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ilCADO
EL MUNDO DE LO EXTRAÑO,INSOLITO Y MISTEB,IOSO
Fublicado por Editorial Delta, S.A.:Barcelona y comercializado Los fascículos atrasados podrán ser adquiridos, sin incremento
en exclusiva por Distribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona alguno en el precio de venta, en todos los quioscos y librerias.

Vol. l-Fasc.5 O 1980 Orbis Publishing Ltd. London

e) 1981 Editorial Delta, S.A. Barcelona
Director: José Mas Godayol ISBN: 84-85822-17-X (tomo) 84-85822-1 5-3
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lmpreso en España - Printed in Spain 1982
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LO INEXPLICADO, EL MUNDO ÓT IO EXTRAÑO, INSÓLITO Y
MISTERIOSO se publica en forma de 120 fascículos de apari- Distribuye para Argentina: Viscontea Distribuidora, S.C.A. La
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mercado así lo exigieran. todas sus sucursales en el interior del país.

NAZCA AGUJEROS NEGROS

Un misterio en las secas vedientes de proxrmo A Einstein y Rosen debemos la
la cordillera costera peruana. ¿Qué posibilidad de realizar viajes
explicación tienen los exquisitos
fascículo -quizá
sin retorno- al otro lado del
dibujos de Nazca? Universo.

HIPN()SIS SÁBANA DE TURíN

Ciertos irrvestigadores expertos en hipnotismo aseguran El hallazgo de un lienzo en Turín conmovió a Ia
que una persona puede "recordar" en e.ptado hipnótico comunidad católica mundial. Lo que la ciencia aporta
una más- vidas anteriores. a la identificación de la "Sábana Santa".
-o

DOCUMENT()S OVNI HOMBRES BEST¡A

Uno de los más espectaculares e:cuentros en la tercera En un monasterio budista del Tibet se conserva el cráneo
fase tuvo lugar en 1976 en las islas Canarias. de un presunto yeti. ¿Existen otros con vida?

Folo cubieña: I\,4ary Evans Pr(tu¡e Library

Eclitorial\7O"m., , o
 ,.,§

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'ei'E

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Monstruos marinos

Junto a las observac¡ones clásicas de monstruos
marinos existen también las uclásicas» falsificaciones,
pero no por ello debemos descartar la existencia de
criaturas desconocidas. A aclarar este tema han
contribuido las técnicas de investigación delzoólogo
belga Bernard Heuvelmans.
A PESAR DE QUE NUMERosos científicos siguen Páginaanterior: alegoríade
mostrándose escépticos ante la existencia de Carlos Schwabe (foto Snark).
monstruos subacuáticos, los informes sobre
observaciones, algunos muy detallados, desde
todos los rincones de la Tierra, continúan dan-
do testimonio de gigantescas criaturas.
uno de los monstruos más activos de los ú1-
timos años es el que recibe el nombre de Mor-
gawr (en dialecto córnico, «gigante de los ma-
ies"), que ha sido visto con frecuencia durante
1975 y 1976 junto a Falmouth Bay, en la costa
de cornualles (Gran Bretaña). El 5 de marzo
de 1976 fueron publicadas en el Falmouth Pac-
ket dos fotografías de la bestia que, aunque lle-
garon a la redacción en forma anónima, resul-
tan bastante convincentes.
La publicidad dada a las ot¡servaciones más
famosas han acarreado consecuencias de dos
clases: la acumulación de informes similares,
muchos de los cuales presentan todas las ga-
rantías de autenticidad, y la subsiguiente ava-
lancha de embustes. El celo de los investigado-
res se ha dirigido a desenmascarar estos últi-
mos, que han servido para ridiculizar a aque-
llos informes que les han dado fe.
Un informe falaz que contiene, quizá delibe-
radamente. una clave de su auténtica naturale-
za,fue publicado en 1848 en el Globe, apenas
una semana después de que The Times sacara a
la luz el testimonio de Peter M'Quhae. capitán
del Daedalus sobre una serpiente marina.
La patraña fue publicada en forma de una
carta con matasellos de Glasgow del 19 de oc-
tubre, pretendidamente remitida por James
Henderson, capitán del Mary,4i¡rl. Henderson
escribía que el 20 de septiembre Mark Trelaw-
El monstruomarinode
Cornualles, que recibe el nombre
de Morgawr, fue visto en
numerosas ocasiones durante
1975 y 1976. En febrero de este
último año, se logró fotografiar
esta criatura en Rosemullion
Head, cerca de Falmouth (foto
Fortean Picture Library).
ny, capitán del bergantín Daphne, había divi-
sado «una enorme serpiente, o culebra, con ca-
beza de dragón», y que casi de inmediato había
ordenado cargar un cañón con metralla y hacer
fuego contra la bestia. El monstruo, de unos 30
m de longitud, tras echar espuma por la boca y
azotarla superficie de las aguas, se alejó a una
velocidad de 16 nudos.
El Times reprodujo la historia y un agudo
lector escribió para preguntar cómo se las ha-
bía arreglado el Daphne para recorrer en sólo
diez días la distancia que mediaba entre el lu-
gar del encuentro con la bestia y Lisboa, ciu-
dad en la que el capitán Trelawny había relata-
do el suceso a Henderson. La distancia recorri-
da era de 8 000 km y hubiera requerido una
velocidad media de 20 nudos. El lector comen-
taba con sarcasmo: "Probablemente la ser-
piente llevó a remolque al bergantín.» Investi-
gaciones posteriores demostraron que la carta
era un embuste:
Los científicos escépticos exigen restos físi-
cos que puedan someter a examen. Periódica-
mente el mar arroja en remotas playas grandes
y extrañas osamentas, pero, debido a las ur-
gencias inmediatas de la investigación científi-
ca y a la lejanía de las localizaciones, estos res-
tos son habitualmente ignorados o identifica-

*¡:i¡:iaiii;:ils_?iii:i,l
;iíi :1il:l¡:il?ii::ilLfri
t.¡It :ii:ier,i-:.ao:.ra¡:l
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i.t:¡i:t{,-¡,tr:'.ii:9,1t1:;
¡41.|:sliiüY:::;Yji:

