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GEOLOGIADE
COSTARICA
Una Sinopsis
Primen,edfoi611:l.9!?.4
Diagrn.mad611, mo1,trtie,
llusamclo11"'.s:
Leva11tadode texto: imetlie;,;S.A.
Revisk\r., y corro1:d6111fo
textos: Ana l~ei Sále.l!Z,T. y el a11tor
y au111e11tiufa:
Segumfaedici611conTegide 1993
Correcd611füqlógica y Euclides Hernández P.
T.
Levani.mlo de texto en artes finales:· Mrutfo A
Diseño de poi;tada: ;~rnrn1.ai.-m
Arte.de po.rtada: MartÍ!lM11rilloA.
Coordinador de producdó!l; Jorge Cuadrn R
Jefe Editorial: Gilbert Caraw G.
Dirección :&liloria1y de la hlvesiigadó11(DlEDIN): Mario M1irilloR.
557.286
C352g Ca,.!iilo Muiloz, Rol1Wdo
RicSJ : ooa sÍ!lopsi!. i Ro!,mdo Cms!illo
Geo!ogl11de Co:,silíl
Mui!oz. ·-2. oo. ·· S:m José, Costa Rica : \:,<iiitorilllide III
Uni11eni<ladde Cosi>!Ri<:lll,1993,
ll!ll p. : il., mapas
reimpre;iones
ISBN 9977-67-0-01-3
o
Prohibida fa reproducción lolal o parcial
Toooslos derechos reseavados
Hecho el dep,ós.i!ode ley
PRESENTACION
Es para mi un enorme placer hc.cer la presentación por este medio de la Geolo-
gía de Costa Rica, una sinopsis, escrita"por el colega y ex-discípulo Dr. Rolando Castillo
Muñoz; obra sumamente valiosa-que me permito recomendar a los profesionales en Geo-
logía, a los estudiantes de esa carrera y a las personas interesadas en conocer con cierto
detalle la geología de nuestro país, el avance paulatino de la investigación en este campo y
el aporte dado por primitivos investigadores y expertos nacionales y extranjeros.
El trabajo también tiene un valor muy especial porque el autor, después de ofrecer
una amplia información sobre la geología y la estratigrafía de Costa Rica, se extiende en
una amplia descripción de las rocas intrusivas, volcánicas y sedimentarias, ubicándolas
dentro de su época de formación y su manifestación externa en las diferentes partes del
país.
El estudio que se nos presenta viene acompañado de la más amplia información
gráfica de mapas y perfiles que facilita grandemente una mejor comprensión del texto.
El aspecto geológico en general lo complementó el Dr. Castillo con una sucinta
relación sobre el vulcanismo reciente, la edad glacial, la estructura e historia tectónica, los
recursos minerales del país, la explotación realizada y las ulteriores posibilidades de
aprovechamiento, así como una exposición general sobre la exploración petrolera efectua-
da en Costa Rica.
Felicito al Dr. Castillo por tan laborioso trabajo, y a la Editorial de la Universidad de
Costa Rica por haber dispuesto su impresión y divulgación.
5
A la mem()ria de mi abudo
J()SéRobert()Muñ()Zs~~ra,
por su cariño y e~p~ranza
•
PREFACIO
Esta sinopsis sobre la geología de Costa Rica, tiene como propósito suministrar
información resumida a personas diversas, que como intelectuales, estudiantes y público
en general, pudieran estar interesadas en el tema, por cuanto la mayor parte de la infor
mación geológica relativa a Costa Rica se encuentra diseminada en la literatura especia
lizada y de acceso más directo y exclusivo a los estudiosos en las Ciencias Geológicas. No
se pretende con este trabajo cubrir en detalle cada uno de los tópicos relativos a la
geología del país sino más bien que sea una fuente de referencia de aspectos geológicos
generales, los cuales podrían ser ampliados en detalle consultando la bibliografía incluida
en el texto u otra disponible adicional.
La presente sinopsis tiene como núcleo aglutinador el trabajo que sobre la geología
de Costa Rica el autor preparara en 1978 para la Organización de Estudios Tropicales
(OTS) a instancias de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica.
Este estudio se encuen'tra en proceso de publicación en el idioma inglés en la sección de
publicaciones de la Universidad de Chicago, y se espera sirva de referencia general a
estudiantes extranjeros en Ciencias Biológicas que visitan el pa{s en vías de estudio. A este
trabajo, que comprendió principalmente aspectos de geología, estratigrafía, estructura e
historia tectónica, le fueron añadidos otros capítulos como: vulcanismo reciente, la sismi
cidad, la edad glacial, los recursos minerales y la minería del oro y la exploración petro
lera, los cuales constituyen otros aspectos que son también de interés general y gran
importancia en una sinopsis geológica de un país con las características del nuestro.
Este intento por resumir las principales ideas sobre la geología de Costa Rica, es
posible que suscite en todos los interesados, en cuenta el autor, algunas ideas para tratar
más exhaustivamente y ampliar algunos de los temas tratados, aspecto que consecuente-,
mente será considerado una vez se analicen los resultados de esta primera experiencia.
Asimismo, como la investigación en las diversas ramas de las Ciencias Geológicas evolu
ciona y en casos modifica ideas, conceptos y escritos, este trabajo será objeto de revisión
periódica para adecuarlo a los avances futuros que al respecto se logren con la ayuda de
todos los investigadores.
El autor desea expresar su agradecimiento a diversas personas e instituciones que se
interesaron por el tema y prestaron todo tipo de colaboración: al Dr. Manuel M. Murillo,
Vicerrector de Investigación de la Universidad de Costa Rica, cuya recomendación ante la
Organización de Estudios Tropicales, motivó al autor a iniciar en 1978, el primer escrito;
a los doctores César Dondoli, Franr:ois Rivier y Erik Kuypers, por la revisión de algunas
partes del escrito; al periodista Yehudi .Monestel Arce por su apoyo y valiosas sugerencias;
a la Corporación Costarricense de Desarrollo (CODESA) y al dibujante Hardy Klenner por
la elaboración de las ilustraciones; a las señoritas secretarias Ana Iris Barrantes, Nelgi
Ureña, Jenny León y Rocío Ocampo el afectuoso reconocimiento por su magn{fica labor
de mecanografía del manuscrito original y a la señora Silvia Pineda el agradecimiento por
su desinteresada colaboración.
También se agradece la colaboración obtenida del Instituto Geográfico Nacional.
7
¡~---- -----~~------
CONTENIDO
PRIMERA EDICION
9
3.2 Geología y Estratigrafía ...................................................... 31
CAPITULOIV: ELVULCANISMO
RECIENTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
4.2 Historia sobre las investigaciones vulcanológicas ................. ·. ·. ; .. : : ..... : . ; . . . . 71
4.3 Distribución y características generales de los Aparatos Volcánicos· ..... '.. '. : ... ·.'; ..... ; . 78
4.4 Historia de la Actividad Volcánica ............................ : . ... . . . . . . . . . . . . . . 88
10
CAPITULO V: LA EDAD GLACIAL 99
6.3. l Arc~oExterno .... ,, ... º " •. , •••• ·,i: .~: ._,r •• · ;, • ~ " •• " •••••• , • º • , •• , •• , •• , ••••• , •
6.6.1 Historia vV!O'J/,;H,d Generalizada .. ' ' ..... ' .. ' ............. ' ' .. ' ..... ' .... .
6.6.2 Historia ,eo,10~:icasegún conceptos paleo,ge(igr:HH::os 132
BIBLIOGRAFIA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
FIGURAS.
5. Mapa geológico de las tierras bajas de la Cordillera de Talamanca en la vertiente del Mar Caribe 44
9. Mapa geológico regional de la vertiente sur del Río San Juan, Costa Rica. Sección noroeste 59
11. Mapa geológico de una parte del Valle Central Occidental ........................... 61
12. Mapa geológico del Area Metropolitana de San José ................................. 62a
14. Mapa geológico regional del Valle Central y zonas meridionales adyacentes .............. 64a
15. Mapa geológico de la parte norte de la región sureste de Costa Rica .................... 65a
16. Mapa geológico regional de la Vertiente sur del Río San Juan y tierras bajas del Caribe, Costa
Rica, Sección noreste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
12
17. Mapa geológico de Puntarenas y alrededores 66a
26. Mapa mostrando las zonas de devastación producidas por el Volcán Arenal, durante Julio
29-31 de 1968 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
30. Resumen sobre las principales placas de litosfera y zonas sísmicas de la tierra 111
31. Secuencia esquemática de secciones que ilustran un modelo relativo a la evolución de una faja
montañosa, tipo cordillera, desarrollada por sumergimiento de una placa de corteza oceánica
bajo una continental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
32. Sección esquemática transversal que muestra las relaciones entre placas oceánicas y arcos
insulares de América Central {Costa Rica) y Las Antillas ............................. 114
33. Límites de las principales placas de litosfera y otros rasgos tectónicos de América Central, el
Caribe y áreas adyacentes .................................................... 116
36. Croquis estructural de Costa Rica. Mapa de las principales fallas de Costa Rica 120
37. Anomalías magnéticas y croquis tectónico. Penínsulas de Nicoya y Santa Elena 121
13
Sección tnmsversal que muestra el prí.sma de acredón otras fajasy
tónicas de! noro08te de Costa Rk:<1 ..... , , ... , , .. , .. , .. , . , . . . . . . . , , . . . 128
. , . , ................... 128
de A..mfaica
de
]43
4(~
\)o efecttutdas . ~ ~ .... , . ~ º • º • • ~ • 158
14
de Costa Rica 33
2. 73
3. Lista de fuente:3termales 96
6. Escala del tiempo geológico de acuerdo con la edad geológica de Costa Rica . . . . . . . . . . . . . 168
15
CAPITULO I:
Antecedentes istóricos
el desarrollo
geol ~ ic de sta Rica
El desarrollo geológico y de los recursos minerales (incluidos energéticos) del país,
está en función del avance logrado por la investigación previa, la trayectoria evolutiva de
nuestra institucionalidad en ciencias geológicas y cualquier tipo de actividad productiva,
minera o petrolera, que haya sido o sea significativa para el desarrollo socio-económico
del país.
A William Gabb, norteamericano; quien entre 1873 y 1874 llevó a cabo observa-
ciones geológicas en la Cordillera de Talamanca, puede considerársele como el primer
investigador que realizó estudios sistemáticos en Costa Rica. Posteriormente, investi-
gadores como Sapper, Hill, A twood, Hayes, Romanes, Pittier, Lohman, Crosby, Williams,
Alfara, Tristán, Fernández-Peralta, Jinesta, Dengo, Weyl y Dondoli, entre otros, efectua-
ron contribuciones valiosas en el campo de la geología y de los recursos minerales, así
como en el de la vulcanología y sismología en particular. Dengo (1968) hizo un enfoque
importante y fundamental sobre la geología regional de América Central, incluyendo a
Costa Rica, y últimamente Wey l (1980) efectuó un resumen sobre la geología regional de
Costa Rica en el contexto de la geología de América Central.
19
Mineralogía del Centro Nacional de Agricultura, bajo la dirección del geólogo suizo Pablo
Schaulfelberger.
Durante las décadas del 1930 y 1940, tanto las secciones de Geología del Museo
Nacional como la del Centro Nacional de Agricultura, obtuvieron la colaboración direc-
tora del Profesor Alfonso Segura Paguaga, quien por muchos años ha constituido figura
relevante en el campo de los recursos minerales.
De la Sección de Geología y Mineralogía del Centro Nacional de Agricultura se
originaron, con el transcurso de los años, el Departamento de Geología de la Universidad
de Costa Rica y el Departamento de Geología, Minas y Petróleo del Ministerio de Agricul-
tura e Industrias. Se debe al Dr. César Dondoli la creación de estos dos departamentos, así
como el entrenamiento de personal técnico nacional que inició labores en dichas institu-
ciones.
El trabajo realizado por estos dos departamentos culmina en 1970 con la apertura,
en 1969, de la Escuela Centroamericana de Geología, la cual ya está aportando elemento
joven para llevar adelante la investigación geológica de los recursos minerales del país. La
Escuela fue creada por el tesonero empeño del Dr. César Dondoli quien logró encauzar la
valiosa asistencia económica y didáctica de las Naciones Unidas, de la Organización de
Estados Americanos y de los gobiernos de los Países Bajos.
En lo que se refiere a la explotación del oro desde los tiempos precolombinos, estuvo
en manos de los aborígenes, principalmente aquellos que habitaban las cercanías de la
Península de Osa, debido a su fácil extracción de los placeres auríferos.
Posteriormente, desde el siglo XIX la explotación de oro empezó a cobrar importancia
primero en los Montes del Aguacate y después en la Cordillera de Tilarán (distritos de
Tilarán, Abangares, Pozo Azul, Guacimal, Miramar, Esparza y Aguacate) con el descubri-
miento de vetas auríferas primero y posteriormente, a finales, con la llegada de compañías
extranjeras que iniciaron la explotación de las vetas. Esta intensa actividad, que perduró
hasta el primer tercio del siglo XX, se dice que produjo en Abangares, entre 1892 y 1928,
$ 33 millones (lrving y Roberts, 1957) y en el Aguacate, hasta 1902, $ 10 millones (Irving
· y Roberts, 1957), datos que no pueden ser corroborados pues en aquella oportunidad no
hubo debido control estatal.
20
La explotación de o:ro en la Península de Osa es una actividad que se ha mantenido
en forma continuada desde los tiempos precolombinos hasta el presente y muchos mora-
dores de la zona encuentran su modus vivendi en la extracción y venta de pequeñas
cantidades a los interesados.
Se puede decir que la fuga de recursos por concepto de una mala admínistradón
minera ha estado más relacionada con la explotación de nünerales metálicos como el oro
y el manganeso.
21
CAPITULO II:
Fisio rafía
El territorio de Costa Rica se puede dividir en tres unidades o sistemas fisiográfi'Cos
principales:
Cada uno de los sistemas fisiográficos incluye varias unidades menores bien definidas
y conocidas, las cuales serán mencionadas y descritas al tratar cada sistema.
a) la Cordillera de Talamanca,
b) la Cordillera de Tilarán y Montes del Aguacate,
c) la Cordillera Central,
d) la Cordillera de Guanacaste,
e) la Cordillera o Fila Costeña y
f) las cordilleras y colinas de las penínsulas de Santa Elena, Nicoya, Herradura, Osa,
Burica y los Cerros de Cureña y otras colinas de la vertiente del Caribe.
25
En el cuarto sureste del país, la Cordillera de Talamanca, en su porción media y
sureste está separada de la Fila Costeña suroeste por el Valle de El General, el cual corre
paralelo entre las dos cordilleras.
En la Cordillera de Talamanca, el Cerro Chirripó alcanza la mayor elevación del país,
3.819 metros sobre el nivel del mar. Esta cordillera y estribaciones se continúan al norte
con los Montes del Aguacate y la Cordillera de Tilarán, los cuales constituyen una unidad
de menor elevación que ésta, aunque siempre escabrosa y de alta proporción de pendien-
tes, mostrando rasgos de un ciclo erosivo de aplanación y posterior rejuvenecimiento y
profundización de la erosión; esto se explica por la presencia, en diversas partes, de crestas
planas y aproximadamente horizontales con elevaciones similares.
La Cordillera Central, caracterizada por los volcanes Poás, Barba, Irazú y Turrialba,
tiene elevaciones hasta de más de 3. 000 metros, en correspondencia con los volcanes Irazú
(3.432 m.) y Turrialba (3.328 m.) en su extremo sureste y de más de 2.500 m. en concor-
dancia con los volcanes Barba (2.906 m.) y Poás (2.704 m.) en la porción noroeste.
En la región peninsular del país (Penínsulas de Santa Elena, Nicoya, Herradura, Osa
y Burica) las elevaciones de hasta cerca de 1.000 m. se alcanzan en las penínsulas ele
Nicoya y Santa Elena; menores elevaciones, de poco más de 500 m., en las Penínsulas de
Herradura y Osa, y de menos de 500 m. en la Península de Burica.
26
3.1. INTRODUCCION
3.2.1. Kntrnducción
Las rocas volcánicas del Mesozoico, Dengo {H)62 b), son basaltos
brechas de basalto y liditas con cap,1s sedin1entarias de
gramvacas gris oscuro, ftanitas, lutitas y cal.izas afa.níticas, en conjunto
rnuy plegadas y bajan.tente metaxn.orfizadas; la secuencia anterior está intruida por cuerpos
de gabro, diabasa diori.ta.
31
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Esta asociación litológica constituye el Complejo de Nicoya que aflora extensiva-
mente en la península del mismo nombre (Figura 3), en una pequeña porción de la
Península de Santa Elena, en Punta Herradura y terrenos inmediatamente al este, en la
Península de Osa y en. algunas partes de Punta Burica (Figura 2, Cuadro 1).
.. ))e acuer\i'o a $f:hrnidt 0 f;ffiri,g ét. al: (1980, en preifsa) el Complejo de Nicoya puede
ser subdiyidido en tres unidades fundamentales, o"cuatro, sf:sec:limentos superincumbentes
son.incluidos, lós cualeSéCQ!)'.e!>ponden en parte con el Comple)o de Nicoya Superior. Las
tr!;i.s.uriit\ades;'de más joVep a 'mas antiguo; son el. Col{jpléjo de Nicoya Superior, las
radiolarita:s, eLCompfojndf~t,Jicoya. Inferci6r y la Peridotita de SántaElena que parece ser
la unidad 111ás:inferior, ª1,r'nque su refac(ón genética todavía se discute. El Complejo de
Nicoya Inferior, Jocalizado cil sur de esta última unipad, está compuesto por basaltos y
diferentes"rocas\plu~ónfoas cq)ilo gql>rosy con meno:{frecuencia plagiogranitós, los cuales
~,p.n intruido l~f
series :o;~áltk:~. ;Las Iádiqlaritás siguen. a ia uniclad af!terior; están ;fre-
cuepte y Ju~ftemente teJ:tonizadas x,
contienen ,en algunas áreas depósito's ele manganeso.
Estás. radiblaritas formaí'l.;l;lficho~zonté guía separan.do el Complejo de Nicoya Inferior del
Superió):'; ~!:·Corpplejó de Nicoya Superior consiste.principalmente de lava.s submarinas,
e8:p~ciarwénte bru¡á1tps, coll'inclusiones megulare~ .de rocas sedimentarias én menor prQ-
pofción. Esta parte. del· ..Compl~jQ qe Nicoyá fue casi. exclusivamente investigada por
P~itgo { 1.9f,2) y st,tbclividi,ctaén seji subcon\plejos por Schmidt- Effing :(197 9 ), i} saber:
· l) ..B:rá~ilito,))
'--, .-- '"'
Juntjuillal,.3),Murciélago,4).Golfito,.5)
~ - ::..- . '
Garza y.6) Quepas.
1) . El,subcomJtéjo de Brasilító coñtenieñdo xenolitos de radiolarita o jaspilita del
Cre,tácico. Inferior Temprano y del Jurásico Superior (Zona de Sphaerostylus
lanceo la).
35
Acantilados en la Punta Gorda de la Penfnsula de Nicoya que muestran una sección de radlolaritas (color
blanco) intercaladas con basalto (color oscuro). Complejo de Nicoya.
(Foto cortesía del Dr. Peter Baumgartner).
85°15'
LEYENDA
CTLl
ltJ.IT.1
Rocas volcánicas del Cuaternario (Qv}
Fms. Rivas(Campaniano-Maestrichfiana} y
Sabana Grande ( Santoniano} sin diferenciar.
o ll 10 15 20 KMS.
l!!!!!!5iiiiiiii~!!Siiiiiiii¡¡¡¡j
ESCALA
MAPA GEOLOGICO DE LA
PEN. DE NICOYA Y PARTE
DE GUANACASTE Fig.3
Cabo Blanco
( Basado en Dengo, 1962) 85°30'
2) El subcomplejo de Junquillal de edad post-Cenomaniana a pre-Campaniana.
3) El subcomplejo de Murciélago de edad Santoniana o lo más bajo del Campa-
niano.
4) El subcomplejo de Golfito con numerosos xenolitos compuestos de caliza silí-
cea en la cual se encuentran forminíferos planktónicos y radiolarios bien preser-
vados. La edad de este subcomplejo es post-;Campaniano y probablemente llega
hasta el principio del Maestrichtiano.
5) El subcomplejo de Garza que contiene calizas pelágicas ricas en faunas de
foraminíferos planktónicos del Maestrichtiano Medio, estásobreyacido por cali-
zas pelágicas del Maestrichtiano más superior.
6) El subcomplejo Quepos con xenolitos del Paleoceno y sobreyacides por sedi-
mentos del Eoceno Inferior.
1 º) la Unidad Esperanza, superior, constituida por basalto,S y diabasa ofí tica. y rocas
gabroideas particularmente en la parte inferior y además stocks plagio.graní-
ticos; unidad distribuida en las partes norte y sur del área estudiada de la
península;
2°) la Unidad Matapalo (distribuida en los alrededores de Matapalo), inferior ubica-
da bajo rocas de la unidad anterior, compuesta por basalto sobreyacido por
u na serie de radiolaritas de por lo menos 40 m. de espesor; las instrusiones de
gabro son excepcionales, los sills penecontemporáneos de diabasa ofítica son
más comunes; en la parte basal Sf encuentra un cuerpo de sulfuros masivos.
Kuypers (1980), le asigna al Complejo una edad que va del Santoni.ano Medio al
Campaniano inferior. El mismo K'llyfíers (1980) seiiltl:a que también la edad del
Complejo de Nicoya es debatida, ya que Galli-Olivier (1979) toma el Santa-
niano Tardío-Campaniano Temprano como el límit~ superior, mientras que
Schmidt-Effing (1979) incluye rocas del Eoceno. También Kuypers (1979)
señala que en las radiolaritas f?Studiadas por él se encontraron distintas asocia-
ciones de radiolarios, incluyendo faunas del Barriasiano-V alanginiano.hasta fau-
nas del Barreniano-Aptiano; ambas del Cretácico Inferior. Por lo tanto, la.edad
de las rocas del Complejo de Nicoya aparenta oscilar, considerándola desde su
período qe acumulación, desde probablemente el Titoniano Medio (Jurásico
Superior) ¡ll Santoniano Tardío y un período de emplazamiento del Santoniano
Tardío al Campaniano Temprano (Galli-Olivier, 1979), ambos del Cretácico; el
límite superior de este .último período es asignado al Campaniano-
l\1aestrichtiano por Henningsen y Weyl ( 1967); posteriormente fue asignadq al
Santoniano Superior (Galli y Schmidt-Effing, 1977) y más recientementé al
Santoniano Tardío-Campaniano Temprano (Galli-Olivier, 1979) y hasta el Pa-
leoceno-Eoceno Inferior (Schmidt,Effing, 1980, en prensa); Kuypers (1979)
considera al Santoniano Medio-Campaniano Inferior como edad máxima del
Complejo.
37
3.2.2.2. ROCAS SEDIMENTARIAS NO DIFERENCIADAS DEL MESOZOICO (Mzs)
La Formación Golfito, es el término usado por Dengo (1968) para designar a las
rocas que yacen discordantemente sobre el Complejo de Nicoya, las cuales consisten, de
abajo hacia arriba, de calizas silíceas gris verdosac;, conglomerados, lutitas, limolitas y
capas ocasionales de arenisca gris pardusca estratificada y capas de caliza silícea. Aflora en
el área de la Bahía de Golfito, en los cerros entre Golfito y la estación de ferrocarril El
Alto, y en la Punta Banco de la Península de Burica, observándose una buena sección
entre la salida de la Bahía de Golfito y Punta Gallardo,
38
Las rocas sedimentarias del Cretácico Superior en la Península· de Nicqya se deben a
detritus volcánicos derivados principalmente de la erosión del Complejo de Nicoya, pero
también· presentan detritos y rocas volcánicas contemporáneos; lo cual es indicación d.e
que hubo.actividad volcánica concominante. De.igual manera, la Formación.Changuinola
presenta areniscas tobáceas e intercalaciones de lava andesítica y dacítica.
Los nombres que se han dado en diferentes regiones del país a diversas unÍdades de
estas rocas se presentan en los cuadros 1A y 1B; cada una de estas formaciones tiene
diversas características litológicas que generalmente se asocian a las ruditas, areniscas y
argilitas, en distintas proporciones y variablemente interestratificadas, con mayor propor-
ción de .materiales calcáreos y volcánicos.
Las rocas formadas en ambienté de depósito n1arino, que son las predominan~s, son
areniscas, limonitas, íutitás y arcillitas, algunas tobáceas y calizas, que muestran en con-
junto diyersos grados de intercalación y se presentan variablemente en. diferentes partes
del país. Las rocas volcánicas intercaladas, formadas también. en ambiente marino,, se
deben a la actividad que con diversos g-rados de intensidad, no solamente formó a éstas,
sino también influenció en varias proporciones tanto a las rocas de ambiente marino como
a las continentales, Las rocas continentales son principalmente conglo¡:nerados des~o-
llados en las márgenes de l?-Cordillera de Talarpan,ca ..
Dentro del grupo de rocas sedimentarias del Paleoceno, con extensión hasta el Cretá-
cico Superior (Maestrichtiano ), en el caso del Pacífico, está la Formación Barra Honda
(Figura 3), constituida por calizas estratificadas. Esta. unidad, según Dengo (1962 b),
aflora en Guanacaste en los Cerros de Quebrada Honda, Corralillo, Barra Honda, Copal,
Caballito, Corral de Piedra y La Cueva del lado occidental del Río Tempisque y en
algunos cerros pequeños en el margen oriental de este río. El contacto inferior es discor-
dante con la Formación Rivas.
39
Se reconoce que las rocas sedimentarias del Eoceno, del lado del Pacífico, represen-
tadas principalmente por la Formación Brito, son primordialmente elásticas, aunque tam-
bién presentan un miembro arrecifa! extenso, asignado al Eoceno Superior, el cual se
extiende desde la provincia de Guanacaste con el nombre de Miembro Colorado (Mac
Donald, 1920; Dengo, 1962 b), hasta la parte suroriental del país, en correspondencia con
la caliza de la Fila de Cal. A este miembro, según Dengo (1968, p. 28) se le conoce en
Panamá como Formación David. La isla de Chira, en el Golfo de Nicoya, está constituida
en proporción importante por rocas de esta formación (Figura 4). Esta formación del
Eoceno fue reconocida y parcialmente descrita por Dondoli (1952) como una unidad del
Eoceno-Oligoceno constituida por areniscas margosas y margas fosilíferas (Dondoli,
1981, coro. personal; Dondoli (1952)).
En la parte central del país afloran rocas sedimentarias que se han asignado al
Eoceno en edad, como por ejemplo la Caliza de Parritilla (Malavassi, 1966; informe
interno) que aflora en el cerro Caraigres y en las vecindades occidentales del mismo.
Recientemente al asignársele una edad miocénica (Rivier, 1980) a la Formación Pacacua
(Castillo, 1969), considerada inicialmente del Eoceno, se abre un tema para analizar más
detenidamente en especial cuando se estudie en detalle la geología y estratigrafía del
Cerro Caraigres y alrededores.
Dondoli (1949, 1954) hace mención de rocas de esta formación en la región occi-
dental del Valle Central Occidental cerca de la Finca La Caja y en la región oriental donde
fue cartografiada con el nombre de Formación Conglomerado-Arenisca.
Recientemente, y con respecto a la Formación Pacacua, Rivier ( 1980, p. 127) asigna
a los conglomerados de esta formación una edad correspondiente al Mioceno Inferior y
sitúa a la unidad en su totalidad, incluyendo una facie más fina de areniscas y lutitas en la
parte estratigráficamente superior, en el Mioceno Superior (ver columna estratigráfica del
área de Escazú; Rivier, 1980); lo anterior con base en evidencia paleontológica reciente.
Como lo señala el mismo Rivier en' su trabajo, Castillo en 1969 había indicado lo escrito
con anterioridad por Romanes (1912) y Schuchert (1935) respecto a la presencia, en
zonas cercanas a la localidad tipo de la formación, de Pecten Hamphilli y Schizaster
Cristatus, de los cuales el primero, según Romanes, es un aliado cercano a los Pectenes
más pequeños de la Caliza de San Miguel, y el segundo, según Schuchert, es característico
del bajo Gatún; pero el mismo Rivier no menciona lo que también aparece escrito en el
trabajo de este autor en 1969, que la asignación al Eoceno se debió a una comunicación
escrita que uno de los más amplios conocedores de la geología de Costa Rica, el Dr.
Gabriel Dengo, hiciera al autor en 1966. Acotaba el Dr. Dengo que la litología corres-
pondiente a la Formación Pacacua era similar a las formaciones Brito, Tuis y Senosri, las
dos primeras del Eoceno y la segunda del Oligoceno Inferior. Además en el mismo trabajo
de -castillo (1969, p. 11) se señalaba que los fósiles encontrados son e$casos y muy mal
preservados lo que imposibilita (en aquel tiempo) dar una datación exacta a estas rocas
Asimismo, en aquel entonces los fósiles encontrados en las formaciones sobreyacentes
(principalmente San Miguel y Turrúcares) habían sido datados por Malavassi princi-
palmente pertenecientes al Mioceno Bajo, lo cual abrió la posibilidad al autor (Castillo,
1969) de pensar, en la página 11, que: estas rocas son claramente anteriores al Mioceno
Inferior debido a que desde el punto de vista estratigráfico, en el área estudiada, subyacen
rocas conteniendo fósiles del Mioceno Inferior.
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FJn l.a parte central del país las rocas sedimentarias del Mioceno están representadas
por la Caliza de San Miguel y las formaciones y Coris,
45
La Formación Turrúcares así denominada por Castillo (1969), es una secuencia
constituida por areniscas conglomeráticas: y capas de congkimerados, de aproximada-
mente 200 m. de espesor, expuestas en el flanco este de los Cerros de Turrúcares. La
secuencia que es calcárea y muy fosHífera, ha sido asignada en edad al Mioceno Inferior,
seg'Ún la fauna identificada por Woodring y Malavassi (1961, p. 491-496); esta fornaación
descansa discordar.1.temente sobre la Térraba (?) (o Unidad ) y
probablemente está cubierta por la Fomiación Coris (Castillo, 1969).
Las rocas sedimentarias del Plioceno en el lado del Caribe están represen-
tadas por las formaciones ys. y Gatún, Venado y Suretka. (Figuras 5 y
9).
hasta el
,en la zona de Río Bonilla y hacia
nv.ou-,,-.n discordanternente a la
co:mo Dengo,. que es concordante
46
3. 2. 3.1.1. Geología de la ciudad de Limón y alrededores
La Formación Uscari (To-u) está constituida por arcillas densas, grises, plásticas,
muy pesadas, glauconíticas en pm·tes, y aflora principalmente en las Alturas de Garrón y
hacia el oeste de éstas hasta la Quebrada Los Cangrejos; el contacto oeste lo establece la
Falla Cangrejos y al este la Formación Gatún sobreyacente.
La Formación Gatún está constituida en el área por dos facies. Una facie basal
co.mpuesta por arenas arcill.osas, limolitas, conglomerados y arenas glauconíticas (Tm-ga);
la base de esta facie está representada por arcillas densas interestratificadas con areniscas,
friables muy finas, arcillosas, glauconíticas, de color verdoso, sobreyacidas por un conglo-
merado suelto de poco espesor, constituido por clastos de rocas ígneas y sedimentarias
distribuidos en una matriz areno-arcillosa glauconítica de color gris; encima de estas capas
descansan bancos de arenisca detrítica limo-a:rcillosa, de grano grueso a mediano, con
lentes conglomeráticos finos; la cúspide de la unidad está compuesta por areniscas !imolí-
ticas, compactas y duras, y arcillas densas, de color pardo; la unidad es fosilífera en
diversos horizontes y los fragmentos elásticos gruesos denotan su origen litoral. La facie
superior de la Formación Gatún está constituida por calizas coralinas (Tm-gc) que afloran
en unidades discontinuas en las partes altas, las cuales exhiben mayor extensión super-
ficial al suroeste de la ciudad, en especial aquel que se extiende al sureste de la línea férrea
entre RECO.PE y el Empalme de Moín. Las calizas son arrecifales de color pardo amari-
llento, en conjunto masivas y con numerosos rasgos de disolución primarios y secun-
darios, desde hoquedades de pequeño tamaño hasta cavernas; abundan las dolinas o
depresiones por colapsamiento de las hoquedades y cavernas cercanas a la superficie que
dan origen a acantilados en la llanura costera; el mayor espesor comprobado de estas
calizas es de 40 m., sin embargo, se informa sobre mayores espesores hacia el eje del
sinclinal de la Esperanza.
Los sedimentos aluviales (Qal) están representados por los de la planicie costera y "
por los de los conos de deyección de los principales ríos que desembocan en el Mar
Caribe, como el Río Banano. Los sedimentos de la planicie son arcillas densas de pardo
claras a oscuras, con abundantes restos de materia vegetal descompuesta, arcillas limoare-
nosas pardo claras, arenas y limos arcillosos gris neg:ruscos con delgadas capas ocasionales
de arena fina gris amarillenta y grava de media a fina, semejando lechos fluviales antiguos
en la parte central y sur de la planicie; los sedimentos de los conos de deyección como el
del Río Banano, que se inicia del término de la zona montañosa hasta la planicie costera,
son aluvionales constituidos por cantos rodados de origen íg-neo, de hasta 0.5 m de
tamaño, gravas gmesas a finas, subredondeadas a redondeadas y arena gruesa a fina de
granos subanguJares; se encuentran además lentes de arcilla parda y gris, y limo pardo
arcillo-arenoso.
Los cornles recientes (Qc) se presentan creciendo a lo largo de la costa sobre las rocas
sedimentarias del Terciario, especialmente sobre la Formación Gatún, encontrándose algu-
nas de estas masas orgánicas levantadas varios metros sobre el nivel del mar.
47
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A continuación se
geomorfol.ogfa, estmctura y
En el 8. saber:
Las tres unidades hai."1sido datadas por Dengo y otros como del. Cretácico
Superior. cuarta es de edad probablemente Eoceno (Vaughn, 1919; Zoppis
Bracci y Del 1958). Las últimas dos unidades son de edad cuaternaria.
La morfología está constituida por serranías alargadas, con cerros de diversas alturas,
las divisorias de las colinas son angulosas, tipo las pendientes son fuertes.
El patrón de drenaje es afectado por la estructura, pero en general es de
subdendrítico.
DIABASA DE GUASTOMATAL:
Esta unidad aflora en la Punta Santa Elena, al oeste de la Península del mismo
nombre. Esta unidad está. compuesta por diabasa anñbolitizada. En ciertas parles
puede llamarse propiamente basalto ofiolítico malitizado, aunque también existen
algunas diabasas de granulación fina que podrían clasificarse como basaltos.
La topografía está compuesta por colinas alargadas, de crestas afiladas casi :rectas y
sus flancos son de pendiente fuerte. El patrón de drenaje está afectado por la
estructura, siendo del tipo subdend:rítico.
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54
diferencia~os magmáticos de gabro en la parte sur y, granito aplítico en el contacto norte.
El Intrusivo de Chirripó (Dengo, 1962 a, p. 146), que constituye el pico más alto de la
Cordillera de Talamanca, está formado por granodiorita (Weyl, 1957, p. 36). Los intru-
sivos de Durika, Ujum y Kamuk, son menos conocidos, aunque Dengo (1962 a, p. 146)
encontró granodiorita en el lado Pacífico de estas intrusiones, en Ujarrás, Río Ceibo y
Río Cabagra. Gabb (1874) reportó granito y sienita en Kamuk.
Dengo (1962 b, p. 146) también reporta varios cuerpos intrusivos del lado de la
vertiente del Caribe de la Cordillera de Talamanca, en general de afinidad alcalina, intru-
yendo sedimentos del Eoceno Superior y Oligoceno y probablemente algunos miembros
más alcalinos de las Series Comagmáticas de Talamanca. Cerca de Pico Aguila y en los
tributarios de los ríos Coen, la Estrella y Telire, se presentan diques de diorita hornblén-
dica que geográficamente se sobreponen al grupo de diques Victoria emplazados en el
Mioceno-Plioceno tardío. Al norte del Monte Matama, en el curso superior del Río
Banano, aparece un stock granítico.
Según Dengo (1961 b. p.147) las Series Comagmáticas de Talamanca fueron empla-
zadas durante un período de fuerte deformación al principio del Mioceno. Los cuerpos
intrusivos produjeron una serie de mineralizaciones, principalmente metálicas, que ca-
racterizan a las áreas influenciadás por éstos.
Estas rocas están representadas principalmente por coladas de lava, brechas volcá-
nicas principalmente de composición andesítica, tobas e ignimbritas que gradan en com-
posición desde andesítica a riolítica, depósitos de lahar y acúmulo de materiales piroclás-
ticos no consolidados como ceniza, arena y lapilli.
Las rocas anteriores y los edificios volcánicos activos (Turrialba, Irazú, Poás, en la
Cordillera Central; Tenorio, Miravalles, Rincón de la Vieja y Orosí en la Cordillera de
Guanacaste), caracterizan los campos volcánicos de Orotina, del Valle Central y de Guana-
caste, con predominancia de tobas e ignimbritas riolíticas, dacíticas y cuarzolatíticas en
este último campo.
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Investigaciones geológicas posteriores realizadas en 1975 por el Servicio Nacional de
Aguas Subterráneas (SENAS) para buscar fuentes de aguas subterráneas, han dado mayor
información relativa a las formaciones Bagaces y Liberia y a las características estructu-
rales de una parte del norte de la provincia de Guanacaste (Figura 8), principalmente en
correspondencia con el Campo Volcánico de Guanacaste y el Valle del Tempisque.
Según el SEN AS, con respecto a la Fommción Liberia, esta unidad tiene la forma de
abanico originado de la base del volcán Rincón de la Vieja; en su parte inferior se
encuentra con frecuencia un horizonte fluviolacustre de 8 a 9 metros de espesor, sobre un
suelo fósil de la Fmmación Bagaces subyacente, constituido por limos, limos arcillosos,
arenas gruesas con fragmentos d.e cuarzo, mica y materiales piroclásticos; el resto de la
formación es una sucesión de tobas de aspecto granular, en una matris arcillosa de
cenizas que representan un 60 % de su composición; los fenoclastos son cuarzo, biotita,
dastos líticos derivados de la Formación Bagaces y minerales fémicos; el cemento es
. un material riolítico blanco grisáceo; el pómez es escaso en la parte superior pero aumenta
hacia la base de la formación, constituyendo el elemento dominante en el área de Cañas;
frecuentemente las tobas de la formación incluyen lechos de grava y arena con arcilla
blanca, los que representan cauces y rellenos fluviales; el espesor mayor de la formación es
de aproximadamente 100 m.
