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LENGUJE PROXEMICO

El lenguaje proxémico sucede cuando las personas utilizan el espacio físico que
las rodea para comunicar sus mensajes; el emisor y el receptor organizan sus
encuentros, y con estas distancias definen su relación interpersonal.
La distancia espacial juega un papel importante en el desarrollo y comportamiento
de todo individuo:
El sitio en el que trabaja, donde realiza sus compras, la escuela a la que asiste, los
espacios que frecuenta con sus amigos. En fin, el espacio no solo nos sirve para
ubicar al sentido táctil, visual, térmico, auditivo y olfativo, y relacionarlos con los
espacios o distancia de otros individuos. La lejanía o cercanía entre los hablantes
en un diálogo, por ejemplo, puede ocasionar diferentes interpretaciones.
Comunicación Proxémica
Definición:
La comunicación proxémica es la comunicación no verbal que confiere a dos
personas mientras están hablando en su espacio personal. Cuando dos personas
conversan se acercan según el nivel de confianza que se tengan y el grado de
confianza en espacio personal de cada persona difiere.

Comunicación no verbal y diferencia entre la proxémica y la kinesia


La comunicación verbal es la que se establece a partir de signos y símbolos
lingüísticos transmitidos mediante la palabra hablada. Por su parte, la
comunicación no verbal es aquella que se establece mediante signos no verbales
que generalmente transmiten información sobre el carácter, la personalidad o el
estado de ánimo.

Estos últimos signos pueden incluir por ejemplo, el llanto, la risa, el grito (que son
los signos paralingüísticos); o bien, pueden implicar los gestos, las señas o la
mímica (que son los signos kinestésicos). Ambos tipos de signos, los
paralingüísticos y los kinestésicos, constituyen elementos de la la comunicación no
verbal básica. Pero, también hay otro tipo de comunicación no verbal que es más
compleja porque involucra los elementos culturales y sociales que definen de qué
manera utilizamos el cuerpo y el espacio, e incluso el tiempo para transmitir
información en diferentes contextos y situaciones.

Estos últimos son el sistema proxémico (cuyos signos son básicamente los hábitos
relativos al uso del espacio, por ejemplo, las distancias que mantenemos entre
nosotros según si estamos en la casa con nuestra pareja, o en la oficina con los
compañeros de trabajo); y el sistema cronémico (donde se estudia principalmente
la percepción y uso del tiempo en diferentes culturas).

Es decir, que la diferencia entre la proxémica y la kinésica es que la primera se


refiere a la comunicación no verbal establecida mediante las distancias físicas que
ponemos al relacionarnos; y la kinésica es la comunicación no verbal que se
establece por medio de los movimientos corporales como los gestos y también
mediante la propiocepción. (el Sistema Propioceptivo es el sistema mediante el
cual, el cerebro recibe la información sobre la posición y el movimiento de las
partes del cuerpo entre sí y en relación a su base de soporte. Esto se produce a
través de una serie de receptores distribuidos por todo el organismo).

Tipos de comunicación
Se trata de una de las disciplinas que estudia la comunicación no verbal y que
distingue cuatro diferentes tipos de distancia:
Distancia íntima: Entre 15 y 45 centímetros. ...
Distancia personal: Entre 46 y 120 centímetros. ...
Distancia social: Entre 120 y 360 centímetros. ...
Distancia pública: Más de 360 centímetros.

Proxémica:

Se refiere al amplio conjunto de comportamientos no verbales relacionados con la


utilización y estructuración del espacio inmediato de la persona. Hay dos
principales ámbitos de estudios en la proxémica:

A) Estudios acerca del espacio personal: El espacio personal se define como el


espacio que nos rodea, al que no dejamos que otros entren a no ser que les
invitemos a hacerlo o se den circunstancias especiales. Se extiende más hacia
delante que hacia los lados, y mínimo en nuestras espaldas. El espacio personal
se estudia desde dos enfoques: la proximidad física en la interacción, y el contacto
personal.
Respecto a la proximidad existen diferencias no solo culturales, sino también
situacionales y personales. En general, cada uno de nosotros dispone de una
espacio personal alrededor, implícito, que cuando es roto por alguien en la
interacción, nos produce incomodidad, sensación de amenaza y/o tensión, a no
ser que se den circunstancias especiales que justifiquen la mayor proximidad o
nosotros la hayamos demandado. Tendemos a aceptar una mayor proximidad de
los otros, rompiendo nuestro espacio personal, en las aglomeraciones. Los
enamorados y las personas que se gustan, aceptan un mayor grado de proximidad
entre ambos. La proximidad física tiende a ser menor entre mujeres que entre
hombres.

