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LABERINTO MUSICAL DENTRO UNA SELVA ESPESA

BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA EN TABASCO

Soy más agua que tierra y más fuego que cielo...


Carlos Pellicer.1

II.1.- Antecedentes

La música, como parte del folclor de Tabasco, ha estado en constante evolución. En


diferentes latitudes artísticas del ser humano ha llegado a consolidarse como una fuente de
inspiración. El repertorio musical del pueblo o folclórico, rompe cualquier paradigma de
lugar y tiempo, exportando su esencia a través del contacto que tiene con la gente y la
naturaleza. Al ser subestimada el estudio de la música folclórica se ha abierto paso para
desarrollar la expresividad inherente que poseemos como humanidad y que manifestamos al
cantar una melodía, al sonar cualquier instrumento. Sin lugar a duda, hablar de la música
que se ha desarrollado en Tabasco es sinónimo de danzas chontales, zapateados y muchos
enunciados más que evocan la cultura general del sur del país.
Si situamos la música de Tabasco, cada sonido o género de la expresión musical de
aquel lugar, aunque sea exportada, siempre tendrá el toque particular de quienes han crecido
y vivido bajo el impetuoso clima, pero también entre la sencillez de su gente. El folclor
musical es parte de la cotidianidad del tabasqueño. De esta manera es muy fácil encontrar
canciones representativas por las calles del Estado; el sonido lejano de una marimba, o una
flauta de carrizo en alguna casa.
La música de Tabasco ha sido muy poco investigada, analizada y clasificada por
musicólogos. Este hecho ha dejado un pequeño vacío con lo que respecta a la historia de la
música en nuestro país. La música que en ese lugar se ha desarrollado es clara y sencilla,
posiblemente obedece al comportamiento de su misma población. La música de Tabasco es

1
Pellicer, Carlos. “Este soy”, Yo que de Tabasco voy, México, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco,
2005, p. 91.
el resultado de la mezcla de la tradición indígena y española, sin olvidar la influencia que
existe con pueblos y culturas aledaños.
A pesar de que existe una tradición folclórica en sus danzas, en el zapateado o en la
lírica, falta abrir nuevos horizontes, que permitan un desarrollo musical para cualquier sector
de la población. El objetivo de hacer una reseña de la música en Tabasco será pues analizar
cualquier manifestación sonora que proporcione cierto rasgo de identidad cultural; sin dejar
de lado aquellas composiciones que son menos populares y que fueron creadas a partir de la
inspiración en aquel lugar.
Algunas de las manifestaciones musicales que han formado parte de la cultura musical
de Tabasco son: el zapateado, la música indígena (tambores y pitos o flauta de carrizo), la
canción, obras orquestales, la música tropical y repertorio de salón. El tabasqueño está
influido por la naturaleza y en incontables ocasiones le ha dedicado poemas, pinturas o
canciones. Tal parece que la naturaleza misma provee un agradable ambiente para florecer.
La tierra es fértil y lo que ahí llega, prolifera. De forma similar la música también se ha
propagado.

I
Las culturas precortesianas que habitaron en lo que hoy es México sufrieron el infortunio de
enfermedades, pérdidas humanas y más. Como en cualquier conquista, tuvieron un trato
inhumano y fueron explotados. No hay que olvidar que a pesar de ello tuvieron beneficios
colaterales que se desprendieron de la mano de los españoles. La religión, una sola lengua
que unificaría varias culturas y un legado de expresión artística nuevo, son algunos ejemplos
de ello. A su vez, estos elementos han sido parte de la identidad de lo que hoy reconocemos
como una nación. En lo que respecta al desarrollo del arte, antes de la llegada de los españoles
en cada cultura existía una preponderancia artística. Había una organización especial, ya sea
musical, en la danza o de alguna otra índole.
En Tabasco habitó la cultura Olmeca entre 1250 a.C.-200 d.C. El historiador Enrique
Florescano menciona que:
[...] además de desarrollar un lenguaje simbólico, plástico, arquitectónico, ritual,
escenográfico y corporal (que reunía la música, la danza y la teatralización de las acciones en
el espacio), los fundadores de La Venta fueron los primeros que resumieron esos lenguajes
en la cápsula del mito de la creación del cosmos.2
Para los olmecas como para otros pueblos prehispánicos la música se interrelacionaba
con otras artes, estas a su vez les permitía representar la cosmovisión de su mundo.
Posterior al establecimiento de La Venta, la cultura maya abarcó los siglos siguientes hasta
la llegada de los conquistadores. En Tabasco habitaban los mayas chontales. Tanto la música
de ellos como los olmecas, menciona Baqueiro Foster, estaba a merced del servicio de la
religión, el ejército y la sociedad.3 El tunkul es un claro ejemplo de los instrumentos
empleados en actos bélicos y rituales de corte religioso. Según menciona Mirian Judith
Gallegos:

