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FÍSICA NUCLEAR EXPERIMENTAL

Práctica 4: Caracterización de un contador Geiger-Müller y


determinación del tiempo muerto con fuentes β.

Pablo García Blanco


DNI:71463446-P
Máster interuniversitario en Física Nuclear
Curso 2017/2018
Universidad de Salamanca
Introducción.
En esta práctica se ha empleado un detector tipo contador Geiger-Müller
para la medida de desintegraciones de fuentes de emisión 𝛽.
El detector Geiger-Müller que hemos utilizado es un detector de ionización de
gas. Consiste en una cámara hermética llena de una mezcla de gases que
consisten en un gas noble mezclado con una pequeña proporción de gas de
‘quenching’ a baja presión. Se aplica voltaje al gas por medio de una fuente,
lo cual ioniza el gas llevándolo hasta la región de funcionamiento óptima, en
este caso, la región Geiger-Müller, como ilustramos en la imagen de la
siguiente diapositiva. En este detector es necesario trabajar en esta región ya
que necesitamos que la tensión aplicada sea lo suficientemente elevada para
producir avalanchas Townsend, que permiten amplificar la carga colectada
varios órdenes de magnitud. Al trabajar en esta región, se pierde la
proporcionalidad entre el número de ionizaciones primarias producidas por
las partículas cargadas que llegan al detector y la amplitud del pulso de salida,
por lo que la respuesta que se obtiene no es espectrométrica. Se pierde la
información de la energía de la partícula y su tipo.
El objetivo de esta práctica es caracterizar los parámetros y la respuesta del
detector Geiger-Müller y emplearlo para medir fuentes de emisión 𝛽− .
Introducción.

Regiones de funcionamiento de la cámara de gas en función del voltaje aplicado.


Materiales utilizados.
Durante la realización de esta práctica, hemos utilizado los siguientes
materiales.
• Detector Geiger-Müller: El detector en sí, montado en un soporte
donde podemos poner las distintas fuentes de emisión 𝛽 a las
distancias adecuadas manteniendo la geometría del experimento.
• Módulo electrónico: Consta de tres partes. Primera, la fuente de
tensión que debemos aplicar al detector Geiger para su correcto
funcionamiento. Nosotros aplicaremos valores entre 500 y 1500 V.
Segunda, el preamplificador de la señal del detector. Tercera, el
contador con discriminador de amplitud mínima ajustable.
• Fuentes radiactivas: Las distintas fuentes de emisión 𝛽 − que hemos
empleado en distintos puntos de la práctica. Una fuente de 90𝑆𝑟/ 90Y,
una de 14𝐶 , una de 99𝑇𝑐 , una de 36𝐶𝑙 , una de 210𝑃𝑏/ 210𝐵𝑖, una de
204T𝑙 , dividida en dos mitades para el cálculo del tiempo muerto, y una

de 137𝐶s para evaluar el rango de electrones en el Aluminio.


Materiales utilizados.

Imagen de detector Geiger-Müller junto con el módulo electrónico.


Parte 1: Determinación de la zona de Plateau.
Realizamos varias medidas con una
misma fuente de radiación con distintos
Voltaje(V) Cuentas
valores de voltaje aplicado para buscar
el voltaje óptimo de operación. Todas las 500 ± 25 2253
medidas se han realizado durante 30 s.
De ahí se han obtenido los datos que 600 ± 25 4119
mostramos en esta tabla. 700 ± 25 7812
Tomamos como zona de Plateau la
750 ± 25 8572
región comprendida entre voltajes de
750V y 875V, ya que es la zona de menor 800 ± 25 8987
variación en el número de cuentas 850 ± 25 9261
obtenido.
875 ± 25 9387
El punto de operación óptimo que
escogemos para la práctica es un voltaje 900 ± 25 17072
aplicado de 850V.
La incertidumbre en el voltaje es de 25V.
Representación de cuentas obtenidas frente a
voltaje aplicado.

Podemos observar las distintas regiones en función del voltaje aplicado. Por debajo
de 750V estamos todavía en la región proporcional, que no es adecuada para las
medidas que queremos realizar, y por encima de 875V entramos en la zona de
descarga continua, que tampoco nos sirve. Calcularemos la pendiente de la zona de
Plateau que podemos observar en la gráfica.
Ajuste lineal de la región de Plateau.

