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FUNCIONES DE LA CÉLULA

Todos los seres vivos realizan tres funciones vitales: nutrición, relación y
reproducción. Estas tres funciones se llevan a cabo en todas las células.

Función de nutrición

La membrana de la célula pone en


comunicación a ésta con el medio exterior, con
el que intercambia sustancias: moléculas
inorgánicas sencillas (agua, electrólitos,...),
monómeros esenciales (monosacáridos,
aminoácidos,...) y aun otras moléculas orgánicas (glúcidos, lípidos y proteínas) más
complejas. El transporte de estas sustancias puede ser pasivo, por difusión u ósmosis, o
activo, por permeabilidad selectiva de la membrana. En este último caso
(imprescindible tratándose de moléculas complejas de tamaño medio o grande) el paso
de sustancias requiere un gasto de energía . Otros mecanismos de transporte de sólidos o
líquidos a través de la membrana son la fagocitosis y la pinocitosis.

1.Nutrición autotrofa (vegetal).

Los vegetales toman materia inorgánica del medio externo, es decir, agua, dióxido de
carbono y sales minerales. Estas sustancias se dirigen a las partes verdes de la planta.
Allí las sustancias entran en los cloroplastos y se transforman en materia orgánica. Para
ello se utiliza la energía procedente de la luz que ha sido captada por la clorofila. Este
proceso recibe el nombre de fotosíntesis.

2.Nutrición heterótrofa (animal).

Los animales no pueden transformar materia inorgánica en materia orgánica. Tampoco


pueden utilizar la energía precedente de la luz. Por ello se alimentan siempre de otros
seres vivos y así se obtienen la materia orgánica que precisan para crecer y construir su
cuerpo. Al igual que en las células vegetales, una parte de esta materia orgánica es
utilizada en las mitocondrias, se realiza la respiración celular y se obtiene ATP y
dióxido de carbono. Éste es eliminado fuera del cuerpo del animal.

Función de reproducción Las plantas y los animales están formados por miles de
millones de células individuales organizadas en tejidos y órganos que cumplen
funciones específicas. Todas las células de cualquier planta o animal han surgido a
partir de una única célula inicial (célula madre) por un proceso de división, por el que se
obtienen dos células hijas. Existen dos procesos de división; mitosis y meiosis, según el
tipo de célula: somáticas y sexuales respectivamente. En el primer caso las células
resultantes son idénticas a las célula madre y tienen el mismo número de cromosomas
que ésta; en la meiosis, las células hijas son diferentes genéticamente a la madre ya que
poseen la mitad de cromosomas.

Función de relación

Como manifestación de la función de relación, existen muchas células que


pueden moverse. Este movimiento puede ser vibrátil o ameboide.

La motilidad de los organismos depende en última instancia de movimientos o


cambios de dimensión en las células. Las células móviles pueden desplazarse emitiendo
seudópodos (mediante movimientos amebóides) debidos a cambios de estructura en las
proteínas plasmáticas, o bien mediante movimiento vibrátil a través de la acción de
cilios y flagelos. Los cilios son filamentos cortos y muy numerosos que rodean la célula,
además de permitir el desplazamiento de la célula, remueven el medio externo para
facilitar la captación del alimento; los flagelos son filamentos largos y poco numerosos
que desplazan la célula. Las células musculares (fibras musculares) están especializadas
en la producción de movimiento, acortándose y distendiéndose gracias al cambio de
estructura de proteínas especiales.

Ácidos nucleicos
Los ácidos nucleicos constituyen el material genético de los organismos y son
necesarios para el almacenamiento y la expresión de la información genética. Existen
dos tipos de ácidos nucleicos química y estructuralmente distintos: el ácido
desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN); ambos se encuentran en
todas las células procariotas, eucariotas y virus. El ADN funciona como el almacén de
la información genética y se localiza en los cromosomas del núcleo, las mitocondrias y
los cloroplastos de las células eucariotas. En las células procariotas el ADN se
encuentra en su único cromosoma y, de manera extracromosómica, en forma de
plásmidos. El ARN interviene en la transferencia de la información contenida en el
ADN hacia los compartimientos celulares. Se encuentra en el núcleo, el citoplasma, la
matriz mitocondrial y el estroma de cloroplastos de células eucariotas y en el citosol de
células procariotas.
Composición de los ácidos nucleicos
La unidad básica de los ácidos nucleicos es el nucleótido, una molécula
orgánica compuesta por tres componentes:

1. Base nitrogenada,
una purina o pirimidina.
2. Pentosa, una
ribosa o desoxirribosa
según el ácido nucleico.
3. Grupo fosfato,
causante de las cargas
negativas de los ácidos
nucleicos y que le brinda
características ácidas.

