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El tema que voy a tratar en este proyecto de investigación será el reclutamiento y las
Jalisco desde 1842, año de su fundación hasta 1940 fecha del cierre de la misma. El plantel
fue establecido en Guadalajara por el gobierno del estado, quien tenía el objetivo de
Paredes Arrillaga emitió el decreto de fundación del establecimiento2 hasta 1900. Terminé
1
Colección de los decretos circulares y órdenes de los Poderes Legislativo y Ejecutivo del Estado de Jalisco,
Poder Legislativo del Estado de Jalisco, México, t. VIII, p. 295.
2
Ibíd., pp. 295-304.
2
que dicha empresa hubiera requerido una enorme inversión de tiempo para revisar la gran
Debido a ello pensé pertinente seguir con el tema de la Escuela de Artes y Oficios
añadir que es una institución poco trabajada y quienes se han acercado al tema lo han hecho
de forma colateral. Ello pese a la vasta información documental, quedando dicha historia
reglamento.5 Más aún, quienes se han interesado por esta institución en el marco de los
margen han quedado interrogantes tan iluminadores acerca del papel formativo de este
plantel como cuál fue la trayectoria de los estudiantes que ingresaron en el establecimiento
3
Según Juan B. Iguíniz la Escuela de Artes y Oficios de Jalisco funcionó como tal hasta 1925, pues en ese
año el plantel se convirtió en la Escuela Politécnica de la Universidad de Guadalajara. Juan B. Iguíniz, “Las
artes gráficas en Guadalajara” en Disquisiciones Bibliográficas. Autores, libros, bibliotecas, Artes Gráficas,
UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, México, 1987, pp. 183-201. Aunque, la Dra. Angélica
Peregrina asegura que fue hasta 1940 el cierre del plantel.
4
Enciclopedia Temática de Jalisco, Educación, Gobierno del Estado de Jalisco, Guadalajara, t. V, 1992; José
María Muriá, Breve Historia de Jalisco, Guadalajara, SEP, Universidad de Guadalajara, 1988 (Colección La
Feria); Ibidem, Breve Historia de Jalisco, El Colegio de México, Fideicomiso Historia de las Américas, FCE,
México, 1994; Ibidem (dir.), Historia de Jalisco. De la primera república centralista a la consolidación del
Porfiriato, Gobierno de Jalisco, Secretaría General, UNED, INAH, Guadalajara, t. III, 1981; Ibidem, (dir.),
Historia de Jalisco. Desde la consolidación del Porfiriato hasta mediados del siglo XX, Gobierno de Jalisco,
Secretaría General, UNED, INAH, Guadalajara, t. IV, 1982; Luis Pérez Verdía, Historia particular del
Estado de Jalisco desde los primeros tiempos de que hay noticia, hasta nuestros días, Tipografía de la
Escuela de Artes y Oficios del Estado, Editorial Universidad de Guadalajara, Guadalajara, 2 tomos, 1910
(Colección facsimilar)
5
Jorge Alberto Trujillo Bretón, “Reglamentarismo, indisciplina y otros aspectos en la vida cotidiana de la
Escuela de Artes y Oficios del Estado de Jalisco durante el porifiriato”, ponencia presentada en el Sexto
Encuentro Nacional y Segundo Internacional de Historia de la Educación, Instituto Cultural Cabañas,
Guadalajara, noviembre de 1996, 20 p.
3
integrarlos en el mercado laboral. Estas son las preguntas que me hago a la hora de
Pienso que las posibles respuestas a estas preguntas son las siguientes hipótesis:
1. La Escuela de Artes y Oficios de Jalisco era una institución educativa formada con el
ciudadanos en las buenas costumbres, con el firme propósito de formar un país con reglas
industrialización.
y que veía a la formación que proporcionaba la escuela como una opción más provechosa
3. Los alumnos que egresaban del plantel lograron colocarse en el mercado laboral
ESTADO DE LA CUESTIÓN
Las primeras escuelas de artes y oficios surgieron en Francia en el siglo XVIII con las ideas
ilustradas. Hacia 1794, en el país galo, se fundó la École Polytechnique, abierta a todas las
clases sociales, pero con un estricto sistema de admisiones. En dicha escuela se preparaba a
los futuros ingenieros y tenía un fuerte carácter científico, los cursos impartidos eran:
4
técnicos que trabajaban al servicio del Estado.6 En 1794, también se creó el Conservatoire
des Arts et Métier, tenía un museo, además contaba con gabinetes de máquinas y oficios, se
Hacia 1806 se abrió la Ecole d’Arts et Métier, considerada como la primera escuela técnica
de grado medio, dependía del Estado y estaba dirigida a los aprendices e hijos de las clases
trabajadoras, pero progresivamente tuvo alumnos de las capas medias industriales. 7 De esta
para adiestrar a los ciudadanos franceses en los oficios “más provechosos”, pero sin un
modelo específico a seguir, fue hasta bien entrada la Revolución Industrial cuando se pudo
establecido en 1873, tenía el objetivo de ocuparse de los obreros y de instruir al pueblo. Los
cursos ofrecidos eran gratuitos, tenía duración de tres años, cualquier persona podía asistir a
ellos. En dicho lugar, los alumnos aprendían geometría aplicada a las artes, geometría
6
Cfr. “La Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona. Periodización Cualitativa”, en
www.ma1.upc.edu/docencia/assignatures/hcit/TRANSPARENCIAS_HE.pdf., fecha de consulta: 2 de junio
de 2008.
7
Cfr. Ibidem.
8
Cfr. Mílada Bazant, Historia de la educación durante el Porfiriato, El Colegio de México, Centro de
Estudios Históricos, México, 2002, pp. 110-112.
