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“HABÍA UNA VEZ” – TERESA COLOMER

Página 1: Vivimos inmersos en la narración de historias. Los niños nacen con


predisposición humana hacia las palabras, hacia su poder de representar el mundo, de
simplificar y ordenar el caos mezclado de la existencia o de crear y expresar
sensaciones, sentimientos y belleza. A mediados de siglo los psicolingüistas comenzaron
a estudiar el desarrollo del lenguaje de los bebes o la manera en que los humanos
intentan dar sentido a las cosas, sin preocuparse por la literatura. Pronto descubrieron
que la literatura siempre está presente.

La literatura para niños, sea recibida de forma oral como escrita, o audiovisual,
constituye un instrumento culturalizador de primer orden que ninguna cultura se ha
dejado a perder.

Página 2: La literatura se convierte en una “escalera”, ayuda a los pequeños a dominar


formas cada vez más complejas en usos distanciados de lenguaje y representación
artística. La literatura les ofrece a los niños un “pasamano”, se coloca a la altura, tira de
ellos y les da apoyo para subir cada vez más arriba. Por ejemplo, los libros de los
primeros lectores utilizan imágenes para facilitar la lectura autónoma de niños de seis o
siete años, con poca habilidad lectora, pero bastante capacidad para entender historias.

(Funciones de la literatura para niños y niñas)

La primera función de la literatura infantil es dar entrada en el imaginario configurado


de la literatura. Se utiliza imaginario para describir el inmenso repertorio de imágenes
simbólicas que aparecen en el folklore y que perviven en la literatura a través del
tiempo. Las imágenes, símbolos y mitos son formas tipificadas de entender el mundo y
las relaciones son los demás.

En la psicología, la corriente psicoanalítica fue la primera en destacar la importancia de


los cuento en la construcción de la personalidad. Fue Bruno Bettelheim, que uso
cuentos para ayudar terapéuticamente a los niños traumatizados por su experiencia en
los campos de concentración nazi. A finales de los años setenta, la reflexión sobre el
papel del folklore como material literario fue elegida para responder a los conflictos
psicológicos de la etapa infantil. Los cuentos populares inquietaron a los adultos por su
violencia y crueldad. Pero los niños y niñas recibieron sin saberlo el mensaje simbólico
que las impregna. Por ejemplo mensajes implícitos como, “si nos esforzamos lo
suficiente siempre podremos salir victoriosos”.

(Página 3) Los niños se familiarizan con el imaginario a través del folklore y las
historias que les explican, como anillos mágicos o bosques dormidos. Esto permite
compartir un gran número de referentes con su colectividad, entender alusiones
culturales en su entorno, y experimentar el placer de reconocer estos elementos en la
lectura de nuevas obras.

La segunda función de la literatura es facilitar a los niños el aprendizaje de los modelos


narrativos y poéticos utilizados en cada cultura. Los niños que están inmersos en un
medio rico literariamente progresan rápidamente en el dominio de los diferentes modos
de estructurar una narración, así progresivamente, las reglas de los géneros narrativos o
poéticos, las metáforas, entre otros, se convierten en cosas familiares mucho antes de
catalogarlas bajo la etiqueta de estos nombres.

Es importante que la experiencia literaria de los niños y niñas sea muy variada,
compartida entre ellos, y prestando atención de los libros puestos a su alcance.

La tercera función es ampliar el dialogo entre la colectividad y los pequeños para


hacerles saber cómo es o cómo se quiera que fuera el mundo. (Página 4) Al identificar
imágenes o las acciones de personajes los niños aprenden los valores que se atribuyen
a todas estas cosas;

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