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"Suponiendo que se haya comprendido el carácter delictivo de tal rebelión contra la vida,

rebelión que se ha vuelto casi sacrosanta en la moral cristiana, con ello se ha comprendido
también, por fortuna, otra cosa: el carácter inútil, ilusorio, absurdo, mentiroso de tal rebelión.
Una condena de la vida por parte del viviente no deja de ser, en última instancia, más que el
síntoma de una especie determinada de vida: la cuestión de si esa condena es justa o injusta no
es suscitada en modo alguno con esto. Sería necesario estar situado fuera de la vida, y, por otro
lado, conocerla tan bien como uno, como muchos, como todos los que la han vivido, para que
fuera lícito tocar el problema del valor de la vida en cuanto tal: razones suficientes para
comprender que el problema es un problema inaccesible a nosotros. Cuando hablamos de
valores, lo hacemos bajo la inspiración, bajo la óptica de la vida: la vida misma es la que nos
constriñe a establecer valores, la vida misma es la que valora a través de nosotros cuando
establecemos valores... De aquí se sigue que también aquella contranaturaleza consistente en
una moral que concibe a Dios como concepto antitético y como condena de la vida es tan sólo
un juicio de valor de la vida - ¿de qué vida?, ¿de qué especie de vida? - Pero ya he dado la
respuesta: de la vida descendente, debilitada, cansada, condenada. La moral tal como ha sido
entendida hasta ahora - tal como ha sido formulada todavía últimamente por Schopenhauer,
como «negación de la voluntad de vida» - es el instinto de décadence mismo, que hace de sí un
Imperativo: esa moral dice: «¡perece!» - es el juicio de los condenados". F. Nietzsche. El
Crepúsculo de los ídolos. La moral como contranaturaleza.

1ª. Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o
expositiva desarrollada por el autor.

2ª. Define el término “valor” partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola
con los conocimientos que tengas de la filosofía del autor.

3ª Redacción: El vitalismo. La voluntad de poder y el superhombre.

4ª Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que juzgues
importante en alguno de estos sentidos: por su relación con otros filósofos, con hechos
históricos relevantes (especialmente si son coetáneos del autor o tienen relación con su vida) o
con rasgos significativos del mundo contemporáneo.

Contestaciones:
1ª. Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o
expositiva desarrollada por el autor.

Estamos ante un texto argumentativo en el que claramente hay una deducción: no es posible
rebelarse contra la vida porque ni siquiera es posible juzgar desde ella. Lo que hay que juzgar,
la vida, no lo puede hacer un ser vivo que es el hombre. Debería hacerse desde fuera y eso no es
posible. El que a pesar de todo lo pretenda (hacer juicios sobre la vida) es que está inmerso en
una moral decadente.

! El texto comienza conque "rebelarse contra la vida es inútil, absurdo y


mentiroso y es lo que pretende la moral cristiana.
! Después se afirma que no se puede condenar la vida ni juzgar sobre ella
puesto que el que juzga es el mismo que lo que juzga.
! Y se termina sosteniendo que la condena de la vida por parte de “vivos” es
contranaturaleza, propia de los que siguen una moral decadente, de
condenados, castrados dirá en otro lugar.
Aunque Nietzsche pretenda filosofar a martillazos, lo cierto es que emplea argumentos, como
acabamos de ver. Aunque acuse a la razón de muchos males no puede evitar usarla y hacer
deducciones.

2ª. Define el término “valor” partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola
con los conocimientos que tengas de la filosofía del autor.

2. El término valor en el texto. Casi siempre es usado en plural lo que sugiere una visión
relativista, perspectivista propia de su escepticismo gnoseológico. No existen los valores
objetivos ni las ideas superiores. Toda valoración es humana, demasiado humana y encima, cada
hombre valora según su buen entender que dependerá, como veremos de su experiencia vital.
Solo existen los valores como estimaciones que hacen los hombres, -cada uno distinta, sobre
todo lo que les rodea. Valoramos o estimamos como queremos cada cual. Nietzsche, en el texto
relaciona los valores con la “óptica de la vida”. La vida misma es la que valora, estima esto o lo
otro, pero no lo hará inocentemente sino según el concepto de vida misma que tenga el sujeto.
Y Nietzsche distingue aquí con claridad lo que juzga valoraciones de una vida descendente,
propia de la moral cristiana y de todos los metafísicos, de lo que sería una moral ascendente,
aunque en el texto no la mencione expresamente.

Los valores propios de esa moral descendente, cansada, condenada, aunque el texto no los diga
son la humildad, la mansedumbre, el amor, entre otros. Y los valores de la moral ascendente
propia de los fuertes serían pues los contrarios: la soberbia, la fortaleza, la imposición a los
demás, etc..

Vista la vida como una obra de arte, tal cual la persigue Nietzsche, los valores serían los
particulares del artista original. Hay que huir de la moral del rebaño, de lo que todos hacen y
vivir una vida solitaria que desprecie todo lo que suene a gregarismo.

Con Sócrates, el gusto griego se corrompe en favor de la dialéctica; un gusto más noble es
vencido: con la dialéctica, la plebe prepondera. Antes de Sócrates, en la buena sociedad se
rechazaban los procedimientos dialécticos, considerados como inconvenientes y
comprometedores. Se prevenía a la juventud contra ellos. Las cosas honestas, como los hombres
honrados, no llevan sus razones tan al alcance de la mano. Es indecente mostrar así los cinco
dedos. Las cosas susceptibles de demostración son las de menos valor, precisamente. Cuando la
autoridad forma aún parte de las buenas costumbres, donde no se dan "motivos" sino que se
ordena, el dialéctico hace el papel de payaso. La gente no lo toma en serio. Sócrates fue el
payaso que se hizo tomar en serio: ¿qué es lo que sucedió entonces? Sólo se acude a la
dialéctica a falta de otros medios. Excita la desconfianza, es poco convincente; nada es más fácil
de destruir que sus efectos, como lo demuestra un poco de experiencia en una asamblea donde
se pronuncian discursos. Es un recurso extremo en manos de personas que deben conquistar su
propio derecho. Por esto los hebreos fueron dialécticos. También Reineke Fucks. ¿Y también
Sócrates?

1ª. Sintetiza las ideas del texto mostrando en un esquema la estructura argumentativa o
expositiva desarrollada por el autor.
2ª. Define el término “dialéctica” partiendo de la información ofrecida por el texto y
completándola con los conocimientos que tengas de la filosofía del autor.
3ª Redacción: Razón, dialéctica. Decadencia e historia.
4ª Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que juzgues
importante en alguno de estos sentidos: por su relación con otros filósofos, con hechos
históricos relevantes (especialmente si son coetáneos del autor o tienen relación con su
vida) o con rasgos significativos del mundo contemporáneo.

1. Sintetiza las ideas del texto mostrando en un esquema la estructura argumentativa o


expositiva desarrollada por el autor.

Este fragmento de Crítica a Sócrates tiene la siguiente estructura:


Con Sócrates se introdujo la Dialéctica consecuencia, la chusma manda “prepondera”.
Trasmutación de los valores. Cuando los mandatarios imponen, “ordenan” sin razonar, sin dar
“motivos” la dialéctica se convierte en superflua, innecesaria, el dialéctico se hace payaso.
Sócrates es un payaso, abusa de esta dialéctica. Pero consiguió credibilidad. De esta forma la
dialéctica, aunque no es sólida, sirve a los débiles. Vemos como al principio del texto se dice
que con la dialéctica la plebe cobra mayor importancia, domina, ya que estos hombres débiles,
enfermos usan este arte y los razonamientos para imponerse.

Además, se le otorga a Sócrates el dudoso mérito de haber incorporado a la sociedad este arte
que no es propio de los hombres honrados ya que estos no tienen ese idilio con la razón sino
que establecen cierta distancia con ella. Vemos como Nietzsche desprecia estos conocimientos
que se alcanzan con la razón , cuándo dice que las cosas que no necesitan un razonamiento,
una demostración tienen más valor. Además en una sociedad donde ni la autoridad usa razones
la dialéctica pierde sentido, es propia de payasos. Una dialéctica que no convence a la gente, no
es sólida.

Igualmente, aunque Nietzsche prefiera filosofar a martillazos, en este texto usa una estructura
argumentativa que es la siguiente:

1º Premisa 1ª ; La dialéctica es propia de payasos y de personas que deben conquistar su propio


derecho, débiles, enfermos.
2º Sócrates usaba esta dialéctica.
Conclusión: Sócrates fue un payaso y un hombre incapaz de conquistar su propio derecho y por
ello usó la dialéctica.

2. Define el término “ dialéctica” partiendo de la información ofrecida por el texto y


complementándola con los conocimientos que tengas de la filosofía del autor.

Diléctica: La dialéctica es el arte de discutir con razones, sin recurrir a lo sensible para hallar la
verdad. Cobra una gran importancia en Platón ya que se convierte en el instrumento para llegar
al mundo de las Ideas. En este texto se desprende una visión negativa de la dialéctica, puesto
que se la identifica con el resultado de la corrupción de una cultura y como instrumento de los
débiles para imponerse. Un arte rechazado antes de Sócrates pero que, con la llegada del
filósofo griego se impuso. Además, como vemos en el texto, esta dialéctica convierte al hombre
en payaso por usar razones y se le resta credibilidad a este arte que se anuncia como poco
sólido y como instrumento de débiles como Sócrates.

Por otra parte, Nietzsche se opone a la dialéctica porque, como hemos dicho anteriormente, usa
razones huyendo de lo sensible que para el autor alemán será lo que marca la realidad. Para
Nietzsche la dialéctica es un engaño de los grandes filósofos de occidente, es un burdo timo ya
que no sirve para entrar en ningún mundo inteligible ni para llegar al conocimiento de ninguna
verdad. Tan solo la usan los débiles enfermos que apenas poseen voluntad de poder, e intentan
usar la dialéctica para subir en la jerarquía social. Con el uso de esta dialéctica se ha llevado a
cabo una trasmutación de los valores, poniendo por encima a los hombres que dominan los
razonamientos.