La orientación corporal se suele emplear como ‘barrera territorial’ para impedir


violaciones del espacio personal. Si alguien no deseado viola el espacio personal
de un grupo, los miembros del grupo se apartarán de él, pero seguirán
manteniendo una orientación directa entre sí, como queriendo indicarle que su
presencia no es grata y reanudarán sus posiciones anteriores tan pronto como
tenga la sensatez de marcharse. Si el intruso decide quedarse, los miembros del
grupo cambiarán de orientación para dejar aparte al intruso, mostrando así su
rechazo por la invasión. La gente suele evitar una orientación directa en los
ascensores, en los transportes públicos o en otros lugares donde no se puede
mantener el espacio personal normal. Cuando la aglomeración es tan intensa que
no se puede volver el cuerpo, se volverá la cabeza.

El contacto físico por otra parte, es más probable en unas situaciones que en
otras. Es más probable cuando alguien da información o consejo que cuando lo
recibe, al dar una orden más que al recibirla, al hacer una favor más que al
agradecerlo, al intentar persuadir a alguien más que al ser persuadido, en una
fiesta más que en el trabajo, al expresar entusiasmo más que al presenciarlo, al
escuchar las preocupaciones de los demás que al expresarlas. El contacto suele
ser iniciado con más frecuencia por los hombres que por las mujeres. En general,
suele iniciar el contacto físico la persona que en la interacción tiene más status o
tiene posición de dominio sobre el otro. Así es más probable que inicie el contacto
el jefe hacia el empleado, el viejo hacia el joven, el médico hacia el paciente, que
al revés. En general el contacto corporal fomenta el agrado mutuo, por lo que es
un modo de promover reacciones favorables en los demás.
Un tipo de contacto físico muy frecuente son los apretones de manos. La mayoría
de la gente prefiere un fuerte apretón de manos. El dar la mano débilmente suele
asociarse en los hombres con afeminamiento y con debilidad de carácter. En las
mujeres se acepta un apretón menos fuerte, pero cuando es demasiado débil se
asocia con poca sinceridad o reticencia a la interacción. En este sentido, hay que
tener en cuenta que el objeto de un apretón de manos es saludar o despedirse de
alguien, o consolidar un acuerdo. Para que pueda cumplir su objetivo ha de ser
muy positivo, cariñoso y cordial.

Las caricias con contactos corporales reservados para aquellos entre los que
existe una relación muy íntima. En la vida cotidiana solemos sustituir las caricias
físicas por caricias verbales. Estas caricias son muy importantes para mejorar las
relaciones interpersonales, y son las más adecuadas entre desconocidos. Por otra
parte, en general, dar una palmadita en la espalda es un gesto de aliento y apoyo.
Pasar nuestro brazo por encima de los hombros de otra persona como gesto
cordial o protector es una forma de indicarle que puede contar con nosotros.
Tocar también es una forma de llamar la atención, y se puede emplear para guiar
o dirigir a otra persona hacia algún sitio.

B). Conducta territorial humana: Los estudios sobre el tipo de espacio que
necesita la gente para vivir razonablemente, se ha observado que ciertos diseños
de casas favorecen más que otros, las disputas entre vecinos. De este tipo de
estudios ha surgido el concepto de ‘espacio defendible’, que es el espacio que
cada uno de nosotros necesita para vivir, y que defendemos contra toda intrusión,
no deseada, por parte de otras personas. Si los pisos son demasiado pequeños, si
están muy juntos o si hacen que la gente se aglomere en determinados puntos,
llegará un momento en que surgirán tensiones que pueden desembocar en
hostilidad abierta y en conductas agresivas.
Distancia íntima: es la distancia que se da entre 15 y 45 centímetros (6 a 18
pulgadas). Es la más guardada por cada persona. Para que se dé esta cercanía,
las personas tienen que tener mucha confianza y en algunos casos estarán
emocionalmente unidos, pues la comunicación se realizará a través de la mirada,
el tacto y el sonido. Es la zona de los amigos, parejas, familia, etc. Dentro de esta
zona se encuentra la zona inferior a unos 15 centímetros del cuerpo, la llamada
zona íntima privada.
Distancia personal: se da entre 46 y 120 cm (1,56 - 4 pies). Estas distancias se
dan en la oficina, reuniones, asambleas, fiestas, conversaciones amistosas o de
trabajo. Si estiramos el brazo, llegamos a tocar la persona con la que estamos
manteniendo la conversación.
Distancia social: se da entre 120 y 360 centímetros (4 - 12 pies). Es la distancia
que nos separa de los extraños. Se utiliza con las personas con quienes no
tenemos ninguna relación amistosa, la gente que no se conoce bien. Por ejemplo:
la dependienta de un comercio, el albañil, los proveedores, los nuevos empleados,
etc.
Distancia pública: se da a más de 360 centímetros (12 pies) y no tiene límite. Es la
distancia idónea para dirigirse a un grupo de personas. El tono de voz es alto y
esta distancia es la que se utiliza en las conferencias, coloquios o charlas.
Definición
Características
Ejemplos

La importancia de la proxémica en el lenguaje corporal

Un concepto que influye de manera determinante en la forma de comunicarte cara


a cara es la proxémica, que estudia la distancia que separa a dos personas
cuando están interactuando. ¿Por qué será tan importante medir este espacio que
nos separa?

