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INMUNODEFICIENCIAS
Inmunodeficiencias primarias
En términos generales, los criterios clínicos de alta sospecha para sospechar una
inmunodeficiencia son:
infecciones recurrentes
infecciones crónicas
infecciones por agentes no habituales
respuesta incompleta a tratamiento
infecciones severas con vacunas a agentes vivos
La clasificación de las IDPs ha variado en forma importante con los avances; su última
clasificación la agrupaó en 7 grandes grupos:
inmunodeficiencias combinadas de células T y B
deficiencias predominantes de anticuerpos
otros sin ́ dromes de inmunodeficiencias bien definidos
enfermedades de disregulación inmune
defectos congénitos de fagocitos : número, función o ambos
defectos de inmunidad innata
defectos del complemento
Déficits humorales
Existen algunos datos cliń icos donde el compromiso humoral de la inmunidad tiene
relación. En general debutan al final del primer año de vida, puesto que la producción
endógena de anticuerpos se inicia en esa época. Suelen tener infecciones por bacterias
capsuladas, diarreas crónicas por Giardia lamblia o antecedentes de osteomielitis. Así,
los agentes infecciosos que se asocian más a un déficit humoral son:
o bacterias: Hemophilus, estreptococo, estáfilococo y meningococo
o virus: echovirus, adenovirus y enterovirus
o protozoos : giardia lamblia y criptosporidium
Su severidad es muy variable, desde asintomáticos como muchos de los pacientes con
déficit selectivo de IgA, hasta muy severos como la agamaglobulinemia ligada al X o
enfermedad de Bruton.
Déficit de IgA
Constituye una de las IDPs mas frecuentes, con una incidencia estimada de 1/400. Los
pacientes pueden tener historia de infecciones genitourinarias, gastrointestinales o
respiratorias, dada su presencia importante en la forma secretora en las mucosas del
organismo, Frecuentemente se asocia con alergias como también, en el tiempo, es
posible que se desarrollen enfermedades autoinmunes y eventualmente neoplasias.
Hipogamaglobulinemia transitoria
Se trata de lactantes con historia de infecciones frecuentes, habitualmente del tracto
respiratorio. Al estudiarlos, se objetivan niveles bajos de IgG y en ocasiones de IgA,
pero con niveles normales de IgM. Evolucionan a la resolución espontánea en los
primeros años de vida, pero a veces requieren aporte de inmunoglobulina endovenosa
en forma esporádica.
Inmunodeficiencias secundarias
Malnutrición
La desnutrición calórico-proteica es la mayor causa a nivel mundial de
inmunodeficiencia. Ella puede estar causada no sólo por la ingesta deficiente de
alimentos, sino también por la caquexia resultante de una enfermedad oncológica. El
defecto inmune involucrado es la menor producción de células T y también una menor
funcionalidad. El déficit de micronutrientes contribuye a la alteración de las barreras
mucosa, facilitando la entrada de diversos patógenos. Las condiciones gastrointestinales
y renales que llevan a pérdida de proteínas, producen también efectos similares.
Enfermedades metabólicas
La Diabetes mellitus y la uremia alteran la inmunidad. En la DM se altera
frecuentemente la fagocitosis y la quimiotaxis como también la respuesta
linfoproliferativa. Los pacientes urémicos presentan un riesgo 6 a 16 veces más elevado
de presentar tuberculosis. Se ha demostrado consistentemente alteración en la
quimiotaxis y en la respuesta microbicida. La respuesta a vacunas no persiste mas allá
de 6 meses, a pesar de vacunaciones repetidas.
Otras causas
El trauma, ya sea quirúrgico o traumático altera las barreras epiteliales y provoca
destrucción celular, todo lo cual desencadena una respuesta inflamatoria que
normalmente lleva a la cicatrización. Sin embargo, dependiendo de la intensidad del
trauma, puede a veces desarrollarse una respuesta sistémica severa, incluso con falla
multiorgánica. El stress, por sí mismo, estimula la secreción de cortisol, que favorece el
estado de inmunosupresión.
Los pacientes esplenectomizados son un grupo de consideración especial, pues son muy
susceptibles a desarrollar infecciones severas por gérmenes capsulados. La mortalidad
por sepsis a Str.pneumoniae puede alcanzar entre un 50 a un 70%. Cuando es posible
programar la cirugiá , estos pacientes debieran recibir vacuna antineumocócica, anti
hemophilus y antimeningocócica.
El SIDA
Es provocado por el virus de inmunodeficiencia humana VIH, también denominado
virus linfotropo de células t humanas tipo III HTLV-III, identificado en la molécula
CD4 presente en la membrana de linfocitos TCD4+ cooperadores y en células
presentadoras de antígeno.
El modo de transmisión horizontal del virus, inicialmente mas frecuente, fue la relación
homosexual. Sin embargo, en la actualidad, se ha visto un dramático aumento en la
transmisión a través de relaciones heterosexuales.
Otra alternativa de transmisión es la inoculación del virus al efectuar transfusiones
sanguíneas o de plasma contaminadas, siendo los hemofílicos los individuos mas
frecuentemente afectados.
Finalmente, el uso de jeringas contaminadas con el virus por drogadictos constituye una
vía frecuente de contagio. La transmisión vertical, de madre a hijo, durante el embarazo
o el parto, es también posible.
El virus VIH que contiene dos hebras de RNA genómico, ingresa a los linfocitos y
células presentadoras de antígeno uniéndose al marcador CD4 a través de su proteína de
superficie gp 120. Luego, en el citoplasma, se produce la trascripción de su genoma a
DNA mediante la enzima viral trancriptasa reversa. Estas hebras complementarias se
incorporan al genoma celular en calidad de provirus DNA. La replicación de este
material genético se traduce en la generación de nuevos virus que abandonaran la célula
para continuar su actividad infectiva .
3. Etapa clínica. Se inicia con los típicos síntomas de la enfermedad, esto es, diarreas
prolongadas, fiebre, perdida de peso, infecciones oportunistas y desarrollo de neoplacias
malignas. Este periodo tiene una duración de 1 a 4 años y termina con la muerte del
paciente. Los principales cambios que afectan a células del sistema inmune incluyen un
aumento progresivo en la viremia y en la cantidad de células infectadas con el virus
tanto en la circulación como en el tejido linfoide. el recuento de linfocitos TCD4+ y
TCD8+ muestra una fuerte disminución, presentando estos últimos una incapacidad
citolítica.
En pacientes terminales todas las sub-poblaciones linfocitarias están reducidas, aun
cuando la producción de anticuerpos puede estar aumentada. Los mecanismos
patogénicos que subyacen a los cambios descritos son en parte desconocidos y objeto de
intensa investigación en la actualidad.
Bibliografía
Inmunodeficiencias primarias
Guzman, López, Santos, and Salazar, Félix Ramón Cedillo. Fundamentos para el
ejercicio de la medicina, guía para el examen de residencias médicas: erm, Editorial El
Manual Moderno, 2012. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/espochsp/detail.action?docID=3221602.
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