Hemos ajustado los valores de la forma: 𝑦 =𝑎∗𝑥+𝑏


Donde los valores obtenidos para el ajuste han sido los siguientes.
𝑎 = 6,4644 ± 0,5358 𝑏 = 3759,0 ± 439,4
Pendiente de la zona de Plateau.
Nos encontramos con que pese a estar en la zona de Plateau, el número de
cuentas registradas crece ligeramente con el voltaje aplicado, haciendo que
aparezca una pendiente en esta región de operación.
Este aumento de cuentas en la zona donde se supone que deben permanecer
constantes se debe a la cola de baja amplitud de los pulsos electrónicos que
dan lugar al contaje.
Los pulsos electrónicos no son simétricos. Presentan una subida hasta el
valor máximo del pulso que se da en un tiempo muy pequeño, pero luego la
bajada hasta la línea base ocurre en un tiempo mucho mayor, dando lugar a
un pulso asimétrico con más superficie, y por tanto, más cuentas, en la parte
de bajada que en la parte de subida.
Además, para dar como válido un pulso para que cuente como un evento de
contaje, se emplea un discriminador; un dispositivo acoplado a la electrónica
que sólo contará el evento cuando la amplitud del voltaje esté por encima de
un cierto valor.
Pendiente de la zona de Plateau.
Teniendo esto en cuenta, al aumentar el voltaje aplicado, pese a estar en la
zona de Plateau, se desplazarán los pulsos hacia la parte de mayor voltaje, y
dado que son asimétricos, irán pasando por encima del discriminador más
eventos de la cola de baja amplitud de los pulsos, dando lugar a un mayor
contaje, y con ello a una pequeña pendiente en la zona de Plateau.
Ilustramos en la siguiente imagen cómo variaría la posición del pulso
electrónico al aplicar más voltaje.
Parte 2: Eficiencia del detector.
Debemos distinguir varios tipos de eficiencias.
La eficiencia geométrica da la dependencia con el montaje del
experimento. Es una medida de las partículas que llegan al detector
frente a las partículas emitidas por la fuente.
La eficiencia intrínseca de un detector nos da información de la
capacidad de detección del mismo. Es el cociente entre las partículas que
contabiliza el detector frente a las que le llegan.
La eficiencia total de cualquier detector nos da una medida de cuántas
partículas es capaz de detectar frente a las que son emitidas por la
fuente. Es el producto de la eficiencia geométrica y la intrínseca.
En esta práctica nos vamos a centrar en la eficiencia total solo que
manteniendo la misma geometría, por lo que cualquier dependencia será
a través de la eficiencia intrínseca del detector. Esta no es independiente
ni del tipo de partícula que le llegue, ni de la energía que tenga la misma.
Como en esta práctica sólo medimos con fuentes de emisión 𝛽, lo que
haremos es calibrar cómo varía la eficiencia en función de la energía de la
partícula
Datos para el cálculo de eficiencia.
Mostramos a continuación la tabla con todos los datos que se han requerido
para el cálculo de la eficiencia. La obtenemos siguiendo la fórmula:
𝐶−𝑓
ε=
𝐴∗𝐼
Donde el fondo que hemos medido es: 𝑓 = 0,9666 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠/𝑠.

Isótopo 𝑄β (𝑘𝑒𝑉) Actividad (Bq) C (Cuentas/s) Intensidad β ε

14𝐶
156,5 6445,499 50,7389 1 0,00772
99𝑇𝑐 293,7 1553,807 72,3611 1 0,04595
36𝐶𝑙
708,6 832,428 77,3722 0,981 0,09356
210𝐵𝑖 1162,1 229,491 26,2556 1 0,11019

Representaremos en la siguiente diapositiva las eficiencias obtenidas frente


a 𝑄β , y realizaremos un ajuste de la representación por una exponencial.
Representación de la eficiencia obtenida y ajuste
por una exponencial.

Hemos ajustado los valores obtenidos de la forma: 𝑦 = 𝑎 + 𝑏 ∗ 𝑒 −𝑥/𝑐


Donde los valores a, b, y c que hemos obtenido han sido los siguientes.
𝑎 = 0,115 𝑏 = −0,170 𝑐 = 335,200
Ajuste de la eficiencia por una exponencial.
A través del ajuste realizado podemos determinar los valores que se nos piden. El
valor umbral de 𝑄β por debajo del cual no tendremos respuesta en el detector, y
la eficiencia de saturación, 𝜀Sat. .
El valor de 𝜀Sat. lo obtenemos directamente del ajuste exponencial, de la forma.
𝜀Sat. = lim ε(𝑄β )
𝑄β →∞
Entonces, en el ajuste realizado obtenemos simplemente que 𝜀Sat. = 𝑎,
entonces:
𝜀Sat. = 0,115

Para obtener el valor umbral de 𝑄β , que denominamos 𝑄β 0 , calculamos el valor


de 𝑄β que hace que se anule la función del ajuste, llegando a la siguiente
expresión.
𝑏
𝑄β 0 = 𝑐 𝐿𝑛 −
𝑎
Finalmente, el valor umbral de 𝑄β, 𝑄β 0 que obtenemos:

𝑄β 0 = 131,018 𝑘𝑒𝑉
Características de la eficiencia.