Las bases nitrogenadas son moléculas formadas de átomos de carbono y


nitrógeno que crean anillos heterocíclicos. Se conocen dos tipos de bases
nitrogenadas: las purinas y las pirimidinas. Las purinas se componen de dos
anillos condensados, mientras que las pirimidinas están formadas por un solo
anillo. Los átomos de carbono y nitrógeno de los anillos se identifican mediante
números naturales: del 1 al 6 para las pirimidinas y del 1 al 9 para las purinas

Características del ADN


El ADN es bicatenario, está constituido por dos cadenas polinucleotídicas unidas entre sí
en toda su longitud.15 Esta doble cadena puede disponerse en forma lineal (ADN del
núcleo de las células eucarióticas) o en forma circular (ADN de las células procarióticas,
así como de las mitocondrias y cloroplastos eucarióticos). La molécula de ADN porta la
información necesaria para el desarrollo de las características biológicas de un individuo y
contiene los mensajes e instrucciones para que las células realicen sus funciones. 16
Dependiendo de la composición del ADN (refiriéndose a composición como la secuencia
particular de bases), puede desnaturalizarse o romperse los puentes de hidrógenos entre
bases pasando a ADN de cadena simple o ADNsc abreviadamente.8

Características del ARN


El ARN difiere del ADN en que la pentosa de los nucleótidos constituyentes es ribosa en
lugar de desoxirribosa, y en que, en lugar de las cuatro bases A, G, C, T, aparece A, G, C,
U (es decir, uracilo en lugar de timina). Las cadenas de ARN son más cortas que las de
ADN, aunque dicha característica es debido a consideraciones de carácter biológico, ya
que no existe limitación química para formar cadenas de ARN tan largas como de ADN, al
ser el enlace fosfodiéster químicamente idéntico. El ARN está constituido casi siempre por
una única cadena (es monocatenario), aunque en ciertas situaciones, como en los ARNt y
ARNr puede formar estructuras plegadas complejas y estables
Qué es una célula y cuáles son sus partes

Las células son las unidades más pequeñas de entre los elementos que forman
a los seres vivos. Además realizan por sí mismas funciones tales como la
nutrición y la reproducción y son portadoras de información genética. En
conclusión, constituye en sí misma un organismo completo.

La célula está formada básicamente por citoplasma, núcleo y membrana:

– Citoplasma

Está formado por sustancias orgánicas e inorgánicas mezcladas en agua y de


consistencia viscosa. En el citoplasma se encuentran los distintos orgánulos
celulares, los cuales llevan a cabo funciones celulares: mitocondrias, ribosomas,
aparato de Golgi, etc.

– Núcleo

Rodeado de una doble membrana y con cierta forma esférica, se encuentra


dentro del citoplasma y guarda en su interior el material cromosómico o ADN,
denominado Cromatina. También contiene el Nucleolo, que está formado por
ácido ribonucleico (ARN) y proteínas, que es quien realiza la función de
formación de los ribosomas.

Algunos tipos de células cuentan con más de un núcleo.

– Membrana

Es la capa que rodea y protege al citoplasma y, por


consiguiente, al núcleo o núcleos. Además cumple con la
función de regular la entrada de nutrientes y también la
eliminación de desechos. Está formada
fundamentalmente por lípidos y proteínas.
Células y tejidos
Se pueden distinguir aproximadamente 200 tipos diferentes de células en el cuerpo
humano, que se suelen clasificar en sólo cuatro tipos de tejidos: epitelial, conectivo -o
conjuntivo-, muscular y nervioso.