Antigua vasija griega cuya
decoración representa a Heracles
luchando contra el dios río
Aqueloo para arrebatarle a
Deyanira. El dios aparece con
cabeza de hombre y cuerpo de
serpiente marina (foto Michael
Holford).
dos lejos» como despojos de criaturas
"desde
marinas conocidas. Nluchas veces se los ha
considerado como pertenecientes a la especie
del marrajo gigante.
Un cuerpo de 17 m de loneitud fue arrojado
por el mar en 1808 en una plava de la isla de
Stronsay. en el archipiélago de las Orcadas.
pero antes de que pudiera llevarse a cabo un
riguroso examen científico. las tormentas des-
trozaron el putrefacto cadáver. El dibujo que
se realizó a partir de las descripciones de los
testigos representa a un animal extraordinario,
de largo cuello y ondulante cola, y provisto de
tres pares de patas, conformación hasta ahora
desconocida para un vertebrado.
Finalmente. los restos fueron identificados
como pertenecientes a un tiburón por el ciruja-
no británico Everard Home, que había reahza-
do un estudio sobre la anatomía de los tiburo-
nes y pudo obtener algunas muestras de los
Monstruos marinos
huesos de la bestia. Cuando el mar deposita un
cadáver de tiburón en una playa, la rápida des-
composición de ciertas partes de la anatomía
del animal, principalmente la mandíbula infe-
rior, los lóbulos inferiores de Ia cola y las ale-
tas, da a los restos el aspecto de una criatura
fantástica, con cuello largo y delgado, y cola.
En 1925, el cadáver de un ser no identificado
fue depositado por el mar en las rocas de Santa
Cruz, en la costa californiana. Los restos pare-
cían corresponder a un animal de nueve me-
tros de longitud, largo cuello y enorme cabeza
con boca en forma de pico de pato, pero poste-
riormente fueron identificados como pertene-
cientes a una especie muy rara de ballena que
habita en las aguas del Pacífico norte.
La gran masa globular en descomposición
que en julio de 1960 fue arrojada por el mar en
una remota playa del oeste de Tasmania, me-
reció escasa atención oficial hasta que, en mar-
zo de 1962.Ios científicos de Hobart localiza-
ron desde el aire el lugar exacto en que se en-
contraba y enviaron un grupo a investigar. Fi-
nalmente, y con ayuda de helicópteros, se
transportaron muestras de los restos para su
análisis, y el informe oficial afirmó que se tra-
taba de «una gran masa de materia grasa en
descomposición, perteneciente seguramente a
una ballenar. Sin embargo, los biólogos que
habían seguido el caso de cerca consideraron
muy improbable esta versión.
El 25 de abril de 7971, el barco de pesca ja-
ponés Ztrit'o Maru atrapó en sus redes un gran
cadár'er. parcialmente descompuesto, a unos
-15 km al este de Christchurch (Nueva Zelan-
da). El capitán. Akira Tanaka, tras fotogra-
fiarlo, lo devolvió al mar temeroso de que pu-
diera contaminar sus capturas. El incidente in-
trigó a la prensa mundial y un equipo de televi-
sión voló desde Japón para hacer un reportaje.
Aunque los tripulantes del barco estaban con-
vencidos de que habían visto un monstruo des-
conocido, 1as fotografías parecían mostrar un
tiburón en estado de descomposición.
83
 Monstruos marinos
En la parte superior: grabado del
siglo xvr en que se representa a la
ballena como un monstruo con
enormes garras y colmillos (foto
Mary Evans Picture Library).
Arriba: un hallazgo que atrajo la
atención mundial fueron los
despojos izados a bordo del barco
de arrastre japonés Zoiyo Maru
en 1977. El capitán, después de
fotografiar los restos, ordenó que
se devolvieran al mar. Los
biólogos creen, no obstante, que
corresponderían a un tiburón en
descomposición (foto Press
Assoc¡ation).
84
L
¿Por qué la serpiente marina sigue siendo un
animal relativamente desconocido'l Una de las
razones podría ser que. aunque más del 60 ¿,2
de la superficie terrestre está cubierta por e1
agua, sólo una pequeña parte es atravesada
por la navegación comercial, que sigue rutas
estrechas y prefijadas.
Los casos citados, y centenares más que pue-
den encontrarse en los diversos trabajos que se
han publicado sobre el tema. llevan a la con-
clusión de que no existe un único tipo de mons-
truo marino. En 1965, el zoólogo belga Ber-
nard Heuvelmans completó el más detallado y
exhaustivo trabajo que se ha publicado sobre
el particular: En la estela de las serpi.entes mari-
nas, libro de valor inapreciable para todos los
investigadores. En su obra, el doctor I{euvel-
mans describe y analiza más de quinientos in-
formes que van desde 1639 hasta 1964. De to-
da esta masa documental, saca diversas conclu-
siones de las que vamos a intentar ofrecer un
breve compendio.
De las 587 observaciones que recogió, Heu-
velmans considera que 56 de ellas son falsas.
En otro grupo reúne las referentes a criaturas
marinas conocidas que habían sido tomadas
por monstruos marinos desconocidos, encon-
trando 52 casos. Otros 121 informes fueron
descartados porque las descripciones eran de-
masiado vagas o ambiguas.
Quedan así 358 observaciones. con diversas
características respecto al modo de aparición y
comportamiento, que pueden dividirse en nue-
ve tipos que van desde la serpiente de
"cuello
largo". que es la que aparece con mayor fre-
cuencia. tiene un cuerpo en forma de cigarro 1
cuatro pies palmípedos, y nada con gran rapi-
dez. hasta los poco frecuentes saurios marinos.
que parecen cocodrilos de 15 a 18 m de longi-
tud r que sólo han sido vistos en las aguas de
los trcipicos. El doctor Heuvelmans se refiere
jocosamente a los otros tipos como caballos de
mar. multijorobadas. supernutrias, multiale-
tas, superanguilas. padres-de-todas-las-tortu-
gas ybarrluas amarillas. Descubrió también un
grupo que denominó ambiguos» y
"periscopios
que puede ser asimilado a los monstruos de
cuello largo o a las superanguilas.
Heuvelmans sostiene que la serpiente de
cuello largo y las cle lrs cuatro primeras catego-
rías pertenecen a la clase de los mamíferos. La
superanguila es probablemente un pez'cuyo
hábitat normal reside en Ias profundidades del
océano, y que cuando es r"isto en la superficie
está por [o general cerca de la muerte. Los sau-
rios marinc¡s podrían ser muy bien supervivien-
tes del período iurásico que se desenvuelven
perfectarnente bajo la superficie de las aguas. y
que de este modo han podido sobrevivir hasta
nuestros dÍas. Ei grupo de los barrigas amari-
llas resulta aleo más difícil de clasificar a causa
de la falta de descripciones detalladas. pero
posiblemente sean peces, o qrizá tiburones.
Otra de las observaciones del doctor Heu-
velmans ponc de manifiesto que las aparicio-
nes mlis frecuentes durante el presente sielo
han sido las del monstruo del cuello largo. que
debe de estar en plena expansión. Por el con-
tr¿rrio. la supernutria no ha sido vista desde
18.18. y Heuvelmans sugiere que estas dos es-
pecies pueden estar o haber estado compitien-
do por el mismo nicho ecológico, y que la su-
pernutria ha resultado perdedora, e inclus.,
puede haberse extinguido.
El mundo submarino no ha sido aún total-
mente explorado y. a pesar de los escéptico:.
parece que hay abundantes pruebas de que
existen gigantescas criaturas desconocidas. Los
científicos creen que dentro de poco podrán te-
ner un conocimiento mucho más amplio de la
vida en las profundidades de los océanos. Ade-
más, cada año se descubren nuevas especies.
de modo que quizá no se haga esperar la res-
puesta al misterio de los monstruos ma-
rinos.
La clarividencia
que
y
*
sus pruebas
La misteriosa facultad * - **--
Ilamamos clarividencia toma
diversas formas, desde la vaga
noción de un suceso lejano a la
evocación más vívida. Pese a que
no siempre es de fiar, la
clarividencia ha suministrado
p ruebas desconcertantes e
inesperadas en muchos casos
criminales.
u:q oÍe DEL MES de octubre de 1978. el niño de
siete años Carl Carter desapareció de su domi-
cilio de los Ángeles. La poiicía estaba descon-
certada; no sabía si el niño había sido raptado,
o si simplemente se había perdido.
Entonces un oficial de policía retirado sugi-
¡ió consultar a una médium que en aquella zo-
na gozaba de cierta popularidad; se la conoce
únicamente como Joan. Al cabo de pocas ho-
ras, se había producido un giro en el caso: de la
búsqueda de un niño perdido se pasó a la in- A la izquierda: A finales de 1978
vestigación de un asesinato triple. la policía de Los Ángeles solicitó
La médium contó a la policía que el niño es- la ayuda de una médium local,
taba muerto, y describió al hombre al que creÍa Joan (arriba), para esclarecer el
responsable del asesinato. Joan intentó dibujar caso de la misteriosa
su retrato, y un artista de la policía fue llamado desaparición de un niño. La
para que hiciese un cuadro más preciso del sos- medium descubrio que el niño
pechoso basándose en la descripción. Cuando estaba muerto, y basándose en la
los padres de Carl vieron el dibujo, su padre descripción que ella proporcionó,
dijo inmediatamente: «Se parece a Butch». un artista de la policía pudo hacer
Al cabo de una hora era arrestado Harold un dibujo esquemático del
Ray «Butch» Memro, quien pronto confesó asesino (centro). Los padres de la
haber estrangulado a Carl y haber asesinado a . §.)1{ 6¡-tl víctima reconocieron
.. orrz}¡-rE inmediatamente a .Butch"
otros dos niños dos años antes. I r.6, ?r.«
Los médiums ofrecen a menudo sus servicios Memro (foto inferior), que fue
a la policía, y existe un número incalculable de rápidamente arrestado y confesó
casos en los que los poderes extrasensoriales su crimen (fotos Fate Magazine).
han ayudado a obtener pistas. Casi siempre se
comprueba la veracidad de sus aseveraciones
una vez detenidos los criminales por medios
convencionales; en otras palabras, la rts rara
vez conduce a la policía a un criminal, a pesar
de lo sucedido en el caso Memro.
Hay que recordar que por cada caso notable
reflejado en la prensa existen probablemente
un centenar o más en los que la ayuda volunta-
ria de un médium sólo lleva a la policía a una
búsqueda imposible. Así por ejemplo, como
consecuencia de la misteriosa desaparición de
la niña Genette Tate en agosto de 1978, la poli-
cía del condado de Devon (Gran Bretaña) re-
cibió más de 200 llamadas de médiums y otras
personas interesadas por la clarividencia, que
creían que sus poderes paranormales podían
permitirles encontrar pistas válidas.
La definición de clarividencia es: «conoci-
miento extrasensorial acerca de objetos mate-
riales o sucesos que no se obtiene a partir de la
mente de otra persona». Es decir: no es simple
telepatía. Puede, desde luego, tomar formas
muy diversas: desde una vaga noción de un su-

85
Percepción extrasensorial

ceso lejano hasta una visión en que las escenas

se desarrollan vívidamente ante los "ojos" del
clarividente.
La gente normal puede tener clarividencia
con cierta facilidad en situaciones de tensión. o
bien cuando personas o lugares relacionados
con ella están en peligro. Un ejemplo cuya au-
tenticidad ha sido bien comprobada hace refe-
rencia al científico y adivino sueco del siglo
xvtu Emanuel Swedenborg, caso investigado y
transcrito por el filósofo alemán Immanuel
Kant. En cierta ocasión, Swedenborg llegó a
Góteborg procedente de Inglaterra hacia las 16
horas de un sábado.
Muy pronto se mostró inquieto y preocupa-
do. y abandonó a sus amigos para salir a pasear
un rato.
Al regresar describió una visión que había
tenido sobre un incendio, ocurrido según él
justo a tres casas de su domicilio, que distaba
unos 480 kilómetros de allí. Dijo que se trata-
ba de un incendio muy voraz, y continuó in-
quieto hasta las 20 horas, cuando anunció que
el fuego había sido extinguido. La noticia de

esta visión de clarividencia se propagó rápida-
mente por la ciudad, y Swedenborg fue requeri-
do para que el gobernador de Góteborg escu-
chase el relato de primera mano. Los sucesos
relatados por Swedenborg no pudieron ser
confinnados hasta el lunes siguiente, fecha en
que llegó a Góteborg un mensajero real que
relató lo sucedido.
El pionero de las investigaciones acerca de
la pr,s, doctor J. Rhine, así como sus colegas de
la Universidad Duke. decidieron en los años
30 investigar la clarividencia. Previamente ha-
bían realizado pruebas de telepatía en las que
una persona se concentraba en un símbolo,
mientras otra, en una habitación distinta. in-
tentaba leer su mente; generalmente se utiliza-
ban los símbolos de un jucgo de cartas Zener.
Los resultados de estas pruebas fueron, en 1í-
neas generales, muy positivos.
Decidieron entonces ver qué sucedía si en
lugar de mirar las cartas la persona las baraja-
ba y luego las sacaba una a una v boca abajo.
El sujeto del experimento debería utilizar la
clarividencia y no la telepatía para adivinar el
orden de las cartas. (La primera persona podía
anotar el orden en que las sacó mirando las
cartas una vezfinalizado el experimento.)
En una serie de experimentos en los que J.
Pratt era el experimentador y Hubert Pearce el
sujeto, este último logró 558 respuestas correc-
tas de un total de 1 850 suposiciones. Si única-
mente hubiese intervenido el azar, el número
de respuestas correctas hubiera sido de 370.
En base a estos datos, las probabilidades en
contra del resultado de Pearce se calcularon en
22 000 millones contra una.
Sin embargo, no todo el mundo queda im-
presionado por los resultados de laboratorio.
La crítica que se hizo a los experimentos de
Pearce y Pratt era que Pearce no era vigilado
En la Universidad Duke (en la
parte superior) se realizaron
durante los años treinta
¡mportantes investigaciones en
relación a la clarividencia. El
material con que se
experimentaba era un juego de
cartas Zener: el agente (doctor
Pratt, arriba a la izquierda) se
sentaba o en la habitación A o en
la B, sacando cartas una a una y
cara abajo, mientras que el suieto
(Hubert Pearce, arriba a la
derecha) se sentaba en la
habitación C e intentaba
identificar las cartas en el orden
en que eran extraídas. El
experimento tuvo un éxito
espectacular (fotos Mary Evans
Picture Library).

