Você está na página 1de 39

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE ENFERMERÍA
Acredita con Resolución N° 110-2017-SINEACE/CDAH-P
DEPARTAMENTO ACADÉMICO PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

ENFERMERÍA EN EL CUIDADO DEL ADULTO I

Ciclo 2019-I

I UNIDAD

CUIDA AL ADULTO Y ADULTO MAYOR SIGUIENDO EL MODELO DE


ATENCIÓN INTEGRAL DE SALUD (MAIS), ESTRATEGIAS SANITARIAS,
PROCESO DE ENVEJECIMIENTO Y CUIDADOS DE ENFERMERÍA A LA
PERSONA ADULTA Y ADULTA MAYOR CON NECESIDADES AFECTADAS
POR PROBLEMAS METABÓLICOS, AUDIOVISUALES Y
MUSCULOESQUELÉTICOS DEGENERATIVOS DE MEDIANA COMPLEJIDAD.
TEMA:

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LA PREVENCIÓN DE SÍNDROME


METABÓLICO, OBESIDAD, DISLIPIDEMIA

INTEGRANTES:

Barrios Chumacero Alexandra

Mondragón Córdova Iris

Quispe Morales Karina

Sandoval Puican Joselyn

Vilela Espinoza Antuanet


OSTEOPOROSIS

I. HISTORIA NATURAL:
1.1 DEFINICIÓN

La osteoporosis se define como la enfermedad del hueso caracterizada por una menor
resistencia del mismo, que se debe tanto a un déficit en la densidad mineral (cantidad)
ósea como a una alteración en la microarquitectura (calidad) del hueso, o a ambos
factores, lo que ocasiona una mayor fragilidad y una mayor predisposición a sufrir
fracturas ante mínimos traumatismos1.

1.2 PREVALENCIA/ INCIDENCIA

Según los datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER), se estima que la


osteoporosis afecta a unos 75 millones de personas en Europa, Estados Unidos y Japón 2.

Esta patología es más frecuente en mujeres, aunque también pueden sufrirla los hombres,
especialmente si tienen una edad avanzada2.

En el caso de España, se estima que 2 millones de mujeres tienen osteoporosis. De hecho,


la prevalencia en la población postmenopáusica es del 25 por ciento, es decir, 1 de cada
4 mujeres tiene esta enfermedad que ocasiona unas 25.000 fracturas al año 2.
“La repercusión socio-sanitaria de la osteoporosis es enorme y se mide en términos de
incidencia de las fracturas. Aproximadamente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres
mayores de 50 años sufrirán al menos una fractura osteoporótica en su vida restante”,
señalan desde la SER2.

1.3 EPIDEMIOLOGÍA

Sin duda, la osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente. Se diferencia la


prevalencia de osteoporosis densitométrica como factor de riesgo y la incidencia de la
fractura osteoporótica. Ello da una idea real de la magnitud del problema y evita que se
caiga en la tentación de hablar de una «epidemia silente» o que aparezcan ciertos
eslóganes publicitarios como «Una de cada tres mujeres y uno de cada cinco varones
mayores de 50 años tendrán una fractura osteoporótica», ya que utilizan inadecuadamente
los conceptos de prevalencia y la incidencia de los eventos 1.

En varones mayores de 50 años, la prevalencia de osteoporosis densitométrica es de un


4,8% en columna vertebral y de un 4,4% en cadera, cinco veces más baja que en mujeres.
La prevalencia aumenta con la edad, igual que en el grupo de mujeres. Si se quiere evaluar
la osteoporosis establecida, la prevalencia de fractura vertebral por fragilidad es del
21,4% en mujeres mayores de 64 años, cifra similar a la de varones mayores de 60 años.
La probabilidad de sufrir una fractura por fragilidad aumenta dramáticamente con la
edad; es muy rara antes de los 50 años. La incidencia más elevada de fractura vertebral
se sitúa entre los 73 y los 75 años; la de cadera, entre los 80 y los 85 años, y la distal de
radio, entre los 65 y los 67 años1.

Las fracturas de cadera son las que más mortalidad presentan, además de generar mayor
dependencia y gasto sanitario. En España se estima, en personas mayores de 60-65 años,
una incidencia de 5,1-6,9 fracturas de cadera por fragilidad por 1.000 habitantes/ año, de
las que tres cuartas partes se presentan en mujeres. Un tercio de estas ya habían
presentado una fractura previa por fragilidad, incluso el 21% en la otra cadera, lo que
supone una oportunidad de intervención preventiva 1.

Estas fracturas suponen un importante consumo de recursos. La estancia media


hospitalaria es de 16 días y la mortalidad de los pacientes con fractura de cadera alcanza
el 5% durante el ingreso y en torno al 20% durante el primer año. Solo en costes directos,
una fractura de cadera osteoporótica en Europa supone entre 8.300 y 9.900 euros, según
cada país. Un reciente estudio con participación de la industria farmacéutica en los 27
países de la Unión Europea estima que existen 22 millones de mujeres y 5 millones de
varones con osteoporosis densitométrica, lo que ocasiona 3.500.000 nuevas fracturas
anuales (610.000 de las cuales son de cadera; 520.000, vertebrales, y 560.000, de
muñeca). Ello supone un coste estimado de 37.000 millones de euros, dos tercios de los
cuales se dedican a atención directa a las fracturas, mientras que solo el 5% se destina a
prevención. Dada la magnitud del problema, es crucial identificar a la población en riesgo
e implementar las medidas preventivas adecuadas1.

ETILOGÍA:

Una vez alcanzado el pico de masa ósea, que se consigue hacia los treinta años de edad, la
densidad mineral ósea inicia un descenso muy leve que se mantiene hasta la menopausia,
cuando la carencia de estrógenos la acelera en forma notoria. La deficiencia de estrógenos se
considera el mecanismo central de la osteoporosis posmenopáusica. Se estima que la pérdida
de masa ósea en la premenopausia es de 0,3% al año, y se aumenta a 2-3% al año en los
primeros años de la posmenopausia. La remodelación ósea tiene como función mantener la
homeostasis a nivel mineral y preservar las funciones biomecánicas del esqueleto óseo para
responder, a las cargas de peso y reparación de los daños correspondientes.

