Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE
LICENCIADO EN DERECHO
PRESENTA
INDICE.
INTRODUCCION.
9.1 El delito de motín visto desde el punto de vista de la política criminal. ............134
9.2 Principios de la Política criminal. .......................................................................139
9.3 ¿Son los delitos políticos "Delitos Especiales?”.....................................143
9.4 Sustento legislativo de los delitos "Políticos". .....................................145
9.5 Eficacia de las políticas en contra de los Delitos Políticos. ................................146
9.6 Necesidad de una política criminal para la aplicación del delito de motín. .......147
CONCLUSIONES.
3
BIBLIOGRAFIA.
4
INTRODUCCION
Entre todos los delitos clasificados en el Código Penal, el delito de motín es uno de los que más
peligro reviste por la gravedad que representa para la sociedad y la paz social del Estado.
Al analizar el grado de peligrosidad de los delitos catalogados en el Código Penal nos dimos cuenta
que el del motín, es uno de los delitos que mayor peligro reviste por sus características, una reunión de un
grupo de personas, a quienes los predispone una o varias a la alteración del orden público, en donde el clima
es propicio para los desmanes con la finalidad de amenazar o intimidar a la autoridad a que tome alguna
determinación y estando en la creencia de que lo van a lograr.
El delito de motín en varios países ha provocado no sólo la alteración del orden, sino que ha
provocado también la caída de gobiernos y de monarquías, de ahí que resulte altamente peligroso no sólo
para los gobiernos constituidos, sino para el mismo pueblo, el cual, es arrastrado a la revuelta y expuesto a
poner en peligro su propia vida.
Muchos autores han opinado con toda seriedad, que el motín es altamente peligroso para la
seguridad y el orden público ya que ha ocasionado muchas veces, no sólo el disturbio y la alteración de la
paz pública, sino que ha llegado a transformar a sociedades y a naciones en su estructura política y en sus
propias costumbres sociales.
Al estudiar detenidamente este fenómeno social, el motín resulta ser un cáncer, que invade las esferas de la
sociedad y se alza como espuma por encima de los hombres y de las instituciones, para reclamar derechos o
para desafiar los gobiernos, que a sangre y fuego se han impuesto por sobre el clamor popular.
El motín en fin, ha sido motivo de un concienzudo estudio, para llegar a definir su posición en la
estructura jurídica y en la que tendría que determinarse su peligrosidad como delito político contra la
seguridad de la nación, así como la clasificación que le da nuestro régimen de derecho.
Es conveniente tener una idea de lo que es el Estado y las razones de proteger penalmente su
seguridad. En esta línea, es necesario que descifremos lo que etimológicamente significa la palabra Estado:
Andrés Serra Rojas, autor de obras de tipo jurídico-políticas, cita algunos tratadistas que hablan de
la naturaleza del Estado:
Berthenberry: "El Estado es una sociedad organizada, sometida a una autoridad política y ligada a
un territorio determinado".
Fishback: "El Estado es una situación de convivencia humana en la forma mas elevada, dentro de
las condiciones de cada época y de cada país".1
1
SERRA ROJAS, ANDRES. CIENCIA POLITICA; MEX. ED. PORRUA 1985 PAG. 194.
5
Jellinek señala el concepto de Estado, así: "El Estado es una corporación formada por un pueblo
dotado de un poder de mando originario y asentado en un determinado territorio o corporación territorial ".
2
Berger menciona: "El Estado es una persona jurídica, distinta del principio que detenta el poder y
de los sujetos de este poder y que esta persona, denominada Estado, es la titular del poder público
concebido como derecho subjetivo.
Históricamente, el concepto de Estado, tiene un obligado precursor; Juan Bodino, autor de libros de
tipo político durante el último cuarto del siglo XVI que le valieran la enemistad de los colegas en su tiempo,
al pugnar un estudio histórico y comparativo de textos del derecho romano. Su filosofía es una mezcla
singular de ideas viejas y contemporáneas del siglo XVI.
Al realizar sus estudios sobre los fines del Estado, no aclaró los fines de éste y define al Estado,
como "El recto gobierno de varias familias y de lo que les es común, con la potestad soberana". 3
Son poco preciso los fines que el gobierno debe tratar de conseguir para beneficio de sus súbditos.
El nunca llegó a dar una explicación clara de estos fines. El resultado fue un sistema filosófico deficiente.
"De los párrafos anteriores se desprende, que si el Estado consiste en una Entidad ordenadora, la
cual se manifiesta bajo la forma de un conjunto de reglas sociales de conducta, que determinan las
exigencias de una sociedad; que se encaminan a ordenar y a dirigir la conducta de los hombres; debemos
entender que el Estado está vinculado con el derecho, porque el derecho es el principio regulador de la
conducta".3
El Estado armoniza y utiliza una serie de elementos que contribuyen a formar su esencia, aunque no
todos estos elementos actúan en la misma forma o de la misma manera.
Héctor González Uribe, define, políticamente, al Estado como "acción y pasión a la vez" 5, para dar
paso a la exposición de las ideas de Jean Dabín, quien considera al grupo humano y al Territorio como
elementos previos o anteriores a la creación del Estado, y como elementos constituidos a los fines del Estado,
y a la autoridad o poder público.
"El Estado es ante todo una agrupación de hombres o seres racionales y libres, dotados de un
destino individual propio que trasciende cualquier colectividad".6
Esta afirmación que parece tan sencilla y obvia, es importante para la teoría Política, es resultado
del triunfo del cristianismo sobre la concepción de la antigüedad pagana. La comunidad política en la
antigüedad la conceptuaba como un fin supremo. En nuestros días ha sido objeto de constantes ataques de
quienes han querido poner al Estado al servicio de las masas, o han querido que el Estado sea un fin de sí
mismo: como un universo moral y político, en el que toda construcción del Estado en base a una concepción
clara e intransgiversable del hombre como persona, investida de una dignidad convincente y superior, por su
razón y su voluntad libre a cualquier grupo o asociación.
"El hombre es en sí mismo tan importante para el Estado como no lo son sus determinaciones
accidentales como la raza, lengua, color, cultura o religión".7
2
IDEM. PAG. 195.
3
SABINE, JORGE H. HISTORIA DE LA TEORIA POLITICA. ED. FONDO DE CULTURA
ECONOMICA. MEXICO 1981. PAG.
3
SERRA ROJAS, Op. Cit. 220
6
GONZALEZ URIBE, HECTOR IBIDEM. pag:292.
7
IDEM.
6
La cantidad de hombres deber ser suficientemente grande para que nazca la necesidad de atender
las necesidades de organización por el Estado, con todo lo que se supone de división de trabajo y
especialización de funciones.
La población o elemento humano se divide para su estudio de acuerdo con diversos criterios: uno de
ellos es el de mero hecho de contigüidad territorial; algunos otros de afinidades personales de distinta índole,
otros de naturaleza compleja.
Elemento importante para la sociología lo representa la población. Hay variados conceptos según la
posición de los autores, pero con una finalidad práctica puede adoptarse la siguiente definición: "Sociedad es
una unidad de relación de hombres que se constituyen en una integración recíproca, con un contenido
intencional común, que se proyecta hacia un bien común, ordenando meramente a todos los miembros".8
Héctor González Uribe define al Estado como "una parte de la sociedad humana, asentada en un
territorio jurídicamente organizado, bajo la forma de un gobierno independiente que se propaga la
realización de aquellos fines, que se determinan de acuerdo con sus condiciones históricas".4
Los elementos humanos que habitualmente fueran nómadas, no pueden dar origen al fenómeno
político propiamente dicho. Se requiere su asentamiento permanente en un territorio; de aquí que los autores
de teorías del Estado hagan del territorio un elemento indispensable para la definición del mismo.
Jorge Jellinek describe al Estado como "Una corporación territorial dotada de poder de Mando
Originario. Está formado por los elementos tales como territorio, una sociedad, un gobierno y un orden
jurídico".10
Hans Kelsen define convenientemente al territorio, describiéndolo como "El área geográfica que le
sirve de asiento o el ámbito espacial de validez del orden jurídico del Estado."11
El territorio cumple dos funciones importantes para la vida del Estado. Una negativa, la que
consiste en señalar al Estado sus límites y sus fronteras así como el ámbito espacial de validez de sus leyes y
normas. Esta es indispensable para que haya seguridad jurídica y paz en las relaciones con los demás
Estados.
La función positiva se manifiesta en dotar al Estado de instrumentos físicos necesarios para que se
cumpla el bien público temporal.
El concepto de pueblo es empleado con frecuencia como sinónimo de población. Como concepto
jurídico determina la relación entre individuos y el Estado; el pueblo comprende solo aquellos individuos que
están sujetos a la potestad del Estado, ligados a éste por el vínculo de la nacionalidad y que viven tanto en su
territorio nacional como en el extranjero.
Ese vínculo de nacionalidad, etimológicamente proviene del latín natus, natis, nationis.
El concepto nación contienen diferentes elementos, tales como raza, unidad histórica, similitud de
costumbres idénticas y países culturales, creencias religiosas o lingüísticas, solidaridad, economía y la
voluntad de vivir juntos.
8
SERRA ROJAS, Op. Cit. pag. 209
4
GONZALEZ URIBE, HECTOR. IDEM. PAG. 292
10
11
7
La nación sintetiza estos elementos diversos, por lo que se puede afirmar que: "La nación es una
sociedad natural de hombres, territorio de origen, de costumbres, y lengua conformados en una comunidad
de vida y consistencia social".12
El concepto de nación que pertenece a la sociología y (por más claro que se haga parecer) no llega a
dar origen a una persona moral, si ésta no es reconocido por estado de Derecho, el cual pueda ser reconocida
como tal por el derecho positivo. De cualquier manera lo importante es que la nación encuentra expresión
política y jurídica en el Estado.
Hay dos grupos de Teorías que definen la esencia del concepto de nacionalidad.
1. La natural considera que la esencia de la nación consiste en una cosa natural, tal como la
sangre, la raza o territorio bien definido por sus fronteras.
En México se considera que la nacionalidad es un lazo jurídico que une a los hombres que han
nacido en el territorio nacional, que han nacido de padres mexicanos o los que la adquieren por
naturalización quedando sometidos a la soberanía del Estado. Lo anterior atiende a que se siguen las teorías
del Jus Sanguili y el Jus Soli.
Ernesto Renán dice que la nación "es el plesbicito de todos los días".13
Los defensores de la concepción espiritualista y nacionalista parten de la idea de que nación solo
puede formarse dentro de la democracia, por ello la nación es un fenómeno conocido como constante flujo y
reflujo de los procesos sociales. Las ideas de Ernesto Renán saben que la unidad cultural y de civilización, es
resultado de la historia.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, considera mexicanos "... a quienes
nacen dentro del suelo mexicano, a las personas que nazcan de padres mexicanos en el extranjero, los que
nazcan de madre extranjera y padre mexicano, de madre mexicana y padre extranjero o desconocido y los
que nazcan abordo de aeronaves y embarcaciones mexicanas ya sean en guerra o mercantes."14
El concepto de pueblo mexicano se extiende no sólo a las personas antes señaladas, sino a todos los
que en el pasado, en la actualidad y en el futuro se vinculan a la nacionalidad mexicana. Es necesario
entonces diferenciar el concepto meramente material de población del concepto del pueblo como un grupo
humano compacto y solidario de una nacionalidad.
La razón y fundamento de la nacionalidad surge del Derecho Romano en el JUS SANGUINIS y del
JUS SOLI, el primero se determina por la herencia que le confiere el lujo de la nacionalidad de los padres. El
segundo determinar la nacionalidad por el lugar de nacimiento.
a) Es una conciencia de espacios, unidad de deseo al realizar una vida en común particularmente
manifestada en los vínculos especiales que hagan al hombre miembro de una comunidad.
Al hablar de nación es necesario mencionar el concepto anexo de patria. Esta expresión proviene
del latín pater/padre, que es un lazo esencialmente emotivo que identifica a un ser humano con un grupo
asentado sobre un territorio.
La patria lo es todo, hasta el aire que respiramos, el subsuelo, el espacio a‚reo que ocupa nuestro
país. Todo Estado tiene características de vital importancia: La Soberanía, sin la cual no podemos entenderla
como tal; es una atribución o facultad del poder del Estado. La concepción tradicional de Soberanía dice que
es el poder limitado de mantener la propia existencia independientemente de una voluntad extraña o poder
ajeno al Estado.
3.1 La Soberanía
Esta propiedad consiste en que es un orden supremo, cuya vigencia no es derivable de ningún otro
orden superior".15
Otro autor contemporáneo Herman Eller critica esta afirmación de Kelsen; diciendo: "La validez
lógica del razonamiento con la validez de un orden normativo destinado a regir la conducta de los hombres,
solo puede ser una validez jurídica de naturaleza empírica".16
Mario de la Cueva por su parte hace reflexiones al respecto de la concepción de soberanía que se
tenia en el Siglo XVI de ahí que retome los conceptos de Juan Bodino quien a su vez continuó las ideas que,
en su tiempo, aplicaron Aristóteles y Santo Tomas de Aquino, ligando la República con la familia.
El término República, aclara Mario de la Cueva en su obra TEORIA DEL ESTADO, fue utilizado
como sinónimo de Estado.
Continuando con el mismo orden de ideas, la Soberanía para Juan Bodino es: "El poder político
supremo y por consecuencia el poder humano supremo. Para los hombres la máxima soberanía es la de
Dios, ya que no podría ser violada sin promover la guerra a las leyes de Dios".17
"En la actualidad debemos entender que la vida social sería imposible sin la existencia de un
orden normativo o de Derecho; el poder soberano, el poder absoluto y perpetuo no puede negar la
existencia de un ordenamiento jurídico porque ello sería la destrucción de la humanidad."18
Las ideas que Juan Bodino sustentó respecto de la Soberanía fueron reconocidas durante los siglos
XVI, XVII y XVIII, hasta que se conceptuó la idea de la soberanía en el derecho natural, la cual tiene una
doble concepción: una interna y otra externa.
a) Interna, que conceptúa a la soberanía como de aplicación interior del Estado, haciendo efectivo
su poder para los miembros del mismo.
b) Externa, la que es llevada al exterior de las fronteras del Estado, es decir al ámbito Internacional.
Jorge H. Sabine hace alusión a las ideas de soberanía de Juan Bodino de la siguiente forma: " La
soberanía para Juan Bodino significaba el derecho perpetuo, humanamente limitado e incondicional, de
crear e interpretar y ejecutar las leyes. Consideraba como algo necesario en todo Estado, bien ordenado la
existencia de tal derecho y creí que ello constituí la diferencia característica entre un cuerpo político
desarrollado y los grupos más primitivos. Pero, el ejercicio del poder soberano que se consideraba como
15
16
17
18
9
justificable no era de ningún modo tan ilimitado como sugieren sus definiciones, y el resultado de ello es
una serie de restricciones que crean mucha confusión en su teoríaa."19
Al hablar de soberanía es cita obligada el autor Juan Jacobo Rousseau, quien es considerado como
parte fundamental en la historia de la Teoría Política; manifiesta los problemas de la vida civil y política
durante el siglo XVI.
El autor dice: "La soberanía es inalienable, ya que es la primera y más importante consecuencia
de la voluntad general, porque puede dirigir por sí sola las fuerzas del Estado, según el fin de su
institución, que ser el bien común".20
Mario De la Cueva explica que: "Rousseau exige que cada hombre entregue la totalidad de su
poder para formar la voluntad general, que deviene del todo poderoso; precisamente porque sobre el titular
de la soberanía no puede existir poder superior a la voluntad general. Los derechos que puedan
corresponder a los hombres después de la celebración del Contrato Social, serán los que les concedan la
voluntad general soberana esos derechos no son limitaciones impuestas por el hombre a la sociedad y al
Estado, sino consideraciones de estos y derivados del derecho positivo."21
Jellinek dice que: "de una de las declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano, es
posible que se de como derechos anteriores y superiores a la voluntad general."22
Durante el siglo XIX, los escritores alemanes se apoderaron de la doctrina de la Escuela Clásica
Alemana, para obtener una nueva estructura de las ideas al respecto de la soberanía.
Su obra Teoría del Estado, hace mención de dos errores de la soberanía que son de vital importancia
respecto del Tema. Así nos dice: "El primer error, señala la confusión entre soberanía del pueblo y del
príncipe como si se tratara la del Estado, lo cual se incurre en una transportación de conceptos que la
doctrina francesa no se ocupó en la solución del problema.
Ninguna de estas dos posiciones de Jorge Jellinek resuelve, ya que necesariamente depende de la existencia
de una organización que lo realice.
Herman Eller autor contemporáneo de Jorge Jellinek, hizo la mas dura crítica que se conoce a la
soberanía, "El soporte de un ordenamiento jurídico solamente puede ser una voluntad y esta tiene que ser la
voluntad del pueblo. La primera constitución es la base de un orden jurídico, ya sea cuando es dictada por
la instancia decisoria de una colectividad bien sea el pueblo, una minoría o el Rey."25
19
20
21
22
23
24
25
10
Continúa Mario de la Cueva comentando de Heller: "Cuando una nación vive permanentemente en
un territorio, constituye la instancia decisoria suprema para dictar y aplicar el derecho."26
Herman Heller - Comenta Mario de la Cueva- dejó abierta la puerta para la discusión acerca de los
sistemas jurídicos internos.
CAPITULO II
ESTADO DE DERECHO
2.1 El Estado
Al tratar de definir al Estado, logramos observar que en la formación del Estado, intervienen
muchos elementos, tales como recursos materiales y humanos los cuales se coordinan, esta organización nos
da las bases para crear un orden y sobre todo un orden legal, es por eso que hablar‚ del Estado de Derecho.
Los hechos políticos son comportamientos del hombre en sociedad que crean relaciones de mando y
obediencia.
Los hechos políticos expresan comportamientos sociales, caracterizados por ejercer sobre la
conducta humana determinada presión con miras al logro de un objetivo social que se resuelve en relaciones
de poder. Las características de todo fenómeno político son poder, finalidad y carácter colectivo.
El Estado es quien determina las reglas jurídicas a las que han de ajustarse la conveniencia de sus
miembros.
Torcuato Fernández Miranda menciona, "que las relaciones de poder en el Estado, están
configuradas por relaciones jurídicas, que dan origen a leyes y éstas a su vez por un ordenamiento central,
denominado Constitución."27
"La Constitución se presenta como la ley de la cual parten las leyes que organizan al Estado, es la
ley que rige el establecimiento constitutivo de la Organización del Estado."28
Para Adolfo Posada, "la Constitución en un Estado de Derecho es la unidad orgánica del Estado,
que presenta un equilibrio dinámico."29
Francisco Porrúa Pérez, señala que: "en el Estado de Derecho, la Constitución da estructura al
Estado, norma su actividad y constituye una rama especial con características definidas. El Derecho
público ser la característica de su función estructural y reguladora del Estado, como autoridad, pero
26
27
28
29
11
debemos tener en cuenta, que el orden jurídico en su totalidad y la unidad, es el que estructura y rige las
actividades de la sociedad humana; en que está basado el Estado."30
El Estado de Derecho implica un compromiso fundamental, que el poder político, para mantener en
condiciones normales el equilibrio entre la libertad y el orden normativo, se someta a éste y no traspase sus
mandatos y que el propio orden normativo se encarne satisfactoriamente, en cada época, de los valores de
justicia y seguridad en que reposa la comunidad humana a la que debe servir.
El Estado de Derecho tiene un triple significado, independientemente del contenido ideológico que
le otorgue un acto político:
Estos conceptos, especifican una pretensión concreta y precisa que el Estado de Derecho tiene como
elemento característico a la Constitución, la cual se presenta como una forma jurídica que regule el régimen
político y es quien regular todas las normas de conducta.
