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Efecto placebo
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Efecto placebo

CONTENIDO
Una selección de nuestros mejores artículos sobre el efecto placebo

Ética del uso El autoengaño


de placebo en Albert Newen y Gottfried Vosgerau
Mente y Cerebro, julio/agosto 2014
investigación clínica
Francisco De Abajo y Diego Gracia
Investigación y Ciencia, noviembre 1997
Errores lógicos
de la homeopatía
El ensayo «contra placebo» Nikil Mukerji y Natalie Grams
Mente y Cerebro, enero/febrero 2018
y el charlatanismo
INCLUYE EL ARTÍCULO:
Grégoire Chamayou
Mente y Cerebro, mayo/junio 2009 El efecto placebo
Corina Hartmann y Steve Ayan
El placebo Mente y Cerebro, enero/febrero 2018

Alexander Mäder
Mente y Cerebro, enero/febrero 2005 El poder curativo
de la esperanza
Milagros para Christian Wolf
incrédulos Mente y Cerebro, septiembre/octubre 2018

Maj-Britt Niemi
Mente y Cerebro, septiembre/octubre 2009 Cómo favorecer
el efecto placebo
Anna Von Hopffgarten
Mente y Cerebro, septiembre/octubre 2018

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ESPECIAL n.o 38 ISSN: 2385-5657
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ESPECIAL
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Ética del uso de placebo
en investigación clínica
La utilización de placebos en investigación clínica
ha sido crucial para el desarrollo de nuevas herramientas terapéuticas.
Pero su empleo exige una cuidadosa valoración ética
Francisco J. de Abajo y Diego M. Gracia

L
a introducción del placebo en Romana en el rezo de vísperas del oficio propone básicamente controlar este fenó-
  la investigación clínica cons- de difuntos. Dice ese versícu­lo: Placebo meno.
  tituyó un paso decisivo en la apli- Domino in regione vivo­rum (“Complaceré Sin embargo, no todo el efecto favora-
cación del método experimental en me- al Señor en la región de los vivos”). En ble que se observa en el grupo de pacien-
dicina. Desde el punto de vista de la efi- el siglo xii, el ofi­cio de vísperas de difun- tes al que se ha administrado placebo es
ciencia estadística y de la claridad en la tos se designaba en inglés como placebo, efecto placebo. En realidad, el cambio a
interpretación de los resultados, las ven- honor que se hacía a la primera palabra mejor producido obedece a la combinación
tajas que aporta un grupo control con de la antífona antes mencionada. Por de factores diversos. Además del carácter
placebo son notables. Pero al mismo extensión, desde el siglo xiv los cantores simbólico de la intervención curativa,
tiempo, por tratarse de sujetos humanos, del salmo pasaron a denominarse “canto- deben mencionarse la propia evolución
el recurso al placebo plantea problemas res de placebo”. A partir de aquí la pala- natural de la enfermedad, el fenómeno
éticos que exigen una cuidadosa valoración bra se enriquece en su significado pasando conocido como regresión a la media (cual-
para decidir en qué casos estaría justifi- a un contexto profano, cuando se aplica quier parámetro que presente variaciones
cado. para describir la forma de actuar de cor- en sus valores tenderá hacia el valor me-
Para el objetivo que nos ocupa podemos tesanos, aduladores y personas compla- dio con el tiempo), las variaciones alea­
convenir en llamar placebo a la sustancia cientes en general. torias y la intervención de factores des-
que por sí misma carece de acción tera- Esa acepción de halago o complacencia conocidos. Separar estos efectos del efecto
péutica y que se utiliza en investigación probablemente se incorpora pronto en terapéutico específico es lo que se pretende
clínica como un control para probar la medicina, aunque la primera definición utilizando como control un placebo.
eficacia de un fármaco o bien de cualquier en que se recoge no llega hasta 1785. En De más reciente incorporación es la
otro procedimiento terapéutico. la edición del Motherby’s New Medical expresión efecto nocebo, que alude a las
La evolución semántica del vocablo es Dictionary de ese año el placebo se des- reacciones adversas asociadas con sustan-
muy interesante. Placebo (“yo compla- cribe como “método banal o medicina”. cias inertes. Abarca, por extensión, los
ceré”) es forma de futuro del verbo latino En 1811, en el Hooper’s Medical Dictio- efectos psicológicos negativos que pueden
placere (“complacer”). Su empleo como nary es ya el “calificativo que se aplica a acompañar a tratamientos medicamento-
sustantivo tiene un origen curioso: el salmo toda medicación prescrita más para com- sos.
114, versícu­lo 9, de la Vulgata (salmo placer al enfermo que para resultarle útil”, El efecto placebo es tan antiguo como
116: 9 de la notación actual), que se in- decantando el significado moderno del la propia terapéutica. La capacidad cura-
corpora a la liturgia de la Iglesia Católica término e indicando la importancia del tiva o el alivio proporcionado a los pa-
elemento psicológico. El carácter inerte cientes de la mayoría de los remedios
del placebo no aparece referido hasta fi- conocidos hasta bien entrado el siglo xx,
nales del siglo xix. debíanse en buena medida al efecto pla-
FRANCISCO J. DE ABAJO Y DIEGO En 1950, A. D. Berg disocia los con- cebo: el excremento de cocodrilo, el cuerno
M. GRACIA colaboran desde hace años ceptos placebo y efecto placebo, este del unicornio, la mandrágora, la carne de
en el estudio bioético de la investiga- segundo de alcance más general. Toda víbora, el esperma de rana, las sangrías,
ción clínica. De Abajo, que se doctoró intervención terapéutica, incluido el pro- son sólo algunos ejemplos llamativos de
en medicina por la Universi­dad de Al- pio placebo, tiene efecto placebo. Walter tratamientos muy populares en distintas
calá de Henares y completó sus estudios Modell, uno de los pioneros de la farma- épocas, exentos de actividad terapéutica
de bioética en la Universidad Complu-
tense de Madrid, trabaja en el Centro
cología clínica, hizo famosa la definición propia. Pero en ninguna de esas panaceas
Nacional de Farmacobiología del Insti- de efecto placebo como “la única carac- había conciencia del efecto placebo. Éste
tuto de Salud Carlos III, de Majadahon- terística común a todos los medicamentos”. comienza a comprenderse en el Renaci-
da. Gracia, cate­drático de historia de la De una manera más estricta entenderemos miento, cuando se observa el papel que
medicina de la Universidad Compluten- aquí por efecto placebo el cambio favo- puede desempeñar la imaginación en el
se de Madrid y autor de varios libros rable que se induce en la enfermedad de origen y curso de las enfermedades. Michel
sobre bioética, es miembro de la Acade- un paciente atribuible al carácter simbólico de Montaigne, en pleno siglo xvi, dedica
mia Española de Medicina.
de la intervención curativa. La utilización uno de sus ensayos a este tema y describe
de placebo en investigación clínica se diversos casos, algunos vividos por él

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1. LA GENTE QUIERE SER ENGAÑADA, se lee en latín y en holandés en la ins-
cripción inferior. El grabado, de principios del siglo xvii, muestra a un vendedor
ambulante de preparados medicinales. La mayoría de estos remedios carecían de
acción terapéutica específica pero el efecto placebo, entre otros factores, les ha-
cía pasar por eficaces y permitía mantener el negocio (prósperamente, a juzgar
por el aspecto del vendedor). El grabado es de Jan van de Velde y pertenece a la
colección Ars Medica del Museo de Arte de Filadelfia.

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mismo, de enfermedades inducidas o la imaginación como causa y cura de los tenemos que conocer el curso natural de
aliviadas por la imaginación: trastornos del cuerpo. Hizo que cinco la enfermedad”.
“Cierto caballero, habiendo convidado pacientes utilizaran “varillas” de imitación
a un grupo de personas, vanaglorióse por
broma, a los tres o cuatro días, de haber-
les hecho comer una empanada de gato.
hechas de madera y todos, excepto uno,
resultaron aliviados de sus problemas. Al
día siguiente repitió el tratamiento con las
L a corriente experimental de Bernard
  y la numérica o estadística de Louis
evolucionaron de forma independiente y
Ello era incierto, mas una joven de las del varillas auténticas y obtuvo similares en cierto sentido opuesta. Bernard des-
festín experimentó tal horror que, cayendo resultados, lo que le llevó a concluir que preciaba la aplicación de la estadística
en una gran fiebre y descomposición de “la mente ejerce efectos poderosos sobre para obtener conocimiento científico: “La
vientre, fue imposible salvarla.” el estado del organismo, y con frecuencia estadística jamás ha enseñado nada acerca
Las enfermedades que son fruto de la este factor ha pasado inadvertido en el de la naturaleza de los fenómenos. Apli-
imaginación pueden obtener alivio inme- tratamiento de las enfermedades”. caría también lo que acabo de decir a
diato si se incide sabiamente sobre la idea En 1865 el fisiólogo francés Claude todas las estadísticas hechas para conocer
que la origina. Refiere el propio Mon- Bernard publica su Introducción al estu- la eficacia de ciertos remedios en la cu-
taigne: “Una mujer, creyendo que se había dio de la medicina experimental, el libro ración de las enfermedades.”
tragado un alfiler con el pan, gritaba y se canónico de la medicina científica mo- Ambas líneas de pensamiento, no obs-
atormen­taba como si tuviese en la garganta derna. Subraya allí la necesidad de la tante, confluyen en la primera mitad del
un dolor insoportable, pues creía que el experimentación comparativa como una siglo xx para dar lugar al patrón oro de
alfiler se le había clavado allí. Como no regla general y absoluta: “Sería fácil pro- la investigación clínica moderna: el ensayo
había por fuera alteración ni muestra del bar que casi todos los errores experimen- clínico controlado. La cada vez más evi-
caso, un hombre discreto, imaginando que tales provienen de que se ha descuidado dente necesidad de utilizar sujetos con-
aquélla era mera fantasía y suposición, el juzgar comparativamente los hechos, troles en los ensayos clínicos desembocó
tiró del trozo de pan con que la mujer se o de que se han creído comparables casos en la utilización de sustancias o interven-
había atragantado, hízole vomitar y echó que no lo eran.” ciones inertes para la enfermedad en es-
a hurtadillas en lo vomitado un alfiler Unos años antes, en 1834, otro médico tudio. La primera vez que se utiliza un
torcido. La mujer, creyendo haber devuelto francés, Pierre Charles Louis, uno de los placebo como control con esta idea parece
el alfiler, sintióse al punto libre de su fundadores de la epidemiología, había haber sido en el ensayo publicado en 1927
dolor.” propuesto el método numérico para eva- por F. R. Ferguson, A. F. C. Davey y W.
Pero hasta las postrimerías del siglo luar los tratamientos médicos, insistiendo W. C. Topley en el que se compa­raba una
xviii nadie intenta separar el efec­to placebo en el carácter comparativo de la investi- vacuna para el catarro común con suero
del efecto terapéutico específico de los gación clínica: “Para asegurarnos de la salino, desconociendo los individuos ex-
tratamientos al uso. Es entonces cuando superioridad de un tratamiento sobre otros perimentales a qué tratamiento habían
se realizan los primeros estudios científi- en cualquier enfermedad, y teniendo en sido asignados.
cos. Uno de los más famosos fue el que cuenta las diferentes circunstancias de Desde entonces, la utilización de pla-
llevó a cabo cierto médico escocés de edad, sexo y constitución, no cabe duda cebos como controles en los ensayos
apellido Haygarth. Se habían puesto de que hemos de hacerlo preguntando si bajo clínicos fue la norma en una metodología
moda por aquella época unas varillas estas circunstancias el número de indivi- que culmina a finales de la década de los
metálicas que, merced a ciertas propieda- duos que se cura por un medio es mayor cuarenta con la aportación fundamental
des eléctricas, se decían útiles para una que el que se cura por el otro. Aquí, de de Austin Bradford Hill: la asignación
gran variedad de enfermedades. Llevaban nuevo, es necesario contar. Y en gran aleatoria individual, ciega e impredecible
el nombre de su crea­dor, los tractores de parte es por la rara o nula utilización que de los tratamientos a comparar, que es sin
Perkin. El tratamiento era recomendado hasta ahora se ha hecho de este método, duda el mejor procedimiento para tratar
por médicos eminentes y su éxito fue tan por lo que la ciencia de la Terapéutica de hacer homogéneos (lo más similares
grande, que acabó por crearse en Londres sigue siendo tan incierta.” Además, añade posible) los grupos de comparación. En
un instituto sobre “Perki­nismo”. Haygarth, Louis, para que los cálculos sean correctos los años cuarenta comienza también el
movido por un escepticismo digno de es necesario “conocer con precisión en estudio científico del efecto placebo, los
admiración, sometió el tratamiento a un qué período de la enfermedad se ha co- factores que lo condicionan, sus bases
experimento que describió en su libro De menzado el tratamiento y, especialmente, psico-fisiológicas y su farmacología.

GRUPO A
POBLACIÓN SELECCIONADA
1 2 3 1 INVE

ABBABA 1 4 6
BABABA
BBAAAB
4 5 6 BABABA
A B

2 3 5

CRITERIOS
HOSPITAL DE SELECCIÓN ASIGNACIÓN ALEATORIA

GRUPO B

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En nuestros días, la utilización más pequeña sea la diferencia p-q que nos Una de las principales limitaciones es el
habitual del placebo es como comparador. interesa demostrar como estadísticamente llamado “efecto secuencia”, que ocurre
Mediante su empleo, se busca obtener sig­nificativa. Otra cuestión es si la dife- cuando el efecto del tratamiento que se
una medida del ruido de fondo provocado rencia además es clínicamente relevante. aplica en primer lugar persiste cuando se
por factores distintos de la intervención Ambos criterios son necesarios para dar aplica el segundo. Con la intención de
experimental propiamente dicha. Para valor al resultado obtenido. reducir esta influencia y tratar de recupe-
someter a prueba la eficacia de un fár- La utilización de un placebo en el grupo rar las condiciones basales antes de ad-
maco, suelen disponerse dos grupos: el control permite atribuir significación es- ministrar el segundo tratamiento, es cos-
grupo control y el grupo experimental. tadística al efecto de la intervención ex- tumbre realizar un período de lavado en
Los pacientes que cumplen determinados perimental con un menor número de pa- el que con frecuencia se emplea un placebo
criterios de selección, y una vez que han cientes del que sería necesario si como de características similares a las de los
otorgado su consentimiento, se asignan grupo control se utilizara un tratamiento medicamentos del ensayo. El período de
de forma aleatoria a uno u otro. Al cabo más eficaz que el placebo. Por ello se dice lavado debe durar el tiempo suficiente
de un tiempo, especificado de antemano que el uso de un placebo como control para que desaparezca del organismo la
en el protocolo, se evalúa la respuesta hace la investigación más eficiente desde mayor parte del medicamento del primer
sobre los parámetros clínicos o analíticos un punto de vista estadístico. período.
que se juzguen más apropiados. El placebo
facilita, asimis­mo, que el estudio pueda
realizarse bajo condiciones ciegas. El
ensayo en cuestión será a “simple ciego”,
C uando se pretende comparar dos
  medicamentos cuya posología o vía
de administración son diferentes, y con-
S e recurre también al placebo en
  algunos ensayos, antes de la asigna-
ción aleatoria, cuando deba procederse a
si sólo es el paciente quien desconoce la viene hacerlo en condiciones ciegas, el la estabilización de la situación del pa-
identidad de los tratamientos que se com- placebo puede utilizarse como comple- ciente, el lavado de tratamientos previos
paran; será a “doble ciego”, si, además, mento para hacer indis­tinguible la inter- o la identificación de los pacientes que
la ignora el investigador que evalúa la vención experimental de la intervención han dado respuesta positiva al placebo.
respuesta (para conseguir esto, las carac- control. Esta téc­nica se denomina doble- Este período es conocido como de pre-
terísticas organolépticas de los tratamien- simulación (double-dummy). Por ejemplo, inclusión (run-in). Es frecuente emplear
tos a comparar han de ser indistinguibles). cuan­do se quiere comparar un tratamiento esta técnica en los ensayos que se realizan
Pensemos, por ejemplo, que se quiere A que se administra una sola vez al día en hipertensión, depresión o angina de
conocer la eficacia de un fármaco para el (por la mañana) con un tratamiento B que pecho. En determinadas investigaciones
tratamiento de la úlcera duodenal. El se administra 2 veces al día (mañana y se sustituyen los tratamientos sometidos
parámetro de evaluación lo fijamos en la noche), se puede conseguir el enmasca- a comparación por un placebo al final del
desaparición de la úlcera duodenal visua- ramiento haciendo que los pacientes tra- ensayo, con la idea de poner de manifiesto
lizada por endoscopia digestiva a las 4 tados con A reciban por la noche un pla- posibles efectos de retira­da (efecto rebote,
semanas de iniciado el tratamiento. La cebo de iguales características al o bien un síndrome de abstinencia física).
proporción p de pacientes curados en el tratamiento activo. Esta técnica conviene emplearla en gene-
grupo experimental se compara con la Otra aplicación del placebo es en los ral con los medicamentos que actúan
proporción q de pacientes curados en el ensayos clínicos cruzados que se caracte- sobre el cerebro.
grupo control. Para conocer si la diferen- rizan porque cada paciente recibe todos
cia p-q puede ser explicada meramente
por el azar se somete el resultado a prue-
bas de significación estadística. Si la
los tratamientos que se comparan. Dicho
de otro modo, cada sujeto actúa como
autocontrol. La secuencia que recibe cada
L a utilización de los seres huma-
  nos en la investigación biomédica
ha planteado siempre graves dilemas mo-
probabilidad de que el azar explique la sujeto se determina de forma aleatoria. rales. Para abordar esa cuestión, sin em-
diferencia observada es menor de 0,05, Las ventajas de este diseño respecto al bargo, conviene tener claro desde un
se acepta el resultado como estadística- tradicional de grupos paralelos son la comienzo que un producto diagnóstico o
mente significativo. La significación reducción de la variabilidad en las res- terapéutico está en fase de investigación
estadística depende de manera fundamen- puestas y el ahorro notable de muestra, cuando aún no se conocen sus propiedades.
tal del tamaño de la muestra. En general pero sus limitaciones restringen bastante O lo que es lo mismo, cuando su carácter
éste deberá ser tanto mayor cuanto más el campo de aplicación de este método. diagnóstico o terapéutico es sólo potencial.

RESPUESTA
2. EN UN ENSAYO CLÍNICO los sujetos que presentan las
características exigidas por los criterios de selección estable-
% PACIENTES

INVESTIGADOR
cidos en el protocolo y que han otorgado su consentimiento
NO
T RESPUESTA
voluntario e informado se asignan aleatoriamente a uno de
los grupos de comparación. Para ello, se ha elaborado pre-
viamente una tabla en la que los tratamientos codificados
como A y B se encuentran ordenados al azar. Los investiga-
dores que van a tratar a los pacientes no tienen acceso a esta
tabla. A partir de aquí se preparan sobres cerrados numera-
NO dos en cuyo interior se encuentra el código del medicamento
RESPUESTA
que ha de administrarse. Los tratamientos A y B son indis-
tinguibles en sus características organolépticas (forma, color,
% PACIENTES

sabor, olor, consistencia...) para asegurar que ni los pacien-


RESPUESTA
tes ni los investigadores puedan identificar qué medicamento
corresponde a cada uno (el ensayo se llama por ello doble-
T ciego). Al cabo de un tiempo T se mide la respuesta y se
compara el resultado entre ambos grupos.