En la etapa de la posmenopausia, la velocidad del remodelado óseo se altera, y el proceso de


resorción ósea es más activo que el de formación. Esto lleva a una pérdida en la densidad
mineral ósea y una disminución del a resistencia del hueso, que condicionará un aumento en
la fragilidad y, en consecuencia, un aumento en el riesgo de fracturas por osteoporosis. 3
Factores de Riesgo

Genéticos
 Caucásicos o asiáticos Predispone a una masa
 Mujer ósea baja
 Antecedentes
familiares
 Dimensiones
corporales pequeñas

Edad
 Posmenopausia Hormonas (estrógenos,
 Edad avanzada calcitonina y testosterona)
 Testosterona baja en que inhiben la pérdida
los varones ósea
 Disminución de la
calcitonina

Nutrición
 Ingestión baja de calcio Disminuye los
 Ingestión baja de vitamina D nutrimentos necesarios
 Ingestión elevada de fosfato para el remodelado óseo
(bebidas carbonatadas).
 Calorías insuficientes

Ejercicio físico
Los huesos necesitan
 Sedentario tensión para su
 Sin ejercicio con soporte de mantenimiento
peso
 Peso e índice de masa
corporal bajos

Opciones de Estilo de Vida


Disminuye la
 Cafeína
 Alcohol osteogénesis en el
 Tabaquismo remodelado óseo
 Falta de exposición a la luz
solar
Medicamentos
 P. ej. Corticoesteroides,
anticonvulsivos, heparina,
hormonas tiroideas
Cormobilidad
 P, ej, anorexia nerviosa,
hipertiroidismo, síndrome de
absorción deficiente,
insuficiencia renal

Manifestaciones clínicas

La osteoporosis es una enfermedad asintomática. Por este motivo se le ha llamado la


“epidemia silenciosa”. Es un error considerar que la pérdida ósea se acompaña de dolores
músculo-esqueléticos, y es relativamente frecuente que los pacientes sean referidos por este
motivo con la sospecha de osteoporosis, especialmente mujeres en la peri o primeros años de
la menopausia. Las principales manifestaciones clínicas se deben a sus complicaciones, las
fracturas. Las fracturas por fragilidad más frecuentes se localizan en columna vertebral,
muñeca y cadera. Suelen clasificarse de modo más general como vertebral y no vertebral.
Entre las no vertebrales se incluyen además las de húmero, pelvis, costillas y otras de
frecuencia menor. No suelen incluirse como osteoporóticas las fracturas de dedo, cráneo y se
duda de las de tobillo. Se producen por un traumatismo menor, como una simple caída desde
la posición de bipedestación. Por ello también se conocen como fracturas por fragilidad.
Aparecen principalmente después de los 50 años lo que las diferencia de las traumáticas que
predominan durante la juventud. Las manifestaciones clínicas de las fracturas son las mismas
que las del resto de las fracturas de la misma localización, y se acompañan de dolor,
impotencia funcional y deformidad.

La fractura vertebral es la más prevalente. Su forma de presentación clínica típica es el dolor


agudo, si bien no es infrecuente que sea asintomática. Puede ser consecuencia de un esfuerzo
mecánico al cargar peso o agacharse, pero también puede no haber motivo aparente. La
manifestación más típica es un dolor agudo, intenso, localizado en columna, que se exacerba
con los movimientos y disminuye con el reposo. El dolor llega a ser muy incapacitante
impidiendo el sueño. La intensidad del dolor suele disminuir a partir de las 2-3 primeras
semanas para desaparecer al cabo de 2-3 meses. El dolor puede irradiarse hacia las costillas
o hacia las piernas, según proceda de la columna dorsal o lumbar. Sin embargo cerca de dos
tercios de las fracturas vertebrales son asintomáticas y solo pueden comprobarse mediante
una radiografía de columna lumbar o dorsal. Por este motivo se clasifican como clínicas o
morfométricas, estas últimas solo evidenciable por técnicas de imagen. En algunos pacientes,
como consecuencia de las alteraciones estructurales de la columna puede desarrollase una
inestabilidad de la columna, con contractura muscular paraespinal, tensión ligamentosa e
incongruencia de las carillas articulares que pueden ser la cusa de dolores crónicos axiales.
Las fracturas vertebrales torácicas suelen tener una compresión en cuña que da origen a la
cifosis característica de estos pacientes (“joroba de la viuda”). Las fracturas lumbares
acostumbran a aplastarse en su altura central (vértebras en diábolo). La pérdida de altura de
los cuerpos vertebrales disminuye la distancia entre la parrilla costal y la pelvis, que en
algunos pacientes incluso llega a establecerse un contacto doloroso de las costillas con la
pelvis (síndrome costo-pélvico). La acumulación de aplastamientos vertebrales se traduce en
una pérdida de altura. Algunos autores consideran que una disminución superior a 3 cm en
dos años sería un signo indirecto de fracturas vertebrales. Se ha propuesto comparar la
envergadura de las extremidades superiores, de igual medida que la altura corporal en la
juventud, con la altura del paciente para detectar disminuciones de la talla. Es interesante
destacar que en la fractura vertebral osteoporótica raramente se observan las complicaciones
neurológicas que acompañan a las fracturas vertebrales de otro origen. La aparición de
manifestaciones neurológicas medulares o radiculares debe hacernos pensar en un origen no
osteoporótico de la fractura. Las modificaciones de la columna pueden dificultar la dinámica
torácica y alterar la ventilación. El abdomen pierde capacidad de volumen, se hace
prominente y se modifica el tránsito intestinal. La fractura más grave es la de cadera,
generalmente desencadenada por una caída. Aunque no hay datos que lo apoyen, se ha
generalizado la creencia popular de que en presencia de una osteoporosis importante, el
paciente se fractura la cadera estando de pie y que después cae. La mayor tasa de mortalidad
asociada a la osteoporosis está relacionada con la fractura de cadera y representa uno de sus
más importantes costes sociales. Las causas de muerte son diversas y en numerosos casos no
está relacionada directamente con la fractura. La mortalidad es del 20-30% en el primer año,
lo que significa que el riesgo de muerte aumenta de 2 a 10 veces por encima de lo esperado
en la población de similares características. La mayor parte necesitan intervención quirúrgica.
Pero, las repercusiones de una fractura de cadera no se limitan a su tratamiento hospitalario,
sino al deterioro de la calidad de vida. La mayoría tienen discapacidad residual y un
porcentaje de casos pierde la capacidad de llevar una vida independiente. Por ejemplo, sólo
una quinta parte de los pacientes que caminaban sin ayuda antes de la fractura lo hacen 6
meses después. La fractura de Colles tiene menos repercusiones que las dos anteriores. En
algunas pacientes puede originar dolor local persistente, discapacidad funcional, neuropatía
y artritis postraumática; además, es un factor de riesgo significativo para la futura
presentación de fracturas vertebrales o de cadera. Por último, debe tenerse en cuenta el
impacto psicológico y social que pueden acarrear las fracturas osteoporóticas. El desarrollo
de depresión es el trastorno psicológico citado con más frecuencia. La aparición de ansiedad,
miedo a nuevas fracturas, y otras reacciones emocionales son también importantes, e influyen
en la recuperación de los paciente. Las repercusiones familiares de un paciente con fractura
de cadera y a menudo con una gran dependencia física y psíquica, sencillamente no pueden
llegar a calcularse por su complejidad.4

FISIOPATOLOGÍA:

El hueso es un tejido que está en constante formación y destrucción a lo largo de toda la vida.
Este fenómeno se conoce como el remodelado óseo y se lleva a cabo por medio de la unidad
de remodelación ósea que consiste en un conjunto de células encargadas de destruir pequeñas
porciones de hueso, que son posteriormente sustituidas por hueso5.

