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¿Hacia dónde va la música de hoy en día?

La música nos acompaña siempre. Tiene el objetivo de subir nuestros biorritmos y modificar
positivamente nuestras emociones en diferentes ambientes y distintas situaciones.
Pero los tiempos cambian, y también la música. Nos refleja con mucha dureza la aplicación de
nuevas tecnologías y de nuevos efectos. ¿Se está modernizando demasiado? ¿Se está convirtiendo
en una música que sólo pida un tipo de público determinado?

Redes sociales, festivales, conciertos, discotecas y mucho más son los grandes difusores de la
música de hoy en día. La música, en términos mitológicos, es el arte de las musas. Las musas se
dedicaban a tocar instrumentos en sus momentos más placenteros y dotaban de alegría y festejo
cualquier ambiente y cualquier lugar. ¿Pues, que es sino la música? Aquel conjunto de notas
musicales que ordenadas crean una melodía agradable a nuestro oído y que nos ayudan a
sobrellevar un estado, una actitud, y un biorritmo en un lugar, en un tiempo y en una situación.

La música sin duda alguna, es el gran acompañante de cualquier momento que se precie, y todos
ellos, con diferentes matices, invitan a que nuestro cuerpo sea influenciado por ella.
Todo se va modernizando, y quizás la música sea la huella más destacable que deja el paso del
tiempo, porque si los tiempos van cambiando, la música cambia con más fuerza y con mucha más
dureza.

Ahora bien, la música más bailable o la de discoteca es la que tiende siempre a cambiar mucho más.
En eso caso sería la música del género Pop. El Pop, juntamente con las nuevas tecnologías, ha ido
modernizándose y queda reflejado en las grabaciones de los nuevos cantantes de esta corriente
musical. Las canciones ahora pueden tener efectos de eco e incluso con nuevas técnicas y nuevos
efectos pueden convertir las voces de los cantantes en un sonido más robótico y metálico. ¿Son
mejores que las canciones de antes? ¿La tecnología ha ayudado positivamente en el arte de hacer
música? Las preguntas las dejamos a merced del lector.

Lo que sí es cierto es que la difusión de la música ha cambiado absolutamente de años pasados.


YouTube y Spotify son grandes ejemplos de ello. La música está en nuestras vidas, incluso más de
lo que algunos quisieran. En los anuncios, en las películas, en los supermercados, en las
peluquerías, en los restaurantes, etc. Es por eso que la música nos acompaña siempre, porque de
alguna manera nos aleja del mundanal ruido y nos salva de estar en silencio. Un silencio que para
muchos es mucho más ametrallador que cualquier canción de Heavy Metal.

Cuando algunos padres o abuelos no comprenden la música de hoy en día, o se sorprenden de que
la juventud puedan bailar o incluso de devenirse eufóricos por un tipo de música, es también por el
hecho de que no pertenece a su tiempo. Hay muchas más razones: por los ritmos, las melodías, los
cantantes, o a lo mejor sólo por el tipo de música en sí. Muchos jóvenes les gustan canciones antiguas,
como también hay gente más mayor que les encanta la música moderna, ya que la música no tiene
edades y es ajena al paso del tiempo en los gustos de la gente. Hay canciones que son vigentes en
nuestros días y cantantes que se han convertido en iconos, y por consiguiente, inmortales. Pero la
música mueve masas y es una reina en lo que se refiere a unir generaciones. Y eso es un punto muy
importante.
Las canciones también son un detonante de nostalgias y de recuerdos. Recuerdos que bailan al son
de una canción, porqué nos llevan a un lugar y a un tiempo determinados de nuestras vidas. Todos
tenemos nuestra canción y nuestra sintonía, y la vamos guardando durante mucho tiempo o incluso
para siempre.

Esperemos que vaya a dónde la industria y el comercio le permita ir. La música es todo un arte y nos
hace sentir sensaciones y emociones y esa es una de las finalidades más importantes que tiene.
Cuando no nos comporte todo eso, entonces perderá su valor ya que se volverá menos
comunicativa. Los videoclips cada vez nos muestran más escenas sexuales y van siempre al gusto
del consumidor y no del simple hecho de hacer música. Igual que en el cine, se espera hacer de un
arte, un producto. Y lo están consiguiendo. No es bueno, ni es malo, pero va avanzando y deja
rastro.

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