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Ese tipo de investigación no se propone tifica la investigación en animales y en Biomé­dicas y del Compor­tamiento, creada
mejorar la condición biológica del sujeto cadáveres, pero no la investigación en por el Congreso de los Estados Unidos en
en que se realiza, sino sólo aumentar humanos que no sea compatible con un julio de 1974. A partir de entonces, ha ido
nuestro conocimiento sobre el producto. objetivo directamente terapéutico. Más enriqueciéndose con nuevas aportaciones,
Por supuesto, ello podrá repercutir en recientemente, Wil­liam Osler y otros han hasta constituir un cuerpo de doctrina que
beneficio de muchedumbres de personas defendido que la experimentación en se- en síntesis viene a decir lo siguiente.
en el futuro, pero en el momento de la res humanos es moralmente permisible si La vida moral de los seres humanos se
investigación el único objetivo posible es y sólo si éstos la aceptan voluntariamente, rige siempre por unos criterios generales
aumentar nuestro conocimiento sobre la una vez informados sobre los riesgos. que actúan a modo de canon de medida
sustancia. Ahora bien, ¿se puede someter La verdad es que la puesta a punto de de las acciones, a modo de criterio de su
a un hombre a riesgos notables, mortales la metodología del ensayo clínico y el bondad o malicia. Toda acción tiene que
quizá, con el simple propósito de aumentar incremento exponencial de la investigación compararse siempre con un patrón de
nuestro conocimiento sobre algo? Ese es clínica han planteado en nuestro siglo este medida, a fin de poder juzgar su correc-
el problema ético. tema con particular crudeza, sobre todo a ción. Dicho canon o patrón es necesaria-
A lo largo de la historia de la medicina partir de los experimentos en campos de mente un criterio racional. De éstos, el
este problema se ha resuelto de diferentes concentración nazis y de las denuncias más clásico es el principio de reciprocidad,
modos. El cronista romano Celso, del realizadas en los años sesenta, especial- según el cual una acción no puede ser
siglo i de nuestra era, cuenta que en Ale- mente en los Estados Unidos, de investi- considerada buena si tiene un carácter
jandría se utilizaban condenados a muerte gaciones poco éticas. asimétrico tal, que no desearíamos el in-
para tales menesteres, ya que en los demás tercambio de papeles con quien sufre sus
casos se consideraba la experimentación
moralmente injustificable, al menos si
suponía riesgo de muerte. En los albores
L a moderna ética del ensayo clí-
  nico comenzó a sistematizarse en los
años setenta, y encontró su primera formu-
consecuencias. La fórmula clásica de ese
principio de reciprocidad es la llamada
Regla de Oro, que manda no hacer a los
de la medicina experimental, Bernard echa lación en 1978, en el Informe Belmont demás lo que no queramos que éstos nos
mano de otro criterio ético y afirma que (así llamado por la ciudad donde se realiza) hagan a nosotros.
nunca está justificado actuar en el cuerpo con que acabaron los trabajos de la Co- Otro principio canónico es el de uni-
de un ser humano vivo más que para misión Nacional para la Protección de los versalizabilidad, según el cual quien afirma
buscar su propio beneficio. Bernard jus- Sujetos de Investigación en las Ciencias una acción concreta como correcta o in-

EFECTO ESPECÍFICO FENÓMENO DE


REGRESIÓN A LA MEDIA

RECEPTOR
MEDICAMENTO A
A

A
A

T0 T1

EVOLUCIÓN NATURAL

ENFERMO SANO
T0 T1

EFECTO PLACEBO VARIACIONES ALEATORIAS

3. LA ACCION CURATIVA de los medicamentos es debida a su oscilante visitan al médico con más frecuencia en los períodos de
efecto farmacológico específico, pero también pueden contribuir, de mayor intensidad, a partir de los cuales la evolución natural es la
modo variable según los casos, otros factores. El efecto placebo está mejoría, aun sin tratamiento. Otras veces intervienen factores des-
mediado por mecanismos psicofisiológicos y se debe al carácter conocidos que interpretamos como variaciones aleatorias. Separar
simbólico de curación que poseen tanto el medicamento como el todos estos efectos del efecto farmacológico específico es el objetivo
propio médico. Los pacientes con enfermedades de evolución clínica de utilizar un placebo como control en investigación clínica.

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4. CLAUDE BERNARD ET SES DISCIPLES, famoso cuadro de Léon L’Hermite. Bernard publicó en 1865 la Introducción al estudio
de la medicina experimental, el libro canónico de la medicina moderna, donde subraya la necesidad de la experimentación comparativa.

correcta tiene que estar afirmando a la vez filosofía significa que carece de contenido ticular atención a ese esbozo general de
que todas las acciones exactamente igua- concreto. Ni el principio de reciprocidad, las proposiciones deontológicas. Esbozo
les a la juzgada deberían tomarse también ni el de universalizabilidad, ni tampoco cuyos perfiles precisaron en tres princi-
por correctas o incorrectas. No se trata de la proposición universal de respeto de los pios generales: respeto por las personas,
atribuir a tales preceptos validez universal seres humanos que de aquellos se deriva beneficencia y equidad. Tom L. Beau­
por sí mismos, sino de que los seres ra- tienen contenido deontológico. No dicen champ y James F. Childress añadieron
cionales deberían convenir en concedér- cómo hay que actuar. Afirman que una en 1979 un cuarto principio, el de no-
sela. Los preceptos, aunque no sean en sí actuación sólo podrá considerarse correcta maleficencia. Beauchamp y Chil­dress
universales, gozan de una pretensión ra- si cumple con esos criterios. Estos definen, denominaron principio de auto­nomía al
cional de universalizabilidad. pues, el “qué”, pero no el “cómo”. Dicen de respecto por las personas, y de justicia
Los principios de reciprocidad y uni- que hay que respetar a los seres humanos, al de equidad.
versalizabilidad del canon llevan fácil- pero no cómo hay que respetarles, con En adelante, se aceptaría que el respeto
mente a formular la proposición general qué acciones. de los sujetos de experimen­tación exigiría
de que los seres humanos deben ser res- siempre cumplir con estos cuatro princi-
petados y que, por tanto, no pueden ser
utilizados como simples medios para los
objetivos particulares de cualesquiera
A diferencia del canon, las normas
  de acción sí presentan contenido
material y deontológico. Las normas de
pios: autonomía (res­petar las preferencias
de las personas), beneficencia (respetar
sus idea­les de vida buena), no-maleficen-
otros. Los sujetos humanos deben consi- acción afirman la corrección o incorrección cia (no hacer daño) y justicia (distribuir
derarse siempre fines. En la actualidad de ciertas conductas concretas, como no equitativamente las cargas y los benefi-
hay una fuerte tendencia a ampliar esta matar, no mentir, etc. Ahora bien, entre cios). Toda norma que quiera ser moral
fórmula dando cabida a los animales o al el canon y las normas concretas hay un deberá cumplir con ellos. Esto no significa
conjunto de la vida. Pero en cualquier caso gran espacio, que necesita de una cierta que carezcan de excepciones.
nadie duda que debe abarcar al menos a mediación. En la terminología kantiana Los cuatro principios se han venido
todos y cada uno de los seres humanos. esa mediación la desempeñan las “máxi- considerando del mismo nivel. No habría,
Utilizando expresiones que proceden mas”, o principios subjetivos de la acción. pues, orden jerárquico entre ellos. Sin
del filósofo Immanuel Kant, cabría decir Las máximas no son normas, sino un embargo esto choca con una tradición
que los seres humanos son fines y no guión, un “esbozo” de lo que deben ser inveterada, que considera que los deberes
medios, y que tienen dignidad y no precio. las normas o de las condiciones que deben morales son de dos tipos muy distintos,
Éste es, en esencia, el canon de moralidad. cumplir éstas. unos negativos o de prohibición y otros
Un canon que, como Kant señaló, posee Los miembros de la Comisión Nacio- positi­vos o de virtud. Los primeros tienen
carácter meramente formal, lo que en su nal estadounidense citada prestaron par- la característica de ser exigibles a todos

9
por igual, razón por la que tienden a con- igual y tener carácter público se han de- preferencias y valores, una vez respetadas
vertirse en derecho y llevar asociada una nominado tradicionalmente deberes per- las normas comunes que sirven de marco
pena. El no matar es una norma derivada fectos. a la convivencia.
del principio de no-maleficencia, y el no Por el contrario, los principios de auto- Por supuesto, genéticamente todos los
robar otra derivada del principio de justi- nomía y beneficencia son de gestión pri- otros principios surgen del de auto­nomía,
cia. Estos dos principios cubren toda el vada. Nadie puede escudarse en la auto- ya que sin ella ningún otro podría existir.
área de los deberes negativos o de prohi- nomía para matar a otro, pero sí para Pero una vez que los individuos de un
bición, que por ser exigibles a todos por organizar su vida de acuerdo con sus grupo social elevan a la categoría de marco
un precepto como el de no matar o el de
ENSAYO 1 HIPÓTESIS NULA HIPÓTESIS ALTERNATIVA no robar, los individuos concretos han de
A frente a P A=P A≠P acatar la norma, aun en el caso de que
quieran hacer lo contrario. Si, pues, ge-
néticamente la auto­nomía y la beneficen-
cia son los principios primarios, y la
no-maleficencia y la justicia tienen ca-
rácter derivado, una vez establecidos estos
últimos, tienen una jerarquía superior a
1– β = 0,95 los primeros, de tal modo que su exigibi-
lidad no depende ya de la voluntad indi-
vidual.
Puesto que los principios de no-male-
ficencia y justicia obligan con indepen-
α/2 = 0,025 α/2 = 0,025
dencia de la opinión y la voluntad del
β = 0,05 sujeto, se dice que están a un nivel supe-
rior (llamémosle nivel 1) que los de auto-
nomía y beneficencia (nivel 2). Se esta-
O D1
blece en el nivel 1 que todos los hombres
DIFERENCIA REAL DE EFECTOS
ENTRE A Y P
deben ser tratados con igual consideración
y respeto, tanto en el orden biológico
(no-maleficencia) como en el orden social
ENSAYO 2 HIPÓTESIS NULA HIPÓTESIS ALTERNATIVA (justicia). Ambos principios explicitan la
A frente a B A=B A≠B universalidad de la ética. Para caracterizar
a este nivel moral regido por los principios
de no maleficencia y justicia se habla de
ética de mínimos, pues se nos puede
obligar por ley a su cumplimiento.
El nivel 2, en cambio, concierne al
1– β = 0,60
ámbito de lo privado. Cada individuo debe
ser tratado de forma distinta, peculiaridad
que deriva del respeto a la autonomía de
las personas, a su sistema de valores y a
su idea de bienestar (beneficencia). El
α/2 = 0,025
nivel 2 es el de la ética de máximos, que
α/2 = 0,025 depende siempre del propio ideal de per-
β = 0,40
fección y felicidad que nos hayamos
marcado.
O D2
DIFERENCIA REAL DE EFECTOS
ENTRE A Y B E l nivel 1 tiene prioridad sobre el
  nivel 2. Aunque se contara con el
consentimiento del paciente, por ejemplo,
5. LA UTILIZACIÓN DE UN PLACEBO (P) en vez de un control activo (B) facilita la no estaríamos legitimados para llevar a
demostración de eficacia del medicamento experimental (A). Si un ensayo clínico se cabo sobre él una investigación malefi-
repitiera infinitas veces y se fueran anotando los valores obtenidos en el eje de abscisas cente o injusta. Puede servirnos de ejem-
y sus frecuencias respectivas en el eje de ordenadas, éstas se distribuirían siguiendo
una campana de Gauss. La dispersión de resultados en torno al efecto real del medica- plo el triste­mente famoso estudio de
mento se debería al azar y es el precio que hay que pagar por trabajar con muestras. Tuskegee, llamado así por la ciudad del
En la figura se representa la distribución de probabilidades de los posibles resultados estado de Alabama (Estados Unidos)
de los ensayos 1 y 2 que el azar explicaría en las dos hipótesis operativas posibles: la donde se realizó. El estudio pretendía
hipótesis nula que afirma la igualdad de los tratamientos (diferencia D = 0) y la hipóte- conocer la historia natural de la sífilis no
sis alternativa (D ≠ 0). Obsérvese que en ambos casos la probabilidad de que un deter- tratada. Para ello los investigadores se-
minado resultado se deba al azar disminuye a medida que se aleja del valor central. leccionaron a hombres negros de áreas
Cuando esta probabilidad (o error α) es inferior a 0,05 se acepta por convención que
dicho resultado es estadísticamente significativo. El error α representaría la probabili- rurales que tenían la enfermedad. El es-
dad de rechazar la hipótesis nula siendo cierta. El error β la probabilidad de no recha- tudio comenzó en los años treinta antes
zar la hipótesis nula cuando es falsa; su complementario 1 – β indicaría el poder que de que la penicilina estuviera disponible,
tiene el ensayo de detectar como significativa una diferencia que realmente existe. La pero se mantuvo mucho tiempo después
utilización de un placebo (ensayo 1) hace que la diferencia sea mayor (D1 > D2) y pueda de que este antibiótico fuera un tratamiento
detectarse con un poder de contraste superior a si se utilizara un control activo (ensayo habitual. Este estudio era a todas luces
2) para un mismo error α y un mismo tamaño muestral. maleficente y además injusto (¿por qué

10
sólo negros, y analfabetos en su mayoría,
si la enfermedad no afectaba sólo a ellos?)
y por tanto rechazable aun cuando los
pacientes hubieran consentido con la in-
vestigación. Pero la realidad es que esto
tampoco ocurrió: a los pacientes se les
privó del tratamiento y de la información
y no se les dio la oportunidad de consen-
tir. Este estudio se hizo público en 1972
y constituyó uno de los mayores escán-
dalos de la historia de la ética de la inves-
tigación clínica posterior a Nuremberg.
Hay que respetar en todas las situacio-
nes ese esbozo moral, expresado en los
cuatro principios señalados. Sin embargo,
en cuanto esbozo tiene carácter general.
Cuando se trata de aplicarlo a una situa­
ción determinada podría suce­der que las
consecuencias de su puesta en obra fueran
peo­res que las que resultarían de su no
aplicación. Esas situaciones de excepción
pueden afectar lo mismo a la aplica­ción
de los principios de no-maleficencia y
justicia que a los principios de autonomía
y beneficencia. Citemos la mentira piadosa
como ejemplo de excepción al nivel 1 y
la in­ves­tigación en personas in­cons­cientes
y en situaciones de urgencia, cuando se
espera un beneficio para ellas que no puede
conseguirse de otro modo, como ejemplo
de excepción al nivel 2.
Vemos, pues, que todo razonamiento
moral consta de tres pasos: sistema de
referencia (el canon de moralidad), esbozo
(los principios) y experiencia (la valora-
ción de las consecuencias). Sólo al final
de este proceso se pue­de considerar que
una decisión o un acto está justificado 6. SOSTENÍA IMMANUEL KANT que los seres humanos son fines y no medios, y que
racionalmente. tienen dignidad y no precio. Kant, que aparece aquí en un retrato al óleo, ha ejercido
una poderosa influencia en la filosofía moral de los últimos doscientos años.

D etallemos el desarrollo aplicado


  del esbozo moral. Cualquier ele-
mento éticamente relevante que haya que pecialmente a los sujetos que por razón punto de anclaje ético de la mal llamada
tomar en cuenta en la investigación clínica de inmadurez o enfermedad tengan su investigación no terapéutica, aquella en
entrará en el nivel 1 o en el nivel 2 de lo autonomía reducida, y finalmente exigen la que no es esperable un beneficio para
que hemos llamado esbozo moral. Así, que se maximice el bienestar de los suje- el sujeto de investigación (por lo que
los principios de no-maleficencia y justi- tos atendiendo a sus preferencias. sería mejor llamarla investigación sin
cia exigen que la investigación sea correcta Dentro de todos esos elementos, los dos beneficio potencial). Un riesgo superior
desde un punto de vista técnico, que se que atañen de manera más direc­ta al em- al mínimo requeriría un beneficio propor-
lleve a cabo por investigadores compe- pleo del placebo son la relación beneficio- cional para el individuo. Si éste no exis-
tentes, que la selección de los pacientes riesgo y la situación de indeterminación tiera, pero de la investigación se derivara
sea equitativa, que no se induzca daño a clínica, ambos dependientes de los prin- un beneficio importante para la sociedad
los sujetos salvo que se espere obtener un cipios de no-maleficencia y justicia. y no hubiera alternativas de diseño válidas
beneficio proporcional (relación beneficio- Empecemos por la relación beneficio- científicamente, podría valorarse la posi-
riesgo no desfavorable) y que exista un riesgo. No deben administrarse medica- bilidad de hacer una excepción. Sin em-
estado de incertidumbre o indeterminación mentos ni realizar intervenciones, ya sean bargo, sólo puede asumir la excepción,
clínica respecto a cuál de los tratamientos terapéuticas o diagnósticas, cuya relación apelando al principio de justicia, el repre-
que se comparan sea mejor. beneficio-riesgo esperable para el paciente sentante legítimo del bien común: el Es-
Por su parte, los principios de auto­nomía del ensayo sea desfavorable, según se tado.
y beneficencia exigen que se informe juzga por la comunidad científica, o, en El segundo elemento importante es que
verazmente a los sujetos de la realización su defec­to, por el propio médico. Cuando entre las intervenciones sometidas al en-
de la investigación, de sus objetivos, be- el riesgo es mínimo o inferior al mínimo, sayo debe darse una situación de indeter-
neficios y riesgos y se les pida su consen- entendiendo por tal aquel que asumimos minación clínica (clinical equipoise). De
timiento a participar sin que medie coac- todos en las actividades normales de la acuerdo con Benjamin Freedman, “a tenor
ción o influencia indebida, pudiendo vida diaria, un beneficio mínimo o incluso de los datos disponibles, una comunidad
revocar dicho consentimiento en cualquier nulo sería compatible con el respeto al de médicos competentes estaría de acuerdo
momento. Exigen, además, proteger es- principio de no-maleficencia. Este es el en ofrecer a sus pacientes cualesquiera de

11
las estrategias de tratamiento evaluadas ENSAYO 1 Vayamos con la segunda categoría, el
en un ensayo clínico debido a que ninguna daño directo por la aplicación del placebo
de ellas se ha establecido como más apro- GRUPO A + o de intervenciones cruentas. Debe acep-
piada”. Robert J. Levine resume esa idea tarse que, en general, los pacientes del
en una frase taxativa: “Es posible formu- A B grupo placebo van a obtener un beneficio
lar una hipótesis nula honrada.” El con- escaso, si no nulo. Por ello Levine ha
cepto de indeterminación (o equipoise) propuesto que la investigación que incluya
debe extenderse también a las alternativas
terapéuticas que quedan fuera del ensayo:
GRUPO B + un grupo placebo tenga, para este grupo,
la consideración de no terapéutica (sin
ninguna de éstas debería tener mejor re- beneficio potencial). En estas investiga-
A B
lación beneficio-riesgo que las que se ciones el riesgo a que debe someterse a
someten a ensayo. Si así fuera, no habría ENSAYO 2 los sujetos debe ser mínimo. Imaginemos
equipoise entre las mismas. Este es el GRUPO A un ensayo clínico que propone probar a
criterio que parece querer reflejar el punto largo plazo (por ejemplo, 54 semanas) un
II-3 de la Declaración de Hel­sinki: tratamiento intramuscular en pacientes
“En cualquier estudio clínico, todo diabéticos, que como se sabe son espe-
paciente, inclusive los de un eventual cialmente propensos a las infecciones, y
grupo control, debe tener la seguridad de A A A que plantea un grupo control con placebo,
que se le aplica el mejor procedimiento también por vía intramuscular. El riesgo
diagnóstico y terapéutico confirmado.” GRUPO B de la aplicación del placebo es superior
Pero el criterio de indeterminación al mínimo por lo que, en principio, sería
clínica es sólo una forma de expresar el inaceptable. Si no hubiera otra alternativa
principio de no-maleficencia. No puede, de diseño válida (control histórico, no
por tanto, ir más allá del propio principio. B B B tratamiento, tratamiento con placebo por
Una investigación en la que no exista una vía oral) y la investigación fuera de gran
indeterminación clínica real es maleficente PLACEBO MEDICAMENTO relevancia social, podría valorarse hacer
porque entraña un exceso de riesgo evi- una excepción extremando las medidas
table en las personas a las que se les ofrece de reducción del riesgo de los sujetos. Las
7. TÉCNICA de doble simulación.
el tratamiento inferior. Pero si el exceso Cuando se pretende comparar dos medi- mismas consideraciones se harían si el
de riesgo es inexistente o mínimo, la falta camentos A y B que se administran por ensayo clínico planteara la rea­lización de
de indeterminación clínica no puede con- una vía distinta, digestiva y respiratoria, exploraciones cruentas.
siderarse maleficente. No se atentaría, por ejemplo (ensayo 1), o bien con una El daño indirecto por la omisión de un
pues, contra el nivel 1 y, por tanto, el frecuencia diferente, tres veces al día res- tratamiento potencialmente beneficioso
problema del uso de placebo podría re- pecto a una vez al día (ensayo 2), se uti- constituye el problema ético que más
solverse en el nivel 2 con un consenti- liza un placebo para compensar las dife- discusiones ha suscitado y el que resulta
rencias entre los dos grupos, permitiendo
miento informado apropiado. que el ensayo pueda hacerse a doble- más arduo de resolver. ¿Es ético probar
ciego. Para facilitar la comprensión el frente al placebo la eficacia de los nuevos