9
Cfr. Federico Lazarín Miranda, La política para el desarrollo: Las escuelas técnicas industriales y
comerciales en la ciudad de México, 1920-1934, UAM-Iztapalapa, México, 1996, p. 9.
5
Cuando las ideas ilustradas dirigidas a la instrucción del pueblo en el trabajo de las
autoridades coloniales por formar hábitos de industria y habilidades técnicas entre los
educandos que asistían a las escuelas. Se esperaba producir un trabajador religioso, moral,
ordenado y capaz. Para esto, los alumnos de las escuelas pías estudiaban los cursos de:
enseñanza de las artes y los oficios. Dorothy Tanck afirma también en su libro que “a fines
del siglo XVIII varios gremios empezaron a admitir dibujos de obras en el examen gremial
en vez de su ejecución, hecho que promovió la inclusión del dibujo como asignatura en las
escuelas primarias”.11
En la Nueva Galicia el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas también estaba a favor de
esta idea en su informe dirigido al rey en 1805.12 En ese documento el obispo indicaba la
necesidad de educar a los indios y castas en las artes manuales desde la escuela porque
“atendidas las circunstancias y proporciones del pueblo, sea más productivo y fácil de
10
Cfr. Dorothy Tanck de Estrada, La educación ilustrada (1786-1836). La educación primaria en la ciudad
de México, El Colegio de México, México, 1984, p. 203.
11
Ibid., p. 204.
12
Cfr. Juan Cruz, Ruiz de Cabañas, “Apéndice núm. 3. Estado material y formal de la diócesis de
Guadalaxara en el año 1805, por su obispo Dr….” en Ramón María Serrera, Guadalajara ganadera. Estudio
regional novohispano (1760-1805), Ayuntamiento de Guadalajara, Consejo Consultivo para las Artes y la
Cultura de Guadalajara, Guadalajara, 1991, pp. 403-417. (Colección Guadalajara 450 años)
6
lo tanto con la ausencia de un modelo normativo. Además, debo señalar, que si bien el
con un fuerte arraigo en los pensamientos tradicionales de la época: leer y escribir para
instruirse en la religión.
Otro factor para agregar a este contexto es que sólo hasta los últimos años del siglo
XVIII y principios del XIX se pensó en la instrucción popular como el mecanismo por
excelencia para la explicación del desarrollo económico debido a las noticias que recibieron
Para alcanzar los ejemplos vistos en dichos países, en Nueva Galicia la Real
Audiencia, los obispos Fray Antonio Alcalde15 y Juan Cruz Ruiz de Cabañas coincidieron,
batanes.16 Los empleados serían personas entrenadas especialmente para ese trabajo en vez
13
Ibidem.
14
Cfr. Dorothy Tanck de Estrada, La educación ilustrada…, op. cit., p. 204.
15
“Fray Antonio Alcalde y los miembros de la Real Audiencia se habían interesado en promover la creación
de fábricas de tejidos de algodón y de lana. En 1780, se intentó fundar una compañía de unos cien
comerciantes. Sólo se apuntaron unos cuantos. “cuyas acciones componían la cantidad de 24 mil pesos”. Dos
años después, llegaron a la Audiencia los documentos de siete aspirantes que deseaban formar una
compañía... no contaba con dos años la empresa cuando los nacientes industriales renunciaron a la dispensa de
derechos fiscales y la disolvieron. Pero, si bien a gran industria fracasó, la pequeña se multiplicó: dejaron
establecidos talleres de algodón, lana y corambres (pieles)”, apud Carlos Alba Vega, “La industrialización en
Jalisco: evolución y perspectivas”, en Guillermo de la Peña y Agustín Escobar (comps.), Cambio regional,
mercado de trabajo y vida obrera en Jalisco, El Colegio de Jalisco, Guadalajara, 1986, pp. 98 y 99.
16
Cfr. Ibid., p. 416.
7
siglo XIX cuando se reinició la producción de bienes industriales en grandes empresas bajo
un régimen capitalista. Una de las empresas de mayor influencia fue la que Eustaquio
Barrón asociado con William Forbes fundó en Tepic: la Casa Barrón Forbes y Compañía. 17
Hacia 1838, también en Tepic, instauraron la fábrica Jauja, la primera industria textil
jalisciense del siglo XIX. Tres años después, Castaños, fundó la fábrica de Bellavista. En
Guadalajara hacia 1841, abrió sus puertas la primera gran empresa textil del siglo XIX: La
Escoba, creada por Manuel Olasagarre y dos socios: Prieto y Manuel Escandón. En ese
mismo año José Palomar y su socio Gómez fundaron la empresa textil Prosperidad
fuertemente con la Constancia que Vicente Gutiérrez fundó en Tapalpa en 1840.18 Dentro
de Guadalajara, Vicente Murguía estableció en 1850 una fábrica de rebozos de seda, donde
más tarde se confeccionó colchas de algodón y lana, tapetes, mantillas para caballo,
alfombras, toallas y manteles. Debido al éxito obtenido con La Escoba, Olasagarre abre en
Experiencia.
ocupaban el segundo nivel, tras Veracruz, el Estado de México y de Puebla, donde estaban
los grandes centros de fabricación textileras. Según los cálculos hechos por Carlos Alba,
hacia 1844, las cuatro fábricas textiles que registraba Jalisco disponían del 12% de total de
los husos del país, mientras que Veracruz tenía el 16%, México la cuarta parte y Puebla
17
Cfr Ibidem.
18
Cfr Ibidem.
19
Cfr. Ibid., p. 101.