El aspecto característico del Estado de Derecho, es que pretende encuadrar el poder del Estado en
todas las relaciones de sus habitantes y su sistema de control, del poder que busca mantener su naturaleza
jurídica.
El estado de Derecho busca crear y organizar a las personas y a las instituciones que de ella
emanan, basado en la libertad y en la observancia del derecho. La creación de las normas jurídicas no es con
la finalidad de dominar a aquéllos para quienes están dirigidas, sino para que se desarrollen de una manera
tranquila y ordenada.
Para que se logre realizar el Estado de Derecho, se requieren dos condiciones esenciales: el reconocimiento
del Derecho por una sociedad, con la voluntad de someterse a sus principios éticos y una técnica que logre
esa sumisión. Estas técnicas serán la constitución y las leyes que de ella se deriven.
Héctor González Uribe, señala, los siguientes principios básicos para que se d‚ un Estado de Derecho y son:
a) La existencia de una Constitución o Ley Fundamental, de preferencia escrita, que establezca con
toda claridad cuales son los órganos del Estado y delimite sus atribuciones y competencias. Esa Constitución
tendrá supremacía jurídica y a ella deberán ajustarse todas las leyes, reglamentos y decretos.
b) El establecimiento por la constitución de una serie de garantías para la persona humana, tanto
individuales como sociales, que no puedan ser alternadas o violadas.
CAPITULO III
CONCEPTO DE CONSTITUCION
30
12
El hombre desde sus orígenes, ha tenido la necesidad de agruparse para defender su seguridad y
para obtener alimento. De dicha agrupación surgió la necesidad de una organización para regular sus
relaciones entre sí, esto con la finalidad de obtener mejores beneficios.
Al paso del tiempo, el hombre fue creando códigos de conducta, los cuales no sólo sirven para
obtener beneficios, sino para permitir una convivencia armoniosa entre los miembros de dichos grupos. Los
orígenes de la organización comenzaron en la familia, pasando del clan, a la tribu, así hasta llegar a
constituir una sociedad organizada, denominada "Estado".
La necesidad de una Constitución, se va creando en la medida en que un Estado o una nación, van
sometiendo a sus habitantes a las reglas o normas de conducta necesarias para una convivencia armoniosa.
En Mesopotamia, surgió una serie de ordenamientos de conducta, que los súbditos debían seguir.
En Grecia, el concepto de "Constitución" fue como una división del Estado, la cual establecía donde
debería residir el poder supremo, así como la organización interna.
Este concepto tomó un rumbo diferente, en virtud de que se consideró a la Constitución como un
contrato que regularía las relaciones entre la Autoridad del Rey y sus súbditos. Los autores que resaltan como
seguidores de esta idea, fueron Thomas Hobbes, John Locke y Juan Jacobo Rousseau, quienes incursionaron
en contra del absolutismo.
El contrato social no es similar en ningún caso a una constitución en sentido positivo, las decisiones
políticas concretas que son emanadas del poder constituyente, están reguladas por el contrato. El auténtico
pacto constitucional debe distinguirse del caso de que varios Estados concluyan entre sí un pacto, mediante
el cual forman un nuevo Estado-Unidad, y con motivo de este pacto, se obligan a la voluntad del poder
constituyente.
Como consecuencia de los problemas reinantes en Inglaterra, las colonias buscaron la oportunidad
de independizarse del poder y dominio de la corona, dando como resultado el 12 de junio de 1776, la
"Declaration of Rights", provocando que el 4 de julio del mismo año se declarara la Independencia de las
Colonias, creándose la Constitución en el año de 1787.
Escritas eran el conjunto de normas y leyes fundamentales de un Estado, por medio de las cuales se
dicta la organización política de una nación. Esta constitución está plasmada en uno o varios instrumentos
escritos, de los cuales se derivan los ordenamientos que reglamentan dichas leyes.
Fernando Lassalle dice "La Constitución escrita es la ley fundamental de un país, promulgada por el
pueblo, residiendo sencillamente en los factores reales de poder, que rigen en una sociedad determinada."31
Otra definición que da este mismo autor es que "La Constitución es la ley fundamental, proclamada
en el país en la que se dan los cimientos para la organización del Derecho público de esa nación."32
"Una constitución escrita es la que se dicta por el pueblo o por una asamblea constituyente; en
cuanto a su origen, se debe entender como un ordenamiento jurídico, declarado y promulgado
conscientemente por el poder constituyente de la comunidad."33
"La Constitución no escrita es aquélla que se forma en el curso de la historia y que se compone
principalmente de costumbres, y de algunas leyes o estatutos con carácter complementario o
suplementario."34
Andrés Serra Rojas hace referencia a la constitución como: "El orden institucional del Estado, que
mantiene una relación de necesidad con el orden normativo, es decir, la relación que hay entre el orden
normativo, es la relación que hay entre las disposiciones."35
Maurice Hauriou define la palabra Constitución como: "Todo elemento de la sociedad, cuya
duración no depende de la voluntad subjetiva de individuos determinados."536
El significado científico, según el profesor Carlos Schmitt, es que "La Constitución en sentido
absoluto, es la totalidad de hombres organizada en una sociedad."37
a) La Constitución tiene una condición total y concreta de la unidad política, así como del orden social en
una determinada sociedad.
Los dos primeros matices son estáticos, en cambio, el tercero es dinámico, ya que encontramos las
fuerzas organizadoras.
Otra acepción de tipo absoluto, es la que se considera como la forma especial de dominio, como un
sistema unitario que afecta a cada Estado y que no puede separarse de él.
"Por eso, la norma fundamental es el principio normativo, que determina la unidad política y la
manera de ser de la Comunidad."38
Nuestra Ley suprema la debemos considerar como una Constitución concreta, escrita y rígida; en
esta se comprenden todo tipo de normas, no importa la materia que regulen, ni tampoco su importancia para
la vida política de una nación.
Si se quiere llegar a una inteligencia, hay que limitar la palabra constitución a "Constitución del
Estado", es decir, de la unidad política de un pueblo. En esta delimitación, puede designarse al Estado
mismo, al Estado particular y concreto como unidad política, o bien, considerarlo como una forma especial y
concreta de la existencia estatal.
33
34
35
5
36
37
38
14
En los casos anteriores, el concepto de Constitución y ley Constitucional recibirán el mismo trato.
CAPITULO IV
EL ESTADO MEXICANO
El Estado mexicano está organizado como todo Estado de Derecho, es decir, por un derecho
fundamental u orden jurídico básico, llamado Constitución. Por ello es necesario estudiar al Estado
mexicano, desde aspectos normativos, a través de los cuales su estructura, consignando las modalidades de
cada uno de sus elementos.
Para estudiar al Estado mexicano, ser necesario volver a tocar cuestiones concernientes al modo de
ser de la población, del territorio, de la soberanía y ser necesario también, explicar el orden de sus
instituciones y de sus órganos originarios, así como de sus fines.
Es obligada la referencia de la historia de nuestro país, para abordar el tema y para realizar el
tratamiento de diversas cuestiones constitucionales. D. Ortholan dice al respecto: "no se puede conocer a
fondo una legislación, sin conocer su historia."40 Es por lo anterior que dividiremos la historia de México
en: Etapas Prehispánica, Colonial e Independiente.
a) Etapa Prehispánica.
De esta etapa es muy difícil recopilar normas jurídicas, pues falta un derecho estatutario o escrito,
ya que sólo nos podemos basar en códices y en usos sociales ya desaparecidos.
b) Etapa Colonial
Esta comprende desde la Conquista Española, hasta la Independencia, la primera como un hecho
meramente militar, el cual tuvo indudables implicaciones políticas, jurídicas, sociales y económicas, sin las
cuales no hubiese tenido una trascendencia histórica en la vida de nuestro país.
40
15
Desde el punto de vista jurídico-político, la conquista hizo desaparecer distintos Estados autóctonos
o indígenas, al someterlos al imperio de la corona Española, sometimiento que produjo como consecuencia,
la imposición de un régimen jurídico y político sobre el espacio territorial y sobre el elemento humano que
integraban las formas estatales y de gobierno en que dichos pueblos estaban estructurados.
Durante la colonia no hubo Estado mexicano, ya que lo que es el actual territorio pertenecí al
dominio español, es decir, la población que integraba La nueva España no gozaba del poder de
autodeterminación.
El Estado Monárquico español, así como la Nueva España, se formó políticamente por medio de
fenómenos que Maurice Hauriou llama "Uniones Personales"41, que eran uniones de grupos étnicos,
resultado de las denominaciones de poder o de conquista.
c) Etapa Independiente
El primer intento para sentar las bases de organización política del pueblo mexicano, fue el
documento que se conoce como "Elementos Constitucionales", redactado por Ignacio López Rayón en agosto
de 1811. En este documento se dibujan, tímidamente, algunos principios de carácter político en que debería
fundarse la estructura constitucional de México, una vez que alcanzara su emancipación. En su artículo 5o.,
se dispuso que la soberanía dimana directamente del pueblo, reside en la persona de Fernando VII y su
ejercicio en el Supremo Congreso nacional Americano. Se proclamó la división de poderes, considerándolos
propios de la soberanía y prohibiendo que el legislativo fuese transmisible a ninguno de los otros dos.
José María Morelos y Pavón, formó una especie de Asamblea Constituyente denominada Congreso
de Anáhuac, que el 6 de noviembre de 1813, expidió el Acta solemne de la "Declaración de la Independencia
de América Septentrional", en la que se declaró la disolución definitiva del vínculo de dependencia con el
trono español.
La Constitución de Apatzingán, fue emitida como una Constitución potencial, y aunque no vigente,
sí dio la estructura jurídica y política de nuestro país, por medio de un cuerpo de normas, sistematizadas de
tal forma, que pretendían regular básicamente los primordiales aspectos que el constitucionalismo incipiente
de la época, imponía como materia de regulación. En ella es donde se habla por primera vez de un gobierno
propio, para una nación mexicana.
compuesto por tres miembros o Supremo Gobierno y el Judicial, en un órgano llamado Supremo Tribunal de
Justicia.
Uno de los aspectos relevantes de esta constitución, es el que concierne a la soberanía popular, que
concibe en su artículo segundo, "La facultad de dictar leyes y establecer la forma de gobierno que más
convenga a los intereses de la sociedad". Se considera titular de la soberanía, al pueblo, en el cual reside
originariamente el poder, correspondiendo su ejercicio a la representación nacional."42
Por otra parte, el primer Congreso Mexicano Constituyente quedó instalado el 24 de Febrero de
1822, y tenía la misión de organizar constitucionalmente al país, pero quedó sin realizarse en atención a que
el Emperador Iturbide lo disolvió y sustituyó con una Junta nacional Constituyente el 31 de Octubre de 1822,
la cual dio origen al Reglamento Político Provisional del Imperio, en Febrero de 1823, éste, mientras se
expedía la Constitución.
Los hechos histórico-políticos que sucedieron desde la proclamación del Plan de Iguala, el 24 de
Febrero de 1821, hasta la expedición de la Constitución Federal el 4 de Octubre de 1824, así como los
cuerpos gubernamentales que operaron durante este breve período, tuvieron una finalidad común: establecer
para México una organización política para el pueblo mexicano.
El Estado Mexicano está determinado en cuanto a su forma de gobierno, según lo estipulado por el
Artículo 40 de la Constitución, muestra a la nación, como una república representativa, democrática y
federal.
El término República, ha tenido, a través de los tiempos, las denotaciones más disímbolas, desde la
muy general que se engendró en Roma, que etimológicamente significa cosa pública, hasta la particular y
más concreta, que dio Maquiavelo, al oponer conceptualmente la República a la monarquía. Considera
Felipe Tena Ramírez que la acepción que entonces se le dio a la palabra República, es la que emplea nuestra
Constitución.
República, es la forma de organización política, en la cual el guía o jefe del Estado no es vitalicio,
sino que gobierna por un lapso de tiempo y su elección es determinada por la voluntad del pueblo. Es
precisamente en el jefe de Estado denominado Presidente, donde ocurren las notas características de la
República.
El sistema republicano ofrece, la doble posibilidad de seleccionar a la persona más apta para el
cargo y de que dicha selección sea por elección popular, este sistema vincula estrechamente al sistema con la
democracia.
Aristóteles denominó a la democracia, como el usufructo del poder, por medio de la mayoría de la
colectividad, resultando como la forma más pura de la democracia. Dentro de esta clasificación, debemos
entender que nuestra Constitución consagra la forma más pura de la democracia diciendo en el Artículo 39:
"La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del
42
17
pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo, el inalienable derecho de
alterar o modificar la forma de su gobierno."43
Felipe Tena Ramírez opina al respecto que: "La democracia moderna es resultante del liberalismo político,
por cuanto constituye la fórmula conciliatoria entre la libertad individual y la coacción social. "44
La democracia significa que la voluntad representada en el orden legal del Estado, es idéntica a las
voluntades de los súbditos.
"Santo Tomás de Aquino planteó la diferencia entre la participación de todos los ciudadanos en la
formación de la voluntad del Estado, y la especie de Gobierno y dominación."46 La coincidencia de estos
dos principios resuelve el contraste entre la libertad y el orden, porque hace coincidir la voluntad individual
con la voluntad del Estado.
Existe la idea de que la democracia es el gobierno de todos, de aquí, que el pueblo designe como
representantes suyos a los que han de gobernarlo. La participación por igual de la designación de los
representantes y no el gobierno directo del pueblo, es lo que caracteriza a nuestra democracia. cuando el
artículo 4o. de nuestra Constitución, establece como forma de gobierno el régimen representativo.
Nuestra constitución consagra la elección directa para la designación de los miembros del congreso
y Presidente de la República, pero hay un caso en que la designación de éste es indirecta en primer grado, y
es cuando falta el titular del Ejecutivo, y el Congreso debe nombrar al que lo reemplace, que en este caso son
los diputados y senadores en función de ser electores secundarios, y esto último está dispuesto en los
Artículos 84 y 85 de la Constitución.
Cualquiera que sea el origen histórico de una federación, ya sea en un pacto de Estados
preexistentes, o en la adopción de la forma federal por un Estado primitivamente centralizado, de todas
maneras corresponde a la constitución hacer el reparto de jurisdicciones.
43
44
45
4
18
CAPITULO V
El Estado, como la unidad política de la sociedad, diluye los grupos subordinados para hacer del
individuo, el elemento básico en que radica la soberanía.
El concepto de "Constitución Política", hasta hoy no ha sido precisado, pero este proviene de la idea
aristotélica de que el Estado es una asociación política, es decir, que la Constitución es el instrumento de
Estado para la realización de sus fines y cuando se le califica de política, se quiere destacar la ordenación
jurídica de un régimen, que tiene por elemento básico al individuo, como un ente político y al Estado como
una sociedad organizada políticamente.
Es por eso que la constitución política es la expresión de los derechos del hombre individuo, del
hombre político y de la estructura y formas políticas de la sociedad organizada jurídicamente.
Adolfo Posada dice al respecto: "La Constitución política, en un sentido amplio, comprende la
totalidad de las instituciones políticas del Estado y su Ley."46
PARTE DOGMATICA
En esta se expresan las Garantías Individuales o derechos de los individuos, estos son los que el
Estado tiene la obligación de respetar.
Ignacio Burgoa expresa: "Hemos afirmado que la garantía individual se traduce en una relación
jurídica que se entabla entre el gobernado como persona física o moral, por un lado, y las autoridades
estatales y el Estado, por el otro. Ahora bien, la juridicidad de ese vínculo y por ende, de la garantí
individual, descansa en una orden de derecho, es decir, en un sistema normativo que rige la vida social."47
Dentro de las garantías individuales que establece nuestra Constitución Política nos ocuparemos en
estudiar los artículos que están íntimamente ligados con el presente trabajo.
Artículo 6º. - "La manifestación de ideas no ser objeto de ninguna inquisición judicial o
administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o
perturbe el orden público; el derecho a la información ser garantizado por el Estado".48
El legislador al dar origen a esta garantía individual de libre expresión de las ideas, quiso mantener
en alto el paradigma de la degradación del hombre, proveniente del silencio obligatorio que se le imponga,
por parte del Estado.
Todo hombre debe manifestar sus ideas, sentimientos y opiniones, externandolas siempre. La
expresión más importante, desde mí punto de vista, ser la libertad de manifestar libremente las ideas, ya que
constituye un punto importante para el cabal desenvolvimiento de la persona, estimulando así su
perfeccionamiento y elevación cultural.
46
47
48
19
La degradación del hombre proviene en gran parte del silencio que imponen los gobiernos a los
gobernados. La libertad de la manifestación de pensamiento es la amenaza que más temen los ciudadanos
en contra del mantenimiento coactivo y represivo del Estado. Es evidente que dicha libertad, es un factor
imprescindible en la cultura de cualquier civilización y hoy en día, sólo lo podemos concebirá como un
derecho subjetivo dentro de los auténticos regímenes democráticos.
Sigfredo Obregoso comenta: "Nunca a ningún tirano le interesaron las ideas como tales. Esta ha
sido una preocupación de filósofos o de hombres de ciencia. Pero al tirano, a la camarilla o al grupo
dominante, es decir a quienes ejercen el poder político, económico y social en general, les importa lo que
se pueda hacer con esas ideas. Mejor dicho, lo que ellas sostienen, son nuevas verdades, señalando
falacias, indicando nuevos rumbos y marcando nuevos derroteros. Sí esas nuevas verdades; si esas nuevas
ideas se apartan o contradicen a las que sirvieron de base para establecerlas y a los intereses creados,
entonces quienes detentan el poder político y social declararán la guerra a quienes sustentan ese
pensamiento. Y no por razones intelectuales sino por causas del más puro interés económico-social de un
orden cuya defensa no puede detenerse en contemplaciones liberales."49
De lo anterior podemos decir que en el pensamiento las ideas adquieren un poder que puede ser
inmenso en la medida que salen del cerebro de los pensadores e ideólogos y utilizando cualesquiera de los
medios de expresión, pasando a formar parte de la conciencia de las masas.
Indudablemente que la libertad de pensamiento así entendida solo podrá subsistir en el grado en que
se hagan efectivas otras libertades como veremos más adelante. El reconocer el derecho de pensar
libremente, sin reconocer el derecho de expresarlo, equivaldría a reconocer un derecho de adquirir
alimentos, pero no el de ingerirlos.
Las limitaciones que establece el Artículo 6º Constitucional son entonces las siguientes:
Las limitaciones de manifestación de las ideas establecidas en las hipótesis a), b) y d) no parecen
que ser de gravedad ya que están debidamente controladas por la autoridad en los reglamentos de policía y
buen gobierno, así como en el Código Penal, pudiendo ser fácilmente controladas, pero el inciso c) tiene
graves consecuencias sociales ya que estarían provocando la comisión de un delito, que multiplicado por el
número de gentes que posiblemente participen en la reunión, daría un potencial criminógeno de tal
magnitud que sería, ya no un problema penal sino del orden social, un ejemplo claro son los hechos que
todos conocemos de 1968.
Las estimaciones de las consecuencias de cada caso concreto de la manifestación de las ideas, queda
al arbitrio subjetivo y discrecional de las autoridades judiciales y administrativas, quedando por tal motivo y
en uso de su facultad se puede (y se ha hecho) procesar a un individuo so pretexto de que cierta conversación
49
20
por él sostenida, cierto discurso pronunciado que altere el orden público, o se ataquen derechos de terceros
(aun esto es más factible de ser) o pugnen en contra de la moral.