3 Redacción: Razón, dialéctica. Decadencia e historia.

Introducción: En esta redacción se trata de ver cómo los términos razón y dialéctica se
relacionan y a la vez comprobar lo que tienen que ver con la historia y lo que para Nietzsche es
muy claro, cómo está todo esto relacionado con la decadencia de occidente. Los primeros dos
terminos se relacionan fácilmente pues la razón es el instrumento para llegar a la dialéctica que
consiste en un preguntar y responder sobre lo que son las cosas en un hipotético Mundo de las
Ideas. En este caso, se refiere Nietzsche a Platón con toda claridad. Y el uso de la razón a lo
largo de toda la historia ha conducido a la humanidad, según Nietzsche, a la decadencia más
deprimente. Estaríamos ante una humanidad débil que ya no sabe a dónde se dirige. El fin de la
historia, del que han hablado otros autores, no andaría lejos según Nietzsche.

Desarrollo: Los grandes filósofos de occidente como Sócrates y Platón, habían proclamado a la
razón como el instrumento para alcanzar la verdad. Derivado de este uso de la razón y como
medio para hallar esa verdad surgió la dialéctica. Pero este pensamiento que se mantuvo a lo
largo de la historia de occidente provocará para el autor alemán un proceso de de decadencia.
Pero ¿Por qué Nietzsche desconfía de la dialéctica?¿Por qué la ha usado occidente?¿ que debe
haber en lugar de la dialéctica? A continuación responderé a estas preguntas y a algunas más
que surgirán en el desarrollo de esta redacción.

A la primera pregunta se podría responder diciendo que la dialéctica al tratarse del arte de
discutir puramente con razones huye de lo sensible, lo menosprecia. Cuándo para Nietzsche lo
sensible está por encima de lo supuestamente alcanzable mediante razones .Los sentidos están
por encima de la razón. Esto se puede comprobar en el texto cuando se dice “Las cosas
susceptibles de demostración son las de menos valor”. Como vemos, para Nietzsche las cosas
que necesitan de unos razonamientos están subordinadas a aquellas que captas de forma
intuitiva con los sentidos y por ello no necesitan demostración. Como vemos el autor alemán
rompe con esa fe que se había tenido en la razón como medio para alcanzar la verdad a lo largo
de toda la historia. Cabe destacar que Nietzsche se posiciona a favor de Heráclito, es decir ,cree
en el devenir, en el continuo cambio por el cual las cosas no pueden llegar a conocerse ya que
no hay “Ser”, no hay una “cosa”, sino multitud de cosas que cambian en cada momento y
también cambian según la persona que las observe.
Pero como enunciábamos en la 2º pregunta planteada en la introducción, si la razón no me dice
la verdad, ¿Por qué usamos la dialéctica que se basa en razonamientos? Este uso de la razón y
de la dialéctica se deben al miedo. Sí, temor al devenir, al cambio, a no poder conocer la verdad
.Miedo a no admitir que no existe la verdad como valor absoluto, tan solo interpretaciones de la
misma, ninguna falsa ya que no hay verdad. Como decíamos antes, este miedo provocó una
deshistorización, por parte de los filósofos momia, de la realidad. Se creó un ultramundo,
llamado mundo verdadero, en el cuál las cosas podían ser aprehensibles además el devenir se
enunció como pura apariencia. Se subordinaron los sentidos a la razón. Por si fuera poco estos
enfermos que llevaban una vida descendente impusieron una moral de esclavos, como el
cristianismo, por miedo a los señores capaces de crear sus propios valores y sin miedo al
devenir. Como vemos el miedo es el verdadero origen de ese uso de la razón y la moral hasta
ahora enseñada.

Así que por miedo y “con Sócrates el gusto griego se corrompe a favor de la dialéctica”. Además
como se puede apreciar en el texto con esta dialéctica “la plebe prepondera” es decir se ha
llevado a cabo una trasmutación de los valores. Mediante el método genealógico Nietzsche se
dio cuenta de que el paso del mito al logos, realmente fue un paso del mito a otro mito, el de la
razón, el del “mundo verdadero”. Asimismo los débiles resentidos “organizaron un motín” y los
valores de los señores pasaron a estar por debajo de los de los esclavos, produciéndose así
dicha trasmutación de los valores, “un gusto más noble es vencido” De esta forma se establecía
una jerarquía no por la fuerza vital de cada uno, no por la voluntad de poder, sino por su
capacidad de razonar, por su dialéctica.

La creación de este mundo que se ha mantenido a lo largo de la historia, la fe ciega en la razón,


así como esa moral de esclavos impuesta por la trasmutación de los valores, son para el autor
Alemán síntomas de decadencia de una sociedad cercana al nihilismo pasivo (camello), donde ya
nada importa. Se ha descubierto la gran mentira de occidente. Al ser la razón inútil y tan solo un
instrumento de la voluntad de poder, la dialéctica también será inútil. Pero Nietzsche no se
conforma y propone la creación de espíritus libres. Hay que pasar a un nihilismo activo, actuar
como el león que destruye todo, ya nos hemos dado cuenta del error en el que vivíamos, ahora
debemos acabar con la razón y con el arte dialéctico derivado de ella. Que se han demostrado
como síntomas de una decadencia forjada a lo largo de la historia de occidente. Pero el león
nombrado anteriormente es incapaz de crear unos nuevos valores, ahora que Dios ha muerto,
ahora que ya hemos derrumbado todos los antiguos ídolos hay que crear unos nuevos valores y
para eso debe llegar el übermensche, que construirá sus nuevos valores, sin prejuicios y con
libertad. Aunque la llegada de este superhombre nos deja algunos interrogantes ¿ Es una
metáfora más de Nietzsche?¿ Es una profecía que se cumplirá algún día?¿Podrían convivir más de
un superhombre?

Conclusión: Solo el superhombre podría evitar esta decadencia. Muerto Dios, le queda al
hombre rehacerse a sí mismo alejado de toda razón y apoyándose únicamente en su fuerza
moral. pero eso pasa por la transmutación de todos los valores. Ahora bien, ¿está la
humanidad preparada para semejante cambio? No sabemos si Nietzsche confiaba en ello. Lo que
es seguro es que nuestro autor estaba horrorizado por una humanidad gregaria. Quizá pueda
ser posible para algunos convertir su vida en una obra de arte. En esto consistirá para él
convertirse en superhombre, un superhombre capaz de vivr según unos valores propios, no
impuestos por nadie.

4 Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que juzgues
importante en alguno de estos sentidos: por su relación con otros filósofos, con hechos
históricos relevantes( especialmente si son coetáneos del autor o tienen relación con su
vida) o con rasgos significativos del mundo contemporáneo

Nietzsche y el gregarismo en la actualidad:


Desde el punto de vista del gregarismo se podrían distinguir dos tipos de personas los que
siguen a los demás, los que forman parte del rebaño y los que actúan de forma diferente, de
forma independiente. El autor Alemán se quedará con los segundos ya que son más parecidos al
superhombre. Son creativos, espontáneos, libres, es decir características de una voluntad de
poder fuerte. Al ser independientes tendrán la posibilidad de hacer de su vida una obra de
arte. Por otra parte, a los primeros, a los gregarios se les podría identificar en la actualidad con
los seguidores de equipos de fútbol o de macrofestivales musicales. Estos aficionados y fans
siguen a un futbolista o persona que a su vez es seguida por un gran número de personas, es
decir no son originales. Son uno más de la masa y lo peor es que les da igual, no les importa, se
sienten a gusto en la masa. Además, muchos se compran camisetas con el nombre de su
futbolista o cantante favorito, convirtiéndolos así en ídolos y modelos a seguir, eliminando así
toda posibilidad de crear, solo copian, imitan, no inventan. En este grupo también se podrían
incluir a los mansos cristianos, generosos y humildes que encuentran en el rebaño su fuerza.

En conclusión, lo importante es llevar una vida diferente, alejarse de la masa , de la


muchedumbre. Nietzsche era un esteta, y para él hay que llevar una vida estética, diferente, ser
ante todo y sobre todo original y alejarse así del gregarismo en el que ha caido occidente.

Este examen está resuelto por Andrés Bolás y revisado por mi.

REDACCIÓN DE CARLOS HERNÁNDEZ (Revisada por mí)

Título: Ser y devenir, apariencia y realidad o "verdad".


INTRODUCCIÓN: En esta redacción se abordará la relación existente entre ser y devenir, que es
tanto como volver a la controversia clásica Heráclito - Parmënides. Asimismo el otro tema
relacionado, apariencia y realidad - verdad, que es otro clásico en filosofía. Se puede decir que
es éste, casi casi, el problema central de la filosofía: la verdad (la realidad).

DESARROLLO: En la filosofía de Nietzsche hay auténticas rupturas con respecto a toda la


filosofía anterior. La principal es el apoyo a la tesis de Heráclito y haber llevado su tesis
fundamental mucho mas allá. Así pues para Nietzsche el ser, en oposición al devenir y en unión
a la verdad no es que sea derrotado, si no que no es. Las cosas no son. Y sin embargo hasta en
el lenguaje decimos la palabra es, el verbo ser un verbo que no se corresponde con nada en la
naturaleza, un verbo falso pues. A continuación explicaremos las siguientes cuestiones: ¿qué es
y por qué el ser?¿qué es la verdad y la realidad, si es que son algo?¿en qué se relacionan el
devenir y la apariencia?

El ser para Nietzsche no es, nada puede ser algo, pues ser implica realidad y realidad implica
que algo pueda estar fijo. Así, como dice Nietzsche, los filósofos-momia inventaron un sistema
para hacer que las cosas fueran. Y este sistema fue inventarse una realidad, ajena a este mundo
donde poder analizar las cosas. Sin embargo esta "realidad" era falsa, no existe, es una pura
invención.

Luego las cosas no son, nunca han sido. Las cosa devienen las cosas tienen una apariencia
dependiendo del momento y la perspectiva. Las cosas no son iguales, de ahí la afirmación de
Heráclito: no puedes bañarte dos veces en el mismo río. Ese río cambia. Una vez descubierto el
engaño de Sócrates podemos saber que no existe la verdad, que la verdad necesita que las cosas
sean y como intuitivamente y con evidencia podemos ver que las cosas no son, tampoco habrá
verdad. Y si no hay verdad no hay Dios. Dios es la luz y la verdad. Pero la verdad no existe y
además la evidencia, para Nietzsche, muestra que Dios no existe. Y si no hay Dios Nietzsche, al
igual que Dostoyevsky afirma que no hay moral, pero al contrario queéste, Nietzsche aprovecha
la "inexistencia" de Dios para suprimir la moral.