El remodelado óseo tiene dos funciones principales: en primer lugar, al sustituir el tejido óseo
viejo por joven, aumenta la resistencia del esqueleto a las fracturas y en segundo lugar,
asegura la disponibilidad de minerales como el calcio, el fósforo o el magnesio, para ser
transportado del hueso al líquido extracelular y viceversa, de acuerdo con las necesidades del
organismo5.
Las células que participan en el remodelado óseo son de diversos tipos, pero dos de ellas son
las protagonistas principales del proceso: los osteoclastos, que son macrófagos
especializados en destruir hueso, fenómeno denominado “resorción ósea” y los osteoblastos,
células derivadas del tejido conectivo que se encargan de formar el hueso. Existen otras
células, como los osteocitos, linfocitos, macrófagos y células endoteliales que prestan su
apoyo al proceso de remodelado5.

En la osteoporosis se produce una disfunción de las unidades de remodelado óseo que a su


vez se debe fundamentalmente a dos tipos de alteraciones. La primera consiste en el
establecimiento de un “balance negativo”; la segunda en un aumento del número de unidades
de remodelación, que da lugar a lo que se designa como “aumento del recambio óseo”5.

a) BALANCE NEGATIVO

En el adulto joven existe un balance óseo “cero” ya que la cantidad de hueso que forman los
osteoblastos en cada unidad de remodelación ósea es igual a la que han destruido previamente
los osteoclastos. Sin embargo, alrededor de los 40 años, la cantidad de hueso formada por los
osteoblastos comienza a ser algo menor que la destruida por los osteoclastos. Esta situación
se describe como de “balance negativo” y su consecuencia, lógicamente, es la disminución
de la cantidad total de la misma6.
El balance negativo que se desarrolla con la edad se debe fundamentalmente a una
disminución de la formación ósea, relacionada probablemente tanto con un descenso en el
número de osteoblastos. Ello, al menos en parte, se debe a que también desciende en el
microambiente óseo la concentración de factores estimuladores de estas células, lo que en
algún caso (proteínas Wnt) se ha atribuido al aumento de radicales ROS en el
envejecimiento6.

En ocasiones contribuye al balance negativo un aumento de la resorción ósea, debido a un


incremento de la actividad osteoclástica. Dicho aumento se puede traducir, además, en un
mayor recorrido de los osteoclastos, hasta el punto de que la trabécula puede perforarse. Por
otra parte, este aumento en la actividad de los osteoclastos se acompaña del nacimiento de
un mayor número de unidades de remodelación ósea, lo que da lugar al fenómeno que
conocemos como “aumento del recambio”. Frente a la disminución de la actividad de los
osteoblastos propia de la edad, el aumento de la de los osteoclastos guarda relación con la
disminución de los estrógenos. La falta de estas hormonas probablemente también inhibe la
actividad formativa por favorecer la apoptosis de los osteoblastos, lo que intensifica el
balance negativo6.

b) AUMENTO DEL RECAMBIO ÓSEO

El aumento del número de unidades de remodelación cuando éstas se encuentran en balance


negativo supone un aumento del número de puntos del esqueleto en que se pierde masa ósea,
y por tanto una aceleración de dicha pérdida. De hecho, aunque el balance negativo sea un
factor indispensable para que se desarrolle pérdida de masa ósea, el factor que habitualmente
es responsable de la mayor cantidad de masa ósea perdida es el aumento del recambio. Las
formas de osteoporosis en que este factor juega efectivamente el papel primordial se conocen
como “osteoporosis de recambio alto”6.

El ejemplo más característico de aumento del recambio lo constituye la menopausia, con la


depleción de estrógenos que conlleva. A él se debe la aceleración de la pérdida de masa ósea
que sigue a la misma, y en definitiva es el mecanismo responsable de la “osteoporosis
postmenopáusica”6.
En las personas de edad avanzada, el aumento del recambio óseo puede ser debido al
desarrollo de un hiperparatiroidismo secundario que a su vez puede ser condicionado tanto
por una disminución de la función renal como por la disminución de los niveles séricos de
Vitamina D. No obstante debe tenerse en cuenta que la heterogeneidad de la osteoporosis
permita que en algunos casos exista esta enfermedad sin que el recambio óseo esté
aumentado, como ocurre en la osteoporosis idiopática del varón, aunque es cierto que estas
circunstancias clínicas son bastante menos frecuentes6.

Regulación del calcio en el organismo.


OSTEOARTRITIS

I. DEFINICIÓN:

La osteoartritis (OA), también conocida como artrosis o enfermedad degenerativa de las


articulaciones, es el tipo más común de artritis. La OA es una condición crónica caracterizada
por el desgaste del cartílago de las articulaciones.

El cartílago es la parte de la articulación al final de los huesos que les permite fácil
movimiento. El desgaste del cartílago hace que los huesos friccionen uno contra otro,
causando rigidez, dolor y pérdida de movimiento articular 7.

Puede ocurrir en cualquier articulación pero, generalmente, suele afectar las manos, las
rodillas, las caderas o la columna7.
II. INCIDENCIA/ PREVALENCIA

La osteoartritis es una de las condiciones médicas más frecuentes en la población, es una


causa importante de discapacidad en los adultos mayores, y genera altos costos. La incidencia
y la prevalencia de la enfermedad varían de acuerdo con el tipo de definiciones que se utilice.
El diagnóstico se establece por criterios clínicos, radiológicos e, idealmente, ambos. Las
articulaciones más afectadas son las manos, las rodillas y las caderas, aunque con una
distribución variable dependiendo de la población estudiada 7.

Se considera a la OA un problema de salud pública debido a su alta incidencia y prevalencia.