En primer lugar, la distancia entre dos personas nos revela la afinidad que tienen
entre sí; un ejemplo clásico es en el entorno laboral. ¿Cuántas veces nos ha
pasado que hemos “sospechado” que existía una relación a escondidas entre dos
compañeros en la oficina, sin saber exactamente por qué? aparte, por supuesto,
de las frecuentemente inexplicables risas, los encuentros casuales y las
excursiones mutuas al cafetín, la estrecha distancia que ponen entre sí
definitivamente es el indicador correcto a utilizar.

Por otra parte, el conocer los “límites” a los que podemos llegar al acercarnos, nos
permitirá ser más asertivos a la hora de comunicarnos. En algunas situaciones,
cuidando de no invadir el espacio de una persona alterada, o acercándonos un
poco más a alguien que necesite nuestro apoyo.

Hoy mismo puedes hacer un sencillo ejercicio: trata de medir mentalmente la


distancia que separa a las personas que ves, cuando estén hablando. La
proxémica es realmente específica en cuanto a los márgenes dentro de los cuales
interactuamos; es lo que se conoce como “espacio fijo”. Imagina que eres el sol y
los planetas orbitan alrededor de ti; esas órbitas estarían definidas de la siguiente
manera:

Distancia íntima: La reservamos para personas de nuestra (íntima) confianza.


Separados entre nosotros por menos de cincuenta centímetros es fácil utilizar
varios recursos de comunicación: El habla, los gestos, y el tacto.

Distancia personal: Para hablar con nuestros conocidos, nos separamos de ellos
entre 50 centímetros y un metro. Es fácil medir la distancia personal, pues
equivale a grosso modo a la longitud del brazo. Claro, ¡No es para que estén
extendiendo el brazo a cada rato para “medirse”!

Distancia social: De uno a tres metros, es la distancia con la que nuestra mamá
estaría cómoda al hablar con extraños. Con frecuencia esta es una afirmación un
tanto exagerada, pues se supone que para poder conversar con una persona
debemos acercarnos a ella un poco más.

Distancia pública: Empieza a partir de poco más de tres metros, sin límites.
Generalmente aplica para grupos de personas y requiere de un tono de vos más
alto de lo normal (¡O un megáfono!)
Es importante recordar que estos estimados varían radicalmente entre países.

¿Qué es Lenguaje Proxémico? Características Principales


Por Laura Caro
El lenguaje proxémico hace referencia a las formas de comunicación no verbal
relacionadas con la distancia y la ubicación de las personas dentro de un espacio
específico.

Este concepto fue acuñado por Edward Hall. Este antropólogo estaba interesado
en identificar el modo en que los seres humanos usan el espacio como una forma
de comunicación no verbal.

El lenguaje proxémico puede ser identificado en situaciones cotidianas de muy


distinta naturaleza. Además, suele ser fundamental en las relaciones humanas a
pesar de su naturaleza silenciosa e implícita.

El espacio personal
El espacio personal se refiere a la distancia que establecen las personas en sus
relaciones cotidianas.

Se considera que existen cuatro rangos de distancias interpersonales, pero éstos


pueden variar de acuerdo con las diferentes culturas y a sus estándares de
socialización. A continuación se detallarán las características principales de cada
rango:

1- Espacio público
Se refiere a la distancia que se conserva frente a una figura pública o a un orador
en un evento masivo.
En estos casos se conserva una distancia de 4 metros en adelante, y este espacio
hace posible que el orador pueda comunicarse simultáneamente con todas las
personas que ocupan la sala, pero no de forma personal.

2- Espacio social
Se refiere a las distancias que se conservan dentro de contextos de socialización
formal o profesional. Es el caso de las conversaciones de trabajo o de naturaleza
comercial, contextos en los cuales no existe cercanía o intimidad entre los
hablantes.

En estos casos, la separación puede ser entre 1 y 2 metros. De esta forma se


puede sostener una conversación personal sin entrar en situaciones de mayor
confianza o intimidad.

3- El espacio personal
Se refiere a situaciones en las cuales existe aún mayor cercanía y confianza entre
los hablantes.

Este espacio se vincula con las relaciones personales y familiares, y la distancia


puede ir de 0,5 a 1 metro.

4- El espacio íntimo
Éste se refiere a la distancia que existe entre dos personas que comparten
intimidad, particularmente cuando se trata de parejas o amigos muy cercanos.

