Você está na página 1de 2

Yo me amo mucho. Yo soy querida por mis hijos y por todo el mundo.

Yo soy amor.
Yo soy una persona alegre, saludable, segura, agradable, llena de
bondad y buena voluntad. Yo soy bondad, Yo soy salud.
Me perdono a mí misma por los errores y pensamientos negativos
perdono a los demás y soy perdonada por el poder divino. Yo soy el
perdón.
Sé que la fuerza del universo está en mí y atiende con cariño y amor
todos mis deseos; eso me infunde paz y tranquilidad. Yo soy paz.
Cuando no se piensa positivamente y existe falta de confianza se
genera angustia y las angustias y los miedos generan los males
físicos y mentales. Yo soy confianza. Yo soy pensamiento positivo.
Mi vida está cada día mejor y mejor en todos los sentidos. Yo soy
prosperidad.
Sólo sembraré pensamientos positivos y saludables porque es eso lo
que quiero que los míos recojan. Yo soy la cosecha abundante.
Nunca hablaré de enfermedades, miedos ni temores, porque no
existen enfermedades, miedos ni temores en nuestra casa, pues el
milagro sanador está en cada uno, Dios todo lo puede y es mi fuerza
Yo Soy una persona maravillosa. Me acepto a mí misma y agrado a
todas las personas.
Nada más me perturba, nadie más me puede perjudicar, porque yo y
la felicidad universal somos UNO.
"Yo soy una persona alegre, saludable, segura, agradable, llena de
bondad y buena voluntad. Yo soy alegría.
La gente me adora. Yo soy maravillosa, Yo soy inteligente, Yo soy
fuerte, Yo soy sana. Yo soy hija de la divinidad, por eso puedo sanar.
Mis huesos son fuertes, mis músculos son firmes, mis nervios son
firmes y mi mente dirige correctamente mi caminar. Dios está
conmigo. Dios es mi fuerza. Dios quiere mi salud y por eso estoy
radiante. Siento ganas de vivir. Lo hago, no tengo miedo, Yo soy
valiente. Dios me está guiando. Todo es correcto. Yo soy perfecta, Yo
soy fuerte. La salud forma parte de mí.
Ahora duermo bien, duermo en paz. Mientras duermo, el poder
curador divino está restableciendo el orden y la salud de mi mente y
de todo mi cuerpo.
Gracias, gracias, gracias
Muchas gracias, Señor, por la cura. Muchas gracias porque tú me
oíste.
Tú siempre oyes con bondad y amor a todo aquel que cree en tu
poder.
Sé que tu palabra realizó en mí la perfección, por eso soy una
persona sana, curada, perfecta, alegre y afortunada. Mi cuerpo, mi
mente y mi corazón ahora están en armonía. Estoy en paz, feliz y
agradecido. Por el milagro de la palabra, todo aconteció en mí,
conforme a mi creencia.
Estoy curado. Alcancé lo que tanto deseaba. Muchas gracias. Amen".

Ahora mi plegaria es así: "Ningún mal puede afligirme; soy sana,


alegre y feliz; soy calmosa, tranquila y serena; soy dinámica,
próspera y triunfante; soy amiga de todos y todos son mis amigos;
yo los amo y ellos me aman. Porque Dios habita en mí y él es la
Perfección. Amen".

Você também pode gostar