Por debajo de un cierto umbral de energía, el cual acabamos de determinar,


la eficiencia de detección se vuelve nula debido al discriminador que hemos
mencionado previamente al hablar de la pendiente del Plateau.
Aquellas partículas incidentes con una energía por debajo de este umbral que
viene dado por el discriminador simplemente no producirán pulsos que
puedan ser tomados como válidos, por lo que no se detectan y su eficiencia
de detección es nula.
Para altas energías, simplemente entran en juego los límites físicos del
detector. Tiene una eficiencia intrínseca de detección que nunca podrá ser
sobrepasada por muy energéticas que sean las partículas incidentes. Además,
influyen factores como el tiempo muerto, el tiempo de recuperación, y en
cuanto a la eficiencia total, la ventana geométrica del detector.
Caso de la fuente de 90𝑆𝑟/ 90𝑌
Para medir la eficiencia del 90𝑆𝑟 o el 90𝑌 por separado, no podemos aplicar
simplemente la fórmula que hemos empleado para las fuentes anteriores, ya que
tenemos dos contribuciones simultáneas al contaje del detector provenientes de
la desintegración de dos isótopos diferentes.
A diferencia de la fuente de 210𝑃𝑏/ 210𝐵𝑖, las dos emisiones de esta fuente
sobrepasan el valor umbral de 𝑄β . Además, se da el caso de que la emisión del
90
𝑌 tiene un valor de 𝑄β muy alto, de 2280,1 𝑘𝑒𝑉 , por lo que podremos
aproximar la eficiencia de su contribución por la eficiencia de saturación.
Con esta aproximación, también podemos estimar la eficiencia para la emisión de
545,9 𝑘𝑒𝑉 del 210𝑃𝑏 de la siguiente forma.
𝜀 90𝑆𝑟 = 𝜀𝑀𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎 − 𝜀 90𝑌 ≈ 𝜀𝑀𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎 − 𝜀Sat.
Con esto podemos obtener unos valores para las eficiencias de ambas
contribuciones. Los valores que hemos calculado han sido los siguientes.
𝜀 90𝑌 = 0.11500 𝜀90𝑆𝑟 = 0.07763
Mostramos en la siguiente diapositiva estas nuevas eficiencias sobre las obtenidas
previamente y el ajuste exponencial realizado. Vemos que los resultados
obtenidos cuadran muy bien con la exponencial ajustada, si acaso la eficiencia
que hemos obtenido para el 90𝑆𝑟 está ligeramente por debajo de lo que cabía
esperar.
Representación de la eficiencia obtenida y ajuste
por una exponencial con 90𝑆𝑟/ 90𝑌.
Parte 3: Tiempo muerto del detector.
Luego de que una partícula sea detectada en un detector Geiger, hay un
pequeño intervalo de tiempo durante el cual el detector está inactivo, por lo que
cualquier emisión que llegue al mismo no será detectada. Esto es lo que
denominamos como tiempo muerto del detector.
Para calcularlo, emplearemos una fuente partida a la mitad, cada una de estas
dos mitades con geometrías idénticas, y realizaremos tres medidas. Una primera
medida con una de las dos mitades, una con la segunda mitad, y una última
medida con las dos mitades a la vez, cuidando de que en todas las medidas el
factor geométrico que pueda haber sea exactamente el mismo.
Con estas medidas y una medida de fondo, podemos aplicar varios métodos para
obtener el tiempo muerto del detector. Un método exacto, y tres métodos
aproximados, los cuales compararemos.
Las medidas se han hecho con una fuente de 204𝑇𝑙, y los valores obtenidos han
sido los siguientes.
Mitad1 Mitad2 Mitades 1 y 2 Fondo
Rate (Cuentas/s) 87,844 79,150 162,039 0,967
Abreviatura R1 R2 R12 Rb
Métodos de cálculo del tiempo muerto.
En los cálculos, tendremos en cuenta las siguientes cantidades.
𝑅12
𝑄= 𝛥 = 𝑅1 + 𝑅2 − 𝑅12
𝑅1 𝑅2
Tenemos tres formas de aproximar el tiempo muerto.
Aproximación 1.
1 − 𝑄𝛥 − 1
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 1 =
𝑅12
Aproximación 2.
𝛥 − 𝑅𝑏
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 2 =
𝑅12 2 − 𝑅1 2 − 𝑅2 2
Aproximación 3.
𝛥 − 𝑅𝑏
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 3 =
2(𝑅1 − 𝑅𝑏 )(𝑅2 − 𝑅𝑏 )
A partir de la aproximación 3, podemos obtener el tiempo muerto exacto.
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 3
𝑡 𝐸𝑥𝑎𝑐𝑡𝑜 = 𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 3 1 + (𝑅12 − 𝑅𝑏 )
4
Comparación de los valores de tiempo muerto.
De las tres aproximaciones anteriores obtenemos los valores de tiempo muerto del
detector que mostramos a continuación, así como el valor exacto siguiendo las
fórmulas que hemos mostrado.
Vemos que todos los resultados son similares, en torno a las décimas de
milisegundo. El valor que más se aproxima al que denominamos como tiempo
muerto exacto es la aproximación 3, el valor a partir del cual se calcula el tiempo
muerto. Las otras dos aproximaciones se desvían más de este valor, pero siempre
en pequeña medida, con desviaciones inferiores al 15%.
Observamos que todas las aproximaciones quedan por debajo del valor exacto que
obtenemos.

