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actividad de la proteína G
2. Materiales y métodos
Los datos sin procesar de los experimentos in vivo se transformaron en los valores de
efectos máximos posibles (% MPE ± SEM) de acuerdo con la siguiente fórmula: (viene en el
artículo)
3. Resultados
La morfina produjo una elevación dependiente de la dosis en los umbrales de dolor térmico
en ratones HA y LA (Fig. 1). En la prueba de placa caliente, que mide una respuesta
nociceptiva mediada supraespinal, la morfina fue 6.6 veces más potente en HA que en
ratones LA (Tabla 1, Fig. 1A). En la prueba de colapso de la cola, que refleja la activación
de los sitios de la columna vertebral, la morfina mostró una potencia 3.2 veces mayor en los
ratones HA (Tabla 1, Fig. 1A). Además, la morfina fue 6.3 veces y 13.1 veces más potente
en la cola que en la prueba de placa caliente en HA y ratones LA, respectivamente.
4. Discusión
El estudio presentado aquí fue otro intento de identificar el posible factor que contribuye a la
divergencia en la sensibilidad de los opioides entre los ratones seleccionados para
analgesia alta y baja. Como se predijo, la morfina produjo un mayor efecto antinociceptivo
en la HA que en la línea LA, lo que confirma la escasa participación del sistema opioide en
la generación de antinocicepción en ratones LA. Hemos demostrado que la reproducción
selectiva para la analgesia inducida por el estrés ha afectado más prominentemente la
señalización de la proteína G en el tálamo, el hipotálamo, la PAG y el hipocampo. En estas
regiones del cerebro, la activación de la proteína G fue significativamente mayor en HA que
en los ratones LA.
Múltiples estudios en cepas consanguíneas proporcionaron pruebas de que la sensibilidad
de los opioides estaba correlacionada con alteraciones en la expresión, densidad o
densidad de los receptores opioides o estaba relacionada con la existencia de marcadores
específicos de locus de rasgos cuantitativos (QTL) (Kest et al., 1998; Krumins et al., 1990)
(Belknap et al., 1995; Kozak et al., 1994).
Es posible que los ratones de la línea LA sean más sensibles a la estimulación dolorosa
debido a la función del receptor opioide µ en la PAG. También hay evidencia de que la
estimulación de la PAG provoca miedo y ansiedad, lo que corresponde bien con las
observaciones de que los ratones LA responden menos a los estímulos acústicos aversivos
(Blaszczyk et al., 2010; Nashold et al., 1969).