8
Otro aspecto a puntualizar sobre los aspectos que dieron lugar al aterrizaje de las
ideas sobre las escuelas de enseñanza técnica es la formación del ciudadano. Desde
principios del siglo XIX el gobierno virreinal pensó en la importancia de este aspecto. Fue
así que una vez instituidas las Cortes de Cádiz se hizo hincapié en la instrucción técnica y
se introdujo la educación civil para formar buenos ciudadanos, concientes de sus derechos y
se incluyó entre las asignaturas obligatorias para las escuelas públicas, la enseñanza civil, y se
recomendó incluir el dibujo en el plan de estudios como preparación para carreras técnicas.
Para actualizar los conceptos liberales representativos, era imprescindible que el hombre
supiera leer y escribir como medio de defender su igualdad y de actuar libremente en la
sociedad.20
En los primeros años del México independiente se pretendió seguir con esta
instrucción moral, religiosa y útil para los nuevos ciudadanos. El gobierno mexicano añadió
estaba dedicada a capacitar jóvenes para la naciente industria que estaba en desarrollo. Así
se educaran y tuvieran conocimiento de algún oficio que los ayudara a mejorar sus
condiciones de vida y evitar la desocupación y el crimen en las calles. La instrucción de estas
personas que estaban en peligro de convertirse en lo más indeseable; era necesario instruirlos
y convertirlos en los futuros obreros y artesanos del país que “honrarían a su Patria y se
convertirían en personas de bien”.21
Esta idea a primera vista parece ingenua, pero no se le puede restar valor, pues a
través de ella los gobiernos liberales y conservadores del siglo XIX encontraron la
20
Dorothy Tanck de Estrada, La educación ilustrada…, op. cit., p. 205.
21
Ibidem.
9
siglo XIX, como lo dicen varios autores,22 se utilizó como herramienta indispensable para
Después de haber dado un pequeño recuento sobre el surgimiento de las primeras escuelas
técnicas en Europa, así como del contexto en el cual se establecieron dichas instituciones en
México, me dedicaré a dar un panorama de lo que se ha escrito sobre las escuelas de artes y
oficios en el país. Entre los autores dedicados a investigar el tema encontré dos tendencias.
La primera, dedicada al análisis de las políticas educativas que los gobiernos mexicanos
intentaron implementar en las escuelas de artes y oficios. El periodo de estudio varía según
los intereses de cada uno de los investigadores, aunque coinciden en el estudio de los
establecimientos a partir del siglo XIX finalizando el trabajo en la década de 1940. En esta
primera parte ubico a Ma. de Lourdes Herrera Feria, 23 Ma. Estela Eguiarte Sakar,24 Federico
Lazarín Miranda25 y Mílada Bazant.26 En el segundo frente están las historias institucionales
de los planteles del siglo XIX y de principios del XX, es decir, los autores desarrollan una
22
Vid. Anne Staples, “Panorama educativo al comienzo de la vida independiente” en Josefina Zoraida,
Vázquez et al., Ensayos sobre historia de la educación en México, 2ª ed., El Colegio de México, México,
1985, pp. 101-144; Josefina Zoraida Vázquez de Knauth, Nacionalismo y educación en México, 2ª ed., El
Colegio de México, Centro de Estudios Históricos, México, 1975, pp. 331 p. (Nueva serie, núm. 9). Antonia
Pi-Suñer Llorens (coord.), Historiografía Mexicana. En busca de un discurso integrador de la nación, 1848-
1884, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, México, t. IV, 2001, pp. 25-30. Luis Jáuregui
y José Antonio Serrano Ortega (coords.), Historia y Nación II. (Actas del Congreso en homenaje a Josefina
Zoraida Vázquez) Política y diplomacia en el siglo XIX mexicano, El Colegio de México, México, 1998;
Nikita, Harwich Vallenilla, “La historia patria” en Antonio Annino y Francois-Xavier Guerra (coords.),
Inventando la nación. Iberoamérica, siglo XIX, FCE, México, 2003, pp. 533-549; Rebeca de Gortari Rabiela,
“Educación y la formación de la conciencia nacional” en Cecilia Noriega (edit.), El nacionalismo en México.
VII Coloquio de Antropología e Historia Regionales, El Colegio de Michoacán, Zamora, 1992, pp. 719-741.
23
María de Lourdes Herrera Feria, “La educación artesana en México” en María de Lourdes Herrera Feria,
(coord.), La educación técnica en Puebla durante el porfiriato: la enseñanza de las artes y los oficios,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, 2002.
24
Ma. Estela Eguiarte Sakar (comp.), Hacer ciudadanos. Educación para el trabajo manufacturero en México
en el s. XIX. Antología, Universidad Iberoamericana, Departamento de Arte, México, 1989.
25
Federico Lazarín Miranda, La política para el desarrollo:…, op. cit.
26
Mílada Bazant, Historia de la alfabetización y de la educación de adultos en México. De Juárez al
Cardenismo. La búsqueda de una educación popular, SEP, INEA, El Colegio de México, México, t. 2, s.a.,
pp. 243-276, 291-329 y 341-406.
10
de organización de las escuelas dentro de las aulas y talleres. Aquí ubico a Magnolia
Comenzaré por analizar los estudios realizados por los investigadores interesados en
las políticas de instrucción técnica de los gobiernos mexicanos. Ma. de Lourdes Herrera
Feria encabeza esta lista porque en su artículo “La educación artesana en México”
reflexiona sobre este tipo de enseñanza a partir de las nociones empleadas por las
señala que en su estudio utilizó dichos conceptos para referirse a dos objetivos y tiempos
educativos distintos: La idea llamada educación técnica está ubicada en el siglo XIX
tecnológica es una noción que corresponde al siglo XX, la cual refiere a la capacitación de
Álvarez para afirmar que este tipo de enseñanza “nació formalmente con la implantación
del sistema de las escuelas de artes y oficios, que recibían alumnos de edades varias, con
27
Magnolia Rosado Lugo, Escuela Correccional de Artes y Oficios, Universidad de Yucatán, México, 1996,
pp. 13-15 (Folleto de investigación)
28
María del Carmen Gutiérrez Garduño, “La construcción de un modelo educativo de utilidad social. La
Escuela de Artes y Oficios para señoritas del Estado de México, 1891-1910”, en Alicia Civera Cerecedo
(coord.), Experiencias educativas en el Estado de México. Un recorrido histórico, El Colegio Mexiquense,
A.C., Zinacantepec, 1999, pp. 263-284.
29
Cfr. María de Lourdes Herrera Feria, “La educación artesana en México” en María de Lourdes Herrera
Feria, (coord.), La educación técnica en Puebla…, op. cit., p. 1.
11
elemental, cuyo objetivo era formar individuos hábiles e industriosos capaces de ganarse el
Antuñano, José María Luis Mora y Lorenzo de Zavala, quienes crearon las premisas de
varios proyectos para la educación del artesano, las cuales fueron utilizadas como sustento
ideológico a las tentativas del naciente estado liberal para crear escuelas de artes y oficios.31
educación como un medio de transmisión del saber, así como de su utilidad para la
integración nacional y al proyecto social, tuvieron diferencias. Por un lado, como lo apunta
“capacitación para el trabajador industrial que respaldaría una política económica a favor de
las nacientes industrias, con la especial referencia a la textil, mientras que Mora destacaba
De esta manera, como dice Herrera Feria, las escuelas de artes y oficios contaron
con una relativa autonomía para proponer el contenido temático de sus programas, y
30
Ibidem
31
Cfr. Ibid., p. 8.
32
Ibidem.
12
En ese sentido, agrega Herrera Feria, las escuelas de artes y oficios fueron la
respuesta para aquéllos que proponían en convertir a dichos planteles en el lugar donde se
hincapié en la necesidad del Estado mexicano decimonónico para formar trabajadores que
llevaran al país hacia la modernidad. Claro está, el ciudadano modelo debía tener el
ideas Eguiarte Sakar presenta esta antología con “una serie de documentos que ponen de
segundo grupo de escritos está formado por parte de la legislación con la que se
En esta obra están reunidos los primeros ideólogos de la educación técnica: Lucas
Alamán, Estevan de Antuñano, José María Luis Mora y Lorenzo de Zavala. Alamán y
33
Ibid., p. 11.
34
Ma. Estela Eguiarte Sakar (comp.), Hacer ciudadanos. Educación para…, op. cit., pp. 7-9.
35
Ibid., p. 7.
13
de la mano de obra. Las fábricas y los obreros unidos formaban parte del mismo proyecto
pudo cumplir con su cometido. Otro decreto de apertura de esta escuela apareció en 1856
Escuela Nacional de Artes y Oficios. Ahí se contempla los cambios que vivió la formación
carpintería, litografía, etc.; todo ello sin perder de vista el adelanto técnico europeo. Este
programa hecho por Manuel F. Alvarez en 1902 cierra esta antología “como un claro
técnica está Federico Lazarín Miranda con su libro La política para el desarrollo: Las
36
Cfr. Ibid., p. 9.
37
Ibidem.
14
los sectores sociales asegurara el desarrollo personal de los ciudadanos así como el de la
nación. Para el autor este proceso tuvo lugar entre 1921 y 1934 pues en esas fechas se
técnica.38
mayor número de escuelas, así como la atención de las autoridades educativas. Este límite
en momentos en los
A partir de esta idea, el autor se dedicó a establecer la relación que hubo entre la
esta investigación están precisadas las políticas educativas de Estado que se impulsaron
tanto en el ámbito rural como en el urbano. Para este último sector, el análisis fue mayor
Pública, así como, definir los mecanismos de funcionamiento de las escuelas técnicas,
La premisa, planteda por el autor de manera muy escueta, gira alrededor de la idea
de que el contexto histórico de México en los veintes influenció la forma que adoptó el
Estos factores llevaron a plantearse como supuesto básico que la educación de oficios
buscaba responder a las necesidades de mano de otra especializada generada por las unidades
industriales, comerciales y de servicios, así como el propio desarrollo del auto-empleo como
elemento formador de pequeños y medianos propietarios; por lo tanto, se pretendió establecer
los niveles de convergencia entre el proyecto de educación técnica y las necesidades de fuerza
de trabajo generadas por el proceso de inserción al capitalismo en la ciudad de México
durante el periodo 1921-1934.40
planteadas por los gobiernos mexicanos está el de Mílada Bazant en el capítulo “La
capacitación del adulto al servicio de la paz y del progreso, 1876-1910” del libro, Historia
daban en estas escuelas. Según la autora, las reformas que se hacían a los programas
escolares eran motivadas por las necesidades y prioridades que tenía la población, como
aprender un oficio en poco tiempo para después mantenerse de su trabajo. Por lo tanto, las
demandadas en el país.
Bazant explica que la Escuela Nacional de Artes y Oficios de México, ofrecía dos
máquinas, física, química, además de música. El segundo tipo consistía en los talleres de
cerámicas, alfarería, cantería, galvanoplastia y fotografía. Al paso del tiempo, tanto las
clases como los talleres cambiaron según la demanda de la población, así como del
terminal, pues pocos concluían los estudios. Aún así, creo que es importante saber sobre
aquéllos que pudieron terminar su educación y aplicar sus conocimientos trabajando con
Por otro lado, hay que apuntar que si bien es cierto que la historia de todas y cada
Es por esto que es necesario observar al menos dos ejemplos de los estudios que se
han dedicado a la historia institucional de las escuelas de artes y oficios.
Magnolia Rosado Lugo escribió sobre la Escuela Correccional de Artes y Oficios de
42
Ibidem.
43
Cfr. Magnolia Rosado Lugo, Escuela Correccional de Artes y Oficios, Universidad de Yucatán, México,
1996, pp. 13-15 (Folleto de investigación)
17
describir el funcionamiento de la citada institución. De allí, Rosado trata sobre las finanzas
de la escuela y las dificultades que vivió para sostenerse, así como la tenacidad de los
directivos de la escuela y del gobierno de Yucatán para mantenerla funcionado. Esto apunta
modernización Aunque debo puntualizar que esta institución se manejó como método
correctivo para los jóvenes indisciplinados y criminales. Según el Título III, Capítulo V del
Código Penal de dicha entidad federativa, se ordenaba que ingresaran los jóvenes mayores
educación física y moral. Cuando el preso tenía más de dieciséis años y llevaba parte de su
dividía a los jóvenes en tres grupos: los sentenciados mayores de catorce años, los
detenidos o procesados mayores de catorce años y los menores de catorce años. Algunas
veces el reo pedía al gobernador del Estado que le permitiera seguir en la escuela para
terminar sus estudios, pero no siempre se recibía una respuesta positiva, pues el poder
ejecutivo no tenía facultades para modificar la condena. La escuela tuvo dificultades para
sostenerse, por lo tanto, ofrecía al público los servicios de sus talleres de carpintería,
Artes y Oficios para señoritas del Estado de México, 1891-1910”,44 escrito por María del
Carmen Gutiérrez Garduño. La autora escribió sobre esta escuela de artes porque le pareció
44
María del Carmen Gutiérrez Garduño, “La construcción de un modelo educativo…, op. cit., pp. 263-284.
18
importante mostrar la necesidad que tenía el Estado de ofrecer una instrucción técnica a la
población mexicana, así como de proporcionar a la mujer una educación profesional. María
del Carmen Gutiérrez Garduño utiliza los decretos expedidos por el gobierno mexiquense y
1891, por el gobernador del Estado de México, general José Vicente Villada, para educar a
las niñas huérfanas. Los talleres que se impartían estaban sujetos a la demanda y aceptación
canto superior, flores artificiales, corte y confección, con un total de 140 alumnas inscritas.
La Escuela de Artes y Oficios de señoritas del Estado de México, a través de sus distintos
talleres “se propuso hacer de la mujer un miembro activo del progreso, enaltecer su función
que para el Estado de México la escuela de artes y oficios fue más importante que el
Instituto Científico y Literario,47 pues su presupuesto era mayor. Dicho plantel enseñaba en
cuatro años, con la primaria incluida, el título de artesano o maestro de obras. Los talleres
que ofrecía esta escuela eran: carpintería, herrería, tejidos de algodón y lana, cantería,
alumnos en los talleres encargando la confección del vestuario y equipo de las fuerzas de
policía y seguridad pública, así como todas las obras materiales que necesitaba el gobierno
para sus dependencias. Como ejemplo de la calidad del trabajo de los estudiantes, el taller
45
Ibíd., p. 282.
46
Mílada Bazant, Historia de la educación durante el Porfiriato…, op. cit., pp. 110-122.
47
Establecimiento de enseñanza de estudios profesionales, fundado en 1833 y antecedente de la actual
Universidad Autónoma del Estado de México, apud “Génesis de la Universidad”,
http://www.uaemex.mx/ideario/guni/, fecha de consulta: 15 de octubre de 2007.
19
de ebanistería destacó por su belleza y perfección, algunas de sus obras fueron mandadas a
Mílada Bazant en dicho libro establece que el promedio de alumnos que asistían a
las escuelas de artes y oficios en toda república oscilaba entre 50 y 200. El ingreso a los
talleres era opcional, por lo tanto había algunos que se saturaban, generalmente los de
taller de música vocal e instrumental que tenía 94 alumnos matriculados, mientras que el de
telegrafía sólo tenía ocho.49 Este ejemplo muestra las preferencias de los alumnos y sus
oficio de telegrafista.
Por otra parte, la iniciativa privada intentó colocar escuelas de artes y oficios para
capacitar a sus trabajadores, similares a los centros de enseñanza establecidos por las
años del siglo XIX y fundó escuelas de artes y oficios en México y Puebla en 1894, en
primaria. Otra escuela de artes y oficios la sostenían los Hermanos Maristas, los Hermanos
de las Escuelas Cristianas, por su parte crearon una de Agricultura y una Normal, todas en
la capital del país.50 Los jesuitas fundaron el Colegio de Artes y Oficios en Puebla el
objetivo era preparar mano de obra para competir con los obreros extranjeros, que invadían
el mercado a pasos agigantados. Ellos pensaban, al igual que el gobierno, que era insensato
48
Cfr. Mílada Bazant, Historia de la educación... op. cit., p. 117.
49
Cfr. Ibidem.
50
Cfr. “Capacitación la historia. CECATI 152”, en
http://www.sems.gob.mx/aspnv/detalle.asp?
nivel1=1&nivel2=9&x3=35614&x4=10&Crit=4&Cve=153&Usr=0&Ss=, fecha de consulta: 2 de junio de
2008.
