Las observaciones del sistema climático están basadas en mediciones directas físicas y biogeoquímicas y en la teledetección desde estaciones terrestres y satélites; la información procedente de los archivos paleoclimáticos proporciona una visión a largo plazo. Las observaciones a escala global comenzaron a efectuarse en la era instrumental, a mediados del siglo XIX, y las reconstrucciones paleoclimáticas aportan registros de algunas magnitudes que se remontan a siglos o millones de años. Conjuntamente, proporcionan una visión global de la variabilidad y los cambios a largo plazo en la atmósfera, los océanos, la criosfera y la superficie terrestre. ISOHIETAS HACIA EL OESTE 1960s