Hay varios depósitos aluviales cuaternarios recientes que cubren a las formaciones
Bagaces y Liberia, así como a otras formaciones más anti.guas, ya mencionadas de la
Península de Nicoya; de éstos el de uJ.ayor importancia por su amplia extensión superficial
es aquel que constituye el Valle del Río Tempisque, que cubre no solamente este río sino
también el Río Cañas al oeste del valle y el Río Bebedero al este. El :informe del SENAS
señala en su p~.gina 106:
El valle parece tener una larga historia, aún no bien conocida, pero siempre asociada
a la existencia de las serranías del de Nicoya y las formaciones terciarias
del oeste y sur del valle, la actividad en el norte y el este, y a la condición
litoral de un mar que avanzaba y se retiraba repetidas veces, al sureste. El límite
inferior del aluvión del ria parece corresponder a condiciones lagunares de tipo
litoral, similar al miembro fluuiolacustre de la Formación Bagaces; inicialmente esta
formación cubría todo lo que hoy es el valle hasta el pie de las montaiias del sur, de
lo cual dan fe los cerros testigos entre Guardia y Liberia.
57
ejercida por las rocas vokánicas derivadas de la cordillera volcánica este, la formación
del Sinclinal de Liberia, sin autor del. presente trabajo afiade un elemento
el cual es la del Coco la Placa del
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valles por la división continental del Alto de Ochomogo, este último localizado entre Tres
Ríos y la ciudad de Cartago.
La secuencia de rocas volcánicas del Valle Central Occidental está constituida por
coladas de lava, andesíticas y basálticas, tobas e ignímbritas de composición latítica y
andesito basáltica (Williams, 1952, p. 155), lahares derivados de las tierras altas princi-
palmente de aquellas al norte y noreste y piroclásticos recientes eruptados por los volca-
nes de la Cordillera Central. Dentro de esta secuencia de rocas volcánicas han sido defi-
nidas y denominadas por diferentes autores, algunas unidades litológicas bien definidas.
Estás unidades son: las Formaciones Colima, Tiribí, Barba y Lavas del Irazú (Naciones
Unidas, 1975), (Figura 11). Otras rocas de origen o naturaleza volcánica que no han sido
aun denominadas, deben ser consideradas dentro del grupo de rocas volcánicas no diferen-
ciadas del Valle Central Occidental.
La Formación Tiribí, del Pleistoceno, cuya localidad tipo es el Río Tiribí, poco
antes de su confluencia con el Río Virilla en Electriona, está compuesta principalmente
por tobas de poco a muy soldadas (ignimbritas) de composición latítica y andesito-
basáltica (Williams, 1952 p. 155), algunas con estructura columnar prismática derivadas
de los conos o fracturas en correspondencia con el· sistema volcánico Poás, Barba e Irazú.
Esta formación que fue la que en general dio origen a la topografía plana ligeramente
ondulada del Valle Central Occidental, con ligera inclinación hacia el sur y suroeste, se
distribuye desde el noroeste de Santo Domingo, en forma de una faja angosta hacia el
suroeste en dirección del Río Torres y Río Tiribí, siempre junto al cañón del Río Virilla
hasta topar con el macizo del Alto de Las Palomas; también desde aquí se presenta muy
bien expuesta a lo largo del cañón del Río Virilla y hasta la confluencia de éste con el Río
Grande, y de aquí aún más allá al oeste en ambas márgenes del Río Grande de Tárcoles,
en fórma de parches aislados, hasta confundirse con las lgnimbritas de Orotina. Esta
unidad fue llamada por Williams (1952, p. 53) como depósitos de avalancha incandes-
cente y sobreyace discordantemente a la Formación Colima.
Las Lavas del Irazú, que junto con materiales piroclásticos, se originaron del Volcán
Irazú, son principalmente de composición andesítica y afloran al norte y este de San
Isidro de Coronado, hasta los terrenos adyacentes al este y sur de Rancho Redondo. La
correlación estratigráfica de esta unidad no está bien establecida, aunque se podría decir
que el conjunto .es contemporáneo con la secuencia Colima, Tiribí y Barba.
La Formación ·Barba, del Reciente, cuya localidad tipo es la Quebrada Barba, ~
sureste de la población de Barba, consiste en varias coladas de lava, densas, bien cristali-
zadas, masivas y fracturadas, con fases escoriáceas y brechosas, separadas entre sí por
depósitos laháricos, cenizas y suelos fósiles, las cuales se extienden desde el flanco meri-
dfonal de la Cordillera Central hasta el valle del Río Virilla y a lo largo de éste desde
Electriona hasta la confluencia con el Río Ciruelas y el Río Grande al final del Valle
Central Occidental. Las rocas de esta formación fueron denominadas por Williams (1952,
p. 162-163) como lavas de postavalancha las cuales se originaron de los volcanes Barba y
Poás. Esta formación sobreyace discordantemente a la Formación Tiribí y en general está
cubierta por cenizas de varios metros de espesor.
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d1f1r,nc1ada1 dtl Terc,ario.
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FIG.11 ~ANO~·. VA-IS
Sinc/1nat
Dentro del grupo de rocas volcánicas no diferenciadas del Valle Central Occidental,
se incluye los lahares o lavina denominada así por Dondoli (Dondoli y Torres, 1954), y
los depósitos de cenizas recientes. Los lahares que cubren la parte central y noroeste del
valle, en correspondencia con la ciudad de San José, y poblados como Zapote, Curridabat,
San Pedro, Guadalupe, y Moravia, consisten de bloques principalmente lávicos, de diver-
sos tamaños y proporciones, gravas y arenas volcánicas distribuidas en una matriz arcillosa
de color pardo oscura a pardo amarillenta. Los depósitos de ceniza, debido a erupciones
relativamente recientes en el tiempo geológico, alcanzan en parte grandes espesores, y
cubren grandes áreas de las formaciones antes descritas, como la Formación Tiribí, las
Lavas del Irazú, la Formación Barba y los lahares.
La secuencia de rocas volcánicas del Valle Central Oriental está constituida por
coladas de lava, brechas, tobas, lahares y piroclásticos recientes, los cuales han sido en
algunos casos diferenciados con nombres estratigráficos. Dentro del grupo de unidades
litológicas que han sido denominadas, se encuentran las siguientes: la Colada de Lava de
Paraíso, la Colada de Lava de Cervantes, la Colada de Lava de Aquiares y el GruJ?o Irazú.
Las coladas de lava antes mencionadas fueron reconocidas y descritas por Dondoli,
(Dondoli, 1940; Dondoli y Torres, 1954), (Figura 13). La Colada de Lava de Paraíso es una
andesita, fisurada, fragmentada, masiva; compacta en profundidad, con diaclasado colum-
nar y escoriácea en superficie, derivada del Macizo del Irazú, la cual se extendió sobre los
terrenos aledaños a Cartago y al poblado de Paraíso hasta alcanzar el Río Reventazón y
hasta muy cerca de Turrialba; en la actualidad es visible a lo largo del camino entre
Paraíso y Orosi, aproximadamente 1 Km. antes de llegar al puente sobre el Río Navarro y
en el camino de Paraíso a Cachí.
Los flujos iniciales de la Colada de Lava de Paraíso, se estima, cerraron el curso del
Río Reventazón formándose el lago en donde se depositaron los sedimentos lacustres de
la Formación Ujarrás (la cual se describe posteriormente), los cuales fueron posterior-
mente cubiertos por los flujos más recientes de la misma Colada de Paraíso. La Colada de
Lava de Paraíso yace discordantemente sobre rocas sedimentarias del Terciario. Dondoli y
Torres (1954) la asignan tentativamente al Plioceno, pero Escalante (1966) la sitúa en un
Pleistoceno dudoso.
62
un cono parásito del Volcán Irazú, y se extendió hasta los terrenos aledaños al poblado de
Cervantes, alcanzó la margen izquierda del Río Reventazón hasta las vecindades del Río
Panúas; excelentes afloramientos, según Krushensky (1972), en el cañón del Río Reven-
tazón, entre el puente Fajardo y Santiago y en el cañón del Río Bir.ds cerca.c:-e la planta
eléctrica Binís Nº 2, al sur de Birrís. Entre el Yas y Santiago, la formac10n muestra
numerosas depresiones circulares y canales colapsados de la lava. De acuerdo a
Krnshensky (1972), los tubos colapsados en general no exceden el kilómetro de longitud
y unas pocas decenas de metros de ancho; excepcionalmente tubos colapsados de gran
longitud de 2 :Km. de largo y 200 m.. de ancho, se pueden observar desde la finca Leda al
Camino del Cerro al sur de Boquerón; otro tubo colapsado de 3,4 m. de longitud se
extiende desde el camino de Fuentes, al oeste de Arrabara a lo largo del límite occidental
de la Formación Cervantes, al camino del Pedregal cerca de Yas; este tubo tiene cerca de
200 m. de ancho.
La Colada de Lava de Cerva11tes
.. yace discordantemente sobre rocas volcánicas del
Terciario y sobre la Formación Ujarrás, que se describe posterior.mente, y la Colada de
Lava de Paraíso.
La Colada de Lava de Aquiares, del Reciente en edad, es una andesita, similar a la de
Cervantes, que se extiende desde la parte norte de Aquiares, hacia el sureste en dirección
de Santa Rosa y de la ciudad de Turrialba, hasta el otro lado del Río Reventazón en el
lugar llamado Angostura; la unidad está disectada por el Río Turrfalba y su afluente el
Aquiares. La Colada de Lava de Aquiares descansa sobre un aglomerado constituido por
clastos de andesita y basalto, intruido por diques de brumlto, que bien podría ser asignado
aJ grupo de rocas volcánicas del Terciario (Formación Aguacate).
Otras rocas volcánicas, son definidas y descritas por Krushensky, (1972, p. 13),
como la Toba efe Avalancha de Piroclastos de San Jerónimo, en el valle del Río Reven-
tazón y la Toba de Avalancha de Piroclásticos del Río Aguacaliente, que también aflora
en el Congo y el valle del Reventazón, sin embargo, son considerados por Krushensky de
posición estratigráfica incierta. La Toba de Aguacaliente fue previamente descrita y carto-
grafiada por Dondoli (Dondoli y Torres, 1954).
Estas rocas están constituidas principalmente por materiales aluvionales (Qa), colu-
vio-aluvionales (Qt) y fluvio-lacustres del Pleistoceno. Los materiales coluvio-aluvionales
aparecen en forma de terrazas levantadas, muy claramente, tanto al n9rte del país, en la
vertiente del Río San Juan, como al sur en correspondencia con el Valle de El General; en
la parte norte del país estos materiales incluyen lahares.
En la parte norte del país, del lado de la cuenca del Lago de Nicaragua y el Río San
Juan, los materiales coluviq-aluvionales y lahares del Plio-Pleistoceno, han sido agrupados
y denominados por Malavassi y Madrigal (1970, p. 34) con el nombre estratigráfico de
Formación Buenavista, e incluye materiales de gran heterogeneidad en el tamaño y natu-
raleza de sus clastos constitutivos, pues gradan desde piezas de toba a lava andesítica y
basáltica, distribuidos en una matriz arcillosa, arenosa y fracciones intermedias.
Dentro del grupo de rocas sedimentarias del Cuaternario, en la vertiente del Pacífico,
al norte de Guanacaste, está la Diatomita de Cañas Dulces (Segura, 1945; Madrigal, 1969),
del Pleistoceno que aflora en el área de Las Brisas-Cañas Dulces y en la Loma Camastro
(Salazar, 1977). La diatomita que es de color blanco, varía a blanco grisáceo a amarillento
y violáceo; se formó en un ambiente lacustre desarrollado sobre rocas volcánicas del
Cuaternario, como tobas, brechas y lavas y contiene algunas impurezas como arcillas,
cuarzo, ceniza volcánica y óxidos metálicos, y hasta se presenta intercalada con capas
delgadas de origen continental lacustre y cubiertas por rocas volcánicas del Cuaternario
más recientes, como sucede en la Loma Camastro. Depósitos similares de diatomita han
sido reportados cerca de Tilarán (Salazar, 1977, com. personal).
64
La Formación Esparta, del Pleistoceno en edad, denominada así por Madrigal (1970,
p. 34), llamada Terraza de Esparta por Dondoli (1958), esta .constituida por una lahar
compuesto principalmente por clastos de basalto fanerítico de hasta· 0.40 m. de tamaño,
subredondeados y subangulares, distribuidos en una matriz arcillo arenosa, amarillo rojiza,
profundamente laterizada en superficie. Esta unidad, que constituye una superficie plana
característica, se observa muy bien en su localidad tipo, al sur del parque de E$parza sobre
el camino que conduce a Chumical (Artieda), exactamente en la cuesta quedesciende al.
Río Esparta; también se distingue muy bien en diversos sitios, aJo largo de la Carretera
Interamericana, entre Esparza y la entrada a Punta Morales. Est¡i formación· sobreyace
discordantemente a la Formación Punta Carballo, y al este del Río Jesús María descansa,
también discordantemente, sobre las formaciones Tivives y Orotina.
65
83 ° 30'
10 ° 45'
MAR
CARIBE
1
10 °3 0
10 ° 15'
o 5 10 15
Km.
LEYENDA
MAPA GEOLOGICO REGIONAL
DE LA VERTIENTE SUR DEL RIO
ALUVIONES Y FLUVIOLACUS - ROC AS SEO/MENTAR/AS OEL SAN JUAN Y TIERRAS BAJAS
TERCIARIO. FORM. SURETKA
IQló.....,i;i,,a:.11 TRES RECIENTES OEL CUA - &.,:11..11-.I DEL CARIBE, COSTA RICA,
TER NARIO. ( PLI OCENO).
SECCION NOR EST E.
� ROCAS VOLCANICAS OEL � ROC AS NO OIFERENCIAOAS
� CUATERNARIO. � OEL TERCIARIO.
(SeCJÚn Malavasai y Chavea 1970)
FtG. 16
principalmente hacia el suroeste, aunque algunos mov-imientos más recientes han modifi-
en algunas partes, la pendiente original de las terrazas (Madrigal, 1977). Estos
materiales son antiguos flujos de lodo con clastos de naturaleza principalmente ígnea, de
dive:rsos tamaifos y producidos durante lá última degladadón que afectó la Cordillera de
Talarnanca. Esta fon.nación descmnsa discordantemente sobre rocas sedimentarias, volcá-
nicas e intmsivas del Terciario. Sobre esta formación se han desarrollado lateritas que van
de color pardo amarillento a rojizo que bien podrían ser mena de aluminio. La rn'"ºº'º"'""
de estas latéritas fueron señaladas Dondoli (1943) y estudiadas por la compañía
iiLCOA durante las décadas de 1950 y 1960.
,.j, 2, [i . .2',.i V
hasta la c:a:irreteraIr1tt~rarnerica11:::t
La dudad ,de Purttarenas y tierras a1Cl:;race11tes 5,
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de·J. que f,D·rrna
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110.eteorizadosque afl.c,rnn en Ia forrm1a de peq1tefüm Iornas aisl¡¡Jtas
en contacto con la Hanura 2JuviaL
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211tostar1bu flt1viales ,:;orn,o
SiE!,dür1 1
marlnos.
CAPITULO IV:
Conjunto San Roque-Gorgona (del El conjunto está constituido por una serie
4 al 8) de cerros de poca elevación ninguno de los
cuales presenta cráter en su parte superior;
parecen ser tapones (plugs) volcánicos de
mayor edad que los volcanes que forman la
Cordillera de Guanacaste y posiblemente
de una edad similar a la del Cerro El Ha-
cha.
,,
Conjunto Rincón de la Vieja-Santa Los aparatos volcánicos de este conjunto
María (del 9 al 16) no se han separado como entidades inde-
pendientes ya que se consideran producto
de la actividad de un mismo foco volcánico.
Se aprecian varios restos de cráteres (9, 2 y
10) muy destruidos dando la idea de que en
esta zona la actividad ha emigrado del noro-
este al sureste, siendo los cráteres del sures-
te los de menor edad. En continuación de
estos cráteres, hacia el sureste, se encuentra
el cráter activo del Volcán Rincón de la
Vieja (11) el cual ha tenido recientemente
períodos intermitentes de actividad; si-
guiendo en la misma dirección se encuentra
un cono de lava reciente (12), cuyo cráter
nuestra un colapso del piso sucedido des-
pués de su formación. Este cono presenta
en su falda noreste un pequeño cráter se-
cundario (13). Inmediatamente hacia el sur-
este se presenta el Volcán Santa María***
*** Aunque Saénz (1971) no lo indique se supone que el 14 corresponde al Volcán Santa María.
73
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74
Descripción
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Es probable que sean Io:sre§tos de un apa-
rato volcfuúco bastante viejo.
75
Aparato volcánico Descripción
vidad. Tiene este cráter una laguna caliente
en su interior. En este conjunto existe ade-
más un cráter inactivo desde hace mucho
tiempo, que aloja en su int.erior una laguna
con agua fría; restos de un cráter (43) más
antiguo que los dos primeros, se encuentra
al norte del cráter activo (42). En su falda
hay evidencias de un soma, posiblemente
parte de una caldera.
Conjunto Barba (del 44 al 46) Este conjunto tiene tres cráteres, dos de los
cuales, el 44 y 46, tienen laguna en su inte-
rior. Ninguno de estos cráteres ha. tenido
actividad en tiempo reciente.
Conjunto Chompipe (del 48 al 50) Incluye este conjunto una serie de picos de
origen volcánico, ninguno de los cuales pre-
senta restos o indicios de cráter. Todos
ellos muestran una fuerte erosión hacia el
norte y noroeste. Se cree que este conjunto
sea de mayor edad que los conjuntos Barba
e lrazú.
Cerro Redondo o de la Cruz (51) A pesar de estar al pie del Cerro Chompipe,
este conjunto debe relacionarse con la acti-
vidad del Barba, ya que parece estar monta-
do sobre una colada de lava de este último
volcán. Consta de tres cráteres, uno con
una laguna en su interior y dos de ellos
abiertos. Puede calificarse a este conjunto
constituido por conos piroclásticos secun-
darios, sin que su actividad estuviera rela-
cionada con la cámara magmática del Vol-
cán Barba.
76
Aparato volcánico Descripción
interior. El cráter 54 ha estado inactivo du-
rante mucho tiempo y en la época de lluvia
presenta una pequeña laguna en su interior.
Irazú HI ( 55) que es un• cono formado por
una actividad bastante reciente, tiene un
cráter abierto hacia el norte, con una lagu-
na intermitente en su interior. El cráter 56
está constituido por restos de lo que podría
haber sido un cráter hoy muy erosionado.
Este conjunto presenta restos de un soma
en su parte sur, soma que en un tiempo fue
el borde de un enorme cráter, posiblemente
con dimensiones de caldera.
Conjunto Dousan-Pasquí (del 57 al Este conjunto está formado por varios pe-
59) queños conos piroclásticos con cráter, sien-
do el Cerro Pasquí, el más grande de todos.
Este cerro tiene su cráter abierto hacia el
sureste; es el punto de origen de la o las
coladas de lava de Cervantes. Debe asociar-
se este conjunto a la actividad del Volcán
Irazú, pues probablemente el foco que dio
origen a estas lavas fue el mismo Volcán
lrazú.
Conjunto Las Lomas (del 64 al 67) Grupo de cerros pequeños de origen volcá-
nico que como el Cerro Negro (52), perte-
necen a un vulcanismo bastante antiguo.
(1913, 1920, 1922, 1923), Calvert (1918), Berre del Saguez (1920), Sagnes (1920), y
Seebach (1922), efectuaron también algunas investigaciones relativas a la actividad d~ los
principales volcanes de Costa Rica. Algunos de los investigadores anteriores se refieren en
especial a las erupciones del Volcán Poás, en 1910, a las del Irazú 1917-1918 y a visitas de
observación efectuadas a los volcanes Barba y Miravalles.
Después del primer cuarto del siglo XX, decrece un poco la investigación vulcanoló-
gica, la cual empieza a cobrar interés a partir de los trabajos de Schaulferberger (1931) y
en especial a la promoción de estas investigaciones realizadas por el Dr. César Dondoli
Burgazzi a partir de 1939. El Dr. Dóndoli, de 1979, como Director del Departamento de
r··. 77
( ·.f
l ·'
~~scala.nte
5;r?.os:na,cdonHlt~s:
,el cono,cimiento en
una actividad difo-
corno
,,.,,u,,w.•xv,~ obtenidos hasta el TYk'',:lr(t>r.,t°.A
1981; Maí.avassi,
tan en el Cuadro 2 y en la
78
Los resultados de Healy (1969), a la ubicación de las principales estructuras
volcánicas (Figura 19) y puntos de la Cordillera de Gmmacaste se resumen a
continuación.
Healy (1969), con respecto al Volcán Arenal (Nº 18, 1.633 indica que es un
cono de forma perfecta, con un pequeño cráter. Se levanta sobre un cono más antiguo
erosionado. Inmediata.,11ente aJ sur del volcán hay otro cono joven Nº 19 que no muestra
señal de , es de forma nerfeda con un Drofundo de cerca de 1 de
diámetro. En eI lado sureste deÍ flanco una·· escarpa de falla curva cuya cara al
noroeste, sobre la cual. están situados un pequeño cono {Nº 20) y el fallado reinanente de
otro (Ce1To (Nº 21)4. El Nº 20 está desplazado por falla,,.,,,,.,,.,,,=,,-
do que este ha estado durante tiempo que la falla ha estado en movimien-
4. ¡;¡¡cono No 21, podría ser el Cerro Chato que se localiza a aproximadamente 3 km. al sureste del Voicán Arenal.
79
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ERRA VOLCANICA~E)LCANICAS
ESTRUCTURAS GUANACASTE
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Caracf~r/stic~,s iin@oltNsjqu@forman zonas:8
qui.zá~ fallas
F/G, 19
to. El otro cono (Nº 21) parece estar completamente dividido y su mitad interior remo-
vida. El lado sur del Volcán Arenal parece estar cubierto por cenizas recientes, sin mostrar
señales de erosión y en el lado noroeste se extiende una joven colada por unos 6 km. hacia
el Río Arenal, cerca de Tabacón.
El Cerro Chato es un volcán truncado y extinguid°" con una pequeña caldera y una
laguna dentro de ésta. La relación espacial y de tiempo el~estos volcanes, del conjunto
Arenal-Chato, indica un incremento de la edad hacia el sureste y una migración de los
nuevos centros de actividad hacia el oeste.
Con respecto al Volcán Rincón de la Vieja, Bergoeing (1978} señala al igual que
Healey (1965), nuevamente la existencia de 9 cráteres, 2 de los cuales solamente muestran
actividad (Figura 20). En relación con el Volcán Miravalles, el mismo autor, indica que es
inactivo, cuyo cráter está destruido parcialmente y señala la existencia previa de una
inmensa caldera que debe haber colapsado durante el Cuaternario (Figura 21). Con res-
pecto al Volcán Arenal el mismo autor menciona el flujo de lava reciente, después de las
erupciones de 1968 según se describe posteriormente.
En cuanto al Volcán Poás, (Figura 22) Bergoing (1978), señala que éste presenta dos
lagunas cratéricas; la primera más al sur, fría y de origen netamente pluvia!;Ja segunda
ubicl:\_dadentro del cráter activo alimentada por la condensación del vapor de água erup-
tada y por la precipitación pluvial. Según este autor, del Poás nace una línea fisural
perpendicular a la línea volcánica central y que une los sistemas volcánicos que originaron
el Cerro o "volcán" Congo, la caldera de la Laguna de Hule y el cráter de explosión de la
Laguna de Río Cuarto (Figura 23).
En relación con el Volcán Irazú, Bergoeing (1978) indica que es un volcán compues-
to de dos cráteres principales que en época de lluvias almacenan agua, las cuales al entrar
en contacto con las sustancias quín:iicas de las paredes del cráter adoptan tonos variados y
exóticos. Las paredes del cráter son muy abruptas y festoneadas por escarpes rocosos
(Figura 24). Más recientemente Bergoeing (1979) asocia al sistema Irazú el denominado
por él Volcán Las Nubes y menciona otro foco de emisión lávica en correspondencia con
el Cerro Cabeza de Vaca.
Bergoing (1978) hace ver en su estudio que el Volcán Turrialba presenta tres cráteres
alineados, de los cuales uno solamente e~.ite.vapores y.~ufre nativo tcráter izquierdo en la
Figura 25). En época de lluvias las depresiones cratéricas presentan pequeñas lagunas de
acumulación pluvial por falta de drenajes naturales, pero prácticamente dichos depósitos
se pierden tanto por evaporación como por infiltración.
81
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Fallas
enteres volcánicos
y terrazas
82 FIGURA 20
Bergoing (1978).
ESQUICIO GEOMORFOlOG!CO DEL VOLCAN MIRAVAllES:
Cono vol.dÍnico
Drenaje~
ESCALA APROXIMADA
FIGURA21 83
Bergoing (1978).
ESQU!C O GEOIVlORF~OlOG!CO DEL VOlCAN POt\S
-·· . .. - r·-·--~-,
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R· Frfa
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ir l Vúrn,le ace·,,so al mirmdor
··- _Jj
FIGURA 22 Bergoing
ESQUICIO GEOMORFOLOGICO DEL CERRO CONGO-LAGUNA DE HULE
IG I
Cráter volcáruco
~ Taludes de erosión
IO I
Borde de cMdera
Falla con escarpe
Junta
Falla probable
g]Drenajes ,~[ 1VMlesenV
1.2 O 3 Km
FIGURA 23 85
ESQUICIO GEOMORFOLOGICO DEL VOLCAN IRAZU
Fallas
Borde de cráter
Conos adventicios
Terrazas volcánicas
Taludes de erosión
Escarpes rocosos
Líneas de cresta
Carretera pavimentada
o 1
Km.
Escalaaproximada en Km.
Cono volcánico
Terrazas volcánicas
cenizas y lapilli
Aluviones cuaternarios
Fallas
Borde de cráter
Escarpes rocosos
Taludes de erosión
Drenajes
Lagunas de origen
pluvial
Escala aproximada 87
d•i:lldePcnbrhn.:iento dü
q_u.e·.b.an. e-1'ectu.81.rclo
1
88
fue Don Miguel Alfaro en el año 1828 quien lo describe tal cual lo conocieron las últimas
generaciones, indicio de haber mantenido el mismo estado general por más de un siglo,
hasta el comienzo de la gran actividad de 1953 que lo cambió notablemente en su tipo de
volcán.
Según Femández Peralta {1968), el Volcán Poás se caracterizó por ser una solfatara
cubierta por una de nivel fluctante según la cantidad de agua recibida por irJ'iltra-
ción y por las lluvias torrenciales del trópico. Posteriormente el mismo autor señala:
89
Al terminar el año 1953 las aumentaron notablemente y el 9 de
noviembre por fo mmiana, culminamn con por la noche se
observaron resplandores en la cima. Estos se en occtsicmes hasta
vu,n•:n,.r- ei mies de diciembre y se a gases incandescentes y IJ
eléctricos, pero e,! haUazgo numerosa:,; y recientes bombas en
el borde oriental del gran cráter hace también hubo lí:waen d conducto
deí C011,0 intercrcitérico el MJ<1•n·.Mmi' del volcán
con
esta parte del Ebro 1(1980),.d volcán
al raornentc, de estan:e esc:ribí.e:rrKiü
relativam.ente quieto, rnostrando
¡yrm::rnl!r:.et:1cHJ, de algún tip.o d.e activi-
dad al
JL,as
l.evantan un.a l,xk: y
Estos rnaterfaier!. se preeipitan dPntrn y sobr,,i fo.
fw~rte oleaje y dejando tras de sf una. nube de vapor que
iCttan.d1)las sc)11 111f.t1;/ pl1eclen. riffílt]f_
..!,ntax \:;1
con agua lodos."! sus vecindadeE: y pn:Klucir cantida~
!Jarba
90
actividad junto con el más reciente período eruptivo de 1963 a 1965 constituyen las
principales y mayores fases de actividad reportadas.
91
cráter Diego de la Haya, se ha iniciado la formación de una laguna característica de la
estación lluviosa.
Mooser, Meyer-Abich y Me Birney (1958) indican que se cree que este volcán haya
estado activo desde tiempos de la Conquista Española pues se reportan erupciones en
1844 y 1849.
Según Barquero (1979 a) en marzo de 1979 este volcán fue escalado con el objeto de
conocer el estado actual de su actividad, la cual fue considerada fumarólica, con emisión
de vapor y un fuerte olor sulfuroso. Posee una laguna cuyas aguas presentan un color gris
blanco, con manchas amarillas. Las paredes· de este cráter son bastante verticales, produ-
ciéndose deslizamientos al costado sur. Desde el vértice Braun, hacia el este, se observa un
cráter de forma circular cubierto de abundante vegetación. Hacia el sureste, desde el
mismo punto, se aprecia una laguna cubierta de espesa vegetación.
92
Vista del Volcán Arenal que muestra su morfología eón i ca y fas diversas coladas recientes de lava en sus
flancos. (Foto cortes/a del!. G. N.).
1968, la efusión de una colada de lava densa de bloques la cual empezó a fluir a lo largo
de la Quebrada Tabacón y a producir posteriormente diversas lengrnis del flujo hacia el
suroeste y sobreposición sobre los flujos más antiguos.
De acuerdo a Melson y Sáenz (1968) la última erupc1on del volean tuvo lugar
alrededor del año 1500 d.C., basándose en la geocronologfa del cm:bono 14 y la arqueo·
logfa, indicando a la vez que la erupción fue el doble de voluminosa que la de 1968.
Las erupciones de 1968, con referencia a Melson y Saénz (1968), se pueden dividir
en seis fases, con límites gradueJes entre éstas. La mayor parte de las víctimas humanas y
daños materiales tuvieron lugar dmante la primera fase explosiva, Esta y las fa.ses subsiº
guientes, las cuales se describen posteriormente, produjeron cambios en la y
en e! panorama del lug-d.rcon respecto a lo que por :ri:mchotiempo había sido en el pasado.
La Figura 26 muestra las zonas de devastación (A, By producidas por las erupciones de
acuerdo con el criterio de Melson y Saénz (1973).
A continuación la explicación efectuada por los mismos autores relativa a cada zona,
Zona B (Zona Intermedia): Esta zona difiere de la Zona A en que contiene pocos
la ha sido completamente destruida y removida, y contiene
en camües de preexistentes, Zona c1.1bierta por
mayoría de los cuales fueron depositados a vc.,.u~,,c,.ou,u~""'
superiores a 300º C. Uno de los grandes flujos de ceniza con
del Río Tabacón, y tuvo probablemente unvolumen de alrededor
Los flujos contienen cantidad considerable de madera carbonizada y troncos enteros
d.r2 Las fumarolas continuaxon de dos afios en los flujos de ceniza
con bloques; los pero típicamente son de
aproximadamente m, No se pero temperaturas internas fueron
probablemente superiores 400° C. Una temperatura d.e 200° C fue medida a
centímetros dentro de un flujo siete días después de su emplazamiento. Los
consisten predominantemente en bloques angulares, probablemente calientes
dentales con pequeños componentes redondeados escoriáceos. El contacto la
Zona A y la B es gmdual. Los más grandes flujos ceniza con bloques (como el del
Río Tabacón) se extienden dentro de la Zona A.
Zona C (la más interna; zona de cráteres de explosión): Sin vegetación, completa-
mente desnuda, principalmente pendientes fuertes sobre las cuales se abrieron los
tres nuevos cráteres. Región de origen de los flujos de ceniza con bloques de la
Zona R Depósitos de piroclásticos (Tefra) y numerosas fumarolas dentro y
en los a,01illos de cráteres de explosión. El más grand.e y más inferior de los
cráteres tiene un volumen de alrededor de 7 x 10 6 m 3 , las paredes internas empina-
93
60 I 2 3 4 ·s 6 7 8
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(.....r-·.¡--···"-
MAPA MOSTRANDO LAS ZONAS DE DEVASTACION PRODUCIDAS DURANTE JULIO 29-3/ DE /968 (Me/son y Sáenz, 1973)
FIGURA 26
das, con anillo alrededor de 60 m. más alto en un lado del volcán que en otras partes;
el pequeño lago cratérico formado 7 días después de la última explosión; cráter
abierto principalmente a través de una serie de flujos pre-históricos; cráter circunda-
do en lugares por grandes bloques angulares, hasta de 50 m. de diámetro. El contacto
entre la Zona C y la Bes gradual.
Hasta junio de 1981, 35 coladas de Java se habían derivado del Volcán Arenal
(Barquero y Malavassi, 1981 b) principalmente del cráter C; anteriormente, Malavassi
(1980) había hecho un resumen de las 34, coladas de lava eruptadas hasta ese momento
por el volcán, indicando su estado de movimiento y las fechas respectivas, pudiéndose
comprobar que la mayoría de las lavas, con excepción de las tres primeras derivadas del
cráter A, fueron emitidas a través del cráter C.
En Costa Rica la mayor parte de las fuentes termales se asocian con las regiones
volcánicas del país. Estas se puden observar y localizar en mayor detalle en la figura 18 y
en el cuadro 3, respectivamente, que tiene como referencia el trabajo realizado por Sáenz
(1971).
Recientemente, Van der Bílt y Paniagua (1980) al estudiar las aguas termales del
Valle Central llegaron a la conclusión que éstas corresponden a los tipos bicarbonatados y
clorurados, ligeramente neutros en acidez, altos contenidos de sulfatos, bajos de sílice y
además cantidades apreciables de ele.mentos alcalinos (Na= 125-584 ppm; K = 8-
44 ppm) y alcalino-térreos (Ca= 111-189 ppm; Mg = 0.5-34 ppm). También consideran
estos mismos autores (Van der Bilt y Paniagua, 1980) que el alineamiento de las fuentes
termales en el Valle Central muestra claramente un control estructural dado por un
afallamiento de dirección WNW-ESE, que posiblemente se originó durante el Plio-Pleisto-
ceno.
95
CUADR03
LISTA DE FUENTES TERMALES
( Según Sáenz, 1971)
96
15° ) ----------------------------- Cercanías Paraíso, Santa
Cruz Guanacaste
l 6° ) ----------------------------- Caldera Puntare nas
1 7°) ----------------------------- Bajos Alumbre San José
18° ) Hornillas Márgenes del R. Barran-
ca, San Ramón Alajuela
97
32° ) ---------------------------- Entre San Cristóbal Nor-
te y San Cristóbal Sur,
Desamparados San José
98
CAPITULO V:
La edad glacial
Es la Cordillera de Talamanc<,1.la forma fisiográfica más prominente que tiene Costa
Rica. Su fisiografía es majuestuosa, respetable y peligrosa, su geología complicada y
prometedora y su vegetación alternando entre los densos, exhuberantes e impenetrables
bosques tropicales y aquella achaparrada y leñosa del páramo 5 nevado e inhóspito.
En esa oportunidad el planeta estuvo cubierto por hielo en una tercera parte de su
superficie. En el hemisferio norte se desarrollaron tres capas mayores de hielo; una de
ellas centrada sobre la Bahía de Hudson en Canadá y extendiéndose hacia los Estados
Unidos en su parte norte y norcentral y montañas altas del sur y oeste; otra capa centrada
sobre Escandinavia que alcanzó las llanuras del norte de Alemania y se extendió hacia el
este a través y hasta las partes septentrionales y centrales de Siberia; y la tercera capa
distribuida sobre las altas montañas del este de Siberia. Groenlandia estaba cubierta de
nieve como lo está en la actualidad y la capa de hielo de Escandinavia se extendía hacia el
sur a través del fondo del Mar Norte y cubría todas las Islas Británicas excepto el borde
sur de Inglaterra. En el hemisferio sur, la Antártica indudablemente estaba cubierta de
hielo y las tierras altas de la Patagonia en Sur América y la Isla del Sur en Nueva Zelandia
estaban también fuertemente afectadas por la glaciación. Además, todas las montañas
elevadas de la tierra estaban cubiertas por nieve y los valles glaciales llegaron más abajo del
nivel de las nieves.
En el hemisferio norte, cuatro edades glaciales y tres interglaciales han sido recono-
cidas en la parte superior del Valle del Missisipi. Las edades, qe más antigua a más reciente
son: Nebraska, Kansas, Illinois, Wisconsin y las interglaciales de más antiguo a más reciente:
Aftonian, Yarmouth y Sangamon. Las relaciones de estas edades se pueden observar en la
figura 27, y consigo las edades equivalentes denominadas en Eurasia.
La última edad glacial, la de Wisconsin, es probable que sea la que haya dejado los
rastros más recientes en las cumbres elevadas de la Cordillera de Talamanca; esta influen-
cia glacial que se estima inició actividades hace unos 35.000 años empezó a disminuir
evidentemente hace unos 10.000 años.
5. De acuerdo a Weber (1959, p. 10) se designa como páramo a las áreas de extensión menor localizadas arriba del
límite del bosque, en la Cordillera de Talamanca y en los alrededores y a lo largo de los cráteres de los más altos
volcanes de la Cordillera Central, como el Irazú y el Turrialba.
101
Secuencia Secuencia
Americana Euroasiática
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Subdivisiones d.el Pleistoceno basadas en el registro glacia!. Las edades •n años de la Edad Glacial se basan en determinaciones
de cl4. Las subdivisiones más viejas no se basan en determinaciones radimétricas y son probablemente muy. pequeñas según lo indican
las llneas discontinuas. Las ttdades interglaciales Aftonian y Yarmouth son inferidas con respecto al grado y profundidad de la
meteoriz.ación de lo copa de sttdimento glacial (ti//) prttcedente. La curva de temperatura es idealizada. (Dumbor 1960)
FfG,27
en cada una de mis exploraciones he conseguido nuevas pruebas de ia glaciación de
nuestras cordilleras en una época relativamente reciente, Esto no es de extrañar, pues
si bien es cierto que la mayor parte de la América del Norte estuvo bajo una capa de
hielo durante el período Cuaternario, la consecuencia ha debido ser un clima mucho
más frío en todo el istmo centroamericano, un descenso considerable en el límite
inferior de los nevados; no es aquí el lugar de desarrollar esta tesis en defensa de la
cual he juntado ya muchos datos.
Sin embargo, después Pittier no se refirió más a esta importante apreciación persoº
mu.