La padece al menos 15 % de la población mundial por arriba de los 60 años de edad.
Inclusive, se ha determinado que dentro de las enfermedades reumáticas la OA es 10 a 12
veces más frecuente que la artritis reumatoide. La prevalencia depende de la precisión de los
criterios o métodos utilizados para su diagnóstico. Los estudios de autopsia y las radiografías
muestran una prevalencia mayor que la enfermedad sintomática; cuarenta por ciento de los
estudios de autopsia muestran evidencia histológica de OA y sólo 10% presentaron dolor de
rodillas. En la OA de las manos esto no es necesariamente cierto, los síntomas clínicos
pueden preceder por meses o años a las manifestaciones radiológicas más tempranas (3). La
OA de rodillas es la más significativa clínicamente y se incrementa con la edad ya que 33 y
53% de los hombres y de las mujeres de más de 80 años de edad tienen evidencia 2
radiológica de OA, sin embargo, las manifestaciones clínicas sólo se reportan en 16% de las
mujeres y 5% de los hombres de más de 80 años de edad.7

Los factores raciales, étnicos y culturales son particularmente importantes cuando se intenta
conocer la prevalencia de una enfermedad como la OA, en la que, como ya se mencionó, el
síntoma clave es el dolor, y es por este síntoma y, en la medida de lo posible, por su
cuantificación que se puede estimar, además, el impacto que tiene en una población. Las
diferencias raciales en el grado y la expresión de la calidad del dolor son conocidas y
dependen no sólo de factores psicológicos, sino también sociales, ambientales y culturales47

- Osteoartritis de manos

Resulta complicado establecer una cifra total. Se estima que hasta un 70-90% de los mayores
de 75 años tienen algún signo radiológico de OA de las manos, siendo sintomática sólo en
un 10% de estos pacientes. Está claro que ocurre con mayor frecuencia y es más
discapacitante en mujeres que en varones7.

- Osteoartritis de rodillas

En términos generales, la OA de rodillas afecta por igual a ambos sexos y los cambios
radiológicos aumentan en proporción con la edad y el peso corporal. Al contrario de lo que
sucede en las manos, cuya prevalencia radiológica es mayor que la clínica, la gonalgia es más
frecuente que los cambios radiológicos propios de la enfermedad debido a la alta frecuencia
de lesiones de los tejidos blandos adyacentes que son causa de dolor7.

- Osteoartritis de cadera

Se estima en general una prevalencia menor que la de OA de las rodillas 8

III. EPIDEMIOLOGIA

La artrosis es la enfermedad articular más frecuente y una causa importante de incapacidad


funcional y de deterioro de la calidad de vida. Es una de las causas más frecuentes de consulta
en Atención Primaria y tiene un elevado coste socioeconómico 5. Se da en todas las
poblaciones y su incidencia aumenta con la edad. Se estima que afecta al 85% de la población
anciana y que invalida al 10% de los mayores de 60 años, predominando en las mujeres 9

Un estudio revela que las enfermedades reumáticas son la tercera causa de incapacidad
temporal, precedida por los traumatismos y las enfermedades respiratorias. Dentro de las
enfermedades reumáticas, las causas más frecuentes fueron: el 47% procesos dolorosos de
columna vertebral, incluyendo la artrosis de esqueleto axial; y el 29% la artrosis periférica y
desarreglo de rodilla5.

En el mismo estudio, las enfermedades reumáticas fueron la primera causa de invalidez


permanente, representando alrededor del 40% de casos concedidos, siendo la artrosis la
enfermedad reumática más frecuente5.

Cuando se calculan los costes de una enfermedad se deben incluir los costes directos que
incluyen: visitas médicas, antiinflamatorios, analgésicos, coste de efectos adversos,
gastroprotectores, tratamientos rehabilitadores; y los costes indirectos: incapacidades o
alteración de la productividad laboral. El 75% del coste total sanitario de los procesos de
aparato locomotor en el grupo de edad entre 45 y 64 años se debe a su repercusión laboral.
También es importante definir los costes intangibles de la artrosis (calidad de vida y costes
sociales), ya que las enfermedades que más impacto producen sobre la calidad de vida física
son las músculo-esqueléticas, siendo la artrosis de rodilla la segunda después de la artritis
reumatoide8.

Etiología:

El cartílago es el tejido firme y elástico que protege los huesos en las articulaciones. Este
permite que los huesos se deslicen uno sobre otro. Cuando el cartílago se rompe y se desgasta,
los huesos se rozan. Esto a menudo provoca dolor, hinchazón y rigidez de OA.

A medida que la OA empeora, se pueden formar espolones óseos o hueso adicional alrededor
de la articulación. Los ligamentos y músculos alrededor de la articulación pueden volverse
más débiles y más rígidos.

Factores de riesgo

 La OA tiende a ser hereditaria.


 Tener sobrepeso aumenta el riesgo OA en las articulaciones de la cadera, la rodilla,
el tobillo y el pie. Esto es debido a que el peso extra causa más desgaste y ruptura.
 Las fracturas u otras lesiones articulares pueden llevar a la OA posteriormente en la
vida. Esto incluye lesiones al cartílago y los ligamentos en las articulaciones.
 Los trabajos que implican arrodillarse o estar en cuclillas durante más de una hora al
día o que implican levantar objetos, subir escaleras o caminar aumentan el riesgo de
OA.
 La práctica de deportes que implican un impacto directo sobre la articulación (fútbol
americano), torsión (baloncesto o fútbol soccer) o lanzar también aumentan el riesgo
de OA.

Manifestaciones clínicas

Los síntomas de la OA generalmente aparecen en personas de mediana edad y casi toda


persona tiene algunos síntomas hacia la edad de 70 años.

El dolor y la rigidez en las articulaciones son los síntomas más comunes. El dolor a menudo
es peor:

 Después del ejercicio.


 Cuando usted pone peso o ejerce presión sobre la articulación.

Con OA, las articulaciones se vuelven más rígidas y más difíciles de mover con el tiempo.
Usted puede notar un sonido de fricción, chirriante o crujiente al mover la articulación.

La "rigidez matutina" se refiere al dolor y la rigidez que usted puede sentir apenas despierta
por la mañana. La rigidez de la osteoartritis por lo regular dura 30 minutos o menos. Puede
durar más de 30 minutos si la articulación está inflamada. A menudo mejora después de la
actividad leve que permite que la articulación se "caliente".

Durante el día, el dolor puede empeorar cuando usted está activo y se siente mejor cuando
está descansando. A medida que la OA empeora, el dolor puede estar presente cuando usted
está descansando e incluso puede despertarlo por la noche.

Algunas personas podrían no tener síntomas, aunque las radiografías muestren los cambios
de la OA.
FISIOPATOLOGÍA DE LA OSTEOARTITIS

La etiología y génesis de la OA son múltiples, es decir, existen diversos causantes de la


enfermedad que generan diferentes alteraciones en la fisiología normal del cartílago. Pero
cuando la enfermedad ya se encuentra avanzada suele haber homogenización de los daños y
mecanismos comunes de perpetuación del cuadro2.