El ejemplo más conocido de este instrumento (refiriéndose a carapachos de tortuga percutida)


se encuentra en el cuarto 1 de Bonampak, donde se observan dos ejecutantes sosteniendo con
un brazo la concha de una tortuga blanca (Dermatemys mawii) que percuten con largas astas
de venado. Instrumento semejante era el tunkul, formado por una pieza de madera tubular
ahuecada con dos lengüetas. Los mayas prehispánicos le consideraban un objeto sagrado, por
lo que se usaba durante las guerras, cuando se le hacía sonar para asustar el enemigo.4

De acuerdo con la descripción anterior es posible entender que los instrumentos tenían
designaciones específicas para cada labor. Otros instrumentos utilizados en la cultura maya
son: el teponaztli, zacatan, conchas de tortuga, silbatos de barro o hueso, flautas de carrizo,
etc. Además, en el ámbito que consideramos artístico, la mujer no estaba contemplada para
participar. Finalmente, es probable, de acuerdo a la construcción de aquellos instrumentos,
que la estructuración melódica de la música partiera de escalas pentáfona.

2
Florescano, Enrique. “Los olmecas: el primer reino de Mesoamérica”, Revista de la Universidad de
México, núm. 38, México, UNAM, Abril de 2007, p.16
http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/3807/pdfs/5_18.pdf (Consulta: enero 10, 2018).
3
Santamaría, Francisco J. y Foster Baqueiro, Antología folklorica y musical de Tabasco, México,
Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p.22
4
Gallegos, Miriam Judith. Música de tambores y flautas,
https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:T3aoMP76hjIJ:https://revistas.inah.gob.mx/index.p
hp/antropologia/article/download/3589/3473+&cd=2&hl=es-419&ct=clnk&gl=mx&client=firefox-b-ab p.43
La organización musical que tenían los mayas a la llegada de los españoles, por otra
parte, quedó registrada por el descendiente de conquistadores Pedro Sánchez de Aguilar. En
el año de 1555, menciona Sánchez de Aguilar, que los mayas nativos de Tabasco:

Bailan y cantan al uso de los mexicanos, y tenían y tienen su cantor principal, que entona, y
enseña lo que se ha de cantar y le veneran, y reverencian y le dan asiento en la iglesia y en
sus juntas y bodas, y le llaman Holpoop, a cuyo cargo están los atabales e instrumentos de
música...5

De las investigaciones acerca de la música en la cultura maya en Tabasco se han encontrado


vestigios de instrumentos, así como también el indicio de una casa comunidad o lugar donde
se desarrollaban las artes (popol nah); esto en Comalcalco, Tabasco. Los extranjeros mayas
o chontales que vivían en la región de lo que hoy es Tabasco se hacían llamar yocot’anob
(hablantes de la lengua verdadera) o yocot´aan (los de la lengua verdadera). Para ellos la
danza y la música estaban entrelazadas en ciertas festividades. Aún se conservan vestigios
de aquel legado. Los pobladores de Nacajuca son un claro ejemplo de esta labor musical
ejercida en el pasado con la música. Hoy en día se les denomina de tamborileros.
En el siglo XVI, las epidemias y enfermedades, las bajas por las batallas y la sobreexplotación
laboral acabaron con más del 90% de la población en la población indígena en Tabasco 6.
Para el conquistador era demasiado hostil el lugar; aunado a este acontecimiento no floreció
ninguna orden religiosa en Tabasco. Aunque si hubo contacto con misioneros, e incluso se
les enseñaban canticos, la cultura indígena supo aislarse un poco más. De la música religiosa
novohispana no se tiene datos. También hay que mencionar que siglos más adelante, durante
el gobierno de Tomas Garrido Canabal (1919-1934), en su afán de desaparecer el fanatismo
religioso se mandó a quemar gran parte de la herencia de la conquista española.
De aquella música posiblemente queden pocas huellas, o tal vez nada; pero influyó
en dar un sello característico a la música mestiza. El mestizaje cultural incorporó a la gran

5
Santamaría, Francisco J. y Foster, Baqueiro. Antología folklorica y musical de Tabasco, México,
Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p.24 op. Cit.
6
Martínez Assad, Carlos Tabasco. Historia breve. México, Instituto estatal de cultura, Fondo de
Cultura Economica.1996, p. 41
mayoría de los pueblos americanos un nuevo lenguaje musical; este le permitió al
conquistado expresarse con nuevos elementos musicales.
Sobrevive aun la música de tambores y pitos en algunas regiones de Tabasco (Danzas
indígenas); que es un claro ejemplo de conservación con rasgo indígena y que poco contacto
tuvo con los españoles; estas danzas se centran en historias de acuerdo a la cosmovisión de
los indígenas y algunas tienen temas de corte místico-religioso.

II

Durante los años posteriores a la llegada de los españoles existió un sincretismo cultural
fomentado por la religión y la lengua de los conquistadores hacia los indígenas. En cuanto a
la religión, en Tabasco se hace mención de evangelizadores que, aunque no tuvieron gran
éxito de establecer alguna orden religiosa en aquel lugar, fueron participes de la educación
religiosa, moral y artística de aquellos habitantes. Por otro lado, la resistencia que
mantuvieron algunos indígenas chontales (El vocablo “chontal” proviene del náhuatl
chontalli, extranjero en español y se les denomina así a los pobladores de Tabasco)7 hicieron
que este sincretismo no se diera de manera progresiva. En ese periodo, disminuyó la
población considerablemente; más del 90%. A finales del siglo XVI se inició la repoblación
e inició un tiempo de prosperidad.
Sobre la incidencia de la música de los conquistadores en Tabasco se tiene muy pocas
referencias. El Fray Bartolomé de Olmedo a su paso por tierras tabasqueñas oficio misa y fue
el encargado de bautizar a las veinte mujeres que los caciques de Tabasco entregaron a
Hernán Cortes. En palabras de Bernal Díaz de Castillo en 1519 describe al fray Bartolomé
de Olmedo como “gran cantor” y aunque su estancia fue de pocos días en el estado de
Tabasco no habría que descartar la posibilidad de que los indios de aquella época le
escucharan esbozar la música que su canto contenía8. A principios del siglo XVII fray
Gonzalo de Salazar hizo su primera visita a Tabasco donde fue recibido por los indios pues

7
Flores López, José Manuel. Chontales de Tabasco. Pueblos indígenas de México
contemporáneo. México, Comisión Nacional para el desarrollo de pueblos indígenas. 2006,
p. 5
8Santamaría, Francisco J. y Foster, Baqueiro. Antología folklorica y musical de Tabasco, México,
Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p.24 op. Cit.
hablaba su el idioma “y cantaba con ellos en la iglesia las alabanzas del señor” menciona
Baqueiro Foster.9 Franciscanos, dominicos y jesuitas hicieron labor de evangelización
durante dos siglos en esta tierra sin llegar al éxito de establecerse. Una de las principales
razones fue debido al clima y las enfermedades.
El romance y las seguidillas traídos por los conquistadores se alojaron en la
consciencia colectiva a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Según las anécdotas de
Bernal Díaz del Castillo el romance era tan popular en los españoles que hasta los soldados
recitaban y cantaban. Versos de seguidilla se pueden observar en la obra La mañana del poeta
Pedro Santa Anna Rizo oriundo de Macuspana, Tabasco
Menciona Jorge Priego Martínez la única noticia que tenemos respecto a la ejecución
de tonadillas, y, por ende, de seguidillas en Tabasco, proviene de la crónica sobre La jura de
Carlos IV en Tacotalpa, Capital de la provincia de Tabasco, en diciembre de 1790
La noche del día 9 se quemaron en la plaza mayor varias piezas de fuegos
artificiales... En las ocho siguientes noches se presentaron otras tantas comedias, que
dispusieron los diputados de cada partido de acuerdo con los administradores de Justicia,
procurando cada compañía señalarse en su respectiva Loa, saynetes, bayles y tonadillas de
los intermedios.10