Por tanto podemos deducir que el asunto que aquí se trata no es un tema baladí si no que es el
sostén de la cultura occidental, que despierta ahora sabiendo que esa verdad, esa moral, no eran
más que imaginaciones, símbolos primitivos provocados por la ignorancia.

Además si buscamos la causa de este engaño masivo, la podemos encontrar en el lenguaje. Es


imposible vivir sin utilizar el verbo ser, sin apreciar que el lenguaje está preparado para la
formulación de verdades absolutas. Al respecto del poder del lenguaje hay una obra muy
interesante, el libro 1984 de George Orwell. En ella se explica como al eliminar palabras del
lenguaje se evita que la población pueda pensar en ellas, pues no sabe cómo hacerlo.

De este modo se puede afirmar que estos hechos no son más que la continua disyuntiva entre
ser y parecer, entre el movimiento el devenir y la realidad de este mundo plasmada en otro fijo,
el de la verdad. Sin embargo esta vez parece que se ha logrado, por parte de Nietzsche,
convencer a la sociedad de la relatividad de la verdad, de su inexistencia como valor absoluto.
Algunos autores afirman que la prueba de que Nietzsche tenía razón está en la propia filosofía
que lleva milenios buscando la verdad sin encontrarla, con resultados diferentes dependiendo de
quien lo intentara. Eso demostraría que no hay verdad, sino hermenéutica, interpretaciones. Y
normalmente hay que tener en cuenta que para Nietzsche Sócrates no interpretó la realidad,
sino que no pudiendo asumir su inexistencia creó un mundo paralelo, imaginario e inalcanzable
donde, según él, estaría la verdad de las cosas o al menos las cosas en si. Por ahí se encaminaba
Kant, que se volvió idiota con su credulidad, como afirma Nietzsche.

A partir de este momento se puede considerar que la realidad, la verdad y las conclusiones que
de su estudio se extraen ( Dios, moral, ética...) son falsas puesto que la premisa es falsa. Al no
haber realidad las cosas son aprehendidas por intuiciones, no por razonamientos. Nietzsche
pretende ser el ultimo razonador, pretende el advenimiento de una nueva especie: el
superhombre que permita la vida natural, sin las ataduras de la esclavitud de la moral
judeocristiana. En definitiva, pretende el nihilismo activo. Esto es complicado de contestar sin
usar la razón pero usándola se ve que sí que es posible de contestar aunque quizás aun no ha
surgido ningún autor con la suficiente capacidad pues ese tipo de ser humano no es muy
común.

CONCLUSIÓN: El escepticismo de Nietzsche es la respuesta al problema. No hay verdad alguna.


No es posible el conocimiento porque el mundo real está en perpetuo movimiento y así, no hay
forma de captarlo. Conocer sería "parar" el mundo y entonces ese ya no sería el mundo real sino
uno que el hombre se ha formado por no querer reconocer que está perdido en un universo sin
sentido. El hombre no soporta ese drama y prefiere momificar su vida y queriendo a la vez que
todos lo hagan. De este modo, las diferencias entre fuertes y débiles se trastoca. Ya no son
fuertes los que la naturaleza ha dotado sino que la astucia inteligente logra dividir la humanidad
en sabios poderosos y pobres ignorantes.

REDACCIÓN DE FRANCISCO BERNAT. (Revisada por mí).

Título: Vitalismo, decadencia y Dios en la civilización occidental.


INTRODUCCIÓN: En primer lugar, hay que destacar uno de los rasgos principales del
pensamiento de Nietzsche para poder comprender por qué critica a la civilización occidental.
Nietzsche se basa en la vida, y esta como voluntad de poder. Una vez tenemos claro que lo
principal en el pensamiento de Nietzsche es la vida, habrá que destacar cuál es el tipo de vida
que le parece más adecuado, y cuál un insulto mismo a la vida. Dios, o mejor dicho la idea
construida por los hombres, será acusado por Nietzsche de ser una idea (falsa) en contra de una
vida considerada como mero instinto natural.

DESARROLLO: Para Nietzsche toda vida se rige por la voluntad de poder, que se encuentra
presente en todos los hombres y en general en todos los seres vivos, de forma natural. ¿Por qué
decimos que Nietzsche es vitalista? Si sabemos que la vida se vive con voluntad de poder,
afirmaremos que nuestra forma de actuar será acorde con nuestra vida; a la hora de tomar
decisiones nos guiaremos por las consecuencias que esta decisión tiene en nuestra vida. Esto es
el vitalismo, el actuar en pro de nuestra vida y voluntad de poder.

Ahora que ya sabemos que el vitalismo es fundamental en el pensamiento de Nietzsche, ¿qué


pasa con los que actúan siguiendo unas reglas morales preestablecidas y gregarias? -Que son
los descendentes. Ser un descendente implica llevar una vida de decadencia regida por una
moral de esclavos, cristiana en algunos casos. Esta vida decadente se caracteriza por negar la
vida, siendo así propia del cristianismo y de la civilización occidental.

Podemos afirmar, pues, que para Nietzsche hay una estrecha relación de la presencia de Dios en
Occidente y su propia decadencia. La decadencia, como ya hemos dicho, parte de negar la vida,
o lo que es lo mismo, negar los instintos y el devenir. El hombre antivitalista se averguenza de
sus instintos y pretende razonar. La razón por la que los decadentes niegan el devenir es el
miedo, miedo a que la única verdad sea la no-verdad, miedo al señor que vive su propia vida,
por esto son decadentes; el negarse a vivir su propia vida con su propia moral y perspectivas
hace que entren en decadencia. En contraposición a los decadentes y la moral de esclavos, están
los ascendentes y la moral de señores; estas personas viven su vida en solitario, con sus propios
valores y ejerciendo la voluntad de poder, sin preocuparse por buscar una verdad, simplemente
si su forma de abordar la existencia es buena o mala para su vida.
Entonces, ¿si los decadentes viven su propia moral de esclavos en contra a la de los señores, que
tienen de malo? Para descubrir el origen del problema de los decadentes y la civilización
occidental, es necesario que utilicemos el método genealógico y nos transportemos al pasado, al
momento en el que se produjo la transmutación de los valores. Este proceso comienza con los
primeros filósofos, que deciden que el devenir no existe, el miedo a no conocer, les lleva a
inventarse ultramundos ficticios que menosprecian los sentidos en un intento paralizar el
movimiento, lo que para Nietzsche equivale a momificar la vida. El cristianismo toma estos
valores y crea una moral, el verdadero problema es que ¡la declaran única y verdadera! Es decir,
el miedo a la voluntad de poder ha llevado a ciertas personas (decadentes) a crear e imponer una
moral de esclavos, tratando de eliminar el devenir de las cosas e imponiendo así una única
verdad, creando el arma más malvada de todas al servicio de la razón: el lenguaje. Con el
lenguaje lo que consiguen los decadentes es solidificar la razón y el ser, desplazando la vida
ascendente y la voluntad de poder a la mediocridad.

Hagamos un paréntesis y describamos a los cristianos y a la influencia de Dios en la vida de


Occidente. Conocer los valores cristianos nos permitirá entender mejor la opinión de Nietzsche
sobre el futuro de Occidente. El grave problema de los cristianos, según el filósofo, aparte de
negar la vida, es el de intentar imponer sus verdades, ñlo que hasta cierto punto han
conseguido. Los cristianos niegan tres cosas fundamentalmente: la tierra, la menosprecian
diciendo que es un paso para llegar al paraíso; la vida, pues la niegan rotundamente; y el
cuerpo, ya que desprecian los instintos. Con esto han creado en el señor un sentimiento de
culpabilidad y arrepentimiento. Sin embargo, no han conseguido eliminar los sentidos.

Por tanto, ¿dónde nos encontramos? Nos encontramos en una civilización en la que Dios ha
muerto, los sentimientos comienzan a recobrar la importancia perdida, mientras la cultura de los
viejos valores muere poco a poco, pues una cultura con cimientos decadentes, tarde o temprano
acaba cayendo. El proceso ha comenzado con el nihilismo pasivo. Los enfermos terminales de
esta cultura van estando cada vez más muertos, más parecidos a la nada. ¡Esto sólo significa la
muerte de Dios! Pero necesitamos un nihilismo activo que permita superar esa etapa.

CONCLUSIÓN: Para Nietzsche, el vitalismo y la voluntad de poder son los valores que conforman
al ser humano y utilizarlos de forma decadente o ascendente depende de cada uno. Pero como
nos dice la historia, la vida decadente, caracterizada por la moral cristiana y Dios en el fondo,
acabará sucumbiendo a la enfermedad, levantándose así los nuevos hombres ascendentes para
la destrucción definitiva de la sociedad occidental y para recomenzar la historia, triunfando la
vida y la creación frente al sometimiento y la negación de los instintos. Una nueva vida
artísticamente concebida y alejada pues de toda moral racional y decadente. ¿Estamos ante una
prpuesta, o más bien ante una profecía?

Exámenes con calificación de SOBRESALIENTE

1.-
Razón= virtud= felicidad significa simplemente: debemos hacer como Sócrates y levantar
una luz permanente contra las tinieblas: la luz de la razón. El hombre debe ser a toda costa
claro, sereno, perspicaz, ya que cada concesión a los instintos conduce a lo desconocido, a
lo inconsciente... He tratado de mostrar qué era lo fascinante en Sócrates: parecía un
médico, un salvador. ¿Es todavía necesario señalar el error que implicaba su creencia en la
"racionalidad a toda costa"? Es un autoengaño por parte de filósofos y moralistas creer
que para salir de la decadencia es necesario hacerle la guerra. El salir de la decadencia está
más allá de sus fuerzas: lo que consideran remedio, tabla de salvación, no es en sí mismo
sino otra máscara de la decadencia - cambian su expresión, pero no abren ninguna salida.
Sócrates fue un equívoco: toda moral de perfeccionamiento, aun la cristiana, fue un
equívoco... La cruda luz del día, la razón a todo precio, el vivir claros, fríos, cuidadosos,
conscientes, sin instintos, en contradicción con los instintos, fue en sí mismo sólo una
enfermedad, otra enfermedad y no un retorno a la "virtud", a la "salud" o a la felicidad...
Combatir los instintos: ésta es la forma de la decadencia; tanto como dure la vida, será la
felicidad igual a instinto ¿Se entendió a sí mismo, el más hábil de los engañadores de sí
mismo? ¿Se dijo a sí mismo lo que sigue, en la sabiduría de su valor frente a la muerte?...
Sócrates quería morir: no Atenas, él mismo se administró el veneno, obligó a Atenas a
darle veneno... "Sócrates no es ningún médico, se dijo en un susurro: sólo la muerte es
médico aquí; Sócrates mismo fue únicamente y durante largo tiempo un
enfermo..." Nietzsche. El Crepúsculo de los Ídolos.