La Suprema Corte de la nación no ha definido los conceptos de la moralidad ni del orden público;
simplemente los ha aplicado por instinto en diversas ejecutorias de diversos puntos jurídicos. En casos
aislados ha mencionado de forma disímbola la cuestión de cuando se atacan los derechos de un tercero y
cuando se altera el orden público.
Por otra parte, en el Código Penal se menciona que se ataca la moral pública generalmente cuando
se encuadra la conducta dentro de los delitos descritos en los artículos 200 a 209. En el mismo sentido se
debe considerar que se atacan los derechos de un tercero cuando se encuadra dentro de los descritos en los
artículos 288 a 366 bis.
"Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre
que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; ..."50
La Suprema Corte de Justicia ha emitido su criterio al respecto diciendo: "La garantía que otorga
el Artículo 8º Constitucional no consiste en que las peticiones se tramiten y se resuelvan sin las
formalidades y requisitos que establecen las leyes relativas; pero sí impone a las autoridades a la
obligación de dictar a toda petición hecha por escrito, está bien o mal formulada, un acuerdo también por
escrito, que deba hacerse saber en breve término al peticionario."51
Existe un aspecto importante en el párrafo constitucional antes transcrito, ya que tal y como lo
indica toda petición a la autoridad, no importa su tipo, se deber realizar pacífica y respetuosa cuestión que
hoy en día se esta perdiendo, ya que en todas las marchas, mítines y plantones se profieren consignas en
contra de la autoridad, utilizando groserías y palabras altisonantes; razón para que la autoridad no preste
atención a sus demandas.
"No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto
lícito; ......Ninguna reunión armada tiene derecho a deliberar...
No se podrá considerar ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por
objeto hacer una petición, o presentar una protesta por algún acto a una autoridad, si no se profieren
injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencia o amenazas para intimidarle u obligarla a resolver en el
sentido que se desee."52
Las garantías mencionadas en los párrafos anteriores, amén de otros, se refieren a dos especies de
libertades: La de asociación y la de reunión. por ende hay que ocuparnos de la de reunión.
50
51
52
21
Para que se pueda llevar a cabo una reunión a efecto de solicitar a una autoridad alguna petición,
ser necesario que se lleve a cabo pacíficamente, esto es exento de violencia. En caso contrario de que se
ejerza ésta, no se otorgar la protección constitucional de la que se habla en el artículo 9º de la Constitución
Política.
En segundo lugar, para que la libertad de reunión sea aplicable, se debe perseguir un objeto licito,
constituido por aquéllos actos que no pugnen en contra de las buenas costumbres o contra normas del orden
público.
El segundo párrafo del artículo 9º Constitucional, establece que: "No se podrá considerar ilegal, y
no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición, o presentar una
protesta por algún acto a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de
violencia o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que desee."53
No debemos dejar de reconocer que el ejercicio del derecho público subjetivo de libertad de reunión,
traducida comúnmente en la celebración de mítines y en la realización de manifestaciones públicas, está
sujeto a las circunstancias políticas variables del momento.
Existe la obligación de tomar en cuenta las condiciones que prevalezcan en una situación
determinada, por lo que, en caso de que dichas actos alteren la paz pública y se profirieren injurias contra las
autoridades o se hiciere uso de violencia o amenazas para intimidarla y obligarla a resolver en el sentido que
se desee, se estar en posibilidad de reprimir la manifestación por medio de la fuerza pública, ya que están
aparte de violando la Constitución, cometiendo un delito, el delito de Motín.
La disolución de los grupos que se reúnen públicamente provocan reacciones violentas debido a la
resistencia pública para ser disuelta, para evitar estas situaciones extremas se ha acostumbrado a que se
expidan permisos para el ejercicio del derecho de reunión pública, lo cual, aunque va en contra de lo
establecido en el Artículo 9º constitucional, se justifica por el simple hecho de evitar enfrentamientos
violentos, y así mantener la tranquilidad social.
Este Artículo es de vital importancia para el estudio del delito de Motín, ya que aquí se encuentran
las principales limitaciones del ejercicio de la libertad de asociación del gobernado.
Una segunda limitación es la del ejercicio de la libertad de reunión cuando se está armada. El
propósito de esto es el de evitar violencias que puedan poner en peligro la seguridad de los participantes y de
la sociedad en general. Ya que se podría convertir en un verdadero zafarrancho por el hecho de solo un
disparo, causando el pánico entre la multitud.
La tercera limitación que considero de importancia para nuestro estudio es la de no proferir injurias
en contra de la autoridad ni tampoco la de hacer uso de la violencia o de las amenazas para intimidarla u
obligarla a resolver en el sentido que se desee a la autoridad.
53
54
22
Hay que recordar que para realizar alguna petición a la autoridad, deber hacerse en forma pacífica
y respetuosa, tal y como lo señaló el Artículo 8º de la Ley Suprema.
TITULO I
CAPITULO I
De las garantías individuales.
CAPITULO II
De los Mexicanos.
CAPITULO III
De los Extranjeros.
TITULO II
CAPITULO I
De la Soberanía Nacional.
CAPITULO II
De las partes integrantes de la Federación y el territorio nacional.
TITULO III
CAPITULO I
De la División de Poderes.
CAPITULO II
Del Poder Legislativo.
SECCION I
De la elección e instalación del Congreso.
SECCION II
De la Iniciativa y formación de las leyes.
SECCION III
Del Poder Ejecutivo.
CAPITULO III
Del poder Ejecutivo.
CAPITULO IV
Del Poder Judicial.
TITULO IV
Responsabilidad de los Funcionarios.
TITULO V
De los Estados de la Federación.
TITULO VI
Del trabajo y de la previsión social.
54
23
TITULO VII
Prevenciones Generales.
TITULO VIII
De las Reformas Constitucionales.
TITULO IX
De la inviolabilidad de la Constitución.
Efraín Polo Breñal divide la Constitución para su estudio y comprensión en tres partes, una que
estudia los derechos del individuo llamados fundamentales, en sus dos amplias categorías:
b) Las garantías sociales, que forman parte de las individuales y que se traducen en manifestaciones
del hombre, que en sus relaciones sociales requieren la intervención ordenadora y limitadora del Estado.
La segunda, abarca la parte de la Constitución que tiene por objeto organizar al poder público en un
sistema de competencias de los poderes federales. Desde el Artículo 49 en adelante describe los órganos
supremos del Estado, los modos de su creación; sus relaciones mutuas, el ámbito de acción, la situación de
cada uno de ellos respecto del poder del Estado, así como las responsabilidades de los funcionarios.
Y la tercera es, la que trata los principios relativos a la super estructura constitucional, la cual se
dirige a todos los individuos y a todas las autoridades del país, y cubre en forma total los derechos públicos
fundamentales, los poderes de la federación y los poderes de los Estados.
Si nos fijamos en la anterior división, podemos observar que una Constitución comprende dos
partes esenciales: una dogmática, que contiene un sistema de limitaciones al poder público frente a los
individuos o grupos sociales, llamadas garantías individuales. Y la otra la orgánica, que se refiere a la
creación y organización de los poderes públicos: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, así como sus
respectivas competencias; así como la manera de como se crean y organizan los órganos del Estado y se
asignan a cada uno de éstos sus atribuciones, a fin de que vivan y actúen siempre dentro del régimen de
derecho.
En su Capítulo Primero, los Artículos del lº al 29 que se refieren a las garantías individuales, pero
existen otros artículos que también las contienen, tales como el Artículo 31 fracción IV, 39, 40, 41, 123, 133,
135 y 136.
El Título Tercero comprenden los Artículos 49 al 107 y dan la organización y competencia de los
poderes federales.
El Título Segundo, establece la Soberanía nacional, la forma de gobierno, y las partes integrantes de
la Federación en los Artículos del 39 al 48.
El Título Tercero comprende, los Artículos que dan la organización de los Poderes Federales y su
competencia.
El Título Cuarto establece la responsabilidad de los Funcionarios públicos que regulan el poder para
evitar su abuso.
"El delito Político, ha sido origen de múltiples discusiones, ya que no se ha dado el concepto
universal o unívoco, y varia en relación al régimen gubernamental que hay en un país y en un momento
histórico determinado".55
La lectura de distintos autores, nos hace cuestionarnos si la dificultad está en definir al delito
político o en su caso a numerar las acciones que pueden encuadrarse dentro de dicho tipo, así podemos
señalar como una definición del mismo, que es aquel cometido contra otra clase, determinado por móviles
políticos. Desde los tiempos del predominio Romano, podemos decir que el Delito político, en la figura del
crimen de Majestatis, se ha referido a toda actividad que a juicio del juzgador y previo tipificación de la ley,
ponga en peligro la seguridad del régimen, gobierno o Estado, en el que se suscite. Podríamos enumerar las
penas más crueles y excesivas, a acciones al parecer intranscendentes, por que se consideran peligrosas
contra la seguridad de la nación, sino aún del mismo gobernante.
Por lo tanto, podemos señalar que más allá de lo absurdas que puedan parecernos las acciones
penadas, o tipificadas como delitos políticos, sobre todo en el derecho antiguo, el común denominador ha
sido el peligro que representen para el gobernante, el sistema o el Estado en general.
De ahí que podamos afirmar que afectan al concepto de delito político factores de índole social,
jurídico y político.
El problema anterior deriva necesariamente de que, más allá de una tipificación, las penas que se
aplican son las que más difícilmente podríamos acordar universalmente, pues en este caso, es cuando
realmente el gobierno que ejerce la autoridad mina la libertad de los individuos, que en palabras de Mariano
Ruíz Funes, "constituyen el futuro de los pueblos."55 De tal suerte, que lo ideal es buscar un concepto de
delito político que tenga un carácter internacional, y que, en consecuencia, tenga un tratamiento uniforme,
sin dejar de tomar en cuenta, que es éste un delito de carácter especial, desde el doble punto de vista de su
objetividad, y de su subjetividad.
Para los efectos del presente estudio, cabe resaltar que esto último se refiere, indistintamente, tanto
al concepto como a las acciones que se identifican con el delito político.
Sin duda alguna es interesante señalar, cuando han sido desarrollados más intensamente los
estudios en lo que respecta al tema que tratamos; esto es, en la d‚cada que corre desde 1932 a 1942. Las solas
fechas explican por sí mismas, este fenómeno, pues esos son diez de los más importantes y determinantes
años de la historia de la humanidad.
A todo lo anterior hay que agregar, que el delito político no sólo inquietó a los juristas, sino también
a los filósofos, quienes hicieron cuestionamientos de índole ética, con respecto a él.
Antes de entrar en lo que es llamado por ciertos autores como Careara o Ruíz Funes, la teoría
histórica del delito político, o lo que es lo mismo, sus antecedentes históricos, es importante dejar asentado,
que en no pocas ocasiones, el delito político, ha sido en realidad tratado según conviene a quienes detentan
el poder. En la mayor parte de los casos, son un arma de defensa contra la oposición a un régimen de
gobierno, y de ahí las dificultades de hacer una historia del delito político, que más que de su historia, se
hable de la realidad del delito político, de tal forma que no existe una concesión histórica-jurídica precisa.
55
55
25
Carrara, quien realmente ha hecho una teoría histórica del delito político, llega a la conclusión de
que este delito tiene en realidad una naturaleza extrajurídica, de ahí que en su consideración dicho concepto
sea contingente.
El mismo autor, emprende el estudio de la teoría histórica del delito político, y señala tres períodos:
El segundo período, alcanza hasta 1786 y es la relación del crimen de Majestatis, regulado por
variadas normas y conductas, en las que predomina el terror, siendo la idea central de la aplicación de las
mismas, básicamente, la protección del poder absoluto. Aquí fundamenta el maestro la afirmación de que
dicho delito, tiene una naturaleza extrajurídica, ya que, según el mismo autor, el concepto de agresión se
desnaturaliza por la acción de factores contingentes. La agresión, por lo tanto, no es el daño efectivo, ni el
menoscabo, ni la amenaza, ni el peligro, sino que implica una estimación subjetiva, es más que todo,
capricho o temor.
Conforme a lo anterior, Carrara insiste en que el delito político sólo existe desde el punto de vista
histórico, y está en estrecha relación con el derecho público, de tal manera que es un fenómeno histórico
totalmente ajeno a la ciencia jurídico-penal, ya que su definición, así como la aplicación de las penas
impuestas al mismo, dependen de todo de la política, de tal forma que carece de sustantividad.
Por otra parte, Carrara considera al sujeto activo del delito político, como un individuo que se deja
inducir por idealismo inflamado, por un sentimiento de amor patriótico, actuando sobre él, un conjunto de
circunstancias que expresan un estado subjetivo, ordinariamente orientado en un sentido de afirmación, más
que de negación.
Por último, podemos decir, que la idea general que inspira este estudio, es que el delito político se
define como el producto de una doble causalidad: la necesidad y la excepción. Lo que nace de estas dos
situaciones, una casi fatal, y la otra extemporánea y contraria a toda inspiración normativa auténtica, es
siempre un fenómeno que queda sustraído del campo del Derecho.
Para Ulpiano, el crimen de Majestatis, es un sacrilegio, y esto nos lleva a considerar desde la
sedición, el motín, la conspiración, hasta el maltrato a las estatuas de los Cesares o cometer actos de
violencia o faltas a la moral frente a ellas, tal clasificación varía según el emperador, pero en no pocas
ocasiones, llegan al absurdo, al penar actos intranscendentes e incluso ridículos.
Esto se explica mas fácilmente, si tomamos en cuenta el carácter divino que se daba al emperador, y que se
acentúa conforme el imperio se va acercando mas a su decadencia.
Hasta aquí, hemos planteado el problema que representa para la doctrina el encontrar lo que se ha
dado en llamar, un concepto unívoco, del conocido tipo penal de delito político, sin embargo, entre el repaso
de los antecedentes históricos, y la consideración de los innumerables debates de la doctrina respecto a esto,
cabe abrir un paréntesis, en el cual se enuncie y se determine lo que es un delito, lo cual tiene su
importancia, en virtud de que al contar con dicha definición, podemos proceder a considerar que‚ hechos o
que‚ acciones, pueden considerarse como delitos políticos, o inclusive, desentrañar o comprender mejor la
problemática de la doctrina, en lo referente al tema que nos ocupa.
La palabra delito, proviene del latín delicto o delictum, supino del verbo delinqui, delinquere, que
significa desviarse, resbalar, abandonar. Esto es, podemos hablar de abandono de la ley o cometer una
infracción, o una falta.
26
El concepto delito "hunde sus raíces en la vida social, económica, cultural y jurídica de cada
pueblo y en cada siglo. En consecuencia, la noción del delito ha de seguir, necesariamente, las vicisitudes
de esas distintas parcelas señaladas en la vida de cada nación y ha de cambiar al compás de las mismas.
Por consiguiente, lo ayer penado como delito, actualmente puede no serlo y viceversa."
Las cuestiones relacionado con el delito y el delincuente, las contemplan los Títulos I y III del Libro
I, del Código Penal Mexicano (Título I: Responsabilidad penal, y Título III: Aplicación de las sanciones). En
la ley penal mexicana se encuentra el delito objetivamente y subjetivamente, por cuanto se atiende a la
gravedad del resultado, lo que viene a caracterizar al derecho penal mexicano como un derecho de resultado;
subjetivamente, en cuanto destaca la voluntariedad criminal, vinculando la gravedad del delito a la
culpabilidad. En este último sentido cabría hablar de un derecho penal voluntarista, pero desde luego, sin
que ese subjetivismo suponga desconocer la primaria relevancia del objetivismo, todo ello en aras de la
garantí individual de la persona y en evitación de toda posible arbitrariedad en la imposición de sanciones.
Con lo anterior, encontramos que la acción que se pena como delito político debe de estar
contemplada en la ley y que, por otra parte, dicha acción debe tener implícita de alguna forma, una intención
determinada, esto es lo que podríamos denominar como un elemento subjetivo. En ello ahondaremos mas
adelante, una vez que terminemos con la exposición y análisis del concepto de delito.
Dentro de lo que podríamos denominar en la Doctrina como nociones de delito, encontramos las
siguientes definiciones:
A) JURIDICO FORMAL: El delito en este caso, se encuentra configurado por su sanción penal, de
tal forma, que no importando la gravedad de una acción, esta no es castigada penalmente, sino que se
contempla en la ley.
"Esta noción es incompleta, ya que no atiende la naturaleza del acto llevado a cabo en sí, según
Cuello Calón, es la acción prohibida por la ley bajo amenaza de una pena. "(49) Sin embargo, podríamos
agregar que es una noción necesaria en la práctica y que corresponde a la naturaleza del Derecho Penal, en
cuanto que satisface el requisito de intervención estricta, única interpretación que cabe en esta rama del
Derecho.
B) NOCION SUBSTANCIAL: Esta noción es mas completa, ya que toma en cuenta los elementos
que conforman un acto humano, así pues, el delito para serlo, debe responder a los siguientes requisitos:
a) Ser un acto humano, que implique una acción u omisión, esto es, su origen debe estar en un
comportamiento humano, de tal forma que todo hecho ajeno a la actividad humana, no constituye delito.
b) El acto humano ha de ser antijurídico, esto es, en oposición a la norma jurídica, por lo cual debe
lesionar o poner en peligro un bien jurídicamente protegido.
c) Además de esa contraposición con la norma jurídica, es preciso que la ley lo contemple como
delito, esto es que dicha antijuridicidad está tipificada.
d) El acto ha de ser culpable, imputable de dolo, intención, culpa o negligencia; es decir, debe
corresponder subjetivamente a una persona, o debe estar a cargo de una persona.
e) Dicho acto humano, debe estar sancionado con una pena, pues de ahí deriva la consecuencia
punible. Ya que si no hay pena en realidad no existe un delito.
De no coincidir todos estos elementos, no hay delito, por lo cual no se puede concluir con Cuello
Calón, que dentro de una noción substancial del delito, este es una acción antijurídica, típica, culpable y
sancionada con una pena.
27
C) NOCION SOCIOLOGICA: Es aquella que nace del estudio de las condiciones sociales que dan
origen a los delitos y, encontramos doctrinas de autores como Garófalo, Ferri, Colajanni y Tarde, que son
positivistas, quienes intentaron hacer la distinción de delitos naturales y artificiales. Los primeros son los
que atacan a sentimientos fundamentales de probidad y piedad. Los segundos se refieren a honestidad,
pudor, etc. Estos autores señalan como característica fundamental del delito, su oposición a las esenciales
condiciones sociales y su enfrentamiento a la moral media.
En realidad, todos estos autores, reactualizan la arcaica distinción entre delitos malos perse, y los
delitos establecidos por la ley positiva.
En resumen, en esta noción lo que se indica, es que el delincuente infringe la norma anterior a la
ley penal; esta última, crea el delito, en tanto que la norma cultural, crea la antijuridicidad de la acción. En
definitiva, desde este punto de vista, el delito es un fenómeno humano social.
D) NOCION DEL DELITO COMO LESION DE BIENES JURIDICOS: Fue hasta 1894, cuando
Birnbaum entendió la esencia del delito como una lesión de bienes o intereses jurídicos, o como un peligro
para ellos. Bien jurídico es todo aquello, material o incorporal, que satisface las necesidades humanas
(individuales o colectivas). El bien jurídico es el que la norma protege.
Según el análisis anterior, podemos decir que el delito político es aquel acto u omisión, que se lleva
a cabo, y que estando en contravención con las leyes penales vigentes, tiene como último fin desestabilizar
un sistema político en sus bases más trascendentes.