Hubo que esperar alrededor de 60 años para que el geólogo alemán Richard Weyl, en
1955, señalara con amplitud la existencia de rasgos de glaciación en la Cordillera de
Talarnanca durante una expedición auspiciada por la Universidad de Costa Rica, el Institu-
to-Geográfico de Costa Rica, el Museo Nacional, la Moncomunidad Alemana de Investiga-
ciones Científicas y la Fundación Alemana Ibero ft...
mericana (Weyl, 1962).
103
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FIG.28
ESQUICIO GEOMORFOLOGICO DE LA CUMBRE DEL MACIZO DEL K.AMUK.
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rocas gran1hcas
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(acumulación nival)
Area de máxima
extensión de los hielos
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Valles fluviales
en forma de V
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Escala aproximada
FIGURA 29
Con respecto a la última edad glacial de Wisconsin, se considera que la época geológi-
ca reciente está en· apariencia coincidiendo con una edad interglacial que no sabemos con
certeza que rumbo tomará, como para determinar si alguna vez la Cordillera de Talamanca
podría experimentar .una nueva glaciación. Con respecto a esto y de acuerdo con el
criterio de Dunbar ( 1960, p. 40 ):
hay clara evidencia de que los climas post-glaciales del mundo alcanzaron el máximo
calentamiento hace 6. 000 a 4. 000 años y desde entonces, con menores oscilaciones,
los climas han venido siendo más fríos y húmedos hasta el presente. Sea que las
capas .de hielo mundiales se extiendan de nuevo o desaparezcan completamente
durante los próximos miles de años, resulta algo imposible de predecir, pero es una
realidad que el presente es solamente una edad en la época del Pleistoceno.
106
Vista aérea del Cerro Chirripó ,71ostrando !a parte superior por la acción con formas
más redondeadas de valles en U en contraste con una mayor disección de valles en V, más abajo del cerro
por la erosión fluvial posterior a la En ía parte inferior de! área glaciada, sin vegetación, se
observa el Valle de las Morenas. (Foto cortesía del !. G. N.j,
CAPITULO VI:
Estructura e h istória
tectónica y geológica
en Costa Rica:
la sismicidad y principales
fallas
--------------------------
- - - - ----- --
------ - -------- ----
- - -- --------
- ------ --
Para tratar la estructura e historia tectónica y geológica de Costa Rica, y países
adyacentes como Nicaragua y Panamá, así como la sismicidad de nuestro territorio, se
hace necesario conocer las ideas iniciales de construcción de montañas o ciclo geotec-
tónico y las concepciones teóricas modernas de la tectónica global de placas. Conocidos
estos conceptos se podría entender mejor la evolución geológica de nuestro territorio y
sus características sísmicas, en especial con referencia a lo expresado por autores como
Dengo (1962), Lloyd (1963) y recientemente por otros como De Boer (1975), Galli-Oli-
vier (1979), Schmidt-Effing (1979-80) y Kuypers (1980).
Es así, como posteriormente se hace un resumen sobre los conceptos básicos del
ciclo geotectónico, la tectónica global de placas y la sismicidad en Costa Rica y se
introducen algunas ideas anteriores y actuales relativas a la estructura e historia tectónica
y geológica de Costa Rica.
Sin embargo, este esquema ha sido modificado en repetidas ocasiones por algunos
geólogos, que han ampliado la idea del geosinclinal a cualquier región en descenso en la
cual un espesor significativo de sedimentos se acumula, y de otros, que restringen el
término solamente a cubetas que dan lugar a cadenas montañosas fuertemente plegadas en
el lugar del geosinclinal.
Con la introducción en 1960, por H. Hess, y en 1961 por Dietz en su obra Continent
and Ocean Basin Evolution by Spreading of the Ocean Floor, de las revolucionarias
nuevas ideas relativas a la deriva continental y a la tectónica global de placas, muchos
109
geólogos empezaron a conceptos más modernos de for:rnadón de oceános y conti.-
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SIMBOLOGIA
---- FOCOS DE TERREMOTOS SUPERFICIALES E INTERMEDIOS - o
• FOCOS DE TERREMOTOS PROFUNDOS
FIG. 30
debajo de la litosfera continental a lo largo de una fosa oceánica, o zona de subducción,
con un ángulo que oscila entre 15º y 50º, y llega hasta la astenosfera o zona del manto
superior en donde tiene lugar la fusión de los materiales acarreados hasta una profundidad
de aproximadamente 700 Kms. (Zona de Benioff).
6. 2. l. La sismicidad
El problema de la sismicidad en Costa Rica es posible que haya empezado a ser
estudiado, a fines del siglo pasado, en particular por Pittier (1889), en vista de su informe
al gobierno relativo a los fenómenos sísmicos y volcánicos de la Meseta Central, como en
aquel tiempo se le denominaba al Valle Central de Costa Rica. Posteriormente a principios
del siglo XX, otros investigadores nacionales y extranjeros, también se refirieron a los
eventos sísmicos que sacudieron nuestro territorio en aquella oportunidad, como el terre-
moto que destruyó la ciudad de Cartago en 1910 y otros más desde 1904 como los
indicados en el Cuadro 4. Entre otros se destacan: Alfaro (1910, 1921), Cots (1912),
Fernández (1910), Céspedes (1910), Rudín (1910), Jaggar (1911), Michaud (1910-1911),
Tristán (1912-1913), Biolley (1912), Schaulfelberger (1933), y Dondoli (1939).
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FIGURA 31
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(costa Rico) Antillas
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Placa del Coco
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SECCION ESQUEMATICA TRANSVERSAL QUE MUESTRA LAS RELACIONES ENTRE PLACAS OCEANICAS
'( ARCOS INSULARÉS DE AMERICA CENTRAL (COSTA RICA) Y LAS ANTILLAS.
FIGURA 32
. CUADRO 4
LISTA DE ALGUNOS TERREMOTOS DESTRUCTIVOS REGISTRADOS
EN COSTA RICA
Año Mes Día Zona Afectada
1904 Diciembre 20 Destrucción de Limón, M = 7 - 3/4.
1910 Abril 13 Terremoto de gran intensidad en Cartago.
Ref: Desconocida.
114
El territorio de Costa Rica en particular, y el de América Central en general, está
influenciado por la interacción dina.mica de dos placas (sub-placas) de litosfera: la Placa
del Coco al oeste, que se principalmente en la región oceánica del Pacifico, y la Placa
del Caribe al este, que constituye la América Central y la región del Caribe, separadas por
la zona de subducción desarrollada a lo largo de la Fosa Mesoamericana (también conoci-
da como Fosa de Acapulco o de Guatemala), localizada al oeste de la costad.e Costa Rica,
de profundidad máxima de más de 6.000 m., frente a la frontera México-Guatemala, en
donde se sumerge la Placa del Coco bajo la Placa del Caribe y Sy kes, 196 9)
( Figura 33 ). La Placa del Coco, que según estimaciones se mueve hacia el este y noreste
con una velocidad de 1 a 2 cm./año, topa con la. Placa del Caribe, y se sumerge bajo ésta, a
lo largo de la Zona de Benioff, siguiendo un ángulo de fricción que oscila en diversas
partes entre 40° y 50º hasta una profundidad de aproximadamente 700 Km.., zona en
donde tiene lugar la fusión mag1nática 6 • La Placa del Coco limita con la Placa Nazca al
este y sur, en concordancia con Ia zona Fractura de la cual es una estmctura
lin,eal móvil, aproximadamente norte-sur, de una actividad sísm.ica muy intensa que afecta
grnndemente la región sureste del país en correspondencia con Punta Burica y alrede·
dores. el fuerte dinamisrno producido norte-sm de la Placa del
Coco contra la del Caribe, es evidenciado la sm a norte m0strada las
terrazas aluviales del Pleistoceno, en el extremo sur de la Península Osa
1978).
En la zona de contacto
mi,ento definida por se los o terremotos
que en afectan el territorio nacionaL La Figura 84
mu,estra Ia distribución n"n"·,·n° detectad.os en Costa Rica de 1963 a
l'f)73 1 ~,,,,.,,,,,.,~·~
en
nuestro territorio .
La corteza terrestre del territorio de Costa Rica después de haber ,estado sometida a
movimientos compresivos y distensivos desde el inicio de su formación, en el Jurásico-
Cretácico, hasta el presente, muestra en la actualidad deformaciones tectónicas de distinta
índole (pliegues, fallas ek ),
6. Fsta zona que forma parte del manto superior recibe el nombre de astenosfe,a.
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·Las principales estructuras tectónicas se asocian a fajas orogénicas de tipo Pacífico,
consistentes en un arco externo y uno interno con características geológicas antagónicas.
Características . de ul).a faja exterior, aqnque no todas observadas en Costa Rica, son:
·sedimentación por subsidéncia geosinclinal, plegamiento regional, magmátisino básico.a
. ultrabásico, alto metamorfismo depresión y tempe~tura; para un arco interno se presenta
·tectónica de bloques, magmátisrrio medianamente ácido; bajo metamorfismo de presión y.
temperatura.
Desde el punto de vista del afallamiento, los principales a:Iine{Ullientosse agrupan en··
aquellos formados en rqcas del Complejo: de Nicoya y op-as rocas asociadas del Cretácico
en la costa dél Pacífico, y alineamientos relacionados cqn las rocas que sobre yacen a las
del Cretácico, que oscilan en edad del Terciario al· Cuaternario y que se localizan princi-
palmente en el resto del territorio nacional. Recientemente Kuypers (1979) señaló que el
afallamiento del último grupo también sé presenta cruzando las rocas del Complejo.
El afallamiento en eÍ' resto y mayor parte del país está caractérizádo por rasgos
tectónicos mayores que consisten de fallas inversas y. J)ormales las cuales se extienden ·
predominantéménte con una dirección noroeste-súreste. ··
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aproximadamente este-oeste se extienden en correspondencia con el Valle Central y mon-
tañas adyacentes al norte y sur, lo cual en parte provoca un cambio de J.a orientación
noroeste-sureste predominante en la parte central del país.
Los rasgos tectónicos mayores del Orógeno Sur de América Centrál en Costa Rica
1962 a), siguen una orientación arqueada noroeste-sureste, aunque son interrum-
pidos por una orientación tectónica aproximadamente este-oeste en correspondencia con
el Valle Centnll y con la Península de Santa Elena. La estructura tectónica se puede
resumir en los siguientes rasgos tectónicos y estratigráficos; a saber: el Arco Externo, ei
Arco Interno, la Cubeta de Térrnba y fa Cuencade Limón.
Este rasgo tectónico está definido en el lado Pacífico del orógeno, en correspon-
dencia con el basamento Jurásico-Cretácico, constituido por las rocas volcánicas, sedimen-
tarias e intrnsivas del Complejo de Nicoya y la Peridotita de Santa Elena que en conjunto
constituyen una asociación ofiolítica.
122
ARCO EXTERNO ARCO INTERNO CUENC,A DE LIMON
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FIGURA38
123
6°.3':3~Cubetade Térraba
El climax de }a fase orogénica, en tiempos del Mioceno, f:ue acompañada por intru-
siones (Ti), pr:icipalmente de grnnodioritas, {granito y gabrO) a lo largo del eje del oróge-
no. 'En los estados tardíos de la fase orogénica, al final del Mioceno y Plioceno, se produjo
utia actividad volcánica caracterizada por lavas andesíticas y basálticas, aglomerados, bre-
chas y tobas inttuidas por diques de basalto (Tv ).
Desde el punto de ,iista de la tectónica de placas, representa esta fase los resultados
del efecto comprensivo ejercido por la Placa del Coco contra la Placa del Caribe y a la
acción del núcleo 'basáltico móvil localizado enprofündidad, 1o cual en conjunto originó
un crecimiento de la litosfera continental por el depósito de materiales sedimentarios y
volcánicos, intrusión de cuerpos magmáticos diversos, ia acción final del vulcanismo sub-
aéreo, así corno el plegamiento y afailamiento de todo el conjunto continental de la fase
orogénica.
125
1868, p. 30). Según Woodring (1966), la distribución en pequeñas de sedimentos del
Plioceno, indica que la parte correspondiente a Costa Rica ya había emergido casi en su
totalidad durante esa época.
Son varios los autores los que recientemente más se han referido al tema de la
historia tectónica de Costa Rica, en especial desde 1975. Entre ellos cabe destacar a De
Boer (1975), GaUi-Olivier (1979), Schmidt-JE:ffing (1979) y (1980).
126
rasgos la estratigrafía; de esta forma las unidades más antiguas, o más profundamente
emplazadas, afloran en el bloque de falla de Santa Elena, el cual ha sufrido un
levantamiento mayor, y por consiguiente mayor erosión; las unidades más modernas
se encuentran en la costa sur de la península, donde el ascenso de masas fue menor y
la erosión no puso al descubierto las unidades superiores del complejo basal. Se
diferenciaron cuatro bloques principales delimitados por fallas ENE, otro subordi-
nadp, situado al este de la Península de Nicoya, separado por una zona de pliegues
(flexura).
Galli-Olivier (1979) estima' que en el límite entre las placas del Coco con la del
Caribe no hubo una pérdida total de la corteza oceánica del Coco, sino más bien hubo una
transferencia de ésta sobre la Placa del Caribe. Parte del material fue añadido por el
magmatismo al cinturón marginal debido a la formación de rocas derivadas de la placa en
descenso, lo cual posteriormente formó el arco volcánico plutónico. Otra porción del
material fue añadido a la Placa del Caribe por desgarre de la propia Fosa Mesoamericana,
de los sedimentos océanicos y, también, mediante la incorporación de pedazos ("melan-
ges") de corteza oceánica y de manto derivados de la Placa del Caribe en descenso. El
resultado final es una corteza engruesada en la cual las rocas pasaron de una verdadera
corteza océanica a una corteza de tipo continental.
De acuerdo a Galli-Olivier (1979) el área sur de América Central está principalmente
compuesto de rocas "eugeosinclinales" asociadas con vulcanismo; la secuencia de rocas
miogeosinclinales faltan porque el arco insular, más tarde convertido en istmo, no estuvo
cerca de una región estable en el margen de un cratón o plataforma.
Los siguientes detalles geológicos según Kuypers (1980), caracterizan a las tres ma-
cro-unidades tectónicas, a saber: 1) la zona de arco-fosa constituida por rocas de una
estirpe ofiolítica en partes cubiertas por rocas más jóvenes, 2) el arco magmático com-
puesto por rocas del Terciario y Cuaternario. Los mayores tipos de roca son, en orden
descendente de importancia, volcánicas, intrusivas y sedimentarias. En la mitad norte del
arco, una cadena volcánica activa se encuentra mientras que al sur los intrusivos ganan
importancia; levantamientos geodésicos muestran que el arco magmático está actualmente
elevándose con una velocidad de 1 a 2 mm. por año (Miyamura, 1975), y 3) el arco
127
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FIGURA39
128
Una división macrogeoldgica de Costa Rica, de acuento a Dickinson
(/974 a) Esta subdivhsión demuestra que Costa Rica forma porte de un arco
intra-oceánico el cual está relacionado a la subducción de la Placa del Coco
en la Fosa Centroamericano. Observe que esta fosa de1:u1parece cerca de 'la
aslsmica Serranía del Caco. (Según Kuijpers, 1980, 1m prensa).
FIGURA 40
De acuerdo a Kuypers (1980) existe un acuerdo general del origen profundo del
Complejo de Nícoya, que forma parte del complejo ofiolítico; sin embargo, hay un !fían
desacuerdo en relación con el mecanismo de emplazamiento de este pedazo oceánlco,
Este desacuerdo sigue, consecuentemente, conceptos de la tectónica de placas. Es así,
como de acuerdo a Kuypers (1980), Galli-Olivier (1979), considera al Complejo de Nico-
ya como un grupo de pedai;os cortados de la Placa del Coco aún en subducción; por otro
lado, Schrnidt-.b~ffing (1979) evoca una serranía asísmica para explicar el emplazamiento.
Según Kuypers (1979-80) las :rocas del complejo están fuertemente tectonizadas; debido a
De Boer (1974) y Galli-Olivier (1979) creen errone-&.menteque "melages" se presen-
129
tan; posteriormente, Schmidt-Effing (1979)- explica las radiolaritas fuertemente tectoni-
zadas como xenolitas, lo cual tampoco es aceptado por Kuypers; más bien la presencia de
bloques radiolaríticos en el basalto de Complejo es explicado por Kuypers (1979) como
producto de las distorsiones tectónicas que sufre la zona de contacto entre basalto y
radiolarita definida por este investigador.
Dentro de este canal tuvo lugar una intensa actividad volcánica submarina ocasio-
nada por fuertes presiones internas de la tierra, las cuales levantaron el fondo oceánico del
canal, a la vez que grandes emisiones de lava se originaron. El levantamiento, más las
grandes extrusiones de lava, que sucedían durante el Jurásico, provocaron la emersión de
la tierra en sitios dispersos y aislados al occidente del canal, formándose al inicio una fosa
tectónica de subducción y al este un archipiélago arqueado, constituido en algunos casos
por conos volcánicos (Figura 41) y extendiéndose a lo ancho (NW-SE) del canal centroa-
mericano. La actividad volcánica en el archipiélago perduró durante el Cretácico. La
erosión de estas islas, y en menor proporción de América Central Nuclear, durante· el
Jurásico y parte del Cretácico, provocó el depósito de sedimentos que, en conjunto con
las rocas volcánicas, en la actualidad forman parte del Complejo de Nicoya (Mzsv).
A finales del Cretácico, la mayoría de las islas del archipiélago original se habían
erosionado y hundido en el mar, pero posteriormente un nuevo levantamiento del fondo
marino plegó y elevó nuevamente el archipiélago sobre el nivel marino.
130
El principio del Oligoceno fue época de relativa tranquilidad en el área del canal, una
renovada actividad compresiva a mediados del Oligoceno activó el desarrollo del plega-
miento .de los. sedimentos del canal, y consigo la emersión de· 1a primitiva Cordillera de
Talaníanca, y la aparición, al final del Oligoceno, de algunas islas sobre el eje de la citada
cordillera. · · ·
También durante el Plioceno, la vertiente del Pacífico del Orógeno Sur de América
Central se levantó ligeramente, formándose un estrecho istmo que permitía el paso entre
el sur y el norte del continente americano. Al oriente del istmo se formó un angosto
engolfamiento o canal, continuación del Mar Caribe. Este canal se extendía por el noreste
de Costa Rica hacia Nicaragua, y se aproximaba a la región ocupada actualmente por el
Golfo de Fonseca en Honduras. A este canal se le ha dado el nombre de la Fosa de
Nicaragua.
131
6.6.2. Historia geológica según conceptos paleogeográficos
La historia geológica que aquí se presenta se basa en el trabajo del Dr. Richard Weyl,
aparecido en 1974, en el Boletín de la Asociación Mexicana de Geólogos Petróleros,
titulado: El desarrollo paleogeográfico de América Central: Este trabajo, a la vez que
expresa la opinión del autor al respecto, toma en consideración una serie de trabajos
relacionados con el tema y aparecidos con anterioridad referidos a América Central. Al
respecto, el autor señala en la página 377: ·
132
Pa1eoceno quedó limitada aquí a'una bahíá abierta hacia él-Sureste eillá-región del
actúalc Valle Tempisque. En la parte Central de' Costa Rica;la cuatestá ocupada hoy
día por· la cadena montañosa de la Cordillera de Talamánca, en cambió,· se fonnó una
fosa de sedimentacioh marina, niismá que hacia el Noroeste llegó hasta la región
. cdstera del Pacífico de Rivas, ·Nicaragua, y que hacia el Sureste puede seguirse hasta
la región costera del Atlántico de· Panamá. ·En Nicaragua; esta fosa recibió hasta
·8, 000 m. ·de sedimentos terciarios ( Zoppis y Del:Giudice 1958,). En la'region Umítro-
fe costarricense•pánameña, Rivier ( 1971) señala 6, 000 in.· de rocas sedimentarias que
abarcan de.sde el Cretácico Superior hasta el Eoceno. Para la Cordillera Talamanca
actual y la cordillera del litoral del Pacífico, las cuales en "grandespartes' están
formadas por areniscas y lutitas de toba calcárea eocenas hasta miocenas, sin embar-
go>'no se dispone de dátos más precisos respeeto'a los espesores, pero también éstos
deben ser considerables. Henningsen (1966 a) señala que en la Cordillera Costeña del
· Pacífico se encuentran, por lo menos, 1, 000 ni, tan sólo para el Eoceno Medio y
Superior. · ·
La cuestión de la procedencia de series de rocas sedimentarias tan gruesas, preponde-
ran temen te elásticas, fue investigada en forma detenida por Hen1iingsen (1966 a) en
base a investigaciones de minerales pesados, la medición de la orientación de los
granos y orientación de restos fósiles. De acuerdo con ello podría darse por seguro
que el transporte de materiales se verificó desde el Sur o el Suroeste es decir, aquellas
regiones que hoy se encuentran en el Pacífico y para las cuales en las reconstruc-
ciones paleogeográficas de Lloyd (1963) y Dengo (1968) se supusieron que fueron
islas volcánicas durante·el Cretácico Superior y el Terciario Inferior.
Mientras las rocas del Eoceno Inferior y Medio son altamente tobáceas, en el Eoceno
Superior predominan calizas, que en parte son ricas en foraminíferos grandes y, en
parte, representan· formaciones arrecifales. De acuerdo con Rivier ( 1971) estas facies
alcanzaron su desarrollo principal en el borde Suroeste de la fosa de sedimentación,
es decir, en el espacio de la actual cordillera costeña del Pacífico, la cual también
lleva por eso la denominación local de "Fila de Cal".
El Oliogoceno está caracterizado por la transición de facies netamente marinas a
facies de albufera (lagoonal). En el Oligoceno Inferior considerado como tectónica-
mente tranquilo, dominan en todo el espacio de Costa Rica facies marinas. A partir
del Oligoceno Medio es dable constatar una diferenciación. En la parte Central de
Costa Rica el mar no parece haber estado tan ex tenso como en el Eoceno, y proba-
blemente la comunicación con la fosa en Nicaragua fue interrumpida por la elevación
tJ,eun mayor bloque insular en el Noroeste de Costa Rica (Guanacaste). En la región
litoral del Pacífico de Costa Rica (Cordillera Costeña), lutitas oscuros con pirita
representan sedimentaciones de una cuenca semieuxínica, la cual fue separada del
Mar Atlántico abierto por primeras zonas de elevación en el espacio de la Cordillera
de Talamanca. El material de las rocas sedimentarias, según Henningsen ( 1966 a,
pág. 38), antes como ahora proviene de una región de suministro situada en el
Oceáno Pacífico actual.
En el Mioceno Inferior las condiciones de sedimentación se mantuvieron iguales; en
el espacio de la actual Cordillera de Talamanca se encuentran rocas sedimentarias
neríticas, en la zona litoral Atlántica rocas sedimentarias pelágicas. Hacia fines del
Mioceno Inferior se verificó otra vez un ahondamiento del mar con microfauna
pelágica (Rivier 1971 ).
El Mioceno Medio yace discordante sobre las rocas erosionadas y niveladas del
Oligoceno Superior y del Mioceno Inferior. Las rocas sedimentarias varían de epine-
ríticas hasta parálicas con intercalaciones de arrecifes, por un lado y lignitos, por el
otro. Es de suponer que con ello queda indicado el inicio de la conversión terrígena
de la Cordillera de Ta/amanea, sobre cuyo principio difieren las opiniones.
Mientras Dengo (1962 a, Pág. 157; 1968) (Figura 41) en el Oligoceno ya supuso una
formación insular inicial y el levantamiento del eje central de Costa Rica, Henn-
ingsen ( 1966 a, pág. 55) tuvo la impresión de que la Cordillera de Ta/amanea está
formada esencialmente por rocas sedimentarias precisamente del Oligoceno, lo cual
135
encuentra una confirmación en el mapa sinóptico geológico de Costa Rica (Don.doU
y otros, 1968 ). Según él, el levantamiento de la Cordillera sólo se inició en el
Mioceno posterior. Aqu(parecen conciliarse las explicaciones de Rivier (1971) cuan-
do observa que en. la zona central de Costa Rica en el Oligoceno cabe suponer una
traviesa submarina con formación local de arrecifes. De acuerdo con él, en el lVlioce-
n.o Superior se inició el levantamiento enérgico de la cordillera, acompañado de un
hundimiento igualmente enérgico de la región litoral atlántica y formación de la
Cuenca Limón del Neo-Terciario. Esto condujo a una renovada comunicación marina
con la Cuenca de Nicaragua y otra ulterior a través del actual Valle Central de Costa
Rica con sus rocas sedimentarias marinas del Mioceno.
Kmckow ( en impresión) ha somef:ido a una revisión fos rocas sedimentarias del
Jl/lioceno de Costa Rica y llega a la conclusión de que hasta en el Mioceno Medio se
extendía un canal marino con profundidad de agua máxima de 100 rn a través del
actual Valle Central, que estaba limitado en el Norte ;por de colinas en el
ámbito de la Cordillera ele T'ilarán, en el Sur por la Cordillera de 'Talamanca que
entonces estaba elevándose. En un cálculo aproximad.o de la cuota de elevación a
del iltiioceno (20 mil. llega a las siguientes cantidades anuales, suponiendo
un levan.tamien to
136
Vista aérea de la Cordillera Costeña de la Penlnsula de Osa, Punta Burica, la Cordillera ale Golfito y los
valles del Diquis al noroeste y de Coto Colorado al sureste. Se observan también algunos alineamientos
de fallas regionales NO-SE, que cruzan la Cordillera Costeña y al pie de ésta en contacto don la zona pla-
na de los valles antes señalados e inmediatamente al este de la Cordillera de Go/fito. (Foto tomada desde
un satélite, cortes/a del I.G.N.).
CAPITULO VII:
ecursos mi erales
@j
7.1. POSIBILIDADES DE RECURSOS MINERALES Y PROVINCIAS
METALOGENETICAS
Las posibilidades más importantes de minerales metálicos, con base en las evidencias,
son el aluminio, el oro y el cobre y los sub-productos asociados de acuerdo al tipo de
ambiente geológico. Los minerales metálicos y posibles asociados se distribuyen en dos
tipos de ambiente: el ambiente continental y el ambiente oceánico (Figura 43).
139
11°
1
1
OCEANO PACIF!CO
9º~
LEYENDA ~~
::iE
Ambiente ocednico
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D Ambi1mfe continental
O !:>O 100
~- ... .,,~¡¡; ... .;,;;;.... ,.,;,.,,.,,,.;.¡-;!
l(m~.
FIGURA 43
140
CUADRO 5
l)ASOCIACIONES PLUTONICAS
Rocas ultramáficas Cr-Co-Ni-Cu
Rocas máficas Ti-V-Se
Rocas alcalinas Ti-Nb-Ta-Zr-TR-F-P
Carbona titas TR-Ti-Nb-Ta-P-F
Rocas graníticas Ba-Li-W-Mo-Sn-Zr-Hf-U-Th-Ti
Pegmatitas Li-Rb-Gs-Be-TR-Nb-Ta-U-Th-Zr-Hf-Sc
2) MENAS DE SULFUROS
HIDROTERMALES
Asociaciones Generales Cu-Pb-Zn-Mo-Au-Ag-As-Hg-Sb-Se-Te
Co-Ni-U-V-Bi-Gd
Depósitos de cobre porfídico Cu-Mo-Re
Sulfuros complejos Hg-As-Sb-Se-Ag-Zn-Cd-Pb
Sulfuros de temperatura baja BisSb-As
Depósitos de metales base Pb-Zn-Cd-Ba
Metales preciosos Au-Ag-Cu-Co-As
Metales preciosos Au-Ag-Te-Hg
Asociados con rocas máficas Ni-Cu-Pt-Co
3) ROCAS METAMORFICAS DE
CONTACTO
Depósitos de Scheelita-Casiterita W-Sn-Mo
Depósitos de fluorita-helvita Be-F-B
4)ASOCIACIONES SEDIMEN-
TARIAS
Lutitas negras U-Cu-Pb-Zn-Cd-Ag-Au-V-Mo-Ni-As-Bi-Sb
Fosforitas U-V-Mo-Ni-Ag-Pb-F-TR
Evaporitas Li-Rb-Cs-Sr-Br-1-B
Lateritas Ni-Cr-V
Oxidos de manganeso Co-Ni-Mo-Zn-W-:As-Ba-V
Depósitos de placer Au-Pt-Sn-Nb-Ta-Zr-lií-Th-TR
Capas rojas, continental U-V-Se-As-Mo-Pb-Cu
Capas rojas, volcánicas en origen Cu-Pb-Zn-Ag-V-Se
Bauxitas Nb-Ti-Ga-Be
5) MISCELANEOS
K-Rb ;Rb-Cs;Al-Ga;Si-Ge;
Sr-Hf-; Nb-Ta;TR; S-Se;
Br-1; Zn-Cd; Rb-TI;
Pt-Pd-Rh-Ru-Os-Ir.
141
1) Región Peninsular
2) Cordillera de Talamanca y la Fila Costeña
3) Cordillera de Tilarán, Montes del Aguacate y Cerros de Cureña
4) Cordilleras de Guanacaste y Central
5) Planicies costeras del Caribe y del Pacífico
la primera referencia histórica fue aquella escrita en 1869, por el Dr. A. Von Frant-
zius titulado: Acerca dei verdadero sitio de las ricas minas de Tisi:ngal y Estrella,
buscadas sin resultado en Costa Rica. La versión original en alemán traducida por R
Twight fue recogido por Don León Fernández en 188.2 en su obra: Documentos pam
la historia de Costa Rica. Se hablaba en el estudio de Von Frantzius de que el país
debe su nombre a la abundancia de oro; de que las minas de Tisingal eran como las
de Potosí 8 y que habían sido trabajadas por los españoles. Sin embargo no se han
hallado informes o cuentas del "quinto" que pudiera haberse obtenido all( para la
Corona. En apunte de don León Fernánr;iez se dice que en los docum.entos referentes
a la destrucción de Saní:iago de Talamanca 9 , no se habla nada de esas minas. Se
indicaba que fueron descubiertas hacia 1579 y del suceso se habló mucho en la
Audiencia de Guatemala".
Con referencia a las minas del Tisingal se incluye el relato histórico que al respecto
escribiera Jinesta (1938 p. 13-15):
8. En Bolivia.
9. Ciudad fundada por Juan de Ocón y Trillo y situada en el Valle de Duy a orillas del Río Tarire o Sixaola.
145
Frantzius dice: "que a él no le dieron informes en Costa Rica de las minas de
Tisingal. Indica que el libro más antiguo donde encontró tal nombre de "Tisingal",
es el Diccionario Geográfico de América, de Alcedo, del año, 1786. Varios autores
copiaron esa referencia, hasta el Bachiller Rafael Osejo ( 1830) quien sitúa las minas
que llevaban ese nombre en las "inmediaciones de la ciudad de la Estrella". Osejo
había enviado un escrito al Presidente Mora sobre esas minas y a las mismas se refirió
en sus Lecciones de Geográfia. En ese tiempo había fiebre de oro en California. El
Ingeniero inglés H. Cooper repitió aquella versión en 1838. A. Von Ballow, en 1849
habla entre otras, de las minas de Tisingal. En ese tiempo fue fundada una sociedad
minera cuya gerente era J. Barth. Dice Felipe Molina en 1850 que "se suponía" que
la mina de Tisingal estaba cerca de la frontera de Nueva Granada en el Atlántico,
(cerca de Boca del Toro, donde existió la ciudad de la Estrella). Indica que hubo
desarrollo económico en Costa Rica entre 1560 y 1600 por el laboreo de esas minas.
Prácticamente, reproduce lo que dijeron Alcedo y Osejo, pero la prosperidad de que
hablaba, era ficticia.
Otros publicistas, como Peláez, Wagner y Scherzer, hacen referencia de tales minas.
En Francia, Lafond de Lurcy, en su folleto sobre el Golfo Dulce, habló de Tisingal,
indicando que las invasiones de los piratas hicieron abandonar su laboreo, así como
el mal trato que se daba a los indios. También las menciona el general americano
Tomás Francisco Meagher (1869). Don Félix Mata, en un artículo publicado en
1863, también habla de la Estrella y Tisingal.
Osejo pretendía que la mina en referencia estaba cerca de la ciudad de la Estrella y
dice que ésta se encontraba en la Laguna de Chiriquí. También se menciona el
Tisingal en algunos mapas alemanes, como uno del año 1858.
J. Ma. Figueroa, entre los años 1843 y 1845 salió de Cartago a buscar tales minas.
Creía que la parte más abundante en oro estaba cerca del Telire (Tarire), que es el
afluente más septentrional del Sixaola. Encontró piedras para moler metal, y oro
lavado en un riachuelo llamado Orosí, que desemboca en el Río Coen. Halló también
alhajas antiguas de los Aborígenes.
Francisco Gutiérrez, primero en 1849 y después en 1852, salió en busca de esas
minas. De paso, y cerca de Chirripó supo del oro que había en el cerro de San Mateo
(llamado de Matina), y que los indios llamaban Acabá. Al mismo lugar, o sea a San
Mateo, fueron Canuto Picado, J.M. Coronel (1856) y Pedro Iglesias, (1858), pero sin
alcanzar resultado favorable. En 1856 y desde Texas, vinieron varios alemanes a
buscar las minas del Tisingal. En 1862, Manuel Marchena, de Cartago, fue a Talaman-
6a a buscar oro en el North-River. En 1863 volvió Pedro Iglesias y llegó hasta el valle
del Sexaula. En el río Urén, Iglesias halló señales de oro y cobre; y huellas de
lavaderos de oro en el Coén y en algunos riachuelos situados cerca de San José de
Cabécar. Regresó en dirección del actual río de la Estrella, en cuyas márgenes encon-
tró pepitas de oro en vetas de cuarzo, lo mismo que en varios riachuelos, ,pero en
pequeña cantidad. En 1870 fue a Talamanca Eusebio Figueroa, quien tuvo referen-
cias de unas minas descubiertas en tiempo del Gobernador Juan Francisco Sáenz
Vásquez (1675-1681 ). En 1875 el Dr. Figueroa volvió a Talamanca y en un brazo del
Changuinola halló señales de antiguos lavaderos de oro.
El "Cerro de San Mateo" arriba mencionado, es un ramal septentrional del de
Chirripó, situado en la orilla izquierda de la vertiente superior del río del mismo
nombre. Hay allí vetas de cuarzo. Se creyó que esa era la mina de Tisingal, según un
periódico del año 1848, en que se hacía referencia a un documento del año 1662.
Además del Cerro de San Mateo, hay otra montaña que tiene fama de tener oro y
está situada entre el North-River y el Río Telire. Un misionero publicó la leyenda de
que del cerro de San Mateo, en Cabécar se habían sacado crecidas cantidades de
plata en el siglo XVIII, y que además de las de Tisingal, habían otras minas de oro.
Hay señales asimismo de lavaderos de oro en varios arroyos que nacen en el cerro de
Pico Blanco y caen en los afluentes del Sixaola. Se han hallado vestigios de oro, pero
146
¡ ·- -----------------
no restos de una explotación formal. Se encuentran vestigios de caminos, como en la
vega izquierda del Río Chirripó. En algunas rocas hay grandes cortadas en las peñas,
en las cuales aparece·la huella del casco de las mulas.
En un libro en inglés titulado The History of the Buccaneers of América, se habla de
Tisingal, escribiendo "Tinsigal". El autor es Sieur Ravenau de Lussan (1687). Al
hablar de Tinsigal, (que puede ser Tegucigalpa, según dicen), da pie para la leyenda.
Indica que esas minas estaban entre la bahía de "Salt Pits", en el Golfo de Nicoya,
que llevaba entonces y siguió llevando por mucho tiempo el nombre de Golfo de las
Salinas, hasta Acapulco. Se atribuye a los bucaneros del siglo XVII la corrupción del
nombre de Tegucigalpa.
Las minas de Gracias a Dios, en Honduras, fueron iniciadas por mandato de Pedrarias
Dávila entre 1527 y 153'1. Cerca estaba la villa de Santa María Desperanza. Estaban
las minas en el valle de Olancho. Así lo indicó el Ayuntamiento de León en 1531. El
Río Grande, Romano o Aguán (en Honduras), producía mucho oro (1529). Tam-
bién el Río San Andrés (cerca de Choluteca). Habla sobre el particular el Lic.
Francisco de Castañeda. Diego de Merecido dice que "el nombre ·de Taguzgalpa se
interpreta y quiere decir TIERRA DE ORO, y en tiempos pasados se llevaba de allí
oro a Montezuma". M.M. Peralta Dice. "T.aguzgalpa, tierra o patria de oro, en el
idioma de los indígenas. La taguzgalpa es la costa de Mosquitos y se extendía desde
el Desaguadero hasta el Río Grande o Aguán y formó parte de la Gobernación de
Cartago o Costa Rica, de 1540 a 1573". Tenía más de ciento cincuenta leguas de
costa. Rodrigo Ponce de León hablaba del mucho oro que había en Taguzgalpa.
Rob. Glasgow Dunlop habla de las minas de Tegucigalpa y las compara con las de
Potosí en Bolivia, de las cuales se extrae mucha plata, las minas de ·Tegucigalpa de
que se habla, eran de plata también. Otros datos sobre distancias entre diferentes
lugares, indicados por Lussan, hacen suponer a los investigadores, que las minas a
Tisingal eran las de Tegucigalpa, debiendo agregarse que los viajes de ese explorador
se desarrollaron cerca de Honduras.
Hay varias corrupciones de nombres alrededor de Tisingal. Decían algunos "Tiusi-
gal". Alcedo escribía "Tisingal". En Honduras había un lugar llamado "Tissingal"
que visitaron los piratas.
El geólogo Wm M. Gabb, quien en 1873 y 74 hizo estudios en la Talamanca,
encontró venas de cuarzo conoro,cerca de Sarbli, tributario del Lari. Asimismo, en la
loma entre ese lugar y Shtutu. Muchas excavaciones que encontró eran sepulturas
(tabú) de indios. En Cabécar no se halló las minas de que le habían hablado. En el
Valle del Tsuku (tributario superior del Urén), halló algo de oro en las vetas. También
al pie de las colinas entre el Lari y el Coén, vió algo de oro en las arenas del arroyo
Quedi. Dice Gabb: "Las supuestas minas de oro de Tisingal no pueden haber estado
dentro del territorio explorado". Las grandes vetas de cuarzo aurífero siempre de-
muestran su existencia por la presencia de guijarros y de oro libre en los cursos de
agua. Tales condiciones no halló Gabb• ni en los alrededores de Gabécar, ni en otras
partes, excepto en las que él menciona. Dice que si existieran, sería en las colinas a
espaldas de Boca del Toro o Laguna de Chiriquí. Varios ríos de esa vecindad son
auríferos y uno de ellos se llama por tal razón, Gold-River. La mayor parte de las
alhajas de oro halladas en las antiguas sepulturas de los indios son de aquella vecin-
dad, y nunca se han encontrado en la región del Tilorio o del Tiliri. Son escasas en
casi toda Costa Rica, pero muy comunes en la región de Chiriquí".