Las células están organizadas en


tejidos, que son grupos de células
que llevan a cabo una función
unificada. Diferentes tipos de tejidos,
unidos estructuralmente y coordinados
en sus actividades, forman órganos,
como el estómago o el corazón. Se
pueden distinguir aproximadamente
200 tipos diferentes de células en el
cuerpo humano, que se suelen
clasificar en sólo cuatro tipos de
tejidos: epitelial, conectivo -o conjuntivo-, muscular y nervioso.
El tejido epitelial constituye una cubierta para el cuerpo y sus cavidades. Los tejidos
epiteliales se clasifican de acuerdo con la forma de las células individuales en escamoso,
cuboide y columnar o prismático.
El tejido conectivo incluye distintos tejidos con propiedades funcionales diversas y con
ciertas características comunes. Los tejidos conectivos reúnen, dan apoyo y protegen a los
otros tres tipos de tejido.
Las células de los tejidos conectivos están separadas unas de otras por grandes
cantidades de material extracelular que conforman la matriz, que fija y soporta
al tejido. La matriz extracelular está formada por polisacáridos y proteínas
secretados localmente que forman una intrincada red. La sustancia fundamental,
viscosa y amorfa, es el principal componente de la matriz. La matriz también contiene
fibras.
El tejido muscular se caracteriza por células musculares, especializadas en la
contracción, que es llevada a cabo por ensambles de dos proteínas, la actina y la miosina.
En el músculo estriado, que incluye al músculo esquelético y al cardíaco, estos ensambles
forman un patrón en bandas, visible bajo el microscopio. En el músculo liso no se observa
un patrón de este tipo. (Ver figura 2)
El tejido nervioso está constituido por células nerviosas o neuronas que están
especializadas en la recepción, procesamiento y transmisión de la información. (Ver Figura
a) Las neuronas motoras y las neuronas de proyección.
b) Las interneuronas se encuentran dentro de regiones localizadas del sistema nervioso
central.
c) En las neuronas sensoriales, que transmiten impulsos desde los receptores sensoriales
situados en los extremos de las ramificaciones de las dendritas.

¿QUÉ ES UN ÓRGANO?
Según la definición de la biología, un órgano es un conjunto de tejidos que comparten
unas funciones determinadas. A su vez los órganos se agrupan en sistemas, entre
los que encontramos el aparato respiratorio, el circulatorio, el reproductor (femenino y
masculino) o el sistema digestivo.

Los órganos están compuestos por dos partes principales: el parénquima y el estroma.
El primero de estos conceptos hace referencia a los tejidos más relevantes de los
órganos, mientras que el estroma lo forman tejidos asociados que no resultan
centrales para la ejecución de las funciones vitales.

Principales órganos del cuerpo humano


Entre los principales órganos del cuerpo humano encontramos el corazón, que
pertenece al sistema circulatorio, los pulmones, principales órganos del aparato
respiratorio, los músculos, la piel y los huesos. No obstante, dentro del concepto
“órgano” se incluyen conjuntos de tejidos con características y funciones muy diversas.

Órganos del aparato circulatorio

1. Corazón
El órgano principal del sistema cardiovascular es el corazón, que bombea sangre
hacia el resto de tejidos y órganos del cuerpo humano a través del torrente sanguíneo.
Se localiza en la cavidad torácica hacia el lado izquierdo.

Se compone por un saco al que denominamos “pericardio”, encargado de dar


flexibilidad y movilidad a este músculo. A su vez, el pericardio se divide en una parte
fibrosa y una serosa. Esta última se compone de tres capas: el epicardio, el miocardio
y el endocardio.

Finalmente, el corazón se compone de cuatro cámaras, dos de ellas superiores, a las


que llamamos aurícula derecha e izquierda; y dos inferiores, que conocemos como
ventrículo derecho e izquierdo.

Órganos del sistema respiratorio

El aparato respiratorio está compuesto por los órganos que los seres
humanos utilizamos para obtener oxígeno del aire que nos rodea, así
como para expulsar el dióxido de carbono generado.

Además, dichos órganos son fundamentales para la vocalización, para el


olfato, para la regulación de PH, entre muchas otras cosas. Nos
referimos en concreto a los pulmones, la nariz, la boca, la faringe, la
laringe, la tráquea y los bronquios.

2. Pulmones
Junto con el corazón, los pulmones se ubican en la cavidad torácica, pero a
diferencia del primero, éstos forman parte del sistema respiratorio.
Principalmente se encargan de regular el paso de oxígeno a la sangre y la
expulsión de dióxido de carbono.

Lo anterior es la operación básica de la respiración y se lleva a cabo mediante


un proceso biomolecular muy importante. El pulmón derecho tiene un tamaño y
un peso mayor al izquierdo, por lo mismo el primero se divide en tres lóbulos y
el segundo en sólo dos.

3. Nariz
Además de detectar olores y amplificar la voz, la nariz se encarga de calentar,
limpiar y humedecer el aire que inhalamos. Toma su forma a partir de dos
aperturas a las que llamamos “orificios nasales” o “narinas”.

Estas últimas se extienden hasta un par de aperturas más, que conocemos


como “aperturas nasales posteriores” o “coanas”. Así mismo se compone de un
hueso nasal, cartílagos, tejidos conjuntivos, fosas nasales y un tabique nasal.

4. Faringe
La faringe se divide en tres partes: nasofaringe, orofaringe y laringofaringe. Se
existe desde el fondo de la cavidad bucal hasta el cuello, llegando a medir
aproximadamente 13 centímetros.

Forma parte tanto del sistema respiratorio como del aparato digestivo, ya que
entre sus principales funciones se encuentra facilitar el paso del aire y de
nutrientes hacia el interior de nuestro organismo.

Órganos del aparato digestivo

El sistema digestivo se ocupa de la descomposición de los alimentos de


modo que sus nutrientes puedan ser aprovechados por el organismo
humano. Los órganos que componen este sistema se localizan
principalmente en la cavidad abdominal y la cavidad pélvica (el interior
del abdomen y la pelvis respectivamente).

Los órganos del aparato digestivo incluyen el estómago, el esófago,


el intestino, el hígado, el páncreas, el colon, el recto, el ano o las
glándulas salivares.

5. Estómago
El estómago se encuentra después del esófago y antes del intestino, haciendo
la función de puente entre ambos órganos en la absorción, distribución y
desecho de los alimentos.
Es una especie de cámara muscular donde se almacena temporalmente todo lo
que consumimos, y mediante un proceso de contracciones y relajaciones del
músculo liso que lo compone, el estómago favorece la digestión química de los
alimentos.

6. Intestino
Después del estómago se encuentra el intestino, órgano encargado de
absorber las sustancias y nutrientes que ingerimos para posteriormente
distribuirlos por resto del organismo, o bien, desecharlos.

Se divide principalmente en dos partes, según su grosor: el intestino delgado y


el intestino grueso. A su vez, el primero está conformado por el duodeno, el
yeyuno y el íleon, mientras que el segundo se conforma por distintas secciones
que pueden ser incluso consideradas órganos separados, como el ciego, el
colon, el recto y el ano.

7. Hígado
El hígado es un órgano del aparato digestivo que se encuentra en la parte
superior derecha del abdomen, justo arriba del estómago. Tanto en los seres
humanos como en los animales, el hígado se encarga de eliminar los restos
nocivos de distintas sustancias, por ejemplo del alcohol o los fármacos.

Además, favorece la digestión de las grasas por medio de la bilis, entre muchas
otras cosas. Se compone de células, lóbulos, segmentos y ligamentos
fundamentales para el metabolismo de las sustancias que ingerimos.

Órganos del sistema excretor

El sistema excretor se ocupa de eliminar los productos de desecho del cuerpo


a través de la orina, entre otros medios, lo cual permite mantener el equilibrio
(u homeostasis) del organismo. El aparato urinario en particular está
compuesto por los riñones, la vejiga, la uretra y el uréter.

8. Riñones
Los riñones son reconocidos como los dos principales órganos de este sistema.
Es así ya que se encargan de producir orina a partir de los residuos de aquello
que ingerimos, y posteriormente, enviarla fuera del organismo a través de la
vejiga y la uretra.

Cada riñón se compone de las siguientes partes: corteza, médula, papila,


columna, pirámide, cápsula fibrosa, cáliz mayor y menor, uréter, pelvis renal e
hilio renal.
9. Vejiga
Este órgano está encargado de almacenar temporalmente la orina para
después expulsarla con ayuda de la uretra. La vejiga se encuentra muy cerca
de la pelvis y de los órganos sexuales tanto femeninos como masculinos.

Se compone de distintas capas que se encargan de activar o inhibir los


esfínteres, y con ésto retener o expulsar la orina. Así mismo se conforma de
cuatro secciones: el trígono vesical, el ápex vesical, la cúpula vesical y el cuello
vesical.

El proceso que tiene lugar cuando la vejiga está llena y se prepara para
expulsar la orina por los conductos siguientes, se conoce como “micción”.

Sistemas del cuerpo humano y sus


funciones
Estos son los sistemas: El Circulatorio, Sistema Respiratorio, Sistema Digestivo, Sistema Urinario, Sistema
Endocrino, Sistema Inmunologico.

Sistema circulatorio
El sistema circulatorio está
formado por los vasos
sanguíneos y el corazón. Este
funciona de motor, de modo que
impulsa la sangre rica en oxígeno
a través de las arterias hacia
todas las partes del cuerpo.

Son las venas las encargadas del retorno de la sangre pobre en oxígeno de
vuelta al corazón. Su función es mover la sangre, los nutrientes y el oxígeno
para nutrir todas y cada una de las células del organismo gracias a los
capilares.

Sistema Respiratorio
El sistema respiratorio trabaja junto con el circulatorio. La circulación menor
une el corazón con los pulmones. Permite que el oxigeno procedente de los
pulmones pase al corazón y este se encargue de distribuirla. Además, la
sangre rica en dióxido de carbono y pobre en oxígeno que llega al corazón se
dirija a los pulmones para que estos se encarguen de expulsar el dióxido de
carbono al exterior.

Está formado fundamentalmente por la tráquea, los pulmones y el diafragma, y


permite la respiración a través del intercambio gaseoso.
El Aparato digestivo
El aparato digestivo está formado por la boca, el esófago, el estómago, el
intestino delgado, el colon ascendente, transverso y descendente, el recto y el
ano. El hígado y el páncreas trabajan conjuntamente con el resto de órganos y
vísceras del sistema digestivo, pues producen jugos que intervienen en la
digestión.

Todos estos órganos se encargan de triturar el alimento para que este pueda
pasar por el tracto digestivo y se descomponga en moléculas más pequeñas.

El intestino delgado es un tubo de 2 a 4 centímetros de diámetro y de 6 a 7


metros de longitud. Se encarga de absorber los nutrientes gracias a las
microvellosidades intestinales para nutrir las células. Sin embargo, el intestino
grueso es un cilindro de 5 a 10 centímetros de diámetro y de 1,60 a 1,70
metros de longitud. Su función es la de absorber el líquido que se ha generado
tras el proceso digestivo con el fin de hacer las heces compactas y prepararlas
para expulsarlas al exterior.

