La administración efectiva de los cambios ayuda a la transformación de la estrategia de
procesos de las empresas, logrando reorientarla para la consecución de sus objetivos. Para entrar en contexto definiremos el cambio como un patrón aceptado y normal en la sociedad actual, en el que sus efectos pueden ser reconocidos o no, de efecto inmediato o a larga plazo, que afecta directa o indirectamente a todos los miembros de la Organización. Para hablar del impacto de los procesos de cambios, sé tomara el proceso de asignación de tiempos para la realización de Auditorías, uno de los procesos más importante de la empresa en la que me desempeño. El cambio en dicho proceso tiene su origen a la falta de control que se generaba en las auditorias en vista que no se les había establecido un plazo para la finalización de las mismas. Una auditoria se define como el proceso a través del cual una empresa o profesional de auditoría independiente es contratado para revisar, analizar y recopilar información contable, que sirva para la toma de decisiones. Las auditorias se dividen en cuatro pasos, los que se detallan a continuación: 1. Planeación 2. Ejecución de la auditoria (Labor de campo) 3. Planteamiento de hallazgos 4. Emisión de dictamen 5. Alegaciones 6. Emisión de opinión El proceso de cambio que se realizó del cual se hizo mención anteriormente, consistió en asignar a cada uno de los pasos un período específico de tiempo para realizarlos, el período asignado depende de la magnitud de la auditoria que se va a realizar, los años que se revisaran y las áreas de la empresa que se revisarán. La experiencia al comienzo fue altamente negativa, esto se debió a que en el pasado, al no contar con plazos específicos, no se podía medir de manera eficiente el tiempo que se tardaba en culminar todo el proceso de auditoría y los auditores tardaron tiempo en reaccionar y adecuarse al cambio. Uno de los factores que no ayudaron a que el cambio tuviera una asimilación positiva es que los tiempos que inicialmente se contemplaron no estaban apegados a la realidad que se vivía en la práctica. La empresa realizó una reingeniería de manera genera que coincidió con la implementación de este proceso de cambio, que trajo consigo cambios en el personal. Al inicio cuando se puso en práctica los nuevos tiempos, ninguna de las auditorias que se iniciaron en esta nueva etapa pudo concluirse en los plazos establecidos por el área de control financiero, todas las etapas de las auditorias fueron realizadas extemporáneamente. Esto desencadeno una serie de inconvenientes en vista que la realización de las auditorias eran parte de la meta a alcanzar para el año 2017, la alta gerencia estaba sumamente molesta ante los pobres resultados obtenidos, ellos contemplaron que realizar el cambio de pasar de una ejecución de auditoria sin tiempos de entrega de resultados a una medible en cada una de las etapas, volvería más eficaz y eficiente el trabajo de los auditores, a través de la disminución de los plazos de entrega de resultados a los clientes. El problema fue que al desarrollar el proceso de cambio, no se tomaron en cuenta diversos factores que pueden entorpecer el desarrollo normal de una auditoria, entre ellos están por ejemplo, la no presentación a tiempo de la información solicitada a la empresa solicitante de la revisión, así como la presentación de la misma en vista que muchas de las empresas que solicitan ese tipo de servicios trabajan con sistemas contables e informáticos desfasados y obsoletos, el tamaño de las empresas, la complejidad de los procesos, entre otros factores que no fueron tomados en cuenta al proponer los cambios que se realizaron en el área de auditoria. Asimismo no se puede medir de la misma manera a empresas denominada grandes con el mismo tiempo que se mide a una empresa pequeña. Todos estos factores influyeron a que no se pudiera obtener los resultados esperados. Desde la implementación de los nuevos tiempos estos han venido siendo modificados, buscando de esta manera encontrar el que más se acerque a la realidad a la que se enfrentan los profesionales que realizan dicha labor, evitando que la implementación de los mismos disminuya la calidad del trabajo que es una de las ventajas competitivas que posee la empresa, el cual no puede ser comprometido por una errónea asignación de tiempos, ya que esto puede desencadenar que se realicen trabajos a la ligera, sin profundidad y que solo se limiten sus esfuerzos a entregar una auditoria dentro de los tiempos establecidos.
En la actualidad este proceso de cambio alcanzo el nivel de satisfacción adecuado, los
tiempos son más reales, dejaron de ser percibidos por las comisiones auditoras como tiempos mentirosos, si bien es cierto, aún prevalecen ciertas quejas de los mismos, se ha notado un gran avance de los mismos, los cuales han permitido que se fortalezca las competencias centrales de la organización. En mi opinión una de las falencias que tuvo el proceso en general fue no contar con las personas idóneas para desarrollarlos. La mayoría de profesionales que se vieron involucrados en la elaboración del cambio de pasar de auditorías no medibles en función de un tiempo específico de desarrollo en sus distintas etapas y cambiar abruptamente a una auditoria con tiempos establecidos, no tienen experiencia en la realización de una auditoria, desconocen la metodología y los distintos escenarios que se pueden presentar. Lo más adecuado era contar en el proceso de elaboración de los tiempos con auditores porque nadie conoce mejor el desarrollo de una auditoria como un profesional de esa área que en mi opinión es una de las carencias que tuvo el desarrollo de tiempos para cada una de las etapas. Al desempeñarme como analista de auditoria sé que en muchos casos los tiempos que fueron establecidos en el proceso de cambio se quedan cortos, resultan mentirosos en vista que ninguna auditoria se parece, cada una es distinta en complejidad. Se debe hacer un estudio más a profundidad para poder encontrar los tiempos de auditoria idóneos, que permitan que el auditor realice su trabajo de manera eficaz, cumpliendo con los plazos establecidos que le permitan desarrollar de manera óptima su trabajo sin comprometer la calidad del mismo.