86

En los tiempos antiguos los clarividentes
se ilamaban oráculos. y sus visiones se so-
metían a un escrutinio lan riguroso como
hoy en día. Hace 2 500 años, Creso, el ri-
quísimo rey de Lidia, realizó un fascinan-
te experimento psíquico para probar los
poderes de siete oráculos; seis de ellos
eran grlegos y uno eglpcro.
Según el historiador Heródoto. el rev
cada vez estaba más alarmado ante el po-
der de los persas, y decidió consultar a un
oráculo sobre las decisiones a tomar. Pe-
ro, ¿en cuál podía confiar? Decidió po-
nerlos a prueba.
Envió siete mensajeros. uno a cada orá-
culo, dándoles instrucciones de que al ca-
bo de 100 días preguntasen a cada orácu-
'¿Qué
1o: es lo que el rey Creso. hijo de
Aliates, está haciendo ahora? Acto segui-
do debían escribir sus respuestas y traér-
selas al rey.
Sólo se conserva una de las respuestas
(la más precisa). El oráculo de Delfos (la
Pitonisa, tal como se la llamaba) se puso
en trance profético según su costumbre,
sentándose encima de una falla volcánica
e inhalando los vapores mientras mastica-
mientras hacía la prueba. El profesor C.E.M.
Hansel, que no cree en la pes, manifestó que
bajo aquellas condiciones los resultados no se
pueden tomar en serio. Al fin y al cabo, nada
impidió a Pearce escabullirse del edificio al fi-
nalizar el experimento y espiar por 1a ventana
de la habitación donde el doctor Pratt maneja-
ba las cartas. Podría haber anotado la secuen-
cia o aprendérsela de memoria. regresar a su
habitación y escribir una lista con suficientes
errores como para que pareciera auténtica.
Otro investigador psíquico, el piofesor Ian
Stevenson, estudió posteriormente esta teoría
y concluyó que le hubiese sido físicamente im-
posible a Pearce hacer trampas de esta mane-
ra, ya que no habría podido ver las cartas a
través de la ventana.
Pero incluso cuando la metodología de la in-
vestigación de la clarividencia está fuera de to-
da sospecha, mucha gente no concede impor-
-I
Percepción extrasensorial
ba hojas de morera. En el momento en
que el mensajero de Lidia entró en su san-
tuario. la Pitonisa le contestó en verso. sin
ni siquiera esperar a escuchar su pre-
gunta:
Puedo contar la arena y
medir los océanos:
tengo oídos para el silencio
r sé lo que el mundo
quiere decir:
hiere mis sentidos el aroma
de una tortuga v su caparazón
hirr iendo cn un tucgo. iunto a
la carne de un cordero.
en un caldero.
De cobre es el recipiente, y de cobre
la tapadera que lo cubre.
El día fijado, el rey había querido hacer
algo inconcebible para desorientar a los
oráculos: cogió un cordero y una tortuga.
los descuarlizó con sus propias manos y
los hirvió en un caldero de cobre cubierto
con una tapadera del mismo metal.
Como era de esperar, e1 oráculo de
Delfos consiguió, gracias a su clarividen-
cia, obtener el cargo de médium asesor
del rey.
tancia a las estadísticas de los resultados. Para Arriba: Emanuel Swedenborg
esta gente resultan infinitamente más impre- (1 688-1772), crentíf ico, f ilósofo y
sionantes los casos individuales de clarividen- teólogo sueco, famoso en su
cia que esos juegos de adivinar cartas. época por sus dotes de
A comienzos del siglo xx, la clarividencia clarividencia (foto Michael
del ingeniero polaco Stephan Ossowiecki Holford).
atrajo la atención de los más famosos investi-
gadores psíquicos. Sosteniendo un sobre cerra-
do o un folio doblado, a menudo era capaz de
describir su contenido o de dar el nombre de
quien lo firmaba.
Los poderes de Ossowiecki fueron puestos a
prueba con ocasión de una conferencia inter-
nacional sobre investigación psíquica celebra-
da en Varsoviaen1923. Un investigador britá-
nico, el doctor Eric Dingwall. dibujó una ban-
dera con una botella esquematizada en su par-
te superior izquierda. Puso Ia fecha (22 de
agosto de 1923) debajo del dibujo, y 1o metió
en un sobre, al que puso a su vez dentro de un
87
Percepción extrasensorial
segundo sobre, haciendo 1o propio con un
tercero. Dingwall envió el paquete desde In-
glaterra a Varsovia, a nombre del barón Albert
von Schrenck-Notzing, célebre patólogo y nota-
ble ingestigador psíquico. Ni el barón ni
los otros dos investigadores que tomaban parte
en el experimento sabían lo que contenía el so-
bre. Simplemente lo entregaron a Ossowiecki
sin explicación alguna y le pidieron sus impre-
siones. El clarividente polaco les dijo que el
barón no había escrito el mensaje; había varios
sobres, algo verdoso (cartón) y una pequeña
botella. Luego cogió una pluma y con gran aui-
tación dibujó una réplica casi idéntica del ori-
ginal. También anotó "1923,,. v dijo que había
algo escrito antes pero que no era capaz de de-
cir 1o que era. Dingwall y los otros dos investi-
gadores quedaron convencidos de que Osso-
wiecki tenía poderes paranormales.
En 1949 ya se había investigado la habilidad
para obtener impresiones de diversos objetos,
principalmente por parte de J. Rhodes Bucha-
nan, médico de Ohio (Estados Unidos). Este
descubrió que algunas personas por él investi-
gadas eran capaces de identificar medicinas es-
condidas en sobres cerrados o de dar descrip-
ciones precisas de los autores de cartas. Para
designar esta habilidad acuñó la palabra psico-
metría.
Uno de los estudios más detallados sobre
clarividencia y psicometría fue llevado a cabo,
a patir de 1919, por un médico alemán, el doc-
tor Gustav Pagenstecher, que practicó la medi-
cina en México durante 40 años. Un día la se-
ñora María Reyes Zierold le consultó que pa-
decía de insomnio. El doctor decidió tratarla
por hipnosis. Mientras estaba en trance, la pa-
ciente le dijo que podía ver a su hija escuchan-
do al otro lado de la puerta. Su sorpresa fue
grande cuando al abrir la puerta comprobó que
la niña estaba ahí. tal como había dicho su ma-
dre. Con el permiso de ella, el doctor se dispu-
so a investigar la visión paranormal de la seño-
88
Los poderes de clarividencia del
ingeniero polaco Stephan
Ossowiecki (a la izquierda, con su
mujer) fueron puestos a prueba
en un experimento: un
investigador realizó el dibujo que
ú aparece en la parte superior,
escribió la fecha debajo y lo envió
en un paquete precintado a
Varsovia, al barón von
Lz. t7 Lt J Schrenck-Notzing, quien entregó
el sobre sellado a Ossowiecki.
Éste se dio cuenla en seguida de
que el barón no había escrito el
mensale. Presa de gran agitación
comenzó a dibuiar lo que "veía"
dentro del sobre. Su dibujo (el
inferior) es sorprendentemente
similar al orig¡nal (fotos Mary
Evans P. L. yJohn Cutten).
ra Zierold, descubriendo pronto que si se po-
nía un objeto en sus manos mientras estaba en
trance podía dar una descripción precisa de su-
cesos relacionados con é1.
IJna vez, por ejemplo, se le entregó un trozo
de correa. Comenzó a describir un campo de
batalla en un día frío y brumoss. «De repente
veo venir por el aire, moviéndose a
-dijo-,
gran velocidad, una enorme bola de fuego...
que cae en medio de un grupo de 15 personas y
las destroza.,, La correa pertenecía al perro de
un soldado alemán. y de ella solía colgar la pla-
ca de identidad. La médium había descrito con
sorprendente prgcisión una escena que. según
dijo el propietario del perro, coincidía ss¡ «la
primera gran impresión que había tenido de la
gUerra». El barón von Schrenck-Notzing,
La American Society for Psychical Research notable ¡nvestigador psíquico
envió a un investigador, Walter Prince, para polaco que colaboró en el
que realizase experimentos con la señora Zie- experimento de Ossowiecki (foto
rold. Uno de ellos consistió en encerrar dentro John Cutten).
de dos cajas idénticas dos piezas de tejido de
seda también idénticas. El investigador las
mezcló, de manera que ni él mismo sabía cuál
era cuál. Sosteniendo una de las cajas la señora
Zierold describió una iglesia mexicana y a unos
indios bailando. La otra suscitó en ella impre-
siones de una fábrica francesa de tejidos. Te-
nía toda la razón: una pieza procedía directa-
mente de fábrica, y la otra de un altar.
Con tantos casos notables de clarividencia
registrados, no es sorprendente que en deter-
minados casos criminales se consulte a perso-
nas dotadas de estas facultades. ¡El consuelo
que les queda a los criminales es que sólo un
porcentaje minúsculo de los clarividentes que
participan en estas pesquisas tienen un éxito
tan sorprendente y espectacular como Osso-
wiecki o Zieroldt.
¿En qué consisten las premoniciones? ¿Puede
realmente alguien leer el futuro? Véase pági-
na 129.