La definición anterior resulta escueta e incompleta para lo complicado del tema. Mas nos ayuda a
resumir todo lo dicho hasta el momento y sobre todo, a ubicar el concepto.
Ubicar el delito o el crimen político como fenómeno jurídico, nos lleva al delito político social, en
este punto no podemos dejar de recordar, que Carrara, le señala la naturaleza extrajurídica, y en ningún
momento, aún corriendo el peligro de ser redundantes, podemos olvidar que la penalidad de este tipo,
depende y varía del régimen político, según el lugar y el tiempo en el cual nos situamos.
Tanto los regímenes como los ideales políticos, son considerados en sí mismos, esencialmente
variables, según el momento histórico. Esto es un punto relevante en la noción del concepto de delito
político, pues está constituido en su acción y en su intención, por el atentado aún determinado ideal político,
profesado por una mayoría con cuya adhesión cuenta.
En general, podemos señalar sin temor, que el delito político implica una perspectiva del orden
político predominante, distinto del que sustenta la mayoría y que es la que en consecuencia busca modificar.
Luego entonces atenta contra el orden político de un estado o contra sus condiciones de existencia.
Una condición es, que el ataque, resultado de la acción penada como delito político, está dirigida a
uno o más de los elementos integrantes de la organización política del país o contra cualquiera de las
actividades de sus poderes políticos. En estas líneas hacemos referencia generalizada a la concepción Belga,
considerada dentro de la dogmática jurídica por autores, como: Prins, Thonissen I, Paepe entre otros.
Cabe señalar, que según la doctrina, el delito político se da en un entorno social suigéneris, el cual
es necesario muchas veces para que se den cambios en determinados países, esto es, los delitos políticos se
cometen de ordinario en‚ pocas de agitaciones y perturbaciones; de ahí que sean raras las infracciones
políticas puras, ya que generalmente encontraremos delitos complejos o mixtos. Recordemos que es en la
segunda guerra mundial, donde cobra mayor auge el estudio de delitos políticos.
Ahondando en la dificultad de encontrar delitos políticos puros, cabe señalar, que se unen
estrechamente a crímenes comunes que los provean de medios adecuados para su consumación. Así, por
ejemplo, en el delito de motín es necesario que la reunión tumultuaria, perturbe el orden público con el
empleo de violencia, en las personas o en las cosas.
28
Por ejemplo el Art. 137 del Código Penal Mexicano, señala en el delito de rebelión, que se aplicarán
las reglas del concurso para los actos de homicidio, robo, despojo, incendio, saqueo, secuestro y otros delitos.
Por otra parte, dentro de las concepciones Belgas de este concepto, se señala el respeto a la
soberanía de los pueblos, para la libre apreciación sobre el carácter político de las infracciones, sobre todo en
lo que en materia de extradición se refiere. En relación al asilo político, este era señalado de acuerdo con su
verdadera naturaleza, más como un derecho de los pueblos, que como una obligación.
Dentro de la Doctrina, hay autores que han señalado que el delito político es aquella infracción a la
cosa pública, más no toda infracción a la cosa pública es un delito político. Lo que es determinante para
distinguirlos, es que, como dijimos antes, están dirigidos contra el sistema o funcionamiento de los poderes
públicos, o que impidan o perturben la actividad de la nación. Ya sea para intervenir en la formación de estos
poderes, o porque pueden implicar un atentado a los derechos políticos de los ciudadanos.
Por su parte, diversos autores franceses, dicen que los delitos políticos, están en la categoría de los
delitos públicos, aunque por supuesto no todos los delitos públicos, son políticos. Agregan además, que un
mismo delito tiene, según los comentarios de doctrinarios franceses, resultados distintos, según que el poder
sea fuerte o débil y que la nación se encuentre o no en un momento revolucionario.
Otro de los factores que hay que tomar en cuenta, es la alarma que produce el delito político, y la
extensión de la misma.
Según Buccellati, el delito político plantea para cada Estado una exigencia nacional. no es, por
tanto, más que una creación del Estado para asegurar mejor su propia organización. Su regulación no está
dictada por la necesidad de afirmar el orden jurídico. Se trata de un arbitrio circunstancial, más que de una
creación del derecho. A esta preocupación contingente, responde la concepción que subsiste en nuestro
tiempo y que tiene manifestaciones de características como la definición específica de los actos preparatorios
y de la tentativa, que se separa de los criterios aceptados, y considera estos grados del Iter Críminis fuera de
las posiciones tradicionalmente afirmadas sobre su punibilidad, para lo cual les otorga una consideración
penal privilegiada. Esta opinión, estima esos momentos de la ejecución criminal de una gravedad mayor
cuando se producen en la preparación y comisión de infracciones políticas.
El mismo criterio de excepción introduce en las penas una situación privilegiada, altera el sistema
de la extradición, separa en dos categorías, dentro de los actos criminales, el delito común y el delito político
y prescinde de un principio, que no es susceptible de ser abandonado, cuando se trata de construir los tipos
de conductas criminales.
Ese principio, inmutable en opinión de Buccellati, es que el delito político constituye, a pesar de
todo, una infracción real del orden jurídico. El delito político es un concepto racional y positivo. Para que tal
concepto sea correctamente construido es preciso tener en cuenta las circunstancias siguientes:
a) que constituye una afirmación jurídica del carácter evidentemente jurídico del Estado, que por su
fin ha de procurar realizar el bien común y que no existe sólo por un interés circunstancial del poder,
b) que mediante su representación legal, penetre en la conciencia del ciudadano la idea del Estado y
su razón de existir, para que cada uno comprenda la obligación jurídica que le liga al todo del Estado, del
que el ciudadano es una parte; y como correlativas de esa obligación, la que le compete de respetar al Estado
y de soportar las consecuencias penales de los ataques, conque trata de desintegrarlo o de poner en peligro su
vida normal.
Cabe señalar, que la doctrina reconoce que en ocasiones, el delito político es por así decirlo, una
necesidad social, esto es, cuando es ineludible un cambio dentro del Estado, entonces, ya escapa a las
consideraciones del Derecho Penal, y pertenece solo al desarrollo de una guerra civil, en este caso el delito
político es el origen de la misma. Cabría considerar, que en estos casos, no existiera realmente, en nuestra
opinión, un delito político, sino un pueblo en lucha por sus derechos, cuya acción entonces se legitima, ya
que la mayoría en este caso estaría en contra del régimen, pero esto escapa a nuestro estudio, y solo lo
señalamos como una posibilidad.
29
En general, podríamos decir, que más allá de toda doctrina, lo más importante que tenemos para
dar a un acto la connotación de delito político, es sin duda, el elemento subjetivo o volitivo en el sujeto
activo, esto es, el Animus en el agente. Así consideramos que los bienes jurídicamente protegidos en este
caso, son tanto la seguridad como la integridad del Estado, todo acto por intrascendente que parezca, que
lesione o ponga en peligro dichos bienes, es un delito político. Pues en este caso, la infracción jurídica, se
presenta como un acto de oposición a la seguridad del Estado.
Por otra parte, podemos señalar como lo hace Ruíz Funes, que según Brusa, los delitos políticos,
son o infracciones de la competencia del Estado, o una usurpación de la facultad que poseen los Estados de
constituirse y administrarse a su voluntad. Por ello señalamos antes, que cuando la mayoría del pueblo
reconoce como justo un acto que el Estado considera como delito político, este acto es más que nada el
origen de una Revolución, que busca entonces un cambio radical.
A todo esto hay que agregar, que crece la dificultad en el estudio del concepto del delito político, en
cuanto a que no sólo cambia según el régimen, sino en cuanto se modifica el concepto mismo de Estado en
una sociedad. Así, en las civilizaciones antiguas, predomina el Estado sobre la existencia social. En cambio,
en el Estado moderno, su unidad deriva de la libertad, por lo tanto el delito político es una agresión contra la
forma de gobierno que no afecta probablemente a su existencia, mientras que en la antigüedad, era una
agresión al instruir de asociación y contra la existencia de la sociedad y de la autoridad. En el Estado
moderno, incluso, se ha considerado a los delincuentes políticos como elementos del progreso civil.
Jurídicamente sin embargo, son delitos, porque resumen los elementos de ser actos externos de
ejecución, voluntarios e intencionales, así como actos de lesión, capaces aunque sólo sea potencialmente, de
menoscabar el derecho no reparable, en todo o en parte, dirigido contra la dignidad y autoridad civiles, o que
dañe o ponga en peligro el patrimonio político de los ciudadanos.
Napodano, en su monografía sobre los delitos contra la seguridad del Estado, en la Enciclopedia de
Derecho Penal de Pessina, ha enunciado una doctrina general del delito político, destacando con preferencia
su carácter jurídico.
Lo considera como un delito natural, cuya punición se funda en una razón de ser intrínseca, igual a
la que justifica la sociedad, y sobre la que se basa la sanción de los delitos dirigidos contra la sociedad
misma. Se explica Napodano, el carácter artificial asignado a las actividades de los agitadores, contra las
malas situaciones públicas en los movimientos generales de los siglos XVII y XIX. Y en contraste con ellos,
se explica también que, en épocas más recientes, al mejorar las condiciones políticas, es decir al hacerse
éstas más democráticas y más libres, el delito político comience a ser considerado en la doctrina como
dotado de una consistencia racional.
"El Estado es una sociedad política por la voluntad un anime de los ciudadanos, en cuanto cuerpo
político de la nación, y los delitos en contra suya se incriminara por el hecho de la voluntad misma de esos
ciudadanos, o no es así, y entonces los delitos políticos carecen de base para ser considerados como
punibles, porque no se funda su sanción en la esencia y en la organización del Estado."(51)
Siguiendo a Napodano, podemos agregar que en el delito político, más que importar su carácter
social, mismo que es común a todos los delitos, interesa su carácter jurídico. Sin embargo, hay que anotar,
que el delito político es sólo un hecho social, en tanto que es un hecho político, y por lo tanto, no es
necesario asociar a una construcción jurídica de la infracción política de los hechos sociales, ya que sólo
sirven para precisar el carácter de esta clase de fenómeno político.
30
Más, a diferencia de otros delitos, en el político no podemos separar el hecho social del jurídico, ya
que estos se subsuman, existe en esto una total identidad y lo que finalmente lo hace relevante es su carácter
político.
Por lo tanto, puede deducirse en base a lo anterior, el carácter autónomo, la naturaleza extrajurídica
del delito político, cuya connotación política, radica en los hechos. Mientras que la connotación jurídica por
su parte, radica en la norma misma que lo define y sanciona, evitando así la arbitrariedad.
En conclusión, su sentido social o antisocial no importa, basta que sea una lesión o puesta en
peligro de los bienes en que descansa la organización política.
A todo esto, creemos necesario recalcar, que no escapa a la doctrina la consideración de que en
ciertos momentos históricos, existe una divergencia política, "que al desembocar en una revolución, no es
un hecho jurídico penal, ya que sólo la acción revolucionaria constituye una conducta reveladora de la
delincuencia política."(52)
Con una orientación positivista, Puglia pone de relieve que lo que interesa, en relación con el delito
político, no es su base jurídica, sino el criterio para precisar los actos que lo constituyen y la noción de las
penas que deben serle impuestas.
Se hace cargo de ciertas críticas que niegan al delito político un fundamento jurídico, como ocurre
con las de Carrara, Froebel y De Luca y sostiene que su incriminación se funda, en la existencia de un
Estado organizado de la sociedad e implica la realidad previa de un poder supremo, investido de una
autoridad colectiva, que es la que regula el ejercicio de sus funciones. El propio interés de los ciudadanos,
asociado a las funciones de ese poder, exige que no se le infiera ofensa alguna y que sea objeto de una
protección legal. Con ella se amparan, doblemente, la integridad del poder y los intereses de los ciudadanos.
Cuando Puglia elabora su doctrina, se ha superado transitoriamente la época en que el Estado lo era
todo y el ciudadano nada. Las relaciones entre los coasociados y la autoridad social, están sólidamente
establecidas y reguladas por normas legales. Como consecuencia de ello, es posible una determinación
precisa de aquellos actos que deben ser considerados como delitos y de las acciones del individuo contra la
autoridad social que han de calificarse como lícitas y como ilícitas.
No olvida Puglia la observación de Pessia, de que "la criminalidad del delito político no deriva, de
modo exclusivo, del interés que tenga el poder social en su propia conservación, sino que tiene su
fundamento en exigencias auténticamente jurídicas. Pero además de ese incontestable carácter jurídico de
las infracciones políticas, Puglia reconoce que se ofrecen en ellas otros caracteres, derivados de su
mutabilidad y del móvil que impulsa al delincuente a cometerlas. Esta inconstancia e inconsistencia no le
preocupa mucho, porque no es una excepción y porque es muy justa la observación dialéctica de Brusa,
cuando afirma que también es inconstante el delito común, en menor grado que el delito político, pero con
la misma certidumbre."(53)
Aquí entramos en la siguiente disyuntiva sobre si el elemento esencial del delito político es el fin o
el derecho lesionado. José Agustín Martínez, penalista cubano, señala que debe tomarse en cuenta para la
construcción del derecho político, el derecho lesionado, ya que no siempre es posible determinar o concretar
el fin, y a pesar de que dicha concreción sea posible, el fin debe subordinarse al Derecho, ya que este último
es la garantí del Orden Social.
Para los penalistas mexicanos, lo esencial es resaltar, los elementos del delito, y definir el criterio
que debe adoptarse para juzgar los delitos mixtos.
En cuanto al concepto del orden político consideran como elementos integrantes de él en el exterior,
la independencia de la nación, la integridad del territorio y las relaciones internacionales y en el interior, los
poderes políticos, la forma de gobierno y los derechos políticos de los ciudadanos. En el orden exterior,
31
agregan, cuando existe un ataque a la seguridad del Estado, proviene de nacionales o extranjeros, el delito
más grave es el de traición, considerando para los efectos de su penalidad, dentro de la legislación mexicana,
como un crimen de derecho común.
Por lo que se refiere al orden interior, los delitos políticos implican un ataque a la organización
política, que es la que determina la demarcación del Estado, la distribución de sus funciones y las
atribuciones de los depositarios del poder. Concluyen que desde el punto de vista absoluto, el delito político
está integrado por una concepción del orden político diferente de la que tiene la mayoría y por el acto que
tiende a realizarla.
En cuanto a las teorías subjetivas de Laschi y Lombroso, podemos decir que ya están superadas en
nuestra época, sin que por ello se niegue la importancia que tuvieron al resaltar el elemento psicológico del
delincuente, y las consecuencias del mismo en su acción criminal, sin embargo, creemos suficiente señalar
que Lombroso y Laschi definen "el delito político como toda una lesión violenta del derecho, constituido
por la mayoría para el mantenimiento del respeto de la organización política, social y económica, querida
por ella."()
Para determinar la objetividad del derecho lesionado, Lombroso y Laschi atienden al fin que se
propuso alcanzar el delincuente. Pueden existir delitos comunes a los que atribuya su autor un fin político,
pero cuando la organización política no ha sido lesionada, estos delitos no salen de la órbita de la
criminalidad común. Precisan los dos autores que la pasión política que armó la mano del delincuente, servir
solo, en estos casos para guardar la pena, comparativamente con los delitos impulsados por otra pasión más
baja, pero nunca para otorgar al delito el rango de un crimen contra el Estado.
En conclusión, podemos decir que lo más importante que para nuestro estudio señalan las teorías
subjetivas, es que en el delincuente político sus actos están estrechamente ligados a su ideología política o de
partido, pues el delito político viene a ser la manifestación de la oposición al régimen, de tal forma, que
tanto el delito como el delincuente tienen un carácter especial y distinto al de los delitos y delincuentes
comunes.
Para Florian son delitos políticos, en sentido estricto, los que atacan directamente el orden político,
es decir, las instituciones y las funciones políticas de un Estado determinado. La incriminación jurídica del
delito político se funda en que constituye una violación de la ley de la mayoría, que es centro de gravedad de
la organización política de un Estado.
Sólo es posible un concepto racional del delito político, allí donde el régimen político está fundado
sobre el consentimiento de los más y tiene como base los principios sagrados de la libertad. Estos principios
son los únicos que pueden justificar su penalidad. Por consiguiente, es forzoso admitir que el concepto
jurídico del delito político sólo es posible, en los regímenes liberales.
Observa Florián que la separación entre los delitos comunes y los políticos, surge en aquellos
tiempos en los cuales la acción, de apariencia criminal, contra los gobiernos más o menos tiránicos, internos
o extranjeros, es considerada como un holocausto sublime, celebrado sobre el altar a la libertad, o de la
patria. Esta distinción se propone, como finalidad eminente, despojar al delito político de toda nota inmoral,
merecedora del público desprecio, y exaltar su significación civil y humanitaria, glorificando además la
idealidad que implica.
32
Florián sostiene que la más antigua opinión sobre el delito político y la más comúnmente admitida,
es aquella que considera como criterio predominante, el fin que el agente se propuso alcanzar. si es fin
político, el delito es político siempre. Del mismo modo piensan un penalista clásico como Civiolo y un
penalista positivista, como Majno.
Las doctrinas objetivas sobre el delito político, las clasifica Florián en tres grupos, considerados en
relación con el principio que sirve a cada uno de ellos como fundamento específico.
a) Para uno de los grupos, el criterio es el organismo político del Estado, contemplado en los
elementos constitutivos de su existencia, o sea: la materia, o soberanía sobre un determinado territorio; la
autonomía e independencia, y la forma: sus actividades y sus órganos constitucionales. Se trata de los delitos
políticos puros.
b) Un segundo grupo considera como objeto de este delito, los derechos políticos de los ciudadanos:
la lesión de dichos derechos constituye el delito político impropio o indirecto;
c) Un tercer grupo amplía el objeto a la organización político social: la ofensa a esta organización
da lugar a los delitos sociales.
Existe, finalmente, la doctrina del bien jurídico, quebrantado o amenazado por el delito. Este
criterio penetra íntimamente en la esencia jurídica de la acción delictiva. Parte del supuesto de que el delito
es siempre un hecho que afecta a determinadas condiciones de existencia. En este caso, esas condiciones
están constituidas por la propia vida del Estado, considerado, en su esencia y en su forma. El delito que las
atañe puede ser objetiva y subjetivamente político. Si se prescinde del fin del agente, tendremos el delito
objetivamente político. El fin es un elemento esencial en la noción del delito político, cuando se le considera
en su significado histórico originario, esto es, como un acto antijurídico que, en gracia a la nobleza del
impulso que lo engendró, puede merecer la simpatía y la benevolencia de los pueblos. De esas buenas
disposiciones, consagradas por la tradición, quedan excluidos los delincuentes contra el Estado que
obedezcan impulsos diversos.
La reservación con la doctrina liberal del delito político, de la que Florián es uno de los
representantes más autorizados y elocuentes figuran en la edición de 1934, del "Tratado del Derecho Penal
Italiano". Indudablemente, constituye una concesión poco airosa, al régimen político que ha conducido su
país a todas la decadencias. Es una defección a la ciencia, frecuente en cuantos prefieren las comodidades de
la abjuración, a las incomodidades de la heterodoxia.
La posición tradicional de Florián, en relación con el derecho político, puede ser calificada de
sintética. Afirma que sólo puede constituirse íntegramente ese tipo penal asociando las varias teorías: la del
bien o interés jurídico, en su doble aspecto objetivo y subjetivo; la del fin y la del objeto, tanto en lo que se
refiere a los delitos políticos o directos, en cuanto ataque a la materia y a la forma de la organización política
del Estado, como en lo que atañe a los delitos políticos impropios o indirectos, constituidos por la lesión de
los derechos políticos de los ciudadanos.
