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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE CHICLAYO

FACULTAD DE CIENCIAS DE SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERIA

SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES FISIOLÓGICAS AMOR


PERTINENCIA Y ESTIMA DEL RECIÉN NACIDO

Integrantes:

- Feria Rojas Monica

- Delgado Sirlopu Estefany

- Quevedo Cabrejos Melissa

- Jimenez Bravo Fiorelly

- Sanchez Coronel Melissa

- Yovera Chumioque Yulissa

Curso:
Enfermería en Niño y Adolescente

Docente:

Mg.Enf. María Elena Agreda Alvarez

Ciclo:
VI

NECESIDADES BÁSICAS DEL BEBÉ RECIÉN NACIDO


Calor: Como aún no mantiene su temperatura corporal, es esencial que
esté en una habitación caldeada o pegadito a tu cuerpo. Es bueno
ponerle un gorro en la cabeza, una zona por la que pierde calor
fácilmente.

Contacto físico: En el útero, la piel del bebé era masajeada


constantemente por las paredes de éste y por el líquido amniótico. Al
perder este contacto se siente desprotegido, por ello necesita estar en
tus brazos o en los de papá. Los estudios lo confirman: los bebés que
pasan mucho tiempo cerca de sus madres lloran menos que los que
están con mucha frecuencia solos en su cuna. También es buena idea
que lleves al peque en un marsupio o pongas el moisés donde tú estés.

Movimientos rítmicos: Le relajan porque le recuerdan a su vida


anterior. Las madres, de forma intuitiva, suelen mecer a sus bebés entre
60 y 70 veces por minuto. Y no es el ritmo con el que caminamos (100
pasos por minuto), sino el ritmo con el que late el corazón. Esto indica
que lo que le calma es la combinación de los movimientos con otra
sensación que asocia a su vida intrauterina...

El latido de tu corazón: Este sonido está fuertemente arraigado en su


memoria. La mayoría de las mamás (incluso las que son zurdas) suelen,
otra vez intuitivamente, coger al bebé en su brazo izquierdo, de modo
que su carita queda cerca de su corazón. Así el niño se siente bien,
porque oye los latidos como antes, en el útero. Hay otro motivo por el
que tienen esta tendencia: los bebés suelen tener preferencia por girar
su cabecita hacia el lado derecho más que hacia el izquierdo; con la
cabeza hacia este lado el peque está más cómodo en el recodo del
brazo izquierdo y de esta manera podéis miraros a la cara.

Tu voz y la de su papá: Tu hijo recién nacido ya conoce tu voz y la


distingue de otras. También reconoce la de su papá. Cuando le hablas
se siente reconfortado y el mundo vuelve a tener sentido para él. ¡He
aquí, entre todos los ruidos nuevos, uno que le suena familiar!

Sintonía contigo: Tenéis comunicación. Percibes sus señales y se lo


transmites. Por ejemplo, estás observándole dormido en su cuna y de
pronto él abre los ojitos y te mira. Respondiendo a su mirada tú le hablas
dulcemente y le coges en tus brazos. Y entonces él se acurruca en tu
pecho, relajado y feliz. Esta sintonía entre vosotros le hace sentirse más
seguro.

Una respuesta pronta a su llanto: Llorar es el principal recurso con el


que cuenta el recién nacido para expresar sus necesidades, y cuando
respondes sin demora siente el mundo como un lugar tranquilizador.
Hasta los 9 meses el cerebro de tu bebé no es capaz de entender la
relación entre su conducta (llorar) y tu respuesta (atenderle), así que
ignorando su llanto tu hijo no aprenderá nada. Sin embargo, según los
estudios de Bell y Ainsworth, una rápida respuesta hace que con el
tiempo el llanto disminuya. Y si te agobia no saber por qué llora, no te
preocupes: está comprobado que a las tres semanas las madres
distinguen entre el llanto por hambre, por sueño o por incomodidad. Y a
los dos meses ya discriminan el llanto por dolor, frustración, tristeza o
aburrimiento.

Alimentación cuando tiene hambre: El bebé recién nacido no tiene un


ritmo fijo. En el útero estaba acostumbrado a ser alimentado
continuamente, así que la sensación de hambre es nueva (y
desagradable) para él. Hay muchas señales que te indicarán que tu
bebé quiere comer: se muestra intranquilo, se mueve de un lado a otro
con la boca abierta en busca del pezón o la tetina, hace movimientos
con la boca, relamiéndose los labios, se chupa los puños... Dale la toma
cuando observes estas señales, sin esperar a que llore, así comerá más
relajado. Y quédate tranquila: con el paso de las semanas tu hijo
establecerá por sí solo un ritmo más regular.

