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Público presente

Honorables Miembros del Jurado


Respetables Maestros
Padres y Madres de Familia
Compañeros participantes

Mi nombre es….. Soy alumno y represento a mi Escuela


Primaria….. y me presento en esta tribuna para participar en este
certamen y para resaltar la grandeza de un mexicano ejemplar que
habría de cambiar el rumbo de la historia. Pongo a su
consideración mi tema JUAREZ ANTE EL JUICIO DE LA HISTORIA.

“Levanten esas armas, los valientes no asesinan”. Fue la voz que


pronunciara el valiente don Guillermo Prieto que sirviera para
salvar la vida del patricio de la raza de bronce y con ella la vida de
la Republica entera.

Nacido en San Pablo Guelatao Oaxaca, rociado por la suave brisa


matinal y arrullado por el bello canto de los pájaros, en una
coincidencia de la vida, o por capricho mismo de la naturaleza,
viene a ver su luz el mismo día que inicia la Primavera de 1806.

La historia de este México próspero se habría de nutrir al darnos a


los mexicanos y al mundo entero un símbolo de patriotismo, de
valor y de legalidad como lo es el inmortal BENITO PABLO JUAREZ
GARCIA.

Tiene la desgracia de quedar huérfano a muy temprana edad y


dedicarse al pastoreo de ovejas, tuvo que abandonar su pueblo en
busca de mejores horizontes, aprender el idioma de Cervantes y a
cultivar su espíritu, realiza sus estudios y se recibe de abogado
fungiendo como Regidor del Ayuntamiento, Presidente Municipal,
Diputado Local y Gobernador de su estado, Presidente de la
Suprema Corte de la Justicia de la Nación, hasta escalar el último
peldaño y puesto máximo al que un mexicano puede aspirar: LA
PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA.

Se maneja con rectitud y honestidad en los cargos públicos que


ocupa a lo largo de su vida, y establece ejemplos sobrados de la
defensa de la Soberanía, la Independencia, la Libertad y la Justicia
Social haciendo de la vigencia del estado del derecho su más
sagrada norma.

“No hay razón contra la patria y nadie tiene derecho a atentar en


su contra” habría de exclamar ante la Invasión Francesa de 1862
donde las armas nacionales se habrían de cubrir de gloria. Nos
deja para la posteridad la defensa de la Soberanía en la Guerra de
los Tres años, la Constitución de 1857, la Invasión Francesa y la
lucha contra el Imperio Napoleónico.

“ENTRE LOS INDIVIDUOS COMO ENTRE LA NACIONES EL


RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ” sentenció Juárez; y fue
ahí, donde el brazo justiciero del liberalismo aniquiló el
expansionismo europeo y desterró del país la traición de malos
mexicanos que miraban en este suelo la oportunidad de
expenderse. Es en esta gesta donde se había de escribir una de las
páginas más brillantes de la historia.

El establecimiento de las Leyes de Reforma, la defensa de la


Soberna, la Independencia y la Justicia serían las banderas que
enarbolaría el indio de Guelatao para hacer respetar el estado de
derecho. Donde estaba el presidente y el gobierno legalmente
constituido ahí estaba la República en Juárez bien representada.
Bien dijo el poeta Víctor Hugo: “México se ha salvado por un
principio y un hombre; el principio la Republica; el hombre:
Juárez”.
Por eso, hablar de las virtudes del patricio es recordar las
epopeyas que nos dan vigor como nación y cuyo ejemplo de
grandeza es garantía para las futuras generaciones.

Un hombre cuya grandeza al paso de los años se agiganta, que


traspasa las fronteras; un mexicano ejemplar que merecidamente
ostenta el título “Benemérito de las Américas”

Un estadista que por la fuerza de sus convicciones ha sido, es y


será faro de luz en este camino de Igualdad, Libertad, Justicia y
Democracia… Juárez vive, Juárez no ha muerto.

¡HE DICHO!

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