Sistema endocrino
Por su parte, el sistema endocrino está
constituido por ocho glándulas que secretan
hormonas hacia la sangre. Estas son la pineal,
el hipotálamo, la hipófisis, la tiroides y
paratiroides, el timo, las cápsulas
suprarrenales, el páncreas, los ovarios y los
testículos. Las hormonas viajan a los diferentes
tejidos regulando las funciones corporales
como el metabolismo, el crecimiento o los procesos reproductores.
Explotación de recursos naturales: definición, tipos y ejemplos
Qué es la explotación de recursos naturales
El concepto de explotación de los recursos naturales, se conoce como el aprovechamiento
que realizamos de los bienes y servicios que nos proporciona la naturaleza. Se trata de
actividades que se realizan diariamente para el sustento y mejora de nuestra sociedad.
La población actual de nuestro planeta, se está enfrentando cada día más a un desequilibrio
ecológico de gran magnitud, ya que las actividades que realizamos para obtener según qué
recursos naturales, provocan una gran repercusión en la biodiversidad del planeta. El gran
problema reside no en la obtención de estos productos, sino en la cantidad y frecuencia en la
que se extraen. A este término se le llama comúnmente sobreexplotación de los recursos, y se
trata de una mala gestión que afecta al
medio ambiente que nos rodea, y por
consecuencia también a la fauna y flora que
lo habita.
Es decir, que en vez de realizar una
explotación sostenible de los bienes y
servicios que nos proporciona nuestro
medio natural, nos dedicamos a extraerlos
de una manera excesiva e irresponsable.
Por lo tanto, podemos decir que el ser
humano tiene un don para aprovechar una
gran cantidad de materiales y medios
beneficiosos para su desarrollo y
supervivencia
Qué tipos explotación de los
recursos naturales existen
Deforestación
Un muy buen ejemplo de explotación de recursos naturales, y de hecho de sobreexplotación
de estos, es el de la tala de árboles y masas forestales, que en principio era una práctica en la
que se extraían ciertos árboles previamente seleccionados en función de su uso futuro, por
ejemplo para la extracción de madera para realizar muebles o puertas. Pero resulta ser que
hay una gran problemática extendida por todo el planeta con este tipo de explotación, ya que
hemos llegado a un punto en el que priorizamos necesidades absurdas antes que la
supervivencia de la fauna y flora de ciertas zonas de un gran interés medioambiental.
Un caso que ilustra perfectamente lo mencionado, es el de la deforestación del Amazonas, que
se ha reducido a más de la mitad en estos últimos veinte años por nuestro interés en sus
exóticas maderas (caoba, quebracho,
cuangare, sajo, etc.). Esto se debe a que,
aunque hay una cuota de extracción de árboles
determinada al año, la mayoría no la respetan
y talan más de la cuenta, vendiendo la madera
restante en un mercado negro. Pero la
sobreexplotación de bosques no solo se realiza
por su interés en la madera, sino que hay casos
en los que se tala una gran cantidad de masa
forestal de gran interés ecológico, para plantar
cultivos con un gran aliciente económico.
Pesca
Otro ejemplo de la explotación de los recursos naturales es la pesca. Se trata de una actividad
que se remonta a los tiempos más antiguos, al igual que la caza. Pero des de hace un par o tres
de décadas, las poblaciones de peces de nuestros mares y océanos
está disminuyendo a cantidades realmente preocupantes, y se debe
principalmente al exceso de pesca que estamos haciendo. Así pues,
este suministro de recursos se ha convertido en lo que normalmente
llamamos sobrepesca. Algunos de los peces más afectados son el
rape, el atún, las anchovas, las sardinas, el bacalao y la merluza,
entre muchos otros. La mayoría de especies que están en declive,
son de consumo directo, pero muchas de ellas también se
encuentran amenazadas debido a la producción de piensos o bien
como alimento fresco para otros peces en piscifactorías.

¿Qué es la contaminación ambiental?

Se denomina contaminación ambiental a la presencia de componentes nocivos


(ya sean químicos, físicos o biológicos) en el medio ambiente (entorno natural y
artificial), que supongan un perjuicio para los seres vivos que lo habitan,
incluyendo a los seres humanos. La contaminación ambiental está originada
principalmente por causas derivadas de la actividad humana, como la emisión a la
atmósfera de gases de efecto invernadero o la explotación desmedida de los
recursos naturales.

Causas de la contaminación ambiental


Las fuentes antropogénicas que generan mayor contaminación ambiental son las
siguientes:

 Tala excesiva de árboles.


 Emisiones y vertidos industriales a la atmósfera y a la hidrosfera.
 Extracción, procesamiento y refinamiento de combustibles fósiles (petróleo, carbón y
gas natural).
 Producción de energía con combustibles fósiles y otras fuentes no renovables.
 Uso excesivo de automóviles y otros medios de transporte impulsados por gasolina o
diésel.
 Uso indiscriminado de plásticos y otros materiales derivados del petróleo.
 Liberación de plásticos y objetos no biodegradables en espacios naturales.

Consecuencias de la contaminación ambiental


Una de las principales consecuencias de la contaminación ambiental es el calentamiento
global, también conocido como cambio climático, por el cual la temperatura del planeta
va aumentando de manera progresiva, tanto la temperatura atmosférica como la de
mares y océanos.

La contaminación ambiental supone un riesgo para la salud de los seres vivos que
habitan los ecosistemas contaminados, incluyendo a los seres humanos. Además, la tala
indiscriminada, la explotación excesiva de los recursos naturales y la emisión de
contaminantes al medio ambiente (gases a la atmósfera, vertidos en medios acuáticos,
residuos sólidos) provoca la destrucción de ecosistemas. De esta forma, muchas
especies de animales y plantas ven cómo su hábitat natural se va reduciendo cada vez
más, pudiendo llegar a provocar incluso su extinción.

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