Aquí termina el relato de Frantzius sobre las minas del Tisingal.
El interés por el oro continuó en igual forma en los siglos XVII y XVIII, centrándose
en gran parte el interés en las aún no encontradas minas del Tisingal, las cuales en ese
147
con frecuencia las crefan cercanas al de la Estrella",
estos los habitantes de tiempo los a la Bahía de
Ahnrrante o de ChiriquJ, en la ac:i:;om.lidad
J"ir1esta p. 18):
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fr.¡:n"ttn:cr
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.ZJ 1sterü)rrn,ente a lc¿.f;:tre:z abtieron otro:s;nin,a;s
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La
s«?l1abía 18f38 se
Los,
La mina Tres Amigos, iniciada en 1889 por Eduardo Sell, Santiago Femández Delga-
do, Rafael Fernández Delgado y Rafael Femández Varela, después de haber pertenecido
también a la sociedad Crespi-Keith-Volio en 1893, pasó en 1900 a formar parte de la
Abangares Gold Fields of Costa Rica.
En 1897, Federico Hopking descubrió la mina Boston, la cual pasó a constituir la
Boston Mining Co. y después en 1900 pasó a poder de la Abangares Gold Fields of Costa
Rica.
Fue así como entre 1900 y 1925, la Abangares Gold Fields, empresa fundada en los
Estados Unidos con capital de dos millones de dólares y cuyo principal accionista era Mr.
Minor C. Keith, era poseedora de todas las empresas constituidas en el pasado y explotaba
las minas: Tres Hermanos, Tres Amigos, San Lucas, La Luz, El Silencio, Cuatro Vientos,
Guaitilar, Pozo Azul, Guacimal, San Martín, La Fortuna y San Rafael.
Un poco más al norte del distrito minero de Abangares, cerca de Tilarán, empieza en
1921 la explotación de la mina Líbano por parte de la Guanacaste Development.
También en el mismo período de inicios del siglo, empieza la explotación del distrito
de Guacimal por parte de J.a Guacimal Expforation Co., Ia cual posteriormente fue absor-
bida por la Abangares Gold Fields Co. Ltd. En esta época operaron las minas del distrito
de Miramar, ubicado entre los cauces de lo¡; Aranjuez y Bonanza, como La Unión,
Bella Vista, Montezuma, El Angel, Zamora, La 'T'r:inidad y Domingo. En el distrito de
Esparza funcionaron las minas Santa Clara y Rudín, las más conocidas y las minas Trini-
dad, Bonanza, El Encanto, todas ubicadas al norte y al sur de la carretera interamericana.
Otras minas que se mencionan en el distrito son las de Nagatac que incluyen Cuarenta
Leones, Moneada y Buena Suerte, al norte de la carretera internmericana en la parte
:inferior del valle del río Barranca.
.149
Montes ··del Aguacate y el acondicionamiento de algunás viejas plantas de tratamiento
mineral ·y el posfüle ·establecimiento de algunas huevas. También· se prevé 1a exploración
de nuevas vetas<en 1a'zona de Tilarán-Aguacate y de aluviones en 1aPenínsula de Osa, lo
cual de resultar favorable contribuirían a hacer más atractiva 1a inversión. Sin em:bargo,
sólo el tiempo y las condiciones del mercado se encargarán de decidir el rumbo que desde
ahora tomará 1aminería del oro en Costa Rica.
150
APENDICE
Sinopsis histórica
sobre las exploraciones
petroleras en Costa Rica
(Según Castillo 1975)
INTRODUCCION
CONTRATACIONES ANTIGUAS
De acuerdo con el estudio histórico legal realizado por el Lic. Juan Edgar Picado
titulado Antecedentes Constitucionales, Legales y Contractuales para la Exploración del
J. FI Ingeniero Benavides desde 1961 se dedicó a otras actividades profesionales deslig~das de las Ciencias Geoló-
gicas.
153
Petróleo en Costa Rica, hasta 1951, el Poder Ejecutivo había firmado dieciséis contratos
petroleros, de los cuales diez aprobó el Congreso y los seis restantes, o no fueron discu-
tidos o no fueron aprobados. Esos dieciséis contratos petroleros puede resumirse en la
siguiente forma:
Fue el primer contrato para la exploración de petróleo celebrado en Costa Rica; sus
objetivos fueron petróleo y carbón. · · '
Fue suscrito por el Secretario de Fomento, Don Ricardo Pacheco Marchena y Don ·
José María Tinoco, como apoderado dé la Costa Rica Petroleum Coal Company, que fue
consecuentemente la primera Compañía que se formó en el país con miras a la explota-
ción del petróleo. Se aprobó en el Congreso el 5,de setiembre de 1901.
2. CONTRATO JIMENEZ-PEARSON
La firma inglesa Pearson & Son Ltd. se interesó en las posibilidades petroleras de
nuestro país. El proyecto-contrato fue enviado el 8 de octubre de 1913. La Comisión
respectiva dio dos dictámenes: el de mayoría, favorable a la aprobación y el de minoría,
contrario. Se aprobó el de minoría, suscrito por Don Enrique Pinto, debido a que dicho
señor hizo ver una duda internacional, ya que la compañía solicitaba territorios·fronteri-
zos con Panamá y en esa época estaba aún pendiente el arreglo de límites con ese país
vecino.
3. CONTRATO PINTO-GRENLICH
Se aprobó el 12 de agosto de 1916. Fue celebrado entre don Enrique Pinto por parte
del Gobierno y el señor Dr. Leo H. Grenlich. Este traspasó la concesión .a la Costa Rica
Oil Corporation, compañía controlada por la Sinclair Central American Corporation. Al
amparo de este contrato se perforaron cinco pozos en la provincia de Limón. En 1926 el
contrato fue declarado caduco.
4. CONTRATO AGUILAR-AMORY
John Amory & don Alejandro Aguilar Mora, Ministro de Fomento, firmaron el 6 de
marzo de 1918 este contrato. Se aprobó el 25 de junio de 1918. La concesión fue
traspasada a la Central Costa ~ica Petroleum Company Limited, del Canadá, controlada
por la British Controlled Oil Fields Lirnited. ·
Esta concesión, de acuerdo con la Constitución de 1917, debió haber sido aprobada
por la Cámara de Diputados y por el Senado para que tuviera validez, pero como sólo
contó. con la aprobación de la Cámara, la concesión era nula. y así fue declarada el 18 de
octubre de 1923.
154·
5. CONTRATO BLANCO-HERELEY
. .
El gobierno de Costa Rica, por medio d,e don Narciso Blanco Mora, Secretario de
Fomento, y la Panameri.can P~tr:oleum and Tr¡msport9.e Nueva York, por medio de don
Bernar Hereley, celebraroJ?. este contrato el 5 de noviembre de 1920. Fue aprobado por el
Congreso el 21 de abril de 1921. Por la Ley Nº 13 del 20 de mayo de 1922 se declaró
nulo.
6. CONTRA TO BLANCO-STANDARD
8. CONTRATO BLANCO-GOYENAGA
Mediante la Ley Nº 107 del 24 de agosto de 1921, se aprobó este contrato entre don
Narciso Blanco Mora, Secretario de Fomento, con los señores Manuel, Carlos y Julio
Goyeriaga y otros, para la exploración y explotación de depósitos de hidrocarburos. Se
ignoran los trabajos que se hicieron al amparo de este contrato.
La concesión otorgada a los señores Mayorga Rivas, fue refundida en la que se dio a
la Compañía Nacional para la exploración de hidrocarburos. Esto sucedió mediante la Ley
Nº 15 del 8 de octubre de 1842. El área para la exploración y explotación quedó reducida
a 5.000 hectáreas. Al año siguiente se modificó esta extensión quedando ampliada a
20.000 hectáreas. Tanto este contrato como los dos anteriores caducaron por falta de
ejecución.
155
del mismo año, la misma Secretaría del Estado celebraba otro contrato con un· grupo
representado por don Héctor Zúñiga Mora. Ambos contratos fueron aprobados en una
misma Ley, la Nº 46 .del 26 de enero de 1923. Dicha ley facultaba .el Ejecutivo para
celebrar una contratación análoga' con la Intemational Oil y Pipe Line Company. Este
contrato fue suscrito el 4 de mayo de 1923 y permitía explorar y explotar hasta 20.000
hectáreas en Limón.
Este contrato lo aprobó el Ejecutivo por acuerdo Nº 34 del 20 enero de 1923. Fue
celebrado por Don Francisco Mayorga Rivas, Secretario de Fomento, con el grupo que
encabezada don Juan Romagoza. El Contrato contemplaba la exploración y explotación
de las provincias de Limón, Alajuela, Guanacaste y Pun:tarenas. Esta contratación quedó
como proyecto ya que nunca fue aprobada por el Congreso.
Este contrato se decretó sobre las mismas líneas generales del anterior. Se aprobó
por parte del Ejecu~ivo el 11 de junio de 1933. El Licenciado León Cortés, Secre~ario de
Fomento, representó al Estado y la otra parte interes¡,ida estuvo representada p,ur Don
Octavio Saborío Soto. Comprendía la exploración y explotación en las provincias de
Limón, Guanacaste y Puntarenas. Este proyecto fue aprobado por el Congreso.
Hay evidencias de que se hicieron estiglios .sobre varias partes del territorio nacional.
De la investigación del subsuelo por medio de perforaciones, se ha logrado alguna infor-
mación: se perforaron cinco pozos en la zona sur de Limón; abiertos durante la vigencia
del contrato Pinto-Grenlich. La firmaGrenlich. traspasó sµs derechos a la Costa Rica Oil
Corporation, compañía contratada por la Sinclair Central América Corporation, que reali-
zó los trabajos de perforación más importantes. · ·· · ·
156
De acuerdo con un informe de la Sinclair (Dondoli, comunicación personal), el
detalle de los pozos perforados ( Figura 46) es el siguiente:
1. Uscari Nº 1
Este sondeo, realizado en la Baja Talamanca, fue perforado en 1915 sin evidencias de
gas ni petróleo. Alcanzó una profundidad de 260 metros.
2. Amery Creek
Este pozo localizado al este del anterior, fue perforado en 1919 sin indicios de gas ni
petróleo. Dificultades de carácter técnico impidieron continuar la perforación, alcan-
zando solamente 65 metros de profundidad.
3. Uscari Nº 2
Esta perforación realizada cerca de los anteriores y alcanzó una profundidad de 340
metros, sin. haberse encontrado evidencias de petróleo. Presencia de gas fue registra-
da a 257 metros de profundidad.
4. Cahuita N~ 1
Este sondeo fue ubicado en un punto cerca de Cahuita y alcanzó una profundidad de
1.240 metros. A 260 metros gas fue detectado. En abril de 1921 un incendio
ocasionado por el gas destruyó las instalaciones las cuales fueron reconstruidas y ·
vueltas a poner en funcionamiento. Al final, la perforación alcanzó una profundidad
de 1.922 metros. Según versiohes históricas, investigaciones posteriores demostraron
la no ocurrencia de petróleo de carácter comercial, acallándose de esta forma aque-
llos comentarios de la época que ponían en tela de duda los resultados negativos del
pozo.
5. Hone Creeli Nº 4
Este pozo ubicado cerca de Puerto Viejo alcanzó una profundidad de 180 metros sin
haberse registrado evidencias de gas ni petróleo. La perforación fue suspendida en
1923.
Antecedentes:
157
EZllRegión explorado
Panamá
· REGIONES
EXPLORADAS
EN COSTARICA
Y PERFORACIONES
PETROLERAS
EFECTUADAS
FIGURA46
158
Resumen del Contrato:
De acuerdo con la cláusula III del Contrato celebrado con la compañía, el Gobierno
tenía derecho de inspeccionar trabajos de exploración y explotación. Esta labor en
aquella oportunidad estuvo a cargo del Departamento de Geología del Ministerio de
Agricultura e Industrias.
Zona de Gmmacaste:
159
Las rocas sedimentarias del Eoceno que se extienden hacia Nicaragua despertaron
cierto interés inicial, pero al no llevar superpuestas formaciones del Oligoceno y Mioceno,
inclinaron a los geólogos a considerar a la secuencia eocénica como posiblemente estéril.
Quedó un aspecto incierto sobre el área que cubre el Valle del Tempisque y las zonas
de Liberia y Cañas, área qú.e por sí sola representa más de la tercera parle de la superficie
total de la provincia de Guanacaste, pero la presencia de sediinentos recientes fluviolacus-
tres y materiales tobáceos y, en algunos casos, espesos mantos de lava, que aparecen
cubriendo esta área, imposibilitaron el estudio de las formaciones setlimentariás subyacen-
tes. ·
Zona de Umón: ·.
De esta zona, de la cual prá_cticamente no existían fotografías aéreas, los trabajos de
campo tuvieron un atraso inicial. en espera de que un avión de la Compañía, equipado
para este fin, aprovechando los días favorables, cubriera el área en cuestión. Como conse-
cuencia, a fines de marzo de 1952, se iniciaron los estudios. En esta época la compañía
160
tuvo trahajan:do desde fihes de mayo dos 'grupos de' campo dirigidos por un geólogo
especializado. · ' · · ·
Hasta julio del mismo año se había hecho el levantamiento geológico regional de la
zona de }?,arismina al norte qe Limón y de la zona de la Estrella, .al sur, y se procedía al
levantamient9 geológico de las áreas comprendidas entre el alto y Bajo Chirripó. Contem-
poráneamente .a las labores. mencionadas,, J.?-.Compañía pormedio de un avión. especial,
llevó' a cabo un levantárnieritó' magnétométl'.icc;> c:lelárea. én estudio y los, datos fueron
enviados, para ser estudiados e interpretados, a uri grupo de geofísicos de California. Estos
trabajos tropezaron con mayores dificultades en la zona de Limón que en la zmm de
Guanacaste.
Dentro· de esta área los geólogos de la céimpá:ñía localizaron varias estructur.;i.s, ha-
ciéndose evidente que por lo menos tres llenaban los requisitos del caso para que se
pudiera pensar en :rfásar de la investigación 'superficial a la profunda. Se procedi9 a 'ubicar
el primer grupo de perforáciones, escogiéndose la' zona que se extiende al suroeste del
poblado del Puerto Viejo. -
161
Un detalle resumido de cada µno de los pozos perforad9s (Figura 46) durante la
vigencia de este contrato se incluye a continuación. · ·
1. Patiño Nº 1
Iniciado en octubre de 1954. Perforado en el anticlinal de Patiño zona de Puerto
Viejo. Alcanzó una profundidad de 2.058 metros. Fue suspendido al comprobarse la
existencia de un .repleganíiento de estratós que creaban una condición ·geológica
desfavorable. No dio muestras de gas ni de petróleo.
2. Patiño Nº 2
Iniciado en febrero de 1955. Esta perforación fue hecha en el mismo anticlinal pero
desplázari.dose ·10 necesario para no caer en la condición anterior. Fue totalmente
negativo y alcanzó una profundidad de 3.087 metros. ·
3. Briz Nº 1
4. Cocolés N° 1
Iniciado el 29 de diciembre de 1955 y se concluyó al 19 de mayo de 1956. Ubicado,
lo mismo que los tres siguientes, en el bloque de. falla de Cocol~s, en la zona
fronteriza de Sixaola. Fue el primer pozo que reveló la presencia de petróleo. Este
salió de dos· horizontes en· muy poca cantidad y sin presión parafluir á1exterior. Su
producción fue míninia y asociada con agua salada. Se llegó ·a una profundidad de
2.643 metros. ·
5. Cocoles Nº 2
Se comenzó a perforar el 9 de julio de 1956 y se concluyó el 27 de noviembre del
mismo año. Con el criterio de que Cocoles N° 1 había tocado en un mínimo espesor
el yacimiento, el Nº 2 se ubicó hacia la parte más alta de la estructura, donde este
espesor se esperaba fuera mayor. Las condiciones geológicas localizadas al perforar
este pozo no pudieron correlacionarse con las encontradas en Cocoles Nº 1.
En el Cocoles N' 2 se midió inicialmente una buena cantidad de petróleo. Rápidamente
ésta fue declinando, así como su pr~ión, teniéndose una fuerte invasión de agua
salada que llegó a ser hasta de un 70 % en el fluido recuperado. Finalmente el pozo
perdió su presión y la cantidad de petróleo que se recuperó con el agua salada resultó
mínima para una explotación comercial. La profundidad alcanzada fue de 2.257
metros.
6, 7. Cocoles Nº 3 y Nº 4
Entre febrero y julio de 1957, tratando de localizar la roca alma.cenadora de Cocoles
Nº 2. En otras secciones de la estructura, se perforaron dos pozos más: Cocoles Nº 3
y Cocoles N' 4; el primero situado al norte y el segundo al sur.
Ambos no dieron ninguna evidencia de hidrocarburos, pero con el}os se.confirmó lo
complicado de la geología de esta trampa pe>rfalla. Las profundidades alcanzadas
fueron: Cocoles N° 3, 1. 7 49 metros y Cocoles N° 4, 2.157 metros.
162
8. Victoria Nº 1 ·
Ubicado en el anticlinal del mismo nombre. Las características de supe1iicie que
ofrecía esta estructura era.11magníficas. Sin embargo, la presencia de una espesa
sedimentación p:iroclástica, después de los L 700 metros y hasta el final del pozo,
:impidió reconocer los horizontes subyacentes y sus posibilidades petroleras. La pro-
fundidad que dicha sedimentación alcanzó :no se pudo reconocer limitando el factor
mecánico, la continuación del pozo por grandes desviaciones y los pegues cons-
tantes de la tubería de perforación. Este pozo, totalmente negativo, alcanzó una
profundiad de 3.192 metros y hasta esta época en se concluyó el más
profundo que se había perforado en Costa Rica.
9, Porvenir Nº 1
Iniciado el 15 de junio de 1959 y ternrln.ado el 4 de agosto del mismo año, a
2.059 metros. Ubicado en el anticlinal de Porvenir al strreste de Limón. Este pozo
negaiivo en el de mantos de hidrocarburos, obte-
niéndose sólo una zona alta de a los 2.942 metros, la
debidamente investigada, resultó ser de metano.
1 O. Limón Nº 1
11. El Tigre Nº 1
13. Watsi Nº 1
14, Chase Nº 1
Este pozo fue ubicado en la culminación estructural del aniiclimal de Watsi, hacia el
este del Watsi Nº L La perforación fue iniciada al 11 de setiembre de 1963, y
finalizada el 16 de noviembre del mismo año. Alcanzó una profundidad de
3.007 metros con resultados negativos en cuanto a la localización de petróleo.
De acuerdo a Afonso (1981, comunicación personal) otro pozo fue perforado con el
163
nombre de Sixaola, del cual este autor no dispone de información técnica, pero no
fue productor de hidrocarburos. Su profundidad fue de L548m, y fue perforado
antes del Chase Nº 1.
Con lo anterior se cenó un capítulo en el afán de localizar depósitos comerciales de
petróleo. La suspensión de las actividades de exploración perduró desde 1.963
en que se efectuó el último sondeo por parte de 1a Compañía Petrolera de Costa Rka
hasta 1967 en que se un nuevo contrato con la compañia ELF Petróleos de Costa
Rica y la Enterprise des Recherches et D'iª~divites Pétrolieres (ERAP),
Otros proyectos de fueron propuestos al Gobierno de KaRepública en las
postrimerías de la Adrninistración (191:H:3-1970).Tres compañías mostraron 1n;te1·és
de en Ia platafonna continental del Pacifico n1e-
diant0 el sister:aa de submarinas. Estas fueron la Oceanic Exp1loration, la
Continental OH Company (CONOCO) y un consorcio de Texas. Los proyectos
ap1·obados por eI ejecutivo fueron enviados al Congreso por J.a misma Administración
'frejos (1966-70) sin que se fog1rara su Du.rante la Administración F'igueres
(1970,,7 4) los contratos fueron :nuevamente enviados al Congreso pero su trámite se
suspendió ante l.a idea de preparar una petrolera.
164
Mar
Caribe
Océano Pacífico
o 100
Kms.
FIGURA 47
Sin embargo, el contratista podrá solicitar una nueva prórroga por dos años para
trabajos de exploración bajo bases y condiciones fijadas librem.ente por el gobierno antes
de proceder a la escogencia de las 150.000 hectáreas. para labores de exploración.·
Las regalías al Gobierno por concepto de producción de crudo son iguales a las
estipuladas en el contrato anterior con la Compañía Petrolera de Costa Rica.
EXPLORACIONES SUPERFICIALES
165
Se estimó que las cubiertas de aglomerados y cenizas en las llanuras atlánticas del
norte son un serio obstáculo para la obtención de buenas respuestas de reflexión prove-
nientes de las estructuras secÜmentarias profundas, mientras que mejores respuestas se
en la plataforma continentsJ del Atlántico con estructuras que evidencian
menores disturbios en contraste con las complicaciones de la Cordillera de
Talarnanca y su.s donde las exploraciones petroleras de mayor
envergadura de nuestra sin de cornercial.es.
APRECI.ACIONES GENERALES
de petróleo. No
C()nocernos una n1.e,jir ,en la
superficie del terreno. La del descu-
brimiento debe ser, por lo tanto, indirecto. Cada es único, podemos pensar
del mismo como el resultado de veinte o veinticinco variables de las cw1les unas
ser determinadas de antemano . ..
debe ser descubierto antes que ser útil a la sociedad. Por
estamos perfectamente seguros que do
serán encontrados en que no conocemos en la actualidad que
lo contienen, No podemos adelantar a profundidad y en localidad exacta
estos serán descubiertos. El lugar y .localidad actual ele un en. la
Tierra es solamente determinado pozos
Según la revista Progreso (1973, p. 34-39) nuestra sociedad mundial de consumo re-
quiere de 48 millones de barriles de petróleo al año. En nuestro continente, Venezuela, máxi-
mo latinoamericano y del cual nos proveemos, es poseedora de reservas actua-
les que alcanzan 14.000 millones de barriles de petróleo liviano. Sus reservas
provendrían de la Faja del Orinoco con una potencialidad estimada en millones
de barriles de petróleo "pesado" de los cuales solamente el 10 % será. aprovechable
debido a su gran densidad y de acuerdo a las técnicas de extracción en profundidad.
166
Torre de perforación del Pozo Cocotes No. 2, efectuado por la Compañia Petrolera de Costa Rica S.A.
(Union Oíl Cqmpany ~f California) en 1956. (Agradecimiento al Lic. Rodrigo Acosta Rodó por la apor-
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1003-1051, Stuttgart, Germany.
181
ter{:aa,r:iade la zona del canal
.1!.istat::¡g1'at:1a
Nº l, p.
--,-----., MALA,.
fr.orn the Valle Central,
182
GEOLOGIA
DE
COSTA RICA
Una sinopsis
Anexo actualizado
PREFACIO DEL ANEXO
Se presenta el anexo del libro: Geología de Costa Rica: una sinopsis, constituida en un aden-
dum que actualiza el conocimiento geológico al presente, elaborada en 1990 por el autor. Se ha pro-
cedido en esta manera, no solamente con el propósito de facilitar la reedición, sino también para
que sirva de referencia al lector, en cuanto a la manera de como han venido evolucionando en el país
las ideas geológicas y la orga..D.ización
institucional. En esta presentación, el lector dispondrá a la vez
de una base de referencia que le permitirá acudir a las fuentes bibliográficas originales, y con ello
ampliar aún más el conocimiento y su propia percepción del avance del intelecto geológico.
Las partes que han experimentado mayor estudio y actualización son los capítulos: 1: Antece-
dentes Históricos del Desarrollo Geológico de Costa Rica, 3: Geología, 4: El Vulcanismo Reciente,
5: La Edad Glacial y 6: Estructura e Historia Tectónica y Geológica de Costa Rica, la Sismicidad y
Principales Fallas. Los restantes capítulos: 2: Fisiografía, y 7: Recursos Minerales han sido dejados
igual a la primera edición, por ser el Capítulo 2 de Fisiografía, de información general, y el capítulo 7
sobre Recursos Minerales que, para actualizarlo, habría que a 1avez ampliarlo, con el consiguiente
consumo de tiempo y espacio, disponibles con limitación para la preparación de esta segunda edi-
ción.
Agradezco a la Editorial de la Universidad de Costa Rica el interés por efectuar esta edición y
espero que sea nuevamente de provecho a los estudiosos de las Ciencias Geológicas. También a los
señores: Gregario Escalante B.Sc., Ing. Fernando M. Rudín y al Lic. Rodrigo Acosta a quienes por
omisión involuntaria no se les agradeció su colaboración en la primera edición; y al Lic. Y ehudi Mo-
nestel por su siempre bien recibido apoyo y contribución. A mi esposa Mª Eugenia Barahona, tam-
bién mi agradecimiento por la ayuda en la revisión de la primera impresión editorial.
El autor
185
CONTENIDO DEL ANEXO
185
PREli'AG70 DELA1VEXO ..........................................................................................................................
187
3.2.3.1.1 Cordillera Costeña .............................................................................
213
3.2.3.1.2 Cuenca de Limón ..............................................................................
214
3.2.3.1.3 Norte de CostaRica ...........................................................................
218
3.2.3.1.4 Península de Osa ...............................................................................
220
3.2.3.1.5 Costa Rica Central .............................................................................
223
188
CAPITULO V: LA EDAD GLACL:\L....................,..........................................................................253
BlBLIOGRAFIA .....................................................................................................................................
;.. 301
189
FIGURAS
Fig. A4-6 Mapa conjunto volcanes Poás y Congo y Lagunas de Hule y Congo .....................246 y 247
Fig. A4-7 Mapa conjunto Barva, Chompipe, Cerro Redondo y Cacho Negro .............:........246 y 247
Fig. A6-4 Eventos principales de deformación regional del Complejo de Nicoya ................272 y 273
190
-
1, -- -----~~--------------------------------- --- --------------------~-
Fig. A6-5 Croquis especulativs del desarrollo geotectónico de la región entre lasAméricas .......275
Fig. A6-6 Modelo de desarrollo geotectónico magmático del Complejo de Nicoya ......................277
.·,:¡.,,'
.;.,:
191
CUADROS
A3-1 Correlación estratigráfica de los Supergrupos: Papagayo, Garza, y Mal País ................202
192
1------~----------
CAPITULO 1:
Antecedentes históricos
del desarrollo
geológico de Costa Rica
\.
, Desde· 1980 erdesarrollo de la investigación geológica se ha centralizado principalmente en las
siguientes áreas: la estratigrafía, la paleontología,: la sedimentología y la geotectónica,. la exploración
petrolera y carbonífera, así como, la investigáción petrológica y geoquúnicay el mejoramiento y am-
pliación de la enseñanza en Ciencias Geológicas en }¡¡;Escuela Centroamericana de·Geología (ECG)
de la Universidad de Costa Rica (UCR), éonpróyecciones cualitativas tanto en Costa Rica como.en
América Central. .
Gracias a la excelente labor desplegada por algunos geólogos especializados, los estudios geo-
tectónicos han mostrado un incremento cuantitativo y cualitativo, lo cual ha colaborado, de manera
significativa, en la prevención y mitigación de daños causados por desastres naturales debidos a fe-
nómenos geológicos, como aquellos desastres en áreas propensas a deslizamientos de roca y suelo o
avenidas de lodo y rocas, provocados por Iá inestabilidad propia del substrato geológico y acelerados
por la actividad sísmica, volcánica y/o las variaciónes climáticas.
195
1987) y en Geoquímica Ambiental, por medio de algunos levantamientos geoquímicos de suelo en
algunas zonas del país (Castillo, 1982) que complementaron los de la década pasada (Castillo, 1977,
78) y las tesis de grado realizadas en la ECG de la UCR (Herrera, 1990).
196
·-·--
CAPITULO 111:
Geología
3.1 INTRODUCCION
···La·actualización:que se hace en este capítulo de las principales unidades geológicas que carac-
terizan al territorio nacional. y su posición y desarrollo estratigráfico, se basan ~en los trabajos publi-
cados y disponibles posteriormente a 1980, en especial aquellos escritos e,i laRevista Geológicade
América C:entraly en los resultados de los cursos de Campaña Geológica de la Escuela Centroameri-
cana de Geología (ECG) de la Universidad de Costa Rica. ·
3.2.1 Introducción
Hein y Kuypers et al. (1983) consideran que el contacto entre el Complejo de Nicoya Inferior y
Superior es de sobrecorrimiento de bajo ángulo, de la unidad superior sobre la inferior.
Hein y Kuypers et al. (1983) se refieren a otros afloramientos del Complejo de Nicoya en Jacó,
Quepos, Osa y noroeste de Golfito. En Jacó el Complejo consiste de basaltos masivos en almohadilla
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En el lado este del Golfo Dulce, al noroeste de Golfito, según Hein y Kuypers et al. (1983),
asociados a una secuencia de rocas sedimentarias, afloran basaltos masivos en almohadílla con len-
tes dispersos de jaspe y caliza, de hasta decenas de metros en tamaño. ·
Como las rocas asignadas al cqmplejo ofiolítico por Hein y Kuypers et al. (1983), en Quepos,
Osa:y noroeste de Golfito, son principalmente de origen sedimentario y depositadas al inicio del Ce-
nozoico, se h.a incluido su descripción ~n el.punto 3.2.2;2 siguiente.
Con base en un trabajo más reciente de Ba~mgartner et al. (1984), las rocas máficas del Com-
plejo de Nicoya y la Peridotita, q~e se.mencionan postetiormente, se incluyen dentro de una nueva
unidad litoestratigráfica denominada SUPERGRlJfO PAPAGAYO que agrupa todos los tipos de
basamento máfico y ultramáfico de origen oceánico (.corteza océanica y/o arco primitivo de islas y/o
cuenca de intrafosa) incluyendo sedimentos asociados por procesos tectónicos y/o volcánicos. La de-
nominación estratigráfica se debe al Golfo de Papagayo, o área: tipo, situado entre las penínsulas de
Santa Elena al norte y Nicoya .al sur (ver CuadroA3-1.de correlación estratigráfica).
Por consiguiente, de acuerdo con el mismo a'utot anterior, la unidad Complejo de Nicoya
(Dengo, 1962b), que adquiere en consecuencia el rango de grupo (Sprechmann, en prensa, en
Baumgarther et al., 1984), se la restringe a rocas basálticas y sedimentos asociados de edad preCam-
paniana, afectados por unfuerte tectonismo incluyendo el emplazamiento tangencial preCampania-
no (Kuypers, 1979b). Dentro de esta unidad máfica Baumgartner et al. (1984) incluye las dos unida-
des tectonoestratigráficas defmidas por Kuypers (1979b, 1980) y redefinidas por Azema et al. (en
prensa): .
1) la Unidad Esperanza que incluye además los sedimentos del Cretácico Tardío en edad y
forma el autóctono relativo en la Península de Nicoya y
2) la Unidad Mátapalo que considera además sedimentos que oscilan en edad del Batonia-
no-Callóviano (Jurásico Medio) al Cretácico Medio, formando "klippes" sobre la Uni-
dad Esperanza en el noroeste de la Península de Nicoya y constituye el substrato de la
Peridotita de Santa Elena; la Formación Punta Concha!, introducida por Gursky et al.
(1983, en Bauíngartner et al., 1984) como parte del Complejo de Nicoya agrupa rocas se-
dimentarias que pertenecen tanto a la Unidad Esperanza (p.e. Punta Gorda) como a 1a
Unidad Matapalo (p.e. Punta Concha!), por lo cual se considera que tiene que redefinir-
se esta formación.
De acuerdo con Baumgartner et al. (1984) los complejos básicos, postSantonianos, que afloran
en Quepos y la Península de Osa, son más jóvenes que el Complejo de Nicoya y consideran que tie-
nen una historia tectónica y posiblemente química distinta que los diferencian de las rocas propia-
mente del Complejo. De momento y hasta disponer de estudios petrológicos y geoquímicos más de-
tallados, los autores tratan a estos complejos máficos como litozonas informales que ocupan una po-
sición litoestratigráfica basal similar a la del Complejo de Nicoya.
201
s CuadroA3-1
Correlacl6nestratigráficade los Supergrupos
Papagayo,Garza,y Mal País
(Baumgartneret al, 1984)
PENINSULA: NOSARA-SAMARA
ITAMBOR-PAOUEI MAL PAIS- PENINSULA PENINSULA
CABO BLANCO OUEPOS
CRONOESTRATIGRAFlA,DESANTAELENA
m.a. CARRILLO TEMPISQU MONTEZUMA ksAJo DE OSA DEBURICA
MIOCENO medio
~ITl~J
prano
I
l"'.::-------i-'-'-L¡>J-L..J,-if-:!-i.-i.-i.-i.-1.--1
241 tardío
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Arenlsta-caloarenlta
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· 'conglomerado
OLIGOCENO Punta Pelados ' Barra Honda Santa Teresa
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Caliza Sllloea
!53,5 ~EO:C:E~N:O~~~~~~~~~~~~l'lillllil~i~!¡;~1,!-l....,,_,,.,
~
55_¡_.___ _Jw;;~;;...¡
MAESTRICHTIANO
70
CAMPANIANO
781SANTONIANO 1
8211 peridotlta 1111 11 11 11Complejo de Nlcoya Unidad Esperanza 11 11 1111
CRETACICO 111111111111 111111111111111111111111111111111111 1111
SUPERIOR 11 11 11 11 11 11 11 11 11 1111 11 11 11 11 1111 1111 11 11 11 11 11 11
~:¡~y
LEYENDA, c::::J Litología retrabajada
}
Grupo Sámara
-- ? -- Limite exacto no conocido
©-© Epocasdel Supergrupo Mal País
~ Grupo SabanaGrande SupergrupoGarza
.s-·----z Diacronismoconocido
Posteriormente, Hein y Kuypers et al. (1983) describen :rocas sedimentarias del Cenozoico con
elementos alóctonos del Mesozoico, principalmente en la parte central y sur de la costa del Pacífico.
Según estos autores, en Quepos, en Punta Catedral, aflora un conglomerado de probable edad Pa-
leógena, constituido por dastos de basalto y jaspe del Complejo de Nicoya. Se presentan nódulos de
calcedonia en los clastos de basalto y las variedades de jaspe son de color verde oscuro con marcas
de radiolarios, y también de color crema, amarillo, rojo y blanco con radiolarios. Las vetas de cuarzo
son escasas y es común la brechiación. Calizas de ambiente profundo y de aguas someras se presen-
tan a algunos cientos de metros al norte del conglomerado (Schmidt-Effing, 1979; He:rmingsen y
Weyl, 1967). Por otro lado, Baumgartner et al. (1984) consideran que el promontorio de Quepos es-
tá constituido por 1m·complejo básico más joven que el Complejo de Nicoya, sobreyacido por una
secuencia sedimentaria del Paleógeno; las calizas que afloran en el área son asignadas por los ante-
riores autores a la Formación Caliza Pelágica de Golfito de edad Daniana (Paleoceno Temprano),
por consiguiente, las calizas de Quepos son de la misma edad.
En el extremo sur de la Península de Osa, según Hein y Kuypers (1981), el jaspe se presenta
encima e intercalado con basalto masivo. Bloques de caliza estratificada y laminada se presentan en
algunos afloramientos en la playa, pero las relaciones estratigráficas son difíciles de determinar. Las
rocas sedimentarias incluyen jaspe brechoso rojo y amarillo, caliza laminada gris a parda clara y ver-
de, caliza negra parcialmente silicificada, hlaloclastita con pocos radiolarios y cuarzo rojo de reem-
plazamiento y jaspe rojo. La caliza corrientemente contiene pirita e hilos de materia orgánica, y son
abundantes los cocolitos e indican una edad del· Paleocetto Tardío ·al Plioceno. Medio, prob-
ablemente Eoceno Medio a Mioceno Medio (Hein et al., en preparación, en Hein y Kuypers (1983).
Los radiolarios de los jaspes se considera que no son diagnósticos.
En el lado este del Golfo Dulce, al noroeste de Golfito, según Hein y Kuypers et al. (1983),
existen afloramientos del Complejo de Nicoya que consisten de caliza estratificada gri-; a pardo clara
de edad Campaniano Tardío a1 Maestrichtiano Temprano, según lo señalado por Dengo (1962b),
Henningsen y Weyl (1967) y Schmidt-Effing {1979),y un poco más al noroeste presentan rocas sedi-
mentarias asociadas a basaltos masivos en almohadilla con lentes dispersos de jaspe y caliza, de has-
ta decenas de metros en tamaño. Las rocas sedimentarias están constituídas por lentes de jaspe rojo
y amarillo que contienen radiolarios, jaspe brechoso, jaspe rojo-pardo, radialarita roja y negra yluti-
ta silícea parda con escasos radiolarios. Son comunes las vetillas de cuarzo, calcita y barita. No fue
posible datar estas rocas.
