Para comenzar, los métodos gravimétricos son métodos cuantitativos que se
basan en la determinación de la masa de un compuesto puro con el que el analito está relacionado químicamente; la gravimetría mide la masa o los cambios de masa, de ello se deduce que existen al menos dos formas de utilizar la masa como señal analítica.
Existen varios métodos analíticos que se basan en las medidas de masa. En la
Volumetría por precipitación, el analito se separa en la disolución de la muestra como un precipitado, y se convierte en un compuesto de composición conocida que se puede pesar. En la Gravimetría por volatilización, el analito se separa de otros componentes de una muestra y se convierte en un gas de composición química conocida.
La Electrogravimetría es un método en el que la señal es la masa del
electrodepósito formado en el cátodo o en el ánodo de una celda electroquímica, aquí el analito se deposita en forma de sólido sobre el electrodo de una célula electroquímica.
Por último, la Gravimetría de Partículas es utilizado para determinar la masa de
partículas de analito a partir de su separación de la matriz, aquí el analito se determina tras su separación de la matriz mediante filtración o extracción.
Un análisis gravimétrico exacto requiere que la masa del analito existente en la
muestra sea proporcional a la masa o al cambio de masa que actúa como señal analítica. La separación entre el analito y su matriz mediante la filtración o la extracción debe ser completa. Cuando esto se cumple, siempre es posible hallar la masa del analito a partir de la señal analítica: así, para la determinación de los sólidos suspendidos sabemos que: