1991) propone varios aspectos para una teoría de la región, dos tienen
que ver con el fundamento por el que se debe considerar la región como válida para
regiones. En primer término, para Van Young, hay una razón empírica que tiene que
ver con los marcos de la naturaleza, el espacio real, físico, geográfico pero además
con los elementos simbólicos del mismo y sus representaciones (p. 103), la segunda
razón es teórica y tiene que ver con que la región posibilita llevar la tensión entre lo
segunda es aquella donde hay un bajo grado de polarización espacial pero más
En una línea similar, Pedro Pérez Herrero (1991) profundiza en los dos tipos de
No hace falta hacer una valoración o inventariar las diversas posturas acerca de lo
conceptual que se han presentado entre la década de los ochenta, noventa y los
primeros años del nuevo siglo, porque hay una coincidencia en por lo menos tres
sino porque se debe considerar una aptitud reflexiva en el oficio del historiador;
segundo, la región en tanto que concepto de las ciencias sociales y la historia implica
una definición que se da según el interés del investigador, es arbitrario hasta cierto
tipologías de región, la solar y la dendrítica, que sirven como punto de partida para
región atendiendo a las necesidades de cada disciplina, lo que hace que la región no
sea un concepto univoco (p. 145). El análisis de Román (2002) trasciende hacía un
una región a partir de los prestamos disciplinares. Román (2002) advierte claramente
que lo busca no es fusionar las dos teorías sino tomar prestado de cada una los
regional puede continuar existiendo, dado que hace las veces de un receptáculo en
el que los historiadores incluyen según sea su interés distintos elementos, es decir,
región por otros como territorio o territorialidad, porque en efecto, la génisis misma
de la historia regional fue la toma prestada del concepto “región” de los planificadores
organización en reinos, pasando por provincias, villas, etc., para avanzar hacía
Miremos una última propuesta, la realizada por Rony Viales (2010) de la Universidad
de Costa Rica. Viales (2010) avanza desde una noción simple de la región entendida
medio, menos extenso…” (p. 160). Se suma a las posturas de otros autores en
cuanto a la formación dinámica y móvil de la región cuando advierte que “la región
(p. 160). Complejiza su visión al señalar que al menos cinco categorías intervienen
Para Viales (2010) además de las categorías de lo regional, este tipo de historia debe
abordar temas como las políticas del estado hacia las regiones, las migraciones, la
estructura y tenencia de la tierra, los cambios en el uso del suelo, las vías de
regional (p. 165), entre muchos otros temas; los cuales además deben ser
transfronterizo, regional-global (p. 166). Asimismo, con base en las teorías de Hettne,
Viales (2010) arguye que la consolidación de una región puede pasar por varios
igual que los demás autores, el carácter diverso de la idea de región, así:
periodo histórico o proceso social visto y analizado desde las páginas periodísticas,
para revisar cómo la prensa construye opinión pública y cómo representa su versión
de la realidad (Del Palacio, 2006); en ambos casos, la perspectiva regional constituye
un matiz que debe ser tomado en cuenta, no es lo mismo revisar al detalle los
social, político y cultural vinculado con los eventos de mayor relevancia (Kircher,
2005).
La historiadora Luz Ángela Núñez (2006), subraya que los periódicos y la lectura que
comprender los procesos de interacción en los que “se crea una cultura política
se trata de una consideración que se hace visible una y otra vez sin análisis, por el
contrario, complejiza el lugar que la misma prensa puede ocupar como fuente de
investigación. La propuesta que se pone sobre la mesa ubica a la prensa como actor
de diferentes épocas, sí, pero también como fuente de diferentes tipos de historia, ya
“corroborar” lo dicho por las fuentes “serias”, ahora puede transitar perfectamente
por la nueva historia política, la historia social y la historia cultural, e incluso, puede
prensa permite comprender las lógicas o el espíritu de una época; los intereses de
los actores sociales; las transformaciones institucionales del Estado y sus entidades
las ideologías de cada periodo con sus matices de pensamiento; los movimientos
sociales y de resistencia con sus repertorios y demandas; las violencias, los actores
(Del Palacio, 2010; Sánchez, 2012; Hernández, 2017; Sánchez y Gil, 2018).
prensa. Es importante tener presente que en cada uno de los hipotéticos procesos
2016, p. 221).
Muy en línea de lo que sostiene el historiador Sergio Arturo Sánchez Parra, en cuanto
que la prensa y su estudio tiene unos roles específicos como lo son: “a) formar
lealtad política y d) atacar a los enemigos políticos” (Sánchez, 2012, p. 102). Además,
opinión pública y los intereses con que los diarios informan en el día a día (Sánchez,
2016, p. 55). Partiendo, a su vez, de la aceptación que los periódicos buscan con su
Mirta Kircher cuando sostiene que “la prensa, en tanto vidriera pública, se convierte
para comprender que la prensa está inmersa “en un campo de relaciones que
primordial para el estudio del proceso de configuración de las ideas políticas a partir
identidad, también está dentro del abanico de posibilidades de la prensa. De ahí que
pueda decirse que la prensa tiene una condición tripartita: empresa periodística,
lingüista Teun Van Dijk (2004) en el sentido que las formas de controlar la mente son
Conclusiones
Se pueden presentar dos formas de indagar por la relación entre prensa e historia
construyó la opinión pública sobre procesos del ámbito nacional pero desde una
perspectiva local, también para dilucidar las propias etapas del desarrollo histórico
de los municipios o pueblos, las cuales muchas veces no están articuladas con los
grandes momentos del devenir nacional. En este sentido, la prensa sería una fuente
La segunda forma sería estudiar propiamente los diarios regionales, partiendo de que
pública; desde este enfoque no hay que ver solamente la manera en qué
representaron lo social o lo político, sino entender que los diarios tienen un contexto
en el cual se explican y una historicidad que debe y puede ser analizada. Hay algunos
diarios que por su trascendencia ameritan una historia particular, un ejemplo fue
publicado hace poco por Burkholder (2016) en el que se hace la historia de Excélsior.
Desde una perspectiva local, el trabajo de Ontiveros (2017) es una muestra de que
solamente para rastrear lo que presenta. Desde esta visión, la prensa deja de ser
la historia.
Bibliografía
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Viales, R. (2010). La región como construcción social, espacial, política, histórica, subjetiva.
Hacia un modelo conceptual/relacional de historia regional en América Latina.
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