El cartílago articular, gracias a sus características, está diseñado para soportar los cambios
articulares debidos al movimiento y a la carga mecánica, pero la aplicación de fuerzas
estáticas prolongadas a las articulaciones, o de fuerzas cíclicas constantes, genera
alteraciones en la producción de matriz y aumento del catabolismo, hallazgos característicos
de la OA. La respuesta normal del cartílago es hipertrofiarse en las zonas de mayor presión
y tornarse hipotrófico en las de menor presión, todo ello gracias a la reorganización de las
fibras constituyentes del citoesqueleto, desencadenada por la mecano-transducción iniciada
por los cambios de osmolaridad ya descritos, que son detectados por integrinas y canales
activables por distensión10.

Es por la falta de este estímulo por lo que las personas sedentarias presentan articulaciones
débiles y susceptibles al daño causado por enfermedades metabólicas, mientras que los
ejercicios mal diseñados y repetitivos causan deformaciones en la articulación. En las
primeras fases de la enfermedad se suele observar el depósito de fibras de colágeno y
proteoglicanos en cúmulos desordenados, lo que refleja una mayor producción de estas
sustancias como respuesta a la destrucción aumentada. Cuando se ha iniciado el proceso de
alteración de la matriz extracelular y de mal funcionamiento de los condrocitos, tienen lugar,
como respuestas compensadoras, una mayor síntesis de matriz, un aumento del número de
células sobre todo en las capas profundas del tejido y una mayor liberación local de factores
de crecimiento11.

No obstante, esa respuesta es ineficaz porque se producen condrocitos característicos de


cartílagos inmaduros, que son inapropiados para soportar las funciones de una articulación
adulta; los condrocitos generados tienen también características propias de células
inmaduras. Esa respuesta compensadora por sí misma, además de ser insuficiente para
contrarrestar los daños articulares, es la causa de la generación de osteofitos y la invasión de
zonas de cartílago calcificado dentro del cartílago normal; además estos mecanismos
alcanzan un límite, después del cual dejan de funcionar y finalmente predomina el
catabolismo articular11.

En la OA existe una resistencia al IGF-I, aparentemente por la expresión de inhibidores de la


cascada de señalización proteína-quinasa, expresada por el condrocito en situaciones de
estrés; a la vez la mayor producción de proteínas fijadoras de IGF-1 (proteína de unión al
factor de crecimiento similar a la insulina) en la matriz pericelular del cartílago osteoartrítico
evita la unión de IGF-1 a sus receptores11.

Otros factores de crecimiento como TGF-β (El factor de crecimiento transformante beta),
HGF (Factor de crecimiento de hepatocitos), CTGF (Factor de crecimiento de tejido
conectivo) y FGF (Factor de crecimiento de fibroblastos) aumentan su producción, pero sus
efectos son menos claros o, como en el caso del TGF-β, al aumentar su concentración
empiezan a presentarse efectos catabólicos, debido a la activación de MMP 11.

En resumen, en la OA hay una alteración del equilibrio entre la síntesis y el catabolismo de


la matriz extracelular, que favorece la destrucción del cartílago ya sea por falta de sustrato o
por activación de las MMP3.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN PARA LA OSTEOPOROSIS Y OSTEOARTRITIS

 Ingesta de calcio

Se sugiere una dieta con un contenido adecuado de calcio. A partir de los 50 años la misma
debe contener aproximadamente 1 200 mg de calcio por día. Esto se aporta sobre todo con
productos lácteos, preferiblemente los que están fortificados con calcio, ya que contienen 40-
100% más de calcio que los productos no fortificados12.

En caso de intolerancia a los lácteos se pueden utilizar las leches deslactosadas, o se pueden
dar suplementos farmacéuticos de calcio, que deben ser indicados por el médico para evaluar
la dosis, la duración del tratamiento y el tipo de sal de calcio a utilizar 12.

 Otros nutrientes

Es importante asegurar un buen aporte proteico (1 gramo de proteínas/kg.día) y de otros


nutrientes (vitaminas y minerales); grado B. Los pacientes con fractura de cadera que reciben
suplementos proteicos presentan una menor hospitalización y una mejor recuperación
funcional12.
 Actividad física

El ejercicio, a través de la actividad muscular, tiene una fuerte relación con el riesgo de
fractura. Constituye el estímulo mecánico para la óptima adaptación de masa, arquitectura y
estructura esquelética, para sus requerimientos biomecánicos, y además reduce el riesgo de
caídas que pueden conducir a la fractura –aproximadamente el 5% de las caídas12.

No importa qué actividad se haga, el abandono del sedentarismo es el punto más importante.
La gimnasia aeróbica, como la caminata, es una propuesta con gran aceptación en la
población de edad avanzada. Deben aconsejarse distancias no menores a 20 cuadras por día,
comenzando por trechos cortos, con incrementos de acuerdo a las condiciones físicas 12.

 Exposición al sol/Vitamina D

La vitamina D se forma en la piel por exposición a los rayos ultravioletas, se encuentra en


muy pocos alimentos y su función es favorecer la absorción de calcio a nivel intestinal. Para
alcanzar buenos niveles de vitamina D la exposición solar en época estival debe ser corta,
entre 15 y 20 minutos, y siempre fuera de los horarios pico de mayor radiación solar; en
otoño e invierno las exposiciones deben aumentarse 12.

 Tabaco

Como ya se mencionó, el tabaquismo es un factor de riesgo que ha sido validado por


múltiples estudios, demostrando que aumenta el riesgo de fracturas y por lo tanto debería ser
evitado. El mecanismo exacto no es claro pero podría estar relacionado al aumento del
metabolismo de los estrógenos endógenos o a efectos directos del cadmio sobre el
metabolismo óseo. No se han realizado estudios prospectivos para determinar si cesar de
fumar reduce el riesgo de fracturas, sin embargo un análisis demostró que existe un mayor
riesgo de fracturas en fumadores12.