1.- Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o
expositiva desarrollada por el autor” (Hasta 2 puntos).

En este texto perteneciente al “Crepúsculo de los Ídolos” de Nietzsche se observa una unidad
donde no se distinguen partes diferenciadas formando en su conjunto una crítica al
pensamiento socrático a partir de las siguientes ideas:

• Desde la línea 1 hasta la línea 8 se realiza una descripción del pensamiento socrático donde
Nietzsche critica lo “fascinante” que resulta su filosofía mediante un tono irónico y calificando “la
racionalidad a toda costa” como un error, un síntoma de decadencia, una máscara que busca la
salvación pero que en realidad es una enfermedad.

• Desde la línea 8 hasta la línea 11 hace un paréntesis donde se critica de nuevo este
pensamiento pero se centra en el equívoco de la moral de perfeccionamiento por medio de la
religión.

• Desde la línea 11 hasta el final del texto se exponen algunas características del pensamiento
socrático y se les critica por contraposición al vitalismo basado en los instintos además de
ridiculizar a Sócrates con un lenguaje emotivo y subjetivo tachándole de engañador y enfermo
contrario a Atenas (hace referencia a los sofistas y demócratas).

La estructura utilizada en este texto es aparentemente expositiva porque parece que no


argumenta sus ideas, simplemente expone las ideas de Sócrates y las ridiculiza mostrando el
estilo nietzscheano de “filosofar a martillazos”. Después de destruir intenta resaltar el vitalismo
basado en: instintos=salud= felicidad totalmente contrapuestos a Razón= virtud= felicidad que
da comienzo al texto. Pero hay un argumento implícito cuando se parte de que, primera
premisa: "toda moral de perfeccionamiento (...) fue un equívoco (un error , el de combatir los
instintos). Segunda premisa: Sócrates combatió los instintos (no textual, quería morir).
Conclusión: Sócrates fue un enfermo. Por tanto vemos que hay un argumento suficiente para
decir que estamos ante un texto argumentativo.

Pese a todo, y aunque no quiera, Nietzsche usa argumentos.

2.- Define los términos relacionados “razón” e “instintos”, partiendo de la información


ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía del
autor. (Hasta 2 puntos).
En este texto el término “razón” aparece tres veces y además aparecen otros términos derivados
como racionalidad que se identifican en el texto con la decadencia, autoengaño y veneno,
también contrapuesto a los instintos corporales.
Para Nietzsche la razón es uno de esos ídolos a los que adora la cultura occidental que se
encuentra en un crepúsculo, en decadencia cercano a un nihilismo pasivo. Nietzsche, en
contraposición con Sócrates, no le otorga a la razón ningún valor de conocimiento de la verdad
sino que la razón ha sido y es un instrumento que ha ayudado a la cultura occidental a estar
seguros y cómodos evitando el devenir (el cambio). La razón es un instrumento eficaz de
defensa pero no de conocimiento porque nos habla de nosotros mismos y no de la realidad.
El término instinto/s aparece en el texto cuatro veces, sobre todo en la segunda mitad,
identificándose con la salud y el cuerpo que representan el vitalismo nietzscheano pero en
contraposición con el modo socrático: razón= virtud= felicidad.
Para Nietzsche los instintos son un conjunto de fuerzas que forman la voluntad de poder como
energía vital que hace que nos autoafirmemos y potenciemos nuestras pasiones. Una de sus
características es la inconsciencia por lo que se opone a la razón que propone Sócrates.
Ambos términos se relacionan en la filosofía de Nietzsche con la voluntad de poder que pone a
los instintos por encima de la razón teniendo en cuenta que esta es un instrumento eficaz de
defensa pero no tiene capacidad de alcanzar el conocimiento verdadero de tal manera que su
uso ha llevado a crear un ultramundo como forma de vida.

3.- Moral, decadencia, y racionalidad en el pensamiento de Nietzsche. (Hasta 5 puntos)


INTRODUCCIÓN: En la obra de Nietzsche “El Crepúsculo de los ídolos” se tratan temas
relacionados con la moral, la decadencia y la racionalidad, características que Nietzsche otorga y
critica a una cultura occidental. La racionalidad propia de la cultura occidental fundamenta su
moral decadente, una moral de esclavos que adolecen de toda actividad creadora. Nietzsche
atribuye a Sócrates la creación de esa razón que dará lugar a esa moral que occidente recogerá
de forma miserable.

DESARROLLO: “El Crepúsculo de los ídolos” es la obra de la que se extrajo el texto que
comentamos y que tiene como objetivo fundamental dar a conocer que la cultura occidental se
encuentra en decadencia (crepúsculo) al creer en unos valores absolutos (ídolos) que son fruto
de la razón como instrumento para alcanzar la verdad que tiene su origen, como aludimos
antes, en el pensamiento socrático y platónico. Nietzsche al darse cuenta de esta situación de
enfermedad de la cultura occidental propone como solución curiosamente acelerar el proceso,
no solo no curarla sino terminar con ella. La crítica a la cultura occidental realizada por el
filosofo alemán se basa en una crítica a la razón mediante el método genealógico por el cual
Nietzsche busca un momento en el tiempo en el que nuestra cultura se ha equivocado y por
alguna razón ha elegido a la razón. Ese momento concreto, cree verlo Nietzsche, es el
clásico paso del mito al logos, momento del comienzo de la filosofía, en el cual el hombre deja
de utilizar fábulas y mitos para explicar los fenómenos que ocurren a nuestro alrededor y pasa a
explicarlos por medio de la razón buscando una demostración experimental y racional de las
cosas.

Al elegir el hombre a la razón, ha hecho una elección entre los pensamientos presocráticos de
Heráclito y Parménides. Heráclito se identifica con el cambio y el devenir y parménides con el ser
y lo inmutable. De esta manera la sociedad construye mediante el criterio de Parménides “el ser
es” (was ist) y utiliza la razón como medio para alcanzar el verdadero conocimiento.

La crítica que Nietzsche establece se basa en esta elección porque elegido la razón por miedo al
cambio y por la seguridad de sentirnos cómodos porque el devenir, el cambio, lo mutable;
conlleva problemas. La sociedad occidental ha realizado con el uso de la razón un ultramundo
que no existe, es falso y por tanto es un mito, no ha habido ningún paso del mito al logos, todo
es mentira. Nietzsche se da cuenta de esta situación de decadencia, de esta enfermedad y
decide solucionarla acelerando su proceso de decadencia mediante la creación de espíritus libres
que sean capaces de crear ellos mismos unos valores y no someterse a unos valores impuestos
por la sociedad democrática o por la religión.

Nietzsche concibe como natural aquello que se identifica con el cuerpo, con la salud y con los
instintos. Es la voluntad de poder la que se muestra como una energía vital que lleva al hombre
a potenciar sus instintos y sus pasiones, autoafirmarse y ser capaz de crear unos valores
propios. La voluntad de poder se caracteriza por su inconsciencia y ese resultado de las
pasiones y fuerzas del cuerpo, de ser peculiar al actuar según unas características fisiológicas,
según parámetros como la edad, de ser diversa en sus manifestaciones y distintas en sus
expresiones según el cuerpo de cada persona; en ser carente de finalidad externa y no buscar el
placer ni la felicidad que son secundarias, sino de autoafirmarnos; de ser espontánea al actuar
según le dicta el cuerpo y al establecer una razón o negar un ridículo según como eres
corporalmente; es previa a la razón, la razón es un instrumento de la voluntad de poder. La
voluntad de poder es una pluralidad de fuerzas corporales que llevan a auto formarnos.
Según este planteamiento se identifico el cuerpo, la salud, los instintos y la voluntad de poder
con la vida, es el vitalismo de Nietzsche que solo busca que el hombre viva según sus instintos y
sus pasiones y no utilice la razón. “El que piensa no vive, y el que vive no piensa”. Según la
forma en la que utilicemos nuestros instintos y de cómo sea nuestra visión ante el dolor, se
pueden identificar dos formas de vida:

• Una ascendente es aquella que busca superarse, que es capaz de crear sus propios valores,
que no se humilla, que utiliza el dolor como una fuerza más para actuar porque también forma
parte de la vida y que reconduce sus instintos y no lucha contra ellos sino que busca
autoafirmarse . Se identifica con la salud y el placer como victoria.

• Una vida descendente, que en contraposición con la anterior, es aquella que muestra
decadencia, que se humilla y se somete, que lucha contra los instintos y que intenta evitar el
dolor o aliviarlo cuando este aparezca. Esta es la vida que Nietzsche critica y tacha de enferma al
concebir el placer como algo malo y venenoso. Este individuo no es capaz de crear unos valores,
le falta voluntad de poder pero no es culpable, su situación es fruto de la jerarquía de la
naturaleza.

Esa vida decadente y absurda, según el postulado de Nietzsche, se identifica totalmente con la
moral a la que Nietzsche le niega los valores absolutos del bien y del mal e identifica ese bien
con la salud corporal y ese mal con la enfermedad. Esto se debe a la contraposición entre los
filósofos momia y el pensamiento nietzscheano. Los filósofos momia son aquellos que creen en
los conceptos abstractos que son fruto de la razón que para Nietzsche no es sino un mecanismo
de defensa que no habla de la realidad sino de nosotros mismos y se representa mediante la
metafísica del lenguaje. Estos filósofos momia, que están representados por Platón, identifican
el mundo verdadero con el de las ideas y los conocimientos abstractos que es el inmutable
(Parménides) y otro falso y cambiante que es el sensible (Heráclito). Nietzsche en cambio dice
que el mundo de las ideas es una fábula y que el mundo sensible es en realidad un mundo
experimentado y el único que existe. Lo llama experimentado, porque para él , el mundo no se
puede conocer sino que solo lo podemos experimentar mediante los impulsos, las vivencias y el
aparato sensorial. De esta manera niega a la razón como instrumento de conocer la verdad y
explica su perspectivismo por el cual la verdad absoluta no existe sino que cada uno
experimenta unos hechos de los que saca su perspectiva que depende de la voluntad de poder y
esta de su fisiología.

