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Relación de la presión con: altura, geografía y salud


La relación que existe entre la presión, la geografía y la altura es muy estrecha ya que una
depende de la otra.
Geográficamente, tomando como referencia el nivel del mar, donde la presión atmosférica
tiene un valor de 760 mm, se comprueba que, al medir la presión en la cumbre que se
encuentra a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar, la presión atmosférica vale
aproximadamente 635 mm; es decir, la presión disminuye con la altura.
Es decir, que a medida que subimos en altura, el peso es menor y desciende la presión puesto
que la cantidad de aire que hay en la cima de una montaña también es menor. Un punto alto
soporta menos presión que uno bajo.
En la salud, las variaciones de la presión atmosférica influyen en el cuerpo del hombre. Una
disminución de la presión atmosférica favorece la expansión del volumen de aire encerrado en
los oídos, pudiendo provocar barotitis, dolorosa afección producida por una desigual presión a
ambos lados de la membrana timpánica. También, afecta a los senos nasales y es causa de
barosinusitis, que provoca molestias faciales. También puede favorecer la aparición de
problemas pulmonares graves.
La presión atmosférica influye asimismo sobre la presión arterial, de modo que al disminuir la
primera disminuye la segunda. En consecuencia, las personas hipertensas pueden sufrir
trastornos en zonas geográficamente altas.
En los habitantes de zonas montañosas se da con relativa frecuencia el llamado mal crónico
de altura, causante de policitemias (aumento anormal de hematíes debido a falta de oxígeno)
y de hipertensión pulmonar.
El efecto de capilaridad, el cual es el ascenso o descenso de un líquido en un tubo de diámetro
pequeño insertado en un líquido. Esos tubos angostos o canales de flujo confinado se llaman
capilares. El ascenso del queroseno por una mecha de algodón insertada en el recipiente de
una lámpara con este combustible se debe a este efecto.
El efecto de capilaridad también es parcialmente causante del ascenso del agua hasta la punta
de los árboles altos. La superficie libre curva de un líquido en un tubo capilar se llama menisco.
El fenómeno del efecto de capilaridad se puede explicar en forma microscópica cuando se
consideran las fuerzas de cohesión (las fuerzas entre las moléculas semejantes, como agua y
agua) y las fuerzas de adhesión (las fuerzas entre las moléculas diferentes, como agua y
vidrio).
Cuando se iguala la componente vertical de la fuerza de tensión superficial al peso se obtiene:
𝑊 = 𝐹𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 → 𝜌𝑔 (𝜋𝑅 2 ℎ) = 2𝜋𝑅𝜎𝑠 cos 𝜃
2𝜎
Despejando h da el ascenso por capilaridad como: Ascenso por capilaridad: ℎ = 𝜌𝑔𝑅𝑠 cos 𝜃

La presión atmosférica es el peso de la columna de aire que hay sobre cualquier punto o lugar
de la tierra y es por tanto el peso por unidad de superficie.
Cuanto mayor es la altura, menor es la presión atmosférica y cuanto menor es la altura y más
se acerque a nivel del mar, mayor será la presión.
Aparatos de medida de la presión atmosférica:
La presión atmosférica se mide con un aparato llamado barómetro, que fue creado en 1643
por el físico y matemático Evangelista Torricelli.
El barómetro de mercurio consiste en un tubo de vídreo de 850 mm de altura, cerrado por la
parte superior y abierto por la parte inferior. Este tubo está lleno de mercurio y va situado sobre
un recipiente abierto también lleno de mercurio. A nivel del mar, el nivel de mercurio del interior
del tubo baja hasta una altura de unos 760 mm, dejando un vacío en su parte superior.
El barómetro aneroide no lleva mercurio y es el que se utiliza en navegación. Consiste en una
caja metálica, también llamada cápsula de vidi, en la que se ha hecho parcialmente el vacío.
Esta caja se contrae con el aumento o disminución de la presión ejercida sobre ella,
transmitiendo sus movimientos a una aguja que es la que nos indica el valor de la presión
atmosférica sobre una superficie graduada.

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