Unos creen que se trata de un milagro, otros sostienen
que es un fraude y otros más argumentan que su origen
es psíquico. ¿Se trata de una recomposición de_ _
imágenes o son simplemente pinturas alfresco? EI
enigma sigue en pie, y las «caras» o manchas de Bélmez
continuarán siendo motivo de polémica.
sÉtMnz DE LA MoRALEDA, un pueblo olvidado La primerade las "caras"
de la provincia de Jaén, enclavado en las estri- aparecidas en el suelo de la
baciones de Sierra Mágina, hasta 1971 sólo era coctna de una casa de Bélmez de
conocido por los vecinos de las demás localida- la Moraleda. En la fotografía
des de la zona, igualmente bellas, modestas, pueden apreciarse con cierta
tranquilas, entrañables, donde los aconteci- nitidezel contorno, losojos, las
mientos importantes eran el bautizo del hijo de cejas, la nariz y la boca (foto
éste o la muerte del tío de aquéI, las lluvias de Agencia EFE).
abril o la sequía de agosto. El nornbre del pue-
blo deriva de la aldea de la Moraleda, localiza-
da en su emplazamiento actual desde tiempos
remotos, y del castillo de Bélmez, fortificación
árabe construida sobre las ruinas de una anti-
gua posición militar romana, en una altura cer-
cana. En la actualidad sólo algunas piedras re-
cuerdan la importancia estratégica que tuvo el
lugar durante la Edad Media, pero el nombre
de Bélmez dio la vuelta al mundo hace diez
años. a raíz de uno de los más extraños fenó-
menos de que se tenga noticia en la España
moderna.
Como en otros muchos pueblos de la Anda-
lucía interior, la economía de Bélmez (que no
debe confundirse con la población homónima.
de mayor entidad, perteneciente a la vecina
provincia de Córdoba) se centra en las activi-
dades agropecuarias, y principalmente en el
olivo. Los tres mil habitantes de la localidad,
de sencilla y acendrada religiosidad, contaron
hasta el advenimiento de la guerra civil con el
patronazgo del Señor de la Vida, una imagen
de origen legendario. Desaparecida ésta en los
terribles avatares de la contienda, el pueblo si-
guió rezando a su patrona, Nuestra Señora de
laPaz, que preside desde 1554 la iglesia parro-
quial, uno de los innumerables templos que se
erigieron en todo el país en la época en que
«no se ponía el Sol" sobre el orgulloso Imperio
españo1.
Pero no fue ésta la primera iglesia del lugar;
existió otra, hoy desaparecida, que según las
tradiciones locales se levantaba en el antiguo
emplazamiento de una mezquita árabe, cons-
truida a su vez sobre los restos de una basílica
romana. Este persistente hábito occidental de
edificar diferentes lugares de culto sobre un
mismo emplazamiento, es considerado signifi-
cativo por cuantos se interesan en el ocultismo
y en los fenómenos paranormales.
Como se verá a continuación. el dato es im-
portante en el tema que nos ocupa, ya que en
el emplazamiento de esa antigua iglesia católi-
ca. de esa mezquita, de ese templo romano, se
levanta en la actualidad la casa donde se pro-
dujo ei fenómeno conocido como «las caras de
Bélmez".
La casa de las caras
El número 5 de la calle Rodríguez Acosta, en
Bélmez de la Moraleda, corresponde a una ca-
sa de pueblo igual a tantas otras. La fachada
encalada y el balcón lleno de flores son los de
cualquier vivienda andaluza. Es cierto que los
vecinos recuerdan que esa casa y la que lleva el
número 3 fueron construidas en el emplaza-
miento de la antigua iglesia y el cementerio
adyacente. Según los ancianos del lugar, en el
número 3 se registraba actividad poltergeist en
tiempos no muy lejanos, y si tenemos en cuen-
ta que muchos ocultistas sostienen que la ener-
gía psíquica queda fij ada a los lugares donde se
ejerció, quizá nos resulte más fácil aceptar el
desconcertante fenómeno de las caras de
Bélmez.
La historia empezí el23 de agosto de 1971.
Hasta ese momento, ningún fenómeno fuera
de lo común había alterado la vida de Juan Pe-
reira Sánchez y de su esposa, María Gómez
Cámara, que vivían solos en la casa, pues los
hijos estaban casados y habían abandonado el
hogar paterno. Pero ese día la mujer advirtió,
por primera vez, que en el suelo de la cocina, a
poca distancia del fogón, había una cara extra-
ña. Según contaron después, la .cara, las
-y
que la siguieron- no apareció de pronto: en el
piso de cemento se formó una mancha que fue
evolucionando durante unos días hasta llegar a
1
89
tf-
Caras Bélmez
reproducir con fidelidad la apariencia de un
rostro humano.
La noticia corrió por el pueblo como un re-
§uero de pólvora. y la sorprendente aparición
pudo ser observada por muchos de sus habi-
tantes. Pero esa inquietante cara en el su.'lo de
la cocina atemorizaba a los Pererra. r' uno de
sus hijos, Miguel, procedió a picar cuidadosa-
mente el lugar donde se encontraba. hasta ha-
cerla desaparecer! y a continuación 1o alisó con
cemento.
El esfuerzo resultó inútil. pues algunos días
después, ya en el mes de septiembre. comenzó
a aparecer, exactamente en el mismo lugar del
suelo que había sido renovado. una nueva ca-
ra, de rasgos muy acusados ,v gran expresivi-
dad, que produjo auténtico temor en el des-
concertado matrimonio.
Según relataron los dueños de la casa a los
periodistas que los asediaban, las caras no apa-
recían ya totalmente formadas. Lo primero
que podía distinguirse eran los ojos, y después
iban surgiendo gradualmente la nariz, la boca
y el contorno. Los comentarios y las versiones
tomaron tales vuelos que el Ayuntamiento de
Bélmez se vio obligado a intervenir: unos alba-
ñiles. ayudados por Miguel Pereira, «recorta-
ron, la segunda cara aparecida en el suelo y
excavaron hasta llegar casi a los tres metros de
profundidad. En el hoyo practicado aparecie-
ron varios huesos humanos, testimonio sin du-
da del cementerio sobre el cual está construida
la casa.
La ca¡a recortada por orden del Ayunta-
9(r
L
miento. de -10 cm de base por 60 cle altura. A la primera de las caras, que fue
adorna. protegida por un cristal. la cocina de la rascada de{ suelo por Miguel (en
familia Pereira. Es quizá Ia más nítida r defini- a foto). hijo de los propietarios del
da de las que aparecieron, rnmueble, siguieron otras, con
Poco después. \ una Iez cubierto el horo rasgos más definidos, algunas de
con cemento. comenzó nuevamente el proce- las cuales, "recortadas" del suelo
so. EI 10 de septiembre una nueva cara. algo y proteg¡das con un cristal,
más difusa. aparecía lentamente en el ntisnto adornan las habitaciones de la
lugar. Nliguel Pereira. alarmado, la recortó v casa (foto Europa Press).
voh'ió a reparar el suelo de la cocina, clonde
una extraña tuerza se empeñaba en crear dise-
ños que sembraban la inquietud no sólo en la
familia, sino en el pueblo entero y en el gran
número de visitantes que llegaban hasta allí
alertados por los medios de comunicación. Pe-
ro los esfuerzos del joven fueron inútiles. pues
algunos días después apareció una nueva cara,
esta vez la de una mujer joven y bella, que po-
co a poco fue rodeada por otras más pequeñas.
a modo de satélites.
Desde ese momento, la familia, resignada,
dejó de luchar contra la fuerza desconocida.
Más adelante apareció unil nueva cara conoci-
da popularmente como el Pelao, que fue reti-
rada del suelo en 1975. Y una vez más, cuando
parecía que todo había acabado, volvieron a
surgir en el mismo lugar caras que, tras evolu-
cionar lentamente, desaparecieron un año más
tarde para dejar sitio a nuevas imágenes, de
contornos menos precisos, que son las que
pueden apreciarse en la actualidad.
¿Milagro o fraude?
La polvareda que provocaron las «caras de

Bélmez" no se ha disipado todavía. Las expli-
caciones abarcan todo el abanico de prejuicios
v creencias racionales que suelen manifestarse
ante cualquier fenómeno que escapa a las re-
glas corrientes. Milagro. afirmaban unos.
Fraude publicitario, sostenían otros. Hubo
quien arriesgó la hipótesis de que las caras per-
tenecían a los difuntos, cuyo descanso había
sido perturbado por la construcción de la casa
sobre sus tumbas. La pregunta que se plantea-
ba era por qué habían esperado siglos para ma-
nifestar su incomodidad. Pero entonces salían
a colación los ruidos ¡, gemidos inexplicables
que se habían escuchado en la casa contigua
cien años atrás.
Los investigadores parapsicológicos propo-
nían una teoría más sencilla, desde su punto de
vista: alguno de los ocupantes de la casa era un
dotado, alguien cuyo subconsciente poseía el
tipo de energía que suele producir efectos pol
tergeist. Só1o que en lugar de provocar despla-
zamientos, golpes y levitaciones, esa energía
modificaba la materia, creando en ella imáge-
nes que expresaban un mensaje que nadie ha
sabido descifrar.
El punto de vista de los escépticos se inclina-
ba por explicaciones más prosaicas. El deseo
de notoriedad o de compensaciones económi-
cas podía explicar la creación furtiva de imáge-
nes. El problema era quién... y cómo. Eviden-'
temente, ni el señor Pereira ni su esposa tenían
los conocimientos precisos para representar
rostros misteriosos, y las malas lenguas acusa-
ron a un pintor local de ser el autor de las «ca-
I
Caras Bélmez
,!f,
ras,'. Pero el pintor en cuestión pudo demos- En la parte superior: la noticia del
trar que en el momento de la aparición de las fenómeno se extend¡ó con gran
primeras imágenes se encontraba muy lejos de rapidez, atrayendo a los
Bélmez. de modo que quizá convenga buscar periodistas y a todos cuantos se
por otros caminos. interesan en el ocultismo y la
parapsicología (foto Europa
El ojo que crea ¡mágenes Press).
Leonardo da Vinci, el más intelectual y analíti-
co de los artistas del Renacimiento, dijo una
vez que quien no erá capaz de imaginar bata- Arriba: el matrimonio Pereira,
llas en una mancha de humedad, no podía ser propietarios de la "casa de las
pintor. Es posible que algunos consideren esta caras», con su hijo Miguel (foto
frase como una boutade del genial italiano, pe- Europa Press).
ro detrás de ella se esconde una verdad pro-
funda.
El ojo humano tiene una tendencia natural a
recomponer las imágenes que registra la reti-
na, a ordenar el caos, por así decirlo. Igual que
una nube en el cielo de verano adopta la forma
de una montaña nevada, de una bandada de
pájaros, de un rebaño de ovejas... o simple-
mente de un bocadillo, según la imaginación
del que la contempla, una mancha que aparece
de forma casual en un suelo de cemento puede
adoptar el contorno de una cara, una raya
9l
Caras Bélmez
Las caras aparecían.junto al
fogón, y siempre en el mismo
lugar, aunque éste fuese picado y
cubierto de nuevo con cemento
(foto Agencia EFE).
92
transformarse en una nariz o una sonrisa, y
una zona más oscura en la sombra de una bar-
ba. Y cuando el primer espectador exclama
"¡Mira, si parece una cara!r, está transmitien-
do a sus interlocutores su recomposición de
esas manchas y rayas, sugestionándolos, en el
mejor sentido de la palabra.
En una cocina como la de la familia Pereira
hay dos elementos abundantes: hollín y grasa.
Dichos elementos pueden depositarse en el ce-
mento húmedo antes de que éste fragüe, difu-
minándose o concentrándose al azar de un gol-
pe de la llana del albañil. Y a medida que el
cemento se endurece, el hollín (pigmento que,
por cierto, usaron los desconocidos, remotos y
geniales artistas que decoraron la cueva de Al-
tamira, por ejemplo), combinándose con la
grasa o rechazado por ésta, puede agruparse
configurando formas que después son interpre-
tadas como <<caras» por quienes las contem-
plan.
A esto se objetará que es muy fácil recono-
cer una cara, que nadie puede llamarse a enga-
ño. Pero también podría sacarse a colación por
lo menos un caso famoso de imagen percibida
o no, con la misma seguridad, por grupos de
personas cultas y acostumbradas a «mirarr: el
buitre que Freud veía en Santa Ana, la Virgen
y el Niño. famoso cuadro de Leonardo ubicado
en el Louvre. Freud veía con tanta claridad el
contorno de un buitre en el perfil de las figuras
que escribió un ensayo sobre el tema, analizan-
do las raíces psicoanalíticas inconscientes del
artista. Pero muchos de sus discípulos más no-
tables han confesado su incapacidad para dis-
tinguir al buitre. Entonces, ¿no podríamos su-
poner que quienes vieron en las «manchas, de
Bélmez <(caras» acabadas tenían simplemente
tanta capacidad para recomponer imágenes co-
mo el gran psicoanalista vienés?
Uno de los argumentos en que se apoyaban
los partidarios dei origen psíquico de las caras
de Bélmez era que se podía raspar la superficie
del cemento sin que las imágenes desaparecie-
ran. Si hubiesen sido pintadas por una mano
humana. habría pintura en la superficie, afir-
maban. Estas personas desconocían, evidente-
mente. la técnica del fresco, en que los colores,
que se emulsionan con la cal. quedan por de-
bajo de ésta una vez fragua. O sea que es posi-
ble que un fresquista hubiese pintado las caras
y, una vez secos los materiales, podía rascarse
la superficie del suelo sin que se alterara la
imagen.
Pero, ¿,quién pudo haber sido el fresquista
que trabajó durante meses en casa de los Pe-
reira, creando toda una serie de caras diferen-
tes? ¿Cómo se las arregló para que las caras
fueran apareciendo gradualmente? Sus conoci-
mientos de química tendrían que haber sido
muy completos y sutiles para obtener semejan-
te efecto. Y puede argumentarse al respecto
que una persona con tales conocimientos técni-
cos no necesitaría de semejante supercheria
para ganarse la vida o para adquirir noto-
riedad.
De modo que el enigma sigue en pie. Algu-
nas de las caras, protegidas por cristales como
si se tratase de valiosas obras de arte. conti-
núan adornando la casita de los Pereira en Bel-
mez de la Moraleda, a disposición de quien de-
see contemplarlas. Y la polémica sigue. r se-
guirá durante mucho tiempo, entre quienes ha-
blan de ectoplasma y energía psíquica ) aque-
llos que prefieren creer en la astucia de unos i
la sugestibilidad de los más.