La moral es criticada por Nietzsche por su antivitalismo (odio a la vida, al cuerpo y mundo
negando su voluntad de poder) , su intelectualismo (al creer en que por medio de la razón
podemos conocer lo bueno y al realizar muchas veces, virtud, seremos felices) y su dogmatismo(
al crear valores absolutos que no son verdad y encima se pretenden imponer a todos). Podemos
diferenciar dos tipos de moral: Una moral de esclavos, que es aquella que se expresa mediante
un comportamiento gregario de una mayoría contraria a los nobles (arios) creando unos valores
absolutos (razón, verdad, progreso,…) que intenta imponer a todos incluso a los señores. Este
es un símbolo de decadencia porque estos valores y esta moral se identifican con la vida
descendente. Han transmutado con los valores que un día pusieron los señores, capaces de
crear sus propios valores mediante la voluntad de poder que es creativa, individual y
espontánea.

CONCLUSIÓN: Nietzsche realiza una crítica a la cultura occidental, especialmente al uso de la


razón, a su moral, a la democracia (moral sin Dios) y a las religiones, especialmente a la cristiana
por su espíritu de sumisión. Nietzsche pretende que los señores capaces de formar unos valores
pasen de un nihilismo pasivo (camello) en el que se dan cuenta de la decadencia de la sociedad,
a un nihilismo activo (león) que rompe con todos los valores de la cultura occidental pero esta
lleno de ira y no es capaz de ejercer su libertad a finalmente el Ubermensch (niño) que solo
pretende disfrutar y no tiene prejuicios para crear nuevos valores acelerando el proceso de
decadencia de la cultura occidental superando a una sociedad que no es capaz de pasar este
proceso al negar su voluntad de poder.

La moral, la filosofía, el uso de la razón y esa negación de la voluntad de poder de la cultura


occidental representan síntomas de decadencia. Los hombres ya no pueden ser creativos porque
están condenados a repetirse en una cultura anodina.

2.- De este examen sólo disponemos de las dos primeras preguntas.

Consideremos todavía, por último, qué ingenuidad es decir: ¡el hombre debería ser de este
y de aquel modo!» La realidad nos muestra una riqueza fascinante de tipos, la exuberancia
propia de un pródigo juego y mudanza de formas: ¿y cualquier pobre mozo de esquina de
moralista dice a esto: «¡no!, el hombre debería ser de otro modo»?... El sabe incluso cómo
debería ser él, ese mentecato y mojigato, se pinta a sí mismo en la pared y dice ¡ecce
homo! [¡he ahí el hombre!]... Pero incluso cuando el moralista se dirige nada más que al
individuo y le dice: «¡tú deberías ser de este y de aquel modo!», no deja de ponerse en
ridículo. El individuo es, de arriba abajo, un fragmento de fatum [hado], una ley más, una
necesidad más para todo lo que viene y será. Decirle «modifícate» significa demandar que
se modifiquen todas las cosas, incluso las pasadas... Y, realmente, ha habido moralistas
consecuentes, ellos han querido al hombre de otro modo, es decir, virtuoso, lo han querido
a su imagen, es decir, como un mojigato: ¡para ello negaron el mundo! ¡Una tontería nada
pequeña! ¡Una especie nada modesta de inmodestia!... La moral, en la medida en que
condena, en sí, no por atenciones, consideraciones, intenciones propias de la vida, es un
error específico con el que no se debe tener compasión alguna, ¡una idiosincrasia de
degenerados, que ha producido un daño indecible!... Nosotros que somos distintos,
nosotros los inmoralistas, hemos abierto, por el contrario, nuestro corazón a toda especie
de intelección, comprensión, aprobación. No nos resulta fácil negar, buscamos nuestro
honor en ser afirmadores. Se nos han ido abriendo cada vez más los ojos para ver aquella
economía que necesita y sabe aprovechar aún todo aquello que es rechazado por el santo
desatino del sacerdote, por la razón enferma del sacerdote, para ver aquella economía que
rige en la ley de la vida, lo cual saca provecho incluso de la repugnante species del
mojigato, del sacerdote, del virtuoso, - ¿qué provecho? - Pero nosotros mismos, los
inmoralistas, somos aquí la respuesta...
Nietzsche. El Crepúsculo de los ídolos. La Moral como contranaturaleza

1.- Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o
expositiva desarrollada por el autor” (Hasta 2 puntos).

En este texto no caben distinguir partes diferenciadas. Constituye una unidad todo él en el que
el autor dialoga consigo mismo como medio de expresar las siguientes ideas:

Para Nietzsche pretender que alguien sea así o de otra manera, es decir que modifique su
manera de ser para adquirir formas morales, es una ingenuidad, ponerse en ridículo.
La razón que aporta es el “fatum”, el destino que hace que cada hombre sea como es, no
pudiendo ser de otra manera. El hombre es un fragmento de un todo cambiante (como señala
Heráclito en el que Nietzsche está pensando para afirmar esto) y ese mundo cambiante no se
puede negar, ni se puede “parar” lo que sería necesario para poder decirle a alguien: “modifícate
moralmente”.

La moral es un error, una degeneración con el que no se “debe” tener compasión alguna.
Los inmoralistas (Nietzsche y todos los que vean como él) son la respuesta de un vitalismo
afirmativo. Respuesta a la negatividad de los repugnantes moralistas, “virtuosos” y sacerdotes.

El texto no es expositivo aunque lo parece. Hay una argumentación puesto que se parte de una
premisa primera según la cual el hombre es parte de un fatum, es decir, no es libre. Por tanto,
no puede cambiar y será absurdo pretenderlo como quieren hacer la moral y los moralistas.
Nietzsche parte del movilismo heraclíteo, y luego aporta razones para criticar a los moralistas y
para afirmarse él mismo. La conclusión son todos los epítetos que Nietzsche dedica a los
sacerdotes - moralistas. Es un modo peculiar de argumentar, pero no se puede negar que lo
hace. El argumento en forma lógica sería así:
1º el hombre es parte del fatum (destino).
2º Los moralistas niegan el fatum
3º Conclusión, los moralistas están en un error.

2.- “Define los términos relacionados “moral” y “razón”, partiendo de la información


ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía del
autor”. (Hasta 2 puntos).

La moral para Nietzsche en el texto sería un conjunto de normas que abren la posibilidad de que
el hombre pueda ser “de otro modo” que se juzga como mejor. Esto es imposible, según
Nietzsche. Un poco más abajo, se dice que la moral es una “condena” señalando de esta manera
su negatividad en el sentido de que sería una forma de “amargarle” la vida al individuo que se
equivoca cuando se deja llevar por los instintos vitales. Así pues, la moral sería para N. contraria
a la vida; un instrumento que, en manos de los repugnantes moralistas y sacerdotes, serviría
para dominar.

La razón está muy relacionada con la moral porque Nietzsche la coloca en el ámbito del
sacerdote, del moralista. Ellos son los que razonan la moral. La razón es pues el instrumento
determinante de la moral. Con la razón, el moralista le dice al individuo hacia donde tiene que
dirigir sus esfuerzos para lograr conformar su vida con ese modelo que se le presenta.
Así pues, razón y moral son claramente errores contrarios a la vida. Con la razón, el moralista ha
pretendido “parar” el mundo y dar con la verdad pero negando la vida. Con la moral, se ha
querido que los individuos “luchen” ingenuamente para lograr ser mejores como si se pudiera
ser distinto de lo que somos.

Para Nietzsche, la razón es un instrumento con el que el hombre ha logrado su supervivencia de


la misma manera que las fieras tienen garras para lo mismo. Pero la verdad es imposible debido
a su perpectivismo. Y la moral es una manifestación de la voluntad de poder, degenerada por la
razón que de esta forma trata de imponerse, no por el instinto natural animal, sino de forma
resentida esclava. Estamos ante la famosa transmutación de todos los valores.

3.- En este examen disponemos de las dos primeras preguntas y dos


redacciones posibles, de dos alumnos diferentes.
En mí, esta irreverencia de creer que los grandes sabios son tipos de decadencia surgió
por primera vez, realmente, en un caso en que a tal irreverencia se opone del modo más
absoluto el prejuicio de los doctos y de los indoctos; yo reconocía que Sócrates y Platón
son síntomas de decadencia, instrumentos de la descomposición griega, antigriegos (cf. El
origen de la tragedia). Aquel consensus sapientium no demuestra en modo alguno que
tuviesen razón en las cosas en que estaban de acuerdo; demuestra, antes bien, que
aquellos sabihondos tenían en común algún elemento fisiológico que les inducía a tomar
posición negativa frente a la vida, a "deberla tomar". Juicios y prejuicios sobre la vida, pro
y contra, en último análisis no son nunca verdaderos; tienen el valor de síntomas, y como
síntomas deben ser tratados; en sí mismos no son más que estupideces. Es preciso
extender la mano y palpar esta sorprendente finesse: el valor de la vida no puede ser
apreciado. No puede ser apreciado por nosotros, vivientes, porque un vivo es parte en la
causa, objeto de disputa y no juez. Y los muertos tampoco juzgan, ya se sabe. El que un
filósofo se plantee el problema del valor de la vida, es ya una objeción contra dicho
filósofo, una puesta en duda de su sabiduría, una falta de sabiduría. Pero entonces: ¿es que
todos esos sabios no son más que unos decadentes? ¿Es que ni siquiera fueron sabios?
Pero quedémonos en el problema de Sócrates.

1.- Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o
expositiva desarrollada por el autor” (Hasta 2 puntos).

El texto es de tipo argumentativo, puesto que Nietzsche parte de un presupuesto que no es otro
que esos sabios, en realidad no lo eran sino que más bien engañaban con sus trampas
racionales derivadas de la dialéctica socrática. Puede verse en el texto el interés de Nietzsche en
"demostrar" lo que dice al partir de presupuestos diferentes a los clásicos, a los que han
impuesto dichos sabios.