203
. Más recientemente, Baumgartner et al. (1984), dividelitoestratigráficamente a la cubierta sedi-
mentaria que sobreyace al basamento máfico-ultramáfico en la costa del Pacífico, en dos supergru-
pos: a) el Supergrupo Garza que agrupa a lo que él denomina "cubierta sedimentaria oceánica" (Ju-
rásico Superior-Cretácico Superior-Paleoceno/Eoceno) y el Supergrupo Mal País que agrupa a lo
·que él denomina "cubierta sedimentaria nerítica" (Eoceno~Plio/Pleistoceno}. En esta sección nos re-
feriremos principalmente al Supergrupo Garza y en secciones posteriores, relativas a· las restantes
rocas sedimentarias del Terciario-Cuaternario, nos encargaremos del Supergrupo Mal País, Las uni-
dades litoestratigráficas correspondientes a cada uno de estos supergrupos sepueden observar en fa
FiguraA3-2 yen el CuadroA3-l y su descripción en los párrafos y secciones posteriores. · ·
Supergrupo Garza
Baumgartner et al. (1984) incluye dentro Supergmpo Garza las siguientes unidades (ver
Cuadro A3- l de correlación litoestratigrafica): Formación Brecha Puerto Carrillo (Sprechmann,
1982); el Grupo Sabana Grande, definida previamente por Sprechman.11 (1982, en Baumgartner et
al., 1984) como Formación Lutita-Radiofarita Sabana Grande e incluye tanto lutitas silíceas (radiola-
ritas) como ías calizas pelágicas y hemipelágicas del Senoniano Superior (Formación Rivas); en esta
unidad se incluyen fas siguientes formaciones: Formación Lutita Silícea Bahía Murciélago (nueva
formación), Formación Caliza Pelágica Golfüo (De:ngo, 1962b, redefinida) y Formación Caliza Silí-
cea Buenavista (nueva formación); y el Grupo Sámara, término introducido por Sprechmmm (1982,
en Baumgartner et 1984) como Formación Arenisca-Lutita Sámara, que incluye varias unidades:
Formación Lutita-Arenisca Barco Quebrado (nueva formación). Formación Lutita-Arenisca Cabo
Blanco (nueva formación). Formación Caótica Punta Quepos (nueva formación), Formación Calca-
renita Punta Serrucho (nueva formación), Formaclón Arenisca Burica ( Olson, 1942, en Baumgartner
et.al., 1984), Formación Charco Azul (Terry, 1941, en Eaumgartner et al., 1984), Formación Punta La
Chancha (Lew, 1983, en Baumgartner et al., 1984); asimismo, señala el autor que existen va-
rias formaciones que deben ser redefinidas e. inclmdas en el Grupo Sámara, o según sea el caso
abandonadas, a saber: formaciones Las Palmas, Brito y Térraba ( excluyendo la unidad Cajón, según
Mora, 1979, en Baumgartner et 1984); considera también, el mismo autor, inapropiado el uso del
nombre de Formación Masacb.apa (Dengo, 1962b) para rocas del Oligoceno de fa Península de Ni-
coya; en la zona de la Península de Santa Elena se mencionan las unidades Cuajin.iquH y JunquiHal
como litozonas informales propuestas por Lew (en preparación); estas unidades han sido incluídas
clásicamente (Dengo, 1962b} con las formaciones Rivas y Brito, con base en criterios cronológicos.
A continuación se incluye una breve descripción de cada una de las formaciones, según Baum-
gartner et al. (1984):
204
FORMACION BRECHA PUERTO Cft..RRILLO
Introducida por Sprechmann (1982) como unidad formal. Esta unidad, que sobreyace al Com-
plejo de Nicoya, está constituida principalmente por brechas y conglomerados basálticos, que en
ciertas secciones muestran lentes deformados de caliza pelágica con gradación, hacia el techo, a gra-
va, arenisca calcárea, calcarenita y a cakilimolita en capas delgadas. La localidad tipo es Puerto Ca-
rrillo, entre la desembocadura de la Quebrada Pilas y Punta Carrillo. También Stibane et al. (1977) y
Schmidt-Effing (1979) describieron conglomerados de basalto con lentes irregulares de caliza pelá-
gica en la desembocadura del Río Garza, Schmidt-Effing (1979) al interpretar estas calizas como xe-
nolitos incluidos por acción volcánica en flujos de basaltos submarinos, definió el "subcomplejo Gar-
za,S datado con base en la fauna de las calizas incluidas y a las sobre yacentes como Maestrichtiano
Medio. Por ser la unidad debida a un período de erosión prolongado, se estima una edad que oscila
delCampaniano al Maestrichtiano.
La formación está constituida por algunas decenas de metros de lutita silícea de colores daros
(amarillentos y verduscos), en capas de 20-40 cm de espesor, con abundancia de radiolarios, mate-
rial volcánico vidrioso y cemento silíceo arcilloso. Se observan afloramientos en los alrededores de la
Loma Rempujo, al norte del Cerro Nancital y en la Quebrada Cacao. En estos lugares se puede ob-
servar que rocas de esta formación están sobreyacidas concordantemente por la Formación Caliza
Pelágica Golfito. Se estima el Campaniano como edad probable.
Esta formación, originalmente denominada por Dengo (1962b) se restringe en este trabajo a
las calizas silíceas con estratificación delgada que sobreyacen el conglomerado basal (incluido en la
Formación Brecha Puerto Carrillo) y que son sobreyacidas por las lutitas y areniscas mencionadas
por Dengo en la localidad tipo. En la Península de Nicoya, ·la unidad que flora entre las bahías Gar-
za y Sámara, está caracterizada por una secuencia de calcilutitas hemipelágicas/pelágicas y areniscas
asociadas que sobreyacen al Complejo de Nicoya, a la Brecha Puerto Carrillo y a la Lutita Silícea
Bahía Murciélago. Por su posición litoestratigráfica y litología se incluyen en la Caliza Golfito redefi-
nida como formación por Baumgartner et al. (1984). La litología incluye una predominancia de cali-
za pelágica y arcillas terrígenas y ocasionales capas delgadas de arenisca, con aumento en la parte
superior. La edad se extiende del Campaniano Superior al Maestrichtiano Superior.
Esta formación fue definida en los acantilados que bordean la Playa Buenavista, al oeste de
Punta Sámara. La litología es bastante monótona y muestra poca variación desde la Península de
Santa Elena hasta Quepas. Esta consiste en una sedimentación rítmica pe!ágica/hemipelágica con
estratos de 5-15(30) cm de espesor de calizas silíceas arcillosas color café claro que están interestra-
tificadas con capas delgadas de unos pocos milímetros hasta varios centímetros de lutitas calcáreas
laminadas. Las calizas silíceas muestran abundancia de radiolarios. El espesor máximo observable
puede alcanzar unos 500 metros.
205
La edad de la formación con base en dataciones·efecti:tádas por Azema.ét al. (1981) en laslo-
calidades de Cabo Blanco de Santa Elena y Cuajiniquil es del Paleoceno Superior-Eoceno Inferior.
);2.2.2.3 . Grupo$ámara·
· ·.· · .. Spreclrinamí (1982, 1984) definió esta fo~ación' qµe ágrupa lbs depósitos, t~bídíticos ~epito-
ra:lPacífico· d,é Costa Rica.La ~ecuencia compre.ndevar~as litofacies· que afloran y han sido .estudia-
das en Punta Indio,··pu~ta Sámáta,Playa Bárco Quebrado. y Bajo ~scoqdido: La locáliclad (estrato)
tipo son los acailtila:dos de' la Playa Barco· Quebrado y de Sámara. E~t'á·co:risti~~da principalmente
por turbiditas clásicas caracterizadas por la presencia de varios horiióntes de lá secuencia de Bounía
que forman el sedimento normal de la formación; éstas constituyen la base de la formación y están
hacia la parte media de la sección cada vez más interrumpidos por "sedimentos catastróficos". Las
turbiditas
Facies 1: son capas de areniscas gradadas, gruesas y finas, laminadas (paralela ondulada, con-
voluta o cruzada) y lutitas abundantes en la baseyescasas en la;parte más a:lta de Ia formaci6n;
las areniscas son feldespáticas líticas, a veces calcáreas con láminas (microplaceres?) de mag-
, netita. : ·· ·
, Facies '.c.,enla parte .media y'techo aparecen .areniscas macizas lenticulares; de decenas a cien-
;.·tos de metros de espesor;, con. estratificación esporádica ycon gradación inversa a conglomera-
dos, se observan.en Playa Barco Quebrado y Punta Sámara:·
, .-Su espesor varía considerablemente de. aproximadamente SOO metros (Bajo Escondido) 'a casi
2000 metros {~ededor,es. del:pueblo de Barco.Quebrado). Eda:d: Senbniano Terminal-Paleoceno:
, ''L·
· . ·,: Ésta formación sobreyacé .cóncordantemente a la Formación Caliza Pelágica Golfito y está:so-
breyacida parla Formación.Caliza S~cea:Buénavista. ·,
FORMACIONLUTITA-ARENISCACABOBLANCO , '.:·
Lundberg (1982, en Baumgartner et al. (1984)) déséribiólas áreniscas flutítas dé Cabo Blanco
como una unidad litoestratigráfica inf orma:l. En vista de que se trata de facies distales distintas de la
Formación Arenisca-Lutita Barco Quebrado y que parecen.haberse formado en u:na cuenca o cuen-
.cas. separadas, se comsideí:a:aesta formación,dentro del Grupa Sámara. ,.
206
La edad se sitúa de.l Paleoceno Tardío a1 Eoceno Temprano con base en fauna de radiolarios,
aunque se puede extender aI Eoceno Medio con base en fragmentos macroforaminíferos.
La localidad tipo ( estratotipo) es la Punta Quepos donde en sus acantilados se presentan los
menores afloramientos de la base de l.a·formación. También se observan buenos afloramientos en la
Playa Macha Sur. Esta incluye la Caliza de Quepos y otras litologías que aparecen mezcla.das y de-
formadas sinsedimentariamente con las calizas. Estas litologías están constituidas por clastos retra-
bajados derivados del complejo máfico basal, de la Brecha Puerto Carrillo y de 1a Lutita~Arenisca
Cabo Blanco.
Las calizas que se extienden en los alrededores de Puerto Quepos son la litología ,¡forninante.
Las calizas son silíceas, muy poco arcillosas, y están dispuestas en forma de bloques y de formas len-
tiformes de varios cientos de metros en una matriz de lutitas silíceas y calcáreas, Son abundantes en
radiolarios y foramini'.feros pianctónicos; Son comparables con la Fórmacióu Caliza Silícea Buenavis-
ta. Se considera Paleoceno Superior al Eoceno Inferior en edad (Azema 1979a).
Las turbiditas son principalmente areniscas gruesas y finas, con laminación cruzada, paralela u
ondulada, distales o proximales, interestrati.ficadas o acuñadas con capas de conglomerados y lutitas
en partes, con diferentes espesores las diferentes litologías calcáreas en secciones con marcas de ma-
rea y macroforaminíferos.
Malavassi (1961) y Azema et al. (1979a), ambos en Baumgartner et al. (1984), señalan una edad
del Eoceno Medio con base. en una fauna de macroforaminíferos retrabajados; determinaciones más
recientes, por los últimos investigadores indican una edad del Eoceno Superior en el conglomerado
basal y parte intermedia. .
Denominación introducid.a por Lew (1983), ei,. Baumgartner etal., 1984) para agrupar a una
secuencia de conglomerados, areniscas. y limolitas calcáreas, gradadas, pobremente endurecidas,
que alforan en la Península de Osa. Se interpreta a esta litología como derivada de flujos de grave-
dad y corrientes de turbidez, en ambiente de abanico proximal.
Se le asigna una edad del Plioceno Medio y se considera que representa una facie más proxi-
mal en relación con las secuencias contemporáneas de las formaciones Arenisca Burica y Charco
Azul. Sobreyace al complejo máfico en Osa y a la Formación Salcipuedes1, según Baumgartner et al.
(1984, p. 71).
Denominación introducida por Olson (1942) para describir una secuencia en su localidad tipo,
al sur de la Punta Burica, constituída por areniscas y lutitas gradadas, depositadas por corrientes de
tur.bidez. Su edad se considera del Mioceno Tardío (?) al Plioceno Temprano.
Esta formación, cuya localidad tipo es la zona costera de Charco Azul en Panamá, fue definida
por Terry (1941, en Hoffstetter et al. 1960, p. 331), con mención también en Terry 1956). Según Cam-
pos, Montalto y Solano, en Sprechmann ed, (1984), la base está constituida en detalle por areniscas
azules y.grises, con peque:íios nódulos concrecionales, vetas de conglomi,rado, y principalmente luti-
tas ricas en foraminíf eros, con abundantes concreciones de caliza; las capas basales que aparecen en
varios sitios, le imprimen un carácter transgresivo al Plioceno de esta región; al sur la formación se
hace cada vez más tobácea, gradando hacia las areniscas de la Formación Arenisca Burica; la parte
superior de la formación está constituida por·lutitas negras bituminosas, bien expuestas.en la locali-
dad de Charco Azul. Aflora a ambos lados de la Punta Burica y la sección tipo en la costa de Charco
Azul, corresponde ala parte superior de la unidad (Olson, 1942, en Campos, Montalto y Solano, en
208
Sprechmann ed. (1984). Según estos últimos auton;s, la secuenpia basal. coru¡tituida por areniscas
que contienen drripedios y bivalvos Thais, Cantharµs y M9dioliis, que en su mayoría son formas de
a.JJl.bientessomeros, en tanto quy las lutitas 1:>ituminósas,conqenen úna forma de foraminíferps y mo,
luscos de ambiente sedimentario más profundo. Su ed~d se sigue situando. en el Pliocyno. ,.
FOf{MACION ÁRMUELl,,ES .
. Para completar el. ~uádro de las formadones copocidas en la costa cle.lPacífico, e.lautor inélu-
ye esta formación dentro del Grupo Sámara, .por :su siprilitud. con la ,Formación Charco AzuLEsta
formación, cuya localidad tipo es el Puerto de Armuelles en Panamá, qué aflora a ambos lados de la
Punta Burica, fue así detiominada porTerry (1941, según Campos, Montalto y ~olano, en Spre-
chmann ed., (1984), con mención también posteriormente en Terry (1956). También sel.e encuentra
aflorando en los ríos Guanabanón, Corotu y San Bartolomé y en la Quebrada Rabo de Puerto (Spre-
chmann ed., 1979, p. 91). De acuerdo con Campos, Montalto y Solano, enSprechmiµmed. (1984),
esta unidad consiste en lutitas grises, bien estratificadas, con foraminíferos y areniscas friables y ca-
pas conglomeráticas, segúnla siguiente secuencia:
1) una parte inferior compuesta por cap¡is ligníticas, .do.shorizontes proi;ninentes de conglo-
merado, separados por una lutita rica en foraminíferos; el conglomerado basal está muy
consolidado, con bloques de andesita y jaspe, de hasta 2 metros de tamaño e intercalado
con areniscas azules; esta litología basal, por medio de los conglomerados, sobreyace dis-.
cordantemente a las lutitas de la Formación Charco Azul;
2) .una part.e. supedor bastante arenosa y rica en moluscos, que aflora en las quebradas Ra-
bo de .Puerto y Monte Verde. Rabine; l¡t fauna de moluscos comprende 130 especies que
fueron identificadas Olson (1942); el alto porcentaje de especies recientes (sub-fósiles)
indica que la formación no es más vieja que el Pleistoceno Temprano. ·
Sprechmann (en Sprechmann ed., 1984, p. 279-281) señala a la Formación Conglomerado Cer-
co de Piedra, del Paleoceno, que Baumgartner et al. (1984) no la menciona formando parte del Gru-
po Sámara, aunque Sprechmann correlaciona su contacto inferior con la Formación Arenisca-Lutita
Sámara. La Formación Conglomexado Cerco dé Piedra está constituida por conglomerados mal es-
tratificados, intercalados con areniscas conglomeráticas, areniscas, calizas arrecifales fosilífe;rasy lu-
titas, que afloran en su estratotipo situado en el cerro Cerco de Piedra, cerca de San Buenaventura y
Colorado de Abangares. Esta formación es de extensión limitada (18 km2) y con un espesor máximo
de 500 m; el contacto inferior es concordante con las turbiditas de la Formación Sámara .de Spre-
chmann (en Sprechmann ed., 1984) y el superior con la Unidad Zapotal de Denyer (1977, en Spre-
chmann ed., 1984) o de discordancia erosiva del Cuaternario; el ambiente de sedimentación en rela-
ción con los conglomerados corresponde a_flujos de gravedad provenientes de volcanes cercanos,
caracterizados po,r efusiones andesíticas; otros conglomerados son de ambientes. someros asociados
a las calizas.
El Supergrupo Mal País, o cobertura sedimentaria nerítica, está caracterizado, según Baum-
gartner et al. (1984), por la presencia mínima de cuatro unidades neríticas de edad y/o ambientes de
depósito en la zona de Mal País, al sur de la Península de Nicoya, caracterizadas por litologías car-
bonatadas y silicoclásticas de edad Eoceno Superior a Plio-Pleistoceno. Por consiguiente, se designó
a esta zoná como localidad tipo delos depósitos neríticos de plataforma (0-200 m), tanto carbonata-
dos como silicoclásticos, formados desde· el Campaniano, durante cinco épocas que se relacionan
con fases de levantamiento· tectónico, a saber: Epoca 1, Senoniano Superior: Calizas rudísticas, arre-
cifales y bioclásticas como la Formación El Viejo (Schmidt-Effing, 1975). Epoca 2, Paleoceno-Eoce-
no Inferior: Calizas con macroforaminíferos y algas coralígenas, conocidas como de material retra-
bajado en la Formación Caótica Punta Quepos y calizasde algas, conocidas como canto redondea-
209
dós en fos Conglomerados de la Fortnación B~co Quebrado. Epoca 3, Eoceno Medio~Supeñór: Ca-
lizas con maci:oforaniliúferos yalgas Coralígenas con arellÍscas y conglomerados asóciados de inenos
importancia comó la Unidad Cajón (Mora, 1979), la Caliza dé Damás (Malavassi, 1961), la caliza
con macroforaminíferos ·de Punta Cuevas y otros. Epoca 4, Oligoceno Superior-Mioceno basal: a)
Calizas con macroforaminíferos, equinodermos y algas coralígenas, como la Unidad Arenisca y Cal-
careriita Punta Peladas y b) Areniscas y conglomerados con estratificación cruzada de alto ángulo,
como la Unidad Arenisca y Conglomerado Santa Teresa (Mora, en preparación). Epoca 5, Mioceno
Medio-Pleistoceno: Formaciones predominantemente silicoclásticas de ambientes de plataforma
hasta continentales, como la Formación Punta Carballo. ··
A continuación se realiza una breve descripción de cada una de las formaciones conocidas y li-
tozonas infonnales nuevas de acuerdo con Baumgartner et al. (1984): ·
FORMACION EL VIEJO
Esta unidad litoestratigráfica fue designada por Schmidt-Effing (1975) al estudiar las calizas
someras bioclásticas y arrecifales con abundantes rudistas en posición vital; además incluyó los con-
glomerados de serpentinita y rocas básicas que forman la base de las calizasy marcan la discordan-
cia con laperidotita de Santa Elena. Edad: Senoniano Superior (Epoca 1).
Unidad cartografiada por Lundberg (1982) como calizasy areniscas Mal País y como calizas
someras de Mal País (ICG, 1983); consiste en calizasmacizas con macroforaminíferos y algas coralí-
genas qúé descansan concordantemente sobre una secuencia de areniscas y conglomerados, la cual a
su vez yace discordantemente sobre rocas del Grupo Garza. Edad: Eoceno Tardío (Epoca 3).
Esta unidad fue cartografiada originalmente como formaciones Masachapa y Punta Carballo
(Dyrigo 1962b), como unidad calizay arenisca Mal País por Lundberg (1982) y como arenisca con-
glomerática y ~enisca masiva en una campaña de la ICG (1983). Las. areniscas están bien lavadas y
existe una váriedad de conglomerados líticos calcáreos con moluscos, macroforaminíferos y algas co-
ralígenas. Descánsa con una discordancia angular sobre la Formación Lutita-Arenisca Cabo Blanco
ylácaliza con macroforaminíferos.Punta Cuevas. Edad: Oligoceno-Mioceno Basal (Epoca 4).
ARENISCA YCALCARENITAPUNTAPELADAS
Esta unidad fue originalmente cartografiada por Dengo (1962b) como Formación Masachapa,
como unidad arrecifal (Avila y Gutiérrez, ICG, 1980) e introducida como litozona informal Arrecife
Punta Peladas por Sprechmann (1982). Esta consiste en una secuencia de areniscas finas, calcáreas,
maci7..as,calcarenitas bioclásticas ricas en macroforaminíferos y equinodermos, con estratificación
cruzada de alto ángulo. Sobreyace discordantemente a rocas del Supergrupo Garza. Edad: Oligoce-
no Tardío (Epoca 4).
De atuerdo con Baumgartner et al., (l984), lasdos últimas unidades, por ser del Oligoceno,
fueron comparadas tentativamente con la Formación Masachapa y en forma equivocada cartografia~
das como tal, incluyeµdo sus sustréltos pertenecientes al Grupo Sámara. Sin embargo, las dos :unida~
des nuevamynte definidas se restringen a facies someras no comparables.con la formación ~asa-
chapa descrita en :Nicaragua, que parece ser una secuencia monótoma de talud. de .mínimo 1600 me-
tros de espesor (Kuang, 1971). Por consiguiente, los anteriores autores consideran inapropiado usar
el nombre Ma&achapa para estas unidades! · · · · ·· ·
210
FORMACION MONTEZUMA
Esta formación descrita en el punto 3.2.3.1.de 'fa primera edición, según Baumgartner et al.
(1984) fue descrita originalmente por Goudkoff y Porter (1942), aunque aceptan que haya sido for-
malmente introducida como formación por Dengo (1962b) y le asignan una edad más joven del Plio-
ceno-Pleistoceno (Epoca 5). ·
1) los sedimentos elásticos volcánicos, en iabase, son fragmentos líticos y tóbas vítreas inte-
restratificaµas, qu~ gradan hacia arriba a arenitas µticas gruesas, algunas calcáreas y mal
seleccionadas; aparecen además conglomerados ocasionales con cuarzo, pómez y frag-
mentos de andesita; con estratificación cruzada en las capas gruesas; hay tobas de com-
posición áéida y muchas inclusiones de rocas andesíticas y dacíticas, así como alteración
con clorita y calcita. · .. ;
2) Las rocas de la secuencia sedimentaria volcánica superior, son finas, con intercalación de
capas verdbsas, delgadas, con tobas silíceas y lutitas calcáreas; a veces 'Se presenta lami-
nación fina que sugiere un ambiente subacuático de depósito. Los flujos de lava que pue-
den alcanzar aproximadamente los 400Jn~tros de espesor, son de color verde a gris, afa-
níticos, poifirítioos en part-es, la mayoría son vitrófiros dacíticos aunque algunos son an-
desíticos y contienen en menor proporción pirita y magnetita. Al dominar en las calizas
los fora~eros plantónicos, en una matriz de barro fin(),Fis(;her y :Pessagno (1965),
presumen un ambiente de depósito batial a moderadamente 'profundo, ,con influencia de
una actividad volcánica cerca de la costa. A la Formación Changumola se le asigna al
Cretácico Tardío, es decir, entre el campaniáno y el Maestrichtiano Inferior, de acuerdo
con los foraminíferos plantónicos identificados por Fisher y Pessagno (1965).
' ·.
Cuadro A3~2
CordilleraCosteña
t
Cuaternario
Holoceno Aluviones
~~-11-~·'---....,,.'"""·....-""-'"""' __ ...,.._~-~
Valle de M.EI
General
Pleistoceno ----- El General
Sup
Plioceno
lnf
Sup
lnf U. Lagarto
o
~ Sup
oo:
w
1-
lnf
Eoceno Med
lnf
212
3.2.3. Rocas sedimentarias y volcánicas del terciario
En la Vertiente <lel Pacífico sur y en correspondencia con la Cordillera Costeña, se han defini-
do las siguientes unidades litoestratigráficas: la Unidad Cajón de la Formación Brito, las Unidades
Zapote y Lagarto de la Formación Térraba, las Subunidades Conglomerado y Lutita de la Forma-
ción Curré (Fm. Gatú.il), las formaciones Paso.Real y el Valle de El General y las.terrazas aluviona-
les del Holoceno del Valle de El General (Ver CuadroA3-2).
La Formación Brito, en esta parte está representada por la Unidad Cajón (Mora, 1979), que
está caracterizada por calizas arrecifales y detríticas, pobremente estratificadas, de color blanco
amarillento, constituídas fundamentalmente por nódulos de algas y foraminíferos. Mora (1979) divi-
de a la Unidad Cajón en dos subunidades: a) la Subunidad Arrecifa!, constituida por una biolitita al-
gácea ("Boundstone"), estratificada, amarillo claro a blanco, con muchos foraminíferos; ambiente
arrecifa! de cordón costanero espesor máximo observado 200 metros b) Subunidad Detrítica, forma-
da por productos erosivos del arrecife, depositados en aguas tranquilas y profundas; son facies de
biomicrita ("Wackstone") y bioesparita ("Grainstone"), oosparita a intraprita;. fundamentalmente
compuesta por fragmentos de ,algas,.macro y .microforaminíferos, ,radiolarios y unos pocos oolitos,
así como clastos ocasionales de origen volcánico; la Subunidad Detrítica puede encontrarse local-
mente interestratificada con la Subunidad Arrecifa!; sin embargo, a esta última se le considera el te-
cho de la Unidad Cajón. El espesor máximo de la unidad es de 200 metros y su contacto es concor-
dante con la Unidad Zapote de la Formación Térraba superior. La edad es del Eoceno Superior
(Malavassi, 1961).
La Formación Térraba (Dengo Í961, 1962), fµe subdividida por Mora (1979) en: a) la Uniqad
Zapote y b) la Unidad Lagarto. Según, Campos, Mc:mtalto y Solano, en Sprechmaµn ed, (1984), la
Unidad Zapote, cúya localidad tipo se localiza entre la Quebrada Zapote y el caserío de Zapote a
orillas ge la Carretera Interamericana, es un "flysch" constituído por una facies.intermedia t.urbidíti-
ca, cara.eterizada por alternancias de aren,iscás, llmoHtas y arcillitap, intercaladas con productos dé
vulcanismo submarino (aglomerados, brechas, vulcareriitas y conglomerados volcáJücos); muestran
gran selección positiva, huellas de impacto y todas marcas de corriente. Se presentan buenos aflora-
mientos en los cortes de la Carretera Interamericana, entre Palmar Norte y Disciplina y en las que-
bradas Canchény Cauchí; en las.filas Retinto,Grisera, Cajón y Coobó. Tiene un espesor qu1; varía
entre 1200 y 15QOmetro.s y es mayor al este de los lifloramientos, Sol:>feyaceconcorqantemente con
la Unidad Cajón dé la Formadón Brito y subyace en forma concordante· á la Unidad Lagarto. La
edad es del Oligoceno Temprano a Medio. b) La U.nidad Lagarto, cuya localidad tipo se sitúa en el
caserío de Lagarto, en el Río Grande de Térraba, está caracterizada por una fase proximal de turbi~
ditas, predominando los conglomerádos y areniscas y además existen dépósitos de éanales tufbidíti-
cos; se presentan estructuras sedimentarias como estratificación cruzada, ondulitas, moldes flauta,
bolas de arcilla, plieges de convolución y estratos' cori gradación normal. Los principales afloramien-
tos se presentan ~n 1a Quebrada Boruca, Río Chánguena fías ttlas de Mora, Grunchén, Santa María
y Mala. La Unidad Lagarto sobreyace concordanteÍnente a la Unidad Zapote de la misma. forma-
ción y subyace, concordante a la Formación Curré. La edad oscila del Oligoceno Superior al Mioce-
no, con base en una fauna de moluscos y microforaminíferos.
213
La Formación Curré, según Campos, Montalto y Solano, en Sprechmann ed. (1984), fue origi-
nalmente un miembro de la Formación Térraba (Dengo, 1961) y ha sido correlacionada temporal y
litológicamente con la Formación Gatún de la vertiente Caribe que ha sido a la vez usada como tal
en la vertiente del Pacífico por Henningsen (1965); sin embargo, como no se present~ varias facies
del Gatún en la vertiente del Pacífico se le considera una unidad independiente. Mora (1979) la sub-
dividió en dos subunidades:
1) la Subunidad<de conglomerados, cuya localidad tipo est~ cerca del puente ~obre el Río
Curré, enla Carretera Interamericana, está caracterizada por una litología predominan-
temente de conglomerados y areniscas fosiliferas, constituidos por componentes volcani-
clásticos, de color verde grisáceo, de hasta 0.5 metros en tamaño y generalmente distri-
buidos en una matriz autigénica y clorítica; se interpreta que estos sedimentos fueron de-
positados en un ambiente de transición de facies deltaica y de playa; su espesor actual va-
ría entre 1000 y 1400 metros, con aumento, hacia el @este.Otros afloramientos se presen-
tan, también en las quebradas Curré, Escuadra y Cacao y en las filas Guácimo, Limón, El
·Desengaño y el Silencio. Esta subunidad, que es la base de la Formación Curré, sobreya-
ce conec,rdantemente con la Unidad Lagarto (Formación Térraba) y es a la vez sobreya-
cida por la Subunidad de Lutitas (Formación Curré).
2) la subunidad de Lutitas, cuya localidad tipo no se menciona en la bibliografía disponible
(Campos; Montalto y Solano, en Sprechmann ed., ·1984), está caracterizada por lutitas
negras, intercaladas ocasionalmente con areniscas y conglomerados finos, compuestos
básicamente por productos subvolcári.icos y generalmente muy cloritizada. Estas lutitas
se depositaron en un ambiente parálico, tipo estero o pantano, poco profundo, de salini-
dad normal, clima tropical y substrato blanco; su· espesor ach1al oscila entre 150 y 300
metros, con disminución hacia el· oeste.· Esta subunidad se considera ser la cúspide de la
Formación Curré, sobreyaciendo a la Unidad de Conglomerados (Formación Curré) y
sobreyacida concordantemente por la: Formación Paso Real. Su edad es del Mioceno
Medio, con. base en la microfauna encontrada en la Subunidad de Conglomerados (Fis-
cher, en Mora, 1979).
En la vertiente del Caribe y formando parte de las rocas sedimentarias del Cretácico Tardío-
Terciario de la Cuenda de Limón, se ubica la secµencia del Río Lari, descrita por Fisher y Pessagno
(1965). Esta sección, que no puede ser considerada como una unidad litoestratigráfica formal, ya
que incluye unidades de ro.ca de diversa naturaleza litológica y cronológica, es importante mencio-
narla por mostrar una sucesión que parcial y aparentemente forma parte del basamento sedimenta-
rio Mesozoico.:cenozoico e incluso podría definir en el futuro una nueva unidad litoestratigráfica.
La secuencia estratigráfica completa de la Cuenca de Limón se incluye en el Cuadro A3-3.
La secuencia del Río Lari está representada por rocas carbonáticas, vulcarenitas, brechas y ro-
cas ígneas, en la siguiente sucesión a pi:irtir delcurso superior del Río Lari: 1) un intrusivo granodio-
rítico, arriba de la intersección con el Río Dipari, con vetas de calcita frecuentes en contactos y fa-
llas; cuando se meteoriza es de color café rosado, 2) andesita porfirítica, gris· oscura y negra, en ca-
pas de 30-90 cm de espesor y estructura de bloques; localmente tiene mucha pirita y es levemente
calcárea, 3) fragmentos de láva y tobas; lavas andesíticas porfiríticas, gris claro a oscuro, algunas bre-
chosas, las tobas son de la misma composición, 4) calizas y tobas calcáreas, de 380 metros de espe-
sor; en la Quebrada Grande, al oeste del río, se presentan 60 metros de caliza pálida a gris oscura y
verdosa, con vetas grises. Esta caliza se asemeja a las calizas de la Formación Changuinola y difieren
en que probablemente son másjóvenes;son más porosas y tienen más cuarzo y pirita; las calizas es-
tán localmente metamorfizadas por el contacto con las lavas, 5) granito con homblenda que aflora
cerca de la Quebrada Agua Caliente, en donde existen aguas termales por fallamiento local, es de
grano fino, gris pálido, intruye parte de las tobas y lavas, 6) interestratificación de bloques rojos cal- .
214
CuadroA3-3
·Cuencade Limón
T Holóceno Aíuviones
. .
CUATERNARIO
Pleistoceno
Sup ?
Mioceno Uscari·
Med
lnf
Sup
lnf
Río Lari
Sup
Paleoceno
lnf
? ?
o Maestrichtlano
Changuinola
º
~
t¡:¡
a:
()
215
cáreos, lutitas calcáreas brechosas y violáceas, vul.carenitas y calizas grises con pátina brechas
de granos hititas rojas y blandas y fragmentos de ceniza, angulosos subredondeados de 10 mm
de diámetro, algunas veces con cen1ento calcáreo; se ""'·""''"·ºª"·
zas y en un.as pocas vukarenitas y areniscas 7) V'·'-'"""'"'
n:osvolcánicos, gris y a la sección
estratigráfico de 1500 las afanfücas,
tan ta:mbié:n tobas grises u,c.u.uu;.,.w,,
gros; cerca de la Quebrada
las son
microfósiles. La
mi.en.tras que las
Faieoceno y los estratos caká,eos y las calizas oscuras son
cabecera del Rfo
.~M·•·,Hd·n de las
as1.gnao1esal )'vlioceno Tardío.
Fe,r11án--
dez, en Sprechmarm ed. esta unidad es un cuerpo ~,.,~,c~u, .. ""•
c1on en posición vertical. y rumbo este·oeste. La parte inferior de la
cuentra plegad::\ por fa Falla observada en ei corte del camino a de
500 m.etros al suroeste de la Las An:h1aas
pone en contacto las calizas de la Formación Las con las sedimentarias de la
Tui.s y conglornerndos volcánicos interestratificados con
superior de la formación, la caliza pasa gradualmente a una arenisca de grano medio
a grueso, pardo, delgadarnente con intercalaciones de lutitas y areniscas -·-..,.,.,,~''""'.,.
cas volcánicas con gran caxi.tidad dle ed,
dern, que la formación tiene un espesor al Eoceno
base JJfÍJ1cipalmenteen fauna de In,cc.,,-,.,inH·,o.~r.
216
corresponde a una secuencia regresiva en la base, instalación de arrecifes y una secuencia transgresi-
va en la cima.
La Formación Senosri, de acuenlo con Madrigal (1972, según Fernández, en Sprechmann ed.,
1984), y basándose en una perforadón no bien definida en su naturaleza, conc]Jerda con la descrip-
ción efectuada en la primera edición, en cuanto a que en dicha perforación aparecieron, aparente-
mente de arriba hada abajo (?), areniscas calcáreas, brechas de caliza y calizas de origen orgánico,
lutitas y limolitas interestratificadas con brecha volcánica y calizas. De.acuerdo con Malavassi (1971,
según Fernán.dez, en Sprechmann ed., 1984), la formación alcanza 1000 metros, mientras que para
Rivier (1973), según el mismo autor, reporta un espesor de 380 metros en la Quebrada Grande; por
otro lado el Diagnóstico del Sector Minero (1978, Cuadro 1-1), señala un espesor 850 metros. Co-
mo se observa existe disparidad de criterios en cuanto é!I espesor. La edad sigue siendo asignada al
Oligoceno, con base en foraminíferos. El ambiente de sedimentación (Rivier, 1973, según Fernán-
dez, en Sprechmann ed., 1984), está representado por dos facies: 1) una facies margosa, con micro-
fauna de alta diversidad específica, que refleja una sedin1entadón neríticade mar abierto y 2) una
calcárea formada por: a) la acumulac.ión. biodástica con grandes foraminíferos bentónicos, ve-
cina de episodios arrecifales y b) ·arrecifes de calizas co11;struidos.Con referencia a la literatura con-
sultada, todavía no se reporta la naturaleza de sus contactos con formaciones vecinas.
Las ca.racteristi.cas litológicas generales de la Formación Uscari, de acuerdo con publicaciones más
recientes, como la escrita por: Aguilar, en Sprechmann ed. (1984), se mantienen similares a la efec-
tuada en la primera edición; sin emb<trgo, según ;;:stemismo autor, la formación fue subdividida por
Olson (1942, en Offstetter, Dengo y Weyl, 1960} en dos partes, separadas por una zona de areniscas
y conglomerados (Dentalium zone), situada entre 240-300 metros, por debajo del de la unidad,
que marcaría el límite Oligoceno-Mioceno. 1) La parte inferior compuesta por lutita negra, calcárea
hacia abajo, pasando a caliza, rica en foraminíferos, 2) La parte superior constituida por lutitas, lla-
madas "Lutitas Superiores" por Palmer (1973, en HoffsteUer, Dengo y Weyl, 1960); estas lutitas aflo-
ran cerca de Puerto Viejo y la frontera con Panamá (Río Cocles, Quebrada Middle y otros). Las luti-
tas reciben también el nombre de lutitas Cahuita, Am.oura y Watsi. En cuanto a edad, de acuerdo
con Aguilar, en Sprechmann ed. (1984) la evidencia ha demostrado que la Formación Uscari de Li-
món es diferente en edad a la determinada en la sección tipo por Olsson (1922) y Taylor (1975);
mientras en Limón se han encontrado foraminíferos. pla:ntónicos del Mioceno Tardío, en la sección
tipo de la Quebrada Uscari, se ha deterwinado una edad entre el Mioceno Tardío, en la sección tipo
de la Quebrada Uscari, se ha determinado una edad entre el Mioceno Temprano Cuspidal al Mioce-
no Medio B3:jo, El ambiente de sedimentación fue de aguas quietas y de moderada profundidad
(Olsson, 1922); la abundan.da de arcilla montmorillonítica sugiere unaalta influencia volcánica,
probablemente derivada de la .Cordillera Volcánica Central. Taylor (1975) considera que la sedi-
mentación tuvo lugar en un ambiente de baja enersia y a una profundidad probable de 200-500 me-
tros. Pizarra (1987) determin.ó que la formación es diacrónica y que su edad es del Mioceno Medio a
Superior.