Tiempo (ms) Desviación del valor exacto (ms) Error (%)


𝑡 𝐸𝑥𝑎𝑐𝑡𝑜 0,36838 - -
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 1 0,34663 0,02175 5,904
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 2 0,32495 0,04343 11,788
𝑡 𝐴𝑝𝑟𝑜𝑥 3 0,36307 0,00538 1,441
Parte 4: Rango de electrones en Aluminio.
En esta parte de la práctica vamos a evaluar cómo el Aluminio frena los
electrones que se emiten de la fuente de 137𝐶s. Al ser una partícula cargada,
el electrón perderá energía al atravesar un material.
Para caracterizar cómo se frenan en el Aluminio, hemos empleado láminas de
distintos grosores que se interponen entre la fuente y el detector, y
observamos cómo afecta ello al contaje.
Tendremos que tener en cuenta las formas que tiene el electrón de atenuarse
dentro del material.
La primera forma es por colisión con las partículas que forman el material. En
cada colisión, el electrón pierde energía cinética y con ello velocidad, lo cual
disminuye el contaje que recibimos luego en el detector.
La otra forma es produciendo radiación de frenado o Bremsstrahlung. Cuando
el electrón se mueve en presencia de otras partículas cargadas, como lo son
los protones de los núcleos del material, el electrón puede ser desviado al
acercarse demasiado a estas partículas, perdiendo velocidad al desviarse, y
con la consecuente pérdida de energía cinética se emite un fotón.
Para láminas muy gruesas o materiales pesados, estos fotones pueden ionizar
parte del material y que se emita otro electrón, lo cual podría llegar a
producir cuentas en nuestro detector.
Poder de frenado de electrones en Aluminio.

Mostramos en esta imagen la capacidad que tiene el Aluminio de frenar electrones en


función de su energía. Podemos ver las distintas contribuciones según la atenuación se
deba a colisiones con el material o a emisión de radiación de frenado (Bremsstrahlung).
Rango de electrones en Aluminio.

En esta imagen, complementando a la anterior, observamos el grosor de Aluminio que


pueden atravesar los electrones en función de la energía que posean.
Espectro de emisión 𝛽 del 137𝐶s.

En esta imagen se representa el espectro de emisión de electrones del 137𝐶s. Se aprecian