 Alcohol

El excesivo consumo de alcohol debe ser evitado ya que es un factor de riesgo para fracturas.
El mecanismo es multifactorial, e incluye: predisposición a las caídas, deficiencia de calcio
y enfermedad hepática crónica. Esta última, además, predispone a la deficiencia de vitamina
D12.
I. VALORACION

 Manos
En las manos se pueden observar lesiones asimétricas de las articulaciones interfalángicas
distales y proximales3.
La asimetría de las lesiones articulares, la firmeza de los nódulos, la presencia de quistes
sinoviales en el dorso articular, en ausencia de dolor e inflamación de las articulaciones
metacarpo falángicas y muñecas, sugieren fuertemente el diagnóstico de OA. A la afección
de la primera articulación carpometacarpiana se le denomina rizartrosis 3.
Cuando la deformidad articular de los dedos es importante hay pérdida de la fuerza de
prensión, dificultad para realizar movimientos finos (abrochar un botón), para cerrar el puño
o para extender la mano en una superficie dura)13.
 Hombros
La OA de los hombros es menos frecuente que la de miembros inferiores. El dolor se presenta
principalmente con el movimiento, aunque una manifestación característica es el dolor
nocturno que despierta al paciente13.
El dolor se agudiza cuando el sueño es profundo y se relajan los músculos peri-articulares;
disminuye cuando se coloca una almohadilla detrás de la articulación 13.
El examen clínico revela limitación de los movimientos pasivos y de la rotación. El síndrome
de hombro doloroso tiene varias causas: puede ser secundario a tendonitis o ruptura tendinosa
(manguito de los rotadores o tendón bicipital), puede ser secundario a OA de la articulación
con disminución del espacio articular y formación de osteofitos de la articulación
glenohumeral o acromioclavicular, o secundario a tendonitis múltiple o bursitis
subacromial13.
El hombro de Milwaukee es una forma grave de OA debida al depósito de cristales de
hidroxiapatita13.
 Rodillas
La exploración de las rodillas debe realizarse con el paciente de pie y en decúbito dorsal. En
todo caso debe investigarse deformación de las piernas en varo o valgo, así como la presencia
de pie plano por caída del arco longitudinal o transversal (punto de apoyo central y dedos en
gatillo)13.
Por lo general una rodilla está más afectada que la otra; la deformación se caracteriza por
aumento de volumen articular que ofrece resistencia a la palpación 9 debido a proliferación
ósea13.
En ocasiones, cuando la cronicidad ha destruido la superficie articular y la membrana sinovial
es lesionada por pellizcamiento o por la presencia de cuerpos libres, es posible detectar el
choque patelar o el signo de la onda por la presencia de líquido sinovial 13.
En la OA patelo-femoral la rodilla duele al subir o bajar escaleras; con los movimientos
activos o pasivos se puede percibir por palpación como la patela se desplaza con dificultad
sobre el cóndilo femoral y crepita; crepitación que también se puede escuchar con el
estetoscopio. En el diagnóstico diferencial se debe descartar lesión meniscal o lesión de los
tejidos periarticulares tales como bursitis (infrapatelar, prepatelar y anserina), tendonitis
(tendón del cuádriceps) y debilidad o atrofia muscular que pueden confundir el diagnóstico 13.
 Cadera
En la OA coxofemoral el dolor se presenta principalmente al caminar y se irradia a los
glúteos, región inguinal y rodillas; es bien conocido el aforismo precautorio que reza “cuando
la cadera duele, la rodilla llora13.
La OA coxofemoral limita el desplazamiento lateral de la cadera cuando esta se encuentra
en flexión y se deja caer lentamente alejándose de la línea media (maniobra de Patrick)3.
Cuando la OA de cadera es severa y ya no hay espacio articular, la pelvis se balancea en
bloque conforme la pierna cae lateralmente13.
 Columna vertebral
Afecta principalmente las articulaciones diartrodiales (facetas articulares). Una de las
características más sobresalientes de la OA es la formación de osteofitos. En las vértebras
este proceso de calcificación anormal puede crecer hacia los agujeros de conjunción y
producir síntomas radiculares por compresión. La OA afecta la columna vertebral en los
sitios de mayor movilidad (columna cervical y lumbar). La exploración de estas regiones
puede revelar hipersensibilidad o dolor muscular regional, contractura muscular y
compromiso radicular que por su localización y para su diagnóstico se requiere de
exploración neurológica regional, estudios radiológicos y electromiográficos 13.
A. OSTEOPOROSIS:

 Dolor Agudo (00132)


 Riesgo de caídas (00155)
 Deterioro de la movilidad física (00085)

B. OSTEOARTRITIS:

 Dolor Crónico (00133)


 Deterioro de la Ambulación (00088)

Validación de diagnóstico:
Deterioro de la ambulación (00088) r/c Deterioro muscoloesqueletico y dolor m/p
deterioro de la habilidad para caminar la distancia requerida y subir escaleras.
CARACTERISTICAS FACTOR DOMINIO Y CLASE
DEFINITORIA RELACIONADO

Deterioro de la habilidad Deterioro DOMINIO 4:


para caminar la distancia muscoloesqueletico. Actividad/reposo
requerida.
Deterioro de la habilidad Dolor CLASE 2:
para subir escaleras. Actividad/ejercicio

Dolor crónico (00133) r/c Afección muscoloesqueleica crónica y contusión m/p


alteración de habilidad para continuar las habilidades previas y expresión facial de
dolor.
CARACTERISTICAS FACTOR DOMINIO Y CLASE
DEFINITORIA RELACIONADO

Alteración en la habilidad Afección DOMINIO 12:


para continuar las muscoloesqueleica crónica. Confort
habilidades previas.
Expresión facial de dolor Contusión CLASE 1:
(ojos sin brillo, mirada Confort físico
abatida, movimientos fijos
o escasos, muecas)

Declaración de diagnóstico:
 Deterioro de la ambulación (00088) r/c Deterioro muscoloesqueletico y dolor m/p
deterioro de la habilidad para caminar la distancia requerida y subir escaleras.

 Dolor crónico (00133) r/c Afección muscoloesqueleica crónica y contusión m/p


alteración de habilidad para continuar las habilidades previas y expresión facial de
dolor.
PLANIFICACIÓN
DIAGNOSTICO ENFERMERO: Riesgo de caídas (00155)