La Formación Gatún, del Mioceno l\fodio, que había sido reconocida por Olsson en 1922
(Hoffstetter, Dengo y Weyl, 1960, p. 254-256), en su localidad tipo del mismo nombre enJa Zona del
Canal e.n Panamá, fue redenomic'lada en Costa Rica con el nombre de Formación Río Banano, según
proposición de Taylor (1975), con el propósito de induir las rocas sedimentarias del Mioceno lVIedio
del área de Limón; bJzo esta redefinición en vista de que no existe continuidad estratigráfica entre el
de Limón y la Zona del Ca1.1aL Taylor (1975) definió esta formación, cuya localidad está en
el Rfo Banano, 700 metros al esle-sureste del puente del a La Bomba, como una unidad
constituida por una serie de facies de il1tercaladones someras de clastos marinos y de co-
ral. Las facies son las siguientes: 1) Arenisca, que caracteriza a la Formad611 Bana.'1.oy se encuentra
en todo el espesor de la unidad; es una fangosa, de fino, gris verdosa a
cea cuando con exposiciones en el. cauce del Río Banano y de la Bomba; son meteorizadas;
biotmbación, estratificación cruzada y delgada (3,5 y 20 cm) oleaje; Conglomerado,
del mismo color que las areniscas, interestratific:ado dentro ele en área Nueva Castle,
con estratificación gradada y rítmica; 3) Arrec(fes de coral, mejor desarrollados en
la parte superior de la formación, aunque aparecen en toda ésta; los inferiores son más
delgados (2-3 cm), aumentando progresivamente arriba en potencia (hasta 15 mejores
217
afloramientos en Quebrada Chocolate, 2000 metros al sureste de 1aestación de ferrocarril de Sando-
val, 4) Arenas Pueblo Nuevo, son cuerpos arenosos b.ien clasificados, que cubren los arrecifes de co-
ral más gruesos, son friables, meteorizados dé color café amárufonto, gruesos, porosos, cemento ha-
matltico y fósiles lixiviados y 5) Miembro Arcillas deMofn, que fue, según Taylor (1975), ori~almen-
te llamado por Gabb {1881, en Taylor, 1975) como Unidad de Arcillas y Arenas, localizado entre Li-
món y Moín; Taylor {1975) propone que esta última unidad se réconozca como Miembro Arcillas de
Moín de la Formación Río Banano, debido a sus similitudes litológicas y mineralógicas con la Facies
de Arénisca. La localidad tipo de este miembro se sitúa a 800 metros al este de Portete, en donde las
arcillas son grises cuando frescas, café cuando meteorizadas y muy friables; no se observan estructu:..
ras sedimentarias, rico en fauna de moluscos y abundante microfauna. Según Aguilar, en Spre-
chmann ed., {1984), el espesor de la Formación según en Panamá es de 153 metros {Olsson; 1922) y
380 metros en el área de Limón (Diagnóstico del Sector Minero, 1978, Cuadro 1-1).Ncrnbstante que
algunos autores· como Olsson {1922) y Woodring (1928) y Dengo (en Hofstetter, Dengo y Weyl,
1960), consideran que el contacto inferior puede ser discordante para unos y concordante para
otros. Taylor (1975) por otro lado afirma que no fue encontrada ninguna evidencia de discordancia
en el área de Liínón. El cantacto superior con la Formación Suretka es de discordancia angular,
marcado por guijarrós y cantos ·rodados (Taylor 1975). La edad de la Formación Gatún en Panamá,
es del Mioceno Medio mientras que para el área de Liínón, Taylor {1975) determinó parála Forma-
ción Río Banano una edad del Mioceno Tardío hasta el Reciente. El ambiente de depósito fue muy
diverso en condiciones: fundamentalmente fue unambiente marino somero, con alta actividad bioló-
gica (Facies Arenisca), con presencia de COl'ales'hermatípicos, dentro de la zona fótica, en la parte
superior de la secuencia (Facies de Arrecifes de Coral), alterado por un ambiente de mayor energía
marina contra los afloramientos de la línea de costa y por corrientes de alto gradiente debido a le-
vantamientos volcánicos y tectónicos de las cordilleras al oeste {Facie de Conglomerado) y depósito
en ambiente nerítico exterior somero de aguas quietas y de aguas mezcladas dulces y saladas con ba-
se en la evidencia paleontológica (Facies de Arcillas de Moín).
Las rocas sedimentarias del Terciario de la vertiente del río San Juan (Norte de Costa Rica),
han sido estudiadas con mayor detalle, posteriormente a la primera edición de este libro, por los
geólogos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE); sin embargo, son pocas las publi-
caciónes que se refieren a esta región, en donde se han desarrollado actividades de exploración pe-
trolera, carbonífera y de turba. Por otro lado Sprechmann (en Sprechmann ed., 1984, p. 263) señala
que los estudios bioestratigráficos más precisos sobre la región norte de Costa Rica, han sido efec-
tuados por el Laboratorio de la Compañía Petrolera ELF (Mision de Terrain. Costa Rica, 1969. Etu-
de Micropaleontologique, 1970), en informe inédito.
Con base en las investigaciones de RECOPE, Obando (1986) añade un mayor aporte al cono-
cimiento de la estratigrafía de la Formación Venado, al describir una sección correspondiente a lo
218
Cuadro:A3-4
Nortede CostaRica
Hóloc¡¡no.
Cuaternario
''RltfNilo"
Pleistoceno Cote
Sup
Plioceno
lnf
Sup ..
o Mi.ocena
Venado
~ Med
Íf
w
!-
lnf
Sup
_J
lnf
-...----- -- -- -
Notas:
C) Incluye las rocas volcánicas de los Cerros de Carefia
219
que en su concepto se puede considerar el estratotipo de la formación a lo largo de la Quebrada La
Muerte. Esta sección se presenta como un paquete carbonático en la base de 130 metros de espesor,
discontinuo con la parte superior de rocas más silicáticas y carbonosas. Los carbonatos con calizas
bioclásticas y arenosas (bioesparita y biomicrita), crema, blanco cremosas y café amarillentas, muy
duras, bien estratificadas, muy fosilíferas y a veces intercaladas con lutitas y areniscas; la parte supe-
rior de la sección, de 327 metros, está constituida por una secuencia de conglomerados, conglomera-
dos brechosos (15 m) en la base, seguidos hacia arriba por una secuencia predominante de areniscas
conglomeráticas-brechosas, de grano grueso a fino y limolitas y lutitas; se presentan además capas de
carbón en horizontes definidos, continuos, de espesor variable y presentes en toda la sección, espe-
cialmente en los ríos Burío, Catanurio y Petaste. La formación también se encuentra expuesta en los
cauces de las quebradas El Túnel y Jicarito. El ambiente de depósito es el de tierras bajas, con influ-
jo fuerte de sedimentos continentales y además de una mezcla de aguas marinas y salobres en donde
el depósito de la turba, generadora del carbón, se realizaba en zonas pantanosas y aluviales poco
drenadas y estables en parte. De acuerdo con Obando (1986), la formación está sobreyacida discor-
dantemente por los lahares de la Formación Buenavista, las lavas del Río Nilo (en apariencia no
asignables al vulcanismo del Aguacate) y por piroclásticos más recientes del Volcán Arenal. La edad
la sitúa este mismo autor, entre el Mioceno Medio (Malavassi y Madrigal, 1970) a Superior (Torto-
niano a Messiniano ), esta última datación con base en investigaciones más recientes de Sen Gupta et
al. (en prensa) que reporta una datación K/Ar de una traquiandesita de 6.1-0.6 m.a.
Recientemente Berrangé (1989) estableció en la Península de Osa una nueva unidad estrati-
gráfica denominada Grupo Osa, en sustitución de las formaciones Charco Azul y Armuelles, defini-
das por Terry (1941) e incluidas posteriormente dentro del Grupo Sámara, descrito anteriormente
en el punto 3.2.2.2., relativo a las rocas sedimentarias del Mesozoico-Cenozoico de la costa del Pací-
fico.
Estableció esta sustitución con base en un trabajo de cartografía geológica y estudios micropa-
leontológicos y en vista de que considera que no hay prueba suficiente en cuanto a que los sedimen-
tos de Osa hubieran sido depositados en la misma cuenca sedimentaria en que se depositaron los se-
dimentos de la Punta Burica, o que las unidades sedimentarias en las dos penínsulas son físicamente
continuas; además la discordancia basal que separa a ambas formaciones ( Charco Azul y Armuelles)
en Burica, y que está definida por conglomerados endurecidos, nunca ha sido, en el concepto de Be-
rrangé (1989), reconocida en la Península de Osa; más bien aquí la secuencia se presenta continua
con algunos conglomerados intraformacionales menores, caracterizados por considerables variacio-
nes laterales y verticales; por consiguiente, Berrangé (1989) considera inapropiado el uso del térmi-
no Charco Azul y Armuelles.
Por consiguiente, el Grupo Osa es formalmente propuesto por Berrangé (1989, p. 70) y lo defi-
ne como una secuencia de conglomerados tipo grawaca, areniscas, limolitas y arcillita semiconsolida-
dos a litificados, gris verduzcos, de edad Pliocena, descansando descordantemente sobre el basa-
mento del Complejo de Nicoya y de igual manera por los sedimentos no consolidados del Grupo
Puerto Jiménez del Cuaternario. Las rocas exhiben estratificación gradada, contienen materia orgá-
nica abundante, son calcáreas localmente y muy fosilíferas; el ambiente de depósito es variado e in-
cluye: fluvial de agua dulce, salobre lagunar estuarino y deltaico, de plataforma somera hasta cuenca
profunda marina; los clastos en las facies rudítico - arenáceas incluyen basalto, dolerita, gabro, caliza
pelágica, arcillita, jaspe y cuarzo, todo derivado del Complejo de Nicoya. Depósitos de oro de placer
están ampliamente diseminados y localmente concentrados en los miembros conglomeráticos, espe-
cialmente en la discordancia basal. El grupo está restringido a la Península de Osa.
220
OCEANO PACIFICO
Bahía Drake
GOLFO DULCE
5 10
HHH
ESCALA
8230'N
221
CuadroA3-5
Penínsulade Osa
T Holoceno Aluviones
Maestrichtiano/Sup
Campanian,o,
Cuadre>'A3-6
Costa Rica Central
T H~looeno (Reciente)
Aluviones halares, sed. fluviolacustres del valle de Cartago y rocas volc. no diferenciadas
Plioceno Doán(4)
lnf · Aguaoate(5)
Sup
Coris(6) ?
Miocenó Med
o
~
~
w
lnf
'-.........
___
San Miguel(7)
...........
Turrúoares(6)
1-
Sup Pa:oacua(6)
Oligoceno Med
~+que,nas (B) : ___ -4
lnf
Fuente:
1) Naciones Unidas Senas (1975) 3) Krushensky (1972) 5) Dengo (1961) Condolí (1951) + 7) Romanes (1912) 9) Malavassi (1966)
2) Dondoliy Torres (1954) 4) Escalante (1966) 6) Castillo (1969) 8) Alán (1978) 10) Rivler (1988)
•ula
. . El. G~po Osa.e&tá extensj~ente
y forma lasmon~pr~fundamente
guraA~ ".3); .
expu~to eP1ª8dos terceras partes- meridionª1es de .la pe-
disectadasincluyendo el pico más alto.a 782m (Ver Fi-.
El:Grupo Puerto Jimé~z, también empleacfo por Berrangé (1989), constituido por depósitos
aluvionales y pantanosos, del Holoceno~. sobreyace aJ.
Grupo Osa en las tierras bajas de Rincón -
Puerto,Jimépez (600 - 800 m de espesor en Puerto Jiménez); pr-0bablemente en las tierras bajas de
Pejeperro y Corcovado; también en la Laguna Chocuaco (100 m de espesor), pero no se sabe si el
Grupo Osa lo subyace. Ver CuadroA3-5 de correlación estratigráfica.
Destaca dentro de· Ios trabajos. d.e investiga~óti geológica y estratigráfica, en la parte ..central
del país, la recomendación de IUvier (1980) y Rivier y Calvo (1988) y Sprechmann (en Sprechmann
ed., ·1984), para que el tén:nino litoestratigráfico Formación Térraba se integre dentro de la Forma-
ción Pacae;uª definida po!f Castill9 (1969).V~r Cuadro JB de Ia.pi:imera edici6n yel CuadroA3-6 de
la segunda.
' , , ".~, , ~ 0
Sprechmann (en Sprechmann ed., 1984, p. 283) adopta el criterio de eliminar,el término "For-
mación Térraba" del. Yalle Central e integrarlo deµtro de la Formación Pacacua, tomando en consi-
deración, por un lado, lo dicho por Fischer (1981 a, b) de que la litofacies de Térraha en d Valle
Central, difieren marcadamente de las de la región tipo, lo cual refleja ambientes de sedi:meatación
diferentes. Bor otro lado,.Sprec~ dice.qµe la&litofacies de Térrabano son claramente$Cpllll-
bles de las 4ela Formación Pacacua.
Los estudios de Rivier (1980) sobre la Formación Pacacua en el Valle Central, dividen a la for-
mación en dos unidades: 1) unidad inferior en la zona norte y noreste del Cerro Pacacua, caracteri-
zada por un porcentaje elevado de volcanoruditas, vulcarenitas, conglomerados y wacas varicolores,
interrumpidas ocasionalmente por lutitas n,egras masivas; las vulcarenitas son fosilíferas y contienen
bivalvos y gasterópodos, lo cual indica un ambiente de.poca profundidad. El espesor.de esta unidad
inferior se estima en 1200 metros y se le atribuye una edad correspondiente a la parte baja del Mio~
ceno Medio con base,en foraminíferos y 2) unidad superior, cuyo contacto con la unidad inferior es
gradual, de un pasaje lateral y vertical de facie& entre ambas unidades; esta unidad está constituída
por una serie marina de areniscas arcillosas finas, con intercalaciones de lutitas y tobas; la serie apa-
rece alterada en !a mayor parte de los afloramientos por el Intrusivo de Escazú y se presenta en pa-
redes macizas silicificadas. y con trapsforma~ión de lutitas en cornubianitas. La unidad superior no
metamorfizada se presenta en las partes altas de áreas como el Alto Tapezco, flanco norte y sur del
Cerro Bandera, Quebrada Azul, norte del Pico Blanco y entre los ríos Higuerones y Agres. Según
Rivier (1980) las comubianitas forman una serie maciza bien estratificada que aflora en paredes ver-
ticales del Pico Blanco, Cerro San Miguel y en los Cerros de Escazú; el espesor de la unidad supe-
rior podría llegar a los 350 metros; aunque la unidad no tiene fósiles, Rivier (1980) presume una
edad del Mioceno Medio al Superior.
223
Unasección completa Formación Pacacua ha descrita.por Calvo (1988) en
el Cerro Caraigres, al sür de los de Escazú y en el Valle del Rfo Candelairfa,,eu una estructura
homoclinal buzando al norte. En esta sección en la las caiiza.s someras dd Eoceno Su~
pedor (Unidad afloran en la Quebrada Concha, localizada en
el flanco sur del Cerro en donde la sécei.óncárbonatada
net:nrmas, vofoan:o-sedimen.tarias,con ,,v·.u¡.:"'.v"""
Las calizas descansan en fa base sobre tma serie de
á:rdUosas. V de lutitas lo,;a!mt~n:t:e •.·ULICl.!J,m,,ca<."'·"
transformadas en comubianitas; el contacto sup.erior de la
transición de 2-3 m de por ~r1~·m;:r.1l;: ,.,.,,-,au.,s.,ae;,
tm·annn:tte1°osy
y
tohrii,y ,;:m1
:hacia an:iha un.a serie :rnáspotente
a subre·
En
224
3.2.3.2. ROCAS VOLCANICAS DEL TERCIARIO (IV)
A continuación se incluye una actualización de las unidades de roca mencionadas en la prime-
ra edición y además otras nuevas introducidas por diversos autores.
En lo que· respecta al Grupo Aguacate (Madrigal, 1970), Kussmaul y Sprechmann (en Spre-
chmann ed., 1984, p. 292-293), incluyen tres formaciones que abarcan distintos tipos litológicos: 1)
Formación Andesitas Miramar, 2) Formación Brechas La Unión y 3) Formación Basaltos La Garita.
La Fonnación Andesitas Miramar, está caracterizada por andesitas con marcada alteración hidroter-
mal, con intercalaciones lenticulares de tobas; incluye· el Miembro de Basaltos de Chaves y Sáenz
(1974); se designa como estratotipo la ciudad de Miramar. LaFonnación Brechas La Unión, caracte-
rizada por brechas con clastos de hasta 1 m de diámetro, de colores verde, pardo y rojizo, recubier-
tas por estratos delgados de tobas e ignimbritas; espesor 200 metros; la localidad tipo es la mina La
Unión. Esta formación, según Kussmaul y Sprechmann (en Sprechmann ed., 1984) incluye en forma
parcial al Miembro Aglomerado y Brecha de Chaves y Sáenz (1974) en la Cordillera de Tilarán, y ex~
trañamente a la Formación Doán de Escalante (1966) en la vertiente del Caribe de la Cordillera de
Talamanca. La Fonnación Basaltos La Garita, definida por basaltos alcalinos, ricos en fenocristales
de augita y olivino con intercalaciones de tobas y aglomerados; localidad tipo y afloramientos al oes-
te del puente La Garita, sobre el Río Poás y como paraestratotipo el Tajo la Cima, cerca de San Ra-
món. Existe datación K/Ar de 2.8-3.2 m.a. (Bellon y Tournon, 1978). Ver Cuadros A3-7 y A3-9 de co-
rrelación estratigráfica.
El quimismo de las rocas volcánicas del Grupo Aguacate fue estudiado por Laguna (1984) con
base en diez muestras de roca colectadas en la parte sur de la Cordillera de Tilarán y concluye que
estas rocas un poco sobresaturadas en cuarzo y en general en alúmina, corresponden geoquímica-
mente a cuarzo-andesitas y cuarzo-latiandesitas con bajos y altos contenidos de potasio, respectiva-
mente; muestran además muy poco enriqueciriúento de cationes de gran tamaño y de Tierra Raras
ligeras. Indica también este autor que se trata de una serie toleítica con cierta tendencia calcoalcali-
na, en donde las relaciones Rb/Sr (promedio 0.018 ppm) y K/Rb (promedio 918.3 ppm), correspon-
den a valores reportados por algunos áutores para rocas toleíticas de arcos de islas. Considera por
último que si bien los procesos de diferenciación por cristalización fraccionada de olivino y piroxeno
son un mecanismo importante para el desarrollo petrológico de estas rocas, una contaminación por
corteza continental juega también papel importante.
La Formación Paso Real, en la vertiente del Pacífico, fue estudiada y redescrita por Mora
(1979) y subdividida en dos unidades: 1) El Brujo y 2) Mano de Tigre. 1) La Unidad El Brujo, cuya
localidad tipo es el Brujo, sobre la margen derecha de la Carretera Interamericana, está caracteriza-
da por estratos gruesos de conglomerado, fanglomerado y arenisca, depositados en ambiente conti-
nental fluvio-lacustre, con bloques de composición variable (lavas e intrusiones), de hasta 1 metro de
longitud; su espesor varía entre 300 y 500 metros. Esta unidad sobreyace aparentemente en forma
concordante a la Formación Curré; sin embargo, Henningsen (1965) considera que se presenta dis-
cordante sobre estratos del Mioceno; en algunas partes está sobteyacida discordantemente por los
abanicos coluvio-aluvionales de la Formación Valle de El General y por depósitos del Cuaternario.
Es de edad Pliocena. 2) La Unidad Mano de Tigre, cuya localidad tipo es el Volcán Mano de Tibre
(Bergoing, et al., 1978), en la Cordillera Costeña, según Campos, Montalto y Solano (en Sprechmann
ed., 1984), está caracterizada por productos efusivos, con predominancia de conglomerados y tobas;
unos conglomerados tienen clastos basálticos olivínicos, iddingsíticos y otros son de composición an-
225
desítica, muy ricos en augita automórfica. Afloran en el Río Veragua, en la localidad de Kamancra-
gua y cerca de la confluenciá de los ríos El General y Coto Brus, en la unión de la Quebrada Cuán
con el Río Grande de Térraba, hasta La Escuadra sobre el mismo río; la m,ayorparte de lo.smateria-
les expelidos se acumularon en el flanco noreste de la Fila Costeña; se le asigna una edad del Plioce-
no al Pleistoceno Inferior Temprano por correlación estratigráfica. Estas edades contrastan con
aquella determinada por Dengo (1962a) del Mioceno Superior al Plioceno. Ver CuadroAJ-2 de co-
rrelación estratigráfica. ·
1) La región al norte del Río Reventazón y su cuenca en donde se presentan cerros y maci-
zos pequeños de origen volcánico (Lomas del Atlántico, Cerro Tortuguero y zona de Si-
quirres ), constituidos por basalto olivino-augítico con augita titanífera. Cervantes y Soto
{1988, p. 21) señalan que en esta región, en el cañón del Río Pacuare, entre Guayacán y
Siquirres afloran más de 25 coladas (3-25 m de espesor) de basalto olivínico llamado an-
teriormente basanitas por Tournon (1984), mientras que al sur y oeste de Siquirres aflo-
ran facies hipoabisales alcalinas que intruyen las rocas sedimentarias del Mioceno Infe-
rior en forma de diques y sills de teschenita. Kussmaul (19S4) propuso el nombre formal
"Formación Teschenita de Guayacán" para las facies intrusivas, sin embargo, Cervantes y
226
CU.ADROA 3,,8
Correlaciónde unidadeslltoestratlgráflcas
del CampoVolcánico
de la Depresiónde Nicaraguay la Isladél Coco
j Roen 'iolc.\n!cas
lahl!l'es, cenizas y aluviones
no diferenciados
Rocasvolcánicas
lanares,cenizas y aluviones
no diferenciados
(?)
T
Grupo de rocas
voícénlcasde Grupo de rocas volcánicas
"intergraben• ~tos alcalinoo,pimclastltas
e intruslcmestn1quftlcu
Grupode coca
sedimentarias Dorsalvolcimica
no diferenciadas builtica
(proto-isla)
Soto (1988,p. 21) proponen que esta formación se denomine "Formación Alcalina (Tes~
chenita y Basalto) de Guayacán, por la estrecha asociación estratigráfica y petrológica
existente entre las rocas hipoabisales (teschenitas) y las efusivas.
Según Cervantes y Soto (1988},los basaltos alcalinos del Río Chirripó tienen una edad
absoluta (K/Ar) de 5.2 m.a. y las basanitas de Guayacán 4.6 m.a. con base en Bellon y
Tournon (1978) y Tournon (1984)y 4.5 - 0.5 m.a. el sill de la Quebrada Terciopelo (Te-
rance, 1986);todas las edades correspondientes al Plioceno, Por consiguiente el vulcanis-
mo de la Depresión de Nicaragua evolucionódel Plioceno al Pleistoceno.
2) La región al sur del R,.íoReventazón, en donde-se incluye como representante litoest:rati-
gráfico de la misma a la Formación Río Pey de Dengo (1962a);sin embargo, la inclusión
de esta formación dentro del vulcanismo Intergraben es tentativa (Alvarado, en Spre-
chmann ed., 1984).Ver CuadroA3-8.
Z27
3.2.3.2.4 Isla del Coco .!'!,, .~ '
" n~·acÚei:.CÍócon,Malavassi(198;2) y.Castillo P. et al. (1984) las roca¡¡ más viejas son {lujos db ba-
salto (1 :3 m}en alniohádilÍa, con,pal,easuelos bien desarrollados que están presentes ajrededor <:lela
mayof parte de fá Isla ys'on focahiiente ·sabreyacidos por lavas alcalinas y rocas piroclástiéas de com-
posición traquítica; la secuencia es generalmente delgada ( < lOOm)y cortada por .diques e intrusio-
nei(("plµgs") de traquita. Sobreyaciendo a la. "serie antigua" se preS'enta una "serié joven" de basal-
tos alcalinos con. qlivino y sus diferenciados, relativamente delgada en el sector ·este y más gr.uesa
(hast~ 300 m) en el oeste. · ·· · ···
. Los últimos autores proponen los siguientes eventos geológicos en la evolución de la Isla: 1) un
vulcanism,,o,ge escudo oriwó la, p~te inferior de Ja s~i;ie antigua, 2) colapsó de caldera:y erup'ción
de rocas piroclásticas e intrusión de traquitas, 3) erupciones fisurales de la "serie joven" se produje-
ron -cuando menguaba el estado de formación de la caldera e inmediatamente después d.e la fofma-
dón de la misma; el último evento est1;1vo (ocaliza,do ~n_el,§ectoroeste de;la isla. ·
3.2.-4:.1
·-· .
... ROCASPL_tlTOJ\f/C,:iS
. '
_l>EL
-
CRETACIC:Q
-
(JIy KiJ
~ '
En 1982 (Azema y Tournon, 1982) interpretaron a la Peridotita de Santa Elena como una enti-
dad ultramáfica delgada (menos de 100 metros. de espesor) sobrecorrida ("overthrust unit") sobre
basaltos del Complejo deNicoya y siempre más antigua, da:(,loque muestra: peridotita deformada;' di-
ques de gabro peginatítiéos, rocas de grano grue!?()con textura cumulada y grupos de diques doleríti-
cos; esto es una asociación característica de la parte más baja de una secuencia ofiolítica (Coleman,
1977, en Azema y Tournon, 1982).
· ·.' D~acuerdo coii Azema y Tournon {1982)'el macizó\iltraniáfico de Saµ(a.El~~á; e.leabajo hacia
árriba, está constituido por la sigüíente secl,Íéncia: ú.una secuencia refativari1enfe autóctona forma-
da por rocas volcaniclástica$; 2) una- asociación de megabrechas y 3) una uniµad superior alóctona
formada por rocas ultrabásicas, las cuales gradan hacia arriba á.'úna suc;esióil.esp,esa del Terciario.
'La _secu~riciao unida.1'ínferfor está expuesta én el fondo de un válle del ma<::izo"fen 1111a media ven-
tana, ~ sur de la Península, y está: e:aractedzada por rocas vokaniclásticas constituidas por basaltos
masivos y almo1fadilla,dos,doler!ta, jaspe con iiitercalacibnes. ocasionales dy. esqui~to.negro, grawaca
y diques. L?s radiolar.ios.encontrados sugieren·una edad Ce11omaniana (Schniidt-Effüig y Gursky, et
al., 1980). La aso<2iaciónde megabrecha se ha 09servado en la costa sur en Playa. Carrizal y en las
pláyas Santa Rosa, R~spirigue y Naranjo. Esta unid.ad cotisiste de una n:í.asacaótica con bloques de
dolerifa, gabros y menÓs corrientemente jaspes radiolaríticos, de poq)S a decenas de metros de lar-
go, embebidos en una matriz de serpentinita cizallada. En afloramientos locales (Playa Naranjo) se
ha encontrado plagiogranitos en forma de clastos, probablemente derivados de la erosión de la me-
gabrecha. La unidad superior está esencialmente formada por peridotita hazburgítica, más o menos
228
serpentinizada, mostrando relictos de olivino, espinelo pardo, y menos frecuentemente clinopiroxe-
no. ·La peridotita .es usualmente foliada gruesa con bandas gruesas de piroxenolitos paralelos· a la fo-
liación. Las rocas ultrábásicas están cortadas por diques de 'gabro pegmatítico esparcidos de pocos
centímetros de espesor y con carencia de márgenes de grano fino ("chilledmargins"). Adicionalmen-
te hay numerosos diques de dolerita (plagioclasa, homblenda y/oreliq:os-0casionales de clinopiroxe-
no) de 1 a 5 metros de espesor con márg~nes de grano fino. En la parte oeste de la Península, entre
las playas Blanca y Gringos, los acantilados costeros están principalmente formados por diques de
dolerita que muestran intrusiones múltiples (grupos de diques). Algunos rasgos doleríticos en la pe-
ridotita son: 1) desarrollo subordinado de los gabros acumulados, 2) presettC'.iade anfioolitas dentro
del macizo ofiolítico, formado comó resultado de1 metamorfismo de rocas básicas a lo largo de zonas
de cizalla de]gadas y 3) presencia de digitaciones de lava que cortan las doleritas; las lavas en almo-
hadilla no están oscurecidas.
Azema y Tournon (1982) concluyen que la región costera pacífica en Costa Rica está subyaci-
da por rocas del Mesozoico (Jurásico Superior-Cretácico Superior) que representan corteza oceáni-
ca. Sin embargo, aunque la estructura del Complejo de Nicoya es aún incierta, la presencia en la Pe-
nínsula de Santa Elena de un complejo que involucra un ''nappe" de rocas ultramáficas sugieren una
similar interpretación para la Península de Nicoya como ha sido postulada por Kuypers (1980). La
edad de esta fase mayor es probablemente más antigua que Campaniano, aunque la evidencia para
esta edad es restringida a la Península de Santa Elena.
Más recientemente Baumgartner et al. (1984) señala que la Peridotita de Santa Elena es una
unidad tectonoestratigráfica qué descansa tectónicamente sobre equivalentes de la Unidad Matapa-
lo (Azema y Tournon, 1980, y Azema et al., 1982 en Baumgartner et al., 1984). Según este mismo au-
tor, el edificio de mantos o capas de sobrecorrimiento está afectado por varias fallas normales de
rumbo este-oeste, que contribuyen, entre otros factores, a la formación de la ventana tectónica del
-Río Potrero Grande (Azema y Tournon, 1982) y de las cuales la Falla Murciélago se convierte en el
contacto regional entre las harzburgitas serpentinizadas (Peridotita de Santa Elena) y la secuencia
sedimentaria del Senoniano-Paleógeno expuesta al norte de la Península de Santa Elena en forma de
homocinal buzante al norte; sin em~argo la Falla Murciélago tiene un desplazamiento vertical poco
considerable y un desplazamiento horizontal de amplitud desconocida, puesto que a ambos lados de
la falla, tanto en el Río Nisperal como en la Bahía Santa Elena, la cubierta sedimentaria descansa so~
1
bre conglomerados serpentiníticos/basálticos, que a su vez yacen sobre .la Peridotita de Santa Elena;
las partes másjóvenes de la secuencia se encuentran en la Bahía Junquillal y en la Punta Zacate.
229
y,
J{u~s~~~l (1987) ~I respecto, se. han deterrina,do edatles absolutas en una ~onzo<limit<1.de Bajo
Caliente dé J:9 ro.a. (Mioceno Tardfo}en qiotit,(y efe.
5,0 m.a. (Plioceno Temprano) en. feldespato
potásifÓ (Schulut df,,t9B1),,, · ·· · · · ·
. ,Ku~sqi.au((19S7). introduce Ía unidad Mo_;~ogabro ,déDesmonte, para denó@llar a la.s 'rocªs
plutónicas que
á!terarq:n hiclr<?terníalinei:¡tealas rocas: qeLGrupo.Aguacate;
en
forma réstringii,la afloran en el área de D~w.o:nte de San Mateo y q11eintruyeron y
r,especto,. un':rn.p@oQgábro
provenien- al
.ieAelacarréte,i:a,que une Alto del.Mó~te.con Q~spionte,fue.da,tad() en 2_.l.ní,a. (Plioceno Tardío-
,Ple1stoce¡:1,o,Temprano)por Bellon yJo.urnon.(I?7?, e~)<ussma,ul, 1987),
. . ...Berrangé (1977f senétla que 1~ ~ócai volcánicas. del Gnipo. Aguacate (denominado. por él. con
el t~rmmo .de Complejo)y la Fór¡:nación t>.oán, son consfü).guí:úeosy contemporáneos con el Grupo
Granito-Gabro de Talanúmca, ya, qÚ,elos intrusivos se' ~nc.uentran atravesando sUs.propias eyeccio-
nes volcánicas. Berrangé (1977) determinó, en muestras de roca intrusiva, una edad absoluta máxima
d; 1,1.5m:ª·• e:n rc~casbá~ic~s, y u:¡iamípima de 9.3 m.a., en rocas: .ácidas, _am?as del Mioc_enoTardío.
:. Las d_eteriniriáciones o,e .edála,qsoluta a las ;ocas d61 Grupo Grariito-Qab~o de Tala- ~l.tóari
;.
ma11ca
'
dentró del Mioé~no .
Superior .ál. Plioceno.
- .- . .
. · , .
.. . · · ·· · '
·· . El primer episodio intrusivo tíene lugar en el Cretácico Superior, dtirante la fase de emplaza-
·mierito'.de las rocadlel Cómplejo de Ñicoya, al empezar el nieduiismó de subduccióii de.la'Placa del
la
Cóéo bajo Placá delCatibe, pires este m,.ecanismocompresivo empezó a génera:r en la einbrionar~a
Zóna de Bennioff, magma basáltico _regenerado con'algún gradó de diferenciación magmática, que
produjo lqs intrvsiV()Sde'gábró,'diabasay qioritiique átraviesan las rocas. del'Compléjo ..
,· .• '1 .- . ,, ,.: • . - ' . • • ; • ' .
. .. ... Con respecto. a las, rocas int~usivas del Ter<;:iario,Kus.smaul (1987) distingue dos. series bien di-
Jeri?iíc;iadasj) ~a ajcalwa, '(granitó) de edad "Mioceno, Sup~rior al Pli,ocenó, vólumétiicam.ente muy
re.µ\icid_ay2) u;iá calco~.uc;alipa'(granó~ori.ta), Ültermedia, del Mfoceno Superior aj Plicoeno; yol11-
,m~tricáménte muy ámpli.~: . . .. . . . ' .
. :., .. ; ~' ~ ·- . '- , .. . ·, ..
' .. ·~ . ' ··i ''. ). : ·-: ': -:· :: .. . ' '. . : . '. ' . .. . ': : .'. - . : . : '
· . , , De acüeidócóh Kussmaul (1987) las tocas.volumétricainénte más abundantes son las monzo-
.rutas, 'éu'arídsas ;éh·tfansi'é:ióil a' nionzodiorítas cuar:?~saS,·y las rocas· básicas son generalmente más
'antlgu.a$que lá'$ld1asqli~ son más jóveIIes. .· . . . .. . . . .
. . .. ~ . .... . ~ . '• ' . ·,
230
Con respecto a la petrogénesis de las rocas intrusivas intermedias o calco-alcalinas del Tercia-
rio, o Neógenas como las denomina Kussmaul (1987), quien señala que éstas no pudieron haberse
originado directamente por la fusión parcial del manto peridotítico encima de la zona de Bennioff o
de la corteza oceánica subducida. Tampoco es posible que se formaran por cristalización fracciona-
da, ya que tanto las relaciones volumétricas como las brechas determinadas en la composición petro-
gráfica no apoyan esta hipótesis. Al respecto, Kussmaul (1987) propone un modelo petrogenético en
dos etapas: 1) por la fusión parcial de la corteza oceánica subduéida que dió lugar a los magmas to-
leíticos y calco-alcalinos que durante el Terciario Inferior edificaron los volcanes de una arco de is-
las y 2) por la transformación de la corteza oceánica en continental,Josmagmas andesíticos no llega-
ron más a la superficie, sino que sufrieron un "underplatting" en la discontinuidad entre la corteza y
el manto, lo éual calentó las partes más profundas de la corteza y produjo la fusión parcial de ésta, y
la formación de grandes volúmenes de·magmas ácidos e intermedios; además existe la posibilidad de
que algunos sedimentos hubiesen sido incorporados, durante la subducción, en el proceso de fusión
parcial, y cambiaran las características químicas de las rocas intrusivas, sin embargo, esta considera-
ción solamente. abarca el rango de las posibilidades.
Dentro del Campo Volcánico de Guanacaste, debe de citarse la unidad denominada por Kus-
smaul (en Sprechmann ed., 1984, p. 296) como Grupo Estrato-Volcanes de las Cordilleras de Guana-
caste y Tilarán, que incluye un conjunto de estrato-volcan~s y domos extrusivos, caracterizado por
rocas calco-alcalinas que se desarrollan simultáneamente a partir del Plioceno Superior. Este grupo
231
Cuadro A:Ml
Campo Volcánico de! valle Central
(Según Kussmaui y Sprechmann 1
en Sprechmann ed.
.r l
T
L~hares Cllnizas 'I aluviones
--------------J
· Am:!esitas I 1)
Notas:
a la Fm. Colima
(Nu Senas, 1975).
0
Sup.
2)
Pleistooono
1
-r i Plioceno
-·-1
-i
,_. _ _..____ 1' ~-
Basalto LaGarita
? -- J.
lnl'.
Mioceno
de potasfo;
corttI:,Jtlido
con localidad en fo:, mmrno
P,:mnar:ión Dadü:.s caracterizada por domos extrns:iv.osceus:mui,cic:.s
ormw:::m:,a,xr.r.uy
ricas en vid.rio -estructuraesfe~c-o1lítir..a
y el
3.2.S.1.2 Campo volcánico del Valle Central Occidental
En lo que respecta al Campo Volcánico del Valle Central Occidental, Kussmaul y Sprechmann
(en Sprechmann ed;, 1984) redenominan formalmente tres formaciones (Ver Cuadro A3-9): 1) For-
mación Lavas de Intracañón de Williams (•1952),denominada posteriormente por Naciones Unidas-
Senas (1975) como Formación Colima, nombré que en su concepto debe ser abandonado para se-
guir el criterio de prioridad (Hedberg, 1976,.3E); además al señalar que la· formación incluye los
miembros: Belén, Ignimbrita de Puente de Mulas y Linda Vista (Echandi, 1981), y que por ser consi-
deradas unidades industriales, el calificativo de miembro debe ser eliminado (Hedberg, 1976, 5C,
8a); la Formación Depósitos deAvalancha Ardientes de Williams (1952), denominado por Naciones
Unidas-Serias· (1975) como Formación Tiribí, nombre este último que en el concepto de Kussmaul y
Sprechmann ( en Sprechmanri ed., 1984, p; 297) debe ser abandonado de acuerdo con el criterio· de
prioridad Hedberg (1976, 3E); los miembros: Nuestro Amo, Electriona y La Caja (Echandi, 1981),
por· ser unidades 'industriales no deben ser considérados miembros. Según mismos ·autores anterio·
res, por no· existir criterios de campo y petrográficos, que permitan una diferenciación; se incluyen
dentro de la Formación Depósitos de Avalancha Ardientes, a los miembros: Toba de Avalancha de
Piroclásticos Río Aguacaliente y Toba de Avalancha de Piroclásticos San Jerónimo, que forman parte
de la Serie Pleistocénica de Krushensky (1972). 3) La Formación Andesitas Poás, que define un con-
junto de estrato volcanes que conforman la· Cordillera Volcánica Central; unidad litoestratigráfica
caracterizada por lavas andesíticas y andesito-basálticas, con material piroclático deltipo ceniza, la-
pilli, aglomerados y la.bares. Esta formación fue denominada Lavas de Postavalancha por Willlams
(1952), término que Kussmaul y Sprechmann (en Sprechmann ed., 1984, p. 297) proponen sea aban-
donado, por considerar que la mayoría de las rocas que la componen están concentradas en los vol-
canes de la Cordillera Central; también debido a que las lavas que constituyen estos volcanes son
más antiguas que los depósitos de avalanchas ardientes. De acuerdo con los mismos autores, se inclu-
ye además dentro de la Formación Andesitas Poás a la Formación Barba, ·definida por Naciones
Unidas-Senas (1975) y al Grupo Irazú definido por Krushensky (1972) con sus respectivas formacio-
nes: Reventado, Sapper, Birrís y Cervantes, por no existir, según ellos, criterios de campo, petrográ-
ficos y químicos que permitan diferenciarlas. Designan como holoestratotipo de la formación al Vol-
cán Poás y como paraestratotipo a los volcanes: Turrialba, Irazú, Barba y Platanar. Echandi (1981)
propone el Gmpo Volcánico Central para agrupar a las formaciones posteriores al Grupo Aguacate,
es decir, a: las Lavas de Intracañón, los Depósitos deAvalanchaArdientes ylasAndesitas Poás.