L a mayoría de los problemas éti-


  cos que el uso de placebo plantea en
investigación clínica provienen de su uso
placebo se ha colorea­do de forma dis-
tinta, pero en realidad el placebo debe
tener las mismas características organo-
antivirales para el tratamiento del sida,
los antidepresivos, los antihipertensivos
o los antiulcerosos, sabiendo que hay
como comparador. Bási­camente se pueden lépticas que el tratamiento activo. tratamientos eficaces en dichas áreas? Y
agrupar en tres categorías principales: el cuando la enfermedad no tiene un tra-
engaño, el daño directo por la aplicación tamiento aceptado, pero es mortal, ¿es
del placebo o de intervenciones cruentas las alternativas que puede recibir. No se ético probar la eficacia de uno nuevo frente
y el daño indirecto por la omisión de un busca que la investigación produzca un al placebo?, ¿siempre o con restricciones?
tratamiento potencialmente beneficioso. efecto placebo, sino que lo que se propone Retomemos el marco teórico antes
El empleo de placebo para los períodos es controlarlo, que se reparta equitativa- formulado. La investigación en el grupo
de lavado, de preinclusión o de retirada mente entre los grupos de tratamiento. placebo debe considerarse sin beneficio
plantea un cuarto problema: la interrupción Sólo en aquellos ensayos cuyo objetivo potencial; por tanto, el ries­go, o mejor
de un tratamiento beneficioso para el es investigar los efectos de la administra- dicho, el exceso de riesgo que soportan
paciente. ción de placebos y sus determinantes se estos pacientes debe ser mínimo. El exceso
De la propia definición de placebo o de plantea la necesidad del engaño, pero este de riesgo depende de la frecuencia y mag-
efecto placebo se desprende que el engaño tipo de investigación es muy especializado nitud de las complicaciones de la enfer-
es un componente sustancial del fenómeno. y resulta insignificante en el contexto medad o componente de la enfermedad a
El engaño es la puerta de entrada del clínico. la que se destina el tratamiento que se
componente mágico que precisa el efecto Para el resto de los casos, el engaño no ensaya; y depende también de la indeter-
placebo para producirse. Pero el engaño es necesario y probablemente no es ni minación clínica entre los tratamientos
no es ético porque es maleficente. En la recomendable por razones estrictamente que se comparan en el ensayo (la inter-
práctica clínica sólo puede justificarse científicas; por tanto, no debería existir vención experimental y el placebo) y
desde un punto de vista ético como una como problema ético. Ello no quita para entre el placebo y los tratamientos alter-
excepción, cuando la comunicación de la que en la práctica pueda convertirse en nativos ya validados y no sometidos a
verdad depara consecuencias peores que problema si, por temor a que el paciente ensayo.
el engaño (la mentira piadosa). Pero en rechace su inclusión en el ensayo, no se Cuando existe un verdadero estado de
investigación clínica el engaño no debería le comunica que existe la posibilidad de indeterminación clínica, esto es, la comu-
ser un problema. No hay razones cientí- recibir una sustancia inerte y de sus con- nidad científica acepta que no hay pruebas
ficas que impidan informar al paciente de secuencias. Como es obvio, este tipo de suficientes para considerar que un tra-
la existencia de una sustancia inerte entre engaño no admite justificación ética. tamiento tiene una relación beneficio-

12
riesgo superior al placebo en la enferme- CANON
dad en estudio, entonces el uso de placebo
no comporta un exceso de riesgo a priori PRINCIPIOS DE RECIPROCIDAD Y UNIVERSALIZABILIDAD
con respecto a la aplicación del tratamiento PRINCIPIO DE IGUAL CONSIDERACIÓN Y RESPETO DE TODOS LOS SERES HUMANOS
experimental. En ensayos de larga dura-
ción, y en especial cuando se utilizan como
parámetros de evaluación de la eficacia
variables de las llamadas duras (mortali- ESBOZO MORAL
dad o complicaciones incapacitantes), NIVEL 1 (GESTIÓN PÚBLICA) NIVEL 2 (GESTIÓN PRIVADA)
deben rea­lizarse análisis intermedios a lo
largo del ensayo para valorar si la situación NO-MALEFICENCIA AUTONOMÍA
de indeterminación clínica de partida se NO HACER DAÑO RESPETO A LAS PREFERENCIAS
mantiene o no. Es muy importante fijar DE LAS PERSONAS
de antemano en qué momento se van a JUSTICIA BENEFICENCIA
realizar los análisis intermedios y qué DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA RESPETO A LOS IDEALES DE
criterios se van a manejar para decidir la DE CARGAS Y BENEFICIOS VIDA BUENA DE LAS PERSONAS
continuación o la suspensión del ensayo.
Los problemas más importantes que
plantea el uso de placebo comienzan EXPERIENCIA MORAL
cuando no existe el estado de indeter­ VALORACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS
minación clínica, porque hay tratamien­tos
ya validados fuera del ensa­yo o porque el
8. LOS TRES PASOS del razonamiento moral. Una decisión se justifica racionalmente
tratamiento supuestamente experimental cuando para adoptarla se ha seguido la secuencia mostrada en el esquema. El canon es
ha superado el proceso de validación. Ante meramente formal, es decir, sin contenido material concreto. El esbozo, en cambio,
esas situaciones, la reacción mayoritaria contiene las condiciones o máximas que deben cumplir las normas morales. El esbozo,
suele ser considerar como no ético el uso como las hipótesis científicas, se contrasta con la realidad a través de la experiencia. Si
del placebo. En su apoyo se suele acudir las consecuencias de aplicar el esbozo, juzgadas desde el canon, resultaran peores que
al punto II.3 de la Declaración de Helsinki las de su no aplicación, se justificaría hacer una excepción al esbozo hasta que pudiéra-
antes referido. mos elaborar otro mejor.
Pero pongamos un par de ejemplos que
nos ayuden en la reflexión. Imaginemos,
en primer lugar, un ensayo en el que se
compara con placebo la eficacia de un dos horas. Si a esto se añade que el placebo medad no tratada y el posible efecto de
nuevo fármaco que puede tener propieda- puede aliviar el dolor en un 40 % de los retirada. Un factor muy importante a tener
des analgésicas; para el ensayo, se eligen sujetos, el riesgo que estimamos van a en cuenta es el tiempo de observación.
pacientes a los que se les ha extraído un soportar por la privación del analgésico La utilización de placebos como con-
molar. E imaginemos, en segundo lugar, no parece que supere la consideración de troles ha desempeñado un papel importante
un ensayo en el que se pretende conocer mínimo, por lo que no lesionaría el prin- en el desarrollo de nuevas herramientas
la eficacia en la úlcera duodenal de un cipio de no-maleficencia. El problema del terapéuticas. Sin embargo, a medida que
nuevo fármaco cuyo mecanismo de acción uso de placebo descendería entonces al se van teniendo más tratamientos valida-
es similar al de otros que ya existen en el nivel 2 y debería resolverse allí. dos, aumentan las limitaciones éticas de
mercado. Las ventajas de utilizar placebo El segundo ensayo, por el contrario, no su uso. Las ventajas metodológicas que
en vez de un tratamiento activo serían pasaría del nivel 1, ya que su riesgo se aporta el placebo deben ponderarse en
básicamente la reducción del tamaño de consideraría superior al mínimo. Una función del exceso de riesgo que soportan
muestra necesario y la estimación de los opción alternativa a estudiar sería la de los sujetos que lo reciben.
efectos no específicos, que en algunas utilizar una variable sustitutoria como
situaciones clínicas como las referidas indicador o predictor de la curación de la
pueden ser muy importantes. La pregunta úlcera y cuya aplicación permitiera redu-
clave sería: ¿cuál es el exceso de riesgo cir el riesgo al mínimo: por ejemplo si la BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
que soportarían los pacientes tratados con medición del pH gástrico fuera un buen
placebo? indicador de la curación. Pero si finalmente The Historical Development of Cli-
nical Therapeutic Trials. J. P. Bull
En el primer caso el exceso de riesgo el exceso de riesgo se considera superior
en Journal of Chronic Diseases; 10
que cabe anticipar se reduce a lo que al mínimo sólo quedará como posible (3): 218-248, 1959.
podríamos catalogar como molestias. En justificación la vía de la excepción al
Ethics and Regulation of Clinical
el segundo ejemplo, en cambio, hay un nivel 1 por razones muy importantes de Research. R. J. Levine. Urban and
exceso de riesgo de hemorragia, de per- justicia (interés social de la investigación), Schwarzenberg, 2.ª ed., Baltimore,
foración de la úlcera y, derivado de estas después de ponderar la validez de los 1986.
dos complicaciones, un exceso de riesgo diseños alternativos y su factibilidad. Placebo: Un Medicamento que Busca
de muerte. Es obvio que el segundo caso la Verdad. B. Lachaux y P. Le­moine.
plantea un problema mayor. Las diferen-
cias pueden ser aún más acusadas si en el ¿Q ué decir del daño directo por
  la interrupción de un tratamiento
Interamericana-Mc Graw Hill, Ma-
drid, 1989.
primer ensayo introducimos medidas que beneficioso? Se trata del problema que Fundamentos de Bioética. D. Gracia,
permiten reducir la molestia sin obstacu- plantea habitualmente la utilización de EUDEMA, Madrid, 1989.
lizar la evaluación de la eficacia: por placebo en los períodos de preinclusión, Clinical Trials, a Practical Ap-
ejemplo, aplicando un tratamiento de de lavado intermedio o de retirada. La proach. S. J. Pocock. John Wiley and
rescate (un analgésico de conocida efica- evaluación del riesgo debe tener en cuenta Sons, Chischester, 1993.
cia) si el paciente no mejora al cabo de las posibles complicaciones de la enfer-

13
El ensayo «contra placebo»
y el charlatanismo
Principio según el cual se compara la acción de un medicamento
con la de una sustancia inerte no conocida como tal por el enfermo,
el ensayo «contra placebo» se inventó a comienzos del siglo xix
para luchar contra el charlatanismo
Grégoire Chamayou

H
oy día, para que el ensayo cia con el fin de ganar conocimiento no contra el charlatanismo se inventó el
sobre un nuevo medica- tiene nada de evidente. ¿Cómo ha llegado procedimiento del ensayo en ciego.
mento sea válido ha de efec- a asentarse tan paradójico método de
tuarse a «doble ciego», es decir, de modo prueba? El mesmerismo en ciego
que ni el experimentador ni el sujeto Sistematizado en el siglo xx y pues- A finales del siglo xviii , Franz Anton
sometido al ensayo sepan si lo que se to en boga con la llamada «medicina Mesmer (1734-1815) pretendía curar a
está empleando es una sustancia activa basada en la evidencia», este principio través del «magnetismo animal» y la
o un placebo. Ningún indicio debe re- metódico tuvo sus primeras formulacio- imposición de las manos. Expulsado de
velar la diferencia: sabor, forma y color, nes a finales del siglo xviii, con ocasión Viena, el médico se refugió en 1778 en
todo ha de ser idéntico. El engaño tiene de los conflictos que enfrentaron a la París, donde la moda del «mesmerismo»
que ser perfecto, de suerte que ambos medicina oficial con diversas corrientes se adueñó de los salones. En la capital
individuos ignoren la verdad hasta que heterodoxas que le disputaban su hege- francesa no se hablaba de otra cosa que
acabe la prueba. monía. Frente a las pretensiones de las del fenómeno de marras, anunciador de
Este método, común ahora, es absur- terapéuticas disidentes, la medicina se un nuevo arte de curar. Ante la magni-
do. La idea de ponerse a prueba en situa- vio obligada a afinar sus métodos de tud alcanzada por el movimiento, las
ción de ceguera y de voluntaria ignoran- prueba. En el transcurso de esa guerra autoridades reales ordenaron examinar
con rigor científico los procedimientos
curativos de Mesmer. Se nombró una
comisión que procedió a hacer diversos
ensayos y publicó, en 1784, un detallado
informe sobre «el magnetismo animal».
Los examinadores, científicos entre
los que figuraban Lavoisier, Franklin y
Guillotin, trataron de reproducir expe-
rimentalmente los trances que habían
presenciado durante las sesiones de
magnetismo. Leyéndolos, se comprende
que se inclinaran por una explicación
psicológica y sociológica: las convulsio-
nes, genuinas, se producían por efecto de
la imaginación, potencia a cuyo imperio

1. UN MESMERISTA aplica el magnetismo


animal a una mujer, que responde con con-
vulsiones (grabado en madera, 1845).

14
estaban particularmente sometidas las 2. ANN FORD, perteneciente a la nobleza y conocida por haber desobedecido a su padre,
mujeres del pueblo. que le prohibía cantar en público, se hace tratar su lengua viperina con tractores metálicos
¿Cómo probar tal cosa? Los comisio- (a la izquierda, grabado al aguafuerte de C. Williams, 1802). Este instrumental, inventado
nados inventaron un ingenioso proce- por el médico norteamericano Elisha Perkins, consistía en unas puntiagudas varillas metáli-
dimiento de prueba: vendarían los ojos cas (a la derecha) con las que se creía transmitir a los pacientes una fuerza electrofísica.
al sujeto de la experiencia y se le haría
creer que se le magnetizaba. Si en ausen-
cia de la supuesta causa se manifestaban presión que hay que tomar aquí en su de las virtudes curativas de aquellas va-
algunos síntomas, quedaría demostrado sentido literal: si el ensayo se hace «a rillas metálicas. Inspirándose en los tra-
que eran fruto de la imaginación. ciegas» es porque los sujetos de esta bajos de la comisión parisiense sobre el
Los científicos sometieron a un criado experiencia no pueden literalmente ver mesmerismo, decidió someter los instru-
al experimento, «tapándole los ojos con si son sometidos o no a una magneti- mentos de Perkins a un test comparado.
una venda expresamente preparada». A zación. «A ciegas» remite ante todo, en Mandó fabricar con este fin unas ré-
los pocos segundos, por el solo efecto de su sentido primero, al encegamiento del plicas perfectas de los «tractores», pero
una sugestión oral, el sujeto sentía los sujeto tapándole los ojos con una venda no de metal, sino de madera y revesti-
síntomas de una magnetización: «Un ca- especialmente concebida para las necesi- das de cera. La experiencia tuvo lugar
lor generalizado, retortijones en el vien- dades de la experimentación. El velo de los días 7 y 8 de enero de 1799, sobre
tre, pesadez en la cabeza; poco a poco la ignorancia se comprende ante todo en un grupo de pacientes a los que se les
se ha ido amodorrando y ha quedado a el sentido propio: un paño o una funda fueron aplicando sucesivamente las va-
punto de dormirse». Se repitió el expe- de almohada que tape la cabeza del pa- rillas falsas y las verdaderas de Perkins.
rimento con una mujer: «A los tres mi- ciente y le impida ver. Ignorantes por completo del engaño, los
nutos, la enferma ha empezado a sentir pacientes no detectaron diferencia algu-
un estremecimiento nervioso; después Los «tractores metálicos» na, y la mayoría de ellos se declararon
ha ido sintiendo sucesivamente un dolor Por la misma época, Elisha Perkins (1741- muy satisfechos de la cura. De ese modo
en la parte posterior de la cabeza, en los 1799), médico de Plainfield, en Connec- Haygarth de­senmascaró la charlatanería
brazos, y hormigueo en las manos (es su ticut, hizo público que él, gracias a su de Perkins, pero también y sobre todo
expresión); se ponía rígida, agitaba los buen conocimiento de la corriente gal- evidenció lo mucho que influye la ima-
pies: la crisis ha sido muy característica». vánica, había inventado unos «tractores ginación en el cuerpo y en la salud.
La comisión llegó a la conclusión de metálicos» de revolucionarias propieda- Así, estos procedimientos de ignoran-
que tales fenómenos no procedían de des terapéuticas: unas varillas oblongas cia intencional, como los denomina el
causa física alguna, sino que nacía de la que curaban múltiples enfermedades en historiador de la medicina Ted J. Kapt-
imaginación de los sujetos. Los ensayos virtud de una misteriosa «fuerza elec- chuk, aparecen a finales del siglo xviii
indujeron a la Academia de Medicina a trofísica» que canalizaban por el cuerpo como un arma contra las medicinas
la prohibición de la práctica del mes­ del paciente. Seguro Perkins de su inven- paralelas: sirven para trazar una línea
merismo. ción, la patentó. de demarcación entre la medicina orto-
Fue aquél uno de los primeros usos Escéptico, el médico británico John doxa y las formas desviadas de la prác-
sistemáticos de un ensayo en ciego, ex- Haygarth (1740-1837) quiso asegurarse tica médica.

15
Se recurrió a procedimientos simi- estimulada por el atractivo de la salud, reos contra la sífilis ha dado la idea de
lares para denunciar la homeopatía, la relación con el médico y el aspecto del ensayarlos también contra el cáncer.[...]
corriente de medicina no convencional medicamento. En 1834, en el Hôtel-Dieu, Mas enseguida se me demostró que el
más amplia, importante y persistente el doctor Armand Trousseau (1801-1867) muriato de oro carecía en absoluto de
que el magnetismo. La dificultad era desarrolló series de pruebas con reme- validez contra el cáncer. En vista de la
superior en este caso, porque los ho- dios ficticios: píldoras de miga de pan imaginación de los enfermos, he dado
meópatas efectuaban ya sus propios o de almidón. Al término de tales ex- una o dos píldoras de miga de pan, en
ensayos farmacológicos. Samuel Hah- periencias, llegó a esta conclusión: «Las vez de muriato de oro: los fenómenos
nemann (1755-1843), fundador de la ho- sustancias más inertes, como el almidón, producidos han sido ocasionados por la
meopatía, había dictado, desde finales administradas homeopáticamente, es miga de pan tan frecuentemente como
del siglo xviii, estrictos principios para decir, actuando sobre la imaginación por el muriato de oro».
el ensayo de los remedios homeopáticos; de los enfermos, producen efectos tan En la segunda mitad del siglo xix , el
sus tratados contenían numerosas tablas enérgicos como los operados por los arma para invalidar la práctica del ad-
que recogían los resultados de tales ex- medicamentos homeopáticos más po- versario, el ensayo comparado contra
periencias. A la medicina institucional, tentes». Con otras palabras: los mejores placebo, tendía así a convertirse en una
desafiada en el plano mismo del método, medicamentos homeopáticos no son acción requerida para la producción de
le fue preciso contraatacar. más eficaces que unos vulgares placebos. una verdad experimental en medicina.
Realizadas por doquier en Europa du- Sin embargo, los tests comparados se
Homeopatía vs. miga de pan rante el mismo período, aquellas series habían introducido ante todo como un
A comienzos del siglo xix , los médicos de experiencias constituyeron las prime- método de demarcación entre ciencia
alópatas realizaron en los hospitales ras campañas de ensayo en ciego sobre y no ciencia. De ahí, a veces, el escán-
numerosos ensayos sobre los efectos medicamentos. En ese proceder compa- dalo cuando este tipo de procedimien-
de la medicación homeopática. Partíase rado, según el principio de diferencia, la to, arma para uso externo, se revuelve
de la hipótesis según la cual los efectos observación del grupo testigo permitía contra sus promotores para, en el seno
de estos remedios se explicaban no por aislar los efectos exclusivamente atribui- mismo de la terapéutica vigente en la
una específica acción farmacológica, bles a la apariencia de cuidado. El uso medicina oficial, disociar los tratamien-
sino por puro poder de la imaginación de cebos posibilitaba que el investigador tos eficaces de los que no lo son; o, peor
aislara el núcleo duro de la experiencia aún, de los que son nocivos.
y evitara la contaminación por ilusión, En 1828, Pierre Charles Alexandre
3. SAMUEL HAHNEMANN, fundador de la el entusiasmo o la trampa. El ensayo en Louis (1787-1872) publicó en los Archives
homeopatía, realizó él mismo ensayos clíni- ciego servía para disociar los efectos que générales de médecine un artículo, que
cos anotando los efectos de sus medicamen- inducían las apariencias de los efectos ganó fama, sobre los efectos de la san-
tos en función del momento de la jornada. que producía la sustancia. Aun cuando gría. El texto escandalizó a la comunidad
el término no se empleara todavía, era médica, pues el autor ofrecía estadísticas
la emergencia del ensayo contra placebo. pertinentes que respaldaban su tesis de
La palabra placebo no entrará en el voca- que la sangría producía efectos funestos
bulario inglés hasta el primer tercio del para los pacientes.
siglo xix , definiéndolo como «remedio
destinado más a complacer al paciente La sangría, en la picota
que a ser eficaz», antes de que se la inte- Louis emplea un método complejo que
grase en la metodología del ensayo. le permite comparar los efectos del tra-
Para la medicina institucional, el tamiento y los de una previsora espera
triunfo, aunque completo, duraba poco. o de lo que en aquel entonces se llamaba
Nada aseguraba a priori el que ciertos la «medicina de brazos cruzados». En el
remedios reconocidos fueran ejemplos caso de las sangrías empleadas como tra-
de efectos imaginarios. De ahí esta con- tamiento para la neumonía, las estadísti-
secuencia: introducido para la evalua- cas revelan unos resultados inesperados.
ción de las paraciencias, el test en ciego Cuando la mortalidad habría debido ser
se aplicó también a las terapias oficiales. más elevada entre los pacientes tratados
Veinte años después de la oleada de más tardíamente, no es sino lo contra-
experimentaciones sobre la homeopa- rio lo que se constata. Queda manifiesto
tía, Alfred Velpeau (1795-1867) utilizó que la mayoría de los sujetos fallecidos
placebos, pero esta vez para evaluar las habían empezado a ser sangrados muy
innovaciones de la medicina clínica: «Lo pronto y abundantemente (véase la fi-
que se ha dicho de los preparados áu- gura 4).