! Primero nos cuenta su tesis, que es que los grandes sabios son tipos de
decadencia.
! Luego nos dice que su consenso no nos demuestra que tuviesen razón, sino que
tenían en común una serie de juicios y prejuicios en contra de la vida. Esos sabios
eran contrarios a la vida, no fueron capaces de vivir.
! Por último, por si fuera poco, se aporta otra prueba y es que los vivos no pueden
juzgar el valor de la vida, puesto que no se puede ser juez y parte. Por eso cuando
un filósofo se plantea el valor de la vida esta dudando de su sabiduría. Por esto
Nietzsche duda de que estos hombres fuesen en realidad sabios.

2.- Define los términos relacionados “sabio/sabiduría” y “filosofía”, partiendo de la


información ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la
filosofía del autor. (Hasta 2 puntos).

El concepto de sabio que usa Nietzsche es evidentemente distinto del que solemos utilizar hoy
en día. Habitualmente lo asociamos a una persona que hace uso de la razón y con ella intenta
alcanzar la verdad en diversos campos del conocimiento. Llegamos incluso a llamar sabio
también al que sabe lo que es importante en la vida moral. Pero en este texto de Nietzsche la
palabra verdad puede ser de tono claramente despectivo, puesto que el autor nos afirma de que
en realidad no eran sabios, puesto que estaban simplemente creando ultramundos imaginarios y
reflexionando sobre cosas sobre las que no podían pensar, al estar de hecho metidas en ellas.

En toda la obra nietzscheana se desprecia a los sabios griegos puesto que fueron los que
pasaron del mito al logos y empezaron a crear, según él, ultramundos imaginarios por miedo al
devenir y no aceptaron la realidad. Por culpa de estos primeros sabios comenzó la decadencia
cultural de la humanidad.

En cuanto al término "filosofía", Nietzsche la relaciona en el texto con los sabios griegos, pues la
filosofía es la reflexión sobre el mundo en el que vivimos y la practican los sabios o filósofos.
Esta filosofía es la encargada de pensar, de usar la razón, y por eso Nietzsche la desprecia. La
razón para el autor solo crea monstruos de fantasía y no nos dice la realidad, que es el puro
devenir y que por eso no se puede conocer.

A lo largo de la obra de Nietzsche se habla de los filósofos-momia, que son aquellos que con la
razón pretenden inmovilizar la realidad y conocerla, cosa que es imposible por el continuo
devenir.

3.- Redacción: Vitalismo, decadencia y cultura en el pensamiento de Nietzsche.

Redacción 1:
INTRODUCCIÓN: La relación entre vitalismo, cultura y decadencia es muy clara en Nietzsche. La
decadencia de la cultura occidental viene dada por el odio a la vida impuesto por los falsos
sabios que la civilización se ha dado a sí misma. La filosofía nietzscheana, en cambio, está
marcada por el vitalismo. Un vitalismo interpretado en clave puramente material, sin
intromisiones de nada que suene a racionalidad o conceptos clásicos como alma y similares.

DESARROLLO: La vida ha de estar presente en todos los aspectos del hombre y ha de servir para
juzgar lo que este hace.. Esto se traduce en la práctica por considerar que lo bueno y lo malo
solo se puede definir en torno a lo bueno para la vida o lo que, por contra, la degenera. Este
criterio para definir lo bueno y lo malo es el único que se puede aceptar, puesto que no existe
ningún otro (no hay nada más, ni metafísica, ni ética deducible de ella). Entonces lo bueno para
la vida será diferente para cada uno, no será igual para todos. Los factores que están
involucrados en esta subjetividad de los sentidos nos condiciona el modo en el que lo
percibimos; las experiencias vividas nos condicionan el modo en el que actuamos y los impulsos
nos condicionan a presuponer o actuar de una manera determinada, según el cuerpo. Estos
impulsos se relacionan con la voluntad de poder, que es la energía vital que nos mueve, que
provoca los impulsos y las pasiones. Esta voluntad de poder, no ha de ser racional sino
impulsiva, previa a la razón, porque no atiende a razones sino a lo que pide el cuerpo. Por lo
tanto, como el cuerpo es distinto a cada uno lo será también la voluntad de poder. También la
voluntad de poder es espontánea, porque insinúa lo que quiere.

Otro hecho muy importante de la voluntad de poder es que necesita del dolor para crecer. Esto
quiere decir que necesita una oposición para superarse y hacerse más fuerte. Sin una oposición
se quedaría estancada y no crecería, por lo que se convertiría en una voluntad de poder débil.
Esta diferencia entre voluntad de poder débil y voluntad de poder fuerte es lo que marca una
vida decadente o ascendente. Una vida ascendente es la que crece en voluntad de poder, la que
su moral es natural (o vitalista), la llamada moral de señores. La vida descendente es la que
actúa a la defensiva, no ataca, no lucha, solamente se defiende de los demás tímidamente. Actúa
igual que los demás (gregarismo), no es independiente e intenta reprimir sus pasiones. Actúa
por medio de la razón y no por los impulsos o conforme a la voluntad de poder. Estos hombres
que están guiados por la razón desde el comienzo han estado equivocados. Observaron que el
mundo era puro devenir y que eso no lo podían conocer. Y tuvieron miedo porque era una
realidad cambiante. Entonces decidieron crear mundos ficticios, con sus propias normas, en lo
que todo estaba inmóvil y lo podían conocer y llegar al conocimiento verdadero. Pero poco a
poco esta gran mentira es fue destapando y comenzó la decadencia. Comenzaron a caerse por
su propio peso todos los ultramundos que se habían creado por medio de la razón.

De esta manera, la cultura occidental había estado decayendo. Pero ante este hecho no hay que
evitar que caiga sino empujarla para que caiga ya y poder comenzar de nuevo. Este comenzar de
nuevo empieza por el nihilismo pasivo, el no creer en nada, no tener valores ni moral. Después
pasa por el nihilismo activo, que consiste en terminar de empujar lo que queda de la antigua
cultura. Después, en último lugar, se trataría de construir una sociedad con personas con una
voluntad de poder fuerte, sin creencias que la debilitan (como Dios).

Estos pasos se pueden comparar con la conocida metáfora de Nietzsche del camello, el león y el
niño. Un camello, cuando se está en la antigua cultura, que hace lo que le mandan y sigue a los
demás sin diferenciarse del resto soportando el peso de una vida. Durante el nihilismo activo se
puede comparar con un león, que intenta destruir todo lo anterior para poder empezar de
nuevo. En la última etapa se puede comparar con un niño, que actúa espontanea y libremente,
con una voluntad de poder fuerte, con una moral de señores (moral natural), ateísmo (sin Dios
que le oprima, él es su propio Dios). Este niño es el übermensch, el superhombre, libre de toda
atadura que afronta una vida convertida en obra de arte.

Otro hecho muy importante de la voluntad de poder es que necesita del dolor para crecer. Esto
quiere decir que necesita una oposición para superarse y hacerse más fuerte. Sin una oposición
se quedaría estancada y no crecería, por lo que se convertiría en una voluntad de poder débil.
Esta diferencia entre voluntad de poder débil y voluntad de poder fuerte es lo que marca una
vida decadente o ascendente. Una vida ascendente es la que crece en voluntad de poder, la que
su moral es natural (o vitalista), la llamada moral de señores. La vida descendente es la que
actúa a la defensiva, no ataca, no lucha, solamente se defiende de los demás tímidamente. Actúa
igual que los demás (gregarismo), no es independiente e intenta reprimir sus pasiones. Actúa
por medio de la razón y no por los impulsos o conforme a la voluntad de poder. Estos hombres
que están guiados por la razón desde el comienzo han estado equivocados. Observaron que el
mundo era puro devenir y que eso no lo podían conocer. Y tuvieron miedo porque era una
realidad cambiante. Entonces decidieron crear mundos ficticios, con sus propias normas, en lo
que todo estaba inmóvil y lo podían conocer y llegar al conocimiento verdadero. Pero poco a
poco esta gran mentira es fue destapando y comenzó la decadencia. Comenzaron a caerse por
su propio peso todos los ultramundos que se habían creado por medio de la razón.

De esta manera, la cultura occidental había estado decayendo. Pero ante este hecho no hay que
evitar que caiga sino empujarla para que caiga ya y poder comenzar de nuevo. Este comenzar de
nuevo empieza por el nihilismo pasivo, el no creer en nada, no tener valores ni moral. Después
pasa por el nihilismo activo, que consiste en terminar de empujar lo que queda de la antigua
cultura. Después, en último lugar, se trataría de construir una sociedad con personas con una
voluntad de poder fuerte, sin creencias que la debilitan (como Dios).

CONCLUSIÓN: Estos pasos se pueden comparar con la conocida metáfora de Nietzsche del
camello, el león y el niño. Un camello, cuando se está en la antigua cultura, que hace lo que le
mandan y sigue a los demás sin diferenciarse del resto soportando el peso de una vida. Durante
el nihilismo activo se puede comparar con un león, que intenta destruir todo lo anterior para
poder empezar de nuevo. En la última etapa se puede comparar con un niño, que actúa
espontanea y libremente, con una voluntad de poder fuerte, con una moral de señores (moral
natural), ateísmo (sin Dios que le oprima, él es su propio Dios). Este niño es el übermensch, el
superhombre, libre de toda atadura que afronta una vida convertida en obra de arte.

Redacción 2:
INTRODUCCIÓN: En la siguiente oración se puede resumir parte de los conceptos que vamos a
desarrollar: “La cultura occidental se encuentra, para Nietzsche, en plena decadencia, debió a su
negación de la vida y del movimiento. Como solución, Nietzsche presenta el superhombre que
adquiere una actitud vitalista.”

DESARROLLO: En primer lugar, antes de abordar el tema propuesto creo necesario aclarar, a
grandes rasgos, el pensamiento de Nietzsche. El filósofo alemán, si así se le puede llamar, pues
está en contra de los filósofos, postula el Crepúsculo de los ídolos, como es el título de la obra
a la que pertenece este texto. Esto es, que las bases sobre las que se sustenta la sociedad
occidental se demuestran falsas. Esto ocurre, según nuestro autor, debido a que la piedra
angular de Occidente, la razón, niega el movimiento, que es al fin y al cabo para él, la única
verdad.