De acuerdo con una investigación fotogeológica efectuada por Bohnenberger (1969), al nores-
te del Valle Central Occidental, se delimitó el Complejo Volcánico Zurquí, en su localidad tipo el
Cerro Zurquí, caracterizado por un viejo edificio volcánico destruido por la erosión y construido por
rocas volcánicas indiferenciadas. A pesar de que en sí es un viejo volcán, hay evidencias de algún flu-
jo de lava reciente originado en centros eruptivos localizados en las laderas orientales del Zurqiú,
que además han dejado conos de cenizas y lava ocultos por cenizas más recientes. El Complejo Vol-
cánico Zqrquí no ha sido datado, por lo cual no se incluye en la tabla de correlación estrátigráfica
del Valle Central. ·
En el Campo Volcánico del Valle Central Oriental, las formaciones del Grupo lrazú (Reventa-
do, Sapper, Birrís y Cervantes) de Krushensky (1972) (Cuadro A3-6), como se dijo anteriormente,
fueron asignadas a una nueva unidad litoestratigráfica denominada: Formación Andesitas Poás, des-
crita y definida anteriormente en el Valle Central Occidental por Kussmaul y Sprechmann (en Spre-
chmann ed., 1984), sin embargo, se recomienda mantener en mente estas formaciones por cuanto_la
nueva denominación creemos provocará un mayor análisis, dado que se trata de incluir dentro de un
rango litoestratigráfico reducido, a nivel de fonnación, a tantas unidades de roca con posibles dife-
rencias en tiempo y en espacios geográficos independientes por localización y fuente de origen (vol-
canes: Poás, Barba, Irazú, Turriálba y Platanares); así mismo, se recomienda mantener en vigencia
las restantes unidades litoestratigráficas mencionadas para el Valle Central Oriental en la primera
edición, ya que éstas no han sido objeto de redefinición recientes, como son: la Formación Colada
233
de Lava de Paraíso y la Formación Colada de Lav.t _deAquiares, reconocidas y descrita por Dondoli
(1940) y Dondoli y Torres (1954).
Otras .rocas reconocidas infm;malmente en la región. por Krushensky (1972), como la Toba de
Avalancha. de Piroclásticos_San Jerónimo y la Toba de Avalancha de Piroclásticos Agua.caliente, des-
critas anteriormente por Dondoli y Torres (1954); fueron como se dijo anteriormente incluidas por
Kussmaul y Sprechmann (en Sprechmann ed., 1984) dentro de la.Formación Depósitos de Avalan-
cha Incandescentes, definida y descrita por Williams (1952) en el Valle Central Occidental.
La Toba de Avalancha de Piroclásticos San Jerónimo(en Castillo, marzo 1984, p. 64), mencio-
nada posteriqrmente como Tobas Cenidentas San Jerónµno porKussmaul y Sprechmann (en Spre-
chmann ed., noviembre 1984, p. 69), cuya localidad tipo es el pueblo de San Jerónimo, entre. U rasca
y Bajo Congo, es una toba riodacítica, pumítica y vidriosa, con cuarzo, gris oscura a negra cuando
fresca, a ligeramente gris cuando meteorizada, con estructura de flujo sureste en dirección de Neva~
da. Esta unidad sobreyace en forma discordante a la Formación Doán; no se conocen rocas que la
sobre yazcan.
La Toba de Avalancha de Piroclásticos Aguacaliente (en Castillo, marzo 1984, p. 64), mencio-
nada posteriormente por K.ussmaul.(en Sprechmann ed., 1984, p. 69) como Toba Ignimbrítica del
Río Aguacaliente; cuya localidad tipo es el Río Aguacaliente, al oeste de Herbidero, es una toba
constitui_da en su parte superior por una parte ignimbrítica, de aproximadamente 3 metros de espe-
sor, poco soldada, gris a verde amarillenta, que a 5.metros de la cima grada hacia abajo a una toba
moderadamente soldada, verde grisácea amarillenta y a 8 metros hacia abajo grada a una toba den-
samente soldada gris oscura, con clastos líticos verde grisáceos a amarillentos y gris claro, pomez
aplastada y matriz compactada grisácea, y de filamentos vítreos densos, negros y fiamme vítreo ne-
gro. A esta toba se le asigna una edad de 147.000 años, con base en el método K/Ar y es por tanto
del Pleistoceno (Krushensky, 1972).
En cuanto a la Colada de Lava de Cervantes (Dondoli y Torres, 1954), que según Víquez (en
Sprechmann ed., 1984) Krushensky (1972) asignó al rango deformación, señala además que esta uni-
dad litoestatigráfica también descansa concordantemente sobre las formaciones Birrís y Reventado;
también reporta una edad de C14 en madera fósil en la colada, de 13.000 - ± 300 años (Meyer Ru-
bín, en Murata et al., 1965, en Chaves y Sáenz, 1969).
De acuerdo con Paniagua (1984) las rocas de los macizos volcánicos del Poás, Barba, Irazú y
Turrialba son químicamente uniformes, pre~entando un promedio de sílice (Si02) de 55% y 1.9% de
potasa (K20), por lo que se clasificarían como rocas andesíticas de bajo contenido de sílice dentro
de la serie calco-alcalina. También señala que todas las volcanitas de la Cordillera Volcánica Central
tienen bajo hierro, característico de márgenes continentales. Con base en la relación K20/Si02 las ro-
cas de los volcanes corresponden a andesitas, andesitas basálticas y basaltos de alto contenido de po-
tasio; además indica que las rocas derivadas de estos volcanes son más básicas que las de la Cordille-
ra Volcánica de Guanacaste, incluyendo el Volcán Arenal. Por otro lado, los valores isotópicos de la
relación Sr87/Sr86 de todas las lavas Cuaternarias de Costa Rica, reflejan que se han originado abajo
de la corteza siálica o en el manto superior.
De acuerdo con el principio de prioridad las terrazas de piedemonte del flanco suroeste de la
Cordillera de Talamanca (Weyl, 1957), o los abanicos coluvio-aluvionales o fanglomeráticos que es
234
Posteriormente Alán (1983), con base en el Código de Nomenclatura Estratigráfica (en Krum-
bein y Sloss, 1969), propone que la unidad informal Miembro Laterítico Valle de El General usado
por Castillo (1978), sea cambiado al nombre formal de Lateritas El General. Ver Cuadro A3-2 de co-
rrelación estratigráfica.
De acuerdo con Mora (1979), también es posible encontrar buenos afloramientos de la Forma-
ción Valle de El General en: Buenos Aires, Mosca, Cabagra, Platanares, Sábalo, Blanco y Helecha-
les. Esta formación sobreyace discordantemente a las rocas sedimentarias, volcánicas e intrusivas del
terciario (Mapa Geológico de Costa Rica, 1968, en Castillo, 1978) y en el suroeste del Valle a la For-
mación Paso Real, posiblemente en forma discordante (Campos, Montalto y Solano, en Sprechmann
ed., 1984); también la formación es sobreyacida discordantemente por depósitos aluvionales del Ho-
loceno. La edad es del Pleistoceno.
235
CAPITULO IV:
El vulcanismo reciente
4.1. INTRODUCCION
En este capítulo se efectúa una actualización de los conocimientos relacionados con el vulca-
nismo, principalmente continental, del Terciario Superior al Cuaternario, con base en las investiga-
ciones efectuadas durante la década de 1980.
La investigación de la actividad volcánica más reciente, ha dado como aresultado durante la dé-
cada de 1980-90, avances en el conocimiento de dicho vulcanismo. Estos trabajos Thmn sido publica-
dos, desde 1985, en el Boletín de Vulcanología de la Universidad Nacional (OVSICQ.IRI, 1985-89) y
desde 1986 en la Revista Geológica de América Central, de la Universidad de '.CostaRica. Asimis-
mo, los avances en dicho conocimiento constan en las tésis de grado presentadas en la Universidad
de Costa Rica y en el libro titulado: SETIEMBRE CIENTÍFICO: SISMOS (Castillo, Morales, Ma-
lavassi y Sáenz, EUNED, 1985) y en VOLCANES DE COSTA RICA. EUNED,1985.
En laFiguraA4-1 se incluye un mapa actualizado de los aparatos volcánicos de Costa Rica, se-
gím Barquero y Sáenz (1987). Esta parte se puede completar con las investigaciones vulcanológicas
de Alvarado (1984), en cuanto a que este autor señala la existencia de varios conos volcánicos anti-
guos (relictos volcánicos y domos sub-recientes del Grupo Aguacate (Mioceno Superior-Plioceno)
que no se indican en el mapa anterior y que se presentan en la Cordillera de Tilarán y los Montes del
Aguacate, corno: 1) Cerros Pan de Azúcar-Herrera, cerca de Cabuyal, 2) Cerro San José, 11 Km al
Sur de Tilarán 3) Cerro Marsella, 5.5 Km al NE de Abangares, 4) Laguna de Cote, al Norte del Lago
Arenal, 5) Laguna de Poco Sol, cerca de San Miguel de La Tigra, 6) Conjunto de Cerros Pelón,
Mondongo y Tinajita, al NNE de Orotina, 7) Cerros Macho Chingo y Pelón de Atenas, al este de
Atenas, y 8) Caldera de erosión de Palmares.
En la Cordillera de Guanacaste, al sureste del Volcán Orosí, y formando parte del conjunto
Volcanes Orosí-Cacao (FiguraA4-2), se sitúan al sureste: a 2.4 Km el Cerro o Volcán Orosilito desa-
rrollado al noreste de un borde caldérico abierto al oeste y a 5.5 Km el Cerro o Volcán Cacao, que
fue descrito en detalle por este autor (Castillo, 1977), como una estructura cratérica destruida en su
margen suroeste por una explosión y avalancha de materiales que se deslizaron sobre la falda. Está
parcialmente encerrado por los restos de una probable depresíón volcano-tectónica más antigua y
de mayor tamaño (Alvarado, 1989); indica el mismo autor que dentro de esa depresión se presentan
algunas elevaciones o domos y un posible resto de caldera regenerados por el vulcanismo; en el lado
oeste, según Alvarado (1989), se presenta un cono volcánico con un cráter abierto por el lado oeste y
239
se le denomina Volcán Pedregal (1.100 m). Además Castillo (1977) ubica a 8.5 Km al SW del volcán,
una estructura cratérica de colapso, de 2 Km de diámetro, con restos de una laguna pequeña, situa-
das casi inmediatamente al norte del poblado de Quebrada Grande.
En lo que respecta al conjunto del Volcán Rincón de la Vieja que está conformado por nueve
focos eruptivos reconocibles (Healy, 1969; Sáenz, 1971), éstos de acuerdo con el mapa que se incluye
(FiguraA4-3) exhiben lo siguiente: los aparatos #1 y #2 son los rasgos volcánicos más occidentales
representados por conos con cráter muy erosionados. El aparato #3 es_1.lll; cono (<;:y.n:;qijraun: L8ql
m) con cráter de fondo plano de unos 300 m de diámetro; al suroeste de esk cono sé encuentra él
Cerro Von Seebach en el borde cratérico. El aparato #4 es el foco activo del volcán (aproximada-
mente á 1:700 m) con ün cráter profundo erl su extremo. noreste, yuna terraza volcánica en 'el sures-
m
te; dentro dé liÍ1a estructura ctatérica mayor· de SóO de diámetro: El apárato #5 ~s uri cono bíeíi
formado de 1 Km de diámetro con una estructura cratérica de 500 metros de diámetro; caracteriza-
da por una terraza en el borde sur y una laguna pequeña en la depresión al norte. Este cono presen-
ta en su falda noreste un pequeño cráter parásito (aparato #6), a 500 mal suroeste del cono #5 se
encuentra una lagunaalarga,da ( a l. 76P m) ,que de acuerdo con Alvarado (1~89) es una laguna de re-
presamiento formada durante la construcción de los edificios volcánicos al norte y noreste; mientras
los focos 1, 2, 3, 4, 5 _y 6 muestran una distribución oeste-este, con migración al este, los focos 7, 8 y 9
por el contrario 'muestran una orientación noroeste-sureste: El aparato #7 es él Volcán Santa María
(l.916 m) coiÚUÍ cr_áterdé 300 rii_yúna laguna éll su'interiot. Al sureste de este volcán se ubican dos ,_
conos gemelos: el #8 bien desarrollado y con url ciátér de 250' m de'diámetfo y el #:9 más erosiona- ··
do, imnediataméúte al sureste del anterior. Aproximadamente a 5.5 Km al noresfe del Volcán Santa
María, ~e encuentra 1u1cdnovolcániéo denomiriado Cerro.Chato (no confundir con él Volcán Chatp
cercano al Volcán Arenal), poco conocido en sw¡ cat;tcterísticas y activi.dad. El área hidroterinal de
Las Pailas se puede observar a 5 Km al suroeste del Volcán Santa'Marfa..' . · . .
Según Alvatadb (1989) el Vb!l~ánViejo no es en 'realidad un ~lcán, sino más bien una zona con depósitÓs de azufre y la-
deras rocosas escarpadas e inestables que forman parte del borde la Caldera del Río Segundó. Se le llama volcán por
_unas fumarolas que existieron en la década del 60,:decrecieron en el 65y desaparecieron en.1975. · ·
240
Continuación de la Figura A4-l APARATOS VOLCANICOS DE COSTA RICA
.. ~- ~ : LEYENDA ..,:.e
241
Continuación de la Figuara A4-1
242
Continuación de la Figura A4·1
100}.Duma IV 2140 ?
101} DurikaV 2140 .,..
102) DÜrilcaVI 2100 ?
103} ·ouñka W 2200 ?
104) Dikar 2711} ?'
10$} Kamuk 3549 ?
106) Mano de Tigre l 520 ?
107) Mano de Tigre II 680 ?
108) mano de Tigre III 708 ?
109) Cotón Pelón 1600 ?
110) Bola 140 Piroclástico
111) Coco 250 Estratovolcán
112) Iglesias 624 Estratovolcán
cono se ubica otro de características similares más erosionado; al oeste del volcán se sitúa una lagu-
na pantanosa de represamientollamada el Congoy al sureste otra pequeñaUamada Pozo Verde, po-
siblemente de origen volcánico.
En lo que respecta al Volcán Poás, relacionado genéticamente al· conjunto Poás-Congd y La-
gunas de Hule y Congo (FiguraA4-6) geomorfológicamente está constituido en su cima por: 1) el
cráter principal (41, Cuadro 2) a través del cual tie:µeJugar Ia activjdad volcánica actual; 2) la Laguna
Botos o Fría (42), al~ del cráter principal, y 3) el cono Von Frantzius (43), al norte del cráter prin-
cipal. Aproximadamente a 7 Km al norte del Poás se ubica la cima del Cerro o Volcán Congo (2.014
m), al pie de cuya falda norte se presenta Una caldera volcánica de 2 Km de diámetro con las lagunas
de Hule y Congo y un cono volcáni.co en su interior. Con respecto a la Figura22 de la primera edi-
ción, se debe indicar al lector que la misma. está orientada al oeste;· ··
En relación con el conjunto del Volcán Barva que corresponde también con la expresión geo-
gráfica Las Tres Marías, la cual se puede observar al norte de la ciudad de San José, es un estrato-
volcán complejo (Figura.A4-1) compuesto de varios focos eruptivos y parásitos. La cima del Cerro
Las Marías, al norte del conjunto, la componen por lo menos tres conos desarrollados posteriormen-
te a la formación de una estructura caldérica: urio de ellos, el mejor conservado y con cráter, es el de
la Laguna Danta (2.580 m), a 2 Km al sur-este de Las Marías; a 2 Km al sur de Las Marías se obser-
van por lo menos cuatro conos: uno de ellos presenta un cráter circular de unos 75 metros de diáme-
tro, de abruptas paredes, con la Laguna del B.arva (2.840 m) en el fondo. Al este se·presentan los
restos de otro antiguo borde caldérico, de aproximadamente 1.5-2 Km de diámetro,"abierto al este,-
sureste con un cráter evidente en su interior. Según Alvarado (1989) contiene también otros cráteres
y los posibles restos de uno en su borde exterior hacia el norte. Al oestede laLaguna del Barva se
localiza el Cerro Guaraní (2.599 m) también conocido como Concordia, Pico Inglés o CUerizí, que es
un antiguo cono con posible cráter abierto al suroeste (Alvarado, 1989).
243
' '· ''·
p R: Q,V IN t
.-." . : .. ~ ,.;.:.: . CONJUNTO
.;VOLCA,N
MIR~V~LLES
y,,"FE.NORIO-
45'
MO.NTEZOMA
Simbología
,·". 1 /
·-..-O-·
/ I"'
Cono
Borde de
cráter
.Cráter
' , Fractura
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o 2 km
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1
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Al nor;este del Cerro Chompipe, aproximadamente a 10 Km, se ubica el Cerro o Volcán Ca-
cho Negro (2.150 m) (FiguraA4-1), caracterizado por un cráter de aproximadamente 1.5 Km de diá-
metro, abierto al noroeste, desarrollado sobre una plataforma volcánica profundamente disectada
coo un borde evidente al norte del volcán. '
Con respecto al conjunto Volcán Irazú (3.432 m) (Figura A4-8) dado que no se indicaron los
nombres en la primera edición, éste presenta en su cima principal dos cráteres: el cráter principal
activo (#53, Cuadro 2), de forma casi circular, y el cráter Diego de la Haya, inactivo (#54), inmedia-
tamente al este del principal; al sur de estos cráteres se haya una terraza volcánica denominada Pla-
ya Hermosa, limitada al sur por un borde caldérico antiguo. Según Alvarado (1989), hacia el sur de
la cima principal _haypor lo menos una docena de focos eruptivos, entre ellos los conos piroclásticos
denominados: Cerro Noche Buena (3.200 m), Cerro Gurdián (3.066 m) y el conjunto Quemados-
Pasquí en donde existen algunQs conos con cráter y al suroeste de ellos el Cerro Pasarí (2.559 m.) .
con un borde cratérico abierto hacia el sur y sureste. Al oeste de la cima principal del Irazú se seña-
lan también como antiguos focos volcánicos: los cerros Retes (3.280 m) y Cabeza de Vaca (3.060 m).
Durante 1983 y 1984 la actividad fumarólica continuó con la emisión de gases y vapores. La
temperatura medida en las fumip-olas de la parte este del cono interior osciló entre 723º-834ºC en
1983 y entre 490º-709ºC. En la laguna caliente del cráter la temperatura del agua osciló entre 52º-
60ºC en 1983 y entre 48º-54ºC en 1984 y el nivel del agua descendió aproximadamente 10 metros. En
1984 se instaló una estación sismográfica permamente, registrándose 2 sismos tipo A y 76 tipo B.
En 1985 mantuvo una actividad fumarólica con emisión de vapor y gases. La temperatura fu-
marólica en la parte este del cono interior osciló entre 287º-584ºC y en la laguna caliente del cráter
osciló entre 44°-48ºC como promedio.
En 1986 continuó la actividad fumarólica con emisión de vapor y gases. Las fumarolas de la
parte superior del cono interior del cráter fue de 530ºC y en la fumarola del este del mismo cono fue
de 300º C, ambas en promedio. La laguna caliente mantuvo una temperatura de 38º-56ºC y pH 0.5,
ambos en promedio, y su nivel continuó descendiendo.
En 1987 la actividad fumarólica continuó en otras partes del cráter con temperaturas que osci-
laron entre 441º-585ºC y 700º-802ºC. Las erupciones de vapor de agua, tipo geyser,oscilaron entre 1-
40 metros de altura. La laguna cratérica caliente incrementó su temperatura a 58ºC en enero y a
70ºC en junio; el pH fue de 0.5 y el nivel del agua descendió 5 metros. Las señales sísmicas más ca-
racterísticas fueron temblores tipo B de origen superficial.El marcado descenso del nivel de la lagu-
246
SAN Gi!RARDO 0.9 KM,
53
5 t 554 50' 555
© Cráter
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Crátery
laguna
\. Borde de
~ caldera
o 2km
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VOlCAN TURRIALBA
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Sirrei"Jologia
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de caldera
con cráteres
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~~r:-::::J 1
O 2~
na caliente; dejó tres niveles de terrazas de sedimento blando en los bordes y se originaron desliza-
mientos y fracturas concéntricas en ellos.
Durante 1983 y 1984 la actividad fumarólica se localizó en el flanco noroeste con un promedio
de temperatura de 80ºC. En el cráter principal, a partir de setiembre de 1984, se volvió a formar la
laguna que había desaparecido en 1977, pudiéndose observar en ésta escapes de burbujas de gas en
el sector noreste. El cráter Díego de la Haya no mostró actividad. En 1984, el Obsevatorio Vukano-
lógico y Sismológico de la UNA instaló una estación sismográ.fica que ha venido reportando la acfrvi-
dad sísmica delvokán. En 1984 se registraron 56 sismos tipo A y 565 sismos tipo B.
En 1985 la actividad fue similar al período anterior. El registro sísmico reveló 2 sismos tipo A y
152 tipo B. .
En 1986 la actividad fue similar al año anterior, coD.temblores esporádicos de baja amplitud.
En 1987 la actividad fue sirnilar al año anterior. En junio la laguna del cráter principal desapa-
.posiblemente debido a filtraciones a través de fracturas áctivadas.
roeste, y en los cráteres y Diego de la Haya se formaron lagunas intermitentes de agua plu-
vial de ~oloración verdosa.
· Durante los años 1983 y 1984 se mantuvo la actividad fümarólica reportada en carac·
terizada por la emisión de los gases: H20, y l-1hS.El promedio de teJmrieral:lu cráter
249
oeste füe de 90ºC y en el central de 86ºC; el cráter este no muestra actividad como en años anterio-
res.
Después del reporte de (1979a), no es sino hasta 1986 cuando el Observatorio Vul-
canológico y SismoJ.ógico de la lo incluye en el sobre el estado actual de los volcanes.
Durante una inspección, en 1985, se · la de materiales volcánicos recientemente
eruptados hacia el sureste del cráter y una fuerte y constante emisión de gases que afectó la re.,,n,·n)-
ción y limitó la observación del cráter activo.
En 1986 se reportaron cambios en el color de las aguas del Río Nifio e incandescencia y retum-
bos en la cumbre. El 31 de diciembre se observó una erupción de piroclásticos y gases que duró 6
minutos y 17 segundos, según el registro sismológico de la estación ah.i ubicada. El. á.rea afectad.a fue
al sur y sureste del cráter activo en un radio 500 metros, con una lluvia ácida que además quemó
la vegetación. Durante una visita posterior se percibió un fuerte olor a gases de azufre que irritaba
los ojos y provocaba tos.
En 1987 se reportó que el 1 de abril tuvo lugar una erupción freática o de vapor de agua que
provocó lahares o corrientes de lodo y piedras en la Quebrada Azufrada y el Río Pénjamo, descen-
diendo por el flanco norte del edificio. También se presentaron algunos sismos volcánicos.
En 1988 se efectuaron estudios geofísicos que determinaron la existencia de una fuente de ca-
lor superficial que se manifiesta en el lugar denominado Las Pailas y en donde aparece lodo burbu-
jeante; sin embargo, la actividad sísmica fue muy baja.
El 8 de mayo de 1991 se produjo un lahar o corriente de lodo y fragmentos de roca, que con
gran amplitud fluyó a lo largo de los ríos Pénjamo y Azul, al noreste del volcán, destruyendo dos
puentes. Coincidió este evento con lluvias fuertes y con la observación un incremento de la activi-
dad eruptiva unos días antes.
250
En la falda oeste del volcán, en el área de Guayabo, desde hace 10 años, se ha venido desarro-
llando el Proyecto Geotérmico Miravalles por parte del ICE, con el propósito de utilizar la energía
endógena en la construcción de una planta geotérmica, que se espera inicie la generación de electri-
cidad durante la década del 90.
Desde 1983 a 1984 continuó la emisión de lavas. Se produjeron durante este período 10 nuevas
coladas (41-51), distribuidas en el tiempo de abril de 1983 a diciembre de 1984. A partir ~e junio d'e
1984 se produjeron erupciones tipo estromboliano (bloques, bombas, ceniza y gases) acompañadas
de fuertes retumbos. Los bloques y bombas cayeron sobre el mismo edificio volcánico hasta una dis-
tancia de 500 metros y la ceniza acarreada por los vientos predominantes se diseminó hasta a 5 Km
del cráter; la lluvia ácida y ceniza produjo daños a la vegetación.
Durante 1985 continuó la expulsión de lavas, piroclásticos y gases. Las lavas se observaron des-
cendiendo en el flanco oeste y suroeste. Las erupciones de pirodásticos, de corta y larga duración
llegaron hasta 3.5 Km al oeste y suroeste del cráter.
En 1986 continuó la emisión de lavas hacia el norte, noroeste, oeste y sur, a partir del cráter C
y sus frentes llegaron hasta 900 metros. En forma esporádica se produjeron explosiones que se escu-
charon a 7 Km de distancia, y expulsaron materiales piroclásticos cuyas cenizas fueron transportadas
por el viento hasta una distancia de 4 Km del cráter. Además hubo emisión permanente de gases. Se
registraron permanentemente, hasta agosto, microtemblores de tipo B, debido a los movimientos del
magma y explosiones en el interior del aparato volcánico. La actividad volcánica se incrementó rela-
tivamente, a partir de marzo, con un máximo entre abril y mayo, descendiendo hasta finales de junio
desde donde se incrementó de nuevo hasta agosto, decreciendo gradualmente el resto del año. El 29
de julio cumplió 18 años de haber iniciado su presente ciclo de actividad, después de 450 años sin
manifestaciones eruptivas.
En 1987 la actividad eruptiva, tipo estromboliana, continuó con la erupción de lavas, piroclásti-
cos y gases a partir del cráter C. Las lavas fueron eruptadas similarmente a las anteriores y en oca-
siones se produjeron pequeñas nubes ardientes. La caída de piroclásticos y gases de azufre produje-
ron daño en la vegetación del flanco este por la influencia adicional de la lluvia ácida. Por la caída de
pirodásticos y las fuertes pendientes de las laderas se originaron pequeñas avalanchas. frías o lahares
hacia la Quebrada Guillermina, Calle Arena y Río Agua Caliente. La intensidad de la actividad fue
variable durante el período.
En 1988 la actividad fue similar a la anterior. Durante el primer semestre de 1988 la actividad
fumarólica permaneció igual, con incremento ocasional de la actividad estromboliana, observándose
plumas piroclásticas desde el flanco noroeste. Del cráter activo ( C) continuó la efusión de lavas en
bloques, principalmente en el flanco noroeste y suroeste. En febrero de 1988 aumentó la actividad
explosiva prolongándose hasta marzo, con un promedio de 15 explosiones por día, y a partir de junio
se normalizó la actividad. El 6 de julio un turista norteamericano murió y otro resultó herido por la
caída de bloques; en setiembre se incrementó nuevamente la actividad estromboliana (15 explosio-
nes promedio por día) con producción de avalanchas de piroclásticos. Hubo emanaciones de gases
de azufre y cloro. El cono del cráter D fue impactado y parcialmente destruido por los fragmentos
provenientes del cráter C.
A partir de 1985 aparece la primera referencia acerca de la actividad histórica de este volcán
(OVSICORI, 1986). La actividad se deduce no ser muy antigua por la morfología tan conservada
251
que la de su vecino el Volcán Ivfontezuma. Se reporta, en el flanco nores-
evidencias de actividad hidrotermal con fuerte olor a que há al-
suelos y ocasionado la muerte de animales en el área denoffJLÍnadaQuemados; tam-
ri1-,~,,-~""'
una fuente termal. 1 Km al IIOrte de fos Quemados, con temperatura de 46ºC y pH
35. En las de.JRío Robles, en la confluencia con el Río 700 e:;rJstenva-
faentes Haraadas los Hervideroscon que oscil.aroi.1
entre 31º-
a 10 cm d.e profundidad 83ºC a, 50 cm. de
4t4.9
E,n marzo de
\lolcán !1() obs,e;rvándose
edificio (:l)l17G SU Cfáter, Se e"iJlí:1 de '<",,!Si,•tt:t,·>'U.UL
..1\CHtf::'iJJ CUb!éfÍOS vn,c.c,,.u,.-.,
252
CAPITULO V:
ta edad glacial
Playa Hermosa, en el Volcán Irazú, con la arena cubierta de hielo en polvo.
En una de las dos fotos aparece el estudiante Jeffrey Escobar que ayuda en
el control de las heladas en las altas montañas. (Foto Y. Monestel).
Un trabajo adicional relativo a la glaciación en Costa Rica es el escrito por Hastenrath (1973)
y más recientemente las observaciones efectuadas por Monestel (1990).
Hastenrath (1973) hizo estudios de campo más detallados de la glaciación en el Macizo del
Chirripó, ya estudiado con anterioridad por Weyl (1955, 1962). Durante su investigación estudió el
Valle de los Conejos, la Cadena de Ventisqueros, el Valle Ancho y el Valle de las Morrenas, descri-
biendo con mayor grado de detalle los depósitos de morrenas y los lagos glaciales. Determinó que
hay dos grupos de morrenas:
Hastenrath (1973) corroboró que el nivel nival fue de 3.500 metros sobre el nivel del mar, du-
rante la edad glacial, tal y como lo había estimado Weyl (1955, 1962) y determinó que este nivel es
conforme con el establecido en regiones adyacentes glaciadas como los Andes Colombianos y la Sie-
rra de los Cuchumatanes en Guatemala.
Monestel (1990) ha podido rastrear hasta años recientes referencias de cuñas o nichos de hielo
con permanencia de varios meses referidos al informe de Pittier en 1938; y también ha podido foto-
grafiar neviza, hielo vivo, cellizay estados varios de heladas y escarcha a lo largo de los últimos 10
años en Talamanca y en los volcanes de la Cordillera Central. Las observaciones de Monestel han si-
do fortalecidas por Mora y Valverde (1990) que no descartan un desarrollo leve de influencia glacial
en las cimas de los volcanes Irazú, Turrialba y Rincón de la Vieja, aunque a causa de su actividad in-
termitente los vestigios pueden haberse borrado.
255
EL IRAZÚ CONGELADO EN MARZO Playa Hermosa, en el volcán Irazú, cubierta de una blanca capa de hielo en polvo. Fotografía tomada a principios de marzo. Aparece el ba-
chiller Edgar Monestel Mora que forma parte de un equipo que estudia los fenómenos de las heladas, hielo, nieve y efectos posglaciales en las altas montañas del país. (Foto Yehudi
Monestel) .
CAPITULO VI:
Estructura e história
tectónica y geológica
en Costa Rica:
la sismicidad y principales
fallas
La actualización que se hace de estos. temas se basa en los principales trabajos de. investigación
durante la década del 80, los cuales se citan en las partes correspondientes.
Solamente se amplían los conceptos en los puntos 6.2. La Sismicidad y PrincipalesFallas; los
puntos 6.3. 6.4. y 6.5. se integran en un solo punto 6.3. Estructurae Historia Tectónica. Los demás
puntos: 6.1. y 6.6. se mantienen iguales como en la primera edición.
6.2.1. La sismicidad
La labor de investigación del período anterior, la resume en forma excelente Don José Fidel
Tristán, con base étfol laborioso trabajo de González Víquez (1910), en la forma siguiente: '
Los datos reéogido~ :µos permiten presentar un ensayo de clasificación que facilitará más tarde
el estudio de nuestros temblores; la clasificación está basada en la intensidad de los sismos.
En tiempos de la Colonia y aún algunos años después de la Independencia, sólo los terremotos
o fuertes temblores se 'consignaiori eh documentos públicos. Los temblores débiles o los que no pro-
ducían ningún daño apenas se recordarían por algunos días, quedando seguramente, varios de ellos
de alguna intensidad que nó se anotaron, porque no se presentó oportunidad para ello. Este primer
período que comprende sólo los macrosismos, porque sólo existen datos sobre los terremotos y tem-
blores fuertes, principia en 1608 y t6rmina en 1852. En esta fecha los señores Kurtze y Streber ano-
tan y publican por primera vez el número y un breve análisis de los temblores en cada año. A, partir
de aquí se ariotaron con más regularidad los temblores, pero seguramente gran número de microsis-
mos pasaron desapercibidos pór falta de sismógrafos. Este segundo período se prolonga hasta la
fundación del ·Observatorio Metereológico Nacional, después Instituto Físico Geográfico, el 7 de
abril de 1888.
Nota: Confróntese en la primera edición página 109, el Tema Generalidadessobre el ciclo geotectóni-
co y la tectónicaglobal de placas.
259
En ese año se instalaron en el piso bajo del Observatorio, dos sismógrafos, el de Ewing con su
anexo, Duplex que permitieron registrar todas las sacudidas inclusive las pequeñas. En la actualidad,
después de 22 años, se conservan los mismos aparatos que continúan prestando servicios, pero con-
viene hacer notar,,que deoen traerse otros más modernos, pues los sismógrafos han alcanzado un al-
to grado de perfecaiómdesde aquella fecha.
Tomando pues;omno base para esta clasificación el modo como se han anotado los sismos,
desde 1608 hasta 1910, podemos dividir este largo período en los siguientes grupos:
1) 1608-1851
2) 1852-1887
3) 1888-1910
1) PRIMER GRUPO. Comprende sólo los terremotos y temblores fuertes que ocásionaron daños.
260
Años, # de temblores Obs,ervaciones . ..
2)"SEGUNDO GRUPO: Anotación anual de los temblores por observaciones personales sin instru~
mentos.
261
TERCER GRUPO: Númeiro de macrosisnms v microsismos ,.,~,!l1"j·,.,,;;,,~
por kis sismógrafos
Instituto Físico '
Observaciones
262
través de la Agencia de Cooperación Internacionaí (JICA), a fa Escuela Centroamericana de Geolo-
gía (ECG) 3 de la UCR provocó una i:unpliación e intensificación de la investigación y el registro sís-
mico del país, por medio de laRed Sismológica Nacional (RSN) que integró a ambas instituciones a
partir de 1974. Esta red fue la que, en forma exclusiva, mantuvo informado al país acerca de la activi-
dad sísmica hasta 1983; cuando se instaló otra red a nivel naciónal, mediante la ayuda de la Agencia
Internacional para el Desarrollo (AID) de los Estados Unidos en la Universidad Nacional (UNA)
de Heredia, lo cual dió lugar posteriormente, en 1984, al establecimiento del Observatorio Vulcano-
lógico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI). Más t~de el OVSICORI redbió el beneficio de
equipos donados por el Consejo de Investigacjón Científica y Tecnológica (CONICIT) y del aporte
ordinario de Presupuesto Nacional a la UN,:'\.
El mismo proyecto conla AID permitió la instalación de acelerógrafos (instrumentos que mi-
den la aceleración del terreno en caso de un sismo fuerte) en la Facultad de Ingeniería de la UCR,
con fines de ingeniería sismoresistente.
Por otro lado la RSN tiene instaladas 12 estaciones sismogtáficas e~.los siguientes :sitios (Mon-
tero, 1990; comunicación personal): 1) Adams {ACR), 2) Buvis (BUS), 35 Chiripa (AR6), 4) Jicaral
(JCR), 5) La Lucha 1 (LCR2), 6)·Limón (LIO), 7) Quepas (QCR), 8) san· Ramón (SRA), 9) UCR
(SJS), 10) Vista de Mar (VCR); 11) Volcán Irazú (ICR), 12) Volcán Poás 2 (VPS2). (Ver Figura. A6-
lb). . .
Tanto la investiga(?ión, como el regist¡,9 sísmico de amba.s ~stitrn;:iones, ha dado c~mo resulta-
do un cúni"l:llode infp¡mación permanente; que.ha perzjtido J~ampliadóµy mejoramiento del cono-
cimiento qe la actividad sísmica del paísJ . ·
3. El equipo sismográfico original donado por la OEA a la DGMP pasó posteriormente a formar parte de los activos de la
ECG, después que ésta se fundara en 1970.
'263
RED SISMQGRAF!CAUNIVERSIDADNACIONAL
102 «-
$ 1983·'1984
0 1984-1985
~ 1985·1986
100Km
85.0
A
11.5
----,,-86.0
86.5 84.5 84.0 83.5 83.0 82.5
11.0
10.5
A
.A VPS2 A
10.0 SRA ,A •
SJS !CR
A
LCR2 A
9.5
BUS
b)
9.0
8.5
8.0
264
CUADROA6-1
265
Continuación Cuadro A6- l
1912--r,~~l
1
1
6 --~ran
1 rnnjo y . vednos. Grandes '-"'"""'ºªu,w.,nu-",cau-
Siebergy
1 .
1 '¡· s~~os por d sismo produjeron nnm,1.ac:1011es I OVSICORI
L C.JJ •
Lh~
_¡ _____ _
1--~- 1 1
Golf~ de _____ --------1-r:_,_e_sc_--._
Maro 14 10h 07m 42s, 9.75N/84W, M:7.0. 1
Destrucción severa en Orotina, San lVJ:ateoy Moravia. I G-R
~
1
1
--+- 1 También destrucción en San Ramón y
de ías I BSSA ~
¡
~-1
1924 1 Iv1ar. 11 lOh 08s y 20h 34m 06s, . 1
; 1939
11
1
ll. Jun. .'I 18 i-:
1
16h 46m 05s, , Prof. 70 M:
La provincia de Heredia violentamente sacudida con G-R
11
,.
1
~::--t~-tré
.1 daño considerable.
~~~-~· 1
-----~-----
1
19
~ c1 Olh 04m 5
Sismo de gran intensidad
Prof. 80 7,0.
o V, Sieberg) afectó a
Cartago, Turrialba y San José. No hubo daños.
G-R
BSSA
J
1
266
Continuación Cuadro A6-1
1952
. Dic. 30 12h 07m, 02s, 10.5N/84 W.
Terremoto de Patillos**. Flanco Norte del Volcán
Irazú. 21 muertos por deslizamientos. BSSA
Muchas fincas en las laderas del Volcán fueron daña-
das. Muchos animales (vacas) murieron por los desli-
1 zamientos. Coronado fue el pueblo más afectado. Al-
gún daño en Cartago y San José fue ligeramente da- OVSICORI
1
ñado.
1
Este evento fue precedido por vados sismos fuertes
desde el 13 de mayo.
1
-
1
1973 Abr. 14 08h 34m,.0.1s, 10. 27.SN/84 54 'W, Prof. 10 Km, M:
1 6.5.
1 Terremoto de Tilarán. Destrucción y daños en casas. ISC
Grietas del terremoto y deslizamientos. 27 muertos.