dos picos en la parte derecha del espectro. Estos se corresponden con la emisión de
electrones de conversión interna . El pico más alto proviene de un electrón de conversión
interna de la capa K, mientras que el pico más pequeño a la derecha de este proviene de
conversión interna de la capa L. En la zona de bajas energías, esa acumulación de cuentas
se debe a la distribución de energías que se puede llevar el electrón en su emisión, ya que
el resto de la energía se la llevará el antineutrino electrónico que se emite junto con el.
Atenuación de electrones con blindajes de
Aluminio.
Se han ido interponiendo distintas láminas de Aluminio entre la fuente emisora
de 137𝐶s y el detector y anotado el contaje obtenido en medidas de 3 minutos. Se
ha tomado también el contaje sin Aluminio, y hemos empleado 12 láminas de
distinto grosor, como se ilustra en la siguiente diapositiva.
A las cuentas medidas se les resta el fondo que hemos empleado ya en apartados
anteriores, 174 cuentas en 3 minutos, es decir 𝑓 = 0,9666 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠/𝑠.
Deberíamos observar que a partir del rango de los electrones provenientes del
137
𝐶s, las cuentas obtenidas no se podrían diferenciar del fondo.
Se nos ha proporcionado una tabla con valores del rango de electrones en el
Aluminio en función de su energía máxima inicial. En nuestro caso, la energía
máxima inicial que podrán tener los electrones coincidirá con el valor 𝑄β del
esquema de decaimiento del 137𝐶s, que será 𝑄β = 1,17563 𝑀𝑒𝑉.
No disponemos del valor exacto del rango de electrones para esa energía, pero
podemos hacer una interpolación lineal entre los dos valores más próximos.
Atenuación de electrones con blindajes de
Aluminio.
Los valores de rango de electrones tomados han sido aquellos para una energía
máxima de 1,00 𝑀𝑒𝑉 y 1,25 𝑀𝑒𝑉, cuyos rangos incluimos en la siguiente tabla,
tanto en 𝑔/𝑐𝑚2 como en 𝑚𝑚, y mostramos también el rango interpolado para el
valor 𝑄β del 137𝐶s.

Energía (MeV) Rango (𝑔/𝑐𝑚2 ) Rango (mm)


1,00 0,555 2,05
1,25 0,723 2,68
1,17563 0,673 2,49

Con esto vemos que los electrones emitidos por la fuente deberían ser
totalmente frenados con un filtro de Aluminio de 2,49 mm de grosor o superior.
En las siguientes diapositivas, mostramos los contajes medidos en el laboratorio
para cada lámina de Aluminio, así como una representación gráfica. La columna
de cuentas/s ya tiene restado el fondo de cuentas del laboratorio.
Contaje en función del grosor de la capa de
Aluminio.
Grosor 𝑔/𝑐𝑚2 Grosor mm Cuentas medidas Cuentas/s
0,0000 0,00000 14737 80,9056
0,0054 0,02001 12016 65,7889
0,0135 0,05003 9632 52,5444
0,0257 0,09524 7095 38,4500
0,0432 0,16009 4905 26,2833
0,0648 0,24014 3874 20,5556
0,0946 0,35058 2511 12,9833
0,1351 0,50067 1600 7,9222
0,2162 0,80122 673 2,7722
0,2700 1,00059 369 1,0833
0,3422 1,26816 254 0,4444
0,4053 1,50200 243 0,3833
1,0808 4,00534 199 0,1389
Contaje en función del grosor de la capa de
Aluminio.
Atenuación de electrones con blindajes de
Aluminio.
Observamos que efectivamente se cumple la tendencia. Vemos que los
electrones son atenuados siguiendo una exponencial inversa, con muy poco
contaje ya interponiendo una lámina de Aluminio de 1,5 mm, valor ya cercano al
rango de electrones que hemos calculado.
No obstante, si nos fijamos en el valor que se mide para la lámina más gruesa, de
4 mm, vemos que tenemos un contaje ligeramente superior al fondo de
laboratorio, que está en 174 cuentas para 3 minutos.
Estas cuentas ya no proceden de los electrones emitidos por la fuente de 137𝐶s
como tal, sino que son fruto del Bremsstrahlung que sufren los electrones
primarios que atraviesan el Aluminio. Al frenarse, los que sufran desviaciones por
las cargas positivas de los núcleos de la lámina emitirán fotones que pueden
llegar a ionizar otros electrones. En un elemento ligero como el Aluminio este
efecto es pequeño, por ello el contaje no es significativamente superior al del
fondo de laboratorio, pero alguno de estos electrones secundarios que se
producen por Bremsstrahlung está llegando al detector.
Atenuación de electrones con blindaje de Plomo.
Si en lugar de la lámina más gruesa de Aluminio, de 4 mm, interponemos una de
Plomo, el cual es un elemento mucho más pesado, podemos percibir el efecto del
Bremsstrahlung con mucha más claridad. Obtenemos lo siguiente.

Grosor 𝑔/𝑐𝑚2 Grosor mm Cuentas medidas Cuentas/s


1,1300 0,9965 580 2,2556

Vemos lo que se esperaba obtener. Para una lámina de Plomo con los mismos
𝑔/𝑐𝑚2 que el Aluminio, aproximadamente, observamos que el contaje mucho
más alto, ya que el efecto del Bremsstrahlung crece con la masa de los núcleos
que componen el medio en que se mueven las partículas cargadas, en este caso
electrones.

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