Entre todos los destinos inexplicables que pueden
aguardar a una persona, quizás el más extraño
sea el de arder inesperadamente, sin que ninguna causa
aparente lo justifique. A este fenómeno se le ha intentado
dar varias explicaciones racionales... pero nadie lo ha
conseguido.
DESDE HACE MUCHo rIEMpo, la gente cree que
en ciertas circunstancias el cuerpo humano
puede arder por decisión propia. Las llamas,
además, son tan terribles que en pocos minu-
tos la víctima queda reducida a un montón de
cenizas carbonizadas. Esta creencia
la llaman superstición- existe desde -algunos
hace si-
glos y se basa en la idea del castigo divino con-
tenida en el libro de Job. Este fenómeno fue
muy popular en los siglos xvIII y xlx, y entre
otros. el famoso novelista británico Charles
Dickens se sintió fuertemente atraído por el te-
ma. Dickens había examinado los casos de
combustión humana espontánea (que abrevia-
remos cHr) <<como podría hacerlo un juez". co-
nocía la mayor parte de los primeros casos, y
describió algunos de ellos en sus obras (por
ejemplo, la muerte de Krook en La casa de-
sierta, escrita en 1852-53).
Las consecuencias de la
combustión humana espontánea.
El fuego ha reducido la mayor
parte del cuerpo a cenizas
dejando sólo parte de las piernas,
la mano izquierda y parte del
cráneo. Fue lo bastante intenso
para horadar el suelo. Deben
haberse producido temperatu ras
altísimas y, sin embargo, por
alguna misteriosa razón, el fuego
no se extendió, causando muy
pocos daños en los objetos
circundantes.
La muerte de la condesa Cornelia Bandi. de
62 aÍrcs, acaecida en abril de l73l cerca de Ve-
rona, es uno de los primeros informes fiables
de cur. Según parece, la condesa se había
acostado después de cenar y se quedó dormida
después de conversar varias horas con su don-
cella. Por la mañana, la doncella volvió a des-
pertarla y presenció una escena horripilante.
La habitación estaba cubierta de hollín y el
suelo cubierto de un líquido pegajoso; de la
parte inferior de la ventana goteaba un extraño
líquido amarillo y grasiento, que hedía de for-
ma poco usual. I,a cama, que no había sufrido
daños, tenía las sábanas vueltas, indicando que
la condesa se había levantado. A un metro y
medio de la cama había un montón de cenizas.
dos piernas intactas, con medias, entre las que
yacían el cerebro, la mitad de la parte trasera
del cráneo, el mentón y tres dedos ennegreci-
dos. Todo el resto eran cenizas que si se toca-
ban dejaban en la mano una humedad grasien-
ta y hedionda.
Quizála característica más común de la cH¡
sea la gran velocidad con que se produce. Mu-
chas víctimas fueron vistas con vida pocos mo-
mentos antes de que el fuego sobreviniese des-
de la nada. Un cirujano italiano, Battaglio, re-
lató la muerte de un cura llamado Bertoli, en
la ciudad de Filetto, ocurrida en 1789. Vivía
con su cuñado, y en cierta ocasión se hallaba
solo leyendo un libro de oraciones en su cuar-
to. De pronto se le oyó gritar. Los que acudie-
ran en su ayuda le encontraron en el suelo en-
vuelto en una pálida llama que se apagó al
acercarse ellos.
Bertoli llevaba una túnica de tela de saco de-
bajo de sus vestidos, cerca de la piel, y en se-
guida se comprobó que la ropa de encima se
había quemado dejando intacta la túnica. De-
bajo de la túnica, la piel del tronco no estaba
quemada, pero colgaba de la carne a jirones.
Algunos autores deducen que el fuego debe
desarrollarse con extrema rapidez, puesto que
las víctimas se hallan a menudo sentadas tran-
quilamente, como si nada hubiese ocurrido.
Otra característica casi universal de la cn¡ es
la extrema intensidad de calor que genera. En
circunstancias normales es muy difícil quemar
un cuerpo humano, máxime si está vivo, y los
cuerpos de las personas que mueren envueltas
en llamas normalmente sólo sufren daños par-
ciales o superficiales.
Todos los expertos afirman que la reducción
de un cuerpo humano a un montón de cenizas
calcinadas requiere una gran cantidad de calor,
y que se debe echar combustible y mantener el
fuego durante horas: a pesar de ello, los cre-
matorios suelen incluso moler los huesos que
quedan. A raiz de un caso de cur, el doctor
Wilton M. Krogman, antropólogo forense de
la Universidad de Pennsylvania, declaró que
había visto cuerpos quemando en un cremato-
rio durante 8 horas a 1 110 "C sin que hubiese
ningún indicio de que los huesos se calcinasen
o se hiciesen polvo, y que se necesita una tem-
peratura de unos 1 650 "C para que los huesos
se fundan y se volatilicen. En el caso de Léon
Eveille, de 40 años, que fue encontrado com-
93
pletamente quemado en el interior de su coche
cerrado en Arcis-sur-Aube (Francia) el 17 de
junio de 1971, el calor había fundido los crista-
les del coche. Se calcula que un coche al que-
marse alcanza una temperatura aproximada de
700 "C, pero que para que se funda el cristal la
temperatura tiene que superar los 1 000 "C.
En los casos de cHr nos encontramos repeti-
damente con otro extraño fenómeno: la locali-
zación del calor. Los cuerpos abrasados se ha-
llan estirados en camas intactas. sentados en
sillas ligeramente quemadas o con los vestidos
en perfecto estado.
En 1905 el British Medical Journal relató la
muerte de «una anciana señora de costumbres
extravagantes». La policía irrumpió en una ca-
sa de la que salía humo y encontró:
un pequeño montón piramidal de huesos
humanos calcinados encima del cual se
hallaba un cráneo, en el suelo y delante de
la silla. Todos los huesos habían sido com-
pletamente quemados y carbonizados; ca-
da partícula de tejido blando se había que-
mado, y sin embargo un mantel que esta-
ba a tres pies de los.restos se hallaba in-
tacto...
Curiosamente, el techo estaba también que-
mado, como si la mujer se hubiese convertido
en una antorcha de fuego.
Charles Fort, uno de los principales intere-
sados en estos temas, narra en sus Obras com-
pletas (1941), dos casos asombrosos. El prime-
ro, recogido por el Daily News el17 de diciem-
bre de 1904, describe cómo la señora Cochra-
ne, de Falkirk, fue encontrada muerta por
quemaduras en su habitación y «totalmente
desfigurada". No se oyó ningún chillido, y muy
94
pocos objetos resultaron quemados. El fuego La combustión humana
no estaba encendido. Se encontró su cuerpo espontánea ocurre con
carbonizado «sentado en una silla, con cojines extraord¡naria rap¡dez, y aún asÍ
a su alrededor». E,l segundo caso, relatado en el calor generado es suficiente
el Madras Mail del 13 de mayo de 1907, se re- como para calcinar incluso los
fiere a una mujer del pueblo de Manner, cerca huesos de la víctima. En cambio,
de Dinapore. Se había quemado su cuerpo, pe- en el fuego continuo de un
ro no sus vestidos. Dos guardias la encontra- crematorio un cuerpo puede
ron en una habitación intacta, y llevaron el tardar horas en quemarse.
cuerpo aún ardiente al Magistrado del distrito. Además, en estas circunstancias
En 1841 el British Medical Journalptblicó el sólo se quema completamente la
discurso que el doctor F. S. Reynolds dirigió a carne (foto Dowson & Mason
la Sociedad Patológica de Manchester en rela- Ltd.).
ción a la cuestión de la cu¡. A pesar de que
rechazaba la idea de la combustión «espontá-
nea". admitió la existencia de casos desconcer-
tantes. r' citó un ejempio extraído de una expe-
riencia personal: una mujer de cuarenta años
que había caído cerca de una chimenea.
Fue encontrada a la mañana siguiente, aún
ardiendo. Lo que le sorprendió fue el daño que
habían sufrido las piernas: el fémur estaba
completamente carbonizado y envuelto en
unas medias intactas: las articulaciones de las
rodillas estaban abiertas.
Algunos especialistas en cHE se han plantea-
do el hecho de que las víctimas no griten ni
luchen. Es algo más que un simple quemarse:
existen algunos elementos psíquicos que prece-
den o acompañan a este hecho y que podrían
explicar la apatía o incapacidad por parte de
las víctimas supervivientes de explicar lo que
les ocurrió. Así por ejemplo, el Hull Daily
Mail del 6 de enero de 1905 describió cómo
una anciana mujer, Elizabeth Clark, fue en-
contrada una mañana con quemaduras morta-
les, sin que su cama, en un hospital de Hull,
 Combustión espontánea
:-->:rr:i marcas de fuego. No se había oído
..,i:rn srito ni ruiclo de-lucha a través de las
:-::l¡aras. La muier fue "incapaz de dar un
:=1";o cohe¡ente» de su accidente, y murió po-
: -. después.
La combustión humana espontánea ha reci-
:rJo las crÍticas más severas por parte de la
:rencia. El gran pionero de la química, el ba-
:,rn Justus von Liebig, escribió una apasionada
:¡futación de las combustiones preternaturales
.. espontáneas, basándose en el argumento de
¡ue nadie las había visto.
Como hombre de ciencia, consideraba las
::uebas históricas como un dato no comproba-
¿o de la creencio en la cur,, más que como
:ruebas reales de muertes por incendio espon-
::neo. Además. se lamentaba de la falta de
restigos gxpertos y no tomaba en cuenta otros
i.stirhonios, porque «proceden de personas ig-
norantes. sin experiencia en la observación y
lievan en sí mismos la marca de no ser dignos
de confianzar.
Por otra parte, han sido varios los intentos
de dar una explicación científica a la cur,. En-
tre ellos destaca el de algunos médicos de prin-
cipios de siglo, pioneros de la patología. Según
su teoría, en ciertas condiciones el cuerpo pue-
de generar gases que se queman al entrar en
contacto con el oxígeno. Así por ejemplo. el
ilustre científico barón Karl von Reichenbach
escribió sobre el «miasma de putrefacción" de
los cuerpos humanos. Sin embargo. Liebig no
encontró pruebas de que esle Las existiese .cn
cuerpos sanos o enfermos. ni siquiera en la pu-
trefacción de cuerpos muertos».
Dixon Mann y W. A. Brend. en s,¡ Forensic
Medicine and Toxicolog"y (1914) . explicaron el
caso de un hombre obeso que murió dos horas
después de ingresar en el hospital Gu¡z de Lon-
L
dres, en 1885. Al día siguiente se encontró su .n
cuerpo muy hinchado! con la piel distendida y
completamente lleno de gas, a pesar de que no
había señales de descomposición. «Cuando se
le pinchó en la piel, el gas salió y se quemó con La combustión El doctor J. Irving Bentley, médico retira-
una llama parecida a la del hidrógeno; ardie- do, vivía en la planta baja de un edificio
ron simultáneamente más de una docena de
del doctor de apartamentos. en Coudersport, Penn-
llamas.» Si el hombre hubiese muerto en su ca- Bentley sylvania. En la fría mañana del 5 de di-
sa, cerca de un fuego, hubiéramos tenido otro ciembre de 1966. Don Gosnell entró en el
caso de «combustión espontánea». sótano del edificio para leer el contador
De todas maneras, un gas de este tipo den- del gas. En el sótano flotaba un .humo
tro de los tejidos del cuerpo sería fatalmente azul claro de olor extraño». Gosnell des-
tóxico, y provocaría una grave enfermedad o cubrió por casualidad, en un rincón. un
incluso la muerte de la víctima. montón de cenizas. Nadie había respondi-
Normalmente estos síntomas no se manifies- do a su saludo al entrar, de modo que de-
tan: a menudo las víctimas han sido vistas vivas cidió ir a echar un vistazo al anciano. En
poco antes de que se quemaran. Esta teoría el dormitirio había el mismo humo extra-
tampoco sirve para explicar el hecho de que los ño. pero ni rastro de Bentley. Gosnell mi-
vestidos permanezcan muchas veces intactos ró en el cuarto de baño y se enfrentó con
sobre el cuerpo carbonizado. una visión que no olvidará nunca. El suelo
Como alternativa a la teoría de la enferme- estaba quemado y en él se abría un enor-
dad, podríamos considerar que ciertas funcio- me hoyo por donde se veían las tuberías y
nes orgánicas o mecánicas de los procesos del vigas que había quedado al descubierto.
cuerpo están alteradas. Ivan Sanderson, y an- Al borde del hoyo vio.... una pierna ma-
tes que él Vincent Gaddis, estudiaron la for- rrón, desde la rodilla hasta abajo. como la
mación de fosfágenos en el tejido muscular, en de un maniquí. ¡No miré más!" Gosnell
especial la vitamina B1. huyó del edificio a toda prisa, y fue a dar
En ciertas personas sedentarias, el fosfáge- parte de su macabro descubrimiento.
no, compuesto similar a la nitroglicerina y de