Cabe razonar ahora por qué postula Nietzsche que la cultura Occidental se encuentra en
decadencia. Según él, es necesario indagar en el pasado y, para ello, establece el método
genealógico. Esta será la “herramienta” capaz de, acudiendo a los orígenes, detectar el
problema. Observamos, pues, que el origen está en el momento en que los filósofos niegan la
verdad de la vida y se decantan por la razón. Desde el abandono de la tragedia por parte de
Platón y Sócrates, hasta el renacentista Descartes, los filósofos han optado por encerrar el
mundo en la razón. Intentan captarlo todo y buscar la verdad mediante métodos racionalistas,
negando así lo que Nietzsche cree como única verdad, el devenir.

Ahora bien, ¿cómo ha podido ocurrir tal cosa?, ¿por qué se ha decidido la cultura occidental por
Parménides, negando por completo a Heráclito? La respuesta que Nietzsche ofrece es clara: por
miedo. Ante, según el autor alemán, los nobles: aquellos que actúan a favor de la vida, hacen lo
que desean sin miedo a las repercusiones; encontramos a los débiles o esclavos: gente gregaria,
envidiosa de los nobles que reprimen la vida y sus sentidos. Esta diferenciación es establecida
por Nietzsche a partir de la idea de voluntad de poder y vitalismo. La voluntad de poder es algo
innato e inconsciente en el ser humano, que le lleva a potenciar su vida, aceptar el dolor y
destacar sobre el resto. En resumen, a autoafirmarse. Por su parte, el vitalismo es llevar a cabo
la voluntad de poder, darle rienda suelta. Ser vitalista es, para Nietzsche, lo correcto; y no serlo,
es ser un parásito.

Pues bien, volviendo a lo anterior, los nobles serán los vitalistas y los esclavos, los parásitos. Lo
que ha ocurrido es que los esclavos se han apoderado de la sociedad, avergonzando a los
nobles de serlo y, por ende, negando la vida y el devenir, apostando por la razón. El miedo al
cambio y al movimiento, a lo real, les ha llevado a levantar una sociedad falsa que ha ocurrido
un velo sobre el devenir y lo ha sustentado todo en la razón.

Además, según Nietzsche, los valores y creencias de esta sociedad serán erróneos. Desde la
democracia y la religión, hasta la moral, toda la cultura es errónea. Si para el alemán, las
máximas son potenciar la vida, es decir, hacer lo que la favorezca; saber aguantar el dolor, pues
es parte de la vida; y actuar en cada momento conforme a nuestras apetencias; la cultura
occidental propone todo lo contrario.

En primer lugar, la democracia, basada en la igualdad y la dignidad. Principios que chocan con
Nietzsche, ya que afirma que uno solo es digno si se lo gana; y su postura vitalista exige
destacar sobre el reto, evitando ser gregarios.

En segundo lugar, la moral, que como hemos comentado, es la de los esclavos. En su contra,
Nietzsche habla de ir a favor de la ida y no en contra, como hacen ellos. La máxima
representación de esta represión vital la observamos en el cristianismo, base de la cultura
occidental. Esta religión se opone a la vida y actúa reprimiéndola con las mortificaciones,
además de creer en la vida trascendente con fin de llegar a estar con Dios, cosa que a Nietzsche
se le antoja estúpida.

En tercer lugar y en conclusión, la razón. La piedra angular de Occidente niega todo lo que para
Nietzsche es real. Desde el movimiento, única realidad, hasta la percepción sensorial, que es
uno de los postulados nietzscheanos.

Por último, Nietzsche habla, ante todo lo expuesto, de la caída de la cultura occidental. El
nihilismo pasivo se dará cuando Occidente observe que toda su estructura es errónea.
Posteriormente, como solución, Nietzsche propondrá el nihilismo activo, que consistirá en
restablecer lo ideal para él. Que el superhombre sea l correcto, que vuelva a estar por encima
tanto el vitalismo, la voluntad de poder y el devenir. Es decir, que caiga la actual cultura,
errónea, y vuelva la era del superhombre.
Dios ha muerto, viva el superhombre.

Presentado nuestro autor, podemos redactar la siguiente oración, a partir de los conceptos que
vamos a desarrollar: “La cultura occidental se encuentra, para Nietzsche, en plena decadencia,
debió a su negación de la vida y del movimiento. Como solución, Nietzsche presenta el
superhombre que adquiere una actitud vitalista.”

Dicho esto, cabe razonar ahora por qué postula Nietzsche que la cultura Occidental se encuentra
en decadencia. Según él, es necesario indagar en el pasado y, para ello, establece el método
genealógico. Esta será la “herramienta” capaz de, acudiendo a los orígenes, detectar el
problema. Observamos, pues, que el origen está en el momento en que los filósofos niegan la
verdad de la vida y se decantan por la razón. Desde el abandono de la tragedia por parte de
Platón y Sócrates, hasta el renacentista Descartes, los filósofos han optado por encerrar el
mundo en la razón. Intentan captarlo todo y buscar la verdad mediante métodos racionalistas,
negando así lo que Nietzsche cree como única verdad, el devenir.

Ahora bien, ¿cómo ha podido ocurrir tal cosa?, ¿por qué se ha decidido la cultura occidental por
Parménides, negando por completo a Heráclito? La respuesta que Nietzsche ofrece es clara: por
miedo. Ante, según el autor alemán, los nobles: aquellos que actúan a favor de la vida, hacen lo
que desean sin miedo a las repercusiones; encontramos a los débiles o esclavos: gente gregaria,
envidiosa de los nobles que reprimen la vida y sus sentidos. Esta diferenciación es establecida
por Nietzsche a partir de la idea de voluntad de poder y vitalismo. La voluntad de poder es algo
innato e inconsciente en el ser humano, que le lleva a potenciar su vida, aceptar el dolor y
destacar sobre el resto. En resumen, a autoafirmarse. Por su parte, el vitalismo es llevar a cabo
la voluntad de poder, darle rienda suelta. Ser vitalista es, para Nietzsche, lo correcto; y no serlo,
es ser un parásito.
Pues bien, volviendo a lo anterior, los nobles serán los vitalistas y los esclavos, los parásitos. Lo
que ha ocurrido es que los esclavos se han apoderado de la sociedad, avergonzando a los
nobles de serlo y, por ende, negando la vida y el devenir, apostando por la razón. El miedo al
cambio y al movimiento, a lo real, les ha llevado a levantar una sociedad falsa que ha ocurrido
un velo sobre el devenir y lo ha sustentado todo en la razón.

Además, según Nietzsche, los valores y creencias de esta sociedad serán erróneos. Desde la
democracia y la religión, hasta la moral, toda la cultura es errónea. Si para el alemán, las
máximas son potenciar la vida, es decir, hacer lo que la favorezca; saber aguantar el dolor, pues
es parte de la vida; y actuar en cada momento conforme a nuestras apetencias; la cultura
occidental propone todo lo contrario.

En primer lugar, la democracia, basada en la igualdad y la dignidad. Principios que chocan con
Nietzsche, ya que afirma que uno solo es digno si se lo gana; y su postura vitalista exige
destacar sobre el reto, evitando ser gregarios.

En segundo lugar, la moral, que como hemos comentado, es la de los esclavos. En su contra,
Nietzsche habla de ir a favor de la ida y no en contra, como hacen ellos. La máxima
representación de esta represión vital la observamos en el cristianismo, base de la cultura
occidental. Esta religión se opone a la vida y actúa reprimiéndola con las mortificaciones,
además de creer en la vida trascendente con fin de llegar a estar con Dios, cosa que a Nietzsche
se le antoja estúpida.

En tercer lugar y en conclusión, la razón. La piedra angular de Occidente niega todo lo que para
Nietzsche es real. Desde el movimiento, única realidad, hasta la percepción sensorial, que es
uno de los postulados nietzscheanos.

CONCLUSIÓN: Nietzsche habla, ante todo lo expuesto, de la caída de la cultura occidental. El


nihilismo pasivo se dará cuando Occidente observe que toda su estructura es errónea.
Posteriormente, como solución, Nietzsche propondrá el nihilismo activo, que consistirá en
restablecer lo ideal para él. Que el superhombre sea lo correcto, que vuelva a estar por encima
tanto el vitalismo, la voluntad de poder y el devenir. Es decir, que caiga la actual cultura,
errónea, y vuelva la era del superhombre. Dios ha muerto, viva el superhombre. ¿Se trata de una
propuesta de Nietzsche o de una profecía?

4 ¿Me pregunta usted qué cosas son idiosincrasia en los filósofos?... Por ejemplo, su
falta de sentido histórico, su odio a la noción misma de devenir, su egipticismo. Ellos
creen otorgar un honor a una cosa cuando la deshistorizan, sub specie aeterni [desde
la perspectiva de lo eterno],- cuando hacen de ella una momia. Todo lo que los
filósofos han venido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales; de
sus manos no salió vivo nada real. Matan, rellenan de paja, esos señores idólatras de
los conceptos, cuando adoran, -se vuelven mortalmente peligrosos para todo, cuando
adoran. La muerte, el cambio, la vejez, así como la procreación y el crecimiento son
para ellos objeciones, - incluso refutaciones. Lo que es no deviene; lo que deviene no
es... Ahora bien, todos ellos creen, incluso con desesperación, en lo que es. Más como
no pueden apoderarse de ello, buscan razones de por qué se les retiene. «Tiene que
haber una ilusión, un engaño en el hecho de que no percibamos lo que es: ¿dónde se
esconde el engañador? -«lo tenemos, gritan dichosos, ¡es la sensibilidad! Estos
sentidos, que también en otros aspectos son tan inmorales, nos engañan acerca del
mundo verdadero. Moraleja: deshacerse del engaño de los sentidos, del devenir, de la
historia [Historie], de la mentira, - la historia no es más que fe en los sentidos, fe en la
mentira. Moraleja: decir no a todo lo que otorga fe a los sentidos, a todo el resto de la
humanidad: todo él es «pueblo». ¡Ser filósofo, ser momia, representar el monótono-
teísmo con una mímica de sepulturero! - ¡Y, sobre todo, fuera el cuerpo, esa
lamentable idée fixe [idea fija de los sentidos!, ¡sujeto a todos los errores de la lógica
que existen, refutado, incluso imposible, aún cuando es lo bastante insolente para
comportarse como si fuera real!...»Nietzsche. El Ocaso de los Ídolos.
1. Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura
argumentativa o expositiva desarrollada por el autor.
2. Define los términos relacionados “egipticismo” y “momias conceptuales”
partiendo de la información ofrecida por el Texto, y completándola con el
conocimiento que tengas de la filosofía del autor.
3. Redacción: Mundo verdadero, historia y razón en Nietzsche.
4. Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que
juzgues importante en alguno de estos sentidos: por su relación con el de otros
filósofos (Platón, Descartes y Rousseau) y/o con rasgos significativos del mundo
contemporáneo.

