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Introducción:
Con más frecuencia de la que quisiéramos, los seres humanos cometemos errores al
desconocer la voluntad de Dios. La dirección de Dios para nosotros y su voluntad,
siempre van de la mano. Pero no por ello, y aunque todos lo sabemos, la dirección de
Dios y el conocimiento de su voluntad se ha convertido en uno de los problemas
crónicos de la iglesia contemporánea. El problema no es que dudemos que
haya dirección de Dios disponible para nosotros, sino precisamente a que, existiendo
tal dirección para nuestra vida, a causa de la ansiedad que nos acosa, y de nuestra
propia debilidad, ser dirigidos por Dios no es un asunto fácil para nuestra vida.
Así, que vale la pena para todos nosotros recordar algunos puntos importantes
acerca de la voluntad de Dios para nosotros.
1. Si una persona está distanciada de Dios, no será sensible a Su voz (v. 37)
2. Si creemos en Dios, atesoraremos Su Palabra en nuestras vidas para conocer Su
voluntad (v. 38)
3. El Señor Jesús nos mostró la importancia de las Escrituras para conocer lo que
Dios dice y revela (v. 39)
IV. Dios nos muestra Su voluntad a través de la revelación (Mateo 16:13-
20)
1. Aun cuando llevaban algún tiempo con el Señor Jesús, sus discípulos no tenían
clara referencia de quién era en realidad (vv. 13, 14)
2. Dios tomó la vida de Pedro como instrumento útil y reveló la divinidad del Señor
Jesús (vv. 15, 16)
3. El Señor Jesús dejó claro que la declaración de Pedro era revelación de Dios (v.
17)
4. Su sentimos que Dios nos ha revelado Su voluntad, debemos pedirle que nos lo
confirme para no caer en el emocionalismo
1. La tarea que debía realizar el siervo era una enorme responsabilidad: conseguir
esposa para Isaac hijo de Abraham (Génesis 24:1-4)
2. Ante el enorme compromiso, el siervo de Abraham pidió orientación a Dios en
oración (vv. 10-14)
3. Dios reveló Su voluntad mediante circunstancias específicas (vv.15-25)
4. El siervo de Abraham agradeció a Dios mostrarle Su voluntad y prosperar su
camino (vv. 25, 27)
Conclusión:
Cuando Dios ocupa el primer lugar en nuestra vida, tenemos asegurada la victoria.
Lo esencial es que sea Él quien nos oriente. Y lo mejor para conocer Su voluntad, es
desarrollar intimidad con Él y ser sensibles a Su voz. Así podremos entender cuando
nos habla y tener paz en nuestro corazón, de que cuanto haremos, cuenta con su aval
y por ende, estamos llamados a la victoria en nuestros planes y proyectos.