En general, podemos señalar, que en el caso del delito político, como en cualquier otro, debemos
tomar en cuenta, no solo los hechos, sino el elemento subjetivo en el sujeto activo, esto es, sus móviles, y sus
ideales políticos que en cierta forma pueden ser atenuantes al caso. Por otra parte, podemos decir, que
precisamente es el Animus, esto es el elemento subjetivo en el sujeto activo, lo que finalmente da a un hecho,
a diferencia de otros, la connotación de delito político, de ahí que, como hemos señalado antes, no importe
tanto la trascendencia o intranscendencia aparente de los hechos, sino que el ánimo con el que fueron
llevados a cabo buscaba o no menoscabar la seguridad del régimen, de la nación, y en general, si lesiona o
pone en peligro todos o alguno de los bienes jurídicamente protegidos por la norma.
Cabe señalar entonces, que así como el delito político tiene un carácter especial, e incluso puede
señalársele una naturaleza extrajurídica, en el caso del delincuente político, a este no debe tratársele como un
delincuente común, ya que la disposición particular del estado de espíritu, como diría Paoli, es distinta.
33
Por otra parte, cabe agregar que, cuando el móvil y el fin sean políticos, pero el acto aparezca en
contradicción con ellos, y como extraño a los mismos, el carácter de delito común sobrepasar al de crimen
político, y la infracción deber ser sometida a las normas y a la disciplina del derecho común.
En resumen, podemos decir que las infracciones políticas, son las que atentan contra el orden
político del Estado, externo o interno, según la tradicional definición francesa. Sus diferencias, entonces con
las infracciones comunes, abarcan tanto a criterios subjetivos como objetivos, caso en el cual, la naturaleza
del derecho violado debe considerarse dentro de los primeros, y tanto el móvil como el fin dentro de los
segundos.
De esta forma, aún cuando los móviles del delincuente político, puedan ser nobles, o incluso están
inflamados por el respeto y el amor del país o la nación en la cual los lleva a cabo, sus medios son
equivocados, ya que la violencia, no es un medio justificado, ni admisible dentro de un Estado de Derecho.
Sin embargo, es importante hacer notar que en el caso del delincuente político, su inmoralidad, a
diferencia de la del delincuente común, no es ni siquiera la misma, sino relativa.
De esta forma, así como el ánimo con el que se lleva a cabo el hecho, es determinante en nuestra
opinión, para darle la calificación de ser un delito político, el móvil del delincuente, es también un factor
esencial, para dar a un hecho tal connotación.
Cabe citar las palabras de Jiménez de Asa, con respecto al delito político, al decir que es una
manifestación de la delincuencia evolutiva, que no ha podido sustraerse a las transformaciones ocurridas en
el mundo, y que se ha modificado a medida que cambiaban las ideas y las preocupaciones de la humanidad,
los motivos románticos, que impulsaban a los actos revolucionarios de otros tiempos, no son los móviles
económicos que inspiran hoy los delitos sociales, aunque los una un vínculo común.
La causa más común de la delincuencia evolutiva, en su aspecto de delito político, reside en el modo
de organización del Estado y de la sociedad y en el deseo de los autores de estas infracciones, de mejorar las
formas políticas y las condiciones de vida de la masa de la sociedad. Jiménez de Azúa niega la peligrosidad
de la delincuencia político-social, ya que su fin último es acelerar el progreso y el de dar una rapidez mayor
a los cambios, probablemente inevitables, lejos de impedir la marcha ascendente de la humanidad.
A todo lo dicho hasta el momento, podemos agregar para redondear nuestra exposición, que la
doctrina y la jurisprudencia, aplican el carácter de delito político, a un hecho cuando la apreciación por el
juez de la culpabilidad del agente, o de la gravedad de su culpabilidad, depende de la concurrencia de
circunstancias o de un móvil que revistan un carácter político, de modo que la infracción constituya, única o
principalmente, un ataque al orden político. La naturaleza, la gravedad del ataque, la necesidad de su
represión, se determinan por la repercusión que alcanza sobre la opinión pública. Si ésta lo encuentra vano o
legítimo, cesa de ser un atentado del orden social, en un país de soberanía nacional.
La doctrina agrega además, que tanto la traición como el espionaje, dados sus bajos móviles, no
deben en estricto sentido ser tratados como delitos políticos, pues como dijimos antes, en el delincuente
político, se encuentran en pocas ocasiones, dentro de los equivocados de sus medios, fines nobles.
Finalmente cabría preguntarse, Cuál o que es el bien del Estado, mismo que podemos definir, como
el medio por el cual es Estado, en cuanto poder supremo, se exterioriza en abstracto, y de una manera
general, dentro y fuera. De ahí que señalemos como delincuente político, el que ha cometido una infracción
política por un motivo político, que lesiona o pone en peligro el bien o bienes del Estado.
Dentro del estudio de los delitos políticos, se logra observar que los fundamentos de éstos mismos
para su comisión, deben de atacar el orden público y social de la nación, con una finalidad determinada, pero
eminentemente política; es por eso que ahondaremos sobre esta cuestión.
34
Todos los delitos políticos, dirigidos a la modificación del orden establecido, provocan una
alteración en el orden público y sobre esto, algunos autores han versado, según vemos en algunas de sus
consideraciones.
Es entonces cuando este autor da una división de formas de alteración del orden público y son:
a) Especie leve de delitos.- Son las alteraciones del orden público, sin tener carácter político y como ejemplo
tenemos, los clamores cuando se celebra un matrimonio, los cuales ofrecen una censura moral.
b) Especie menos grave.- Es en este tipo, donde encontramos como tipo de alteraciones colectivas al
motín. Es una forma en la cual puede comenzar de una manera calmada, pero puede convertirse en formas
violentas y profundas, las que se aproximan a la rebelión pero sin llegar a tanto por su duración.
"Es así como podemos encontrar - apunta el maestro- tres tipos de motines, desde el punto de vista de sus
orígenes:
1. - Los motines espontáneos que son una sacudida popular, de desagrado e indignación contra un
suceso de cualquier índole, ya sea político, social o religioso, pero que produce ante los espectadores un
impacto llamativo.
2. - Los motines aprovechados, son aquellos que dada la alteración del orden público, producida
espontáneamente por un suceso desfavorable, se torna en ocasión e instrumento de lucha de clases, grupos
sociales o de personas que exageran, prolongan y dirigen para sus fines particulares.
3. - Los motines preparados, son los que se disponen previamente con un fin determinado,
principalmente político. Sobre esto hay una variedad degenerada y es el motín políticamente provocado,
mediante los propios agentes policiacos al servicio del Estado, que son adiestrados en estos menesteres; un
claro ejemplo son los "halcones."()
Especie grave de delitos.- Esta etapa la podemos entender, como los alzamientos públicos de
manifiesta hostilidad contra el régimen constituido, para conseguir un propósito político definido, de
importancia decisiva o considerable, por ejemplo: un cambio de gobierno, la orientación política del mismo,
o de una dislocación en la estratificación social, con la consiguiente subversión de valores. A todos estos
podemos enmarcar la rebelión y la sedición.
La amplitud y profundidad de los efectos de estas especies de delitos colectivos, contra el orden
público, determinan en el sistema penal, importantes modificaciones en relación con los delitos comunes, en
tanto se impone la doctrina del desarrollo del delito como en el de la delincuencia.
Todos los tipos anteriores, en muchas legislaciones del mundo se manejan como desórdenes
públicos, por motivos de impacto social.
Las anteriores divisiones de alteración del orden público, están ordenados según la penalidad que
reciben. El maestro menciona otra división de los delitos políticos, para comprender el delito de motín, lo
cual es demostrativa:
A) Delitos contra el orden establecido.- Estos delitos deben tener como característica un alzamiento,
una efervescencia social, esto es, un rompimiento del estado de equilibrio de la sociedad. Así, el maestro
menciona que hay una serie de delitos del orden colectivo, que lo rompen, y son los siguientes:
En estos delitos siempre encontraremos como elemento principal un tumulto de gentes, provocando
desorden público.
B) Delitos contra las autoridades.- Estos delitos son todos aquello que como los anteriores, están
encaminados directamente a las autoridades, muchos de ellos tienen fundamentos en los del orden común.
...Esos mismos fines, mediante alzamientos públicos y de abierta hostilidad, integran los delitos de
rebelión, sedición, y motín. Estos delitos, se sujetarán a un régimen especial de responsabilidad personal o
subsidiaria, que contradice lamentablemente los principios generales de la culpabilidad penal.
Es peculiar de los delitos de rebelión, sedición y Motín por su carácter colectivo, que la
regulación de la responsabilidad, caen fuera de las normas ordinarias de la participación, entrando en
juego otras nuevas, en base a quien los comanda, quien es el segundo y quienes meramente participa, así
como quien financia tal acción.
En el ámbito literario, tenemos un claro ejemplo de delitos del tipo colectivo en "Fuente Ovejuna"
de Lope de Vega.
Junto a estos caracteres comunes de la rebelión, sedición y motín, así como la dinámica tumultuaria
y violenta, las diferencias entre ellas son de clase menor y referidas únicamente a la finalidad propuesta.
Otro doctrinario argentino, Sebastián Soler, considera al delito de motín dentro de los delitos
cometidos en contra del Estado, en su seguridad interior, con carácter político.
36
La Enciclopedia Jurídica Española, menciona al motín como. "la alteración superficial del orden
público susceptible de revestir, según sus formas y efectos, diversas concepciones jurídicas dentro de los
delitos del orden público."60
El Dictionary of Law, define al delito de Motín (MUTINY), como: "La reunión o combinación
entre dos o más personas, que se encuentren al servicio de la ley, o entre personas que sirven al Estado, que
resistan a la autoridad con violencia o cooperen con ella, o que impidan la realización de algún deber."61
Según el doctrinario alemán Dr. Frank, "el Motín es la concurrencia o reunión de muchas personas
en un lugar, para realizar una acción antijurídica, ésta es común. Para los que participen, presenta el
aspecto de una unión poderosa."62
Por otra parte, Sebastián Soler, define al Motín como: "La violencia pública, el despliegue de
formas colectivas de intimidación para la autoridad."63 Esta definición está íntimamente ligada al concepto
del Código Penal Español; el Artículo 230 en su segundo párrafo, dice: "Los que se alzaren públicamente
para impedir la ejecución de las leyes nacionales o provinciales, o de las resoluciones de los funcionarios
públicos, cuando el hecho no constituya delito más severamente penado por el presente código... "64. En todo
caso, el delito de Motín se caracteriza por el alzamiento colectivo y la determinación de un número mínimo
de participantes y es objeto de disposición expresa en la legislación Española.
El delito de Motín se plasmó por primera vez en las Leyes 4 y 5, Título II, del Libro 12, en la
NOVISIMA RECOPILACION DE LAS LEYES DE INDIAS, del año 1681; las que se encargaron de
castigar las asonadas con las penas más simples del delito de bullicio, no dándoles mayor importancia, sino
sólo cuando emplearan violencia los participantes.
En el Decreto Real del 18 de julio de 1834, en el artículo 1º, dice: "Toda reunión de 10 o más
personas que perturben el orden público, deber deshacerse en virtud de la intimación que haga la
autoridad competente, por tres veces, con un corto intervalo necesario para que no pueda alegarse
ignorancia".
El antecedente legal del Motín, se encuentra en el Código Penal para el Estado de Veracrúz, que
entró en vigor por medio del Decreto del 28 de abril de 1835, hecho por el Lic. Juan Francisco de Barcena,
Vicegobernador Constitucional del Estado de Veracrúz, el cual menciona en su sección Cuarta De los
Motines o Tumultos, de las asonadas y otras conmociones populares, en el artículo 253 dice lo siguiente: "Es
Motín o tumulto el movimiento insubordinado y la reunión ilegal o turbulenta de la mayor parte de un
pueblo o de una porción de gente, que por lo menos llegue a 20 personas mancomunadas, para exigir la
fuerza o con gritos, insultos o amenazas que las autoridades o funcionarios públicos, como tales, otorguen,
hagan caso o dejen de hacer alguna cosa justa o injusta, aunque sin llegara ninguno de los casos esperados
en los artículos 230 y 235 del presente código. (sedición y rebelión)"65
59
60
61
62
63
65
37
El Artículo 235 dice: "Los delitos de Motín o asonada no se tendrán por consumados sino en los
casos de desobediencia al requerimiento de la autoridad pública."66
El artículo 256 dice: "Este requerimiento de la autoridad pública se hará de voz o por medio de
edicto, bando o pregón y contestación oficial con el jefe o jefes de los amotinados, que por lo prescrito en
el Artículo 247, y si no fuere obedecida la autoridad, se repetir por el medio expresado en el artículo 248,
y se podrá después, en este caso, hacer uso de las armas y el rigor militar contra los amotinados y
alborotadores, en sólo lo que sea preciso para dispersarlos, aprehenderlos y asegurar la tranquilidad
pública".67
El Artículo 257 menciona: "Los cabezas del Motín o tumulto a saber: Los que hayan propuesto,
excitado o promovido directamente, organizado o dirigido y los que hayan llevado la voz principal o
sobornado, o seducido u obligado a otros para tomar parte en el, sufrirán un destierro fuera del Estado, de
6 meses a 6 años y quedaran sujetos por un año o más, a la vigilancia especial de las Autoridades. En el
caso de que diez o más de los amotinados hubieren presentado armas blancas o de fuego, con piedras,
palos u otros instrumentos a propósito para hacer daño, si los reos fueren Funcionarios Públicos, sufrirán
desde 2 meses hasta 3 años de destierro fuera del Estado."68
Es importante destacar, que en este Artículo no se castiga con prisión ni tampoco con alguna pena
económica, sino solamente con el destierro del cabecilla o instigador, pero algo curioso es el hecho de que
queden sujetos a vigilancia especial de las autoridades, esto es un rasgo característico del nivel de
peligrosidad en que consideraban a estos delincuentes.
Este tipo de sanciones parece que no es la más adecuada, ya que se les garantizaba su libertad, pero
es de tomar en cuenta de que en el año de promulgación y de la vigencia, no había un control penitenciario
como lo hay en la actualidad.
Por otro lado, es claro ver desde cuando ya se les tenía especial tratamiento a los delincuentes
políticos.
El proyecto de Código Penal y Criminal de 1851 y 1852, fue realizado por el Lic. José Julián
Tornel, Ministro de la Suprema Corte de Justicia, en el Estado de Veracrúz, el 14 de julio de 1853. Este
proyecto menciona en su Artículo 249 lo siguiente: "El delito de Motín o tumulto, o movimiento turbulento
de una porción más o menos numerosa de personas, que se reúnen usando gritos, amenazas o la fuerza, con
el objeto de exigir que las autoridades o funcionarios públicos otorguen, nieguen hagan o dejen de hacer
alguna cosa, aunque sin llegar a constituirse en estado de rebelión o sedición."69
Es en este Artículo, donde se logra apreciar la importancia de recordará como lo hace la doctrina,
cual es el delito político o el interés de este delito, ya que si no se tuviera en cuenta, este último, se legislaría
hechos que no tiene una connotación política, y se podría caer en un exceso de poder, y posiblemente en un
ataque a las garantías constitucionales.
En el Código Penal para el Estado de Veracruz-Llave de 1869, creado por Decreto del 17 de
diciembre de 1868 por el Lic. Francisco H. Hernández, el Artículo 297 del Capítulo Tercero, menciona: " Es
motín o tumulto, el movimiento de una porción más o menos numerosa de personas que reúnen, valiendose
de gritos, amenazas o fuerza, con objeto de exigir que las autoridades o funcionarios públicos otorguen,
nieguen, hagan o dejen de hacer alguna cosa, aunque sin llegar a constituírse en rebelión o sedición."70
El Artículo 299 establecía la penalidad que sufrirían los delincuentes, así: "Los principales de los
motines o asonadas sufrirán desde seis meses de destierro del pueblo en que cometieron el delito, hasta seis
años de trabajos forzados, los cómplices y coautores, sufrirán la pena de tres meses de arresto a tres años
de confinamiento, destierro o trabajos forzados".71
66
67
68
69
70
71
38
Es claro observar, que en este proyecto no se menciona la participación de los delincuentes con
armas u objetos para coaccionar o intimidar a la autoridad para que realice ciertas cosas, pero el punto
principal de este delito estriba en la mejor redacción del mismo y sobre todo, en los delitos de sedición y
rebelión, que sería donde se enmarcar tal acción delictiva. Otro aspecto importante dentro de éste delito, es
el que establece por primera vez la pena de privación de la libertad, por medio de arresto, así como la de
imposición de los trabajos forzados.
Ya en la exposición de motivos del Código Penal para el Distrito Federal y Territorios Federales, de
1871, se encuentra el delito de Motín, encuadrado dentro de los delitos contra la seguridad interior de la
nación. Con mayor miramiento, todavía la Comisión procedió a tratar que, aunque en algunos casos, el
móvil de los delincuentes políticos es la ambición de poder, el mando propio que fue humillado, el odio
personal, el deseo de crear un trastorno público u otra pasión bastarda. A veces, se sacrifican por sus
convicciones, por un ciego fanatismo político mal entendido, o por un error sobre cuestiones que en la
opinión pública vacila. Con esta convicción, no se puede ni debe confundir a los delincuentes de esta especie,
llamados "delincuentes políticos"; este término es innovador dentro de la legislación, ya que nunca antes se
habían utilizado.
Con esto no hay que confundir a los delincuentes comunes con los políticos, ni hay que utilizar la
dureza de las leyes, empleada en momentos de sobresalto y angustia. Por esto, no sólo se respetó el precepto
Constitucional, que prohibe imponer el último suplicio a los criminales. , sino que siguiendo la opinión de
los criminalistas modernos, el ejemplo de Bélgica y el que para honor suyo dio en nuestro País el partido
liberal, se señaló una pena muy especial: la de reclusión distinta a la de los reos del orden común, a fin de no
envilecer aquellos, confundiéndolos con estos. Se ha hecho aun más, pues en el Libro Primero se ha
prevenido, que no sólo se les obligue a trabajar - lo cual es absurdo -. Y en el caso en que quiera hacerlo, se
les pagar su trabajo íntegro, además no estarán sujetos a aumento de la cuarta parte de la pena, como a los
otros delincuentes, también se permite la aplicación del indulto, en el delito político, siendo un beneficio
extremo para el delincuente, a menos de que se trate de un cabecilla o un autor principal.
Ortolan, menciona a este respecto que: "Aunque hayan tenido ocasión de producirse en la lucha
política son distintos de ella y no pueden cambiar de carácter, ni figurar en la medida de la justicia penal.
Estos actos son catalogados como delitos políticos, comprendidos aparte de los del orden común, que
sopena de quedar deshonrados, deberán repudiar todos los partidos".
Y por otro lado comenta Ortolan, no hay que dudar que se castiguen con la severidad necesaria,
pues se castigaría otro grave mal, que se les aplicarían penas mucho menores. Para demostrarlo, estaban los
Artículos 1098, 1106, al 1109 del proyecto.
En el proyecto se redactó el 15 de marzo de 1871, por el Sr. Antonio de Castro, el cual fue aprobado
el 15 de febrero de 1872 y entró en vigor el 1º de abril del mismo año.
Este Código estableció en el artículo 919, que: "Motín es la reunión tumultuaria de diez o más
personas, formadas en la calle, plazas y otros lugares públicos, con el fin de cometer un delito que no sea el
de traición, rebelión ni el de sedición". ()
Por lo que respecta a la penalidad como casi todos en éste Código es leve; en el Artículo 920
menciona cuales son éstas: "La simple Asonada se castigar con multa de 10 a 100 pesos y arresto de 8 días
a 11 meses o sólo una de éstas, a juicio del juez, según sea la levedad del caso. "() Es aquí donde comienza
la trayectoria punible de este delito, con la aplicación de una sanción privativa de la libertad, la cual se ir
modificando con el paso del tiempo, y de acuerdo con la situación social que reúne en la República.