RESULTADO INTERVENCIONES/ FUNDAMENTO


Conducta de Prevención ACTIVIDADES CIENTIFICO
de caídas
DOMINIO IV: CAMPO 4: Seguridad Reconocer cuales son los
Conocimiento y conducta de CLASE V: Control de riesgos déficits, tanto cognitivo o
salud. físico que hacen que aumente
CLASE T: el riesgo a las caídas, nos
Control de riesgo y ayudara a trabajar con estos
seguridad. déficits, ya sea mejorándolos
PUNTUACIÓN DIANA INTERVENCIÓN: o tratándolos con
De 2 raramente Prevención de caídas medicamentoso con algunas
demostrado - 4 terapias, para que así haiga un
 Identificar el déficit
frecuentemente menor riesgo.
cognitivo o físico del
demostrado. Así como también es
paciente que puedan
importante reconocer las
aumentar la
INDICADORES conductas dañinas adoptadas
posibilidad de caídas
 Colocar barreras para por la persona, para así poder
en un ambiente dado.
prevenir caídas trabajar junto con la persona y
 Identificar conductas
(190903) mejorar y eliminar esa
y factores que afectan
 Proporciona ayuda conducta que empeora su
el riesgo de caídas con
para la movilidad Salud.
el paciente y las
(190902) Es bueno reconocer y
caídas.
 Utiliza evaluar junto con el paciente
 Compartir con el
procedimientos de la marcha y el movimiento
paciente
traslado seguros que realiza a diario, para
observaciones sobre la
(190919) identificar cuáles son los
marcha y el
movimientos que no
movimiento.
colaboran con su prevención
caídas, y así poder evitar
 Disponer de una realizar estos movimientos y
iluminación adecuada cambiar en la marcha.
para aumentar la Una buena iluminación en el
visibilidad. medio donde se desplaza la
 Evitar persona con riesgo a caídas
reorganizaciones evita caídas recurrentes.
innecesarias del Una persona está adaptada a
ambiente físico. la organización en su casa,
entonces si es que existe un
cambio va existir un riesgo
de en este caso de caídas,
porque la persona no va
encontrar la misma
estructura.
Deterioro de la ambulación (00088) r/c Deterioro muscoloesqueletico y dolor m/p
deterioro de la habilidad para caminar la distancia requerida y subir escaleras.

RESULTADOS INTERVENCIONES/ FUNDAMENTO CIENTIDICO


ACTIVIDADES

Movilidad Los ejercicios físicos son muy


(0208) importantes durante la
osteoartritis, tanto para mantener la
TERAPIA DE forma física como para luchar
DOMINIO: Salud EJERCICIOS: contra la inestabilidad articular.
funcional (I) MOVILIDAD La osteoartritis incipiente causa
CLASE: Movilidad ARTICULAR dolores, molestias, rigideces y/o
(C) (0224) deformaciones de las
articulaciones1.
ESCALAS En caso de osteoartritis avanzada,
Gravemente esta causa dolores crónicos,
comprometido (1)  Enseñar al paciente/ rigideces, deformaciones de las
Sustancialmente familia a realizar de articulaciones y/o discapacidad.
comprometido (2) forma sistemática los De hecho, además de los
Moderadamente ejercicios de rango de medicamentos que su médico le ha
comprometido (3) movimiento pasivo o recetado, es necesario aprender a
Levemente activo. practicar actividades adaptadas1.
comprometido (4) Se ha mostrado que el ejercicio
No comprometido  Ayudar en el aeróbico disminuye los síntomas
(5) movimiento articular de la artrosis y mejora la función
INDICADORES regular y rítmico física. Incluso cortas caminatas
dentro de los límites de diarias reducen el mejoran la
020810 Marcha dolor, resistencia y función muscular.1
movilidad articulares. El ciclismo ha mostrado un efecto
1 2 3 4 5 similar. Al ser una actividad de
bajo impacto aeróbico se ha
 Fomentar la transformado en una
deambulación. recomendación popular. Se han
mostrado beneficios con distintas
intensidades y buena tolerancia sin
reportes de dolor agudo asociado a
la actividad1.
Las terapias acuáticas se
recomiendan en pacientes que no
020804 Movimiento toleran o se resisten a ejercicios en
articular tierra. Debido a que estas terapias
generan menor impacto en las
articulaciones, se cree que pueden
ser mejor toleradas, sin embargo,
hasta la fecha no se han mostrado
consistentemente beneficios a
largo plazo. La recomendación
actual es utilizar las terapias
acuáticas para iniciar el
tratamiento para luego avanzar a
terapias en tierra1.
1 2 3 4 5 Las recomendaciones específicas
deben ser guiadas por factores
individuales encontrados en la
historia y examen físico y por las
preferencias del paciente y
accesos. Se debe prestar especial
atención a los pacientes con
alteraciones de los ejes en
extremidades inferiores,
hiperlaxitud, antecedentes de
lesiones o cirugías previas,
comorbilidades y fobias. En estas
condiciones, es recomendable que
los pacientes realicen un programa
supervisado por fisioterapeutas
020806 Ambulación entrenados. El programa de
ejercicios debe ajustarse a las
capacidades y necesidades
individuales y durante el
seguimiento es clave informar
sobre los beneficios y cumplir
etapas. Los resultados no son
inmediatos y la adherencia a los
programas es un problema serio en
el que los médicos tratantes pueden
marcar la diferencia1.
La actividad física puede ser una
medicina poderosa y debe ser
utilizada tanto en la prevención
como en el tratamiento del dolor e
invalidez asociados a artrosis1.
Dolor crónico (00133) r/c Afección muscoloesqueleica crónica y contusión m/p
alteración de habilidad para continuar las habilidades previas y expresión facial de
dolor.

RESULTADOS INTERVENCIONES/ FUNDAMENTO


ACTIVIDADES CIENTIDICO

DOLOR: EFECTOS
NOCIVOS Actualmente no existe cura para
(2101) MANEJO DEL DOLOR la artrosis, y el tratamiento del
(1400) dolor representa una gran parte
en el manejo de la OA. El manejo
DOMINIO: Salud analgésico debería siempre
percibida (V) combinar aproximaciones
CLASE:  Seleccionar y farmacológicas y no
Sintomatología (V) desarrollar aquellas farmacológicas2.
medidas Muchas de las aproximaciones
ESCALAS (farmacológicas, no farmacológicas se consideran
Gravemente farmacológica e ineficaces y no muy seguras.
comprometido (1) interpersonales) que Paracetamol es una droga
Sustancialmente faciliten el alivio del recomendada de forma común
comprometido (2) dolor. para el dolor OA, pero su efecto
Moderadamente analgésico es débil y su perfil de
comprometido (3) seguridad está siendo
Levemente reconsiderado, especialmente en
comprometido (4) pacientes ancianos. Los
No comprometido (5) antiflamatorios no esteroideos
INDICADORES (AINEs) son más efectivos, pero
no seguros para su uso a largo
plazo; algunos AINE se usan
como tratamientos tópicos. La
escalera analgésica de la OMS no
es relevante en el dolor por OA;
los opioides débiles como la
codeina o el tramadol son
fármacos de elección para el
dolor más intenso, mientras que
los opioides mayores no
210113 Movilidad
demuestran mayor eficacia y
física alterada
tienen problemas de seguridad,
especialmente en los pacientes
ancianos. Las infiltraciones
locales (esteroides y ácido
hialurónico) pueden demostrar
efectos analgésicos
especialmente en el tratamiento
del dolor de rodilla2.
1 2 3 4 5 Las aproximaciones no
farmacológicas representan el
más seguro y probablemente el
más efectivo de los tratamientos
del dolor por OA. Estos incluyen
numerosos tratamientos, con
validez heterogénea. Ejercicios,
especialmente fortalecimiento
acuática y flexibilidad han
demostrado importantes efectos
analgésicos al igual como
mejoras en la funcionalidad. La
pérdida de peso es efectiva en el
dolor de rodilla y el Tai-Chi, la
210134 Deterioro de acupuntura y el TENS pueden ser
la actividad física indicados. Finalmente, la cirugía
es una opción en la OA intratable
dolorosa y severa que que se
acompaña por pérdida de función
importante. De hecho, a pesar de
que la cirugía es muy efectiva en
la OA de cadera, muchos
estudios han demostrado que
entre el 20 y el 25 % de los
pacientes con dolor de rodilla
secundario a OA tienen dolor tras
la cirugía.2