9.5
 Combustión espontánea
EI fin de En el capítulo 32 de Bleak House (La casa
desiertal, los personajes de Charles Dic-
un villano kens. William Guppl r Tonr' \\'eevle.
descubren que el mahado Krook ha a¡di-
do misteriosamente. transformándose en
un montón de fraqmentos v cenizas. Su
habitación está cubierta de un "odioso ho-
llín". y de un .líquido amarillento y espe-
so". La moraleja que extrae Dickens es
inequívoca: .Dadle a 1a muerte el nombre
que queráis... atribuidla a cualquiera o
decid que podría haberse evitado de la
forma que queráis, es la misma muerte de
siempre. innata, instintiva, engendrada en
los corrompidos humores del mismo cuer-
po y sólo allí: Combustión Espontánea».
formación endotérmica, podría acumularse en
cantidades anormales, de manera que los cuer-
pos se volvieran fácilmente combustibles. Esto
podría explicar la propensión de algunas per-
sonas a arder, pero falta aún identificar el por
qué de la «chispa de encendido».
Los casos de cur que afectan a varias perso-
nas a la vez son extremadamente raros. El ba-
rón Liebig pensó que el hecho de que se pro-
dujesen simultáneamente varios casos de cu¡
refutaba la citada teoría de la enfermedad,
puesto que según su experiencia una enferme-
dad no seguía nunca el mismo curso en dos o
más personas en cuanto a síntomas, culminan-
do con sus muertes simultáneas. Ciertamente.
96
L
ninguna de las sugeridas pro-
"enfermedades»
voca tales efectos.
En la mayor parte de testimonios sobre cH¡,
el escepticismo es el que domina; si contamos
con un considerable número de casos, ha sido
gracias a los esfuerzos de personas como Char-
les Fort. El fue el primero que se ocupó de
compilar relatos de fenómenos extraños. La
fuente principal de donde se ha extraído esta
información han sido los periódicos y, sobre
todo, las revistas médicas: son los médicos fo-
renses y sus ayudantes quienes tienen la poco
envidiable tarea de enfrentarse con pruebas
que parecen contradecir las leyes físicas y las
opiniones médicas. Es inevitable que en los in-
formes que ellos redactan se hagan suposicio-
nes acerca de tropezones con estufas, chispas,
fumadores descuidados y, en el caso de niños,
de juegos con cerillas.
Sin embargo, fue el interés médico-legal el
que mantuvo viva la idea de la cut, junto con
los patólogos que confirmaron primero el fe-
nómeno y después lo rechazaron en favor de la
«combustión preternatural». Además, cabía la
posibilidad de que un asesino simulara una cHE
para ocultar su crimen. Uno de los primeros
casos ocurrió en Reims, en 1725, cuando Jean
Millet, un posadero, fue acusado de mantener
relaciones con una bella criadita y matar a su
mujer. Ésta, que bebía a menudo, fue hallada
una mañana a unos 30 cm de la chimenea.
Según se dijo entonces, «sólo una parte de la
cabeza, con una porción de las extremidades
inferiores y unas pocas vértehlas, habían esca-
pado a .la combustión. Unos 45 cm del pavi-
mento debajo del cuerpo se habían consumi-
do. pero una artesa v un mortero que estaban
muv cerca no habían sufrido daños». Un joven
médico a\.udante. llamado Le Cat, se hospeda-
ba en la posada, y logró convencer al tribunal
de que ésta no era una muerte ordinaria por
quemaduras sino una
"visita de Dios» a la
mujer borracha y un resultado obvio de empa-
parse las tripas con alcohol. Millet fue declara-
do inocente y Le Cat se transformó en un mé-
dico distinguido que publicó una memoria
acerca de la cuE.
Más de un médico podría contar que a lo
largo de su carrera ha observado combustiones
fatales y misteriosas, aunque dichos informes
suelen surgir de manera espontánea y casual, y
no suelen reflejarse en la prensa. Según la ex-
periencia de algunos médicos, se presenta
aproximadamente una vez cada cuatro años.
De hecho, los modernos investigadores de la
cHr desmienten la idea de que el fenómeno sea
tan poco frecuente como sugieren algunos co-
mentaristas. Existen cadavez más casos testifi-
cados por médicos y patólogos, y su número
aumentaría, probablemente, si se pudiera eli-
minar el temor al ridículo que conllevan los te-
mas que, como éste, desafía,n las leyes científi-
cas comúnmente aceptadas.
Se han sugerido muchas causas para explicar Ia
cae. En la página 126 se exponen algunas de
estas teorías.
 ¿-

fle ac1uí a las estrellas

, ,,.,:;:l-Í. i;
Los informes sobre OVN¡S los describen como máquinas en forma de rll¡ ,tri.:
r,i:r.+;J:Eil:
platillo, muy manejables e inmensamente rápidas, capaces de realizar r:!ii..;-ilii,til+.1í
:p;;,ii:"i.!lj1 :
empresas que desafían todas las leyes conocidas de !a física. En este .t:;¡:1,:.:llli