20
que la mayoría de los mexicanos soñara tener un hijo abogado o médico, pues dichas
carreras eran “largas, costosas y casi inútiles”. Además, decían que la abundancia de
Entre los textos que estudian la escuela se encuentra “La Escuela de Artes y Oficios. 1867-
gobierno estatal por difundir la confiabilidad de la educación utilitaria como una buena
opción para los jaliscienses pobres en una época de restauración política y económica. 52 En
Jorge Alberto Trujillo, quien afirma que la instrucción que allí se impartía era para las
clases más necesitadas de la entidad y por lo tanto su apertura se debía a la idea de la clase
burguesa, que la disminución de pobres y mal vivientes sería posible con la educación y el
trabajo; por lo tanto, la escuela se convertiría en el símbolo de una era, donde el progreso y
la modernización debían abrirse paso, por medio de la instrucción sistemática de las masas
51
Archivo Histórico de la Provincia de México, Historia residencia de Puebla, manuscrito, pp. 102, 142, 262,
308. En 1876 dicho colegio tenía 80 alumnos y ofrecía, los cursos de escritura, lectura, aritmética, música y
doctrina cristiana. Los talleres que impartía esta escuela eran: carpintería, sastrería, zapatería, encuadernación,
imprenta, pintura de ornato y taller de venta, apud Mílada Bazant, Historia de la educación durante el..., op.
cit., p. 118.
52
Mario Aldana Rendón, “La Escuela de Artes y Oficios. 1867-1877” en Boletín del Archivo Histórico de
Jalisco, Guadalajara, vol. II, núm. 3, septiembre- octubre de 1978, pp. 2-10.
21
mecanismo que mantenía controlada a la sociedad, a través del estereotipo del trabajo
honrado.53
encuentra el artículo de Pilar Gutiérrez Lorenzo, “La Escuela de Artes para Mujeres del
1883, para “fomentar los espacios de formación profesional para las mujeres de escasos
recursos”.55 Según el reglamento de la escuela podían ingresar todas las niñas del asilo de
huérfanos que cumplieran los doce años. Sólo las alumnas que desearan obtener el título de
preceptora y tuvieran aptitudes para ello, pasarían al Liceo de Niñas. La escuela también
recibía a las jóvenes pobres y de buena moral que voluntariamente quisieran inscribirse,
para esto las aspirantes debían tener más de doce años y menos de dieciocho.
Hacia 1892 la escuela tenía las cátedras de flores artificiales, bordados, música,
libros. Así como los talleres de litografía, imprenta, encuadernación, medias, hilados,
modas, calados, sericicultura y costura corriente.56 Hacia 1894, el Plantel decayó por las
reformas educativas del gobernador Luis C. Curiel, quién señalaba que el Hospicio debía
53
Jorge Alberto Trujillo Bretón, “Reglamentarismo, indisciplina…, op. cit.
54
María Pilar Gutiérrez Lorenzo, “La Escuela de Artes para Mujeres del Hospicio de Guadalajara, 1883-
1894” en Educacao Unisinos/ Centro de Ciencias Universidades do Vale do Río dos Sinos, Sao Leopoldo,
vol. 6, núm.10, 2002, pp. 161-173.
55
Ibíd., p. 163.
56
Cfr. Ibíd., p. 169.
22
gimnasia y canto. Así como dice la autora “sería en el Liceo donde las niñas podrían cursar
superior. En la escuela de Artes del Hospicio las menos afortunadas seguirían ligadas a la
aguja y el dedal”.58
Jalisco, encontré que en su proyecto original, fue nombrada Escuela de Artes Mecánicas. El
a los licenciados Manuel Ocampo y Juan Gutiérrez Mallén para establecer la Junta de
Si se pudiera hacer que las instituciones proporcionaran educación a los niños, ocupación a
los adultos y subsistencia a los viejos e impedidos, de modo que el ojo de la ley y la mano del
magistrado siguieran al hombre desde que nace hasta que muere, sin duda que esto sería el
mejor medio de estirpar los vagos. A este blanco, pues, se dirijen nuestras miras; tal vez lo
que proponemos no será lo mejor, pero es lo más practicable, atendiendo a nuestra situación y
a las escaseces del erario. Queremos cosas posibles y más vale un pequeño bien realizado,
que la estéril verbosidad de la más brillante teoría [sic.]59
dividida en tres secciones; una para enseñar carpintería, otra para capacitar en herrería y
latonería por último, estarían tejeduría y tintorería. Los alumnos deberían tener, cuando
menos, doce años de edad y asistir a las clases de la academia de dibujo. 60 Con esta
Hacia 1895, en la escuela había dos turnos, como lo decía su director, Guillermo
Torres, los estudiantes estaban divididos entre la escuela diurna (50 a 60) y nocturna, (80)
los últimos eran quienes asistían a los talleres. En la escuela diurna se enseñaba lectura,
elección de los alumnos, ellos podían elegir los oficios de: zapatería, sastrería,
del Estado y de la República, historia del Estado y de la República, así como nociones de
geografía universal. Todos los educandos que asistían a los talleres estaban obligados a
Aunque había cupo para 250 alumnos, la Escuela de Artes y Oficios del Estado de
gobernador, Ramón Corona, en 1887, los alumnos se dividían en tres grupos: internos,
externos y oyentes. Los internos a la vez se subdividían en agraciados, cuya estancia era
pagada por el ayuntamiento de donde eran originarios. Para esto tenían que demostrar su
61
Cfr. Luis Pérez Verdía, Historia particular del Estado de Jalisco desde los primeros tiempos de que hay
noticia, hasta nuestros días,, Tipografía de la Escuela de Artes y Oficios del Estado, Editorial Universidad de
Guadalajara, Guadalajara, vol. II, 1910, p. 299.