El músico campechano Baqueiro Foster transcribió un fandango tabasqueño, de autor


anónimo, resultado de las seguidillas y estas eran una de las partes más sencillas de las
tonadillas. Esta pieza es una prueba de la influencia de este género español adoptado a suelo
tabasqueño. El fandango es un baile español de compás de tres por cuatro (originariamente
de seis por ocho). Baqueiro Foster menciona: “Como es natural, desde que los sones de
fandango, cultivados entre los españoles, los criollos y los mestizos, se extendieron por el
estado de Tabasco, la copla española encontró franca acogida social”11. Ejemplo de sones de
fandango en Tabasco es el Toro tabasqueño, el Asistoy, la caña brava, entre otras. Durante
el siglo XVIII los sones de fandango tuvieron su desarrollo en tierras mexicanas y Tabasco

9 Santamaría Francisco J. y Foster, Baqueiro. Antología folklorica y musical de Tabasco, México,


Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p.33 op. Cit.
10
Jorge Priego. El zapateo tabasqueño. México, Gobierno del estado de Tabasco,1989, p.20
11 Santamaría, Francisco J. y Foster, Baqueiro. Antología folklorica y musical de Tabasco, México,

Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p.53 op. Cit


no fue la excepción. El Zapateado o Zapateo es un baile que ejemplifica el caso. Es una
composición en compás binario de seis octavos y alterna con un compás ternario de tres
cuartos; es bailable con carácter alegre, ritmo atractivo y la gran mayoría están en tonalidad
mayor. Está relacionado con el baile andaluz, pero aun así tiene propiedades particulares.
Baqueiro Foster cita que el fandango desencadenó en el zapateado.
Para principios del siglo XIX existen fuentes más fidedignas del avance musical que
se desarrollaría hasta ese momento en Tabasco. Baqueiro Foster hace mención de un oficio
que escribe el coronel Francisco de Heredia y Vergara como gobernador virreinal de la
provincia de Tabasco, al virrey Juan Ruiz de Apodaca. En dicho documento relata el
recibimiento de una canción patriótica con motivo de la aprehensión de Javier Mina, y
también, cómo se llevó a cabo la celebración con el pueblo. A lo largo del escrito se detalla
el uso del pianoforte, violines y flautas, música militar y de cuerdas, además, menciona a las
personas que se encargaron del canto. Desafortunadamente deja a la imaginación cualquier
referencia con respecto a la técnica musical en la interpretación.
El etnomusicólogo Thomas Stanford menciona algunos datos interesantes que se
suscitaron después de la segunda mitad del siglo XIX en torno a la música en Tabasco. La
existencia de conjuntos de aproximadamente 40 músicos entre los cuales el clarinete era el
principal, la llegada de la primera estudiantina en 1882 y también hace mención del
florecimiento del zapateo y de la danza habanera.12 Esta última, era una composición en tres
cuartos, para bailar o cantar con un ritmo apuntillado característico. De las estudiantinas,
Baqueiro Foster menciona que llegaron en diferente año. Una observación importante es que
centra su observación en la presencia de géneros como: Pasacalles, tangos y jotas.13
La canción romántica, por otra parte, se gestó a partir de la segunda mitad del siglo
XIX. A raíz de diferentes cambios sociales ocurridos en el país ya independiente se dejó de
producir ya entrado el siglo XX. La canción se caracterizó por las letras poéticas y la belleza
melódica.Algunas compositores representativos de este género en el siglo XX son Manuel
Pérez Merino (1918-1993), Francisco Solís (1915-1989) y Cecilio Cupido (1883-1959) entre