En este caso, la distancia va desde menos de medio metro hasta directamente


estar en contacto físico con la otra persona.

Variaciones del lenguaje proxémico según la cultura


Estos rangos de distancia suelen ser variables según la cultura. Existen
sociedades más propensas a la cercanía, así como existen otras que tienen como
norma social mantener las distancias.
Con el objetivo de comprender las formas del lenguaje proxémico en las diferentes
culturas, Edward Hall las dividió en dos categorías básicas: culturas de contacto y
culturas de no contacto.

Sin embargo, más adelante otros investigadores ampliaron esta división a tres
categorías: culturas frías, cálidas o reactivas no conflictivas. A continuación se
detallarán las particularidades de cada una de estas tres categorías:

1- Culturas frías, lógicas y sin contacto


Estas culturas incluyen a los Estados Unidos y los países nórdicos.

Se caracterizan porque los hablantes son directos y a veces impacientes. También


son reservados y se interesan más en los hechos que en las emociones.

2- Culturas multiactivas, cálidas, impulsivas y de contacto


Esta clasificación se refiere a las culturas en las que los hablantes se expresan
con entusiasmo y de forma emocional.

Prefieren las historias personales antes que los hechos, tienden a interrumpir
durante la conversación y a mostrar sus emociones más abiertamente.

Dentro de esta categoría se incluyen culturas como la árabe, la italiana, la


francesa, la latinoamericana y la turca.

3- Culturas reactivas no conflictivas y sin contacto


Estas culturas valoran el decoro y la diplomacia por encima de los hechos y las
emociones.

Sus hablantes son pacientes oyentes que se moderan en su lenguaje corporal y


en la expresión de sus emociones. Este conjunto incluye culturas como Japón,
Vietnam, China y demás culturas del sudeste asiático.
Territorialidad
La territorialidad se refiere a las formas que usan los seres humanos para delimitar
espacios que consideran propios.

Estas marcas del territorio pueden hacerse de formas muy diferentes, que van
desde la sutileza de la costumbre hasta formas de marcación explícitas.

Por ejemplo, en una familia es posible que se considere que un sillón pertenece al
padre simplemente porque siempre usa el mismo.

También es posible observar en una plaza que un grupo de jóvenes marque con
sus iniciales el suelo o las paredes de un lugar, para demarcar así su territorio.

Existen básicamente tres tipos de territorio:

1- Territorio principal
Se refiere a los territorios que se reconocen como propiedad de una persona de
forma explícita o implícita. Una habitación, una cama dentro de una habitación, un
coche o un sillón específico dentro de la sala son un ejemplo de ello.

Por ejemplo, si al llegar del trabajo una persona encuentra a su compañero de


departamento dentro de su habitación y sentado en su cama, se entenderá como
una violación al espacio.

2- Territorio secundario
El asiento que se ocupa en el aula de clase o una mesa que se elige en un bar
son territorios propios durante el tiempo en el cual se hace uso de éstos, pero en
realidad no le pertenecen a nadie específicamente.
Por ejemplo, si una persona tiene una mesa favorita en el bar que suele frecuentar
pero al llegar la encuentra ocupada, no puede quejarse por ello. Sin embargo,
mientras la ocupa se entiende de forma implícita que nadie más puede ocupar ese
espacio.

3- Espacio público
Es el espacio que pertenece a todos y a nadie al mismo tiempo. Por ejemplo, las
calles, plazas y estaciones del Metro. Son espacios por los cuales cualquiera
puede desplazarse de forma libre, sin invadir el terreno de otras personas.

Disposición dentro del espacio


La disposición de las personas dentro de un espacio determinado suele decir
mucho sobre ellas y sobre su rol dentro del mismo.

Por ejemplo, en un aula de clase los estudiantes saben que deben ubicarse en la
zona trasera del aula si no desean ser vistos. Por el contrario, en caso de desear
una participación activa, deberán ubicarse en la zona delantera.

Situaciones excepcionales
Es frecuente observar que las personas sufren situaciones de ansiedad cuando se
enfrentan a códigos de proxemia diferentes a los que se tienen asumidos.

Esto puede presentarse cuando otra persona se acerca más de lo esperado,


generando una respuesta automática de lucha o huída.

Esta situación tiene excepciones en las cuales las personas conscientemente


renuncian a su espacio personal en casos específicos. Un ejemplo de ello es
cuando suben a un tren muy lleno o a un ascensor.
Según las investigaciones, aún existe la intención de controlar la situación; este
control se refleja, por ejemplo, al evitar la mirada de los presentes en el tren o en
el ascensor.

Esta acción evasiva permite controlar la sensación de intimidad con el otro, a


pesar de que se encuentre en estrecho contacto físico.
Proxemica
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