62
Cfr. Luis C. Curiel, Memoria presentada al H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Jalisco por el
gobernador constitucional C. Gral. ..., en 2 de febrero de 1895. Relativa al periodo comprendido entre el 16
de septiembre de 1892 y el 15 de septiembre de 1894, Imp. y Enc. de José Cabrera, Guadalajara, 1895, p. 276
24
pobreza y orfandad. Por otro lado, se encontraban aquellos que sí podían pagar su lugar en
Los externos también pagaban seis pesos al mes, pero sólo iban en el horario de
clases y talleres y no se quedaban a dormir en la escuela. Los oyentes al igual que los
externos sólo iban en las horas señaladas para ellos, que eran de las ocho a las doce y media
de la mañana, y de las dos de la tarde a las siete de la noche, pero sin pagar por las clases.63
En dicho trabajo elaboré una base de datos a partir de las solicitudes de ingreso
hechas por los padres y tutores de los alumnos. Así pude revisar la matrícula de alumnos
desde 1866, año en que comienzan dichos archivos, hasta 1900. Además, en los trámites de
ingreso a la escuela supe la idea que los padres de los solicitantes tenían sobre ella
(tomaban las ideas del Estado64 y las agregaban a su discurso en las cartas solicitudes) y sus
motivos para inscribir a sus hijos en el plantel (gran parte de ellos argumentaba la pobreza
Un dato importante que noté en mi investigación fue la relación que se forjó entre la
Escuela de Artes y Oficios del Estado de Jalisco y el Hospicio del Estado, pues, de 1887 a
1900, de las 180 remisiones de estudiantes,65 46 envíos de estudiantes fueron del Hospicio
material de trabajo y estudios entre estas instituciones. Dichos lazos fueron mayores
63
Cfr. “Reglamento de la Escuela de Artes y Oficios”, en Colección de los decretos circulares y órdenes de
los Poderes Legislativo y Ejecutivo del Estado de Jalisco, Poder Legislativo del Estado de Jalisco, México, t.
XIII, diciembre 3 de 1887, Edición facsimilar, 1983, p. 455.
64
Vid supra, pp. 9-11 de este trabajo.
65
Envío de alumnos a la escuela por parte de los municipios e instituciones de asistencia. En el caso del
Hospicio esto sucedía cuando los internos varones del Hospicio cumplían doce años.
66
Cfr. Verónica González Villalobos, La Escuela de Artes y Oficios de Jalisco y el reclutamiento escolar,
1841-1900, Tesis para obtener el grado de licenciada en Historia, Departamento de Historia, CUCSH,
Universidad de Guadalajara, Guadalajara, 2006, p 98.
25
la nueva Dirección de Instrucción Pública del Estado.67 Con esta información observo que
Después de revisar la bibliografía localizada sobre las escuelas de artes y oficios en México
encontré que las ofertas educativas, así como las facilidades de recibir instrucción eran
variadas. Pero ¿Qué pasaba con los egresados de las escuelas de artes y oficios? El
argumentos que usaban para esto, iba encaminado hacia la poca confianza que los oficiales
de las compañías americanas tenían en el trabajo de los mexicanos, además expresaban que
los trabajadores nacionales tardaban más tiempo en realizar el mismo tipo de labores. Por lo
decía a los empresarios de otros países que sus trabajadores educaban a los mexicanos. 69
Sin embargo, Mílada Bazant dice en su libro Historia de la educación durante el Porfiriato
que “abundan los testimonios sobre la excelente calidad de la mano de obra mexicana y de
67
Cfr. Luis C. Curiel, Memoria presentada al H. Congreso del..., op. cit., 1897, p. XXI.
68
Mílada Bazant, “La enseñanza y la práctica de la ingeniería durante el porfiriato”, en Historia Mexicana,
vol. XXXIII, núm. 3, México, enero-marzo 1984, pp. 254-297.
69
Cfr. Ibidem.
26
su habilidad para asimilar técnicas nuevas.”70 Sin embargo, Bazant agrega que el
malinchismo era una de las razones que tenían los empresarios mexicanos para contratar
trabajadores extranjeros. Aunque pienso que se debió a más factores, como la poca
trabajadores nacionales.
incongruencia que había entre la política educativa y laboral. Como consecuencia del
en 1896. Esta escuela tenía como función sustituir la mano de obra extranjera, pero era
insuficiente para preparar un gran número de trabajadores, por lo tanto es dudoso que
patrones tenían más confianza en ellos, así como espíritu de fraternidad, afinidad de
cambió cuando José Yves Limantour, ministro de Hacienda, compró en 1904 el Ferrocarril
reformas, como la introducción del idioma español en la compañía por sus oficiales y un
70
Mílada Bazant, Historia de la educación durante el..., op. cit., p. 114.
71
El 3 de enero de 1907 los trabajadores del Ferrocarril Central de Monterrey se declararon en huelga por los
bajos sueldos y discriminación que recibían los trabajadores mexicanos por parte de los jefes y trabajadores
extranjeros de dicha compañía, apud Instituto Nacional de Estudios Políticos,
www.inep.org/content/view/2138/71/, fecha de consulta: 15 de octubre de 2007.
27
cambio en el empleo del personal. Esta novedad llegó tarde, pues muchos de los
en 1903 y 1904, un grupo de estudiantes trabajó en las haciendas del Hospital de Cuautla, en
Morelos, para conocer el cultivo de la caña. Otros trabajaron como aprendices en la Fundición
de Fierro y Acero de Monterrey; la primera compañía siderúrgica de México, cuyo
propietario, Vicente Ferrara, era un fuerte colaborador de la enseñanza. A Tlalpujahua, Estado
de México, fueron algunos más a trabajar en la negociación minera Luz de Borda, bajo las
órdenes del director técnico, quien había sido alumno de la escuela. Después se fueron a
Orizaba a practicar en un taller de carpintería cuyo dueño también era egresado del plantel.