1 2 3 4 5
EJECUCIÓN
MAV EVOLUCIÓN DE LA PERSONA.

A Riesgo de caídas (00155)

P RESULTADO: Conducta de prevención de caídas


PUNTUACIÓN DIANA: De 2 raramente demostrado - 4 frecuentemente
demostrado.
INDICADORES:
 Colocar barreras para prevenir caídas (190903)
 Proporciona ayuda para la movilidad (190902)
 Utiliza procedimientos de traslado seguros (190919)
I  Identificar el déficit cognitivo o físico del paciente que puedan
aumentar la posibilidad de caídas en un ambiente dado.
 Identificar conductas y factores que afectan el riesgo de caídas con
el paciente y las caídas
 Compartir con el paciente observaciones sobre la marcha y el
movimiento
 Disponer de una iluminación adecuada para aumentar la visibilidad.
 Evitar reorganizaciones innecesarias del ambiente físico.

E  Se pregunta, se observa y se evalúa el medio por donde la persona


con riesgo a caídas transita para comprobar si es que hay barreras
para prevenir las caídas.
 Se pregunta si es que presenta algún dispositivo que le ayude con su
movilidad, o alguna persona que esté siempre disponible para él, que
lo ayude en la movilización
 Se observa se analiza junto con la persona cuidadora si es que se
realiza traslados seguros.
EVALUACIÓN
Problema : Riesgo de caídas (00155)
Resultado: Conducta de prevención de caídas
Puntuación diana: Llevar de 2 raramente demostrado a 4 frecuentemente
demostrado.
Indicadores de Nivel de logro Medidas de evaluación
evaluación alcanzado en los
indicadores
 Colocar barreras  De 2 raramente  Se pregunta, se observa
para prevenir demostrado a 3 a y se evalúa el medio por
caídas (190903) veces donde la persona con
 Proporciona demostrado. riesgo a caídas transita
ayuda para la  De 2 raramente para comprobar si es que
movilidad demostrado a 3 a hay barreras para
(190902) veces prevenir las caídas.
 Utiliza demostrado.  Se pregunta si es que
procedimientos  De 2 raramente presenta algún
de traslado demostrado a 3 a dispositivo que le ayude
seguros (190919) veces con su movilidad, o
demostrado. alguna persona que esté
siempre disponible para
él, que lo ayude en la
movilización
 Se observa se analiza
junto con la persona
cuidadora si es que se
realiza traslados
seguros.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
1. Gallo F, Giner V, León F, Mas X, Medina M, Nieto E, et.al. Osteoporosis Manejo:
Prevención, diagnóstico y tratamiento. Barcelona: semfyc; 2014.
2. Cuídate Plus [Internet]. [citado el 03 de mayo de 2019]Disponible en:
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/musculos-y-
huesos/osteoporosis.html
3. Rojas E. Osteoporosis. Rev Med de Costa Rica y Centro América [Internet]. 2015
[citado 5 May 2019]; p. 477-483. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2015/rmc152zt.pdf
4. Del Pino J. Osteoporosis. Concepto e importancia. Rev Osteoporos Metab Miner
[Internet]. 2010 [citado 5 may 2019]; 2 (Supl 4): S15-S20. Disponible en:
http://revistadeosteoporosisymetabolismomineral.com/pdf/articulos/9201002040
0150020.pdf
5. Sosa HM, Gómez DJ. La osteoporosis. Definición, importancia, fisiopatología y
Clínica. Rev Osteoporos Metab Miner (Internet). 2010 (citado el 3 de mayo del
2019); Vol. 2.Disponible
en:http://www.revistadeosteoporosisymetabolismomineral.com/pdf/articulos/92
010020500030007.pdf
6. González MJ, Olmos JM. Fisiopatología de la osteoporosis y mecanismo de
acción de la PTH. 2010 (citado el 3 de mayo del 2019); Vol. 2.Disponible en:
http://revistadeosteoporosisymetabolismomineral.com/pdf/articulos/9201002020
0050017.pdf
7. César SN, Diego LZ. Fisiopatología celular de la osteoartritis: el condrocito
articular como protagonista. Rev. IATREIA (Internet). 2011 (citado el 3 de mayo
del 2019); Vol. 24(2): 167-178. Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/iat/v24n2/v24n2a06.pdf.
8. LEÓN SC, ALICIA BA y HARALDO CL. Guías 2012 para el diagnóstico, la
prevención y el tratamiento de la osteoporosis. Rev. MEDICINA (Internet). 2013
(citado el 3 de mayo del 2019); Volumen 73(1). Disponible en:
https://www.iofbonehealth.org/sites/default/files/PDFs/National%20Guidelines/
Argentine_guidelines_2013-QSchurman_y_col-1QMedicina-2013.pdf
9. Arthritis foundation [Internet]. 2016. [citado el 03 de mayo de 2019]. Disponible
en: http://espanol.arthritis.org/espanol/for-future-use/osteoartritis/
10. Medline Plus [Internet]. [15 de febrero de 2019; citado el 03 de mayo de 2019].
Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/osteoarthritis.html
11. Lavalle C. Osteoartritis [Internet]. [citado el 03 de mayo de 2019]. Disponible en:
http://www.facmed.unam.mx/sms/temas/2010/06_jun_2k10.pdf
12. Peña A, Fernández J. Prevalencia y factores de riesgo de la osteoartritis. Reumatol
Clin [Internet]. 2007 [citado el 03 de mayo de 2019]; 3 (6): 1-69. Disponible en:
https://www.reumatologiaclinica.org/es-prevalencia-factores-riesgo-
osteoartritis-articulo-13111157

13. MedlinePlus. Adam [Internet]. [actualizado 30 abr 2019; citado 5 may 2019].
Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000423.htm

Você também pode gostar