Este Código Penal no podía contrariar en forma alguna el precepto Constitucional, el Artículo 9º, el
cual establecí que a nadie se le puede coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier
objeto lícito, pudiendo hacerlo solamente los ciudadanos de la República Mexicana, para tomar parte en los
asuntos políticos del país. El párrafo "Ninguna reunión armada tiene derecho a deliberar" tiene
trascendencia vital de ahí que en el Artículo 919 se defina lo que es Asonada o Motín, pero en el Artículo
922 ya se castigaban las reuniones formadas con un fin lícito, cuando en ellas hubiere riñas u otros
desórdenes. Estas disposiciones dieron lugar a toda clase de arbitrariedades policiacas, porque bastaría que la
39
reunión no conviniera, especialmente cuando ésta trate asuntos políticos del país y para que con el más
ligero grito, sea bastante para disolver la reunión y para consignar, como reos del delito de Asonada o de
Motín a los que de la reunión se aprehenda.
En donde algunos autores como el Lic. Demetrio Sodi, consideran al delito de Motín o Asonada,
como simples faltas.
En el Código Penal para el Distrito Federal y Territorios Federales, expedido por el Presidente
Emilio Portes Gil, el 30 de septiembre de 1929, que entró en vigor hasta el 15 de diciembre de Código Penal
para el Distrito Federal y Territorios Federales, expedido por el Presidente Emilio Portes Gil, el 30 de
septiembre de 1929, que entró en vigor hasta el 15 de diciembre del mismo año, se dice en su Artículo 405
que: "Son reos del delito de Motín, los que para hacer uso de un derecho, se reúnen tumultuariamente para
obligar a la autoridad a resolver favorablemente sus peticiones". (75)
CAPITULO VIII
Las modificaciones que se hicieron al Código Penal para el Distrito Federal, surgieron de la
situación que reinaba en el mundo. En el año de 1941 la Segunda Guerra Mundial produjo cambios en
nuestra legislación.
Dentro de la exposición de motivos se manifestó que uno de los problemas más latentes era la mala
utilización de la libertad de expresión la cual podría ser usada en nuestro país, que aunque hubiera
limitaciones establecidas en nuestra Constitución dentro de las Garantías Individuales, estas no eran lo
suficientemente claras para el momento.
En el Proyecto de reformas se sancionó el abuso de la libertad de expresión, que tienda a provocar delitos o
que perturben el orden o la paz pública.
Las modificaciones introdujeron una serie de conceptos que desde el punto de vista del legislador
mostraba bases necesarias para proteger a nuestro país en ese momento. Tales conceptos como el de
disolución social, el cual era cometido por todo nacional o extranjero que en forma hablada o escrita
realizara propaganda política entre extranjeros o nacionales, difundiendo ideas, programas o normas de
conducta de cualquier gobierno extranjero, que perturben el orden público; las conductas antisociales tienden
a producir rebeliones, sediciones o asonadas y Motines.
Los elementos constitutivos de este delito son las difusión de ideas, programas y cualquier otro
elemento de conducta de cualquier gobierno extranjero; y que la difusión de ideas tenga la finalidad de
provocar desorden y alteración del orden social del país.
El legislador tomó en cuenta la corriente de pensamiento de autores que conceptuaban los delitos de
disolución social y los delitos políticos como aquellos que tienden a destruir, alterar, modificar el orden
político y social establecido, exceptuando aquellos preceptos que sean parte de ideas y doctrinas universales
que no sean parte de un pueblo determinado.
En el proyecto se modifican frases tales como tumultos o escándalos por aquellas como asonada o Motín, que
son figuras que se mencionan dentro de los delitos a modificar, haciendo una diferenciación entre los
escándalos que caerían dentro de las faltas administrativas.
40
A los delitos de Disolución Social se aumentó la pena en los casos en que se realizaran actos que
tendieran a preparar material o moralmente la invasión del territorio nacional por cualquier nación
extranjera.
Las reformas al Código Penal fueron aprobadas y firmadas por el Presidente de la República, el Lic.
Manuel Avila Camacho. el 30 de octubre de 1941 y fueron publicadas el 14 de noviembre de 1941.
En el curso del año 1968, sucedieron en nuestro país diversos acontecimientos que perturbaron la
paz y la tranquilidad, principalmente en la capital de la República; desórdenes que también se dejaron sentir
con mayor intensidad en otros países.
Desde la provincia, invita a ver con objetividad los hechos y afrontarlos con serena ecuanimidad,
convocando al diálogo. El diálogo verdadero que significa la posibilidad de exponer los propios
argumentos, a la par que la disposición de escuchar los ajenos deseos de convencer, por supuesto, pero
también el ánimo comprende; el diálogo, que resulta imposible, cuando se hablan idiomas distintos; cuando
por una parte pertenece sorda y más todavía cuando se encierra en la sinrazón de aceptarlo sólo para
cuando ya no haya sobre que dialogar.
Exhorto‚ a prescindir del amor propio, que tanto estorba para resolver los problemas.
Llamo a reforzarnos para conquistar la paz, poniendo lo mucho que nos une, por encima de lo
poco que nos separa.
Algunos que no advirtieron que no pedía nada para mí y que tomaron el signo amistoso como un
signo de debilidad, respondieron con calumnias no con hechos, con insultos, no con razones; con
mezquindades, no con pasión generosa.
Los incidentes aludidos por el Presidente de la República, dieron lugar para que quienes
participaron de un modo u otro, y junto con la opinión pública, no siempre bien informada, revivieran los
ataques tanto a las instituciones como a la legislación y en particular al Artículo 145 y 145 bis del Código
Penal vigente en esa época.
"No admito que existan "presos políticos". Preso político es la persona que está privada de su
libertad exclusivamente por sus ideas políticas sin haber cometido delito alguno.
Si de los acontecimientos anteriores hay personas detenidas, a los que frecuentemente han sido
llamados "Presos Políticos", debo aclarar, una vez más lo que ya es del dominio público: que son personas,
contra quienes el Ministerio Público ha formulado acusación, no sólo por actos ejecutados que configuran
41
delitos previstos en el Código Penal, y a quienes se sigue proceso, ante las autoridades judiciales
competentes, en el que se cumplen las exigencias constitucionales."
Las mismas disímiles fuerzas del interior y externas que han seguido confluyendo para tratar de
agravar el conflicto, de extenderlo, complicando a otros grupos y estorbar su resolución.
El incidente, en apariencia minúsculo, que se señala origen del problema, no fu‚ el primero ni el
segundo de su generó, sino la culminación de una larga serie de hechos violentos, de atentados a la
libertad y a los derechos de muchas personas.
En efecto, se cuentan por centenares los casos, en toda la extensión de la República, en que
estudiantes o pseudoestudiantes, se posesionan violentamente de sus escuelas, presionan a los Rectores,
Directores o Maestros, llegando incluso al secuestro, bloqueo de calles, se apoderan de camiones,
incendian, destruyen atacan a otros estudiantes o a personas totalmente ajenas, etc. ..."
Veamos ahora aspectos de lo que mucho se habló, pero poco se escribió: "aquellos que se refieren a
las personas que han sufrido daños, a veces graves, ya se trate de acaudalados camioneros o de modestos
miembros del sistema de transporte, cuyo patrimonio es un autobús, o una parte de los derechos sobre él;
los propietarios de grandes y pequeños comercios que han sido víctimas de destrucción o saqueo; los
conductores de camiones repartidores de víveres o refrescos, a los que les han sido saqueados y robados sus
efectos y mercancías; las fábricas y los locales de organizaciones de obreros y campesinos, atacados
violentamente; las casas pintarrajeadas y los vidrios rotos de sus ventanas y la rabia callada de tantos y
tantos miles de automovilistas y detenidos para pedirles dinero para la causa, o destrozarles los cristales,
las antenas o llantas; los miles de pasajeros, obligados a descender de los vehículos de transporte popular,
inclusive el trastorno económico de aquellos para quienes cincuenta centavos significan mucho en el
presupuesto semanal -, el obrero o el burócrata que sufre descuentos por retraso en la entrada de trabajo,
el abogado, el médico, el ingeniero, el ama de casa que llega tarde a los tribunales, al hospital, a la obra,
al comercio o al hogar porque se congestionan en una gran área, el ya de por sí difícil tránsito de la
ciudad; las penalidades de las personas totalmente ajenas, que fueron tomados como rehenes; tantos
pacíficos transeúntes injuriados, humillados o lesionados, que han tenido que prometer su personal futuro
en una riña absurda y vulgar; tantas mujeres soezmente vejadas que, además de sufrir la propia vergüenza,
han llenado de indignación a un padre, a una madre, a un esposo, a un hermano o a un hijo y que pudieron
ser la esposa, la madre, la hermana, o la hija de cualquiera de los mexicanos
Agreguemos a los más recientes y graves desmanes, la calumnia en grande, los rumores
alarmantes, los atentados para provocar compras de pánico y desquiciar la economía de la ciudad".
8.4 LA DEROGACION DE LOS ARTICULOS 145 Y 145 BIS DEL CODIGO PENAL.
Por lo que toca a la H. Cámara de Senadores, se abocaron a la misma labor. Dicha comisión se
reunió el día6 de septiembre a las 17 hrs. , en el salón verde de la entonces H. Cámara de Diputados.
42
Las sesiones se celebraron desde el 11 de septiembre hasta el 16 de diciembre del mismo año
realizando 25 sesiones de audiencia en el curso de las cuales, se recibieron 117 opiniones de la que 46 se
expusieron verbalmente y 71 por escrito, De las 117, 49 se inclinaron por la derogación del Artículo y
desaparición de los Artículos de disolución social. En éstas se incluyen las que sostuvieron que sólo deberían
modificarse en su redacción para hacer el artículo más técnico y más gramatical.
Dentro de las audiencias, participaron personas de amplio prestigio, de reconocida solvencia moral
e indiscutible capacidad profesional, experimentadas en las disciplinas jurídicas, sociológicas,
criminológicas, política y en general, aquellas cuyo conocimiento es necesario para estudiar y resolver
problemas que afecten directamente a la vida del país. Se puede citar, entre otros, a los señores Lics. Ignacio
Burgoa, Raúl F. Cárdenas, Gabriel García Rojas, Felipe Gómez Mont, Alfredo Montes de Oca e Ignacio
Moreno Tagle.
Asociación de Abogados del Valle de México, Barra Mexicana de Abogados, Colegio de Abogados,
Escuela Libre de Derecho, Facultad de Derecho de la U.N.A.M., Universidad de Guanajuato, etc.
La Comisión de Senadores y Diputados estos últimos de todos los partidos políticos -, realizaron
durante varios mese un estudio de toda la documentación y clasificación de las opiniones verbales y escritas
antes mencionadas. En términos generales, las principales objeciones formuladas al Artículo 145 y 145 bis.
en favor de la derogación fueron las siguientes:
d) Es inconstitucional.
La Comisión resolvió previo análisis de todas y cada una de las opiniones lo siguiente:
a) Se sostuvo que no es verdad que se castiguen las ideas por sí mismas, sino que esas ideas para
que sean sancionadas, deberán de constituir propaganda política, encaminada a perturbar el orden público, la
seguridad interior o la soberanía del país.
b) La objeción de que el Artículo 145 y 145 bis lesiona lo esencialmente subjetivo, carece de
fundamento, pues el precepto castiga la intención que, exteriorizada y manifestada en actos u omisiones,
ocasiona un daño.
d) Con respecto a la inconstitucionalidad, están basados en los Artículos 6º, 7º, 9º y 14º de la
Constitución Política, pues afirmaron que coarta la libertad de expresión, de imprenta y de asociación,
lesionando la exacta aplicación de la ley en juicios del orden criminal. Estas objeciones son inoperantes, toda
vez que el Artículo 6º permite el ejercicio relativo de expresión pública de las ideas hasta el límite de la
alteración del orden público. De manera análoga, se considera al respecto del Artículo 7º constitucional.
CAPITULO IX
El Lic. Carlos Salinas de Gortari dentro de su Administración, manifestó que una de las actividades
prioritarias es la de la procuración de Justicia, dado el compromiso contraído entre el Estado y el Pueblo.
Es por eso que se ha creado un Programa sobre Procuración e Impartición de Justicia, del cual se
desprenden tres objetivos que son los siguientes:
a) Instaurar una reforma jurídica idónea para instrumentar un derecho moderno y justo;
b) Reorientar a fondo las instituciones que procuran e imparten justicia;
c) Modificar la formación y la conducta de los servidores públicos que realizan su actividad en
los órganos de procuración e impartición de justicia.
La criminalidad desde el punto de vista social, exige una reacción por parte del Estado para que éste
procure la defensa de los derechos del pueblo, la integridad personal y la seguridad de sus bienes, dicha
actividad ser llevada a cabo por el Estado a través de sus diferentes órganos de servicio.
Para que el estado pueda llevar a cabo su función de seguridad ser necesario que se cuente con los
recursos necesarios y la debida organización, dando con ello a una formación de cuerpos especiales, que se
encarguen de la vigilancia y control de la delincuencia, y de las diferentes tendencias delictivas, asimismo,
buscando influir dentro del comportamiento humano, todo ello con la finalidad de prevenir y controlar las
conductas criminales.
Dentro de estudio del delito de Motín, ser necesario que lo enmarquemos dentro de la política
criminal, ya que para su mejor comprensión ser necesario que tomemos en cuenta el punto de vista de la
Autoridad respecto de la creación y aplicación de los diferentes ordenamientos Penales.
Por Política Criminal, deberemos entender como "el quehacer del gobierno, orientado a integrar,
ordenar, sistematizar, estructurar y adecuar los medios que tiene el Estado para emplearlos en la lucha
contra el delito, teniendo como finalidad la justicia penal; y en su organización y estructura han de influir
la extensión, características y tendencias de la criminalidad."(62)
Los medios con que cuenta el Estado en su lucha contra la delincuencia constituyen un sistema que
está integrado por el Código Penal, el Código de Procedimientos Penales, el Reglamento de Policía y Buen
Gobierno, los Organos de procuración de Justicia, el Poder Judicial, los órganos de readaptación social y la
participación comunitaria.
Tal y como se vio en el capitulo correspondiente al Estado de Derecho, éste debe tener una ideología
que vaya de acuerdo con los lineamientos plasmados en su Constitución, así como su ideología; aunque ésta
última podrá variar de acuerdo con el tipo de idiosincrasia del partido en el poder o de la situación político-
social que reine en el país.
El Estado de Derecho es un Estado dirigido por lineamientos jurídicos, los cuales constituyen
autolimitantes para el poder del propio Estado y por ende, se traducirán en garantías para los individuos.
El reconocimiento de las garantías individuales tiene dentro de su ámbito el respeto por los
derechos humanos, concibiendo al hombre como fin en sí mismo y como ser racional con las características
inherentes a su naturaleza humana. Tal reconocimiento y respeto lo hace el Estado a través de sus
instituciones y la consagración del Orden Jurídico.
44
La libertad, la igualdad y los demás derechos que el Estado otorga, no nada más se manifiestan en
el plano Formal, sino también en lo material, es decir en la realidad social, económica y jurídica de los
individuos.
Como ya estudiamos, el Artículo 16 Constitucional nos menciona que ningún Órgano del Estado
está facultado para actuar fuera de su esfera competencia. Es por lo anterior que, el Estado de Derecho tiene
la función de crear, asegurar y proteger las condiciones de existencia que garanticen satisfactoriamente las
necesidades de la colectividad, protegiendo enérgicamente los bienes jurídicos más importantes de los
individuos, los cuales le dieron origen, facilitando la vida en comunidad bajo un orden, con justicia, con
seguridad, bienestar y paz social.
Para tal efecto, el Estado ha plasmado e través del Código Penal la protección de los bienes
jurídicos fundamentales tanto individuales como colectivos, usando las medidas de seguridad y las penas
como mecanismos de control social.
El Estado utiliza al Derecho Penal como una herramienta para realizar sus funciones y cumplir los
fines del mismo, enfrentando las conductas desviadas de la sociedad. Para ello lo lleva a cabo imponiendo y
ejecutando medidas de seguridad y penas a los infractores, previo juicio de un Organo Jurisdiccional.
El Estado se encuentra legitimado para ejercer el IUS PUNIENDI como un mecanismo de control
social, siendo la política criminal la que debe decidir el cómo y el cuándo ser la aplicación de las medidas de
seguridad o de las penas; pero el uso de este recurso de la Autoridad deber estar acorde con la esencia del
Estado, sobre todo el Estado de Derecho, de acuerdo con la realidad social que reine en el momento.
El sistema penal comprende el conjunto de instrumentos de control social, que no son más que una
parte de las medidas que el Estado adopta para el logro de sus objetivos, de igual manera que la política
criminal no es más que una parte de la política social.
La Política Criminal de un Estado de derecho debe respetar la idea que la Constitución tiene del
hombre, concibiéndolo a éste como fin de sí mismo, es decir, como ser racional con las características
inherentes a su naturaleza.
La Política Criminal que sigue nuestro Estado, está conformada por los principios que significarán
limitantes a él mismo y por otra parte constituye un bastión para las garantías de los individuos frente a los
diferentes niveles de ejercicio de los órganos estatales.
Es decir que sólo en apariencia el sujeto escoge el sistema de valores al cual adherirse, ya que las
condiciones sociales y las estructuras de comunicación y aprendizaje, determinan la transmisión de valores
normas y modelos de comportamiento.
Todas estas circunstancias podrían conducir en ciertos casos a la espinosa y difícil cuestión de la
relatividad de ciertas normas y valores aceptados por el sistema penal.
De ahí que respecto de ciertas conductas tipificadas como delitos, podría considerarse que no
constituirán la negación del mínimo ético que ha de ser defendido por el sistema penal.
45
Lo anterior implica que es exigible una alta dosis de prudencia en la tipificación de las conductas,
para que el sistema de valores y de modelos de comportamiento acogidos por el sistema penal corresponda a
valores y normas sociales que son aceptados por la mayoría de los integrantes de la colectividad.
Ahora bien, sobre todo en la materia central de este trabajo, la política criminal debe tener en
cuenta que quienes cometen ciertos delitos utilizan técnicas de neutralización, psicológica y social, es decir,
de racionalización y justificación del comportamiento punible con las que se atenúa sensiblemente la eficacia
de un sector de los valores y de las normas sociales. Las técnicas de neutralización son fundamentalmente:
1. La negación de la ilicitud, ya que quien comete el delito interpreta sus acciones sólo como
prohibidas, pero no como inmorales o dañosas;
Ahora bien, la eficacia de la ley en cuanto a la prevención general de los delitos, desaparecería si la
amenaza no se hiciera efectiva en la realidad, lo que impediría la salvaguarda del orden jurídico, por ello, la
imposición de la pena en cada caso concreto coadyuva a la prevención general.
Por otra parte, en la mayoría de los casos, con la imposición de la pena justa se alcanza la
prevención especial, es decir, se previene la reincidencia, y esto estar justificado si se consigue compaginar
su necesidad para la comunidad jurídica con la dignidad y autonomía de la persona del autor del hecho
ilícito, que el derecho debe garantizar asimismo.