16
que cada día provocaban la muerte de
pacientes a los que decían atender. Rea-
lidad inaceptable, constatación inconfe-
sable, que abrió una inmensa crisis en la
medicina de la época.
Se produjo un efecto bumerán: en
el primer tercio del siglo xix, el ensayo
comparado se volvió contra quienes lo
empleaban, al hacer ver que la línea de
demarcación entre la ciencia y lo que no
era tal afectaba también a las prácticas
más reconocidas de la medicina oficial,
una medicina que se confesaba incluso
asimilable, en gran parte y según sus
propios criterios, a un peligroso char-
latanismo.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 Grégoire Chamayou, miembro del equipo


REHSEIS (Universidad París VII), es historiador
6 5 18 53 5 65 4 1 57 29 2 19 16 4 58 62 4 20 20 2 68 25 1 40 22 1 50 de la ciencia.
12 3 60 16 2 54 29 4 46 8 2 63 10 2 40
8 2 65 6 3 30 12 1 85 9 4 24 29 3 24
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
12 1 55 6 4 47 15 3 37
17 7 75 47 2 75 17 1 67 Rapport des commissaires de la faculté et de
l’Académie, chargés par le roi de l’examen
11 4 45 20 3 22
du magnétisme animal. Imprimerie Royale;
6 5 20 3 15 3 18 2,3 11 3,3 33 3 20 2 25 1 22 1 París, 1784.

4. LA SANGRÍA, grabado en madera y coloreado, de 1500, que se conserva en Kulmbach (a Of the Imagination, As a Cause and As a
la izquierda). La práctica de la sangría fue muy común en la medicina oficial hasta que los Cure of Disorders of the Body: Exemplified
ensayos de Pierre Charles Alexandre Louis (a la derecha) la revelaron mortífera. Este médico by Fictitious Tractors, and Epidemical Con-
compiló las cifras de fallecimientos por neumonía en diversos casos de administración de vulsions. John Haygarth. Crutwell; Bath,
la sangría (tabla de debajo). La cifra que se ve en la parte superior de cada columna marca 1800.
el día en que se efectuó la primera sangría en relación con el comienzo de la enfermedad.
Después, cada línea corresponde a los datos de un enfermo: de izquierda a derecha se Répertoire Clinique: Expériences Homoeo-
indican la duración de la enfermedad (en días), el número de sangrías hechas y la edad del patiques à l’Hôtel-Dieu de Paris. Armand
sujeto fallecido. Las cifras en las bases de las columnas dan la duración media de la enfer- Trousseau-Henri Gouraud en Journal des
medad y el número de sangrías efectuadas. Cuanto menos sangrías sufren, más tiempo Connaissances Médico-Chi­rurgicales, vol.
sobreviven los enfermos. Y si las líneas en blanco corresponden a curaciones, las sangrías 8, págs. 238-241, 1834.
más tardías y en menor número aseguran una mayor supervivencia.
Recherches sur les Effets de la Saignée dans
Quelques Maladies Inflammatoires et sur
A la inversa, muy pocos de los falleci- equivaldría a poner en peligro la vida del l’Action de l’Hémétique et des Vésicatoires
mientos habían tenido lugar en los casos paciente. No obstante, las cifras compi- dans la Pneumonie. Pierre Charles Alexan-
de sangrías tardías y escasas. Un «re- ladas por Louis prueban que la sangría dre Louis. J.-B. Baillière; París, 1835.
sultado aterrador, absurdo al parecer», mata.
según escribe con desazón su propio Compréndese el revuelo provocado Traité des Maladies du Sein et de la Région
descubridor. Ciertamente, estos datos por semejante publicación en una épo- Mammaire. Alfred Velpeau. Masson; Pa-
muestran el carácter ineficaz, y peligro- ca en que la sangría era aún un medio rís, 1854.
so, de la sangría. Para que la experiencia terapéutico corrientemente empleado,
fuese concluyente, habría que comparar sobre todo contra las enfermedades del Les Corps Vils. Expérimenter sur les Êtres Hu-
los resultados de la sangría con los de tórax. Reconocer la validez de tales da- mains aux XVIII e et XIXe Siècles. Grégoire
un completo no-tratamiento, algo que tos reunidos por la experiencia habría Chamayou. La Découverte; París, 2008.
rechaza el médico, porque a sus ojos ello equivalido, para los médicos, a confesar

17
El placebo
¿Por qué los placebos producen a veces los efectos
de la medicación, si carecen de principio activo?
La fe en la curación estimula nuestras fuerzas
curativas y estimula los mecanismos de los se que
vale el cuerpo para combatir el dolor
Alexander Mäder

L
a señora Díaz, a punto de cumplir mismo se recurre a ellos lo mismo en hos- Pero desde el punto de vista médico
los ochenta, llama por el timbre a pitales que en residencias de ancianos. no está clara la razón de esta mejoría.
la enfermera. «Me duele mucho Moseley empezó a investigar si el efecto
la cabeza», se queja. «¿A qué Símbolo de la medicina mágica dependía de la operación. Para salir de du-
puede ser debido? ¿Tal vez los nervios?» De acuerdo con el significado del térmi- das decidió someter a algunos a un mero
La enfermera promete ayudarle, acude a no latino placebo (agradaré, satisfaré), se simulacro de operación. De 324 pacientes
la sala de curas y extrae del armario una trata de un supuesto medicamento que con problemas de rodilla, 180 dieron su
caja de analgésicos. De repente, repara se administra a una persona con el fin de consentimiento; firmaron un formulario
en el carrito de la enferma, con los me- satisfacerle. No se circunscribe a las píl- en el que constaba que cabía la posibilidad
dicamentos preparados para la noche: la doras. Admite medios esotéricos, como de que la intervención fuera sólo aparente.
anciana está tomando una gran cantidad talismanes y elixires secretos. Igual que El equipo Moseley se transformó en
de píldoras. Sin más preámbulos, coge un a un niño la madre le «quita el dolor» so- una suerte de compañía teatral. Al en-
frasco con pastillas placebo, de lactosa, plándole en la manita, algunos pacientes trar en el quirófano abrían un sobre que
sin ningún tipo de principio activo. se sienten mejor tras recibir la visita del contenía una papeleta con la indicación
Convencida de que tomaba un analgé- doctor, antes incluso de haber siquiera «intervención real» o «simulacro de in-
sico la señora Díaz se traga una píldora comprado el medicamento prescrito. tervención». Si lo primero, se aprestaban
azul. Al poco tiempo vuelve la enfermera; Debemos a Bruce Moseley una de- a operar. Si lo segundo, el remedo era ab-
la anciana con una cara radiante le dice mostración original del efecto de la «apa- soluto: el cirujano pedía a la enfermera
que ha desaparecido su dolor de cabeza. riencia». En su ejercicio profesional, el material necesario, hacía la incisión
La enfermera se reafirma en lo que consi- este cirujano del Hospital de Veteranos habitual y a continuación la suturaba. No
dera una decisión acertada. de Houston trata a menudo a pacientes lavaba en realidad la articulación de la
Pero, ¿es correcto atender así a un pa- aquejados de problemas de rodilla. En rodilla, sino que dejaba caer un poco de
ciente? Este espera un medicamento eficaz casos de inflamaciones dolorosas, irriga agua para que se oyera el murmullo. La
contra su específica dolencia. La señora la articulación a través de una artrostomía, operación simulada duraba exactamente
Díaz se hubiera ofendido si se hubiera en- para así eliminar partículas de cartílago igual que la genuina. Ni siquiera el per-
terado del engaño. Sin embargo, los place- que se hayan desprendido. En la mitad de sonal auxiliar sabía lo que estaba pasando
bos evidencian una sorprendente eficacia los pacientes, esta rutinaria intervención en el quirófano. Al cabo de dos semanas,
ante ligeros dolores o malestares; por eso tiene resultados positivos. sólo el 14 por ciento de los sometidos a la

18
ISTOCK / SIPHOTOGRAPHY

SABOR AMARGO. Entre otros


factores el efecto del placebo
depende del tamaño y del gusto
de la tableta. Se han acreditado
las tabletas amargas de un
tamaño o muy grande o muy
pequeño. A ambos extremos se les
atribuye una poderosa eficacia.

19
CORTE LONGITUDINAL CORTE TRANSVERSAL CORTE LONGITUDINAL

DELANTE
CÍNGULO CORTEZA
PLACEBO

PREFRONTAL
EFECTO VISIBLE. Los placebos

IZQUIERDA
CÍNGULO

DERECHA
TOMOGRAFIA POR EMISION DE POSITRONES. HELLEN S. MAYBERG ET AL.

DELANTE

(arriba) actúan sobre el cerebro de forma

DETRÁS
CÍNGULO
similar, aunque no idéntica, a Fluoxetin
EN AM. J. PSICHIATRY, VOL. 159, PÁGS. 728-737; 2002. CON LA AMABLE

y otros antidepresivos (abajo). Al cabo


DETRAS
de seis semanas de administración la
actividad metabólica de algunas áreas
CÍNGULO CORTEZA ha experimentado evidentes cambios,
PREFRONTAL
ANTIDEPRESIVO

CÍNGULO independientemente de que se trate


NÚCLEO
AUTORIZACIÓN DE H. S. MAYBERG

HIPOCAMPO del medicamento o de un placebo.


CAUDADO
Sin embargo el Fluoxetin altera además
TRONCO ÍNSULA CÍNGULO otras tres regiones en el tronco del
TRONCO ANTERIOR
DEL ENCÉFALO DEL ENCÉFALO encéfalo, en el hipocampo y en el núcleo
caudado. En rojo, aumento de actividad;
en verde, disminución de la misma.

seudooperación estaban convencidos de activo. En los estudios que Hrobjartsson investigadores aplicaron en ambos casos la
pertenecer al grupo placebo. Por otra par- y Grotzsche sometieron a un análisis ex- misma e inocua loción en la muñeca de los
te, el 13 por ciento de los pacientes cuyas haustivo había un tercer grupo que no participantes. Para poner a prueba el efecto
rodillas habían sido realmente operadas tomó ningún tipo de píldora. Los científi- se les sometía a una descarga eléctrica. La
creían también pertenecer al grupo place- cos daneses comprobaron que entre estos sensación producida resultó menos dolo-
bo. La mayoría se hallaban convencidos últimos y los que tomaron placebo no rosa, dijeron quienes creyeron haber sido
de haber sufrido una intervención real. había diferencias reseñables. Al final del tratadas con una pomada analgésica.
A lo largo de dos años, los investigado- estudio, quienes recibieron placebo no se
res ejercieron un control regular sobre los encontraban mejor ni estaban más sanos Actitud mental contra el dolor
pacientes. Ni en un solo caso de los some- desde el punto de vista médico que los ¿Avergonzaba a los participantes admitir
tidos al simulacro de operación el pacien- que no habían tomado nada. En breve, no que con la pomada las descargas eléctri-
te se sintió peor. Habían desaparecido los existía tal efecto placebo. cas les eran tan desagradables como sin
dolores y podían andar con la soltura de Otros especialistas, sin embargo, cues- ella? Para resolver la cuestión, Wager re-
los realmente operados. Moseley extrajo la tionan esa conclusión pesimista. Patrik Le- currió a la resonancia magnética nuclear,
conclusión de que el coste de la intervención moine objetó que las personas del tercer pues importaba averiguar qué ocurría en
podía ahorrarse. Muchos médicos y enfer- grupo, conjunto control, no se hallaban del el cerebro de los voluntarios durante la
meras defienden, en efecto, la eficacia de los todo exentas de tratamiento. Antes bien, prueba. La actividad de las regiones cere-
placebos, pero también hay voces críticas. habían sido objeto de una cuidadosa aten- brales que participan en el procesamiento
ción, con exploraciones e interrogatorios del dolor —la «matriz del dolor»— re-
¿También vale para las píldoras médicos. En su opinión, el estudio danés flejaba con bastante exactitud la supuesta
de azúcar? demostraría que no se precisan píldoras intensidad de la sensación desagradable:
Asbjorn Hrobjartsson y Peter Grotzs- de azúcar ni ningún tipo de inyección para aumentaba la irrigación sanguínea de la
che, de la Universidad de Copenhague, producir un efecto placebo. ínsula y del tálamo cuando se percibían
mostraron su escepticismo en un estu- ¿Qué hacer para demostrar la eficacia dolores más intensos, y disminuía cuando
dio publicado en New England Journal de un producto carente de principio acti- la sensación dolorosa era menor merced a
of Medicine, donde negaban valor a las vo? En los últimos años han aumentado la supuesta pomada analgésica.
investigaciones estadísticas del placebo. los signos de la influencia del placebo en El hecho de que el efecto placebo pue-
Se apoyaron en los resultados de 114 in- el metabolismo cerebral. A principios de da demostrarse en el cerebro no explica
vestigaciones sobre medicamentos y mé- 2004 apareció en Science un trabajo fir- por qué responde de forma tan clara a
todos quirúrgicos en los que participaron mado por Tor Wager y su grupo, de la los falsos medicamentos. Patrik Lemoine
un total de 8525 pacientes. Universidad de Michigan, en el que sub- sospecha que «las personas del mundo
Para determinar la eficacia de un nuevo vertían el método habitual de ensayo de occidental están condicionadas a los mé-
método terapéutico, los voluntarios some- un nuevo producto; no había siquiera tal dicos lo mismo que el perro de Pavlov es-
tidos al ensayo se dividen en dos grupos: nuevo producto. Wager y su grupo invita- taba condicionado a la campana». En los
el que recibe el preparado a ensayar y el ron a 24 voluntarios a probar una pomada experimentos del neurólogo ruso fluía la
que recibe un sucedáneo, un placebo. Se antiálgica. (En realidad se trataba de una saliva por el hocico del animal entrenado
considera eficaz el medicamento que ofre- loción dérmica vulgar.) en cuanto se tañía una campana. Del mis-
ce mejores resultados que el placebo. No A los probandos se les comunicó que mo modo, desde niños aprendemos que
es fácil contrastar ese criterio, pues en la deberían someterse en dos ocasiones al nuestras molestias desaparecen cuando
mayoría de los ensayos uno de cada tres ensayo: en una primera utilizarían la «cre- acudimos al médico.
pacientes mejoran a la larga dándoles píl- ma analgésica» y en la segunda una crema Quizá la explicación estribe en que los
doras que no contienen ningún principio sin la supuesta sustancia activa. Pero los placebos parecen surtir efecto cuando se

20
cree en ellos. Apoyan esta hipótesis las de la motivación. Entre sus misiones, está A pesar de que esta enfermedad cursa
tomografías de los voluntarios del ensayo la de estimularnos en nuestras actividades con la destrucción de neuronas y otras al-
de Wager sometidos a la prueba del elec- diarias. En condiciones normales, deter- teraciones anatomopatológicas, la inves-
troshock. Segundos antes de cada descar- minadas neuronas la segregan cuando se tigación ha demostrado que el placebo
ga eléctrica, una señal luminosa advertía prevé una recompensa inmediata. Una ejerce un efecto evidente en los pacientes
al participante; en ese breve tiempo se vez alcanzado el objetivo, cesa la pro- con Parkinson. Raúl de la Fuente Fernán-
producían cambios circulatorios en el cór- ducción de dopamina. Por eso resulta a dez y Jon Stoessl, de la Universidad de
tex prefrontal. Esa región se activaba cada menudo más gratificante la satisfacción la Columbia Británica, abordaron la acti-
vez que el paciente esperaba una descarga previa a los hechos que la que se tiene vidad cerebral de sus pacientes mediante
eléctrica, atenuada merced a la supuesta una vez ocurridos. la tomografía de emisión de positrones
acción antiálgica de la pomada. El placebo, al prometer la curación, (TEP). Para medir dicha actividad in-
constituye una razón suficiente para de- yectaron raclopride radiactivo, sustancia
El secreto está en la espera sencadenar una recompensa mediada por antagonista de la dopamina en la unión
Según aducen los investigadores, el córtex la dopamina. El placebo se muestra eficaz con receptores dopamínicos del cuerpo
prefrontal condiciona las reacciones sub- en las depresiones porque éstas concurren estriado. La actividad radiactiva decayó
siguientes de la matriz del dolor. Se había con trastornos en el metabolismo de la do- en esta área poco después de la adminis-
estudiado ya, a propósito de las depresio- pamina. tración del placebo. Con otras palabras,
nes, la participación del córtex prefrontal mediante el placebo se segrega tanta do-
en el efecto de los placebos. Andrew F. Placebo contra el Parkinson pamina como para expulsar el raclopride
Leuchter y sus colegas, de la Universidad Hablar de enfermedad caracterizada por de los receptores del cuerpo estriado.
de California en Los Angeles, comproba- una disminución de la dopamina es hablar Probablemente, el placebo no se limi-
ron que más de un tercio de los pacientes de la parálisis temblorosa, del Parkinson. ta a poner en marcha la síntesis de do-
respondían a placebos, en particular quie- Débese este trastorno a la pérdida de neu- pamina. Desde hace tiempo se sabe que
nes presentaban un aumento de actividad ronas productoras de dopamina en la sus- estimula también la síntesis de endorfinas,
en el córtex prefrontal. tancia negra. El neurotransmisor actúa en analgésicos fisiológicos. Lo comprobó en
Por lo que respecta al mecanismo mo- el cuerpo estriado, donde se procesan las 1978 Jon D. Levine, de la Universidad de
lecular de la acción del placebo, se están señales motoras que gobiernan los movi- California. En un grupo de pacientes, el
sopesando diversas hipótesis. Se admite mientos. Se calcula que ha de perderse un dolor que producía la extracción de la
que el neurotransmisor dopamina desem- ochenta por ciento de las fuentes de dopa- muela del juicio fue calmado con éxito
peña una importante función, razón por la mina para que aparezca el típico temblor mediante un placebo. A otro grupo les ad-
cual se la conoce también por mensajera del Parkinson. ministró además naloxona, sustancia que

PLACEBO EN BATA
BLANCA. El tiempo
que dedica el médico a
sus pacientes, el irradiar
confianza e incluso el
tono de voz utilizada, todo
ISTOCK / DARDESPOT

ello influye en el éxito


terapéutico.

21
curas de deshabituación. Para estimular la
producción de dopamina no se necesita
indispensablemente una «droga» dura;
basta un inocuo polvillo blanco. En cual-
quier caso, hay que actuar con prudencia,
pues algunos pacientes denuncian efectos
secundarios: sequedad de boca, cansan-
cio, turbación, alteraciones de la vista e
incluso síndrome de abstinencia al retirar
un placebo.
Por lo demás, el placebo no puede
tomarse como equivalente de una medi-
cina. Es cierto que actúan en ocasiones
con resultados parecidos, pero lo hacen
de forma diferente. Helen Mayberg, de
la Universidad Emory, explica que en
sus pacientes depresivos el fármaco ge-
nuino («Prozac») no sólo actuó mejor
que el placebo, sino que además la TEP
demostraba una excitación de más áreas
cerebrales.
Había ventajas adicionales. Una vez
establecida la dosificación exacta y apli-
cada durante varias semanas, el placebo
actuaba casi de inmediato. A la semana
se apreciaban alteraciones en el cerebro;
pero con idéntica rapidez desaparecían.
Hubo que volver a la administración del
fármaco genuino contra la depresión.
Queda pues en el aire la cuestión de
si los médicos pueden utilizar la con-
fianza que en ellos tienen depositada sus
pacientes y prescribirles comprimidos
de azúcar en vez de medicinas. Los pla-
cebos no constituyen ninguna panacea
y en algunas enfermedades sería una
irresponsabilidad privar al paciente de
una terapia eficaz.

ALEXANDER MÄDER es doctor


en filosofía.

Bibliografía complementaria
SUPERBILD

Die Weisheit des Körpers. H. Ernst.


