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JURAMENTO HIPOCRATICO

Durante casi dos mil años la medicina occidental y la medicina árabe


estuvo dominada teóricamente por una tradición que, remontándose al
médico griego Hipócrates (siglo V a. C.), adoptó su forma definitiva de la
mano de Galeno, un griego que ejerció la medicina en la Roma imperial en el
siglo II. Según la tradición, fue redactado por Hipócrates .

Hipócrates es el padre indiscutido de la medicina moderna. Sus


discípulos recopilaron su obra compuesta por 70 escritos, en el Corpus
Hippocraticum. En él, se recogen los textos fundacionales de la tradición
médica occidental. Allí es donde encontramos conceptos de salud y
enfermedad que hoy seguimos considerando nuestros. Uno de los textos que
forman parte de esta colección es el que lleva el título de Juramento. De su
importancia da una idea, que se encuentra entre los textos que más se han
editado, estudiados, comentado y transcrito.

El juramento hipocrático es una promesa imponente de brindar


cuidado, curación y sobre todo tratar de prevenir las enfermedades, en la
medida de lo posible y tratar a las personas con respeto y compasión. Es una
parte común que hacen los médicos cuando están en la escuela de medicina,
pero no es un requisito, su contenido es de carácter ético y para orientar la
práctica de su oficio. Esto para los médicos es como un código ético, y esto es
él conjunto de disposiciones inspiradas en principios éticos universales, que
regula la conducta médica en el ejercicio de su profesión y en su relación con
la sociedad. Cabe destacar que es uno de los más comunes en la medicina.

Fue redactado por Hipócrates, este personaje fue Médico griego de la


Isla de Cos (469-399 a.C.) es el más famoso médico de la anti-güedad. A los
13 años comenzó sus estudios y se le abrieron las puertas del Asclepios (de
Asclepios, dios mitológico de la medicina). Luego viajó a Egipto para terminar
su formación. Fundó en Cos la primera escuela de medicina. Para el estudio
de las enfermedades, desarrolló un método racional basado en la
observación y la experiencia. Atribuía a fenómenos naturales y no a
intervenciones de los dioses o a fenómenos de tipo mágico-religioso, las
causas que provocaban enfermedad. Cuando empezaba a instruir a
aprendices que no eran de su familia y se empezó a usar a partir de la época
del renacimiento por algunas escuelas médicas, esa costumbre se ha venido
extendiendo a lo largo de nuestra historia. Aunque este texto tuvo mayor
relevancia en la antigüedad como símbolo de la ética moral médica, llega la
necesidad de adecuarlo ante una situación actual que está ligada al
desarrollo y evolución integro de la medicina. Probablemente hace más de
400 años cuando Hipócrates tuvo la idea de redactar un juramento que
marcaría la génesis de una ética obligatoria para el pensar y actuar del
médico, no se percató del desarrollo y cambio en la configuración que iría a
tener su escrito. Y con ello valdría hacernos la pregunta de si ¿el juramento
debería actualizarse y adecuarse a nuestros tiempos? Esto tiene como
respuesta que si se han hecho ciertas modificaciones de este, pero también
se debería hacer la pregunta de qué ¿somos nosotros los que deberíamos
seguir solemnemente y al pie de la letra dicho juramento? Esto ya quedaría a
criterio de cada médico. Pero para mí debería seguirse al pie de la letra y más
que tomarlo como un código ético de la medina, verlo como un estilo de vida
en el oficio.

En la actualidad temas controversiales rechazan la humildad del


escrito, tales como: el aborto, el tema de la eutanasia (provocar la muerte de
una persona enferma que no se pueda curar). En estos observamos cómo se
junta la ley, la ética, la comunidad irrumpiendo en el objetivo básico del
médico, la preservación de la vida. Ahora es cuando uno se hace esta
pregunta de ¿cómo podemos preservarla cuando tenemos a nuestras
espaldas a una sociedad cada día más marcada, que nos juzga por preservar
la vida de alguien quien no ha tenido culpa de los azares del destino?

Para este tipo de interrogantes que un médico se puede hacer cada día
al enfrentar estos obstáculos de la sociedad, se realizan comités médicos que
sirven para dialogar y llegar a un común acuerdo del procedimiento
adecuado a realizarse, asunto que a lo mejor HIPOCRATES no dedujo al
escribir dicho juramento, y exactamente lo mismo pasa con la eutanasia.

Para eso uno debe tener especial cuidado en los asuntos sobre la vida y
la muerte. Ya que es un tema moral muy delicado. Si uno tiene la
oportunidad de salvar una vida, uno debe sentirse agradecido por eso. Ya
que para un médico, salvar la vida de una persona es la mayor sensación de
satisfacción que puede sentir. Y no todo es tan fácil como se muestra, es algo
complejo la medicina, pero vale la pena el resultado que te da cuando la
ejercer y sobre todo aplicas este tipo de juramentos o códigos éticos. Pero
esto también se debe tener en cuenta que sea posible y que esté en la mano
de uno asistir a una vida que termina.

La Ética y Medicina están ineludible vinculadas desde sus orígenes en la


historia. Sin códigos de ética no se puede ejercer la medicina, pero es
necesario que también los conozcan los que planifican la salud y los que
dirigen las entidades médicas y las obras sociales. Los médicos, debemos
replantearnos la necesidad de un Juramento verdadero, que signifique un
COMPROMISO REAL y no solamente un protocolo.

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