De lo anterior se desprende que el fin general de la aplicación de sanciones, sólo se puede perseguir
dentro del marco de la culpabilidad individual; de tal manera que si va más allá y se castiga al autor por las
presuntas tendencias criminales de otros, se atenta, en realidad contra la dignidad humana, ya que, para el
orden jurídico la persona es la medida de todas las cosas, en cuanto que debe responderá con su persona
únicamente por aquello de lo que es culpable. Por lo mismo, si se le castiga para prevenir conductas de
terceros, sobrepasando la medida de lo que corresponde a su culpa, se le estaría castigando por una
responsabilidad correspondiente a otros.
El Código Penal no agota todo el contenido del derecho penal; en el sistema jurídico mexicano
existe un enorme número de normas extravagantes en relación con el Código Penal, los cuales constituyen
un complejo heterogéneo al que se suele denominar delitos especiales o derecho penal especial.
Dentro de este universo de normas hay algunas que ofrecen ciertas variantes, particularidades,
especialidades, modalidades o excepciones, si se les analiza a la luz de los principios del derecho penal
tradicional, pero hay normas que sólo duplican innecesariamente las disposiciones generales del Código
Penal, así como nuevos tipos que en la realidad, no contienen ninguna característica especial o excepcional e
incluso, algunos de ellos no son sino meras repeticiones, en lo esencial, de los contemplados en el Código
Penal.
46
A partir de la realidad legislativa, suele considerarse que el derecho penal especial está constituido
por una serie de órbitas de especialidad jurídica, cuya necesidad nace de exigencias prácticas y teóricas que
representan modalidades de los principios generales del derecho penal. Por consiguiente, se dice, las
distintas áreas que existen en este campo vendrían a ser ramas especiales del derecho penal, es decir, que se
está en presencia de singulares derechos sancionadores, con particularidades sui generis. Se trataría de áreas
especiales, susceptibles de tratamiento singular.
Sin embargo los delitos tipificados en los capítulos relativos de las distintas leyes administrativas
constituyen lisa y llanamente delitos de naturaleza sustancialmente idéntica a los incorporados en el Código
Penal. La circunstancia de que estos ilícitos y las sanciones inherentes a ellos se contengan en las leyes
administrativas no altera la validez del aserto anterior, pues no debe confundirse la naturaleza de las normas
con la denominación de las leyes. Se trata de un sector del derecho penal que aún no ha emigrado del campo
de la legislación administrativa al Código Penal, pero que no deja por ello de será constitutivamente derecho
penal.
Los delito políticos se encuentran localizados en el Código Penal pero, en principio, podrían estar
legislativamente ubicados de dos maneras distintas: destinar un capítulo particular de una ley especial o
insertos en el Código Penal.
Se han manejado dos razones fundamentales para justificar la existencia de delitos políticos en el
Código Penal: por una parte, que ello permite una detallada regulación de las conductas constitutivas de
delitos y de sus presupuestos, y, por otra, que la presencia de los delitos políticos en el Código Penal ponen al
descubierto peculiaridades que no resultan tan chocantes en una ley especial.
En lo personal, considero que se puede hacer un sincero esfuerzo para aplicar los delitos políticos
del Código Penal. Si se hacen a un lado los tabúes políticos podría llegarse fácilmente a un resultado exitoso
en cuanto a su aplicación.
De acuerdo con la información recabada, hay un gran número de capítulos del derecho penal
especial que no se aplican en absoluto, otros rara vez, unos en ocasiones y, finalmente, algunos que suelen
aplicarse con cierta frecuencia. Pero, incluso, en el caso de aquéllas leyes de mayor aplicación hay tipos
determinados que nunca han sido usados.
Los capítulos que no se han aplicado en absoluto son diez; los que rara vez se aplican, dieciocho;
los que se aplican ocasionalmente, trece, y los que suelen aplicarse con alguna frecuencia, cinco.
Es pues, evidente la ineficacia de la mayor parte de las normas que tipifican delitos especiales.
Para explicar la falta de aplicación de una gran parte del Artículo 131 del Código Penal vigente, el
tipifica el delito de motín podríamos apuntar dos explicaciones posibles:
Primera. no se han realizado nunca las conductas descritas en el Tipo, en cuyo caso, tal tipificación
era innecesaria e inútil. Su inclusión, probablemente, derivó de una irreflexiva e imprudente voluntad de
agregar un capítulo de delitos, o lo que pudo tener su origen, coincidentemente, en la falta de sentido de
responsabilidad y en la vanidad del autor del proyecto de la ley administrativa, que quiso agregarle "a su
proyecto" el prestigio de la institución delito.
Segunda. Se han cometido esos delitos, pero la Secretaría de Gobernación no ha querido dirigirlos
recursos administrativas para detectarlos o de la voluntad política para perseguirlos, bajo pretexto de la
"libertad democrática" del pueblo y de los partidos políticos; permitiendo con esto que se cometan las
diferentes conductas ilícitas descritas en el Artículo 131 del Código Penal.
Un dato susceptible de ser apreciado fácilmente es que el delito de Motín se han desarrollado en
México en ocasiones sin la aplicación de la pena correspondiente; en ese desarrollo no ha habido planeación
general, ni programas específicos para su aplicación, ni reglas uniformes de técnica legislativa.
El que se cometan delitos del orden político y en especial el delito de Motín, resulta atentatorio
contra la seguridad y la estabilidad del Estado, por la dificultad del ciudadano de conocer y de comprender
ese universo inexplicable de conductas, tan prolífico como irracional en cuanto a su aplicación de las penas a
los presuntos responsables.
Todo lo anterior nos obliga a hacernos algunos planteamientos: ¿Existe en México una política
criminal específica en materia de delitos políticos, y en especial en cuanto al de Motín?
Como respuesta debe darse a ambas preguntas una rotunda negativa, respuesta ésta que hace
evidente la necesidad de instrumentar una política criminal en materia de delitos especiales, la cual debe
formar parte de una política criminal integral, la que a su vez se debe estructurar dentro de la política social
nacional, a efecto de ser fincada en el seno de una imprescindible planificación, condicionada por nuestras
necesidades y nuestros problemas especiales.
La necesidad de que exista tal política es obvia, pero deben señalarse Cuáles podrían ser los
criterios que habrían de conformarla, de acuerdo con nuestro sistema jurídico y político que nos caracteriza
como Estado de derecho, para que constituya una respuesta realmente adecuada a la situación política del
país.
Desde luego, sería fácil lograr el consenso necesario para desprenderse del lastre representado por
todos esos delitos tipificados fuera del Código Penal que son absolutamente inútiles en tanto la Autoridad no
desee aplicarlo.
CAPITULO X
Para comenzar, por fines didácticos, debemos de en numerar las diferentes partes de las cuales esta
compuesto el delito, las cuales son las siguientes:
1. ELEMENTO OBJETIVO
9. TIPICIDAD
11. ATIPICIDAD
12. ANTIJURIDICIDAD
14. CULPABILIDAD
15. INCULPABILIDAD
18. TENTATIVA
19. PARTICIPACION
Antolisei ha dicho que "El delito es ante todo acción humana; que el fenómeno de la naturaleza o el
hecho del animal nunca puede constituir delito, y que sin la acción, el delito no es concebible". ()
Delito es: I. Instantáneo, cuando la consumación se agota en el mismo momento en que se han
realizado todos los elementos constitutivos.", es por eso que debemos entender al Delito de Motín como un
delito instantáneo ya que para su realización se deberán de reunir los presuntos delincuentes, en forma
tumultuaria y que perturben el Orden Público con empleo de la violencia en las personas o sobre las cosas.
Asimismo, se conceptúa al Delito de Motín por virtud de la conducta de la gente como un delito de
acción toda vez que para la consumación ser necesario que los sujetos activos realicen las conductas
descritas en el tipo, buscando siempre la obtención de un resultado material con el cual se busque intimidar a
la autoridad y obligarla a que tome alguna determinación.
49
En el caso del Delito de Motín lo debemos entender como un delito de Acción, ya que su realización
las personas perturbarán el Orden Público con empleo de violencia en las personas o sobre las cosas o
amenacen a la Autoridad.
Debemos también conceptuar al Delito de Motín como un Delito Instantáneo porque tan pronto se
realizan las amenazas o la violencia en las personas o sobre las cosas se encuentre en presencia de la
comisión del delito y tan pronto se agotan o desaparecen se suspenden sus efectos de intimidad u obligar a la
Autoridad a que tome alguna determinación.
De igual forma debemos entenderlo como un Delito de Lesión porque la realización tumultuaria, a
través del empleo de violencia en las personas o sobre las cosas, se está perturbando el Orden Público y con
eso se busca intimidar u obligarla a tomar alguna determinación. Este resultado del que hablamos deber de
alterar el orden público establecido.
El delito de motín es un delito culposo, ya que en una manifestación de un grupo de personas, los
cuales se reúnan tumultuariamente y manifiesten el fervor de los participantes de tal forma que alteren el
orden público ejerciendo o pretextando el ejercicio de un derecho, empleando la violencia en las personas o
sobre las cosas, o amenazando a la autoridad para que ésta tome alguna determinación.
Este es un delito de estructura múltiple, por lo que debemos de considerarlo como un delito
complejo, ya que se conjugan una serie de conductas delictivas, las cuales producen un delito determinado,
diferente al que les dio origen.
El delito de motín es un delito plurisubjetivo, ya que para su comisión ser necesario que participen
dos o más personas tumultuariamente. El Código Penal no define la calidad ni la cantidad de los
participantes.
El Artículo 131 del C.P. Vigente requiere para la comisión del Delito de Motín que los autores se
reúnan en forma tumultuaria y perturben el Orden Público por el empleo de la violencia física o moral en las
personas o sobre las cosas, o que amenacen a la autoridad para intimidarla u obligarla a tomar alguna
determinación.
9. TIPICIDAD
50
Para que el Delito de Motín se considere que se ha consumado, ser necesario que la conducta
corresponda a la descripción de la Ley Penal, es decir que sea típica; por lo que tal conducta no deber estar
amparada por alguna norma, ni tampoco bajo el uso de un derecho o pretextando su ejercicio.
Para afirmar a la tipicidad como el primer presupuesto de la punibilidad, es requisito (SINE QUA
NON) que la conducta se encuentre descrita en la norma penal.
El resultado Típico es el que se produce en virtud de la no realización de una acción para evitar su
realización es decir en el Delito de Motín se deber evitar que se emplee la violencia en las personas o sobre
las cosas o las amenazas a la autoridad para intimidarla u obligarla a que ésta tome alguna determinación
Debemos entender que el Bien Jurídico Tutelado es aquel que protege cada tipo plasmado en el Código
Penal.
En el caso del Delito de Motín, el buen jurídico tutelado es el Orden Público como principal y los
secundarios serían la violencia que se emplearía en las personas y los daños que pudiesen causarse sobre las
cosas o las amenazas en contra de la Autoridad, con ello se estaría poniendo en peligro el Status Quo del
Estado de Derecho.
B) ORDEN MATERIAL. - En el caso del Delito de Motín el objeto material sobre del cual
recae la conducta delictiva realizada por las personas reunidas tumultuariamente serán:
D) SUJETO PASIVO.- a) Las personas pudiendo ser ésta cualquiera que sufra la
violencia.
b) Las cosas las cuales sufren daños ocasionados por las personas.
c) Autoridad
d) Orden público
E) ELEMENTO NORMATIVO.- Es aquel que tiene ciertas clases o características las conductas o
hecho estos son elementos de valoración tanto del Sujeto Activo como del Sujeto Pasivo.
En caso del delito de Motín no se requiere que tengan calidad alguna para que se reúnan
tumultuariamente, que ejerzan violencia en las personas o sobre las cosas o amenacen a la Autoridad
11. ATIPICIDAD
Por atipicidad entendemos como la ausencia de tipo, es decir la falta de adecuación de la conducta
al tipo descrito por la Ley, es por lo anterior que las consecuencias de ello encontramos tres:
12. ANTIJURIDICIDAD
51
En el delito de Motín cuando es típica y debemos entender que la antijuridicidad cuando falta
alguno de los elementos descritos por el tipo en la Ley Penal.
Estas son las conductas o hechos realizados que no son contra el derecho sino conforme al derecho
y esta conformidad puede prevenir de la Ley Penal o de cualquier otro ordenamiento jurídico público o
privado.
En el caso del Delito de Motín una causa de licitud podría ser el hecho de que se están violando los
derechos de los individuos y que estos con la posible utilización de la violencia en las personas o sobre las
cosas, o caen las amenazas a la autoridad para intimidarla y esta tiene alguna determinación.
14. CULPABILIDAD
Para poder entrar al tema y para su mejor comprensión ser necesario que definamos que‚ es la
culpa.
Culpa según Edmundo Mezger "Quien actúa culposamente el que infringe un deber de cuidado, que
personalmente le incumbe y puede prever la aparición del resultado."()
La culpa es la producción del resultado típicamente antijurídico por la falta del deber de atención y
previsión, no sólo cuando el autor a faltado a la representación del resultado que sobrevendrá sino también
cuando sobreviene el resultado antijurídico a pesar de no desearlo.
Para entrar de lleno al tema ser necesario que definamos lo que es la CULPA.
Edmundo Mezger la define como: Quien actúa culposamente quien infringe un deber de cuidado,
que personalmente le incumbe y puede preverse la aparición del resultado."()
La primera existe cuando el agente ha previsto el resultado típico posible; el cual abriga la
esperanza de que no ocurrir.
La segunda surge cuando no se prevé‚ un resultado previsible, es una conducta donde no hay
representación del resultado, pero se produce una consecuencia penalmente tipificada.
Según el Artículo 8 del Código Penal, los delitos pueden ser intencionales, no intencionales o
preterintencionales, no los explicar‚ por virtud de continuar adelante en nuestro estudio.
En la actualidad las teorías sobre la culpabilidad comienzan a tomar un rumbo realista respecto a la culpa;
entendamos a la culpa como "el conjunto de presupuestos que fundamentan la reprochabilidad personal de la
conducta antijurídica"()
Los teóricos han emitido sus criterios al respecto, a lo que se define como tres corrientes:
a) La Psicológica
52
b) La normativa
c) La finalista
Como representante de esta corriente tenemos a Fontan Balestra, quien a la culpa define como "una
posición psicológica" frente al hecho antijurídico.
Frente a la culpa no podemos establecer una conexidad psicológica entre la voluntad del autor y el
resultado de la acción.
Dentro del estudio que estamos realizando, ser necesario entrar, al que desde mi punto de vista, es el
objetivo principal, es decir el análisis del Delito de Motín a los ojos de la Ley del Delito.
Deberemos conceptuar al Delito como "el acto u omisión que sancionan las leyes penales". () Para
ello es prudente apuntar que es lo que sancionan o cual es la naturaleza del acto para que ésta merezca los
castigos penales.
POSITIVO NEGATIVO
Tipicidad Falta de Acción
Antijuridicidad Ausencia del tipo
Imputabilidad Causas de justificación
Culpabilidad Causas de imputabilidad
Condiciones objetivas Causas de inculpabilidad
Punibilidad Faltas de condición objetiva
Excusas absolutorias
Para seguir la ruta natural del análisis mencionaremos lo referente al tipo y posteriormente a la
tipicidad.
El tipo es la acción típica que describe el legislador en la ley penal. Autores como Mariana Huerta
lo definen como: "El tipo es el injusto recogido y descrito en la ley penal". ()
Por otra parte Luis Jiménez de Azúa lo define como: "La abstracción concreta que ha trazado el
legislador, descartando los detalles innecesarios para la definición del hecho que se cataloga en la ley como
Delito". ()
El Legislador al describir al delito consideró como elementos del Delito, tales como: La conducta o
hecho de los sujetos de los objetos del Delito. Modalidades del elemento objetivo de elementos normativos,
objetivos del injusto y los presupuestos especiales del delito.
Para la comisión de un delito es necesario que el delincuente realice una conducta, la cual dar el
resultado de una acción o una omisión; las cuales producirán un resultado meramente jurídico.
La conducta se manifiesta de dos formas una positiva y otra negativa. La acción realizada por una
persona deber manifestarse produciendo una invitación del mundo exterior.
Porte Petit dice al respecto: "La acción consiste en la actividad o el hacer voluntarioso dirigidos a
la producción de un resultado típico o extratípico." ()
Cuello Calón comenta: "La acción consiste en un movimiento corporal voluntario, o en una serie
de movimientos corporales, dirigidos a la obtención de un fin determinado". ()
El Maestro Ruiz Berzunza considera a la acción como el o los movimientos corporales, que
producen como consecuencia un resultado típico jurídico y típico material. ()
53
La omisión obviamente producir una invitación del mundo exterior para que la consideremos como
el aspecto negativo de la acción.
Para que comprendamos mejor lo anterior es obligado el mencionar los elementos de la acción, los
cuales son los siguientes:
Obviamente estos elementos pueden variar a la luz del concepto de las teorías con las cuales se
analice.
Hans Welzel dice "... la espina dorsal de la acción final es la voluntad, consistente del acontecer
causal...; sin ella, quedaría destruida la acción en su estructura y sería rebajada a un proceso causal ciego.
La voluntad final como factor que configuran objetivamente el acontecer real, pertenece..."()
Estamos de acuerdo en que del problema de la voluntad y del hecho pueden surgir grandes
dificultades.
Porte Petit apunta: "La Omisión consiste en no hacer voluntario o culposo, violando una norma
preceptiva, produciendo un resultado típico."()
El Maestro Ruiz Berzunza. Define a la Omisión así: "La Omisión es la falta de cumplimiento de la
acción impuesta por un deber jurídico, con voluntariedad, la que produce un resultado típico" ()
HECHO
Este es un elemento Objetivo el cual consiste en la conducta, el resultado material y la relación que
existe entre la conducta y la invitación del mundo material exterior.
En la actualidad los autores consideran al elemento objetivo como el principal elemento del delito y
muy pocos del aspecto negativo.
Mencionar‚ al elemento negativo o ausencia de conducta cuando falte algún elemento del delito
doctrinalmente se conceptúan como falta de elementos las siguientes:
EL TIPO
El legislador ha realizado una descripción que se hace de una conducta considerada como
antijurídica y descrita en la Ley Penal.
54
Fernando Castellanos lo define como: "La creación legislativa, la descripción que el Estado hace de
una conducta considerada como antijurídica y descrita en la Ley Penal." ()
- Según la forma de la conducta del Agente clasificamos al Delito de Motín como un delito de
Acción, toda vez que para la consumación ser necesario que los sujetos activos realicen las conductas
descritas en el tipo y buscando siempre la obtención de un resultado material que es el intimidar a la
autoridad u obligarla a que tome alguna determinación.
- En orden al resultado debemos considerar al Delito de Motín como un delito material, ya que se
deber de producir un resultado por quienes se reúnan tumultuariamente y perturben el orden público con el
empleo de la violencia, en las personas o sobre las cosas o según sea el caso de que amenacen a la autoridad.
Este resultado del que hablamos ser el de amenazar a la autoridad u obligarla que tome alguna
determinación.
Por virtud del Daño que causa debemos considerar al Delito de Motín como un delito de lesión, ya
que quienes realicen la acción estarán violando el bien jurídico tutelado (primordial) que es el perturbar el
Orden Público, independiente de los daños que puedan causar sobre las personas o las cosas siempre
teniendo como finalidad el hecho de obligar a la autoridad a que tome alguna determinación.
Por la duración del Delito debemos conceptuar al delito como un delito de acción, ya que no importa que esa
acción que realizan los autores, se descomponga en actividades múltiples, tales como las lesiones o los daños
sino que se debe de consumar la violación del bien jurídico tutelado en el mismo momento en que se han
realizado todos los elementos descritos por el tipo.