¿CURACIÓN AL APRETAR UN BOTÓN? Al agua que brota de la fuente Piper; München, 1994.
de la gruta de Lourdes se le atribuyen efectos terapéuticos desde mediados Is the Placebo Powerless? A. Hrob-
del siglo xix. Frente a las miles de curaciones aducidas, la Iglesia Católica jartsson y P. C. Gotzsche en New England
Journal of Medicine, vol. 344, págs. 1594-
solo ha reconocido una ínfima parte.
1602; 2001.
Der Placebo-Effekt. H. Brody y D.
Brody. dtcv; München, 2002.
bloquea el efecto de las endorfinas: en ¿Pueden prescribirse en un acto médico The Functional Neuroanatomy of
seguida desapareció el efecto analgésico. comprimidos de almidón o de lactosa? Su the Placebo Effect. H. S. Mayberg et
Al estimular la producción de dopami- efecto está demostrado. al. en American Journal of Psychiatry, vol.
na y de endorfinas, el placebo despierta 159, págs. 728-737; 2002.
sensaciones agradables. Independiente- No es una droga inocua Placebo Induced Changes in fMRI in
mente de que se trate de un comprimido, supletoria the Anticipation and Experience of
de un talismán o de un simulacro de in- Hasta ahora nadie se ha atrevido a pres- Pain. T. D. Wager et al. en Science, vol. 303,
tervención quirúrgica, los placebos son cribirlo en receta médica. De la Fuente y págs. 1162-1167; 2004.
eficaces si el paciente espera una mejoría. Stoessl proponen introducir el placebo en

22
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Milagros
para incrédulos
El efecto terapéutico de los placebos se encuentra bien documentado.
Más aún. Los pseudomedicamentos pueden producir efecto aun
cuando el paciente no crea en ellos
Maj-Britt Niemi

RESUMEN

Un efecto con
dos componentes

1 La efectividad de
los tratamientos
con placebo en distintas
enfermedades se halla

E
avalada por numerosos l señor Wright padecía un cáncer en fase que hicieron dudar muy seriamente al señor
estudios. terminal. Los médicos pensaban que solo Wright sobre la utilidad del fármaco. Sufrió
quedaba aliviar su sufrimiento en lo po- una recaída. Su médico tomó la decisión de

2 Junto a las expecta­


tivas positivas, cierto
«condicionamiento»
sible. No opinaba lo mismo el paciente, quien
alimentaba la esperanza desde que había oído
hablar de un nuevo medicamento, el Krebiozen,
mentirle. Le dijo que el preparado caducaba
después de cierto tiempo, pero que no tenía
que preocuparse porque acababa de recibir
contribuye también al cuya administración solicitó. En 1957, Bruno Klo- un Krebiozen nuevo de eficacia redoblada. El
efecto placebo; el cuer­ pfer (1900-1971), de la Universidad de California médico le administró a continuación una in-
po reacciona «automáti­ en Los Angeles, presentó la historia clínica de yección que no contenía ni una sola molécula
camente» ante estímulos Wright en un artículo titulado «La dimensión del medicamento. A pesar de todo, el paciente
(por ejemplo, una inyec­ de la influencia psicológica en el cáncer». se recuperó todavía mejor que la primera vez
ción) que previamente El señor Wright recibió la primera inyección y los tumores casi desaparecieron.
se han acompañado de del fármaco un viernes. El médico que le estaba En su espectacularidad, este caso puso de ma-
efectos positivos. tratando dejó tras de sí a un hombre jadeante, nifiesto que las expectativas que un paciente
postrado en la cama y febricitante. Pero el lu- depositaba sobre una terapia ejercía una in-

3 En los procesos que


transcurren incons­
cientemente, como la
nes siguiente se paseaba ya alegremente por el
hospital en animada charla con las enfermeras.
Y lo más sorprendente es que, en ese intervalo
fluencia poderosísima: el estado de salud de
Wright dependía de su fe en el Krebiozen, cuya
efectividad no tardó en desacreditarse (la mera
respuesta inmunitaria, de tres días, los tumores se habían reducido a la inyección sin fármaco producía un resultado
se supone que el condi­ mitad de su tamaño. eficaz). Cuando tal acontece, se habla de «efecto
cionamiento desempeña En los dos meses siguientes aparecieron, en placebo», entendido como la capacidad curativa
el papel principal. los medios de comunicación, informes con- de un agente terapéutico que no produce ningún
tradictorios sobre la efectividad del Krebiozen efecto farmacológico.

24
XIM PIMENOV
© FOTOLIA / MA

NINGUNA SIMPLICIDAD.
Los placebos clásicos consis­
Este fenómeno es probablemente tan antiguo porcentaje de pacientes cuyos tumores responden tían en tabletas o cápsulas sin
como la profesión sanadora. En el siglo xviii , a los placebos. efecto farmacológico. Hoy en
los médicos recurrían a las píldoras «inertes» Pero, ¿cómo actúan los placebos? De entrada, día los médicos emplean de
cuando no disponían de ningún medicamento parece algo increíble que, en un tiempo muy forma creciente la simulación
apropiado. Suponían que así se producía un fo- breve, puedan mitigar dolores intensos. ¿Puede de procedimientos terapéuticos
mento del proceso curativo. Desde mediados del ser, quizá, que los pacientes se imaginen solo la completos, que pueden abarcar
siglo xix se impuso la explicación físico-química mejoría? ¿O bien que no se atrevan a reconocer incluso pseudooperaciones.
de las enfermedades. Con su generalización, ante el médico que en realidad no sienten ningún
desaparecieron del armamentario terapéutico efecto? Algunos estudios recientes han compro-
los placebos al doblar el siglo. bado que los placebos desencadenan numerosos
cambios mesurables en el metabolismo.
Un amplio espectro de aplicación El grupo encabezado por Donald Price, de la
Sin embargo, en los últimos decenios se han Universidad de Florida en Gainesville, acaba de ob-
multiplicado las observaciones de la eficacia de servar en pacientes del síndrome de colon irritable,
placebos y pseudotratamientos en un sinfín de por medio de la resonancia magnética funcional,
patologías. Los placebos no solo ayudan en los que la fe de haber recibido un medicamento con un
dolores, depresiones, situaciones de ansiedad o en efecto analgésico se acompañaba de una actividad
los problemas cardiocirculatorios, sino también neuronal disminuida en las regiones cerebrales de
en los casos de parkinson o en las enfermedades procesamiento del dolor y también en las «áreas
inflamatorias, donde se ha obtenido un efecto somatosensoriales primarias», es decir, allí donde
considerable. Incluso en relación con el cáncer se arriban los estímulos dolorosos.
puede detectar un pequeño efecto: un metaes- De todo ello, los investigadores han deducido
tudio cifra entre un dos y un siete por ciento el que la respuesta placebo se actualiza a través de

25
Aprendizaje inconsciente: un modelo de condicionamiento para funciones inmunitarias

Asociación Llamada

EC
EC

Corteza
insular

EI

Durante la fase de asociación, una rata recibe a lo largo de ¿Cuáles son las áreas cerebrales que participan en la reac-
varios días sucesivamente un medicamento inmunosupresor ción inmunitaria condicionada? En los animales con la corte­
(ciclosporina A) como estímulo incondicionado (EI). Simultá­ za insular lesionada (en la ilustración se muestra un recuadro
neamente se le proporciona agua edulcorada con sacarina, aumentado de la alteración de esta zona en un cerebro de
estímulo neutro que se convierte, mediante el «empareja­ rata) no se observa ninguna inmunosupresión condicionada.
miento temporal», en estímulo condicionado (EC). Esta área cerebral es probablemente la región clave para que
se produzca la asociación de ambos estímulos químicos (EI
En la fase de llamada, a los animales se les proporciona la y EC). Pero también una amígdala intacta resulta indispen­
solución de sacarina sin el medicamento inmunosupresor. sable, aunque solo en la fase de asociación. El hipotálamo,

CORTESIA DE LA AUTORA
El resultado es que la mera presencia de la bebida (los por su parte, solo es necesario en la fase de crisis. Presu­
animales la evitan tras la fase de aprendizaje) conduce a miblemente regula, por su calidad de estación de salida, el
una respuesta inmunitaria atenuada. camino de las señales inmunosupresoras en el cuerpo.

dos componentes. La actitud expectante es el Hospital Clínico Universitario de Duisburg-Essen


«Los placebos no primero. El segundo, menos vinculado a la fe o y en el Instituto Politécnico Federal de Zúrich,
la confianza, corresponde al condicionamiento ha probado en numerosos experimentos sobre
son una panacea. clásico. ¿Se acuerda usted de su última visita animales y seres humanos que un condiciona-
No se trata de utilizar al médico? Vio entrar a la doctora, con su bata miento funciona eficazmente en las reacciones
blanca y con el estetoscopio alrededor del cuello. inmunitarias. Ideamos un modelo de condicio-
o bien un placebo
Posiblemente, estímulos como el típico uniforme namiento especial para las ratas; por estímulo
o bien la terapia médico, determinados aparatos u olores produ- incondicionado (EI), utilizamos un medicamento
farmacológica. cen inconscientemente reacciones corporales. inmunosupresor llamado ciclosporina A (CsA),
De esta forma, podría ser que la mera visión del el fármaco de elección en las operaciones de
Para lograr una doctor con la inyección lista en la mano desenca- trasplante para evitar el rechazo de los órganos
maximización del dene en el paciente un efecto positivo, siempre extraños.
que la situación se encuentre ligada previamente Simultáneamente con la inyección de CsA, les
efecto terapéutico varias veces con una mejoría sensible. Todo esto dábamos a las ratas una solución, que hasta ese
necesitamos tanto acontece sin que sea necesaria una explícita fe momento no habían bebido nunca; consistía en
en la efectividad de la sustancia. sacarina diluida en agua normal. De esa forma,
el uno como el otro.»
El efecto general —la mitigación o, en el mejor se establecía en el cerebro de los roedores una
Manfred Schedlowski, cate- de los casos, la curación de la sintomatología— se asociación entre la sustancia efectiva (EI) y la
drático de psicología médica produce por la combinación del efecto farmaco- bebida. Y esta última se convertía así en un es-
y de biología de compor- lógico del medicamento con la reacción condi- tímulo condicionado (EC).
tamiento en el Hospital Clí- cionada. Esta última presupone una experiencia Cuando, tras ese emparejamiento temporal,
nico Universitario de Essen positiva con médicos e inyecciones. nosotros —en la «fase de crisis»— les ofrecíamos
Nuestro grupo de trabajo, que, bajo la dirección a los animales la solución con sacarina, obser-
de Manfred Schedlowsky, desarrolla su labor en el vamos que se reproducía una respuesta inmu-

26
Placebo (latín):
nitaria, aunque atenuada. Dado que las ratas no
asociaban ninguna expectativa consciente con la
bebida edulcorada, este efecto placebo se debía
necesariamente a un proceso de aprendizaje y
«Me gustará»
de recuerdo asociativo inconsciente: el condicio- Los pseudotratamientos determinan las expectativas
namiento. El modelo experimental diseñado nos y sentimientos de los pacientes. Pero también se
muestra algo más: para que se produzca el efecto producen efectos de aprendizaje inconscientes
placebo, no se requiere que se espere un efecto. que son independientes de la «fe» en la terapia.
Experimentos subsiguientes con trasplantes
mostraron que un condicionamiento de esa
índole podía entrañar una utilidad clínica, ya
que las ratas condicionadas a las que se les había
trasplantado el corazón de otra rata perteneciente
a la misma camada sobrevivían más tiempo
que las ratas de control a las que no se les había
sometido a ningún tipo de condicionamiento. En
algunas de las ratas a las que se proporcionó la
solución de sacarina, los corazones trasplantados

© iSTOCKPHOTO / ACHIM PRILL


sobrepasaron incluso los 100 días, lapso temporal
que se considera inmunotolerancia para las ratas.
En los humanos funciona también el condi-
cionamiento inmunitario con la ciclosporina, tal
y como Marion Goebel, perteneciente a nuestro
grupo de trabajo, probó en 2002 con voluntarios
sanos. Los voluntarios tomaron durante tres días
sucesivos ciclosporina A en cápsulas, junto con un medicamento alabado en la prensa, tanto más
batido de fresas coloreado de verde y con aroma intensa sería la reacción condicionada...
de lavanda. Cinco días más tarde, se les dio de Sin embargo, diversos resultados obtenidos en
nuevo la bebida, asociada a cápsulas, que esta vez recientes investigaciones hablan a favor de que
no contenían principio activo alguno. El resulta- la actitud de expectativa y el condicionamiento
do fue que todos los parámetros inmunitarios son procesos distintos. Así, por ejemplo, Martina
analizados disminuyeron de nuevo, aunque no Amanzio y Fabrizio Benedetti, de la Universidad
tan intensamente como se había producido antes de Turín, investigaron en 1999 en 229 voluntarios
con la ingesta de los medicamentos verdaderos. el efecto de los pseuodotratamientos mediante
La socorrida fe en la efectividad de una tera- un test de dolor en el antebrazo. Con el primer
pia, ¿no es acaso un condicionamiento? Podría grupo de ensayo se suscitó el efecto placebo
ocurrir que Wright, el paciente mencionado al únicamente a través de expectativas. Para tal
comienzo del artículo, estuviera condicionado fin, el médico les decía lo siguiente: «Usted va
por las promesas de los medios, basándose en a recibir ahora una medicación analgésica» y a
sus experiencias de aprendizaje previas: cuan- continuación les inyectaba una simple solución
tas más veces en su vida le hubiera ayudado un salina. Tras ella, al realizar el test subsiguiente,

Efectividad de los placebos en las enfermedades inflamatorias e inmunodependientes


Enfermedad Porcentaje de pacientes Número de estudios;
en los que la terapia con número total de partici­
placebo es efectiva (media) pantes
Cáncer 2 - 7 % (tumores reducidos) 10; 464
Enfermedad de Crohn 19 % 32; 1047
Síndrome de fatiga crónica 19,6 % 29; 1016
Ulcera duodenal Curación en 36,2 - 44,2 % 79; 3325
Colon irritable 40 % 45; 3193
Esclerosis múltiple 11 - 50 % (tasa de disminución 6; 264
de accesos tras 2-3 años)
GEHIRN & GEIST, SEGUN: PACHECO LOPEZ ET AL. 2006 Y LA MANTIA ET AL. 1996

27
GEHIRN & GEIST, SEGUN: AMANZIO & BENEDETTI,
JOURNAL OF NEUROSCIENCE VOL. 11; 1999

CONTRA EL DOLOR. tiguado). Parece claro que el efecto placebo se

de la tolerancia al dolor en minutos)


Cuando a una persona se le produce a partir de dos componentes que actúan
administra varias veces una conjuntamente: el efecto de expectativa, que

Respuesta placebo (duración


inyección del analgésico Keto­ se efectúa a través de mecanismos opiáceos y
rolac, una inyección posterior se suprime mediante la naloxona, y el efecto
sin principio activo produce 20 de condicionamiento, que presumiblemente
también un alivio del dolor. Efecto de expectativa, se realiza de la misma manera a como actúa el
sensible a los bloqueantes
Esto se debe solo en parte analgésico empleado y, por lo tanto, es resistente
de los opiáceos
a las expectativas positivas a la acción de la naloxona.
del paciente que se transmiten Según se presume, el efecto de expectativa
Efecto del condicionamiento,
a través de los opiáceos inter­ 15 resistente frente actúa de forma intensa en los síntomas de los
nos del cerebro. a los bloqueantes que los pacientes son conscientes; en el dolor, por
de los opiáceos ejemplo. Parece confirmarlo cierta observación
Condicionamiento con Ketorolac realizada por Fabrizio Benedetti y su equipo en
más sugestiones positivas el año 2003. Los investigadores turineses boico-
tearon el efecto placebo mediante sugestiones
negativas opuestas. Así, cuando a un voluntario
los voluntarios sentían menos intensamente el se le administraba un placebo, que tenía exac-
dolor que quienes no habían sido fortalecidos tamente el mismo aspecto que las tabletas que
verbalmente. antes le habían ayudado varias veces, el médico
El efecto de expectativa se produce a través le decía: «Esta vez va usted a recibir un remedio
de la acción de los opiáceos internos; generados que aumenta el dolor». Desde ese momento, el
por el propio cuerpo, alivian el dolor, según se efecto placebo dejaba de funcionar.
evidencia en los resultados del segundo grupo
de ensayo. También aquí el médico prometió Los límites de la capacidad
una analgesia; mas, en vez de la solución salina, de sugestión
inyectó naloxona, una antagonista de los opiáceos Conviene señalar que el «efecto nocebo» no
que impide que los opioides ejerzan su efecto. El funciona, sin embargo, con los procesos cor-
resultado fue que el efecto placebo aliviador del porales inconscientes, como las descargas
dolor no se produjo en absoluto. hormonales. En otro experimento, Benedetti
Jon-Kar Zubieta y sus colaboradores, de la administró a sus voluntarios durante dos días
Universidad de Michigan en Ann Arbor, com- sucesivos Sumatriptán, un medicamento para
probaron en 2005, mediante investigaciones la migraña que estimula la liberación de la
con técnicas de formación de imágenes, que, hormona del crecimiento (GH), que inhibe
tras la administración del placebo, se presen- a su vez la descarga de cortisol, hormona del
Bueno y barato taba un incremento de la actividad neuronal estrés. La inyección de la solución salina al día
Todo aquello que produce mediada por los opiáceos en aquellas regiones siguiente produjo un incremento significativo
confianza incrementa el cerebrales que se encargan del procesamiento del nivel de la hormona de crecimiento y una
efecto placebo: un nombre del dolor. caída de la concentración de cortisol. Y ello
de medicamento sugesti- El dolor puede aliviarse, sin embargo, de dife- de forma totalmente independiente de si el
vo, un médico que irradia rentes maneras. En este sentido, los científicos médico acompañaba o no la inyección con
confianza... y también un turineses administraron a una parte de sus volun- sugestiones positivas o negativas.
precio elevado: en un estu- tarios, durante dos días sucesivos y antes del test Un campo de aplicación muy prometedor para
dio reciente se muestra que del dolor, la sustancia analgésica Ketorolac, que los placebos son las alergias, como ha mostrado
los placebos que cuestan actúa de forma distinta del mecanismo de opera- Marion Goebel, de nuestro grupo, en un estudio
10 céntimos tienen menos ción de los opiáceos. Además, los investigadores reciente. Goebel condicionó sus pacientes con
fuerza que los que cuestan realizaron una asociación del medicamento con alergia al polvo de casa mediante la ingesta de
2,50 dólares. Resulta evi- el procedimiento de inyección. Antes del último una bebida nueva dada conjuntamente con
dente que los voluntarios test del dolor —en la fase de crisis—, inyectaron «Desloratadin», sustancia que bloquea el efecto
desconfían de los remedios solo una solución salina. de la histamina, que en las reacciones alérgicas
«baratos». El resultado del experimento fue el siguiente: actúa como mensajero. Los pacientes que en la
D. Arieli et al. en Journal las inyecciones de placebo tuvieron efecto tan- fase de llamada recibieron un placebo más la
of the American Medical
to cuando se empleó la solución salina, como bebida se sintieron mejor y la prueba dérmica
Association, vol. 299,
págs. 1016-1017; 2008. cuando se usó el bloqueante opiáceo naloxona de la alergia fue más débil. Además, la respuesta
(aquí el efecto se mostró ligeramente más amor- inmunitaria debilitada se debió también a la

28
Nocebo (latín):
menor actividad de determinadas células del
sistema de defensa, un efecto que no puede
lograse mediante la sola construcción de ex- «Te dañaré»
pectativas positivas.
Las manifestaciones negativas del médico sobre
¿Cuáles son los mecanismos fisiológicos cor-
la eficacia y los efectos secundarios de un
porales sobre los que actúan los placebos para
medicamento auténtico o de un pseudomedica-
modificar la respuesta inmunitaria? Nuestro
mento boicotean el resultado terapéutico.
grupo de trabajo ha identificado en ratas al-
gunas áreas cerebrales que intervienen en el
condicionamiento de la ciclosporina-A-sacarina.
La región clave en este proceso parece ser la
corteza insular. Pero también la amígdala, cuyo
papel en los procesos de aprendizaje se conoce
desde hace tiempo, resultó imprescindible para
el condicionamiento inmunitario.
La mayoría de los efectos placebo se basan
en una combinación de condicionamiento y
expectación positiva. Según los datos disponi-

© iSTOCKPHOTO / ACHIM PRILL


bles, las respuestas inmunitarias y hormonales
desencadenadas por placebos son más intensas si
se producen por condicionamiento que a través
de deseos conscientes. Los datos experimentales
indican también que el efecto placebo suele ser
más fuerte cuando previamente se ha realiza-
do un condicionamiento con un medicamento
efectivo que cuando se administra de entrada en el que se le indicaba si tenía que realizar una
el pseudomedicamento. operación real o una pseudooperación. En el
segundo caso, ejecutaba todos los pasos proto-
No existe la personalidad-placebo colarios de la intervención, pero sin incluir las
La significación del condicionamiento podría células madre en la preparación.
explicar por qué no se ha logrado identificar Transcurrido un año, no pudo detectarse dife-
los atributos de una personalidad sensible al rencia alguna entre los pacientes con operaciones
efecto placebo. Por otro lado, también hay que reales y los de pseudooperaciones, ni en hallazgos
tener en cuenta que la presentación del pseu- físicos ni psíquicos. Solo había variaciones en
domedicamento importa: el tamaño, el color, cómo se sentían dependiendo de si la asignación BIBLIOGRAFIA
la frecuencia con que se administra e incluso el de los pacientes al grupo de las operaciones reales COMPLEMENTARIA
nombre. Y, por último, influye el tiempo que el o al de las pseudooperaciones se había adecuado
médico dedica al paciente. a sus preferencias. DIE WEISHEIT DES KÖRPERS.
Se admite que el efecto placebo se experimenta Los recientes resultados de investigación KRÄFTE DER SELBSTHEILUNG.
en relación directa con la carestía del proceso han liberado el efecto placebo del nimbo de H. Ernst. Piper; Múnich,
médico. La aplicación del pseudotratamiento lo sospechoso y de lo carente de seriedad Zúrich, 1995.
se aleja ahora de las simples tabletas sin princi- y lo han convertido en un procedimiento
pio activo y se orienta hacia una estimulación terapéutico sumamente prometedor. En la EL PLACEBO. Alexander Mä-
total en el contexto de un tratamiento realista. medida en que los médicos no se limiten a der en Mente y cerebro,
Causó sensación un experimento llevado a cabo reforzar en los pacientes la fe en el éxito de n.o 10, págs. 40-43; 2005.
en 2004 por Cynthia McRae, de la Universidad la terapia, sino que introduzcan, además, y de
de Denver, en el que los investigadores implan- forma consciente, estímulos condicionados, EXPECTATIONS AND ASSO-
taron neuronas embrionarias en el cerebro de este tipo de terapia obtendrá unos frutos cada CIATIONS THAT HEAL: IMMU-
pacientes de parkinson. Los 30 voluntarios del vez más visibles. NOMODULATORY PLACEBO
experimento accedieron previamente a ser o EFFECTS AND ITS NEUROBIO­
no operados; es decir, dieron su consentimiento LOGY. G. Pacheco-López
para que fuera posible que solo se realizara con et al. en Brain, Behavior,
ellos una pseudooperación. Maj-Britt Niemi investiga en el departamento de psico- and Immunity, vol. 20,
Así, cuando todo estaba dispuesto para llevar logía y conducta inmunitaria en el Instituto Politécnico págs. 430-446; 2006.
a cabo la intervención, el cirujano abría un sobre Federal de Zúrich.