Otro exalumno, ayudante del taller de litografía, pidió una licencia, pues había sido solicitado
para un trabajo en Aguascalientes, con la buena remuneración de $125 mensuales. 73
Los más emprendedores abrieron sus propios talleres al dejar la escuela. Los
carpinteros y los herreros, sobre todo, tenían demanda en el Distrito Federal, como lo
electricidad.74 También se dieron varios casos de alumnos que, por falta de recursos, no
convirtió en maestro del taller de zapatería, se llamaba Miguel Rivera y tuve noticias de él
porque tenía el deseo de inscribir a su hijo en dicho Plantel. Miguel Rivera argumentaba
que “es viudo, carece de recursos necesarios para fomentar su educación, él fue creado y
formado en la escuela y prestó servicios como soldado músico durante dieciocho años a la
misma”. 75
72
Cfr. Mílada Bazant, Historia de la educación durante el..., op. cit., p. 114.
73
Ibíd., pp. 114-115.
74
Cfr. Ibidem.
75
Carta solicitud de ingreso de Miguel Rivera a favor de su hijo Salvador Rivera, dirigida al gobernador de
Jalisco, Guadalajara, 11 de enero de 1892, Archivo Histórico de Jalisco, caja 49, IP-5-892, GUA/341, 5 fs.
28
MÉTODO A UTILIZAR
En los últimos treinta años el estudio de las poblaciones escolares ha cobrado importancia
la prosopografía. Lawrence Stone, pionero en los estudios cuantitativos analizados por esta
Entre los investigadores dedicados a hacer este tipo de trabajos está Rodolfo Salvador
España. Esta obra analiza las prácticas de ascenso económico y social seguidos por los
tomaron este método en sus investigaciones están Margarita Menegus,77 Enrique González
y Leticia Pérez Puente,78 Carmen Castañeda,79 hizo lo propio con la Real Universidad de
William Taylor82 han contribuido con su granito de arena. Los primeros investigaron a las
Audiencias y sus relaciones con los alumnos de las universidades españolas de Alcalá,
Salamanca y Valladolid. Robert Taylor indagó a los curas y sus ascensos en la carrera
eclesiástica.
educativos, como las escuelas de artes y oficios. Estos planteles, hasta ahora, son
analizados únicamente por la metodología de la historia de las instituciones, que según las
Insiste en los aspectos jurídicos formales que reconstruye a partir de textos reglamentarios.
Centra su temática en instituciones particulares, que constituyen el marco cerrado de la
investigación: trata de conocer los aspectos institucionales de las mismas en un periodo
dado, relacionándolos, en su caso, con un marco jurídico más amplio, y nada más. Las
relaciones con otras instituciones interesan poco. Los actores pasan a un segundo plano tras
las instituciones. No importan sino en la medida en que iluminan aspectos institucionales
(…) 83
Por lo tanto, considero importante conocer a los alumnos como actores sociales que se
fue desarrollada por los sociólogos franceses Pierre Bordieu y Jean-Claude Passeron en los
setenta del siglo pasado, definiéndola como “el conjunto de procesos y estrategias que
81
Mark Burkholder y D. S. Chandler, De la impotencia a la autoridad. La corona española y las audiencias
en América, 1687-1808, FCE, México, 1984.
82
William B. Taylor, Ministros de lo sagrado. Sacerdotes y fieles en el México del siglo XVIII, El Colegio de
Michoacán, Secretaría de Gobernación, El Colegio de México, México, 2 vols., 1999.
83
Jean Pierre Dedieu, “Procesos y redes. La historia de las instituciones administrativas de la época moderna
hoy”, en Juan Luis Castellano Castellano et al., (eds.), La pluma, la mitra y la espada. Estudios de Historia
Institucional en la Edad Moderna, Universidad de Burdeos, Marcial Pons Ediciones de Historia, S.A.,
Madrid, 2000, p. 14.
30
las exclusiones y coacciones cuya configuración general define las relaciones entre clases
aceptados. Ellos “mostraron... que la desigualdad entre los estudiantes se debía al medio
de una base de datos con las solicitudes de ingreso de los alumnos a la Escuela de Artes y
procedencia y de las intenciones de los padres o tutores para llevarlos allí. También
revisaré las listas de inscripción y de asistencia a los talleres, así como investigar el
Instrucción Pública del Estado y el Archivo del Hospicio. Para la búsqueda de la posible
inserción de los alumnos del plantel a la sociedad trabajadora jalisciense revisaré las listas
84
Jean Claude Passeron, “La teoría de la reproducción social como una teoría de cambio: una evaluación
crítica del concepto de ‘contradicción interna’”, en Estudios sociológicos, México, vol. 1, núm. 3, septiembre-
diciembre de 1983, p. 240.
85
Carmen Castañeda, “Metodología para la historia social y cultural de las universidades del Antiguo
Régimen” en Enrique González González y Leticia Pérez Puente, (coords.), Colegios y universidades I. Del
antiguo régimen al liberalismo, UNAM, Centro de Estudios sobre la Universidad, México, 2001, p.22.
31
ocasión de dichos periódicos para buscar los talleres de los alumnos egresados de la
escuela.
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1982.
34
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ARCHIVO
Carta solicitud de ingreso de Miguel Rivera a favor de su hijo Salvador Rivera, dirigida al
gobernador de Jalisco, Guadalajara, 11 de enero de 1892, Archivo Histórico de Jalisco,
caja 49, IP-5-892, GUA/341, 5 fs.
36