Podría considerarse también como un delito culposo, ya que el dolo con el cual participan los
manifestantes es el de obligar a la Autoridad que ésta tome alguna determinación y todo ello bajo el empleo
de la violencia y de la intimidación siendo de manifiesto el perturbar el orden público.
Como delito de estructura múltiple lo consideraremos como un delito complejo, ya que se conjugan
una serie de conducta delictivas, las cuales nos producen un delito denominado el de Motín.
El delito de Motín, es un delito plurisubjetivo, ya que para su comisión ser necesario de que más de
2 personas realicen la conducta delictiva.
15. INCULPABILIDAD
55
Es necesario que mencionemos que‚ es la inculpabilidad, ya que está relacionada con los elementos
esenciales de la culpa.
El penalista Luis Jiménez de Azua sostienen que la inculpabilidad opera al hallarse ausentes los
elementos esenciales de la culpabilidad, tampoco ser culpable una conducta si falta alguno de los otros
elementos del delito, o la imputabilidad del sujeto, porque el delito integra un todo, sólo existir mediante la
conjugación de los caracteres constitutivos de su esencia.
Para que un sujeto sea culpable, ser necesario que su conducta intervenga el conocimiento y la
voluntad. Toda causa eliminatoria de alguno o de ambos, debe ser considerada como una causa de
inculpabilidad.
Ignorancia es la ausencia de cualquier noción respecto de un objeto, es un estado negativo del alma; el error
es una falsa noción acerca de un objeto, es un estado positivo.
Carrara define en lo particular lo siguiente: "El error puede nacer de una alucinación del entendimiento, de
la cual se puede librar el hombre sirviéndose cautamente de los sentidos y la razón; o también, puede tener
como causa una equivocación, que la más cuidadosa diligencia no logra disipar. De esta manera,
considerando el error en su causa, se divide en error invencible y error vencible.
Por último la falsa noción que confunde a la mente puede ser tal, que aún supuesta su verdad,
subsista siempre la criminosidad de la acción, el error se divide en accidental y en esencial."(93)
De las anteriores citas el lector podrá formarse un criterio acerca de los tipos de error y sus características,
pero se debe decir que el error puede ser sobre un hecho y sobre el derecho, esencial o accidental y vencible o
invencible, admitiéndose además la no exigibilidad de otra conducta como causa de exclusión de la
culpabilidad.
En el delito que nos ocupa, podemos observar libremente en el delito de motín, que pudiera existir
error por parte de las personas que se reúnen tumultuariamente, pretextando un derecho constitucional de la
libre manifestación de las ideas o la libertad de reunión, pero siempre pretextando ese derecho, buscan
obligar a la autoridad a que ésta tome alguna determinación, lo cual los coloca en este supuesto, pero ser
necesario que se valore el caso concreto para no hacer juicios sin base.
a) Error de derecho. Este error se da de dos formas o la norma existe y el agente la ignora o
tiene de ella un conocimiento inadecuado o de alguna manera erróneo; o la norma no existe, pero el
delincuente supone que existe.
"La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento; pero los jueces, teniendo en cuenta su
notorio atraso intelectual de algunos de los individuos, su apartamiento de las vías de comunicación o de su
56
miserable situación económica podrán, si está de acuerdo el Ministerio Público, eximirlos de las sanciones
en que hubieren incurrido por la falta de cumplimiento de la ley que ignoraban, de ser posible, concederles
un plazo para que la cumplan, siempre que no se trate de leyes que afecten directamente al interés
público."()
c) Error sobre elementos esenciales. Este error recae sobre los elementos constitutivos de un
delito determinado y estos constituyen, en cambio, los elementos de un delito distinto, no hay razón para
excluir la punibilidad respecto al otro delito originado por la conducta del agente; quedan íntegros en este
conocimiento y la voluntad y ser, por lo tanto, responsable de este otro delito.
17. PUNIBILIDAD
Es punible una conducta cuando por su naturaleza ameriza ser penada; se engendra entonces la
conminación estatal para los infractores de ciertas normas jurídicas.
Porte Petit menciona al respecto:
"Para nosotros que hemos tratado de hacer dogmática sobre la Ley Mexicana, procurando
sistematizar los elementos legales extraídos del ordenamiento positivo, indudablemente la penalidad es un
carácter del delito y no una simple consecuencia del mismo. El artículo 7o. del Código Penal que define el
delito como el acto u omisión sancionado por las Leyes Penales, exige explícitamente la pena legal y no vale
decir que sólo alude a la garantía penal nula peona sine lege, pues tal afirmación es innecesaria, ya que otra
norma del total ordenamiento jurídico, el artículo 14 Constitucional alude sin duda de ninguna especie a la
Garantía Penal. Tampoco vale negar a la penalidad el rango de carácter del delito con base en la pretendida
naturaleza de las excusas absolutorias. Se dice que la conducta ejecutada por el beneficiario de alguna
excusa de esa clase, es típica, antijurídica y culpable, y, por tanto constitutiva de delito y no es penada por
consideraciones especiales. Sin embargo, cualquiera que sea la naturaleza de la excusa absolutoria
obviamente, respecto de nuestra legislación, imposibilita la aplicación de una pena, de suerte que la
conducta por el beneficiario de ella en cuanto no es punible, no encaja en la definición de delito contenida en
el artículo 7o. del Código Penal."(97)
ASPECTO NEGATIVO
18. TENTATIVA
Hemos venido analizando las diferentes causas y efectos de la realización del Delito de Motín ser prudente
apuntar que para la comisión de un delito ser necesario que el autor no sólo lo idee o piense el delito, sino
57
que vaya más allá del plano mental y se lleve a cabo en lo material es ahí cuando se desea de obtención de un
resultado típicamente sancionado por la Ley.
Por tentativa el autor Francisco Javier Ramos Bejarano expresa que "son todos los actos ejecutivos,
encaminados a la realización de un delito, si éste no se consuma por causas ajenas al querer del sujeto". ()
Nuestro Código Penal en su Artículo 12 establece lo siguiente: "Existe tentativa punible cuando la
resolución de cometer un delito se exterioriza ejecutando la conducta que debería producirlo u omitiendo la
que debería evitarlo, si aquél no se consuma por causas ajenas a la voluntad del agente."()
Para imponer la pena de la tentativa, los jueces tendrán en cuenta la temibilidad del autor y el grado
a que se hubiere llegado en la ejecución del delito.
Debe hacerse notar que la redacción del precepto reformado, a primera vista, parece excluir la tentativa
inacabada, por referirse a la ejecución de la conducta que debería producir el delito o a la omisión de la
propia para evitarlo; sin embargo, consideramos que no es preciso la realización u omisión de todos los actos
a veces integrantes de la conducta; por lo mismo, es dable concluir que en el dispositivo se capta tanto la
tentativa acabada como la inacabada.
A partir de la reforma al Artículo 51 del Código Penal, ya no existe el problema respecto al límite
mínimo de la pena en la tentativa, porque expresamente se establece que la aplicable es la que resulte de la
elevación o disminución, según corresponda, de los términos mínimo y máximo de la prevista para delito.
El artículo 63 del ordenamiento penal dice: "A los responsables de tentativas punibles, se les
aplicar a juicio del juez y 59, hasta las dos terceras partes de la sanción que se les debiera imponer de
haberse consumado el delito, salvo disposición en contrario."()
La interpretación del precepto transcrito, antes de la reforma al artículo 51 del Código Penal, en
donde ya se precisa con claridad el límite mínimo para los autores de tentativas punibles, no fue uniforme.
Afortunadamente la Primera Sala de nuestra Suprema Corte de Justicia de la nación, consideró, ante la
ausencia entonces de un dispositivo sobre el límite mínimo, que debía entenderse el de tres días de prisión a
que se contrae el artículo 25; el máximo, hasta las dos terceras partes de la pena correspondiente de haberse
consumado el delito, teniendo en consideración, por supuesto, lo señalado en el segundo párrafo del artículo
12 antes descrito.
En el delito de motín cabe destacar que hay tentativas como tal, ya que se puede preparar todos los
elementos para la comisión del delito, es decir el preparar un plan que lleve a cabo la presión a la autoridad
por medio de la violencia o bien amenazarla a que ésta tome alguna determinación.
"Si el sujeto suspende voluntariamente la ejecución de una de los actos, hay imposibilidad de
punición. Según el artículo 12 del Código Penal, para que la tentativa sea sancionable precisa que la
resolución de delinquir se exteriorice ejecutando la conducta que debería producir el resultado delictivo u
omitiendo la adecuada para evitarlo, si no se consuma por causas ajenas a la voluntad del agente. Por lo
tanto, si el delito no se consuma por causas dependientes de la voluntad, habrá impunidad. La tentativa
inacabada sólo es punible cuando el acto indispensable para la consumación plena del delito se omite por
causas ajenas al querer del sujeto." ()
19. PARTICIPACION
58
La participación de los sujetos es estudiada por los autores desde las tres Teorías básicas:
a) LA TEORIA DE LA CAUSALIDAD. Esta considera al delincuente como alguien que contribuye con su
aportación para la realización de un delito. Esta teoría considera como elementos objetivos del delito a la
conducta o hecho, al resultado y al nexo causal.
b) LA TEORIA DE LA ACCESORIEDAD. Esta considera al autor del delito sólo a quien realiza los
actos (u omisiones) los descritos en el tipo; la responsabilidad de los participantes depende del auxilio
prestado al autor. El delito producido por varios sujetos es resultado de una acción principal y de otras
accesorias.
c) TEORIAS DE LA AUTONOMIA. Para ésta, el delito producido por varios individuos pierde su
unidad al considerar que las acciones que llevan a la comisión del delito son como resultado la comisión de
varios delitos cada uno con vida propia.
En lo particular creo que el Legislador al dar origen a la descripción del tipo del delito de motín, tomo como
base esta última teoría, ya que para la comisión del delito ser necesario que se realicen las conductas
descritas por el artículo 131 del Código Penal vigente.
GRADOS DE PARTICIPACION
Como hemos observado la participación necesita de varios sujetos que encaminen su conducta para la
realización de un delito, y el cual se realice.
Los teóricos conceptúan a la participación en varios grados, de los cuales a continuación veremos los más
representativos. Francisco Carrara la distingue en cuanto a su actividad, así:
a) PRINCIPALES. Los que conciben, preparan o ejecutan el acto delictivo.
b) ACCESORIOS. Los que indirectamente cooperan para la comisión de un delito.
Sebastián Soler, habla de autores INMEDIATOS que son los que lo cometen directamente, y
MEDIATOS los que se valen de otro sujeto excluido de responsabilidad, siendo ellos los plenamente
imputables.
En el delito de motín es posible que se dé alguna de estas teorías, habría que analizar el caso
concreto, encuadrándolo dentro de lo descrito por el segundo párrafo del artículo 131 del C.P.. Sí es posible
que se de el encubrimiento del delito de motín.
C O N C LU S I O N E S
LA VIOLACION DEL ORDEN SOCIAL ESTABLECIDO FACULTA AL ESTADO PARA QUE APLIQUE
LAS MEDIDAS Y SANCIONES NECESARIAS ESTABLECIDAS POR EL ESTADO EN LOS DIVERSOS
ORDENAMIENTOS LEGALES.
1 SERRA ROJAS, ANDRES. CIENCIA POLITICA. ; MEX. ED. PORRUA. 1985 PAG. 194.
2 IDEM. PAG. 195
3 SABINE, JORGE H. HISTORIA DE LA TEORIA POLITICA. ED. FONDO DE CULTURA
ECONOMICA. MEX. 1981. PAG. 29
4 SERRA ROJAS, Op. CIT. P. 220.
5 GONZALEZ URIBE, HECTOR. TEORIA POLITICA. 8ª EDICION. ED. PORRUA, MEXICO.
1985 P.291.
6 GONZALEZ URIBE, HECTOR. IDEM. PAG. 292.
7 IDEM.
8 SERRA GONZALEZ, ANDRES. OP. CIT. PAG. 209.
9 GONZALEZ URIBE, HECTOR. OP. CIT. PAG. 215.
10 JELLINEK, JORGE. TEORIA GENERAL DEL ESTADO. ED. PORRUA MEXICO. 1970.
PAG. 148.
11 KELSEN, HANS. TEORIA GENERAL DEL DERECHO Y EL ESTADO. ED. TEXTOS
UNIVERSITARIOS. U.N.A.M. 2ª REIMPRESION. MEXICO. 1979. PAG. 218.
12 SERRA ROJAS, OP. CIT. PAG. 182.
13 RENAN, ERNESTO. ¿QUE ES LA NACION? ED. NACIONAL. MEXICO. PAG. 18.
14 CONSTITUCION POLITICA DE LOS E.U.M. ARTICULO 30. 82ª EDICION. ED. PORRUA.
MEXICO 1987
15 SERRA ROJAS. OP. CIT. PAG. 314
16 HERMAN HELLER. LA SOBERANIA ED. MALATA, MEXICO.1984. PAG. 182
17 DE LA CUEVA, MARIO. TEORIA DEL ESTADO. ED. PORRUA. MEXICO 1982. PAG. 307.
18 DE LA CUEVA, MARIO. OP. CIT. PAG. 306
19 SABINE, JORGE H. OP. CIT. PAG. 298
20 ROUSSEAU, JUAN JACOBO. EL CONTRATO SOCIAL. ED. ESPASA-CALPE. PAG. 37
21 DE LA CUEVA, MARIO. OP. CIT. PAG. 333.
22 JELLINEK, JORGE. CITADO POR DE LA CUEVA, MARIO.
23 JELLINEK, JORGE. TEORIA DEL ESTADO. MEXICO. PAG. 131
24 DE LA CUEVA, MARIO. OP. CIT. PAG. 343
25 HELLER, HERMAN. OP. CIT. PAG.358
26 IBID. DEM.
27 FERNANDEZ MIRANDA, TORCUATO. ESTADO Y CONSTITUCION ED. ESPASA-CALPE
MADRID.1935. PAG.12
28 IBID. DEM. PAG. 17
29 POSADA, ADOLFO. TRATADO DE DERECHO POLITICO. ED. GENERAL DE
VICTORIANO SUAREZ. MADRID. 1935. PAG. 115
30 PORRUA PEREZ, FRANCISCO. TEORIA DEL ESTADO. ED. PORRUA MEXICO. 1981. PAG.
359
31 LASSALLE, FERNANDO. ¿QUE ES UNA CONSTITUCION? ED. COLOFON. MEXICO.
1968. PAG. 41
32 IBID. DEM. PAG. 37
33 DE LA CUEVA, MARIO, TEORIA DEL ESTADO. APUNTES. MEXICO. 1961. PAG. 317
34 IBID. DEM.
35 OP. CIT. P.234
36 HAURIOU, MAURICE. PRINCIPIOS DE DERECHO PUBLICO Y CONSTITUCIONAL.
ED. REUS. MADRID. 1970 PAG. 83
37 SCHMITT, CARLOS. TEORIA DE LA CONSTITUCION. ED. NACIONAL. 1981. PAG. 150
38 IBID. DEM.
39 RESOLUCION DEL PLENO DEL 21 DE SEPTIEMBRE DE 1954. BOLETIN DE
INFORMACION JUDICIAL. AÑOS 1953-54. PAG. 397
40 ORTOLAN, D. INSTITUCIONES DEL EMPERADOR JUSTINIANO. ED. ESPASA-CALPE.
MADRID. 1975. PAG. 19
41 HAURIOU, MAURICE. PRINCIPIOS DE DERECHO PUBLICO Y CONSTITUCIONAL.
ED. REUS. MADRID. 1970 PAG. 443
42 CONSTITUCION POLITICA DE LOS E.U.M. 82ª EDICION. ED. PORRUA. MEXICO.
1987.
63
CP FEDERAL 124
CP EDO MEX 114
CP DF 364
LEY ORGANICA DEL PODER
JUDICIAL DE MICHOACAN
C JUSTICIA MILITAR 307
CP HIDALGO 292
CP COLIMA 266
CP CAMPECHE 378
CP QUERETARO 281, 248
CP COAHUILA 187
CP MORELOS 265
CP GUANAJUATO 244
CP SAN LUIS POTOSI 249, 270
LEY SOBRE DELITOS DE
IMPRENTA
CP PUEBLA 154
CP SONORA 132
REGLAMENTO DE CENTROS
FEDERALES DE
READAPTACION SOCIAL
CP SINALOA 285
CP BAJACALIFORNIA 142, 278
CP CHIAPAS 353
CP JALISCO 111
CP VERACRUZ-LLAVE 310
CP DURANGO 318
CP QUINTANA ROO 201
CP CHIHUAHUA 348
CP MORELOS
CP TABASCO
CP YUCATAN 147
CP GUERRERO 372
CP MICHOACAN 315
CP COLIMA 266
CP TLAXCALA 145
CP TAMAULIPAS 154
CP COLIMA 106
CP ZACATECAS 125
67
Motín
Artículo 131.- Se aplicará la pena de seis meses a siete años de prisión y multa hasta de
cinco mil pesos, a quienes para hacer uso de un derecho o pretextando su ejercicio o
para evitar el cumplimiento de una ley, se reúnan tumultuariamente y perturben el orden
público con empleo de violencia en las personas o sobre las cosas, o amenacen a la
autoridad para intimidarla u obligarla a tomar alguna determinación.
Motín
Artículo 187.- Motín. El Motín consiste en la reunión en forma tumultuaria que cause
grave desorden público, con el objeto de buscar el reconocimiento o concesión de
algún derecho.
A los responsables de Motín se les aplicarán de 2 a 5 años de prisión y de 20 a 100 días
multa, y al pago total de la reparación de los daños y perjuicios ocasionados
Motin
ARTÍCULO 278.- Tipo y punibilidad.- Se impondrá de tres meses a dos años de prisión y
hasta cincuenta días multa, a quienes para hacer uso de un derecho, o pretextando su
ejercicio o para evitar el cumplimiento de una Ley, se reunan tumultuariamente y
perturben el orden público con empleo de violencia en las personas o sobre las cosas, o
amenacen a la autoridad para intimidarla u obligarla a tomar alguna determinación.
68
ARTÍCULO 142.- A quienes para hacer uso de un derecho o para evitar el cumplimiento
de una ley se reúnen tumultuariamente, perturbando el orden público por el empleo de
violencia en las personas o sobre las cosas o amenacen a la autoridad para obligarla a
tomar una determinación, se le impondrán de dos a ocho años de prisión e inhabilitación
de derechos políticos hasta por el mismo número de años, además de cincuenta a
doscientos días de multa.
Artículo 378.‐ Se impondrán de uno a siete años de prisión y multa de cien a doscientos
días de salario a los que, para conseguir que se les reconozca o conceda algún derecho,
o pretextando su ejercicio, o para evitar el cumplimiento de una ley, se reúnan de forma
tumultuaria y perturben el orden público con violencia o amenacen a una autoridad
estatal para intimidarla y obligarla a tomar una determinación.
69
MOTÍN
Artículo 318. Se impondrá de seis meses a siete años de prisión y multa de treinta y seis
a quinientos cuatro días de salario y la suspensión o la privación de sus derechos
políticos hasta por dos años, a quienes para hacer uso de un derecho o pretextando su
ejercicio o para evitar el cumplimiento de una ley se reúnan tumultuariamente y perturben
el orden público o amenacen a la autoridad para intimidarla u obligarla a tomar alguna
determinación, con empleo de violencia.
Artículo 364.-Se impondrá prisión de seis meses a siete años a los que, para conseguir
que se les reconozca o conceda algún derecho, en forma tumultuaria:
I. Amenacen a la autoridad para obligarla a tomar alguna determinación; o
II. Por medio de violencia en las personas o sobre las cosas, perturben el orden público.