29
El autoengaño
¿Es sensato mantenerse ciego y sordo ante fenómenos que afectan a la propia
persona? Sí, puesto que con ello protegemos y estabilizamos la autoimagen
Albert Newen y Gottfried Vosgerau

S
egún ciertas encuestas, el 94 por ciento de pareja. «Últimamente sale mucho con Tania; a
los profesores universitarios de Estados veces incluso se queda en la ciudad aunque Ta-
Unidos cree que desempeña su trabajo nia le dé plantón a última hora. Petra nunca me
mejor que sus compañeros. Y uno de cada cua- engañaría», se dice a sí mismo.
tro estudiantes se muestra convencido de que El autoengaño funciona como una suerte de
pertenece al porcentaje de mayor rendimiento ceguera ante los hechos evidentes. ¿No es insen-
del alumnado, pero apenas dos tercios de los sata esta perspectiva de «no querer admitir»? La
habitantes de EE.UU. pertenecen a la mitad más respuesta parece más sencilla de lo que es. Enga-
inteligente de la población. En Suecia, el 77 por ñarse a sí mismo puede resultar completamente
ciento de los estudiantes declara que conduce de razonable, pues se basa en un proceso racional
un modo más seguro que la media. Los resulta- de ponderación.
dos de otra encuesta confirman que tres de cada Un ejemplo cotidiano ayuda a ilustrar el efec-
cuatro jugadores de ajedrez consideran que la lis- to positivo que ejerce el autoengaño: Miguel, de
ta de clasificación subestima su potencial como 14 años y estudiante de secundaria, ha obtenido
ajedrecista. un suspenso en matemáticas. Esta asignatura no
En definitiva, numerosos estudios psicológicos se le da bien; lo suyo son las letras. Sin embargo,
reflejan que los humanos tendemos a vernos a piensa: «Soy tan bueno en matemáticas como en
EN SÍNTESIS nosotros mismos bajo un prisma demasiado po- lengua. Si me dedicara más a las mates sería igual
sitivo. Dicho de otro modo, en nuestra especie de bueno que en lengua». Desde un punto de vista
Mentiras piadosas
el autoengaño resulta usual. Sin embargo, esta objetivo, puede que estos planteamientos sean

1 El autoengaño ejerce
una función positiva:
puede motivar y reforzar
visión distorsionada puede tornarse en proble-
mática cuando la desviación de la realidad resulta
falsos; no obstante, la autoevaluación errónea de
Miguel refuerza su motivación para, de ahora en
exagerada y conlleva consecuencias negativas o adelante, estudiar con más intensidad matemáti-
las convicciones personales
destructivas. Es el caso de una persona que a sus cas, conseguir un notable y con ello obtener una
fundamentales.
50 años y sin entrenamiento previo cree que pue- buena selectividad.

2 Aunque registramos
las propias carencias o
problemas, las reinterpreta-
de correr una maratón; se arriesga, en razón de
su autoengaño, al colapso físico.
El autoengaño puede motivarnos en situacio-
nes en las que una evaluación realista nos lleva-
Para investigar el sentido y la finalidad del au- ría a tirar la toalla. Las convicciones falsas actúan
ción a través del autoengaño
toengaño se emplean experimentos mentales. como el efecto placebo en medicina. Si un pacien-
hace que encajen con la
Entre ellos se encuentra el del marido engañado: te está convencido de que un fármaco contiene un
autoimagen.
Pedro está casado con Petra, quien con frecuencia compuesto eficaz, ese medicamento en realidad

3 El autoengaño «salu-
dable» se diferencia de
la ilusión incorregible, en la
visita por la tarde a su amiga Tania, que vive en
la ciudad, según cuenta Petra a su esposo. Una de
carente de sustancia activa puede mejorar los sín-
tomas: la simple convicción de que el tratamiento
esas tardes, Pedro encuentra a Tania corriendo es el adecuado pone en marcha los poderes de
medida en que pruebas con-
por el parque sin Petra. En otra ocasión ve a su autocuración de la persona.
tundentes pueden provocar
esposa sentada con un hombre en una cafetería. El efecto placebo aparece incluso cuando los
su modificación.
Sin embargo, Pedro no duda de la fidelidad de su probandos saben que la mitad de ellos ha recibido

30
PERTOFT-ILLUSTRATION
¡UAU! EN VEZ DE ¡PUAF!
un placebo y que es probable que formen parte de suyas propias. A partir de ese fundamento se for-
En ocasiones, las personas
esa mitad. Pero las falsas convicciones no siempre ma una autoimagen diferenciada, un haz de esti- ven en el reflejo de su imagen
resultan positivas; también los placebos pueden maciones de las propias capacidades, convicciones, solo aquello que quieren ver.
provocar efectos secundarios no deseados si el metas, deseos y temores. Este yo explícitamente
paciente espera que se produzcan. autobiográfico compite a menudo con procesos
inconscientes, sobre todo emocionales. Ambos
Rechaza las dudas influyen de forma decisiva en las reacciones, de-
Volvamos a Miguel. El empujón motivacional para cisiones y planes de futuro en el día a día.
mejorar en matemáticas es un efecto importante El autoengaño presta una contribución impor-
para él, pero en realidad representa solo un mo- tante a la estabilización de la autoimagen, aunque
tivo secundario. La causa más profunda de su no resulta igual de eficaz en todas partes: algunas
autoengaño radica en eliminar las dudas sobre convicciones secundarias pueden corregirse con
su autoi­magen. Miguel se considera un estudian- mayor facilidad que otras. Así, con un vistazo
te con talento y sin debilidades destacadas, por en el espejo, una persona puede comprobar que
consiguiente, el suspenso en matemáticas lo in- no lleva los zapatos negros, tal y como pensaba,
terpreta como un desliz excepcional. sino que, ensimismada, se ha puesto en algún
Una autoimagen estable es fundamental para momento los de color marrón. Otros aspectos
cualquier persona. Los niños desarrollan durante de la autoimagen resultan más estables. Miguel
el tercer y cuarto año de vida una memoria auto- no está preparado para renunciar a la idea de sí
biográfica; a partir de entonces pueden diferenciar mismo como un estudiante dotado. Las creencias
los deseos y convicciones de otras personas de las básicas de la autoimagen solo experimentan cam-

31
bios cuando existe una presión adecuada: si Pedro Cuando nos acabamos de comprar un teléfono
hubiese sorprendido a su mujer con un amante se móvil, súbitamente nos llaman la atención todas
hubiese visto forzado a abandonar su autoimagen las personas que poseen el mismo modelo que
de esposo de una mujer fiel. nosotros (percepción selectiva). De un modo si-
Existen más enfoques para interpretar, desde la milar, se distorsiona nuestra evaluación de las ca-
filosofía, el fenómeno de la autoimagen. Georges pacidades de los demás. Cuando nos hablan de las
Rey, de la Universidad de Maryland en College excelencias de un pianista, atribuimos sus errores
Park la describe como un producto del discurso durante el concierto a que tenía un mal día o a la
falso: Pedro sabe que su esposa le engaña, pero horrible acústica de la sala; no pensamos en las
cuando habla de ello con otras personas, lo nie- escasas capacidades del supuesto artista virtuoso.
ga, es decir, él mismo no cree que sea verdad lo En cambio, si alguien nos hubiese advertido de
que dice. que se trataba de un músico mediocre, sus fallos
El autoengaño Sin embargo, esta hipótesis parece poco plausi- nos confirmarían esa observación.
se basa en ble, ya que supone que Pedro no habla con sinceri-
dad sobre sus propias convicciones. De este modo,
La imprecisión produce tensión
un proceso
el autoengaño se convierte en un engaño al otro: Mele opina que, ante todo, tales mecanismos nos
racional de Pedro sabe que su esposa le es infiel, pero quiere inducen a establecer y a estabilizar convicciones
ponderación mantener intacta la imagen del matrimonio de falsas como autoengaños. Las pruebas en contra
cara al exterior. Seguramente se dan tales casos siguen disponibles, pero ni siquiera son registra-
de vez en cuando, pero no es probable que pueda das a la luz de la convicción fundamental. Aun-
servir como explicación general del autoengaño. que ello puede desempeñar un papel importante
Alfred R. Mele, de la Universidad estatal de en el origen de autoimágenes falsas, puede que
Florida en Tallahassee, expuso una propuesta el planteamiento de Mele desatienda aspectos
controvertida. Según este filósofo, el autoengaño decisivos del autoengaño: a este le acompaña la
surge por procesos distorsionados de atención. mayor parte de las veces una tensión psíquica
Día a día, diversos mecanismos psicológicos nos típica, una suerte de presentimiento de que algo
llevan a no percibir en absoluto fenómenos de- no es coherente. Esta tensión supone que la perso-
terminados o a hacerlo de manera unilateral. na no elimina por completo la prueba en contra,
sino que, en cierta manera, le presta atención.
Aunque Pedro vea a su esposa tomando un café
Evolución y mentira con otro hombre, no interpreta ese hecho como
una infidelidad, sino que piensa que se trata de
¿Cómo surgió en los humanos el mecanismo psicológico del autoengaño? Según una persona a la que ha conocido por casualidad.
Robert Trivers, de la Universidad Rutgers, el engaño es un fenómeno omnipresen- Resulta decisivo que el sujeto que se autoengaña
te en la naturaleza, pues aporta numerosas ventajas. El mimetismo es el ejemplo no pasa por alto la prueba, sino que la interpreta
más simple. La serpiente de coral, una especie venenosa, presenta llamativas conforme a su convicción fundamental.
rayas de colores que advierten a sus potenciales depredadores: «No te metas La estrecha relación entre la falsa convicción y
conmigo». Algunas serpientes reales, estas inofensivas, imitan el diseño sobre la la autoimagen también ejerce una función básica,
piel de su pariente con el fin de aprovechar la característica protectora. Algunos ya que contribuye a que mantengamos de manera
primates emplean señales de alarma más complejas para avisar a sus congéneres íntegra el engaño frente a poderosas evidencias
de la presencia de predadores. Aunque, en ocasiones, algún mono lanza un en contra. Solo cuando salen a la luz hechos in-
grito de alarma sin que exista un peligro cerca. Los otros monos se ocultan, reac- discutibles, cojea el autoengaño. En este caso, el
ción que el engañador aprovecha para zamparse él solo la comida. No obstante, proceso de la nueva interpretación sigue princi-
a través de la comunicación intraespecífica (entre animales de la misma especie) pios racionales.
se esmeran para identificar las maniobras de engaño. En los humanos sucede Con el fin de comprobarlo, Dirk Wentura y Wer-
una situación parecida: aletas nasales hinchadas, guiños frecuentes o una voz ner Greve, de las universidades de Saarbrücken y
temblorosa pueden desvelar un engaño, obviamente solo si se ha contado de Hildesheim, respectivamente, llevaron a cabo el
forma consciente. El modo más eficaz de ocultar una mentira a los demás es siguiente experimento: reclutaron a participantes
ocultársela en primer lugar a uno mismo, apunta Trivers. Aquí residen las raíces que consideraban que su nivel de cultura estaba
evolutivas de la capacidad humana para el autoengaño, concluye. por encima de la media y que el saber histórico
constituía una parte irrenunciable de la educa-

32
ción. Cada sujeto debía responder preguntas sobre
historia junto con otro jugador «cómplice» de los Juntos erramos más
investigadores. Este último conocía las respuestas,
La dinámica de grupo suele llevar a un exceso de autoconfianza, según hallaron
por lo que obtenía mejores resultados.
Christopher Chabris y Daniel Simons, de las universidades Harvard y de Illinois,
De este modo, los probandos reales se perca-
respectivamente. Chabris planteó diversas preguntas a probandos individuales o
taron de que sus conocimientos resultaban in-
que formaban parte de un grupo. Pese a que estos últimos podían discutir sobre
suficientes. Sin embargo, la mayoría de los par-
las respuestas, no puntuaron mejor, en promedio, que los que respondían en
ticipantes trataron de defender su convicción
solitario. La diferencia más destacada se registró en relación a la autoconfianza:
fundamental, a saber, que eran cultos. Así, adecua-
si bien, por lo general, los participantes valoraban sus conocimientos superiores
ron, en cierta manera, su definición personal sobre
a lo que realmente eran, esta confianza en sí mismos era superior en los grupos
la educación: en ese momento defendieron que
que en los probandos individuales. Al parecer, la discusión no lleva siempre a
el conocimiento histórico no era tan importante.
mejores respuestas; sin embargo, puede fomentar la convicción errónea de
Una estrategia, por otro lado, racional si se tiene en
que se tiene razón.
cuenta que no debe renunciarse precipitadamente
a una convicción acreditada solo porque un hecho (The invisible gorilla. And other ways our intuition deceives us.
no encaje a la perfección con la imagen; a menudo C. Chabris y D. Simons. Harper Collins, Londres, 2010)

basta un pequeño ajuste de la teoría para integrar


un resultado desconcertante. Parece sensato, pues,
aferrarse a una autoimagen ya elaborada. los otros estaban matemáticamente dotados si
Con todo, el engaño resulta en realidad pseu- puntuaban como mínimo tan bien como ellos
dorracional, ya que aplica un doble estándar de mismos.
razón: quien se autoengaña tiende a realizar rein- La teoría del autoengaño como una defensa
terpretaciones de las pruebas contradictorias solo pseudorracional explica, por un lado, la tensión
en relación a sus convicciones básicas; en todos los psíquica interna provocada por la oposición entre
demás ámbitos (como la estimación de los otros, la convicción (en el caso de Pedro, que su esposa le
por ejemplo) se guía por la valoración habitual es fiel) y la sospecha de que, a la vista de las prue-
de los hechos, lo que convierte sus estimaciones bas en contra (se la encuentra con otro hombre),
en comprensibles. podría ser de otro modo; solo la reinterpretación
pseudorracional de los hechos conduce a un haz
Dos formas de racionalidad de convicciones consistente. Por otro, supone el Para saber más
En definitiva, el autoengaño es una falsa con- manejo de las contrapruebas «duras»: Pedro supe- Defining self-worth: Trait self-
esteem moderates the use of
vicción pseudorracional: se basa en un proceso ra el autoengaño solo cuando sorprende a su mu- self-serving trait definitions in
de racionalidad dual en estrecha relación con la jer con el amante. Posiblemente eso le precipite a social judgment. K. S. Beaure-
gard y D. Dunning en Motiva-
autoimagen. Esta teoría se apoya, además de en una crisis vital, pero quizá le lleve a reconciliarse
tion and Emotion, vol. 25, n.o 2,
una serie de hallazgos, fundamentalmente en mo- con Petra y a construir una relación sincera. En págs. 135-161, 2001.
delos de la racionalidad dual humana. Podemos conclusión, el autoengaño es un paraguas pro- Self-deception unmasked.
A. R. Mele. Princeton Univer-
valorar las situaciones y los problemas de modo tector de la propia autoimagen: dentro de unos
sity Press, 2001.
intuitivo (heurístico) o analítico, mediante reglas. límites resulta útil, amortigua pequeñas irrita- Immunizing the self: Self-
En el caso de las características neutras solemos ciones y anima a ajustar la propia autoimagen concept stabilization through
aplicar la evaluación analítica; en cambio, en las de vez en cuando. reality-adaptive self-defi-
nitions. W. Greve y D. Wen-
personales aplicamos una estrategia de valoración tura en Personality and Social
intuitiva-heurística. ­Psychology Bulletin, vol. 29,
n.o 1, págs. 39-50, 2003.
David Dunning y Keith S. Beauregard, de la
Self-deception as pseudo-
Universidad de Cornell en Ithaca, hallaron que rational regulation of belief.
los sujetos utilizaban distintos estándares para C. Michel y A. Newen en
Consciousness and Cognition,
estimar el rendimiento matemático: unas veces vol. 19, págs. 731-744, 2010.
empleaban una valoración objetiva en relación
Albert Newen es profesor de filosofía en la Universidad
con el número de problemas resueltos; otras, una del Ruhr de Bochum. Gottfried Vosgerau enseña en el En nuestro archivo
escala subjetiva que tomaba como referencia las Instituto Filosófico de la Universidad Heinrich Heine de La versatilidad de la psique.
propias capacidades. Para los probandos que con-
Düsseldorf. Este artículo se basa en las ideas de ambos Steve Ayan en MyC n.o 55,
autores y las de Christoph Michel, de la Universidad del 2012.
sideraban importante dominar las matemáticas, Ruhr de Bochum.

33
L O S AU TO R E S

Natalie Gramses médica y antigua homeópata. En la actualidad se muestra crítica con esta
pseudoterapia. Nikil Mukerji es profesor de filosofía en la Universidad Ludwig Maximilian
de Múnich, donde dirige los estudios de filosofía, políticas y económicas. Además, trabaja
como asesor de empresas y políticos para el Instituto de Argumentación en Múnich.

MENTE Y CEREBRO 34
48 N.O 88 - 2018
LÓ GICA

PSEUDOMEDICINA La homeopatía es uno de los métodos favoritos de


la medicina alternativa. Sin embargo, los principales argumentos que
sostienen sus partidarios son un gigante con pies de barro

Errores lógicos
de la homeopatía
NATA L I E G R A M S Y N I K I L M U K E R J I

ISTOCK / KORIONOV

MENTE Y CEREBRO 3549 N.O 88 - 2018


En síntesis:Un efecto ficticio

1 2 3
Los partidarios de la homeopa- Para determinar la efectividad La investigación señala que los
tía incurren en una serie de de un método de tratamiento supuestos éxitos curativos de la
errores de lógica básicos. Tam- se necesitan estudios científi- homeopatía se deben sobre
bién caen en sesgos psicológicos cos que lo demuestren. La homeo- todo al efecto placebo. Diversos fac-
usuales. patía carece de estos hallazgos. tores contribuyen a este fenómeno.