Protección ante la sobreestimulación: Para el bebé que acaba de


llegar al mundo todas las sensaciones que vive son nuevas: las luces,
los sonidos, las caricias, los cambios de temperatura y, muy pronto, el
día a día con su baño, las visitas, las tomas… Esa avalancha de
impresiones desconocidas hasta ahora puede abrumarle; mantén el
ambiente sereno y tranquilo. El mejor entorno para él es el que se
asemeje al que vivió dentro del útero: un suave balanceo, ruidos
amortiguados, el tic-tac del corazón (o algún reloj), tu voz, tu cuerpo, tu
olor... También le gustan los sonidos de casa que ya oía en el útero: el
zumbido de la lavadora, el ladrido del perro, las voces de sus hermanos,
etc. Las voces estridentes y las luces fuertes, incluso el flash de la
cámara, le hacen llorar.
Lo que un bebe necesita
Existen determinadas necesidades fisiológicas que son esenciales para que el
bebe recién nacido pueda adaptarse a la nueva realidad en la que ha pasado a
vivir desde su nacimiento, pero existen también en este mismo período,
necesidades afectivas que son igualmente básicas y de las cuales es más fácil
a veces olvidarse:
Necesidad de proximidad: El neonato tiene la verdadera necesidad de
estar lo más cerca posible de la madre, y tener un contacto físico con
ella que mitigue los trastornos que le ha causado la salida del útero
materno.

Necesidad de estímulos constantes: El recién nacido se orienta por


percepciones muy sutiles: calidad de presión, olfato, etc. Si en las
primeras semanas de vida no se mantiene una constancia en el
ambiente y en el cuidado, queda desconcertado por los cambios con
grandes dificultades para la orientación, que constituye la base de
partida para el reconocimiento y la diferenciación.

Necesidades de ritmo: Al nacer, el niño ya tiene instaurado un cierto


ritmo. Es importante adaptarse a él para favorecer la recuperación del
equilibrio. Obligar al lactante a seguir un ritmo diferente equivale a
someterle a un sobreesfuerzo que le va a costar enormemente, y que
además puede convertirse en un factor desorganizador de su
personalidad.

Necesidad de contacto físico y caricias: Por medio del contacto físico


y las caricias el niño recibe información del mundo exterior y de su
propio cuerpo, y ello lo ayuda a formarse una imagen de sí mismo y a
conocer la frontera entre él y el mundo exterior. En el terreno
estrictamente fisiológico, además, se cree que la caricia es un estímulo
que contribuye a la maduración del sistema nervioso.

Necesidad de satisfacción inmediata: El recién nacido siente hambre,


frío, soledad, sensaciones que no dispone de medios para satisfacer y
que le resultan insoportables. Hasta que no ha pasado por un
aprendizaje, no puede vivir la sensación de displacer como algo
pasajero. Es un error, por tanto, pensar que el neonato puede esperar,
pues lo único que se consigue es aumentar su nivel de ansiedad, lo que
no hace más que obstaculizar su maduración. La educación del niño
sólo puede iniciarse cuando el bebé ya ha conquistado un cierto grado
de autonomía.

COMO SATISFACER LAS NECESIDADES DEL RECIÉN NACIDO


El recién nacido mientras esta en el vientre materno tiene todo lo que necesita
para desarrollarse y crecer, la naturaleza es tan inteligente que sin hacer
prácticamente nada, el propio cuerpo sabe cómo tiene que acondicionar a ese
bebé para que llegado el momento preciso nazca.
Sin embargo las dificultades aparecen cuando el bebé nace, ya que tiene unas
necesidades que satisfacer y al no estar dentro del vientre materno ya no le
son dadas “automáticamente”.
El ser humano por naturaleza tiene un parto prematuro, pero fisiológico (es una
de nuestras condiciones de ser humano) de ahí que el recién nacido para
poder satisfacer sus necesidades requiera de la ayuda de un adulto, pero ¿un
adulto cualquiera? ¿Qué necesidades del recién nacido se deben cubrir?
Según Maslow, psicólogo humanista, el ser humano es un ser biopsicosocial y
requiere de unas necesidades para sobrevivir, necesidades que quedarían
agrupadas de manera jerarquizada en 5 categorías, explicadas en una
pirámide donde en la base se engloban las necesidades más básicas o
primarias y según van quedando cubiertas ascendemos en la pirámide para
llegar a las secundarias que es donde culmina nuestro desarrollo personal y
emocional.

El recién nacido precisa de ayuda para poder cubrir desde las necesidades
más básicas o primarias hasta las secundarias para alcanzar su desarrollo en
todas sus dimensiones:
Necesidades fisiológicas: son aquellas que tienen relación con el
alimento, el descanso, la respiración (necesidades básicas). El mejor
alimento para el recién nacido es la lactancia materna, que además al
llevar triptófano en su composición favorece el sueño, mejorando el
descanso del bebe. Si esto se realiza manteniendo contacto con el
recién nacido, cogiéndole en brazos y transmitiéndole cercanía, éste es
capaz de copiar el ritmo respiratorio que le ofrece el adulto haciendo
menos pausas de apnea, por lo tanto ayudamos a favorecer su bienestar
quedando esta necesidad cubierta.