1
A partir de 1952 existió en Costa Fica un período de relativa quietud sísmica (baja liberación de energía), el cual se inte-
rrumpió en í973.
Nota del autor.
267
Continuación Cuadro A6-1
1983 Jul. 3 17h 14m 23, 2s, 9 30.6'N/83 40.2 W, Prof. 14, I: VIII-
IX, M: 6.2. Terremoto de San Isidro de El General. RSN/ISC/P
Daños a edificaciones y deslizamientos. DE
1989 Feb. 20 12h 21m 10.3s, 9. 38.97'N/8413.26W, Prof. 22.2 Km, 1: RSN
VII, M: 5.05. Terremoto de Los Santos.
1990 Mar: 25 13h 16m 05.2s, 9. 33.26'N/84 56.9'W, Prof. 16.3 Km, I:
VII, M: 5.7. Terremoto de Cóbano. Daños en edifica- RSN
ciones.
1990 Mar. 25 13h 22m 55.36s, 9.37.27'N/84 55.68'W, Prof. 16.9 Km,
I: VIII, M: 6.9.
Terremoto de Cóbano. Epicentro a 19 Km SW de Có- RSN
bano. Considerables destrozos en edificaciones de
Cóbano, Puntarenas, Puriscal y San José.
1990 Jun. 30 14h 50m 07.7s, 9.47.75'N/84 20.32 W, Prof. 12.2 Km, 1:
VII-VIII, M: 5.0.
Terremoto de Puriscal (Barbacoas). Epicentro a 3 km RSN
N de santiago. Daños severos en edificaciones de Pu-
riscal, Alajuela y Atenas, Deslizamientos en Puriscal.
268
Continuación Cuadro A6-1
269
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de Costa Rioa,
...... período'1898-1993,con magnitudes superioresa 4.0 en•la
, escala de Richter,según ECG,UCR (1985)
Los eventos sísmicos acaecidos en el país según el registro histórico antes mencionado, pueden
haber sido ocasionados por desgarres a lb largo de la zona de subducción (Benioff} entre placas.( de
interplaca) o a lo largo de fallas regionales o locales dentro de la Placa del Caribe (de intraplaca).
¡
Dos de. los eventos del período 1973-83 se consideran de intraplaca, el de Tilarán de 1973 y el
de Sanlsidro de El General de 1983, con profundidades someras (menores de 10 Km) en fallas su-·
perficiales locales,· de igual manera como lo fueron los terremotos de Managua en 1972.y de Cartago
en 1910. Los otros ~ventos, el de ·sámara de 1978 y el de Golfo Dulce en 1983, se cónsideran de in-
traplaca pues ocurrleron a profundidades mayores (15-25 Km) a lo largo de la costa del pacífico, en
la zona de subducción o contacto entre las placas de Coco y <iel Caribe. Igualmente los sismos de
San Isidro (1983), L9s Santos .. (19~9), Cóbano (1990), Puriscal (1990), Alajuela (1991) y Limón
(1991), son considerados de intraplaca pot fallas locales y regionales. . · · .
Los sismos de foco (hipocentro)· somero y de magnitud elevada generalmente son muy dañinos
cuando el epicentro se sitúa cercanq a concéntraciones urbrufas, mientras que los sismos de magni-
tud elevada y de foco más profundo en la zona de subducción, genyran epicentros a lo largo de la
costa del Pacífico, los cuales generalmente'por su lejanía de los centrns importantes de población
provocan daños menores, aún cuando en muchos casos sus magnitudes son mucho mayores que los
sismos de intraplaca. · ·
La Figura A6-2 muestra el mapa de la sismicidad de Costa Rica ;durante el período 1963-83,
con magnitudes superiores a 4.0 en la escala Ritcher, registrado poi lá red mundial según el ÓVSI-
CORI (l.985), y la Figura A6-3 exhibe una recopilación de los epicentros ocurridos desde 1898 a
1983, con magnitudes superiores a 4.0 en la escala Ritcher efecfuadá por la Escuela Centroamerica-
na de Geología de la Universidad de Costa Rica. '
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03 04
1 Eoceno
i
Mioceno
Mapa generalizado de la Península de Nicoya con megaestructuras 0 3. Mapa generalizado de la Península de Nicoya con la posición aprox. del eje del
anticlinorio de Nicoya (04). Hacia el noreste sigue el Sinclinorio del Tempisque
La deformación D2 fue causada en el Campaniano por una compresión NE-SW lo cual originó
pliegues con orientación NW-SE, casi perpendicular al de la Dl. Esta deformación dió lugar al Sin-
clinorio de Nicoya, que es la estructura más destacada, extendiéndose paralelamente al eje principal
de la Península, desde el noroeste cdeNicoya ( cerca de Playas del Coco) pasando por Nicoya central
y oriental hasta el sureste de la Península. En Nicoya noroccidental elSindinorio de Nicoya es segui-
do al sureste por un anticlinorio (p.e. área de Punta Gorda) dominado especialmente por el Com-
plejo de Nicoya; estas estructuras están a la vez afectadas por deformaciones posteriores.
La deformación D4 ocurrió en el Mioceno y fue originada por una compresión NE-SW muy
parecida a la D2.Los ejes de los pliegues regionales tienen una orientación NW-SE, similar a la D2,
o sea son prácticamente paralelos a los lados largos de la Península y del Golfo de Nicoya, cuyo ori-
gen se debe en gran parte a la D4.
Dentro de los últimos trabajos referidos a la estructura tectónica del Orógeno Sur de lunérica
Central, cuya mayor expresión la adquiere en el territorio de Costa Rica, se puede citar el de Mora
(1982), en donde con base en las formas del relieve del pais, que en su concepto son el producto de
273
una combinación de procesos tectónico-erosivos de gran envergadura y basándosf?.en los postulados
de la tectónica de placas, establece una clasificación morf otectónica de Costa Rica; utilizando la no-
menclatura desarrollada para los sistemas arco-fosa, de acuerdo.con fas siguientes unidades: la Placa
de Coco, la Fosa Mesoamericana y la Placa del Caribe. Esta última dividida en el tramo: arco-fosa
(arco externo: Penínsulas de Santa Elena, Nicoya y,Osa; Puntas Herraciura, Quepas y Burica) e in-
trafosa (Golfos de Nicoya y Dulce y Bahía de Charco Azul en Panamá; Valles del Tempisque, Diquís
y Coto Colorado); .el arco interno (cordillera solevantada o Fila Costeña¡ sistemas de fallas longitudi-
nales de Costa Rica, cuenc:as intraarco (Valle de El General) y arco plutóllÍco-~lcánico (Cordilleras
de Guanacaste, Central,.Tilarán-Ag].!acate, Talamanca yMatama), y el átea trasarco (cuencas retro-
arco). Mora concluye que la heterogeneidad del movimiento relativo de lados placas(del Coco y del
Caribe) ocasiona una subdivisión de la zona de Benioff en varios segmentos con inclinación y activi-
dad características, en donde la generación de sismos y la actividad magmática parece estar estre-
chamente ligada a estas condiciones.
Más recientemente Dengo (1985), al referirse a la estructura tectónica del Orógeno Sur de
América Central, sitúa al territorio de Costa. Rica dentro del Bloque Chorotega, que es el segmento
macroestrµctural más septentrional del orógeno, limitado. al norte por la Sutura de Santa Elena en
Costa Rica, hasta las cordilleras costeñas de Colombia y Ecuador.
Por otro lado, Azema y Tournon (1980) intrepretan la Peridotita de Santa Elena como una uni-
dad ultramáfica delgada (menos de 1.000 m de espesor) sobrecorrida (overthrustunit) sobre basaltos
del Complejo de Nicoya y siempre más antigua, dado que muestra peridotita deformada, diques de
gabro pegmatíticos, rocas de grano grueso con textura cumulada, grupos de diques doleríticos, esto
es, una asociación característica de la parte más baja de una secuencia ofiolítica (Coleman, 1977, en
Azema y Tournon, 1982).
274
L
.·.cretáclco
Superior
6()!! f
AS
p
Flg. A 6-5 CFoquis especulativo$ del desarrollo .geotectónico de .la región entre Jas AmMcas (parcialmente
basada en. DUNCAN & HARGRAVES, 1984). -a) "Sea-floor spreading• en una dorsal .entre el Pacífico oriental y
el Atlántiéó norté inicial; b) formación. de u.n primer arco insular (actua1esAnti.ll¡ls mayores); c) el • Gran Evento
de Mantos Basálticos• (pui:iteado); d) formación del segundo arco insulaí(actúal Centroamérica meridional);
e) y f) desarrollo de la configuración moderna. - MI= América del Norte; AS= América dél Sur; A= Africa; Fa
= Farallón: Fé = Fénix, Ca= Caribe; P= Pacífico oriental; Co=·Cocos; N= Nazca; Cs= Centroamérica
septentrional; CM= Centroamérica meridional; AN = Antillas mayores. (Según Gursky, H.J., 1989)
275
Baumgartner et al. (1984) al explicar la evolución geotectónica post-Santoniana con base en los
resultados obtenidos;de las perforaciones efectuadas por el Deep Sea DrillingProyect(DSD:e) en la
Eosa Mesoamericana frente a Guatemalatli:ace,ver que tanto frente a la costa pacífica de Guatemala
cbm() de Costa Ricih 1a secuencia Senoniana Supérior-Cenozoica descansa,,.sin mayores deformácio-
nes, ,sobre un orógeno fósil c9mpu~~to.<le fragme:g.rosde corteza oceánica.deformada e incorporada
en elma¡gen continentaldurante e\t':retácico Superior. Considera este mismo autot y colegas que en
la actualid~d la Placa del Coco'se· hunde debajp del margen conp.nental americano ·Yno hay evi8.en-
c}as de esfuerzos compre~iy~tvinculados con el pr,ocesó actual de subducFión .que hubieran origina-
do estructuras post-S~tóriianas comparables a,prismas de acre"Ción;más bien la evolución tectópica
está éaracteri_zadá por fases de compresión moderada, interru.mpidas por fases·® distensión con fa-
ll~en,to normal que hát;t permitido el desarrolld de secuenéias sedimeiltar-ia:s, discordancias y for-
a Aubouin et al. (1984)
m~cioJ!es gravitorias. Situa:yiones como las descritas son)as que,han Íl}.duC,ido
a~definir en la Fosa Mesorutiéricana, frente a la ~tiúfé Guatemala, unnuevo tipo de margen activo;
el margen convergente-exténsional. \.. ··
. . Por otrofas.10,·oon el propósitQ detener una,idea global de. fus-fases qe acumulación y emplaza-
miento de,f'oomplejo ofiolítiéQde Nicoya, en el qc>ntextode la deriva C<>ntinentaly la tectónica de
placas, nos referirnos a la.fj-gu1:a·A6-Sde
H.J. Gµrsky (1989), en donde se o~serva e,n forma gráfica la
posible evolución g;eotéctét;Ü~ 'de América Central, co11respecto a Norteamérica y Suramérica des-
de _e,Uurásico, tieµipo en
que sé empiezan a formar las rocas basales defcomplejo ofiolítico de Nico-
yf(Complejo de Nicoya hiferior o Unidad Matapálo), de acuer.do con los siguientes eventos y según
lqs trabajos de Bur¡ce et aÍ./(1984), Duncan y llargraves, (1984), Mattson (1984), Meschede e&al.,
(1988), H.J. Gursky; (1989), entre otros. · ,.
Placa
Cretácico Su¡::.- Tardío
Manto Superior
Farallón ~'r'>...,..".i-"'~M""'l!>"'"°,...;,4f.í
~~~~
t
post - Albiano -
- pre - Campaniano
Arco Insular Primitivo
Campaniano
PLACA DEL
coco PLACA DEL CARIBE
CORTEZA
OCEANICA I
ARCO EXTERNO
ARCO-FOSA
ARCO INTERNO
MAGMATICO
ITRASERO
ARCO
MIOCENO
CORDILLERAS
1
.-e--' (CUENCA
--~ DE
Península de Nicoya CENTRALES Eoceno
LIMON)
l::ZJManto Superior
~ Corteza del Pacífico
~ Rocas del "Gran Evento
Basáltico"
~ Corteza del caribe Mioceno
B Rocas del arco insular
RII Fusión parcial
Flg. A6-6. Modelo de desarrollo geotectónico-magmático del Complejo de Nicoya en la margen de placas en Centroamérica
meridional y las relaciones con edades y direcciones de las deformaciones tectónicas compresivas. (Modificado de Gursky,
M., 1988)
277
PLACADELCOCO PLACADEL CARIBE
t5
00
ARCO EXTERNO '
•
1·
•
ARCO INTERNO
1
I
•
CUENCADE LIMÓN
------
Aumento 1<20,Na20, 8102
FosaMesoamericana
Elevacióndel Litosferaoceánica Mn, Fe, Ti, Cr, Ni,
Estedel Pacffic\ Nódulos de Mn Co,Mg
_}\AA-
~11v·,_...
- - - _j.--
. ~
- K, Rb,Cs,Ba
U, Th
(Au,Ag, Cu, Pb, Zn)
-----------
::· G 5 zj
Altenosfera
E
279
1) A partir de las serranías oceánicas íntermédias, comó la Elevación Este del Pacífico. La
diseminación del fondo oceánico de naturaleza máfica: con: influencia' u1tramáfica del
manto, produjo un enriquécimiento;_de"mineralizaciones de Mn, Fe, Ti, Cu, Zn, Cr, Ni,
Có y Mg entre las principales, lás cuales se· presentan en la actualidad en las rocas acre-
cionadas (o emplazadas) y sobrecorridas provenientes dél fondo océanico y del manto
que respectivamente constituyen el Complejo de Nicoya (Mn, Fe, Ti, Cu, Zn), y la Peri-
dotita de Santa Elena:(Cr, Ni). ·
2) Un mecanismo de subdúcción a lo largó de la Zona de Bennioff, en donde al producirse
la fusión parcial de los materiales alóctonos subducidos y autóctonos en la astenosfera
del manto superior, originó un magma basáltico móvil que constituyó un ambiente propi-
cio para el inicio de un proceso de diferenciación magmática. Por consiguiente, el núcleo
basáltico correspondió con un ambiente geoquímico caracterizado por elementos como:
Mn, Fe, Ti, Cu, Zn, Cr, Ni, Co y Mg,entre los pFincipales, similar al de· las serranías
oceánicas basálticas, que gradualmente, y conforme avanzó el ascenso magnfático y el en-
friamiento hacia la superficie, se produjeron diferenciados magmáticos cada vez menos
máficos (basálticos) y más félsicos (graníticos y gianodioríticos) con una mayor propor-
ción de Si02, Na, K, Rb, Cs, Ba, U, 'fh y a lós cuales se les puede asociar otros elementos
importantes desde el punto de vista mineral, como: Au, Ag, Cu, Pb, Zn y otros aun no
bien conocidos. Estas características de la mineralización se encuentran presentes en la
actualidad en las cordilleras deTilarán~Aguacate y Talamañca.
280
APENDICE
Historia de la exploración
petrolera, carbón y
turba, en Costa Rica
l. EXPLORACION PETROLERA
RECOPE basó su estrategia de exploración y desarrollo en los siguientes cuatro objetivos fun-
damentales:
La labor desarrollada por RECOPE, durante la década del 80, para alcanzar los objetivos pro-
puestos, consistió en las siguientes actividades: · · ·
El objetivo de ·este programa füe la evaluación del potencial petrolífero de la Cuenca· de Limón
Sur, mediante la recopilación, evaluación y análisis de lamformación existente y la ejecución de es-
tudios presísm:icos, con el objeto de definir estructuras a profundidad y coruiigo la perforación de
283
pozos exploratorios. También fue la capacitación en servidos y mediante cursos especializados en
todas las áreas de fa exploración petrolera a personal técnico nad.onaL
Con base en. este convenio se realizaron divernas actividades relacionadas con la exploración
petrolera, como levantamientos fotogeológicos, geológicos y sísmicos e:n la Cuenca de Limón Sur, y
se perforó el Pozo San. José #1 que akanzó una profundidad total de 4.843 metros, durante los me-
ses de abril de 1982 a noviembre de 1984 Figura Apéndice 1).
El objetivo del estudio fue el de realizar un reconocimiento geof1sico marino del margen conti~
nental frente a la costa de Costa Rica para la exploración petrolera del área. Entre Agosto de
1982 y Mayo de· 1933 se realizaron levantamientos batimétricos, gravimétric.os, magn.etométricos y
sísmicos enla plataforma del Caribe Costa Rica.
Consistió en el lestudi.o que realizaron dos geólogos brasileños, Roberto G. Mornles y Gil-
berto Da Silva, durante junio de 1983 con el fin de recolectar información para evaluar el potencial
hidrocarfurífero del·país. En Octubre.de 1983 presentaron el.informe: Costa Rica-'Perspectivasde
Exploración de Hidrocarburos,muchas .de cuyas recomendaciones fueron· implementadas por RE-
COPE.
En Junio de 1981 se presentó al Directorio del Banco Mundial una propuesta pa:ra a
Costa Rica un préstamo de asistencia técnica al sector petrolero. El ..monto del préstamo .de
US$3.000.000,00 a 15 aiios plazo y 3 aiios de gracia, con un interés anual de,9:6%. Lá propuesta fue
aprobada y acordada en prL11cipiopor el Gobierno de la República el 7 de Agosto de 1981. Sin em-
bargo, se debió ,contar con la aprobación de la Asamblea Legislativa, la cual se obtuvo hasta el 9 de
Diciembr1;; de 1982, entrando en vigor hasta el 10 de Enero de 1983, fecha en que e! salió
p_ublicado en el Diario Oficial La Gaceta.
284
APENDICE 1
Ubicación· de los pozosp~rforadospor.RECOPE
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20 10 O
COSTARICA
20 40 60~.
·---
ESCALA 1: 2.000.000
285
ción completa del potencial petrolero de Costa Rica, incluyendo una propuesta de estrategia que
permita en forma subsiguiente la exploración adicional y el desarrollo de dicho potencial.
En relación con este programa, se encontraron varias empresas especializadas como Western
Atlas Internacional, compuesta por Western Gephysical Company of America, Aeroservice Divi-
sion, Western Research y Core Laboratories. ·LtJs ~res.as contratadas revisaron, evaluaron e inte-
graron todos los datos.:e interpretaciones.cie;Ia.il:ú9rqiación existellte, para pi:odµcir un informe de
de
síntesis final sobre el potencial de hi.drcicarburos· Costa. Rica, y además. desarrollaron un informe
.c~pleto sobt:e las recomendaciones de las estrategias de .exploración.y definición de los bloques pa-.
ra licitación con los programas y compromisos de los trabajos geológicos, geofísicos y geoquímicos,_.
¡óptimqs y mínimos, y sus respectivos costos e inversioíles aproximadas.
Por medio de este programa se han realizado a la fecha (1990), entre otras, las siguiente¡;Jabo-
._res:aeromagnetometría en todo el país, sísmica marina en ambas plataformas continentales-, gravi.-
metría y magnetometría en la plataforma marina de la cuenca de Limón Sur, análisis geoquímicosy
·petroffsicos en muestras de rocas, interpretación aeromagnética, landsat y gravimetría, evaluación
•geológica y geofísica de cuenca; análisis e interpretación bioestratigráficá y paleoambientes,. evalua-
.ción de datos del potencial petrolero y de pozos perforados y revisión de la Ley de Hidrocarburos.
.. ~ ' • «
Estos estudios se continúan desarrollando en todo ~l litoral Pacífico; zona de San Carlos y zona
· de Limó11-Siquirres.
Este programa que hizo posible la donación de $2.920.000CDD, ha permitido obtener infor-
mación sobre dos actividades esenciales en la exploración petrolera: sísmica de reflexión y perfora-
ciones estratigráficas. Estas actividades se han realizado en las cuencas de San Carlos, Tempisque y
Térraba. Además se evaluaron los resultados obtenidos en el Pozo San José #1 y se logró un incre-
mento adicional de la donación en $1.250.000 CDD y consigodaJcápaeitacióiide pér,sónal,técnica, y
levantamiento de radar en áreas de interés y consultoría en general .
.·. :,, Ji11de ~l?ril)ie 19s1 s~ firmó iµi~ i;eguntia ampliación ciel~aC,uerd'óde ..<:oop~r:~ció~por un
m9.µto _de$12.775,0QO,OQ. CD:O,par,a µn_tqtal a esa fecha de $16.945.oqp,O()C:0:0 cqn ~l.prQp~to ,de
cumplfr;con las siguie:ptes_~éfüigacfeli 9el proyecto: .1). Suministro. de equipp. de ·p~i:fora#~n:.de, Jl:lll-
nufáctura canadiense y materiales consumibles para cinco pozos estratigráficos, 2) A<lministración
de las operacionés de perforación por un período de 8 a 9 meses y 3) Entrenamiento para personal
de RECO:PE y el sµministr:o de.~p()yo en .la supervisión de operac;iones hast~ ppr tres años. ,
POZO CURIME.t,;#1: Se icició el20 de,Enero de 1988 y se con.cluyó ei}s de,i\1a,::zo:qi 1988 en
la CUenca del Tempisque, con una profundidad de 2.800 m.
2. EXPLORACION DE CARBON
De acuerdo con un documento inédito del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) la pri-
mera referencia sobre la existencia de depósitos de carbones minerales en Costa Rica se debe a Wi-
lliam Gabb, quien en 1886 informó sobre éstos. Durante la Primera Guerra Mundial se dice que las
compañías de ferrocarriles efectuaron algunas explotaciones. Sin embargo, no es sino muchos años
después, que el estado empieza a prestarle atención, primero por las descricpiones geológicas que la
dirección de Geología, Minas y Petróleo (DGMP) hizo durante las décadas 50, 60 y 70, luego por los
trabajos iniciales de exploración de materias primas energéticas que hizo el ICE durante las décadas
60 y 70, y últimamente por los trabajos más detallados de exploración, evaluación y factibilidad de la
explotación de carbones realizados por RECOPE durante la década del 80.
Tanto la DGMP como el ICE conocían sobre la existencia de diversos afloramientos de mate-
rias carboníferas como: Baja Talamanca, Zent, Volio, Venado, El Tablazo, Puriscal, Esparza, Upala
y el Río San Carlos, sin embargo, no es sino hasta 1981 cuando el Gobierno de la República encarga
a RECOPE el estudio de estos depósitos.
De acuerdo con Bolaños (1990) las áreas estudiadas por RECOPE al presente son: Watsi (Ba-
ja Talamanca), Zent, Venado, Valle de la Estrella, Tablazo y Esparza. De ellas Watsi ha sido com-
pletamente estudiada hasta el nivel de factibilidad y de diseño minero, y los estudios en Zent se en-
cuentran e_nla fase de prefactibilidad y de diseño minero. De efectuarse la explotación se espera que
la producción sea utilizada en la generación eléctrica fundamentalmente y en la fabricación de ce-
mento y en algunas pequeñas industrias.
3. EXPLORACION DE TURBA
Las primeras referencias sobre las posibilidades de turba en Costa Rica las obtuvo este autor
durante un viaje realizado en 1985 al Laboratorio Los Alamos, en Nuevo México.La visita tuvo co-
mo finalidad el inicio de la coordinación nacional del. proyecto de levantamiento del Atlas Geoquí-
mko de Costa Rica, que se iniciaría ese mismo afio con la participación de la ECG, UCR y la
DGMH del MIRENEM,
Ya desde esa fecha, RECOPE sería Ia institución nacional encargada de llevar a cabo, en con-
ju.11tocon Los Alamos, el proyectoexploración de turba en Costa Rica.
De acuerdo con Bolaños (1990) dos áreas pantanosas cerca del Cain) de Siquirres, que cubren
un total de 500 en la planicie noreste del Caribe, constituyen de momento el área más estudia-
da en detalle por RECOPE, en cuanto a su potencialidad, sus características físicas y quími-
cas la factibilidad de su explotación. Se preveé una demanda potencial en agricultura, como fertili-
y acondicibnante de suelo.
288
AGRADECIMIENTO
En la preparación de este apéndice se agradece a los se:frores; geólogos Pedro Afonso, José
Francisco Rojas, Kenneth Bolaños, y de RECOPE, su amable colaboración.
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289
r
:::,, ,GLOSARIO<
ABIS~: s~,refi<?re
alas gi;at1des ,<ielll,~esy IagoscrlpnpeJal¡µ:.e~táa}ISen~e.
prQ_~Qjcladxii :P,roftu\-
, . ' didadéssuperioresá 2000'metrós. :· ... ,. , ... ',''.. ·.,, .. : . . .· ... : ,, ....
. '~. ,. . ··- .:h ..- ' < • - • • • • • , '. : - • • •. ' • • ,
ACRECION: pro~!iº.
. '.'., \TÓS~_.,·. ·.. ·.
tectónico<·>··
. _.·., •. ,.
qe acµi:nulación
'· .-. ·,;.··.de' ...
materiales.
', ..,.corticales
, . "· por f.en(>menos
..· ."·,,_·,, • compresi-
. . ·.
AFANITICO: se refiere ,auna text~a .de rocas en l~ cuales los CQDStitqyentes. c;ristfllinosson n;my
··j)e~~(}ñ?~:p~i4ue·~~~s'~~gan~.s~glé,vista: ..:'.;,,- _' ,· .' · ,··.,., · ,, ·..·. '. '., /,'
AGLOMERADO: roca volcánica piroclásica que contiene predominantemente':fragmentos redon-
deadosy/o
. .. .
sub~~lares
'· :
su¡>edo_~~s
-· -· ·. .... ..
- . .
él32~
.
qe <.iiáJn~tro'.
'·. •.· - ~.. . . .
: -
., ,.. ".. '·.. . ·-·· "·. , •..
ALOCTONO: material que no se encuentra en,su lugar_de origen porque !ia sido transportado. .
_.,.·. :'• .:.·'···,, '..:'. ; . ,J :f· __
..~''. _:: ;i: .... '..· r,,.•.,:·.,;, :t \ ;'.. :·;:.e·.-' ; ··· '· _:•; ·, -~ "-• ··~··
_,. . -~ . . ·, ·- \1 •. j - ' •.
··-:·.a.:·.'!
ALUVIAL (ALúvtONÁLf eroii6ií flu\iiat.:'
sedhrieritosdebiclhi'á"la
ANrl!l:.1'A:'.
x~1cá,nic.n.é~nij,ue,st~
r~9a 6'~~ .c?~~itti?~~,~-~
_es~#é~~~~te:·d~;an:~é8:~ªX~? 'Iháfi-
,.,.,.,.r: , :-,·::.,,·;·
ANFIBOL: grupo mineral d~ la fórmula generalH2-3 (Si, 614) OJ1,(0fD2 donde A e!i,pr.iµ~ipa!-
.... nienteMg;'Fét, CayNarB'esptincipaJ,rr.Í~ft~fM¡(F~i;-~yF\~~;}ónJ?rrb-MPr~s 4iticf. '·.
7 -· •.•. >·••• " ••• ··- ' .... "'. , .. ,, . _ .. - ' •
Cé>~pÚ~stá:'ii°oep~itfcttl~
ARENISCA: roca sedimérltariá' coírlpactad~.c5'·céítieiitá.da- d~tií¡;a{predo~
minantemente granos de cuarzo, del taII1año.~e
.
la_~ena
. ..
(:<.Q.Q5~2.Q
. ·,
~) ....
-:..;·-'" ,
29:l
AUTIGENICO(s): minerales formados en el lugar en donde ellos se encuentran, antes del enterra-
miento y consolidación; son producto de la acción química y bioquímica.
BASALTO: roca extrusiva compuesta princip~te p_orplagioclasa cálcica y piroxeno, con o sin
olivino.
BASANITA: roca extrusiva compuesta ·por plagioclasa iálcicá, augita, olivino y feldespatoides oliví-
nico.
BATIAL: que pertenece a las partes profund~s del océano, de200 a 2000 m de profundidad.
BIOCLASTICA: se refiere arocas.que co~sisten de f~agmentos detríticos orgánicos.
BIÓESPARJTA: _caliza bien estratifi6ida cuy~ tipo m_áscomúnc.onsiste <le fr~gmentos d.e grandes
esqueletos calcáreos, quebrados o desintegrados, mezclados eón conchas completas de orga-
nismos más pequeños y cantos rodac,loscementad()s por calcita más dara cristalizada.
BITUMINOSO: material que tiene bitumen, que aparece ei'i la forma de materia orgánica, material
carbonáceo o hidrocarburos.
BRECHA: roca constituida por fragmentos angulares de roca ó minerales distribuidos ~n una matriz
.más fina; pueden ser sedimentarias, volcánicas o por friccióq alo largo de fallas.
CALIZA:rocá sedímentaria,, masiva ..o estratifiéáda; qué .cqnsisti principálmente. de. carbonato de
·. calcio(CaC03). · ·· · · · · · ·
CALIZA ARRECIF AL:caljza Jormada por esqµeletos calcáreo&.y otras estructuras de plantas y
ánimales creciendo hacia arriba desde basáipentos continentáles e insulares sumergidos en el
océano. ··· · · · · ·
292
CALCARENITA: arew.sca calcárea.
CLASTICO: material que consiste de fragmentos de roca"ü orgánicos que se han derivado de ·afros
lugares distan,tes de s-qsitio de origen.
CLORITA: término usado para designar wi grupo de minerales laminados o ah~.silÍcafos hi-
. <;I,atados.de hierro ferroso y magnesio, muy¡elac;ionados con las mi<:as..
COLUVIAL: depósitos de sedimentos que consiste de aluvión en parte 1y también de frágmentos an-
gulares de roca original; es también material de talus, de_acantilado y avalancha.
' . ' . • ·;;• .. !
COMAGMATICO: término aplicado a rocas ígneas(o a I{región doIÍdé ellos ocurren) que tiene un
grupo común de ra~gos qllÍinic<>s,mineralógico~ y texturales, y po~ tan:10..seconsideran der~va-
dos de un mismo magma; es smóiúmo de consanguíneo. . . . . .
COMPLEJO: término lítoéstratigráfico que agrqpa a diversas unidades de roca de diversa naturale-
za y difíciles de cartografiar individüalmente. ·
CONCOIDAL: término usado en mineralogía descriptiva para describir una superficie en forma de
concha producida por la fractura de úna sustancia quebradiza.
CONGLOMERADO: roca sedimentaria clásica, constitüida por fragmentos redondeados del tama-
ño de grava y güijarros, superiores a 2 mm de tamaño.
CORTEZA: también llamada litosfera, es la capa superior de la tierra sólida; es océanica cuando
predominan los basaltos y es continental cuando predominan las rocas alcalinas (granitos) y
calco-alcalinas (granodioritas) por fusión parcial de un magma basáltico original.
CORTEZA SIALICA: del sial o parte de la corteza rica en sílice (Si02) y alúmina (A1203) y se pre-
senta en los continentes.
293
de la cuarzo diorita (tonalltu),
DACITICA: de dacita, qu.e es el equivalente -,,vi-,,.,,.,,.,,_ 'piroxe-
no u hombJ.endao ambos, con aigo
ov1m1,ent:o
horizontal.
desde las o colisión.
...,.,...,,.,.,,,,.,,.,_,.,
FALLA Il'NERSA: fraétura de la corteza' terrest!'e con movihliento alo largo dd pfano de por
comprensión.
FALLA NORMAL: fractura de la corteza terrestre con movimiento a lofargbdel plac,o de fa.lla por
gravedad.
294
FALLA TRANSFORMANTE: grandes fallas ttanscw:rentes que cruzan la .corteza terrestre y ,jue~
gan papel importante en el movimiento de las placas tectónicas:
FL YSCH: término Usado para describir depósitos de sedimentos intercalados constituidos por are-
niscas, calizas, lutitas y arcillitas y capas de conglomerados, con estratificación gradada, debi.-
, dos a corrientes 'de turbidez en cuencas geosinclinales,
FTANIT A: roca sedimentaria de grano fino, compuesta predominantemente por calcedonia o cuar-
zo criptocristalino o pedernaL ·
FUMAROLICO: de fumarola, que es una salida por donde fluyen al exterior vapores volcánicos.
GABRO: roca plutónica que consiste de plagioclasa cálcica (generalmente labradorita) y clinopiro-
xeno; con o sin ortopiroxeno y olivino; apatitó y magnetita o ilmenita son accesorios comunes.
GRADA..DO: partículas seleccionadas por la acción del agua corriente en una masa de sedimentos.
GRANITO: roca plutóníca que consiste esencialmente de feldespato alcalino y cuarzo; se presenta
además en pequeña proporción plagioclasa sódica (oligoclasa) y muscovita, biotita, homblen-
da o raramente piroxeno.
GRA W ACA: tipo de arenisca con grandes cristales de cuarzo y feldespato y con matriz arcillosa,
·color oscuro, puede tener bajo metamorfismo por, diagénesis; con muchos fragmentos detríti-
cos de jaspe, cuarcita, pizarra, filita y otros.
HIPOESTRATOTIPO: estratotipo designado para extender a otras áreas geográficas o a otras fa-
cies el conocimiento de una unidad o límite estratigráfico previamente establecido por medio
de un estratotipo determinado. Siempre se considera. subordinado al estratotipo.
HOLOESTRATOTIPO: el estratotipo original designado por el autor de una unidad o límite estra-
tigráfico a1 establecer dicha unidad o límite. ·· ·
295
HORST O PILAR: masa de la corteza terrestre limitada por fallas que sobresale topográficamente
con respecto a los alrededores.
IGNIMBRIT A: roca volcánica silícea con partículas de vidrio y·cristales de feldespato, cuarzo y oca-
sionalmente hipersteno u hornblenda., a veces soldada, en forma pe.coladas.
JASPE: roca silícea, formada de calcedonia o sílice·opalina, o de ambos a·la vez, de origen orgánico
o precipitado. Hay de color rojo, amarillo y varicoloreados.
LAHAR:.flujo de una mezcla de agua y barro con materiales volcánicos inconsolidados, cenizas y
bloques.
LIGNITO: carbón negro parduzco originado por la transformación de la materia vegetal que se ha
desarrollado más que la turba pero no más allá que el carbón sub-bituminoso.
LIMOLITA: roca sedimentaria clásica consolidada, de grano fino, compuesto por partículas del ta-
maño del limo.
LUTITA: roca sedimentaria laminada en la cual las partículas constitutivas son predominantemente
arcillas.
MAFICO: adjetivo usado para caracterizar minerales de color oscuro debido a la presencia de hie-
rro y magnesio, o rocas ígneas de color oscuro, pobres en sílice y ricas en hierro y magnesio.
MAGMA: material de roca móvil, generada dentro de la tierra y capaz de intruirse y extruirse, y for-
mar las rocas ígneas.
296
·MIEMBRO: unidad estratigráfica de un tipo de litología bien diferenciable· dentro del rañgo:de for-
mación.
MOLUSCOS: de la clase Mollusca, phylum de los animales invertebrados,que incluyen los gastiópo-
dos, pelecípodos, cefalóp~dos, cefalópodos, etc.
NAPPE: gran cuerpo de roca que se ha movido hacia adelante, más de 1.5 Km de su posición origi-
nal, ya sea'por sobrecortimiehtoo pot plegamientb recum:bente.. · ·
NERITICO: ambiente sedimentario relacionado con aguas someras en los márgenes de los océanos
· ,ymares;generalmenteencima de laplataformacontinental. ····
OFIOLITAS: rocas ígneas básicas asociadas con sedimentos geosinclinales, generalmente alteradas
de rocas ricas en serpentina; dorita, epidota y albita. ·· ·
OLIVINO. grupo de minérales formadores de rocast·l) de magnesio: forsterita (Mg 2Si04ry 2) <le
Fierro: fayalita (Fe2Si04).
OOLITOS: cuerpos esféricos a elipsoidales, de 0:25 a 2i00 mm de diámetro que puden tener núcleo
o no, con estructura con:céntri.cao.radial ó ambas a la·vez. Son generalmente calcáreos, aunque
los hay silíceos, hematíticos (ferruginosos) o de otra composición.
OOSPARITA: caliza o calcarenita constituida por oolitos de cerca de lmm de diámetro cementados
por material intersticial; usualmente de calcita.: · ·
ORTOQUIMICO: término usado en calizas para definir aquellas rocas carbonáticas que se forman
.en el mismo lugar por procesos químicos, bioquímicos y biológicos.
P ARALICO: que pertenece al ambiente de los bordes marinos, como lagunares, litorales, nerítico
someros, etc. · ··
PEDERNAL: forma densa y muy fina de sílice, muy dura y quiebra con fractura concoidea y bordes
filosos, de diversos colores: blanco;amarillo, gris y negro. Similar al jaspe.
PEGMATITA: roca ígnea de grano grueso que se encuentra como diques asociados con una gran
masa <le roca plutónica de grano más firio; generalmente son pegmatitas graníticas.
·297
PERIDOTITA: roca plutónica no feldespática que ctm.siste de olivino, con o sin otrQS :minerales :má-
ficos, como anfíboles, piroxenos o micas tm algunos casos.
mar.
RUDITA: roca sedimentaria compuesta por fragmentos gruesos que, los granos de arena ( < 2
mm).
SISMO TIPO A: sismo volcánico localizado a 1-10 Km de profundidad, con traza similar a los tectó-
nicos entre 0.8-L2 de magnitud,
SUBDUCCION: proceso de sumergimiento de una placa tectónica de litosfera bajo otra placa.
298
TANGENCIAL: movimiento de la corteza terrestre a lo largo de una fractura o falla.vertical con
movimiento relativo derecho o izquierdo; también significa emplazamiento de rocas en la zona
de subducción a lo largo de la parte superior de ésta.
TOBA: roca formada de fragmentos volcánicos compactados, generalmente más pequeños que 4mm
de diámetro.
TRANSGRESIVO: de transgresión, que significa expansión gradual de un mar somero que resulta
en la sumersión progresiva de la tierra; como cuando el nivel del mar sube y la tierra descien-
de.
TURBA: residuo pardo oscuro o negro producido por la descomposición parcial y desintegración
de musgos, árboles y otras plantas.
ULTRAMAFICO: término usado para caracterizar rocas ígneas compuestas principalmente por
minerales máficos, tales como olivino, piroxeno y aru."íboles.
ZONA DE BENIOFF: zona estrecha e inclinada definida por los focos de los terremotos, que des-
ciende bajo los continentes o arcos de islas a partir de las fosas océanicas.
299
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Se terminó de imprimir en la Oficina de
Publicaciones de la Universidad de Costa Rica en
el mes de mayo de 1994. Su edición consta de
1.000ejemplares.
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio
San José, Costa Rica, A.C.
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