L
a homeopatía está de moda en países como 2003) demostró cómo las opiniones repercuten sobre
Alemania. Y aunque en otros ha ido perdien- nuestra percepción a través de un experimento ya clási-
do el apoyo de universidades y colegios co. Pidió a dos grupos de estudiantes que valorasen a un
médicos, muchas personas continúan con- profesor que realizaba una sustitución en el centro aca-
fiando en su supuesto poder curativo. No démico. A unos alumnos se les explicó que el docente
obstante, la historia de esta terapia alterna- era de trato cálido; a los otros, que era una persona más
tiva se asienta sobre conclusiones falsas y sesgos de bien fría. La valoración del primer grupo de participan-
pensamiento sistemáticos a los que todos sucumbimos tes fue más positiva que la del segundo, a pesar de que
una y otra vez. Los argumentos aparentes en favor de la todos habían asistido a la misma sesión lectiva.
homeopatía se apoyan de manera obstinada en errores Un efecto de este tipo también puede suceder en los
de lógica. Es probable que la imagen de una curación tratamientos médicos. Con frecuencia, un paciente que
natural y suave resulte muy atractiva, por lo que muchas espera que una pastilla le ayude mejora solo por ello. Las
personas desean creer esa promesa. A continuación, expectativas positivas pueden facilitar, además, que se
analizamos desde una perspectiva crítica los argumentos encuentren pruebas que apoyan esa efectividad. Y los
más comunes de sus partidarios. pronósticos imprecisos favorecen la situación. En oca-
siones, los homeópatas pronostican todo lo que puede
acaecer con el tratamiento: «Una de dos, o el medica-
1. Las experiencias personales mento surte efecto de inmediato o se tarda un poco en
no demuestran la eficacia notar la mejoría. También es posible un empeoramiento
La homeopatía presenta dos problemas principales. Por inicial. Si transcurrido un tiempo no observa cambios,
un lado, los estudios independientes y de solidez meto- es porque el medicamento no resulta efectivo en su caso,
dológica, así como el estado actual de la investigación, por lo que buscaríamos otra solución». De esta manera,
indican que sus productos no poseen el efecto de un todas las posibilidades quedan cubiertas. Una de ellas
principio activo. Por otro, su planteamiento resulta repro- sucederá, y el paciente la podrá utilizar como verificación.
bable desde la perspectiva de las ciencias naturales, pues- Cuando se trata de cuestiones médicas, las informa-
to que los preparados a menudo no contienen ni principios ciones personales deben valorarse con cierta dosis de
activos. A pesar de todo, muchas personas confían en ella. escepticismo. Solo los estudios sistemáticos aportan la
El argumento más frecuente reza: «A mí me funciona». certeza suficiente sobre el efecto de una terapia.
Este tipo de testimonios anecdóticos resultan psicológi-
camente convincentes y no necesariamente irracionales.
Pero la experiencia personal no es siempre buena conse-
2. Los resultados de los estudios
jera. El organismo humano presenta una gran complejidad, deben valorarse con precaución
por lo que el curso de una dolencia puede depender de Los homeópatas defienden que hay investigaciones que
numerosos factores, los cuales resultan casi imposibles de confirman el efecto de su método. Es cierto. Pero si con-
separar desde la propia percepción del afectado. Cuando cluimos que de ese modo se demuestra su efecto, estare-
un individuo ingiere una sustancia y constata que se mos cometiendo un error de lógica, por diversos motivos.
siente mejor, no puede saber qué hubiese pasado en caso Todos los estudios poseen un determinado margen de
de no haber tomado nada o de haber consumido una error que se mide mediante el valor p de significación
pastilla sin principio activo. estadística. Un estudio se considera estadísticamente
A ello se añade que nuestra experiencia se ve distor- significativo cuando dicho valor es igual o inferior a 0,05.
sionada con frecuencia por efectos psicológicos de los Es decir, cuando hay una probabilidad igual o menor al
que no somos conscientes. Un error destacable es el de- 5 por ciento de obtener el resultado buscado sin que, en
nominado sesgo de confirmación: quien posee una realidad, exista un efecto. Se trata, por ejemplo, de una
opinión determinada tiende a hallar pruebas que la probabilidad similar a la de sacar un uno y un dos cuan-
confirman. El psicólogo social Harold H. Kelley (1921- do se lanzan dos dados al mismo tiempo. La probabilidad

36
Los principios de la homeopatía
La terapia homeopática se inspira aliviar en los pacientes. Así, por efectividad. La mayoría de estos
en las ideas del médico alemán ejemplo, las ortigas se utilizan remedios se diluyen a tal extremo
Samuel Hahnemann (1755-1843). como base de un preparado para que el preparado final no contiene
Sus premisas se fundamentan en curar el escozor. Por otra parte, el ni una sola molécula del principio
dos principios básicos: por una principio de potenciación estable- activo. Sin embargo, los homeópa-
parte, el principio de similitud, se- ce que la sustancia activa debe di- tas parten de la idea de que de esta
gún el cual para el tratamiento de luirse en una sustancia de soporte, forma se conserva la «energía» o
los problemas de salud se emplean por lo general, en múltiplos de «información» de la sustancia. No
remedios que en las personas sanas 1:10 (potencia D) o 1:100 (potencia existe ninguna prueba científica al
causan los síntomas que se quieren C). De este modo, se aumentaría su respecto.

de obtener un falso positivo en una prueba es reducida, Este argumento también esconde un error de lógica.
aunque aumenta a medida que se realizan más estudios. ¿Quién dice que solo existe un mecanismo para el efecto
Si tiramos los dados 13 veces, la probabilidad de obtener placebo? De hecho, no requiere que los pacientes esperen
la combinación de uno y dos aumenta por encima del 50 su mejoría. Ted Kaptchuk, de la Universidad Harvard,
por ciento. Por tanto, si se llevan a cabo estudios con un comprobó que los placebos pueden actuar incluso cuan-
medicamento ineficaz, la probabilidad de obtener al do los sujetos son conscientes de que el medicamento es
menos un resultado estadísticamente significativo tras inocuo. En el caso de los niños y los animales, se suma
haber realizado 14 estudios será también superior al 50 un mecanismo de acción más: el «placebo por poderes»
por ciento. En la actualidad, existen varios cientos de (placebo by proxy). El efecto se produce por otra persona
investigaciones sobre la homeopatía. Por ese motivo, es que espera que suceda la mejoría. Por ejemplo, los padres
fácil explicar que existan resultados positivos, a pesar de y cuidadores se muestran más optimistas y relajados, lo
que los remedios no surtan efecto. cual repercute positivamente en el curso de la enfermedad
Por otro lado, existen más estudios a favor de la ho- del niño. Diversos estudios documentan el efecto place-
meopatía de los que cabría esperar simplemente debido bo a través de personas allegadas.
al margen de error. Sin embargo, algunos de ellos con- Por otro lado, solemos estar más atentos a cualquier
tienen notables errores metodológicos. Por esta razón, signo de mejoría cuando esperamos que esta ocurra. En
los metanálisis y las revisiones sistemáticas que incluyen psicología se habla del efecto Rosenthal o Pigmalión, un
esos estudios metodológicamente frágiles muestran que fenómeno muy similar. En 1963, Robert Rosenthal, psi-
no pueden extraerse conclusiones fiables. Las revisiones cólogo de la Universidad de California, pidió a una serie
que engloban el estado actual de la investigación y toman de investigadores que colocaran a unas ratas en un labe-
en consideración solo los análisis de gran calidad revelan rinto y anotaran las habilidades que mostraban los ani-
que la homeopatía es médicamente ineficaz. males en esta prueba. Los participantes disponían de dos
Además, cabe destacar que los estudios con resultados grupos de ratas previamente clasificadas como «listas» o
positivos tienen el doble de probabilidades de que se «bobas». Los sujetos que trabajaban con los roedores
publiquen en comparación con los que revelan resultados supuestamente inteligentes valoraban su rendimiento de
negativos. Este fenómeno, conocido como sesgo de pu- manera más favorable. Ello demuestra que la medición
blicación, atañe a la investigación médica en general, no de los efectos del tratamiento puede verse influida por
solo a la homeopatía. Si tenemos en cuenta todos estos las expectativas de la persona que la lleva a cabo.
aspectos, el estado de la investigación actual apunta a que
los remedios homeopáticos actúan, muy probablemente,
solo a través del efecto placebo.

3. El efecto placebo también puede «Cuanto más deseamos que


darse en niños y animales algo sea cierto, más precavidos
Los usuarios convencidos señalan con frecuencia que la
homeopatía también surte efecto en los niños y los ani-
debemos ser. La afirmación
males. Y como ellos no saben que están siendo tratados, de un observador nunca
no desarrollan expectativas acerca de su curación. En
consecuencia, la homeopatía no podría explicarse exclu-
es suficiente»
sivamente a través del efecto placebo. Carl Sagan, astrónomo (1934-1996)

37
El efecto placebo
El fenómeno del placebo va más allá de la ingesta de unos comprimidos: también la actitud
del terapeuta y el tipo de intervención influyen en el paciente
Corina Hartmann y Steve Ayan

S egún el estado actual de la inves-


tigación, la homeopatía no posee
eficacia médica. Pero probablemente
ten un placebo particularmente efec-
tivo. En 2010, un estudio de revisión
demostró que el efecto del tratamiento
capaces de desencadenar un
efecto placebo relacionado
con aspectos psicológicos
ayuda a las personas que confían en homeopático no era mayor que el de y con la atención que
la promesa de una «curación suave» otro medicamento inocuo. el terapeuta brinda al
mediante preparados muy diluidos, El mecanismo de acción del pla- paciente.
que se sienten comprendidas por su cebo puede estar relacionado con el Por ahora, los mé-
terapeuta o que hallan incluso una condicionamiento clásico. De mane- dicos desconocen el
especie de hogar espiritual en la con- ra similar al perro de Pavlov, un es- poder exacto del efec-
sulta. Se trata del efecto placebo. tímulo inicialmente neutro se asocia to placebo. No debe
Con todo, el a menudo sorpren- con una reacción fisiológica a través confundirse el alivio
dente efecto de los tratamientos fic- de determinadas experiencias previas. que se observa en el «gru-
ticios se incluye en el conocimiento De este modo, una pastilla de azúcar po placebo» de los estudios
médico común. Los placebos son podría poner en marcha procesos clínicos con el efecto placebo,
capaces de influir en procesos fisio- fisiológicos concretos cuando el pa- puesto que el tiempo también in-
lógicos, como la frecuencia cardíaca ciente ha aprendido: «Este remedio fluye en este contexto: al fin y al cabo,
o la presión arterial, y en diversos me ayuda». Con frecuencia, otros muchos síntomas mejoran de mane-
neurotransmisores del cerebro. Pero factores secundarios también entran ra espontánea. Para determinar la
¿cómo puede explicarse esa influen- en juego. Se ha comprobado, por magnitud del efecto placebo se nece-
cia si no existe un principio activo? ejemplo, que las pastillas rojas resul- sitaría comparar el estado de salud
Las expectativas del paciente res- tan más efectivas que las azules, y que de un grupo placebo con el de un
pecto al tratamiento y a su curación un placebo caro ayuda más que uno grupo sin tratamiento. Por el momen-
desempeñan un papel importante. En barato. to, este tipo de estudios apenas se han
este contexto, la figura del terapeuta Pero el efecto placebo no se limita llevado a cabo.
resulta esencial. Muchas personas a los comprimidos. Médicos dirigidos
muestran una mayor esperanza si por Ted Kaptchuk, de la Universidad
saben que su terapeuta goza de buena Harvard, adminsitraron a pacientes
reputación, está convencido de su con dolor crónico bien una pastilla PA R A S A B E R M Á S
método de intervención y le dedica sin principios activos o bien agujas
Sham device v inert pill: Randomised
tiempo y comprensión. Estas sensa- que (aparentemente) les atravesaban
controlled trial of two placebo
ciones suelen ser más habituales en la piel. ¿Resultado? La acupuntura treatments. T. J. Kaptchuk et al.
la relación con el homeópata que con ficticia aliviaba más los dolores de los en British Medical Journal, vol. 332,
el médico de cabecera. Por otra parte, probandos que el medicamento ino- págs. 391-397, 2006.
la anamnesis homeopática no solo cuo, lo que demuestra que los ritua- Placebo effect sizes in homeopathic
recoge con todo detalle las molestias les contribuyen al efecto del placebo, compared to conventional drugs:
del sujeto, sino que también incluye concluyen los autores. El hallazgo de A systematic review of randomised
sus circunstancias vitales y preocu- que incluso las intervenciones qui- controlled trials. T. Nuhn, R. Lüdtke,
y M. Geraedts en Homeopathy, vol. 99,
paciones. rúrgicas ficticias pueden facilitar un
págs. 76-82, 2010.
Con todo, resulta cuestionable que alivio asombroso bajo ciertas circuns-
los gránulos homeopáticos represen- tancias apoya este supuesto. The magnitude and temporal changes
of response in the placebo arm of
Es probable que el fenómeno pla- surgical randomized controlled trials:
cebo englobe distintos factores. No A systematic review and meta-analysis.
solo importa el método que se emplea, K. A. Wartolowska et al. en Trials, vol. 17,
L O S AU TO R E S sino también el modo en que se apli- págs. 589, 2016.

Corina Hartmann y Steve Ayanson


ca, la competencia que irradia el te-
rapeuta e incluso la decoración de la EN NUESTRO ARCHIVO
psicólogos y redactores en Gehirn
und Geist, edición alemana de Mente consulta. Además, las terapias vali- El placebo. Alexander Mäder
y Cerebro. dadas científicamente también son en MyC n.0 10, 2005.

38
Claves de los estudios clínicos: controlados, a doble ciego y aleatorizados
Para un estudio clínico se dispone, En un ensayo a doble ciego, ni que pueden actuar en el curso de
al menos, de dos grupos de pacien- los pacientes ni los investigadores una enfermedad, los investigado-
tes a los que se aplica un tratamiento saben quién pertenece al grupo de res acostumbran a trabajar con
lo más similar posible. Con una ex- control y quién al grupo experi- un gran número de probandos es-
cepción: a los sujetos del grupo ex- mental. De esta manera, se des- cogidos al azar (aleatorización).
perimental se les administra un me- carta la posibilidad de que el De esa manera, las variaciones inte­
dicamento con un principio activo; a ­efecto placebo, que debería pro- rindividuales quedan equilibradas
los del grupo de control, un placebo. ducirse en ambos grupos, se con- y el resultado no se ve sesgado.
Esta sustancia inocua puede mejorar funda con el efecto del medica- ­Finalmente, se describe —con un
el estado del probando, por ejemplo, mento testado. determinado margen de error—
gracias a sus expectativas positivas Ya que no resulta posible con- si el medicamento aplicado surte
respecto a la terapia. trolar la multiplicidad de factores efecto.

escepticismo que va en contra de la homeopatía también


4. Un tratamiento individual puede emplearse a su favor».
sí puede evaluarse Este argumento desplaza la carga probatoria hacia la
Algunos partidarios de la terapia homeopática han parte de los que dudan de una afirmación concreta. A
desistido en utilizar los estudios clínicos para su argu- primera vista, parece lógico: ¿por qué siempre son los
mentación. Por el contrario, afirman que ese tipo de homeópatas los que deben justificarse? ¿No sería más
trabajos carecen de capacidad predictiva para la ho- correcto darle la vuelta a la tortilla?
meopatía. Los terapeutas que profesan este tipo de Sin embargo, debe andarse con pies de plomo: la
tratamiento se esfuerzan por hallar el preparado ade- mayoría de las posibles hipótesis son falsas. Papá Noel y
cuado para cada paciente. Por ejemplo, dos personas el Ratoncito Pérez no existen, a pesar de que no se haya
que padecen dolores de cabeza no tienen por qué reci- comprobado su inexistencia. Por esta razón, siempre debe
bir el mismo remedio. Por esta razón, la homeopatía justificarse el que afirma y no quien duda.
no puede examinarse a través de los estudios clínicos En una ocasión, el escritor y columnista Christopher
tradicionales, señalan. Hitchens (1949-2011) definió esta máxima con gran
De nuevo, este argumento se basa en un error de ló- acierto: «Lo que puede afirmarse sin pruebas puede ser
gica. Está claro que es posible comprobar si los prepara- igualmente rechazado sin ellas». Esto resulta aún más
dos prescritos a nivel individual surten efecto. Para ello, válido si la aseveración dudosa no es plausible desde el
solo se necesita formar los correspondientes grupos de principio. Es el caso de la homeopatía, se alega que exis-
experimentación y de control. A un grupo se le adminis- te un efecto sin principio activo. Esta tesis no concuerda
tra el medicamento que el homeópata ha recetado de con los conocimientos sólidos. Además, contradice la
manera individual; a los otros probandos, un placebo. experiencia cotidiana acerca del efecto de la disolución.
Después, se valoran los datos como se haría en cualquier Si usted añade menos café soluble al agua hirviendo de
otra investigación. Aunque este tipo de estudios se han su taza, tampoco espera que la bebida resultante sea más
realizado en diversas ocasiones, no se han encontrado intensa que de costumbre, aunque remueva con la cu-
resultados convincentes que apoyen el efecto de los pro- chara enérgicamente. Claro que en el terreno de la ho-
ductos homeopáticos. meopatía podría cambiar el asunto, ¡aunque sería ex-
traordinario! Si se afirma algo así, deben aportarse
pruebas muy sólidas.
5. La carga probatoria no se
halla en manos de los escépticos
La comprobación de la eficacia de la homeopatía se ha
puesto en manos de sus críticos, sostienen algunos. El Solo porque muchas personas
periodista Jens Jessen escribió hace unos años en la re-
vista Zeit: «De la circunstancia de que no se haya podido
den algo por cierto no tiene
explicar o comprobar algo mediante los métodos actua- por qué serlo. Si así fuera, no
les no puede concluirse que no exista. ¿No es cierto, mis
señores médicos académicos? La teoría cognitiva estric-
necesitaríamos más estudios
ta tampoco tolera este tipo de conclusiones. El mismo científicos

39
de lógica denominado argumento ad populum («dirigido
6. Si la homeopatía funcionara, al pueblo»). La antigüedad de un método de tratamiento
lo sabríamos tampoco es sinónimo de efectividad; de lo contrario,
Cuando una persona informa sobre la falta de estudios todavía hoy se practicarían sangrías. Esta falacia recibe
científicos, la deficiencia de plausibilidad y el problema el nombre de argumento ad antiquitatem («apelación a
de la carga probatoria, se le reprocha con la famosa cita la tradición»).
de Hamlet: «Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Ho- Otra táctica de distracción es el argumento ad naturam
racio, de las que han sido soñadas en tu filosofía». («apelación a la naturaleza»). Se dice que la homeopatía
Es posible que determinados fenómenos escapen to- es un método natural. No obstante, el adjetivo «natural»
davía al método científico, o que incluso nunca puedan per se no revela nada sobre factores como la efectividad
abordarse desde la ciencia. Por ejemplo, se puede creer o la tolerancia. Hace poco fallecieron en Estados Unidos
que existe vida inteligente en otro lugar del universo, pero varios niños que habían ingerido un remedio homeopá-
no disponemos de garantías de que algún día lograremos tico elaborado con belladona, un producto natural de
descubrirlo mediante nuestros procedimientos científicos alta toxicidad. Al parecer, su grado de disolución había
actuales o futuros. No obstante, la supuesta efectividad sido insuficiente.
de la homeopatía no se encuentra en esa situación. Si Finalmente, los partidarios de la homeopatía atacan
tuviera efecto, lo sabríamos. Al fin y al cabo, la homeo- a los grupos de presión farmacéuticos como herramienta
patía presenta hipótesis que pueden comprobarse sin de convicción: «Como mínimo, la industria farmacéuti-
problema. ca, que pretende intoxicarnos a todos, no controla la
Probablemente, la idea de que no se puede comprobar homeopatía». Este argumento se basa en una suposición
científicamente surge de un error básico que puede so- errónea, puesto que tras los remedios homeopáticos se
lucionarse considerando dos cuestiones: ¿funciona la encuentran también empresas que aspiran a comerciali-
homeopatía? y ¿cómo lo hace? La primera pregunta zar sus productos. Incluso si se aceptan esas premisas y
puede responderse de manera sencilla con ayuda de los se cree que la industria farmacéutica y la homeopática
estudios clínicos. De este modo, ya no es necesario plan- no poseen características en común, dicha explicación
tearse la segunda. Sería absurdo preguntar cómo actúa tampoco apoya la efectividad de la homeopatía. En pa-
un método si no disponemos de indicios sólidos acerca labras del médico Ben Goldacre: «Los defectos en el di-
de que funcione. Igualmente extraño sería preguntar seño de aeronaves no demuestran la existencia de alfom-
cómo respiran las ballenas bajo el agua si ya sabemos que bras voladoras». Del mismo modo, los pecados de la
necesitan emerger a la superficie para ello. industria farmacéutica tampoco prueban la efectividad
de la homeopatía. H
7. Uso de trucos retóricos
para distraer y convencer
Cuando alguien tiene que defenderse a diario de una
crítica justificada, acostumbra a desarrollar ciertas tácti-
cas retóricas. Entre estas destacan los eslóganes y las
maniobras de distracción. PA R A S A B E R M Á S
El clásico lema de la homeopatía es: «Quien cura Homeopathy: What does the «best» evidence tell us?
tiene razón». De este modo, se intenta desinflar el hallaz- E. Ernst en The Medical Journal of Australia, vol. 192,
go científico que demuestra que los remedios de esta págs. 458-460, 2010.
terapia no van más allá de un efecto placebo. Y quien Placebos without deception: A randomized controlled trial in
expresa esta objeción recibe como respuesta un segundo irritable bowel syndrome. T. J. Kaptchuk et al. en PLoS One,
eslogan: «No te fíes de ningún estudio que no hayas vol. 5, e15591, 2010.
contrastado tú mismo». Este enunciado solo refleja una In Sachen Homöopathie: Eine Beweisaufnahme. N. Aust.
tendencia hacia las teorías de la conspiración, pero no Web-Site-Verlag 2013.
otorga más plausibilidad a la homeopatía. Randomised placebo-controlled trials of individualised
Sus defensores también se apoyan a menudo en argu- homeo­pathic treatment: Systematic review and meta-analysis.
mentaciones que no se encuentran relacionadas con el R. T. Mathie et al. en Systematic Reviews, vol. 3, pág. 142, 2014.
efecto de las sustancias: «Si la homeopatía no funciona, Die 10 Gebote des gesunden Menschenverstands. N. Mukerji.
¿cómo es posible que tantas personas la utilicen?» o Springer, Berlín y Heidelberg, 2017.
«¿Cómo es posible que se practique desde hace siglos?».
Solo porque muchas personas den algo por cierto, no EN NUESTRO ARCHIVO
tiene por qué serlo. De ser así, ya no necesitaríamos los La homeopatía carece de fundamento científico. Harriett Hall
estudios científicos; simplemente podríamos votar sobre en «Cinco cosas que sabemos ciertas». M. Schermer et al.
la efectividad de un tratamiento médico. Se trata del error en IyC, enero de 2017.