artículo se plantea cómo podrían funcionar los OVNIS y por qué

caminos Ia tecnología humana está tratando de emularlos.
LA eALABRA ovNr (objeto volante no identifica-
do) no significa oficialmente más que algo que
no ha sido o no puede ser explicado mediante
las leyes conocidas de la física. Sin embargo, el
comportamiento aparentemente racional ob-
servado en muchas visiones de OVNIS, así co-
mo los relatos de encuentros con humanoides.
sugieren.que los OVNIS son de hecho naves
espaciales tripuladas.
Si esto es así, las naves espaciales deben ser
capaces de recorrer enormes distancias. A me-
nudo la gente que pretenáe haber tenido con-
tacto con extraterrestres dice haber hablado
con habitantes de Venus. Pero es muy proba-
ble que Venus donde la temperatura ambiental
puede alcanzar los 480 "C, sea un planeta
muerto.
Cualquier forma de vida inteligente debe
proceder de mucho más lejos, y aún suponien-
do que la vida media de las criaturas de otros
planetas pueda ser mucho mayor que la nues-
tra, los OVNIS deben ser capaces de trasladar-
se muy rápidamente, pues de lo contrario esta-
rían cientos de años viajando entre planetas
deshabitados.
Los relatos sobre los movimientos de los
OVNIS se parecen notablemente entre sí. La
mayoría de las personas los describen como
flotando en el aire y despegando a grandes ve-
locidades, realizando a menudo maniobras que
serían imposibles para un avión convencional.
Incluso dejando un margen a la exageración
por parte de los excitados testigos, parece cier=
to que los OVNIS disponen de una energía ca-
paz de producir tremendas aceleraciones.
Ninguno de los combustibles para ¡cohetes Sobre estas líneas: el APolo Vlll
que utilizamos actualmente se halla a su altura, parte hacia la Luna (foto Robert
puesto que almacenan sólo una pequeña canti- Hunt P.L.).
dad de energía por unidad de masa.
Desde el principio, los viajes espaciales han En la parte superior: el planeta
presentado el problema de poder cargar sufi- Venus, a 48 mil millones de
ciente combustible en el cohete como para per- kilómetros de la Tierra (foto
mitirle realizar su viaje. La solución que se ha Space Frontiers).
dado ha consistido en cohetes de varias etapas:
la aceleración inicial la suministra un cohete A la izquierda: impresión de
que es expulsado cuando su combustible se ha artista de la superficie de Venus.
agotado, encendiéndose entonces otro cohete. Con una temperatura que alcanza
Los vuelos espaciales han llevado nuestra los 480 oC, es muy improbable
tecnología hasta sus límites y, como todo el que pueda haber vida en aquel
mundo sabe, la aceleración que toman nues- planeta (foto Space Frontiers/Don
tros cohetes y naves espaciales al separarse de Dixon).
la Tierra no es muy espectacular. A pesar de
que eventualmente alcanzan velocidades bas-
tante elevadas, no son en ningún momento su-

97
 ficientemente rápidos como para alcanzar pla-
netas ajenos a nuestro sistema solar en un lap-
so de tiempo equivalente a una vida humana.
Si suponemos que los OVNIS están someti-
dos a las mismas leyes físicas que nosotros, la
conclusión es que para moverse cerca de la
Tierra tal como suelen hacerlo deben utilizar
una fuente de energía distinta a los combusti-
bles químicos convencionales. El suyo debe ser
muy compacto. con un gran rendimiento de
energía por unidad de masa: hay que pensar,
El proyecto Orión pretendía ser una alterna-
tiva a los cohetes de varias etapas que Werner
von Braun proponía para los viajes espaciales.
El propósito último de Freeman Dyson era
construir una nave espacial del tamaño de una
pequeña ciudad, que transportaría a un grupo
de personas a un planeta distante situado en
los confines del sistema solar, donde ésta se
posaría. Puede que esto no fuese más que un
sueño, pero el diseño era muy realista.
En esencia, su idea consistía en transportar
Abajo a la izquierda: el granjero
Dick Jennings examina un
"platillo volante" que encontró en
un campo cerca de Chippenham,
en Wiltshire (Gran Bretaña),
observado por un policía. Era uno
de los seis platillos que fueron
encontrados en lÍnea recta entre
Somerset y Kent; se demostró
que todos eran fraudulentos (foto
Syndication nternational).
I

por supuesto, en la energía nuclear. un cierto número de bombas de hidrógeno a

En 1958, justo después de que Yuri Gagarin
se convirtiese en el primer hombre que dio la
vuelta a la Tierra por el espacio. un brillante
físico teórico llamado Freeman Dvson inició
un plan para diseñar una nave espacial de pro-
pulsión nuclear. Anteriormente había trabaia-
do en el desarrollo de la bomba atómica. r'po-
seía vastos conocimientos sobre este tipo de
energía. Reunió a un grupo de científicos en
La Jolla, en el sur de California, para que cola-
borasen con é1, y bautizó su idea con el nom-
bre de «Proyecto Orión".
bordo de la nave: las bombas irían siendo des-
plazadas, una por una, hasta situarse debajo
de la nave, donde se las haría explotar. La base
de Ia misma absorbería el choque y la impulsa-
ría hacia adelante.
Sin embargo. Dvson nunca pudo poner a
prueba sus ideas: se lo impidió la preocupación
del público en ¡elación con la contaminación
atmosférica subsieuiente a la erplosión v a la
precipitación radioactiva.
A menudo se cuenta que los OVNIS desapa-
recen de repente. apauándose «como un televi-
sor» \' reapareciendo súbitamente. Este aspec-
to de1 fenómeno ha confundido a los científicos
durante mucho tiempo. y se ha llegado incluso
a sugerir que los OVNIS utilizan algún tipo de
dispositivo de invisibilidad. Hay, sin embargo,
explicaciones más simples y coherentes con la
mayoría de los relatos. Los OVNIS que «desa-
parecen» en la oscuridad de la noche podrían
hacerlo simplemente apagando las luces; los
platillos observados de día podrían desapare-
cer poniér.rdose de perfil frente al observador:
sería muy difícil distinguir en el cielo el delga-
do borde de un platillo. Estas explicaciones no
resuelven el problema de la localización con el
radar y las súbitas desapariciones. Pero si un
OVNI desapareciese detrás de una masa de ai-
re perturbado, una especie de espejismo po-
dría protegerlo fácilmente tanto de nuestra vis-
ta como de la detección por el radar.
Este y otros misterios relacionados con los

98

t

compartimento
de pasajeros
blindaie de aislamiento
electroimanes
O\'\IS ha estimulado desde siempre a los in-
::nieros aeronáuticos, a los especialistas en
¡nergía... y también a algunos «listos» que han
aprovechado el auge de la «moda OVNI» para
;omercializar lucrativamente algún que otro
Jesvarío tecnológico. En todos estos casos los
resultados han consistido muchas veces en ela-
boradas mistificaciones, pero también se han
realizado algunas investigaciones serias v se
han construido realrirente prototipos de avio-
nes con forma de platillo volante, propulsados
por combustibles químicos tradicionales. Al-
gunos de estos prototipos son de gran tamaño,
naves de pasajeros o vehículos de transporte;
otros tienen el tamaño aproximado de un heli-
cóptero: son los «utilitarios voladoresr.
Tecnología OVNI
generador
Iaser
tubos de refrigeración
zona de reacción central electrodos
Los diseñadores han investigado las revolu- Sobre estas líneas: el Apolo Vlll
cionarias nuevas fuentes de energía y han pla- parte hacia la Luna. Para alcanzar
neado naves capaces de realizar viajes espacia- otros planetas más allá de
les. Se han aportado también muchas teorías nuestro sistema solar
para explicar el procedimiento que emplean necesitaríamos una nave espacial
los OVNIS para volar. v quizás una de estas que utilizase un combustible
teo¡ías pueda ser de utilidad en el futuro. mucho más potente (foto Robert
Entre 1as ideas más extravagantes podemos Hunt P. L.).
contar el uso de la antigravedad, la manipula-
ción del tiempo destinado a reducir los trasla-
dos entre planetas muy lejanos entre sí e, in- Despés del veloz turbotrén
cluso, la «propulsión gravitatoria», mediante ¿vendrá el utilitario espacial? En
la cual, por métodos que no se especifican, la el diseño de nave espacial
nave espacial generaría su propio campo gravi- patentado por la British Rail. la
tacional, en el interior del cual la nave, literal- energía proviene de uná reacción
mente, cae: la nave espacial podría viajar en controlada de fusión nuclear
cualquier dirección proyectando previamente mismo principio que rige la bomba
-el
su campo gravitacional delante de ella. de hidrógeno- (página anterior,
Una de las nuevas ideas para el viaje espa- arriba a la izquierda)- [Hayward
cial más espectaculares que han llegado a las art Group, Crown @ HMSOI.
mesas de dibujo de los diseñadores que
pronto va a someterse a experimentación- -y es
la navegación solar. La lu'z del sol ejerce una A la izquierda: prototipo de
presión que, fuera de la atmósfera terrestre, "platillo volante" gigantesco, que
puede ser utilizada para propulsar una nave es- puede revolucionar por completo
pacial. La nave tendría que lanzarse desde .la el transporte aéreo. Diseñada por
superficie de la Tierra utilizando la fuerza de una empresa británica, Airship
cohetes convencionales, pero, v¡avez en el es- lndustries, esta nave espacial
pacio, podría desplegar gigantescas velas re- puede cargar el equ¡valente de
flectoras. La distancia que se podría recorrer 1 05 aviones de transporte. Su
con este método sería ilimitada, porque el velocidad de crucero es de
combustible no tendría que ser transportado 160 km/h, a una altitud de
en el interior de la nave espacial. Ninguno de 1 520 metros (foto Camera
los informes de OVNIS registrados describe Press / Mike Wells).
naves provistas de velas solares, pero esto no
resulta sorprendente, ya que éstas no son ade-
cuadas a la atmósfera terrestre, donde han sido
vistos la mayoría de los OVNIS. Si queremos
viajar a grandes distancias, la navegación solar
puede ser la solución.
La compañía British Rail ha sido la que ha
ido más allá en este campo: ha patentado un
diseño de nave espacial. La descripción com-
pleta del invento está archivada en la Oficina
99
 Tecnología OVNI
Arriba: el profesor Freeman
Dyson, físico norteamericano que
en 1958 diseñó una nave espacial
impulsada por energía nuclear
(foto lnst. of Advanced Studies,
Princeton).
¿Por qué «platiiloS>,?
10i)
t
de Patentes de Londres desde marzo de 1972.
El «vehículo espacial" descrito e ilustrado en
la patente tiene forma de platillo, con ventanas
practicadas alrededor del círculo exterior;
exactamente igual que muchos de los clásicos
«platillos volantes». La energía que impulsa la
nave proviene de una reacción termonuclear
controlada bomba de hidrógeno-, esto
-una
significa que la reacción se verifica más o me-
nos continuamente, y no consiste en una serie
de explosiones aisladas.
En una reacción termonuclear, dos átomos
de hidrógeno o de cualquier otro elemento li-
gero entran en combinación para producir un
elemento más pesado, el helio. Esta reacción
produce radiación nuclear más una importante
cantidad de energía. La radiación tiene gran
importancia en los propósitos de la British
Rail: consiste en un inmenso número de partí-
culas cargadas eléctricamente que reciben un
poderoso impulso hacia el exterior procedente
de la reacción termonuclear. del mismo modo
que la energía de ia cornbustión expulsa los ga-
ses calientes de un cohete convencional. Las
partículas expulsadas de la nave espacial pue-
den ser cuidadosamente dirigidas mediante po-
derosos electroimanes, a fin de proporcionar
un impulso que permita a la nave avanzat.
Adernás pueden colocarse electrodos en la co-
rriente de partículas con el objeto de recoger la
energía necesaria para alimentar las instalacio-
nes del interior cie la nave espacial.
Para desencadenar una reacción de fusión es
imprescindible una enorme cantidad de ener-
gía concentrada. La bomba de hidróeeno utili-
za ür,a bomba atómica para desencadenar la
reacción; en la nave espacial de Ia British Rail,
la energía procede de uno o más rayos laser
enfocados en la zona central de reacción. Me-
diante una tobera, la zota central recibe el
combustible del vehículo, que consiste en hi-
drógeno o uno de sus isótopos. El resto de la
nave está protegido de las explosiones y de la
radiación de la corriente de partículas nuclea-
res por un grueso disco rígido situado sobre la
zona de reacción. Está previsto que la frecuen-
cia de las explosiones sea superior a mil por
segundo, para evitar así la vibración estructu-
ral en el interior del vehículo. La energía eléc-
trica inicial para los lasers procede de un gene-
rador situado sobre el disco de protección.
La patente de la British Rail detalla el tama-
ño de la nave, el número de tripulantes o la
relación combustible-energía pero, en teoría,
las posibilidades son ilimitadas. La nave puede
transportar suficiente combustible para reco-
rrer largas distancias en el espacio exterior,
porque el combustible que utiliza tiene una
gran proporción de energía en relación con su
masa. La humanidad no ha alcanzado todavía
el nivel tecnológico suficiente para poder cons-
truir una nave espacial de estas características.
Y no sabemos qué tecnología pueden haber
desarrollado las civilizaciones de otros plane-
tas, ni si sus naves son impulsadas por combus-
tibles desconocidos para nosotros. Pero sabe-
mos que los visitantes que proceden de otras
partes del espacio pueden llegar a nuestro pla-
neta en una nave espacial similar a la que ha
provectado la British Rail.
La gran mavoría de los informes acerca de
O\'\IS relatan que estos extraños objetos
tienen forma de disco o de puro, y podría
ser que la mavoría de los OVNIS que se
dijo que tenian forma de puro tuviesen en
realidad forma de disco. Tanto si esto es
así como si no. el número de informes
acerca de OVNIS en forma de platillo es
abrumador. Se ha especulado mucho con
el por qué de esto (algunas personas han
sugerido que el significado místico del cír-
culo puede tener algo que ver), aunque
existe una explicación muy simple.
Durante un largo viaje interestelar, una
nave espacial atraviesa vastas regiones de
espacio vacío, lejos de las zonas de atrac-
ción gravitacional; allí no hay resistencia
del viento, ni arriba ni abajo, ni este ni
oeste: nada. La forma más lógica para una
nave que viaje en estas circunstancias es la
circular, puesto que un círculo es simétri-
co según un número infinito de ejes. El
hecho de que la mayoría de los OVNIS
tengan forma de platillo y no esférica pue-
de tener su explicación en que la primera
permite a la nave operar a altas velocida-
des una vez ha penetrado en una atmósfe-
ra planetaria: cortando el viento con sus
bordes puede reducir la resistencia del ai-
re hasta casi cero.