Necesidades de seguridad: son aquellas relacionadas con la


protección. El recién nacido siente protección cuando está en contacto
con lo conocido, para él, lo único conocido en el exterior, fuera del útero,
es el sonido de la voz de su madre y los latidos de su corazón, por lo
tanto la manera en que mejor le podemos aportar esta seguridad es
manteniéndole en contacto, en cercanía y/o cogiéndole en brazos, para
que sienta nuestra respiración y nuestros latidos.

Necesidad de aceptación social: relacionadas con el afecto, el


pertenecer a un grupo. El recién nacido necesita que le transmitan que
es un ser querido y amado para que pueda sentirse incluido dentro del
grupo social de su familia o grupos sociales con los que interactua su
familia. Una manera eficaz de demostrarle amor, es mediante el
contacto físico (abrazos, besos, caricias…).

Necesidad de autoestima: abarca todo lo relacionado con la confianza.


El recién nacido también necesita que confiemos en él, para ello
debemos estar atentos a sus señales y ser capaces de captarlas de
manera temprana, manteniendo al bebe cerca y en contacto con
nosotros es más fácil descubrir sus necesidades y le haremos sentirse
integrado y respetado ya que esto es lo que le dará las claves para
avanzar hacia el último escalón.

Necesidad de autorrealización: abarca la creatividad, la


espontaneidad… Una vez tenga cubiertas las necesidades anteriores se
sentirá libre para actuar y crear y es entonces cuando empezará a
desarrollar todo su potencial, así le daremos la opción de ser él mismo,
sin juicios.
Las emociones del niño recién nacido
El llanto es el primer método de comunicación que usa el niño y para los papás
se transforma en la primera señal urgente a la que atienden.
Es habitual que los bebés puedan pasar de reír a llorar de un instante a otro,
muy fácilmente. Estos cambios son producto de sus emociones y es
característico que se exprese de manera muy potente, la cual va disminuyendo
con cada etapa de crecimiento, donde el bebé va encontrando formas para
tranquilizarse, según su proceso de madurez.
Inteligencia emocional del niño
Estas medidas que usa el niño para tranquilizarse se relacionan a rutinas que
le gustan como chuparse un dedo y abrazar a su oso de peluche. Pero necesita
adquirir madurez y desarrollo emocional.
Comunicación positiva con el niño
El llanto es el primer método de comunicación que usa el niño y para los papás
se transforma en la primera señal urgente a la que atienden. Habitualmente
ellos, cuando ven a su hijo llorar se sienten preocupados por no entender el
llanto de su pequeñito, por lo tanto, cuando lloran, es necesario prestarles
atención y acudir a él, para cambiarle el pañal, darle de mamar, o solo tomarlo
en brazos.
Algunos estudios afirman que el bebé demuestra que la única manera de
comunicación es el llanto. Y además se puede comunicar a través de:
Los besos.
Los abrazos.
Las caricias.
Las palabras.
Las canciones.
Los juegos.
El niño no siempre se muestra receptivo y por eso, es importante para los
papás saber cuándo y cómo hacerlo.
El pequeño responde de manera correcta a sus necesidades y estima su
disposición para prestar atención a lo que le dicen y a los juegos.
Estimulación emocional del niño
Los niños pueden dormir alrededor de 9 horas diarias y en la noche solo 8, con
distintos momentos para alimentarse. Si la mamá está atenta, cuando el niño
abra los ojos podrá tener más lazos afectivos con su hijo.
Durante la vigilia, él pasa por las siguientes fases:
Alerta tranquila: Es cuando el niño se despierta y prefiere estar
acostado y quieto, mirando todo a su alrededor. Su respiración será
regular y parecerá estar tranquilo y satisfecho. La mamá en esta ocasión
aprovecha para saludarlo en la mañana alegremente y ella se llena de
felicidad cuando su bebé responde a sus gestos.
Alerta activa: Le llamará la atención los objetos visuales y los sonidos e
intentará responder con movimientos.
Llanto: En esta etapa, se mostrará cansado. Cuando está limpio y
alimentado la mamá lo toma en brazos para que se sienta seguro.
Sueño: Se frotará los ojos, se pegará bostezos y tal vez se ponga algo
nervioso. Es preferible que intente conciliar el sueño por sí mismo en
esta etapa somnolienta.
Si luego de un tiempo no lo logra, la mamá lo acoge en sus brazos para
entregarle mucho amor, calidez, cariño y seguridad.
LINKOGRAFÍA:

 http://www.crecerfeliz.es/El-bebe/Primer-mes/recien-
nacido-primeros-dias-en-casa/necesidades-del-recien-
nacido
 http://acercameati.com/2015/08/14/como-satisfacer-las-
necesidades-del-recien-nacido/
 http://www.facemama.com/bebe/las-emociones-del-nino-
recien-nacido.html
 http://saludables.net/necesidades-basicas-del-bebe-
recien-nacido/

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