12
Stanford, Thomas. La música de Tabasco. México. Biblioteca Pino Suarez.1988,p.7
13Santamaría, Francisco J. y Foster, Baqueiro. Antología folklorica y musical de Tabasco, México,
Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p. 84 op. Cit
otros. La canción romántica tabasqueña se puede ejemplificar con los primeros versos de La
endecha de Romualdo Carrascosa y Esteban Arrollave:
¡Oh tú, querido objeto
de mi pasión cautiva,
con tu poder y hechizo
al colmo me elevaste de la dicha!
Menciona el maestro y compositor Francisco Quevedo acerca de estos dos músicos que
eran originario de Guatemala pero radicaron en Villahermosa, Tabasco; y que fueron
creadores de muchas canciones, y acogidas por parte del pueblo en la mitad del siglo XIX14.
Son estos versos la prueba fehaciente de la influencia de la canción romántica y que a partir
de entonces siguiera cultivándose por muchos otros músicos tabasqueños.
Con respecto a la canción romántica Baqueiro Foster menciona: “Por el piano y la
guitarra, primero, y un poco más tarde por la banda militar de música, Tabasco se afilió a la
nueva estética, y la canción romántica, de serenata, prospero increíblemente…”15. Es decir,
la presencia de banda trajo consigo géneros musicales como el vals, la polca, el chotis, la
mazurca, etc. Estos géneros fueron acunados por compositores tabasqueños durante el siglo
XX. Thomas Stanford hace una tabla de los géneros que algunos compositores tabasqueños
a finales del siglo XIX y durante el siglo XX. Entre ellas están el bolero, la canción, el
zapateado, el corrido, el vals, danza, mazurca, marcha, cumbia, huapango, y otros más. Las
conclusiones que se desprenden del estudio de Stanford permiten suponer que el zapateado
fue el género de mayor alcance en las localidades tabasqueñas.
Después de la segunda mitad del siglo XX han existidos otros géneros como la música
tropical. Pepe del Rivero encabeza la lista de composiciones. Se trata de la producción
musical más aceptada por la población en ese momento. Pero la proliferación del género ha
llevado al surgimiento de músicos como ‘Chico-Che’(1945-1989) y ‘Carmito y los
Supremos’. Como un producto de la aparición de nuevos géneros, los músicos tabasqueños
exploran en nuestros días antiguas canciones vernáculas con nuevos estilos; así es posible
encontrar canciones como Mis blancas mariposas en versión jazz.

14 Quevedo, Francisco. Lirica popular tabasqueña, México, consejo editorial del gobierno del
estado de Tabasco 1990, pags. 99,100
15
Santamaría, Francisco J. y Foster, Baqueiro. Antología folklorica y musical de Tabasco, México,
Gobierno del estado de Tabasco, 1952, p.72 op. Cit
Finalmente, existe un género musical vigente que está relacionado con la danza y que
Stanford denomina “danzas chontales”16. A pesar de cualquier florecimiento artístico nuevo,
se sigue produciendo. Es el patrimonio cultural que se ha heredado por generaciones de
manera oral. Las danzas chontales incluyen una dotación instrumental de flauta y tambores
fabricados por los mismos músicos. Algunos ejemplos de esta tradición son: El bailaviejo, el
caballito y el gigante Goliat.

La música que se ha desarrollado en Tabasco ha estado en constante cambio. Tiene influencia


tanto de la cultura hispana como de diferentes regiones de México, Cuba y Guatemala. Ha
sido un caminar largo y poco documentado, la música ha germinado y se ha cultivado a la
par como en otros lugares dentro del país. Es de una rica variedad y de una sencillez
indiscutible. La “música de Tabasco”, y me refiero a la forma como la cultivan los
tabasqueños aunque sea resultado de la importación cultural, ha tenido su propia evolución,
particularidad rítmica y formal. Si “toda tradición es autóctona”, como afirma Thomas
Stanford puede decirse que la “música tabasqueña”, ha impreso una constante a cualquier
forma musical que ha llegado.
La música más sobresaliente que se ha desarrollado a lo largo del siglo XX en Tabasco
es la que va implícita en el zapateado. Es el resultado del gusto en la gente, también fue la
preferencia de los compositores de aquella época, que siempre miraron a este género para
expresarse, transcurriendo así una tradición por más de un siglo hasta nuestros días. Durante
el gobierno de Tomas Garrido Canabal se incentivó este género, con ello se procuró tener un
espíritu progresista para fomentar en el tabasqueño una especie de orgullo regional

Hoy podemos encontrar Balada de los ríos de Tabasco del compositor mexicano
Carlos Jiménez Mabarak (1916-1994) y de Domingo Díaz y Soto (1886-1951) las llamadas
Rapsodias tabasqueñas; ambas composiciones inspiran la exquisitez de la naturaleza [a partir
de una orquestación sublime. A pesar de la relación íntima de la música con los artistas
tabasqueños, no ha tenido un florecimiento rebosante. La mayor parte de la producción
musical es de tradición o corte secular y no académica. Así, podemos ver que durante toda

16 Stanford, Thomas. La música de Tabasco. México. Biblioteca Pino Suarez.1988,p.97


esta línea que se describe la música, Tabasco no alojó escuelas que fomentaran la música
desde una perspectiva profesional.
Tierra prodigiosa es el suelo tabasqueño que ha germinado músicos de gran nivel, así
como el florecimiento de la creatividad de sus compositores. Aun el terreno suele ser duro y
el clima impetuoso; pero seguirá la lucha de quienes toman el riesgo en el quehacer musical;
ya sean músicos, maestros, etnomusicólogos, etc.

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