(Examen resuelto por el alumno Rodrigo Penadés y revisado por mí)

1. . Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura


argumentativa o expositiva desarrollada por el autor.
El presente texto muestra, argumenta, el papel de los filósofos en la historia de nuestra
civilización occidental. La línea argumentativa es enrevesada, no progresa linealmente, fiel al
estilo de Nietzsche. Por ello, vamos a tratar de organizar las ideas de la manera más ordenada
posible.
! Primero de todo, el texto es una constante crítica a los filósofos, a los “buscadores
de la verdad”.
! Para Nietzsche su principal problema es la falta de sentido histórico, entre otras,
su tarea ha consistido en momificar la realidad, terminar con la vida, inventan
substancias, conceptos y construyen ídolos (referencia a la Razón, la Moral, etc) a
los que adoran después, obligando al resto a aceptarlos y adorarlos también.
! Momificando la realidad, otorgando duplicidad al mundo, dan un valor más
grande a aquello que permanece, que no cambia. Esto choca frontalmente con la
experiencia diaria de cada uno, la experiencia de los sentidos. Su siguiente paso
es negar los sentidos, hay que deshacerse de ellos, porque, según los filósofos,
nos engañan, mienten, sobre el mundo verdadero que ellos mismos han creado,
niegan esa permanencia e inmutabilidad, su conciencia frágil decide que hay
que eliminarlos a ellos y a sus consecuencias. El miedo al devenir, a fragmentar
sus metamundos que simplifican la realidad inabarcable. Los negarán y los
relegarán a los últimos puestos de lo humano.

2. Definir “Egipticismo” y “momias conceptuales”…


El término egipticismo en el pensamiento de Nietzsche tiene un carácter despectivo, es un
adjetivo que coloca a los filósofos, a los falsos “buscadores de la verdad”, que tienen tendencia a
simplificar la realidad, hacer de ella una momia, otorgando un valor superior, a veces
infinitamente superior, a aquello que “deshistorizan” porque no aceptan la realidad cambiante
que la experiencia sensorial les confirma constantemente asi que niegan el devenir, con ella los
sentidos y sus consecuencias.
Las momias conceptuales son el ejemplo perfecto de la labor de los filósofos. Todo lo que cae
en sus manos muere, es vaciado de vida, momificado para que permanezca inmutable,
simplificado en extremo para poder abarcarlo, comprenderlo y, después, convertirlo en ídolo,
adorarlo y obligar al resto a aceptarlos también como valores supremos, verdades objetivas que
solo son fruto de su miedo al devenir.
La relación entre egipticismo y momias conceptuales es completa porque debido al primero
(egipticismo) que es como una actitud ante las cosas, el hombre a construido esas momias
conceptuales, esos conceptos intangibles e inamovibles, debido al miedo que se experimenta
ante el movimiento. El miedo ante el hecho de que las cosas sean una vez una cosa y luego otras
ha paralizado al hombre que ha preferido la opción de inventar unos conceptos fijos aunque
haya sido situándolos en un mundo inventado racional, o mundo de las ideas. A Nietzsche le
parece increible que semejante engaño haya recorrido la historia de la humanidad a costa,
incluso, de renunciar a la vida.

3. Redacción: Mundo verdadero, historia y razón en Nietzsche.


INTRODUCCIÓN: Nietzsche asume el papel de terminar, una por una, con las columnas donde
se asienta nuestra cultura occidental, una cultura que se cree autosatisfecha, poseedora de la
verdad y que fundamenta leyes en conceptos universales y razonables. Pero él encuentra un
error aplicando el método genealógico. Con el método genealógico pretende volver a los inicios
de nuestra cultura y en ella encuentra un error de base: la creación de un mundo, un
metamundo donde nuestra débil conciencia y nuestra cansada y fatigada vida descanse, la
negación del devenir, de la experiencia sensible, unido a ese miedo a las consecuencias que ello
conlleva.
DESARROLLO: Los filósofos han tenido un papel muy importante en esta falacia en la que se
asienta nuestra cultura. El paso del “mito” al “logos” fue simplemente otra creación de un mito.
Cada filósofo creaba su propia metafísica, cambiaban el lugar donde escondían la verdad pero lo
que realmente hacían era negar la experiencia del devenir, la experiencia del cambio. Creaban
mundos verdaderos donde asentar nuestra conciencia, donde simplificaban la realidad para
poder abarcarla y conocerla, un consuelo de los débiles, otorgan un valor superior a lo
inmutable. Para ellos el ser es y no deviene, el devenir no es.
Para la creación metafísica de estos mundos, para que los filósofos se impongan a los fuertes,
tienen de su parte a la razón y a la imaginación. El valor que da Nietzsche a la razón es ínfimo.
Para él, es una forma basta de nuestro inconsciente y está condicionada a nuestras necesidades
y a su tiempo, no al revés. Esto explica que los filósofos-momia estaban condicionados por su
época, momento y su cuerpo. Si coincidían en algo era coincidencia fisiológica.
La razón será la herramienta, síntoma decadente, en la creación de la metafísica. Ella y sus hijos
(la Moral, la Justicia, etc) no son más que un claro ejemplo de la cultura reactiva de occidente,
del miedo al devenir y al poderoso, una imposición de los débiles a los fuertes, de los esclavos a
los señores.
El primer ejemplo será Sócrates, el primer caso “histórico” que por el uso de la razón someterá a
los nobles de su época, inventará el intelectualismo ético y abanderará el ideal del sabio, donde
el conocimiento lleve a la virtud y, de ella, a la felicidad. Después aparecerá Platón y momificará
la realidad, inventará el mundo de las Ideas y otorgará a la Idea de Bien un lugar privilegiado, el
objetivo a alcanzar. Saltando a las religiones, aparecerá Descartes, culmen de la decadencia
racional, la negación de los sentidos, su degradación más absoluta. Tras él, Kant. Sus
imposiciones morales harán que sea negado por Nietzsche, así como por su división de la
realidad. Luego el positivismo, su idea de conocer la realidad por la ciencia.
La crítica nietzscheana rompe con todo esto, nos anuncia la llegada del nihilismo, no creer en
nada objetivamente, la gente se va dando cuenta de que sus ídolos son de barro, frágiles, que
adoran un error que se ha ido arrastrando, magnificando, a lo largo de la historia. La necesidad
de naturalizar la vida, aceptar una postura vitalista, devolver a los sentidos a su lugar, negar los
imperativos de una sociedad, aniquilar todo vestigio, toda sombra del error y comenzar de
nuevo, su postura del superhombre.
Su crítica a la metafísica y a la cultura occidental, el error arrastrado durante toda la historia,
culpa de unos filósofos que no supieron afrontar la realidad, le dieron un fin, un sentido,
crearon objetivos a alcanzar, la desnaturalizaron, la momificaron por miedo al devenir -una
manifestación de poder débil, gregaria-, controlar a los fuertes. Una cultura que no es más que
la transmutación de los valores, la negación de la ley de la naturaleza más antigua: la ley del
más fuerte, de la supervivencia, que se convierte en el rechazo del pueblo que se impone por la
razón y sus criaturas.
CONCLUSIÓN: De esta forma, Nietzsche, con su irracionalidad quiere recontruir una humanidad
que él juzga desgraciada con nuevas bases: el vitalismo individualista frente a todos los intentos
socializantes. El futuro del hombre ha de ser, según él, volver a la nobleza del superhombre, un
hombre que se sobrepone a sí mismo iendo en contra de todo gregarismo. La historia ya no ha
de tener nada que ver con una razón paralizante. ¡Vivan los instintos!

4. Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que
juzgues importante en alguno de estos sentidos: por su relación con el de otros
filósofos (Platón, Descartes y Rousseau) y/o con rasgos significativos del mundo
contemporáneo.
Como se ha comentado antes, el papel de Nietzsche es destruir las bases de la cultura
occidental, una cultura fruto del error de la creación metafísica de otros mundos, de Dios y la
religión, el sistema de la democracia,…
Para ello va buscando por el método genealógico los errores de los distintos filósofos más
importantes sobre los que se asienta nuestra cultura. Para Nietzsche el primer de la larga cadena
del error es Sócrates, el primero que somete al noble y crea el intelectualismo ético como fin de
la vida, como modelo el sabio.
Platón da un paso más. En el continuo miedo al devenir, punto común de estos filósofos, crea el
mundo de las Ideas, un mundo donde nuestra conciencia pueda subsistir al caos reinante, donde
negar lo experimentad. Inventa substancias o ideas, duplica la realidad, niega la experiencia
sensible considerándolo una forma de conocimiento oscura, la “doxa” u opinión, y además
coloca la Idea de Bien como el objetivo a alcanzar.
La crítica que dirige a Descartes es muy simple. Descartes toma el camino de la razón, que no
lleva a ninguna parte, y concluye con el famoso “pienso, luego soy”. Sin saber que hacer con esta
afirmación se saca a Dios de la manga y razona su existencia para que le saque del atolladero.
Además, Nietzsche considera que la relación causa-efecto es fruto de las estructuras linguísticas
(sujeto + predicado). Pero para él, no existe esta relación, solo hay un pensamiento. Descartes
negará los sentidos totalmente, los degradará, todo es razón, la razón se convierte en una diosa,
en un ídolo.
El último filósofo con el que compararemos será Rousseau. Rousseau devuelve a los sentidos su
papel, o parte de él. Se da cuenta de la necesidad de Dios para sostener su filosofía practica, su
moral, que se basa en la necesidad del hombre, supuesta necesidad, de creer en algo, a lo que
llamará “religiosidad natural”, su intento de construir una moral universal para imponerla a
todos. Como se puede ver, Nietzsche considera que Rousseau era otro negador del devenir, un
decadente que necesita demostrar la existencia de Dios por los sentidos para que su moral
tuviera una base donde agarrarse.

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