Mos
dr.lo
Jnsó\fu'
ISAAC ASMOV
Si los padres de Isaac Asimov
no hubieran emigrado de la
Unión Soviética a los Estados
Unidos en 7923, no conocerÍa-
mos hoy las famosas utres leyes,
que respetan la mayor parte de
autores contemporáneos de
ciencia-ficción cuando presen-
tan robots humanoides:
o Un robot no puede herir a un
ser humano ni permitir, por su
pasividad, que un ser humano
sea herido.
o Un robot debe obedecer las
órdenes dadas por los seres hu-
manos, excepto cuando se
opongan a la primera ley.
o Un robot debe proteger su
propia existencia mientras dicha
protección no se oponga a las
dos primeras leyes.
Se cuenta que fue George
Campbell, director de la célebre
revista Astounding Stories,
quien involuntariamente sugirió
estos principios a Isaac Asimov,
en un momento de impaciencia,
cuando éste no lograba exponer
las normas de actuación refe-
rentes al tema sobre el que esta-
ba escribiendo en aquel mo-
mento: los robots...
Nacido en Smoliensk en
1920, el joven.Asimov siguió los
Arriba: lsaac Asimov.
Abaio: dibujos de Siudmak y
Christopher Foss inspirados en
obras de Asimov. El mundo
interior y la "identidad" de los
robots ha sido uno de los temas
que más han ¡nteresado a este
escritor.
estudios que le llevaron al doc-
torado en bioquÍmica. Durante
cierto üempo incluso enseñó es-
ta materia en la Universidad de
Boston. Llegó asimismo a obte-
ner un cierto prestigio popular
con un panorama de las cien-
cias físicas y biológicas: esta
obra de vulgarización ha sido
frecuentemente puesta al día
bajo el tÍtulo de Introducción a
la ciencia.
Para é1, ciencia y ficción son
complementarias. Se apasionó
muy pronto por la ciencia-
ficción y entregó su primera na-
+
o el imperio
del futuro
rración a la revista Astounding a
la edad de diecinueve años. Fue
el inicio de una carrera literaria
que le ha llevado a ser uno de
los más grandes autores de
ciencia-ficción de nuesfua épo-
ca. No tenía todavía veinte años
cuando escribió las tres leyes.
A pesar de ser él mismo su
creador, parece como si lo hu-
biera hecho adrede para violar-
las mejor. A partir de los años
cuarenta, inmediatamente des-
pués de haber establecido el
principio de que los robots esta-
rÍan programados para no cau-
sar daño al hombre, publicó
una serie de narraciones en las
que parece que los robots quie-
ran oponerse al hombre. Casi
siempre, debido a un error de
programación o a un desgracia-
do concurso de circunstancias,
sus robots se encuentran con di-
ficultades para respetar las tres
leyes.
El autor disfruta buscando los
puntos débiles de sus principios
y esh-rdiando sus paradojas. Pe-
ro para el lector, el placer es aún
mayor: el de dejarse llevar por
una imaginación que mezcla ra-
zonamientos rigurosos, inteli-
gencia, espÍritu abierto y hu-
mor. Es, en definitiva, el placer
de leer obras originales por su
problemática y por su construc-
ción, en las cuales la intriga se
parece a la de las novelas poli-
cíacas.
Se puede observar de paso
que los robots de Asimov rom-
pen totalmente con la tradición
de monstruos iniciada con el
Golem y con Frankestein. que
hasta entonces no podÍan faltar
en la ciencia-ficción o en el gé-

nero fantástico. Los personajes
configurados por Asimov tie-
nen, paradójicamehtd, una enti-
dad psicológica muy superior a
la de sus antecesores.
En mayo de 1942, Isaac Asi-
mov empieza la publicación de
las narraciones que, reunidas
bajo los títulos de Fundación,
Fundación e Imperioy Segunda
Fundación, Ilegarán a ser una
de las obras maestras de la cien-
cia-ficción del siglo xx.
El tema de esta saga del futu-
ro aparece actualmente como
algo banal, debido a lo mucho
El mundo intergaláctico de
Asimov ha sido a menudo fuente
de inspiración para los artistas.
He aquí dos ilustraciones de
Siudmak y una de Foss creadas
para diversas ediciones de sus
libros.
que ha sido utilizada. Simple-
mente, ha pasado a ser un clá-
sico...
El autor empieza suponiendo
que existe un inmenso imperio
galáctico humano. El hombre
ha partido de la Tiena a Ia con-
quista de los veinticinco millo-
nes de planetas de la Galaxia.
¡Nos encontramos en el 47 mi-
Ienio!
Hay, sin embargo, algo que
no funciona en el reino de Tran-
tor, la capital del Imperio, en el
que se dan cita las intrigas y to-
do tipo de decadencias. La uni-
dad imperial está en peligro. Su
caída es inminente. Entonces el
psicohistoriador Hari Seldon
presiente el drama, y con la
ayuda de su ciencia fundada en
el análisis matemático de los he-
chos históricos, intenta evitar la
catástro{e.
¡Hari Seldon pretende nada
menos que cambiar la historia!
Para modificar el destino y evi-
tar el retorno a Ia barbarie, crea,
en las regiones situadas en los
lÍmites de la Galaxia, dos Fun-
daciones que, teóricamente,
reúnen todo el saber del Impe-
rio amenazado. En realidad. su
finalidad oculta es Ia de actuar
en el curso de los aconteci-
mientos...
Cada una de las nueve narra-
ciones de esta trilogÍa contri-
buye a la. creación de una visión
de este Imperio del futuro sor-
prendente y llena de vida e inte-
ligencia. El público ha sabido
captar perfectamente esto, y el
ciclo de las Fundaciones figura
entre las obras más vendidas de
este autor. Los escritores de
ciencia-ficción han contribuido
también a consagrarlo situando
algunas de sus obras en el am-
biente del Imperio creado por
Asimov.
Isaac Asimov, autor particu-
larmente fecundo, ha publicado
más de cincuenta obras. Y su
caÍreÍa no ha terminado: a sus
sesenta y un años, puede asom-
brarnos todavía con nuevos ha-
llazgos... Galardonado con nu-
merosos premios (ha recibido
por tres veces el premío Hugo a
la mejor novela del año), dirige,
desde 1977, una revista de
ciencia-ficción a la que ha dado
su nombre, Isaac Asimov Scien-
ce Fiction magazine, que consti-
tuye una seria compeiencia pa-
ra revistas más antiguas dedica-
das a este popular género. El in-
ventor de la «robóti6¿» puede
contemplar el futuro con sereni-
dad: futuro que no llegará nun-
ca a ser ni.tan bello, ni tan diver-
tido, ni tan heroico como el que
está encerrado en sus libros.
Existen unas Obras completas de
lsaac Asimov, publicadas por Edito-
rial Bruguera, en tres volúmenes.
Asimismo, Bruguera tiene en catálo-
go diversas Selecciones de obras
de este autor. Algunas novelas im.
portantes han sido editadas por
Alianza (Estoy en Puertomarte s¡n
Hilda), EDHASA (Yo, robot) y Plaza
y Janés (Viaje alucinante).
Créditos de ilustración: Jacques Sa-
doul, J'ai lu/Siudmak, J'ai lu/Chris-
topher Foss.