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Los voluntarios del Grupo Opima (Epidemiología del Infarto Agudo en la Provincia de Albacete) se

lanzaron ayer a la calle para demostrar a la población que cualquiera puede ayudar a reanimar a
una persona víctima de una parada cardíaca. De hecho, si la población estuviese formada al
respecto, se salvarían vidas a diario. En la calle San José de Calasanz, a menos de diez grados de
temperatura, Loli Castillo, enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital, enseñaba
ayer a todo el que pasaba por la calle cuales son los cuatro pasos imprescindibles para salvar una
vida. Y es que, si el corazón se para, apenas si se disponen de cinco minutos para evitar daños
irreversibles.
El Grupo Epiam quiere que todo el mudo sepa qué hacer si se encuentra a una persona en el suelo
o es testigo de cómo pierde el conocimiento. Lo primero que hay que hacer es saber si está
consciente. Si no contesta, pero respira, habrá que ponerlo de lado para que siga ventilando y no
corra riesgo de ahogarse en caso de que vomite. Pero si no hay signos de que respire, se debe
colocar boca arriba y echar la cabeza hacia atrás, de manera que el cuello quede tirante y la
barbilla mirando hacia el techo. Se comprobará también que la boca esté despejada.
Una vez colocado, todo ello con la mayor premura posible, habrá que iniciar el masaje cardíaco. El
talón de la palma de la mano se apoyará, con los brazos estirados, en el centro del tórax, a la
altura del pecho. Se llevarán a cabo treinta compresiones rápidas y, acto seguido, se tapará la
nariz y se le insuflará aire por la boca en dos ocasiones.

Medicina preventiva

La medicina preventiva es la especialidad médica encargada de la prevención de las


enfermedades basada en un conjunto de actuaciones y consejos médicos. Salvo
excepciones, es muy difícil separar la medicina preventiva de la medicina curativa, porque
cualquier acto médico previene una situación clínica de peor pronóstico. El campo de
actuación de la medicina preventiva es mucho más restringido que el de la Salud pública,
en la que interviene esfuerzos organizativos de la comunidad o los gobiernos.

La medicina preventiva se aplica en el nivel asistencial tanto en atención especializada u


hospitalaria como atención primaria. Tiene distintas facetas según la evolución de la
enfermedad, y se pueden distinguir cuatro tipos de prevención en medicina.

Primeros auxilios para quemaduras

Una quemadura puede ser dolorosa o no, dependiendo de su grado. El grado de una quemadura está determinado
por su ubicación en el cuerpo y el número de capas de la piel afectadas. Las quemaduras pueden ser ocasionadas
por el calor, la electricidad, productos químicos o radiación. La primera reacción a una quemadura debe ser detener
la fuente de calor o romper el contacto entre la fuente de calor y la piel. El cuerpo retiene el calor y continúa
quemándose hasta que se enfríe la piel. En muchos casos puede enfriarse la quemadura con agua. A no ser que lo
recomiende un profesional médico, nunca use mantequilla ni otros ungüentos, ya que éstos sellan la quemadura en
el calor y pueden ocasionar infecciones. Si se forman ampollas, éstas no deben romperse porque protegen la
quemadura contra las infecciones.

Para quemaduras ocasionadas por el calor, enjuague la quemadura (sin frotarla) o sumerja el área afectada en agua
fresca hasta que desaparezca el dolor. Con un paño estéril, dé palmaditas al área quemada para secarla y después
cúbrala. Para accidentes que involucren quemaduras con líquidos calientes, quite la ropa mojada o coloque a la
víctima en un baño de agua o bajo una regadera. Si se incendia la ropa, apáguela tirando a la víctima al suelo y
haciéndola rodar. Nunca tire de la ropa si está pegada a la quemadura.

Primeros auxilios para la insolación

Primeros auxilios en caso de Insolación

Síntomas:

 Congestión en la cara.
 Dolor de cabeza.

 Respiración rápida.

 Pulso débil.

 Convulsiones y delirio.

 Fiebre (se presenta tardíamente).

 Sudoración.

¿Qué debo hacer?

 Colocar al paciente en un lugar fresco con la cabeza alta y boca arriba.


 Colocar compresas frías y húmedas en la frente.

 Colocar paños fríos en todo el cuerpo si hay fiebre.

 Hacer masajes en las piernas y brazos (si no está quemado).

 Darle de beber agua a temperatura ambiente periódicamente (en un litro de agua


mezclar una cucharadita de sal).

 Si el paciente no mejora, llamar a su servicio de Emergencias Médicas o conducirlo a un


centro asistencial.

Precauciones:

 No darle bebidas heladas.


 No darle bebidas alcohólicas.

Debemos saber ante que tipo de insolación estamos.

Pero siempre se recomienda:

 Retirar al enfermo del calor


 tumbarlo

 utilizar un ventilador para reducir su temperatura

 elevarle los pies

 aplicar compresas frías por el cuello y frente

 darle líquidos

Si se detecta pronto, puede ser tratada desde casa, siempre bajo la ayuda de un médico. En general, se
superará con líquidos frescos. Hay bebidas deportivas que son ideales para estos casos, ya que reponen los
líquidos y las sales del cuerpo que se han perdido.
En el caso de los niños, será necesario la consulta a su pediatra, ya que los alimentos y líquidos mas
apropiados pueden variar.

Si la insolación es moderada, pero detectada a tiempo, una medida eficaz será su rehidratación, aunque
podrá ser necesario la administración de líquidos intravenosos (sueros).

En los casos de una insolación grave, cuando el enfermo muestra signos de shock, convulsiones, la persona
presenta fiebre de más de 102 grados F (38,8ºC), o pérdida de conciencia, serán tratados como una
emergencia médica, avisando de inmediato al número de emergencias y administrándole los primeros
auxilios.

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