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TERAPIA

PLACEBO Los efectos de los medicamentos ficticios no son producto


de la imaginación: se pueden comprobar de forma objetiva a través
de la actividad cerebral. También pueden modificarse

El poder curativo
de la esperanza
CHRISTIAN WOLF

E L AU TO R

Christian Wolf es doctor en filosofía


y periodista científico.

42
43
GETTY IMAGES / STEVE CRAFT
En síntesis: Cerebro en «modo curativo»

1 2 3
Numerosos estudios confirman En la actualidad, los investiga­ Para aprovechar el efecto
que los medicamentos placebo dores conocen una serie de ­placebo se recomienda seguir
y algunos elementos propios de mecanismos de acción neuro­ ­varias vías de actuación y no
un tratamiento médico, como los nales relacionados con el placebo: apostar solo por un tratamiento
comentarios del terapeuta o el uso ciertos neurotransmisores y deter­ ­basado en la teoría médica. Una
una bata blanca, favorecen la cura­ minadas redes cerebrales mitigan atención afectuosa también ayuda
ción del paciente. los síntomas de una enfermedad. a curar.

E
n las últimas semanas de la Segunda Guerra Durante mucho tiempo, el éxito de los productos
Mundial, Henry Beecher se quedó sin placebo se atribuyó a la percepción subjetiva de los pa­
morfina. Este cirujano, de servicio en el cientes. ¿Creían que se sentían mejor tras tomar un par
Ejército estadounidense, estaba atendien­ de bolitas con azúcar? Existe la sospecha de que, en los
do a un soldado gravemente herido. Beecher estudios sobre el efecto del placebo en relación con el
temía que la operación sin analgesia pro­ dolor, los pacientes informaban de que había disminuido
vocase un colapso circulatorio. Sin vacilar un momen­ su sensación de dolor para contentar a los responsables
to, la enfermera preparó una inyección y se la adminis­ de la investigación. Entonces, ¿la eficacia de los trata­
tró al paciente. Pero, en lugar de morfina, solo contenía mientos con placebo no es más que un grato espejismo?
una solución salina. Lo que sucedió a continuación En absoluto. Hoy en día es posible comprobar su efecto,
sorprendió a Beecher. El soldado se tranquilizó igual a menudo sorprendente, en el cerebro y organismo hu­
que si le hubieran inyectado morfina. Beecher lo operó manos.
y le cosió la herida. Durante la sutura, y de manera El ámbito donde mejor se ha investigado esta cuestión
increíble, el paciente apenas pareció sentir dolor. Cuan­ es el de los procesos dolorosos. Hasta que se experimen­
do la guerra terminó, Beecher estudió el fenómeno con ta conscientemente, el dolor recorre un largo camino: si
más atención. Se convirtió en uno de los pioneros en la nos hacemos daño, la señal dolorosa se propaga desde las
investigación del placebo. terminaciones nerviosas libres de los tejidos hasta el en­
En la actualidad, se sabe que la mera expectativa de céfalo, desplazándose por largas fibras nerviosas perifé­
recibir un tratamiento tiene, de ordinario, un efecto te­ ricas y la médula espinal. Es en el cerebro donde la señal
rapéutico. Por ejemplo, para comprobar si un medica­ se interpreta como dolor. Por ello, el efecto placebo
mento funciona como debe en los pacientes, se comparan puede actuar en numerosos lugares.
los resultados con los de un preparado sin actividad
farmacológica, en vez de usar probandos que no han En la médula espinal
recibido tratamiento alguno. «Una parte nada desdeñable Ulrike Bingel, de la Universidad de Duisburgo-Essen, y
de la eficacia de la terapia farmacológica se debe al efec­ sus colaboradores llevaron a cabo en 2009 un estudio
to placebo», afirma el psicólogo Winfried Rief, de la para obtener información más precisa sobre el efecto
Universidad Philipps de Marburgo. «En estudios clínicos, placebo en el dolor. Para ello, aplicaron un estímulo ca­
los grupos que reciben placebo dan muestras de una liente en el brazo de los probandos, que se encontraban
eficacia parcial que supone entre el 50 y el 60 por ciento en un dispositivo de resonancia magnética (RM). Previa­
de la que experimentan quienes reciben una terapia real.» mente, los experimentadores aplicaron una crema sobre
No obstante, el efecto placebo varía, en gran medida, en la zona cutánea que iba a recibir el estímulo y explicaron
función del tipo de enfermedad y del tratamiento. A a los participantes que el producto contenía un analgési­
menudo, los detalles marcan la diferencia: las pastillas co muy potente. Con una segunda crema, untaron otra
rojas son más efectivas que las azules; cuatro píldoras parte del cuerpo, a la que denominaron, sencillamente,
resultan más eficaces que dos, y un placebo caro surte «crema de control». En ambos casos, se trataba de la
más efecto que uno barato. misma pomada, la cual carecía de principios activos.
El efecto placebo, sin embargo, sigue teniendo mala A medida que la piel sobre la que se había aplicado la
fama. Se considera sinónimo de falta de eficacia («el «crema de control» se calentaba, dando lugar a una sen­
medicamento X no posee más efecto que el de un placebo»), sación desagradable, el aparato de RM revelaba un aumento
a pesar de que este hecho ya indica un efecto notable. De de la actividad neuronal en el asta posterior de la médu­
acuerdo con numerosos médicos, el éxito de pseudo­ la espinal, más o menos, a la altura de la parte inferior
tratamientos insostenibles desde un punto de vista cien­ de la nuca. Esa actividad perdía intensidad cuando
tífico, como la homeopatía, probablemente tampoco proporcionaron calor sobre la zona en la que se había
podría explicarse de otra forma. extendido la supuesta pomada analgésica. Los probandos,

44
El alivio del dolor
empieza en la cabeza

Tálamo
Corteza prefrontal

Núcleo
amigdalino

Núcleo
accumbens
YOUSUN KOH

Conducción del dolor

Asta posterior
Ínsula

Dónde actúa el placebo


En la actualidad, los investigadores y médicos ya pue- ciente, se reflejan en las estructuras profundas del encé-
den atribuir, con precisión, el efecto mitigador de los falo, como el núcleo amigdalino o el núcleo accumbens,
productos placebo a modificaciones en componentes que forma parte del sistema de recompensa neuronal.
del sistema nervioso. Se distinguen, como mínimo, tres En estas estructuras, distintos neurotransmisores favo-
etapas: en primer lugar, el efecto calmante de un place- recen la relajación. Y, en tercer lugar, actúa la máxima
bo se inicia en la médula espinal. En el asta posterior de autoridad de control de la corteza cerebral, la corteza
la médula, las señales se transmiten, a través de los no- prefrontal (CPF), que inhibe las áreas encargadas del
ciceptores (sensores de dolor) de la piel o la periferia del procesamiento del dolor y de las emociones negativas.
organismo, hacia el encéfalo. En esta fase, los opioides De este modo, se reduce la actividad de la ínsula mien-
endógenos frenan esa transmisión. En segundo lugar, tras aumenta la del lóbulo frontal, según revelan las in-
las experiencias previas, así como la esperanza del pa- vestigaciones.

45
según manifestaron, también experimentaron menos recompensa. Sin embargo, la actividad de otras regiones
dolor. Al parecer, la fe en el placebo bloqueaba la trans­ que procesan el tipo y la intensidad del dolor, como la
misión del dolor ya en la médula espinal. ínsula y el tálamo, se atenúa.
«Los efectos del placebo se acompañan de los meca­ Otro ámbito de aplicación importante para el tra­
nismos neuronales más diversos», explica Bingel. En el tamiento con placebo es la terapia antidepresiva. Según
tratamiento del dolor, los placebos pueden modificar el la investigación, se estima que la contribución del efecto
procesamiento de señales desde una etapa temprana. «Las placebo a la eficacia global de los antidepresivos alcanza
áreas corticales encargadas de procesar el dolor reciben hasta un 50 por ciento. En un estudio llevado a cabo por
estímulos más débiles», añade. Con todo, de momento la neuropsiquiatra Helen Mayberg en 2002, las pastillas
continúa siendo un misterio para los investigadores cómo de azúcar mostraron una eficacia equiparable a la de los
sucede exactamente este proceso. antidepresivos habituales. En el cerebro de los pacientes
No obstante, se sabe que los llamados tractos descen­ que respondían a los placebos, el metabolismo de la
dentes intervienen en él. Parten del prosencéfalo, inclui­ corteza prefrontal experimentaba cambios similares al
da la corteza prefrontal, y se extienden hasta la médula de los pacientes que manifestaban una mejora mediante
espinal. «En general, estos haces nerviosos se activan un antidepresivo real, del tipo de los inhibidores selectivos
cuando la sensación de dolor es modulada de la recaptación de serotonina (ISRS).
por factores emocionales o cognitivos, En 2015, el equipo de Jon-Kar
como el miedo, el estrés o la aten­ Zubieta, de la Universidad de
ción», indica Bingel. «En el Míchigan, notificó que los
caso del efecto placebo, esta pacientes depresivos, tras
es una de las maneras de Por muy subjetivo recibir un placebo, no
contener la transmisión solo referían síntomas
del dolor en la médu­ que pueda parecer más leves, sino que
la espinal.» el efecto placebo, también su cerebro
Aquí intervienen liberaba más opioi­
también los opioi­ no es una quimera des endógenos en
des endógenos, el núcleo accum­

ISTOCK / SEZERYADIGAR
analgésicos pro­ bens y el núcleo
ducidos por el pro­ amigdalino. Am­
pio organismo. Si bas regiones inter­
se inyecta a los pa­ vienen en la regu­
cientes un antago­ lación del estrés y
nista de los opioides las emociones.
que bloquee los recep­ Tanto los trastor­
tores correspondientes nos de dolor como las
en las neuronas, muchos depresiones son enfer­
placebos pierden su efecto medades con un marcado
calmante. Sin embargo, Bingel componente subjetivo. ¿Es
considera que estas modulaciones posible que ello favorezca el efec­
en la médula espinal y en el proce­ to placebo? No necesariamente. In­
samiento sensorial del dolor no bastan para vestigaciones más recientes demuestran
explicar el efecto placebo. Es posible que la percepción que las personas con enfermedades neurológicas graves,
emocional del dolor también influya. «La actividad del como el párkinson, también responden a los supuestos
sistema de recompensa y del núcleo amigdalino se inten­ fármacos. A consecuencia de la destrucción masiva de
sifica, asimismo, cuando los pacientes que han recibido células en la sustancia negra, el encéfalo de los pacientes
placebo sienten menos dolor.» con la enfermedad de Parkinson segrega muy poca do­
pamina. Uno de los escasos tratamientos efectivos com­
La esperanza mitiga el sufrimiento doloroso pensa, al menos en parte, esta pérdida mediante la ad­
Como confirmaron en 2015 Tor Wager, de la Universidad ministración de levodopa, un precursor del mensajero
de Colorado, y Lauren Atlas, de los Institutos Nacionales dopamina.
de la Salud estadounidenses, a través de una revisión, En 2010, el equipo de Sarah Lidstone, de la Universi­
en el curso de un tratamiento con placebo se ponen en dad de la Columbia Británica, distribuyó en varios grupos
marcha, sobre todo, las áreas del cerebro que intervienen a pacientes con párkinson moderado. Explicaron a los
en la esperanza y en la percepción del dolor. Entre ellas participantes que tenían un 25, un 50, un 75 o un cien
se hallan partes de la corteza prefrontal y el núcleo por cien de posibilidades de recibir tratamiento con le­
accumbens, una estación central de relevo del sistema de vodopa; al resto se les trataría temporalmente con un

46
placebo. Sin embargo, todos los participantes recibieron Pavlov (1849-1936)», por J. M. López Piñero; Mente y
una sustancia inocua. ¿Resultado? Aquellos que creían Cerebro n.o 8, 2004].
que tenían un 75 por ciento de posibilidades de estar Fabrizio Benedetti, de la Universidad de Turín e in­
recibiendo fármacos fueron los que mostraron una me­ vestigador de los efectos del placebo, lo demostró a fina­
joría más notable; así, recuperaron en parte las capaci­ les de los años noventa. Pidió a sus probandos que
dades motoras. Los investigadores registraron, mediante apretasen un dinamómetro manual mientras reducía el
tomografía por emisión de positrones (PET), una mar­ riego sanguíneo de esa zona con un manguito que les
cada «descarga» de dopamina en los ganglios basales, había colocado en el brazo. De ese modo, se desencade­
imprescindible para el control del movimiento. En cam­ naba un dolor rápido y progresivo. Cuando Benedetti
bio, en los pacientes a los que se informó que contaban administraba una dosis de morfina a los participantes,
con pocas posibilidades de recibir tratamiento farmaco­ estos soportaban el dolor durante más tiempo. Otro día,
lógico, no se generó ninguna expectativa positiva ni se el investigador hizo creer a los probandos que les había
produjo un efecto placebo. administrado, de nuevo, morfina. Tras recibir el placebo,
Pero la supuesta garantía total (cien por cien) de reci­ los probandos también soportaron la sensación doloro­
bir un fármaco tampoco redujo los síntomas ni puso en sa durante más tiempo. Sin embargo, cuando faltaba el
marcha el metabolismo cerebral beneficioso en esos condicionamiento previo, el placebo no potenciaba la
sujetos «afortunados». ¿Cómo era posible? A partir de tolerancia al dolor en la misma medida.
las investigaciones con animales se sabe que la secreción Al administrar a los sujetos el antagonista opiáceo
de dopamina aumenta si existe la esperanza de recom­ naxolona, el efecto placebo desapareció. Benedetti sos­
pensa, pero no cuando hay la certeza. Otros científicos, pecha que el alivio que los probandos esperaban sentir
además del equipo de Lidstone, han constatado que es con la morfina aumentó la liberación de opioides endó­
más probable que la actividad dopaminérgica se incre­ genos, cuyo efecto contrarrestó la naxolona. Al parecer,
mente cuando los pacientes con párkinson esperan una cuando se produce el efecto placebo, el organismo utili­
mejoría en lugar de darla por hecho. za las mismas vías abiertas previamente por el tratamiento
«El efecto placebo es real», resume el psicólogo Winfried farmacológico.
Rief, de la Universidad de Marburgo. «En condiciones Cuando se «condicionó» a los voluntarios con un
experimentales controladas en el laboratorio, es posible medicamento que bloqueaba los receptores del sistema
provocarlo y constatarlo a través de parámetros objetivos, endocanabinoide y mitigaba el dolor, la naxolona ya no
como las reacciones fisiológicas del cerebro.» Ello no solo inhibió el efecto placebo, lo que sí produjo el antagonis­
sucede en el caso de dolor o depresión, sino también en ta endocanabinoide. «No hay un único efecto placebo;
relación con enfermedades con una base biológica clara. existen muchos y distintos», afirma Benedetti. En con­
«Incluso se ha conseguido aliviar el dolor de los pacientes clusión, por subjetivo que parezca el efecto placebo, no
en intervenciones quirúrgicas mediante un tratamiento es, en absoluto, una quimera. H
con placebo.» Por tanto, el efecto de las sustancias sin
principios activos no se limita, ni mucho menos, a los
trastornos del estado de ánimo.
PA R A S A B E R M Á S
Procesos de aprendizaje inconscientes
«La investigación actual demuestra que el efecto placebo The functional neuroanatomy of the placebo effect. H. S. Mayberg
et al. en American Journal of Psychiatry, vol. 159, p. 728-737, 2002.
ya no puede descartarse como algo meramente subjetivo»,
indica Bingel. «Asumir que los pacientes referirían la Direct evidence for spinal cord involvement in placebo analge­
eficacia de un tratamiento con placebo para complacer sia. F. Eippert et al. en Science, vol. 326, pág. 404, 2009.
al médico o al investigador responsable del estudio no Effects of expectation on placebo-induced dopamine release in
explica ni de lejos este fenómeno. Hace mucho que de­ Parkinson disease. S. C. Lidstone et al. en Archives of General
jamos atrás esa etapa.» Psychiatry, vol. 67, págs. 857-865, 2010.
Pero ¿cómo se explican los efectos neurofisiológicos? Association between placebo-activated neural systems and antide-
Por un lado, la esperanza del paciente resulta determi­ pressant responses: Neurochemistry of placebo effects in major
nante en este proceso, como revela la observación de depression. M. Peciña et al. en JAMA Psychiatry, vol. 30, p. 1-8, 2015.
secreción de dopamina en la enfermedad de Parkinson. The neuroscience of placebo effects: Connecting context,
Incluso los comentarios del médico sobre la eficacia de learning, and health. T. D. Wager y L. Y. Atlas en Nature
Reviews Neuroscience, vol. 16, págs. 403-418, 2015.
un tratamiento generan esperanza, pero también símbo­
los al parecer tan sencillos como una bata blanca. Por
EN NUESTRO ARCHIVO
otro lado, cuando se produce un efecto placebo se esta­
blecen procesos de aprendizaje inconscientes. En muchos El placebo. Alexander Mäder en MyC n.o 10, 2005.
aspectos, los pacientes que responden al placebo se pa­ El efecto placebo. Corina Hartmann y Steve Ayan
recen al famoso perro de Pávlov [véase «Ivan Petrovich en MyC n.o 88, 2018.

47
Cómo favorecer el efecto placebo
Las circunstancias en que se lleva a cabo un tratamiento médico pueden influir en su
éxito: el ambiente de la consulta, el comportamiento del profesional y las expectativas
del paciente desempeñan un importante papel en este sentido. Veamos un resumen
de los principales factores que contribuyen a una terapia exitosa

Texto: Anna von Hopffgarten | Gráfico: Yousun Koh

Circunstancias externas
1 El lugar 6 Formas de tratamiento
Si el tratamiento acontece en una consulta médica, su efec- Cuanto más «invasiva» sea una terapia, tanto mayor será
to resultará mayor que si se realiza, por ejemplo, en el do- su efecto. Así, las inyecciones son más efectivas que las
micilio del paciente. También una bata blanca puede con- tabletas; incluso si carecen de un principio activo.
tribuir al éxito, siempre y cuando el enfermo la asocie con
una curación que experimentó en el pasado.
7 Actitud del médico
Por lo general, un médico que está convencido de la efi-
Medicamentos cacia del tratamiento y muestra una conducta acorde
2 Los comprimidos de marca obtienen mejores resultados ­obtiene un mayor éxito terapéutico con los pacientes.
que los genéricos. Ello es aplicable también a los place-
bos: las pastillas con un (supuesto) nombre comercial
producen mayor efecto que las tabletas anónimas. 8 Aspectos sociales
El contacto visual, el estado de ánimo y la tranquilidad
3 Los medicamentos caros son más efectivos que los bara- del médico pueden despertar confianza y dar la impre-
tos. Sin embargo, los primeros propician más efectos se- sión de mayor competencia profesional. Diversos estu-
cundarios (efecto nocebo). dios demuestran que la oxitocina, «hormona de la felici-
dad», que segrega el organismo en situaciones de
4 Las cápsulas son más efectivas que las tabletas. Además, confianza, refuerza el efecto placebo.
las de gran tamaño funcionan mejor que las pequeñas.

5 Las tabletas azules tienden a tranquilizar; las rojas, en


cambio, excitan.

1
noche

5
a
mediodí

2
mañana

3 4

48
Paciente
9 Personalidad 11 Experiencias previas
Los individuos con un carácter equilibrado responden Del mismo modo que el perro de Pávlov aprendió a relacio-
mejor a los placebos contra el dolor que los pacientes nar el sonido de una campana con la comida, la mayoría de
que se enfadan con rapidez. Los primeros liberan más los pacientes han tenido la experiencia de que un fármaco
opioides corporales, que atenúan la sensación de dolor. aliviaba sus síntomas. Por ello, la mayoría de las personas
­solemos esperar que las terapias futuras nos produzcan una
mejoría. Una buena parte del efecto placebo se basa en el
10 Dotación genética condicionamiento.
Las personas que poseen una determinada versión del gen
que codifica la catecol-O-metiltransferasa (COMT) res- 12 Emociones positivas
ponden de manera favorable a un tratamiento simulado. Según un dicho popular, la risa es la mejor medicina. Los
Esta enzima participa en el metabolismo de la dopamina. sentimientos positivos, como la alegría y la calma, contribu-
yen a que un tratamiento resulte eficaz. Los médicos deben
procurar, en lo posible, una atmósfera de bienestar y de tran-
7 quilidad, es decir, alejada del miedo.
«Seguro que esto
lo ayudará de inmediato.»
11
«Una inyección ya me
ayudó una vez. Estoy
convencido de que
9 ­mejoraré enseguida.»

8
10
12

«Me siento seguro y no


tengo miedo.»

FUENTES
Catechol-O-methyltransferase val58met polymorphism predicts placebo effect in irritable bowel
YOUSUN KOH

­syndrome. K. T. Hall et al. en PLoS One, vol. 7, e48135, 2012.


Personality trait predictors of placebo analgesia and neurobiological correlats. M. Peciña et al. en Neuropsychopharmacology,
vol. 38, págs. 639-646, 2013.
Interactions between brain and spinal medicate value effects in nocebo hyperalgesia. A. Tinnermann et al. en Science, vol. 358, págs. 105-108, 2017.

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